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(1717-2017)
TOMO II. Silencios
Ricardo Martínez Esquivel
Yván Pozuelo Andrés
Rogelio Aragón
EDITORES
1
Silencios
Editores, Ricardo Martínez Esquivel, Yván Pozuelo Andrés, Rogelio Aragón.
Colección:
300 AÑOS: MASONERÍAS Y MASONES (1717-2017)
Diseño portada:
Leticia Veneranda GC
Dirección:
Insurgentes Sur #1814-101
Colonia Florida
C.P. 01030 Ciudad de México
2
ÍNDICE
Antimasonería y antiliberalismo en el
pensamiento de Oscar Arnulfo Romero 1962-1965
René Antonio Chanta Martínez (Universidad de Don Bosco)............................... 69
3
PRESENTACIÓN GENERAL
Tomo I. Migraciones
Tomo II. Silencios
Tomo III. Artes
4
PRESENTACIÓN GENERAL
Estos volúmenes recorren las historias en las que se han visto envueltos
las masonerías, los masones y las masonas en la época contemporánea.
En cinco volúmenes, nos acercamos a las últimas investigaciones
académicas sobre la historia de la masonería. Entiéndase, en este campo
historiográfico, se abren ventanas entre lo global y lo micro, entre lo general
y lo local. Independientemente del acercamiento de investigación del estudio
vienen todos ellos a esclarecer y, por qué no decirlo, a poner los puntos sobre
las íes a la historia.
La historia de la masonería ha sido manipulada durante 250 años de
forma permanente. Lo sigue siendo hoy. La mayoría de la producción sobre
el fenómeno masónico continúa bajo una autoría amateur. Parece que la
inexperiencia no es un peligro en este campo, parece que no estamos en
un quirófano donde solo actúan los que están diplomados para estar en
ese lugar. Una pluma, saber leer y escribir, tener dos nociones de historia y
dos de masonería y el derecho a escribir la “Historia” de la masonería está
ampliamente ganado.
El que lea este volumen y los siguientes que completarán esta colección,
consagrada a los 300 años de la masonería, vivirá la experiencia de entrar en
un quirófano para observar a sus profesionales. La inmensa mayoría de lo
que leyó en Internet o que de oídas le contaron gente bien o mala avenida,
queda relegado a la especulación y a los chismes. Esa situación es incluso
comprensible pues se trata de la organización más numerosa y longeva que,
sin pertenecer a la categoría de religiosa, ha estado de una forma u otra, en
hechos e imaginarios, entrometida entre todas nuestras historias.
Los editores.
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SILENCIOS
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PRESENTACIÓN TOMO II. SILENCIOS
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300 AÑOS: MASONERÍAS Y MASONES 1717-2017
ocaso del antiguo régimen en las colonias españolas de América. Por último,
el profesor e investigador gijonés Yván Pozuelo, reflexiona sobre la calidad
“secreta” o “discreta” de la masonería, poniendo especial énfasis en cómo la
literatura –incluyendo a la historiografía– ha utilizado ambos calificativos para
ella dependiendo de si se escribe desde una perspectiva antimasónica o “pro
masónica”.
Esperamos que esta breve pero diversa panorámica sobre la
antimasonería –y sus parientes cercanos: el antisemitismo, el anticomunismo
y el antiliberalismo– como una forma de interpretar y explicar el pasado, sea
de utilidad al lector para reflexionar informada y críticamente sobre el que, sin
lugar a dudas, es el tema que salta primero a la mente en cuanto se menciona
la palabra “masonería”: su papel como el agente detrás de los grandes procesos
y cambios en lo político, social, económico y cultural de los últimos tres
siglos. Estas páginas son una muestra de cómo el historiador, comprometido
con el rigor académico y sin tomar partido por ninguna causa, se enfrenta
al reto de transitar con precaución, pero sin temor, el camino que separa
ambas tendencias de interpretación y explicación de la historia, antagónicas e
irreconciliables. Un paso en la dirección “errada” y de inmediato se le tachará
de masón o de anti-masón.
Rogelio Aragón
Ciudad de México, marzo 2017
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA
EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
María Eugenia Vázquez Semadeni
Universidad de California en Los Ángeles
1 Michael Barkun, A Culture of Conspiracy. Apocalyptic Visions in Contemporary America, segunda edición (Berkeley:
University of California Press, 2013), 3.
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
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MARÍA EUGENIA VÁZQUEZ SEMADENI
influencia pervierta “el corazón de los sencillos”. Sin embargo, se hace patente
que, en realidad, la Iglesia católica no tenía la absoluta certeza de qué era la
masonería.
El desconocimiento sobre qué era la masonería era tan grande, y la
Iglesia católica tenía tanto interés en saberlo, que cuando la bula fue enviada
a los inquisidores mayores de España y Portugal, fue acompañada de una
instrucción que les pedía averiguar la verdadera naturaleza y el fin recóndito
de esa asociación, para informar a su santidad3. En efecto, en las causas de la
Inquisición de Nueva España que he podido consultar, es claro que el mayor
interés de los inquisidores es averiguar las señas, los lugares de reunión, los
rituales, pero sobre todo los fines de la masonería, aunque sus esfuerzos fueron
infructuosos pues poco pudieron descubrir4.
En este momento aún no existía la convicción (esencial en la teoría de
la conspiración) de que la masonería tenía un fin ulterior maligno; solo había
la sospecha. Pero esa sospecha pronto se convertirá en certeza en la mente de
algunos personajes fundamentales del mundo católico. Este primer documento
pontificio, lleno de temores basados en problemas reales e imaginarios, puso
en la mesa los elementos clave para el desarrollo de la teoría de la conspiración.
El segundo documento que amerita ser comentado es la bula de
Benedicto XIV, de 1751, titulada Providas. Esta bula es muy semejante a la
primera, con la diferencia de que en este caso se profundiza en las consecuencias
que los motivos esgrimidos por Clemente XII en contra de la masonería
podrían tener. Por ejemplo, en este segundo documento se hace hincapié en
el riesgo que el contacto con hombres de otros credos podría tener sobre la
“pureza” de la religión católica, en que los juramentos masónicos pudieran
tomar precedente sobre la lealtad al trono y al altar y, en especial, en que las
reuniones no autorizadas por el gobierno podrían tener fines subversivos.
Por esa misma época (1750 y 1751), importantes eventos estaban
teniendo lugar en Nápoles. El rey de Nápoles en ese momento era Carlos
VII, quien más adelante sería Carlos III de España. Para esos años, al parecer,
la masonería se había extendido bastante en Nápoles. Esta situación llegó a
oídos del rey gracias a un conocido jesuita, el padre Pepe, quien desempeñó
un papel clave para incrementar las sospechas del rey y del papa sobre la
masonería5.
El padre Pepe era, a juicio de varios contemporáneos, un hombre
demasiado celoso de su deber. Como sabía que uno de lo principales dirigentes
de la masonería en Nápoles era un personaje cercano al rey, el príncipe de San
Severo, se empeñó en impedir que la masonería siguiera creciendo y llegara
3
Ferrer Benimeli, La masonería española en el siglo XVIII (España: Siglo XXI de España, 1986), 74.
4
Ver, como ejemplo, el proceso seguido a Daniel Maccortun en Archivo General de la Nación (en adelante AGN),
Inquisición, volumen 1103, expediente 25, fs. 216-221.
5
La información histórica de este párrafo y subsecuentes hasta el final del presente apartado proviene de Ferrer
Benimeli, La masonería española en el siglo XVIII, 100-161.
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
a tener influjo en la corte. Entre sus argumentos para lograrlo, el padre Pepe
llegó incluso a asegurar que todas las semanas algunos masones de Nápoles
viajaban secretamente a Inglaterra y volvían trayendo discursos y máximas
contra la religión y la monarquía.
Este es un punto muy importante porque uno de los elementos más
recurrentes en la literatura antimasónica hispana, y por ende en la teoría de
la conspiración, es que la masonería es la enemiga del altar y el trono. Y es en
las afirmaciones del padre Pepe donde puede verse, quizá por primera vez, la
insinuación de ese supuesto fin oscuro de la masonería: la destrucción de la
religión y la monarquía.
Vale la pena comentar la respuesta del monarca de Nápoles ante la
presión que recibía del Vaticano para prohibir la masonería. Carlos VII le
asegura al papa que había revisado las constituciones de los masones (al parecer
el propio príncipe de San Severo se las facilitó) y que en ellas no había nada
contra la religión ni contra la fidelidad debida al soberano. Pero, “dudando
el rey que aparte de esas constituciones pudieran existir algunas secretas
instrucciones”, y dado que la masonería era un “cuerpo ilegítimo e ilícito”
porque existía sin previa autorización del monarca, había decido prohibirla.
Aquí se observa claramente otro aspecto típico de las teorías
conspirativas, la persistencia de la idea a pesar de las pruebas en contrario.
En este caso, a pesar de que el rey había comprobado en las constituciones
que no había nada contrario al altar ni al trono, el secreto permite que la duda
continúe.
Es ese mismo año de 1751, en Madrid, en la corte del rey Fernando
VI, donde se encuentra el primer documento que contiene ya claramente la
semilla de la teoría de la conspiración. Se trata de un memorial elaborado por
el jesuita Francisco de Rávago, confesor y consejero del rey.
Como ha señalado José Antonio Ferrer Benimeli, todo el análisis
de Rávago sobre el peligro de la masonería está basado en una hipótesis
condicional. Rávago se pregunta qué pasaría si esas juntas secretas, es decir la
masonería, fueran de militares, si fueran de la nobleza y si un rey ambicioso,
como Federico II, el Grande, de Prusia, pensara en conquistar toda Europa,
un ejército de francmasones le sería muy eficaz, ya que por su número y su
calidad sería invencible. Este parece ser el origen de la teoría de la conspiración
en el mundo hispano, pues ya aparece, aunque aún formulado solo como
posibilidad, el binomio masones/dominar el mundo.
Al padre Rávago no le parecía creíble que tanta gente distinguida se
uniera en una congregación sin tener un fin muy grande e importante. Y
aquí fue donde dio el paso fundamental: ya no expresaba solo la duda (como
posibilidad) de que los masones tuvieran un fin oculto, sino que expresaba
la convicción de cuál era ese fin: destruir la religión y todos los estados de
Europa, ayudados por el demonio, que se manifestaba en sus ceremonias y
ritos. Y una vez más, el secreto era lo que le permitía pensar así. Si no tuvieran
perversos fines ulteriores, ¿para qué el juramento de guardar el secreto?
12
MARÍA EUGENIA VÁZQUEZ SEMADENI
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
por Dios para el universo. Y también del protestantismo, del cual, según el
autor, emanaban todos los contratiempos políticos y morales de la época
revolucionaria.
Zeballos, prefigurando las Memorias de Barruel, incluyó dos elementos
más en la teoría de la conspiración masónica: la filosofía ilustrada y el
protestantismo. En obras como esta es posible observar otro punto clave del
pensamiento conspirativo. Autores como Zeballos eran incapaces de entender
las transformaciones que el mundo estaba viviendo en el siglo XVIII como
parte de un proceso histórico. Para lidiar con la modernidad y negarla en
todas sus formas e instituciones, ellos necesitaban creer en la existencia de
una conspiración, de un siniestro plan orquestado por los enemigos del altar
y el trono. Por ello, la masonería se convirtió en el elemento corruptor del
mundo católico. En el imaginario de estos autores reaccionarios, la masonería
era el cerebro o el instrumento de quienes buscan la ruptura de una sociedad
orgánicamente constituida por Dios. Así, la masonería quedó ineludiblemente
vinculada con el pensamiento ilustrado y las ideas liberales en un relato que,
en primera instancia, no fue elaborado por los masones o los defensores de
la masonería, sino por sus detractores, principalmente miembros de la Iglesia
católica7.
