Catástrofes en La Prehistoria

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CATÁSTROFES EN LA PREHISTORIA

Christian Monzón, 2018.

Autores: Javier Fabra Rodríguez, Alba León Izquierdo


Profesora: María Lazarich González

Prehistoria Universal II. Grado en Historia


Curso 2018-19
20/12/18
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Cádiz
ÍNDICE

1. Introducción…………………………………………................................... 2
2. Análisis de las catástrofes………………………………………………..… 3
Capítulo 1. Pleistoceno……………………………………………….... 6
Capítulo 2. Holoceno. El Neolítico........................................................ 9
Capítulo 3. El diluvio universal………………………………………... 17
Capítulo 4. Las catástrofes, características y tipos……………………... 20
3. Conclusión…………………………………………………………………..27
Bibliografía………………………………………………………………………28

Resumen: En este trabajo hemos intentado dar una visión general de las catástrofes en la
prehistoria, su tipología, y el consiguiente desarrollo de las formas de vida del hombre con
respecto a ella, centrándonos especialmente en la Prehistoria reciente.

Palabras clave: catástrofes, prehistoria, hombre.

Abstract: In this work we have tried to give a general view of the catastrophes in prehistory,
its typology, and the development of the forms of life of man with respect to it, focusing
especially on the recent Prehistory.

Keywords: catastrophes, prehistory, human.


1.- Introducción

1
Previo a la elección del trabajo estuvimos barajando varias opciones, entre ellas el
Diluvio Universal o la Vestimenta Neolítica. Finalmente decidimos escoger el tema de las
Catástrofes, pues creíamos que nos daría a conocer más aspectos sobre el desarrollo y
evolución del hombre, desde sus orígenes hasta los primeros asentamientos urbanos.

Al comienzo del trabajo teníamos una idea acerca de qué nos podríamos encontrar en
base al estudio de las catástrofes durante la prehistoria. Esta idea consistía en una posible
evolución del ser humano en base a los fenómenos externos a él, incidiendo principalmente
en desastres producidos por terremotos, volcanes, etc. Desconocíamos la magnitud de este
campo y sus posibles variaciones cronológicas. Por ello creíamos que los fenómenos eran
producidos de forma puntual, y no que tuviesen un transcurso evolutivo que fuese a variar
tanto el modus operandi del ser humano, como es el caso de las glaciaciones, algunas con una
duración de miles de años, que paulatinamente fue modificando la naturaleza animal, y ,por
consiguiente, la del ser humano.

Los principales objetivos de este trabajo son:


● Conocer algunas de las catástrofes durante la prehistoria.
● Observar sus características y su forma de incidir en el medio.
● Presentar sus múltiples variaciones a lo largo de la evolución de la especie
humana.

Al acabar nuestro trabajo sacamos en claro una serie de ideas, entre ellas destacamos
las hipótesis y los mitos que desde entonces se pensaban sobre las primeras catastrofes
prehistóricas. El hombre desde los inicios de los tiempos ha creído en la magia y en la
religión como método de entendimiento de los fenómenos de la naturaleza. De esta forma el
ser humano justificaba por completo su existencia y aceptaba su vida al igual que su propio
destino.

Todo fenómeno natural que ocurría en la vida del hombre prehistórico ya sea lluvia,
tornados, terremotos, lo entendían como un castigo que los dioses le imponían a los
individuos debido a su mal comportamiento en la Tierra. A veces empleaban como modo de
salvación la magia, si la predicción era favorable, en el futuro inmediato ocurriría un buen
presagio, ya sea en la vida del individuo como en las fuerzas de la naturaleza, si se dictaba un
mal presagio estarías condenado al fracaso y a ese temor de un suceso futuro.

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Por otro lado mencionar el avance a nivel cultural y tecnológico que se ha
desarrollado para conformar el estudio de pleno conocimiento sobre las catástrofes.
Actualmente los seres humanos conocemos lo que son los fenómenos naturales, sus causas y
consecuencias. Pero también es cierto que al conocerlo aumenta el temor a un suceso
catastrófico, pues quizás es inevitable esa incertidumbre e intranquilidad en los pensamientos
del ser humano. Sin embargo, actualmente la sociedad vive en la era de la tecnología, y al
tener ese poder instantáneo en sus manos hace que tenga más fuerza y poder, pero a su vez,
está sujeto al más mínimo error en sus creaciones o innovaciones tecnológicas.

A pesar de todo esto, el hombre, para evolucionar, ha tenido que romper con viejos
hábitos mentales y fronteras absolutas. Ha elaborado, verificado y comprobado todas y cada
una de sus teorías. Gracias a sus logros, el ser humano a día de hoy puede tener un mayor
control sobre la naturaleza. A raíz de esto se puede defender de enfermedades, epidemias,
productos naturales, nuevos materiales….

2.- Análisis de las catástrofes

Los conocimientos que hoy tenemos sobre las sociedades prehistóricas se han ido
produciendo como consecuencia de la labor científica del s. XX. El s. XIX vio aparecer los
primeros ensayos que explicaban los cambios acaecidos en la prehistoria. En el campo de la
paleontología se estableció una pugna entre las posiciones catastrofistas representadas por
Cuvier y las teorías gradualistas que se enraizan en las primeras formulaciones de leyes
científicas: el uniformitarismo y el realismo, desarrolladas por Charles Lyell. (Estévez, 2005)

La posibilidad de poner de manifiesto cambios súbitos ha estado condicionada al


hecho de disponer de los instrumentos adecuados para medir el tiempo con exactitud. Era
imprescindible desarrollar un sistema de dataciones absolutas y suficientemente preciso para
poner de manifiesto si las condiciones que nos interesan se han dado con una rapidez
anormal, y, por tanto, se trata de un cambio brusco. (Ibidem)

El sistema para medir el tiempo más utilizado en arqueología ha sido el radiocarbono.


Al principio este sistema contaba con problemas y fallos, en parte debido a la falta de

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comunicación entre la arqueología y la físico-química. El desarrollo de las dos disciplinas ha
mejorado los métodos por ambos lados potenciando mejores resultados de la interacción.

Podemos hablar de causas extraterrestres cuando tratamos de cambios en las


sociedades humanas. Debemos saber que los factores que regulan las variables que
determinan los cambios climáticos son astronómicos, es decir, extraterrestres. Y el clima, y
sus cambios, ha sido una de las causas más invocadas para la explicación del desarrollo de las
sociedades paleolíticas y también el vector que dirigió la evolución homínida y marcó directa
(por el frío) o indirectamente (generando ecosistemas desfavorables) los límites para la
expansión ecménica dle género Homo. (Idem)

Nuestro conocimiento de los fenómenos y causas del cambio climático se ha ido


detallando a medida que se han perfeccionado los instrumentos y los sistemas de medida.
A mediados del s. XIX ya se formularon teorías respecto a la dependencia de los cambios
climáticos de los ciclos orbitales.

