Tema 22 El Proceso de Hominizacion
Tema 22 El Proceso de Hominizacion
Tema 22 El Proceso de Hominizacion
1-Introducci�n
2-El proceso de hominizaci�n. Primeros pasos
3-El g�nero australopithecus
4-Los primeros representantes del g�nero homo. El homo habilis
5-El homo se extiende por el planeta. El homo erectus (o arcatr�pido)
6-El or�gen del Homo sapiens
7-La aportaci�n de la Antropolog�a al estudio del proceso de hominizaci�n
1-Introducci�n
Zool�gicamente, el hombre actual pertenece al filum de los vertebrados, a la clase
de los mam�feros, al orden de los primates, a la familia de los hom�nidos, al
g�nero homo y a la especie sapiens sapiens.
Desde la aparici�n de los primeros hom�nidos se considera que existen cuatro fases
evolutivas que conducen al hombre actual, representada cada fase por una serie de
adaptaciones al medio ambiente:
-Primera: cambio de la vida arbor�cora y herb�vora a la terrestre, b�peda y
carn�vora. Surgen modificaciones generales del cr�neo, dentadura y esqueleto
inferior para adoptar la estructura hom�nida definitiva. Comienzan a surgir
caracteres esencialmente hom�nidos: formaciones sociales cooperativas, comunicaci�n
y uso de �tiles. Se intesifica la actividad cerebral y mental del sistema nervioso.
Esta fase acaba con el abandono definitivo del medio arb�reo y con el asalto a las
llanuras por parte del g�nero australopitecus
-Cuarta: en torno al 100.000 aparecen las primeras variedades arcaicas del homo
sapiens, que ofrecen las posibilidades gen�ticas para la aparici�n del hombre
actual. De una masa confusa de variedades arca�cas surgi� el homo sapiens sapiens,
el hombre actual, que es el �nico superviviente de los hom�nidos.
b) Afarensis. Desde hace 3,8 millones de a�os y llega hasta los 2,8. Se considera
que este grupo ser�a una evoluci�n del anamensis, con una mayor estatura y una
suavizaci�n de los rasgos simiescos. La mayor�a de los investigadores creen que la
evoluci�n de este fue dando lugar a otras formas de Australopitecus que convivieron
en �frica pero se fueron extinguiendo: El A. africanus, peque�o y fr�gil que vivi�
entre hace 3 y 1 millones de a�os; el A. robustus, m�s pesado y con un poderoso
aparato masticador, que vivi� entre hace 2 y 1 millones de a�os; y el A. boisei,
que vivi� entre hace 2,5 y 1 mill�n de a�os.
c)Junto con todos estos, convivi� en �frica un ser que habr�a evolucionado
directamente del A. afarensis y que comenz� a distinguirse anat�micamente hasta el
punto de que lleg� a constituir un nuevo g�nero. Se trata del primer Homo, y se
consider� que, a parte de sus diferencias anat�micas, el hecho fundamental que lo
diferenci� de los Australopitecus fue la capacidad de fabricar utensilios de
piedra.
Los restos f�siles que se encuadran en este grupo tienen una antig�edad de entre
2,5 y 1,3 millones de a�os y todos han sido hallados en �frica Oriental. Es decir,
compartieron el espacio con los Australopitecus y posiblemente compitieron con
ellos por los alimentos.
El homo habilis ten�a alrededor de 1,50 metros de altura y un peso de unos 50 kg.
Caminaba erguido. Su capacidad cerebral era s�lo ligeramente superior a la de la
mayor�a de los Australopitecus (entre 500 y 650 cm3), pero es muy importante tener
en cuenta que el aumento mayor se dio en la parte posterior del cerebro, en el
neoc�rtex, regi�n en la que reside la capacidad intelectual.
Hace un mill�n de a�os, los Australopitecus y los Homo habilis que no hab�an
evolucionado desaparecieron de la tierra, quedando el Homo erectus como �nico
representante de la familia hom�nida. La extinci�n del resto de los hom�nidos se
debi� a que estaban adaptados a un clima c�lido, por lo que su anatom�a y forma de
vida no les permiti� sobrevivir cuando se inici� un periodo glacial que afect� a
todo el planeta. El Homo erectus sobrevivi� gracias a que su capacidad intelectual
le permiti� buscar mecanismos para contrarrestar la bajada de las temperaturas,
siendo el fuego su mejor aliado. Adem�s, su capacidad de comunicaci�n (es posible
que iniciara formas rudimentarias de lenguaje) y el avance de sus utensilios le
permitieron mejorar el rendimiento de la caza y por tanto la disponibilidad de
alimentos.
