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CULTURA NÁHUATL

Oro común.

XLVID ps. III toms.


Victor M. Castillo F. EL BISIESTO NÁHUATL

Sin perder de vista que en la investigación de cualquier sistema


calendárico prehispánico, como lo ha expresado el doctor Caso, debe
plantearse el problema de "cómo era ese calendario, tal como lo
concebía un sacerdote azteca [por ejemplo], y no cómo debió con­
cebirlo" ,1 en las líneas que siguen se tratará de la posibilidad de
que los antiguos mexicanos utilizaran en sus cómputos del tiempo
un ciclo anual de 365.25 días, es decir, que de algún modo inclu­
yeran un día por cada cuatro años transcurridos.
Primero, y sólo a manera de recordatorio, va un resumen de la
estructura del tonalpohualli o cuenta de los días, y del xiuhpohualli
o cuenta de los años. El tonalPohualli estaba integrado por 20 tre­
cenas o periodos de 13 días cada uno, haciendo en su conjunto un
ciclo de 260 días de distinta denominación, puesto que se formaban
combinando trece numerales (del 1 al 13), con veinte signos dife­
rentes (véase tabla 1). De esta manera, sólo al cabo de 260 días
se repetía la combinación o fórmula inicial. El xiuhpohualli estaba
formado por 18 veintenas o periodos de 20 días cada uno, a los
que al finalizar se agregaba un grupo de 5 días llamados nemontemi
(18 X 20 + 5 = 365). En el xiuhpohualli se utilizaban para nom­
brar los años cuatro de los signos del tonalpohualli -callí, tochtli,
ácatl " técpatl-, combinados también con trece numerales, por lo
que una fórmula anual, 1 calli por ejemplo, se repetía únicamente
al concluir un ciclo de 52 años (4 X 13 52), llamado xiuhmol­
pilli o atadura de los años. 2
Con tal sistema calendárico, o mejor dicho, con tal ciclo anual
invariable de 365 días, la relación entre el trabajo agrícola y la suce­
sión de las estaciones sería en verdad desastrosa. Cada cuatro años, al

1 Alfonso Caso, Los calendarios prehispánicos, México, UNAM, Instituto


de Investigaciones Hist6ricas, 1967, 266 p. (Serie de Cultura Náhuatl, mono­
grafías: 6), p. 41.
2 Para una mejor y más amplia descripci6n del calendario premspánico
'expediente 1, f. 16-17. mexicano, véase Caso, op. cit., p. 4-49.
76 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUAT.

confinnarse los puntos solsticiales, habría una diferencia, insignifi­ ya Chicome


cante quizás, de un día aproximadamente, pero al llegar al xiuhmol­ la ceremonia
pilli, a los 52 años, la diferencia aumentaría entonces a poco más y lo que es
mazorcas de
de doce días y medio, prácticamente una trecena de atraso, lo cual
tiempo de }¡
desquiciaría francamente las costumbres establecidas; y ni qué decir 3. En Huei TE
del deSorden al cabo de cien años, con más de una veintena pen­ con cañas di
diente. Pero, ¿se regían conjuntamente por este sistema calendárico tortillas de 1
las celebraciones religiosas y las faenas del campo en el México este tiempo
antiguo? De ser así, debe suponerse entonces que necesariamente 4. Ya para la s
res y entre i
tuvieron que haber agregado un día por cada cuatro años trans­ corresponde
curridos, o bien, haber efectuado correcciones más o menos frecuen­ 5. En la veinte
tes. De cualquier forma, lo que importa ante todo es saber si exis­ ban sobre la
ten o no datos suficientes que comprueben la relación antes dicha bién de cala
(agricultura-fiestas religiosas), a través de los mismos cómputos ca­ 6. Por último,
tamales de j
lendáricos. magueyes y:
En primer lugar debe aducirse que siendo la base económica, no
sólo de México Tenochtitlan sino de toda Mesoamérica, eminente­ Respecto a 1
en el campo, se
mente agrícola, es lógico suponer un carácter relativo en sus creen­
cias y prácticas mágicas y religiosas. De no ser así no estarían ocu­ 7. En la prime]
en requerirri
pando lugares preeminentes en el panteón indígena dioses tales como nosticar tant
Tláloc, Chalchiuhtlicue, Chicomecóatl, Centéotl, Xilonen, Xochipilli, 8. En la decim
Xochiquétzal, Xipe Tótec y otros más, relacionados íntimamente y las aguas. H
de diverso modo con la agricultura. Además, si se revisa, aunque 9. En Ochpani
sólo sea superficialmente, cada una de las 18 veintenas del año in­ duraban aln
dígena, se advertirá que las celebraciones religiosas que en eHas se cimoséptima
seguía el tie
efectuaban eran en su mayoría destinadas a dioses como los mencio­ siembra. 7
nados.a En este sentido se expresaba Caso en El pueblo del Sol al
anotar que: " ... siendo el calendario anual un calendario agrícola, Los datos hasta
muchas de estas fiestas son en honor de Tláloc o de las deidades demostrar la cone,
de la vegetación".4 si se prefiere de !
Por lo que respecta a los ritos periódicos vinculados con cuestiones celebraciones religi
agrarias expresamente, o bien con fenómenos meteorológicos, las fuen­ rico de los antigu(
tes indígenas proporcionan los hechos que siguen:
5 Véase Códice F.
1. En la tercera veintena, Tozoztontli, se ofrecían las primicias Things of New Spait
de las flores. illustrations by Charli
2. La cuarta veintena, Huei Tozoztli, estaba dedicada por com­ New Mexico, The Se
pleto a la agricultura, ya que en ella se festejaba a Cintéotl 1950-1963, ils., libro
(j Los datos de est
a Véase fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva tafia General de Sal:
España, 4 V., edici6n de Ángel Ma. Garibay K., México, Editorial Porrúa, Códice Florentino, VI
1956 (Biblioteca Porrúa, 8-11), libro II, cap. 20 ss. y magia en el ciclo e
4 Alfonso Caso, El pueblo del Sol, 2a. ed., México, Fondo de Cultura Eco­ México, SEP, INAH,
n6mica, 1962, 125 p., ils., p. 90. '( Véase Códice Fl
CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 77

erencia, insignifi­ y a Chicomecóatl, dioses de las mieses y los mantenimientos. En


llegar al xiuhmol­ la ceremonia se utilizaban matas aún tiernas de maíz (toctli),
nces a peco más y lo que es más importante, durante ella se consagraban las
mazorcas de maíz de las que se tomaría la simiente para el
de atraso, lo cual tiempo de la siembra.
s; y ni qué decir 3. En Huei Tecuílbuitl, octava veintena, aparte de hacer baile
a veintena pen­ con cañas de maíz, aún con mazorca (totopánitl), se comían
. tema calendárico tortillas de maíz nuevo (xílotl), y se cocía el huauhquílitl. En
po en el México este tiempo hay cempoalxúchitl y flor de tabaco o yexúchitl.
4. Ya para la siguiente veintena, Tlaxochimaco, abundan las flo­
e necesariamente res y entre ellas la nextamalxóchitl, "flor del nixtamal", que
uatro años trans­ corresponde a una etapa posterior al nacimiento del jilote.s
o menos frecuen- 5. En la veintena de Ochpaniztli, undécima del año, se arroja­
ban sobre la gente semillas de diversos tipos de maíz y tam­
bién de calabaza.
6. Por último, en Izcalli, postrer veintena del año, se hacían
ca-
tamales de huauhquílítl y era el tiempo en que se podaban
magueyes y nopales para acelerar y dirigir su crecimiento.
e económica, no
Respecto a los fenómenos meteorológicos ligados a la actividad
érica, eminente- en el campo, se cuenta con las siguientes noticias;
7. En la primera veintena del año, Atlcahualo, se hacían ofrendas
en requerimiento de lluvia. Más bien se trataba aquÍ de pro­
nosticar tanto las lluvias cuanto las heladas venideras.
8. En la decimosexta veintena, Atemoztli, se esperaba la caída de
las aguas. Había truenos y lluvia por los montes. 6
se revisa, aunque 9. En Ochpaniztli, undécima veintena, comenzaban las heladas;
tenas del año in­ duraban alrededor de 120 días y desaparecían en Títitl, de­
cimoséptima veintena. Se decía que al término de las heladas
s que en ellas se seguía el tiempo apropiado para preparar la tierra para la
como los mencio­ siembra.7
pueblo del Sol al
alendario agrícola, Los datos hasta aquí expuestos son, a mi parecer, suficientes para
o de las deidades demostrar la conexión íntima que existía entre el ciclo agrícola -o
si se prefiere de germinación y desarrollo vegetales-, y el de las
celebraciones religiosas que se sucedían dentro del sistema calendá­
rico de los antiguos mexicanos. No dice otra cosa el hecho de que

¡¡ Véase Códice Florentino, en Florentine Codex. General History of the


n las primicias Things of New Spain, translated from the Aztec into English, with notes and
illustrations by Charles E. Dibble and Arthur J. O. Anderson, 11 V., Santa Fe,
ldedicada por com­ New Mexico, The School of American Research and The University of Utah,
restejaba a Cintéotl 1950-1963, ils., libro 11, cap. 8, parágr. 2.
6 Los datos de estos ocho puntos se tomaron del libro segundo de la His­
ide las cosas de Nueva toria General de Sahagún y fueron confrontados con los del mismo libro del
Iico, Editorial Porrúa, Códice Florentino, vertidos al español por Alfredo López Austin en "Religi6n
y magia en el ciclo de las fiestas aztecas", Religión, mitologfa y magia, v. Il,
rondo de Cultura Eco- México, SEP, INAH, Museo Nacional de Antropología, 1970, p. 3-29.
7 Véase Códice Florentino, libro 7, cap. 6.
78 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUA.":

para más del 50% de las fiestas 8 se hiciera mención de uno o más
vegetales durante una determinada fase de su desarrollo y también 3-~ (
de la aparición de algún meteoro, sobre todo lluvias, truenos y
heladas. ,~-,:.'t.fj~
Sin embargo, si se revisa cuidadosamente una a una de las des­
---- .....~: l\~

cripciones que los informantes indígenas dieron de las fiestas, se en­ .......-­ , ~-

contrará que no hay una sola indicación de tiempo que precise ---.::r-.. . ""\~
~-~
algún día de la veintena en el cual debiera también emprenderse
determinado trabajo agrícola. No obstante esto, queda implícito que
Como se ve, la
tanto las fiestas cuanto las faenas del campo seguían, necesariamente,
dáricos diferentes
uno y el mismo cauce fijado por el mismo cómputo del tiempo; el
agrícolas y las ce)
que además, de algún modo tomaría en cuenta un. promedio de
Aun en las po
365.25 días por año.
las que con mayo
Sólo así podría entenderse el contenido de muchas de las cere­ hispánico, se advic
monias que se efectuaban durante el año. Si estas últimas y la agri­ religiosas. Por eje:
cultura se rigieran por calendarios distintos, con el transcurso del la festividad de la
tiempo se hubiera llegado a ver que: pude observar CÓl
a) En Tozoztontli no habría primicias de flores que ofrecer. mejores cañas de
b) En Huei Tozoztli, cuando se debía honrar a dioses eminente­ que aquellos que
mente agrícolas, no habría ofrendas de matas tiernas de maíz las llevaban a mis
y quizás tampoco simiente para consagrar. prestigio durante
e) En Huei Tecuílhuitl no existiría manera de echar tortillas de en esta misma ~
maíz tierno y quizás tampoco florecieran la cempoalxúehitl y simiente a la iglel
la yexúchitl. Desde luego, ne
d) Para Tlaxochimaco no habrían tantas flores como se dice. tienen siquiera Uf
e) En Izcalli, el podar magueyes y nopales redundaría tal vez en interesante la semj
su contra. • Huei Tozoztli y :
f) En Atlcahualo solicitarían lluvia acaso bajo un tremendo agua­ suponer un matiz
cero. Hechos similare
g) En Atemoztli sucedería tal vez lo mismo que en la veintena
México contempOl
anterior.
duda acerca de c
h) Entre Ochpaniztli y Títitl, época de heladas, correspondería
quizás al verano; y en el periodo subsiguiente, que debía ser la hispana. Sin ex
de preparación de la tierra, quizás los maizales estarían es­ tema calendárico
pigando. desde el mismo si,
. .. sospecho qU!
8 Y esto sin tomar en cuenta los datos de otras fuentes, como por ejemplo
fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España y islas de Tierra
aguardan que s'
Firme, 2 v. y atlas, ed. de J. F. Ramírez, México, Editora Nacional, 1951, pocas partes ru
vol. lI, p. 252 ss.; Francisco del Paso y Troncoso, Papeles de Nueva España, enseñados a lo
Segunda serie, Geografía y Estadística, publicados de orden y con fondos del olvide.9
gobierno mexicano por ... , Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1905-1906,
t. IV, p. 217, t. VI, p. 214-218. 9 Durán, QP. cit.,
E CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 79

