El documento resume la evolución histórica del sindicalismo desde su prohibición inicial hasta su reconocimiento legal, y analiza los instrumentos internacionales y convenios de la OIT que protegen la libertad sindical, como los convenios 87 y 98 que garantizan el derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. También menciona otros convenios como el 11 sobre el derecho de asociación de los trabajadores agrícolas.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
381 vistas13 páginas
El documento resume la evolución histórica del sindicalismo desde su prohibición inicial hasta su reconocimiento legal, y analiza los instrumentos internacionales y convenios de la OIT que protegen la libertad sindical, como los convenios 87 y 98 que garantizan el derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. También menciona otros convenios como el 11 sobre el derecho de asociación de los trabajadores agrícolas.
El documento resume la evolución histórica del sindicalismo desde su prohibición inicial hasta su reconocimiento legal, y analiza los instrumentos internacionales y convenios de la OIT que protegen la libertad sindical, como los convenios 87 y 98 que garantizan el derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. También menciona otros convenios como el 11 sobre el derecho de asociación de los trabajadores agrícolas.
El documento resume la evolución histórica del sindicalismo desde su prohibición inicial hasta su reconocimiento legal, y analiza los instrumentos internacionales y convenios de la OIT que protegen la libertad sindical, como los convenios 87 y 98 que garantizan el derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. También menciona otros convenios como el 11 sobre el derecho de asociación de los trabajadores agrícolas.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13
“EL DERECHO A LA LIBERTAD SINDICAL”
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL SINDICALISMO
El conjunto de estrategias y acciones de lucha desarrolladas a lo
largo de la historia por los sindicatos y sociedades de resistencia, constituye, junto a la actuación de los partidos obreros, elementos esenciales del movimiento obrero, definido como la serie de instituciones en las que se agrupan solidariamente los trabajadores con el fin de precisar sus objetivos comunes y de alcanzar su realización.
Del análisis de la evolución histórica de los sindicatos, se
denota la existencia de tres fases fundamentales, a saber:
1) Etapa de prohibición: durante la cual la creación de
organizaciones obreras se encontraba expresamente prohibida en los instrumentos normativos, llegando incluso a tipificarse penalmente la actividad sindical.
2) Etapa de tolerancia: caracterizada por la inefectividad
relativa o el cumplimiento poco riguroso de la legislación que reprimía la constitución de tales agrupaciones.
3) La etapa de reconocimiento jurídico: en la cual finalmente se
acepta la licitud de la organizaciones obreras, convirtiéndose así el sindicato en una institución esencial para la consecución de los fines del Estado.
DERECHOS SINDICALES – DEFINICIÓN
Categoría que comprende el conjunto de libertades
imprescindibles para la existencia y el eficaz funcionamiento de los sindicatos, de modo que puedan promover y defender los intereses de los trabajadores a ellos afiliados. Dichos derechos sindicales no han sido otorgados unilateralmente por los Estados, por el contrario, surgen como consecuencia de una larga y constante lucha emprendida por los trabajadores, en contra de la resistencia de los empresarios y gobiernos ante la creación de asociaciones sindicales.
En tal sentido, es de señalar que muchos de estos derechos
inalienables de la clase trabajadora, en el pasado fueron considerados delitos, tal es el caso del derecho a la libertad sindical, y consecuentemente, el de negociación colectiva y el de huelga.
LA LIBERTAD SINDICAL. GENERALIDADES
El derecho de asociación, se encuentra regulado en los
instrumentos internacionales más relevantes. Así, el Preámbulo de la Constitución de la OIT (1919), consagra la libertad sindical como un medio idóneo para el mejoramiento de las condiciones de trabajo. En 1944, la Declaración de Filadelfia, la cataloga como uno de los principios rectores en el que se apoyan las organizaciones sindicales. Igualmente, la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, afirma en su artículo 23 que “toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”. Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), establece de forma específica el derecho de todo individuo a fundar sindicatos o afiliarse a los de su elección, para resguardar sus intereses económicos y sociales, extendiéndose su ejercicio a la formación de federaciones o confederaciones nacionales, y a la participación en organismos internacionales.
