Sacro Imperio Romano Germánico
Sacro Imperio Romano Germánico
Sacro Imperio Romano Germánico
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962-1806
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Bandera Escudo
Evolución del territorio del Sacro Imperio Romano Germánico desde su fundación hasta
su desaparición
Religión Catolicismo
Luteranismo
Calvinismo
• 800-814 Carlomagno
• 962-973 Otón I
• 1792-1806 Francisco II
rey de romanos
• 1111–1125 Enrique V
• 1764-1765 José II
Superficie
• 800 470,000 km²
Población
• 800 est. 2,345,000
Densidad 0 hab./km²
Densidad 0 hab./km²
Densidad 0 hab./km²
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Moneda Pfennig
El Sacro Imperio Romano Germánico5 (en alemán: Heiliges Römisches Reich;
en latín: Sacrum Romanum Imperium o Sacrum Imperium Romanum6—para distinguirlo
del Reich alemán de 1871—, y también conocido como el Primer Reich o Imperio
antiguo) fue una agrupación política ubicada en la Europa occidental y central, cuyo
ámbito de poder recayó en el emperador romano germánico desde la Edad Media hasta
inicios de la Edad Contemporánea.
Su nombre deriva de la pretensión de los gobernantes medievales de continuar la tradición
del Imperio carolingio(desaparecido en el siglo X), el cual había revivido el título de
Emperador romano en Occidente,7 como una forma de conservar el prestigio del
antiguo Imperio romano. El adjetivo «sacro» no fue empleado sino hasta el reinado
de Federico Barbarroja (sancionado en 1157) para legitimar su existencia como la santa
voluntad divina en el sentido cristiano. Así, la designación Sacrum Imperium fue
documentada por primera vez en 1157,8 mientras que el título Sacrum Romanum
Imperium apareció hacia 11848 y fue usado de manera definitiva desde 1254. El
complemento Deutscher Nation (en latín: Nationis Germanicæ) fue añadido en el siglo
XV.
El Imperio se formó en 962 bajo la dinastía sajona a partir de la antigua Francia
Oriental (una de las tres partes en que se dividió el Imperio carolingio). Desde su
creación, el Sacro Imperio se convirtió en la entidad predominante en la Europa central
durante casi un milenio hasta su disolución en 1806. En el curso de los siglos, sus
fronteras fueron considerablemente modificadas. En el momento de su mayor expansión,
el Imperio comprendía casi todo el territorio de la actual Europa central, así como partes
de Europa del sur. Así, a inicios del siglo XVI, en tiempos del emperador Carlos V,
además del territorio de Holstein, el Sacro Imperio
comprendía Bohemia, Moravia y Silesia. Por el sur se extendía hasta Carniola en las
costas del Adriático; por el oeste, abarcaba el condado libre de Borgoña (Franco-
Condado) y Saboya, fuera de Génova, Lombardía y Toscana en tierras italianas. También
estaba integrada en el Imperio la mayor parte de los Países Bajos, con la excepción
del Artois y Flandes, al oeste del Escalda.
Debido a su carácter supranacional, el Sacro Imperio nunca se convirtió en un Estado
nación o en un Estado moderno; más bien, mantuvo un gobierno monárquico y una
tradición imperial estamental. En 1648, los Estados vecinos fueron constitucionalmente
integrados como Estados imperiales. El Imperio debía asegurar la estabilidad política y
la resolución pacífica de los conflictos mediante la restricción de la dinámica del poder:
ofrecía protección a los súbditos contra la arbitrariedad de los señores, así como a los
estamentos más bajos contra toda infracción a los derechos cometida por los estamentos
más altos o por el propio Imperio.
Entonces, el Imperio cumplió igualmente una función pacificadora en el sistema de
potencias europeas; sin embargo, desde la Edad Moderna, fue estructuralmente incapaz
de emprender guerras ofensivas, extender su poder o su territorio. Así, a partir de
mediados del siglo XVIII, el Imperio ya no fue capaz de seguir protegiendo a sus
miembros de las políticas expansionistas de las potencias internas y externas. Esta fue su
mayor carencia y una de las causas de su declive. La defensa del derecho y la
conservación de la paz se convirtieron en sus objetivos fundamentales. Las guerras
napoleónicas y el consiguiente establecimiento de la Confederación del Rin demostraron
la debilidad del Sacro Imperio, el cual se convirtió en un conjunto incapaz de actuar. El
Sacro Imperio Romano Germánico desapareció el 6 de agosto de 1806 cuando Francisco
II renunció a la corona imperial para mantenerse únicamente como emperador austríaco,
debido a las derrotas sufridas a manos de Napoleón I.