Biografía Resumida de Andrés Avelino Cáceres
Biografía Resumida de Andrés Avelino Cáceres
Biografía Resumida de Andrés Avelino Cáceres
Andrés Avelino Cáceres Dorregaray nació en Ayacucho el 10 de noviembre de 1836. Sus padres
fueron don Domingo Cáceres y doña Justa Dorregaray.
Siguió la carrera militar sirviendo lealmente al presidente Ramón Castilla en las campañas
contra Echenique (1854) y Vivanco (1857). También participó en el combate del 2 de mayo de
1866 defendiendo el Callao que era bombardeado por la escuadra española.
Asimismo, fue uno de los más destacados jefes en la defensa de Lima, luchando en las batallas
de San Juan (13 de enero de 1881) y Miraflores (15 de enero de 1881). Entre 1881 y 1883
lideró la resistencia patriota en la Cordillera de los Andes (Campaña de La Breña). Sus tropas
de origen campesino lograron importantes victorias en el valle del Mantaro, pero el 10 de julio
de 1883 fue derrotado en la batalla de Huamachuco.
Después de la firma del Tratado de Ancón (1883) fundó el Partido Constitucional y derrotó al
presidente Miguel Iglesias en la Guerra Civil de 1885. Al año siguiente fue elegido Presidente
Constitucional del Perú, cargo que ostentó hasta 1890. En 1894 fue reelegido en un proceso
muy discutido y fue derrotado en una nueva Guerra Civil por el caudillo Nicolás de Piérola.
Andrés Avelino Cáceres, conocido también como "El Brujo de los Andes", falleció el 10 de
octubre de 1923, a la edad de 87 años.
En el Perú es considerado un héroe nacional, por haber liderado como general del ejército
peruano la resistencia en la sierra central contra la ocupación de Chile durante la guerra del
Pacífico (1879-1883). Es el patrono del Arma de Infantería del Ejército Peruano. Fue conocido
por sus soldados como Taita Cáceres, mientras que los chilenos le apodaron El Brujo de los
Andes, debido a que siempre burló las maniobras envolventes planeadas con mucho celo por
los generales chilenos, y porque actuaba con tanta fluidez que parecía estar presente en todas
partes.
Pese a ello, uno de los navíos peruanos, el Huáscar, protagonizó uno de los
episodios más heroicos de la contienda. Comandado por el almirante
Miguel Grau, el Huáscar llevó a cabo una auténtica guerra de guerrillas
marítima contra las naves chilenas en 1879. Mediante temerarias acciones
sorpresa en las que hundió diversas embarcaciones enemigas y
bombardeó puertos en poder de Chile, el almirante Grau mantuvo a raya
durante meses a los navíos enemigos, impidiendo con ello el desembarco
de las tropas chilenas en territorio peruano.
Al interferir el transporte de tropas y provisiones que se dirigían hacia el
norte, el Huáscar se convirtió en la pesadilla de los chilenos. Imposibilitado
de continuar la campaña de forma regular, el mando chileno dio la orden
de destruir o capturar el buque. Dos blindados y tres corbetas de la
armada chilena lo esperaron en la mañana del 8 de octubre de 1879 en
Punta Angamos, cerca de la localidad de Mejillones. En los primeros
intercambios de artillería el Huáscar quedó inmovilizado y Miguel Grau
perdió la vida. El resto de la tripulación fue capturada y la embarcación
arrastrada hasta el puerto de Valparaíso. El impacto psicológico de esta
derrota fue muy negativo para la moral de las tropas aliadas peruano-
bolivianas.
Biografía
Contaba once años cuando doña Luisa, su madre, aceptó que volviera a
cruzar los océanos. Recorrió entonces todos los mares y durante nueve
años (según el historiador Alberto Tauro del Pino) el joven Grau "surca
mares de Asia, Europa y América en diversos transportes y aun en buques
balleneros". Al regresar al Perú (1853) se radicó en Lima, donde fue
alumno del poeta español Velarde y estudió para ingresar en la Marina.
Durante seis meses Miguel Grau, al mando del monitor Huáscar, lograría
impedir el desembarco de las tropas chilenas en el territorio peruano.
