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Opinión
14/2024 5 de febrero de 2024

Luis Francisco Rey Arroyo *

Una alianza «plus ultra»

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Una alianza «plus ultra»

Resumen:

Concebida en la posguerra para proteger a Europa occidental de la amenaza que

suponía la Unión Soviética, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que
surgió en 1949 como piedra angular de la seguridad de Europa y América del Norte, ha
experimentado transformaciones significativas para adaptarse a los cambios geopolíticos
acaecidos a lo largo de sus setenta y cinco años de existencia.
Aunque la misión primigenia de la OTAN sigue siendo la defensa colectiva del territorio
de sus Estados miembros, para hacer frente a las nuevas amenazas (muchas de ellas
«sin fronteras») y al auge del autoritarismo que busca establecer un nuevo orden mundial
con valores distintos a los democráticos y al respeto de los derechos humanos, la Alianza
Atlántica ha asumido el reto de promover la seguridad internacional más allá de los
límites geográficos inicialmente establecidos en su tratado fundacional, ha ampliado su
membresía a otros países europeos y ha establecido relaciones de cooperación con
países socios en el resto del mundo, convirtiéndose en una organización regional con
ciertas responsabilidades globales.
Por tanto, parece oportuno estudiar la capacidad de adaptación de la organización a la
hora de hacer frente a estas amenazas y, al mismo tiempo, analizar su controvertida
progresión hacia una OTAN auténticamente «global».

Palabras clave:

Alianza, OTAN, global, geopolítica, seguridad internacional.

*NOTA: Las ideas contenidas en los Documentos de Opinión son responsabilidad de sus autores, sin
que reflejen necesariamente el pensamiento del IEEE o del Ministerio de Defensa.

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 Una alianza «plus ultra»
Luis Francisco Rey Arroyo

An Alliance "plus ultra"

Abstract:

Conceived in the post-war era to protect Western Europe from the threat posed by the
Soviet Union, the North Atlantic Treaty Organization (NATO), which emerged in 1949 as
the cornerstone of Europe and North America security, has undergone significant
transformations to adapt to geopolitical changes over its 75 years of existence.
While its original mission remains to be the collective defence of the territory of its member
states, to confront new threats (many of them "borderless") and the rise of
authoritarianism, which seeks to establish a new world order with values other than
democracy and respect for human rights, the Atlantic Alliance has taken on the challenge
of promoting international security beyond the geographical limits initially established in
its founding treaty, has extended its membership to other European countries and has
established cooperative relations with partner countries in the rest of the world, becoming
a regional alliance with certain global responsibilities.
Therefore, it seems pertinent to study this adaptability in addressing these threats, while
simultaneously analysing its controversial progression towards a genuinely global NATO.

Keywords:

Alliance, NATO, global, geopolitics, international security.

Cómo citar este documento:

REY ARROYO, Luis Francisco. Una alianza «plus ultra». Documento de Opinión IEEE 14/2024.
https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2024/DIEEEO14_2024_LUIREY_Alianza.pdf
y/o enlace bie3 (consultado día/mes/año)

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 Una alianza «plus ultra»
Luis Francisco Rey Arroyo

Introducción

La evocadora locución latina plus ultra, que significa ‘más allá’, fue utilizada por primera
vez en 1516 por Carlos I, rey de España. En aquellos tiempos, la expresión simbolizaba
la pujanza del Imperio español y servía de estímulo a los navegantes que buscaban
traspasar los límites del mundo conocido, señalizados por dos columnas que, según la
mitología griega, Hércules había erigido en el estrecho de Gibraltar. Hoy en día, perdura
como divisa escrita sobre la cinta roja que rodea las Columnas de Hércules en el escudo
de España. Con los años, ha evolucionado para convertirse en un lema atemporal y
global que insta tanto a individuos como a colectivos a superar sus propios límites,
abrazar espacios inexplorados y buscar las infinitas oportunidades que esperan ser
aprovechadas.

Desde los albores de este siglo, ha quedado demostrado que en un mundo globalizado
los sucesos que acaecen en un rincón del planeta tienen repercusiones directas en la
seguridad, la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos en todo el mundo1.

En consecuencia, la OTAN ha tenido que evolucionar para afrontar las amenazas a la

seguridad de sus aliados que pudieran surgir en lugares remotos más allá (plus ultra) de
los límites geográficos establecidos en el Tratado del Atlántico Norte2, su tratado
fundacional.

