Derecho Penal. Faltas
Derecho Penal. Faltas
Derecho Penal. Faltas
LIBRO TERCERO
FALTAS
2018
LIBRO TERCERO: FALTAS
CONCEPTO DE FALTAS:
García Rada quien en su "Manual de Derecho Procesal Penal" refiere que: "Teniendo como base las
dos grandes categorías que sanciona el Código Penal, existen los procesos por delitos y los procesos
por faltas. Se fundan en un criterio cuantitativo, tomando en cuanto la gravedad de la infracción y
de la pena señalada en la ley. Se justifica este proceso diciendo que existe conveniencia en que las
infracciones de escasa relevancia social de ámbito delictual restringido y sancionado con Pena
Leve, se sometan a un procedimiento rápido y sencillo.
San Martín Castro enseña que "las faltas son simples injustos menores en relación con los delitos;
no hay entre ambas diferencias cualitativas, pues sus elementos son exactamente iguales, pero como
quiera que las faltas conciernen sanciones más leves, y están referidas a vulneraciones a bienes
jurídicos, de menor intensidad, es del caso, tratarlas distintamente en función a la simple diferencia
cuantitativa que existen entre ellos". De modo tal que el criterio diferenciador entre el delito y la
falta se sustenta en un criterio puramente cuantitativo, pero que tiene en cuenta la gravedad de la
infracción y la pena.
Jiménez de Asúa, determina que la falta “no es otra cosa que el delito venial, y, por consiguiente,
entre ella y el delito propiamente dicho, no hay diferencia cualitativa como se pretende sino
meramente cuantitativa”.
Como se ha señalado la diferencia esencial que existe entre los delitos y faltas, es pues un criterio
puramente cuantitativo, en razón a que se mantiene tanto los elementos objetivos y subjetivos del
tipo penal al momento de efectuar el juicio de tipicidad.
Es pues, esa diferencia cuantitativa la que permite distinguir las faltas de los delitos, y en el caso
sub materia, tanto el delito de LESIONES como el de FALTAS CONTRA LA PERSONA, el bien
jurídico penalmente protegido, a través de su descripción típica, es la SALUD INDIVIDUAL,
precisando que cuando el codificador prohíbe los graves daños en la estructura somática o en la
salud de las personas, no hace más que asumir un concepto comprensivo de salud, en su aspecto
físico y psíquico.
Son aplicables a las faltas las disposiciones contenidas en el Libro Primero, con las modificaciones
siguientes:
1. No es punible la tentativa, salvo en el caso de las faltas previstas en el primer y segundo párrafos
de los artículos 441° y 444°.
2. Solo responde el autor.
3. Las penas que pueden imponerse son las limitativas de derechos y multa, salvo los casos de
reincidencia o habitualidad en faltas dolosas reguladas en los artículos 441° y 444°, en cuyos casos
se reprime con pena privativa de libertad del delito aplicable.
7. Constituye circunstancia agravante la reincidencia. El juez puede aumentar la pena hasta el doble
del máximo legal fijado, salvo en el caso de reincidencia en las faltas dolosas previstas en los
artículos 441° y 444°, según lo dispuesto en el numeral 3 del presente artículo.
El que, de cualquier manera, causa a otro una lesión dolosa que requiera hasta diez días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de cuarenta a sesenta jornadas, siempre que no concurran circunstancias o medios
que den gravedad al hecho, en cuyo caso será considerado como delito.
Cuando la lesión se causa por culpa y ocasiona hasta quince días de incapacidad, la pena será de
sesenta a ciento veinte días-multa”.
El bien jurídico protegido, al igual que en el delito de lesiones, es la salud, tanto en su aspecto físico
como psíquico. En la doctrina se ha discutido si lo que se tutela es la integridad física y la salud de
las personas, como dos bienes jurídicos distintos, o únicamente la salud. Pareciera que es preferible
tomar como concepto único la salud que engloba tanto la integridad corporal como mental de la
persona.