Inició su campaña en mayo del mismo año y en su primera acción, el
combate naval de Iquique, hundió la corbeta chilena Esmeralda,
capitaneada por Arturo Prat, que resistió heroicamente. Miguel Grau salvó
a los náufragos, lo que hizo que uno de ellos, al llegar a la cubierta
del Huáscar, gritara agradecido: "Viva el Perú generoso".
El Huáscar realizó en los meses siguientes una serie de acciones
sorprendentes frente a una escuadra tan poderosa como la chilena.
Apresó transportes enemigos, requisó carbón de puertos chilenos y
despistó constantemente a los buques enemigos que recorrían la costa en
su busca. El congreso ascendió a Grau al grado de contralmirante el 26
de agosto de 1879.
La batalla de Angamos
El primero de octubre de 1879, en la que iba a ser su última partida,
el Huáscarzarpó del puerto de Iquique, donde el transporte Rímac había
desembarcado tropas bajo su protección. Apresó una goleta al sur de
Huasco y el día 5 se hallaba ya en la costa de Coquimbo, territorio chileno.
La marina chilena había renovado los mandos y ordenado su flota en dos
divisiones para cazar al ya célebre navío. Su plan tuvo éxito el 8 de octubre
de 1879, cuando descubrieron al Huáscar en alta mar, frente a Punta
Angamos, acompañado de la Unión, en viaje hacia el norte.
José Quiñones
Francisco Bolognesi Cervantes nació en Lima el 4 de noviembre de 1816. Sus padres fueron
Andrés Bolognesi y Juana Cervantes. Se dedicó a los negocios, hasta que ingresó al ejército en
1853.
En 1854, combatió en la Revolución Liberal de Ramón Castilla que derrocó al corrupto régimen
de Rufino Echenique. En 1857 defendió la Constitución Liberal de 1856 luchando contra
Manuel Ignacio de Vivanco. En 1858 acompañó al presidente Ramón Castilla al conflicto con
Ecuador. En 1865, durante el conflicto con España, el presidente Juan A. Pezet le encargó
adquirir cañones en Europa, los que contribuyeron a la defensa del Callao en el combate del 2
de mayo de 1866.
Al estallar la guerra con Chile se le confió el mando de la II División del Sur y tuvo destacada
participación en las batallas de San Francisco (19-11-1879) y Tarapacá (27-11-1879). Luego se
le encargó la comandancia general de Arica.
En Arica, Bolognesi contaba con 1600 soldados y cerca de 7000 chilenos llegaron a Arica al
mando de Pedro Lagos, quien ofreció una "rendición digna" a los peruanos, prometiendo
respetarles la vida si se entregaban pacíficamente. Entonces, Bolognesi respondió su histórica
frase: "Tengo deberes sagrados y los cumpliré hasta quemar el último cartucho". Cumpliendo
su deber, murió luchando en la batalla de Arica, el 7 de junio de 1880.
Micaela Bastidas
Biografía
El 25 de mayo de 1760, poco antes de cumplir 16 años, se casó con el joven mestizo
descendiente de la nobleza incaica José Gabriel Condorcanqui, en la iglesia de Nuestra Señora
de la Purificación, en el pueblo de Surimana, lugar del curacazgo de su marido. Condorcanqui
era descendiente directo por línea materna del último inca Túpac Amaru I. En 1764 fue
nombrado cacique de los territorios que le correspondían por herencia: Pampamarca,
Tungasuca y Surimana, y fijaron su residencia en Tinta, localidad perteneciente a Cusco.
Tuvieron tres hijos varones, Hipólito (1761), Mariano (1762) y Fernando (1768).
José Gabriel había recibido una educación privilegiada en colegios jesuitas de Lima y Cusco.
Dominaba el castellano, el quechua y el latín, era un ávido lector y su interés por diversos
temas le dio un nivel cultural remarcable. Poseedor de grandes extensiones de tierras y
riqueza, cumplía múltiples roles en la administración de sus bienes. Como curaca debía mediar
entre el corregidor y los indígenas a su cargo. Como próspero hacendado se vio afectado como
el resto de la población debido a las alzas fiscales y la creación de aduanas internas. Como
arriero recorría su territorio, viviendo de cerca las historias y desgracias de los trabajadores y
sus duras condiciones. Como mestizo sentía que toda la injusticia con su gente lo tocaba en
carne propia. Realizó reclamos y solicitudes oficiales a las autoridades coloniales de Tinta,
Cusco y Lima, para que los indígenas fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas y
exonerados del cumplimiento de la mita, obteniendo siempre negativas o indiferencia y
comenzó a desarrollar una ideología libertaria basada en la defensa de indígenas, esclavos,
criollos y mestizos, orientada a la independencia de su territorio y comercio de las decisiones
de la corona de España.
