Qué Sabemos de La Muerte de San Pedro en Roma

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

¿Qué sabemos de la muerte de San

Pedro en Roma?
La muerte de Pedro habría tenido lugar durante la persecución
de Nerón (54-68). Incuestionablemente admitida por la tradición la
crucifixión de Pedro, tal tradición se basa aquí en la “Carta de
Dionisio, obispo de Corinto a Timoteo”, que reza como sigue:

“¡Oh hermano mío Timoteo! ¡Si hubieses sido testigo de los últimos
momentos de estos mártires [se refiere a Pedro y a Pablo, según la versión
en cuestión, ejecutados el mismo día aunque de distinta manera]! ¿Cómo
oír sin llorar la publicación de aquellas sentencias en las que se
decretaba la muerte de Pedro por crucifixión y la de Pablo por
degollación?”.

Que dicha crucifixión fue distinta de la de Jesús y se produjo boca


abajo, es tradición igualmente antigua, cuyo más antiguo testimonio tal
vez sea éste que debemos a Orígenes (185-254) según el cual “Pedro fue
crucificado en Roma, con su cabeza hacia abajo, como él mismo había
deseado sufrir”.

Jacobo de la Vorágine en su “Leyenda Aurea”, uno de los


más importantes tratados hagiográficos medievales escrito hacia el 1264,
nos brinda mayores detalles sobre los hechos:

“En el momento en que Pedro iba a ser crucificado, el apóstol dijo:


“Cuando crucificaron a mi Señor, pusieron su cuerpo sobre la cruz en
posición natural con los pies abajo y la cabeza en lo alto, en esto sus
verdugos procedieron acertadamente, porque mi Señor descendió desde
el cielo a la tierra; a mí en cambio, debéis ponerme de manera distinta;
con la cabeza abajo y los pies arriba; porque además de que no soy digno
de ser crucificado del mismo modo que Él lo fue, yo, que he recibido la
gracia de su llamada, voy a subir desde la tierra hasta el cielo; os ruego
por tanto que al clavar mis miembros a al cruz, lo hagáis en tal forma que
mis pies queden en lo alto y mi cabeza en la parte inferior del madero. Los
verdugos tuvieron a bien acceder a este deseo”. (LeyDor. 139, 2).

En cuanto a la fecha en la que la crucifixión ocurre, todas las


informaciones al respecto apuntan a alguna entre los años 64 y 67
d.C.. San Isidoro de Sevilla, en su obra “Nacimiento y muerte de
los santos”, transcrita a estos efectos por Jacobo de la Vorágine, la
sitúa “treinta y seis después de la muerte de Cristo”, y dado que las fechas
más probables de la muerte de Jesús a partir de la interpretación de los
datos evangélicos son el 7 de abril del año 30 y el 3 de abril del año 33,
ello situaría la crucifixión de Pedro entre los años 66 y 69 d.C..

Jacobo de la Vorágine nos dice al respecto:

“San Pedro llegó a Roma el año cuarto del Imperio de Claudio [lo
que situaría el evento en el año 45 de nuestra era y la muerte del apóstol
en el 70] y en esta ciudad permaneció veinticinco años gobernando su
iglesia” (op. cit. 89)

Mucho se va a insistir en los primeros tiempos de la Iglesia en que


el martirio de Pedro tuvo lugar el mismo día que el de Pablo. Como
muestra de la insistencia en ese sentido, valga este párrafo de la “Carta
de Dionisio, Obispo de Corinto, a los romanos”transcrita en esta
ocasión en la “Historia Eclesiástica” de Eusebio de Cesarea,
escrita hacia el primer cuarto del s. IV:

“En esto también vosotros, por medio de semejante amonestación,


habéis fundido las plantaciones de Pedro y de Pablo, la de los romanos y
la de los corintios, porque después de plantar ambos en nuestra Corinto,
ambos nos instruyeron, y después de enseñar también en Italia en el
mismo lugar, los dos sufrieron el mismo martirio en la misma
ocasión” (HistEc. 2, 25, 8).

También podría gustarte