;ión de uno o más


:sarrollo y también
lluvias, truenos y

a una de las des­


~ las fiestas, se en­ Figura 1. Tozoztontli. Ofrecimiento de pri­
:empo que precise micias de las flores.
(Códice Durán)
nbién emprenderse
ueda implícito que
Como se ve, la situación se tornaría caótica si dos sistemas calen­
iD, necesariamente,
dáricos diferentes dirigieran, cada uno por su parte, las labores
uto del tiempo; el
agrícolas y las ceremonias religiosas.
l un promedio de
Aun en las poblaciones rurales del México contemporáneo, en
las que con mayor intensidad persiste buena parte del legado pre­
Ilchas de las cere­ hispánico, se advierte alguna similitud en sus celebraciones agrícola­
i últimas y la agri­ religiosas. Por ejemplo, en Capultitlán, Estado de México, durante
el transcurso del la festividad de la Asunción de la Virgen, el 15 de agosto de 1968,
pude observar cómo los campesinos buscaban en los maizales las
$ que ofrecer. mejores cañas de milpa para llevarlas a bendecir a la iglesia. Supe
a dioses eminente­ que aquellos que encontraban cañas dobles, o a veces triples, y que
:as tiernas de maíz las llevaban a misa aderezadas con un sudario, adquirían el mayor
prestigio durante la ceremonia. Posteriormente se me informó que
~ echar tortillas de en esta misma región se acostumbra, a principios de año, llevar la
L cempoalxúchitl y simiente a la iglesia para bendecirla.
Desde luego, no obstante que los campesinos de Capultitlán no
como se dice. tienen siquiera una vaga idea del antiguo calendario indígena, es
lundaría tal vez en interesante la semejanza entre estas ceremonias y las ya anotadas de
Huei Tozoztli y Huei Tecuílhuitl, respectivamente, lo cual podría
un tremendo agua­ suponer un matiz de persistencia de la tradición prehispánica.
Hechos similares se encuentran en innumerables poblaciones del
lue en la veintena México contemporáneo, pero en muchas de ellas parece asomar la
duda acerca de cuál herencia es la fundamental, si la indígena o
las, correspondería
la hispana. Sin embargo, hay sitios en los que la vigencia del sis­
:nte, que debía ser
aizales estarían es­ tema calendárico prehispánico es, sin lugar a dudas, evidente. Ya
desde el mismo siglo XVI, el padre Durán decía:
... sospecho que en este caso siguen todavía su ley antigua y que
es, como por ejemplo aguardan que se cumplan las letras de sus calendarios, porque en
aña y islas de Tierra
itora Nacional, 1951,
pocas partes hay que no los tengan guardados y muy leídos y
fes de Nueva España, enseñados a los que agora nacen para que in eternum no se
den y con fondos del olvide.'9
~deneyra, 1905-1906,
9 Durán, op. cit., t. 1I, p. 258.
80 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL BL BISIESTQ NÁI

Figura 2. En Huey tozoztli se utilizan matas tier­


nas de maíz y se consagran las mazorcas.
(C6dice Durán)

Tal es el caso de la región mixe. Aquí, aparte del manejo de un nocido hecho
calendario ritual de 260 días, semejante al tonalpohualli en cuanto potente el imp
a estructura y función, los mixes continúan utilizando un cómputo nológica dura!
anual de 365 días cuyo ordenamiento sigue los mismos principios mero, inmerso
del xiuhpohualli, pero referido únicamente a las labores del campo.lQ tecnología agrí
El profesor Villa Rojas, a quien mucho debo en este trabajo, piensa de las fiestas
que esta exclusividad de la función agrícola, "no parece ser nueva veintenas del <
sino tan sólo la que correspondía al pueblo, al común de la gente tar códices y
incapaz de comprender el complejo mecanismo astronómico y ma­ sacerdotes, los
temático en que se apoyaban los encargados de redactar códices y que podían 01
estelas" .11 de las estado!
De suma importancia, también, es el caso de los mazatecos entre continuó utiliz
los que aún persiste el calendario de 18 veintenas más un periodo sencia de algui
adicional de 5 días, que consideran baldíos. Como entre los mixes, Desde luego,
en este grupo, igualmente estudiado por Villa Rojas, "el calendario indicarnos con
ha perdido toda significación astronómica o religiosa y solamente secas; pero si 1
conserva la de indicar las tareas agrícolas que se van sucediendo un calendario
en el curso del año" .12 por un ciclo a
Para ambos grupos, Villa Rojas proporciona sendas tablas en las mente en fatal
que aparecen los nombres de las veintenas, su correlación invaria­ situación articl
ble con el año gregoriano y las ocupaciones agrícolas correspondien­ el gregoriano a
tes a cada uno de los 18 periodos.1 3 substituida, ine
Ahora bien, por lo que respecta a la desarticulación de estos dos esta razón poo
calendarios con los asuntos religiosos, es importante señalar el co­ José Independ!
habitualmente
10 Alfonso Villa Rojas, "Notas introductorias sobre la condición cultural de riedad, ya qm
los mijes", en Walter S. Miller, Cuentos mixes, México, Instituto Nacional De manera si
Indigenista, 1956, 285 p., ils. (Biblioteca de Folklore Indígena, 2), p. 47-65. 30 de nuestro
11 Ibidem, p. 32.
12 Alfonso Villa Rojas, Los mazatecos " el problema indígena de la cuenca
del Papaloapan, México, Ediciones del Instituto Nacional Indigenista, 1955,
177 p., iluso map. (Memorias del Instituto Nacional Indigenista, VII), p. 92.
l' Marcos
111
A. Villa R
E.
13 A. Villa Rojas, "Notas introductorias •.• ", p. 49-50; Los mazatecos .•• , tiuo entre éste<

p. 92-93. 1933, 76 p., ili


DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 81

Figura 3. Hueytecuilhuitl. Baile con cañas de


maíz con mazorcas; se comen tortillas de maíz
nuevo y se guisa el huauhquílitl.
(Códice Durán)

nocido hecho de que, habiendo sido infinitamente más decidido y


;e del manejo de un
potente el impacto de la evangelización que el de la orientación tec­
~lpohualli en cuanto
nológica durante la colonización española, el indígena quedó, pri­
Ilizando un cómputo
mero, inmerso en un sincretismo religioso hispano-indio y en una
~s mismos principios
tecnología agrícola aún mesoamericana; y segundo, privado del boato
;labores del campo.10
de las fiestas con que celebraba a sus dioses en cada una de las
~ este trabajo, piensa
veintenas del año, y privado, también, de los "encargados de redac­
po parece ser nueva tar códices y estelas" de que habla Villa Rojas, es decir, de los
l común de la gente
sacerdotes, los tlamatinime o sabios indígenas, que eran los únicos
, astronómico y ma­
que podían observar el cielo y determinar con certeza la duración
k redactar códices y
r de las estaciones. En esta nueva situación, el campesino indígena
continuó utilizando su antiguo calendario, pero ahora sin la pre­
, los mazatecos entre
sencia de alguien que le fijara con exactitud la marcha del tiempo.
~nas más un periodo
Desde luego, sabemos que cualquier agricultor por sí mismo podría
bmo entre los mixes,
indicarnos con bastante certidumbre las temporadas de lluvias o de
~ojas, "el calendario
secas; pero si ha estado acostumbrado a guiarse en sus cultivos por
religiosa y solamente
un calendario de 18 periodos de 20 días más otro de 5, es decir,
F se van sucediendo
por un ciclo anual de 365 días, a la postre llega a caer inevitable­
mente en fatal desquiciamiento. No obstante, el indígena salvó esta
iI sendas tablas en las
situación articulando en forma rígida su cómputo tradicional con
correlación invaria­
el gregoriano actual; es decir, que la antigua guía del tlamatini fue
correspondien­
substituida, inconscientemente, por la del almanaque cristiano. Por
esta razón podemos ver, por ejemplo, cómo los mazatecos de San
de estos dos
José Independencia, Oaxaca, comienzan la primera siembra de maíz
señalar el co­
habitualmente durante su sexto mes, Chia-jno, sin ninguna contra­
riedad, ya que éste cae siempre entre los días 11 y 30 de abriJ.l4
De manera similar, Marcos E. Becerra 15 encontró hacia los años
30 de nuestro siglo que en la región tzeltal-tzotzil los indígenas co­
indEgena de la cuenca
Indigenista, 1955, 14 A. Villa Rojas, Los mazatecos . .. , p. 92.
Indligelnista, VIl), p. 92. 1liMarcos E. Becerra, El antiguo calendario chiapaneco. Estudio compara­
Los mazatecos .•• , tivo entre éste y los calendarios precoloniales maya, quiché y nahoa, s.l., s.e.,
1933, 76 p., ¡Is., tablas, p. 55-56.
82 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL BL BISIESTO NÁHUATI