En cuanto a los rasgos anat�micos, los erectus de �frica, Europa y Asia presentan
ciertas variedades regionales que permiten hablar de razas o subgrupos, aunque como
caracter�sticas generales se pueden se�alar:
-Presentan un importante aumento de la capacidad cerebral con respecto a los
anteriores hom�nidos, superando habitualmente los mil cm3;
-En comparaci�n con el hombre actual, su cr�neo es relativamente largo y aplastado,
presentando una frente huidiza y una mand�bula pesada y carente de ment�n;
-Sus dientes est�n a plenamente adaptados a una alimentaci�n omn�vora, aunque son
bastante m�s grandes que los del hombre moderno;
-Su envergadura es bastante variable, pero los individuos adultos suelen sobrepasar
los 1,65 metros. La estructura de su esqueleto inferior est� plenamente adaptada a
un andar b�pedo y plenamente erguido.
b) Pitecantr�pidos (Indonesia)
A esta variedad pertenecen los erectus m�s antiguos aparecidos fuera de �frica, con
una antig�edad m�xima en torno a 1,1 millones de a�os. Al igual que sucede en
�frica, en Indonesia se observa una evoluci�n desde formas arcaicas de erectus
(Pitecantropus robustus) hacia formas m�s robustas.
c) Anteneanderthales (Europa)
En Europa han escaseado hasta fechas recientes los hallazgos de restos de homo
erectus, aunque su temprana presencia se intu�a por la existencia de instrumentos
l�ticos de gran antig�edad, algunos de m�s de 1,2 millones de a�os, que hab�an
aparecido en algunos yacimientos sin presencia de humanos. La abundancia de restos
f�siles humanos en Europa comienza a ser mayor en la fase de transici�n del homo
erectus al homo neanderthalensis, transici�n que los hallazgos m�s recientes del
yacimiento espa�ol de Atapuerca han ayudado a aclarar en gran medida. A la postre,
los datos disponibles apoyan la teor�a de que en Europa se estaba produciendo desde
fechas tempranas una evoluci�n del homo erectus que conducir�a directamente al
surgimiento de una nueva especie, el hombre de Neanderthal, que tendr�a su
precedente en varias formas evolucionadas de erectus. Los hallazgos del yacimiento
burgal�s de Atapuerca parecen indicar que existir�a una variedad regional de
erectus europeos que hacen de puente entre las formas arcaicas de esta especie y el
homo de neanderthal, y que recientemente ha sido denominada homo antecesor.
-ten�an un cr�neo algo aplastado y ancho en comparaci�n con el hombre moderno, con
frente huidiza y depresi�n entre los hojos y la nariz, tambi�n aplastada;
-su mand�bula era grande. Tambi�n sus dientes;
-su capacidad craneal era similar a la del hombre moderno (entre 1200 y 1700 cm3)
-su columna vertebral era corta y maciza;
-sus antebrazos eran cortos y sus piernas voluminosas, alcanzando una altura media
entre 1,55 y 1,65m.
Pese a que las diferencias anat�micas de los neanderthales respecto a los erectus
son significativas, el rasgo fundamental que los incluye dentro de la especie
sapiens es su capacidad de desarrollar un pensamiento abstracto, que manifiestan en
algunas de sus costumbres. Son los primeros hom�nidos para los que se ha constatado
la pr�ctica del enterramiento ritual acompa�ado de ajuares, que demuestra su
creencia en la via ultraterrena. Por otra parte, bastantes indicios apuntan en el
sentido de que algunos grupos de neanderthales practicaban el canibalismo , no por
razones de subsistencia, sino por creencias m�gicas. Igualmente, algunos
enterramientos de osos parecen apuntar en el sentido de que practicaban algunas
formas rudimentarias de culto a este animal.
Entre las disciplinas que tradicionalmente han compartido con la Historia su af�n
de esclarecer el proceso de hominizaci�n ha destacado desde sus inicios la
Antropolog�a, que en su momento, al igual que hacen hoy otras disciplinas
cient�ficas, revolucion� el punto de vista desde el que se aborda este tema. No
requiere mucho esfuerzo entender la aportaci�n de la antropolog�a f�sica, rama que
volc� sus esfuerzos en el estudio de los restos f�siles que permit�an ir uniendo
piezas sueltas en el complicado rompecabezas que supon�a ordenar la evoluci�n
anat�mica de los hom�nidos a partir de restos �seos tan escasos y fragmentados. Los
medios t�cnicos actuales, basados en el empleo sistem�tico de la inform�tica y de
las simulaciones por ordenador, han revolucionado este campo, de manera que podemos
reconstruir de modo asombrosamente realista el aspecto f�sico de los individuos de
muchas especioes de los hom�nidos extinguidos
Bibliograf�a:
Marvin HARRIS, Nuestra Especie, Madrid, 1993
Revista Geo, n�mero 105 "El origen del hombre. Los hallazgos recientes obligan a
rectificar el esquem aceptado de la evoluci�n"