El Machismo

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EL MACHISMO

El machismo es difícil de definir, pero casi todos lo reconocemos. Las


mujeres, sobre todo, lo experimentan en muchas ocasiones, aunque a veces creen
que se trata de un problema personal de sus parejas, colegas o jefes. Tratan de
justificarlos: "es un poco brusco", "es muy exigente" o bien, "tiene un carácter muy
fuerte". Con frecuencia, apelan a teorías psicológicas para explicarse las conductas
de los hombres: "es que tuvo un papá muy distante", "su mamá fue muy dura con
él y por eso desconfía de las mujeres", o "tiene problemas de comunicación". Y a
veces concluyen, con una mezcla de humor y resignación: "es que así son los
hombres". Quienes originan todos estos comentarios no captan cuál es el problema.
Piensan que están siempre en lo correcto y se preguntan por qué las mujeres no
ven las cosas como ellos. Incluso exclaman con una risa perpleja: "es que nadie
entiende a las mujeres". Si se les habla del machismo, responden con sorpresa
auténtica: "¡Pero si yo no soy machista! Al contrario, creo que las mujeres deben
estudiar y trabajar, y yo a mi esposa la dejo hacer todo lo que quiera". Y, después
de una pausa, añaden: "claro, mientras no me falte al respeto" o "mientras no
descuide la casa".
El machismo no significa necesariamente que el hombre golpee a la mujer,
ni que la encierre en su casa. Se trata, mejor dicho, de una actitud más o menos
automática hacia los demás; no sólo hacia las mujeres, sino también hacia los
demás hombres, los niños, los subordinados. Puede manifestarse sólo con la
mirada, los gestos o la falta de atención. Pero la persona que está del otro lado lo
percibe con toda claridad y se siente disminuida, retada o ignorada. No hubo
violencia, regaño ni disputa, pero se estableció, como por arte de magia, una
relación desigual en la que alguien quedó arriba y alguien abajo. En este libro
veremos cómo ocurre esta situación desmenuzaremos las diferentes facetas del
machismo, así como sus expresiones más comunes. El machismo se puede definir
como un conjunto de creencias, actitudes y conductas que descansan sobre dos
ideas básicas: por un lado, la polarización de los sexos, es decir, una contraposición
de lo masculino y lo femenino según la cual no sólo son diferentes sino
mutuamente excluyentes; por otro, la superioridad de lo masculino en las áreas
consideradas importantes por los hombres.
De aquí que el machismo involucre una serie de definiciones acerca de lo
que significa ser hombre y ser mujer, así como toda una forma de vida basada en
ello. Solemos pensar que el machismo sólo se da entre hombres y mujeres, sobre
todo en la relación de pareja. Pero es mucho más que eso: constituye toda una
constelación de valores y patrones de conducta que afecta todas las relaciones
interpersonales, el amor y el sexo, la amistad y el trabajo, el tiempo libre y la
política... Este conjunto incluye la pretensión del dominio sobre los demás,
especialmente sobre las mujeres; la rivalidad entre los hombres; la búsqueda de
múltiples conquistas sexuales; la necesidad constante de exhibir ciertos rasgos
supuestamente viriles —valor, indiferencia al dolor, etc.— y un desprecio más o
menos abierto hacia los valores considerados femeninos. Asimismo, el
alcoholismo, la violencia y la delincuencia probablemente puedan vincularse con
el machismo, aunque por el momento no tengamos los elementos para establecer
una relación causal exacta. (Castañeda, 2007)
CARACTERISTICAS DEL MACHISMO
El macho, el "verdadero hombre" según la cultura hispana, debe tener
ciertas características para que se lo considere como tal y no como afeminado u
hombre a medias. Las características sobresalientes del macho con su
heterosexualidad y su agresividad. En relación con la heterosexualidad el énfasis
es tanto en el carácter sexual como en el hetero. El hombre debe resaltar y
demostrar su capacidad fálica. Mientras más grandes sean sus órganos sexuales y
más activamente se entregue a la relación sexual, más macho será.
Su potencialidad sexual debe ser ejercitada de hecho en sus relaciones y
conquista de mujeres. Y mientras más mujeres, mejor. Como lo anota Lewis, el
engañar a las jovencitas no es causa de culpabilidad sino de orgullo y título de
prestigio. Lo importante no es lograr un afecto permanente (con la excepción de la
