03 - Juanele Ortiz - El Agua y La Noche PDF
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El agua y la noche
1924-1932
Esta edición electrónica reproduce por escaneo la parte correspondiente a este poemario,
de la monumental edición de las Obras Completas, realizada por el Departamento de
Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral, hoy lamentablemente muy difícil,
sino imposible, de hallar. Se ha dejado el número de página original para referencia
en citas.
Puesto que la sección de notas está al final de la poesía editada y antes de la inédita
y la prosa, no sigue la secuencia de números de página.
Mirado anochecer
(1924)
Juan L. Ortiz Obra Completa 148
a lo largo tendido
dulcemente solemnes
invisible. 10
Música de grillos,
sutilmente agria,
Un pájaro canta:
Domingo
en esta casita,
Señor-
He sido, tal vez, una rama de árbol,
una sombra de pájaro,
el reflejo de un río...
Señor,
y en las venas,
en vez de sangre,
Señor, 10
y temblorosa de oros,
el otoño!
de nostalgia infinita.
Una desolación
flotante.
el otoño!
como en el sueño
íntimo y lejano
de una melodía
que llora.
el Otoño!
En el aura del sauce. El agua y la noche 153
Iba la felicidad
Iba la felicidad
La felicidad buscaba
el secreto de la tarde,
y no podía encontrarlo,
el secreto de la tarde.
la felicidad aleteando
La felicidad venía
Un hastío de agua-fuerte
de innumerable dulzura.
En el aura del sauce. El agua y la noche 155
Entre Ríos
belleza,
infinito y frágil,
y transparentes
Siesta
Tendido a la sombra de
un traslúcido bordado 10
a un temblor de monedas
ya extático o vagabundo,
o tendido al horizonte. 20
bajo su respiración.
Tendido a la sombra de
Pesada luz
encendiendo y apagando
un temblor de pececillos
destrozada no sé dónde...
como en un deshojamiento
animalillos que le
le acariciaban la cara
rodeado de mariposas,
Día gris
a nuestra melancolía
innumerable.
La tierra
Lluvia, lluvia!
primaveral,
a fecundar la amada
amarillo y largo.
Juan L. Ortiz Obra Completa 20
limpias y lisas,
con un aroma
Delicias últimas
El otoño,
con manos
diáfanas
y
brillantes,
está abriendo
un azul purísimo
de una delicia
trémula,
primaveral.
En el aura del sauce. El agua y la noche 165
delicada de crepúsculo,
la penetra, la satura, 10
de un sentimiento violeta...
Extasiado se ha quedado
lomas de la callecita.
Juan L. Ortiz Obra Completa 166
Tarde
El mundo es un pensamiento
realizado de la luz.
Un pensamiento dichoso.
De la beatitud, el mundo
ha brotado. Ha salido
infinita, infinita,
Primavera lejana
Primavera lejana.
y vagamente florido.
Tarde llena 10
solo.
a través
de la madreselva.
de giro armonioso,
mágico,
¿Qué sueño
agitará tu pecho?
Dentro de cien,
que gemirá
al lado
de la mujer dormida?
En el aura del sauce. El agua y la noche 169
Este mediodía de
Y es un cariño también.
en transparencia disuelve
Este mediodía de
El río se lleva un
Sueño de pájaro y de
Dulzura de la tarde...
Primavera en el aire...
Primavera en el aire,
vestida de amarillo
en la tarde infantil.
palidez profunda
de un rumor numeroso
de pájaro:
gorgoteo
Orilla que se va
o se queda. Se queda
Maravilla luciente
de un sentimiento malva.
La paloma se queja...
perdidas.
¿Nadie siente
y descubren horizontes
marinos
arboleda perdida?
¿Nadie?
Las ramas
y un sutil calofrío
que aletea?
campesino.
Y los grillos?
Lirios de la anochecida.
Danzad, muchachos
Danzad, muchachos.
os acompaña.
Danzad.
Danzad!
Juan L. Ortiz Obra Completa 180
Claridad, claridad
Claridad, claridad.
de la dicha.
En un sueño de dicha
Claridad.
Sueño de la plenitud
Noche
Noche, noche.
Abismo de la dicha
cortada
de escalofríos,
de inquietudes.
feérica,
¿Estamos en el mundo?
en delgadas rupturas
en gotas perdidas
de esquila.
de este eucaliptus!
Lluvia
como en un sueño
mojado.
Otoño
o la desolación de un atardecer
es la de tu silencio
"Diana"
de líneas,
que emocionabas.
tu fuerte pecho,
casi humana? 10
y ese silencio,
tu auténtica aristocracia. 20
Fuerza contenida
en tu latido profundo.
y sensitiva,
Juan L. Ortiz Obra Completa 186
Recuerdo, recuerdo...
En el atardecer 30
íbamos
La cabeza baja,
apenas si pisabas.
Yo casi no respiraba.
Yo me sentaba en la barranca.