Micaela, en cambio, recibió en la infancia la educación elemental en letras y artes que era
usual en esa época para las mujeres. Su marido fue su maestro ideológico, ella se concientizó
rápidamente de la compleja situación de su gente y se involucró con la causa. Lo apoyaba
firmemente, defendiendo y divulgando los postulados que harían resurgir la conciencia del
derecho de los labriegos a liberar su tierra y su existencia de la mano opresora española.
La rebelión
En 1780, agotadas las vías de diálogo con los representantes de la corona española, José
Gabriel Condorcanqui inicia un movimiento en contra de la dominación española. Es apoyado
por curacas ligados a hacendados de Cusco unidos en contra de la nueva aduana, criollos,
indios y mestizos. En ese momento adopta el nombre de Túpac Amaru II, en honor de su
antepasado el último Inca de Vilcabamba. El 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru II dio el
primer grito de libertad y difundió una proclama independentista, dando comienzo a la
rebelión de Túpac Amaru II. El corregidor Antonio de Arriaga fue tomado prisionero y
condenado a morir en el cadalso. Los rebeldes instalaron su cuartel general en Tungasuca.2
Desde ese momento, Micaela se convirtió en la principal consejera de Túpac Amaru, participó
en el juicio sumario contra Arriaga y asumió múltiples roles en el movimiento. Actuaba con
dinamismo y persuasión, tal vez más concientizada incluso que su marido, ya que el papel de la
mujer indígena era el más vilipendiado por los opresores.3
Los indígenas tenían prohibida la tenencia de armas de fuego, uno de los mayores problemas a
los que se enfrentaron fue la obtención de armamento. Micaela fue la encargada del
aprovisionamiento de las tropas, lo que incluía conseguir y distribuir dinero, alimentos,
vestimentas y armas. Expedía los salvoconductos para facilitar el movimiento de quienes
viajaban a través de amplios territorios. Estuvo a cargo de la retaguardia indígena,
demostrando diligencia y capacidad, implementando medidas de seguridad y luchando contra
el espionaje. Implementó un eficiente sistema de comunicaciones, organizando un servicio de
chasquis a caballo que llevaban rápidamente información de un punto a otro del territorio
rebelde.4
Una verdadera legión de luchadoras andinas, quechuas y aymaras trabajaron junto a Micaela
en el levantamiento, realizaron estrategias y dieron apoyo a las tropas. Para ellas se trataba no
solo de liberar a su pueblo de la explotación española, sino también de restablecer el rol de la
mujer indígena con participación en la vida social y política, tradición que el sistema colonial
intentó abolir convirtiéndolas en víctimas de todo tipo de abusos. Fueron líderes dentro del
movimiento Cecilia Túpac Amaru y Tomasa Tito Condemayta, cacica de Acos, entre muchas
otras.5
Estas mujeres participaban también en la batalla, junto a sus hijos y maridos. También lo hacía
Micaela, quien con su carácter enérgico infundía aliento a Túpac Amaru desde el mismo campo
de batalla. Luego del triunfo de Sangarará fue constituida jefe interino de la rebelión.6
El 18 de noviembre de 1780 el ejército rebelde vencía a los españoles en la batalla de
Sangarará. Túpac Amaru expidió un mensaje a los pueblos del Perú, convocando a los criollos a
unirse a la causa india: «Vivamos como hermanos y congregados en un solo cuerpo. Cuidemos
de la protección y conservación de los españoles; criollos, mestizos, zambos e indios por ser
todos compatriotas, como nacidos en estas tierras y de un mismo origen».7
En marzo de 1781 el ejército de Túpac Amaru contaba con siete mil hombres y mujeres
dispuestos a pelear hasta la muerte contra la corona española, quienes proclamaron a Túpac
Amaru II como Emperador de América.