Toda vez que, el derecho a la Libertad Sindical se encuentra
consagrado en la propia Constitución de la OIT, todos sus Estados Miembros tienen la obligación de cumplir y aplicar fielmente las directrices concernientes a este principio, cuya proclamación puso de manifiesto la necesidad de adoptar disposiciones que delimitaran con mayor precisión su contenido y alcance en instrumentos jurídicos formales, a los efectos de supervisar su aplicación general. INSTRUMENTOS BÁSICOS SOBRE LA LIBERTAD SINDICAL
Los convenios Nos. 87 y 98 pertenecen a la categoría de
acuerdos básicos de la OIT, cuyo objetivo primordial es garantizar el respeto a los derechos humanos fundamentales dentro de la esfera más amplia de los derechos sociales, así como fijar los parámetros según los cuales debe evaluarse la libertad de un movimiento sindical, cualquiera que fuese su forma de organización.
CONVENIO SOBRE LA LIBERTAD SINDICAL Y
LA PROTECCIÓN DEL DERECHO DE SINDICACIÓN, 1948 (N° 87)
Dicho acuerdo entró en vigor el 4 de julio del año 1950, y ha
sido ratificado por numerosos países, entre los que figuran: Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Guatemala, México, Perú, Portugal y Venezuela (1982). Representa el instrumento principal en esta materia, que ampara por igual la libertad de asociación de empleadores y trabajadores, y regula el movimiento sindical atendiendo a los siguientes postulados:
* Reconocimiento del derecho de sindicación: El artículo 2 del
convenio in comento consagra el principio de la no discriminación en matera sindical, asegurándose el derecho a la libre asociación, sin distinción alguna, en razón de sexo, raza, creencias, nacionalidad, opiniones políticas, entre otros.
* Creación de organizaciones sin autorización previa, por
parte de la autoridad pública: el ejercicio eficaz del principio de la libertad sindical podría verse afectado si para crear una organización los trabajadores y los empleadores tuviesen que obtener un permiso previo para proceder a su creación. No obstante, si bien los fundadores de un sindicato deben observar los requisitos previstos en la legislación respectiva, éstos no deben traducirse en un obstáculo para la constitución de tales agrupaciones.
* Funcionamiento de las organizaciones: El artículo 3,
reafirma el principio general de la autonomía sindical, al establecer que las organizaciones estarán libres de la injerencia de las autoridades públicas al redactar sus estatutos, elegir sus representantes, organizar su administración y formular su programa de acción.
* Creación de Federaciones, Confederaciones y Afiliación
Internacional (art. 5): las organizaciones, sean éstas de trabajadores o de empleadores, están facultadas para constituir federaciones y confederaciones, las cuales a su vez pueden afiliarse a organismos internacionales creados al efecto. * Derecho de Huelga: aún cuando el mismo no se estipuló expresamente en el referido convenio, el Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración de la OIT, lo ha considerado parte integrante de los derechos primordiales de los trabajadores y sus organizaciones en defensa de sus intereses laborales. De allí que, se ha vinculado el derecho de éstos a organizar sus actividades y formular su programa de acción (Convenio N° 87, art. 3) con la necesidad de disponer de mecanismos idóneos que les permitan ejercer presiones para el logro de sus fines.
CONVENIO SOBRE EL DERECHO DE SINDICACIÓN Y
DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA, 1949 (N° 98)
Acuerdo que entró en vigencia el 18 de julio del año 1951, y
fue ratificado por Venezuela en 1968; sus contenidos básicos son los siguientes:
* Discriminación antisindical: conforme a lo estatuido en su
artículo 1, “los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo”. Dicha protección se garantizará tanto en el momento de la contratación como durante el desarrollo de la relación laboral, por tanto, debe ejercerse contra todo acto que pretenda: - Someter el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de éste;
- perjudicarlo o despedirlo a causa de su participación en
actividades sindicales fuera de su horario de trabajo, o previo consentimiento del empleador, durante la jornada laboral.