Tú te tendías a mi lado,
Temblaba tu hocico,
me mirabas,
las imágenes
tímidas, asustadizas,
de piel suave,
(1932)
En el aura del sauce. El agua y la noche 187
Espinillos...
Espinillos de mi tierra
Espinillos, espinillos...
sois de la melancolía...
en un silencio de espera
Espinillos, espinillos... :
y lo llevarán de aquí
El agua y la noche
son los únicos poemas fechados en todo En el En Gualeguay, la mediterránea ciudad entrerria-
aura del sauce. Y estas dos fechas, que abren na, asistí, en una reunión circunstancial, a una
y cierran este primer libro, indican su "sentido improvisada audición de poesías dichas por sus
antològico", como bien señala Veiravé en su autores. No se trataba, en realidad, sino de poe-
"Estudio Preliminar...", pero también indican tas accidentales que en una técnica indudable-
el criterio cronológico que regirá la organiza- mente inocente expresaban, y aquí está lo inte-
ción de En el aura del sauce. resante del caso, un sentimiento común. Este
sentimiento era el amor de su tierra, una tierra
¡Qué bien estoy aquí...! convencionalmente adornada de árboles espino-
Ver nota al poema "Azul, lila" del Protosauce. sos, montes bravios y algún desfile histórico
fantasmal de montoneras. Los poetas accidenta-
Domingo les, es sabido, no resisten a la tentación de lo
convencional. Y esta convención de lo bravio, de
Publicado en El Diario de Paraná (ver nota al
los talas espinosos y de la medialuna de las
poema "Despertar" del Protosauce) donde pre-
lanzas, es presencia inevitable en la poética tra-
senta las mismas variantes que en el Cuaderno
dicional entrerriana. La realidad bucólica y apa-
Borrador:
cible de ese hermoso pedazo de tierra argentina
El sol y el viento, solos, sobre el pueblo. desaparece lamentablemente detrás de tales ves-
—alegría de cal entre un pudor de ramas—. tiduras literarias. No lo censuro demasiado. El
don de desentrañar la poesía que vive en lo
Campanas. Oh, la infancia que era como estas
verdadero es privilegio de poetas indudables. En
[ hojas,
los poetas que escuché, insisto, una cosa era
gracia viva del aire y de la luz
admirable: su voluntad de loar a su tierra, de
bajo la penetrante, enhiesta, mirada de la tarde!
expresar en su técnica sin recursos el cariño
conmovedor de su tierra. Cuando Juan L Ortiz
¡Oh, vivir aquí!
se adelantó, tímidamente, a decir sus versos —
En el Cuaderno Borrador viene después del un poema titulado, precisamente, "Entre Ríos"—
poema "En el Paraná". Apenas separado por su voz apareció más apagada que nunca y exce-
una breve línea horizontal, parece formar par- siva su delicadeza por contraste con la pirotecnia
te de él. Sin variantes. verbal que lo había precedido. Pero sus imáge-
nes impalpables dibujaban en el espacio el perfil
Señor...
paradisíaco de una tierra serena y melodiosa
El acápite ("He sido, tal vez, una rama de frecuentada por el milagro. El sentimiento que
árbol,/ una sombra de pájaro, /el reflejo de un había movido su inspiración era el mismo, el
río") no está en el Cuaderno Borrador. En lo amor a su tierra, pero su obra era un poema en
demás no presenta variantes. el que esa tierra, desguarnecida de sus ropajes
bravios y artificiosos, aparecía "vestida de un
Qué bien extraño el otoño!...
silencio verde y feliz de campo, /toda húmeda de
En el Cuaderno Borrador viene después de una alegría de arroyos,/ con una cabellera densa
'Tarde Otoñal"/"Mañana otoñal". Sin varian- de árboles libres".
tes.
Otoño, esplendor grave...
Entre Ríos
En el Cuaderno Borrador, con el título "Oto-
En el Cuaderno Borrador viene después de
ño:", con la siguiente variante:
"Noche provinciana". Sin variantes.
Dice Córdova Iturburu en su comentario al v.4 que por el campo tiembla como por
libro publicado en El Diario: [ apagarse
En el aura del sauce Notas 881
Partido Comunista torna difícil en esos años su estos rasgos más notorios son la insistencia y
propia libertad individual como ocurrió con los la persistencia. Nos referimos, en el primer
hombres de otros partidos políticos, declarados caso, a la repetición del tema en el espacio del
"enemigos de la patria" por el régimen militar de texto, y en el segundo a la perdurabilidad en
1943, en cuanto se negaron a aceptar las órdenes el tiempo del texto.
de "depuración, reorganización y saneamiento" El árbol del espinillo es un tema que insiste en
que estableció rígidos controles para la actividad distintos poemas a lo largo de En el aura del
democrática. El conflicto mundial entre los de- sauce. En el poema "En esta primavera", de El
fensores del Eje y la democracia formal de los álamo y el viento:
países aliados, comienza a tejer una maraña de
...los espinillos se iluminaron como una infancia
acontecimientos represivos en la Argentina.
