Egger Lecturas Del Nuevo Testamento PDF
Egger Lecturas Del Nuevo Testamento PDF
Egger Lecturas Del Nuevo Testamento PDF
Lecturas
del Nuevo
Testamento
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Wilhelm Egger
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Metodología lingüística
históricor-crítica
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EDITORIAL VERBO DIVINO
Avda. de Pamplona, 41
·31200 ESTELLA (Navarra) - España
1990
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Cubierta; .Mariano Sinués.
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Traducción y Titulo origi-
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nal: Methoden-Lehre· zum 'Neuen Testament. © Verlag Herder -
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.: 1 .. © Editorial Verbo Diyino, 1990 . Es propiedad . Printed in Spain .
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. . Fotocomposición: Cometip, L., Plaza de los . Fueros, 4. 3101 O
..'... :. Barañain (Navarra) . Impresión: Gráficas .Lizarra, S. L., Ctra. de
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• . Tafalla, km. l . 31200 Estella (Navarra) . Depó.sito Legal: NA .
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.... . 1.127-1990
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.... ISBN 84 7151 685 3, Verbo Divino.
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•:'. J . ISBN 3 451 21024 X, Herder.
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Presentación .... ..... ..... ... . ....... . ... ..... .. .... .... .. ... ...... .............. .. ....... ..... .... 11
.
2. El texto como magnitud estructurada .......................................... 32
1. El texto como declaración lingüística estructurada y coherente .... 33
1.1. Estructura ........................................................................ . 33
1.2. Factores de la coherencia de textos .................................... . 34
2. El modelo de lectura de la perspectiva estructuralista .. 37
. :
.. - ... •: -
•.
3. Textos como. parte de un acontecer de comunicación ................... : 38
. .
' . .-." . 1. La comunicaci9n por medio .de_textos .(escritos) .. . .. .. . . .. .. .. . .. .. . . .. . : 38
.. •. 2. La comunicación mediante -textos del pasado ............................. . 42
·•
2.1. El _papel del auto: ................................. . 42
.. . 2.2. La recepción del texto por el lector .................................. .. 43
.· .· ..
. - ·.- . .. . 3. La lectura como camino para la reconstrucción del acontecimiento
. . ,, ,
: . • . de com.un1cac1on ................................................... .................. . 44
..
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4
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•
• •
6 Contenido
II "
.
6. Primera . ., sobre e1texto ..1. .. .. . .. .. .. .. .. . . . .. .. .. .. . ... .. . . .. .. . ... . .
or1entac1on 66
1. Deslinde y estructuración del texto (segmentación) .. .. .. . . .. .. . .. . . .. . 66
1.1. Determinación del comienzo y del fin del texto que ha de
•
examinarse .............................. .................................. ...... . 67
1.2. Tener en cuenta el contexto ............................................. . 68 ..
1.3. Estructuración del texto en pequeñas unidades de lectura ... . 69 .•
•
,
..
.
1. Teorías sobre la traducción ........ ... :......... ................................. . 76 ..' .
. ;;
1.1. La traducción como proceso de comunicación .......... ......... . 76 ••
¡....
.•
1.2. Tipos de traducción .................. .... .... ........ ........................ . 78 .
l
, ..
1.3. Valoración de las traducciones .... ...... ................................ .
.
81 -
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•
•
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2. Visión de conjunto de las traducciones oficiales del Nuevo Testa- .·.,•,
.•'
mento en lengua alemana ... ..... .................. .... .......................... . 82
.
[Perspectivas de las traducciones españolas] .............................. . 85 •."
. -
3. La elaboración de la traducción ................. ..... .................. ·....... . 86 ....
. .. . . .
.. ..
• .. •
•
•
Conteni'Oó 7
•
• •
. III
•
. 1·mgu1st1co-s1ntact1co
8. An a'lisis .. , . . , . ................................................. .... . 96
1. Características lingüístico-sintácticas de los textos .................. .. .. 97
1.1. Léxico (vocabulario) ............................. ... ... ;..................... . 97
1.2. Partes y formas del discurso (gramática) ........... ................. . 98
1.3. Enlace de palabras y frases ............................................... . 98
.4. otas caracter1st1cas ael est1 o ............................. ... ... . 101
1.5. Constitución y estructura del texto ................... ............... .. 102
-
2. Realización del análisis lingüístico-sintáctico ............................ .". 104
•
9. A.na' l'.1s1s
. seman
, t'1co ......... ......... .............. ..... .......... ........ ................... 114
·'
..
. .
fFI& ! !ZJSJ! . l 2 2
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. .
..................................................................... . 152
2.2. análisis-propiamente tal .............................. ......... ....... . 153
3. Ejemplo: Me 10, 46-52: Narración de un milagro como historia de ..
.."".
fe ............ ·.................................. ............................................. . 156 ••
-·.."
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3.1. Transformación del texto ................................................. . 157 "'. ..
3.2. Aplicación de esquemas ................................................... . 158 "
.:,:
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. pragma. ,. t1co
. ...................................................................... . ..."'r,·."
.10. Ana 1s1s 161 •·>
..••
1. El modelo de texto para el análisis pragmático ...... .................... . 162 ..:1,..
1.1 . .Funciones de los textos (fines para los que se utilizan) ....... . 163 ,.
.... :
-.
1.2. Medios P.ara dirigir (u orientar) al lector ....... .................. .. . 166 ,:i
.•'
,.' .
1.3. Condiciones para que se logre la acción lingüística ............ .
1
167
1
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••.
1 ..
2. ]\ealización del análisis pragmático ............ ............................... . t68 .
3. Ejemplos ............................. .......;........................................... . 171
3.1. 1 Cor 7: Un diálogo diferenciado con la.comunidad ....... ... . 171
3.2. Flm: Instrucción sobre la fraternidad de hermanos ...... ...... . 173
... '
••".. .
Marcos ................................................................................... . 1$6
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.·· IV ··· · ·
..
.•...
LA LECTURÁ.'BAJo···E i ASPECTO DIAC·RONICO ...
. .
... '
12. La crítica.literaria. Búsqueda de la prehistoria escrita de los textos 195 ..... ' .', '-
:
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..
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1. Los modelos de texto y de lectura subyacentes al análisis de crítica
. .
l1terar1a ......•·-·....•..... ................................................................ 197
.. .. ... , ' , 1
·-
Contenidt. 9
•
V
LA LECTURA BAJO EL ASPECTO HISTORICO
15. La pregunta aclaratoria acerca de la historia . .. . .. .. ... .. .... ... .... .. . ... . 23 7
1. El modelo de texto en la pregunta aclaratoria acerca de los hechos
. , .
his toricos ................................................................................ . 238
2. Realización de la pregunta aclaratoria ....................................... . 239
•
VI
•
LA LECTURA BAJO EL ASPECTO HERMENEUTICO
•
16. Interpretación de textos ................ ......................................... .... . 250
1. Modelo de «interpretación» en teoría de la comunicación . .. .. .. ... . 250
1.1. Interpretación y mirada a la «cosa» .. . . .. . .. ... .. .. ... .. . .. ... ... . . .... 250
1.2. La interpretación como objetivación y mediatización de la
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• •
. .
10 Contenido
..
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.
..
17. Actualización de los textos •• ••••• •• •••• • • • • •• •• • • •• •• • • • • • • •• • •• • ••• • ••• • ••••• • • • •• • 255
1. Modelos de lectura y de comprensión para la lectura actualizante
de la Escritura ................................................... . 257
1.1. Tener en cuenta una tradición eclesial viva .-. ..- ..................... 258
· 1.2. Tener en-cuenta la·eficacia histórica· ......... :.; ..';.................... 260
1.3. Tener en cuenta la exp.eriencia del lector ....... ........ :;......... 260
.
2. Realización de la actualización .. ... ... ..... ...... ..... .... .... ...... .. ... .. ... .. 263
2.1. Visión conjunta de los textos bíblicos y de los ·problemas
MIJPT ' W 11 a! 'SI Ptr º711P'l J · pr¡t O Jill 1 3 5 U)! l , tr' s' tPtlaar l?'Ult:trtsl:Pla: · a· 1 • •e J e • 8
.764 •. . • •• l t'
2.2. Comparación del texto con sus efectos ...... .... .................. 2()-1
2.3. Buscar los cuatro sentidos ................................ ................. 265
2. 4. Actualización mediante modelos estructuralistas ..... .. ... ... .... 266
2.5. Métodos psicológicos de actualización .......................... :.... 267
2.6. Reglas para la lectura espiritual de la Escritura .. .. ..... . .. .. .. ... 269
2.7. La Sagrada Escritura en la liturgia ... ....... ..................... ... .... 270
•
... . .. ' • • ... . . ' ... . .- .
'
..
-- Presentación
-------------------------------·-·"'-· ... .... .
.-
.
••. La presente metodología quiere ser una iniciación al trabajo
científico con textos del Nuevo Testamento. Característica especial
de esta metodología es el intento de asociar determinados métodos
.> lingüísticos modernos con los procedimientos de análisis de la
exégesis histórico-crítica. La conexión entre los métodos se estable:-
ce principalmente gracias al modelo de teoría del texto denominado
<<comunicación por medio de textos>> y con ayuda de la reflexión
• acerca del acto de leer y comprender .
La selección y disposición de los diversos pasos metodológicos,
difiere a veces de la tradicional y que no pretende ser la ÚI?-Íca,
sei fue elaborando durante el tiempo de mi actividad en
Brixen, Innsbruck y Erfurt.
..
...
. Quisiera dar las gracias principalmente a dos personas que han
sido mis interlocutores en el diálogo: a mi hermano Kurt y a mi
'
colega Claus-Peter Marz, de Erfurt. Estoy también muy agradeci-
do a mis colegas Jacob Kremer, de Viena, y Hubert Frankemolle,
.... de Paderborn, que revisaron el manuscrito y me sugirieron nume-
·l
.. •
..
rosas correcciones .
.......
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El manuscrito quedó terminado en julio de 1986. Cuando me
.
nombraron obispo de Bozen-Brixen (en el Tirol del Sur), sentí que
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' llegaba a ser una tarea más especial lo que Heinrich Zimmermann
.1
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•
describía así como tarea en su estudio sobre los métodos histórico-
·:-
..,,{ 4 críticos en el Nuevo Testamento: << ... introducirnos en el conoci-
cada vez más profundo de la palabra de Dios tal como se
nos aparece en el conjunto histórico de la alianza nueva, y, por este
camino, penetrar en su contenido teológico y en el modo. de
presentar su mensaje a los hombres de nuestro tiempo>> (Los méto-
dos histórico-críticos en el Nuevo Testamento. Madrid 1969, 3). No
podemos renunciar a estudiar. científicamente la palabra de Dios.
Brixen (Tirol del Sur), julio de 1986.
El Autor
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. Introducción
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La metodología
...; como iniciación a ·la lectura
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Lecturas
.
K. Weimar, Enzyklopadie der 163-227. Wei-
.• ..... .
mar ofrece una :hermenéutica que estudia los problemas específicos de •
•
' .- .
. · los textos literarios .
• .
•
.-. .. •
H. Glinz,. Textana:lyse und Verstehenstheorie. Glinz estudia deta-
... •
•
• • lladamente la situación, las intenciones y los intereses del autor y de
• •
•
los lectores.
.. .
••
'• O. Schober (ed.), Text und Leser. Zur Rezeption von Literatur.
-. :.. .
•. .
• ,. •
Esta colección de textos ofrece una primera perspectiva, muy buena, y
... . . . '
.
. .. . hace que los representantes de las teorías actuales de la lectura se
. .
. ·''·':"2Y..
. .. .. .... . . ·. . . . . . . .. . .
14 Introducción
expresen con sus propios textos y con introducciones del editor que
establecen el contexto 1•
'
La comprensión en la primera lectura tiene todavía matices
muy personales y subjetivos.
1
, .
Más bibliografía: A. y J. Assmann - Ch. Hardmeier, Schrift und Gedéichtnis.
1
-;•
..!
. La metodología como iniciarión a la lectura 15
..-.
prensión. En efecto, en una primera lectura hay no raras veces
•
• incomprensión y comprensión errónea. En algunos del
•
..• texto observa el lector su incapacidad para comprenderlo, por
ejemplo cuando encuentra conceptos que no le son conocidos, o
cuando halla un <<mundo>> con el que no está familiarizado. Pero
..,
. '•
puede ocurrir también que el lector piense comprender el texto y
en realidad lo esté comprendiendo erróneamente. Sin que él se dé
cuenta, el lector cree que su comprensión errónea.es lo que el texto
, ... . 4 1 , ....q.iJiere decir. IaJ . incomprensión y. comprensión· . ..
por ejemplo, cuando el lector comprende palabras en el sentido que
•,
•
•
le resulta familiar, o porque él clasifica el texto entre aquellas clases
.
•
' de textos que. se emplean en el círculo en que se desenvuelve su
v1.da, etc. 3
•
!
•
••..
Como la lectura está expuesta siempre al ·p eligro de la incom-
•
••
. prensión y de la comprensión errónea, el lector tendrá que aplic.a r
.
determinadas estrategias para penetrar en el.sentido del texto y no
•
• sucumbir ante los <<peligros >> del mismo .
•
•
.
•
• Cuando en una conversación no está claro algo· que nos quiere
.•
decir nuestro interlocutor, existe siempre la posibilidad de formu-
lar una nueva pregunta. Algunas veces, por el curso ulterior de la
••
.• conversa.c ión se ve que hay un malentendido. El volver a preguntar
.••' '
.'-• pidiendd aclaración y el hecho de tener en cuenta el contexto del 1
'•.• diálogo son formas de asegurarse de que se está comprendiendo
..
·'
rectamente. Otra manera de captar el sentido de un diálogo consis-
.. te en .que el oyente adquiera distancia con respecto a la situación .
·' ..
,•
Desde la distancia, algunas cosas se <<oyen>> de manera distinta a
\
•
como parecía al principio. Lo mismo que en el caso de la conversa-
ción, la lectura de textos tiene también sus formas de cerciorarse de
que el texto se ha comprendido rectamente. La lectura atenta y
repetida de un texto llega más fácilmente al sentido _d el mismo que
una ·lectura rápida y superficial. U na carta, al leerse por segunda
vez, causa una impresión distinta.
:1 3
Weimar, Enzyklopadie, §§ 300 y 297. Sobre los límites del comprender, véase
ij".
Coreth, Hermeneutik, 123.
.....
16 l ntroducción
.
• antemano, por regla general, ciertas medidas de prudencia. Claro
que puede.darse el.caso, como en la ,B iblia, que los textos sean muy
conocidos y se interpreten así en un sentido determinado.
.J • • • .o: - ,..,.:•t•..
..,... ...
' ... rv1·.. ...., •• ,. ,. - -·-· - --- ..r-• . .,. " . .._ - -·- ·- ' """ 1-- .. · • - ·.. • -· • ... _.. .. • • • • .. , • •. • • •
1.2. __
como medida para cerciorarse
•
. •
•
• La índole de la lectura científica
pr.opia comprensión ..del textQ, y hace así qj.ie una tercera persona sea
capaz de verificar intersubjetivamente el proceso de la comprensión. .
"'
Sión de .Y ·a_ de comprensión de los mismos "'
'
6
determir:radas ., · ••
. ' ' ..
. ..' '
4
Sobre la relación-·íntima entre el leer y la.actividad de estudio sistemático de la '•,'
literatura, véase Weimar, Enzyklopiidie, §§ 46-70.
5 '
Weimar, Enzyklopiidie, § 305.
6
Por este motivo, será tarea permanente de la exégesis el ser no sólo histórica,
sino también crítica.
Lq, metodología_ como iniciEciór.i. a. la 17
"
•
• El lector competente
.
. .. ..
. ...
PC?r .tan,!2 z..• .. ... . .. . . ··"·
ectura.
·1
Todo lector es competente para hacer observaciones relativas al texto,
•
para sacar conclusiones y abrigar sentimientos con respecto al mismo .
•
La competencia del lector se muestra en varios aspectos: En
primer lugar, el lector de un texto es competente para hacer obser-
7
vaciones con respecto al texto y para establecer conexiones • Así
como el que contempla un edificio es capaz también de hacer
• deter111inadas observaciones, .incluso sin tener a mano una guía
.. ... ""' . (núµiero ,de ventanales, notas . etc.), así también el
lec.tor hacer diyersas observaciones con respeGtO al texto y
establecer
.;
una conexión entre dichas observaciones.
•
•
El lector, luego, :es competente ·para sacar conclusiones de las
' -. .... . ·0bservaciones y las : comparaciones. Quien contemple una casa
• •
-
.: : .
.-,.
normales). Está capacitado para sacar esta conclu-
t. . : -:. • •
' . .. -
.. .. ' ...... .
.--• .s ·, • ..,
7
.• ,:· De esta capacidad se deriv.a la posibilidad no sólo de la lectura sencilla, sino
.• · : :.:
· -.· · ; ·:también de la lectura científica de la Biblia. Desde este aspecto, no existe diferencia
' · . . .. •·. · :.esencial entre ambas formas de lectura .
.. ., .
..
..;-. .
.
.. .. .... .... - •
.
.. . : . .. . .. .. :
• 18 Introducción
o ., .,, • Ie disgü"S'i:a:
1
8
Véanse, a este propósito, diversas obras que ofrecen metodologías para la
práctica del estudio bíblico y que se basan en m étodos psicológicos, por ejemplo W.
Wink, Bibelarbeit. Ein Praxisbuch für Theologen und Laien (Stuttgart 1982); H.
Barth - T. Schramm, Selbsterfahrung mit der Bibel. Ein Schlüssel zum Lesen und
Verstehen (Munich 1977).
.... -. .. .. . - .. . .. . . .. . . ·.. . . .
·'
-•
' ·.
..
.
,.
•. La metodología como a la lectura 19
- ...
.
..
El lector dispone de «instancias de control» para comprobar.la rectitud
de la lectura, es decir, dispone de ayudas para verificar si ha comprendido
rectamente .
.·,·...
..
-. Una primera instancia de control es la lectura repetida, la acción
.. . .
constante de preguntar, comparar y tener en cuenta el contexto.
Tan sólo aquel que pregunta constantemente al texto, llegará hasta
-------------·______________________
•
el sentido del mismo 9 • ______. ,..
.... .
La segunda instancia de cóntrol para comprobar la rectitud
de la lectura consiste en tener en cuenta experiencias de
...
-. ajenas. Esto puede lograrse mediante la lectura en grupo. <<No
..-
. debiera uno interpretar en solitario>> 10 • Cuando varias personas
'• leen un texto, hacen más observaciones en el texto de las que
.·
haría una sola persona, y de las observaciones se sacan también
más conclusiones. Aunque los diversos participantes no estén de
... acuerdo en la comprensión del texto lograda mediante observa-
ciones y conclusiones, surge la necesidad de verificar la com-
prensión que se ofrece del texto, y de analizar los argumentos
que se aducen. La lectura se convierte así en una actividad inter-
..
subjetiva y argumentativa. En la exégesis, la manera más frecuen-
te de tener en quenta la experiencia ajena de la lectura consiste en
.
.-·.
..-
leer literatura secundaria: C_u ando el lector compara sus ideas '
•. .
• con las· que fueron adquiridas. por otros lectores y que han
..
quedado consignadas en los comentarios y otras obras por el
9
Se pueden recoger también observaciones sobre textos mediante cuestiona-
.":"':
•..• rios como el siguiente: quién hace qué, cuándo lo hace, etc. Los cuestionarios de la
,,-
presente metodología tienen también la finalidad de ayudar a hacer-observaciones.
--.·•"
:
Weimar, Enzyklopadie, § 178: «No hay más que un camino para hacer caso al
sentimiento o la conciencia de la estrechez de la primera comprensión y de escapar
del dominio del y el. pregunta:, y de nue".'o
preguntar. Por este cam1no, un af1c1onado que, por lo <lemas, admira y condena sin
.•..,.,
hacerse ninguna pregunta, puede formarse y llegar a ser un especialista en el estudio
.>-
•r de la literatura. En efecto, su 'talento' consistirá en saber preguntar». Véase también
R. Grimminger, Abriss einer Theorie der literarischen Kommunikation, en Brac-
kert - Lammert, Fu_nk-Kolleg Literatur, 100-116, especialmente 109: «Toda reflexión
sobre textos, toda interpretación presupone que las interpretaciones proyectadas
por el lector y existentes psíquicamente en él vuelven a compararse con el texto y de
esta manera se pueden controlar».
10
Estas palabras podrían .estar tomadas de un libro de ayuda práctica para el
estudio de la Biblia (véase Egger, Gemeinsam Bibel lesen, 10), pero de hecho se
encuentran en Weimar, Enzyklopadie, § 309. Más claramente aún lo dice Glinz,
Textanaly se und Verstehenstheorie, I, 47s: <<••• Si se quiere alcanzar una compren-
sión intersubjetiva científica, y si se quiere que.los actos espontáneos de comprender
se hagan conscientes y se aclaren en un análisis científico, entonces habrá que
confrontar, en relación con cada texto, varias formas individuales de comprensión
que sean lo más diversas que se pueda».
.
¡.
'
!'
.1
.,.• {: "' -20 Introducción
.
..
..... .
..... _
'• recibe de los documentos de la Iglesia la indicación de una instancia
12
de control de índole especial : los textos bíblicos no deben leerse
<- . aislados, sino dentro de un contexto mayor: dentro del contexto de
toda la .S agrada Escritura y dentro del contexto de la vida de fe de la
Iglesia, de su tradición y del magisterio Con esta
..
<<instancia>> se menciona una característica esencial de la lectura
'.
cató'lica de la Biblia 13 •
... .
;' ..
'
' .
'
'
."• . 1.3. · Modelo de lectura científica
..
: :
,, va
La lectura de textos se convierte en estudio cient¡fico de textos, cuando
asociada con la reflexión sistemática acerca de la de la compren-
...• .
.. ..
)
.. /
SIOn.
..
;' .. '
'' .
:\ ..
El modelo de lectura científica parte del hecho de que.incluso la
recepción científica de textos está influida de muchas maneras por
.
i.
"
1
factores. subjetivos. Entr.e facto.res s_e cuentan, además de las
..' .. .. decisiones previas de· carácter .científico, datos de la historia de la
propi:a rvida; etc. 'El proceso ·mismo de la lectura ·científica comien-
1•
..'
'
za·, .como: con6'ciniiento,' con el ºhecho de .leer el texto. La
ii
'.
.. tarea :cons'is.te »en' c'o n···ayuda del texto, la primera · com-
. ....
1
'
1
.
11
•
'. •
En .efecto, el
. no fij.a a menudo en la peculiaridad .de _los textos, sino
.<
'
13
, ·. Claro que :en ·.roda:.le.c tura ·de·.l a Sagrada :Escritura ·(no sólo ·én la lectura
· 1
.
hay-:1una:.se.r ie de·factores que influyen ·ya.en la pr.imera lectura: ·e n todos ·.
,
los ·casos ·. se deja sentir ··una determinada ,comp·rensión previa, que se basa ·en la •
la aceptación simplificadora).
cerciorarse científicamente no es igualmente necesario para
cada lector: hay también otras forrnas de cerciorarse que están
justificadas y son necesarias: la lectura personal y espontánea de la
Escritura, la palabra de Dios en la liturgia y en la predicación
eclesial, el coloquio bíblico y e1 estudio práctico de la Escritura. Las
-· diversas formas se diferencian entre sí por la intención, la intensi-
dad del trabajo, el grado de reflexión, la relación con la vida, la
15
situación de comunicación, etc. •
. . .. .
. '
14
. .. .
- Véase Gliñz (nota 10).
- ...
15
.
'; ..• -.. . Acerca de la reflexión sobre el estudio no científico de la Escritura, véase W .
Egger, Die zweite Unbefangenheit des Bibellesens: BibLit 50 (1976) 247-255; J.
Kremer, Die Bibel einfach lesen. Bibelwissenschaftliche Erwagungen zum nicht-
wissenschaftlichen Umgang mit .der Heiligen Schrift (FS Kardinal Konig) (Viena
.• '
1.980) 327-361; Id.;.,Die Bibel:.. ein Buch für alle (Stuttgart 1986). Entre las ayudas
para el estudio práctico de la Biblia, mencionaremos: W. Erl - F. Gaiser, Neue
• . Methoden der Bibelarbeit (Tubinga 1969); Praktische Bibelarbeit heute. Publicado
por la Bibelwerk .(Stuttgart 1973); W. Egger, Gemeinsam ·Bibel lesen.
..
• .
• • 22 Introducción
•
2.1. .Variedad de métodos científicos
e integraci.ón de los métodos
16
La estructuración en cuatro partes de la obra de Zimmennann, M ethoden-
lehre (l.:1 a 6.ª edición - la traducción española: Los métodos histórico-críticos en el
Nuevo Testamento. Madrid 1969, está hecha sobre la primera edición alemana-) nos
da una idea de las etapas de trabajo del método histórico-crítico; la mayor parte de
las obras de metodología estructuran más detalladamente los métodos.
- .. ,. - . ..... .... . . .·. . .. ,• .. .. .
. .. .
•
.. .
-::
,
..
..•
.. •,
La metod9logía como i.niiráción a la lectura 23
•
',
,•
. ,•determinado momento de su historia, teniéndose en cuenta siempre
•.
. '•
el sistema de comunicación en el que se halla integrado el texto 17 •
•
..
... E
El análisis sincrónico efectuarse en la etapa de la redacción
.,,, final, y también en las di,rersas versiones del texto en las etapas de la
' .
"
o
•
E tradición. Por el contrario, el origen y modificación de un sistema
:
·-:.
...__
,
.. (en los textos: el empleo y refundición de fuentes) se investigan
mediante los llamados métodos diacrónicos. Los métodos recientes
de exégesis acentúan m.uchas ".eces ,con intensida4 la
. strb
..
.
··- r1ecegr .J 1 p,reee ·e ,i·
ft'fta ·
is1s · e:· ·
, · 12 e
•
-'
,'
o
• se
el método histórico-crítico' ocupa especialme.n te del origen de los
textos, pero no debe equipararse sencillamente con los métod.o s
,, E
..• E
'
.... .'
diacrónicos; en efecto, tiene en cuenta también muchos aspectos
sincrónicos; y, de manera análoga, no todos los métodos recientes
,
E
,•.
estudian el texto de una manera puramente sincrónica.
.
'
...,:··
.
•
.
. "' · Los procedimientos recientes deben integrarse en los métodos de exé-
..''
E
gesis ya clásicos.
•'
?
..
! Cada método se fija, mediante su problemática, en determina-
..' dos aspectos del texto. A la variedad de los aspectos del texto
corresponde la variqdad de los métodos. Para que, al dirigir la
..
-' o
..: . ':
'• .· 9
L la captación, de modo que otras formas se consideren sólo como
•
complemento u ofrezcan una menguada sustitución.
'.
•
...
. ' ._ .. que . más le coµyeJ.].ga y. el
método más adecuado ·al mismo.
·-. .. - . .
.
'· Los m.é todos n.o son . recu.rsos que deban aplicarse mecánica-
.."
'1 t J . , .:::... a . •ua91wenxe,,a fi11.11de Cap..t_
ar..el.s.entido:,de. UD .texta.._.I.o.s métodos deben.
entenderse como referencia que nos indique en qué hay
....·h. .
¡ '
; -que reuriir observaciones relativas al texto y cómo puede desvelarse
:
il'
.....'
:f de la manera más adecuada el sentido del mismo.
.:' :
.: ¡ .. ..
.• 1•
!!
..
; Sin emb.argo, al comienzo de .la labor científica, se recomienda
·¡
! seguir un orden determinado para efectuar las diversas etapas me-
1
.!
•• tódicas, orden que podrá variar según la clase de texto de que se
.••.
!J'
'
•1 trate. De esta man.era, el principiante no omitirá nada importante.
1
•¡
;•t. Luego, en ·el transcurso del trabajo con un texto concreto, se verá
..li..
:¡· qué etapa metódica resulta especialmente adecuada para el texto y
'.
,,
.. . es, por lo mismo, especialmente fructífera.
¡ ! l
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.
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¡,
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,
1
3. Pec.uliaridad .
J
1
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;l_". de.la presente metodología
¡l: . . . .
'. .
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il.
3 .1. Puntos esenciales en cuanto al contenido
'.ti
•1
.lL
:r·
:i
i.
·· La pres·e nte metodología se entiende a sí misma como iniciación
1'
¡
1
!. al trabajo científico con textos del Nuevo Testamento. Característi-
p: ca especial de la presente metodología es el intento de constituir un
.
1I .
:.: .
. .
¡¡ conjunto orgánico con los métodos de la exégesis histórico-crítica
••
."i: y con una selección de los métodos más recientes, inspirados en las
.,.•!'. .
i::
.'
ciencias del lenguaje, valiéndose para ello de un modelo de teoría
".
.!.
¡
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del texto y de reflexiones hermenéuticas sobre el acto de leer 20 •
.. .¡ •
"
.
• ¡ '
..: . 20
1 Obras fu.n damentales sobre la .necesidad de .integración: de los métodos:
:!
Richter als 9-48_; P. .ª
pu co1!flict la conver-
gence des ·methodes R. Barthes ·e.a., Exegese et hermeneutique, 35-53;
(H ardmeiet, ."Texttheorie; 2·s:..44; D. Marguerat, Stru·k tyrale ·Textlektüren der E van-
_gelien: .T hBerichte 13: (Z:uiich 1983) 31-84; Schweizer., Metaphorische Grammatik.
{: . Ofrecen un breve esbozo de J. K.remer, Alte, neuere und
..••.. neueste M ethoden der Exegese: LPThQ 128 (1980) 3-12; Frankemolle, K ommunika-
....
..... tives Handeln, 30. Metodologías que efectúan dicha integración: Berger., Exegese;
. para el Antiguo Testamento: Fohrer e.a., Exegese. Las nuevas ediciones de los
if"
.
".
l ;•
estudios sobre los métodos histórico-críticos amplían su texto para dar cabida al
aspecto lingüístico: Zimmermann (a partir de la 7.ª edición); J. Schreiner - G .
!
·..!
, ••.
...
,., Se reflexiona, en la medida de lo posible, sobre las diversas
..••.'
..-
·
;,
etapas del trabajo y sobre los presupuestos subyacentes al mismo,
•
...•. ya que la reflexión sobre las posibilidades y los límites de una
....• 21
.,,_. ci.encia es también una tarea científica • Forma parte principal-
.........
.·• -- - mente de· esta reflexión el ponderar bien la relación íntima entre la
...,..... .. -
••
• metodología, la del texto y la hermenéutica.
.. ,...,..
,
..•., ..
Por varias razones se imponen ciertas limitaciones en el estudio
...
(
de .la materia. En primer lugar, hay que hacer una selección entre
los 'riiétodos dé que s'e'dispone' "( esto"se aplicáparticu!ármente' a' los .
•7
., •
,.
".••'.. métodos recientes). Los criterios para la selección _fueron los si-
!\
r.
..'t, guientes: Debe tratarse de métodos que permitan hacer muchas
,9
..
....
• ,j¡:
observaciones con respecto al texto y que, no obstante, no sean de
22
...t. aplicación demasiado difícil , ofreciéndose por lo menos un méto-
do correspondiente a cada uno de los aspectos de la investigación
J 1
.:1,
de un texto (lingüística del texto, semántica, etc.). Se empleó tam-
bién como criterio de selección entre los métodos recientes el que
t dichos métodos hayan encontrado cierto asentimiento entre los
t·"" 23
representantes de la lingüística , y el que, por otro lado, puedan
..',.,..,
$'
'I<
•
•
24
1• armonizarse con el método histórico-crítico tradicional • Esto se
il'.
.::..
i:
ha hecho, entre otras cosas, porque sin tlicha armo°'ización co·n los
} estudios histórico-críticos, el verá bloqueado el acceso a
•
(.
.;.
gran parte de la bibliografía exi!tente a este respecto.
--i'
"f Fue necesaria también una limitación con respecto a la medida
de reflexión que debe aplicarse a los métodos. Hay que reflexionar
.. . sobre métodos discutido.s, pero en este contexto, y teniendo en
..,
'
cuenta la complicada discusión sobre los métodos, con una termi-
i""'
.
'
.
·nología difícil de la que muchos ·se lamentan, y en consonancia con
la finalidad de aplicación que se propone la presente metodología,
.'I!.
! ' .
nos limitaremos a exponer sólo las razones más importantes en
l .. cada caso para la selección efectuada y para el orden en que se
..presentan las etapas metódicas. Las referencias .bibliográficas, te-
niendo en cuenta los destinatarios de la presente obra, se han hecho
con la correspondiente concisión .
•
•
.-. Hay que reconocer las posibilidades y las (<ilusiones» que son inherentes a
todo método; véase Ricoeur, Du confiict (veáse nota 20_), 36.
22
· Por esta razón, se expone sólo en sus principios, por ejemplo, la semántica
• , .de Greimas, aunque· hay una serie de trabajos que se sirven de ese método .
23
Así ocurre'. con respecto a las etapas de trabajo del análisis ·lingüístico-
- .sintáctico, semántico y pragmático (aunque no siempre en este mismo orden de
sucesión). Véd:se la introducción a la parte 111.
24
Véase la nota 20.
_.... " ·-.
26 lntroducció11
3. 2. El círculo-de lectores
La presente iniciación a los métodos de la exégesis del Nuevo
..
Testamento se propone principal1nente servi1· de ª)'Uda a los estu-
; .
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diosos de las ciencias neotestamentarias, para que se familiaricen,
\
.. '.
•
,
'
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i,
•
'::.
.• . •
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tanto en sentido teórico como prá.c tico, con las formas de trabajo
. ,:}t de las cicncia.s bíblicas. A fin de conseguirlo, se expone.irán sie111pre,
'\ ".
; J:' .":
. •
>-'
. •. 1 en el estudio de cada uno de los métodos, los correspondientes
\
.. fundan1entos de teoría del texto. Se de1nostrará en textos concretos
.