esposa y la "querida") sino conquistar sexualmente a las mujeres y satisfacer la
vanidad masculina.
Ningún adolescente es considerado un verdadero hombre -macho- hasta
tanto no pueda alardear de haber poseído una mujer. Más aún: el hombre casado
debe mostrar su machismo, su potencia y el ejercicio real de sus poderes sexuales
por medio de su fertilidad, es decir, engendrando un hijo tan pronto como sea
posible. Por otra parte, el hombre desea demostrar que es capaz de tener
descendencia masculina y de criar, educar y sostener una familia; ósea de lograr
una especie de acomodo que confiere prestigio cuando se encuentran cerrados
otros caminos para des-tacarse.
Finalmente, como consecuencia del estado de sospecha y de hostilidad que
reina entre marido y mujer, parece acusarse la tendencia, de parte del hombre, a
considerar el embarazo de aquélla y la presencia de los hijos como una manera de
tener a la mujer más segura en casa y, a veces, esto tiene la significación de una
actitud hostil o de venganza contra la compañera. Su potencialidad debe ser
conocida por otros. Esto conduce a la práctica de alarde e inventar historias acerca
de su potencia y conquista de mujeres.
El macho debe engañar y conquistar todas las mujeres que pueda pero al
mismo tiempo debe proteger y defender a sus hermanas de los intentos de
conquista de otros hombres puesto que las mujeres de su familia deben permanecer
vírgenes hasta el matrimonio. Esta paradoja constituye un elemento de autoestima
muy importante.
Que los hombres son sexualmente libres es una verdad cultural. El
matrimonio no es un obstáculo para este rasgo de machismo, como lo expresa el
dicho popular de que "la que se casa es la mujer”. Más aún, el hombre casado será
más macho si tiene una "querida “además de andar a la caza de otras mujeres. Tan
extendida es -o ha sido- esta práctica que algún autor (Cerwin, 1947) llegó a
llevarse la impresión de que "casi todo mexicano tiene su 'casa chica’ “o sea la
casa de la querida. (Giraldo, 1972)
MACHISMO Y VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
La violencia contra la mujer está asociada al fenómeno del machismo y a
las pautas culturales prevalecientes en las relaciones hombre-mujer dentro de la
unidad familiar. Expresa una situación de poder que usufructúa el varón al interior
de la familia, generado por la cultura patriarcal que modela lo que debe ser un
hombre y lo que debe ser una mujer, en lo masculino y femenino. Si bien en
términos generales las mujeres continúan perfilándose dentro de estos parámetros
del sistema patriarcal, encontramos algunos cambios, por ejemplo, tienen abierta
la posibilidad a la «colaboración» de la pareja, aunque esta colaboración sea vista
como parte de su responsabilidad. Otro de los cambios, por lo menos en el campo
de la conciencia de las mujeres, más que en la de los varones, está referido a la
violencia, que ya no puede ser vista como inherente a la condición de pareja. Este
nivel de cambio es importante para realizar acciones de sensibilización sobre el
tema, materia del estudio, haciendo énfasis en el empoderamiento de las mujeres
para que rompan el círculo vicioso del sistema patriarcal. Es evidente que el
cambio al interior de la unidad familiar es esencial. Se requiere sembrar en su
interior cambios en los estilos de relación. «Si se logra una democracia construida
gradualmente y sostenida cotidianamente, el fenómeno de la violencia al interior
de la familia estará contenido y podrá ser puesto bajo control» (Oblitas, Cáceres,
Pacheco, 2007: 8). No podemos quedarnos atrapados y sin salida, es la vida de
miles de mujeres, niños y niñas la que está en riesgo. (Béjar, 2009)

Bibliografía
Béjar, B. O. (2009). Machismo y violencia contra la mujer. Perú: Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/sociales/article/view/7235
Castañeda, M. (2007). El machismo invisible regresa. México: Penguin
Random House Grupo Editorial México.
https://books.google.com.ec/books?hl=es&lr=&id=ryPzaSG0d6wC&oi=fnd&pg=PT2&
dq=Machismo&ots=cr-ORB-uFD&sig=W70Hl9Y0qG4pe-
gdN9_UwMZ0iBU&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
Giraldo, O. (1972). EL MACHISMO COMO FENOMENO
PSICOCULTURAL. Revista Latinoamericana de Psicología.
https://www.redalyc.org/html/805/80540302/

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