Bandola
Bandola
Bandola
CARTILLA 1
Reseña Histórica
Técnica Básica
Ejercicios
Manuel Bernal Martínez
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RESEÑA HISTORICA
La bandola andina colombiana es un instrumento de cuerda pulsada que se toca con plectro
(pluma, plumilla, uña y/o pajuela son otros nombres populares dados al plectro). Es un
instrumento de transculturación y en desarrollo que organológicamente proviene de la
familia instrumental de la guitarra y cuyo nombre viene de una antigua raíz pérsico-arábiga
(pandur), que llega a través del laúd europeo para designar una gran variedad de
instrumentos de registro medio y agudo con funciones melódicas. En Colombia ha tenido y
continúa teniendo diversas transformaciones que responden a las necesidades musicales,
sociales, técnicas y personales de instrumentistas y constructores, quienes han influido de
muy diversas maneras en su morfología y por ende en su sonoridad. Para la bandola andina
colombiana se plantean dos líneas de desarrollo: por un lado la línea denominativa que hace
referencia a su nombre y por otro la línea constructiva que hace referencia a sus
características morfológicas (Ver BERNAL, 2003).
Figura 1. Pandura, Laúd discante, Laúd, Archilaúd, Tiorba, Bandura Panskaja, Colascione
Hacia el año de 1700 surgieron en Italia las mandolinas al disminuir el tamaño de la mandola,
predominando y subsistiendo en Italia con dos modelos diferentes: por un lado la mandolina
milanesa de caja ligeramente abovedada, con 6 cuerdas u órdenes ya sea de tripa o
metálicas y afinación por cuartas, y por otra parte la mandolina napolitana con caja
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abovedada, tapa curvada a nivel del puente, 4 órdenes metálicos con la misma afinación
del violín y cuerdas fijas al borde inferior mediante un cordal o tiracuerdas. Ambos modelos
tienen una escala de aproximadamente 32 a 34 cm. Ya en el Siglo XVIII empezaron a
construirse mandolinas con caja de aros y tapa posterior plana o ligeramente abovedada,
especialmente en Francia, Alemania y Portugal, país este último donde recibe el nombre de
bandolim.
En España estaba presente el Al'Ut islámico, instrumento que pasó por la circunstancia de
ser marginado debido a su condición de instrumento representativo de la cultura contra la
que se había luchado durante casi ocho siglos: la expulsión de los moros de Granada y la
unificación de la corona española generaron una comprensible xenofobia hacia todo lo que
tuviera ancestro musulmán, de tal manera que el laúd fue desapareciendo poco a poco de
la península ibérica, dándose simultáneamente el desarrollo de las guitarras y las vihuelas,
que constituyeron una familia instrumental, entre las que habría que destacar a la Vihuela
de Peñola que se tocaba con plectro y que algunos autores mencionan como antecesora
inmediata de la bandurria al fusionarse con las mandoras. Por otro lado, desde el Siglo XVI
la guitarra extendió su campo de vigencia a otros países europeos y a las colonias americanas
y asiáticas adquiriendo multitud de formas singulares. Descrita con cinco órdenes por
Bermudo y popularizada así, se escogieron diferentes encordados según la manera como se
pulsara (con plectro o con los dedos), y su tamaño, construcción y tensión de las cuerdas
fueron adaptados a las necesidades respectivas. En Portugal, España y sus colonias pueden
distinguirse dos tipos de derivaciones de acuerdo con la forma de la tapa armónica: las
guitarras vandola que tienen la tapa en forma ovalada o de pera, caja con aros y tapa
posterior plana o ligeramente abovedada, y las guitarras con tapa en forma de ocho. Las
orquestas de guitarras, mandolinas y sistros exigían modelos pequeños para llenar la voz
superior. La guitarra común dio lugar a sus hermanos menores: la guitarra de tres cuartos
o tercera, la guitarra cuarta, la guitarra requinto y la guitarra octava o soprano.
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a las claras de su ascendencia instrumental.
