Tarea
Tarea
Tarea
(UAPA)
Asignatura:
Didáctica General
Tema:
Tarea III
Facilitador:
Daniel Roque
Participante:
Yamelis Manzueta P. 16-12031
Fecha
25-09-2018
Investiga en la web acerca del contenido de la obra
“El Emilio”, del autor Juan Jacobo Rousseau y escribe una
reflexión sobre lo planteado en el texto.
La obra comienza por la primera etapa que va del nacimiento hasta los dos años.
Siendo el niño perfecto por ser obra de Dios, pero tiende a degenerar en las manos de
los hombres. Rousseau aconseja los ejercicios físicos e higiénicos que le debe
proporcionar la madre. Hay consideraciones generales sobre los gestos, gustos, gritos
y "berrinches", algo espontaneo en los niños Reclama una gimnasia natural, pide que
se le haga caminar con los pies desnudos, que se acostumbre a recibir golpes, etc., lo
que se le conoce como la educación negativa que creara en el niño la esperanza de
saber que frente a toda dificultad siempre habrá una solución, pero dicha solución
saldrá del fondo de su corazón.
No tendrá rivales ni competidores y deberá ejercer los sentidos por ser las primeras
facultades que se forman en el niño y sin embargo son las más descuidadas, de suerte
que si se sigue todo este Plan, será una persona robusta por los deportes e ingeniosa
por los sentidos, pues la fuerza natural y la inteligencia crecen paralelas en libertad.
En la tercera etapa que va de los doce a los quince años Rousseau aconseja el
estudio para que el ser robusto que ya está formado se torne perspicaz. Pero anota
que, como entre los conocimientos existen algunos inútiles y otros hasta dañinos, es
menester saber escoger lo mejor, es decir, lo que le sea útil.
Su programado estudio estará compuesto en primer lugar de las Ciencias Físicas -La
Astronomía y la Geografía- a través de viajes. De Gramática nada por demasiada
artificial. Nada de Historia pues si se ha sustraído al Joven de la corrupción de los
hombres para qué sumergirlo en ella? A los quince años conocerá oficios para ser un
hombre práctico.
En su cuarta" "etapa: "Hemos formado su cuerpo, sus sentidos, su juicio, falta formar
su corazón. Por eso esta es la hora de sus sentimientos afectuosos, morales y
religiosos, pues por ventura la sensualidad no se despierta antes de los quince años.
Allí comienza la verdadera educación.
Debe dársele la idea sobre el bien y el mal y nociones sobre los lazos que le unirán
con los demás. Un buen sacerdote - el Vicario saboyano por ejemplo - le conducirá al
campo y en presencia del soberbio espectáculo de la naturaleza, expondrá la doctrina
del Deísmo. Para completar su educación comenzará a leer las Fábulas, las Vidas
Paralelas de Plutarco, los Discursos de Démostelos y Cicerón y así podrá Emilio
frecuentar el mundo y encontrar la compañera que le deparará la providencia.
En la última etapa trata Rousseau sobre la educación de Sofía, la mujer perfecta para
Emilio, quien será el que deba instruirla pues ella solo ha sido preparada para realizar
labores de casa (costura, música, danza) lo necesario para lograr la felicidad de su
marido "porque las mujeres cultas son sus azotes.
Con esta obra Rousseau pasó a ser el gran reformador de la educación de su tiempo,
la excelencia de la sociedad, el prototipo del profesor público y virtuoso que había
escrito que lo principal era el imperativo de la vuelta a la naturaleza- idea tomada
posiblemente de Montaigne - "respetar en el niño su naturaleza y dejarla desarrollar a
sus anchas, defendiéndola contra las influencias perniciosas de los convencionalismos
sociales en una época de exageraciones de tipo rococó, donde todo era fingido."
De allí que la educación, que entonces era un proceso artificial, pasó a ser algo
natural, como una expansión de las energías más que como una mera adquisición de
conocimientos.
En 1966, el Informe Coleman remeció las creencias de los países anglosajones sobre
el verdadero aporte de las escuelas, especialmente en los sectores de pobreza. La
investigación planteaba que el aprendizaje no dependía de la calidad de la escuela,
sino de la escolaridad y estímulo de los padres.
Una parte de los investigadores enfrentó el informe Coleman de manera más positiva,
analizando qué hacían las escuelas cuyos resultados eran consistentes. Nacía de esta
manera el movimiento de las escuelas efectivas.
A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante
fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren
(siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas
competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y
selección de información).
Por ello, hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-
examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre
accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera
autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal
mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información
disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características
(formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e
interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se
limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información .
Por otra parte, la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas que
pueden darse, aconseja que los formadores aprovechen los múltiples recursos
disponibles (que son muchos, especialmente si se utiliza el ciberespacio) para
personalizar la acción docente, y trabajen en colaboración con otros colegas
(superando el tradicional aislamiento, propiciado por la misma organización de las
escuelas y la distribución del tiempo y del espacio) manteniendo una actitud
investigadora en las aulas, compartiendo recursos (por ejemplo a través de las webs
docentes), observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando
progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias
(investigación-acción).