Sindrome de Down
Sindrome de Down
Sindrome de Down
En el presente trabajo se hablará sobre el síndrome de Down y los efectos que este
mal congénito trae a las personas que lo padecen, así como los problemas que trae
a la sociedad.
Es por ello que la investigación documental y virtual que ahora se presenta tiene
el objetivo de aportar un grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar y prevenir el
síndrome de Down y ayudar de alguna manera positiva a este problema
social…porque considero que todos educamos y para muestra es este documento
donde van autores de libros y sitios web, investigadores, opiniones y experiencias
de los protagonistas, porque hasta los estudiantes nos enseñan a enseñar mejor y
nosotros como educadores a que sepan construir sus propios aprendizajes
propiciando su aprendizaje por descubrimiento o perspicacia cultural y biológica.
Síndrome de Down
Llegados a este punto, debemos de dejar claro que, la aparición de esta trisomía
puede acontecer en el momento de la fecundación, durante el desarrollo del óvulo
o del espermatozoide o, inmediatamente después de su encuentro, durante la
primera o segunda división celular.
Genética
Las células del ser humano poseen cada una en su núcleo 23 pares de
cromosomas. Cada progenitor aporta a su descendencia la mitad de la información
genética, en forma de un cromosoma de cada par. 22 de esos pares se
denominan autosomas y el último corresponde a los cromosomas sexuales (X o Y).
Tradicionalmente los pares de cromosomas se describen y nombran en función de
su tamaño, del par 1 al 22 (de mayor a menor), más el par de cromosomas sexuales
antes mencionado. El cromosoma 21 es el más pequeño, en realidad, por lo que
debería ocupar el lugar 22, pero un error en la convención de Denver del año 1960,
que asignó el síndrome de Down al par 21 ha perdurado hasta nuestros días,
manteniéndose por razones prácticas esta nomenclatura. El cromosoma 21
contiene aproximadamente el 1% de la información genética de un individuo en algo
más de 400 genes, aunque hoy en día sólo se conoce con precisión la función de
unos pocos.
Aunque nadie sabe con certeza la razón por la que el Síndrome de Down ocurre y
aunque no hay forma de evitar el error de cromosomas que lo ocasiona, los
científicos saben que las mujeres que conciben a partir de los 35 años aumentan
significativamente su riesgo de tener un bebé con esta condición. A los 30 años, por
ejemplo, una mujer tiene una probabilidad de 1 en 900 casos de concebir un niño(a)
con síndrome de Down. Esta probabilidad incrementa a 1 en 350 a los 35 años. A
los 40 años, el riesgo es de 1 caso entre 100.
El dato arqueológico más antiguo del que se tiene noticia sobre el síndrome de
Down es el hallazgo de un cráneo sajón del siglo VII, en el que se describieron
anomalías estructurales compatibles con un varón con dicho síndrome. También
existen referencias a ciertas esculturas de la cultura olmeca que podrían
representar a personas afectadas por el SD.
En ese año el médico inglés John Langdon Down trabajaba como director del Asilo
para Retrasados Mentales de Earlswood, en Surrey, realizando un exhaustivo
estudio a muchos de sus pacientes. Con esos datos publicó en el London Hospital
Reports un artículo titulado: "Observaciones en un grupo étnico de retrasados
mentales" donde describía pormenorizadamente las características físicas de un
grupo de pacientes que presentaban muchas similitudes, también en su capacidad
de imitación y en su sentido del humor.
En 1961 un grupo de científicos (entre los que se incluía un familiar del Dr. Down)
proponen el cambio de denominación al actual "Síndrome de Down", ya que los
términos "mongol" o "mongolismo" podían resultar
ofensivos. En 1965 la OMS (Organización Mundial de la Salud) hace efectivo el
cambio de nomenclatura tras una petición formal del delegado de Mongolia. El
propio Lejeune propuso la denominación alternativa de "trisomía 21" cuando, poco
tiempo después de su descubrimiento, se averiguó en qué par de cromosomas se
encontraba el exceso de material genético.