No es de extrañar entonces que durante el Siglo XIX aparezcan en Colombia dos tipos de
instrumentos con idénticas función, afinación, escala y encordado; con la única diferencia de
su forma y algunas características propias desarrolladas en el país. Conocidas
indistintamente como bandolas o bandurrias fueron reseñadas en métodos y diversos
escritos de la época con cuatro órdenes dobles y su distintivo siempre fue el de estar afinados
entre si con el intervalo de cuarta justa. Se dice que hacia 1860 Diego Fallon le agrega un
quinto orden y en 1898 Pedro Morales Pino le adiciona el sexto y adopta la forma
redondeada, para dejar la bandola con su afinación definitiva. A comienzos del Siglo XX deja
de construirse el modelo de bandola con forma de guitarra y desde 1920 hasta los años 60
se estabiliza la bandola como instrumento de 14 o 16 cuerdas con los dos o cuatro primeros
órdenes triples y los dos o cuatro últimos dobles, con una caja grande, mango relativamente
corto y cabeza larga para alojar los clavijeros. Debido a su tamaño estos modelos de bandola
no afinaban a la altura real correspondiente y eran entonces instrumentos transpositores
que sonaban un tono por debajo de lo escrito (bandolas en si bemol). Este tipo de bandolas
aún continúa construyéndose por tradición y son todavía muy usadas en algunas regiones
de Colombia.
Figura 3. Bandolas colombianas: tipo guitarra soprano (c. 1870) y tipo guitarra vandola (1898).
En 1961 el maestro Diego Estrada Montoya reduce la longitud del diapasón y el mástil
haciendo posible la afinación a la altura real (bandolas en do). Por otra parte venía realizando
un profundo estudio del instrumento, constituyéndose así en el depositario de la técnica
tradicional a la que suma grandes aportes como sensible y virtuoso intérprete que es. En
1974, con la aparición del bandolista Luis Fernando León R., la bandola se ve enriquecida en
tres aspectos: la construcción, la técnica y la interpretación. En el aspecto de la construcción
los principales aportes son: un diapasón más ancho y el retorno a la bandola de órdenes
dobles (12 cuerdas) favoreciendo notablemente la comodidad del ejecutante. En el aspecto
técnico se da un gran salto cualitativo: la mano derecha comienza a sujetar el plectro de una
manera más natural y relajada dejando los dedos medio, anular y meñique para operar
sobre las cuerdas, el punto de apoyo de esta mano varía hacia la base del pulgar cambiando
el ángulo de incidencia de la pluma sobre las cuerdas dando lugar a múltiples posibilidades
de ataque y efectos tímbricos; la técnica de la mano izquierda se basa en la de la guitarra
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para la posición y en la del violín para la ejecución. En el aspecto interpretativo los aportes
son numerosos subvirtiendo el rol tradicional de llevar exclusivamente la línea melódica para
trabajar contrapuntísticamente, en bloques armónicos o de efectos y como acompañante de
otros instrumentos.
En los últimos 15 años el autor de este escrito ha venido trabajando en Bogotá con algunos
luthiers, experimentando con diferentes modelos de bandolas en busca de un instrumento
equilibrado en todos sus registros y de perfecta afinación. Se ha llegado a un instrumento
de 12 cuerdas con un mástil delgado y casi plano en su superficie posterior, con una caja
comparativamente pequeña que se articula con el mástil a nivel del traste X y una escala de
33,3 cm. Igualmente se introducen mejoras como el trabajar con escalas compensadas y, a
partir del año 1996, con un sistema de construcción interna de la caja que libera a la tapa
de su función estructural. Este es llamado sistema de arpa, y fue diseñado y trabajado por
el constructor bogotano Luis Alberto Paredes Rodríguez a partir de un sistema similar
desarrollado para la guitarra por el afamado luthier australiano Greg Smallman.
Por otra parte, está desarrollándose la familia instrumental de la bandola, idea original de
don José Vicente Niño. Actualmente está construido un cuarteto de bandolas todavía en fase
experimental que consta de una bandola soprano, una bandola alto (la usada normalmente),
una bandola tenor y una bandola bajo. Dadas las características constructivas de las
bandolas actuales se ha visto que la bandola soprano no es necesaria ya que su tamaño la
hace difícil de sujetar, muy poco sonora y, además, da lugar a una escala bastante reducida
que de todas maneras no supera el registro sobreagudo de la bandola normal. La idea es
ampliar las posibilidades tímbricas, de agrupación, de instrumentación y de composición.
Figura 4. Familia de la Bandola Andina Colombiana: bandola alto, bandola tenor, bandola bajo.
Abajo: registro y afinación de la familia de la bandola.
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MORFOLOGIA Y PARTES
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14. Abanico.
BASES TECNICAS Y DE EJECUCIÓN
DISPOSICION CORPORAL
Por su forma redondeada la bandola es un instrumento difícil de sujetar; sin embargo, debe
procurarse que la colocación y sujeción del instrumento no vayan en contra de la anatomía
ni impliquen realizar posturas que generen tensión o cansancio. Otros de los objetivos son
ejercer dominio visual sobre el instrumento y dominio mental de la situación corporal con
respecto a él.