Ejecución
Cuando ella aconsejaba realizar un ataque inmediato a Cusco para lograr su rendición, su
marido no la escuchó y en un grave error táctico se concentró en otras villas, al tiempo que
fueron delatados por un traidor. El contingente de Túpac Amaru fue rodeado y emboscado, y
junto a Micaela, sus hijos Hipólito de 18 años y Fernando de 10, y varios de sus familiares
fueron apresados y llevados a Cusco, donde permanecieron presos en el convento de la
Compañía de Jesús convertido en cuartel militar. Fueron sometidos a interrogatorios y
tormentos para poder ubicar al resto de las tropas revolucionarias, les prometían disminuir la
pena si delataban a sus amigos, pero no lograron conseguir de ellos ninguna información y el
14 de mayo fueron condenados a la pena capital.9
El 18 de mayo de 1781 fueron llevados a la plaza de armas del Cuzco para ser ejecutados uno a
uno. A su hijo Hipólito primero le fue cortada la lengua, por haber hablado en contra de los
españoles y luego fue ahorcado. Micaela y José Gabriel fueron obligados a presenciar la
muerte de su hijo, y luego la hicieron subir a ella al tablado. A la vista de su esposo y de su hijo
Fernando, Micaela luchó con sus verdugos, hasta que finalmente la sometieron y le cortaron la
lengua, su cuello delgado no alcanzaba al torno para ahogarla, y le echaron lazos al cuello que
tiraban de uno y otro lado para estrangularla, dándole garrote y terminaron de matarla a
patadas en el estómago y los pechos.1112
Luego llevaron al centro de la plaza a Túpac Amaru, quien también fue sometido a una
espantosa muerte. Ambos fueron desmembrados y sus partes enviadas a diferentes pueblos
de la región para ser exhibidos en las plazas públicas, alertando a sus habitantes sobre las
consecuencias de rebelarse.12
Alfonso Ugarte no dudó en suspender su viaje y con sus propios recursos decidió organizar el
batallón Iquique Nº 1, del que fue nombrado coronel y se unió a la lucha. Participó de la batalla
de San Francisco el 19 de noviembre de 1879 y en la batalla de Tarapacá el 27 de noviembre,
en donde, recibió una herida en la cabeza.
Luego de la derrota del Alto de la Alianza, el 26 de mayo de 1880, y ocupada Tacna, Arica
quedó como único bastión peruano en el sur. Alfonso Ugarte comandaba la octava división,
compuesta por 529 hombres distribuidos en los batallones Iquique y Tarapacá, este último al
mando del teniente coronel Ramón Zavala, joven de 27 años y rico salitrero, quien, al igual que
Ugarte, había armado esa tropa a su costa. Durante los días previos a la batalla, la atmósfera
en la sitiada guarnición era tensa, pero decidida, incluso cuando ya se sabía que el tan
esperado auxilio no acudiría.
Luego, se trasladó a Arica, donde participó en las dos Juntas de Guerra que realizó el coronel
Francisco Bolognesi, donde tomó el acuerdo de defender la plaza ''hasta quemar el último
cartucho''.
En la plaza de Arica asumió como Comandante de la Octava División del Ejército del Sur y
participó en las dos Juntas de Guerra que convocó el anciano coronel Francisco Bolognesi, en
las que se tomó el acuerdo de defender la plaza «hasta quemar el último cartucho».
Su verdadero nombre fue José Gabriel Condorcanqui Noguera. Nació en Surimana (al sur del
Cusco) el 19 de marzo de 1738, siendo sus padres don Miguel Condorcanqui y doña Rosa
Noguera.
Por el lado paterno, Túpac Amaru II descendía de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba,
decapitado por el virrey Francisco de Toledo en 1572.
Estudió en el colegio de indios nobles San Francisco de Borja del Cusco, donde tuvo maestros
jesuitas. Heredó los cacicazgos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, y a los 22 años se casó
con Micaela Bastidas Puyucawa, con quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando.
Asímismo, protestó contra las reformas fiscales que implantó el visitador Antonio de Areche
(aumento de tributos, alcabalas y aduanas) desde 1778.
En 1780 lideró una gran rebelión anticolonial donde ganó la batalla de Sangarará y estuvo a
punto de tomar el Cusco. Sin embargo, las fuerzas enviadas por el virrey Agustín de Jáuregui lo
derrotaron en la batalla de Checacupe, y lo capturaron en Langui.
Por su belleza recibió popularmente el nombre de “Rosa” al que ella añadió “de Santa María” y
el señor Arzobispo al momento de la confirmación le coloco definitivamente el nombre con el
que hoy es conocida en todo el mundo.