Para concluir con este tema, es importante comentar un ejemplo de las
consecuencias concretas que la teoría de la conspiración, aunada a la revolución
francesa, tuvo en el mundo novohispano. En Nueva España había “síntomas”
de contagio revolucionario pues circularon algunos pasquines favorables a los
franceses. El temor que generaban los embates revolucionarios y una posible
influencia francesa tuvieron impacto en algunos sectores novohispanos,
especialmente en el eclesiástico8. Además, las bulas papales y los edictos
reales habían generado desconfianza y temor contra la masonería. La suma de
estos factores permitió que las ideas europeas de una conspiración masónica,
desarrolladas en obras como las de Zeballos y Barruel, cayeran en terreno fértil
entre las autoridades novohispanas. Pronto la masonería se convirtió en el
enemigo a vencer para evitar la difusión de los ideales revolucionarios.
Así, durante los últimos años del siglo XVIII aumentó en Nueva España
el número de causas judiciales e inquisitoriales contra francmasones. Son
particularmente llamativas las que se siguieron contra un grupo de franceses
residentes en la Ciudad de México quienes, según se decía, se reunían en
7
Jordi Canal, El Carlismo: dos siglos de contrarrevolución en España (Madrid: Alianza, 2000), 32-33. La idea de que la
masonería es el elemento corruptor de la sociedad católica es un aspecto clave de la literatura antimasónica europea
del siglo XVIII. Su impacto en la cultura de derecha en el México del siglo XX ha sido muy bien analizado por David
Benjamín Castillo Murillo, de cuya tesis de doctorado provienen algunas de las ideas de este párrafo. Ver David Ben-
jamín Castillo Murillo, “A la extrema derecha del conservadurismo mexicano: El caso de Salvador Abascal y Salvador
Borrego” (Tesis de Doctorado en Historiografía, Universidad Autónoma Metropolitana, 2012).
8
Carlos Herrejón Peredo, “La revolución francesa en sermones y otros testimonios de México, 1791-1823”, en La
revolución francesa en México, eds. Solange Alberro, Alicia Hernández Chávez y Elías Trabulse (México: El Colegio de
México y Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1992), 97-99.
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9
Los procesos seguidos contra Juan Laussel, Juan Malvert, Vicente Lulié y Juan Durrey se encuentran en AGN,
Inquisición, volumen 1307, expediente 7, fs. 44-74; volumen 1369, expediente 9, fs. 96-116; volumen 1383,
expediente 5, fs. 1-192, volumen 1239, expediente 7, fs. 442-524; volumen 1248, s/e, fs. 216-218; volumen 1357,
expediente 4, fs. 1-68; y Criminal, volumen 667, expediente 11, fs. 209-317. Para ampliar sobre la relación masonería
e Inquisición en Nueva España, consúltese los trabajos de Rogelio Aragón, “Contra el Estado: Masonería, Sociedades
Patrióticas e Inquisición en la Nueva España entre la Revolución Francesa y la Revolución de Independencia”,
REHMLAC+ (diciembre 2016-abril 2017): 14-36.
10
Estos casos han sido estudiados por varios autores como Nicolás Rangel, Jacques Houdaille, Fréderique Langue y
Victor Uribe-Urán. Para una interpretación reciente y análisis del impacto de la literatura antimasónica, en especial
del Centinela contra francmasones de Fray Joseph Torrubia, ver Gabriel Torres Puga, “Centinela mexicano contra
francmasones. Un enredo detectivesco del licenciado Borunda en las causas judiciales contra franceses de 1794”,
Estudios de Historia Novohispana 33 (2005): 57-94.
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
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impiedad”14. Ximeno aseguraba que Hidalgo era masón y por ello promovía
una “perniciosa igualdad” que generaba la anarquía y la disolución del cuerpo
político15. Por su parte, Fernández de San Salvador creía que la masonería era
el medio ideal para engañar a los rebeldes porque en su “tenebroso sistema”
todo se hacía en tinieblas: los miembros de los grados inferiores no sabían los
misterios de los intermedios, ni estos los de los superiores. Así, gracias a la
masonería los insurgentes creían estar luchando por la patria y por su rey, sin
saber que en realidad estaban sirviendo a Napoleón16.
A los defensores del orden colonial la teoría de la conspiración masónica
les servía para identificar dos elementos tan disímiles como el gobierno
napoleónico y el movimiento de Hidalgo. En realidad, Hidalgo en todos sus
manifiestos aseguró estar luchando contra el gobierno francés en España17.
Pero eso no le importaba a quienes creían en la conspiración masónica; esta les
permitía asegurar que existían fines secretos que nadie se atrevería a confesar,
y que, en el caso de Hidalgo, ese fin era servir a Napoleón.
Una vez más, fue difícil para la masonería escapar de estas acusaciones.
Desde antes de la invasión napoleónica a España un grupo de militares e
intelectuales hispanoamericanos había creado una sociedad secreta que
copiaba las fórmulas, los nombres y la estructura de la masonería, y que tenía
como fin lograr la independencia de los territorios hispanos en América. Esta
agrupación era conocida como Sociedad de Americanos o de los Caballeros
Racionales, y tenía ramificaciones en Londres, Cádiz, Filadelfia, Buenos Aires
y Caracas. En 1812 una rama de esta sociedad fue descubierta en territorio
novohispano, involucrada con un sector del movimiento insurgente en Jalapa,
la Junta de Naolingo18.
La incursión de los Caballeros Racionales en la lucha por la
independencia novohispana contribuyó a convencer a los defensores del
orden colonial de que toda la insurgencia estaba instigada y dominada por
la masonería, y permitió una especie de auto-confirmación de la teoría de
14
José Mariano Beristain, “Diálogos entre Filopatro y Aceraio”, en Colección de documentos para la historia de la guerra
de independencia de México, comp. Juan E. Hernández y Dávalos, documento no. 257, edición bajo la dirección de
Alfredo Ávila y Virginia Guedea (México, UNAM, 2009).
15
José Ximeno, Contestación de fray Josef Jimeno, del colegio de crucíferos de Querétaro, al manifiesto del señor Hidalgo
(1811), en Colección, Hernández y Dávalos, documento no. 219.
16
Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, Desengaños que a los insurgentes de N. España, seducidos por los
fracmazones agentes de Napoleón, dirige la verdad de la religión católica y la experiencia (México: Oficina de D. Mariano
de Zúñiga y Ontiveros, 1812), 48.
17
Ver Carlos Herrejón Peredo, Hidalgo. Razones de la insurgencia y biografía documental (México: Secretaría de
Educación Pública, 1987).
18
La forma en que la Sociedad de Americanos copiaba las fórmulas masónicas puede verse en las cartas de Carlos
Álvear, AGN, Indiferente de guerra, vol. 22, fs. 27-30. La discusión acerca de si esta era o no una sociedad masónica
puede consultarse en Ferrer Benimeli, “Las Cortes de Cádiz, América y la masonería”, Cuadernos Hispanoamericanos
460 (1988): 7-34 y Vázquez Semadeni, “La masonería en México, entre las sociedades secretas y patrióticas, 1813-
1830”, REHMLAC 2, no. 3 (diciembre 2010-abril 2011): 24-25. Sobre la ramificación de Jalapa y la Junta de Naolingo
ver Virginia Guedea, “Una nueva forma de organización política: la sociedad secreta de Jalapa 1812”, en Un hombre
entre Europa y América. Homenaje a Juan Antonio Ortega y Medina, ed. Amaya Garritz (México, IIH-UNAM, 1993),
185-208.
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Abad y Queipo llegó incluso a afirmar que los masones habían logrado
transformar a los pacíficos y dóciles hombres novohispanos en feroces
enemigos del estado. De ese modo, un sector considerable de la monarquía
hispana quedó convencido de que la conspiración masónica era una realidad
y ya había arribado a América.
Por último, también el gobierno establecido en Cádiz fue acusado
de masón. Durante este gobierno, las cortes gaditanas dictaron una serie
de medidas que ocasionaron profundas reformas en el orden político:
establecieron la soberanía de la nación, una monarquía constitucional y un
gobierno representativo. Todos ellos principios liberales que, entendidos
como la “falsa filosofía”, se identificaban con el ideario masónico. Pero además
se apropió de algunos bienes de la Iglesia católica, suspendió algunas órdenes
monacales y abolió la Inquisición. Por todo ello, en periódicos como El Sol
de Cádiz el gobierno gaditano fue acusado de ser uno más de los eslabones
en la cadena de la conspiración masónica para destruir el altar y el trono, a
fin de establecer el reino de la filosofía20. Por su parte, el Seminario Patriótico
Americano aseguraba que las Cortes estaban formadas únicamente por los
intereses de los comerciantes de Cádiz quienes, lejos de buscar la conciliación
con los americanos insurreccionados, trataban de obtener el apoyo económico
de los “clubes de francmasones” para enviar tropas contra los mexicanos21. Y
el Correo Americano del Sur justificaba la separación entre Nueva España y la
19
Manuel Abad y Queipo, “Informe dirigido al rey Fernando VII por D. Manuel Abad y Queipo, que se conoce con el
nombre de su testamento, antes de embarcarse para España, llamado por aquel monarca, con las notas del autor”, en
Niceto de Zamacois, Historia de Méjico, desde sus tiempos más remotos hasta nuestros días (Barcelona-México: J. F. Parres
y Comp. Editores, 1879), tomo IX, apéndice 17, 861-862.
20
Ferrer Benimeli, La masonería española en el siglo XVIII, 246-247.
21
Seminario Patriótico Americano, 27 de septiembre de 1812.
18
MARÍA EUGENIA VÁZQUEZ SEMADENI
MASONERÍA Y SECULARIZACIÓN
22
Correo Americano del Sur, 1 de abril de 1813.
23
José de San Bartolomé, El duelo de la inquisición o pésame que un filósofo rancio de la América Septentrional da a sus
amados compatriotas los verdaderos españoles por la extinción de tan santo y utilísimo tribunal (Madrid: Don Francisco
Martínez Dávila, 1814). Según se señala en la advertencia del editor, el texto fue escrito por San Bartolomé el año
anterior, en Nueva España.
24
Ver Vicente de la Fuente, Historia de las sociedades secretas antiguas y modernas de España, especialmente de la
Franc-Masonería (Lugo: Soto Freire, 1870-1871); Jakim Boar [Francisco Franco], Masonería (Madrid, 1952); Mariano
Cuevas, Historia de la nación mexicana (México: Talleres Tipográficos Modelo, 1940).
19
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25
Jean Meyer, “Para una historia política de la religión, para una historia religiosa de la política”, Metapolítica 22
(2002): 33-44.
26
Marco Antonio Flores Zavala, El grupo masón en la política zacatecana, 1880-1914 (México: s.e., 2002), 47-53.
27
Vázquez Semadeni, “Juárez, la masonería y los valores cívicos” (ponencia presentada en “El legado de Juárez”.
Foro Nacional UNAM y Consejo Consultivo para el Bicentenario del Presidente Juárez, Ciudad de México, 6-8 de
diciembre de 2006) y Vázquez Semadeni, “La masonería durante el periodo juarista”, en Las rupturas de Juárez, eds.
Conrado Hernández López e Israel Arroyo (Oaxaca: Universidad Autónoma Metropolitana y Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca, 2007), 287-312.
28
Sobre el Syllabus, sus orígenes e intenciones ver Mario Ramírez Rancaño, El patriarca Pérez. La Iglesia católica
apostólica mexicana (México: IIS-UNAM, 2006); Roberto Blancarte, La historia de la Iglesia en México (México: FCE,
1993) y Sidney Z. Ehler y John B. Morrall, Church and State Through the Centuries: A Collection of Historic Documents
with Commentaries (Nueva York: Biblo & Tannen Publishers, 1967).