Aunque la bandola tiene más de 100 años de tradición en la región Andina de Colombia
puede afirmarse que existen casi tantas técnicas y modos de sujetar el instrumento como
bandolistas. Hay muy pocos métodos escritos, que son de difícil consecución, y en ellos no
se hace un tratamiento homogéneo de este importante aspecto. Valga como ejemplo el
método de Gustavo Sierra Gómez, en el cual se presentan 8 maneras posibles de tomar la
bandola, basado en su propia experiencia y en la observación de otros bandolistas. Se
describe a continuación la postura con escabel, no sin antes hacer claridad de que es la
preferida por el autor y otros cuantos bandolistas. Esta misma manera de sostener la bandola
es posible sin el uso del escabel ó cruzando la pierna izquierda sobre la derecha con apoyo
en el tobillo, aunque esta última postura tiende a hacer que se "duerman" las piernas;
igualmente, hay quienes suben los dos pies sobre el escabel. Es frecuente también apoyar
la bandola sobre el muslo derecho.
La postura descrita ofrece muchas ventajas por sus características: la espalda permanece
recta, el uso del escabel eleva la pierna izquierda con respecto a la derecha facilitando
sostener el instrumento mediante tres puntos de apoyo:
La pierna derecha a nivel de la unión de los aros en la parte inferior del instrumento.
La pierna izquierda a nivel de la unión entre el aro inferior y la tapa posterior.
El tórax a nivel del borde de unión entre el aro superior y la tapa posterior.
Además de los anteriores puntos de apoyo se da un punto de fijación que está dado por el
antebrazo derecho sobre el borde que une la tapa armónica con el aro superior. Esto permite
sostener la bandola sin la intervención del brazo ni mano izquierdos, que quedan totalmente
libres para su función de digitación. El codo izquierdo permanece separado del tórax y el
antebrazo en disposición perpendicular con respecto al mástil, tomando al dedo pulgar como
eje. Por otra parte la bandola está ligeramente inclinada hacia atrás, permitiendo dominio
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visual sobre el diapasón y las cuerdas sin tener que forzar el cuello ni inclinarse
exageradamente sobre ella.
Como se describió en el aparte anterior el apoyo principal para sostener la bandola no está
en la mano izquierda ya que ésta debe permanecer libre para dedicarse exclusivamente a la
función de digitación. Para tomar el mástil de la bandola se hará con la mano una especie
de pinza fisiológica entre el dedo pulgar (que se sitúa con la yema sobre la línea media
posterior del mástil) y los demás dedos (que accionan sobre las cuerdas), sin que el borde
inferior del diapasón y el mástil queden apoyados en parte alguna de esta mano.
La disposición de esta mano y brazo sigue los principios generales de la escuela de la guitarra
y la mandolina: los dedos deben estar doblados en todas sus articulaciones y las yemas
deben pisar las cuerdas con firmeza. El dedo pulgar se desplazará a lo largo del mástil cuando
la mano deba ocupar una posición distinta, manteniendo el apoyo en la yema y
aproximadamente sobre la línea media posterior. Cabe aclarar que cuando se está tocando
en los órdenes graves el apoyo del pulgar es un poco por encima de lo dicho, pero nunca
tanto que alguna parte del dedo asome sobre el borde superior del diapasón.
Por otra parte, debe tenerse siempre presente el componente que está dado por la
separación relativa del codo en relación con el torso. Muchos de los movimientos de
desplazamiento a lo largo del diapasón, así como de cambios en la disposición de la mano
izquierda pueden ser ayudados mediante movimientos hacia “adentro” o hacia “afuera” del
antebrazo en general.
Hay que recordar que el antebrazo derecho es el encargado de fijar el instrumento y que
debe ser exclusivamente allí donde se haga el sostenimiento. Este punto de fijación es
movible ya que la región del antebrazo que se apoya contra el borde superior de la tapa no
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siempre es la misma, dependiendo del orden que se esté tocando y/o de la región de la
cuerda (hacia los trastes, normal, hacia el puente). La muñeca permanece en una postura
natural y relajada siguiendo el eje del antebrazo, sin articulaciones excesivas. La mano tiene
un punto de referencia sobre el puente en la región correspondiente a los músculos propios
del pulgar, región que se desplaza sobre el puente dependiendo del orden que se toca. Es
importante hacer conciencia de que este punto de referencia no constituye apoyo o
sostenimiento en esta región de la mano, ya que incluso hay maneras de pulsar levantadas
en las que no existe contacto distinto al punto de fijación ya descrito.