Desde muy niña, Rosa se inclinó por la oración y meditación, un día rezando ante la imagen de
la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: “Rosa conságrame a mí todo tu amor” y
desde ese instante se propuso vivir para amar a Jesucristo. Renunció a mostrar su belleza para
no tentar a los hombres, se cortó el cabello y se cubrió el rostro.
Rosa en su interior vivió un dilema: tenía vocación de religiosa contemplativa, pero por otro
lado percibía el llamado a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el
reino de Dios desde fuera del convento.
A los 20 años ingresó al movimiento seglar de los Dominicos donde se propuso imitar la vida
de Santa Catalina de Siena. En su casa construyó una cabaña donde meditaba el Evangelio,
oraba y entraba en comunicación con Dios, con los hombres y la naturaleza.
En sus escritos, Rosa explicaba que la mortificación es necesaria para ser saciados, orientados y
renovados por el Espíritu de Dios. También fue una mujer de mayores penitencias y
mortificaciones.
Debido a que su padre no tuvo éxito en la mina donde trabajaba, la familia quedó en gran
pobreza, por lo que Rosa se dedicó a cultivar un huerto en el solar de su casa y en la noche
realizar costuras para ayudar en los gastos del hogar. Atendía a los enfermos, ayudaba a los
pobres y enseñaba catequesis a los niños. Participaba en la Eucaristía en el convento de Santo
Domingo. Realizaba continuos ayunos y su abstinencia de carnes era perpetua. No tomaba
bebidas refrescantes y cuando la sed la atormentaba le bastaba mirar el crucifijo y recordar la
sed de Jesús en la Cruz.
En sus últimos años, Rosa se dedicó a la oración mística, con la mente en el cielo, con sus
sacrificios y penitencias conseguía numerosas conversiones de los pecadores y aumento de
fervor en los sacerdotes y religiosos.
Rosa pasó los últimos tres años de su vida en la casa de Gonzalo de la Maza (Empleado rico del
gobierno) y su esposa María de Uzategui quien tenía gran aprecio por ella. Durante la penosa y
larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: “Señor, auméntame los
sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor.
Desde 1614 cuando llegaba la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, sintió una gran alegría
explicando que en una fiesta del santo partiría para siempre al encuentro con Jesús. Y tal como
lo decía sucedió el 24 de agosto de 1617, después de una terrible y dolorosa agonía murió de
tuberculosis a sus 31 años de edad en la ciudad de Lima, Perú. Sus restos mortales se guardan
en el subterráneo del convento de Santo Domingo.
Rosa fue beatificada el 15 de abril de 1668 por el Papa Clemente IX y canonizada por Clemente
X el 12 de abril de 1671. Desde ese año fue declarada patrona principal de América, Filipinas y
las Indias Orientales; además fue llamada Santa Rosa de Lima.
Chabuca Granda
(María Isabel Granda Larco; Apurímac, 1920 - Miami, 1983) Cantante y compositora peruana.
Hija del administrador de la mina de Cotabambas Auraria, Chabuca Granda se trasladó a Lima
junto a su familia cuando aún era una niña y allí cursó estudios en el colegio de los Sagrados
Corazones de Jesús.
Chabuca Granda
A los doce años descubrió su vocación musical; comenzó a cantar y fue escogida
vicepresidenta de la Asociación de Canto de su colegio. En 1937 formó el dúo llamado Luz y
Sombra junto a su amiga Pilar Chamaca Mújica. El dúo cantó en diversas emisoras como Radio
Nacional o Radio Miraflores, en la que Chabuca animaba un programa para artistas
aficionados.
En 1940 formó un trío con Martha y Charo Gibson; interpretaban canciones mexicanas, muy de
moda en la época. Dos años más tarde contrajo matrimonio con el brasileño Enrique Demetrio
Fuller Da Costa, del que se separó en 1952, lo que supuso un no pequeño escándalo en la
sociedad de la época. Ese mismo año inició su carrera en solitario.
A lo largo de su carrera como compositora trabajó diversos ritmos como el tondero, el vals
criollo y los ritmos negroides. Estos últimos se dejan ver en melodías como El surco o Me he de
guardar. Escribió también un ciclo de canciones dedicadas a su compatriota el poeta
guerrillero Javier Heraud, abatido a los veintiún años de edad.