20
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29
Francisco Suárez Peredo, “Nos el Lic. Don Francisco Suárez Peredo, por la gracia de Dios, y de la Santa Sede
Apostólica, Obispo de Veracruz. A todos los fieles de esta Diócesis, salud y gracia en Nuestro Señor Jesucristo”, en
Corona fúnebre del Illmo. Sr. Lic. D. Francisco Suárez Peredo primer obispo del estado de Veracruz, ed. A. Ruiz (Jalapa:
Tipografía Veracruzana, 1870).
30
La Voz de México, “Carta pastoral del Illmo. y Rmo. señor obispo de León, contra la masonería”, 24 de octubre de
1872 y ss.
31
La Voz de México, 13 de noviembre de 1872.
21
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32
El Pájaro Verde, 18 de noviembre de 1872.
33
Sobre el protestantismo en México ver Jean Pierre Bastian, Protestantismo y sociedad en México (México: CUPSA,
1984).
22
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Por poco que el jefe del Estado permita que se inmiscuya en el poder, la sociedad
[masónica] funciona en estado de conspiración permanente, y que, bajo una
república, monopoliza la autoridad, confisca el gobierno, acapara los empleos y las
funciones, falsifica el sufragio universal, se mofa de la democracia […] y esto con una
habilidad tal, que las víctimas de estas falsedades y estafas ni solamente pueden darse
conocimiento de su papel de engañados; que la Francmasonería tiene por misión
destruir todos los principios de la moral…34.
34
La Voz de México, “Los hermanos tres puntos”, 30 de mayo de 1886.
35
Sobre la “derecha católica” ver Roberto Blancarte, “La derecha católica”, Nexos 5 (2007).
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sus planes de destruir a la Iglesia católica, con la ayuda del “ateo” y “herético”
gobierno mexicano formado por masones.
En consecuencia, en la década de 1930 se publicaron periódicos que,
además de criticar la supuesta facilidad con que el episcopado había llegado
a un arreglo para terminar el conflicto cristero y había aceptado las leyes
persecutorias, también se esmeraron en difundir la teoría de la conspiración,
pues se caracterizaban por ser marcadamente anticomunistas, antisemitas
y antimasónicos. Uno de los ejemplos más importantes es El Hombre Libre,
dirigido por Diego Arenas Guzmán46.
El catolicismo se radicalizó aún más contra la masonería tras la
implementación del programa de educación socialista durante la presidencia
de Lázaro Cárdenas (1934-1940). Este programa excluía toda enseñanza
religiosa y tenía como base el conocimiento científico, con lo que minaba
las enseñanzas eclesiásticas y la creencia en ciertos dogmas de fe. El epíteto
“socialista”, que le impuso el propio Cárdenas, permitió la identificación con
el enemigo “comunista” que, de paso, gracias a la teoría de la conspiración,
era masón. Esta idea fue desarrollada en El Hombre Libre, que como era de
esperarse se oponía terminantemente a la reforma educativa cardenista pues,
en su perspectiva, era ateísta, anticristiana y materialista47.
Frente a la política educativa del gobierno, los sectores reaccionarios
crearon universidades privadas que pretendían recobrar el rol del catolicismo en la
educación. El ejemplo más claro es la Universidad Autónoma de Guadalajara. Uno
de los fundadores de dicha institución, Carlos Cuesta Gallardo, tenía una ideología
antisemita sustentada, entre otras cosas, en los Protocolos de los Sabios de Sion, que
para aquella fecha ya circulaban ampliamente en México48.
Aparece, además, en 1937 la Unión Nacional Sinarquista, que tenía
como objetivo implantar el orden social cristiano en México. Uno de sus
líderes era Salvador Abascal, autor de algunas de las obras que con mayor
énfasis reconstruyen la historia de México, presentándola como consecuencia
de la conspiración masónica, en textos como El cura Hidalgo de rodillas y La
Revolución de la Reforma de 1833 a 1848.
La situación terminó de complicarse con el estallido de la guerra civil
española y el establecimiento del gobierno de Francisco Franco en España. La
campaña antimasónica había sido constante en aquel país desde el siglo XVIII.
Pero poco antes del inicio de la guerra civil, los ataques a la masonería en la
prensa, en los manifiestos y en los discursos políticos se habían multiplicado
porque se identificaba al gobierno republicano español con la masonería.
46
Sobre El Hombre Libre ver González, Matar y Mónica Uribe, “La ultraderecha en México: el conservadurismo
moderno”, El cotidiano 149 (2008).
47
Silvia González Marín, Prensa y poder político. La elección presidencial de 1940 en la prensa mexicana (México: IIB-
UNAM y Siglo XXI, 2006), 118.
48
Para un detallado estudio sobre la Universidad Autónoma de Guadalajara ver Fernando Manuel González, “Los
orígenes y el comienzo de una universidad católica: sociedades secretas y jesuitas”, Historia y Grafía 20 (2003): 151-
205.
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LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
Acaso ningún factor, entre los muchos que han contribuido a la decadencia de
España, influyó tan perniciosamente en la misma […] como las sociedades secretas
de todo orden y las fuerzas internacionales de índole clandestina. Entre las primeras,
ocupa el puesto más principal la masonería, y entre las que, sin constituir una
sociedad secreta propiamente, se relacionan con la masonería y adoptan sus métodos
al margen de la vida social, figuran las múltiples organizaciones subversivas en su
49
Toda la información sobre la masonería en el franquismo proviene de Ferrer Benimeli, El contubernio judeo-
masónico-comunista. Del Satanismo al escándalo de la P-2 (Madrid: Istmo, 1982), 273-333.
50
Acerca de ella, puede consultarse el trabajo de Javier F. Granda, “La publicación de la Ley de 1 de Marzo de 1940
sobre represión de la masonería y del comunismo y el discurso antimasónico en la prensa asturiana”, REHMLAC+ 7,
no. 2 (diciembre 2015-abril 2016): 178-200.
28
MARÍA EUGENIA VÁZQUEZ SEMADENI
29
LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
30
MARÍA EUGENIA VÁZQUEZ SEMADENI
31
LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN MASÓNICA EN NUEVA ESPAÑA/MÉXICO, 1738-1940
señalado por Gilbert Joseph y Daniel Nugent57, es decir, como una de las formas
cotidianas de crear puentes entre el Estado y la sociedad civil, de modificar
las formas de negociar con el poder o crear nuevas, de organizar la política a
nivel nacional y de reconfigurar el orden sociopolítico, para así desentrañar
cuáles son los procesos históricos en los que se inserta la participación de los
masones y para separar el hecho de la ficción.
57
Gilbert Joseph y Daniel Nugent eds., Everyday Forms of State Formation: Revolution and the Negotiation of Rule in
Modern Mexico (Durham, NC: Duke University Press, 1994).
32
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL
MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)1
Esteban Sánchez Solano
Universidad de Costa Rica
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo “La identificación del desarticulador del mundo católico:
el liberalismo, la masonería y el protestantismo en la prensa católica en Costa Rica (1880-1900)”, REHMLAC 2, no.
2 (diciembre 2010-abril 2011): 34-52.
2
Para ampliar este aspecto véase Rosa María Martínez de Codes, La Iglesia católica en la América independiente. Siglo
XIX (Madrid: Editorial MAPFRE, 1992).
3
Esto no debe llevar al equívoco que lo que se intentaba era disminuir la participación de la Iglesia católica en el
funcionamiento de la sociedad. Más bien, se procuraba darle un carácter nacional, antes que actuara como cuerpo
corporativo de origen colonial e independiente de la autoridad política, que el Estado estaba tratando de construir.
Para el caso costarricense, véase: José Bernal Rivas Fernández, “La reestructuración de la Iglesia durante el periodo
de la formación del Estado nacional de Costa Rica (1821-1850)” (Tesis de Maestría en Historia, Universidad de Costa
Rica, 2000); José Aurelio Sandí Morales, “La diócesis de San José y su apoyo al Estado costarricense en el proceso
de control sobre el espacio geográfico del país, 1850-1920” (Tesis de Maestría en Historia Aplicada, Universidad
Nacional, 2009).
33
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
4
Elisa Cárdenas, “La construcción de un orden laico en América Hispánica. Ensayo de interpretación sobre el siglo
XIX”, en Los retos de la laicidad y la secularización en el mundo contemporáneo, ed. Roberto Blancarte (México D. F.: El
Colegio de México, 2008), 100.
5
Nacido en Elberfeld Alemania, en 1850. Fue nombrado como obispo de Costa Rica tras nueve años de pugnas entre
el poder político y religioso, tras la muerte del primer obispo del país, Anselmo Llorente y La Fuente en 1871. Había
llegado al país en 1878 tras salir de Ecuador. Fungió como profesor en el seminario. Era miembro de la orden de San
Vicente de Paúl. El periodo de 1871 a 1880 se le conoce en la historiografía costarricense como “La Primera Vacante”.
Véase Víctor Sanabria Martínez, Primera Vacante de la Diócesis de San José (San José: Editorial Costa Rica, 1973).
6
Para ampliar este tema véase Patricia Vega Jiménez, De la imprenta al periódico. 1821-1850 (San José: Editorial
Porvenir, 1995).
34
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
del siglo XIX7. Tomando como parámetro los censos nacionales, Iván Molina
calcula que la alfabetización en las zonas urbanas alcanzaba el 51,6 %, contra
un 23,2 % en las zonas rurales en 18928. En este sentido, cabe preguntarse:
¿cuál fue el impacto de la prensa entre una población que distaba mucho de
estar completamente alfabetizada y escolarizada?9
Con los datos ofrecidos arriba, se podría especular que las ideas
que se discutían en la prensa prácticamente no llegaban a buena parte de
la población. Sin embargo, aquí existe un aspecto que debe enfatizarse: la
lectura colectiva. Estas poblaciones continúan transmitiendo oralmente los
valores y percepciones entre los miembros de la comunidad, algo que se venía
desarrollando desde la época colonial. En este sentido, lo que se discutía en
la prensa, tenía como su primer receptor a los que sabían leer y escribir. A
continuación, este mensaje era reproducido en las ciudades, villas y pueblos
a través de estos agentes, junto a otros que incursionaban en la recepción del
mensaje expuesto en primera instancia por la prensa. Aquí, el jefe político, el
munícipe, el gobernador, el cura, entre otros, intervenían en la distribución
y resignificación del mensaje, que va llegando al resto de habitantes de los
pueblos, quienes reaccionaban de diversa manera ante ello.
A partir de este aspecto, cuando se indaga sobre la recepción de la
prensa católica entre la población, aparece un elemento significativo: la
labor de la jerarquía eclesiástica en su difusión10. Los periódicos católicos se
fundaron tanto por seglares como por miembros de la misma Iglesia católica.
No obstante, su impacto dependía en buena medida de que los redactores y
administradores presentaran su discurso como parte de la posición oficial de
la institución eclesiástica. Con estos elementos, se buscará discutir cómo el
liberalismo, la masonería y el protestantismo se convirtieron en los principales
objetos de ataque de la prensa católica, generando toda una serie de imágenes
que la población asimiló de diversa manera.
7
Esta hipótesis es defendida por Patricia Vega. Véase Vega Jiménez, “La prensa de fin de siglo. La prensa en Costa
Rica, 1889-1900”, en Comunicación y construcción de lo cotidiano, ed. Vega Jiménez (San José: Editorial DEI, 1999), 67.