Por otra parte, existe un espacio amplio entre la superficie de la tapa o del puente y el borde
de la mano correspondiente al dedo meñique: al tocar podemos ver el piso a través del
"espacio" formado por la palma y los dedos flexionados (Figura 7). Esta posición de la mano
permite disponer de mayor amplitud en el movimiento de pulsación.
Este es otro aspecto en el que la disparidad de criterios es la regla general: se han descrito
y se ven muchas maneras de tomar la pluma pensando en "la sonoridad suave y delicada"
del instrumento. Se considera que la opción que aquí se presenta permite manejar gran
variedad de ataques, diversos planos sonoros, las transformaciones tímbricas más comunes
y otras propias, así como un amplio rango dinámico manteniendo una posición relajada. Esta
técnica en particular fue aprendida del maestro Luis Fernando León Rengifo.
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cualquier tensión. El plectro se toma entre la yema del pulgar y el extremo lateral de la
última falange del índice. Nótese como más de la mitad superior de uno de los lados de la
pluma descansa ocupando casi la totalidad de la yema del pulgar y solamente una esquina
del otro lado es fijada por el dedo índice quedando casi toda esta superficie libre de contacto
alguno. La punta de la pluma se dirige hacia abajo perpendicularmente al eje del pulgar.
Esta manera de tomar la pluma posibilita el movimiento de flexión del pulgar (Figura 9), lo
que permite cambiar a voluntad el ángulo de incidencia de la pluma sobre las cuerdas
multiplicando los efectos tímbricos, así como añadir otro componente de movimiento -y por
lo tanto otras combinaciones de movimientos- a la producción del sonido. Por otra parte deja
libres los dedos medio, anular y meñique para accionar sobre la misma o cuerdas diferentes
a la que se pulsa con la pluma.
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PRODUCCION DEL SONIDO
Como se dijo inicialmente la bandola es un instrumento de cuerda pulsada que se toca con
plectro. La producción del sonido o pulsación de las cuerdas es una suma compleja de
diversos movimientos a distintos niveles del brazo, antebrazo y mano derechos, analizados
y descritos por el bandolista Jairo Rincón Gómez de la siguiente manera:
Es importante identificar y ejercitar por separado cada uno de estos movimientos y las
características del sonido que produce, así como su grado de intervención en el movimiento
general de pulsación de las cuerdas:
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1. La flexión del pulgar en la plumada descendente permite que el movimiento contrario
de extensión durante la plumada ascendente empareje la intensidad de ambos tipos de
plumada, lo que facilita un fraseo adecuado. Además el ángulo de incidencia de la pluma
sobre las cuerdas cuando se realiza el trémolo está dado por este componente de
movimiento.
2. Los movimientos laterales de la muñeca son la fuerza principal en la producción del
sonido y muy importantes, junto con el movimiento de rotación, en la calidad e
intensidad del trémolo.
3. El movimiento de rotación del antebrazo sobre su eje es el que nos permite tocar
aisladamente un orden sin tener que levantar la mano: le imprime a esta un giro que
hace pulsar las cuerdas en el momento más bajo del recorrido de la pluma.
4. Los movimientos de flexión y extensión del antebrazo sobre el brazo son los más
gruesos y se involucran cuando hay "saltos" entre órdenes y para colocar la mano
según el orden que se toque. Intervienen también en algún tipo de trémolo y en
sonoridades especiales.
5. El peso del brazo permite manejar diversos tipos de intensidad general.
La idea al describir estos movimientos es lograr hacer conciencia sobre un aspecto
fundamental de esta técnica: el movimiento general de producción del sonido debe
ser homogéneo en todos los órdenes. La incorporación conciente de estos aspectos
llevará a un dominio permanente de la plumada y a un manejo voluntario y discrecional de
las características sonoras que se desean.
TRANSFORMACIONES TIMBRICAS
Son también conocidas como “efectos” o cambios en la sonoridad. Pueden ser clasificados
en 4 tipos: por la región de ataque de la cuerda, por intervención simultánea y/o alternativa
del plectro y otro elemento de la mano, por ataque controlado, por cambio en la articulación.