En realidad la línea de pensamiento seguida por Melero (1983), nos gusta y nos
convence en gran parte, aunque no sin detectar por ello una serie de lagunas. Ellos
ven a estas personas como otro tipo de seres humanos, con una constitución física
y mental característicamente diferenciada, que los distingue de los demás niños que
llamamos "normales".
Lo importante es tener en cuenta que todo niño, con síndrome de Down o sin él, es
una persona individual, cuyo desarrollo de su personalidad y de su ser físico y
mental, dependerá de los factores genéticos hereditarios y de las influencias
culturales y ambientales que, unidas, distinguen a toda persona de cualquier otra.
Todos los factores mencionados van a componer un potencial con el que contamos
los educadores para hacer que el aprendizaje sea lo más efectivo posible, ya que
nada se puede hacer para cambiar el hecho de un niño nacido trisómico-21 a nivel
médico, pero mucho se puede hacer para mejorar a estos sujetos a fin de que
puedan ser más capaces de ser ellos mismos, tanto física como emocional o
intelectualmente.
Lo cierto es que con respecto al concepto de deficiente mental, los niños trisómicos-
21 no deben ser considerados como subnormales, sino como un ser diferente, ya
que al hablar de subnormal en este caso, además de realizarse una imprecisión
del término, da automáticamente una carga negativa a la persona con dicho
síndrome. Por eso lo mejor sería utilizar la anomalía que padezca: parálisis
cerebral, síndrome de Down….o en su defecto el término genérico diferente.
Desde que en 1866, Langdon Down reconociera este síndrome como un entidad
clínica por primera vez, y considerara que estos enfermos guardaban una gran
similitud con las gentes de razas orientales, llegando incluso a utilizar el término
"mongólico" para describir algunas de las características de su aspecto, se han ido
sucediendo distintas teorías sobre la etiología de este síndrome, alguna de ellas tan
poco sólidas como la que dio Crookshank en su libro " The Mongol in our midst "
publicado en 1924.
El fundamento que escoge esta teoría no es sólido, ya que cae por su propio peso
si lo aplicamos al caso de niños gemelos. Según esta teoría, ambos niños gemelos
deberían ser trisómicos-21, pero se han dado bastantes casos en los que uno de
los gemelos es trisómico-21 y el otro no.
Los críticos exponen que esta teoría confunde defecto con causa. El hecho de que
aparezca algún problema endocrino en el niño trisómico, no es razón suficiente
para afirmar que esta sea la causa.
Concretamente Schachter afirma que las madres suelen ser de más edad que su
cónyuge en el momento de nacer el trisómico-21. También muestran un estudio en
base a la menstruación: ésta tiene su aparición más tarde en madres con niños
trisómicos que en aquellas que no presentan esta peculiaridad. En realidad se trata
sólo de reglas anormales tanto en cantidad como en ritmo. Pero este dato no nos
proporciona la razón que buscamos.
Dentro de esta teoría hay personas que afirman que el hecho de engendrar en
estado de embriaguez es un factor causante de la trisomía - 21.
Al igual que las teorías anteriores, esta teoría no se sostiene porque los estudios
reflejan el nacimiento de niños trisómicos en familias que no presentan ninguna tara
precedente.
Teoría del origen genético
Los defensores de esta teoría aseguran que las alteraciones genéticas pueden
determinar que el niño sea trisómico- 21.
Esta teoría es una de las más apoyadas hasta el momento, pero aún no ha llegado
a dar una explicación científica concluyente.
Cerebropatías:
El Dr. Karl Koëning, ha seguido esta línea de pensamiento. Según este autor tres
son los factores principales que dan una visión sobre la situación etiológica de la
trisomía-21:
Las enfermedades infecciosas, las crisis morales y psíquicas durante los tres
primeros meses de gestación pueden dar como consecuencia el nacimiento de
un niño trisómico-21.
Situación actual en torno a la etiología del trisómico-21
Como principal problema social se tiene un alto índice de alfabetismo, bajo índice
de personas con este síndrome que poseen estudios secundarios y/o FP y
aislamiento social, ya que no existe una integración real, porque los talleres se
dedican a ellos nada más, limitándoles el contacto con otras personas.
