Jack Kerouac. Indispensables para La Prosa Espontánea
Jack Kerouac. Indispensables para La Prosa Espontánea
Jack Kerouac. Indispensables para La Prosa Espontánea
TIEMPO Nada que llegue a tiempo es turbio y esté de acuerdo con las leyes del tiempo —el
énfasis shakespereano de la necesidad dramática de hablar ahora de una manera inalterable o
de una lengua sostenida por siempre— ninguna revisión (excepto los obvios errores racionales,
tal como los nombres o inserciones calculadas en el acto no de escribir sino de insertar).
CENTRO DEL INTERÉS Comienza no con las ideas preconcebidas acerca de qué decir de la
imagen sino a partir del centro-joya del interés del tema de la imagen en el momento de la
escritura, y escribe hacia afuera nadando en el mar del lenguaje hasta la liberación periférica y el
agotamiento —No tengas pensamientos-posteriores excepto por razones poéticas o posdatas.
Nunca pienses-posteriormente para “mejorar” o sufragar impresiones como si la mejor escritura
fuera siempre la más dolorosa personal escurrida aventada de la cálida cuna de la mente
protectiva —manotea de ti la canción de ti mismo, ¡sopla! —¡ahora!— tu forma es la única forma
—“buena” o “mala”— siempre honesta (“presuntuosa”), espontánea, “confesional” interesante, ya
que no es artificial. El artificio es artificio.
ESTRUCTURA DE LA OBRA Las estructuras bizarras modernas (la ciencia-ficción, etc.) surgen
de la muerte del lenguaje, temas “diferentes” dan la ilusión de “nueva” vida. Pero tú sigue los
lineamientos del abanicar el movimiento sobre el tema, como piedras en el río, para que el flujo
mental se derrame sobre el centro-joya (pon tu mente sobre ello, una vez) llegando al pivote,
donde el “principio” a medio-formar se convierte en el fino-necesitado “final” y el lenguaje acorta
el último momento de la carrera-tiempo de la obra, siguiendo las leyes de la Forma Honda, hasta
la conclusión, las últimas palabras, el último goteo —la Noche es El Final.