Los registros de polen. Estos tienen el potencial de llenar los vacíos geográficos que
los núcleos de hielo y los registros de sedimentos oceánicos no pueden cubrir. También son
de gran importancia histórica en el estudio. La mayoría de los pólenes (de floración), los
árboles y las plantas y las esporas (principalmente helechos y musgos) son pequeñas. Pocos
superan los 100 mm (0,1 mm) de diámetro y la mayoría están alrededor 30 mm. Tienen un
abrigo ceroso que los protege de la descomposición. (Fullola y Lorenzo, 2005)

Los registros recientes de polen obtenidos de núcleos perforados tan alejados como
El Macizo Central en Francia (Thouveny et al., 1994), sur de Italia. (Allen et al., 1999) y
Carp Lake en Cascade Range en el noroeste EE. UU. (Whitlock y Bartlein, 1997) han
permitido que las comparaciones sean realizadas a través del hemisferio norte. Estos han
confirmado que los registros de polen se pueden remontar con precisión al último
interglaciar.
La terminología es, sin embargo, el producto del trabajo del botánico sueco, Lennart Van
Post, que estudió los depósitos de turba en los lagos glaciales, y en 1916 se estableció un
conjunto de "zonas" de polen que representan la historia del noroeste de Europa desde finales
de la última glaciación. (Kerner y Banggsgaard, 2015).

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Siempre se ha hablado de que el cambio climático es algo relativamente moderno,
causado, en su mayoría, por las grandes emisiones de gases de efecto invernadero a la
atmósfera, como el metano o el CO2. Estas habrían sido emitidas por el ser humano en
especial desde la revolución industrial. Sin embargo, a lo largo de millones de años, desde
que la Tierra se formó, han existido otros cambios climáticos. La atmósfera terrestre no ha
sido siempre igual a la actual.

Hace unos 10 millones de años, durante el Mioceno, un aumento de la aridez a nivel


global provocó el inicio de la reducción de los bosques tropicales del Viejo Mundo a las
franjas ecuatoriales de África y Asia, donde las encontramos actualmente. En las selvas
africanas los homínidos continuaron su evolución y se separaron en distintas ramas. Mientras,
al oeste del valle del Rift (África Oriental) se mantuvieron las características de humedad que
permitían la existencia de la selva. La reducción de las precipitaciones en el lado oriental de
la falla transformaron su medio ambiente en un bosque seco con amplios claros. El bipedismo
apareció como una adaptación a un medio menos arbolado que el de los gorilas y chimpancés
occidentales. Este cambio de ecosistema y de forma de moverse permitió que las manos y
brazos quedasen libres para sujetar objetos. La columna vertebral y las extremidades
inferiores se alargaron. (Fullola, 2005)

Ya en el Plioceno, y con distintas oscilaciones térmicas, desde hace unos 4 millones


de años, el clima de la Tierra se ha ido haciendo más frío y seco. Hace algo menos de 3
millones de años se acentuó el cambio climático en la región del valle del Rift,
transformándose el bosque seco que allí había en las altas hierbas; ya no hay árboles a los que
subirse. Las primeras herramientas líticas fueron halladas en Hadar (Etiopía) y coinciden con
estos cambios ecológicos y evolutivos. (Ibidem)
2.1.- Pleistoceno

Durante el Pleistoceno tuvo lugar la etapa conocida como Paleolítico, donde se


sucedieron varias glaciaciones que cambiaron de forma dramática el clima y las condiciones
de vida de nuestros antepasados.

Aquí tuvo lugar la glaciación de Würm. Es la última de las 4 glaciaciones del


Pleistoceno (Günz, Mindel, Riss y Würm). Comenzó hace unos 110.000 años y finalizó hacia
el 10.000 a.C., dando paso al periodo postglacial, en el que nos encontramos actualmente.

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Durante este periodo, extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes
de hielos; el clima se enfrió a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas tropicales. Hubo una
regresión marina. Según una teoría, los humanos de entonces aprovecharon esta glaciación
para hacer su paso desde Asia hasta América por el estrecho de Bering. Los mares de poca
profundidad desaparecieron, pues sus aguas se convirtieron en glaciares. Fue justamente en
esos tiempos cuando los estrechos y archipiélagos continentales e insulares quedaron sin
cobertura líquida; por lo tanto, y temporalmente, muchas zonas cercanas quedaron unidas. Se
unió, por ejemplo, Australia-Tasmania con Nueva Guinea, Filipinas e Indonesia. Lo mismo
ocurrió en Japón y Corea. Por tanto, durante unos 19.000 años los grupos primitivos de Asia
tuvieron la oportunidad de cruzar el “puente de Bering”. (Claudio, 2004)

A medida que el transcurso de la glaciación aumentaba el hielo en los continentes, se


sustraía agua de los océanos y descendía el nivel de los mares. Cuando la acumulación de
hielo continental fue máxima, el nivel de los mares quedó entre 120 y 140 metros por debajo
de la cota actual. Con los avances glaciares se crearon dos enormes zonas ocupadas por
hielos, una en Norteamérica y otra en el noroeste de Eurasia: el manto Laurentino y el manto
Finoescandinavo. (Leroi-Gourhan, 2002)

El origen de las glaciaciones se puede deber a pequeñas variaciones en la inclinación


del eje terrestre y en la geometría de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Los fenómenos
glaciares de Europa son tributarios, por lo general, del gran inlandsis escandinavo que, en el
momento de mayor intensidad glaciar, se extendió desde las llanuras del Volga a las Islas
Británicas. (Idem)

En algunas zonas más cercanas a las regiones tropicales no se desarrollaron episodios


glaciares propiamente dichos, sino fases pluviales (períodos climáticos muy húmedos, pero
con temperaturas más elevadas) que propiciaron la formación de extensas sabanas herbáceas
y la presencia de diversas especies de fauna. En África, las fases pluviales mejor conocidas
durante el Pleistoceno son el Kagueriense, Kamasiense, Kanjeriense y Gambliense.

Todo el Paleolítico (el período más largo de la historia humana) se desarrolla en el


Pleistoceno. Desde que el hombre se sitúa en su escenario histórico, hace unos 3 M.A., su
vida se desenvuelve entre las oscilaciones climáticas de las glaciaciones. Cada glaciación
tuvo un desarrollo distinto, pero con enormes repercusiones. En los períodos glaciares las

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temperaturas bajaban extraordinariamente, disminuye la pluviosidad y enormes masas de
hielo, a veces de un espesor que supera 1 km, cubrían grandes extensiones de tierra.
Entonces, sólo sobrevivían las especies vegetales y animales capaces de soportar esas duras
condiciones y bajísimas temperaturas. (Eiroa, 2000)

Esta megafauna provocó que la industria lítica del momento fuese más grande. En un
futuro, durante el Holoceno, con el aumento de las temperaturas y la consiguiente
desaparición de la megafauna, se observará un proceso de microlitización, adaptando así las
herramientas a una fauna de tamaño más reducida.