.,
.
la aplicabilidad de los métodos, y se darán indicaciones de trabajo
!
....¿:,
'
'
•
. •
.' para el ejercicio personal .
¡t '
'· ;¡, La obra se dirige luego al círculo, más amplio, de lectores que
-..
,,•·..
•
desean comprender los textos de inanera exacta y verificable 25 , y
• •
..
...• 25
Para la formulación, véase Gli11z, Textanalyse und Verstehenstl'Jeorie, I, 3 .
.
'
'
¡
.. .
.'
;
La tnetodología como iniciación a la lectura 27
26
La exposición por separado de los métodos sincrónico y diacrónico es
recomendable no sólo en virtud de la distinción teórica entre «Sincrónico» y
<-<diacrónico», sino también por razones didácticas: Como el método histórico-
crítico trabaja principalmente de manera diacrónica, tan sólo una exposición separa-
da de los métodos diacrónicos ofrecerá la posibilidad de comprender la literatura
secundaria, que trabaja muchas veces con ese 1nétodo. Además, el método si11cróni-
co es más fácil de aplicar e11 la práctica.
27
El análisis narrativo se estudia en el análisis semántico.
..
28 1ntroducción
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TEORIA DEL TEXTO • •
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30 Teoría del texto
•,. • .
!' . La teoría del texto que vamos a exponer a continuación se basa
' . en los resultados obtenidos por la exégesis histórico-crítica, la cual
. :t\'•• .. 1
,. 1
Las cuestiones relativas a este tema se estudian en las ciencias del lenguaje
....J..
••
.. .
. bajo los conceptos de «teoría» (semiótica) del texto», «ciencia del texto», «lingüísti-
.,
' ca del textO>>. Entre la bibliografía me11cionaremos: Ak1najian - Demers - Harnish,
'.•
,.". . Linguistica; van Dijk, Textwissenschaft; U. Eco, Einführt.tng in die Semiotik (Mu-
'' nich 1972); Id., Trattato di semiotica genera/e; Güttgemanns, Einfü/Jrung i11 die
'· Linguistik für Textwissenscl;aftler; Id ., Elementare semiotisc/Je Texttheorie: Ling-
.. 1 Bibl 49 (1981 ) 81-111; E. U. Grosse, Was ist Semio.tik?: LingBibl 52 (1982) 87-113; 54
'
ji :
(1983) 27-52; Hardmeier, Textt/Jeorie; Hen11ing - Huth, Komnzunikation; Kall-
...
".. 111e)1er, Lektürekolleg; Kalverkamper, Orientierung zur Textlinguistik; Sowinski,
•
.'
.. . Textlinguistik. En los diversos capítulos se cita más bibliografía.
.... .
•
r.
'
..
.
..
-•
•
•
'
.' 2
Véanse las metodologías que utilizan el método histórico-crítico (en cuanto
hace11 declaraciones sobre u11a {<teoría del texto>)) )' los trabajos exegéticos que se
sirven del método histórico-crítico. En e] ámbito católico> la Constitución Dog-
mática del Concilio Vaticano II sobre la Divina Revelación (1965) ofrece un consen-
so así sobre la índole )' e] origen de Ja Sagrada Escritura. Y> por lo que se refiere a los
evangelios, este consenso se halla expuesto en la Instrucción sobre la verdad histórica
de los evangelios (1964) .
-.
•
. .
•
2. .
El t·exto como
magnitud estructurada
Lecturas
Una iniciación a los problemas de la lingüística del texto la ofrece
W. Dressler, Einführung in die Textlinguistik.
Con los conceptos fu11damentales de la perspectÍ\'a estructuralista,
nos familiarizará Funk-Kolleg Sprache, I, 115-206 3•
3
a
Más bibliografía: Barthes, lntroduction l'analyse structurale de_s récits; De
Beaugrande - Dressler, Einführung in die Textlinguistik; Fages, Den Strukturalis-
mus verstehen; Fossion, Leggere Le Scritture; Marguerat, Strukturale Textlektüre
der Evangelien; Groupe d,Entrevernes, Analyse sémiotique (trad. esp.: Análisis
semiótico de los textos); Groupe d'Entrevernes, Signes et paraboles (trad. esp.: Signos
y parábolas); L. Panier (ed.), Petite introduction a l'anal11se des textes: SemBibl 38
'
•1 (1985) 3-31; Patte, What is Structural Exegesis?; D. y A. Patte, Structural Exegesis.
From Theory to Practice (Filadelfia 1978); D. Parisi - C. Castelfranchi, La compren-
sione dei brani come costruzione di t/.na corretta rete di conoscenze, en D. Parisi ( ed. ),
.1
)
Per una educazione ling11.istica razionale (Bolo11ia 1979) 161-193.
l
j .
El texto como magnitud estruct11rada 33
;
Una declaración lingüística demuestra ser un texto cuando las partes de
dicha declaración hacen referencia a otras, y únicamente pueden
•
explicarse por la cohesión .
i
•
• 1.1. Estructura
..•)
.
l. El texto debe considerarse como sistema cuyos elementos (pala-
.• bras, frases, partes del texto, y también contenidos de significado,
J•
•
etc.) están relacionados entre sí; las relaciones entre los elementos
J
•• se ordenan según determinadas reglas (comenzando por las reglas
¡
.• de la gramática y pasando por las reglas de la rectitud lógica, etc.) y
••
t pueden ser diversamente densas; no cualquier elemento tiene que
\
1 estar asociado con cualquier otro.
r.
•• •
•••.
••
b
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,• ·
• f
l• .
\.·
. !.
'••.
.'
·l.J Figura l.. El texto como estructura .
1
...(·
'1
Entre los elementos de un texto existen numerosas relaciones,
••'
;_
t. . 34 Teoría del texto
.:· '
; .., .•1
t .. .
., . '
•
.'-
•
4
'c.•
¡•
-ti
.; ·\
ordenadas por reglas, como puede verse por la figura 1 • La suma
. , "." de las relacio11es entre los elementos del texto (a, b, e, ... ) se designa
¡, "·'
"'
,
i;
,,
-·i : ..
'.1
' .•
. ....(. como <<estructura» del texto, segú11 la definición que se da de
;.. .. :· 4·, ·'
. .
.c.
.. ... -
>
como <<conjunto de las relaciones entre los elementos de
t ' ' 1
4
Siguiendo a Fossion, Leggere le Scritture, 24.
5
Funk-Kolleg Sprache, l, 118.
'' El método estructuralista se cuenta entre los métodos sincrónicos, pero esto
'.'
no quiere decir que los textos se l1allen ú11icamente en un s1stema de relaciones
sincró11icas. Una tendencia extrema deJ estructt1ralismo defiende una teoría del texto
':'-) ¡
'1 :
if '
••
(que 110 se propugna en la presente metodología), según la cual el texto que tenemos
a la vista tiene absoluta prioridad. Tal método se con\'ierte e11 método antil1istórico.
Es verdad que l1ay que co11siderar el texto como totalidad coherente, pero el texto
no es nu11ca un sisten1a cerrado. Ha)' textos que tienen múltiples relaciones con
.. factores externos al propio texto (por ejemplo dentro de un acontecer de comunica-
.'.
.... .
.
ción). En su forma extrema, el estructuralisn10 es antihistórico (únicamente el
•
sistema), antipsicológico (únicamente la obra )' la conexión que se da e11 ella),
f: a11tisociológico (no ha)' im Leben>) [ «SÍtuació11 vital»]). E11 la presente metodo-
..,'..•.· logía se e1nplea el método estructt1ralista como uno de tantos n1étodos. Véase, a este
•'<•
propósito, Ricoeur, Du conflict (véase c. 1, nota 20, 37-39) .
. 7
Plett, Textwissenschaft, 61. A propósito de los factores de col1erencia, véase
.•
"•• De Beaugrande - Dressler, 50-87; Kalln1eyer, Lektürekolleg, I, 177-252; Plett,
l
Textwissenscl1aft, 60-70; Egger, Faktoren der TeJ:tkonstitution. Esos factores se
',,
1 estudian detalladan1ente en las secciones correspo11dientes a los diversos métodos.
.
•
¡
.•
·,.
j.
El texto como magnitud 35
Los factores que asocian entre sí los elementos de u11 texto )' contri-
bu)1e11 de esta manera a la coherencia del mismo, son de índole diversa y
actúan en diversos planos del texto.
• Pla12os de co/Je1·encia
• Grado de co/Jerencia
•
• 8
W. Egger, Gál, sub loco. ·
.
•
•
.....
••
36 Teoría del texto
• Falta de coherencia
Claro está que en algunos textos del Nuevo Testamento se
observa también falta de coherencia: desigualdades en la forma
lingüístico-estilística, interrupciones de la conexión,. repeticiones
perturbadoras, y otras cosas por el estilo; en una palabra: hay
<<tensiones» en el texto 9• Con arreglo· a la concepción de que un
texto se convierte en un todo uniforme por n1edio de la cohe1·encia
,, en los planos de la sintaxis, la semántica, la pragmática y la clase de
.'
texto, entonces, cuando hay una ruptura de la coherencia, es decir,
·•. cuando hay una falta completa de coherencia, hay que suponer en
•
,.
•
un enunciado lingüístico que la razón de ello es que hay dos o
•• varios textos. Claro está que debe tenerse en cuenta que la coheren-
'.
••
.
cia no tiene por qué ser igual de fuerte en todos los planos, de
! manera que la falta de coherencia en un plano no significa falta de
.•
coherencia en el texto en general. Además, en el plano de la
coherencia semántica y pragmática en textos antiguos no rigen en
absoluto los mismos factores de coherencia que en los textos 1no-
......
¡··" . ..
¡·--·. t
dernos: la índole de argumentación del autor puede ser diferente de
.....
1 • • •
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•" '•
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;: .
'
1
lo que esperaría la lógica 1noderna. E igualmente la intención de un
texto de producir un efecto puede alcanzarse por medios estratégi-
cos distintos que en los textos actuales. En algunas circunstancias,
las discontinuidades estilísticas y las transiciones semánticas rápi-
das pueden corresponder a una dete1·minada intención del autor/re-
dactor 10•
.r Con respecto a las llamadas tensiones que hay en el texto, habrá
que conceder por lo menos el mismo interés a los factores de
9
En la llamada crítica literaria se hacen observaciones
. sobre tales «tensiones»
que hay en el texto )' se las utiliza como referencia ·a la historia del origen del
mismo : Cuando en el texto se comprueba que l1ay tensiones, entonces hay que
suponer que las fuentes fueron reelaboradas; en un texto con tales tensiones no se
trataría de un texto único, sino en realidad de varios textos. Tales operaciones de
crítica literaria se emprenden con respecto a los evangelios (sobre todo en la cuestión
sinóptica) y a las cartas paulinas (cuestión de la uniformidad de 1 y 2 Cor, Flp, 1
Tes). Según Richter, Exegese als Literaturwissenschaft, 49-72; Fohrer e.a., Exegese,
44-56; Strecker - Schnelle, Einführung, 40s, la crítica literaria -como determinación
de la uniformidad/ falta de uniformidad- constituye el punto de partida del análisis.
Con razón acentúa Merklein, Einheitlichkeit, 156-159, que los criterios clásicos de
crítica literaria son totaln1ente criterios de incoherencia, criterios que ayudan a
descubrir la deficiente coherencia del texto; antes de buscar tensiones, discontinui-
dades, etc., habría que servirse del análisis de la ciencia textual para determinar la
calidad coherencia! del texto.
10
«Las tensiones y discontinuidades en el texto no son importantes primaria-
me11te para señalar diversos niveles y fuentes; remiten, más bien, a la intención
pragmática del autor, que con discontinuidades quiere, por ejemplo, aguzar la
sensibilidad auditi\ a del oyente/lector» (Frankemolle, H andlungsanweisungen, 26 ).
1
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.TI."'
El texto como magnitud estructurada 37
.
• 2. El modelo -de lectura
de la perspectiva estructuralista
•
'
J'
El método estrucruralista da indicaciones sobre la manera de averiguar las
••
'• relaciones entre los elementos.
•••.
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..
'.
•
El método ofrece ayudas para descub1·ir elementos y relaciones
'
'
'• entre ellos. Claro está que no se trata de un procedimiento más o
.• menos mecánico para hallar algo, ya que precisamente en los análisis
..,•''
..
•
1
semánticos el saber cultural del lector representa un gran papel. En
•
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•
textos antiguos, corno son los textos bíblicos, esa competencia cultu-
f.. ral del lector es aún más importante.
! Desde el punto de vista herroenéutico, este principio estructuralis-
-.,
•
..,f
.t un texto, tendrá que atender a las estructuras de dicho texto. Claro
!
.•.¡·' está que, para la descodificación de un texto, hay que tener en cuenta
:í-
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también conexiones de índole histórica y otras cosas más 12 •
•
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-
•
11
Barthes, L 'analyse structurale, 188. .
12
,
Frente
. a un estructuralisn10 concebido con criterios demasiado estrecl1os,
vease anteriormente nota 6.
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3
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por medio de textos (escritos)
...
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1 ¡
I·
Textos como parte de un acontecer de 39
Código
Código (puede ampliarse
conjunto de mediante preguntas
•
signos aclaratorias)
1"' l.a exposición está tc.in1ada, cc)n T11 C.)dificaciones, de ¡:,"nk-A."olleg Sprac!Je, l;
...
41; véase Lektiirekollc.g, I, Plctt, Textwissensc!Ja/t, 45;
TcxttlJeor1c:, 107-1l1 . En el traba¡<) cxcget1co en1plean tales m(>dcÍos: Hard1ne1er,
.
• Tc.x:ttl;eoriC' 1111{/ biblisc/Je E.regese, 106, 108s; r:ranke1nollc, Kor111111.t11ikatives l-f ar1 -
de/11, 28; G. Altpctcr, Tc.rt-li11g1<Ístisc/Je Ex:egese a.lttesta111e11clic/Jcr Einc
Dekt)dicrung (Bcr11a 1978) 24-28.
1
:
" I)l' los C<>n1t> r11unciad<.1 escrit() se puede afirn1ar lo que
. dice \X'cin1ar. l.11z.vl?!<Jptidie: Los tcxtc>s cie11cn una duración que depende de la situa-
- ción (§ 80); los textos pertenecen a dc.>s situaciones separadas por el ticn1po y sc)n Lll'
una duración que depende de la situaci()n (§ 81 ) ; los textos están sien1prc en pre.sen te
...
..
.
•
•
•
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-
40 · Teoría del texto
..•.,.-;:' · .'
. • •
17
·•.. f:.::. -._ ·, ' <<Situación expandida de enunciación» • <<De esta manera, escribir
! ;;.. . .
· .. ( \.;.' y leer pueden convertirse en procesos que estén todo lo distancia-
t;.. dos que se quiera, y desde luego en procesos que no so11 contempo-
... . . ' . .
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. ráneos» 18 • En el caso de los textos bíblicos, la longitud de la
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distancia de entre la con1posición y la lectura crea además
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dificultades adicionales. El texto, como co11junto de signos escrito,
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comu11icación escrita, se han tenido en cuenta los factores d·e tiem-
19
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...
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. (§ 82; a pesar de toda la «historicidad»); los textos 110 ca111bian (§ 83); los textos son
• atemporales y consun1ados (§ 84); un texto es el presente real de un pasado(§ 85);
'
j •.•
.• .:
los textos son el so11ido del lenguaje transformado en trazos (§ 86) .
•1 ••
. ". 16
De la existe11cia esp·ecial de los textos (desligados de la situación original de
comunicación), una existencia que de hecho tienen los independizarse
n1aterialmente del medio, se ocupan K. Ehlicl1, Zum Textbegrifj; A. Rothkegel - B.
.. Sandig (e-ds.), - Linguistische Modelle und mascl1inelle
Verfahre11 (Pap1er zur Texcl1ngu1st1k 52; Han1burgo 1984) 9-25, }' Frank.e1nolle,
_H andlungsanweisungen, 19-49.
t" . '
17
Ehlich, Zum Textbegriff, 18.
J
• 18
Grimmir1ger, Literariscl1e J(ommu11ikation, en Bra-cl{erc - La111mert, Fu.nk-
J(olleg Literatur, I, 104-106.
19
Siguie11do los modelos de Ehlicl1, Zun1 Textbegriff, 18, '' de Frankemolle,
Handlungsanweisu.11gen, 28. · '
•
Textos con1cJ parte de 11. 11 acontecer de comunicació11 41
Sobre algo
1
Fuente Texto Utiliza-
de ción de
infor-
. , --. Autor t---• Lector -+•la
mac1on mac1on
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Código '\ / I C2 1
conjunto de signos , 1
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•
2.
. .
La comun1cac1on
/
f
mediante textos del .pasado
e uan do la co111 unicació11 .se efectúa 1nedia11tedtextos del. pasado,
·, 21
se derivan de ahí cor1 secuenc1as para el proceso e co111p1ens1011 .
21
Los estudios de Grin1111inger, LitcrarisclJe f(ornn11f11ikatio11, 104-116, sobre la
acción de leer)' escribir textos lite rarios se aplican tan1bién, con ciertas 111odificacic.)-
1 nes, a las forn1as de comunicación mcd ia11te otros textos escritos. Véase ta111bién,
con respecto a la situación, intenció11 e intereses de emi tentes )' recipientes, Glinz,
TextanalJ 1Se, I, 67-105; Il , 42-48 (con lista de factores que influ )·e11).
l
Textos con10 parte de tt11 acontecer ele com1111icació11 43
por el tiempo e11 que cada uno vive, el lector 1noderno de textos
• Fu ente
de
Autor
••
•
Partiendo del texto,
-+ Lectores • Utilizac1on
destinatarios de la
.,
.,
•
In formación se reúnen observa- '• informac1on
' . •
c1ones y se sacan
conclusiones re-
. j
•
trospect1vas sobre
las condiciones ex-
tratexruales de pro- .
ducción
., y recep -
c1on.
'•
Situación de comunicación
figura 4. Etapas e11 el trabajo de reco11strucción
del acontccin1iento de con1Hnicación.
'
4
Textos como resultado de
•
la recepción y la reelaboración
'
j
'
Logia de Jesús
Relatos sobre Jesús
Fórmulas de fe y confesión
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48 Teoría del texto
,. d l
textos acerca d e J esus crea os por os testigos (relatos)
., .. Claro que
'·
ya en esta etapa actua cier · to proceso . de recepc1on, por cuanto. se
• 'b ,. · t textos del Antiguo Testamento. Ya e11 el t1em-
rec1 en cr1t1camen e · ·¿
1 1 .scípulos
dl son alumnos en el genuino sent1 o de
• po pre-pascua , os , ,
1 b .
1a pa a ra. se han congregado en torno a] esus, comparten con el su
. bl' d h .
·¿ · · erante y su forma de vida, se sienten o iga os ac1a su
VI a ltin d · · ,, 1) J 1 .
pe1·son a 27 . Con ellos co111ienza
. la
. tra 1cion (pre-pascua ,, e og1a. .
Una serie de observaciones relatr\1as a las palabras de Jesus co11f1r-
• ma esta concepción acerca de la producción y recepción de textos
28
ya en el tiempo_ pre-pasc__ :. a) co1110 n1aterial que
1
eran, las sentencias de] esus invitaban a que se las retuviera; b) era
l corrie11te que Jesús diera resúmenes concisos de su doctrina; c)
algunas expresiones de Jesús se entiende11 como invitaciones a la
¡. memo1·ización; d) el carácter enigmático y profético de mucl1as
1- . palabras de Jesús sugería q11e se las retuvi era bie11 para re(lexionar
sobre ellas; e) la forma, co11scienten1ente n1nen1otéc11ick, de la
•
mayor parte de la tradición sinóptica de palabras fomentaba e
1
incluso exigía que esa tradició11 se grabara bien en la memoria.
Debemos supo11er que el n1étodo que se utilizaba para grabar bien
29
esa tradición era apre11dérsela de men1oria, memorizarla • Por eso,
l1ay que contar ya con que en el círculo pre-pascual de los discípu-
los había ;1 a un principio de tradición 30 y más fidelidad en la
transmisión de la tradición que lo que había supuesto la l1istoria
clásica de las formas 31 • Y a en el tiempo pre-pascual, la producción
textual de textos narrativos y la recepción de los logia de J esús por
los discípulos están sometidas a aquellas condiciones que los inves-
tigadores han estudiado principalmente por lo que respecta a la
tradición pos -pascual. E11tre estas condiciones se cuentan, por
32
ejemplo, la selección, la refundición y la reinterpretación •
27
Véase, a este propósito, R. Riesner, ]esus als Le/Jrer. Eine Untersuchung
zum Ursprung der Evangelien-Ueberlieferu11g (\XIUNT 2.7; Tubinga 21984) 408-
419.
28
La lista que se ofrece ahora de las peculiaridades está tomada casi literalmen-
te de Ries11er, }esus als Lehrer, 433 (aquí con las citas correspondientes para
1
•
1
1
comprobación). Es funda1nental también para esta concepción: Schi.irn1ann, Die
1
i. vorosterlichen Anfange der Logientraditíon.
29
1
Riesner, jesus als Lehrer, 440-443.
30
Riesner, }esus als Lehrer, 423s.
31
• P. Stuhlmacher (ed.), Das Evangelium und die Evangelien (WUNT 28;
Tubinga 1983) 431.
32
\1 éase, a este propósito, F. Hahn, M et/Jodologisc/Je Ueberlegu11gen zur
Rii.ckfrage nac)J }es¡,ts, e11 K. Kertelge (ed.), Rückfrage nach .Jesus, 11-77, espec. 14-26
(claro que allí se habla principaln1ente de la transición del tiempo pre-pascual al
tie111po pos-pascual).
Textos conio res1-1ltado de la recepción)' la reelaboración 49
33
Perte11ecen a otro género distinto los relatos de pascua.
34
Véase más adelante.
35
Véase anterior1nente, cua11do se l1abló de la í11dole de los textos (escritos). En
la investigació11 sobre Jos eva11gelios, fue pri11cipalmente E. Gi.ittgema11ns, Offene
Fragen zur For1ngesc/Jic/Jte des Eva11geli1"'n1s (Munich 21971), quien lla111ó la atenció11
sobre esta diferencia entre el carácter escrito )' el carácter oral.
36
El modelo, con algunas modificaciones, está tomado de Hardmeier, Text-
tl1eorie, 80. '
l
!
2.ª Etapa de
Eje del 1.ª Etapa de
reelaboración
'
tiempo reelaboración
Texto de
partida Recepción del
texto
(rc-)producción
del texto -+ Texto
final
•
J:igura 6. tradició11 de te:(tos co1110 co,1sc:c1fencit1
{ll' las reelaboraciot1es ele te>.:tos.
ten e11 respuesta en situaci ones que han cambiado. Los factores 111ás
1
i111portantes que influyen en la reelaboración (selección, 1nodifica-
37
ción )' reacuñación, nueva interpretación) son los siguientes :
37
Estos fueron cxpuest<>5· detalladan1cnre por Hahn, A1ct/,udologisc/Jc
Ueberlegu11ge11, 14-26.
Textos como res1-tltado de la recepción)' la reelaboración 51
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1
11
.ETAPAS PREPARATORIAS
DEL ANALISIS
•
54 Etapas preparatorias del análisis
•
1
j
1
1
(
'
5
Asegurar la forma del texto
1
1
(crítica textual)
1
Un fin didáctico parecido se propone también Conzeln1ann - Linden1ann,
Arbeitsbuc/1, 20.
'
•
56 Etapas preparatorias del análisis í.
·I '
Lecturas
•
2
Una introducción detallada y u11a ejercitació11 e11 la crítica textual la ofrece11
·tan1bién: B. M. Metzger, The Text of the New Testament (Nueva York - Londres
1964; trad. alemana: Der Text des Neuen Testaments (Stuttgart 1966]), )' las obras de
i11troducción de Kümn1el y Wik.enhauser - Scb111id. I11troduccio11es breves se en-
cuentran en Co11zelma11n - Li11de1nann, Arbeitsbuch, § 4; Strecker - Schnelle,
Einfüf.Jrung, 23-39; Zin1mer1nann, Methoderilehre, cap. 1 (trad. esp. de la prin1era
edició11 alen1ana: Los métodos /Jistórico-críticos en el N1lf.evo Testamerzto); B. M.
Metzger, A Textual Commenta?)' on the Greek New Testan1ent (Lo11dres 1971)
.,
XIII-XXXI; C. M. Martini, JI testo bíblico: 1 libri di Dio. Introduzione ge11erale alla
Sacra Scrittura (Turín 1975) 502-551.
3
A propósito de ello, véase especialn1ente Aland, Der Text, 57-81.
1
j
Ascg1trar la forma del texto 57
(Original)
Copia Copia
•
Copia
•
x-var1antes •
y-var1antes •
z -var1antcs
Copia
•
Copia
1
Copia
/
Copia
""
Copia
x+a variantes x+b variantes )'+e varían tes z+d variantes z+e variantes
•
Datos según Alar1d Der Text, 94-171 .
1
XVII.
- Aland, Der Text, 65.
Asegurar la forma del texto 59
•
Este texto es, e11 general, más. breve que los demás tipos textuales )'
muestra menos correcciones gratnaticales y estilísticas.
El «texto occidental», cuyas formas precedentes y for1nas cola-
terales pueden seguirse l1asta los siglos III/ IV, está atestiguado por
los códices D, W (para Me 1, 1 - 5, 30), P38 y ?48, las traducciones
vétero-latinas y los escritores eclesiásticos latinos. Esta fortna del
texto (especialn1ente en la versión de D) gusta de la paráfrasis y
efectúa trasposiciones y correcciones. Los Hechos de los apóstoles
son un 10°/o n1ás extensos que en el texto de los demás manuscritos.
La peculiaridad y el valor de este tipo de texto son objeto de
controversia e11 la investigación 13 •
El tipo de texto bizantino, al que pertenece11 casi todos los
i11anuscritos d esde los siglos VII/VIII, es un tipo de texto bastante
u11iforn1e que muestra que ha sido pulido lingüísticamente (predi-
lección por las composiciones sintácticas), es elegante en la expre-
sió11, tiene correcciones estilísticas (el aoristo en 1L1gar del presente
1 histórico). Esta forma 'de texto es resultado de un proceso de
l
inanuscritos
,,,..
e
y W (Me 5, 31 - 16, 20).
1
1
1 1.3. Ediciones manuales modernas 1
testigos. l
14
Para una visión de conjunto sobre la 11istoria de las investigaciones en
materia de crítica textual, véase Ala11d, Der Text, 13-56, )' los 1nanuales.
1
•
1
l
!
1
Asegu:rar la forma del texto 61
1
15
Sobre el origen del nuevo «texto estándar», véase Aland, Der Text, 40-46.
16
Nestle - Aland, 26.ª edición, es una refundición completa de la 25. ª edición,
en lo que se refiere a las variantes aducidas, a las introducciones, etc.
17
Esto no puede hacerse hO)' día si110 en grandes centros de investigación con10
el «lnstitut für neutestamentliche Textforschung » («Instituto para la in·vestigación
del texto del Nuevo Testan1ento»), de Münster en \Xlestfalia (República Federal de
Alemania).
18
Véase, a propósito de ello, Ala11d, Der Text, 288s: Doce reglas fundame11ta-
les, )' entre los manuales véase principalme11te Metzger, Comn1entary1, XX\1-
XXVIII.
1
1
1
1
Aseg11rar la fc>rn1a tlel te-"Cto 63
Determinar, mediante ediciones recientes del texto del NT, las \'arian-
tes que existen en la Ject11ra de 11n lugar bíblico deter1ninado.
1
Las \'ariantes ¿pueden relacionarse con detern1inados tipos de texto?
¿Qué diferencias de significado dimanan de las diversas ,-ariantes? ¿Se
trata de \'ariantes que n1odifican el sentido?
Reflexio11ar, basándose en los criterios intrínsecos ,. extrínsecos de la
'
crítica textual, para dcter1ninar qué lección \'ariantc pudiera ser la origi11al.
1
Establecer con10 control retroacti\'O de la \'ariante prcfcrida, siempre
que sea posible, el árbol -ge11calógico de !as \'ariantcs docun1entales.
1 Cuando se utilizan comentarios: determinar qué criterios han determi-
l
nado la elección del texto, al efectuarse la crítica text11al.
1
3. Ejemplos
Entre los fines didácticos de la presente secc ión, se mencionaba
l
1
el de capacitar para la verificación de las decisior1es de crítica textual
adoptadas en los comentarios }' en los trabajos cie11tíficos. Con
arreglo a este fin didáctico, se estudiarán de manera especial en los
siguientes ejemplos las decisiones de crítica textual que se adopta-
ron en esos trabajos.
l'J Los editores de TJ1e Greek New Testame11t fundamentan esta valoración en
la difícil situación del text o. Véase Metzger, Com1nentar; 601. 1,
2
c H. Schlier, Ep/1 (Düsseldorf 6 1968) 30 (Traducción española en prensa).
21
Según R. Schnackenburg, Eph (EKK; Zurich 1982) sub loco.
22
Schnackenburg, //:;íd.; r:. Mussner, Ep/1 (ÓTB; Gütersloh 1982) 35s («pare-
ce ... que no es ()riginal » ).
23
J. Gnilka, Epl; (HThK; Friburgo 1971 ); asi111is1no A. Lindemann, Bemer-
Aseg11rar la _for1na del texto 65
3. 2. Me 1, 1: «utoü {}c:oü »
ku11gen zu den Adressaten u11d zum Anlass des EplJeserbriefes: ZNW 67 (1976)
235-251.
24
Principalmente por esta razón, R. Pesch, Mk (HThK; Friburgo 1976) 1, 74,
cree que la versión breve es la original.
25
Aunque el título de «Hijo de Dios», empleado en Me con bastante frecuen-
cia, no sea producto de la redacción, con10 supone Pesch, Mk, I, 74, hay que tener
en cuenta, además, que la cristología del Hijo de Dios es típica de M e.
- .
1
1 •
1
6
Primera orientación
sobre el texto
•
{ Como preparación para el análisis, propian1 ente tal, de un
texto, ay uda n1u cl10 una pri111 era orientación sobre el texto qt1e se
va a a11alizar. Al pri11cipio pueden surgir )'ª problen1as sobre la
extensión del texto que ,,a a estudiarse. Habrá que decidir también
h asta gué punto se va a trabajar con el texto original griego y/o en
qué medida, por lo n1enos en t1na prin1era fase, se van a utilizar
traducciones y de qué forma; e11 este caso, habrá que elegir las
traducciones sobre las que se vaya a trabajar.
En prirner lugar, será útil reflexionar acerca de por qué u11a
determinada porción se convierte en objeto de investigación científica.
Lecturas
Las siguientes obras explican la de lograr una prin1era orien-
tación sobre el texto: _Glinz, TextanalJ1Se und 'lerstehenst/1eo1-ie, )' Wei-
n1ar, EnzJ1klopadie der Literaturwissenscl?aft, 163-181. [F. L. Carreter,
Có1no se comenta un texto literario (Madrid 1977) )' F. M. Marín, El
comentario lingüístico. Metodología )' práctica (Madrid 1981 )].
2
<· Glinz, Texta1ialysc r4nd Verstc/Je11stlJeorie, l , 52.
1
1
1 Pri1nera orientació11 sobre el texto 67
1
•
J.1. Determinac:ión del comienzo )' del fin
del texto q¡,te /-;a de examinarse
r
' El comienzo y el fin de una porción no pueden determinarse,
por ejemplo, por la di,1isión en capítulos )' versículos que aparece
en nt1estras ediciones de la Biblia, porque tal división no corres-
ponde exactamente a porciones de sentido. La determi11ación del
pri11cipio )' del fin de una unidad textt1al es de i111portancia decisi''ª
para la recta comp1·ensión del texto. Pero, al co111ienzo de la i11vesti-
1 gación, no podrá efectuarse sino de manera pro,risional. En el
transcurso de la investigación se verá luego hasta qué punto el
deslinde efectuado se ajustaba al texto. El deslinde pro,risional se
puede efectu ar ateniéndose a las ediciones cor1·ientes de la Biblia,
pero tenie11do bien presente que, en el transcurso de la inv estiga-
ción, habrá que revisar a veces esa idea sobre dónde comienza y
'
dónde termina un texto. Como el texto es una 1nagnitud estructt1-
t
rada en la que los diversos elementos _están relacionados unos con
otros, el análisis minucioso mostrará cuál es la extensión del texto .
27
H. Wei11rich, Tcxtgrammatik der fra11zosisc/-Je11 SJJrtiche (Stuttgart 1982) 29.
2
b Las designaciones son: texto parcial, segn1ento de texto, perícopa ( = «sec-
ción», «porción») .
•
•
1
1
1
1
1 68 Etapas preparatorias del análisis
1
•
2
''Exposiciones más detalladas sobre la constitución y la estructuración de 1
textos se ofrecen en el c. 8.
30
\ léase. Egger, Faktoren der Textko11stit1-1tio11, 182; Id., Ueberschrifte11 in
Bibela1-1sgaben als Lese/Jilfen, 8.
1
1
Primera orientación sobre el texto 69
1
a la comunidad de Tesalónica,
que es en Dios, el Padre,
y en Jesucristo, el Señor:
La gracia sea con vosotros y la paz.
31
J.
Kremer, Lazarus. Die Gescl-Jic/Jte eirier A11ferstel1ung. Text, Wirkungsge-
schichte und Botschaft von Joh 11, 1-46 (Stuttgart 1985 ).
32
Véase H. Schweizer, MetaphorisclJe Grammatik, 21-25.
33
Bussemann - Van der Sluis, Die Bibel st1tdieren. Einführung in die Me-
thoden der Exegese (Munich 1982) 76. Schnackenburg, Eph, ofrece la traducción
estructurada en líneas separadas según el sentido.