El artículo en comento prevé en sus tres párrafos, en el ámbito de las faltas contra las personas, las
figuras de lesiones dolosas simples, lesiones dolosas agravadas y lesiones culposas,
respectivamente.
Concordante con la sistemática del libro II, el legislador ha colocado en primerísimo lugar a las
faltas contra la persona, atendiendo, sin duda alguna, a la prevalencia constitucional de la persona
humana. Es lógico que se abra el catálogo de las faltas para tutelar bienes jurídicos relativos a la
integridad física y salud de aquel cuya defensa y respeto de su dignidad son considerados el fin
supremo de la sociedad y del Estado.
La condición del sujeto activo y del sujeto pasivo de las faltas de lesiones, sean estas dolosas o
culposas, la puede tener cualquier persona, sin que se requiera cualidad especial. Sin embargo,
tratándose de la figura agravada prevista en el segundo párrafo, se exige que el sujeto pasivo sea
menor de catorce años y que el sujeto activo sea el padre, madre, tutor, guardador o responsable de
la víctima o los agentes de violencia familiar (cónyuges, convivientes, ascendientes, descendientes,
parientes colaterales hasta el cuarto grado consanguinidad y segundo de afinidad o quienes habitan
en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales), según lo prescrito
en la Ley 26260.
b) Acción
Las faltas de lesiones dolosas deben ser apreciadas en relación con el tipo correspondiente al delito
de lesiones leves, previsto en el art. 122° del Código Penal, y las faltas de lesiones culposas en
relación con el tipo del delito de lesiones culposas del art. 124° del Código Penal. La única
diferencia entre las faltas y las figuras delictivas precedentemente mencionadas es el menor
menoscabo sufrido por el sujeto pasivo como consecuencia de la conducta del sujeto activo, pero
existe coincidencia en los demás elementos tales como el bien jurídico protegido, conducta típica,
sujetos, tipo subjetivo, etc. Como es de constatarse, la diferencia cuantitativa radica únicamente en
la menor cantidad de días de asistencia o descanso que, según prescripción facultativa, requerirá el
sujeto pasivo de las faltas (hasta diez días en las lesiones dolosas y hasta quince días en las lesiones
culposas).
La acción típica consiste en la causación al prójimo de una lesión que requiera hasta diez días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa. Salinas Siccha señala que lesión es “el daño
causado dolosamente a la integridad corporal o salud de un tercero” . Por su parte, Portocarrero
Hidalgo precisa que “lesión es el daño en el cuerpo o en la salud de una persona, aunque la corriente
moderna se orienta simplemente a un daño en la salud, porque considera que le daño al cuerpo está
comprendido en la salud” .
Un aspecto importante de las faltas contra la persona es que el resultado lesivo, esto es, el
menoscabo en la salud física o mental del sujeto pasivo causado por la acción del agente puede ser
ocasionado “de cualquier manera”, es decir, a través de cualquier medio. Esto nos lleva
directamente al concepto de lesión corporal y nos permite sostener que lo trascendente es la
causalidad relacionada con el resultado de la lesión y no tanto la modalidad de la acción generadora
de la afectación de la salud física o metal de la víctima. Como cuenta Jaen Vallejo , esta cuestión ha
sido planteada y resuelta en la jurisprudencia en la legislación española con ocasión de la sentencia
del Tribunal Supremo del 9 de junio de 1998, en la que consideró que “el someter a un niño de once
años a presenciar el asesinato de su hermana, luego de haberle dado explicaciones crípticas, que no
pueden sino aterrorizado, reúne todos los elementos conceptuales de una lesión corporal” . De allí
que sea plenamente posible que se produzca una falta contra la persona (lesión) sin que el agente
haya intervenido directa o físicamente en el cuerpo de la víctima a través de una acción material
visible. Lo importante será, en todo caso, la causalidad entre la acción y el menoscabo producido en
la salud física o mental del sujeto pasivo. Piénsese, por ejemplo, en la acción de A que, conociendo
la enfermedad de B, le dice falazmente que su esposa ha muerto, lo que provoca en B una
taquicardia o afección cardiaca que requiere hasta diez días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa.