Este entorno tan cambiante imponía diversas formas de adaptación según las distintas
áreas ocupadas. En el continente europeo, por ejemplo, en el transcurso de las glaciaciones,
los árboles de hoja caduca cedían su puesto a las coníferas y, cerca de los límites de las masas
glaciares, las coníferas daban paso a los líquenes y musgos de tundra. Esto suponía la
existencia de distintos paisajes, con fauna y flora diferentes y, por tanto, distintas formas de
adaptación y explotación de los recursos. Es fácil deducir el papel que los descubrimientos e
invenciones tecnológicas desempeñaron entonces, en un medio incómodo y a veces hostil en
el que el hombre debía sobrevivir. Por eso, el conocimiento de muchos aspectos del
Cuaternario es fundamental para los prehistoriadores, ya que durante el Pleistoceno se
desarrolla el proceso de hominización. El conocimiento del medio es fundamental para la
comprensión de estos períodos. (Ibidem)

Pero durante la Prehistoria no solo se desarrollaron glaciaciones. El vulcanismo


cuaternario, a pesar de haber sido un fenómeno muy localizado, debió infundir en realidad el
temor y el espanto entre las poblaciones prehistóricas que lo conocieron. El descubrimiento
en Tanzania de restos de pisadas humanas que tienen una datación superior a tres millones de
años muestra que, ocasionalmente, el hombre ha podido vivir, ya desde la más lejana
prehistoria, en los alrededores de un volcán. En épocas posteriores de la prehistoria, los
primeros agricultores con mucha frecuencia colonizaron los terrenos de origen volcánico,
debido a que eran particularmente fértiles. El principal interés, que para los geólogos e
historiadores presentan los efectos de las proyecciones de materiales y lluvias de origen
volcánico, radica en que proporcionan unas indicaciones cronoestratográficas muy precisas.
(Leroi-Gourhan, 2002)

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Hace unos 13.000 años, las condiciones climatológicas de la Tierra se habían
recuperado tras los rigores de la última glaciación. Cerca de la costa mediterránea del Oriente
Próximo, las primeras culturas sedentarias habían abandonado el modo de vida nómada,
estableciéndose en poblados situados en las zonas que ofrecían las mejores condiciones para
la recolección y la caza durante todo el año. El clima ayudaba, ya que la mayor humedad y
las temperaturas menos extremas habían convertido a gran parte de la región en bosques y
ricas sábanas donde crecía el cereal silvestre y abundaba la caza. En este momento tuvo lugar
la cultura Nafutiense, una de las primeras culturas humanas que estableció asentamientos
permanentes. Es entonces cuando sucedió el cambio climático conocido como Dryas
Reciente. (Hispa, 2011)

El Dryas Reciente fue una breve (de unos 1300 años de duración) fase de
enfriamiento climático, a finales del Pleistoceno, entre 12700 y 11500 años atrás. En el norte
de América, el gran lago Agassiz, formado por el deshielo del manto Laurentino, empezó a
desaguar hacia el Atlántico Norte. Al verterse una ingente cantidad de agua dulce en aquella
zona del océano, ayudado también por el deshielo de los cascos polares, el equilibrio salino
que permitía la circulación de la corriente oceánica del Golfo se descompuso, deteniendo esta
corriente cálida por completo. Este deshielo fue producido por el interestadio Bölling-
Allerod. El calor procedente de la zona tropical del Atlántico dejó de fluir hacia el norte, y el
mundo entró en una nueva fase glaciar que se prolongó durante más de mil años. Esto
significó un rápido regreso a las condiciones glaciares en las latitudes más altas del
hemisferio norte. Las informaciones obtenidas de isótopos térmicamente fraccionados de
nitrógeno y argón provenientes de núcleos de hielo de Groenlandia, indican que esta isla era
unos 15º C más fría que en la actualidad. Desde entonces, ya no ha habido ningún periodo de
cambio climático abrupto tan grande, extendido y rápido. (Pasquay, 2009)

Durante el Dryas Reciente hubo una desaparición temporal de la cubierta boscosa que
anteriormente se extendía a gran parte de Europa, y un reemplazo por estepa seca y estepa-
tundra. En el noroeste de Europa las condiciones pudieron ser menos severas, con la estepa
forestal generalizada. (Burroughs, 2008)

En pocos años, el anterior clima benigno se transformó en un clima mucho más


extremo, más frío. Se suele relacionar el Dryas Reciente con la adopción de la agricultura en
el Creciente Fértil. El argumento principal es que el frío y la sequía del Dryas Reciente redujo

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la capacidad de carga de la región y obligó a la sedentaria cultura Natufiense a adaptarse a un
patrón de subsistencia más flexible.

Capítulo 2
2.2.-Holoceno

Al culminar el Pleistoceno, hacia 10.000 a.C., el final de la última glaciación se


manifestó con un cambio repentino que dio paso al periodo Holoceno, el Dryas Reciente. Los
hielos fueron retrocediendo hasta quedar reducidos a su situación actual en el casquete polar,
la temperatura ascendió y se fue estabilizando y las tierras que estuvieron cubiertas por los
hielos, en buena parte del mundo, se convirtieron en nuevos escenarios para la historia
humana. (Burroughs, 2008)

Frecuentemente se ha asumido que esta “salida” de la Edad de Hielo coincide con el


comienzo del Holoceno, entre 10 y 11 mil años atrás, inmediatamente después del Dryas
Reciente (episodio frío perteneciente a la última glaciación). Muchos de los aspectos
interesantes del desarrollo humano aparecieron por haber sido estimulados por los cambios
que tuvieron lugar tras el Último Máximo Glacial, aproximadamente hace 20.000 años.
(Ibidem)

Los hielos poco a poco se fueron retrocediendo hasta quedar reducidos a su situación
actual, la temperatura ascendió y las tierras que estuvieron cubiertas por los hielos se
convirtieron en nuevos escenarios para la historia humana. Uno de los rasgos característicos
del clima en el Holoceno ha sido su estabilidad relativa.

El aumento de la temperatura global de la tierra en el Holoceno representó claramente


una transformación en muchos aspectos, los más representativos son:
1) El crecimiento de la masa forestal que va a suponer una mayor biodiversidad en los
paisajes.
2) La subida general de la temperatura inundó grandes extensiones de tierra, por la
fusión de los inlandsis, los grandes casquetes polares que tenían gran cantidad de agua en
estado sólido encima de continentes y océanos (Eiroa, 2000).

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Esta fase la conocemos por el estudio del ascenso de las aguas marinas y por los
cambios en la flora y en la fauna, dando lugar a diversos cambios climáticos que suponen la
transición del clima pleistocénico al clima actual. La sucesión de cambios en el clima del
Holoceno en Europa fue inicialmente identificado en los datos del polen. Esta secuencia
reconoce cinco climas generales durante el Holoceno: el Preboreal y Boreal, con veranos más
cálidos que ahora pero inviernos más fríos que en la actualidad; el Atlántico, un período
cálido y húmedo; el Sub-Boreal, periodo cálido y seco y el Sub-Atlántico, un periodo fresco y
húmedo. (Burroughs, 2008)

Clima preboreal (8500-6500 a.C.). Aparece una vegetación de tundra, con bosque enano y de
abedules, mientras que la fauna fría residual del Cuaternario emigra hacia las regiones más
frías del norte. La temperatura asciende y el bosque va aumentando, sustituyendo al paisaje
de tundra.

