Tarea 7 de Anatomia y Fisiologia Del Sistema B

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Universidad Abierta Para Adultos

UAPA

Asignatura.
ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO.
Participante.
Benita Díaz Muller

TEMA.

Los trastornos disociativos y Somatoformes.


Facilitador.
Francisco Grullón de la Cruz
Fecha

15 10 2018.
1.- Analiza los trastornos disociativos y Somatoformes
referido en el texto básico capítulo 5, 6, 7,8 página 172-322
y elaboración un portafolio virtual con los aspectos
presentados en estos capítulos.

Los trastornos somatomorfos, son un grupo de enfermedades


caracterizadas por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que
aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de
una lesión orgánica, o al menos no de manera suficiente y concluyente.

Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos


como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan
tener problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de
exámenes y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente
resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no
tienen justificación orgánica. La sensación física reportada por los pacientes
con trastornos somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología
real que no tiene explicación o causa física.
La fisiopatología de la somatización y el trastorno
somatomorfos, permanecen desconocida. Los trastornos somatomorfos
primarios pueden estar asociados con una mayor conciencia de las
sensaciones corporales normales que puede verse aunado con un sesgo
cognitivo durante la interpretación de cualquier síntoma físico como indicio
de una enfermedad médica inminente.

Los trastornos somatomorfos pueden presentarse bajo una


variedad de síntomas, por ejemplo:

 Respiratorios: el paciente puede referir un sentimiento de asfixia o


dificultad respiratoria, sensación de presión cardiovascular y sensación de
ansiedad en el pecho y taquicardia.

 Tracto gastrointestinal: dispepsia y síndrome del intestino irritable,


con náuseas, hinchazón, dolor abdominal, hecesirregulares, etc.

 Ginecológicos: dolor pélvico crónico, dolor abdominal bajo, incluyendo


el sacro.

 Urológicos: vejiga, próstata y/o uretra irritable, aumento en la


frecuencia de las micciones, dolor al orinar, sensación de dificultad para
orinar.
 Dolor persistente, sin correlacionar con los hallazgos de la exploración
física.
Síntomas.
Las personas con trastorno somatomorfos están preocupadas por sus síntomas
físicos, sobre todo por lo graves que puedan ser. Para estas personas, los
problemas de salud ocupan el centro de su vida y en ocasiones llegan a absorberla.

Los síntomas físicos comienzan generalmente antes de los 30 años de edad, a veces
durante la infancia. La mayoría de las personas presenta muchos síntomas, pero
algunas presentan un único síntoma grave, por lo general el dolor. Los síntomas
pueden ser específicos (como dolor abdominal) o vagos (como la fatiga). En el
trastorno de somatización la preocupación puede centrarse en cualquier parte del
cuerpo.

La persona se preocupa en exceso por los síntomas y sus posibles consecuencias


catastróficas. Su preocupación es desproporcionada en relación con los síntomas.
La gente puede interpretar sensaciones o molestias normales, como los ruidos
estomacales, como un trastorno físico. Tienden a pensar lo peor de los síntomas
que experimentan. Los propios síntomas o la excesiva preocupación por ellos es
angustiosa o perturba todos los aspectos de la vida cotidiana. Algunas personas se
deprimen.

Las personas afectadas pueden llegar a desarrollar dependencia de los demás,


exigir ayuda y apoyo emocional y enfadarse si tienen la sensación de que no se
presta atención suficiente a sus necesidades. También pueden amenazar con
suicidarse, o intentarlo. Cuando su médico trata de tranquilizarles, a menudo
piensan que no se está tomando en serio sus síntomas. A menudo, están
descontentas con la atención médica que reciben y suelen cambiar de un médico a
otro o someterse a tratamientos por parte de varios médicos al mismo tiempo.
Muchos no responden al tratamiento médico, que puede incluso empeorar los
síntomas. Algunos parecen extremadamente sensibles a los efectos secundarios de
los fármacos.

Los síntomas pueden remitir o empeorar, pero suelen persistir y es infrecuente que
desaparezcan por completo durante periodos prolongados.

Diagnóstico.
Los médicos diagnostican el trastorno cuando aparecen las
características siguientes:
1.- La persona presenta síntomas que le preocupan en exceso y/o perturban su
vida diaria.