2. Por intervención simultánea y/o alternativa del plectro y otro elemento de la mano.
El más sencillo es la Pulsación con los dedos al estilo de la guitarra, en donde puede
especificarse la combinación deseada con los mismos códigos de ésta (p, i, m, a,
rasgado).
Puede darse también la Sordina que se produce al colocar la región del carpo sobre las
cuerdas cerca del puente y pulsar con el plectro para lograr un sonido apagado y de
corta duración; a este efecto suele llamársele pizzicato (pizz.) por cierta lejana similitud
con la sonoridad del pizzicato de los instrumentos de cuerda frotada, pero el autor
prefiere el término de sordina, mucho más adecuado a la sonoridad producida. La
Media sordina se produce con el mismo procedimiento básico solo que una vez
producido el sonido se levanta la mano permitiendo mayor duración de dicha
transformación tímbrica.
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Los Armónicos (Arm.) son llamados naturales si se producen en determinados sitios
de la cuerda al aire o artificiales si se producen en relación con algún traste pisado por
los dedos de la mano izquierda. En cuanto a los naturales, los más comunes y fáciles
de producir en un instrumento de escala pequeña como la bandola se dan en los
trastes XII (1/2 de la longitud de la cuerda) que corresponde a la octava, VII (1/3 de
la longitud de la cuerda) que corresponde a una quinta compuesta y V (1/4 de la
longitud de la cuerda) que corresponde a dos octavas. La gráfica siguiente muestra la
notación seguida de la nota real para los armónicos naturales de la tercera cuerda.
Para los armónicos artificiales hay que tener en cuenta que la longitud vibrante de la
cuerda se acorta al pisar con la mano derecha, lo que implica que se “corren” los sitios
para producir los armónicos: si se está pisando en el traste III, el primer armónico
quedará entonces en el traste XV, el segundo en el traste X y el tercero en el VIII. Para
los armónicos artificiales lo más común es utilizar la notación romboidal y la indicación
de Arm. sin especificar traste. La mano derecha debe adoptar una disposición en la
que el plectro es sujetado entre el pulgar y el dedo medio, dejando el índice libre para
operar sobre las cuerdas.
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con el plectro y el paso de la uña del dedo medio por detrás del plectro. Es un efecto
difícil de lograr.
El Delay es similar al eco, con la diferencia de que el doble sonido se logra pulsando
en diferente momento cada una de las dos cuerdas del mismo orden. Esta
transformación tímbrica fue llamada así por la similitud con el efecto que se logra en
una consola de sonido. En relación con el trémolo, se describen distintas calidades del
mismo: se habla de trémolo controlado cuando se hace en algún tipo de subdivisión
exacta, de trémolo libre o cerrado cuando se busca una sonoridad más constante y se
hace una ligera flexión del dedo pulgar para que el plectro incida sobre las cuerdas en
cierto ángulo diagonal, y de zumbido cuando este ángulo se exagera hasta que la
incidencia del plectro es prácticamente perpendicular a las cuerdas, generando mucho
ruido de frotación entre ellos. Por supuesto, este zumbido es mucho más fácil de lograr
en los órdenes graves debido a la presencia del entorchado. Otra manera de producir
el zumbido es girando el plectro y atacando no con una de sus puntas sino con un lado;
este último es especialmente útil cuando se trata de “zumbar” acordes.
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y mordentes rectos mediante la distribución de los sonidos en varias cuerdas y no
mediante la articulación con los dedos de la mano izquierda. Dependiendo de la
duración en que se mantengan los dedos de las notas auxiliares (si se trata de un
adorno) o si la escritura lo indica, se llega a producir pequeños clusters.
Se describe también el Trino sin articular, que consiste en pisar separadamente cada
cuerda de un mismo orden y tremolar con el plectro. Por supuesto que es útil como
efecto sonoro pero no reemplaza la ejecución precisa de un trino.
BIBLIOGRAFIA
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EL DIAPASON CROMATICO DE LA BANDOLA
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EJERCICIOS DE PLUMADA CON CUERDAS AL AIRE
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Práctica con combinación de cuerdas al aire.
Serie 1
Serie 2
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Práctica con dos órdenes contiguos:
Se utilizará la plumada alterna así: para el orden grave y para el orden agudo.
1. Inicialmente libre para fijar los movimientos e impulsos.
2. Regular, conservando una velocidad de pulso, iniciando hacia arriba o abajo.
3. Con acentuación:
- Regular: cada 2, 3, 4 plumadas.
- Irregular: libre, mezclas de cada 2, 3 o 4 plumadas.