Clima boreal (6500-5000 a.C.). Clima más cálido en el que se consolida el bosque de
coníferas. La fauna pleistocénica casi ha desaparecido y se imponen las especies banales.

Clima atlántico (5500-2500 a.C.). Clima de tipo oceánico, templado y húmedo. Se impone
una vegetación de bosque de hoja caduca. La fauna residual del Pleistoceno ha desaparecido.

Clima subboreal (2500-700 a.C.). Clima más seco y árido. La fauna es prácticamente la
actual.

Clima subatlántico (700 a.C.- actualidad). Clima con fauna y flora actuales, con niveles de
costa estabilizados.

Los cambios climáticos a corto plazo (multimilenarios) se pueden vincular a


variaciones en la órbita terrestre del Sol, los llamados ciclos de Milankovic. Aunque los
cambios orbitales en la radiación solar tuvieron lugar, el clima de la Tierra respondió mucho
menos suavemente, debido a las complejas interacciones entre factores tales como las
concentraciones de gases de efecto invernadero y los efectos del hielo en el océano. A veces
estos han sido de carácter abrupto; por ejemplo, hace unos 8200 años, cuando se dio lugar un
enfriamiento de 100 a 150 años en gran parte del hemisferio norte. Su causa fue el
derretimiento de las aguas glaciales en el océano Atlántico norte desde la ruptura final de la

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capa de hielo de Laurentide (canadiense) sobre la Bahía de Hudson. Este evento causó una
gran sequía en las tierras secas tropicales del Viejo Mundo, como lo indica una caída abrupta
en los niveles de los lagos africanos. El evento “8.2 ka” probablemente afectó al sudoeste
asiático, aunque no son comunes los registros paleoclimáticos independientes en esta región.
(Estévez, 2005)

En otra escala centenaria, se han identificado eventos climáticos abruptos para


períodos posteriores del Holoceno, pero no está clara su generalización. Uno de estos eventos
de sequía ha sido reconocido en torno al 4200 BP en el suroeste de Asia, con vínculos
postulados al colapso del Imperio Acadio y el Antiguo Régimen de Egipto. Su extensión
espacial puede haberse extendido al sistema de clima monzónico del Océano Índico, ya que
la inundación del Nilo está controlada por las lluvias de verano en Etiopía. Sin embargo, su
causa última es desconocida. Los cambios climáticos del Holoceno tardío incluyen aquellos
asociados con la Pequeña Edad de Hielo y la anomalía del clima medieval anterior. Si bien
estos periodos están bien marcados en la región del Atlántico nororiental, su extensión
espacial y su manifestación en otros lugares del planeta es mucho menos cierto.

Hubo, por lo tanto, múltiples escalas de tiempo de la variación del clima durante el
Holoceno. Algunos, pero no todos los cambios fueron abruptos; algunos, pero no todos, eran
de carácter casi cíclico. Las fluctuaciones a corto plazo a menudo se superpusieron a las
tendencias de más largo plazo, y la mayoría, si no todos, los cambios climáticos del Holoceno
fueron regionales en lugar de globales.

2.3.- Mesolítico

La aurora del Mesolítico se alza durante los dos últimos milenios de la última
glaciación, entre 120000 y 10000 años. Tras el período frío del Dryas II (12300/11800),
contemporáneo de las últimas culturas del Paleolítico Superior, el reno desaparece de la
mayor parte de Francia; las culturas mesolíticas se desarrollan y se diversifican durante el
interestadio de Alleröd (11800/11000) que anuncia el recalentamiento postglacial; la última
etapa fría del Dryas III, de gran duración y muy severa (11000/10000), interrumpe este
recalentamiento sin que el reno, por lo que parece, vuelva a aparecer por estas latitudes.

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Los datos numéricos relativos a las variaciones térmicas que se produjeron durante el
Mesolítico se han obtenido a partir del estudio de los foraminíferos de los sedimentos del
fondo del Atlántico, del estudio de los insectos fósiles de Gran Bretaña y de la medición de
los isótopos estables del oxígeno y del carbono de los glaciares de Groenlandia. Así sabemos
que, entre el Dryas II y el Alleröd, la temperatura de superficie del Atlántico se elevó de 0´9
ºC a 9ºC en invierno, y de 6´6 ºC a 14ºC en verano; durante el Dryas III, las temperaturas
invernales vuelven a descender a 1´8 ºC y las estivales a 7´4 ºC; posteriormente, el clima
mejoró rápidamente.

Así pues, las poblaciones mesolíticas fueron contemporáneas de importantes


variaciones climáticas que estuvieron acompañadas de profundas modificaciones en la flora,
en la fauna y en el reparto de las tierras habitables. Desde finales del Dryas II, en 2.500 años,
el nivel del mar volvió a subir alrededor de 60 m; fue entonces cuando se hizo efectivo el
aislamiento de Inglaterra, alrededor de 8.500 o 9.000 años. Los mesolíticos perdieron,
progresivamente, 120.000km2 de plataforma continental y, en particular, las tierras bajas
cubiertas por el mar del Norte y el canal de la Mancha. A cambio, el deshielo de los glaciares
liberó alrededor de 14.000 km2 de tierra, abriendo a la colonización los valles de altura de las
regiones templadas y las partes más bajas de los territorios situados a altas latitudes: norte de
Gran Bretaña, Noruega, Suecia, Finlandia y la península de Kola.

Los paisajes también sufrieron transformaciones muy importantes. En nuestras


latitudes, las vastas extensiones herbáceas de gramíneas y de cicóridas de finales del
Paleolítico fueron reemplazadas, hace 10.000 años, por un bosque claro de abedules y de
pinos; posteriormente, hace 9.000 años, esta vegetación pasó a ser sustituida por una
cobertura vegetal más densa, a base de pinos y avellanos, y, por último, hace 7.000 años, por
el bosque mixto (roble, tilo, olmo y fresno) denso. Verosímilmente, este paso de un medio
vegetal abierto a un bosque denso debió tener algunas consecuencias por lo que respecta a la
dimensión de los territorios de los grupos mesolíticos y a su diversidad cultural. (Eiroa,
2000).

Otro cambio climático importante fue el denominado “evento 8200 BP”. Para el
análisis de este punto nos hemos centrado en los estudios de Rovira Llorens, García-Heras,
Gener Moret y Montero Ruiz de 2011.

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El evento 8200 BP es uno de los momentos de variabilidad climática más
característicos del Holoceno, una etapa especialmente fría. El origen de este evento parece
estar relacionado con un aumento del flujo de agua dulce y fría procedente del deshielo de los
casquetes polares américo-groenlandeses hacia el Atlántico Norte, alterando las condiciones
normales de circulación marina en este océano; siendo este mecanismo la causa más probable
capaz de producir el enfriamiento rápido acontecido. Este flujo de aguas frías alteró las
condiciones paleoclimáticas de la Europa atlántica, dando lugar a temperaturas mucho más
frías en todo este territorio.