Entonces, si el ti
y veintenas, al caIJ
de referencia cuale
riablemente en el
ellas durante toda
tiempo--, necesarü
mismo, referencias
decir que, como 1<
Figura 4. Pillahuano, o borrachera de niños. niendo en cuenta I
(Códice Magliabechi, 29)
tal figura",17 en fo
rural actual (yen
rreladonaban sus propios cómputos con las festividades patronales muchas veces por 1,
cristianas, como sigue: San Andrés apóstol, patrón de San Andrés notables del calend.
Istacóstoc, se celebraba en un día jo-lajunem, 150. del mes Yashkín Parece pues inne
(30 de noviembre); Santa Marta, de Santa Marta Yolotepec, se dárico para regir I
celebraba en un día balunem, 90. del mes Níchikín (29 de julio); tenido religioso. No
San Pedro apóstol, de San Pedro Chenaló, se celebraba en un día aún en pie la inc(
chim, 20. del mes Elech (29 de junio); Santo Tomás apóstol, de las correcciones del
Oxchuc, se celebraba en un día lajunem, 100. del mes Tsun (21 año civil con los F
de diciembre); la Virgen de la Presentación, de Cancuc, se cele­ de esto no existen
braba en un día balún-lajunem, 190. del mes Yashkín (21 de no­ como los de las e~
viembre); y San Ildefonso, de Tenejapa, que se celebraba en un ro, como se verá e:
día jun, 10. del mes Sakil-ja' (23 de enero). Sin olvidar ni u
Se infiere que, como el actual, el agricultor prehispánico de Meso­ celebraban las fieste
américa necesitaba un indicador temporal determinado que le sir­ de las veintenas, VI
viera de base para sus labores. ¡tI, mejor que nadie, sabía cuándo última del año, a
se debían iniciar la roturación del campo, la siembra y la cosecha,
Códice Florentino.
pero siendo partícipe de un sistema social de producción, sus acti­
En primer lugar
vidades tenían que estar sincronizadas con las del resto de la socie­
dos fiestas: una, Ha
dad, sobre todo con los tianquiztli o plazas de mercado periódicas
diez días de la vein
y con los ciclos de fiestas; y esto, evidentemente, salía del ámbito
de sus conocimientos. simo día, era a ho
En efecto, el escrutinio e interpretación del movimiento aparente hadan ofrendas de
de los astros fue labor exclusiva de los ya nombrados tlamatinime, coyos) ; posteriormel
es decir, "los que ven, los que se dedican a observar el curso y el embriagarse. Inmed
proceder ordenado del cielo, cómo se divide la noche... Quienes cinco nemontemi.1fl
ordenan cómo cae el año, cómo sigue su camino la cuenta de los
destinos y los días y cada una de las veintenas".16 de A. Ma. Garibay K
ricas, 1966, xxiii + 41
p. 76.
16 Collaquias ,. doctrina christiana, f. 34v, versión castellana de Miguel 17 Durán, ap. cit., t
León-Portilla, La filasofta náhuatl estudiada en sus fuentes, 3a. ed., prólogo 18 C. Florentino, lib
ULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 83

Entonces, si el tlamatini fijaba con exactitud el año con sus días


y veintenas, al campesino no le quedaba sino tomar como puntos
de referencia cualesquiera de las festividades que se repetían inva­
riablemente en el transcurso de los años. Siendo participante en
ellas durante toda su vida --como actor y espectador al mismo
tiempo-, necesariamente constituirían fuertes vivencias y, por lo
mismo, referencias temporales para sus actividades habituales; es
decir que, como lo advirtió Durán, sembraban y cosechaban "te­
niendo en cuenta tal mes después de tal fiesta en tal día de tal y
tal figura",17 en forma similar a lo que acontece en la población
rural actual (yen buena parte de la urbana), que aún se guía
muchas veces por la festividad del santo patrón y por otras asimismo
lacles patronales
notables del calendario cristiano.
de San Andrés
:lel mes Yashkín Parece pues innegable la utilización de un mismo sistema calen­
;a y olotepec, se dárico para regir tanto las labores del campo cuanto las de con­
~ (29 de julio); tenido religioso. No obstante, si esto sucedió así, como parece, queda
¡raba en un día aún en pie la incógnita acerca de cómo y cuándo se efectuaban
Imás apóstol, de las correcciones del tiempo a fin de que se hiciera concordar el
¡ mes Tsun (21 año civil con los pasos aparentes del sol por los solsticios. Acerca
:::ancuc, se cele­ de esto no existen para el México antiguo informes tan manifiestos
7kín (21 de no­ como los de las estelas y pictografías de la región maya. Empe­
celebraba en un ro, como se verá enseguida, los hay de modo implícito.
Sin olvidar ni un instante el hecho de que en Tenochtitlan se
pánico de Meso­ celebraban las fiestas principales del año precisamente el último día
nado que le sir­ de las veintenas, veamos paso a paso lo que acontecía en Izcalli,
.ie, sabía cuándo última del año, a través de la descripción del libro segundo del
Ira y la cosecha, Códice Florentino.
lucción, sus acti­ En primer lugar debe notarse que en Izcalli se llevaban a cabo
resto de la socie­ dos fiestas: una, llamada Huauhquiltamalcualiztli, se celebraba a los
ercado periódicas diez días de la veintena. La otra, que se efectuaba durante el vigé­
salía del ámbito
simo día, era a honra de Xiuhtecuhtli, dios del fuego, al que se
hacían ofrendas de panes cocidos de masa de maíz con frijol (tla­
imiento aparente
coyos) ; posteriormente los viejos bebían pulque a voluntad, pero sin
dos tlamatinime,
embriagarse. Inmediatamente después seguía el periodo vano de los
'ar el curso y el
)Che. .. Quienes cinco nemontemi. 1S
la cuenta de los
de A. Ma. Garibay K., México, UNAM, Instituto de Investigaciones Histó­
+
ricas, 1966, xxiii 411 p., ils. (Serie de Cultura Náhuatl, monografías: 10),
p.76.
tellana de Miguel 11 Durán, op. cit., t. II, p. 257.
r, 3a. ed., prólogo 18 C. Florentino, lib. II, p. 147-150.
84 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUAT

Ahora bien, lo interesante de esta última fiesta de Xiuhtecuhtli A esta hora los
es que, según dijeron los indígenas informantes: o bien las obsequÍl
Auh in ipan in Izcalli: inic ce y en Izcalli; el primer año, y el Auh in otlathuic,
xihuitl, ihuan ic oxihuitl, ihuan segundo y el tercero año, nada ceppa tecruchihuall
iquexihuitl, atle muchihuaya: auh se hacía [fuera de lo común]; pero
quin ic nauhxihuítl in mohueichi­ después, en el cuarto año, se hace
hua, quinicuac miquia in Ixco­ grande; era cuando morían los En procesión se
zauhque, in ixiptlahuan Xiuhte­ [que hacían de] Ixcozauhqui, las cantaba para anim
cuhtli ... 111 imágenes de Xiuhtecuhtli ...
Auh in ye ornmotzc.
niman ye ic huall
El término mohueichihua, es decir, "se hace grande", "se agranda", nal. .. 211
es vago en su contexto y por lo mismo difícil en este momento de
determinar a qué se refiere: si al esplendor de la fiesta o a la di­
Después del sacr:
mensión temporal de Izcalli. Por lo pronto, lo importante está en
llamaban netecuitot.
la afirmación de que cada cuatro años se hacía algo extraordinario
en la fiesta de Izcalli, esto es, en el último día denominado del año. ••. in motecuitotiay:
tica in muchihuaya.
Veamos ahora la fijación de los principales momentos de la fiesta
según el Códice Florentino: También en este
Auh in ye yuh muztla, in ye y al día siguiente, cuando ya va Oc huecayohuan in
huallathui Izcalli ... 20 a amanecer [la fiesta de] Izcalli .•. tenacazxapotlaloya i
xapotla pipiltonti ...
Se refiere claramente al inicio de la celebración de Izcalli, o sea
al último día de la veintena, cuando los que iban a ser sacrificados Se hacían regalos
eran llevados a Tzonmolco. Sahagún precisa aún más la posición convite, se bailaba
de este día al asentar que: "Este cuarto año, el último día de este beber pulque en pe~
mes, en amaneciendo ... " 21
Auh ye teutlac in ne
La siguiente alusión de tiempo se refiere al momento en que cor­ huihuiloa in techac
taban el cabello a los que iban a morir. Dice el códice: ceppa mitotia in i.ml
chintin tlatlahuana i
Auh in oacic yohualnepantla: ni­ y cuando llegó la media noche, que, in huehuentzitzÍl
man ye ic tetzoncuihua, quintzon- enseguida son cogidos del cabe­ tzin.
• 22
CUl ••• llo, les toman del cabello ... Oncan tlami Izcal;

El siguiente paso del ritual corresponde ya al otro día: En el mismo libre


ción de esta última
Auh in otlahuizcalli moquetz, in y cuando apuntó el alba, cuando que por la tarde, el
ye tlatlalchipahua ... 28 ya clarea ...
24 Ibídem.
111 Ibídem, p. 150.

2{1 Ibídem.
2ll Ibídem.
21 Sahagún, op. cit., lib. II, t. 1, p. 222.
26 Ibídem, p. 152.
22 C. Florentino, lib. II, p. 150-151.
27 Ibídem.
28 Ibidem, p. 151.
28 Ibídem, p. 153.
CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 85

de Xiuhtecuht1i A esta hora los dedicados al sacrificio quemaban sus pertenencias


o bien las obsequiaban. Después de eso ...

primer año, y el Auh in otlathuic, niman ic no y cuando amaneció, por lo tan~


ceppa techichihualo ... 24 to, nuevamente es ataviada la
tercero año, nada
gente ...
de lo común]; pero
cuarto año, se hace En proceslOn se dirigían al lugar del sacrificio. Se bailaba y se
morían los
cantaba para animarse ...
Ixcozauhqui, las
Auh in ye ommotzcaloa tonatiuh: y cuando ya asciende el sol, en~
niman ye ic hualtemo in Pai­ seguida viene a descender [del
, "se agranda", na!. .. 25 templo el que representa a] Pai­
na!. ..
este momento de
la fiesta o a la di­ Después del sacrificio comenzaba el baile de los señores, al que
importante está en llamaban netecuitotilo:
algo extraordinario .. .in motecuitotiaya: nauhxiuh~ ... bailaban los señores: al cuar~
llertOIIUDGlUO del año. tica in muchihuaya. 26 to año se hacía.

También en este último día tenía lugar otra singular ceremoma:


Oc huecayohuan in pehualoya in Aún de mañana daba comienzo
tenacazxapotlaloya in quinnacaz- la horadación de las orejas; les
xapotla pipiltonti ... 27 horadaban las orejas a los niñi­
tos ...
de Izcalli, o sea
a ser sacrificados Se hacían regalos y se obsequiaba pinolli. Había luego un gran
convite, se bailaba y cantaba y a los niños y niñas se les hacía
beber pulque en pequeños cajetes. Después ...
Auh ye teutlac in necacahualoya, y ya en la tarde, cuando se ter­
huihuiloa in techachan, ye no minaba, se iban a sus casas y otra
ceppa mitotia in imithualco mu­ vez más se bailaba en el patio;
chintin tlatlahuana in tehuanyol­ todos se emborrachaban: los pa­
la media noche, que, in huehuentzitzin in ilamatzi­ rientes, los ancianitos, las ancia­
cogidos del cabe­ tzin. nitas.
del cabello ... Oncan tlami Izcalli.28 Allí concluye Izcalli.

En el mismo libro del Códice Florentino aparece aún otra rela­


ci6n de esta última parte de la ceremonia, pero más extensa. Dice
que por la tarde, cuando ya cae el sol:

24 Ibidem.

2.') Ibidem.