Biografía de Sarita Colonia
Una de las figuras religiosas más veneradas en el Perú y en algunos países de América Latina es
Sarita Colonia, que a pesar de no haber sido santificada es reconocida como una divinidad por
sus fieles que le rezan y extienden sus oraciones. Sarita Colonia nació en Huaraz, una provincia
limeña, un 1ero de marzo de 1914.
Su infancia la pasó en una pequeña localidad de su provincia natal, estudió y dedicó gran parte
de su infancia a ayudar a sus hermanos y compañeros del pueblo. Se dice que Sarita realizó
muchos milagros de niña y hasta pudo pronosticar hechos que luego ocurrieron, como
pronosticar la muerte de una de las autoridades de su pueblo. Sarita le anunció que su corazón
dejaría de latir diciéndole "yo ya no lo veo entre nosotros", unos días después el hombre
falleció.
Ya de adolescente Sarita debió viajar a Lima con sus padres y hermanos porque la salud de su
madre se deterioraba, viajaron a Lima y se instalaron en el distrito del Callao, allí vivió unos
años pero su madre continuaba muy delicada, así que debieron regresar a su pueblo en donde
permanecieron un tiempo más hasta que su madre falleció.
Tras la muerte de su madre, Sarita debió ocuparse de sus hermanos menores así que con su
padre deberían viajar nuevamente a Lima y trabajar, Sarita empieza a trabajar con su tía
vendiendo comida en un mercado, y allí empezó su vida religiosa ayudando a cuantas personas
podía, dicen que ella solía dar sus vestimentas a desvalidos y a mendigos para que no pasaran
frío, de igual forma siempre disponía una cantidad de su suelo para su familia y para los
mendigos, quienes la empezaron a seguir por las calles para agradecerle.
Sarita Colonia dedicó su corta vida a los demás, ella murió muy joven, a los 26 años un 20 de
diciembre de 1940, nunca se supo cuáles fueron las causas de su muerte, según dijeron en el
hospital que había muerto víctima del paludismo, pero su familia y devotos creen que murió
asesinada.
Sarita llenó multitudes el día de su funeral y empezaron a visitar su tumba llevándole plegarias
que según dicen se han cumplido. Hoy en día a pesar de que la iglesia no ha reconocido sus
milagros es considerada santa por su pueblo, que hasta el día de hoy la veneran y le rezan
pidiéndole milagros.
Festividad: 3 de noviembre
Hijo del hidalgo español Juan de Porres, miembro de la Orden de Alcántara, y de la afro-
panameña Ana Velásquez. En 1581 nació Juana, su única hermana.
Fue bautizado en la misma pila bautismal en que siete años más tarde lo sería Santa Rosa de
Lima, en la iglesia de San Sebastián.
Martín aprendió el oficio de barbero, que incluía el de cirujano y medicina general aunque
consagró su vida a ayudar a los más desfavorecidos. En 1594, entró en la Orden de Santo
Domingo de Guzmán.
Otorgando votos de pobreza, obediencia y castidad. San Martín de Porres se sometía a severas
penitencias y a intensas horas de oración, dormía y se alimentaba poco. Su servicio como
enfermero se extendía desde sus hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas
que podía encontrar en la calle.
Su santidad se manifestó a través del amor que mostró por los demás y la gran pureza de su
vida, especialmente en el cuidado que siempre dispensó a los pobres y los enfermos,
enfermero y hortelano herbolario, Fray Martín cultivaba las plantas medicinales que aliviaban
a sus enfermos.
Fue canonizado en la Basílica de San Pedro en el Vaticano por el papa Juan XXIII en 1962
convirtiéndose en el primer mulato en ser canonizado por la Iglesia. Los milagros aprobados
por la Iglesia para su canonización ocurrieron en Asunción (Paraguay) y en Santa Cruz de
Tenerife (Islas Canarias). Su festividad se celebra el 3 de noviembre. El Gobierno peruano lo
declaró Patrono de la Justicia Social.
Sus restos mortales descansan en la Basílica y Convento de Santo Domingo de Lima, junto a los
restos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías en el denominado "Altar de los Santos
Peruanos".
Pedro Ruíz Gallo
Pedro Ruiz Gallo fue un militar e inventor peruano, es considerado como uno de los
precursores de la aeronáutica moderna y patrón del arma de ingeniería del ejército peruano.