El evento 8200 cal. BP fue de naturaleza similar al Dryas reciente desde un punto de
vista climático, pero de menor recorrido cronológico, unos 300-400 años, por lo que sólo
podrá apreciarse en aquellas secuencias paleopalinológicas que incluyan este marco temporal
preciso.

En todo el litoral mediterráneo peninsular se puede admitir la ocurrencia de este


evento hiperárido, que fue el causante de los cambios acontecidos en la vegetación,
especialmente en lo concerniente a procesos de deforestación, pudiéndose descartar
completamente un origen antrópico de tales fenómenos.

Uno de los principales atractivos de la documentación paleoambiental del cambio


climático abrupto del 8200 cal. BP, es la posibilidad de ponerlo en relación con el fenómeno
arrítmico que se observa en el progreso de la neotilización desde Oriente Próximo a Europa
occidental. En ciertas áreas del sur de Europa el saber sí poblaciones locales de recolectores
vivían o no en ciertas áreas antes de la llegada del Neolítico sigue siendo una cuestión
abierta.

Las variaciones climáticas del Cuaternario son fundamentales para comprender la


adaptación de los grupos humanos al medio y sus posibilidades de subsistencia, ya que
tuvieron que adaptarse a estas condiciones ambientales. Los humanos supieron adaptarse a
estos cambios, desarrollando una tecnología adecuada para cada caso. Incluso es posible que
estas dificultades y variaciones ambientales sirviesen de aliciente a su ingenio.

2.4.- El Neolítico.

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Este clima más extremo, durante el Dryas Reciente, estuvo a punto de significar un
desastre casi total para aquellas poblaciones del Próximo Oriente: la sabana y los bosques
retrocedieron, convirtiendo amplias zonas en desiertos, y los herbívoros salvajes de los que
dependía su alimentación empezaron a escasear. Sin embargo, al hombre ya no le bastaba con
adoptarse a los cambios del medio ambiente. Este nuevo hombre, más inteligente y audaz,
estaba lejos de conformarse y abandonar su nuevo modo de vida sedentario. Por lo tanto,
aprovechó los terrenos más apropiados para ello, cerca de las corrientes fluviales, y empezó a
sembrar semillas de cereal silvestre para cosechar después el grano. Ante la necesidad
extrema de obtener alimentos, el hombre empezó a domesticar las plantas. (Hyspa, 2005)

Poco a poco, se fueron seleccionando las mejores variedades de semillas, descartando


las menos eficientes. La mayor parte de los cereales que se cultivan hoy en día proceden de
aquellas primeras variedades cultivadas por el hombre en los inicios del Neolítico. La escasez
de animales les obligó a domesticar algunos herbívoros, como la cabra, la oveja o el cerdo,
para así asegurarse una reserva de carne disponible, sin depender del azar que suponía la
caza. En muchos lugares, como los montes Tauro, Libano y Zagros, pueblos enteros se
dedicaban al pastoreo, buscando las mejores tierras donde alimentar su ganado.

La aparición de la agricultura, un profundo cambio en la sociedad humana, está


relacionado con el comienzo del Neolítico. La transición entre cazadores-recolectores y
productores de comida fue inevitablemente un cambio gradual. (Burroughs, 2008)

Cuando hace alrededor de 11000 años terminó la etapa glaciar de Dryas Reciente, ya
no había vuelta atrás para el nuevo paso dado por el hombre. Las nuevas formas de
subsistencia y las nuevas relaciones sociales que éstas conllevaron se fueron extendiendo por
Asia, África y Europa, y con el tiempo darían lugar a las primeras civilizaciones.

A continuación, vamos a mostrar un posible ejemplo de muerte por epidemia. Este


análisis fue publicado en la revista ABC en el 2016, sin aparente autoría. El autor/a nos habla
del descubrimiento de un nuevo hallazgo arqueológico, se trataría de una casa de apenas 20
metros cuadrados que albergaba los restos calcinados de 97 personas.

En la zona conocida como «Hamin Mangha», norte de China, se hallaron los restos de
29 pequeñas viviendas que contaban tan solo con una sala, una chimenea y una puerta. A día

14
de hoy se desconoce qué pudo provocar este «desastre prehistórico», dicho término es el que
multitud de expertos han denominado a este suceso natural en tal yacimiento.

Entre las distintas causas de fallecimiento se encuentra la que afirma que estas 97
personas murieron a causa de una extraña epidemia que provocó el desconcierto entre los
habitantes del poblado. Estos individuos, al no saber cómo acabar con ella, introdujeron los
cuerpos en una vivienda y los quemaron para evitar que se extendiera la supuesta epidemia.
El yacimiento, se remonta concretamente hace 5.000 años, en el que las personas vivían en
asentamientos relativamente pequeños y cultivaban la tierra para alimentarse. El poblado
contiene armas, instrumentos para machacar y moler. (ABC, 2016)

Pero, ¿cómo afectaron todos estos cambios al desarrollo de la vida humana? Para
responder esta pregunta contamos con varios ejemplos. Uno de estos, que vamos a desarrollar
a continuación, fue expuesto por el investigador Rüdiger Schach en un artículo de la revista
alemana Deutsche Welle en 2013.

Aquí, Schach nos explica que en partes del actual Mar Báltico existían asentamientos,
pero entre 4.000 y 8.000 años atrás, un aumento del nivel del mar causado por el
derretimiento de glaciares hizo huir a los seres humanos. Sobre el fondo del Báltico, por
tanto, existían hace unos 8.000 años numerosos asentamientos, que paulatinamente fueron
tragados por las aguas.

El cambio climático luego de la última Edad de Hielo arrasó las culturas de la Edad de
Piedra que existían en partes del actual Mar Báltico. Científicos del proyecto “Costas que se
hunden” hallaron testimonios de antiguos cazadores, agricultores y recolectores sobre el
fondo del mar, rescatando más de 6.000 hallazgos arqueológicos. Son indicios claros de que
la densidad de asentamientos en el área del Báltico era mucho mayor que lo supuesto hasta
hace poco.

Los procesos geológicos llevaron a un hundimiento de esta área. El calentamiento que


sufrió el planeta a finales de la última Edad de Hielo hizo, además, que se derritiera el glaciar
escandinavo, de más de tres kilómetros de ancho. Estos procesos tuvieron dos efectos: por
una parte bajó la superficie de la tierra firme, y por otro, subió el nivel del mar en más de cien
metros, inundando los campos de caza y agrícolas de los habitantes de la Edad de Piedra.

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El zoólogo Ulrich Schmölcke estudia el legado de los habitantes originales de esa área
y esboza una imagen de sus asentamientos. Nos dice que los primeros asentamientos tuvieron
lugar a finales de la Edad de Hielo. Los cazadores y recolectores de entonces se trasladaron
en grupos a las tundras en las márgenes sur de Escandinavia.