26 Ibidem, p. 152.

27 Ibidem.

28 Ibidem, p. 153.

86 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁaUA1

Auh uncan pehua in nemaco, in y allí comienza a ofrecerse, se da b) La fiesta de


temaco uctli, muchi tlacatl iyoc pulque a la gente. Todo mundo 1. "cuando
umpa quihuica, tetlan tlaano, api­ acarrea allá su pulque, allá lo lle­ 2. "cuando
loltica, uncan netech nemaco ne­ va. Entre la gente 10 toman con 3. "cuando
panotl nemamaco, necuecuepililo, jarros; allí es ofrecido entre sí; 4. "cuando .
necuecuepcayotililo, uncan quin­ unos a otros se sirven, se reinvi­ 5. "cuando .
tlahuantia in ixquichtin pipilto­ tan, se hace recíproca la invita­
tonti in ye achi cualtoton, ihuan ción. Allí hacían emborrachar a Por 10 que respc:
in oc cozolco onoque, zan quin­ todos los pequeñuelos, a los ya del cuarto año in<
tlapaloltiaya, huel muchi tlacatl algo medianillos; y a los que aún señores; el nacazxa
ihuinti in ye huehueitlaca, huel permanecen en la cuna sólo les
hacían probar [el pulque]. Todo naliztli o 'borrachel
neixmanalo in tlahuano:
mundo se embriaga; la gente vie­ más su singularida
ja bien que es igualada en el be­ En lo tocante al
ber pulque. vertir que la fiesta
amo nemautilo, yuhquin tlapopo­ No es temido como algo violen­ ción, y esto, unido
zoca, amo tlazotli yuhquin tlape­ to, no es precioso como algo res­
en claro lo dicho ]
petlaca, tlalpan aci, yuhquin atl plandeciente; hay dicha en la tie­
nemia uctli, rra; así como el agua andaba el Izcalli "se hace gr:
pulque. no sólo en cuanto
ihuan intlahuancax quitquia, ito­ y sus recipientes con los que aca­ Ahora bien, si SI:
ca tzicuiltecomatl: ei icxi nauh­ rreaban el pulque era su nombre ordinarias de IzcalJ
campa nacace, tzicuiltecómatl: tienen tres pies y
durar hasta casi w
orejas en los cuatro lados.
yuhquin tlaichichilihui, yuhquin Como enfermos de los ojos, como rante el día postrer
tlazomoca, yuhquin tlacica, yuh­ irritados, como jadeantes, como de suma importan(
quin tlaixmetzihui, tlaixnelihui, entrecruzando las piernas, se re­ . cubriese un tiempo
neixnanamico, tlaixmalacachihui, vuelven las cosas, se enfrentan, se día denominado de]
tlaixmoyahua, yuhquin nexoxoco­ voltea el rostro, se trastorna el No obstante, ant{
lo, nepopotzolo nequequezalo, ne­ rostro; así se rechazan, se apre­
totopehualo nematitech neaano, tuja la gente, se pisotea, se em­ qué dar a la fiesta
neaanalo, nececenquetzalo, nece­ puja, se van a las manos, se re­ en vez de dos con
cenmacho, nequechnahualotiuh in tienen, se toman de las manos, debe traerse a colal
cacalacoa techachan: se yergue uno por uno, se enor­ religioso sino en mI
gullecen, se van abrazados, se me­ antiguos nahuas. Si
ten en la casa de la gente.
ic mitoa ca nel ilhuio in uctli, ca Así se dice, puesto que es la fes­ braban durante un
pillahuano. 29 tividad del pulque, puesto que se otras dos en los dí
hace emborrachar a los niños. rompiera la uniforn
día de 48 horas se
Resumiendo lo que acontecía en cuanto a, tiempo en la fiesta de circunstancias que al
Izcalli descrita por los indígenas informantes de Sahagún, se tiene El hecho de dar
que: duración de 48 hon
a) Por tres años consecutivos la celebración se consideraba ordi­
30 Es necesario por :
naria y sólo al cuarto año "se hacía grande". pletas de las fiestas ordi
Códice Florentino y de
29 Ibídem, p. 157. tensi6n se omiten aqui.
EL BISIESTO NÁHUATL 87
CULTURA NÁHUATL

a ofrecerse, se da b) La fiesta del cuarto año abarcaba los momentos consecutivos:


nte. Todo mundo 1. "cuando ya va a amanecer"
pulque, allá lo lle­ 2. "cuando llegó la media noche"
nte lo toman con 3. "cuando apuntó el alba, cuando ya clarea"
4. "cuando amaneció"
ofrecido entre sí;
sirven, se reinvi­

5. "cuando ya asciende el sol".


recíproca la invita­
Por lo que respecta al primer punto, la celebración extraordinaria
'an emborrachar a

eñuelos, a los ya
del cuarto año incluía también el llamado netecuitotilo o baile de
os; y a los que aún
señores; el nacazxapotlaliztli u horadamiento de orejas, y el pillahua­
la cuna sólo les
naliztli o borrachera de niños, todo lo cual conduce a enfatizar aún
[el pulque]. Todo
más su singularidad.
riaga; la gente vie­
En lo tocante al segundo punto, basta sólo una ojeada para ad­
igualada en el be-

vertir que la fiesta de Izcalli abarcaba más de 24 horas de celebra­


como algo violen­ ción, y esto, unido a la diversidad de ritos que se efectuaban, deja
.oso como algo res­ en claro lo dicho por los informantes acerca de que al cuarto año
hay dicha en la tie­ Izcalli "se hace grande" (mohueichihua), es decir que se agranda
el agua andaba el no sólo en cuanto al esplendor sino a su dimensión temporaI.S0
Ahora bien, si se considera que 18 fiestas del año (incluidas las
tes con los que aca­
lque era su nombre ordinarias de Izcalli), aparte de sus preparativos que bien podían
tI: tienen tres pies y durar hasta casi un año completo, se celebraban precisamente du­
cuatro lados. rante el día postrero de cada una de las veintenas, resulta entonces
os de los ojos, como de suma importancia el hecho de que la última del cuarto año
o jadeantes, como . cubriese un tiempo mayor, o dicho de otro modo, que el último
o las piernas, se re­
osas, se enfrentan, se día denominado del cuarto año abarcara 48 horas de duración.
tro, se trastorna el No obstante, ante la afirmación anterior podría objetarse: ¿Por
rechazan, se apre­ qué dar a la fiesta de Izcalli una duración de un día de 48 horas
, se pisotea, se em­ en vez de dos comunes de 24 cada uno? Para responder a esto
a las manos, se re­ debe traerse a colación la armonía imperante no sólo en el ritual
man de las manos,
o por uno, se enor­ religioso sino en muchísimos aspectos de la estructura social de los
van abrazados, se me­ antiguos nahuas. Si todas las veinte fiestas del ciclo anual se cele­
a de la gente. braban durante un solo día de 24 horas -18 en los días 20 y las
puesto que es la fes­ otras dos en los días 10-, ¿ por qué habría de existir una que
pulque, puesto que se rompiera la uniformidad establecida? Desde luego, de aceptarse el
har a los niños.
día de 48 horas se caería aparentemente en lo mismo; pero hay
circunstancias que apoyan esta posición .
.empo en la fiesta de
.de Sahagún, se tiene El hecho de dar al último día denominado del cuarto año una
duración de 48 horas no desentona con el sistema, tal y como no

bse consideraba ordí­


r
t
de".
80 Es necesario por supuesto confrontar detenidamente las relaciones com­
pletas de las fiestas ordinaria y extraordinaria de Izcalli, del libro segundo del
Códice Florentino y de la Historia general de Sahagún, las que por su ex­
tensión se omiten aquí.

f
88 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUJ

lo hacen tampoco los llamados nemontemi. Éstos, como se dijo, son dario indígena. 1
días sin suerte alguna y sólo aparentemente sin nombre; no obstante, calendario se lee
si el vigésimo día de la última veintena fuese 3 calli, por ejemplo,
el primero del año siguiente sería 9 atl, lo cual significa que hay Los meses te
5 nombres diurnos (4 cuetzpalin, 5 cóatl, 6 miquiztli, 7 mázatl y año debajo del
8 tochtli), que aunque no se contaron, fueron utilizados y pasaron xíhuitl [1549J,
número que le
ciertamente. como en la n
Así como año tras año durante los cinco nemontemi la gente que 10 mesmo
quedaba en suspenso, en actitud de desperdiciar el tiempo puesto hace su curso
que eran días inútiles y complementarios solamente,31 algo en cierta será un mesmo
forma semejante acontecía durante el último día del cuarto año en una figura J
hace en 260 dí,
en el que debía hacerse la corrección del ciclo solar. Esta correc­
ción de 24 horas era, como los nemontemi, también complementaria
Para él, ademá
y por lo tanto inútil para la actividad humana. Pero si los nemon­
de las veintenas !
temí, a pesar de ser vacíos en cuanto a destino y nombre, contaban
siempre con el p
ciertamente dentro del ciclo de 260 días del tonalpohualli, en cam­
cierta forma los (
bio, las 24 horas de corrección del periodo solar, salvo para el mo­
ten en México, p:
vimiento aparente del sol, no contaban de ninguna manera, es decir,
poco forzadament
no tenían verdaderamente ni nombre ni destino posibles o continuaban
así la corrección 1
quizás con el nombre del tonalli anterior, prolongado también por
En efecto, no (
24 horas adicionales.
indígenas anduvie:
Con esta nueva perspectiva, si se considera de nuevo nuestra ver­
sión del Pillahuano que aparece en páginas anteriores, se notará que canzado el bisexto
en la borrachera que ahí se describe, y que se efectuaba precisa­ técpatl son bisiesb
mente durante el último día del cuarto año, todos, absolutamente darios, en su siste
todos, desde niños lactantes hasta los más ancianos, hombres y mu­ doble el signo m,
jeres, tomaban pulque sin limitación, a tal grado que llegaban a corresponde con e
aturdirse por completo y la confusión se presentaba total. Con esto, sistema, es decir,
lógicamente ninguna persona (salvo los que sabían con certeza cómo bis sexto kalendas
cae el año), se acordaría al día siguiente de las últimas veinticua­ que fue él, evidenl
tro horas, las cuales, en verdad, quedarían como un tiempo que Veytia, en su ir
nadie vivió. habla también de
En sus Memoriales,32 Motolinía --si acaso es él el autor de esta calación de un dí.
parte-, llega a determinar, aunque de una manera no muy clara, documentos a su ~
la existencia de un día de 48 horas en el tercer "mes" del calen­ los indígenas anter
bisiesto, pero adviE
31 Véase C. Florentino, lib. II, p. 157-158; Y también Augurios" abusiones, noticias que nos d
introducción, versi6n, notas y comentarios de Alfredo L6pez Austin, México, alguna variedad el
UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, 1969, 220 p., ils. (Serie de
Cultura Náhuatl, Fuentes: 7), p. 153-155, 204.
ss Ibidem, tabla ff1
32 Fray Toribio Motolinla, Memoriales, edici6n facsimilar de la de 1903,
amablemente por Rol
Guadalajara, Edmundo Aviña Levy editor, 1967, 364 + 46 p., p. 48-53. 84 Ibídem, p. 53.
CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 89

como se dijo, son dario indígena. En una nota suya al pie de la tabla o rueda del
bre; no obstante, calendario se lee lo siguiente.
calli, por ejemplo,
Los meses todos comienzan en la mesma figura que comienza el
significa que hay año debajo del número que les viene, ejemplo: este año es 5 calli
uiztli, 7 mázatl y xihuitl [1549], todos los meses deste año comienzan en calli con el
tilizados y pasaron número que le cabe en el caracol arriba, y hase de notar que así
como en la rueda de 52 figuras hace en 52 años por su curso
montemi la gente que lo mesmo hace la rueda de las 20 figuras que en 52 años
hace su curso mayor, porque debajo de un mesmo número no
el tiempo puesto será un mesmo día dentro de 52 años, salvo el año de bisiesto que
te,:11 algo en cierta en una figura hace dos días como abajo parecerá, el curso menor
'a del cuarto año hace en 260 días. a3
,solar. Esta corree­