2.- Piensa constantemente en la posible gravedad de sus síntomas

3.- Se siente extremadamente preocupada por su salud o por sus síntomas

4.- Invierte una cantidad excesiva de tiempo y energía en los síntomas o en


problemas de salud
Para determinar si los síntomas se deben a un trastorno físico, los médicos llevan a
cabo una exploración a fondo y a menudo solicitan pruebas.

El trastorno somatomorfo se puede distinguir de otros trastornos de salud mental


similares por sus múltiples y persistentes síntomas, por los pensamientos y
preocupaciones excesivos que les acompañan.

Este trastorno se puede pasar por alto en las personas mayores debido a que
ciertos síntomas, como la fatiga o el dolor, se consideran parte del envejecimiento
o debido a que la preocupación acerca de los síntomas se considera comprensible
en las personas mayores, que suelen presentar varios problemas médicos graves y
toman muchos medicamentos.

Tratamiento.
Incluso cuando la persona mantiene una buena relación con su médico de
cabecera, a menudo se la suele derivar a un psiquiatra. La psicoterapia, en
particular la terapia cognitivo-conductual, es el tratamiento más eficaz. Si existe
depresión, es preciso tratarla.

A las personas con este trastorno les beneficia mantener una relación de apoyo y
confianza con un médico.

Los trastornos disociativos


Los trastornos Disociativos se definen como todas aquellas
condiciones patológicas que conllevan disrupciones o fallos en
la memoria, conciencia, identidad y/o percepción.

La amnesia disociativa, es la "inhabilidad de recordar la información


personal importante, generalmente de una naturaleza traumática o estresante,"
(DSM IV) pero más de lo que caracterizaríamos como una falta de memoria
ordinaria. No es debida, por supuesto, a un trauma físico, al uso de droga, o a una
dolencia. En su lugar, es debido a la capacidad que esta gente tiene de enfocar de
lejos ciertas memorias que le molestan.

La fuga, es la amnesia acompañada por un viaje repentino lejos del refugio de


una persona.

El trastorno de despersonalización, se caracteriza por una sensación


persistente o recurrente de estar separado de los propios procesos mentales o del
propio cuerpo. Las personas que padecen este trastorno dicen sentirse como si
estuvieran mirando sus vidas desde fuera de sus cuerpos, como si vieran una
película.

El trastorno de identidad disociativa (conocido anteriormente


como trastornos de personalidad múltiple) es la manifestación más severa y más
crónica de la disociación, caracterizado por la presencia de dos o más estados de
personalidad o identidades diferentes que, recurrentemente, toman el control del
comportamiento del individuo, acompañado por una incapacidad para recordar
información personal importante que es demasiado amplia para ser explicada por
el olvido ordinario.

Bajo el término trastornos disociativos se agrupan una serie


de síntomas como:

 la amnesia
 la despersonalización
 la desrealización
 la alteración de la identidad
 la absorción.

Características clínicas de los trastornos disociativos.


La característica esencial de los trastornos disociativos la perturbación de la usual
integración de funciones de la consciencia, memoria, identidad y percepción. El
trastorno puede ocurrir de forma súbita o gradual, transitoria o crónica.

 La amnesia disociativa se caracteriza por una incapacidad para recordar


información personal importante, generalmente de naturaleza
traumática o estresante. Es tan predominante que no se puede explicar
como un olvido ordinario.

Esta amnesia puede ser de cinco tipos:

Localizada: de un periodo específico de tiempo.

Selectiva: de un evento específico en un periodo de tiempo determinado.

Generalizada: de toda la vida.

Continua: de eventos subsecuentes a un momento específico, incluyendo


el presente.

Sistematizada: de ciertas categorías de información.

Etiología de los trastornos disociativos.


Se sabe que estos trastornos disociativos son más frecuentes entre personas que
han afrontado serias adversidades. Es las interacciones de factores
biopsicosociales y no una sola variable lo que explica la aparición y mantenimiento
de los trastornos disociativos.
Tratamiento de los trastornos disociativos.
Muchos de los síntomas de los trastornos disociativos desaparecen con el
tratamiento de los trastornos mentales subyacentes o con el cambio de las
circunstancias vitales ante las cuales se presenta el problema. Entre las técnicas
que se han sugerido para síntomas particulares destacan: el caso de
la despersonalización: que el paciente establezca contacto físico con alguien de su
contexto inmediato, se concentre en una actividad como leer, conversar o
ejercitarse, que recuerde eventos positivos o visualice un lugar seguro.