Serie 3
Ejercicio combinado.
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Práctica con ostinato en órdenes extremos
Serie 4
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EJERCICIOS PARA LA MANO IZQUIERDA
Esta serie debe hacerse sin pulsar las cuerdas con la pluma para producir el sonido solo con
la acción directa (como de martilleo) de los dedos sobre las cuerdas y el diapasón. Tiene
como objetivos fortalecer los dedos, identificar la fuerza necesaria para vencer la tensión de
las cuerdas y promover la independencia de cada dedo. Como ya se dijo, es muy importante
mantener la posición pasiva de los dedos que están por detrás del que está ejercitándose y
evitar movimientos contrarios de apertura.
a. 0 - 1 - 2 - 3 – 4
b. 0 - 1 - 0 - 2 - 0 - 3 - 0 - 4
c. 0 - 1 - 0 - 1 - 2 - 0 - 1 - 2 - 3 - 0 - 1 - 2 - 3 - 4
d. 0 - 2 - 0 - 3 - 0 – 4
e. 0 - 2 - 3 - 4
f. 0 - 1 - 3 - 4
g. 0 - 1 - 2
h. 0 - 1 - 3
i. 0 - 1 - 4
j. 0 - 2 - 3
k. 0 - 2 - 4
l. 0 - 3 - 4
En esta serie se mantienen las condiciones de usar solamente los dedos de la mano izquierda
sin intervención de la plumada. Al ir retirando los dedos las cuerdas son haladas o
"pellizcadas" hacia atrás, de tal manera que el dedo activo hace sonar la nota
correspondiente al dedo pasivo indicado entre paréntesis. Tiene los mismos objetivos de la
serie anterior, además de preparar para la ejecución de ornamentos con ligadura.
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descendente) y plumada alterna con diversos ataques y combinaciones de ataque.
La escala cromática
Es la escala formada por semitonos sucesivos ascendentes o descendentes. Para escribir una
escala cromática se usan generalmente los sostenidos para el movimiento ascendente y los
bemoles para el movimiento descendente, aunque esto también depende de la armadura de
clave de la tonalidad en que estemos trabajando y del movimiento armónico subyacente a
la línea melódica.
Toda sucesión de semitonos es llamada sucesión cromática y en ella pueden distinguirse dos
tipos de semitonos:
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EJERCICIOS SOBRE LA ESCALA CROMATICA
Serie 1
Es muy importante trabajar este ejercicio conservando estrictamente la velocidad del pulso
(uso de metrónomo) y manteniendo la plumada alterna. En los momentos de trabajar
corcheas, tresillos y semicorcheas acentuar la primera nota de cada uno de estos grupos. Se
trabajarán dos tipos de digitación: en el primero de ellos se utilizan las cuerdas al aire y
solamente se dan dos cambios de posición en el primer orden; en el segundo tipo de
digitación se omiten las cuerdas al aire y se producen cambios de posición en todos los
órdenes.
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Serie 2
Este ejercicio mantiene la velocidad de la pulsación, cambiando el número de pulsaciones en
cada una de las notas de la escala. Se usarán los dos tipos de digitación ya mencionados.
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Serie 3
Combina dos dificultades diferentes: la acentuación ternaria en la plumada con el trabajo
activo-pasivo de los dedos de la M. I. Mantener la acentuación sobre el dedo en posición
activa.
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Serie 4
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Para fortalecimiento y coordinación de los dedos deben hacerse las siguientes series de
ejercicios así:
Serie 1
Serie 2
Escribir dos series más en otras cuerdas y practicarlas siguiendo los pasos ya
descritos.
Duetos
Miniatura. Guabina No. 1
Escalas tipo.
Estos modelos de escala se combinan unos con otros para ser ampliadas de una
hasta dos octavas.
Ejercicio: escribir al pentagrama todas las escalas que se pueden hacer con estos
modelos en 1 y/o 2 octavas.
Ejercicio con escala de Sol mayor (G).
Involucra la dificultad de ejecutar divisiones del pulso cada vez menores. Como ya
se dijo es básico mantener la velocidad del pulso y cuidarla especialmente en los
cambios de división binaria a ternaria y viceversa.
NOTA: Para ilustrar el ejercicio se usó la escala de A (modelo 3). Este ejercicio debe
trasladarse a los otros modelos de escalas en dos octavas y practicarse a diario para
adquirir velocidad y destreza en su ejecución, así como un conocimiento amplio del
diapasón en primera posición.
Duetos.
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31