.én complementaria
Para él, además de que los nombres de los años y días iniciales
Pero si los nemon­ de las veintenas son los mismos, el principio de los años coincide
nombre, contaban siempre con el primer día de enero. Esto, aparte de recordar en
alpohualli, en cam­ cierta forma los calendarios indígenas "congelados" que aún subsis­
, salvo para el mo­ ten en México, parece llevar la intención palmaria de conciliar, un
a manera, es decir, poco forzadamente, los cómputos indígena y cristiano e intercalar
sibles o continuaban así la corrección bisextil en el primero.
ngado también por En efecto, no obstante que Motolinía dice expresamente que los
indígenas anduvieron siempre confusos "por causa de no haber al­
nuevo nuestra ver­ canzado el bisexto",34 llega a concluir que todos los años de nombre
iores, se notará que técpatl son bisiestos (por la coincidencia absoluta de ambos calen­
efectuaba precisa­ darios, en su sistema), y que en ellos invariablemente se considera
dos, absolutamente doble el signo malinalli, con el número que le toque, puesto que
os, hombres y mu­ corresponde con el decimoquinto día de la tercera veintena de su
do que llegaban a sistema, es decir, con el 24 de febrero, víspera precisamente del
ha total. Con esto, bis sexto kalendas Martii del cómputo juliano. Lo cual demuestra
con certeza cómo que fue él, evidentemente, quien hizo los arreglos.
as últimas veinticua­ Veytía, en su interesantísimo estudio del calendario prehispánico,
que habla también de la corrección del cuarto año mediante la inter­
calación de un día doble, en cierta forma. A través de los muchos
esta
documentos a su alcance, don Mariano llega a convencerse de que
nera no muy clara, los indígenas anteriores a la Conquista utilizaban alguna manera de
~er "mes" del calen- bisiesto, pero advierte también que "son muy escasas y confusas las
noticias que nos dan del modo con que lo efectuaban, y se halla
len Augurios 'Y abusiones,
p L6pez Austin, México, alguna variedad entre los autores de dichos manuscritos en asignar
,. 220 p., ils. (Serie de
83 Ibídem, tabla frente a página 364. La paleografia me fue proporcionada
í
~imi1ar de la de 1903, amablemente por Roberto Moreno.
•+ 46 p., p. 48·53. 34 Ibidem, p. 53 .
90 ESTUDIOS DE CULTURA NÁaUATL EL BISIESTO NÁaUA'

el carácter del año en que se hacían ... " 3.5 Finalmente, siguiendo nando francamen
a la mayoría y a "los de mejor nota", declara que era en los años hualli.
ácatl en los que se hacía la corrección, que consistía en señalar "este No obstante, el
día más con el mismo jeroglífico y nombre del último del mes o de documentacióI
del último intercalar [o nemontemi], pero variando el número según tante el hecho dt
correspondía ... " 36 cuarto carácter áj
Conforme a estas dos variantes y tomando en cuenta que para en el signo oUin.
Veytia los nombres de los años y días iniciales son los mismos, la Un hecho más
corrección del año 4 ácatl (que por lo tanto sus veintenas acaban al finalizar el cm
siempre en malinalli), sería como sigue: 37 de origen prehisp
mación, que ama!:
En la última veintena En el último nemontemi Rojas, dice en su
Fin de veintena:

12
En los casos
13 } malinalli 12 malinalli último día del
el que se cuen'
Nemontemi: se cuenta como
así de 48 horas
1 ácatl 13 ácatl
2 océlotl 1 océlotl
3 cuauhtli 2 cuauhtli La cita es eloc,
4 cozcacuauhtli 3 cozcacuauhtli de que los mazate
4 } ollin consideren "largo"
5 ollin 5 también como en
Principio de año: nemontemi, que el
que ese hacer "b
6 técpatl 6 técpatl de diciembre, sea
que dijeron los inJ
Si se continúan los cálculos en este sentido, al cabo de 52 años del dia doble con
coincidirán puntualmente, tanto en número como en signo, anuales 48 horas el 26 dI
o diurnos, los calendarios solar y ritual (esto, si se olvida por un kindá-aun a partir
momento que el mínimo común múltiplo de 260 y 365.25 días, o años consideran sil
sea respectivamente la duración del tonalpohualli y del promedio del ras hasta diciembr
ciclo bisiesto, no es, desde luego, 18,980, que son los días incluidos ción del día 26.
en 52 ;!(;iuhpohualli o años de 365 días). Sin embargo, pese a que Volviendo al ID'
el mismo Veytía declara que la corrección no se practicaba en el gamiento o agran
calendario ritual,38 es evidente que al correr los numerales de los año, está igualmel
signos malinalli u oUin (en este caso del año ácatl), estaba trastor­
también a las pla:
tena, que lleva el
35 Mariano Veytía, Historia antigua de México, 2 v., México, Editorial Le­
yenda, 1944, p. 74. tera. Pero si el ala
36 Ibidem.
37 Ibídem, p. 75. 39 Ibídem, p. 75.
38 Ibídem, p. 74. 40 Villa Rojas, Lo
r
CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 91

nando francamente la secuencia natural e inalterable del tonalpo­


e era en los años hualli.
'a en señalar "este No obstante, el propio Veytia guarda ciertas dudas por la falta
último del mes o de documentación y por lo tanto sólo concluye que es una cons­
el número según tante el hecho de que el bisiesto lo formaban "al fin del año del
cuarto carácter ácatl, y que éste, con sus cinco intercalares, fenece
cuenta que para en el signo oUin .. . " 39
n los mismos, la U n hecho más que habla de la existencia del día de 48 horas
veintenas acaban al finalizar el cuarto año, se encuentra en el cómputo calendárico
de origen prehispánico aún en uso entre los mazatecos. La infor­
mación, que amablemente nos fue dada en detalle por Alfonso Villa
emontemi Rojas, dice en su parte medular lo siguiente:

En los casos de años bisiestos se hace el ajuste duplicando el


último día del mes kindá-cajan [decimoctava veintena], o sea,
el que se cuenta del 7 al 26 de diciembre; cuando ocurre esto,
se cuenta como "largo" el último día de ese mes, el cual resulta
así de 48 horas. 4o

La cita es elocuente por sí sola, pero conviene resaltar el hecho


1
de que los mazatecos, con clara herencia mexica, durante el bisiesto
auhtIi
consideren "largo" el último día de su último mes y luego agreguen,
también como en tiempos precolombinos, los cinco días vanos o
nemontemi, que ellos llaman kindá-aun. Y es sumamente significativo
que ese hacer "largo" el último día denominado, es decir el 26
de diciembre, sea idéntico al mohueíchihua ("se hace grande"),
que dijeron los informantes a Sahagún; y también lo es el cómputo
cabo de 52 años del día doble considerado como unidad, que equivale a tomar de
en signo, anuales 48 horas ~l 26 de diciembre, para luego contar los nemontemi o
i se olvida por un kindá-aun a partir del 27 del mismo mes. Por lo tanto, cada cuatro
O y 365.25 días, o años consideran siempre a febrero de 28 días, adelantándose 24 ho­
y del promedio del ras hasta diciembre en que se igualan al perderlas por la duplica­
n los días incluidos ción del día 26.
bargo, pese a que Volviendo al mundo prehispánico, debe recordarse que ese alar­
se practicaba en el gamiento o agrandamiento de Izcalli, postrer veintena del cuarto
s numerales de los año, está igualmente implícito en el rito de estirar a los niños y
atl), estaba trastor- también a las plantas, así como en el nombre mismo de la vein­
tena, que lleva el sentido de crecer, avivar, vivificar, retoñar, etcé­
tera. Pero si el alargamiento del año se llevaba a cabo en el último

lll) Ibídem, p. 75.

40 Villa Rojas, Los mazatecos ... , p. 93.

92 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUA'l'L EL BISIESTO NÁHUA'

día de Izcalli, falta aún determinar cuál de los cuatro años del Por su parte, I
sistema calendárico mexica, callí, tochtli, ácatl o técpatl, era el que
hacía las veces del bisiesto juliano. Auh ca hue! icua
Para resolver este problema se hará uso de la correlación entre laque inic calaqui
pan Mexico in es,
los calendarios juliano y mexicano, a través de tres fechas que fijan oc ipantili ce acatj
otros tantos sucesos decisivos de la conquista de México: el arribo pohualli, iz cemilt
de Cortés a Tenochtitlan, la batalla de la "noche triste" y la caída de iz ce acatl auh z
México.u ipantili in xiuhtla
La fecha de la caída de México fue establecida plenamente tanto yehuatl iz ce ac;
ipan tlamatlactetiI
por conquistadores como por conquistados y por lo pronto no nos tia ilhuitl quecholl
detendremos en ella. Con Caso,42 estamos de acuerdo en que toda lathuic ye icuac in
correlación debe partir necesariamente de la fórmula: in quecholli ipan «
milhui tonalpohuall
3 calli 1 cóatl 13 agosto de 1521

Por lo que respecta a la fecha de la entrada de los españoles a


Tenochtitlan, Cortés y Bernal Díaz concuerdan en que correspondió En los Anales d
con el 8 de noviembre de 1519.43 Sin embargo, las crónicas indíge­ 1 ácatl (1519) ...
nas no son uniformes en todos sus datos, como se aprecia en las y luego vino
notas que siguen. en un signo de
Los informantes indígenas de Sahagún dijeron que cuando llega. Por último, Ch
ron los españoles fue: otras tantas versio
tenochea:
Ipan ce hecatl in cemilhuitlapo­ En [el signo] 1 ehécatl de la cuen­
hualli: auh in xiuhtonalli ce acatl, ta de los días, y en el signo anual
oc muztla tlamatlaetiz Quecholli: 1 ácatl, en vísperas de ser e! dé­
auh in cemilhuitique ume calli: cimo [día] de Quecholli. Y cuan­ Auh in ipan ae
hue! icuac in tlamatlactli que­ do permanecieron todo e! día 2 metztlapohualli QUI
cholli: auh in oacic tlami que­ calli fue entonces precisamente e! matlaquilhuitl tzon,
eholli in huel ilhuitl: niman ye 10 de Quecholli. Y cuando llegó cholli, niman ye
ic quihualtoquilia in Panquetza­ el fin de QuechoIli [cuando fue] di. .. 47
liztli ... 44 precisamente su fiesta, inmediata­
mente le viene a seguir [la vein­
tena de] Panquetzaliztli ... 45 Cristóbal del C.
Juárez, Editorial Eral
46 Anales de Tlate
41 Son las mismas que utiliza el doctor Caso para estudiar la correspon­
Códice de Tlatelolco,
dencia de un día en ambos calendarios (Caso, Los calendarios ... , p. 47-57).
les e interpretación e
42 Véase Caso, op. cit., p. 47-50. brerÍa Robredo, 1948,
43 Hemán Cortés, Cartas de relación, nota preliminar de Manuel Alcalá, México, 2), p. 62. L.
México, Editorial Porrúa, 1960, 266 p., ils. (Colección "Sepan cuantos ... " K., en Sahagún, op. e
7), p. 56; Bernal Diaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de 47 Chimalpain, Re,
la Nueva España, introducción y notas de Joaquin Ramírez Cabañas, México, Geschichte México'.,
Editorial Porrúa, 1960, xxxiii + 648 p., ils., p. 150. 1615), Aztekischer Te
44 C. Florentino, lib. Xli, cap. 27, p. 76. Cram, de Gruyter & t
lo CULTURA NÁHUA'l'L EL BISIESTO NÁHUATL 93