En la figura culposa, prevista en el tercer y último párrafo, el agente infringe el deber objetivo de
cuidado, y debido a ello, sin proponérselo, ocasiona al sujeto pasivo un daño en su salud de hasta
quince día de incapacidad, según prescripción facultativa.
En cuanto al tipo subjetivo, es de observarse que el primer supuesto (primer y segundo párrafo)
exige la concurrencia del dolo. Es decir, el sujeto activo debe actuar con conciencia y voluntad de
lesionar al sujeto pasivo. En lo que se refiere al supuesto del último párrafo, se requiere que el
sujeto activo actúe culposamente, sin proponerse causar una lesión, pero inobservando un deber
objetivo de cuidado que, a la postre, determina el resultado no querido.
“El que maltrata de obra a otro, sin causarle lesión, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de diez a veinte jornadas.
En la falta de maltrato de obra, prevista por este artículo, el bien jurídico tutelado, siguiendo la
doctrina mayoritaria, es la dignidad de la persona humana. Creemos que no puede ser la integridad
o la salud porque la acción del agente justamente no debe causar lesión alguna. De lo contrario, nos
encontraríamos frente a la figura de la falta de lesiones del artículo anterior.
2.2. Tipo objetivo
a) Sujeto activo y sujeto pasivo
En el supuesto del primer párrafo, sujeto activo y sujeto pasivo, puede serlo cualquiera, sin
requerirse condición alguna. En cambio, en el supuesto agravado del segundo párrafo se exige que
el sujeto activo sea el cónyuge o el concubino de la víctima.
b) Acción
La acción típica consiste en un maltrato que excluye la lesión como resultado. El maltrato de obra
puede tratarse un golpe de puño, una bofetada, un empujón o un puntapié leve que no trascienda
más allá de la simple acción, es decir, que no produzca daño o resultado lesivo en la integridad
física o la salud de la víctima. Cuantitativamente hablando, ello significa que el pronunciamiento
médico legal practicado al agraviado no haya establecido asistencia o descanso. En opinión que
compartimos, Calderón Cerezo y Choclán Montalvo señalan que los maltratos constituyen un tipo
residual respecto de la falta de lesiones. Ello es así porque lo que constituya lesión, dentro los
parámetros del art. 441° del Código Penal, constituirá falta de maltrato.
En el Derecho comparado, el segundo párrafo del art. 617.2 del Código Penal español recoge un
tipo agravado en el que sujetos pasivos pueden ser el cónyuge o persona a quien se halle ligado de
forma estable por análoga relación de afectividad, o los hijos propios, o del cónyuge conviviente,
pupilos, ascendientes, siempre en cuando convivan con él. El tipo agravado nacional, en cambio,
prevé únicamente la acción del cónyuge o concubino como agentes.
En el plano del tipo subjetivo, debe señalarse que el tipo exige la concurrencia del dolo. Es decir, el
agente debe actuar con conciencia y voluntad de maltratar al sujeto pasivo.
“El que arroja a otro objetos de cualquier clase, sin causarle daño, será reprimido con prestación
de servicio comunitario de diez a quince jornadas”.
Al no producirse la acción del agente daño en la integridad o salud del sujeto pasivo, nos parece que
el bien jurídico tutelado en este caso es la dignidad de la persona humana.
b) Acción
Las lesiones exigen que se haya producido un menoscabo en la integridad o salud de la víctima. De
allí que de esta constatación se infiera que no basta golpear, maltratar o agredir, sino que la acción
del agente debe producir necesariamente un resultado verificable en la persona del sujeto pasivo.
Sin embargo, en las faltas de agresión, al igual que en las de maltrato, lo característico es que la
acción del agente no produzca daño o resultado lesivo alguno en el sujeto pasivo. La acción del
sujeto activo consiste precisamente en arrojar a otros objetos de cualquier naturaleza, pero sin que la
víctima sufra perjuicio en su integridad o salud.