Considero que a estas personas no se les debe limitar el contacto con otro tipo de
personas que no tengan su misma patología, ya que sería tendencia a
ladiscriminación, y por otro lado, veo lógico que se quieran relacionar con personas
que tengan sus mismas características, porque a mí personalmente me gusta
relacionarme con personas afines a mí, que tengan gustos parecidos, luchen por
cosas comunes, tal vez me aburriría con otro tipo de personas, pero esto no quiere
decir que limite mi relación con personas afines sino que se debe de ampliar el
campo. Del mismo modo, una persona con síndrome Down, como persona, tiene la
necesidad de relacionarse, habrá algunos que prefieran tener en su grupo de
amigos a personas con las mismas características y otros que, por el contrario, no.
Tratamiento
Los individuos con grandes dificultades para el aprendizaje a menudo han sido
internados en instituciones, pero se ha comprobado que deben vivir en su domicilio,
donde desarrollan de forma más completa todo su potencial. La adaptación
curricular permite en muchos casos una integraciónnormalizada en colegios
habituales, aunque deben tenerse en cuenta sus necesidades educativas
especiales. La edad mental que pueden alcanzar está todavía por descubrir, y
depende directamente del ambiente educativo y social en el que se desarrollan.
Cuando este es demasiado protector, los chicos y chicas tienden (al igual que
ocurriría en una persona sin SD) a dejarse llevar, descubriendo escasamente sus
potencialidades. Los contextos estimulantes ayudan a que se generen conductas
de superación que impulsan el desarrollo de la inteligencia. Como consecuencia, es
imposible determinar los trabajos y desempeños que pueden conseguir durante la
vida adulta. Potenciar sus iniciativas y romper con los planteamientos estáticos que
históricamente les han perseguido son compromisos sociales ineludibles que
las sociedades actuales deben atender.
Atención temprana
Las personas que padecen síndrome de Down son en comparación con sus
compañeros mucho más pequeños y su desarrollo físico e intelectual es más lento.
Además de estos problemas físicos, los niños con síndrome de Down
manifiestan problemas de salud, especialmente problemas respiratorios. También
tienen problemas visuales como los ojos cruzados y la miopía al igual que la
deficiencia del habla y del oído.
En el caso de los recién nacidos, una tercera parte de los bebés con esta
enfermedad posee problemas cardíacos, otros con problemas gastrointestinales
que pueden ser corregidos mediante una intervención quirúrgica.
Algunos individuos con síndrome de Down pueden tener también una condición
llamada Inestabilidad Atlantoaxial, que representa una desalineación en las
primeras dos vértebras del cuello, esto trae como consecuencia que los individuos
con este problema sean más propensos a contraer heridas al practicar deportes u
otras actividades que requieran movimientos intensos. Y otra de las características
de las personas afectadas con este mal es que son muy propensas a subir de
peso, por eso sería adecuado mantenerlos desde niños con una dieta balanceada.
Chris Burke
Nació el 26 de agosto de 1965, en Point Lookout, Nueva York, mejor conocido por
su personaje Charles "Corky" Thatcher en la serie de televisión Life Goes On (La
vida Sigue).
El primer objetivo de Chris era ser bailarín de Tap. Luego pasa a actuar en la
Escuela Don Guanella por el hecho de su condición no le dejó de ser un buen
bailarín. Entonces decidió seguir asistiendo a clases nocturnas, realizar audiciones,
escribir guiones y la lectura de libros.
Para nosotros lo más lógico sería que estuviesen en colegios ordinarios, y dentro
de estos, y si fuera necesario, que en cada aula además del tutor hubiese
un profesor de apoyo con la finalidad de que el trabajo sea en común.
Si la tarea educativa se toma con la seriedad que debe, significa una fuente de
desarrollos positivos para todas las personas que se ocupan de la educación de
estos niños. Ya no se les debe juzgar tan sólo por su aspecto externo, ni por su
"inteligencia" insuficiente, medida con los testestandarizados, o según sus
posibilidades de rendimiento productivo, o su utilidad social condicionada, sino que
para el educador es definitivo el aceptarles por su idiosincrasia.
A todo este queremos añadir que la familia juega un papel muy importante para una
correcta educación de estos niños, tanto dentro como fuera de la escuela.
BIBLIOGRAFÍA