70 Etapas preparatorias del a11álisis
1. 4. Determinación de la unzforniidad I
falta de uniformidad del texto
2. ,.Objetivación de·
la prin1era comp1·ensión del texto
Como se expuso ya al reflexionar sobre la lectura, la prim era
lectura de un texto puede estar asociada con incompre11sión )'
co111prensión erró11ea . C o1110 esa prin1era i11con1pre11sión o com-
pren sión erró11ea tie11e m uchas con secuencias para la i11terp reta-
ció11, el l1echo de i11terpretar con1ienza con la objetivación de esa
primera con1prensión 35 •
34
Richter, Exegese, 49ss, y Fol1rer e.a., Exegesc, 25, abogan porque el trabajo
científico comience por la investigación de crítica literaria, es decir, por la detern1i -
nación de la uniformidad/ no u11iforn1idad. Y, así, el orden en que han de seguirse las
etapas de trabajo según Fohrer es el siguiente: crítica del texto, crítica literaria,
análisis lingüístico, etc. f>uesto qu e la decisión acerca de si un texto tiene o no unidad
presupo11e u11 a11álisis mi11ucioso de la índole lingü ístico-sintáctica, se111á11tica )'
pragn1ática, tal decisión no puede fallarse antes de dicl10 a11álisis. Evidenten1entc,
ha)' que contar desde un principio con la posibilidad de que un texto carezca de
u11iforn1idad.
35
\Xleimar, E11z.vklopadie, § 305.
Primera orientación sobre el texto 71
.
2.1. Trad1,¡,cción sin puli1·
)' empleo de t1·aduccÍ(Jnes
confeccionando l1na traducción sin pulir del texto del Nuevo Tes-
tan1ento que ''ª a investigarse. La labor científica se l1ace co11 el
original griego del Nt1evo Testa1nento. La opi11ión sostenida por
algL111os representantes de los n1étodos estructuralistas de que es
i11difere11te trabajar con el texto origi11al o con trad uccio11es , hace
caso 0111iso de la in1portancia que tiene ya para la co111pre11sió11 del
• texto la for1na li11güístico-si11táctica del inisn10. Por lo que respecta
a la base textual, 11a)' que trabajar te11iendo co1no l1ase aqt1ella
for111a del texto que se l1a reconstrL1ido media11te la lla1nada crítica
textual co11 ª)' Uda de los documentos que so11 testigos del texto.
Aunque una traducció11 que haga justicia ple11a1nente al texto
original es la que termina propiar11ente el trabajo cie11tífico co11 un
texto 36 , sin embargo al co1nienzo del análisis 11ay que confeccionar
)'ª una traducción provisional. Esa traducción sin pulir delata al
mismo tie111po la con1prensión del texto que el tradL1ctor tiene al
pri11cipio. Co11 esa traducción sin pulir l1a)' que trabajar en todas las
fases del análisis del texto. Los rnedios para confeccionar esa tra-
' ducción si11 pulir son los i11strumentos corrientes que sirve11 de
37
ª)' Uda •
Aden1ás, ayuda mucho examinar. las traducciones que hay de
u11 texto. Tal comparación po11e de rnanifiesto in1nediata1nente
en qué lugares ha;' problemas de traducción y, con ello, de
. /
co1nprens1011.
36
\Téasc el c. 7 sobre la traducción del texto.
37
Las gran1áticas corrientes, especialmente Blass - Debrunner - Rel1k.opf, )' los
diccionarios, especialrnente el Bauer; se l1an concebido especiali11ente para pri11ci-
piantes: Rienecker, Spracl1liclJer Scl-Jliissel [traducció11/adaptación española: C'lave
li11güística del Nuevo Testame11to griego (Bue11os Aires 1986)]; Zerwick., ArzalJ1sis
pl1ilologica Novi Testamenti [Es muy (1til para principiantes: F. Lacueva,
Nue·vo Testa1ner2to .J11terlineal Griego-Español (Tarrasa 1984)].
72 Etapas preparatorias del a11álisis
38
Así lo sostienen especialmente Glinz y Weimar (véase anteriormente).
39
Cuando esos métodos se emplean en grupos> entonces el grupo puede ser la
pri1nera insta11cia para controlar la rectitud de la cornprensión. J
40
W. Erl - F. Gaiser> Neue Methoden der Bibelarbeit (Tubinga 1969) 109-111;
PraktisclJe Bibelarbeit J?eute (editado por la Katl1. Bibelv.rerk> Stu ttgart 1973) 71 -73;
Egger, Gemeinsam Bibel lesen, 48s.
.
1
•
•
•
41
Véase W. Egger, Kleine Bibelkunde zum Ne1ten Testament (l11nsbruck
3
1984) 20.
2
Sobre lo que sigue a continuación, véase Glinz, Textanalyse und \ler-
-i
stel1enstheorie, I, 186.
-
•
43
Así define Koller la <<traducción» e11 Die Uebersctz1tr1gswisse11sc/1aft, 12.
Tradu.cción del texto J' en1pleo de trad11.CcÍ0;1es 75
Lectu1·as
Para fa1niliarizarse con los problen1as generales de la ciencia de la
tradt1cción, es in1portar1tc la obra de Koller, EinfiilJrung ir1 cLie
Uebersetzit11gswissensclJaft. Para iniciarse en la proble111ática (ie las
traducciones de la Biblia y e11 la í11dole de la L11tl1er!Jibe! («Bibli a de
Lt.1tero »), Einl1eitsübersetz1111g («traducció11 unida») )' la Bibe! i11 heu-
tige11 De14tsc/J («Biblia en alen1án actual») nos í11for111a la obra de
n1iscclánea: J. Gnill'-a - H. P. Rüger, Die Uebersetz1¿,ng der B1:bel -
45
A11fgabe der Tl1eologie .
.,
La traducción es, de por sí, la tern1i11ación )' re111ate de Ja labor de interpre-
tac1011.
45 \Y/ .
Koller, Ei;1fül;rt1r1g i11 die Uebersetzungswisse11sc/Jaft (UTB 819; Heidel-
berg 2 1983); ]. Gn illca - H. P. Rüger (eds.), Die Uebersetzung der Bibel - Aufgabe
der T/Jeologie. Stuttgarter Sy'tnposiun1 1984 (Bielefeld 1985 ). [L. Alonso Scl1ol\el -
E. Zurro, La trad1-1cció11 bíblica: Lingüística )1 estz:Lística (Mad rid 1977)] .
.l\1ás bibliografía: Sobre la teoría general de la traducción : E. A . Ni da - Cl1. R.
Taber, Tl;eorie itnd Praxis des Uebersetzens, rttnter besonderer Berücksic/Jtigu.11g der
Bibeliibersetzt1ng (Stuttgarr 1969) [la obra apareció origi11aln1ente en inglés co11 el
título: T/Je and Practice ofTranslatio11 (Leiden 1969); traducción esp.: La
traducció11: teoría)' práctica (.l\1adrid 1986)]; K. Reiss, TexttJ'P une/ Uebersetzungs-
met/Jode. Der opcrati,,e Text (Kronbe rg 1976); W. \\!ilss, Uebersetz11ngswissc11-
sc/Jaft. Problcn1e ur1d 1vletl1oden (Stuttgart 1977); E. A. Nida, Sig11s - Se11sc -
Translatio11 . Sobre la tradt1cción de textos bíblicos: C. Buzzetti, La parola tradotta.
Aspetti linguistici,, ern1eneutici e teologici della traduzione della Sacra Scrittura
(Brescia 1973); S. Meurer (ed.), Eine Bibel - 'oiele Uebcrsetz1t11gerl. Not oder
Notwendigk:eit ?; E. A . Nida, Ei11ige Gr1-1r1dsdtze lJc11tiger en
Meurer (ed.), Eine Bibel -viele Uebersetz1111ge11, 11-18; R. Kassül1lk.e, Uebersetzen-
das U11111og/1:c/-1c n1oglic/; niacl;en, 1bíd., 19-62; Ritt> Biblisc1'1r: « Uebersetzungskri-
tik»: BZ 20 (1970) 161 -179. Reflexio11es n1etódicas sobre la labor de traducción las
e11conrra111os tan1bié11 e11 las rece11siones de P. G. 1vlüller, Zi-tr der BibcLii-
bersetz1111g «Die G1,rte N(lc/Jric/Jt": Una Sancta 38 (1983) 234-249; I-I. Fra11ke111olle,
Die Bibel 1111d clcr /Jcu tige Lcser. Zur neuen Uebersetzung «Die Bibel i11 l1euri gem
Deutscl1» - \Xlürdigt1ng und Kririk.: Dial\011ia 15 (1984) 119-132 .
'
76 Etapas preparatorias del análisis
f
se convierta de hecho en un proceso de comunicación , hay que
tomar en consideración toda una serie de factores y elementos 47 : la
1
r
i•
1
1
41
'Nida, Sig11s, 98, l1abla de tres fases: analysis, transfer, restructuring; lo
n1ismo dice, siguiendo a Nida, Kassühlke, Uebersetzen, 43. Wilss, Uebersetzungs -
wisse11sc/Jaft, 72, menciona dos la fase de entender y la fase de reconstrucción
lingüística.
47
Siguiendo a Koller, Uebersel'l.11ngswissenschaft, 114-134; Kassühlkc, Ueber-
setze11, 35; Ritt, Uebersetzu11gskritik, 167; K. Reiss, \X'as heisst .. LJebcrsetzen », en
Gnilka - 1Züger, Die Uebersetzung der Bibel, 33-47, especialmente 36-40.
r
1
•
48
Reiss, Was J1eisst «Vebersetzen», 41.
49
Nida, Einige Gri1.12dsatze, 15-17; a propósito de Nida, véase Koller,
Uebersetzungswisse11schaft, 86.
50
Sobre los diversos factores, véase Koller, Uebersetz11ngswisscnscl1aft, 125-
133.
51
Sobre la equivalencia, véase Jbíd., 85-88 (a propósito de Nida) y 176-191 .
•
•
80 Etapas preparatorias del análisis
58
A propósito de Rom 1, 17a, véanse también las reflexiones de C. Buzzetti,
Parola del Signare. Una traduzione «popolare» della Bibbia in Italia, en C. Mesters,
Lettura popolare della Bibbia (Bolonia 1978) 120-126.
59
S. Meurer, Die Uebersctz1-tngsstrategien des Weltbundes der Bibelgesell-
schaften, en Eine Bibel - viele Uebersetz1-tngen, 173-189.
60
Müller, Zur Funktion, 236.
61
Frankemolle, Die Bibel und der l1eutige Leser, 122.
•
•
1
•
78 Etapas preparatorias del a11álisis
1. 2. Tipos de t1·aducción
En las traducciones modernas de la Biblia se utilizan principal-
111e11te dos tipos de traducción (tratándose siempre de tipificaciones
que nunca se dan en forma pura): según el tipo de equivalenc.ia a la
que se tienda, ha)' traducción formal o traducción de equivalencia
. , . . 5?
dinam1ca -.
En las traducciones formales se tiende a una traducción palabra
por palabra. La traducción estará lo más posible en relación 1 : 1 con
eJ original, i11clt1so e11 el pla110 de la sucesión de las palabras. Se
trata de «un tipo de traducción que, n1ediante la imitació11 verbal )'
sintáctica deJ original, quiere familiarizar al receptor co11 la comu-
11icación» 53 . No hay divergencias con el original en cuanto a la
sucesión de las palabras, sino cua11do la lengua objetivo así lo exige.
Mediante este tipo de traducción, quiere salvaguardarse la fidelidad
al origi11al. Puesto que la traducción forn1al se esfuerza sobre todo
por ofrecer t1na reproducció11 equivaler1te de la forma y del conte-
nido de t1n mensaje, se halla intensame11te orientada l1acia el auto1·.
Las tradt1ccio11es forn1ales llegan a ser incluso tradt1cciones concor-
dantes, en las qt1e una deter111inada expresión griega del Nt1e\'O
Testan1ento se traduce siempre por la misma palabra de la lengua
objetivo s.¡.
El valor de las traducciones formales consiste principalmente en
tra11smitir un lenguaje marcadamente bíblico. Para las comunidades
de fieles que 11ecesitan un lenguaje co1nún )'que sienten, además, la
11ecesidad de un lenguaje religioso y teológico especializado 55 , las
traducciones formales son -seguramente- irrenunciables.
52
Sobre los tipos de traducción, véase Reiss, \Xlas /Jeissl « Uebersetze11 », 34-36.
53
Kassühlke, U ebersetz en, 39s, )' Reiss, \:\'/as /Jeisl «U ebersetzen», distinguen
aden1ás e11tre traducción i11terlincal (traducció11 palabra por j)alabra) )' traducción
literal (gramn1ar tra11slatio11).
Por ejen1f)lo en las sinopsis. Sobre la traducción de los testigos de Jehová,
hablaren1os más tarde.
55
Así con10 deter111inadas asig11aturas (por ejen1plo las matemáticas, Ja medici-
na, etc.) no pueden presci11dir del en1pleo de determinados térn1i11os especializados
por razo11es de econon1ía de lenguaje y de precisión, así ta1nbié11 la fe que quiere
expresar sus experiencias no puede renunciar a determinados términos técnicos
con10 «gracia », «reino de Dios », etc. En este se11tido se habla de un lenguaje
1
Trad1-tcción del texto J' en1pleo de trad1-1ccio11es 79
•
El valor de una traducción de equi\ alencia dinámica consiste en estar
1
2. Visión de conjunto
de las traducciones oficiales
del Nuevo Testamento
en lengua alemana 64
Las traducciones oficiales son traducciones de la Sagrada Escri-
tura qt1e son propuestas por las autoridades eclesiásticas con1pete11-
tes como texto nor111ativo para el culto divino y la enseña11za. Con
ello no se emite juicio algu110 sobre la calidad de la traducción. Las
traducciones oficiales so11 necesarias, porgue la co1nunidad eclesial
necesita un pu11to de referencia lingüístico que sea comunitario,
para el culto divino y para la enseñanza, y necesita tan1bién un
lenguaje religioso común, una especie de terminología técnica reli-
giosa. Para la Iglesia latina, la t1·aducció11 efectuada por san Jeróni-
mo _,s, e convirtió en la t1·aducción «Vulgata» (es decir, reconocida
universal1nente). La revisión de la Vulgata, la llan1ada N eovt1lgata,
se ter111i11ó en 1979 y es el texto oficial para la Iglesia latina.
. Como en los países de alemana, desde los tie111pos de la
Reforn1a, l1abía grandes diferencias i11cluso en la transcripción de
los nombres de los personajes bíblicos, se llegó a un acuerdo
ecuménico sobre la for1na que había que dar a los nombres propios
que aparecen en la Biblia: acuerdo que está expresado en las llan1a-
- 62
!bid., 123s.
63
Para la comparación de las traducciones dentro de las cie11cias del lenguaje,
véase K. -R. Bausch, Sprac/Jmitteil11ng: Uebersetzen 14nd Dolnietsc/Je11, en H. P.
Altl1aus, H. He11ne, I-I. E. Wiega11d (eds.), Lexikon der ger1na12istisclJen Linguistik
(Tubinga 2 1980).
64
Perspectivas de las traducciones de la Biblia al ale1nán: O. K11ocl1, «Die Alte
BotsclJaft 12eu sagen)J. Eine UebersiclJt über «moderne» Uebersetzt1ngen: TQ 154
(1974) 137-165 (cor1 ejen1plos de textos) ; R. Steiner, Ne1-te
vorgcstellt, verglicl1e11 und gewertet (Neulcirchen 1975); H. Frankemolle, Bibelü-
bersetzungen - fur we12?: Díakonia 16 (1985) 338-345 .
'
Traducció,1 del texto)' empleo de traducciones 83
65
das Direct1·ices de Loccum (Loccumer RiclJtlinien) . [Este proble-
ma existe en grado a{1n ma)'Or e11 los países de 11abla hispana, donde
i10 ha)' siquiera dos traducciones de la Biblia -sean católicas o
protestantes- qt1e co11cuerden en la transcripción de los nombres J.
En los países de lengua ale111ana, las grandes Iglesias utilizan
oficialmente las siguie11tes traducciones: los católicos, la T1·aduc-
ción unida ·(Einl?eitsübersetzung); los evangélicos, la Biblia de Lu-
l tero (LutJJerbibel) o la Biblia de Zürich Bibel).
La T1·a.ducción unida (tern1inada en 1979/1980) es católica y es
la traducción destinada a las diócesis de los países y territorios de
lengua alemana 66 • Esta trad t1cción, elaborada e11 ale111án actual de
estilo elevado, pern1ite la uniformidad en la utilizació11 de textos
1 bíblicos en los cultos litúrgicos )' en las esct1elas de todas las diócesis .
j
1
l
«La versión uniforn1e de los textos pern1ite esperar que los enun-
1
ciados in1portantes de la Biblia se graben de n1anera pern1a11ente en el
oído de los fieles. Además, esa versión u11ifor111e será muy útil para el
• en1pleo de la Biblia e11 pí1blico, especialn1ente en los 1nedios de difu-
1 sió11: prensa, radio )' tele,1isión» ''7 •
1
•
1 La Traducción 14nida está desti11ada a los católicos, pero fue
11
1
elaborada en colaboración ecuménica.
•
1
En las Iglesias e\rangélicas se utiliza la Biblia. de Lutero. L a
1 68
última re\'Ísió11 de la misma quedó ter1ninada en el año 1984 •
1 La Biblia de Zuric/1, que se re1nonta a la Reforma de Zuinglio>
fue traducida de nuevo, e11 los años 1907-1931 > por encargo del
l Sínodo de la Iglesia. La nueva traducción se basa en los textos
¡ originales 69 . Esta traducción es elogiada por su gran exactitud 70 •
.
1
- 65
Oekumenisches \! crzcichnis der biblisclJe,1 Eigenriamen rzac/1 den loccumer
Richtlinien (Stuttgart 21981).
66
Sobre la Ein¡.Jeitsübersetzung (Traducció11 unida) católica de la Sagrada Es-
1
critura, véase ] . G. Ploger - O. Knoch (eds.), Ei11heit im \Vort. Inforn1atic>nen,
1 Gurachren, Dokume11te zur Einl1eitsübersetzung der Heiligen Schrift (Stuttgart
1979); J. Scl1arberr, Enstel11"'ngsgescl1icl1tc und l1erme11eutischc Prínzipien der « Ein-
J;eitsiibersetzur1g der H cilige11 Sc/Jrift», en Gnill\.a - Rüger, Die Uebersetz1¿11g der
•
Bibel, 149-168 .
67
Prólogo de la
6
s B. Lol1se, Entste/Jungsgeschicl?te und hern1eneutische PrinzipieY1 der Lu-
tl1erbibel, ei1 Gnilka - Rüger, Die Uebersetzung der Bibel, 133-148; T. Holz, Die
deutsc/1e Bibel: Erbc L1ttl1ers u,1.d A11ftrag: TLZ 108 (1983) 785-801 .
. 9
1
<> Sobre la Zürc/1er Bibel (Biblia de Zuríc/;), véase Steiner, Neue Bi/:;elüberset-
z11¡zge11, 47-56.
70
Entre las traducciones oficiales al alemán se CLtenta tambié11: Die neue
V:!eltiibersetzung der H eiligen Scl?r1ft [título de la traducción oficial al español:
84 Etapas preparatorias del análisis
«como oferta nt1eva }' adicio11al }' con10 11ue\ a oportu11idad pastoral de
1
Trad'¡,¡,cción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras}. Está «traducida de la versión
en inglés de 1961, pero consultando fielmente los textos hebreo, arameo y griego».
Tal es el título que lleva esta traducción. La traducción es rigurosamente concordan-
te, de manera ql1e las palabras «11efesh» (l1ebrea) )' «psiché» (griega) están traducidas
sien1pre por «alma », aunque dicl1a palabra no signifique en 111ucl1os lugares -según
el contexto- lo misn10 que nuestra palabra vernácula «aln1a». Mediante esta traduc-
ción, se asienta la base para la concepción que los testigos de Jehová tienen sobre el
«aln1a». Por lo que respecta al nombre de Dios, esta traducción es tendenciosa, ya
ql1e en el Nuevo Testan1ento, sicn1pre que se trata de citas del Ai1tiguo Testan1ento,
traduce el nombre de Dios por «Jehová», au11que eso i10 corresponda a lo que dice el
texto original. ¡
71
J.de Waard, Die lJermeneutisc/Jen Pri11zipie11 der "Bibe/ in iJe11tigem
De14tsc/1», en Gnill(a-Rüger, Die Uebersetzung der Bibel, 169-179. Sobre los fines
que se propone )' los. pri11cipios en que se basa esta traducción, nos informa (con
ejen1plos de textos) un folleto informativo publicado por la Sociedad Bíblica Alema-
na (Deutsche Bibelgesellschaft): Die Bibel in /1eutigem Deutsc/1. Die gute Nachricht
des Alten und Neuen Testan1ents. Zielsetzu11gen und Uebersetzungsgrundsatze
(Stuttgart 1983); véase también Mi.iller, Zur Fttnktion, y Frankemolle, Die Bibel und
der /Jeutige Leser.
72 I
Müller, Zitr Funktio11, 236.
73
!bíd., 243.
•
74
lbíd., 244.
1
1 •
1
1
1
1 Traducción del texto y empleo de traducciones 85
[• Perspectivas
de las traducciones españolas
Los e'{_angélicos de lengua española utilizan prácticamente de
manera exclusiva la traducción de Reina-Valera, revisada última-
mente en 1960. Sigue fielmente el «Textus receptus» . Tiene grandes
bellezas literarias, pero ta1nbién algunos deslices li11güísticos. Ne-
1
cesita urgenten1ente una adaptación al lenguaje actual y a los mo-
dernos conocimientos bíblicos. La publican las Sociedades Bíblicas
(protestantes). Hubo un intento privado por revisarla (en 1977),
. ,, .
pero sin ex1to.
Como versión auxiliar (no ha sido aceptada como versión ofi-
' cial) se publicó en 1986 la Biblia de las Américas. No es revisión de
1
Reina-Valera, sino nueva traducción. El lenguaje es literario y
moderno y tiene en cue11ta los avances de las ciencias bíblicas.
La traducción católica más conocida y aceptada ha sido la Biblia
•
de Jerusalén. Se terminó la segunda edición (corregida) en 1976. No
es traducción oficial ni se utiliza en la liturgia. Pero muchos, tanto
católicos como evangélicos, la consideran de gran valor para el
estudio bíblico
•
.
Una traducción <<de avanzada», basada en el principio de la
equivalencia dinámica, es la Nueva Biblia Española. Su afán de
llegar hasta el hombre moderno es elogioso, pero algunos creen que
incurre en excesiva <<Secularización» de los conceptos (por ejemplo,
traducir «justificación» por «amnistía>>).
Existe una <<versión popular», elaborada ecuménicamente: Dios
habla hoy (terminada en 1979). Es una versión que pretende llegar a
las personas de muy escasa cultura e incluso a los «analfabetos
funcionales», que tanto abundan en América Latina.
La única versión católica oficial en español es la de las perícopas
de la misa. No es una traducción completa ni plenamente conse-
cuente. Habla en un lenguaje actual digno y que pretende ser
inteligible para todos.
Recientemente se ha emprendido una nueva traducción españo-
la de la Biblia, basada en el principio de la equivalencia dinámica, y
a la altura los conocimientos bíblicos más actuales. Hasta ahor a
se ha publicado el Nuevo Testamento (editado por la Casa de la
Biblia, que es católica, en colaboración con varias editoriales) (Adi-
ción del traductor)] .
•
86 Etapas preparatorias del análisis
3. La elaboració11 de la traducción
En prin1er lt1gar, el traductor tiene que detern1i11ar el texto
75
que va a servir de base a su traducción • Para ello hay que
dilucidar los criterios para la crítica textual, )', dado el caso, l1ay
que resolver los problemas relativos al ca11011 76 . En la traducción
l1ay que tener n1uy e11 cuer1ta ta11to la lengu·a fuc11te como la
lengua objetivo.
Al efectuar el 'a nálisis del texto en la lengua fuente, el traduc-
tor es ante todo lector del texto y tiene que servirse de los
procedin1ientos usuales de análisis científico 77 para con1pre11der
el texto. Ese a11álisis tiene por objeto Ja índole lingüístico-sintác-
tica, semántica y pragmática del texto y el tipo del mis1no. El
análisis permitirá dar respuesta a cuestio11es i111portantes para la
trad.u cción 78 •
Al efectuar el análisis de la lengua objetivo)' del grupo objetivo,
el traductor tendrá que hacerse idea clara de la índole del grupo
objetivo para eJ que está destinada la traducción, y tendrá que
conocer sus capacidades culturales )' lingüísticas, cte. 79 • El análisis
permitirá dar respuesta a los siguiente relativos a los
80
receptores :
- cuál es el grado de familiaridad de los receptores con el
lenguaje y la práctica religiosa;
75
La edición crítica The Greek New Testament, que ofrece las 1.440 lecciones
variantes n1ás in1porta11tes, está co11cebida propiamente para ser utilizada por los
traductores (\réasc la sección sobre la crítica textual).
76
Véanse las Normas para la cooperació11 de miembros de diversas confesiories
en la trad1"'cción de la Biblia (véase nota 82).
77
Véase la sección sobre la sen1ántica en la prese11te obra de n1etodología.
7
s \Téase más adelante.
79
La Ei,1l-Jeitsübersetz1tng (Trad1-tcción 1-1nida) aspira, según se nos dice en el
prólogo, a expresarse en un alemán actual de estilo elevado; segú11 el folleto
informati\'O sobre Dz:e Gute Nac/Jricht (véase la 11ota 71 ), esta edición (La B11ena
Nueva ) va dirigida a <<Un lector que no está familiarizado aún con la Biblia y no está
preparado de ma11 era especial en cultura religiosa ni posee u11a forn1ació11 cultural
especializada de otra índole» ; la traducción italiana de la Die G1-tte NaclJriclJt se
dirige al lector que no tiene den1asiados co11ocimie11tos l1istóricos ni literarios)' que
no l1a recibido tampoco una formación catequética )'bíblica; véase, a este propósito:
Buzzetti, Parola del Signo1·e, l 18. [La traducción española Dios /Jabla /JO)', que
correspo11de a las dos versiones «populares» me11 cionadas anteriormente, se ha
<<escrito en u11 lenguaje se11cillo, fácil de ser e11te11dido por la generalidad de los
lectores actuales e11 Hispanoan1érica» (del prólogo)].
i;o Nida, Einigc Gr11ndsatze, 15.
1
t
•
Traducción del texto)' empleo de traducciones 87
•
4. Empleo de traducciones
En los grupos de estudio bíblico práctico y en los círculos para
el estudio científico de los textos se puede11 utilizar traducciones
1 como ayuda para comprender los textos. Todas las traducciones
quedarán sien1pre por detrás de las posibilidades de sentido que
tiene el original. Esta deficiencia de las traducciones podrá subsa-
narse de algún modo empleando varias traduccio11es de un mis1no
pasaje bíblico.
83
Si comparan1os distintas traducciones, vere1nos con claridad
e11 los diversos pasajes qué plenitud de significado se encie1·ra en el
Puede servir de ejemplo Me 1, 15:
111
lb ¡,'d., 13-15.
82
Las norn1as fueron trazadas en común, el 1 de junio de 1965, por las
Sociedades Bíblicas Unidas (Londres) y el Secretariado para la Pron1oción de la
Unidad de los Cristianos (Roma). El texto español puede obtenerse e11 la Sociedad
Bíblica o en la Casa d e la Biblia. ·
83
Véanse las metodologías para el estudio práctico d e la Biblia.
88 Etapas preparatorias del análisis 1
•
Biblia de las
Américas: y el reino de Dios está cerca
Nuevo Testamento
(Casa de la Biblia): y el reir10 de Dios está llegando
•
,•
84 •
Véase el Exegetisches Wortcrbuch zum Ne1.¡,en Testament (EWNT), artículo
«ÓlXULOOÚVl')».
85
Müller, Zur Funktion, 244.
l
Traducción del texto )' empleo de t,-aducciones 89
- Para la traducción
Procurar hacer una primera traducción, sin pulir todavía, con ayuda
86
del diccionario y de la gramática •
- Empleo de traducciones
Mediante el empleo de traducciones (por ejemplo la Biblia de jerusa-
lén, la Biblia de las Américas, el Nuevo Testamento de la Casa de la Biblia),
determinar en qué lugares del texto surgen problemas de traducción.
Determinar luego en qué lugares difieren notablemente las traduccio-
nes y qué diferencias de significado dimana11 de esas distintas interpreta-
ciones de un mismo pasaje. Al principio podrá llevarse uno del sentimiento
para escoger la traducción que más le guste.
Valiéndose de traducciones como medios para comprender los textos
(por ejemplo la Biblia de jerusalén o el Nuevo Testamento de la Casa de la
Biblia), determinar cuál es el significado de «espíritu y carne» en Rom 8,
1-13.
86
Utilícense los medios de trabajo habituales.
•
•
III
•
LA LECTURA
BAJO EL ASPECTO
SINCRONICO
•
•
.'
.•
•
•
92 La Lectura bajo el aspecto sin.crónico
1
Acerca de la primacía de la sincronía sobre la crítica literaria, véase también
M. Theobald, Der Primat der Synchronie vor der Diachronie als Grundaxiom der
Literarkritik. Methodische Erwagungen an Hand von Mk 2, 1-17 I Mt 9, 9-13: BZ
22 (1978) 161-186.
2
E11 los c. 2-4 se expusieron detalladamente los factores del modelo que sirve
de fundamento al análisis sincró11ico.
3
Siguiendo a Fossion, Leggere le scritture, 24.
1
1
•
1 La lectura bajo el aspecto sincrónico 93
Modelo 1: Modelo 2:
1 Sentido detrás del texto Sentido dentro de las estructuras del texto
•
b •
e
1
•
--
1
.1
.,,,., -
L------
d f
e
. .
Figura 9. Dos modelos de comprensión del texto.
•
94 la lect11ri1 bajo el aspecto si11cró11ico
basa e11 los planos de referencia er1 los que se hallan los signos
lingiiísticos: la relació11 signos-sig11'os, la relación signos-intérprete,
)'la relació11 sig11os-objetos 5 . Recalquen1os u11a \rez r11ás que, inclu-
so e11 el análisis sincrónico, en todas sus etapas de trabajo, es
absolutame11te 11ecesario te11er en CL1enta el n1undo cultural de los
textos.
.
1
1
7
Sobre Ja integración de los n1étodos, véase el c. 1.
8
Análisis lingüístico-sintáctico
Lecturas
Con10 iniciación a la índole li11güístico-sintáctica de los textos son
·n1U)' útiles las obras sigt1ie11tes: W. Dressler, Einfül?rung in dz:e Text-
Ling¡,tistile, )' W. Fleischer - G. Micl1eJ (con la colaboració11 de R.
A t1álisis lingii íst ico-sir1 táctico 97
10
Sobre eJ ar1álisis del léxico (o vocabulario) co1110 etapa de trabaj o dentro del
n1étodo de Ja crítica de la redacción, veáse más adelante.
11
Véase Richter, Exegcse, 89-92. Guiraud - Kuentz, La stJ1listiq1-te, 214-222,
n1uestra co11 ejemplos ton1ados del francés y del alen1án que los autores alen1anes
cn1plcan por rérn1i110 medio n1ás pro11on1bres y n1cnos st1stanrivos, n1ás co11juncio-
nes subordinantes )' verbos, me11os adjetivos y adverbios que los autores franceses.
11
A unqt1e en ale111án la posició11 de las palabras en la frase obedece a leyes
n1u cho n1ás rígidas que e11 griego, si11 e111bargt.) Ja posición del verbo en alen1án
puede te11er ta111bié11 significación estilística: si en Me 1, 15 se conserva tan1bién en
::dc1ná11 el orde11 de las palabras en la frase: verbo - sustantivo, entonces se ace11túa
111ás intensa111e11te el carácter de suceso que tiene: ese acontecer: «Erfü llr ist die Zeit,
1
1 A11álisis li11giiistico-sintáctico 99
en la parábola del hijo pródigo (Le 15, 11-31 ), los v. 18s se recogen,
transforn1ados, e11 el\' . 21; se repite11 también el''· 24 en el\'. 31, y
el \'. 13 en el ' ' . 3C 15 • La repetició11 puede efectuarse volvie11do a
recoger los ele111e11tos en forma literal o e11 forn1a parafraseada.
Entre los medios n1ás in1portantes para el enlace se cuenta el
e1npleo de preformas 16 : por ejen1plo una fi-ase se enlaza con la
a11terior por 111edio de t1n pronombre (\rerbigracia, por n1edio de
«él») ; co11 ello se hace i-eferencia a una persona 111e11cio11ada ante-
riorme11te. Es un hecho característico de los e\ angelios sinópticos
1
und nahegeko1nn1en isr die Gottesl1errscl1aft» («Se ha cu1npliclo el rie1npo, )' está
cerca el reino de Dios»).
13
\léase K. Be) er, Semitisc/Je SJ ntax i11 Neuen Testan1e11t (SrUNT 1; Gotinga
1 1
1
Pri11zipat; Il, Band 25.2 (Berlín 1984) 894-977, M. Seniitisms in t/Je New
Testame11t, lbíd., 978-1.029. \ léase tan1bién P.-R. Berger, Z11m der
Eva11gelie11 une/ cler Apostelgesc/Jicl1te: Tl1R 82 (1986) 1-18, )' la respL1esta de M.
1 Black, 1bíd., 18-22.
\léanse las listas en De Beaugrandc - Dressler, Einfiil1r1tng, 51; I.;lciscl1er -
i-1
Michel, Stilistik, 190-207; Plett, Textwisse11scl1aft, 62; Bcrger, Exegese, 13-17; W.
Scl1enk, Die Pl1ilippcrbriefe des Pa1tlus. l(on1n1entar (Stuttgart 1984) 22s.