Por esta razón ese hermoso poema de Ortiz En "Gualeguay" (La brisa profunda):
dedicado a Francia, circula solamente entre sus
¿Qué decía ese pájaro a la tarde de los espinillos
amigos y permanece inédito en libro...
[ ensimismados?
Esta explicación de Veiravé resulta convincen-
En "Entre Ríos" (El junco y la corriente):
te. Pero ¿cuál es la causa de la exclusión de
"Espinillos..."? [él... que quería] esconderse de sus colinas
Quizá algo tuvo que ver Mastronardi. En el o ser, cuando más, esa melancolía de espinillo
comentario publicado en El Diario, luego de
En El Gualeguay.
la aparición de El agua y la noche, Mastronardi
habla de su lectura del libro, pero habla tam- Ellas [las colinas] que fueron auras entre los
bién de su lectura del Cuaderno Borrador, [ espinillos
dejando entrever el rol que él mismo pudo para el sentimiento de la luz
haber jugado en la selección de algunos poe-
mas. En este caso concreto: En "Me has sorprendido..." (La orilla que se
abisma)
Los poemas de Ortiz rebasan lo meramente des-
[...] esa melancolía
criptivo. Antes que inventario de lo cercano, son
de espinillos
paisajes intemporales, carentes de ubicación
que, igualmente, se le retira
geográfica y despojados de todo color local. Ha
para asumirles lo que, como a los otros,
rehusado la botánica y la zoología litoraleñas.
[ hacia el filo
Guarda moderación con los ceibos, talas y espi-
de la tarde, ni las sílabas
nillos...
que los han inquirido, atadamente, deslíen...
En realidad es muy difícil tratar de entender
la causa de la exclusión sin caer en la anécdota Pero también es un tema que persiste en el
o en el problema del valor del poema. Mucho tiempo, siempre ligado a los tópicos de la
más interesante es tratar de vislumbrar los melancolía y del pájaro. Cuando Alicia Dujov-
rasgos de la reconsideración que hizo que ne Ortiz, en un reportaje realizado hacia 1978
"Espinillos de mi tierra...", de entre todos los ("El escondido licor de la tierra"), luego de la
poemas del Protosauce, haya pasado a formar pregunta sobre "qué está escribiendo ahora",
parte de En el aura del sauce, casi cuarenta le pide que lea poemas, Ortiz busca un mo-
años después de su escritura. Rasgos que, a mento entre sus manuscrito, pero termina
pesar de la excepcionalidad del caso de "Espi- abriendo uno de los tomos de En el aura del
nillos...", sobre la cual es muy difícil hacer sauce y leyendo "Espinillos...", casi como si se
inferencias con algún grado de generalidad, tratara de un poema último, que en cierto
nos ayudan sin embargo a entender una parte modo lo era. En un momento, interrumpiendo
del proceso de construcción del Libro. Dos de la lectura, Ortiz dice:
Juan L. Ortiz Obra Completa 884
...el espinillo tiene algo de, cómo le diría, no de (como el lapacho, como el aromo, como la tipa,
triste sino de melancólico, y unos viajeros ingle- como el jacarandá, o como el caso particular
ses lo dijeron (esto no es cosa mía solamente), del sauce) no vuelve a aparecer, tal como
dijeron que Entre Ríos está envuelto en una sucede con los poemas que llamamos suspen-
melancolía de espinillos... [...] "Y un sólo vuelo didos ("En el Paraná", "Río Gualeguay"), cuya
mancharlos", dice acá, y fíjese qué curioso que suspensión conduce a poema posteriores ("Al
un vuelo de pájaro pueda manchar esa soledad Paraná", El Gualeguay).
de agua y esa transparencia que viene del agua "Espinillos de mi tierra...", en este sentido,
al aire. Y eso yo lo sentí, sentí el canto de un conduce, aunque con pocas variantes, al poe-
pájaro y dije: "¿Ve?, parece que se mancha la ma "Espinillos...". Se conserva una hoja ma-
tarde". Porque a la media tarde los espinillos nuscrita, de escritura apresurada, muy borro-
parecen conversar con la luz. sa, con el poema ya como "Espinillo...", con
correcciones en el orden de la versión defini-
El espinillo, su melancolía, la luz de la tarde,
tiva. Y una copia mecanografiada, con las si-
el pájaro como una mancha, son temas ligados
guientes variantes:
entre sí, tanto en la anécdota que el poema
encubre, como en el poema mismo. Y esta
v.5 en unas cenizas de islas...
relación se mantiene, como en la memoria del
poeta, en la memoria del libro. v.22/3 La anunciarán los cachilos
Pero el espinillo como motivo de un poema y la llevarán de aquí
© Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral,
Santa Fe, Argentina, 19%.
ISBN 950-9840-73-4
Reservados todos los derechos.
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.