Nació en Eten (Chiclayo) el 24 de junio de 1838. Fue hijo del coronel español Pedro Manuel
Ruiz y la dama peruana Juliana Gallo. Siendo niño perdió a sus padres por lo que abandonó su
ciudad natal y se dirigió a Chiclayo, en donde empezó a trabajar a los 11 años como ayudante
de relojero.
Desde niño, Ruiz Gallo mostró interés por la mecánica y por la vida militar. A los 15 años se
trasladó a Lima para enrolarse en el ejército, tomando una plaza de cadete en 1848. Debido a
sus méritos e inteligencia ascendió rápidamente en la carrera de armas al punto que en 1855
ya ostentaba el grado de capitán, trabajando como ayudante en la prefectura del
departamento de Amazonas, en donde realizó estudios y exploraciones en la selva peruana. En
ese período, trabajó en medicina, logrando descubrir el fluido vacuno contra la viruela, con el
que logró crear una eficiente vacuna.
En 1865, fue ascendido a Mayor Graduado en el año en que Mariano Ignacio Prado iniciaría su
revolución en contra del gobierno del presidente Pezet y que culminaría en la guerra con
España. Se unió al ejército restaurador que marchó a Lima para derrocar a Pezet y combatir en
el combate del 2 de mayo ante los españoles. Tras el éxito en ambos frentes, Ruiz Gallo
ascendió a Teniente Coronel.
Culminada la guerra con España, diseñó y contruyó un reloj monumental en la ciudad de Lima.
Constituyó durante años, una de las mayores atracciones de Lima. El reloj está sostenido por
12 columnas de de madera de 4 metros de altura, cuenta con 198 piezas distintas.
El rejoj creador por Pedro Ruíz Gallo fue por varios años una de las mayores atracciones de
Lima. Además, prosiguió con sus estudios científicos, abocandose hacia la aeronáutica,
publicando en 1878 los ''Estudios Generales sobre la Navegación Aérea y Resolución de este
importante problema'', obra donde planteaba la construcción de una máquina voladora
mevida por prepulsión, mecánica que le permitirá al hombre, conquistar los cielos.
Pero, estos estudios se vieron truncados cuando Chile le declaró la guerra el Perú el 5 de abril
de 1879.
En 1879, Pedro Ruíz Gallo volvió a unirse al Ejército y tras la pérdida del monitor Huáscar en el
Combate de Angamos del 8 de octubre, se dedicó a la fabricación de torpedos para ser usados
contra la escuadra chilena que había llegado al Callao.
El Teniente Coronel Pedro Ruiz Gallo, fue nombrado como Patrono del Arma de Ingeniería, por
el Sr. Presidente de la República General Manuel A. Odría, El 2 de enero de 1951 y con su
nombramiento, se estimula la educación moral de los Oficiales, Técncos, Sub Oficiales de la
tropa, asi como es modelo de eminentes virtudes ciudadanas y militares.
RAÚL PORRAS BARRENECHEA
El historiador ensayista, diplomático y político peruano Raúl Porras Barrenechea, nace en Pisco
el 23 de marzo de 1897 y fallece el 27 de septiembre de 1960. Hijo de Don Guillermo Porras
Osores y Doña Juana Barrenechea y Raygada, de niño vivió en Barranco y luego se trasladó al
centro de Lima. Sus estudios escolares los realizó en el Colegio San José de Cluny y luego en el
Colegio de la Recoleta en la Plaza Francia de Lima.
Raúl Porras Barrenechea forma parte del denominado Generación del 900 o arielista,
integrada por José de la Riva Agüero, su hermano Francisco García Calderón, José Gálvez,
Javier Prado, Felipe Barreda y Laos, Víctor Andrés García Belaunde, Raimundo Morales de la
Torre, Alberto Ureta y Luis Fernán Cisneros, Guillermo Luna Cartland, Carlos Moreyra Paz
Soldán, José Quesada, José Luis Llosa Belaúnde y Jorge Basadre.
Entre 1959 y 1938 ocupa el cargo de ministro de relaciones exteriores, del cual fue obligado a
renunciar debido a diferencias ideológicas con el gobierno del presidente Manuel Prado. En
1956 fue electo senador por Lima y llegó a ejercer la presidencia de la cámara alta.