Ide U3 A1 Jjse
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Retomando la información acerca de la empresa que creaste en la unidad 1 y siguiendo con la resolución del problema
prototípico resuelve la siguiente actividad cuyo propósito es que identifiques los tipos de bienes que se requieren para la
organización. Para ello:
1. Identifica y categoriza, para cada columna de la siguiente tabla, 5 bienes que se requieran para la actividad
productiva de la empresa que creaste en la Evidencia de aprendizaje de la unidad 1.
Esto sucede porque son objetos similares en su esencia, así que, si se mantiene la cantidad y la calidad, no se produce un
daño por el intercambio de uno por otro. Se trata de elementos similares, pero no idénticos, aunque sí del mismo género.
En cuanto a los bienes no fungibles, sucede todo lo contrario. No son intercambiables y son esencialmente únicos. No se
puede reemplazar uno por otro sin que haya un detrimento para el propietario; al propietario no le sirve igual una cosa que
otra.
En la antigua Roma se denominaban genus y se trataba de objetos o bienes identificables por su género re que numero,
pondere, mensurave constant. Esto quiere decir “aquellos objetos que tienen valor en cuanto a su peso, cantidad o medida”.
Ambos bienes, fungibles y no fungibles, son fundamentales para los contratos y, sobre todo, es básica su distinción. Por
ejemplo, deben identificarse estos bienes en contratos mutuos que solo se pueden llevar a cabo con bienes fungibles, o en
el comodato, que es un contrato que se realiza sobre bienes no fungibles.
Para establecer las diferencias entre bienes fungibles y no fungibles es esencial entender el significado de los dos conceptos.
Bienes fungibles son los objetos o cosas que se gastan, se destruyen y deterioran al ser utilizados. En el ordenamiento
jurídico español se regula este aspecto de los bienes en el artículo 337.
Otros ordenamientos jurídicos regulan de otra manera las diferencias entre bienes fungibles y no fungibles. El ordenamiento
argentino, en su artículo 2324, determina como bienes fungibles los que son sustituibles por otros de igual calidad y cantidad.
Por su parte, el ordenamiento mexicano los considera bienes que pueden ser reemplazados.
En general, los bienes fungibles se caracterizan por su género, peso y medida, siendo intercambiables por otros. Se
diferencian de los no fungibles porque no permiten intercambios, ya que son originales e irremplazables.
Una de las diferencias más importantes es que sí cabe una indemnización cuando se estropee un bien fungible en concreto;
en el caso de los bienes no fungibles, no se admiten indemnizaciones porque no son sustituibles.
Normalmente se equiparán los bienes consumibles con los fungibles, aunque algunos fungibles no son consumibles.
Estos no son términos absolutos, sino relativos. Esto supone que, a pesar de que a menudo en el mercado se denominan a
determinados bienes como fungibles o no fungibles, lo cierto es que en algunos casos se puede estimar como fungible lo no
fungible, y al revés.
Dentro de los bienes fungibles siempre se menciona el dinero; el Código Civil no lo incluye dentro de los bienes fungibles
específicamente, pero está implícito.
El dinero es fácilmente liquidable frente a otro tipo de bienes, y eso le confiere un carácter diferente. Fungibilidad no significa
liquidez, y viceversa.
Por ejemplo, los diamantes se pueden adquirir y ofrecer fácilmente en el mercado, ya que su comercio es líquido. Sin
embargo, los diamantes individuales, al ser únicos, no son intercambiables; por lo tanto, los diamantes no son fungibles.
Los billetes en dinares tunecinos, por ejemplo, son intercambiables, y por lo tanto son fungibles. Sin embargo, en España no
se pueden cambiar fácilmente excepto en los servicios de cambio de divisas.
Referencias Bibliográficas:
Articulo: Bienes Fungibles y No Fungibles: Diferencias y Ejemplos, publicado por lifeder.com recuperado el 22 de
noviembre de 2018 del Sitio Web: https://www.lifeder.com/bienes-fungibles/