8
Iván Molina Jiménez, “Explorando las bases de la cultura impresa en Costa Rica: la alfabetización popular, 1821-
1950”. en Comunicación y construcción de lo cotidiano, cuadro no. 2, 33. El dato de la zona rural, expone el autor, se ve
sobrevalorado por la presencia para esa época de muchas villas que estaban en pleno crecimiento demográfico por
la economía cafetalera, tales como San Ramón, Grecia o Atenas en la provincia de Alajuela. La población analizada
contempla los de diez años o más.
9
Sobre la definición de alfabetización y escolarización, remito a nuestra tesis: Esteban Sánchez Solano, “La
participación político-partidista de la Iglesia: El Partido Unión Católica y sus estrategias de movilización política en
el marco del conflicto entre la Iglesia Católica y el Estado liberal en Costa Rica (1889-1898)” (Tesis de Maestría en
Historia, Universidad de Costa Rica, 2013), 220, nota 9.
10
Para observar el nacimiento de los periódicos católicos en otras latitudes se recomiendan los siguientes trabajos:
Patricio Bernedo, “Prensa e Iglesia en el Chile del siglo XIX. Usando las armas del adversario”, Cuadernos de Información
19 (2006): 102-108; Lorena Romero Domínguez, “La profesionalización del periodismo católico decimonónico
finisecular a través del caso Sevillano de El Correo de Andalucía”, El Argonauta Español 4 (2007), doi: 10.4000/
argonauta.1264.
35
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
11
Principal figura política en Costa Rica entre 1870 y 1882. Tuvo dos periodos constitucionales entre 1870 y 1876.
A partir de 1877 y hasta su muerte fue gobernante de facto.
12
Traducida como “combate cultural”, se designa al periodo de la historia de Alemania entre 1871 y 1878 donde
el recién creado Estado, liderado por Otto Von Bismarck, comenzó un conflicto entre una postura pangermanista
contra una católica, esta última comandada por la jerarquía eclesiástica alemana y el recién creado partido político
católico (Zentrum). La pugna se desarrolló en las instituciones parlamentarias alemanas, pero tuvo al mismo tiempo
en el espacio cultural y social grandes repercusiones a raíz del desarrollo intelectual y asociativo que tuvo el mundo
religioso alemán en general. Precisamente el obispo Thiel estaba en su periodo de formación cuando inició este
proceso. Para ampliar sobre esto véase: Margaret Lavinia, “Clerical Election Influence and Communal Solidarity:
Catholic Political Culture in the German Empire, 1871-1914”, en Elections before Democracy: the History of Elections
in Europe and Latin America, ed. Eduardo Posada-Carbó (Londres: Macmillan Press, 1996), 139-162; Jean-Paul Bled,
“L’Allemagne religieuse au XIXe siècle”, en Religion et culture dans les sociétés et les États européens de 1800 à 1914
(Allemagne, France, Italie, Royaume) Uni dans leurs limites de 1914, ed. Jean-Paul Bled (París: CNED-SEDES, 2001),
41-69.
13
Para ampliar sobre la trayectoria del obispo Thiel antes de llegar a Costa Rica en 1878, véase Sanabria Martínez,
Bernardo Augusto Thiel. Segundo Obispo de Costa Rica (San José: Editorial Costa Rica, 1982), 15-35.
14
Se entiende por romanización al proceso de centralización del poder en el papado en la segunda mitad del siglo
XIX, en detrimento del clero en cada una de las provincias eclesiásticas existentes. Para consolidar esta reforma,
la Santa Sede procuró, entre otras medidas, que los miembros más selectos del clero se formaran en Roma. Para
profundizar sobre su desarrollo véase: Gonzalo Redondo, Historia de la Iglesia Tomo III (Madrid: Ediciones Palabra,
1989), capítulos 4 y 5. Sobre la formación del clero latinoamericano en Roma se recomienda: Lisa Marie Edwards,
“In Science and Virtue: The Education of Latin American Clergy, 1858-1967” (Tesis de Doctorado en Historia, Tulane
University, 2002).
36
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
enfatizó el papel que los sacerdotes debían tener ante tales circunstancias.
Por eso inmediatamente después de finalizado el sínodo, se planteó la
posibilidad de comenzar la publicación de periódicos católicos. La intención
era que funcionaran como la vía principal para evitar el “avance” de las ideas
contrarias al catolicismo. El obispo Thiel, para sustentar su posición en este
respecto, planteaba en una circular al clero en 1881 que:
Ante semejante propaganda anticatólica, nosotros los Sacerdotes no podemos, no
debemos callar; al contrario, estamos en el imprescindible deber de advertir a nuestra
grey el precepto impuesto por las leyes de la Iglesia, de abstenerse de la perniciosa
lectura de semejantes periódicos y de no contribuir a su sostenimiento, ayudando con
recursos pecuniarios, o de cualquiera otra manera, a su impresión y circulación…15
15
Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel (en adelante AHA), Sección Fondos Antiguos (en
adelante S.F.A.), “Carta circular de Bernardo Augusto Thiel al clero costarricense sobre periódicos contrarios al dogma
católico”, Caja 14, documentación suelta no. 3. 17 de noviembre, 1881, f. 1.
16
Sanabria Martínez, Bernardo Augusto Thiel, 536.
17
Para ampliar en este tema véase Molina Jiménez, El que quiere divertirse. Libros y sociedad en Costa Rica, 1750-1914
(San José: EUCR-EUNA, 1995).
37
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
* Fue exiliado de Costa Rica en 1884 por sus constantes ataques a los gobernantes de la época. Estuvo residiendo
en Panamá y luego en Guatemala. En ambos países se insertó en el mundo de los periódicos de corte católico,
atacando a los gobiernos liberales de la región y defendiendo a la Iglesia católica. Mantuvo contacto intermitente
con los acontecimientos en Costa Rica a partir de una correspondencia con miembros de la jerarquía eclesiástica,
principalmente con el obispo Bernardo Augusto Thiel.
** A partir de setiembre de 1893, para la elección presidencial de primer grado que se iba a celebrar en febrero de
1894, el periódico pasó a un tiraje diario.
18
Cuando el obispo Thiel visitó esta biblioteca, durante su visita pastoral a la comunidad de San Ramón, se molestó
por la presencia de autores como Víctor Hugo o Alejandro Dumas, afirmando que sus libros son “conocidos por sus
tendencias destructoras e inmorales”. Véase Ana Isabel Herrera Sotillo, Monseñor Thiel en Costa Rica. Visitas Pastorales
1880-1901 (Cartago: Editorial Tecnológica de Costa Rica, 2009), 136.
38
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
19
Aunque se debe aclarar que en cada continente el ritmo del proceso era muy diferente.
20
Cabe recordar que muchas de estas “nuevas ideas” (sin tomar en cuenta a las otras iglesias cristianas que llegaron a
Latinoamérica) eran compartidas por miembros de la jerarquía eclesiástica. Por eso, es preciso aclarar que el análisis
que se hace sobre la postura de Iglesia católica respecto a estas, siempre se comprenderá en tanto desafiaban su
autoridad y legitimidad como institución, sin ahondar en las posiciones particulares de los miembros del clero
costarricense.
21
La Iglesia católica las definía como paganismo o espiritismo. Aunque estos dos fenómenos no se incluyen como
parte del análisis en este artículo, es necesario enfatizar que para el caso costarricense ya se ha avanzado en este
rubro. Se recomiendan: Chester Urbina Gaytán, “Teosofía, intelectuales y sociedad en Costa Rica (1908-1929)”,
Revista de Ciencias Sociales, (2000): 139-144; Ricardo Martínez Esquivel, “Masonería y el establecimiento de la
Sociedad Teosófica en Costa Rica (1904-1910)”, en La masonería española: represión y exilios, coord. José Antonio
Ferrer Benimelli (Zaragoza: CEHME, 2011), Tomo I, 369-392; Martínez Esquivel, “Sociability, Religiosity and New
Cosmovisions in Costa Rica at the turn the Nineteenth to Twentieth Centuries”, REHMLAC. Hors série nº1. Special
Issue UCLA - Grand Lodge of California (octubre 2013): 157-192; Molina Jiménez, La ciencia del momento: astrología
y espiritismo en la Costa Rica de los siglos XIX y XX (Heredia: EUNA, 2011); Esteban Rodríguez Dobles, “Conflicto en
torno a las representaciones sociales del alma y los milagros. La confrontación entre la Iglesia Católica y la Sociedad
Teosófica en Costa Rica (1904-1917)”, REHMLAC 2, no. 2 (diciembre 2010-abril 2011): 86-110.
39
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
40
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
24
Para efectos de este trabajo, no interesa profundizar en una discusión teórica sobre las implicaciones de definir
a un grupo como secta. Aquí se procura insistir sobre el uso práctico que la Iglesia católica hizo en Costa Rica en
un contexto que ha sido explicado en este artículo. Para ampliar sobre las posturas teóricas respecto al estudio de
las sectas y de los límites conceptuales que presenta véase: Jaime Valverde, Las sectas en Costa Rica. Pentecostalismo y
conflicto social (San José: Editorial DEI, 1990), 11-14 y 32-35. Desde una postura católica se puede consultar: Pedro
Rodríguez Carrasco, “El problema de las sectas: criterios para una aproximación analítica”, Ciencias Religiosas XIV
(2005): 43-62.
41
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
Así, todo error claramente formulado en la sociedad cristiana tuvo en torno de si otra
atmósfera del mismo error, pero menos denso y más tenue y mitigado. El Arrianismo
tuvo su Semi-arrianismo; el Pelagianismo su Semi-pelagianismo; el Luteranismo feroz
su Jansenismo, que no fue más que un Luteranismo moderado. Así en la época presente
el Liberalismo radical tiene en torno de si su correspondiente Semi-liberalismo, que
otra cosa no es la secta católico-liberal que estamos revisando aquí26.
25
En este punto la Iglesia católica tuvo un giro bastante pronunciado en el siglo XIX. Mientras condenaba al
liberalismo y cualquier otra expresión “moderna” que cuestionara la validez de la doctrina católica, trataba de ofrecer
alternativas espirituales y conceptuales para enfrentar el mundo moderno. En este sentido, la Iglesia católica, tomando
como punto central al papado, buscó renovar su papel ante las sociedades modernas. De esta manera, plantean Régis
Ladous y Alain Quagliarini, el papado renunció a defender el mundo rural, en tanto modelo social, y se lanzó a la
tarea de “conquistar” el mundo urbano. Régis Ladous y Alain Quagliarini, Religion et culture. France, Allemagne, Italie
et Royaume Uni au XIXe siècle (París: Ellipses, 2001), 40-43. Aunque la realidad en América Latina aún tenía en el
mundo rural su principal componente, las transformaciones urbanas iban dando sus primeras expresiones durante el
siglo XIX que fue visible en el discurso de la Iglesia católica a lo largo del continente.
26
El Eco Católico, “El liberalismo es pecado”, 22 de noviembre, 1890, 426. Desde el 12 de abril de 1890, hasta el 10
de diciembre de 1892, El Eco Católico reprodujo 54 textos con el título “El liberalismo es pecado”. Cada uno de esos
documentos trataba algún “error” en particular reproducido por el liberalismo, los cuales entraban en contradicción
con la doctrina católica.
27
El pecado mortal se convierte en herejía, por lo que la Iglesia católica tiene la potestad moral de defender
su doctrina ante estas posturas. Aquí estaba dando la legitimidad de sancionar moralmente a las personas que
pertenecieran a la “secta” del liberalismo. El Eco Católico, “El liberalismo es pecado”, 3 de mayo, 1890, 151.
42
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
que es secta”28.