• cuatro años del Por su parte, Cristóbal del Castillo dejó dicho lo siguiente:
técpatl, era el que
Auh ca huel icuac acachto hua­ y es verdad que cuando prime­
laque inic calaquico in huei tec­ ramente vinieron, así que vinie­
~ correlación entre pan MexÍco in españoles ca huel ron a entrar al gran palacio de
es fechas que fijan oc ipantili ce acatl iz cemilhuitla­ México los españoles, en verdad
:México: el arribo pohualli, iz cemilhuitonalpohualli que aún se encontraba 1 ácatl
lriste" y la caída de iz ce acatl auh zan no huel oc aquí, en la cuenta de los dias,
ipantili in xiuhtlapohualli zanno aquí en la cuenta de los destinos
r yehuatl iz ce acatl, oc moztla está 1 ácatl. Y también se encon­
• plenamente tanto ipan tlamatlactetiliz in quitocayo­ traba en la cuenta de los años
i lo pronto no nos tia ilhuitl quecholli auh in ohual­ él mismo, el [signo] 1 ácatl. Al
~erdo en que toda lathuic ye icuac in otlamatlactetili día siguiente sería el [día] diez,
in quecholli ipan ome calli iz ce­ al que llamaban fiesta de Que­
nula: milhuitonalpohualli.4ó cholli. Y cuando vino a amane­
cer, ya cuando fue el décimo [día]
121 de Quecholli, en [el signo] 2 calti
está la cuenta de los destinos.
:de los españoles a
~ que correspondió En los Anales de Tlatelolco se refiere que Cortés llegó en el año
las crónicas indíge­ 1 ácatl (1519) ...
f se aprecia en las y luego vino a llegar hasta Tenochtitlan. Llegó en Quecholli,
f en un signo de día 8 ehécatl. 46
!que cuando llega. Por último, Chimalpain, en tres de sus relaciones, proporciona
otras tantas versiones de la entrada de los españoles a la ciudad
tenochca:

la. relación:
Auh in ipan acico in yuhqui y cuando vlmeron a llegar, se­
metztlapohualli Quecholli; oquiuh gún la cuenta de los "meses" era
matlaquilhuitl tzonquizaz in Que­ Quecholli. Diez días después aca­
cholli, niman ye Panquetzaliz­ bará Quecholli; luego Panquetza­
di. .. 47 liztli ...

vem­ 45 Cristóbal del Castillo, Historia de los mexicanos (fragmentos), Ciudad


Juárez, Editorial Erandi, 1966, 107 p., p. 74.
46 Anales de Tlatelolco. Unos anales hist6ricos de la naci6n mexicana y
....'tllrtlar la correspon­ Códice de Tlatelolco, versión y notas de Heinrich Berlin, resumen de los ana­
... , p. 47-57). les e interpretación del códice por Robert H. Barlow, México, Antigua Li­
brería Robredo, 1948, xxiii + 128 p., ils. facs. (Fuentes para la Historia de
México, 2), p. 62. La versión que aquí aparece es la de Ángel Ma. Garibay
"Sepan cuantos ..• " K., en Sahagún, op. cit., t. 4, p. 169.
de la conquista de 47 Chimalpain, Relaciones, f. 3v, en Die Relationen Chimalpahin's zur
Cabañas, México, Geschichte México's, Teil 2: Das Jahrhundert nach der Conquista (1522­
1615), Aztekischer Text herausgegeben von Günter Zirnmermann, Hamburg,
Cram, de Gruyter & Co., 1965, vi + 207 p., p. 168.
94 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUA':

3a. relación: Ahora bien, sigt


1 acatl xihuitl 1519 años. nican Año 1 ácatl, 1519. En este tiem­ el 13 de agosto de
ipan inin ohuacÍco marques del po vino a llegar el marqués del 645 días, incluyen
valle in Don fernando cortes ye Valle, don Fernando Cortés, en Haciendo algo
omoteneuh ipan ce acatl Xihuitl. el ya nombrado año 1 ácatl, en el trocediendo en el
ipan cemilhuitlapohualli ce he­ signo de la cuenta diurna 1 ehé­
agosto de 1521), II
catI ... catl. ..
de los días, debía
Auh ipan metztli quecholli auh y en el mes de Quecholli y en el que, de acuerdo o
in cemilhuitlapohualli ye omote­ signo de la cuenta diurna que ya Sin embargo, el d
neuh ce hecatl in ipan calacque se dijo, 1 ehécatl, en este tiempo registrado tanto el
españoles in itecpanchan in Mo­ entraron los españoles a la mora­
teuhczomatzin oncan quitlamique da palaciega de Moctezuma, allí lación de Chimalr
in quecholli niman panquetzaliz­ terminaron Quecholli. Luego Pan­ pese a que dos d
tli ... 48 quetzaliztli ... 2 calli, no es posib
de ser así alargarh
7a. relación: Es probable que
Después de esto llegó a México Tenochtitlan el capitán general de dos inicios de e
Hernando Cortés... en el día que llevaba por signo 8-Viento y puede abordarse.
según la antigua forma de contar los meses del año, fue en el Queda entonces
noveno día del mes de quecholli. 49 veno de Quecholli,
Con los datos anteriores puede formarse el cuadro siguiente: que aunque dos fl
conquista en vez d
_ M_ _ _ _ _ _ _
Año Día Veintena El doctor Caso
Informantes entre los aztecas e
de Sahagún 1 ácatl 1 ehécatl 90. de Quecholli ende el 8 de novie
C. del Castíllo 1 ácatl 1 ácatl * 90. de Quecholli
A. de Tlatelolco 1 ácatl 8 ehécatl Quecholli catl. 52 Sin embargc
Chimalpain, la. 1 ácatl 100. de 'Quecholli taban y aún cuent
Chimalpain, 3a. 1 ácatl 1 ehécatl Quecholli otros, como Méxicc
Chimalpain, 7a. 1 ácatl 8 ehécatl 90. de Quecholli
Aubin, 1576 50 1 ácatl 90. de Quecholli En la versión ca!
del baño ritual ent
'* Error manifiesto puesto que el mismo C. del Castillo dice que el siguiente
día fue 2 callí (vid. supra). se afirma lo siguiel
y ellos, los lec
Chimalpain, Diferentes historias originales, f. 115r, en Das Memorial
48
breve acerca de la fundaci6n de la ciudad de Culhuacán, und weitere aus a qué hora exac
gewiihlte Teile aus den Diferentes historias originales (Ms. Mexicain No. 74, media noche, le :
Paris), aztekischer Text mit deutscher übersetzung von Walter Lehmann und pasado; y si nací
Gerd Kutscher, Stuttgart, W. Kohlhammer Verlag, 1958, xxxix + 240 p., del signo de la (
p. 167-168. hendirse la noche
49 Chimalpain, Relaciones originales de Chaleo Amaquemecan, paleogra­
tia, traducción e introducción por S. Rendón, México, Fondo de Cultura 51 Caso, op. cit., p.
Económica, 1965, 365 p., p. 235. 52 Ibidem, p. 53. e
50 Historia de la nación mexicana, reproducción a todo color del Códice de son insuficientes, al me
1576 (Códice Aubin), edici6n, introducci6n, notas, índices, paleografia y tra­ Ramos, "Los calendar.
ducci6n directa del náhuatl, por Charles E. Dibble, Madrid, Ediciones José Náhuatl, v. VIII, Mm!
Porrúa Turanzas, 1963, 110 + 158 p. (Colecci6n Chimalistac, 16), p. 53. 63 Josefina Garcia
EL BISIESTO NÁHUATL 95
CULTURA NÁHUATL

Ahora bien, siguiendo a Caso,51 si contamos los días que hay entre
el 13 de agosto de 1521 y el 8 de noviembre de 1519, encontraremos
19. En este tiem­ 645 días, incluyendo las dos fechas.
el marqués del
Cortés, en Haciendo algo semejante en el calendario indígena, es decir, re­
año 1 ácatl, en el trocediendo en el tonalpohualli 645 días a partir del 1 cóatl (13 de
diurna 1 ehé- agosto de 1521), llegamos al día 7 cipactli que, según el curso natural
de los días, debía corresponder con el noveno día de Quecholli pero
Quecholli y en el que, de acuerdo con el cuadro de arriba, ninguna fuente menciona.
diurna que ya Sin embargo, el día que sigue a 7 cipactli es 8 ehécatl que sí fue
en este tiempo registrado tanto en los Anales de Tlatelolco como en la séptima re­
..,,,...,,,V"_" a la mora- lación de Chimalpain. El otro día que citan las fuentes, 1 ehécatl,
allí pese a que dos de ellas dan incluso el nombre del día siguiente,
2 calli, no es posible por ahora tomarlo en consideración puesto que
de ser así alargaría la cuenta en 20 días más.
Es probable que la diferencia de nombre se deba a la existencia
de dos inicios de cómputo anual, problema que por el momento no
el capitán general puede abordarse.
signo 8-Viento y
Queda entonces el problema de cuál día correspondió con el no­
del año, fue en el
veno de Quecholli, si el 7 cipactli que nadie menciona, o el 8 ehécatl,
que aunque dos fuentes lo citan, dista 644 días de la fecha de la
siguiente: conquista en vez de 645 que fija el curso natural de los días.
Veintena El doctor Caso resuelve esto apoyándose en la hipótesis de que
'entre los aztecas el día se contaba de mediodía a mediodía y por
90. de Quecholli ende el 8 de noviembre podía llamarse 7 cipactli y también 8 ehé­
90. de Quecholli catl. 52 Sin embargo, parece ser que aunque en algunos lugares con­
Quecholli
taban y aún cuentan de esta manera la duración de los días, en
100. de Quecholli
Quecholli otros, como México, no. De esto hablan algunas fuentes.
90. de Quecholli En la versión castellana que Josefina Carcía da de la descripción
90. de Quecholli
del baño ritual entre los nahuas y que toma del Códice Florentino,
dice que el siguiente se afirma lo siguiente:
y ellos, los lectores de los destinos, antes que nada preguntaban
a qué hora exacta había nacido la criatura. Si acaso antes de la
media noche, le aplicaban el signo de la cuenta del día que había
pasado; y si nacía pasada la media noche, lo consideraban dentro
del signo de la cuenta del día siguiente. Si nacía exactamente al
hendirse la noche, le atribuían el signo de ambos [días).53

51 Caso, op. cit., p. 52.


52 Ibidem, p. 53. Corno puede verse, las fuentes que utiliza el doctor Caso
son insuficientes, al menos para el grupo azteca. Véase también, César Lizardi
Ramos, "Los calendarios prehispánicos de Alfonso Caso", Estudios de Cultura
Náhuatl, v. VIII, México, 1969, p. 313-369, p. 348-349.
53 Josefina GarcÍa Quintana, "El baño ritual entre los nahuas, según el
96 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUAl

Otro testimonio del cambio de fecha a media noche se encuen­ Según el cuadn
tra en el fragmento de Cristóbal del Castillo arriba transcrito, en calli del año 2 tél
el que se dice claramente: "y cuando vino a amanecer, ya cuando quedarían de la s
fue el décimo día de. Quecholli ... " Por otra parte, de ser cierto
que los mexicanos contaban sus días de mediodía a mediodía, la 170. día de Izcalli:
180. día de Izcalli:
celebración del fuego nuevo carecería de sentido, ya que se veri­ 190. día de Izcalli:
ficaba a una hora en la que el sol no salía aún.¡)4 200. día de Izcalli:
Pero si los aztecas contaban sus días de media noche a media
noche, entonces el aparente error de las fuentes que dicen que Así pues, en tal
la llegada de Cortés ocurrió el 8 ehécatl -que dista 644 días de la nombres de días, e
fecha de la Conquista, en vez de 645, pero que corresponde al enero al 7 de febre
90. de Quecholli-, sólo puede explicarse considerando el día de Pero, ¿ por qué
48 horas al finalizar Izcalli, tal y como se muestra en el siguiente veintena del año t
cuadro. dentro del periodo
triunfo sobre Ten()(
DÍAS ma de las fechas m
AÑO ÁCATL de Sahagún referer
mexicas julianos
migos de los españ
la "noche triste".
90. Quecholli-8 ehécatl a 200. Quecholli-6 ácatl 12 12
(8 nov. 1519) (19 nov. 1519) Según los indígen
lo. Panquetzaliztli-7 océlotl a 200. Izcalli-8 ácatl 80 80 co un total de 235
(20 nov. 1519) (7 febo 1520) gos y 40 sus enemi~
10. Nemonterni-9 océlotl a 50. Nemonterni-13 técpatl 5 5
(8 febo 1520) (12 febo 1520)
AÑO 2 TÉCPATL AÑO 1 ÁCATL
lo. Atlcahualo-l quiáhuitl a 200. Títitl-2 técpatl 340 340
(13 febo 1520) (17 ene. 1521)
100. calli