Pareciera que no existe una diferencia sustancial, entre la figura comentada y la de maltrato del
artículo anterior. Podría pensarse, inclusive, que la acción de arrojar a otro, objetos de cualquier
clase, puede ser incluida en un concepto amplio de maltrato de obra. Piénsese, en este sentido, que
no habría mucha diferencia entre arrojar un objeto sin causar daño alguno y empujar o propinar una
bofetada que no ocasionen lesión al sujeto pasivo. En ambos casos no existe resultado de lesión y
las acciones no son cualitativamente diferentes. Siendo ello así, es admisible sostener que no habría
ningún problema en que el legislador pudiese eliminar la figura de la agresión sin daño, puesto que
el supuesto fáctico que regula bien puede ser contemplado dentro de un concepto amplio de
maltrato de obra.
El agente debe obrar dolosamente, es decir, con conciencia y voluntad de agredir al sujeto pasivo
pero sin causarle daño alguno.
“El que realiza cualquiera de las conductas previstas en los artículos 185°y 205, cuando la acción
recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase una remuneración mínima vital, será reprimido con
prestación de servicio comunitario de cuarenta a ciento veinte jornadas o con sesenta a ciento
ochenta días-multa, sin perjuicio de la obligación de restituir el bien sustraído o dañado.
La misma pena se impone si el agente realiza la conducta prevista en el primer párrafo del artículo
189-A, cuando la acción recae sobre ganado cuyo valor no sobrepase una remuneración mínima
vital.”
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona; Sujeto Pasivo.- Cualquier persona;
Comportamientos.- apoderarse ilegítimamente de un bien total o parcialmente ajeno, y dañar,
destruir o inutilizar.
Grados de desarrollo: Consumación.- Cuando se apodera, daña, destruye o inutiliza un bien total o
parcialmente ajeno.
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona; Sujeto Pasivo.- Cualquier persona;
Comportamientos.- Recibir una señal de satélite
Grados de desarrollo: Consumación.- Cuando se recibe una señal de satélite, a sabiendas que fue
originariamente decodificada.
“Será reprimido con prestación de servicio comunitario de diez a veinte jornadas: 1. El que se
apodera para su consumo inmediato, de comestibles o bebidas de escaso valor, o en pequeña
cantidad. 2. El que se hace servir alimentos o bebidas en un restaurante, con el designio de no
pagar, o sabiendo que no podía hacerlo.”
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona; Sujeto Pasivo.- Cualquier persona;
Comportamientos.- Apoderarse para su consumo, o hacer servir alimentos con el designio de no
pagar.
“El que penetra, por breve término, en terreno cercado, sin permiso del dueño, será reprimido con
veinte a sesenta días- multa.”
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona: Sujeto Pasivo.- Cualquier persona;
Comportamientos.- Penetrar por breve termino en un terreno ajeno
Grados de desarrollo: Consumación.- Cuando penetras en el terreno ajeno.
“El encargado de la custodia de ganado o de animal domestico que lo introduce o lo deja entrar
en inmueble ajeno sin causar daño, no teniendo derecho o permiso para ello, será reprimido hasta
con veinte días – multa”
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona (el encargado, o custodio); Sujeto Pasivo.-
Cualquier persona; Comportamientos.- Introducir o dejar entrar en inmueble ajeno sin causar daño
(acción u omisión) ,
“El que organiza o participa en juegos prohibidos por la ley, será reprimido hasta con sesenta
días - multa”
Tipicidad Objetiva: Sujeto Activo.- Cualquier persona; Sujeto Pasivo.- Cualquier persona;
Comportamientos.- Organizar o participar en juegos prohibidos
CONCLUSIONES
1.- Una falta o contravención, en Derecho penal, es una conducta antijurídica que pone en peligro
algún bien jurídico protegible, pero que es considerado de menor gravedad y que, por tanto, no es
tipificada como delito.
2.- Las faltas cumplen con todos los mismos requisitos que un delito (tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad). La única diferencia es que la propia ley decide tipificarla como falta, en lugar de
hacerlo como delito, atendiendo a su menor gravedad.