Persiguiendo el desafío de ir más allá, lo que demuestra su supervivencia, la «Alianza

plus ultra»3, que en 2024 celebrará su septuagésimo quinto aniversario4, además de
cumplir eficazmente con su misión primigenia: ha ampliado su membresía, sus
estructuras y su ámbito geográfico; ha llevado a cabo operaciones significativas fuera de
área5, como en Afganistán, Libia e Irak, y ha desarrollado una red de asociaciones6

1
El ataque terrorista a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 y la crisis financiera de 2008
son dos ejemplos del impacto global de determinados acontecimientos en la seguridad, la prosperidad y
el bienestar de personas en todo el mundo.
2
OTAN. Tratado del Atlántico Norte. Washington D. C., 4 de abril de 1949. Disponible en:
https://www.nato.int/cps/fr/natohq/official_texts_17120.htm?selectedLocale=es [consulta: 29/10/2023].
3
Se usa la denominación de «Alianza plus ultra» para subrayar que, en la actualidad, no se trata de una
organización verdaderamente global, pese a lo cual ha dejado de ser simplemente OTAN.
4
OTAN. «NATO summits». Disponible en:
https://www.nato.int/cps/en/natohq/topics_50115.htm#previous [consulta: 29/10/2023].
5
OTAN. «Operations and missions: past and present». 10 de julio de 2023 (última actualización).
Disponible en: https://www.nato.int/cps/en/natohq/topics_52060.htm [consulta: 29/10/2023].
6
Cfr. traducción y uso recomendable en: https://www.fundeu.es/consulta/partenariado-1834/ y
https://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/52/pyc525.htm [consulta: 29/10/2023].

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(partnerships)7 con países no miembros de la zona euroatlántica, el Mediterráneo y todo

el mundo en busca de la promoción de la estabilidad y la seguridad internacionales.

Con todo, pese al debate existente sobre la OTAN global, debemos argumentar que, en
la actualidad, no se la puede considerar una organización que alcance tal dimensión
—a diferencia de la ONU—, dadas las limitaciones geográficas impuestas en su tratado
fundacional. En otras palabras, hoy por hoy es una alianza regional con compromisos
globales, lo que no quiere decir que no se esté avanzando en esa dirección.

En un mundo que se caracteriza por los problemas internacionales, donde «gobiernos

autoritarios en todas las regiones están trabajando juntos para consolidar el poder y
acelerar sus ataques a la democracia y los derechos humanos»8, parece coherente que
la OTAN persiga nuevos objetivos estratégicos e institucionales encaminados a afrontar
estos retos globales.

A la luz de todo ello, es necesario recordar la aserción de Nicholas J. Spykman, que

parece estar una vez más de actualidad:

«La guerra global, al igual que la paz global, significa que todos los frentes y todos
los ámbitos están interrelacionados. Por muy alejados que estén unos de otros, el
éxito o el fracaso en uno tendrá un efecto inmediato y determinante en los demás.
Es necesario, por lo tanto, ver el mundo como un todo y sopesar las medidas
adoptadas para lograr la victoria a la luz de las condiciones existentes en todos los
teatros. Aunque las regiones de Europa y Extremo Oriente aparecen como zonas
autónomas, no son más que partes de un único campo de operaciones»9.

En consecuencia, resulta pertinente analizar cómo podría reconfigurase la principal

entidad político-militar del planeta para que, sin dejar de proteger los intereses de la
comunidad transatlántica, extienda su «paraguas» a una comunidad mundial compuesta
por democracias amenazadas por la lucha geopolítica que busca implantar un nuevo
orden mundial, contando con que estas, pese a estar situadas fuera de los límites

7
OTAN. «Partnerships: projecting stability through cooperation». 11 de abril de 2023(última
actualización). Disponible en: https://www.nato.int/cps/en/natohq/topics_84336.htm [consulta:
29/10/2023].
8
FREEDOM HOUSE. «Nuevo informe: El autoritarismo desafiando a la democracia, ese es el modelo
dominante global». 24 de febrero de 2022. Disponible en: https://freedomhouse.org/es/article/nuevo-
informe-el-autoritarismo-desafiando-la-democracia-ese-es-el-modelo-dominante-global [consulta:
29/10/2023].
9
SPYKMAN, Nicholas J. The Geography of the Peace. 1944.