15
1 Véase Berger, Exegese, 14. Para el a11álisis del texto de Le 15, véase tan1bién
F. Schnidcr, Die verlorenen Sol1ne. und l1istorisch-l\ritische
Untersuchungen zu Lk 15 (Orbis Biblict1s et Orieiitalis 17; Gotinga 1977).
"' Sobre el problen1a de la «refercncia en los textos», ' 'éase Kallineyer, Lek-
tj,irekolleg, 177-25 7.
1
100 La lectura bajo el aspecto sincrónico
17
Blass - Debrunner - Rehkopf, Grammatik, § 438-441.
..
18
Ibíd., § 442 -457.
19
Sobre el enlace y la falta de enlace entre las frases en el ejemplo del sermón de
la montar1a, véase Egger, Faktoren der Textkonstitution.
20
Véase la crítica literaria.
I
1
1
1
1
•
1
1 An.álisis lingüístico-sintáctico 101
•
21
Fohrer, Exegese, 68.
22
1 Sobre lo que sigue, véase especialmente: Fleischer - Michel, Stilistik, 151-
l 187. Sobre las diversas figuras de estilo y los correspondientes ejemplos, véase: W.
Bühlmann - K. Scherer, Stilfiguren der Bibel. Ein kleines Nacl1schlagewerk (Fribur-
go de Suiza 1973); L. Alonso Schokel, Das Alte Testament als sprachliches Kunst-
werk (Colonia 1971; publicado originalmente en español con el título: Interpreta-
ción literaria del Antiguo Testamento); F. Rehkopf, Der «Parallelismus» im Neuen
'
1
Testani.ent: ZNW 71 (1980) 46-57; A. Di Marco, Der Chiasmus in der Bibel, III y
IV: LingBibl 39 (1976) 37-85 )' 44 (1979) 3-70; J. Zimijewski, Der Stil der paulini-
schen «Narrenrede)), Analyse der Sprachgestaltung in 2 Kor 11, 1-12, 10 als Beitrag
zur Methodik von Stiluntersuchungen neutestamentlicher Texte (BBB 52; Colonia
1978) . Meynet, Initiation a la rhétorique biblique, estudia bajo el concepto de
«retórica» muchos fenón1enos lingüísticos que aquí se estudian bajo el concepto de
«estilo». Sobre las figuras de estilo de la retórica clásica, veáse H. Lausberg, '
1
Handbuc/1 der literarischef1 Rhetorik. Eine Grundlegung der Literaturwissenscl'laft
'
(Munich 7 1973); Id., Elemente der literarischen Rhetorik. Eine Einfül1rung für
Studierende (Munich 71982). Sobre la retórica bíblica: R. Bultman11, Der Stil der
1
23
Véase la lista en Srrecl\er - Scl111elle, Ei11fül;rtir1g, 41. \1éase tan1bié11 la
sección sobre el anális
•
is diacrónico .
24
Claro está que las variaciones de expresió11 puede11 ser tan1bién un recurso
estilístico.
Ariálisis li11g ii ístico-sintáctico 103
•
25
Sobre las notas características de la estructura, véase Bcrger, Exegese, § 4; E.
Gülich - 'Y./ . Raible, Ueberleg1t11ge11 zu einer niakrostrukt¡,irclle11 Textanalyse, en E.
Gi.ilicl1 - I\.. Heger - 'V(! . Raíble, Ling11.istisc/Je Te:i:ta11al.vse. Ueberlegunge11 zur
Gliederu11g von Texten (Papiere zur TextlingLtistik; Hamburgo 1974) 73-126, espe-
cialn1ente 75-99.
2
c' \ Téase Egger, Faktore11 der Textkonstitution, 184.
• 27
"'véase Berger, E-"'egese, 17-27 .
is Egger, Faletoren der Te::i::tkorzstitutio11; sobre los epígrafes, véase ta111bién
Berger, Exegese, 24.
104 La lectura bajo el aspecto sincrónico
29
r:leischer - Michel, Stilistik, 340.
30
Véase, a este propósito, M. Reiser, S_yntax und Stil des Mark r<s-evangeliums
im Lic/Jt der l1ellenistische11 \!olksliteratur (WUNT, R. 2, t 1; Tubinga 1985); P.
Dschulnigg, Sprac/Je, J< edaktion 1.fr1d lnt ention des Markr,¡s-Evangeliums. Eigcn-
türnlichkciten dcr Sprachc des Markus-Evangeliums und il1re Bedeutung für die
Redaktionskritik (StBB 11; Stuttgart 1984) 74-83. Son una valiosa ª)'Uda para las
estad ísticas: R. Morgcnthaler, Statistik des r1eutestame11tlicl1en Wortsc/Jatzes (Zurich
1958); Id., Statistisc/Je S) 111opse (Zurich 1971); K. Aland (ed.), Vollstandige Kon-
kordanz zum griec/Jisc/Jen Ne1-1en Testa111ent (Berlín 1978) II, 1-305; f. Neirynck -
Análisis lingüístz:co-sintáctico 105
34
ción co11 la literatura del gé11ero epistolar , teniendo e11 ct1e11ta la
retórica 35 .
RESUMEN E INDICACIONES
PARA EL TRABAJO
34
H. Cancik, Unters1,tcl?it,nge11 z11 Se11ecas Epistrtlae Morales (H ildeshein1
1969); K. Tl1raede, Grundziige griec/1isc/1-ro111iscl1er Brieftopik (Mu ni ch 1970);]. L.
\Xll1ite, Nei•-' Testament Epistoral)' Literal1tre iJ1 the Fra111ework of Ancie11t Epistolo-
grapl1J', en \XI. Haase (ed.), Prinzipat, 11 25.2 (Berlín 1984) 1.730-1.756.
35
Bultmann, Der Stil der pauliniscl?er1 Predigt ('•éase la nota 22); S. K.
T/Je Diat1·ibe and JJa11l's Letter to tl1e Ron1a11s (SLB DissSer 57; Ann Arbor 1981 );
H .-D. Bctz, Galatia11s.
Análisís lingüistico-si11táctico 107
.
Reunir los verbos que aparece11 )' su e\rentual repetició11.
Deter111inar el orden de sucesión entre st1jeto )' predicado.
Describir el uso de los tiempos.
Deter1ninar las clases de oracio11es que aparecen con más frecuencia en
• el texto qt1.e se investiga .
- A propósito del estilo
Mencio11ar, con ayt1da de la lista prese11tada en 1.4, las figuras de estilo
e111pleadas en el texto.
- A propósito de la const1:t1rtción
J' estr11ctura
Detern1inar si l1a)' repeticiones de secuencias de palabras (estribillos ti
otras cosas por el estilo), inclusiones )' quias111os.
Deter1ninar 11asta qué pu11to se utiliza11 la narración )' el discurso .
Deter111inar dónde ha)' can1bio de tenia, personajes, lt1gar )' tie111po.
Co111parar la estructuració11 del texto en di, ersas ediciones de la Biblia.
1
3. Ejemplos
3.1. Mt 18, 15-17
El análisis de este texto n1uestra que, incluso en textos n1uy
conocidos, el análisis lingüístico-si11táctico ª)'Uda a descubrir n1ás
exactan1e11te el sentido del texto.
36
Al pasaje Mt 18, 15-17 suelen dársele los siguientes epígrafes
ei1 las edicio11es de la Biblia: La responsabilidad con respecto al
l1erma110 (T1-aducción urzida). Acerca de la respo11sabilidad con
respecto al hermano (Die Gute Nacl;ricl?t). La conducta debida con
el hern1a110 pecador (Pescl1, S)1noptisches A 1-beitsbuch ).
El texto, en el aspecto si11táctico-gramatical, se con1pone de la
36
Bibliografía: 'V:/ . Pesch, MattlJa1-ts der SecLsorgcr. Das neue \1erstand11is der
Evangelie11 dargestellt an1 Beispiel von Mt 18 (SBS 2; Stuttgart 1966); W. G.
Tl1ompson, !11attl1eu.-•'s Advicc to a Divided Corrzniunity. Mt 17, 22 - 18, 35
(AnálBib 44; Ron1a 1970).
I
108 La lectura bajo el aspecto sincrónico
37
Bibliografía: '«'. Trilling, Das wahre Israel. Studien zL1r Tl1eologie des
Martl1aus-Eva11geliun1s (StANT 1O; Municl1 3 1964 ) ; F. Hahn, Der Sendungsa1,¡,ftrag
des A1"ferstandenen. Matthaus 28, 16-20, en FestsclJrift H.-V:.1. Gens1:c/1en (Güterslol1
1980); G. Friedrich> Die formale S'truktur vo11 Mt 28, 18-20: ZThK 80 (1983)
137-183 (co11 una visió11 detallada del estado de la i11vestigación); H. Franken1olle,
Jal1we - Bund und J(irche C/1risti. Studien zur Forrn- u11d Traditio11sgescl1ichre des
«Eva11geliums» 11ach Mattl1aus (Münster 1984) 42-72.
A 11álisis li11 gii íst ico-si11 Lact icu 109
enseñándoles a guardar
todo lo que os he mandado.
Y he aquí, )'O estO)' con vosotros
hasta la consumación del mundo.
egóticas de sa11 ] uan (las palabras del evangel io de] uan con1ienzan
por «Y o SO)'»), y·a que también éstas constan de una au torrevela-
40
ción> de u11a exigencia ) de u n a prom esa .
1
3.3. Me 1
Au11que Me 1 está compuesto en su mayor parte por perícopas
sueltas, sin embargo el redactor ha plas1nado la sección para cor1-
vertirla e11 ur1 todo t1n ifor111e. Así apa rece ya e11 la for111a lingüísti-
co-sin táctica del texto 41 •
Caracteriza a este ca1-1ítulo la predi lección por determinadas
palabras: en Ul1 texto tan breve Se em pJea Ol1Ce veces
ade1nás, ha)' t111a serie de vocablos preferidos de Me: «impuro>
entrar> doctrina> asombrarse, nát.. l.'\1 , nol"/1.(1, pregt1ntar, noto-
rio» ·t.'. Se titilizan preferentemente detern1inadas con1binaciones de
palabras )' frases: duplicaciones de expresiones las en con tramos en
44
1, 14s; 1, 32; 1> 45 ; las frases se uner1 paratáctica1nente por medio
45
de xa( ; i11cluso las nue\ras secciones con1ienza11 por xa[; en el
e1npleo de los tiempos, alternan el aoristo)' el presente l1istórico, )'
a esto se añade el empleo de la conjugación perifrástica. Can1bia la
posición del \rerbo en las frases (verbo delante del sujeto o \1 e rbo
46
después del sujeto) • Por lo que respecta al enlace por 1nedio de
pronombres, nos llama la atención el l1echo de que, al con1ienzo de
las perícopas, el nombre de «] esús » no se halle sino en 1, 9 )' 1, 14.
Forn1an parte también del estilo de Me los detalles pintorescos e
intu itivos (1> 33) y las explicaciones subs iguientes (1, 19).
4
Se csrudi:l esto dctalladan1entc en J.'ricdrich, forn1ale S'tri<kl/lr, 161-170.
:
r:ricdrich hace referencia a estructura5 análogas en el Antiguo Tcstan1ento: Gn 17,
Is; 26, 24; 46, 4; Ex 3, 6 -20; ven el Nuevo Testan1ento, hace referencia a las n1isi,·as
e> mensaje del Apocalipsi5. ·
41
Véanse los co1ncntarios; concrctan1ence, Egger, FrolJbotsc/Jaft f{11d Lel;re,
39-43.
En tota l, 41 ' 'ecc5 en Me.
- 41
r:i1{}ü; (Mt 18; Me 41; Le 7; independienten1ente dC' Jv1 c, 5 veces en Mt, una
vez en Le); núJ,t\' (7-28 -3); Jft)i,i,á (cc)mo adverbi(); 0-9-0).
14
· Véase Neirvnck,
. D11alit¡•,
. sub lc)CO.
A excepción del v. 14, incierto dc5de el punt() de vista de la crítica textual.
4
" La parátaxi5, el orden de las palabra5, el en1pleo de lo5 ticn1po5, el plconas-
1110, la n1on oto r1ía léxica y la técnica narrativa corresponJcn mucha5 veces al libre>
popular helenístic<.) de 1,1 novela de Alejandr(1: f(c.:iscr, A/c).-a11derroma11 11r1d A1ar-
krtSC"i.'ar1geli11111, en Cancik (ed.), A1arkusp/1ilologie; Id., u11d .S'til des /\far-
k1{seva11geli11n1s ir11 Lic/.11 rlcr /Jclle11istiscl.1e11 \lofkslitcrat1-1r.
Análisis lingüístico-sintáctico 1l 1
• •
'
• ' " 1-8: preparación para 9, 14; el\'. 1 remite al'' · 15;
, .. 9-13: estructurados mediante c.1r&tit;, que aparece dos veces;
\'. 14-39: estribillo en 1, 14 )' 1,Jos''· 21-38, que son la
descripción del <<día de C<:1far11aÚn», se l1alla11 enlazados especial-
mente por verbos de 1n0\ in1ientc> )' por indicaciones de lugar y de
1
•
tiempo;
\'. 40-45: u11idos de mar1era bastan te libre; el ' ' · 45 es el punto
cul111inante semá11ticamente del capítulo -1x.
La uniformidad ). forma acabada del capítulo aparecen también
en las cinco diatribas que siguen a continuación (Me 2, 1 - 3, 6)> )'
e11 las que \ emos el contraste \ ivo con ese ilin1itado círculo de
1 1
49
el e11frenta1niento con los adversarios .
'
112 La lectura bajo el aspecto sincrónico
55
Véase Ibíd., 277-285.
56
Además de e11contrarse en la dirección de la carta, «Pablo» se encuentra
también en 1Cor1, 12.13 (2 veces); 3, 4.5.22; 16, 21; 2Cor10, 1; Gál 5, 2; 1Tes2, 18.
57
Véase Beobacl1tu11gen, 283-285.
58
Más tarde se hablará del análisis semántico y pragn1ático de Fln1.
1
•
1
.
1
9
'
Análisis semántico
•
1 si110 dentro del contexto de frases )' textos, pero se pueden exa111i-
1
1
nar por separado ''arios pu11tos esenciales: la semántica del tér1nino
)' del co11cepto )7 la semántica -propiamente tal- del texto, así con10
también la semántica de las estructt1ras 11arrati"\1 as .
•
1 A·
'
Lecturas
Ha)' iniciaciones al método del análisis semántico de textos en
\'arios estudios sobre textos concretos: H. J. Hauser, St1·ukturen der
Abscl;lusserzdhlung der ApostelgesclJicl;te, 51-177; D. Mí11gt1ez, Pen-
61
tecostés, 71-150; W. Egger, Nac/1folge, 79-136 •
1
" Mínguez, Pe11tecostés; Hauser, Str11kt1tre11 der AbsclJl11sserzalJl1111g der Apos-
telgescJJicJJte; Egger, olge. Para la se111á11tica de los textos propian1e11te tal, ha)'
que re1nitir a Grein1as )' su escuela (también los autores mencio11ados recogen
n1uchas sugerencias a Grein1as) : l11trod1!Ctio11 a la sérniotic¡rte narrative et
disc11rsiv c; Grein1as) Se111a11tica str11tl11rale; Id., D11 sens; Cahiers Eva11gile, !11icia-
ció11 al a11álisis estr1,1cl1-tral (Estclla 1985); Grot1pe d'Entrever11es, A11alJ•Sc sémioti-
qi-te fles te,"l:tes (trad. esp.: A11álisis semiótico de los textos); Id., Sig1ies et pariiboles
• (erad. esp.: S'ig12os J' parábolas); 1.:ossion ) Leggerc le S'critttrre .
l •
1
•
e
a
•
d---- f 1
62
R. Lack, Lett1-1re strutturaliste del/' antico testanie11to (Roma 1978) : «uni, er-
1
'
•
2. La realización del
•
l análisis semántico de textos
En la primera lectura, el lector se halla ante un conjunto de
<<lexemas»/palabras 67 • Claro está que, para averiguar el tema y el
.
l
sentido de un texto, uno puede abandonarse también al sentimien-
to. Pero la lectura se hace científica cuando se cerciora de la rectitud
•
de lo que se lee .
t 64 •
1
Consúltese todo lo que se dijo sobre la lectura.
•
65
Bartl1es, L 'anal)1se str1-1.cturale, 188: «le lieu des se11s, le lieu des possibles du
texte».
66
Barthes, L'a12al;1se st1·itcl1trale, 185;-véase Egger, NaclJfolge, 81.
67
A las palabras se las llan1a lexe1nas en cuanto so11 elementos que constituyen
el vocabulario: elementos que, con10 entradas de u11 léxico, existen tan1bién ir1d e-
pendienteme11te de los textos.
1
-·-
118 La lectura bajo el aspecto sincró11ico
Bernanos.
70
Las etapas i11etódicas se exponen en Mínguez, Pe?:Jtecostés, 73- 85; Hauser,
Str11kt11ren, 51-59; Fo!>sion, Leggere le Scr1:ttttre, 67-74; L. Pani er (ed.), Petitc
introductio11 a l'anaÍJ Se des Lextes ... : Sé1nBibl 38 (1985) 3-31.
1
Análisis sen1ár1tico 119
71
A propósito de Me 10, 17-31, véase Egger, Nachfolge, 84-120.
72
No ha)' u11iformidad en cua11to a la manera de designar a los elen1entos que
se corresponden por stt sig11ificado. En los .estud ios de i11vestigación se habla a este
respecto de «isotopía » o de <(ca1npo léxico» («Worrfeld»), pero con estos términos
no se piensa er1 los n1isn1os aspectos a que nos rC?ferin1os co11 el térn1ino propt1esto
de «línea de se11tido».
73
Traté de confeccionar u11 inve11tario en cierto modo completo a propósito de
Me 10, 17-31: Egger, Nachfolge, 84-120.
120 La lecl1tra bajo el aspecto sincrónico
••
s s = Serna/co ntenido de
a) s 1- - - - - - - - - - - - s2 significado
•
•
•
.. -- -- Relación e11tre contrarios
.
•
.•
•
•
Relación entre
.• contradictorios
..• . . . . . . ... .... Relación de implicación
.•
•
• .
•
•
• •
•
•
•
.•
•• ,
..
•
•
s2 ____ ________ s 1
s
p Presuposición
... Contradicción
s2 sl
2. 2. Procedimientos ab1·eviados
pqra el análisis semántico
Ade1nás del procedi111iento, que exige mucho tien1po y que 110
ofrece iguales resultados en todos los textos, l1a)' tarr1bién varias
forn1as de procedimiento abreviado que pern1iten cierto control de
la idea que uno se forma del texto.
• Redacción
)' comparación de epíg1·afes
. El epígrafe que se pone sobre un texto tiene la finalidad de
proporcionar al lector su primer acceso al texto . Los textos de
nuestros días llevan, todos ellos, un epígrafe (o título). También las
1 modernas ediciones de la Biblia ponen casi sie111pre epígrafes a las
diversas perícopas. El epígrafe del)iera ser fiel al texto resumiendo
su mensaje y, al n1isn10 tiempo, debiera ayudar al lector ofrecién-
84
dole una especie de fó1·mula • La redacción de epígrafes no sólo es
útil con10 método para el estudio práctico de la Biblia 85 , sino que
84
\7éase Egger, Ueberscl1rifte11 als LeselJilfc.
ii:. Las orientaciones para la redacción de epígrafes (o títulos) so11: «Busca para
un texto bíblico un epígrafe q.ue compe11die el mensaje/ llaman1iento del texto».
Como verificación se pueden discutir en grupo los epígrafes gue a cada uno se le l1an
ocurrido. Sobre el método, véase Egger, Gen1ei11san1 Bibel lesen, 35s.
1
124 La lectitra bajo el aspecto si11crónico •
1
86
Sobre la co111paració11 entre los sinópticos, véase el c. 12.
87
Titzn1an11, St1·1"'kturale Texta11al;1se, 263-322.
Análisis sen1ántico 125
88
giones . Claro está que el sig11ificado sacado del 111is1no texto, y
debidamente probado, no puede confirmarse ni refutarse por lo
89
qt1e se sep a de datos exteriores al texto (datos extra textuales ) .
- Informaciones adicionales
1
Para evitar comprensiones erróneas, las necesarias informaciones sobre
1
los conceptos fundan1entales de un texto deben tomarse de un diccionario
' de conceptos del Nuevo Testamento.
88
K. Müllcr, Die religionsgesc/Jicl:itlic/Je /11 etl:iode. Erwagunge11 zt1 il1ren1 Ver-
standnis und zur Praxis ihrer Vollzüge: BZ 29 (1985) 161-192.
b"JTitzn1ann, Str1-tlcturale Textat1al)1se, 275s: «Lo que pt1edc verse en el 'texto'
111ediantc el suficiente conoci1niento del siste1na de signos)' observa11do las n1i11i1nas
reglas científicas, no puede confirmarse ni refutarse mediante datos extratextuales».
90
Véase también la lista en Bartl1es, L 'a11aLJ1Se struct11rale, 191 -204.
•
126 La lecti"'ra bajo el aspecto sincrónico
91
3. Ejemplos
3 .1. Le 4, 16-30: Lugar)' tiempo
de la oferta. de salvación 92
•
91
Como ejernplo de un análisis sen1ántico de un texto del Antiguo Testa1ne11-
to, realizado con precisión, véase el análisis de Gn 11, 1-9 en Fossion, Leggere le
Scritture. El a11álisis se realiza en cuatro etapas:
- Averiguación de los ca111pos léxicos («inventario de las notas sen1ánticas» ).
Tales campos son: «construir» y otros térn1inos por el estilo (sustantivos y verbos),
lengua, totalidad, personas actt1an tes, lugar, etc.
- Ordenación de las oposiciones en series:
hon1bres el Señor
la tierra el cielo
humano di,rino
abajo arriba
3.2. Me 9J 14-29:
1 94
El pode1' de la. fe
1
93
1 El a11álisis narrativo que se ofrece a continuación permite ver co.n claridad el
1 carácter de decisión que ha)' en este relato: se ofrece la salvación; la gente de N azaret
1
la rechaza; otros ()' Lucas lo describe extensamente e11 Hcl1) aceptan el mensaje. El
aJ1álisis de los tipos de texto determi11a que la clase de texto es la siguiente: se trata de
1
1
una historia acerca de la decisión, como las que ofrece Lucas con bastante frecuen-
1 cia: los judíos recl1azan la oferta de salvació11; los gentiles la aceptan (Hch 13, 14-52;
idea expresada con especial claridad en 13, 46; 14, 1-7; 17, 1-15; 28, 23-28, con10
final de todos los Hcl1). Sobre el relato final de Hch, desde el punto de vista de la
semántica del texto, véase Hauser, Strukt11ren, 81-11 O.
• F. G. Lang, Sola gratia im Mark11sC'l.Ja11geli11n1. Die Soteriologie des Mark.us
nacl1 9, 14-29 und 10, 17-31: Recl?tjertigurzg, en Festscl?rift Kaseman11 (Tubinga 1976)
•
Oposiciones: 1
•
1nt1chcdumbre discípulos
no poder poder
dcn1 onio Jesús
incredulidad fe
atormentar (hasta: «Como muerto») liberar, hacer que se levante
estar do111inado levantarse
n1uch edumbre solo
La agrupación de las lír1eas de sentido y de las oposicio nes da el
sigl1ien te resu ltad o:
.
321-337; J. Carmígnac, «A IJ, Si Tu peu;i:!... Tout est possible e11 fave1ir de cefui qui
croit » (Me 9, 23 ), en Festschrift Bo Reicke (Macon 1984) 83-86.
•
•
Análisis semá11tico 129
•
Dios el Padre resucitar
\ 70luntad
3.4. Me 1:
La 1·ápida d1f usión del evangelio
(1, 1); «el santo de Dios» (1, 24); «porque ellos sabían quién era é] »
(1, 34 ), orientan la mirada del lector hacia la esencia de J esús, la cual
luego debe pern1a11ecer oculta (1, 45 ).
95
El análisis pragn1:ítico lo sigue explicando todo: mediante la for111a que se da
al i11icio de la carta, Pablo quiere preparar en1ocionaln1ente a los lectores para la
lectura; los lectores deben acoger la misi,•a con10 una carta apostólica (de al1í la
acenruació11 que se l1ace de la autoridad ),)' deben e11contrar en la carta una respuesta
a la cuestió11 sobre Ja salvación (la le)' o la gracia) por la que 'siente11 inquietud.
El análisis del tipo de texto muestra sen1cjanza con los inicios de las cartas de
Pablo. Apartándose del forn1ulari o epistolar (pero ''éase, a este propósito, Ap 1,
4-6), Pablo d.a al inicio de la carta la for111a de u11a alabanza divi11a. Así que
arn1011iza11 perfectame11te el efecto que se pretende causar, la tra11sformación del
tipo de texto)' las líneas semánticas: todo ello es u11a alabanza de Ja acción salvífica
de Dios, por la cual se e11salza la actttación de Dios )' se exhorta a la co11fianza.
96
El análisis li11gi.iístico-sintáctico se prese11tó )' ª e11 el c. 8. Para el análisis
semántico, veáse \Y/ . Egger, Fro/1botsc/1a_(t 1111d Lel1re. Die San1111elbericl1te des
\Xlirke11s] esu in1 Marl{useva11geliun1 (Frankfu rt del Mai11 1976) 39-4 3 (bibliografía) .
•
1
•
97
Para el análisis lingüístico-si11táctico y las citas bibliográficas, véase el c. 8:
98
\ léase anteriormente la lista de los conceptos que aparecen.
1
'
132 La lectura bajo el aspecto sincró11ico •
6crü)1.o; abe)1.cpó;
o·ú·v (colaborador, compañero, etc.)
-
extra110 la comunidad qt1e se reúne en tt1 casa
derechos de Filen1ón re11uncia a esos derechos
deber. algo
,
(v. 18.19) condonar/co111pensar (v. 18-20)
coacc1on voluntariamente
..,
. .
caut1ver10 libertad
ausencia
) ,
de Pablo preparar hospedaje
ETCL1aOOEL'\1 rragaxa/,eiv
. {autoridad
. del apóstol) (renuncia a los derechos)
El texto expone los ca·m bios que deben efectuarse: hay que
pasar de la ausencia/separación del esclavo Onésimo y de la culpa
que se ha producido eventualmente por su presencia al lado de
Pablo, a una nueva presencia (que, según Pablo, durará «para
siempre») junto a Filemón y la Iglesia que se reúne en su casa.
La figura 13, al presentar e.s te acontecimiento mediante el cua-
drado semiótico, nos permite interpretarlo como cambio, como
movimiento de un «lugar» a otro 100 •
99
Véase, para ello, especialmente: Groupe de Montpellíer, L'épi.tre de Paula
Philémon.
100
Por contraste con la proyección del cuadrado semiótico relativo a Flm, tal
como lo presenta el Groupe de Montpellier, L 'épi.tre de Paul d Philémon, 14- 17 (y
que no está completamente elaborado) y M. M. de Gaulmyn, Réflexion, 25, el
análisis que aquí ofrecemos emplea únicamente expresiones del texto. Ello acrecien -
ta ·1a precisión del análisis.
Análisis semántico 133
• Hermano/ eternamente
Esclavo en Jesu cristo el Señor,
al servicio del evangelio.
Poder, coacción El amor, como nuevo vínculo,
El debe y el haber renuncia a los derechos
Superioridad/ subordinación xot.vwv(a, ouv-, comunidad doméstica
A------------B
.. •
. .
•
• •
• •
• •
.
•
••
.•• •
•
.. •
•
• •
• •
• .. •
•
. •
•
•
• •
.• •
..• .
•
•
No B - - - - - - - - - - - - No A
1 no hermano Esclavo 'fugitivo
Separación durante
determinado tien1po
B
11
SEMANTICA DE LA PALABRA (CONCEPTO),
1
DEL MOTIVO Y DEL CAMPO LEXICO
Ya er1 la \'ida cotidi ana, la gente se entiende porque las palabras
1
1
se ii1terpreta11 en su co11texto. El sign ificado de una palabra <lepen-
'
t
f
• '
134 La Lectura bajo el aspecto sincrónico
Lecturas
Una primera iniciación a la sen1ántica de las palabras la ofrece la
obra Funk-f(olleg Spracl1e, II, 13-101 . La semá11tica bíblica puede
estudiarse en varios trabajos de E. Nida )' en B. Kedar, Biblische
101
Semantik .
101
Ya se n1encionó la bibliografía sobre la semántica del texto. Las obras
siguientes exponen principalmente la semántica, por cuanto se ocupan de los lexe-
1nas/palabras: R. Barthes, Eléme11ts d11 sén1iologie (París 1964; trad. ital.: Ele1ne11ti
dí semiología [Turí11 1966]); G. Berruro, La semantica (Bolonia s.a.); G. H. Bla11l\e,
Einfü/Jr1-t.ng in die semantisc/Je A11a/J1se (M unicl1 1973); F1111k-J\.olleg Sprac/Je, II,
23-39; Mounin, lntrodttzione alfa sen1a12tica; Kallmeyer, Lektiirekolleg, 97-176; G.
Leecl1, Sema11tics (Middlesex 1974 ); Textlinguistik, 79-106.
-
Cada lexe111a adquiere Sll significado preciso por las relacio11es en que
se 11alla, es decir, por el contexto.
Las relaciones, co1no se ' 'e por la figura 14, son de dos clases:
l1a)' relacio11es si11 tag111áticas )' relacio11es paradign1áticas 102 •
Sobre la sen1ánrica de la palabra bíblica, véase la crítica que hace del Tb \X' NT J.
Barr, Bibelexegese 1,¡_11d moder11e Seniantik.Theologische und linguistische 1v1et11ode
in der Bibel\\ issenscl1aft (Munich 1965) )' la respuesta de G. Friedricl1, 21,1711
1
Problern der Sema11tik: KuD 16 (1970) 41-57; Id., Z11r \lorgeschiclJte des TlJeologi-
sc/Je11 'Xlorterb1tcl1es 21-tm l\'T; Tl1 \X1N T X 1-52, especialn1enre 5 ls. 1v1.ás bibliografía:
Berger, E.'legese, § 20-22; Kedar, Bibliscl.1e Ser11a11tik; Nida, E."K-plori12g Sen1ar1tic
¡ Str11ct1,1res; Id. , C'o1J1jJor1eJ1tial Ana/J1siso_( A.feaning; Id., Signs - Se11se - Tra11slation.
•
Un análisis sen1ántico concreto lo ofrece M. Ossege, Aspekte z11r Glieder1rr1g des
11e1ttesta111e11tliclJe11 'Xlortsc/1atzes (,zm Beispiel vo11 dikaiOS)'Jle bei 111t): LingBibl 34
(1975) 37-101.
••
ic.? Bartl1es, Ele111e11ti, 53-78; espec. 60; véase tan1bié11 Fr-tnk-J(ofleg Spra-
c/Jc, I, 119-124.
••
136 La lect1-1ra bajo el aspecto sincró11ico •1
•
•
Análisis se111ántico 137
[
El significado de un lexema se compone de elementos de significado
n1ás reducidos. Esos elementos de significado más reducidos se denominan
•
frecuentemente ·«componentes de significado», «notas semánticas» 107 •
•
••
•
138 la Lect1-tra bajo el as¡)ecto sincrónico
2.2 .
•
El análisis de los componentes
Ei1 consona11cia con la idea de que el significado es la st11na de
los ele111entos de significado está el llamado análisis de los compo-
nentes o análisis componencial. Cuando este método se aplica no
exclusivamente, entonces es un buen m edio heurístico para realzar
109
las notas características de significado de las palabras .
Para poner en claro el sig11ificado de una palabra, l1ay que
clescomponer en sus elementos el contenido de significado de dicha
palabra. Esta «descon1posició11 » se efectúa principalmente valién-
que nos i11teresa. Ha)' qt1e te11er e11 ct1enta, ade111ás, los tipos de
texto en los qt1e aparece u11 lexema. Esto i1os per111ite )'ªtener una
\ 1 isión de conjunto de las i1otas de sig11ificado de una palabra. El
11
c Nida, Sig11s - Se11se - Tra11slatio11, 47, 101na con10 punto de partida e11 su
• explicación el cje1nplo: correr, andar, bri11car, bailar, arrastrarse .
111
.
F1111k-l\olleg Spra.cl1e, 11, 26-29, 58-61. \ léase, a propósito de ello, el eje111plo
anterior.
112
I\.alln1eyer, 133.
••
3. Ejemplos
3.1. «Apóstol»
1
• A11álisis sen1á1itico 141
enviado + + + +
por Cristo + + +
por las .comunidades
,
+
comun1on COil
el Jesús terreno + +
encuentro con
el Resucitado + + +
idéntico con el
círculo de los doce + +
Figura 16. Notas semánlicas ele • apósto/,,,
'· 1
113
Véanse los comentarios sobre los Hechos de los apóstoles (Hch).
114
El siguiente estudio expone el análisis de semántica de la palabra que sirve
de fundamento al artículo rra1,b(ov: EWNT 3, 9s. Pero las premisas metodológicas
se han puesto de relieve más claramente de lo que lo hace el citado artículo del
diccionario. Véase también el fascículo 29 de Semeia (1983), editado por D. Patte:
Kingdom and Cl1ildren.
115
Véanse los correspondientes artículos del EWNT.
•
.
142 La lectura bajo el aspecto sincrot1ico
N()tas sen1ánticas
n1asculino +
- +
- - +
- + -
fcmenino +
- +
- + +
- - +
edad + + + -
.