Respecto a la masonería, el tratamiento de la prensa católica hacia
ella presentó diversas perspectivas. Cuando se le planteaba como secta, se
procuraba enfatizar la incursión sistemática de los masones en las instituciones
vigentes, desplazando a la Iglesia católica de su papel fundamental en la
sociedad y como parte del Estado29. La prensa católica daba a entender que
era una especie de plan premeditado de la masonería alcanzar ese objetivo. De
este modo, la masonería, en cuanto “secta”, se movía en los espacios donde
se reproducía el orden establecido. Aquí la asociación con el liberalismo fue
la constante en la prensa católica. Incluso se hablaba de un complot liberal-
masón y anticlerical, principalmente en el periódico La Unión Católica30.
Por otra parte, la desacreditación de la masonería también se llevó
a un ámbito estrictamente religioso. Es decir, se le imputaba el intento de
reproducir un nuevo culto que desplazaba al catolicismo31. Este se instauraría
en el sistema educativo y buscaría propagarlo por todas las capas sociales. Con
el fin de enfrentarlo, la Iglesia católica planteó de forma directa que esta secta
tenía un origen poco digno y peligroso:
El espíritu del hombre, aún del hombre de las más limitadas inteligencia y
moralidad, se resiste a creer que seres humanos se anonaden a ciegas, viles
y miserables instrumentos de las furias infernales que apoderándose de los
cuerpos y almas de tales hombres, si hombres pueden llamarse, los arrastren a
28
El Eco Católico, “El liberalismo es pecado”, 12 de abril, 1890, 128. En este aspecto, la Iglesia católica siempre
enfatizó el carácter “peligroso” de leer libros y periódicos que estuvieran contra el dogma católico, como lo evidenció
la preocupación de Thiel respecto a los libros de la biblioteca de San Ramón en 1883 analizado en un apartado
anterior. En 1889 puso nuevamente de relieve el problema, desde el punto de vista doctrinal afirmando lo siguiente
en una circular al clero: “[…] deseamos vivamente que los fieles sean advertidos con mucha frecuencia del gran
peligro que resulta de la lectura de malos libros y periódicos. Todos han de saber claramente que es pecado mortal
leer, guardad, vender o prestar un libro malo, y, de igual modo, que es pecado mortal leer, abonarse, prestar periódicos
malos opuestos a la religión”. AHA. S.F.A. Carta circular al clero a leerse a los feligreses para el mes de octubre (1889).
Caja 388, 15 de setiembre, 1889, fs. 332.
29
Aquí la Iglesia católica recurría al artículo 51 de la constitución política de 1871, el cual estipulaba que la “Religión
Católica, Apostólica Romana es la de la República; el Gobierno la proteje [sic] y no contribuye con sus rentas a los
gastos de otros cultos, cuyo ejercicio sin embargo tolera”. Véase Hernán G. Peralta, Las Constituciones de Costa Rica
(Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1962), 468. Esta carta magna estuvo vigente en los periodos 1882-1917
y 1919-1949 y el artículo no sufrió ninguna modificación durante esos años. Tras el golpe de Estado perpetrado
por Federico Tinoco el 27 de enero de 1917 al presidente Alfredo González Flores, el primero convocó a una
constituyente la cual emitió la constitución de 1917, cuyo capítulo I, artículo 8 afirmaba que la religión católica
apostólica romana era la del Estado. Sandí Morales, La diócesis de San José, 183.
30
Cabe destacar que la masonería propugnaba muchos de los ideales expuestos por el liberalismo. Como conse-
cuencia, la Iglesia católica comenzó a atacar en sus textos oficiales y en la prensa a ambos fenómenos como similares.
Véase: Martínez Esquivel, “Documentos y discursos católicos antimasónicos en Costa Rica (1865-1899)”, REHMLAC
1, no. 1 (mayo-noviembre 2009): 135-154; y Martínez Esquivel, “Conspiradores políticos y sectas misteriosas: Imag-
inarios sociales sobre la masonería en Costa Rica (1865-1899)”, Revista Estudios 22 (diciembre 2009): 13-32.
31
Por esta razón, era prohibido para los clérigos participar en dicha asociación. Sin embargo, en el caso costarricense,
la fundación de la primera logia masónica fue hecha por el sacerdote Francisco Calvo en 1865. Véase Miguel Guzmán-
Stein, “Masonería, Iglesia Católica y Estado: Las relaciones entre el poder civil y el poder eclesiástico y las formas
asociativas en Costa Rica (1865-1875)”, REHMLAC 1, n. 1 (mayo-noviembre 2009): 100-134.
43
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
32
La Unión Católica, “El plan infernal de la masonería”, 25 de enero, 1891, 3. En el transcurso del año 1891, se
publicaron en el periódico La Unión Católica otros tres apartados con el mismo título.
33
Se mencionó un caso particular con una persona de nombre Solutore Aventore Zola, quien abjuró de una logia
fundada en Egipto. Este afirmó que el fin primordial de la masonería era destruir el catolicismo y volver al paganismo.
Véase: El Adalid Católico, “La masonería pintada en vivo”, 27 de junio, 1896, 201-202. Cuando se planteaba el efecto
en lo religioso del liberalismo, más bien se enfatizaba el ateísmo como la consecuencia de sus “doctrinas falsas”.
34
Esto lo fomentó Justo Rufino Barrios en Guatemala cuando tomó el poder en 1870. Véase: Arturo Piedra Solano,
“Notas sobre liberalismo, francmasonería y penetración protestantes en Centroamérica”, en Protestantes, liberales y
francmasones. Sociedades de ideas y modernidad en América Latina, siglo XIX, ed. Jean Pierre Bastian (México D.F.: Fondo
de Cultura Económica, 2003), 122-123. Sin embargo, cabe acotar que la llegada de protestantes había comenzado en plena
formación de las repúblicas tras la independencia a partir de los vínculos comerciales que se desarrollaron con Europa y
luego con Estados Unidos. Para el caso costarricense véase: Wilton Nelson, Historia del Protestantismo en Costa Rica (San
José: Publicaciones IINDEF, [1963] 1983). Para un análisis de América Latina en su conjunto véase: Jean-Pierre Bastian, Le
protestantisme en Amérique Latine. Une approche socio-historique (Genève: Labor et Fides, 1994).
44
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
XIX y el primer tercio del XX35. Esto fue visto con preocupación por la Iglesia
católica. La prensa católica enfatizaba en su crítica a las “sectas” protestantes el
proceso de convencimiento que intentaban entre las personas, enfatizando el
origen extranjero de sus miembros para vilipendiarlos.
Este carácter foráneo era fácil de explotar, ya que los grupos gobernantes,
aunque abrazaran el liberalismo o la masonería, profesaban en su mayoría
el credo católico. Por eso los artículos que adversaban al protestantismo
planteaban casi como amenazante su presencia, acentuando que sus bases
culturales eran muy distintas al de las “naciones católicas”. El mismo obispo
Bernardo Augusto Thiel trataba de influenciar a los líderes políticos de la época
para evitar esa proliferación de sociedades protestantes. Así se lo planteó al
presidente Rafael Iglesias Castro en 1896, luego de la visita del prelado a los
indígenas guatusos en el norte del país. Allí tuvo un encuentro con misioneros
protestantes estadounidenses, quienes, de acuerdo con el jerarca eclesial,
proyectaban fundar una sociedad “religioso-comunista”36.
El problema para la Iglesia católica estribaba en que el control de la
interpretación de los textos sagrados se perdía con este tipo de sociedades.
Para desacreditarlos, los artículos de la prensa católica planteaban que cada
persona se arrogaba una interpretación propia sin ningún tipo de preparación
doctrinal ni la mediación eclesiástica. Lo que ellos buscaban, argüían los
católicos, era obtener una ganancia económica a partir de su proselitismo entre
la población. Así, el “error” por la interpretación arbitraria de las escrituras
tenía su parte material con un espíritu lucrativo en beneficio de las “sectas”
protestantes, pero sin resultados halagüeños, enfatizaba la prensa católica, por
su “insuficiente” dominio de la doctrina combinado con su avaricia. Así lo
planteaba un artículo de El Adalid Católico:
Y en verdad nada de particular tiene que sea nula la influencia de unos pastores que
moran en confortables chalets, gastan coche, donde pueden, y pasean con él… No
es esta por cierto la manera más elocuente de predicar virtud, castidad y abnegación
cristianas; no es fácil, no, reconocer en esos sectarios de Lutero y de Calvino los
lineamientos de la adorable imagen de Jesucristo…37
35
Existe un trabajo en particular sobre la iglesia anglicana el cual, aunque aporta poca evidencia respecto a sus
orígenes, ofrece una visión general del anglicanismo en Costa Rica. Alexander Cortés Campos y Randall Trejos Al-
varado, La Iglesia anglicana en Costa Rica (San José: EUNED, 2014). Más allá de esto, existen algunos trabajos que
permiten ver la inserción de las iglesias protestantes en la dinámica social, sobre todo en la provincia de Limón. Véase:
Martínez Esquivel, “Sociedades de ideas en Puerto Limón durante la década de 1890”, Revista Intercambio. Revista
sobre Centroamérica y el Caribe 7 (2009): 157-186; Diana Senior Angulo, Ciudadanía afrocostarricense: el gran escenario
comprendido entre 1927 y 1963 (San José: EUNED-EUCR, 2011), 3-33.
36
Archivo Nacional de Costa Rica (en adelante ANCR), Presidencia, No. 10012, “Carta Bernardo Augusto Thiel a
Rafael Iglesias Castro sobre su visita a Guatuso”, 10 de marzo, 1896, sin foliar.
37
El Adalid Católico, “El protestantismo comparado con el catolicismo”, 5 de octubre, 1895, 50. Las cursivas son del
original.
45
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
38
El Adalid Católico, “Pifia protestante”. 7 de setiembre, 1895, 34. El tema del interés comercial sobre el doctrinal fue
recurrente entre los católicos para desacreditar a los protestantes. En 1896, aludiendo nuevamente la visita realizada
por Thiel a los indígenas de Guatuso, el obispo le informa al presidente Rafael Iglesias sobre su preocupación de la
acción de los protestantes de origen estadounidense ya que “[…] ya sacaron las uñas y están predicando y dándoles
plátanos”. Además, afirma el prelado, le preocupa igualmente la parte político-social, ya que las tierras quedarían a
merced de los protestantes en detrimento de los indígenas. ANCR, Presidencia no. 10012, “Carta Bernardo Augusto
Thiel a Rafael Iglesias Castro sobre su visita a Guatuso”, 30 de abril, 1896, sin foliar.
46
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
39
AHA, S.F.A., “Informe del sacerdote Andrés Fuentes a Bernardo Augusto Thiel sobre la parroquia de San Pedro del
Mojón”, Caja 412, 6 de enero, 1892, f. 12. La disyuntiva para los sacerdotes era bajo qué circunstancias desacreditar
los periódicos, considerando que eso les podía generar problemas inmediatos en sus parroquias. Debido a eso,
preferían notificar a Thiel sobre la circulación de dichos periódicos con el fin de recibir el aval del episcopado para
llevar a cabo su condena. Así lo hizo el sacerdote Diego Llerena en 1883 en el pueblo de San Mateo, en la provincia
de Alajuela ante la circulación de los periódicos Tiempo y La Chirimía, ambos de corte liberal y denominados por el
sacerdote como “impíos”. AHA S.F.A., “Carta del cura párroco de San Mateo Diego Llerena al Secretario del Gobierno
Eclesiástico”, caja 309, 10 de setiembre, 1883, f. 243.
40
Lo socio-político se entiende en este trabajo como “una manifestación específica de la interacción entre grupos
sociales, contendientes por –o copartícipes en– el ejercicio de alguna forma de poder político”. Véase: Mario Samper
Kutschbach, “Fuerzas sociopolíticas y procesos electorales en Costa Rica. 1921-1936”, Revista de Historia, Número
Especial (1988): 159.