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geográficos establecidos en el Tratado de Washington, están intrínsecamente ligadas a

la estabilidad internacional.

Para abordar esta cuestión, nos proponemos examinar la viabilidad de que la OTAN
—que hemos apellidado plus ultra— pueda evolucionar hacia una organización
realmente «global». Con ese fin y para describir la complejidad del contexto geopolítico
al que antes nos referimos, realizaremos un breve examen de las previsibles amenazas
a la seguridad internacional. Continuaremos analizando los retos que la OTAN tiene que
afrontar para convertirse en una «alianza global» y finalizaremos resumiendo las
principales ideas de este trabajo en las conclusiones.

Amenazas a la seguridad internacional

En el complejo escenario geopolítico actual, la seguridad internacional es una cuestión

de máxima relevancia. Damos pasos agigantados hacia una nueva era geopolítica más
inestable, imprecisa y proclive al conflicto, donde la democracia y los derechos humanos
están en juego.

El orden internacional que antes percibíamos, hasta cierto punto, estable y cooperativo
está siendo reemplazado por otro escenario más belicoso y fragmentado. En línea con
esa percepción, el Nuevo Concepto Estratégico10 (CE) de la OTAN afirma que «las
amenazas a las que nos enfrentamos son mundiales y están interconectadas» y señala
que «el área euroatlántica no está en paz» y «se enfrenta a desafíos significativos en
términos de seguridad»11.

Así, en primer lugar, parece oportuno identificar esas amenazas. Con el fin de estructurar
este trabajo, utilizaremos la antigua segmentación por flancos12 para analizar las
diversas zonas objeto de estudio, sin pasar por alto que, como es lógico, la nueva

10
Los Conceptos Estratégicos de la OTAN describen el entorno estratégico de seguridad, especifican los
retos, amenazas y oportunidades que afectan a su seguridad y defensa y proporcionan referencias para
la adaptación de sus capacidades militares.
11
NATO 2022 Strategic Concept. 29 de junio de 2022. Disponible en:
https://www.nato.int/nato_static_fl2014/assets/pdf/2022/6/pdf/290622-strategic-concept.pdf [consulta:
29/10/2023].
12
El CE22 ya no usa dicho término al definir su nueva perspectiva de defensa colectiva con un «enfoque
de 360º».

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perspectiva de defensa colectiva del CE no está fraccionada y se establece con un

«enfoque de 360º».

Es por todos conocido que la situación en el flanco oriental resulta sumamente delicada,
especialmente tras la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa, que ha
desencadenado una confrontación militar, económica y geopolítica de gran calado,
agravada por el despliegue de armas nucleares y sistemas con capacidad nuclear en
territorio bielorruso, que socavan la estabilidad estratégica y ponen en riesgo la seguridad
europea. Esto implica que, con independencia del resultado final del conflicto, su
desenlace tendrá un impacto duradero en la seguridad de la región euroatlántica y en los
equilibrios de poder resultantes.

Por otro lado, el ascenso de China como potencia global —no solo en el ámbito
comercial, sino también en el económico, el político y, previsiblemente, en unos años en
el militar— planteará un gran desafío a la seguridad euroatlántica. De continuar esta
tendencia, dicho asunto tendrá que ocupar un lugar cada vez más central en la estrategia
de la organización.

Fijándonos en los movimientos estratégicos que esta naciente potencia global está
llevando a cabo por todo el planeta, no parece que, en caso de crisis, el Indopacífico, el
Atlántico y el Mediterráneo estén geopolíticamente separados.

De puertas adentro, no hay que olvidar que Francia, con una visión propia y en ciertos
aspectos diferente a la de EE. UU. y el Reino Unido, mantiene territorios en el Pacífico,
lo que, junto a otros factores13, puede añadir una mayor complejidad a la política interna
de la Alianza.