- -
parentesco +
- - - +
- + +
relación
. .
de
serv1c10 - - -• p - -
n1etáfora - - - p p
cia nos n1u estra qL1 c la exp resión aparece cspecialr11 e11te en las
}1istorias de la infa11cia de Mt ) Le: Jesú s es designado con10 «niñ<.>»
1
a11te t<)do un sig11 ificado c1e edad, por C<.)ntraste con el sig11ificado
de «adulto» . Sin en1bargo, su 111atiz especial lo adquiere la expre-
sión por el tipo de texto en que se utili za: Mt 1-2 )' Le 1-2 so11
«l1istorias de la infancia », es decir, tipos de textos en los que la
significació n de un gran ho111bre se caracteri za )'ª por el hecho de
que i_p cluso la infancia de ese l10111bre aparece especial n1 en te 1narca-
d a por la n1ilagrosa co nducci ón de Dios 111'. Y así la expresió r1
((niño», en \ Írtud del contexto de tipo de texto, adquiere entre otras·
1
11
St)brc las historias de la infanci:1, véast: cspcci:1lrnente l .. Zani, lr1flusso del
''
genere fetler.zrio t11idras/Jico s11 A1t 2, 1-12: StI)at 19 (1972 ) 257-320.
• A?1álisis
•
semántico 143
1
co11dición de que <<Se acepte co1110 i1i11o » ese rei110. El pu11to de
com paració11 del <(logion », mtl)' disct1tido ei1tre los especialistas, se
deduce de la forn1a )' del trasfo11do de la l1istoria conte111porá11ea :
1
Me 1O, 15 es tina pr0\1 ocació11 paradójica ..Tesús recoge la forn1a de
las co11dicio11es de ad111isió11 que eran corrientes en el jt1daís1110 de
la época, )' en las que a un obrar de manera determi11ada se le
promete t111 . rest1ltado determinado, pero c11 vez de 1nencio11ar el
cun1plimiento de la ley, que era lo que todos 11abrían esperado,
po11e co1no eje1nplo a u11 «11i11o», es decir, a t111a persona q ue i10
pu ede cu1nplir en absoluto la le)'. Y, así, a pesar de conservarse la
forn1a, se rompe la conexión entre el obrar y el resultado. <<La
proposición 110 inforn1a directa1nente sobre lo que l1a)' que hacer,
sino que prO\'Oca para que se reflexione de nue\ro sobre la conexión
ente las obras )' el resultado, afir1nando que lo decisivo no son las
obras» 117 • Expresiones qu e ei1 Ia tradiciór1 eva11gélica tie11e11 t111
1
sentido co11 orientación parecida so11 «publicanos )' pecadores>):
1
1
ge11te qu e no guarda la le;'.
11 • El tér111ino «11iño» adquiere otra sigr1ificación n1etafórica en Me
!
7, 27s : Sólo los «hijos>} [en griego, la n1is1na palabra significa
<<niño» e «hijo »; lo n1Ísm o que en ale111án <<Ki11d>>], i10 los perros,
tie11en derecho a recibir al in1ento de la mesa del padre de fa1nilia. Y,
así, en este caso, «ni11o» (o «l1ijo») tiene la i1ota de significado :
«aquel q L1e tiene derecho».
1
E11 Me 1O, 14 se les promete a los niños el reino de Dios : a ellos
1
les perte11ece ese reino. Con ello se cuenta a Jos i1i11os entre aquel
grupo de perso11as a quienes se les aplican los macarismos. Entre
los receptores a quienes se promete el reino d e D ios> se enumeran
en el Nuevo Testamento : los menores de edad (Mt 11, 25), los
1 . niños)' los pequeñitos (Mt 18, 1-14 ), los pobres, los que lloran, los
no ' 'iolentos, los humildes, los que a1nan la paz, los perseguidos
1¡
1
por causa de la justicia (sermón de la i11011taña) . El co11cepto
118
opuesto lo constitU)'en los sabio s (Mt 11, 25) • Los 11iños p erte-
1 necen tan1bién al grupo de aquellas perso11as de quienes se ha11 de
11
C ita ton1ada de E gger, E\X'NT 3, 9s. El luga r paralelo de Mt 18, 4 convierte
-
Ja pro,·ocación en u11a enseñanza, :va que el hecl10 de «ser niñ o» se interpreta con10
l1umildad, y Jas palabras acerca de la con1u nidad de la casa de Dios se sitúan bajo el
signo del niño (Mt 18, 1s).
••:. Sobre el ca111po léxico relativo a esto, ''éase Frar1kc111olle, Die Offe11barung
1
a?1 die Unn1iindigen: Biblische Handlungsanweisunge11, 80-108, especialmente 89s,
99s.
''
'
e
EL ANALISIS NARRATIVO
•
119
D. Patte,}esus' Proriou¡1cemer1t about Entering the J(ingdom like a child. A
Structural Exegesis: Semeia 29 (1983) 3-42, especialmente 4-11.
120
Sobre las oposiciones, véase Patte,}esus' Prono11-rice1nent, 22-38, 39.
121
Patte, }esus' Pronouncenient, 24s, determina, basándose en el análisis inter-
no del texto, las oposiciones «unión-separación» . Pero l1abría que investigar n1ás
111i11 uciosan1e11te las oposiciones observadas por él: «Santo-profano» y <<activo-
•
paSI\'0 ».
122
. Greimas, Semantica strutturale, ofrece estudios muy extensos sobre textos
narrativos.
•
1
quienes lle\ a11 la acción )' que actúan para que se produzca11 cambios.
1
Lecturas
Nos ofrecen una visión de conjunto de los modelos de análisis
narrativos: E. Gülich - W. Raíble, Ling11istisc/Je Textmodelle, 192-314.
Podemos ver análisis narrati,1 os de textos bíblicos en los trabajos de H.
] . Hauser, D. Mínguez )' W. Egger. Sigue siendo una obra fundamen-
tal: V. J. Propp, Mo1pl1ologie des i\1arc/1ens 124 •
1
146 La lect1,1ra bajo 'el aspecto sincró12ico
exegéticos: J. Calloud, L 'anal)1se stru.cturale d11 récit. Quelq ues éléme11ts d'une
n1éthode: FoiVie 73 (1974) 28- 65; Id. , Str1tct1-tral Ar1al)1sis o( t/Je l\1arraci·ve (Filadel-
fia 1976); Egger, Nac/1folge, 6-48 (perspectiva de las teoríás sobre la narración); E .
Güttgemanns, Ei11leitc11de Bcn1erk11ngen z14r str11kti1ralerz Erza/-;LforscJJtf.ng: Ling-
Bibl 23/24 (1973) 2-47; Id., Narrative Anal)'Se S)'>1optischer Tc.Y:te: LingBibl 25/ 26
(1973) 50- 73; Margucrat, Str1f.ktMrale._Textleleti-iren; Ha}1n (cd. ), Der Erzal;Ler des
Eva11geli1trns.
I\.re111er, Lazar11s, 28, prefiere para la perícopa de Lázaro Un 11) el tér111inc)
«na rración »,)'ª que la «11arraciór1 >, está caracterizada por u11a estructura n1ás n1arca-
da gue la «historia» .
126
Sobre la estructura f u11dame11tal narratÍ\'ª del n1ensaje bíblico, véase entre
otros E. Are11s, Narrative T/1eologie 1t11d tl1eologiscl1e TJ1eorie des Erzal-J/ens: KBI
110 (1985) 866- 871 (bibl.).
127
Lev.rando•vski, 'V:/orterbuc/J, artículo Erza/;fe11.
12
E11 este aspecto causaron gran sensación los siguientes artícul os: J-i. \Xlein -
¡;
rich , Narrative T/1eologie: Conciliu m 9 (1973 ) 329-334; J. B. Metz, Kleine Apologie
des Erza/,fens: Jbíd., 334-341 .
•
•
A11álisis semá11tico 147
1
concepciones se refieren sólo a algt1nos factores que inter,rienen en
1 la co1nu11icación por 1nedio de textos narrativos. Tambié11 los tex-
tos narrativos deben contemplarse en el campo total d e la con1uni-
cación: hay un narrador que escribe un <<texto narrativo» para el
• oyente, para influir en él de 111a11era determinada. Habrá que aclarar
en cada caso concreto l1asta qué punto el texto narrado se refiere al
129
i11u11do real o a un «t11u11do 11arrado>> ;.habrá q uc aclarar tambié11
11asta qué punto coinciden el narrador real y el «11arrador 11arrado»,
o bien el O)' e11te real y el «O)'e11te narrado» 130•
Entre los diversos procedimientos de análisis, y dentro del
n1arco de una iniciación a los n1étodos, no podremos exponer sino
1 unos cuantos 131 • El pri11cipio elegido por V . J. Propp para el
1 a11álisis de los cuentos de hadas 132 ha te11ido a1nplia eficacia históri-
ca. Las narraciones, para Propp, so11 co111binaciones fijas de accio-
nes )' portadores de la acción. Segú11 Propp, ·para los cue11tos de
hadas so11 esenciales las «funciones », es decir, las accion es de los
personajes que aparecen desde el punto de vista de su vinculació11
•
co11 el tra11scurso de la acció11. Según Propp, el 11ú1nero de las
«funciones» (así denomina Propp a las acciones en el cuento de
1
hadas) es limitado)' alcanza la cifra de 31 133 • Su orden de sucesión
es siempre el mis1110 134 • Todos los cue11tos de l1adas son desarrollos
y variantes de esa misn1a f órn1ula fundame11tal. El nú1ne1·0 de los
personajes que actúan en el cuento de hadas asciende a 7; esos
personajes se hallan en relaciones fijas unos con otros 135 , así con10
1
129
Véase, a este propósito, J. Anderegg, Fiktion 11.nd I\.ommuriikation (Gotinga
1977).
130
Véase, a propósito de elJo, entre otros autores: lser, Der Akt des Lesens,
50-66 (concepto de lectores y co11cepto del lector implícito); R.M. \Y.lho Is
«tl1e Reader,. of Mark's Cospel, 38-49 (véase anteriormente c. 1, nota 1).
131
1vlás extensamente en Egger, Nachfolge, 8-48: a propósito de Propp, Dun-
des, Bremond, Grei111as, Güttgen1an11s y Bartl1es.
132
De ahora en adela11te se citará la edición italiana (nota 124), porque en ella se
aclararo11 algunos pasajes oscuros que había en la edición original, )' la aclaració11 se
efectuó en parte mediante correspondencia epistolar con Propp; véase lo que expone el
editor con respecto al niétodo de la traducción: lbíd. , 229s. La edición original rusa se
publicó en Leningrado (1928); la traducción alemana: A1or·p/7ofogie des Alfiirchens, en
lvl unich (1972). La edición alemana contiene un artículo de colaboración escrito por E.
Meletinskij, Ztfr str11kt11rell-t;1pologisc/Jen ErzaJJlforscl111ng des Volksmarcl1ens, 179-
214. U11a iniciación a la y la obra nos la ofrece: R. Breimeyer, Vladimir}akovlevic
Propp (1895 -1970). Leber1, Wirke11 und Bedeutsarnlteit: Li11gBibl 15/16 (1972) 36-66.
Véase más inforn1ación bibliográfica en Egger, Nacl1folge, 7.
133
Propp, AJ01fologia, 27s.
134
Jb 1'd., -18 s.
Jbíd. , 85s, menciona: antago11ista, generoso, auxiliador, princesa (la
-
l1ija del Zar) )' su padre (tina pareja), mensajero, héroe, falso héroe.
148 La lectura bajo el sirtcrónico
136
1bíd., 85s, 105s.
Una aplicación n1inuciosa intenta hacerla P. J. De Pomerol, JI vangelo come
137
racconto. Analisi morfologica del va11gelo di Matteo (Turín 1983; traducción del
francés: Qr-tand u12 évangile nous est conté [Bruselas 1983]).
138
Sobre todo E. Güttgemanns, Ei11leitende Bemerkungen, ha desarrollado
más este enfoque )' ha confeccionado un repertorio de función transformada.
También para el análisis de un texto narrativo bíblico son esenciales las constantes
de una narració11 n1encionadas por Propp, a saber, las acciones )' los personajes qu e
llevan la acción.
139
Bremond, Logique du récit. Véase, a propósito de elJo, Egger, Nac/1folge,
28-34 (bibl. ).
140
Brernond, Logique du récit, 131.
A11álisis semántico 149
Exito
!
1
Actualización
•
Situación que Fracaso
abre una
posibilidad
No actualización
Un ejemplo concreto
------ curado
llega el médico
llama al médico/ --___no curado
Alguien no llega
está enfermo el médico
l.
no llama .
al médico
14 1
Jbíd., 234, 236, 244s, 257 y otros pasajes.
t
1
152 La lect1-1ra bajo el aspecto si11crónico
nes )' a los personajes que llevan la acción, es decir, analiza única-
n1ente las estrt1cturas de la acción y hace abstracció11 de otras
estructuras (aunque, como es 11atural, el texto narrativo debe inves-
tigarse tan1bién con los inétodos del análisis lingüístico-estilístico,
del análisis semá11tico, etc.), el texto r1arrativo debe transfor1narse
en objeto de in, estigació11 adcct1ado p ara se1nejante análisis. La
1
,
transformación en una versió11 ab re\riad a, que es necesaria para el
análisis de textos narrativos largos, no suele ser necesaria en el caso
de ..las narraciones bíblicas, ya que en ellas se tr,ata de textos breves,
en cuyo análisis pueden tenerse en cue11ta todos los ele111entos
narrativos.
., Sin embargo, son necesarias dos formas de transforma-
c1on.
• La t?'ansf01·mación de discu1·sos
di1-ectos e indirectos
Como e11 el análisis narrativo se i11vestigan únicamente accio-
nes, resulta que los discursos directos que se encuentran a inenudo
e11 las narraciones no son objeto directo del análisis narrativo . Sin
e1nbargo, los verbos de decir con que se introduce el discurso
directo no deben elin1inarse del análisis de la acción 146, porqu e esos
\rerbos, con10 n1edios que son de ejercer i11fluencia entre los perso-
11ajes, suponen acción )' por este motivo son importantes para el
análisis narrativo. La li11güística emplea, a este respecto, la expre-
146
Con10 propone Mí11guez, Pen tecostés, 81.
•
•
AJ1álisis seniántico 153
147
sió11 <<acción verbal>> • Cua11do alguien dice a otra perso11a: <<¡ Haz
esto! >> , entonces la acción verbal es in1ponerle u11a «exige11cia>»;
cuando le d ice : «Si haces eso, tendrás que cargar con las consecuen-
cias», e11tonces la acción verbal co11sistirá en u11a <<ad\1 ertencia» . Por
consiguiente, para lograr que sea fructífero para el análisis de textos
narrativos el carácter de acción que se encierra en los verbos de
decir, l1ab·rá que sL1stitt1ir por una palabra de «acción» los verbos de
decir ju11tan1ente con el discurso directo (o indirecto) que siga; por
u11a palabra de «acción» -decimos- que exprese la correspo11diente
acció11 verbal. Tales acciones puede11 ser : preguntar, res-
ponder, pedir, 1nandar, no1nbrar, aconsejar, a1ne11azar, pron1eter,
censurar, etc.
• La t1'ansformació11 de la secuencia
de acciones
En la exposición de acciones, el narrador no está ligado a la
¡
secuencia cro11ológica o causal; siguiendo técnicas narrativas, pue-
de narrar con posterioridad las razones qt1e n1ovieron a la acció11 ,
etc. Si11 embargo, para el análisis na1·rativo l1ay que establecer el
orden de sucesión o la secuencia de las acciones según las conexio-
nes cronológicas, causales y lógicas . Esto sig11ifica que los suce-
sos/ acciones debe11 orde11arse de la mis1na n1anera que se sucedie-
ro11 en el tiempo; significa, asimisn10, que las causas debe11 ponerse
antes de los efectos; y que deben realzarse claran1ente las oposicio-
nes contradictorias o contrarias, por ejemplo la oposición entre el
estado inicial y el resultado final .
147
Véase más adelar1te (pragn1ática) .
•
1
150 La lectura bajG el aspecto sincrónico
14
Los análisis de motivos en las l1istorias de n1ilagros, tal como los efectuaba la
:?
l1istoria de las forn1as, fueron desarrollados ttlteriormente sobre todo por G. Tl1eis-
sen, Urc/Jristliche Ein Beitrag zur formgeschichtlichen Erfor-
schung der S)' noptischen Evangelien (StNT 8; Gütersloh 1974), y luego por Pesch -
Kratz, So liest man s;1noptisc/J, 3, )' X. Léon-Dufour, Str14.cti1,re et fonctio11 du récit de
miracle, en J. N. Aletti e.a., Les miracles de Jésus (París 1977) 289-353. La lista dada
por Theissen, WundergeschiclJten, 82s, comprende cuatro grupos de n1otivos: entre
los motivos introductorios se cue11tan: 1) la llegada del taun1aturgo; 2) la aparición
de la n1ultitud; Ja aparición de 3) los que están necesitados de ayuda; 4) Jos
representantes; 5) los emisarios; 6) los adversarios; 7) la motivación para que
aparezcan los antagonistas; e11rre los motivos expositivos se cuentan: 8) la caracteri-
zación de la situación desgraciada; la aproximación al taumaturgo con 9) dificultad,
10) postrá11dose ante él, 11) con clan1ores pidiendo ayuda, 12) con súplicas )'
expresiones de confianza; el recl1azo por 13) incomprensión, 14) escepticisn10 )'
mofa, 15) crítica, 16) resistencia del demonio; conducta del taumaturgo con 17)
excitación p11eu1nática, 18) palabras de co11suelo y aliento, 19) argumentación, 20) el
l1echo de st1straerse; entre los n1otivos centrales se cuentan: 21) la preparación
escénica: la acción milagrosa 22) toca11do, 23) pronunciando palabras qu e sanan, 24 )
pronunciando palabras que obran prodigios, 25) la oración, 26) la co111probación del
rnilagro; entre los n1otivos finales se cuentan: 27) la den1ostraciór1, 28) el despedir a
la ge11te, 29) el mandan1iento de n1a11te11er en secreto, 30) la admiració11, 31) la
aclamació11, 32) la reacción de rechazo , 33) la di\ ulgación de lo sucedido.
1
143
Greimas, Sema11t1:ca, 207-232 .
•
•
r
auxiliador
•
st11eto
• adversario
144
Este análisis tiene por objeto los sucesos narrados (es decir, interiores al
texto). En el análisis pragn1ático se estudiarán de nu evo las acciones consistentes en
hablar.
14
Aquí no podemos sino referirnos de pasada a otro modelo que ayuda a
:.
esclarecer las relaciones entre los personajes actuantes, a saber, el modelo del
«can1po de los personajes•,, propuesto por Gerd Theissen, Urc/Jristliche 'J:l1inderge-
sc/Jic/Jte11, 53-56.
154 /_,¡ leer 1<rtl Íltl/O <'/aspecto szncronico
busca
., t. .'
quien (a)' Uda) ... q u 1en
'
(obstaculiza) quien
• Aplicación de esquemas
de secuencia de acciones
En la realización práctica del análisis narrativo son particularmente
•
apropiados el modelo de los puntos neurálgicos de la narración según
Bre111011d ·y el i11ve11tario de i11otivos según G. Tl1eissen .
Qué esquerna sea 1nás adecuado para un texto determinado, eso es algo
que sólo podrá decidirse n1edia11te la aplicación misma.
- Análisis de una narración segií11 el modelo de Bremond. Detern1i11ar
los puntos neurálgicos de la narració11, es decir, aquellos lugares en que se
adopta u11a decisión, )' que influ)ren esencialmente en el transcurso ulterior
de la narración. Mencionar las alternativas que se abren en esos puntos
neurálgicos.
l11tenrar
.,
consignar en eJ esquen1a de Bren1ond los elen1entos de la
acc1on:
• • • • • • • • • • • • • 1 • • • • • • • • • • • • • '
1 • • • • • • 1 • • 1 • • • • • • t • • • • • • • • • •
1 • 1 • • • • • • • • • • • • • • • • • • ' • • • • • •
1 • • • • • • • • • • • ' • • • • 1 • • 1 • • • • • • •
148
Para la aplicación de los restantes modelos presentados, sería necesaria un a
base teórica n1ás amplia que no pode1nos ofrecer aquí.
156 La lectura bajo el aspecto sincrónico
149
Stock, Umgang mit theologischen Texten, 85-93.
f •
1
Análisis semáritico 157
'
,
\1erbos de mo,1imiento ()' de oposición al movimiento):
llegar estar sentado, etc.;
\1erbos de llan1ar ()' oposición)
gritar, llamar callar
Palabras para designar
1 salvación/desgracia:
•
ciego
1
. , /seguirle
curac1on
ser /
· a's llamado"'-. segui rle
gritar m ::--- "'-.no
salud
obstáculo no ser
llamado
gritar___.-- no gritar
más fuerte
estar / ""ningún
obstáculo
ciego
'
110 gritar
de las que l1abla el texto : el que elige clamar a Dios y elige la fe,
consigue la_ salud.
•
• La armazón de motivos
El tener en cue11ta los diversos 111oti,ros que aparecen en el
• 150
texto, tal )' como se expo11e en la figura 23 , nos pern1ite tan1bién
reco11ocer los pasos que va dando la acció11.
•
•
3. Cla1nor pidiendo socorro (\ 47, motivo 14).
1
•
1
'
6. Se entabla contacto, se le l1ace venir(\'. 49ab, motivos 7, 10).
7. Palabras de aliento ;r consuelo (\ 49cd, motivo 25).
1
•
1
8. Preparación escénica (v. 50, moti''º 29).
1
1 9. Exploración (v. Sla, motivo 11 ).
1
1
1O. Súplica pidiendo la curación (,,. 51 b, motivo 15).
1 11. Palabras de curación: en for1na de orden de que se marcl1e )' de
reconocimiento de su fe(''· 52abc, moti, os 32c, 25). 1
o El rnodelo de til·tantes
Los personajes que actúan son: .Jesús - los discípulos - el ciego-
la multitud. Las relaciones entre los perso11ajes que actúa11 se
pueden explicar clara1nente, en parte, según el modelo de actantes
que aparece en la figura 24. ·
• Modelo de i12teracción
La relación entre los personajes que actúa11 se indica en palabras
clave.
J
10
•
Análisis pragmático
153
La pragmática del texto estudia la dinán1ica de los textos , es
decir, las instrucciones para la acción y la orientación del lector que se
154
efectúa por medio de textos •
151
H. Weinricl1, Komn11-lnikation, lnstruktion, Text: Sprache in Texten, 11-20,
espec. 16.
152
En griego, significa «acción».
153
Van Dijk, Textwissenschaft, 68.
154
La pragmática se entiende aquí de11tro de un 1narco n1ás estricto que, por
ejemplo, en Breuer, Ei11fü.hr14.12g, y en Franken1olle, Kon11n11.nikatíves Handeln.
162 lectura bajo el aspecto si11crór1ico
Lecturas
Nos ofrecen una iniciación a la pragmática la obra Fu.nk-Kolleg
Sprac/Je, II, 113-123, )' la obra de miscclá11ca pt1l)licada bajo la <.lircc-
ción de O. Scl1ober: F1>irtktio11en der Sprac/Je 156 . Ha)'
específicas <::11 tor110 al N ti evo Te.sta111e11to, especialn1c11tc por lo q11e se
refiere a la retórica (partict1larme11te c11 las cartas paulinas) 157 )' al
empleo del lenguaje c11 las parábolas de Jesús 158 .
1. El modelo de texto
•
para el análisis prag1nático
El análisis prag1nático de textos escritos trata de responder a la
159
pregunta de por qué )' para qué se con1puso t111 escrito . El
155
Puede sernos de cierta ª)'Uda la eficacia l1istórica (V:lirk1t11gsgesclJic/Jte) de
los textos, por cuant<.) ésta nos hace ver el potencial de se11tido que "Se er1cierra en los
textos )' Jos efectos éstos produce11. De esta rnanera se capta tarnbién la función
dii1án1ica de los textos.
156
Ade111:is de los estudios sobre la teoría del texto (en la prcsei1te obra, en los
c: 2-4),, especial1ne11te las a _l_a B!·euer, Ei11fi-i/1r1111g;
1·1t11k-l\olleg SpraclJe, 11, 113-123; Ka11zog, Erzal1lstrategie; Scl1l1eben-Lange, Prag-
niatik, )' las secciones correspondientes e11 las siguie11tes obras: Al<111ajian - De1ners
- Harnisl1, Ling11istica, 299-337; \ 7an Dijl.;., Textwisse11sc/1aft; Leo11i - Pigliaccio,
Retorica e scienze del linguaggio; Plett, Textwissenscl;aft, 79-99. Sobre la pragn1ática
bíblica: E. Are ns, l\.omm14n1:J?.ative H a11tili111ge11. Die paradign1atische Bcdeutung
der Gleichnisse Jesu f ür ei11e ngsth_eorie (Di.issel?orf. 1982); Exegese,
§ 14- 17; D. Dormcyer, Der Si11n des Leidens }esit. H1stor1scl1-lcr1t1scl1e und text-
pragn1atische Anal)1Se der Marl<uspassion (SBS 96; Sruttgart 1979); Egger, Nac/J-
_(olge, 195-203; Franke1110Jle, !{onim1111ikatives Handel11; Lacls., Lett11re str1-t.tt11ralis-
te, 25-28; Meynet, lnitiat1:on a la rlJétorique biblique; Schv.1eizer, lv!etap/,orisclJe
Gra1nmatik, 211 -324; Patte, Pa.14/>s Fait/J ancL tl"Je Power of t/Je Cospel; C. J. Reedy,
R/1etorical Concer11s a1id Arg14me11tative Tec/J11iq11es i11 Matt/1ea11 Proriounceme1zt
Stories (SBL Sen1Papers 1983); Tl1eissen, Urc/Jristlic/Je \Ylit11dergesc/Jic/Jten, 229-297
(trata sobre la funció11 social, histórico-religiosa )' existencial de las l1istorias de
tnilagros en el cristianisn10 prin1itivo); W. H. \Xlucllner, Der}akobi1sbrief in1 lic/1t
der R/Jetorik 1411d Textpragniatik: LingBibl 43 (1978) 5-66; D. Zeller, Z1tr Prag-
1natik der pa1"'li11isc/1e11 ThPh 56 (1981) 204-217; Id., \Xliencler
1.f11cl Bekenntnis. Zu111 Sitz in1 Lcbe11 urcl1ristlicher Wundergesc hichten: BZ 25
(1981) 204-222; Id., Die Hei/r,t11g des Aussdtzige11 (A1k l, 40-45). Ein Beispiel
bel,e11nender und \verbe11der Erzahlu11g: TTbZ 93 (1984) 138-146.
157
Sobre la retórica en Pablo, véase especialn1e11te H.-D. Betz, Galatians
(Filadelfia 1979).
15
Véase especial11)e11te Arcns, l\.onim1r11ikative Ha.ndl1111ge11; Frank.en1olle,
¡¡
J( ommrtn ikati·ves 1-fa11 deln.
159
\léase Schlieben-La11ge, JJragmatik, 97: «Para qué 11ablan1os, )' qué nos
pron1eten1os con ello».
•
Análisis pragmático 163
160
\léase la breve carta enviada desde Hermópolis en el siglo I de 11uestra era:
«Filia saluda al n1U)' apreciado Apolo11io. En cuanto e11cuentro personas que ir
de ' 'iajc adonde tú estás, siento la necesidad de enviarte saludos )-. .. » (aquí ter111ina el
fragn1ento de papiro). Tomado de J. He11gstel (ed.), PapJ1ri als Ze11g11is des offentli-
c/Jen 1-1nd privaten Lebens (en griego y e11 ale111án) (Darmstadt 1978) 85.
164 La lect1-tra bajo el aspecto sincrónico
conversación telefónica);
- la función metalingüística, cuando el texto mismo se convier-
te en el «tema>> (por ejemplo : «¿Qué sig11ifica esa palabra?>>).
165
Jakobson)' Lack consideran en conjunto la representació11 de u11 ten1a )' la
cuenta en que se tiene el contexto de Ja situación.
166
Betz, Galatians, teniendo en cue11ta la antigua retórica, se dedica especiaJ-
n1ente al estudio de los recursos retóricos. •
166 La lectura bajo el aspecto si11c:rónico
167
\7 éase H. \XIei11rich, Tcxtgra1nmatik der franzosisc/1en Spracl'Je (Stuttgart
1982)213.
167
ca puede ser u11a orden \1 elada, etc. 168 • Como ejemplo de orienta-
ción del lector por medio de recursos lingüísticos, n1encionemos e]
sern1ón de la n1011taña (Mt 5-7) : En él encontra111os provocación,
111a11eras agL1das ele hablar, ejen1plos, alt1sio11es a la experiencia,
forrnación de series 16'' .
•
168 La lectura bajo el aspecto si11a·ónico
•
narse el acto verbal existe11te e11 u11a declaración. Tan sólo cua11do
se co11oce )' ª toda la estructura de co111u11icació11 y de autoridad, se
ve patenteme11te si una declaració11 formulada co1110 súplica es
real111ente u11a súplica o sí se trata de una orden velada.
El a11álisis trata ta1nbién de dilucidar qué condicio11es sociológi-
cas i11fluyen en el acto de l1ablar y escribir, dentro de la correspon-
die11te situació11 de con1unicación y de acció11. Por esta razó11, el
análisis pragmático presupone el pu11to de vista l1istórico )' el pt1nto
de \ ista sociológico 170 • Y, así, la prag111ática, en sentido amplio, se
1
171
\Xfeinricl1, Textgran1n1atik , 213 .
•
' 170 La lectura bajo el aspecto si¡1crónico
173
• Hab er1nas, citado por Scl1li e be11-La11ge, Pragr11atik, 48s .
1 1
.7· Véase, a este propósito, Bret1er, EiJ1fiilJr1tJ1g, 212-220.
Análisis prag1nático 171
3. Ejemplos
3 .1. 1 Co1- 7: Un diálogo diferenciado
co12 la comunidad
175
1 Cor 7 es uno de aquellos textos en los que se hace explícita
varias veces la relación entre Pablo con10 autor )' los in ie1nbros de
175
\X'. Egger, E/1e urid ]1tt1gfra1-tlíc/1keit. 1 Kor 7 als Beispiel ethischer Argu-
mentatio11 des Aposrels Paulus: I<.onfere11zblatt (Brixe11) 90 (1979) 89-97; N. Bat1-
n1ert, E/Jelosigkeit 1-f11d El1e im H err11. Eine neue I11terpretation von 1 Kor 7 (FzB
47; \Xfürzburgo 1984).
- -
172 La lectura bajo el aspecto sincrórlico
• Los destinatarz:os
Pablo hace disti11ción clara entre los destinatarios a quie11es se
dirige en las di,rersas seccio11es de 1 Cor 7: Después de hablar sobr·e
el peligro de i11moralidad (v. 1-7), él se dirige a las personas no
casadas y a los viudos (v. 8s) 17(', a aconseja que no se casen;
lL1ego se dirige a los casados, repitiendo ento11ces a los cristianos
casados la prol1ibició11 del divorcio (v. 1Os), al n1ismo tiempo que a
las parejas en que uno de los cónyuges es pagano, les l1ace una
concesión (v. 12-16); después se dirige a <<todos» (v. 17-24), expre-
sándoles el pri11cipio fundan1e11tal: «Cada uno per1nanezca donde
1
177
l ' Dios le llama» ; luego se dirige a los «herrna11os» (v. 25-35 ),
recome11dando una f orn1a d e ''ida célibe, pero, eso sí, recordando a
los casados la vi11culació11 que tie11en con el cónyuge, y permitie11do
a los solteros el matrir11011io; fi11almente, se dirige a grupos co11
l1 proble111as específicos (v. 36-40).
l
l
¡ • Actos verbales J' papel de Pablo 178
•
l!IO Jbíd., 338 .
1111
Para el análisis lingüístico-sintáctico de Flm, véase el c. 8.
•
174 La lect1f.ra bajo el aspecto sincrónico
n1o, )' ha)' <<Iglesias do1nésticas» o Iglesias que celebra11 sus reunio-
nes et1 una casa particular.
181
«En la carne )' en el Señor>1 debe traducirse, seguramente, de la manera más
adecuada por: «En las relaciones sociales de la vida y en el nue''º ámbito de la vida
abierto por la fe». Lingüística1nente se trata de lo que se llan1a u11 111erismo: la
totalidad se expresa por n1ed io d e dos partes.
183
Sobre el sisten1a de valores que l1a)' ei1 las cartas paulinas en lo concerniente
a la esclavitud, véase R. Gayer, Die S'tellung der Sklaven in cien pa1-t-linischen
Gen1eir1den. Zugleicl1 ein sozialgescl1icl1tlich vcrgleicl1ender Beitrag zur Wertu11g
der Sklaven in der Antil(e (Berna 1976).
Análisis pragniático 175
1
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•
•
11
184
Fohrer, Exegese, 83.
•
1
1
1
1
Análisis de las clases (tipos) de texto 177
f
; El análisis de las clases de texto o géneros se propone clasificar los
f• textos que aparecen e11 el Nuevo Testamento)' reunirlos en grupos de
textos estrl1cturados análogamente, determinando su índole propia )'
tratando de comprender el entorno social)' los á1nbitos de interacción
185
en que se halla11 integradas las clases de texto .
Lecturas
Estudian las clases de texto K. W. He111pfer, Gattitngsti1eorie, )'
1
1 E. Gülich - W. Raible, Textso1·teri; y los problemas de la teoría
t
18
s Lohfink, }etzt versteiJe ic/-J die Bibel (véase la i1ota 189), 29, describe con
1 otras palabras (y otra tern1inología, en la que «Crítica de las forn1as» significa algo
1
1 parecido a lo que designa1TlOS por «análisis de las clases de texto») el mismo objeto:
«La crítica de las for111as no es más que descubrir, describir )7 , finaln1ente, definir en
su intención lingüística )' en su situació11 vital las formas fijas de la índole descrita
que se dan en la ,,ida cotidiana o en la literatura, en los ent1nciados orales)' escritos
del ser humano». Claro está que, con10 acentúan con razón Strecker - Sch11elle,
Einfüi1rung, 70, en la coordinación e11tre textos y géneros i10 deben desate11derse los
elementos típicos del género que constituyen lo pecuLar de t1n fragn1ento único.