Con el tiempo se desarrolló en partes del actual Mar Báltico un extenso paisaje de
bosques con lagos de agua dulce. Pronto llegaron también grupos de cazadores. Pero “hace
unos 8.500 años, el aumento del nivel del mar lo destruyó todo”, explica Schmölcke. Pues
agua salada penetró en la región del Báltico e inundó la tundra, de miles de años de
antigüedad. La región, por lo tanto, se transformó en parte de los mares. Los seres humanos
de aquella época se adaptaron a la nueva realidad y abandonaron la vida nómada. Se
transformaron en pescadores sedentarios a orillas de su nuevo mar.

Capitulo 3
El diluvio universal.

Hemos sacado la información del libro de Fernand Crombette. “¿Prehistoria


transformista o prehistoria bíblica?” y del artículo de April Holloway, “El diluvio universal.
Evidencia científica”

A lo largo de la historia de nuestro planeta se han creado numerosos teorías acerca del
diluvio universal, algunas son de un carácter más espiritual, incidiendo en el castigo de los
dioses por la desobediencia de los seres humanos y otras de carácter puramente científico,
siendo sus teorías razonadas y fundamentadas para así poder explicar la existencias de las
catástrofes naturales. Por el momento, existen dos teorías predominantes acerca de la
historia bíblica del Arca de Noé y el diluvio universal.

La primera teoría la cual fue la más conocida fue propuesta por los científicos de la
Universidad de Columbia en 1990, William Ryan y Walter Pitman. Sostenían que se produjo
una inundación en el Mar Negro, que de hecho se han encontrado restos de un barco
naufragado y restos de individuos que murieron en un gran diluvio en dicho mar, hache
justamente unos 7000 años. Afirman que fueron sumergidos bajo el agua, más de 150.000

16
kilómetros cuadrados de tierras. Por tanto esta teoría muestra como el desastre de la
inundación fue narrada en un momento posterior a la historia de Noé y el diluvio universal.

La segunda teoría, que fue propuesta por el arqueólogo Bruce Masse en 2004, se
refiere a que un cometa se estrelló en la Tierra hace 5000 años, creando enormes maremotos
y cambios climáticos que produjeron la inundación de multitud de áreas terrestres. Toda su
teoría se basada en relatos mitológicos y dibujos antiguos, pero no hay ningún sólido indicio
para apoyar esta visión. (Holloway, 2015)

Por otro lado se sostiene la teoría del Génesis, en la que explica según la Biblia como
el Arca de Noé “atracó” en las montañas de Ararat (cerca de Turquía). Sin embargo, a pesar
de numerosos intentos, no se ha encontrado evidencia alguna de su existencia.

Fernand Crombette, investigador cristiano que a partir de su exhaustivo estudio sobre


el conocimiento de las lenguas antiguas, ha podido leer y comprender correctamente los
jeroglíficos y los textos de las antiguas culturas e incidir en las Sagradas Escrituras. Ha sido
sin duda el más genial intérprete científico e histórico de la historia de Moisés.

La teoría del diluvio universal de Crombette es la siguiente:


El Diluvio (-2348 a.C.) marca el límite de la Prehistoria. Explica el por qué las razas fósiles
no han continuado hasta hoy. Hace comprender el nacimiento de las distintas civilizaciones
antiguas: la historia de Egipto se remonta al -2145 a.C al igual que la historia de China
empieza. El gran mérito que se le atribuye a Crombette es haber reconstruido el mecanismo
del Diluvio y relacionarlo con la deriva de los continentes.

Según Crombette las fases principales del diluvio son las siguientes:
-El aflujo de las aguas. Las aguas eran el factor fundamental de composición de la Tierra.
Se
distinguían dos tipos de aguas, las aguas de lo alto y las de lo bajo.
Han sido excavados dos pozos. “Bertha Rogers” en Oklahoma (9.674 m.) y el pozo de la
península de Kola (12.000 m.). En todas aquellas profundidades, el agua estaba presente con
alta presión a diferencia de las zonas fracturadas, en las que las aguas tuvieron que salir
directamente al océano. Por tanto, el Diluvio fue una fase de intensa erosión, preparando
poco a poco a la Tierra para darle una completa y nueva forma.

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-La inmersión y la remodelación del continente primitivo. La presencia de rocas
sedimentarias en la cumbre del Himalaya o de los Alpes demuestra que las aguas se
detuvieron allí y que violentas corrientes horizontales provocaron el acarreo de esos
materiales.

Las corrientes de agua van a permitir la clasificación de los cuerpos de acuerdo a su


densidad y su talla: es por tanto un método de separación de minerales. El Diluvio explica de
esta manera los cementerios de fósiles. Es el caso de los grandes amontonamientos de
dinosaurio en Utah, 300 dinosaurios de 10 a 50 toneladas. Únicamente las catástrofes pueden
explicar la manera en la que se han hallado fósiles.

Los fósiles de los seres vivos (plantas y animales) siendo destruidos por las aguas del
Diluvio forman lo que sería un gran recuerdo de la responsabilidad del hombre sobre el
ambiente que le rodea.

- La deriva de los continentes actuales. Los movimientos bajo la costa terrestre que
acompañaron al Diluvio, fracturaron el continente primitivo en varios bloques. Las
corrientes horizontales del magma los separaron, alejándolos, y el basalto líquido
reconstruyó el fondo del océano. En pocas semanas la tierra tomó el aspecto que
conocemos.

De esta forma una gran cadena de montañas submarinas divide el Atlántico entre las
costas americanas y euroafricanas y marca la separación de los dos bloques en que se unían
los dos bloques continentales cuando los depósitos sedimentarios se formaron: de ahí la
estrecha correspondencia geológica entre las dos orillas. Dicha correspondencia no es
perfecta: hubieron incursiones marinas durante el deslizamiento o cuando los terrenos no
estaban todavía consolidados. Estos dos hechos obligan a establecer una fecha a la deriva de
los continentes a partir del final del Diluvio. ( Crombette, 1995).

En conclusión podemos decir que las múltiples teorías que se atribuyen al suceso del
diluvio universal, se han creado desde principios de los tiempos hasta la actualidad y en todas
ellas se saca la misma conclusión, el cambio de vida en la Tierra fue suscitado por fuerzas

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terrestres, de fenómenos naturales que inciden en la Tierra, manifestándose en cientos de
áreas del planeta y destruyendo todo lo que ven a su paso.

Algunos investigadores atribuyen el diluvio universal a Dios, gracias a él se creó la


forma de vida en la Tierra y por otro lado vemos otras tantas teorías con un enfoque más
científico, en las que se propone la existencia de catástrofes naturales como medio de
explicación a las modificaciones que suceden en nuestros universo.

Capitulo 4
Las catástrofes, características y tipos.
La hemos sacado de la enciclopedia de salud y seguridad en el trabajo del autor
Bertazzi. El artículo de Javier Hernández. “ Gigantes olas que cruzan el océano y golpean la
tierra”.

Las catástrofes son exhibiciones de la energía de la naturaleza que se concentra en el


tiempo y el espacio. Por lo general, la Tierra actúa como una bomba de calor que utiliza el
agua como transmisor del calor que difunde del ecuador a los polos. Por eso la mayor parte
de las catástrofes que se refieren a la bomba de calor, se traducen en grandes descargas de
agua o sequías.