Moscú y Pekín están desafiando activamente los intereses, la seguridad y los valores
occidentales, presentándose como los defensores de un nuevo orden mundial alternativo
a un sistema democrático y liberal que consideran impuesto por un Occidente en
decadencia. Una de las últimas puestas en escena para demostrar su sintonía y
determinación fue la reunión que mantuvieron los líderes de ambas potencias al término
de la inauguración en Pekín del III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda. El presidente
Xi Jinping, además de resaltar que ambos mandatarios «se han reunido cuarenta y dos

13
PROTO, Lucas. «Una oficina en Japón te demuestra que el gran cisma de la OTAN sigue vivo», El
Confidencial. 10 de junio de 2023. Disponible en: https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-06-
10/oficina-japon-demuestra-gran-cisma-otan-sigue-vivo_3662863/ [consulta: 19/11/2023].

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veces en los últimos diez años y han desarrollado una buena relación de trabajo y una
profunda amistad, recordó que el año que viene [2024] se celebra el 75.º aniversario del
establecimiento de relaciones entre ambos países»14. Ellos también celebran en 2024 su
75.º aniversario.

En el flanco norte, Rusia ostenta un destacado poder militar en el Ártico15 y se estima

que tiene la capacidad real de impedir la libertad de navegación a través del océano
Ártico y del Atlántico Norte, lo cual constituye un desafío estratégico considerable para
la Alianza, y se prevé que lo sea aún más a medio plazo.

Las vastas reservas de recursos naturales en la región y las ventajas estratégicas

asociadas a las nuevas rutas de navegación en dicho océano han despertado el interés
de China, cuya presencia, por el momento, es en su mayoría civil y se dirige a la
investigación científica de la zona.

Sin embargo, la incursión militar de Pekín en la región está en consonancia con su

necesidad de controlar el océano Ártico con el fin de convertirse en la potencia
hegemónica para 2049, puesto que quien controla el «Ártico tiene ventaja para controlar
tres continentes, dos océanos y a las mayores potencias del hemisferio norte»16. Esto
explica el interés estratégico a largo plazo de China en la región, cosa que no debemos
obviar.

El flanco sur —en particular Oriente Próximo17, el Magreb y el Sahel— afronta problemas
interconectados de seguridad, demográficos y económicos, que forman una mezcla
explosiva que conduce a la fragilidad institucional y propicia las migraciones y la
proliferación de organizaciones terroristas.

El ataque por sorpresa de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, llevado a cabo desde
la Franja de Gaza, ha provocado una escalada de la situación en Oriente Próximo y ha
avivado un conflicto, de por sí largo y sangriento, que está causando multitud de pérdidas

14
RTVE. «Xi pide a Putin “salvaguardar la justicia internacional” en plena escalada de la guerra entre
Israel y Hamás». 18 de octubre de 2023. Disponible en: https://www.rtve.es/noticias/20231018/xi-putin-
reunion-china/2458643.shtml [consulta: 19/11/2023].
15
Al igual que el Indopacífico, gran parte de su extensa superficie está «fuera de área» (cfr. WIKIPEDIA.
«Ártico». Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81rtico [consulta: 29/10/2023]).
16
ALÁEZ FEAL, Octavio. «China en el Ártico», Global Strategy Report (27/2022).
17
Por influencia anglófona, es considerado con frecuencia sinónimo de Oriente Medio, expresión que
algunas fuentes consideran que debe evitarse en español para referirse a esta zona geográfica (cfr.
WIKIPEDIA. «Oriente Próximo». Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Oriente_Pr%C3%B3ximo
[consulta: 29/10/2023]).

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de vidas y que podría producir una inestabilidad de gran magnitud en la zona con
repercusiones mundiales18.

Por otro lado, la orilla meridional del Mediterráneo ha emergido como un escenario crucial
en la rivalidad entre las principales potencias. El vacío de poder, originado por la dejadez
estadounidense y la debilidad europea, ha permitido que naciones como China y Rusia
amplíen su influencia en el norte de África. Curiosamente, mientras Rusia ejerce un hard
power que incluye acciones militares y una presencia tangible en la zona, China, que se
decanta por el soft power, está utilizando sus resortes económicos, culturales y
diplomáticos en sectores como el comercio, la inversión, el turismo y la difusión cultural,
especialmente en Marruecos, Argelia y Egipto.

China y Rusia están reemplazando a Occidente en términos de influencia económica y

política en el norte de África, por lo que tanto Estados Unidos como la Unión Europea
están perdiendo la capacidad de moldear la dinámica de seguridad en el sur del
Mediterráneo19.