47
LA IDENTIFICACIÓN DEL DESARTICULADOR DEL MUNDO CATÓLICO EN COSTA RICA (1880-1900)
48
ESTEBAN SÁNCHEZ SOLANO
44
El periódico La Época fue un caso particular. Se editó en la década de 1930 y sus ataques hacia el liberalismo, la
masonería y el protestantismo estaban presentes. Sin embargo, la pugna hacia el comunismo era la predominante.
También aparecieron periódicos católicos más enfocados a la acción social como el Correo Nacional. Se comenzó
a editar a finales de la década de 1920 y aunque buscaba comprometer a los laicos en las acciones pastorales de
la Iglesia católica, también fue utilizado para atacar a los denominados “enemigos” de la Iglesia, entre ellos los
analizados en este trabajo.
49
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y
LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)1
Roberto Armando Valdés Valle
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo “José Leonard y Enrique Guzmán: Controversias por
el librepensamiento y el establecimiento de la logia masónica “Progreso n° 41” en Granada, Nicaragua (1881-1883)”,
REHMLAC+ 7, no. 1 (mayo-noviembre 2015): 65-86.
2
Enrique Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7 (febrero 1961): 97-112, y Revista Conservadora 8 (marzo-
abril-mayo 1961): 113-128.
3
Existen fichas de estos tres intelectuales en el Registro Masónico del Supremo Consejo Centro-Americano del Grado 33
(ASCC G33), con sede en la ciudad de Guatemala: “José Leonard”, ASCC G33 (Nº 569, F. 71); “Lorenzo Montufar”,
ASCC G33 (N° 399, F. 149); “Antonio Grimaldi”, ASCC G33 (Nº 410, F. 160).
50
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
4
Américo Carnicelli, Historia de la Masonería Colombiana (1833-1940) (Bogotá: s.e., 1975), vol. 2, 27.
5
Carnicelli, Historia de la Masonería Colombiana, 26.
6
Carnicelli también hace referencia a la fundación de la logia Constancia n° 41 bajo la jurisdicción del Supremo
Consejo Neogranadino, en Historia de la Masonería Colombiana, 25. Para más detalle, véase Ricardo Martínez Esquivel,
“Un estudio comparado del establecimiento de logias masónicas en Costa Rica y Guatemala (1865-1903)”, en Número
especial de Diálogos 9º Congreso de Historia Centroamericano (2008): 2357-2382.
51
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
52
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
9
Sin embargo, otra fuente señala que Leonard ya no residía en España al momento de ser contratado para viajar
a Nicaragua, sino en París, pues ya había sido expulsado de Madrid, al parecer debido a sus ideas religiosas: “El
Presidente de la República General don Joaquín Zavala, deseando que, en el Colegio Instituto de Occidente se diera
una educación adecuada a la época, y con la eficaz colaboración de su ilustrado Ministro Lic. Don Vicente Navas,
aprovechó el viaje a Europa del Coronel don Agustín Aviléz y le encargó que contratara dos profesores para dicho
Colegio. Se refiere que este señor se encontró en París, con Salmerón entonces emigrado de España por motivo de sus
perversas ideas religiosas, y juzgándolo muy a propósito para consejero en el cumplimiento de su encargo, le suplicó
que le indicase dos sujetos aptos para el profesorado. Salmerón recomendóle [sic] a ciertos personajes desterrados de
España, de sus mismas ideas, llamados JOSE LEONARD y SALVADOR CALDERON” (“PAZ y BIEN”. Rev. De la V. O.
T. franc. De León. 1918). “Leonard y Calderón”, en Nicolás Buitrago Matus, “León: la sombra de Pedrarias”, Revista
conservadora (44): 288-289.
10
Es basta la bibliografía sobre la Institución de Libre Enseñanza, por ello refiero acá a los trabajos que han estudiado
su influencia en Costa Rica. Me refiero a la tesis doctoral de Manuel Ledesma Reyes, “Krausismo y educación en
Costa Rica: La influencia de los educadores canarios Valeriano y Juan Fernández Ferraz” (Tesis de Doctorado en
Historia, Universidad de La Laguna, España, 1994) y la monografía de Miguel Guzmán-Stein, “Masones españoles en
Costa Rica: El Krausismo y la Institución Libre de Enseñanza en la formación y desarrollo de la Democracia Liberal
Costarricense”, en Masonería española y americana, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 1993),
449-470.
11
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo (Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho, 1991), X, 24.
53
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
Este dato nos será de mucha utilidad cuando analicemos la controversia que
generaron sus discursos al inaugurarse el Instituto de Occidente en la ciudad
de León.
De acuerdo con la ficha, la logia madre de Leonard fue la Fraternidad
n° 42 de Madrid, donde había recibido el primer grado el 23 de febrero de
186412. La ficha agrega que el 2 de noviembre de 1891 fue presentado por
Ejkildaie H. B. Williams, pero no indica a cuál logia, muy probablemente a
una guatemalteca. Finalmente, la ficha establece que el SCCG33 en 1887,
aclarando que Leonard era “afiliado, procedente de España”.
Por lo que respecta a Enrique Guzmán, hay que comenzar diciendo que
en efecto su nombre no se encuentra registrado en las fichas del archivo del
SCCG33; pero la verdad sea dicha, tampoco se conservan las fichas de los otros
fundadores de la logia Progreso n° 41 que menciona Carnicelli, incluyendo a
José Dolores Gámez, uno de los más reconocidos masones nicaragüenses del
siglo XIX. Quizá una explicación de esta significativa ausencia de registros en
tan importante archivo se deba a que, como se ha explicado, la logia estaba
adscrita a Colombia. Sin embargo, como contrarréplica se debe decir que sí se
conservan registros en el archivo del SCCG33 de algunos de los masones que
formaron parte de la logia Constancia n° 40 de Guatemala, que también fue
establecida bajo los auspicios del GOSCNG.
Pero, ¿cómo explicar la ausencia total de referencias a Enrique Guzmán
en el establecimiento de la logia Progreso n° 41 de Granada? Quizá porque
finalmente se retractó de sus intenciones de formar parte del taller, dado los
incidentes violentos que generó su instalación, y que casi le cuestan la vida a
Leonard, como lo detallaremos más adelante. No es que Guzmán le rehuyera
al conflicto con los conservadores y ultramontanos, pero no cabe duda de
que se trató de un pensador bastante heterodoxo que a lo largo de su vida se
movió desde los extremos del liberalismo radical a los del conservadurismo
más recalcitrante. Al respecto, Julia Medina expresa lo siguiente:
12
De acuerdo con los estudios de José Antonio Ferrer Benimeli, para 1866 existía en Barcelona una logia denominada
Fraternidad, dependiente del Gran Oriente Nacional de España; sin embargo el mismo autor reconoce que para el
período 1814-1867, “la historia de la masonería de estos años está todavía por hacer, por lo que, de momento, tiene
unas características de especial provisionalidad”, y añade que “ante la falta de documentación masónica de este
período en España, hay que recurrir a la conservada en Londres, París y Lisboa, fundamentalmente”, 63-64. Téngase
presente que este artículo fue publicado en 1985. En cualquier caso, ya para el período 1869-1871 hace mención
a una logia Fraternidad de Madrid, y otra en Málaga a partir de 1876. Ferrer Benimeli, “Implantación de logias y
distribución geográfico-histórica de la masonería española”, en La masonería en la España del siglo XIX, coord. Ferrer
Benimeli (Salamanca: CEHME, 1985), 57-216.
54
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
Pues bien, quizá este “vaivén ideológico” podría ser un motivo más
que suficiente para que los masones nicaragüenses se sintieran un tanto
avergonzados de considerar a Guzmán como uno de los primeros masones en
el país, si es que efectivamente llegó a participar en las reuniones de esa logia;
sin embargo, los datos de su diario están ahí disponibles para ser considerados
y analizados –e incluso refutados– por cualquier estudioso de la masonería
nicaragüense y centroamericana.
55
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
Los jesuitas y el clero de León combaten al Instituto de Occidente que con varios
profesores españoles, y José Leonard como director ha abierto el Gobierno de aquella
ciudad. Escribo un artículo sobre la cuestión religiosa que provocó en León un
discurso del profesor Leonard que pronunció al abrirse el Instituto de Occidente. Le
pongo por título “Ultramontanos francos y Heterodoxos Vergonzantes” y se lo envió
18
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7, 103. Según el Acuerdo por el que se aprobaron los estatutos de
este Colegio de Santiago en Jinotepe, su director era J. [¿José?] Nicolás Jaen. Hay pues una pequeña diferencia entre
la información que nos da Guzmán respecto de su segundo nombre: María. Por lo demás, el acuerdo fue sancionado
en Granada el 12 de marzo de 1881, siempre durante la administración de Zavala.
19
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7, 99.
20
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7, 97.
56
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
Muy Ilustre Señor Vicario General: Los eclesiásticos que suscribimos, cumpliendo
con un deber de conciencia nos vemos en el estrecho de denunciar ante S.S. que
21
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7, 101. Este artículo fue publicado en el periódico El Termómetro,
8 de mayo de 1881, y fue reproducido por Cerutti en Enrique Guzmán, Escritos históricos y políticos. Volumen II (1880-
1892), ed. Franco Cerutti (San José: Libro Libre, 1988), 42-54.
22
Véase “Dificultades en la apertura del Instituto”, en Nicolás Buitrago Matus, “León: la sombra de Pedrarias”, Revista
conservadora 41, 284.
23
“Inauguración del ‘Instituto de Occidente’”, La verdad, 12 de marzo de 1881, reproducido en Enrique Guzmán,
obras completas, 542-544. También se conserva el reportaje que se publicó en la Gaceta Oficial del gobierno de
Nicaragua: “Crónica de la apertura del Instituto”, Gaceta Oficial, 12 de marzo de 1881, reproducido en Nicolás
Buitrago Matus, “León: la sombra de Pedrarias”, Revista conservadora 41, 284-285. De la misma forma, en esta crónica
no se hizo alusión alguna al escándalo que generó las palabras de Leonard.
24
Enrique Guzmán, “Ultramontanos francos y heterodoxos vergonzantes”, en Cerutti, Enrique Guzmán, obras
completas, Vol. II, 44. La cursiva es mía.
57
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
ayer que asistimos al acto inaugural del colegio de la Junta de Padres de Familia
de esta ciudad, el Sr. profesor LEONARD, preceptor de este colegio, a la faz de un
numeroso concurso, se expresó con ardor en su discurso en términos anti-religiosos,
condenados por el Syllabus, como son: “que él daría una enseñanza moderna
basada en la libertad de pensamiento y libertad de conciencia”. Como estas especies
deletéreas son trascendentales a la sociedad, a los padres e hijos de familia, por lo
expuesto V.S. determinará lo que tenga por conveniente, a fin de que se ponga coto
a este mal que nos amenaza”25.
Natural parecía que los amigos y sostenedores del nuevo Instituto salieran a la defensa
de las teorías avanzadas del señor Leonard. Pero no sucedió así: salieron a negar que
el discurso del profesor español contuviera palabras alarmantes para los creyentes
fervorosos, y salieron por tanto, a exhibirse como herejes timoratos o como católicos
que ignoran lo [que es el catolicismo]. El mismo Lic.do Leonard quiso atenuar el
alcance de su discurso y con tal objeto publicó un papel en el que habla de “las
fecundas ideas del cristianismo”; sostiene que no pronunció las frases que el Padre
Orosco le atribuye, y trata en fin de tranquilizar de mil maneras a las almas piadosas
que, por dicha nuestra, abundan en Nicaragua, y que indudablemente responderán
al liberal profesor con aquellas conocidísimas palabras de un taimado gitano: “El que
no te conoce, que te compre”26.