186
1 Sobre la equiparación entre clases de textos y géneros, véase Raible -
Lockmann, Textsorte11 vers1"'s Gattungen: GermRon1Mo11atsscl1rift 55, NF 24, 284-
304. El hecl10 de que se trata de los n1isn1os problemas, aparece tan1bié11 en el
estudio de las clases de texto que 11ace He1npfer, GattungstlJeorie (véase la 11ota 189), '
c. 4; véanse también las listas en Berger (véase la nota 189).
1 187
E11 algunos libros de metodología no se disti11gue esto clarame11te; )', así, los
géneros en Zim1nern1a11n, Jvlet/Jode11lehre, c. 3, se estudian bajo el epígrafe de <<el
método de la historia de las for1nas»; en Strecker - Schnelle, Ei11führung, 67, bajo el
epígrafe de «historia de las formas».
18
¡¡Zin1111er1nan11, Jvf et/Jodenle/Jre, 133, entiende por «género» la forn1a qt1e
1 tiene n'lás exte11sión y es n1ás abarcadora, y por «forn1a» u11a unidad literaria nl.ás •
pequeña -fijada oralmente o por escrito-, clasificando e11to11ces entre los «géneros»
1 a los e\•angelios, Jos Hechos, las cartas )' los apocalipsis, y entre las «for111as» a la
1• tradición doctrinal )' a la tradición histórica .
í
178 la lectu.ra bajo el aspecto sincrÓJ1Íco
1. El modelo de texto
y el modelo de lectura subyacentes
al análisis de las clases de texto
En consonancia con la teoría de] texto aqt1Í propuesta, se
estudiará11 ]as clases de texto/géneros en relación íntima con la
teoría de la comu11icación y de la acción. La perspectiva histórica
trad icio11al l1abía ace11tt1ado )'ª la depe11de11cia general o influe11-
- ciación de los hablantes/esc1·itores y de sus ideas teológicas por
la correspondiente sitt1ación y por el correspondiente grupo de
190
comunicación .
189
K. W. Hen1pfer, Gatt11-11gst/-;eorie. lnforn1ation u11d S)'I1these (UTB 133;
Munich 1973); E. Gülich - Raible, Textsorte11. Differenzieru11gskrirerien aus
Jinguistischer Sicht (Wiesbaden 21972); K. Berger, H ellenistisc/Je Gattu11ge11 1111d
Ne11es Testan1ent; W. Haase (ed.), Aufstieg und !Y'iederga11g der ¡·omiscJJe11 Welt ,II,
25, 2 (Berlín 1984) 1.031-1.432 )' Reg. 1831-1885; Id., Formgesc}Jic/Jte des Ne11 er1
(Heidelberg 1984 ); G. Lohfink., }etzt versteJJe 1:cJJ die Bibel. Ein Sach-
buch zur Formk.ritik (Stuttgart 13 1986); G. Lentzen-Deis, Methodische Uebcrlegu11 -
gen zur Bestimn1ung Literarisc/-;er Gatturzgen i1n Neuen Testament: Bib 62 (1981)
1-20. Los clásicos de la l1istoria de las forn1as son: Bultma11n, Dibelius )' J(. L.
Sch1nidt.
Más bibliografía: E. Gülich - W. Raíble, Textsortenproblen1e: ling1-tistisc}Je
Probleme der Textanaf)ise («Spracl1e dcr Gcgenv.•art» 35; 1975); W. Raíble, Gatt11r1-
ge11 als Textsorten: Poetica 12 (1980); H. Ise11berg, Gru11dfragen der Textt)1pologie,
en Danes - Viehweger (eds.), Ebenen der Textstruktur (Berlín, RDA, 1983; Ak.ade-
mie der Wissenscl1aften der DDR, Zentralinstitut für Sprachwissenschaft, Linguis-
tische Studien Reil1e A, 112) 303-342; Id., Textt.)1pen als l11teraktionstypen: Zeir-
scl1rift für Gern1a11istik (Leipzig) 5 ( 1984) 261-270; Kalverka1nper, Orientierung z11r
Textlinguistik. -Trabajos exegéticos: G. Fohrer e.a., E.xegese, § 7; D. Hellholn1, Das
\lisior1enbi1ch des Hermas als ApoleaÍJ1pse. Forn1geschichtlicl1e ur1d texttheoretiscl1e
Studien zu einer literariscl1e11 Gattu11g, I: Metl1odologische Vorüberlegunge11 und
niak.rostrukturelle Textanal)' Se (CBib NT 13, 1; Lund 1980) ; K. Koch, \,\'las ist
FormgescJ1ic/Jtc? Neue ege der Bibelexegese (Neukirc}1e11 .;1981 ) ; V. McKnight,
is For1n Criticism? (Filadelfia); Richter, Exegese, 75-152 (Die Forn1 ; die
Gattu11g); G. Schcll1ert, '\.\'lo ste/Jt die For1ngesc/Jic/Jte: A1et/Joden der Eva11gelien-
Exegese: Tl1Berichte 13 (Zurich 1985) 11-39; Strecl(er - Sch11elle, Ei11fid/Jrung,
67-90; Zimmer1nann, A1ethoc.Le11/el-Jrc, c. 3; Id., Forme11 uJ1d Gatt11ngen in1 NT, en].
Scl1reiner (ed.), Ei11fii}Jr11ng i11 die A1etl1ode11 der biblisc/Je11 Exegese, 233-260.
19
\léase franl\emolle, So'l.ialct/Jik (véase c. 10, nota 170), 65. Berger, Exegese,
::
134, exhorta a te11er cierta prudencia en la clasificación sociolé>gica.
•
191
Stammerjohann, \'>Vorterbttc/;, 496, define así la clase de texto: «Co11junto
•
parcial de textos que pueden describirse)' difere11ciarsc de otros conju11tos parciales
de textos mediante determinadas notas comunes relevantes »; véase Fol1rer, Exegese,
84: «Prescindiéndose de la impronta individual de las unidades, se determinan e11 un
proceso de abstracción las 11otas estructurales típicas que les son con1unes )' se
describen como caracterización de un género».
192
Véanse las correspondientes listas. Como eje1nplo mencionaremos la lista
que ofrece Zin1mern1ann, A1et/JoclenlelJre, c. 3, III B:
•
180 La lect1-tra bajo el aspecto sincrónico
- Los diversos gé11eros de los escritos deJ Nuevo Testan1ento comprenden: los
evangelios, los Hechos de los apóstoles, las cartas )' el apocalipsis.
- Las «formas» compre11den: 1) los evangelios: a) la tradición de palabras :
palabras ptoféticas, palabras de sabidL1ría, palabras sobre leyes, parábolas, palabras
egóticas («yo ... »), palabras que habla11 de seguimiento, composiciones de palabras;
b) la trad icié)n de historias: paradigmas, litigios, relatos de n1ilagros, i1arracio11es
11istóricas, la l1istoria de la pasión, co111posicio11es 11arrativas; 2) las cartas: a) n1ate-
riales de las tradicio11es litúrgicas: l1i1nnos, co11fesio11es de fe, textos eucarísticos; b)
materiales de las tradicio11es parenéticas: catálogos de vicios)' de virtudes, tablas de
•
deberes do111ésticos, catálogos de obligaciones; c) las fór1nulas: hon1ología, fórmula
de fe, fórmulas de loor )' alabanza.
193
K. Berger, FormgesclJicl1te, 18s, clasifica los géneros según las funciones de
los mismos: «textos si1nbuléuticos: se proponen n1over al lector a la acción o a la
on1isión; textos epidéil(ticos: se quiere i11fluir en el lector para que muestre ad-
n1iración o aborrecimie11to; se habla a su sensibilidad 11acia los valores en el ámbito
pre-rn oral; textos dikánicos: su finalidad consis te e11 lograr que se ll egue a una
decisió11 o e11 sugerir la decisió11 en una cuestió11 discutida».
r
Para diferenciar las clases de texto, l1a)' que tener en cuenta, además
de las peculiaridades lingüístico-sintácticas y semánticas, sobre todo la
· fl1nción pragn1ática del texto co1110 instrucció11 para la acción (en el
sentido más amplio))' la situación vital como situación de comunicación
)' ámbito de interacción. Ha)' que poner en claro la conexión entre la
instrucción para la acción )' las situaciones típicas .
•
Sprac}1e der Gegen\\1 arr 67; Düsseldorf 1986) 15-46; H. Aust, Lese11. Ueberlegungen
zun1 sprachlicl1en Verstel1en (Tubinga 1979); Frank Kern1ode, T/Je Genesis of
Secrecy. On the Interpretative of Narrative (Cambridge MA/ Londres, Harvard
Un iversit)' Press 1979).
'
2. Realización de la determinación
de la clase de texto
elementos que son comunes a todos los textos de dicho grupo 2º:i.
203
W.-H. Ollrog, Pa1,,L1-1s 1tr1d sei>ie A1itarbeiter. Untersucl1u11gen zur Thcorie
u11d Praxis der pauli11isch en Mission (WMANT 50; N eukirchen 1979); A. Fu11l<..,
Stat14s l"-nd Rollen i11 den Paul11sbriefe11. Ei11e inhaltsa11al} tiscl1e Untersucbung zur
1
Religionssoziologie (Innsbruck 1981); 'V/./. Egger, Die Mitarbez:ter des Pa14-l11s. Hin-
weisc auf die Ordnung der Ge1neinden i11 den Briefen des Apostels Paulus: Ko11fe-
re11z.blatt (Brixen) 92 (1981) 12- 17.
204
A propósito de Me: N. R. Peterscn, Litera1J' Criticism for New Testament
Critics (Filadelfia 1978) 49- 80.
20
=- Fohrer, Exegesc, 92s; de manera distinta pie11sa lsenberg, Textt)1
pc11 (véase
la nota 189) 265s.
206
Fohrer, Exegese, 92.
1
A11álisis d e las clases (tipos) de texto 185
semejante texto?
.
1
207
Fohrer, Exegese, 94, aduce estas preguntas a fin de compre11der la «Situ ación
vital » ( «Si tz im Lebe11»); estas preguntas son tan1bién apropiadas para co111 prender •
la fu11ción pragmática .
•
1
186 La lect11.ra bajo el aspecto sincrónico
• La índole lingüístico-sintáctica
208
Bajo el aspecto de las clases de texto se estudian tambiér1 en el c. 13 ejemplos
de textos en el marco de la crítica de las tradiciones.
209
Para u11 estud io detallado de los «sumarios», véase W. Egger, Frol;botscl'Jaft
f{,nd Le/;re. Die Sa1n1nelberichte des \X'irl\ens Jesu im MarkusevangeJium (Frankfurt
del Main 1976). Observaciones básicas sobre los sumarios pueden verse en l(. L.
Scl1midt, Der Rahmen der Geschicl1te }es11.
21 0
\léase Egger, Frohbotscl1aft, l s.
Análisis de las clases (tipos) de texto 187
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188 La fect1tra Í?ajo el aspecto sincrÓl1Íco
• la índole semántica
Por el co11tenido )' la ser11ántica 212 , los «su111arios» ofrece11 u11a
generalización de la actividad de ]es{is. So11 niuy 111arcadas las
se111ejanzas entre los «Su111arios» en cua11to a los co11te11idos (y al
correspondiente. vocabL1lario): se l1abla de la prese11cia de] esús e11
un lugar; se l1abla sien1pre de la llegada de Jesús, utilizá11dose los
vocablos EA{}cL\' (1, 14.39) , c:tot:A.{}t:l.v (l, 21; 1, 45; 2, 1), t:í.crn:o-
(1, 21 ), (2, 13: 6, 54 ). Para describir la afluencia
d el pueblo se utilizan verbos de movimiento, y se designa a J esús
con10 Ineta a la que se dirigen las muchedun1bres: n:go; au1:Ó'\1 (2,
13; 3, 8; 4, 1; 6, 30; 10, 1). Según sea la actividad de Jesús que se
narre, los «sumarios» se pueden reunir en los siguientes grupos:
«Sumarios» sobre curaciones (Me 1, 32-34; 6, 53-56); «sumarios»
sobre la predicación (1, 14s; 1, 39); «Sun1arios» de enseñanzas (1,
21s; 2, ls; 2, 13; 4, l s; 6, 6b; 6, 30-34; 10, 1); enunciados de carácter
general sobre el hecl10 de que Jesús se mantuviera oculto (1, 45; 3,
7-12).
• La f unc:ión pragmática
Los «Sumarios» no logran su función pragmática si110 por el
contexto global 215 • En primer lugar, esos resú1nenes tienen la fu11-
•
-
Análisis de las clases (tipos) de texto 189
1
11
ción de continuar la marcha de la acción: los «surnarios» de Me 1,
1 14s.21s.39.45 exponen la rápida difusión del eva11gelio. Los «St1ma-
rios>> de Me 3, 7-12 y 4, ls muestran qué dialéctica de revelación)'
1 ocultamiento recorre todo el evangelio. Los sun1arios de enseñan-
1
zas tienen las funciones de hacer que el lector no ol\ ide el carácter1
214
Claro está que esto no se aplica en ig11al manera a todos los sumarios; véase
Jbíd., 162s.
215
Jbíd. , 165-167. Sobre el complejo temático de la enseñanza en Me, véase
también Dschulnigg, Sprache, 359ss.
216
C. H. Dodd, The Fra1nework of the Cospel Narrative: ExpT 43 (1931-
1932) 396-400. Sobre Dodd )' sobre la discusión suscitada e11 torno a su tesis, ''éasc
Egger, Frol1botsc/Jaft, 13-17.
217
\1 éase Egger, Frol1botscl1aft, passirn; de la tradición proceden los st1n1arios
de n1ilagros en Me 1, 32-34 }' 6, 53-56. A propósito de Me 3, 7-12, véase n1ás
adelante, c. 14 .
•
190 La lectura bajo el aspecto sincrónico
1 1
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•
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1
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1
IV
LA LECTURA BAJO
EL ASPECTO DIACRONICO
1
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11
1
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I''
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1
1
Los procedimientos sincrónicos de análisis abren el ca1nino
para llegar al sentido del texto mostrando las estructuras existentes
t en un texto; en cambio, los de análisis diacrónico
!
abrc11 el acceso al texto dilL1cida11do la prel1istoria i11tcrna del n1is-
l
¡
mo . Si se tienen en cuenta las relaciones dialécticas e11tre los fenó-
1
menos del texto )' las fue11tes del mismo, se logrará un profundo
1
conocimiento del texto: un conocin1iento del que el hon1bre no
puede prescindir 1• Aden1ás, si nos adentrarnos en la historia de la
for1nació11 de los textos del Nuevo Testamento, lograren1os u11a
•
•
1 •,
visión honda de la vida de fe de las prin1eras con1unidades cristianas
' y del esfuerzo de las n1ismas por interpretar la buena nueva del
1
1
eva11gelio para situacio11es nuevas .
L '1
" Las i11for111aciones sobre la prehistoria de los textos del Nuevo
¡1
• Testamento hay que co11seguirlas ese11cialmente con ayuda de los
textos mis1nos. Es verdad que ha)' también otras noticias sobre ella
(desde Papías de Hierápolis, etc.), pero esos testimonios plantean
¡
•, 1
n1uchos problemas y necesitan, sobre todo, una revisión atenta con
1
ayuda de los textos bíblicos 2 • El acceso metódico a la historia de la
1
•
¡•
•
• El modelo de texto
¡ del análisis diacrónico
'
1
\Y/. Babi las, Tradition und /11terpretation (M u11icl1 1971 ) 60.
2
Véa11se las obras de introducción al Nuevo Testan1e11to.
t
1 La lectura bajo el aspecto diacrónico 193
Transmisión oral
(antes y después de pascua)
Logia de Jesús Crítica de las tradiciones
Narraciones sobre Jesús
Fórmulas de fe y fórmulas
de confesión de fe
Crítica literaria
Composición por escrito (en etapas) Crítica de la redacción
1
...
194 La lect11ra bajo el aspecto diacróriico
tra\rés del cual los textos alcar1zaron su forn1a defi11iti''ª· Las expre-
siones <<historia de las tradicio11es e 11istoria de la redacción» desig-
11a11 este tra11scurso histórico. Con el fin de reconstruirlo, l1a;r que
l1acer obser,1aciones «críticas>> co11 respecto al texto. A ellas se
refieren las expresiones, favoritas hoy día, de «Crítica literaria,
crítica de las tradiciones )' crítica de la redacción» 6 . Como en los
estudios de investigación las diversas deno111inaciones no sien1pre
significa11 lo rnis1no, dilt1cidare111os de la sigt1iente n1anera las ideas
que soste11en1os en la prese11te 111etodología.
Con arreglo al 111odelo de teoría de] texto, habrá que recorrer
las siguientes etapas de trabajo:
La crítica literaria investiga la versión existe11te del texto, con el
fin de ·determi11ar eve11tualmente las fuentes literarias (escritas).
La crítica de las tradiciones investiga la prel1istoria de los t extos
bíblicos, er1 cua11to éstos se basa11 e11 tradicio11es orales . L as co11clu-
siones a este respecto )' las deducciones sobre la «situación ''ital»
' ( «Sitz in1 Lebe11>>) de las unidades textuales transmitidas original-
mente de manera aislada se basan en obser,1 acio11es relativas al
contexto, la forma y la clase textual de los textos del Nuevo
T estam ento .
La crítica de la redacció11 i11vestiga có1110 el redactor creó u11a
obra uniforme a base de los 111ateriales que te11ía a st1 disposición.
La estin1ación del e\1angelista co1110 at1tor era escasa al principio de
la l1istoria de las forn1as, ya que se consideraba al e\1a11gelista como
simple compilador de tradiciones; no obstante, se conte1npló tam-
bién la labor teológica de los eva11gelistas.
Por lo que respecta al orden de sucesión de las etapas de trab ajo,
lo cierto es que no puede recorrerse u11a sola etapa sin.ir acon1paña-
da de las d emás . La crítica de la redacción puede considerarse n1ás
analíticamente y constituir así el comienzo de las etapas, o puede
considerarse más de 1nanera sintética)' compendiadora : entonces se
halla (como en la presente obra) al final de los procedimientos
diacrónicos.
6
Esta reglamentación de la 1nanera de l1ablar ton1a con10 punto de partida la
sigt1ie11te base (que se entiende po r el lenguaje corriente) : «Por n1edio de obser'lacio-
nes críticas efectuadas en el texto, se puede reco11struir la historia de las tradiciones y
de la redacción del texto». Por tanto, la «l1istoria de las tradicio11es / l1istoria de la
redacció11 » no es, según esta manera de hablar, la designación de un n1étodo; desde
el pu11to de vista del le11guaje, so11 posibles las de11ominaciones: 1nétodo de crítica de
la redacción /método de historia de la redacción. Esta reglan1entació11 de la 111a11era
de l1ablar no prete11de resolver los proble111as que se suscitan a este respecto, si110
que lo ú11ico que quiere es exponer la tern1inología elegida en la presente obra.
•
12
La crítica literaria
Búsqueda de la prehistoria escrita
de los textos
t
'
[
•
11
1 transmitido con el nombre de Pablo, l1ay que investigar, por un
lado, la cuestión de si algunas cartas son en realidad compilaciones
1,
' de cartas que originaln1ente estuvieron separadas (así ocurre, por
ejemplo, en relación con 1 y 2 Cor; 1 Tes; Flp ), y, por otro lado,
•
11ay que investigar la cuestión acerca de una eventual dependencia
de las cartas más tardías con respecto a las cartas anteriores (Ef con
respecto a Col; 2 Tes con respecto a 1 Tes). Lo que es verdad con
respecto a la crítica de Juan, se aplica también a otras investigacio-
nes: «La crítica literaria 110 es fin en sí n1is1na, sino que es única-
mente un medio que ayuda para ver cuál es el proceso de formación
de esa obra, y con1prender al misn10 tiempo la historia teológica de
las co1nunidades joánicaS>> 7 •
La diferencia entre la crítica literaria y la crítica de las tradicio-
nes está en qué duda cabe, con el modelo teórico de la
formación del texto; pero, en la práctica, n o siempre se puede
establecer separació11 entre an1bas etapas metódicas. La crítica lite-
raria se aplica más fácilmente a textos un tanto largos, redactados
•
• 1• •
coherente111ente. Esto está relacionado con el hecho d e que, en
textos un tanto largos, se determinan más fácilmente las notas
• 1 características de la fijación por escrito. Las notas características de
la fijación por escrito son : menor sujeción de un texto a una forma
rigurosa, y con exión de un texto ·breve con una unidad más extensa
(por ejemplo referencia a la muerte de Jesús, que puede verse ya en
·' 8
1 Me 3, 6 etc.) •
1
'1
! Lecturas
Una iniciación a Jos métodos de la crítica literaria con ª)'Uda de
' 1 muchos ejemplos puede verse en M. E. Boismard - A. Lamouille, Aus
der Werkstatt der Evangelisten. La siguiente obra está destinada a un
11
' estudio intenso)' n1inucioso de los evangelios sinópticos: R. Pesch - R.
Kratz, So liest man synoptisch 9 •
7
J. Becl\.er, Aus der Literatur zum johannesevangelium (1978-1980): ThR 47
(1982) 294-301 (sobre la crítica literaria de Jn), especialmente 301.
8
•
El problema de la transmisión oral ! fijación por escrito está todavía por
1
•
•
'1 '
•
resolver; véase, a propósito, Güttgema11ns, Offene Fragen.
9
Boisrnand - Lan1ouille, Aus der Werkstatt der Evangelisten; Pesch - Kratz, So
liest man synoptisc/J. Véase también Richter, Exegese als Literaturwissenschaft,
50-72; Fohrer e. a., Exegese des Alten Testaments, § 5. Sobre las cartas pauli11as,
l .i
1 véase entre otros H. Merklein, Die Einheitlichkeit des l. Korintherbriefes: ZNW 75
1•
(1984) 153-183; J. Murphy - O'Co11nor, lnterpolations in 1 Corir1thians: CBQ 48
(1986) 81-94; R. Pesch, Die Entdeckung des a/testen Paulusbriefes. Die Briefe an die
• Gemeinde der Thessalo11icher (Friburgo 1984). Una reflexión sobre los métodos,
basándose en un texto concreto, la· ofrece también H.-J ., Klauch., Die Frage der
1 1
Sündenve>·gebung in der Perikope von der Heilung des Gelahmten (Mk 2, 1-12 par):
BZ 25 (1981) 223-248.
l
!
10
Véanse, a este propósito, las obras de introducción.
11
Por ejemplo, R . Pescl1, Markus.
12
Visión de co11junto del estado de la investigación: Becker, Au.s der Literatu1·
zum ]ol1annesevangelium.
13
U11 resumen de los problemas relativos a las cartas prin1era y segunda a los
Corintios: G. Bornkamm, Paul11s (Stuttgart 1969) 246-249.
14
Ultimamente, R. Pesch, Er1tdeck11-ng, nota 9.
15
Véase \Xf. Trilling, Unters11.chungen z11.m zweiten Thessalonicherbrief (Leip-
zig 1972).
- --
198 La lectura bajo el aspecto diacrónico
'
16
Frankemolle, Komn21t11ikativcs Ha11deln, 23, siguiendo a B. ''ªn Iersel, Der
Exeget u11d die Ling1tistik: Concilium 14 (1978) 313-318, espec. 317.
17
Merk:lein, Ei1iheitlic/Jkeit, 157.
18
Así describe Ricl1ter, Exegese, 48, el primer paso del métodcl de crítica
literaria.
La crítica literaria 199
'
un texto. Porque, en virtud de tal «disposició11 del ensayo», existe
el peligro de que únicamente se descubran tensiones en el texto.
Hace falta una instancia de control. Y esa instancia es el hecl10 de
tener e11 cuenta también los factores de cohere11cia del texto 19 •
•
t
-
'
1
1 ¡
1 200 La lectura bajo el aspecto diacrónico
1
l 1
1 las últi111as palabras del texto original que preceden a la comple-
mentación 23 . Ejemplos de tal <<repetición» son J n 18, 33 .3 7: <<Pilato
dijo: ¿Tú eres el rey .de los judíos? / ¿Así que tú eres rey?»; Me 7,
24
1.5: «Los fariseos y algunos I los escribas» • Un papel n1uy
destacado dese1npeñó e11 la investigación la interrupción que existe
1'
entreJn 14, 31)' 18, 1. Jn 14, 31 aparece como el fi11al del discurso;
no obstante, el discurso prosigue 25 .
•
23
Jbíd., 29-34.
24
!bíd., 29-31 .
•• 25
Véanse, a este propósito, los comentarios .
26
Richter, Exegese, 51-55; Boisn1ard-Lamouille, Aus der Werkstatt, 36-40.
'
•
La critica Literaria 201
1 27
Véase W. G. Kürnmel, Einleitung in das Neue Testament, § 5, 3.6, )' los
•
corn en tar1os.
r 28
Richter, Exegese, 55-59; Fohrer, Exegese, 45s; Boismard-Larnouille, Aus der
Werkstatt, 24-27, 40-45.
29
Fohrer, Exegese, 46.
30
Véase Richter, Exegese, 56.
t
-----
202 La fect¡,rra bajo el aspecto diacrÓ>2ico
r
1
SINTESIS E INDICACIONES
PARA TRABAJAR EN EL
1
••
ANALISIS DE CRITICA LITERARIA
•
'•
•
31
Véase e11 particular Egger, Fro/,botsclJaft ur1d Le/Jre, l 35s (bibliografía).
32
Boismard-La111ouille, A11s der \'Klerkstatt, 80-82.
33
Véase Egger, Nac/Jfolge, 191s.
34
Boismard-Lan1ouille, A1{s der \V'erkstatt, 82s.
1
l
La critica literaria 203
l
•
l
1 - subrayar de verde lo qt1e es común a Me )' Le;
- subra) ar de rojo lo que es común a Mr )' Le.
1
. Lt1ego ha)' que averiguar las diferencias entre los textos: ¿Se trata de
l
- diferencias sin1plemente de lenguaje;
- o ha)' también diferencias de contenido?
•
Ahora pueden describirse )'ª los acentos de los correspondientes pasa-
1es :
- e11 11c se trata más bie11 de... ;
- e11 Mt, de ... ;
- en Le, de .. .
Fi11almente, se sacan conclusiones: ¿En qué texto se sospecha 111ás bien
que ha habido reelaboración de otro texto? Pt1lir el lenguaje)' desplazar los
acentos en las afirmaciones son indicio de ello.
1
t • EL trabajo con textos no sinópticos
i
i Después del análisis sincrónico, ha;' que exarninar el texto para des-
cubrir eventuales faltas de coherencia. Y ha;' que hacerlo en los di,,ersos
planos:
f E11 el plano lingüístico-sintáctico:
1 - Interrupciones del texto )' reanudación del n1ismo.
- \1 oca bulario que el autor, por lo demás, no utiliza, pero que se
encuentra en otros textos.
En el plano semántico :
- Cambio abrupto e infundado de tema.
- Temas que, por lo demás, son extraños para el redactor, pero que se
encuentran en otros textos .
•
!1
1i
• 1
t 204 La lectura bajo el aspecto diacrónico
; '
j
•
'
1 1
'
- Repeticiones perturbadoras.
'
i l - Contradicciones en el texto.
1 1
1 1• 1
En el plano prag1nático:
! - Tensión en la intención pragmática del texto.
(•
Tipo de texto :
1t 1
- Elementos extraños al género.
:111
r '
1• - Tensiones con respecto a la «situación vital» presupuesta.
1
•
Una serie de observaciones lleva a la conclusión de que Jn 13,
34s no se encuentra en un contexto original, sino que fue ii1sertado
con posterioridad en un texto ya existente 35 .
En prin1er lugar, Jn 13, 34s interrumpe la conexión entre 13, 33
y 13, 36. Los v. 31-33 y 36-38 l1ablan de que J esús se marcha )' de
que Pedro está al lado de Jesús. El v. 36 enlaza d irectamente con el
v. 33. Asi1nismo, los v. 36-38 no hacen referencia alguna al manda-
miento nuevo de que se habla en los v. 34s 36 • Lingüísticamente, la
·"' expresión "lt,VWCTXEl,'\1 f.v, que por lo den1ás no aparece en J n, remite
a 1 J n 2, 7 37 • Tambié11 la expresión de <<mandamie11to 11uevo»
apar§ce únicamente en 1 Jn 2, 7. Por su contenido temático, el
' • •
significado de €v-ro/1.ij, como instrucción moral, se diferencia del
uso que por lo demás se hace de esta expresión en Jn 14, donde el
.. contenido de la instrucció11 es guardar la palabra o las palabras de
Jesús 38 . E l tema del amor domina hasta tal punto 1 J n, que este
te1na, juntamente con la fe, se convierte en la exhortación funda-
mental 39 • Así que Jn 13, 34s se diferencia, por la <<tendencia» y la
r
35
' Esta opinión la sostienen: R. Schnackenburg,Joh, III, 59-61; ]. Becker,Joh,
• 447s; F. F. Segovia, The Structure, Tendenz, and Sitz im Leben of]ol1n 13: 31-14,
31: JBL 104 (1985) 491-493.
36
Scl1naclce11burg, ]0/1, III, 59.
37
1 Jn 2, 3. 5; 3, 16. 19. 2 4; 4, 2 .1 3; 5, 2.
38
Schnacl<enburg, ]0/1, III, 59; Segovia, Structi-tre, 491.
39
Scl111acl<.enburg, ]oh, III, 59 .
•
•
La critica literaria 205
l •
1
13
1
t
Crítica de las tradiciones
Búsqueda de la prehistoria oral
de los textos
1 •
' Las observacio11es efectuad as e11 los textos del Nuevo Testa-
• 111ento, especial1nente e11 los e\rangelios sinópticos, sugieren la idea
de qu e, antes de st1 co1nposició11 por escrito, circulaban )'ª oral-
n1e11te fragmentos aislados de diversa í11dole, por ejemplo narracio-
nes sobre ] esús, palab1·as de ] esús, f ó rn1ulas de fe, etc. Esos frag-
mentos sueltos se r ecogieron primero en grandes compilaciones
(por ejen1plo evangelios) o se integraron co1110 citas en u11 co11texto
ma)'Or (por eje1nplo el de las cartas paulinas).
,.,
41
A propósito de la tern1inología, ''éase s11pra. En las obras de n1etodología
suele asociarse la crítica de las for111as y la crítica de los gé11eros co11 la l1istoria de las
for1nas )' la historia de los gé11eros. Aparece una separación entre ellas, según el
aspecto sincrónico )' el aspecto diacrónico del problema, en Ricl1rer, Exegese,
152-164; Fol1rer, Exegese, 118-136; Berger, Exegese, do11de Berger, por
•
r
•
1
•
Crítica de las tradicio11es 207
•
1
i La tarea del análisis de crítica de las tradiciones consiste en
reconstruir en su forma más antigua las diversas perícopas y t extos
breves que original1nente circularon aislados, y en reco11struir ta1n-
bién los cambios que experimentaro11 en el curso de la tra11smisión,
•
describiendo su índole propia )' las notas características de su
género en las distintas fases, mostrando las situaciones vitales y de
con1unidad en las que se fuero11 utilizando los textos en las diversas
etapas, determinando los círct1los de tradentes que se ocuparon de
la trans1nisión )' 1nostra11do las reglas según las cuales esos textos se
plasmaron )' modificaron.
Lecturas
La realización del método )' las reflcxio11es sobre el 111is1no, a base
de u11 texto concreto, pueden vese e11 la obra de L. Schenl(e, Brot-
• verniehrr-tng 42 •
l
f}
' 1. El modelo de texto subyacente
al análisis de crítica de las tradiciones
Según el modelo sub)racente al análisis de la historia de las
1 tradicio11es, al pri11cipio del desarrollo de u11 texto hay siempre u11a
l L111idad textual breve, relativamente uniforn1e, arn1ónica y co here11-
f te en sí. Esa unidad textual está relacionada con una situación
concreta de la comunidad. Por tanto, los breves textos sueltos co11
• los que comienza la tradición neotestan1entaria son <<textos para el
uso», es decir, textos que se utilizaban en determinadas situaciones
de comt1nicación y de interacción de la comunidad, con el propósi-
to de lograr deter1ni11ados fines. Esos textos breves se van modifi-
•
razones históricas)' siste1náricas, asigna a la l1isroria de las tradiciones el ámbito del
Antiguo Testamento, judaísmo, Nuevo Testamento e historia de la Iglesia incipiente
y de las sectas, n1ientras que la comparación con textos de grupos que están fuera la
l as igna como tarea a la historia comparada de las religiones. Fohrer, Exegese, 99-116,
espec. 101 )' 11 O, emplea la expresión «tradición» en relación con la crítica de los
1
l' motivos y la crítica de las tradiciones, es decir, bajo el aspecto, n1ás bien, del
l conte11ido: la tradición es un fondo de ideas)' temas acuñados que está a disposició11
de determinadas situaciones de enunciación, y en cuya transn1isió11 está interesado
un círculo de tradentes. Para la historia de las tradiciones son tan1bién importantes
1
una serie de obras que se citaron ya en el capítulo sobre los tipos de texto (véase el c.
11, nota 189).
42
L. Schenke, Die wunderbare Brotvern1ehrung. Die neutestamentlic11en Er-
zal1lt1nge11 u11d ihre Bedet1tu11g (Würzburgo 1983). Las obras clásicas en 1nareria de
l1istoria de las tradicio11es son: R. Bultmann, Die GesclJicl1te der s11noptischen
Traditio11; M. Dibelit1s, Die formgesc/Jic/Jte des Eva11geli14.1ns; K. L. Scl1n1idt, Der
1
1
Ra/J11ier1 der Geschic/Jte }es1f. Sobre el estado de la investigació11, véase G. Scl1elbert,
Wo steht die Formgeschicl;te: Tl1Bericl1te 13 (Zurich 1983) 11-39.
l•
'
1¡
lj
' 1 .
