Este documento resume las teorías de Freud sobre el desarrollo psicosexual infantil y las organizaciones sexuales. Explica que la sexualidad infantil carece de centramiento y es polimorfa, con diversas pulsiones parciales buscando placer de forma independiente. Identifica etapas orales, anales y fálicas antes del primado genital en la pubertad. Describe cómo la primera elección de objeto es la madre en la etapa edípica, requiriendo prohibiciones para evitar el incesto.
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Este documento resume las teorías de Freud sobre el desarrollo psicosexual infantil y las organizaciones sexuales. Explica que la sexualidad infantil carece de centramiento y es polimorfa, con diversas pulsiones parciales buscando placer de forma independiente. Identifica etapas orales, anales y fálicas antes del primado genital en la pubertad. Describe cómo la primera elección de objeto es la madre en la etapa edípica, requiriendo prohibiciones para evitar el incesto.
Este documento resume las teorías de Freud sobre el desarrollo psicosexual infantil y las organizaciones sexuales. Explica que la sexualidad infantil carece de centramiento y es polimorfa, con diversas pulsiones parciales buscando placer de forma independiente. Identifica etapas orales, anales y fálicas antes del primado genital en la pubertad. Describe cómo la primera elección de objeto es la madre en la etapa edípica, requiriendo prohibiciones para evitar el incesto.
Este documento resume las teorías de Freud sobre el desarrollo psicosexual infantil y las organizaciones sexuales. Explica que la sexualidad infantil carece de centramiento y es polimorfa, con diversas pulsiones parciales buscando placer de forma independiente. Identifica etapas orales, anales y fálicas antes del primado genital en la pubertad. Describe cómo la primera elección de objeto es la madre en la etapa edípica, requiriendo prohibiciones para evitar el incesto.
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CONFERENCIA 21
DESARROLLO LIBIDINAL Y ORGANIZACIONES SEXUALES
Las perversiones en los adultos son fenómenos de la vida sexual.
Sexualidad y reproducción no coindicen todos ellos desmienten la meta de la reproducción. Debemos admitir algo sexual que no es genital ni que tiene que ver con la reproducción.
Por mas que se le contraponga a la practica perversa la practica
sexual normal se comporta con rasgos perversos. El beso es un acto perverso, consiste en la unión de dos zonas bucales enrogenas en lugar de dos genitales y cuando es muy intenso termina en la descarga genital y el orgasmo.
Para algunos mirar y palpar son condiciones de goce sexual, otro
muerde y pellizca y el estado de excitación en los amantes no siempre es provocado por los genitales, sino por otra región corporal de objeto.
Lo esencial en las perversiones no consiste en la trasgresión de la
meta sexual ni en la sustitución de los genitales, ni en la variación de objeto sino que las desviaciones se consuman de manera exclusiva. Fijeza.
La sexualidad perversa esta centrada, una pulsión parcial tiene la
primacia y todas las acciones presionan hacia una única meta. La diferencia entre la sexualidad perversa y la normal es la diversidad de las pulsiones sexuales dominantes y las metas sexuales.
Por otro lado, la sexualidad infantil carece de centramiento y
organización y sus diversas pulsiones parciales persiguen por cuenta propia el logro del placer.
Ambas sexualidades, perversa y normal, nacieron de lo infantil. El
infantilismo de la vida sexual se produce en aquellos en que numerosas pulsiones parciales han persistido en sus metas.
En las practicas perversas y en los síntomas histéricos los
fenómenos de estimulos que son propios de los genitales se desplazan a otras regiones del cuerpo alejadas de estos. Ya desde el tercer año de vida el niño empieza a excitar sus genitales y quizá sobreventa un periodo de excitación infantil. Los niños entre 3 y 8 años han aprendido a ocultar los propósitos sensuales de su ternura.
Desde los ocho años de vida se observa una detención y retroceso
en el desarrollo sexual, el periodo de latencia, las vivencias son victimas de la amnesia infantil. Los comienzos de la vida sexual contenidos en ella le proporcionan el motivo de ese olvido, resultado de la represión.
La sexualidad muestra semejanza con la del adulto pero se
diferencia de esta por la falta de organización bajo el primado de los genitales, los rasgos perversos y la menor intensidad de la aspiración en su conjunto, hablamos de sexualidad perversa polimorfa.
El primado de los genitales se prepara en la primera época infantil,
anterior al periodo de latencia y se organiza a partir de la pubertad. En esta prehistoria hay una organización pregenital.
Se situan en primer plano las pulsiones sádico anales, la oposición
masculino femenino no desempeña ningún papel y ocupa su lugar la oposición activo pasivo.
Lo que nos parece masculino en esta fase es expresión de
apoderamiento que desborda hacia lo cruel. Aspiraciones de la meta pasiva se anudan a la zona erógena del orifico anal.
En esta fase las pulsiones parciales no coinciden en un solo objeto.
La organización sádico anal precede a la fase del primado de los genitales, luego Freud agrego una fase fálica entre la sádico anal y la genital.
Por detrás de la fase sádico anal se encuentra una etapa de
organización oral ya que la zona erógena que desempeña el papel principal es la boca y la practica sexual es el chupeteo.
El primer objeto de los componentes orales de la pulsión sexual es
el pecho materno, que satisface la nutrición del lactante. Luego el objeto se abandona y se sustituye por una parte del propio cuerpo. La pulsión oral se vuelve autoerotica. El resto del desarrollo tiene dos metas: permutar el objeto situado en el propio cuerpo por un objeto ajeno y unificar los objetos de las pulsiones parciales en un objeto único, que solo puede lograrse cuando dicho objeto es un cuerpo parecido al propio.
En la infancia, antes del periodo de latencia, el objeto hallado es
casi idéntico al primer objeto de la pulsión oral, no es el pecho sino la madre el primer objeto de amor.
Esta elección de la madre como objeto de amor se anuda al
complejo de Edipo.
La primera elección de objeto es incestuosa, el niño se dirige a la
madre y se necesitan prohibiciones para que no se haga realidad esa inclinación infantil.
Entre los pueblos primitivos los ritos de la pubertad tiene el sentido
de cancelar el vinculo incestuoso con la madre y de reconciliarlo con el padre. El incesto con la madre y el parricidio son los crímenes de Edipo.
En la época de la pubertad, cuando la pulsión sexual plantea sus
exigencias con toda su fuerza, los viejos objetos incestuosos son retomados e investidos libidinalmente.
La elección infantil de objeto es preludio de la elección de objeto de
la pubertad. Se despliegan procesos afectivos intensos que siguen el camino del complejo de Edipo o que se enfrentan a el.
Estos procesos deben permanecer alejados de la consciencia pues
se vuelven insoportables. Desde esta época en adelante el hijo tiene la tarea de desasir de la madre sus deseos libidinosos para emplearlos en la elección de un objeto de amor ajeno y en reconciliarse con el padre si le siguió siendo hostil.