El primer componente de las catástrofes naturales se centra en la propia Tierra, siendo


una estructura no consolidada que guarda en su interior calor y energía. La parte habitable de
la Tierra es una fina corteza que descansa sobre estructuras en permanente actividad y
movimiento, las cuales liberan energía a través del vulcanismo y de los seísmos y la tectónica
de placas.

La segunda componente de las catástrofes naturales se refiere a la ruptura de los


equilibrios existentes en la fina capa que compone la biosfera: cuando se produce el desastre
natural, no existe ser vivo en la biosfera capaz de convivir con tal irrupción de energía: Se
destruyen los ecosistemas y los seres vivos.La combinación de ambas componentes,
conforman el sentido de una catástrofe natural: la concentración en el espacio y en el tiempo
de enormes cantidades de energía que desbordan los niveles de tolerancia de los seres vivos.
La catástrofe se define, sobre todo, por los efectos nocivos que tiene sobre la biosfera y más
aún sobre el ser humano.

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Desde la creación de la Tierra hace 4,5 millones de años, el planeta ha sido golpeado
por una serie de catástrofes, aunque hay que decir que tras el desastre nace una nueva vida.
De hecho las especies que dominaban la Tierra por aquel entonces fueron sobreviviendo y
prosperando poco a poco. Estas criaturas se hicieron cargo del planeta hasta que ellos mismos
fueron víctimas de una nueva extinción masiva.
La Tierra y con ella toda su historia está llena de desastres prehistóricos que han modificado
y trastornado el planeta, cambiando el curso de la evolución. A pesar de ello con cada
desastre sufrido en la Prehistoria hubo un salto hacia delante en el camino evolutivo de las
bacterias unicelulares a la humanidad misma. Sin toda esta cantidad de sucesos, ni la
humanidad ni ningún tipo de vida estarían aquí hoy día.

Tipos de catástrofes naturales

Tsunami.
Un tsunami es una ola o serie de olas que se producen en una masa de agua al ser
empujada violentamente por una fuerza que la desplaza verticalmente. Sólo cuando llegan a
la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad del océano. Sin embargo
la altura de las olas aumenta hasta llegar a superar incluso los 30 metros.
La causa más frecuente para la formación de olas gigantes son los terremotos ocurridos en el
fondo marino. Cuando éste se mueve violentamente en sentido vertical, el océano ve alterado
su equilibrio natural y por consiguiente se generan las gigantescas olas al tratar de recuperar
el agua su equilibrio.

Todos los océanos pueden presentar este tipo de fenómeno, pero el más frecuente es
el Océano Pacífico, donde son también más comunes los terremotos de magnitudes
considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Aproximadamente el 94% de
los 450 maremotos ocurridos en el océano Pacífico en lo que va de siglo ha sido ocasionado
por terremotos. Otros agentes causantes menos frecuentes han sido: erupciones de volcanes
sumergidos, impacto de meteoritos, deslizamientos submarinos y explosiones nucleares.
Claro está que se han registrado casos de tsunamis en el Atlántico e incluso en el
Mediterráneo.

Entre los tsunamis más señalados en la historia de la humanidad por ser los más
destructivos y caóticos han sido los siguientes:

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Valparaíso. Tsunami afectó a 100 km de la costa del puerto de Valparaíso (Chile).
Este fenómeno sucedió el 8 de julio de 1730, arrasó Concepción e hizo retroceder las aguas
del rio Valdivia, afectando también a Perú. Lisboa. El 1 de noviembre de 1755 un tsunami
destruyó Lisboa al completo, afectando a todo el Océano Atlántico. Dicha catástrofe llegó
hasta Cádiz, Huelva, Marruecos e incluso gasta Finlandia, Barbados y parte de América del
Sur. Alaska. Un sismo muy fuerte, de 8,3 grados en la escala de Richter, provocó el
derrumbamiento de una montaña entera en 1958. Esto generó un megatsunami de 580
metros, la más alta registrada. Valdivia. En 1960 se produjo el mayor terremoto registrado
hasta fecha, llegando a situarse en la escala de Richter a 9,5, lo que causó un maremoto en el
Pacífico que arrasó Hilo y las costas de Sudamérica. Océano Índico. Ocurrido en 2004,
siendo el maremoto más devastador hasta la fecha, se le atribuyen 280000 víctimas en todo el
mundo. Afectó a Indonesia, Tailandia, Malasia, Bangladés, India, Sri Lanka, las Maldivas y
Somalia. El terremoto que lo provocó llegó a 9,1 grados y las olas alcanzaron entre 10 y 18
metros y penetraron 1 o 3 kilómetros hasta el interior. Japón. Se produjo el 11 de marzo de
2011, este maremoto causado por un terremoto de 9.0 en la escala de Richter alcanzó a más
de una decena de países pero principalmente a Japón, registrándose olas de 10 metros de
altura. El tsunami provocó incendios en la planta nuclear de Fukushima, lo que provocó una
alerta máxima nuclear.

Tornados.

Los tornados se forman cuando capas de aire de diferente temperatura, densidad y


velocidad se combinan para producir poderosas corrientes ascendentes que forman nubes a
su vez éstas se transforman en apretadas espirales que giran sobre su eje al ser empujadas por
fuertes vientos transversales. Un tornado medio tiene una trayectoria aproximada de 2 millas
de largo y 50 yardas de ancho, y afecta en torno a 0,06 millas cuadradas, con una velocidad
del viento de hasta 300 millas por hora.

Los tornados se producen en zonas en que pueden chocar frentes cálidos y fríos, lo
que genera unas condiciones inestables. Aunque las probabilidades de que un tornado afecte a
una localidad concreta son extremadamente pequeñas (probabilidad de 0,0363), algunas
zonas, como el Medio Oeste de Estados Unidos, son especialmente vulnerables.

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Erupciones volcánicas.
Las erupciones volcánicas producen flujos de lava, ceniza y liberan una enorme
cantidad de energía cinética y sonora a través de las explosiones. En toda la historia de la
humanidad se han registrado una amplia variedad de erupciones volcánicas en multitud de
zonas terrestres. La más poderosa en los últimos 500 millones de años fue la que formó: La
Caldera de la Garita, un supervolcán que se sitúa en Colorado, Estados Unidos. Expulsó 5
mil kilómetros cúbicos de lava y ceniza a través de enormes exhalaciones volcánicas y flujos
piroclásticos, suficientes como para sepultar al estado de California bajo 12 metros de
desechos volcánicos. Tras este súper volcán se produjo un auténtico cambio climático en la
Tierra.

Sin duda una de las más famosas en la Tierra, la erupción del Vesubio o erupciones
del Vesubio ya que tiene un largo historial de erupciones. La más antigua se remonta al año
6940 a.C, a partir de ahí han ido cesando multitud de erupciones, hasta llegar a un total de 50
o quizás algunas más no registradas.