10. Izcalli-3 quiáhuitl a 200. Izcalli-9 técpatl 20 21


(18 ene. 1521) (7 febo 1521) (9 nov. 1519)

lo. Nemontemi-l0 quiáhuitl a 50. Nemontemi-l calli 10. Panquetzaliztli-7 océlol


5 5
(8 febo 1521) (12 febo 1521) (20 nov. 1519)
10. Nemontemi-9 océlotl
AÑO 3 CALLI (8 febo 1520)
lo. Atlcahualo-2 cuetzpalin a 200. Tlaxochimaco-12 calli 180 180 AÑO 2 TÉCPATL
(13 febo 1521) (11 ago. 1521) 10. Atlcahualo-l quiáhuitl
lo. X6cotl huetzi-13 cuetzpalin a 200. X6cotl huetzi-l c6atl 2 2 (13 febo 1520)
(12 ago. 1521) (13 ago. 1521) 10. T6xcatl-3 quiáhuitl

(3 mayo 1520)

Total de días 644 645

200. T6xcatl-9 técpatl


(22 mayo 1520)
C6dice Florentino", Estudios de Cultura Náhuatl, v. VllI, México, 1969, p. 189­
213, p. 197. (Véase también la nota 1, en la p. 212.) - - _....- - - - - - ­
M Véase, por ejemplo, Sahagún, op. cit., lib. VII, t. II, p. 269 ss. 55 C. Florentino, lib. JI
EL BISIESTO NÁHUATL 97
CULTURA NÁHUATL

Según el cuadro anterior, los últimos días de la veintena de Iz­


calli del año 2 técpatl, en su correlación con el calendario juliano,
transcrito, en
quedarían de la siguiente manera:
baltle<:er, ya cuando 1¡
de ser cierto 170. día de Izcalli: 6 cuauhtli 3 febrero 1521
mediodía, la 180. día de Izcalli : 7 cozcacuauhtli 4 febrero 1521
190. día de Izcalli : 8 ollin 5 febrero 1521
que se ven-
200. día de Izcalli: ~9 técpatl 6 febrero 1521
9 técpatl 7 febrero 1521

Así pues, en tanto que en el tonalpohualli se cuentan sólo 20


nombres de días, en el calendario juliano han pasado 21, del 18 de
enero al 7 de febrero.
Pero, ¿ por qué asignar precisamente el día doble a la última
veintena del año técpatl y no a la del ácatl que también aparece
dentro del periodo comprendido entre la llegada de Cortés y su
triunfo sobre Tenochtitlan? La respuesta está en la correlación mis­
ma de las fechas mencionadas y a través del dato de los informantes
DÍAS
de Sahagún referente al número de días que fueron amigos y ene­
mexicas julianos migos de los españoles, desde que llegaron hasta su descalabro en
la "noche triste".
12 12 Según los indígenas informantes, los españoles estuvieron en Méxi­
co un total de 235 días, de los cuales 195 los consideraron sus amI­
= 80 80
gos y 40 sus enemigos,55 conforme al orden que sigue:
5 5
DÍAS
AÑO ÁCATL
mexicas julianos
340 340
100. Quecholli-9 calli a 200. Quecholli-6 ácatl 11 11
21
= 20 (9 nov. 1519)
lo. Panquetzaliztli-7 océlotl a
(19 nov. 1519)
200. Izcalli-8 ácatl 80 80
5 5 (20 nov. 1519) (7 febo 1520)
lo. Nemontemi-9 océlotl a 50. Nemontemi-13 técpatl 5 5
(8 febo 1520) (12 febo 1520)
AÑO 2 TÉCPATL
180 180
lo. Atlcahualo-l quiáhuitl a 200. Hueytozoztli-2 técpatl 80 80
(13 febo 1520) (2 mayo 1520)
2 2
lo. Tóxcatl-3 quiáhuitl a 190. Tóxcatl-B ollin 19 19
(3 mayo 1520) (30 jun. 1520)
644 645 195 195
200. Tóxcatl-9 técpatl a 190. Tecuilhuitontli-9 ollin 40 40
(22 mayo 1520) (21 mayo 1520)
Total de días 235 235
México, 1969, p. 189­
) 55 C. Florentino, lib. XII, p. 76.
t. JI, p. 269 ss.
98 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL
EL IIISmSTO NÁI

c;pactII 1 8 2 ~ 3 lO 4 I f .5 12 fJ 13 7
ehecatl ,2 ~ 3 Ito 4 .5 12 6 13 7
calli • ~ ~ 3 lO 4 11 .5 "
12 fJ 13 7 1 8
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10
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10
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10

12
11
12
no sería clara.
última veintena
" fI
"
TAIILA 1. El Tonalpohualli.
chihuaJ es deci
Izcalli en la ta
Habiendo fOl
como españoles,
decir, de 1 ác~
ese periodo qu
Como puede verse, el número de días dado por los informantes cuenta del tien
indígenas de Sahagún es rigurosamente exacto: mexicanos y espa­ occidental para
ñoles fueron amigos desde el décimo día de Quecholli, 9 calli o 9 de En la tabla:
noviembre de 1519, es decir, el primer día completo de estancia, tochtli o ácatl :
hasta el decimonoveno día de Tóxcatl, 8 ollin o 21 de mayo de del siguiente añ
1520. El día siguiente, o sea la fiesta de Tóxcatl, 9 técpatl o 22 febrero. Los añl
de mayo, no pudo ser considerado de amistad puesto que en él se el último día di
realizó la matanza ordenada por Alvarado. Ahora, si se cuenta desde año cristiano; lo
Como puede ve:
este día hasta el decimonoveno de Tecuilhuitontli, 9 ollin o 30 de ju­
ténninos genera
nio de 1520, se obtienen precisamente los 40 días mencionados de
intercala a su 1
enemistad dentro de Tenochtitlan. En este último día -30 de junio
común. De tal .
o 9 ollin-, Cortés inicia la retirada de la ciudad a la media no­
che y por lo tanto, el siguiente día -fiesta de Tecuilhuitontli, 10 66 Empero, el e
técpatl o 1 de julio--, no pudo ser tomado en cuenta como de exactos (Caso, o/
enemistad puesto que la evacuaci6n de los invasores estaba consu­ 338-339.
67 C. Florentin,
~TURA NÁHUATL EL BISIESTO NÁHUATL 99

12 8 13
13 7 1 ,
7

1 8 2
"
2 3
" ..
la
10
11
.." " .5 12
.5 12 6 13
8 13 7 1
7 1 8 2 Figura 5. Los Nemontemi de la lámina 13 del

.. "
..

8 2 9 3 C6dice Telleriano-Remensis, con el enigmático glifo


913 la fuera del cuadrete. ¿ Representará acaso el día ex­
traordinario de 1zcalli?
lO 5
5 12 1$
"

'3
, ,
, ,

12 1$ U 7 mada ya para las primeras horas del mismo;~ los mexicanos habían
7 derrotado a los españoles y pensaron que jamás retornarÍan.1i7
2 9 Como se ve, si se agregara el día de 48 horas a Izcalli del año
2 3 lO ácatl, las cuentas aumentarían un día y la correspondencia de- fechas

"" "
4 la no sería clara. Luego debe concluirse que es el último día de la
I;f. 5 12 última veintena de los años técpatl el que se hace grande, mohuei­
"
.5 12 6 13 chihua, es decir, el que aumenta su tamaño. (Véase el final de
Izcalli en la tabla 2).
Habiendo formado, con estricto apego a las fuentes tanto nahuas
como españoles, la correspondencia entre los años 1519 a 1521, es
decir, de 1 ácatl a 3 calli, y tomando en cuenta además que en
ese periodo qued6 incluida la singular corrección indígena de la
los informantes cuenta del tiempo, se puede entonces lograr la correlación azteca­
:xicanos y espa­ occidental para cualquier otro año.
ti, 9 calli o 9 de En la tabla 2 se muestra que las 18 veintenas de los años calli,
tochtli o ácatl abarcan del 13 de febrero al 7 del mismo mes pero
eto de estancia,
del siguiente año cristiano; los días nemontemi van del 8 al 12 de
21 de mayo de
febrero. Los años técpatl se inician también el 13 de febrero, pero
9 técpatl o 22 el último día de IzcaIli abarca el 6 y el 7 de febrero del siguiente
ita que en él se
año cristiano; los nemontemi corren asimismo del 8 al 12 de febrero.
se cuenta desde Como puede verse, a pesar de que los años técpatl corresponden en
'Jllin o 30 de ju­ términos generales con los años bisiestos occidentales, el día que se
mencionados de intercala a su última veintena pertenece ya plenamente a un año
a ~30 de junio común. De tal modo, aunque el año bisiesto de 1520, por ejemplo.
a la media no­
cuilhuitontli, 10 116 Empero, el doctor Caso opina que los datos de los informantes son in­
uenta como de exactos (Caso, op. cit., p. 54-55). Véase también, Lizardi Ramos, op. cit.,
338-339.
s estaba consu- 117 C. Florentino, lib. 12, p. 76.
100 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL

correspondió con el 2 técpatl, el último día de éste, que fue cuando


se hizo la intercalación, cayó a 6 y 7 de febrero de 1521, año común.
Ahora, para facilitar la formación de cualesquier años aztecas y
su correlación con el calendario cristiano pongo a continuación estas
dos reglas sencillas.
1a. regla. Para determinar la correlación indígena de cualquier
año occidental, debe dividirse este último entre 13 y 4 sucesivamente.
De la división entre 13 resulta el numeral del año indígena que
es igual al residuo más 3. Si el residuo fuese 11 ó 12, el numeral
será igual a la cifra de las unidades de esas mismas cantidades, es
decir, 1 ó 2. Por ejemplo:

1521--;-13=117+ O Numeral indígena: 0+3= 3


1518 --;- 13= 116 + 10 Numeral indígena: 10 + 3 = 13
1507 --;- 13= 115 + 12 Numeral indígena: 12 + 3 (12-13-1-2) = 2

De la división entre 4 resulta el glifo del año azteca, según el


residuo que se obtenga:

SI el residuo es O, el año es de signo técpatl

SI el residuo es 1, el año es de signo calli

SI el residuo es 2, el año es de signo tochtli

si el residuo es 3, el año es de signo ácatl

Por ejemplo:

1524 --;- 4 = 381 + O luego su signo es técpatl

1473 --;- 4 = 368 + 1 luego su signo es calli

1590 --;- 4 = 397 + 2 luego su signo es tochtli

1507 --;- 4= 376 + :¡ luego su sIgno es ácatl

Estos resultados, o cualesquiera otros que quieran encontrarse,58


pueden verificarse en las extensas tablas de Orozco y Berra,59 y en
las de Caso.60