1! 208 La lectura bajo el aspecto diacrónico
¡1
li
i .
ca11do, e11tre otras cosas, por inflt1encia de las situaciones de la
comunidad, por los i11tereses de determinados círculos de traden-
tes, por el contacto con otros géneros>> 43 •
l1
•
43
Ricl1ter, Exegese, 164: modificación en sí o por contacto co11 otros gé11eros.
44
Véase anteriorme11te c. 4.
45
J. Jeremias,
Die Gleichnisse }esu (Gotinga 6 1962) 19-114. (Trad. española:
Las parábolas de jesús [Estella 1970] 29-142).
1 ,,
• ''
Critica de las tradiciones 209
•
46
Berger, Exegese, 168, menciona los siguientes elen1entos comparables entre
sí: campos semánticos, formas retóricas y literarias, todos los demás criterios de
género (por ejen1plo historias de la infancia), tradjciones que pueden fijarse en el
tiempo y en el espacio.
47
Véase, por ejemplo, G. Theissen, Soziologie der}esusbewegung. Ein Beitrag
zur Entstehungsgescl1ichte des Urchristentums (TEH 194; Munich 1977).
48
Véase, por ejemplo, R. E. Brown, Ringen um die Ge1neinde. Der Weg der
•
1 1
1
11
1
l 1
1
•
• La crítica de las tradiciones
en la lite1·atu1·a epistola1·
1 ,.•
Por lo que respecta a la literatura epistolar, podemos servirnos
de los siguie11tes criterios para sacar conclusiones sobre la utiliza-
ción de fuentes: los textos con las siguientes peculiaridades indican
una tradición prepaulina so:
•
Crítica de las tradiciones 211
--
1 i
1
t
1¡ - Conclu.siones sobre la «situación vital»,
11
f 1
3. Ejemplos
)
Veremos en dos ejemplos la h istoria, el <<destino», de textos .
j. 1 '
•
! 1
¡
s1ncron1co.r
1
•
51
Para conocer bibliografía, véase C.-P. Marz, « ... mich /1abt il1r nicht alle-
zeit». Sobre la historia de las tradiciones de Me 14, 3-9 )' sobre los lugares paralelos,
véase Studien z1.tm Ne1./.en Testament und seine1· Umwelt: 6-7 (1981) 89-112 (con
bibliografía); F. Schnider, Christusve1·kiindigung und }esuserzdhl1,¡,ng. Exegetische
Ueberlegung
•
zur Mk 14, 3-9: Kairos 24 (1982) 171-180. Véanse tan1bién los comen-
tar1os.
'
'
•
1
Crítica de Las tradiciones 213
52
Marz, Traditionsgeschichte, 91.
53
Ibíd.
54
•
Pesch, Mk, sub loco, r10 ve, en cambio, ninguna clase de tensiones ni de
t duplicaciones perturbadoras.
J• 55
Menos clara es la contraposición: uno - muchos, de la que habla Scl1nider,
Christusverkündigung, 176-178 .
..•
•
. - ---------
rf
f
1
'
'
¡ 1 214 La lectura bajo el aspecto diacrónico
1 '
56
Frente a los litigios, se trata aquí de una estructura lingüístico-sintáctica
distinta; véanse los textos Me 2, 1 - 3, 6.
57
Marz, Tradition sgeschichte, 89.
58
Presentamos tan sólo algu11as opini o nes de especial rel ieve.
59
Marz, Traditio11sgescl1icl1te, 104, 106.
60
Brown, ]0/1, 45 ls.
•
c,·itica de las tradicio11es 215
1
•
los pies es anterior, desde el punto de vista de la 11istoria de las
tradicio11es, )' se halla más cerca del suceso l1istórico 61 •
1 La concepción que se tenga sobre la l1istoria de las tradiciones
en relación con este texto depe11de de las observacio11es que se
t ha)1 an l1ecl10 en el texto y del e11juicia1niento de las realidades
apreciadas por parte del investigador. El cuadro de la figura 27, en
• el que· se establecen las coi11cidencias y las diferencias, perrnite sacar
conclt1siones sobre la historia de las tradicio11es 62 . .
61
Un juicio crítico de Daube )' Holsr puede verse en Marz, Traditio11sgescl1ic/1-
te, 105.
<>:? Véase Broi;vn, ]ol1, 450.
------
•
216 La lectura bajo el aspecto diacrónico
63
Marz, Traditionsgeschichte, 102, refiriéndose a Strecker, en FS Cr.{,llmann,
f • 1972, 91-104.
1
¡ 64
Marz, Traditionsgeschic/1te, 107.
t1 65
Brown, ]oh, 451; Schnacke11burg, }oh, II, 465s.
66
Marz, Traditionsgeschichte, 104.
1
1
•
que se halla atestiguado tambié11 en Le 1O, 3 8-42 67 • A la estructura
sencilla del género, que consta de narración, objeción relacionada
con ella y réplica, tal con10 aparece en Me 14, 3-7, se añaden en Me
14, 8s algunos elementos extraños a esa estructura se11cilla: la
referencia a la muerte de Jesús y a la predicación del eva11gelio.
Cuando en u11 texto aparecen diversos patrones estructurales, ello
es indicio de que ha habido una an1pliación en el curso de la
tradición 68 . Tal reconstrucción explica bien qt1e en Me el filo de la
narració11 se 11alle en las palabras de J esús : <<A los pob1-es siempre
1 los tenéis con vosotros, ... pero a mí no siempre n1e tenéis». La
forma intrincada de Me 14, 8 se explica tambié11 bien dentro de esta
hipótesis. En el texto pues no l1abría habido originalmente ninguna
69
referencia a la pasión . Claro que la vinculació11 con la historia de
la pasión fue establecida ya por Me, de lo cual son indicio la forma
lingüística de Me 14, 8 70 )' la circunstancia de qt1e también Jn
co11ozca esta referencia (y que haga de la referencia a la pasión el
filo de la narración). L a narración de Le 1O, 3 8-42 tuvo entrada, en
el curso de la transn1isión, en la tendencia narrativa recogida por Jn.
Originaln1e11te, la figura de Marta no estaba asociada C011 la historia
r de la u11ción con perfume. De otra narración con tema parecido
l
t
procede en Jn la observación: «Ella secó con sus cabellos los pies de
Jesús» (Jn 12, 3), observación que sí es acertada e11 Le 7, 38, pero no
[ en Jn 12, 3.
Las relaciones entre Me 14, 3-9; Jn 12, 1-8 y Le 7, 36-38 se
enjuician de manera distinta en los estudios de investigació11: según
•
J
algunos, la mención de la unción de los pies en Le 7, 38 no tiene
significado constitutivo para la narración y se puede desligar fácil-
mente de ella; es considerada, por tanto, con10 adición posterior 71 •
Otros juzga11 que Le 7, 36-50 es la versión que más se acerca al
suceso histórico 72 .
En el análisis de crítica de las tradiciones hay que reflexio11ar
f¡ 67
Sobre las notas características del género, véase anteriorn1ente.
68
f•
1
Sobre este pri11cipio n1etodológico, véase Richter, Exegese, 161. Es verdad
que la referencia a la pasión es )'ª anterior a Marcos, pero 110 es necesariamente
l
r
original, ya que la creación de un contexto narrativo más amplio es seiial de que
hubo ampliación.
69
Según Brown, ]oh, 454, no hay indicio de que la narración se haya contado
'
r'
alguna vez sin referencia a la historia de la pasión.
70
Véase, a propósito de ello, Marz, Traditionsgeschichte, 101, quien remite a J.
Jeremias, Salbuligsgesc!?ichte, 109.
71
Marz, Traditionsgescl?icl?te, 105.
72
Bibliografía en Marz, Traditionsgeschichte, 105.
r
- J
¡¡ 1
11 1
. 1
1•
1 1
218 La lectura bajo el aspecto diacrónico
••
73
ta111bi é11 sobre la probabilidad 11istórica . En. la tradición se obser·
''ª la te11dencia a presentar la figura de Judas a una luz mu)
desfavorable. Esto se observa principalmente en Jn. La tradiciór
sabe qu e Judas era el depositario del dinero que todos te11ían er
con1ú11 (Jn 13, 29), y así pudo ser él perfectamente el que protestar<
a
contra la conducta de la mujer n 12, 4); en el curso de la transmi·
sión, este detalle se perdió.
El a11álisis 111 ues tra la co11fl L1e11cia de traclicio11es y la de
u11 contexto I1arrativo más an1plio con10 te11dencias q11e actúan er
la transmisión de tradicio11es. Por de pronto, la tradició11 con oce y<
la co11taminación, es decir, la influencia múltiple de las ''ersiones dt
1 los textos : Le 10, 38-42 influye en la historia de la unción cor
1 perfume recogida por .Jn; en Jn influ)'e tan1bién la escena de le:
unción de lo s pies y del secar los pies con los cabellos, qu e
t
en Le 7, 38. La co1nprobación de conta1ninacio11es es válida tantc
en el caso de qu e Le 7, 36-50 deba considerarse como versiór
¡ original ju11to a u11 relato sobre la unción para la muerte, con1c
ta111bién en el caso de que Me 14, 3-7/8 sea la \'ersión original. Le
tendencia a crear u11 contexto narrativo n1ás amplio 1nediante le
asociación con la l1istoria de la pasión es una tend encia que se
con especial claridad en J n.
• •
'
1
C'rít ica de las tradiciones 219
1
1
t • La reco11st;·11cción de la
I 1 . fórmula pre-paulina dC:· fe
l
)
El con1i enzo de la carta a los Romanos causa la impresión de
•
estar sob recargado,}'ª que el «evangelio » del \1 • 1 se 11alla detern1i-
nado más precisamente por una oración de relativo en el v. 2 }'
!Liego por un a indi cación qL1e se hace de su co r1tenido. La construc-
1
ción de pa·rtici pio de los \'. 3b.4a podría desligarse perfecta1nente
si11 qLt c sufriera ci,111os la estructura J el «praescriptun1» 75 . E11 vir-
l tud de la int errupción del texto, qu e vemos en los \'. 3b.4a, )' de la
l reanudació n de la co nexi ón en el v. 5, pueden desligarse, por tanto,
los\'. 3b.4a.
l
Ha)' toda u11a serie de palabras )' expresiones en esta fórmula
')
l que Pablo no utili za nunca en otros pasajes: ulo; .6.au Cb aparece
únican1en te c.:11 la tradic ión de los evangel ios )' en la Ji teratura
)
episto lar que no procede de Pabl o (2 Tim 2, 8; véase también A p 5,
l
5; 22, 16); "{Í"'VEO&it EX aparece también única1nen t e en Gál 4, 4
)
(q ue es tan1bién una fórn1ula de la tradición); OQLSEL'\' 110 aparece
l
en ningún Otro lu gar deJ «CO rpUS » paulino. ayt.WOÚV'Y);
l
(ge11 itivo hebraico, correspondie11te al «espíritu de santidad» atesti-
)
•
gL1ado en QL1n1rán) 110 aparece en ningún otro lugar del «corp us»
paulino, aunque rrvEüµa }' :rc:vEüµc1(iyLov se emplean con mucl1ísi-
ma frecuencia. Como Pablo, por lo demás, u ti liza a rnen udo la
oposición - rrvEüµa, sería mu}' posible que él hubiera inse rta-
d.o, frente al trad icional :rc:vcü µa la oposición xata
oágxa. tv Óu\1áµEL aparece con frecuencia en Pablo (11 veces).
«Este examen estadístico demuestra que, fuera de la expresión
)
E\' todas las demás palabras y giros no las usa Pablo, y
naturalmente no las encontramos en sus cartas» 76 • Pued en conside-
l rarse como redaccionales las expresiones E'\1 bu\iáµEL y quizá tam-
1
bién xa1a oágxa.
.•
•
Como nota distintiva de las fórmulas de confesión de fe o de las
' fórmulas literarias puede considerarse tambié11 la forma del parale-
.
•
lismo 77 . La falta de artículo en las palabras es un fen ómeno que
78
aparece en rr1uchos frag1n entos de la tradición , así como también
la estilización denota un carácter arcaico 79 •
7
; Zim mermann, M et}1ode11/ehre, 194.
71
' lbíd., 196; de manera análoga Wilckens, Romerbrief, 57s.
1
77
Schlier, Romerbrief. 24; Wilckens, Romerbrief, 56s.
7
x Zimmermann, Metl1ode11lehre, 199 .
••
7
•
'1 Schlier, Rornerbrief, 24 .
...•
1
220 La lectura bajo el aspecto diacrónico
• Origen de la fórmula
)' <<situación vital» de la misma
.
83
Zimmerma11n, MetlJoderilehre, 202.
84
1vlicl1el, Romer, 31.
,
•
-
14
Crítica de la redacción
• •
•
Lecturas
86
E11 la obra de H. Evangelist und Ge1neinde pode-
85
Los problemas relativos al análisis sincró11ico se estudiaron en la tercera
parte.
se. H. Frankemolle, EvaJ1gelist utzd Gen1eiJ1de. Ei11e methodenk.ritische Besin-
nung (111it Beispiele11 aus dem Mattl1auseva11oeliun1): Bib 60 (1977) 153-190; este
artículo se cita según su rein1presión en l-Ja11dr,JJ1gsaJ1weisur1gen, 50-79. Más biblio-
grafía: Berger, Exegese, § 29-30; Co11zeln1ann-Linden1an11, Arbeitsb1-1c/J, 94-99;
l
1
Critica de la redacció11 223
r mos ver una reflexión mu)' profunda, de crítica de los n1étodos, sobre
t los problemas asociados con la redacción: una reflexión que tiene en
r cuenta el aspecto sincrónico y el de la teoría de la coml111ícación .
1
l
¡
Fuente de
Autor
J
,
¡
---- -- --- --
[
f l 1 .
1
224 La lectura bajo el aspecto diacrónico
•
·¡r
1
•
•
9
° Claro está que esta manera de ver las cosas se fue desarrollando poco a poco.
Para la 11istoria de las formas, en sus comienzos los evangelistas fueron si1nplemente
recopiladores de tradiciones.
91
Siguiendo a Zimmermann, M ethodenlehre, 226-234, poden1os caracterizar
concretamente la forn1a de trabajo del redactor mediante los siguientes conceptos:
mejoras estilísticas, aclaración del texto previan1ente existente, omisión de una
expresión o frase difícil de ente11der, transposición de in1ágenes )' de fragmentos de
la tradición, i11versiones de11tro de la misma perícopa 1 adición e inserción de otros
frag1nentos de la tradició11, complen1entación con otros fragn1e11tos de la tradició11,
co1nposición sirviéndose de palabras clave, enlace de fragmentos sueltos de la
.. tradición qt1e originalmente estuvieron aislados .
92
r
Frankemolle, Handlungsanweisungen, 63. Esto lo había ace11tuado princi-
paln1ente E. Güttgemanns, Offene Fragen zur Formgeschichte (Munich 1970) 184-
188. U11 esqt1ema metodológico de la problemática de los fu11damentos, de la
l1istoria de las formas )' de la redacción.
' • 1
1
93
La teología del redactor no ha)' que averiguarla extrayéndola de la tradició11
reelaborada, sino dentro de ella y en ella: Dscl1t1lnigg, Sprache (véase el§ 8, nota 30)
297s. Véase tan1bién Franke1nolle, Haridlungsanweis1,¡,11ge11, 66.
94
Fra11kemolle, Har1.dlungsanweis11nge11, 71.
Crítica de la redacción 225
1
9
s Véanse las obras de introducción.
--
•
226 La Lect11ra bajo el aspecto cliacrónico
•
l1ablar del redactor )', con ello, su forma de trabajo. Por eje1nplo,
c11a11do e11 un e\ angelio l1a)' 1111 \rersícu lo que co11tiene de ma11era
1
96
Véase, ader11ás de las obras d e introducción al Nuevo Testan1ento, F. Laub,
FalsclJe \le1fasserangaben in ne11testanientlic/1en Sc/1riften. Aspek.te der gege11\\ arti- 1
•
r
Crítica de la ,·edacción 227
palabras, véase]. H. Friedrich, \"rlortstatistik als Methode am Beispiel der Frage einer
Sonderquelle im Mattha11seva11gelium: ZNW 76 (1985) 29-42.
101
- Schnelle, Ei11führu11g, 111; Zimmermann, M et/Jodenlel1re, 225.
102
A propósito del secreto mesiánico corno linea directriz del evangelio de
Marcos, ' 'éase Egger, Fro/Jbotsc/,aft ur1d LelJre (véase c. 11, 11ota 209) 85-91.
103
Y, así, los e''angelios sinópticos son especialrne11te apropiados para el prin-
cipiante en análisis de l1istoria de la redacción. Claro qt1e, por lo que respecta a la
teoría de las dos fuentes, ha)' que tener en cuenta que a veces hay también e11 Mt o en
Le material más antiguo, desde el punto de ' 'ista de la historia de las tradiciones, qu e
en el modelo literario de ambos, que es Me.
104
Claro está que esas tradiciones, corno acentúa co11 razón F ra11ke111olle,
Handlitngsanweisungen, 66, i10 queda11 sustraídas a la respo11sabilidacl del redactor.
Ha)' que tener en cue11ta plenamente el interés del redactor en la selección de las
tradiciones que están a su disposición )' en la decisió11 de recoger detern1inadas
tradicio11es.
Sobre todo Berger, Exegese, 202, considera la l1istoria de la redacción bajo el
1 •
l
¡1 t
l .
i 1
11
• • co11oce1nos a través de los textos del Nuevo Testamento; por
·1 ¡ 1j co11siguiente, las comunidades existen sólo n1ediatan1ente para el
1 lector,)' existen como <<comunidad( es) i11terpretada(s) y textualiza-
\
da(s)» to6 .
En primer lugar, el análisis semántico permite también sacar
• conclusiones sobre la situación de la comunidad : cuando el redac-
•
' tor dice con insistencia a la comunidad ciertas cosas (puntos esen-
ciales del contenido), eso tendrá que ver algo con la situación. Es
verdad qt1e, e11 todo ello, quedarán algu11as cosas por aclarar.
El análisis prag1nático nos ofrece más indicaciones sobre los
I' destinatarios: por la orientación que el autor quiere dar al lector,
pueden sacarse algunas conclusiones sobre la situación de la con1u-
nidad. Claro está que la situa.ción no es sencillamente el negativo de
,, la película de las exhortacio11es ·)' afirmaciones del autor 107 • La
exhortación a la fidelidad puede servir, por ejemplo, para fortalecer
a una comunidad (que se esfuerza ya por ser fiel), o puede ser
¡ 111 • también una genuina exhortación )' advertencia para la comunidad
• •
re1n1sa.
1 .,.. El co11tenido de la obra nos proporciona, además, otras indica-
•
cio11es: cuando se mencionan, por eje111plo, detern1inados proble-
1r: mas, verbigracia sobre las relaciones entre judíos y cristianos.
En la reconstrucción de la situación de los destinatarios, no
1 pueden utilizarse de la misma manera los evangelios, los Hechos de
1
los apóstoles)' las cartas : en efecto, 11ay diferencia en que un autor
1 quiera transmitir textos para mantener vivo el rect1erdo de J es{1s o
•
de la historia de la Iglesia primitiva, a fin de que esa <<tradición» no
. ! se pierda, o en que el autor quiera influir concretamente en la
conducta de una comunidad. Y, así, de las cartas de Pablo podemos
t sacar una imagen más concreta de la co111unidad que sirviéndonos
de los evangelios. Verdad es que también los evangelistas se hallan
influidos por las situaciones de su(s) comunidad( es); pero esa situa-
ción no se recoge claramente en su texto. Por ser así las cosas, las
j
1 1
«comunidades de los sinópticos>> no se pueden definir con la misma
seguridad que, por ejemplo, las comunidades de Pablo; e11 ca1nbio,
Juan da algunas indicaciones concretas sobre la situació11 de los
oyentes: s·egún Jn 9, 22; 16, 2, los discípulos se l1allan bajo la
t 108
K. Wenost, Bedrangte Gemeiride und verherrlichter C/Jristus. Der histori-
sche Ort des Johan11esevangeliurns als Schlüssel zu seiner Interpretation (Neul{ir-
che11 1981 ).
lf 109
zig 1972).
Véase W. Trilling, Untersucl1ungen zum zweiten Tl1essaLonicl1erbrief (Leip-
110
Véase, a propósito de ello, R. Sclmackenburg, Ep/J (EKK X; Zuricl1 1982)
26-30.
111
Para la datación: R. Wegner (ed. ), Symposion: Die Datierung der Evange-
Lien (Paderborn 1982).
--
ll
1 •1
1
1
230 la lecti1ra bajo el aspecto diacrónico
i' l1abrá qt1e estt1diar ta111bién los testimonios n1ás antigt1os sobre e
' 1
tier11po y el lugar de la con1posición de los eva11gelios.
RESUMEN E INSTRUCCIONES
PARA EL TRABAJO
•
1
1
Como el método de la crítica de la redacción tiene que sacar conclusio-
nes de las observaciones efectuadas e11 el texto, en las instrucciones que se
j
den para el trabajo habrá que señalar qué obser\raciones efectt1adas en el
t
• texto, 1nás allá del análisis de crítica literaria, serán especialn1ente impor-
tantes para el análisis de historia de la redacción, )' cómo de esas obser\ a- 1
ciones se pueden sacar conclusiones. Para los comienzos ayudan 111ucho las
... •'
listas de peculiaridades li11güísticas )' ten1áticas que se ofrece11 en los
• n1anuales e introducciones al Nue\'0 Testamento .
.
Se deducen las sigui en tes tareas para el análisis:
1
112
We11gst, Bedréir1.gte Ge1neinde 1-t11d verl:Jerrlicl1ter Chríst1-1s.
1
•
r
1• C'rítica de la reclacción 231
l
s 'l
l
l
l - ¿Qt1é actitud delata el texto con respecto a los problen1as judíos/ cris-
l
¡
l
tia11os> constitución de la Iglesia> de1nora de la parusía?
l 1 - ¿Qué conclusiones se puede11 sacar de ahí para la cuestión relativa al
i tien1po de la co1nposició11?
1 l :--- Mencionar los problemas de la comunidad de los que habla el texto
r y sacar conclusiones sobre la situación de la comunidad a la que el autor
1
]
excribe.
- ¿Qué datos proporcionan los testin1oniós más antiguos (Papías,
Ireneo> los prólogos a11tin1arcionistas)? ¿Se co11firn1an tales afirmacio11es
t
. por los correspondientes escritos del Nue''º Testan1ento?
l
t
3. Eje1nplo: Me 3, 7-12:
El ocultamiento de Jesús
t 113
El pasaje de Me 3, 7-1 2 pertenece a los llamados «su1na-
114
rios» • Este texto desem peña un papel i111portante en la constit11-
cjón )' e11 la estructura del evangelio de Marcos. En ' 'arias propues-
tas de estructuració11 se co11sidera el texto co1110 introd11cción a una
115
gran porción del evangelio de Marcos o como final de una gran
116
porción • En el e11ju ician1iento sobre l1asta qué p tLnto el texto se
deri'' ª de la tradició11 o de la r edacción, las opiniones so11 diverge11-
1 tes, )' va11 desde la opinió11 de q ue todo el texto es una tradición
recogida por Marcos hasta la opinión de que el texto es una simple
f orn1ación redaccional 117 •
El análisis de crítica de la tradición)' de crítica de la redacción se
basa en obser\1aciones relativas a la estructura lingüístico-sintáctica,
semántica y pragmática, y al tipo de texto .
113
La siguiente exposición se basa en los estudios de Egger , Frol-Jbotschaft und
Lehre, 91-111. Se hacen precisio11es metodológicas detalladas. Para n1ás bibl iografía,
• co11súltense los comc11tarios .
11 4
Sobre eJ gé11ero de «sumario» , véase anterior111e11te, c. 11.
11 5
Según Schweizer, Mk, sub loco, Me 3, 7-12 es la introducción al pasaje 3, 7-6,
6a; asirnisrno, segú11 l. De la Potterie, De compositione eva11gelii A1arci: VD 44 (1966)
135-141; según Pesch, Mk, sub loco, la sección es Ja i11troducció11 para Me 3, 7-6, 29.
116
Así en Gnilka, Mk, sub loco.
117
Pesch, A1k, l, 201, considera el texto co1110 u11a formació n (claro está,
secundaria) procedente de la tradición, y qt1e se creó en virtud de historias de
n1ilagros que existía11 y a con anterioridad; L. E. I\.eck, Mk 3, 7-12 and A1ark's
C/Jristolog)': JBL 84 (1965) 341 -358, considera trad icionales los versículos 3, 7.8a. 9s,
p ero cree que el r esto procede de la redacción; Egger, Fro/JbotscJJaft itnd Le/Jre,
1OOs, cree que el texto es puran1ente redaccional .
•
•
1
1'
'
1
• Peculiaridad Lingüístico-sintáctica
•
•
El texto n1uestra una serie de 11otas li11güísticas que son típicas
de Me. Se aplica esto especial111ente a la oración causal que sigue a
contin ti ación e11 el v. 1Oa )' a las oraciones enlazadas por las
partículas C\ a, r,,a· µi], ¡1ág, 0)01:c 118 • Para la co1nprensión del
1
1
texto es importante la obscr\1ación de que ffic:gánEuoEv en el ''. 1O
f
1
se añade sólo co1no fundamentación.
t 1
• Estructura semántica
'
1
1
Es verdad que, co1110 tenia del «Sun1ario», se indica a menudo:
1
1 .
b) la n1ultitud le sigue.
II (v. 9-12 en estructu ra quiástica)
f' •
a) Jesús busca distancia; hace que le tengan lista una barca,
i f
1' ,•,
b) para qu e r10 le apretujen los que quieren tocarle.
1
f
118
Sobre las peculiaridades del lenguaje: Gnilka, Mk, sub loco, cree que el
texto, incluso li11güísticamente, es obra de Me; Pesch, Mk, opina que partes esencia-
.' les del vocabulario re111iten a tradición pre-1narquina. Pesch se basa para ello en la
estadística de vocablos, según la cual los vocablos correspondientes aparecen tam -
bién en fragmen tos de la tradición.
119
Gnilka, Mk, sub loco; Pesch, Mk, sub loco: gran afluencia para ver al
1 terapeuta y exorcista Jesús.
1
120
1
Egger, FrolJbotsclJaft und Lehre, 93 -95.
1
Crítica de la redacción 233
1•
En el aspecto prag111ático, este texto correspo11de a la intención
pragmática que Marcos persigue a tra\1 és de toda su obra : quiere
conducir al lector a comprender la esencia de] esús con10 el Mesías
1
)' el Hijo de Dios 12 -1. Por tanto, también e11 este aspecto el texto
corresponde al interés redaccional de Marcos .
121
En virtud de estas ol)servacioncs, n<) puede considerarse el texto, sin más,
intrt)ducción gcncraliz.ac.l()ra a un cicl<) tradici(>nal dr
1
C <Jncrctan1cnr<: Eggcr, fro/1botscl1c1ft 1t11d Le/Jre, 109s.
12 1
Véase el ar<.:() tie tcnsi()l1Cs cntr<.' 1, 1 l<)S centrales - inclusL) narrati-
va111cntc- 8, 27-29 •,. 15, .39 .
r
- .
1
1
1
1
124
en los e\ angelios: {}/1.Cí1<tJ, CTlJ'\ -frAí.í)ü),
1 1
E1tl1tLJL1:EL.V • Tan
1
- 1
,
•
124
F:reeueneia: ),(rw: Mt, una vez; Me, una vez; Le, nunca; Jn, nunca; Hch,
nunca; at1v únicamente en Me 5, 24.31; Mt nunca; en Me única-
n1ente aquí y en Me 5, 29.34; Le, una vez; Jn, nunca; 1-ich, una vez; ErrLrc:CJrt:ELV: Mt,
9 veces; Me, 11 veces; Le, 13 veces; Jn, una vez; Hcl1, una vez.
•
V
LA LECTURA BAJO
EL ASPECTO HISTORICO
1 •
1
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...
•
236 La lectura bajo el aspecto histórico
!.
1
1
r
•
1
a
P. IZ.icoeur, Préface BuLtnzann, en Le conflit des interprétations. Essais de
l1erméneutique (Paris 1969) 373-392, espec. 377-380.
2
R. Schnackenburg, Der geschichtlic/;e Je sus in seiner std1idige11 Bedeut1,¡,r1g für
•
T/Jeologie 1-ind Kirc/;e, en· K. Kertelge (ed.), Rückfrage nac}; ]csu.s, 194-220 .
•
3
A propósito de ello, véase pri11cipaln1ente E. Kasemann, Das Problem des
historisc;lJen .fes1,¡,s: ZTl1K 51(1954)125-153 -también en Id., Exegetisc/Je \lersuche
1-t1i.d Besinnz,¡ngen (Gotinga 1965) I, 187-214-, por quien volvió a plantearse la
pregunta reprír11ida por la teología del «l{erigma».
f
•
15
La pregunta aclaratoria
acerca de la historia
los textos del Nuevo Testamento (que, según su intención principal, son
testimonios de fe), para ver si sucedieron realmente los acontecimientos
referidos en ellos.
J
En la exégesis del Nuevo Testamento, la pregunta aclaratoria
1
tiene que contar con la peculiaridad de los escritos neotestamenta-
rios como testin1onios qt1e son de fe: esos textos no se compusieron
como protocolos, no tienen interés primarian1ente histórico. El
objetivo de esos escritos es la proclamación de ] esucristo: una
t proclamación que lo que pretende es conducir al lector hasta la fe.
t Y, así, la imagen de Jesús se presenta a la luz de la fe pascual. En
l
1
virtud de esa peculiaridad, los textos del Nuevo Testamento no
l
1
ofrecen todas aquellas informaciones que un historiador desea
recibir. Sin embargo, gracias a ellos se proyecta una imagen históri-
camente cierta de Jesús y de la I glesia primitiva.
1
t1
l
238 La lectura ba_io el aspecto lJistórico
Lectt1ras
1\.. Kertelge (ed.), Die Rückf·rage nach ]esus. Esta obra colectiva
fa111iliariza con los proble111as 111ctodológicos 111ás i1nportantes, siendo
de especial i11terés los artíct1los de F. Le11tzen-Deis )' F. Muss11er 5 .
1. El 1nodelo de texto
en la pregunta aclaratoria
acerca de los hechos históricos
La pregunta aclaratoria acerca de los l1echos 11istóricos 110 lee
los textos del Nue''º Testame11to co1110 testi1no11ios de fe, sino que
los utiliza con10 fue11tes. E11 la ciencia l1istórica se considera11
«fuentes» «aquellos textos, objetos o hecl1os por los que se ad-
quiere co11ocimie11to de la antigüedad>> 7 . Hay que disti11guir entre
Neue Testa1nent in1 20. JalJr/?14.ndert. Ein Forscl1ur1gsbericl1t (SBS 50; Stuttgart
1970); Id., 30.falJre}esusforscl?ung (7950-1980 ) (Konigstein 1985). Para la aplicación
de los criterios, véase Larnbiasi, L'a1J.te11ticita, 21-134.
5
Entre la extensísin1a bibliografía, mencio11aren1os única111ente trabajos gue
ofrece11 11na visión de conjunto sobre los proble111as de los criterios: Kertelge (ed.),
Ri-i.ckfrage nacl1 ]esus; F. Lentze11-Deis, ](riterien fiir die historiscl?e Beurteilu11g der
] en R1:ickfrage nac!?Jes14s, 78-117; F. 1vluss11er, M etl'Jodologie der
11acl? der11 l?istoriscl?e11 Jes1J.s: l bíd., 118-14 7; J. Dupo11t (ed . ),]ésus au>.· origines
de la cl1ristologic (Ge111bloux 1975); Lambiasi, L'autenticita; R. Latourelle, A
attraverso i va11geli. Storia e er111eneutica (Asís 1979; traducción del fra11cés).
6
Muss11er, M etl?odologie, 122.
7
P. I\.irn, citado por A. vo11 Brandt, Werkzeug eles 1-fistorikers. Eir1e Ei11füb-
ru11g i11 die historiscl1e11 Hilfswisse11scl1aften (Stu ttgart 1958) 58.
1 La preg11nta aclaratoria acerca de la /Jistoria 239
'
Para demostrar la historicidad de t111os Sl1cesos, ha)' que leer los textos
te11ie11do e11 ct1enta deter1ninados criterios encaminados a averiguar las
i11formaciones l1istórican1e11te fidedignas que contienen.
l
1 -
•
(
•
• • 240 La lectura bajo el aspecto histórico
1
Este criterio es conocido y aceptado en la investigación históri-
1
'
ca y en muchos otros án1bitos (por ejen1plo la crimi11alística). Dice
i¡ así : Los sucesos ha11 acaecido, y las palabras se derivan de Jesús,
1 cuando están n1últiple1nente atestiguadqs, es decir, cuando están
1 ¡
atestiguados en varias fuentes, independie11tes las u11as de las otras,
'
1. 1
1 esto es, cuando se halla11 atestiguados por Me, por ft1e11tes de
<<logia», por Pablo, etc. 14 • Claro está qt1e, e11 el Nuevo Testan1ento,
r +-,
l
12
Jbíd., 94.
13
Lambiasi, L'autenticita, 175; véanse especialn1ente los trabajos de J. Jere-
1
1
mias, por ejemplo Theologie des Neuer1 Testarnents (trad. esp.: Teología del Nr.ievo
Testamento) .
.
14
Latourelle, A Ge su, 249-252; Lambiasi, L 'autenticita, 141-153.
! is Mussner, Methodologie, 135.
16
Lentzen-Deis, /(riterie12, 101.
17
A propósito de lo que sigue, véase Lambiasi, L'autenticita, 145 (donde hace
referencia a H. K. McArthur; W . Trilling).