25
“El discurso del profesor Leonard”, en Nicolás Buitrago Matus, “León: la sombra de Pedrarias”, Revista conservadora
44, 287.
26
Guzmán, “Ultramontanos francos y heterodoxos vergonzantes”, 44-45.
58
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
Para contar [cortar] las malas interpretaciones, creo conveniente declarar que senté
como base de la educación de nuestros futuros alumnos las fecundas ideas del
cristianismo. Por lo demás, ni he pronunciado la palabra “libre pensamiento”, ni,
mucho menos hubiera podido decir, “que con él se hará guerra abierta a ningún
sistema”. Hablé, sí, de respetables tradiciones, que los profesores habíamos de tener
en cuenta en la enseñanza, y de la conveniencia de excluir de ésta toda preocupación
contraria a lo útil, bueno, bello y verdadero, es decir, a la ciencia y al arte”27.
Hasta acá todo parecería normal, pero un par de líneas más adelante,
Leonard habla de la “libertad de conciencia” a la que considera clave para
el desarrollo de los pueblos, y por supuesto una de las características
fundamentales del librepensamiento, como veremos más adelante:
Al pasar después en revista a los pueblos más cultos y prósperos de América y Europa,
prósperos y cultos por su amor a la ciencia y a la libertad, traté de demostrar cuántos
beneficios habían reportado de aquellos procedimientos, y cité entre otros veneros
de la riqueza y bienestar públicos, especialmente en los Estados Unidos, la libertad
de conciencia, que tanto ha contribuido a fomentar la inmigración y a aumentar las
fuerzas productivas de aquel envidiable país28.
Pero demos por sentado que se hubiesen vertido en el discurso palabras capaces
de alarmar á los padres de familia respeto de la educación relijiosa que se iba á dar
á sus hijos en el nuevo Instituto… ¿porqué entonces los alarmados no recurrieron
al Supremo Gobierno, Jefe natural, i en todo caso al Director, Jefe inmediato del
establecimiento?... Por que todos saben que el profesor Lic. Leonard sentó como
base del Colejio la enseñanza religiosa, i lejos de declararse libre pensador, hizo una
brillante i entusiasta invocación al cristianismo á cuya benéfica influencia atribuyó
los asombrosos progresos de la civilización que alcanzamos29.
59
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
aproximación histórica”:
60
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
su artículo:
Apenas conozco de vista al señor Leonard, pero amigos míos que lo han tratado
bastante aseguran que es persona inteligente y mui instruida. Así ha de ser, mas
dudo de que, a pesar de su claro talento y de su vasta instrucción, pueda el profesor
español encontrar modo de armonizar esas eternas antinomias: la Fe con que sin ver
creemos y la Razón que no quiere creer antes de ver; la autoridad dogmática de la
tradición bíblica y la libre investigación de la verdad: Dios y Lucifer en una palabra…
Según EL PORVENIR, el lic.do Leonard dijo en su discurso, entre otras cosas, lo
siguiente: “Ha de hacérsele guerra abierta a preocupaciones y sistemas que obligan
a la razón a aceptar como verdades aquello que no alcanza a comprender… etc.”33.
61
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
62
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
No nos hagamos ilusiones ni nos forjemos una Nicaragua que no existe. Aquí el
fanatismo tiene raíces mui profundas, i la ignorancia es suprema, casi invisible. Tratar
de combatir cuerpo a cuerpo las supersticiones populares, me parece tan ridículo
como peligroso. Ese monstruo de cien cabezas que se llama “Fanatismo religioso”
tiene uñas i dientes. Ai del que quiera domesticarlo con declaraciones a lo Montufar
o con Programas como el de la revolución de Junio. Solo la instrucción primaria
40
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 7, 108.
41
Para formarse una idea de la vasta producción intelectual de Lorenzo Montúfar, puede consultarse el estudio de
Víctor Hugo Acuña, “La historiografía liberal centroamericana: la obra de Lorenzo Montúfar (1823-1898), Revista
historia y sociedad 12 (noviembre, 2006): 29-59.
42
Roberto Marín Guzmán ha estudiado con bastante detalle una de estas polémicas en prensa en las que Montúfar
se involucró mientras residía en Costa Rica, véase su monografía: “Un masón anti-jesuita en Costa Rica en el siglo
XIX: El caso del doctor Lorenzo Montúfar”, en Gibraltar, Cádiz, América y la masonería. Constitucionalismo y libertad
de prensa, 1812-2012, coords. José Miguel Delgado Idarreta y Antonio Morales Benítez (Gibraltar: Gobierno de
Gibraltar, CEHME, Universidad de Zaragoza, 2014), Tomo II, 725-748. Y acerca de este periodo de “revoluciones” en
Centroamérica y sus relaciones con la masonería, véase Martínez Esquivel, “Sociedad civil, esfera pública y masonería
en Centroamérica (1865-1876)”, en Gibraltar, Cádiz, América y la masonería, Vol. I, 541-580.
63
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
difundida por todas partes, el progreso paulatino de nuestra industria que nos ponga
en contacto con otras naciones i la inmigración extranjera, podrán romper la densa
nube de ignorancia que tapia por todas partes nuestros horizontes. Desengañese el
señor X i todos los liberales de buena fe que tengamos en Nicaragua. El pueblo no
desea la “Libertad de cultos”: no entiende ni quiere entender “la separación de la
Iglesia i el Estado, pero si la entendiera, no le gustaría. Aquí estar excomulgado es
lo mismo que estar en el infierno i ser mason es lo mismo que estar excomulgado o
tener pacto con el demonio…43.
64
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
46
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 113.
47
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 113-114.
48
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 114.
49
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 114.
50
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 114.
51
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 114.
52
Para profundizar en el significado de la obra y el papel destacado que jugó la Baronesa de Wilson en la promoción
de la educación de las mujeres en América Latina, pueda consultarse el estudio de Olga Vázquez Monzón, “Masones
salvadoreños e instrucción intelectual femenina: El Salvador, 1875-1887”, REHMLAC 5, no. 1 (mayo-noviembre,
2013): 120-139.
53
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 115.
65
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
José D. Gámez viene de Rivas en el vapor y a las 7 está en mi casa don José Leonard.
Hay inquietud en el vecindario por el establecimiento de la Logia Masónica
inaugurada antenoche57.
54
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 115.
55
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 116.
56
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 116.
57
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 116.
58
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 116.
59
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 119.
60
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 120.
66
ROBERTO ARMANDO VALDÉS VALLE
la masonería centroamericana:
A las 6 p.m. dispara Chico Leal varios pistoletazos sobre Leonard. Este me manda
llamar para que apacigüe a Leal: voy a ver a éste y se manifiesta furioso y dice que
si Leonard no se va de Granada lo mata. Vuelvo a ver a Leonard quien está ya en
el Hotel de Los Leones: no parece muy satisfecho de Cárdenas y menos aún de
Zambrana61.
61
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 121.
62
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 121.
63
Guzmán, “Diario íntimo”, Revista Conservadora 8, 121. Sobre Rafael Zaldívar y sus relaciones con los masones
salvadoreños, puede consultarse: Valdés Valle, “La Masonería y el Gobierno de Rafael Zaldívar (1876-1885)”,
Boletín AFEHC 37 (2008).
64
Diario Oficial , “El Señor don José Leonard”, 27 de mayo de 1883, 518.
67
CONTROVERSIAS POR EL LIBREPENSAMIENTO Y LA MASONERÍA EN NICARAGUA (1881-1883)
65
José Leonard, “De Corinto á San Salvador”, Diario Oficia, 31 de mayo de 1883, 529.
66
De acuerdo con la “Memoria del Ministerio del Interior” correspondiente a 1884, acompañaron a Zaldívar en
su viaje a Europa: Luciano Hernández, José Leonard, Joaquín Méndez, Carlos Molina, Pablo Spilsburi y Ezequiel
Moreno. “Memoria del Ministerio de lo Interior, presentada al Cuerpo Legislativo de 1885, el día 27 de Enero, por el
Sub-Secretario del Ramo”, Diario Oficial, 23 de marzo de 1885, 403. No obstante, al iniciar el viaje, El Diario Oficial
reportó que los miembros de la comitiva eran solamente Joaquín Méndez, José Leonard y Juan Padilla Matute. Véase
Diario Oficial, 9 de abril de 1884, 2.
67
Diario Oficial, “Ministerio de Relaciones Exteriores”, 8 de julio de 1885, 25.
68
La República 185, “Señores RR. de “La República”, 28 de septiembre de 1885, 1.
69
Véase Diario Oficial, “Ministerio de Instrucción Pública”, 3 de octubre de 1885, 305; y La República, “Acuerdos”,
7 de octubre de 1885, 1.
70
Véase los estudios de Rafael Obregón Loria y George F. A. Bowden, La Masonería en Costa Rica: Segundo Período
(San José: Trejos Hermanos, Impresores, 1938), 110; y Obregón Loría y Bowden, La Masonería en Costa Rica: Tercer
Período (San José: Trejos Hermanos, 1940), 44.
71
Silverio Laínez, “Breve resumen de la historia de la masonería hondureña”, Shittah 70 (octubre-diciembre, 1955): 43.
72
Dionisio Martínez Sanz, “Rubén Darío y su iniciación a la francmasonería”, Shittah 37-38 (abril-septiembre, 1947): 35.
68
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL
PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO
1962-19651
René Antonio Chanta Martínez
Universidad de Don Bosco
Por eso y por muchas otras razones que el espacio no nos deja escribir:
UN MASON NO ES DIGNO DE CONFIANZA.
La Iglesia Católica no se la tiene y por eso en
su canon 2335 lo declara “Excomulgado”.
(Padre Oscar Romero 29 de febrero de 1964 en Chaparrastique).
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo publicado en la REHMLAC 3, no. 1 (mayo-noviembre
2011): 121-141.
2
Conviene advertir que hay evidencias de escritos antimasónicos del padre Romero desde finales de la década de 1940,
que no serán tomados en cuenta en este ensayo. Analizar esa etapa sería acercarnos forzosamente a otro contexto que
escapa a este esfuerzo académico. Por lo tanto, este artículo se centrará exclusivamente en los textos antimasónicos de
Romero en los años sesenta (1962-1965) cuando él iniciaba su etapa como director de Chaparrastique.
3
San Miguel es una ciudad de El Salvador situada a 138 kilómetros de la capital, San Salvador. Es la cabecera del
departamento del mismo nombre.
4
Chaparrastique fue un semanario católico migueleño publicado el día sábado. De acuerdo a Ítalo López Vallecillos
se fundó bajo la dirección del presbítero Dr. Vicente de Jesús Gómez el 4 de noviembre de 1915. Este rotativo
también fue dirigido por monseñor Rafael Valladares y Argumedo. La voz Chaparrastique proviene de la lengua lenca
(grupo indígena salvadoreño) que significa huerto florido y que designa a un volcán de la zona migueleña. Véase
Italo López Vallecillos, Periodismo en El Salvador, bosquejo histórico-documental precedido de apuntes sobre la prensa
colonial hispanoamericana (San Salvador: UCA editores, 1987), 294-295. Cuando Romero asumió la dirección de
Chaparrastique en 1961, este semanario llevaba más de 40 años de estar en circulación.
69
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
70
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
La popularidad del padre Romero entre los laicos era evidente y contrastaba con sus
tensiones con los demás sacerdotes; tal popularidad se debía a que tenía una facilidad
sorprendente para predicar y un verbo caluroso y emotivo que llegaba fácilmente
al corazón de sus fieles […] Era tan grande el amor que el padre Romero tenía a la
pastoral de la palabra de Dios predicada, que a veces parecía demasiado exclusivista
en el uso de la misma durante las celebraciones litúrgicas10.