* Actos de injerencia: el Comité de Libertad Sindical ha
manifestado reiteradamente la pertinencia de adoptar medidas precisas que limiten o impidan cualquier intervención dirigida a fomentar la constitución de organizaciones de trabajadores dominados por un empleador, o a sostener económicamente las mismas, con el propósito de colocarlas bajo el control de una organización de empleadores (art. 2).
* Garantía Institucional: dada la importancia de estas normas,
se prevé la obligación de crear organismos capaces de asegurar, mediante la utilización de procedimientos expeditos y confiables, el cumplimiento de las normas sustantivas que regulan el derecho de sindicación.
* Fomento de la negociación colectiva (art. 4): el derecho de
negociar libremente con los empleadores constituye un componente clave de la libertad sindical. Para ello, debe impulsarse el desarrollo y fortalecimiento de procedimientos de negociación voluntaria con el fin de regular, por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo. Por otra parte, resulta oportuno acotar que en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo, en junio de 1998, se confirma y consolida el compromiso internacional respecto al derecho de sindicación y de negociación colectiva y se alienta a todos los Estados miembros a respetar los principios contenidos en los citados convenios Nos. 87 y 98, independientemente del hecho de que los hayan o no ratificado.
OTROS CONVENIOS RELATIVOS A LA LIBERTAD SINDICAL
CONVENIO SOBRE EL DERECHO DE ASOCIACIÓN
-AGRICULTURA-, 1921 (N° 11).
El derecho de asociación de los trabajadores rurales fue una de
las preocupaciones más antiguas de la OIT, ya que entre los primeros acuerdos adoptados por la Organización figura el presente convenio, el cual en su artículo 1, obliga a los Estados ratificantes a asegurar a todas las personas empleadas en la agricultura, los mismos derechos de asociación y de coalición reconocidos a los trabajadores de la industria, y a derogar cualquier disposición que restrinja el ejercicio de dichos derechos a esta clase de trabajadores. CONVENIO SOBRE LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES RURALES, 1975 (N° 141).
Dicho convenio entró en vigor el 24 de noviembre del año
1977, y fue ratificado por Venezuela en 1983. En él se consagra el derecho de todos los trabajadores rurales a organizarse libremente, ya se trate de asalariados o de personas que trabajan por cuenta propia. Asimismo, se recogen las principales disposiciones del Convenio N° 87, y se incluye como propósito fundamental, el de facilitar la creación y fortalecimiento de organizaciones de trabajadores rurales independientes, que participen activamente en el desarrollo económico y social, a fin de mejorar sus condiciones de trabajo y de vida en forma duradera y eficaz.
ORDENAMIENTO JURÍDICO VIGENTE
EN MATERIA DE LIBERTAD SINDICAL
El artículo 95 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), consagra el derecho de los trabajadores, sin distinción alguna y sin necesidad de autorización previa, de constituir las organizaciones sindicales que estimen convenientes para preservar sus intereses, así como el de afiliarse a las ya existentes. Igualmente, dispone que tales agrupaciones no están sujetas a intervención, suspensión o disolución administrativa, estando los trabajadores amparados contra todo acto de discriminación que atente contra el ejercicio de tal derecho. En cuanto a los directivos de las organizaciones sindicales, deben gozar de inamovilidad laboral durante el tiempo en que desempeñen sus funciones. Además, se incluye como novedad, el principio de la democracia sindical, para cuyo ejercicio, los estatutos y reglamentos de estas asociaciones deben estipular la alternabilidad de sus representantes mediante el sufragio universal, directo y secreto.