58 Por supuesto que para años anteriores a nuestra era deberá seguirse otro
procedimiento que, como otros axiomas y corolarios de la cronología indígena,
no corresponden precisamente con el carácter de este trabajo.
59 Manuel Orozco y Berra, HistoTia antigua y de la conquista de México,
4 V., estudio previo de Ángel Ma. Garibay K., biografía del autor y tres
bibliografías referentes al mismo, por Miguel León-Portilla, México, Editorial
Porrúa, 1960 (Biblioteca Porrúa, 17-20), t. II, p. 92-104.
60 Caso, op. cit., cuadro xv.
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EL lUSmSTO NÁHUATL 101

2a. regla. Para determinar el día inicial de los años indígenas basta
con tomar el signo que sigue al del año y como numeral, el ante­
rior del que lleva el año. 6l

Por ejemplo, los años:

3 calli principian en 2 cuetzpalin


1 tochtli principian en 13 atl
2 ácatl principian en 1 océlotl
13 técpatl principian en 12 quiáhuitl

Para poner fin a este trabajo debía darse, como es lógico, la


comprobación práctica del sistema propuesto, a través de una serie
de fechas indígenas con sus correlativas julianas; pero para ello sería
menester la existencia de fechamiento del tipo dado al tiempo de
la Conquista, es decir, realizados sincrónica e independientemente
en los calendarios mexica y español, los cuales, infortunadamente
no se han encontrado aún.
Existen, eso sí, correlaciones dadas por un mismo autor pero que
al cabo de un breve análisis descubren su inexactitud. Tal es el caso
de Tezozómoc, por ejemplo, quien en su Crónica mexicáyotl pone,
entre otras, doce fechas indígenas y cristianas correlacionadas, refe­
rentes a la entronización o muerte de tlatoque mexicas ;62 empero,
ninguna de esas correlaciones resiste la comprobación por medio de
cualquier sistema que tenga por base la cronología de la Conquista.
Además, es curioso que en' tanto se habla de acontecimientos de
la Conquista hacia atrás, el autor proporciona fechas más completas
(con mes o día), que las que da para sucesos de la Colonia, más
cercanos a él, para las que apunta sólo el nombre del año. Esto
ocurre generalmente con las más de las fechas que asientan los de­
más cronistas, indios o hispanos.
Suele suceder también que, a pesar de que algunas de las corre­
laciones dadas por determinada fuente pueden confirmarse con más
o menos precisión, otras que aparecen en la misma obra no resis­
ten ninguna crítica. Evidentemente esto no se debe a que el cronis-

Gl Es una derivación de la que da Caso (op. cit., p. 59); empero, siendo


que este investigador inicia los años en Izcalli, en vez de Atlcahualo, su regla
resulta evidentemente más complicada.
62 Hernando Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicáyotl, paleografía y versión
al español de Adrián León, México, Universidad Nacional Autónoma de Méxi­
co, Instituto de Historia, 1949, xxvii+ 189 p., p. 59, 89, 98, 108, 110, 114,
142, 159, 160 Y 163.
102 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL
EL BISIESTO NÁHU~

ta, indio o español, ignorara el funcionamiento de su propio calen­ Becerra, Marcos :


dario, sino a que su conocimiento del ajeno era endeble y por lo parativo entre
mismo insuficiente para correlacionarlos. nahoa, s.1.. s.e.,
De tal manera, los redactores indígenas del tiempo de la Con­ Caso, Alfonso, El
quista estaban tan capacitados para determinar una fecha en su Económica, 19~
- - - , Los cale"
propio sistema, como también los españoles en el suyo juliano. Más Autónoma de ~
adelante, ni 'los unos ni los otros lograron entender cabalmente el 266 p., iIs. (Se,
calendario ajeno. Los vencidos, sobre todo, se vieron constreñidos Castillo, Cristóbal
a manejar un sistema cronol6gico enteramente distinto al suyo y lo dad Juárez, Ed
que es peor, mucho más complicado por sus periodos irregulares de Chimalpain Cuau
Memorial brevi
28, 29, 30 Y 31 días, lo que debi6 confundirlos sobremanera si se und weitere au
piensa en la rigurosa armonía del tonalpohualli y del xiuhpohualli, nales (Ms. Me>.
o de ambos combinados. übersetzung vo
Desde luego, mientras más alejados de la Conquista, y por lo tanto W. Kohlhamm~
más integrados a la cultura occidental, mayor fue la desarticulación - - - , Die Rela¡
de los cronistas indígenas en cuanto al modo antiguo de medir el 2: Das Jahrhw
Text herausgeg
tiempo. En cambio, los fechamientos indígenas del tiempo de la de Gruyter & (
caída de México. o anteriores, deben considerarse calculados por - - - , Relacione
personas realmente conocedoras de su calendario y por ende, que traducción e in
era remoto que incurrieran frecuentemente en error, como se ha Garibay K., Mi
asegurado algunas veces.M Insisto, el indígena que fechó la primera iIs.
estancia de Cortés, la masacre de Alvarado o la toma de Tenochti­ Códice Florentino
Cortés, Hernán. ¿
dan, estuvo tan seguro de su sistema como seguros del suyo estuvie­
calá, México, Ee
ron los propios conquistadores cronistas. Entonces, las únicas fechas "Sepan cuantos
confiables, tanto indígenas como cristianas, susceptibles de correla­ Díaz del Castillo,
cionar, son hasta ahora las contenidas en el periodo de 1519 a 1521, Nueva España,
de 1 ácatl a 3 calli; y por ello se tomaron como base para este México, Editori
estudio, tal y como las dieron los cronistas hispanos e indios, sin "Sepan cuantos
Durán, Fray Diegl
añadidos ni enmiendas. de Tierra Firm.
Infortunadamente, la confirmación de cualquiera de los sistemas Editora Nacioru
no será posible en tanto no se realicen más estudios pormenorizados Florentine Codex.
de las fuentes y se localicen nuevos datos. lated from the .
Charles E. Dibl
New Mexico, Tl
sity oí Utah, 19
OBRAS CITADAS
García Quintana,
Anales de Tlatelolco. Unos annales históricos de la nación mexicana el Códice Floren
y Códice de Tlatelolco, versión y notas de Heinrich Berlin, resumen 1969, p. 189-213
de los anales e interpretación del códice por Robert H. Barlow, Historia de la naci
México, Antigua Librería Robredo, 1948, xxiii +
128 p., ils., faes. de 1576 (Códici
(Fuentes para la historia de México, 2). leografía y tradl
Madrid, EdicioI
68 Por ejemplo, Caso, op. cit., p. 49-55 passim. (Colección Chin
CULTURA NÁa:l,;ATL EL BISIESTO NÁa:UATL 103

su propio calen­ Becerra, Marcos E., El antiguo calendario chiapaneco. Estudio com­
endeble y por lo parativo entre éste y los calendarios precoloniales maya, quiché y
nahoa, s.1., s.e., 1933, 76 p., ils., tabl.
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empo de la Con­ Económica, 1962, 125 p., ils.
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suyo juliano. Más Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1967,
er cabalmente el 266 p., ils. (Serie de Cultura Náhuatl, Monografías: 6).
•eron constreñidos Castillo, Cristóbal del, Historia de los mexicanos (fragmentos), Ciu­
dad Juárez, Editorial Erandi, 1966, 107 p.
'nto al suyo y lo
Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo de San Antón Muñón, Das
os irregulares de Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacán,
sobremanera si se
r del xiuhpohuallí,
und weitere aus gewahlte Teile aus den Diferentes historias origi­
nales (Ms. Mexicain No. 74, Paris). aztekischer Text mit deutscher
übersetzung von Walter Lehmann und Gerd Kutscher, Stuttgart,
+
W. Kohlhamrner Verlag, 1958, xxxix 240 p.

~
ta, y por lo tanto
- - - , Die Relationen Chimalpahin's zur Geschichte México's, Teil
la desarticulación 2: Das Jahrhundert nach der Conquista (1522-1615), Aztekischer
tiguo de medir el Text herausgegeben von Günter Zimmermann, Hamburg, Cram,
~ del tiempo de la de Gruyter & Co., 1965. vi 207 p.
~e calculados por - - - , Relaciones originales de Chalco Amaquemecan~ paleografía,
b y por ende, que traducción e introducción por S. Rendón, prefacio de Angel Ma.
¡error, como se ha Garibay K., México, Fondo de Cultura Económica, 1965, 365 p.,
ils.

~
e fechó la primera
Códice Florentino, véase Florentine Codex.
toma de Tenochti­ Cortés, Hernán, Cartas de relación, nota preliminar de Manuel Al­
s del suyo estuvie­ +
calá, México, Editorial POITÚa, 1960, xxiii 266 p., ils. (Colección

~
las únicas fechas "Sepan cuantos ... ", 7).
ptibles de correla­ Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera de la conquista de la
Nueva España, introducción y notas de Joaquín RamÍrez Cabañas,
o de 1519 a 1521,
pmo base para este
+
México, Editorial Porrúa, 1960, xxxiii 648 p., ils. (Colección
"Sepan cuantos ... ", 5).
rnos e indios, sin Durán, Fray Diego, Historia de las Indias de Nueva España y Islas
de Tierra Firme, 2 v. y atlas, ed. de José F. Ramírez, México,
lera de los sistemas Editora Nacional, 1951.
~ios pormenorizados Florentine Codex. General History of the Things of New Spain, trans­
lated from the Aztec into English, with notes and illustrations by
•f Charles E. Dibble and Arthur J. O. Anderson, 11 v., Santa Fe,
New Mexico, The School of American Research and The Univer­
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García Quintana, Josefina, "El baño ritual entre los nahuas, según
el Códice Florentino", Estudios de Cultura N áhuatl, v. VIII, México,
·ra nación mexicana 1969, p. 189-213 .
.ch Berlín, resumen
Robert H. Barlow, Historia de la nación mexicana, reproducción a todo color del Códice
+
128 p., iIs., facs. de 1576 (Códice Aubin), edición, introducción, notas, índices, pa­
leografía y traducción directa del náhuatl por Charles E. Dibble,
Madrid, Ediciones José Porrúa Turanzas, 1963, 110 158 p.
(Colección Chirnalistac, 16).
104 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL

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4 v., estudio previo de Ángel Ma. Garibay K., biografía del autor Si se atribuye :
y tres bibliografías referentes al mismo, por Miguel León-Portilla, cies metálicas aCl
México, Editorial Porrúa, 1960 (Biblioteca POITÚa, 17, 18, 19 Y20). aserción de Zurit
Paso y Troncoso, Francisco del, Papeles de Nueva España, Segunda que introdujeron
serie, Geografía y estadística, publicados de orden y con fondos del buenas a primen
gobierno mexicano por ... , V. IV, v, VI y vn, Madrid, Est. Tipográ­
fico Sucesores de Rivadeneyra, 1905-1906. embargo, esta au
Sahagún, Fray Bernardino de, Historia general de las cosas de Nueva comerciales a los
España, 4 v., edición preparada por Ángel Ma. Garibay K., México, quienes, desde la
Editorial Porma, 1956 (Biblioteca Porma, 8, 9, 10 y 11). vincias lejanas dI
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de sus poblafones, a
jes", enWalter S. Miller, Cuentos mixes, p. 1-68.
uillosas de la mesme
torial Chávez Hayhe
3 Anáhuac, país (
situado en la costa
tuado en la costa d.
4 Xoconochco, "h
situado en el sur de

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