En el segundo milenio a.C, se produjo una de las mayores erupciones de la


prehistoria la llamada “erupción Avellino”. Los científicos han documentado un total de
expulsión de piedra pómez blanca de unos 0,32 km, y una segunda vez expulsando el doble o
más incluso, de hecho llegó a depositar unos 1.25 km, pero esta vez de piedra pómez gris.
Sin duda la erupción con más fuerza ocasionando graves daños a la población y al territorio
en general fue la ocurrida en el año 79 d.C. El 24 de octubre de este mismo año el volcán
Vesubio entró en erupción, expulsando grandes cantidades de piedra, gas volcánico, ceniza,
roca fundida y otros materiales. Plinio el joven fue testigo de este hecho, desde la ciudad de
Miseno. ( A unos 30 km del volcán). La erupción cubrió por completo las ciudades de
Pompeya y Herculano.
Entre otra serie de erupciones volcánicas pueden destacar la erupción del volcán Unzen.
Producida en 1792 arrasó Japón, provocando un maremoto que causó la muerte de casi 15000
personas. La erupción del volcán Krakatau en Indonesia en 1883, causando 30000 muertes, lo
que provocó a su vez un tsunami. La erupción del volcán Kelut en 1919, cobró la vida de
50000 personas en Indonesia.

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Rayos e incendios forestales.

Cuando un cumulonimbo se convierte en una tormenta, varias secciones de la nube


acumulan cargas eléctricas positivas y negativas. Una vez creadas dichas cargas, las negativas
fluyen hacia las positivas en un rayo que se desplaza por el interior de la nube o de la nube al
suelo. La mayor parte de los rayos se dirigen de una nube a otra, pero el 20 % lo hacen de la
nube al suelo.
Un rayo entre una nube y el suelo puede ser positivo o negativo. Un rayo positivo es más
potente y tiene más probabilidades de desencadenar un incendio forestal. El hecho de que
caiga un rayo no provocará un incendio a menos que encuentre un material fácilmente
inflamable, como agujas de pino, hierba o resina.

Huracanes, ciclones y tormentas tropicales

Un huracán se define como un sistema de rotación de vientos que gira en sentido


contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte, se forma con aguas tropicales y produce
unos vientos de al menos 118,4 km/h.

Esta acumulación giratoria de energía se forma cuando determinadas condiciones de


calor y presión provocan y empujan vientos a través de una amplia zona de océano que
acaban envolviéndose en un área de bajas presiones.
Estimar el poder de los huracanes prehistóricos basándose únicamente en los registros
geológicos es muy poco preciso. Sin embargo, en el marco de la historia humana es posible
señalar cuál ha sido el huracán (tifón o ciclón tropical) más poderoso hasta la fecha.
Entre los principales candidatos se encuentra el tifón Haiyan, que impactó contra las Filipinas
en el 2013 con rachas de vientos que superan los 314 km/h. En el Hemisferio Occidental,
muchas veces se refiere al huracán Patricia como el más poderoso, este fenómeno
meteorológico tuvo lugar en el occidente de México en 2015 y alcanzó rachas de vientos de
hasta 325 km/h. El huracán San Felipe II. En 1928, fueron azotados las islas de Sotavento,
Puerto Rico, Las Bahamas y el estado de Florida. De hecho llego hasta la isla de Guadalupe
(Francia) fue afectada y murieron más de 1000 personas.

Terremotos.

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Los científicos miden el poder de un terremoto a través de la escala sismológica de
magnitud de momento (MW). Los terremotos previos a los registros sísmicos humanos son
difíciles de cuantificar en términos energéticos. Entre los que sí se han cuantificado, en
términos de energía total liberada, el más poderoso puede ser un terremoto de Valdivia
registrado el 22 de mayo de 1960 que tuvo lugar en el sur de Chile. Clasificado como un
sismo de magnitud 9.5, el evento habría liberado 8.3 trillones de joules de energía en apenas
unos cuantos segundos.

Entre otros grandes terremotos como el terremoto de Messina, con una magnitud de
7,2 azoto en 1908 la ciudad italiana de Messina, con ondas que se extendieron hasta 300 km.
Produciéndose poco después un maremoto con olas de 12 metros de altura que devastó parte
de Sicilia y la península itálica. El terremoto de Valdivia o conocido como el gran terremoto
de Chile. Ocurrió el 22 de mayo de 1960 y alcanzó magnitud de 9,5 en la escala Richter. Se
considera el más intenso que se haya registrado en la historia de la humanidad.

Otros como el terremoto de Haití, con una magnitud de 8,8 o algunos producidos en
nuestros días como es el caso del terremoto y tsunami de Japón. Se produjo en 2011, con una
magnitud de 8,8. El 12 de marzo de ese mismo año hubo la explosión de la central nuclear de
Fukushima, trayendo consigo consecuencias ambientales.

Como conclusión de este tercer capitulo hay que decir que hemos hablado sobre qué
son a grandes rasgos las catástrofes naturales, como se forman y por consiguiente sus
consecuencias. Distinguiendo una amplia variedad de catástrofes que se han ido sucediendo
desde principios de los tiempos hasta la actualidad y que se han llevado por delante grandes
áreas terrestres.

Las catástrofes se pueden traducir como un conjunto de fuerzas naturales que actúan
sobre la tierra, pues bien todas ellas se producen de distintas manera, ya sea en forma de
maremoto, terremoto, vulcanismo y una gran cantidad de manifestaciones naturales.
Las áreas del planeta donde mayor número de catástrofes han habido , o al menos en
cuanto a terremoto o maremoto se refiere son la zona asiática, China y Japón y la zona
Americana, California, Los Ángeles y gran parte del área suramericana. Al concluir que
dichas zonas de la Tierra se componen de grandes placas tectónicas que están en continuo

24
movimiento y que en un momento dado chocan y se desplazan con una intensidad tal que
propagan los catástrofes naturales mencionados.

Añadir que la acción de las catástrofes hace repercutir sobre los individuos en la
Tierra y son el punto de partida de una serie de consecuencias que lamentablemente los seres
humanos deben de hacer frente, ya sean terremotos que destruyen poblados prehistóricos,
cambios climáticos que hacen migrar a multitud de poblaciones neolíticas o incluso
maremotos que acaban destruyendo países al completo. Es realmente increíble la capacidad
destructiva de cada fenómeno natural y a su vez la rapidez con la que se propaga en el medio
terrestre.

3.- Conclusión
El clima de los últimos millones de años ha variado más que el del presente. Se
produjeron multitud de fenómenos naturales ya sea la liberación de lagos de aguas de
deshielo que se acumulan detrás del hielo, icebergs o inundaciones de agua dulce helada.
Este cambio de un clima correspondiente a la edad del hielo a otro completamente distinto y
semejante al actual, trajo consigo la aparición de técnicas vitales como es la agricultura, la
formación de asentamientos y el posterior desarrollo de las civilizaciones antiguas.

La Tierra ha sido partícipe de una gran variedad de desastres prehistóricos que han ido
trastornado el planeta y a su vez modificando el curso de la evolución humana. A pesar de
ello con cada fenómeno sucedido hubo un salto hacia delante y gracias a ello el hombre
evolucionó al igual que lo hizo nuestro planeta hasta llegar adonde hoy día se encuentra.

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