Ese vacío y dejadez también han contaminado a la Alianza, por lo que, en línea con la
nueva perspectiva de defensa colectiva de 360º del CE aprobado en Madrid, la OTAN
no debe bajar la guardia en este flanco. Así pues, es imprescindible y urgente que la
Alianza desarrolle una estrategia que tenga en cuenta la situación, los riesgos y las
amenazas del flanco sur.

Por otro lado, las amenazas híbridas y cibernéticas, el terrorismo internacional, el espacio
ultraterrestre y el cambio climático representan retos complejos y sin fronteras, que, por
ende, requieren una respuesta global. Junto a otros desafíos, como la erosión de los
acuerdos de control de armamentos o la proliferación de armas químicas, biológicas,
radiológicas y nucleares, estos añaden capas de complejidad a la respuesta para
hacerles frente.

18
COOPER, Helene, SCHMITT, Eric y BARNES, Julian E. «Un error de cálculo entre EE. UU. e Irán
podría conducir a una guerra más grande, según las autoridades», The New York Times. 30 de
noviembre de 2023. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2023/11/30/espanol/guerra-medio-
oriente-iran-estados-unidos.html [consulta: 01/12/2023].
19
GHAFAR, Adel Abdel y JACOBS, Anna L. «China in the Mediterranean: Implications of expanding
Sino-North Africa relations». Global China, julio de 2020. Disponible en: https://www.brookings.edu/wp-
content/uploads/2020/07/FP_20200720_china_mediterranean_ghafar_jacobs.pdf [consulta: 29/10/2023].

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Lo que los visionarios fundadores de la OTAN jamás podrían haber anticipado hace
setenta y cinco años es la globalidad, la interconexión, la complejidad y la diversidad de
los desafíos actuales, que pueden desequilibrar la seguridad internacional y
comprometer la de los aliados. De ahí que hoy la Alianza busque, en estrecha
colaboración con su red de socios (partners), afrontarlos de manera efectiva.

A su vez, la OTAN se enfrenta a desafíos internos que no pueden obviarse. El más

peligroso es la posible falta de consenso entre sus miembros con respecto a la naturaleza
y la gravedad de las amenazas que la organización debe afrontar. Esta falta de consenso
puede comprometer su cohesión y su capacidad de disuasión.

De una alianza plus ultra a una alianza global

Como es sabido, la hipotética transformación de la OTAN en una organización realmente

global es un tema políticamente complejo y controvertido que tiene sus seguidores20 y
detractores.

Por un lado, los partidarios de esta transformación aseveran que con ello se fortalecería
su capacidad de disuasión y defensa para afrontar las amenazas de ámbito mundial
citadas: limitar la capacidad de actuación de la organización y su membresía al entorno
euroatlántico les parece trasnochado, dado que el mundo está demasiado
interconectado como para pensar que lo seguro es aislarse en una sola región.

A esta perspectiva positiva se contraponen quienes afirman que la diversidad de

intereses, prioridades y enfoques entre los aliados podría dificultar la consecución de
consensos y argumentan que la cohesión interna de la Alianza podría debilitarse,
comprometiendo la eficacia de su función principal: garantizar la seguridad euroatlántica.

Asimismo, las posibles tensiones añadidas que se generarían con Rusia y China, los
problemas políticos, diplomáticos y económicos, las dificultades logísticas, las
antedichas divergencias de intereses entre miembros, los costes financieros, las
implicaciones legales y de soberanía y las percepciones internacionales de

20
DAALDER, Ivo y GOLDGEIER, James. «Global NATO», Foreign Affairs. Septiembre-octubre de 2006.
Disponible en: https://www.foreignaffairs.com/articles/2006-09-01/global-nato [consulta: 02/12/2023].

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intervencionismo resaltan la complejidad de la transformación de la OTAN en una

organización de ámbito global.

En particular, cuando se trata la seguridad en el Indopacífico, sus detractores aseveran

que «la participación de la OTAN en Asia Oriental (Indopacífico), para contrarrestar la
influencia de China, es una estrategia equivocada y potencialmente peligrosa para los
miembros europeos de la alianza»21.

