PAU.6. Régimen de La Restauración y Sistema Canovista
PAU.6. Régimen de La Restauración y Sistema Canovista
PAU.6. Régimen de La Restauración y Sistema Canovista
ESQUEMA:
1) Introducción.
2) El proceso de proclamación de Alfonso XII.
3) Los principios doctrinales del régimen de la Restauración.
4) La Constitución de 1876.
5) El sistema canovista y su funcionamiento.
5.1. Los partidos políticos.
5.2. La alternancia pacífica de partidos.
5.3. El fenómeno del caciquismo.
6) Intentos de reforma y crisis del sistema canovista.
1) Introducción .-
Esta acción militar fue acompañada de otra acción civil, encabezada por
Canovas del Castillo (Ver doc. nº 4 del libro de texto, pág. 164), quien desarrolló una labor
propagandista a favor de la entronización del príncipe Alfonso. Político de amplia formación
intelectual y de ideología liberal-conservadora, Cánovas será el verdadero artífice del nuevo
régimen y para ello encontró el apoyo de la nobleza, del ejército, de los terratenientes, de
las élites económicas y sociales y las clases medias urbanas.
Para articular el nuevo sistema político, Cánovas del Castillo contó con la
colaboración de Práxedes Mateo Sagasta, que aceptó participar en el nuevo régimen al
frente del Partido Liberal.
• Admitido esto, todo lo demás era secundario, por lo que debía prevalecer el
sentido de la realidad y el carácter pragmático. La política es por tanto el
“arte de lo posible”, es decir, de adaptarse a las circunstancias. Por ello, era
necesario buscar acuerdos a fin de sostener el sistema (“posibilismo
canovista”). Se imponía, pues, un pacto entre las fuerzas políticas para
posibilitar la convivencia bajo una monarquía parlamentaria, pacto que debía
fundamentarse en una Constitución ampliamente consensuada.
4) La Constitución de 1876.-
El 15 de enero de 1875, Alfonso XII hizo su entrada triunfal de Madrid, ganándose pronto
una amplia simpatía. El nuevo gobierno, presidido por Cánovas, convocó elecciones a
Cortes constituyentes mediante sufragio universal masculino y una comisión preparó el
proyecto de Constitución, que finalmente fue promulgada el 30 de junio de 1876 (Ver doc.
nº 6 del libro de texto, pág. 165). Sus características principales son las siguientes:
1ª.- Constaba de trece Títulos en los que desarrollaba 89 artículos. Se trata de una
Constitución muy moderada y flexible, próxima a la de 1845 elaborada por los
moderados, aunque recogiendo algunos principios progresistas de la de 1869.
2ª.- Era un reflejo del liberalismo doctrinario o moderado, se basaba en los valores de
la monarquía, la religión y la propiedad, y establecía lo siguiente:
Desde 1876 a 1881, Cánovas del Castillo presidió los sucesivos gobiernos de la
monarquía, y a partir de esta última fecha hasta 1897 se mantuvo de manera ininterrumpida
el sistema de la alternancia pacífica de los dos partidos preponderantes. Bajo los gobiernos
de Cánovas se consiguió finalizar la tercera guerra carlista, obligando al pretendiente
Carlos VII a huir a Francia (1876) y se finalizó también la guerra de Cuba mediante el
Convenio de Zanjón (1878).
Generalmente se entiende por caciquismo la práctica política adulterada por los grupos
oligárquicos y personalidades locales en beneficio de intereses partidistas o particulares.
La oligarquía, formada por dirigentes políticos de los dos partidos dinásticos, en estrecha
unión con la burguesía adinerada y los terratenientes, controló así los procesos electorales,
provocando un desfase entre la “España oficial” de los partidos y las Cortes, y la “España
real” de la calle. Este hecho fue algo característico del sistema de canovista, y aunque fue
denunciado por intelectuales y regeneracionistas como Joaquín Costa, tanto Canovas como
Sagasta lo permitieron para mantener la estabilidad política y evitar la difusión de ideas
contrarias a la Restauración.
(Ver doc. nº 9 del libro de texto, pág. 168). Se trataba, en definitiva, del control de los
resultados electorales por parte de personas influyentes (caciques) a cambio de favores, ya
fuesen individuales, para un partido, municipio, provincia o comarca. Prácticas como las
comentadas anteriormente del “encasillado” y el “pucherazo”, dieron lugar a una farsa
electoral y a un sistema de poder que propiciaba la arbitrariedad, el nepotismo y la
corrupción, que acabó afectando a todos los ámbitos de la sociedad española.
Pese a ser el más estable en la historia del liberalismo español, el sistema canovista fue
incapaz de democratizarse y de dar respuesta a una serie de problemas que se habían
ido gestando y que afloraron de forma evidente a raíz del Desastre de 1898. Entre dichos
problemas destacan los siguientes:
A pesar de todo ello, en los primeros años del siglo XX se dieron algunos
intentos de regenerar el régimen desde dentro del mismo: el de Maura, por los
conservadores, y el de Canalejas, por los liberales.
• El intento reformista más destacado de los liberales fue llevado a cabo por el
gobierno de Canalejas (1910-12), que limitó el establecimiento de nuevas
órdenes religiosas en España (la denominada “ley del candado”), impulsó un
mayor intervencionismo del Estado en materia social reglamentando la jornada
laboral y el trabajo de mujeres y niños, y estableció el servicio militar
obligatorio. Sin embargo, estas reformas quedaron frustradas con el asesinato
de Canalejas.
a) La crisis militar: el descontento entre los oficiales por los bajos salarios y por un
sistema de ascensos basado en méritos de guerra que beneficiaba a los militares
“africanistas” desembocó en la formación de las Juntas de Defensa, especie de
sindicatos militares que culpaban al gobierno de los males del país.
c) La crisis social: el descontento laboral por los bajos salarios fue canalizado por los
sindicatos CNT (anarquista) y UGT (socialista), que convocaron una huelga general
que provocó violentos incidentes y numerosos detenidos.