2.- Realice un cuadro o esquema sobre los trastornos


disociativos y Somatoformes.

Los trastornos disociativos. Los trastornos Somatoformes.

1. La amnesia de disociativa (amnesia Trastorno de somatización; El aspecto


psicógena); Se caracteriza por una incapacidad definitorio del trastorno de somatización según el
para recordar información personal importante. DSM-IV-TR es la presencia de un patrón de síntomas
somáticos múltiples y recurrentes que sucede a lo
2. La fuga disociativa (fuga psicógena); Se
largo de un periodo temporal de varios años y que
caracteriza por un viaje repentino e inesperado lejos
se inicia antes de los 30 años.
del hogar o del trabajo, acompañado por una
incapacidad para recordar su pasado y confusión
sobre la identidad personal o la asunción de una Trastorno Somatoformes
nueva identidad. indiferenciado; Para el DSM-III-R era una
categoría para los cuadros clínicos que no reunían
3. El trastorno de despersonalización; Se los criterios completos para el trastorno de
caracteriza por una sensación persistente o somatización.
recurrente de estar separado de los propios
procesos mentales o del propio cuerpo.
Hipocondría; La sintomatología esencial de la
4. El trastorno de identidad disociativa; hipocondría según el DSM-III-R es la preocupación,
(Conocido anteriormente como trastornos de miedo o creencia de tener una enfermedad grave a
personalidad múltiple) es la manifestación más partir de la interpretación personal de los signos o
severa y más crónica de la disociación, caracterizado sensaciones físicas.
por la presencia de dos o más estados de
personalidad o identidades diferentes que, Trastorno de conversión: En el DSM-III-R se
recurrentemente, toman el control del contemplaba una concepción muy amplia del síntoma de
comportamiento del individuo, acompañado por conversión, pues incluía tanto los que sugerían un daño
una incapacidad para recordar información personal neurológico (parálisis) como los que afectaban al sistema
importante que es demasiado amplia para ser vegetativo (vómitos) y al endocrino (embarazo
explicada por el olvido ordinario. fantasma).

Trastorno dismórfico corporal; la


característica esencial de este trastorno es la
preocupación excesiva por alguna anomalía física leve o
inexistente.

3.- Valorar los factores emocionales ligados a los


diferentes trastornos de la conducta alimentaria.
Los trastornos de la conducta alimentaria son considerados y tratados como
enfermedades y se caracterizan porque las personas afectadas desarrollan
alteraciones anormales en sus hábitos alimentarios y en su estado de
nutrición. Se encuentran íntima mente relacionados con problemas
psicológicos.

Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia nerviosa y


la bulimia nerviosa (más conocidas como “anorexia” y “bulimia”). Pero
existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están
volviendo más comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos
relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.
ANOREXIA

La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos


indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades vitales.
Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a
comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.
Las personas que padecen anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen una
imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que
no pueden mantener un peso corporal normal.
Los adolescentes con anorexia pueden tener un miedo intenso a aumentar de peso
y tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo (el espejo los engaña y se
ven mucho más gordas de lo que están. Esto los conduce a disminuir la ingesta de
alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen y lo
poco que ingieren se convierte en una obsesión.

BULIMIA.

La palabra bulimia significa “hambre de buey”, es diferente a la


anorexia porque la persona que solo es bulímica se ve aparentemente
normal, no evita comer delante de otras personas, todo lo que hace para
evitar subir de peso lo hace a escondidas y es difícil para las amigas o la
familia darse cuenta.

En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida


(come en exceso) con sensación de pérdida de control y después trata de
compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido, consumo
abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno
prolongado.
Esta excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que traen
como consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas
traen consigo un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la
deshidratación, el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales
importantes y el daño a los órganos vitales.

TRASTORNO POR ATRACÓN.


Este trastorno alimenticio es similar a la anorexia y la bulimia en que la persona se
da atracones regulares (más de tres veces por semana). Pero, a diferencia de los
otros trastornos alimenticios, las personas con este trastorno no
intentan “compensar” el exceso con purgas. Por eso, quien padece de este
problema generalmente está pasado/a de peso.

La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón implican patrones de


alimentación no saludables que comienzan de manera gradual y llegan al punto en
que la persona no logra controlarlos.

Entre otros trastornos.

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