¡ ·'
¡
La pregunta aclaratoria acerca de la historia 241
18
• El crite1-io de la falta de analogía
Un hecho o una palabra de Jesús es auténtico cuando no p uede ·
deri\ arse ni de las concepciones del judaísmo en otros testimonios,
1
22
• El criterio de la continuidad )' la coh.erencia
En determinadas circunsta11cias, partiendo de lo que se l1a· con-
cluido que es material que se deriva de Jesús, por los criterios de la
testificación múltiple y de la falta de analogía, se puede deducir
también que hay otros materiales, también auténticos, que se deri-
van de J esús. En efecto, cuando hay palabras o actos de Jesús q ue se
hallan íntimamente ligados con el material que se ha revelado como
auténtico en virtud de esos criterios (por razón de las conexiones
que ha)' en materia de crítica literaria, historia de los géneros, etc.),
18
Lentzen-Deis, Kriterien, 97-99; Lambiasi, L'autenticita, 155-164.
19
Latourelle, A Gesu, 252.
20
Véase a11teriormente, nota 3.
21
Véase más adelante.
21
Lentzen-Deis, Kriterie11, 100; Lambiasi, L 'a1,¡,tenticita, 164-173 .
•
242 La lect1-era bajo el aspecto histórico
•
23
Lambiasi, L 'a1tte11ticita, 191 - 194. •
24
a este propósito, las obras sobre Jesús de Nazaret )' las exposiciones
de la teología del Nuevo Testamento.
r
l
1
1
- Tcst1ficació11
1
1
¿En gúé fuentes, i11dependie11tes L1nas de otras, se halla atestiguado el
hecho / la palabra?¿ En qL1é tipos de texto / géneros se halla atestiguada la
correspondiente conducta u otra semejante?
1
- Falta de a11alogia
l ¿Qué actitud acloptan los textos paralelos procedentes del entorno
judío )' de las comunidades cristianas acerca del hecho o de la palabra que
. . "'
se
1
1
1
- Continuidad)' coherencia
1
1 ¿Cón10 encaja L1na palabra o un acto de] esús en el n1arco del entorno )'
en el n1arco total de su actividad?
l
l
1
•
3. Ejemplo: El motivo del seguimiento
La aplicación de los criterios de historicidad muestra que la
1
palabra de Jesús «¡Sígueme!», con la que J esús llam ó a determina-
das personas a que le siguieran, pertenece al n1aterial auténtico de
las palabras de Jesús. En lo siguiente , aplicaremos los criterios de
1 historicidad no a un solo texto, sino al moti''º del «seguimiento » 25 •
El signifi cado conceptual del moti''º hay que averiguarlo mediante
estudios es tadísticos, diferenciación por razón de los tipos de texto
y consid eración de los temas asociados con el «seguimiento» .
•
l 15
De los problen1as de la historicidad relativos a este aspecto se ocupa princi-
palmente R. Riesner, jesus als Lel1rer. Eine Untersuchung zum Ursprung der
Evangelien -Ueberlieferung (WUNT 2, 7; Tubinga 2 1984) 408-440 (con datos biblio-
gráficos); véase también W. Egger, /\1ac1Jfolge als Weg z1<m Leben, 86-89, 9?-107;
Id., Der R1,f ir1 die Nachfolgc als ln1¡Ju/s für das Ordensleben: Ordensnachr1chten
21 (1982) 215-226. El motivo del seguimiento se menciona como
ejemplo para la aplicación del criterio de falta de analogía: l. de la Potter1e, Come
1
in1postarc il problema del Gcsú storico: CivCatt 120 (1969) fase. 2.855, 447-463,
espec. 458; Lambiasi, L 'autenlicita, 221-224.
1
i
1
l
•
1
•
l.
244 La Lectura bajo el aspecto histórico
• Grupos de textos
1
relación íntima con la 11istoria de un milagro (Le 5, 11 ), en la
reelaboración joánica de la vocación como camino para la fe (Jn 1,
35-51), en los <<logia» (Le 9, 57-62).
A este propósito, tiene especial éxito la aplicación del criterio de
la falta de analogía: la diferencia entre Jesús)' la comunidad cristia-
na primitiva consiste en que la palabra <<seguir» aparece únicamente
en los evangelios; en que, por tanto, el seguimiento se consideró
1
como algo típico del tiempo de la vida terrena de J esús. Este
empleo del lenguaje nos pernute conocer que, ya para el cristianis-
mo primitivo, el círculo pre-pascual de los discípulos co11stituía
33
u11a sociedad irrepetible • Más importante aún, en la cuestión de la
1
3
° F.Hal1n, Die ]üngerberuf1-tng }o/J 1, 35-51: Ne1,¡,es Testament und Kirche,
• Festschrift R. Scl1nackenburg (Friburgo de Brisgo,ria 1974) 172-190 .
.¡ 31
Riesner, ]esus als Le/Jrer, 408-414 .
32
Ibíd., 414-419; Egger, Ruf, 219-222.
1
33
Ries11er,]esus als Lehrer, 421s; de la Potterie, Problema, 457, llama tan1bién
la ate11ción sobre esta diferencia con respecto al cristianisn10 prin1itivo.
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1 VI
1
LA LECTURA
1
BAJO EL ASPECTO
1 HERMENEUTICO
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1
Lectu1·as
E. Coretl1, G1·undfragen der Hermeneutik, )' P. Stul1ln1acher, Vom
' •
Verste/1en des Ne u en Testamentes ( co11 la exposición de las n1ás i111por-
tantes concepciones l1ermenéuticas). Los inanuales recientes para el
estudio del Nuevo Testan1e11to ofrecen ta1nbién reflexio11es para la
in terpretació11 y la l1ern1enét1tica 3 .
1
La co1nprensiÓ11 de los textos bíblicos tiene que tener e11 cuenta
una doble peculiaridad de los textos. Los textos bíblicos son textos
del pasado. El texto, en virtud de su le11guaje, de su lógica interna y
de la i11tegración en un contexto de la historia del tiernpo, resulta
extraño para el lector 4 • El lecto1· se halla e11 una situación distinta
de compre11sión : él vive en circunstancias de vida distintas )' posee
u11a actitud de espíritu disti11ta a la que poseían los primeros
lectores del texto. Esta dista11cia ten1poral )7 cultural puede ser un
i1npedin1ento para el comprender: pero, al mismo tien1po, ofrece
también una posibilidad positiva, ya que en determinados textos
11ace falta una distancia te1nporal para descubrir su pleno sentido y
1
Zimmern1ann, M etl1odenlel?re, 17.
2
\1 el c. 1. La reflex ión sobre la lectura no es sino u11a l1erme11éutica
especial. La reflexión sobre la lectura l1a)' que integrarla al1ora en la reflexión general
sobre el comprender.
3
Fol1rer, Exegese, 148-171; Strecker-Schnelle, Einfiihr1-t11g, 122-151 (con pre-
sentación de \1arios proyectos l1ern1enéuticos). Berger, Exegese, 246-249, ve la
u11idad de los diversos métodos en el concepto 11erme11éutico de la «eficacia históri-
ca» (\Xlirk11ngsgescl?icl1te).
4
El método histórico-crítico consolida aún más esta extrañeza.
' •
f
De esta doble problemática se deriva11 para la lectura de la
Biblia bajo el aspecto her1nenéutico dos tareas: la de la interpreta-
1
1 ción y la de la actualización. La <<interpretación» a\rerigua el sentido
que el texto tenía en su situación original, es decir, lo que el autor
f1
¡ quiso decir a sus oyentes de entonces.
La «actualización>> expone el sentido que el texto, como texto
de la antigüedad y como palabra de Dios, tiene en la actual situa-
ción concreta social, eclesial y personal. Tal actualizació11 puede
efectuarse de muchas maneras, pero se rige por determinados crite-
. ríos. Y esos criterios son objeto de reflexión científico-1netódica.
La <<n1ediatización>> es la exposición del sentido del texto y lo de
sus exigencias en la predicación, la catequesis, la lectura en público,
etc. Las formas específicas de mediatización no constitu)1 en ya el
objeto de la presente rnetodología.
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1
•
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1
'
!
16
Interpretación de textos
•
t •
•
1. Modelo de <<interpretación>>
en teoría de la comunicación
1
Además de los variados puntos de \'Ísta bajo los que se expone11
!
•
las actividades hern1e11éuticas, la interpretación puede estudiarse
1f
1 también en el marco de un enfoque de teoría de la con1unicació11. El
!
1
intérprete, que por su trabajo es testigo de un proceso de cornuni-
... cación de tiempo pasado, es u11 lector que reflexiona sobre el texto
f '
i y su integració11 en el suceso de comunicación, y transmite esa
comprensión suya al hombre de hoy .
5
Fohrer, Exegese, 148-156; F. Mussner, Geschicl1te der !-! ermeneutik. Von
Schleiermacher bis zur Gege11"\vart (Friburgo 2 1976); P. Stul1lmacl1er, Vom Ver-
stehen der H eiligen SclJrift; Id., M ethoden- und Sachprobleniatik einer interko71fes-
sionelle1i. Auslegung des Neu.en Testaments: Vorarbeiten EKK fase. 4 (Zurich 1972)
11-55.
6
Fohrer, Exegese, 150.
.
1
•
texto alcanzada por medio del análisis. Claro que esta objetivación queda
abierta a nue''ª comprensión.
14
G. Strecl(er (ed.), Das Problem der Theologie des Ne1+en Testamentes (Wege
der Forschung CCCLXVII; Darn1stadt 1975).
15
Propia1nente, la traducción no es posible sino con10 final )' remate del
estudio científico de los textos. Sin e111bargo, como el conocin1iento de los proble-
mas de la traducción es ya necesario al comienzo de u11a labor científica, se trataron
ya los problemas correspondientes e11 el c. 7.
lnterpretació11 de textos 253
2. Realización de la interpretación
La interpretación de un texto presupone el análisis de dicho
texto e intenta ofrecer al lector ayudas para la comprensión del
. ,.
• texto en cuest1on .
l
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1
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254 La lectura bajo el aspecto /7ern1ené11t1:co
•
1:
11
1
11
1
'
• ,
19
Fohrer, Exegesc, 149-151.
20
G. J{onimentarals Gatt1111g: BibLeb 15 (1974) 7-16; L. Panier, Le
Cornmentar:re: expansion figurative et sélection sémique: SémBibl, fase. 31 (1983)
43 -75; W. Schenk, U'l as ist ein Kon1mentar?: BZ 24 (1980) 1-20.
17
21
Concilio Vatican o II, DV 21 .
.
21
LttZ, A1t, 79.
1
-
256 La lectttra bajo el aspecto l?ermenéutico
.·
Lecturas
Las orientacio11es para el estudio práctico de la Biblia en círculos
bíblicos las ofrece11, ade111ás de las instrucciones para este trabajo
práctico, r11últiples reflexiones sobre las relaciones del texto bíblico
con la vida. Sobre la asociació11 entre la exégesis y la apropiación
existe11cial', véase principalme11te Barth-Schra111n1, Selbste1fahrung mit
27
t • • der Bibel .
23
,¡r- Bartb-Schram111, Selbsterfahrung mit der Bibel. Ein Scl1lüssel zum Lesen
und Verstehe11 (Municl1 1977) 9. De manera parecida se expresa Lu z, /11 t, 79: «Por
mí1ltiples razones, la interpretación 11is.tórico-crítica no ha cu111plído l1asta al1ora
sino Ínsuficienten1ente, a mi parecer, el segundo aspecto de su doble tarea » (quiere·
decir: no ha conseguido hasta ahora si110 insuficie11temente hacer consciente al
intérprete de Sll propia con1prensió11 previa y enseñarle algo sobre sí n1Ís1110 ).
24
Claro está ql1e l1ay algunas obras que hacen indicacio11es más extensas o n1ás
breves sobre el significado de un texto para la propia \ ida, por ejemplo J. Kren1er,
1
1 •
Die Osterevangelie11 - Gescl-Jicl-Jter1 um Geschichte (Stuttgart 21981); Id., Lazarus.
Die Geschichte einer Auferstel1ung (Stuttgart 2 1985).
' 25
J.
Kremer, Die Bibel - Ein Bucl; für alle. Berechrigung und Gre11zen einfa-
cl1er Schriftlesung.
26
Wink., Bibelarbeit (véase la nota 27), 21 s; véase, a propósito, Barth-
1
Scl1ramm, Selbsteifa/Jr11ng mit der Bibel, 14-18.
27
H. Barth-T. Scl1ra111m, Selbste1fa.hrurzg mit der Bibel; W. \x:fink, Bibelausle-
gung als lnteraktion. Ueber die Grenzen l1istorisch-kritischer Methode (Urban TB
622; Stuttgart 1976); Id., Bibelarbeit. Ein Praxisbucl1 für Theologen und Laie11
(Stuttgart 1982). En las n1odernas obras de i11etodología se estudia bajo denomina-
ciones diversas la .etapa de trabajo de la actualización: Fohrer e.a., Exegese, 156-171:
«crítica teológica»; Berger, Exegese, 242-268: «l1e rmen éutica de la eficacia históri-
ca»; Streck.er-Schnelle, Einfü/1rung, 122-151: «hermenéutica». En la labor práctica
de los círculos de estudio bíblico, esta etapa es especialme11te importante, y en las
metodologías se reflexiona bastante sobre las características de esta etapa de trabajo.
•
1
28
Véase, a propósito de ello, Strecker - Schnelle, Einfü/Jrung, 123 y 150;
Barth-Scl1ramm, Selbste1falJrung mit der Bibel, 48.
29
H. G. Gadamer, JI problema della coscienza storica (Nápoles 1969) 82.
3
° Coreth, Hermeneutik, 101s, 116s.
31
Co11súltense las observaciones críticas de Berger, Exegese, 243, 251.
32
Kremer, Die Bibel - ein B1"c/J fü1· alfe, 36s.
•
33
Sobr e la l1 erm e11éutica, véase especialmente H. G. Gadamer, \)í!ahr/Jeit ¡4.nd
A1ct/Jode (trad. esp.: \lerdad J' niétodo); Id., JI proble1na della coscie11za storica; E.
Betti, Allge1neine A1tsleg14ngsle/Jre als /11 et/Jodik der Geisteswisse11schaften (Tubinga
1967); Corerl1, !--!er1nene1ttik.
34
J(ren1er, Die Bibel - ein B1-1cJ.1 fi{r alle, 51.
35
Véase, a propósito, Bei·ger, Exegese.
Actualizació11 de los textos 259
-l
Los teólogos niedievales compe11diaron en unos versos de mne-
n1otecnia sus procedin1ie11tos basados e11 esta concepció11 y qt1e
•
hablan de los cuatro sentidos de la Escritura:
1
t
Littera gesta docet, quid credas allegoria,
1
l
moralis quid agas, quo rendas, anagogia.
1
1
1 La letra / el sentido literal enseña los sucesos,
1•
1 la <<alegoría>>, lo que has de creer,
el se11tido n1 oral, lo que has de hacer,
la <<anagogía». (elevación), aquello a lo que l1as de tender.
1 También este procedin1ie11to es una amplificación, ya que sitúa
1 un texto bíblico en múltiples conexiones: en la conexión de la fe, en
1
1 la de la vida, en la de la experiencia de la vida y en la de la
esperanza 36 • Es verdad que algunos propugnadores de esta manera
1
•
de interpretación desacreditaron el método por sus excesivas sutile-
zas, pero, en sus mej ores representantes, el método tiene extraordi-
naria profundidad)' está lejos de caer e11 sutilezas e inge11iosidades.
1
•
! <<Gracias a las cuatro interpretaciones, se despliega 1nás el conteni-
do de re,relación de la Escritura en todas las esferas imagi11ables de
37
la experiencia )' de la vida» •
1
36
La obra clásica sobre el cuádruple sentido es la de .H . de Lubac, Exégese
médiévale. Les quatrc sens de l'écriture (París 1959). Un con1pendio de la teoría del
cuádruple sentido puede verse en Stuhl1nacl1er, \lom \lerstel1en, 83s.
37
Stul1ln1acher, \ l on1 \' erstelJe11, 83.
•
1
1
1
260 La lectura bajo el aspecto /Jermené11.tico '
1
1
1. 2. Tener en cuenta la eficacia l?istórica
1
1
Guarda afinidad con la an1pliación de la comprensión del texto
en la tradició11 eclesial otro m étodo: el de la amplificación en virtud
38
de la eficacia histórica del texto .
.
«La historia de la interpretación y la eficacia histórica recuerdan la
plenitl1d de potencial de sentido que se encierra en los textos bíblicos. Nos
f recuerda que los textos bíblicos no tienen sencillan1ente un sentido fijo y
39
acabado, sino que se encierra en ellos una plenitud de posibilidades>) .
38
Sobre la eficacia histórica: H.-Tl1. Wrege, WirkungsgesclJicl?te des Evange-
..
liums (Gotinga 19'81 ), espec. 11-31 (ideas fundamentales); Berger, Exegese, § 35-37 .
1 39
Luz, Mt, 81. La eficacia histórica de Me 10, 17-31 en Francisco de Asís se
halla expuesta en \Y/. Eg()"er, Nachfolge als Wleg zum Leben, 237-284; sobre la
influencia de los textos bíblicos en Francisco de Asís, véase W. Egger, Franz von
•
Assisi. Das Evangelium als Alternative (lnnsbruck 1981) .
40
.1
Véase, a este propósito, Luz, Mt, 78-82; 'V:'rege, Wirku11gsgescl?icl?te .
• 41
G. Ebeling, Kirchengesc/Jichte als Ar"slegung der 1-Jl. Scl?rift.
42
Luz, M t, 82.
'
•
' • •
fl
Actualización de Los textos 261
•
1
bien con los problemas subjetivos de los lectores. Wink asocia las
1 reflexiones los lí1nites del método histórico-crítico 43 con un
l
l alegato en favor de la utilización de métodos psicológicos de estu-
.l dio bíblico. Como elementos para el estudio de los textos, princi-
It palmente en trabajos de grupo, Wink propone, adernás de la d iscu-
sión del texto bíblico, la amplificación y los ejercicios prácticos.
l Como irnportante.instrumento de tr·abajo, Wink establece un catá-
1 logo de cuestio11es con las que los participantes pueden adqt1irir
por sí misn1os ideas profundas. ·
1
1 En la discusión del texto bíblico, además de aplicarse el método
l1istórico-crítico, se estudian con ayuda de él los problernas que
1 surgen. El método propuesto por Wink ton1a e11 serio el texto
1
1 como texto y toma igualn1e11te en serio al lector con10 sujeto, pero
l
no pasa por alto ni la distancia ni la cercanía del texto con respecto
al lector. Al mismo tiempo da instrucciones sobre la manera de
captar la distancia del texto )7 asimilárselo subjetivamente. El méto-
1
-1
i
•
jeti,1amente sino cuando está asociada con una en1oción» •
El diálogo se logrará únicamente cuando en los dos interlocuto-
res del diálogo 11a)'ª conciencia y experiencia; el método propuesto
1 por Wink, que reclama intensísimamente la au_toexperiencia del
1
1
lector y la traspone en la lectura, podrá ayudar a supera1· «la
¡
deficie11te conciencia y el déficit de experiencia por parte nuestra en
1
1 el diálogo» 45 •
1
43
Así lo hace principalme11te en su obra: Bibela1,t,slegung als lnteraktion.
4
1 • MacLean citado por W ink., Bibelarbeit, 95.
45
Así, Barth-Schramn1, Selbste1falJrung mit der Bibel, 74, sig1tie11do la idea
expuesta en \Xf ink.
46
El 1nodelo está tomado de C. Mesters, lncontri biblici (Asís 1974), fase. 1,
30.
1
1
1
262 La lectura bajo el aspecto l1ermer1éutico
Nuestra vida
???-:>
• • • •
Biblia
?
•
1 1 1
• • •
los textos se lle''ª a cal)o 111ediante la a111p lia,ción del l1orizonte )'
presupone 110 sólo la co11ciencia de la propia situaciór1, sino ta111-
•
bié11 la de la extrañeza del texto. La representación gráfica n1uestra
,. el proceso de con1prensió11 como ampliació11 del l1orizo11te: las
perso11as que se n1ue\1en dentro de la rueda de la vida tienen que
enfrentarse cor1 los proble1nas de la n1isma. Esos proble111as son de
índole intelectual, emotiva )'práctica. Un prin1 er presupuesto para
recibir, a partir de la Biblia, u11a orientación para la existe11cia )' la
acción, es la conciencia de las co11diciones de la propia ,,ida )' de la
47
propia situación . Esta conciencia de la propia situación sig11ifica
para el exegeta no sólo u11a co11cie11ciación del propio pL1nto de
vista teológico o confesio11al si110 ta1nbién una co11cienciación de
los problen1as del inundo actual, )' por cierto en forrna tal qu e se
conten1plen los aspectos más importantes de un can1po de proble-
r11as. Claro está qL1e existe el peligro de que el exegeta reflej e los
problen1as del inundo actual, pero «l1aciéndolo sólo en conoci-
111ie11tos de segu11da 111a110 )' con la sin1plificación de un profano»;
no obstante, el exegeta tiene que dar un primer paso en un proceso
que, propia111e11te, es interdiscjplinar, preguntando a los textos
desde las proble111áticas rnodernas, pero sin l1acer violencia los
111 i s111 os .¡ t.I •
Los cristianos, para resol, er detern1i11ados problemas, busca11
1
4
1'vler<)dcJlógican1c.:ntr se aplicará el n1t>del() de Mcsrcrs cu::u1dc) en cada ca:;()
' Sl'
narre un incidente concreto que llan1c la at<.:nci t'>n prtiblcn1as actuales.
4
:-. Así lt> acc.:nrúa principaln1cnte r:ohrer, [.tcgese, 166.
41
' O . H. Stcck, \\icft 1t11<l lJ1n·c.;:clt (Stut tgart 1978) 17, 44.
Act1ializació11 de los textos 263
•
texto bíblico )' los problen1as de hO)', l1abrá que bt1scar prin1e1-o, en
muchos casos, una perspectiva que permita relacionar entre sí las
afirn1aciones bíblicas y los problemas actuales, )' relacionarlos con
1 sentido 52 . De esta n1anera se va desarro llando un diálogo e11 t re el
lector )' el texto. Este 111étodo satisface la exige11cia de qu e se
desarrolle un inétodo que in te1-rogt1e l1oy día i10 sólo al texto, si110
también al s11jeto que l1a de co111pre11der 53 •
!
2. Realización de la actualización
La actualizació11 de textos es subjetiva en la 111edida e11 q L1e el
lector está integrado expresame11te e11 el proceso de con1pre11sió11.
l
1
1'
2.1. Visión conjunta de los textos bíblicos
1
y de los problemas actuales
1'
l Un primer p1·ocedimiento de actualizació11 en el sentido ex-
t ¡
puesto podría ser el siguie11te : A u11 texto bíblico co11 deter1ninado
1
1 ten1a se le agrega11 prin1era111e11te palabras clave relativas a proble-
'
1 n1a·s del inundo actual. Luego hay que esclarecer los problemas
l mencionados en las palabras clave, para que no se trate11 de 111anera
pre-científica problemas del 1nu11do actual, mie11tras que el texto I
4
' W. Egger, Philipperbrief, 47-51.
·'
Act1,aLización de Los textos 265
•
1
Los diversos pasos:
.
- Atendiendo al sentido literal (litte1·a), el texto se lee como
texto del pasado. Tal lectura es co11dición indispensable para seguir
•
estudiando la Escritura. En el estudio científico de los textos, hay
que integrar en este paso los métodos sincrónicos y diacrónicos.
- •
1
indicaciones para la consun1ació11 )' perfecció11 de la historia )' de la
•
propia \1ida. Se pregu11ta al texto bíblico cuál es su sentido. Y se
l1ace así sobre el trasfo11do del problen1a actual acerca del sentido y
del futuro .
1 dador don
1
receptor del don
••••••••••• • •••••• •••••••••••••• • ••• • •• •• ••• • •••••• •• • • •••••••• •
•
•••• •• • ••• • •••• • • • •• ••• •• •••••••••• •• •••••••••••••• • •• •• ••• • ••• •• •••••• • ••••••••••••••••••••• • •••• • ••••
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55
To111adc1 Egger, Das Prograrr1111./es11. Ei11 Arbeitsl1eft zu1n Luk:ase\•an-
gcliu111 1976) 35. •
•
A ct¡,talizacÍÓ1"1 de los textos 267
-----
268 La lectura bajo el aspecto herrrien.éutico
1
texto en el sujeto que lee. Las preguntas para este paso dicen así:
por ejemplo, con respecto a Me 2, 1- 12 : «¿Quién es en ti el
61
paralítico?» ; a propósito de Me 2, 13-17: «¿Quién es en i1osot1-os
el fariseo y el pecador?» 62 •
- lndicacio11es para el ejercicio. Escribe, por eje1nplo,-un diálo-
go con el fariseo que hay dentro de ti. ejercicios prácti-
con ayuda de rnúsica, inovimiento rít1nico, la práctica de la
•
' 1 pin·t ura, el arte de inodelar, escribiendo diálogos e intercambiando
experie11cias en grupos reducidos, el texto actuará profundamente
en el lector.
Un ejemplo para esta «confrontación», más bien individual, es
el siguie11te 63 : a11tes de la lectura de Mt 7, 1-5; Le 6, 37s.41s, que
f
1
1
escriba11 el 11on1bre de Lln «enemigo » (de una perso11a a la que
1 1
1 aborrezca11, a la que i10 quiera11 o que les irrite) y que anoten en
1 palabras cla,,e todo lo que i10 agua11ta11 en esa persona. Después se
"
deja la lista a un lado. Una vez que se ha examinado el texto bíblico,
1
los participantes deben reflexionar para ver cuá11tas de las cosas que
! han esc1-ito se les puede11 achacar ta1nbién a ellos.
t .¡
¡ l
ll 2.5.2. Sob1-e la ÍJ1terpretación de textos
f ' valiéndose de la psicología profundá
r: ¡
tt t La aplicación de ideas de psicología profunda, siguiendo espe-
cialn1ente la doctrina sobre los arquetipos elaborada por C. G.
t 1
1 Jyng, ha conducido a lo que se co11oce como interpretación de los
textos valié11dose de la psicología profunda 64 • Dentro de esta inter-
¡I pretación, se considera a los textos bíblicos en la fu11ción que tie11en
t como energías que ª)'Udan e11 el proceso psíquico de maduración,
l l
•
de una manera parecida a como tienen también esas energías los
sueños y los cuentos, etc. Y, así, los textos bíblicos sirven como una
especie de espejo en el que el lector puede leer etapas del p1-oceso
1
l1un1ano de n1aduración. «El método permite identificarse con
diversos personajes y sucesos de u11 texto y percibirlos como
aspectos psíquicos propios, que son aceptados o rechazados. En la
i111aginación se traduce una palabra bíblica a una afirmación del
r
61
1 Winl<., Bibelauslegttng, 44.
l
62
\Xfink:, Bibelarbeit, 112.
" 63
Wink, Bibelarbeit, 49.
64
Ultiman1ente: E. Dre\vern1ann, Tiefenpsychologie und Exegese (Olfe11
1984); M. Kassel, Biblische Urbilder. Tiefe11psychologiscl1e Auslegung oacl1 C. G.
Ju11g (Munich 21982).
•
1
i
1
•
Actualización de Los textos 269
1
1 6
)'O» Este método, que sirve para el desarrollo de la pe1·sona, se
'.
1 66
atiene a detern1inadas reglas •
El texto bíblico tiene indudablemente la fu11ción de ser,,ir al
lector de espejo de sí mis1no 67 . Claro está que una aplicación
exclt1si''ª de este método 110 corresponde a la índole propia de los
textos El interés del método histórico-crítico por lo que
sucedió se halla tan íntimamente asociado con la índole del n1ensaje
cristia110 en general, que te11dría n1ucl10 que objetar el querer
prescindir de esta problemática 68 • Prescindir de lo histórico puede
ser útil, en lo esencial 69 , como procedimiento terapéutico. Pero,
para una utilización justa y objetiva de los textos bíblicos, habrá
que destacar bie11 la referencia cristológica de esos textos (por
1 ejemplo de la historia de la infancia), antes de proceder a la amplifi-
1
.,
cac1on.
No debiéramos renunciar a la aportación d e la interpretació11 de
los textos bíblicos con arreglo a la psicología profunda: en efecto,
1
este m étodo orienta la mirada hacia componentes importa11tes de la
-1 comprensión hun1ana, al significado de los se11tin1ientos. Y, de
hecho, el estudio de los textos bíblicos no puede renunciar a ello.
Algunos métodos de actualización, que pueden utilizarse ta1nbién
sin aceptar la doctrina de los arquetipos, como son la libre asocia-
ción, la asociación dirigida, la amplificación, la identificaciór1 es-
pontánea y dirigida, se exponen en las instrucciones para el estudio
práctico de la Biblia 70 . ·
•
65
M. l\..assel, Biblísche Urbilder - Begegnung mit vergessenen M enschheitse1fahr-
ungen in der Bibel: Bibel und Kirche 38 (1983) 105-112, espec. 11 O.
Consúltese el canon que compendia las reglas en Drewermann, Tiefen-
66
•
270 La lect11rn bajo el aspecto /Jcrrr1ené1,1tico
1
1
'
1
l
1
1
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,.
71
Concilio Vaticano II, SC 7; véase, además, Sc/Jriftgebra1-tcl1 und -si1111 i11
gottesdienstlicl1e11 Feiern: Co11ciliu1n 11 (1975) fase. 2.
1
'
•
Bibliografía::·
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1. Obras de ayuda para el estudio
del Nuevo Testamento
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• Edicio12es del texto
de la Sag1·ada Esa·itu1·a
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Nov¡,1m Testa111e11tum graece. Ed . por E. Nestle - K. Aland (Stuttgart
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ción en castellano )' diccionario griego-español del NT (3 1975 ).
Nova Vulgata Biblior1tm Sacrorum. Editio Sacros. Oecum. Concilii
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II ratione habita, iussu P auli PP. VI recognita, auctoritate Ioa11nis
Pauli PP. II pron1.t1lgata. Editio typica altera (Vatica110 1986).
Novum Testamentum Graece et Latine. Textus graecus, cum apparatu
critico-exegetico, Vulgata Clementina et Neovulgata. Ed. por G. Nolli
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Fra11cisco Cantera Burgos, Manuel Iglesias González, Sagrada Biblia.
Versión. crítica sobre los textos hebreo, arameo y griego (Madrid 1979).
Biblia de Jerusalén. Nue''ª edición totalmente revisada y aumentada
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(versión l\.eina-Valera 1960) (Miami, E. U.A. 1988).
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272 Bibliografía
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p!-Jo1·um et patrum adl1ibitis. Ed. por K. Aland (Stuttgart 13 1985).
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Evangelio y Evangelistas. Las perspectivas de los tres primeros evange-
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1966).
1 Sinopsis de Los Cuatro Evangelios, con paralelos de Los apóo·ifos y de los
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Padres. Ed. po r P. Bc11oit, M.-E. Bois111ard )'J. L. l\1alillos (Bilbao 1987).
A. Polag, Fragme12ta Q. Textheft zur Logie12q1"'elle (Neukircl1e11
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1982).
G1·iechiscl1-deutsche Synopse der Q-Ueberlieferung. Ed. por S. Schulz
(Zurich 1972).
• Concordancias
Coniputer-Konkordanz zum Novum Testamentr-t-m Graece vo11 Nest-
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por el Institut für neutestamentlicl1e Textforschung und vom Rechen-
zentrum der Universitat Münster (Berlín 1980).
Handkonkordanz zum Griechischen Neuen Testament, nach dem Text
des Novum Testamentum Graece von Nestle-Aland, 26. Auflage. Ed. por
Alfred Schmoller (Stuttgart 1989).
1
l Bibliografía 273
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)' otras ayudas lingüísticas
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l
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Theologiscl?es Worterbuch zum Neuen Testament. Ed. por G. Kittel -
G. F riedrich, 1 O vols. (Stuttgart 1933-1979).
Exegetiscl;es Worterbuch zum Neuen Testament. Ed. por H. R. Balz -
G. Scl1neider, 3 vols. (Stuttgart 1980).
Díez Macho, Banina, Enciclopedia de la Biblia, 6 vols. (Barcelona
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Haag, Born, Ausejo, Diccionario de la Biblia (Barcelona 1970).
E. Jenni, C. Westermann, Diccionario teológico manual del A1itiguo
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Testamento, 2 vols. (Madrid 1978s).
X. Léon-Dufour (ed.), Vocabulario de teología bíblica (Barcelo11a
1970).
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Nuevo Testamento, 4 vols. (Salamanca 1980ss).
G. Flor Serrano, L. Alonso-Scl1ol<el, Diccionario terniinológico de la
ciencia bíblica (Madrid 1979).
Diccior1ario bíblico abreviado. Ed. por A. Millard y otros (Estella
1985 ).
•
1
•
1
1
274 Bibliografía
1
2. Repertorio bibliográfico
sobre lingüística y ciencias bíblicas
1 E11 las 11otas del libro se cita11 las de 111a11era abreviada: at1tor )'
'
1 parte del tÍttilo. Aqt1Í se da la refcrc11cia bibliográfica co1n}1lcta.
'
Co11súltese también el í11dice de a11tores.
• Lingüística
A. Al<:1najja11 - R. A. De111ers - R.M. Harnisl1, Li11g11.Íst1:ca. Introdt.1zio-
ne al li11g11aggio e al la c9n1unicazione (Bolo11i<l 1982; trad t1cción del i11-
glés).
J. L. A usti11, Z1rr TlJeo1·ic der Sprecl;akte (St11ttgart 1972).
R. Bartl1es, Elémcnts de sén1.iologie: Con11nu11ic:ition 4 ( 1964) 91-144.
- lntroduction a l'a12al)1Se strirctura!e de récits: Co111n111nication 8
(1966) 1-27.
- L'analJ1se st1·11cturale d11 récit. A propos d'Actes 10-11: Barthes e.a.,
Exégese et /Je1·n1é12eutique (' éase i11ás adela11te).
1
•
1
Bibliografía 275
•
1
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1
1
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l'
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Einführu11g i11 die Literarlcritil\. (Munich 1980).
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