Sin embargo, esta afirmación —que analizada aisladamente parece bastante

razonable— no tiene en cuenta que estamos inmersos en un mundo globalizado; que
China y Rusia ven a Occidente como una amenaza a su seguridad y comparten una
visión negativa de un «Occidente en declive» que les sirve para justificar sus deseos de
resarcimiento por agravios históricos y que China se ha marcado el año 2049 como límite
para que «El Ejército de Liberación Popular se convierta en una fuerza de primer nivel».
Al parecer, como señalan algunos autores, estas autocracias no cambiarían de visión
aunque la acción política, económica y diplomática de la Alianza en el Indopacífico22 se
suspendiera. De ser así, nos tendríamos que preguntar si estamos en un escenario tipo
trampa de Tucídides23, expresión usada para caracterizar la propensión hacia el conflicto
armado que surge cuando una potencia en ascenso desafía la posición preeminente de
otra ya establecida.

En otro orden de cosas, aunque parece que la política de puertas abiertas de la OTAN
está consensuada, el quid de la controversia está en extender la membresía a otras
regiones distintas de la Euroatlántica.

Por ahora, solo se trata de fortalecer lazos con sus socios en el Indopacífico, como
Australia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda, para intensificar el diálogo y la
cooperación con el propósito de defender el orden internacional, preservar los valores
comunes y proteger los sistemas, estándares y tecnologías de los que dependen.

21
HANSSEN, Ulv y HAGSTRÖM, Linus. «The errors of NATO’s East Asia engagement». East Asia
Forum, 25 de agosto de 2023. Disponible en: https://www.eastasiaforum.org/2023/08/25/the-errors-of-
natos-east-asia-engagement/ [consulta: 19/11/2023]
22
No existe acción militar de la Alianza como tal en Asia Oriental ni en el Indopacífico.
23
ALLISON, Graham. «The Thucydides Trap: Are the U.S. and China Headed for War?», The Atlantic. 24
de septiembre de 2015. Disponible en: https://www.theatlantic.com/international/archive/2015/09/united-
states-china-war-thucydides-trap/406756/ [consulta: 19/11/2023].

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En este sentido, tanto en la cumbre de Madrid como en la de Vilna (Lituania)24 se

encontraban invitados los antedichos Estados que no son miembros de la OTAN. Su
presencia ilustra cómo la Alianza está vinculando cada vez más la seguridad
transatlántica con la del Indopacífico y se está preparando para combatir la amenaza que
plantea el ascenso militar y económico de China, que quiere un modelo alternativo al
actual, regido por Occidente. No hay que olvidar que la invasión rusa de Ucrania de 2022
está actuando como catalizador en estos procesos.

En la Cumbre de Vilna se reiteró y amplió lo establecido en la Cumbre de Madrid respecto

a la importancia de las asociaciones que desempeñan un papel fundamental en la
expansión de la red de seguridad de la organización, facilitan la cooperación ante los
desafíos globales y promueven la estabilidad internacional. Se subrayó que las
asociaciones no solo contribuyen al fortalecimiento de la cohesión interna y la adhesión
a unos valores compartidos, sino que también benefician tanto a los aliados como a los
asociados y son esenciales para respaldar las tres tareas básicas de la OTAN25 en el
enfoque de seguridad colectiva de 360o, desempeñando un papel crucial en la protección
de bienes comunes mundiales, el aumento de la resiliencia y la contribución a la
estabilidad más allá de las fronteras.

En relación con lo expuesto, el enfoque estratégico de la Alianza se orienta a fortalecer

el acercamiento a los países en su «vecindario extenso» y en todo el mundo,
permaneciendo abierta al compromiso con cualquier nación u organización que refuerce
la seguridad mundial. Además, busca que las asociaciones con Estados y
organizaciones como las Naciones Unidas, la UE y la OSCE sean más relevantes,
coherentes y eficaces, sin olvidar, a su vez, la importancia de ampliar el diálogo con
organizaciones no gubernamentales como parte integral de esta estrategia.

De hecho, conscientes de la amenaza común que representan determinados actores

estatales y no estatales, tanto los aliados como sus socios buscan fortalecer la
cooperación en diversas áreas relacionadas con las tecnologías disruptivas, como la
ciberseguridad, la investigación, la innovación, la estandarización y la interoperabilidad,

24
OTAN. «Vilnius Summit Communiqué». 11 de julio de 2023. Disponible en:
https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_217320.htm [consulta: 29/10/2023].
25
Defensa colectiva, gestión de crisis y seguridad cooperativa.