Finalmente, la vigente Ley Orgánica del Trabajo reconoce el
derecho inviolable de los trabajadores y patronos de asociarse libremente en sindicatos, y éstos a su vez, el de constituir federaciones y confederaciones, las cuales gozarán de la protección especial del Estado para la consecución de sus fines. (arts. 397 y 400 L.O.T).
CONTENIDO DE LA LIBERTAD SINDICAL
Individual: 1.- Fundación de sindicatos; 2.- Afiliación a un
sindicato, en sentido positivo o negativo; y 3.- Derecho de actividad sindical de los trabajadores. Colectiva: 1.- Derecho a la autoorganización; 2.- Derecho a la federación nacional e internacional; 3.- Derecho a la igualdad de trato y 4.- Derecho al libre ejercicio de la actividad sindical.
TUTELA A LA LIBERTAD SINDICAL
Tiene especiales medidas de tutela, que hacen posible su titularidad y ejercicio. No sólo se protege a la organización sindical, sino más bien los derechos sindicales en sus distintas manifestaciones.
CONDUCTAS ANTISINDICALES
1.- Actos de discriminación; y
2.- Actos de injerencia
CLÁUSULAS DE SEGURIDAD SINDICAL MAS
HABITUALES
1.- Taller cerrado. El patrono se obliga sólo a contratar
trabajadores pertenecientes al sindicato pactante. 2.- Taller sindicado. El trabajador se obliga a afiliarse al sindicato pactante. 3.- Empleo preferente. El patrono se obliga a contratar preferentemente a trabajadores afiliados al sindicato pactante. 4.- Mantenimiento de la afiliación. El patrono se obliga a despedir al trabajador que abandone al sindicato pactante. 5.- Reservas de ventajas. Beneficios adicionales, sólo para los trabajadores afiliados al sindicato pactante. 6.- Canon o cuota por negociación. Los trabajadores incluidos en el ámbito de aplicación del convenio, aunque no pertenezcan al sindicato han de contribuir con una determinada suma de dinero en compensación a la actividad desarrollada por el sindicato pactante. 7.- Retención de cuotas. El patrono se obliga a retener una cantidad del salario de los trabajadores afiliados como cuota sindical periódica.
HUELGA POLÍTICA
Las reivindicaciones que se defienden con la huelga pueden
sintetizarse en tres categorías: las de naturaleza laboral (que buscan garantizar o mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores); las de naturaleza sindical (que persiguen garantizar y desarrollar los derechos de las organizaciones sindicales y de sus dirigentes) y las de naturaleza política. Las dos primeras no plantean problemas especiales. Dentro de las tres categorías de reivindicaciones mencionadas, conviene distinguir todavía según que afecten o no de manera directa e inmediata a los trabajadores que declaran la huelga, quedando introducida así la problemática de la huelga política y la huelga de solidaridad. Es importante destacar que el Comité de Libertad Sindical y la Comisión de Expertos han rechazado la tesis de que el derecho de huelga debería limitarse a los conflictos de trabajo susceptibles de finalizar un convenio colectivo. El Comité de Libertad Sindical ha considerado que las huelgas de carácter puramente político no caen dentro del ámbito de los principios de libertad sindical. No obstante, si bien dicho Comité ha señalado expresamente que sólo en la medida en que las organizaciones sindicales eviten que sus reivindicaciones laborales asuman un aspecto claramente político, pueden pretender legítimamente que no se interfiera en sus actividades, también ha precisado que es difícil la distinción entre lo político y lo realmente sindical, ya que ambas nociones tienen puntos comunes. Según la OIT, los intereses profesionales y económicos de los trabajadores engloban también la búsqueda de soluciones a cuestiones de política económica y social. La Comisión de expertos de la OIT, también ha considerado que las huelgas de naturaleza puramente política no están cubiertas por los principios de libertad sindical, recalcando que las dificultades que se plantean son debido a que frecuentemente es imposible distinguir en la práctica entre los aspectos políticos y profesionales de una huelga.