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así como el intercambio de información/conocimientos, y fomentar las consultas y el

diálogo político.

Conclusiones

Aunque existe un amplio consenso sobre la necesidad de que la OTAN adopte una
«visión global», es preciso destacar que la mera formulación no garantiza su
consecución. Resulta evidente que abordar de manera efectiva las amenazas a escala
mundial implica llevar a cabo acciones concretas y estrategias adaptativas —ya en
curso— que faciliten a esta «organización regional con compromisos globales» alcanzar
sus objetivos. En consecuencia, la solución podría encontrarse en la transformación
hacia una alianza auténticamente global, capaz de hacer frente a los desafíos que se
avecinan, a pesar de los inconvenientes que pueda conllevar.

Una transformación de este tipo —que, ante todo, debe asegurar que los objetivos y
compromisos para con el Atlántico Norte y Europa sean satisfechos en su totalidad—
requeriría una revisión exhaustiva del Tratado de Washington, donde la geografía dejaría
de ser un factor limitante y se otorgaría prioridad a la adhesión de nuevos miembros
comprometidos con los valores democráticos y de seguridad propios de la organización.

Todo ello implicaría una expansión geográfica sustancial que podría acarrear, entre otras
consecuencias, una dilución de la identidad y los objetivos primigenios de la Alianza.
Esto, a su vez, plantea interrogantes sobre el futuro de la cohesión interna de la OTAN y
su eficacia en el cumplimiento de la misión de garantizar la seguridad colectiva.

Podemos encontrar la clave para dilucidar si existe o no una posibilidad real de que esta
transformación se lleve a cabo respondiendo a la pregunta: ¿De qué le valdría a EE. UU.
sostener una organización que no le sirviera para mantener su poder hegemónico?

A corto y medio plazo, parece que la OTAN se irá adaptando gradualmente al complejo
y cambiante escenario geopolítico sin llegar a dar el paso de convertirse en una
organización verdaderamente global.

Así las cosas, parece que la Alianza optará por fortalecer sus compromisos políticos
—ya iniciados— con los socios del Indopacífico (Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y
Australia) y buscará reforzar sus lazos con otros países en el resto del mundo. Este
enfoque centrado en el fortalecimiento de la capacidad de disuasión también funcionará

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como un promotor de los valores occidentales, con la ventaja de que no implicaría

despliegues militares terrestres, navales o aéreos, políticamente muy sensibles. Así, en
el supuesto de una crisis regional en la zona, minimizando las tensiones políticas
asociadas, se podrían habilitar los oportunos apoyos logísticos y económicos,
excluyendo las intervenciones militares directas.

Lo que está por consolidar —y resulta prioritario— es generar una capacidad de

disuasión creíble en todos los ámbitos y direcciones, en línea con los posibles escenarios
futuros y las lecciones aprendidas de conflictos recientes, a sabiendas de que esa
disuasión ya no puede ser solo militar y tiene que abarcar otros aspectos —ya sean
políticos, económicos, industriales, etc.—, en su caso, debidamente coordinados y
consensuados con los socios para que sean respetados por todos los aliados.

Aunque la guerra de Rusia en Ucrania empezó en 201426, la posterior invasión de 2022

ha actuado como un catalizador para que la OTAN haya salido de su «hibernación»,
fijando, como es lógico, toda su atención en el flanco este. Sin embargo, es imperativo
aprender de esta experiencia para evitar que una situación similar nos «sorprenda» en
el flanco sur de los 360º. Por ello, una atención temprana reforzada y la toma de
decisiones estratégicas efectivas son fundamentales para abordar de manera proactiva
los desafíos y evitar crisis que puedan tener efectos no deseados en este flanco.

El siguiente hito para que la Alianza Atlántica pueda dar a conocer sus nuevos progresos
en relación con sus objetivos estratégicos, incluyendo aquellos relacionados con el flanco
sur, será la cumbre conmemorativa del 75.o aniversario de la firma de su tratado
fundacional que se celebrará en Washington.

Luis Francisco Rey Arroyo*

Coronel del Ejército de Tierra (Artillería), DEM. (Ret.)

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Guerra ruso-ucraniana que comenzó tras los sucesos del Euromaidán en 2014.

Documento de Opinión 14/2024 13