8
Delgado, Oscar A. Romero, 27. Anamorós es un municipio del departamento de La Unión, y pertenece a la
Diócesis de San Miguel.
9
Elmer Romerdo coord., Monseñor Romero, Su vida, su testimonio y su palabra (San Salvador; Equipo Maíz, 2000), 7.
10
Delgado, Oscar A. Romero, 33.
11
La vida de Oscar Romero es bastante amplia. Aquí solo me he limitado a exponer de manera muy sintética su labor
pastoral en San Miguel. Luego de más de veinte años al servicio de su diócesis natal, en 1967 Romero se trasladó a
San Salvador. En 1970, el papa Pablo VI lo nombró obispo auxiliar de San Salvador. En 1974 fue designado obispo
de Santiago de María (Departamento de Usulután). Finalmente Pablo VI lo nombró arzobispo de San Salvador en
1977, cargo que ocupó hasta 1980 cuando fue asesinado. Para más detalles consúltese Delgado, Oscar A. Romero.
71
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
12
Oscar Romero, “¿Cuál Patria?”, Chaparrastique, 7 septiembre de 1962, 1. La gran mayoría de ediciones que se
citarán de este semanario católico se consultaron en el Archivo Histórico del Arzobispado de San Salvador. En las
citas a este periódico se respeta la sintaxis original de los textos. Por otro lado, este editorial, a mi juicio, es muy
significativo en la trayectoria de Romero, ya que está denunciando la mala distribución de la riqueza y la desigualdad
social, antes de la celebración del Concilio Vaticano II y de las reuniones del episcopado latinoamericano de Medellín
y Puebla.
13
Francisco J. Ponte, Historia de la masonería salvadoreña (Sonsonate: Imprenta Excelsior, 1962), 29.
14
Para más amplitud: Roberto Armando Valdés Valle, “Origen, miembros y primeras acciones de la masonería en
El Salvador (1871-1872)”, REHMLAC 1, no. 1 (mayo-noviembre 2009): 155-171; y Valdés Valle, “La Masonería y el
gobierno de Rafael Zaldívar, (1876-1885)”, Boletín AFEHC 37 (2008).
72
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
Este texto acaba afirmando que la peor desgracia que puede ocurrirle
a las personas católicas es tener gobernantes masones. Nos dice Romero: “El
peor baldón y peligro para un pueblo católico sería procurarse autoridades
masónicas”17. En efecto, el director del Chaparrastique estaba muy en sintonía
con la encíclica Humanum Genus, ya que este documento pontificio también
señala que la masonería es altamente peligrosa, tanto para el Estado como
para los cristianos. Nos dice el Papa León XIII: “Esta Sede Apostólica denunció
y proclamó abiertamente que la masonería, constituida contra todo derecho
divino y humano, era tan perniciosa para el Estado como para la religión
cristiana”18.
15
Romero, “¿Son realmente católicas nuestras escuelas?”, Chaparrastique, 15 de marzo de 1963, 1.
16
Romero, “¿Por qué un masón no es digno de confianza?”, Chaparrastique, 29 de febrero de 1964, 1.
17
Romero, “¿Por qué un masón no es digno de confianza?”, 1.
18
Humanum Genus, número 4.
73
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
19
Véase Ricardo Martínez Esquivel, “Un estudio comparado del establecimiento de logias masónicas en Costa Rica
y Guatemala (1865-1903)”, Número especial de Diálogos 9º Congreso de Historia Centroamericano (2008): 2357-2382.
20
Romero, “Historia no adulación”, Chaparrastique, 20 de agosto de 1965, 1.
21
Para más detalles consúltese Jorge Araujo Lozano, “La Iglesia Católica salvadoreña y la laicización de la educación
en 1881: ¿Un proyecto liberal frente a una respuesta ultramontana?” (Tesis de Maestría en Filosofía Iberoamericana,
UCA, 2009).
74
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
“REVOLUCIÓN MASÓNICA”
En 1862, es el Presidente Gerardo Barrios quien firma con el bondadoso Papa Pío
IX, el primer contrato que era expresión de armonía y comprensión entre la Iglesia y
nuestra Patria. Por desgracia se desataron también sobre nuestro suelo los fatídicos
vientos de revolución masónica que hicieron caer en el incumplimiento la seriedad
de aquel compromiso internacional25.
22
Estos textos críticos de la obra de Reyes aparecieron en la sección llamada “Historia patria” y los artículos se titulan
“Observaciones sobre la obra del Sr. Dr. Rafael Reyes, titulada: Nociones de Historia del Salvador, precedidas de
un resumen de Historia Universal” y están firmados por José María López Peña. Aparecieron en las ediciones de El
Católico comprendidas entre el 19 de julio al 13 de septiembre de 1885.
23
Gerardo Barrios fue un militar salvadoreño que ejerció la presidencia de la República entre 1859 y 1863.
24
Para más amplitud de las relaciones entre la Iglesia católica salvadoreña y el Estado en el siglo XIX véase: Maurizio
Russo, Relaciones entre Estado e Iglesia católica en El Salvador (finales del siglo XIX, comienzos del siglo XX) (México:
Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2007), 273-289.
25
Romero, “Fiesta de la transfiguración, regalo de la providencia a nuestra patria”, Chaparrastique, 6 de septiembre
de 1963, 1.
26
Romero, “El Concordato de Barrios y las relaciones de El Salvador con la Santa Sede”, Chaparrastique, 27 de
agosto de 1965, 1.
75
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
27
Esta relación entre la reforma católica y la masonería tuvo sus paralelismos en el resto de Centroamérica a inicios
de la década de 1870. Véase al respecto: Valdés Valle, “Elementos para la discusión sobre masonería, política y
secularización en la Centroamérica del siglo XIX”, REHMLAC 2, no. 2 (diciembre 2010-abril 2011): 66-84; Martínez
Esquivel, “Sociedad civil, esfera pública y masonería en Centroamérica (1865-1876)”, en Gibraltar, Cádiz, América y
la masonería. Constitucionalismo y libertad de prensa, 1812-2012, eds. José Miguel Delgado Idarreta y Antonio Morales
Benítez (Gibraltar: Gobierno de Gibraltar - Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, Universidad de
Zaragoza, 2014), Vol. I, 541-580.
28
Rodolfo Cardenal, El poder eclesiástico en El Salvador 1871-1931 (San Salvador: CONCULTURA, 2001), 59-100.
29
Valdés Valle, “Origen, miembros y primeras acciones de la masonería en El Salvador”, 1.
30
Valdés Valle, “Masones, liberales y ultramontanos salvadoreños: debate político y constitucional en algunas
publicaciones impresas, durante la etapa final del proceso de secularización del Estado salvadoreño (1885-1886)”
(Tesis de Doctorado en Filosofía Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, 2010), 6.
76
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
31
Acerca de ello, Martínez Esquivel, “Documentos y discursos católicos antimasónicos en Costa Rica (1865-1899)”,
REHMLAC 1, no. 1 (mayo-noviembre 2009): 135-154.
32
José Abdón Arce, “Curiosidades históricas”, en Chaparrastique, 30 de octubre de 1965, 6.
33
Aquí conviene apuntar que también hay indicios de que había presencia de masones en el país desde tiempos de
Gerardo Barrios. En este punto se puede consultar el artículo de Roberto Valdés en el que citando a Miguel Ángel
Gallardo muestra la correspondencia entre J.C. Bulnes y José María Cáceres, en donde se evidencian símbolos y frases
masónicas en los saludos. Véase: Miguel Angel Gallardo, Papeles históricos Volúmen III (Primera parte) (Santa Tecla:
Tipografía Atlas, 1971), 307.
77
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
Sigue la absurda intransigencia del Señor Ministro del Interior acerca de la prioridad
del matrimonio civil? Será verdad que hasta proyectada del archivo parroquial de
San Miguel donde dicen que el Ministro constan miles de matrimonios religiosos
sin matrimonio civil? Con qué derecho la podría hacer? Exponemos en forma de
interrogaciones esas ideas porque francamente no quisiéramos creer que el Coronel
Sánchez dada su cultura con ribetes europeos, tenga esta mentalidad de trasnochado
liberalismo35.
34
El coronel Fidel Sánchez Hernández era un político y militar salvadoreño que sucedió a Julio Adalberto Rivera en
la presidencia de la República en el año de 1967. Concluyó su mandato en 1972. Antes, se había desempeñado como
ministro del Interior en el gobierno de Julio Adalberto Rivera. Acerca de esto, puede consultarse: Rodolfo Cardenal,
Manual de Historia de Centroamérica (San Salvador: UCA editores, 1996),, 393; y Ernesto Rivas Gallon “La masonería
en la política nacional”, Conversaciones con Netorivas, 27 de enero de 2008. Sin embargo, no hay una fuente más fiable
para verificar su auténtica pertenencia a la masonería.
35
Romero, “Matrimonio civil vrs Matrimonio religioso”, Chaparrastique, 5 de junio de 1963, 1.
36
Romero, “Matrimonio civil vrs Matrimonio religioso”.
37
Romero, “Matrimonio civil vrs Matrimonio religioso”.
38
Julio Adalberto Rivera era un teniente coronel que perteneció al directorio cívico militar de 1961 luego del golpe
de Estado a José María Lemus. Ganó las elecciones presidenciales de 1962 al presentarse como candidato único. Véase
Cardenal, Manual de Historia de Centroamérica, 390-391.
78
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
39
Ciertamente, este conflicto se dio en muchos países centroamericanos. Por ejemplo, en Costa Rica, hubo una fuerte
tendencia antimasónica en el discurso oficial del catolicismo. Véase: Martínez Esquivel, “Documentos y discursos
católicos antimasónicos en Costa Rica (1865-1899)”, 135-154; y Martínez Esquivel, “Conspiradores políticos y sectas
misteriosas: Imaginarios sociales sobre la masonería en Costa Rica (1865-1899)”, Revista Estudios 22 (diciembre
2009): 13-32..
40
La Discusión, Órgano de las clases de derecho teórico y práctico se empezó a publicar semanalmente en 1880 bajo
la dirección de Antonio J. Castro, Esteban Castro y Baltasar Parada; y en cuyas páginas se evidencia una fuerte postura
anticlerical y una clara defensa a las ideas masónicas. Véase René Antonio Chanta Martínez, “Francmasonería, Iglesia
y publicaciones impresas: La Discusión, 1881”, Boletín AFEHC 37 (2008).
41
Este artículo fue uno de los más largos publicados por La Discusión. Fue publicado por entregas desde el 25 de
abril hasta el 7 de junio de 1881.
42
Chanta, “Francmasonería, Iglesia y publicaciones impresas: La Discusión, 1881”.
43
Texto encontrado en el Archivo General de la Nación (AGN) en la sección Asuntos del Clero, año 1964.
79
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
80
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
el gran ganador con el 58 por ciento de los sufragios. Así, logró hacerse con
34 escaños frente a 14 de su más cercano rival, el Partido Demócrata Cristiano
(PDC). El 13 de marzo de ese mismo año, Romero escribe una editorial sobre
la elección del nuevo alcalde de San Miguel:
Y en cuanto a San Miguel, saludamos a las electas autoridades edilicias. Y en nombre
de todo un pueblo auténticamente católico, auguramos que el nuevo alcalde, a
pesar de estar excomulgado de nuestra fe por ser masón contumaz, sabrá mostrar su
hombría en no dejarse manejar por las tenebrosas consignas de la logia anticastrista,
sino que comprenderá que gobernar es servir a los auténticos sentimientos del
pueblo gobernado48.
48
Romero, “Después de las elecciones”, Chaparrastique, 13 de marzo de 1964, 1.
49
Resultó ganador de estas elecciones para alcalde de San Miguel, Luis Neftalí Cardoza. Terminó su período en 1965.
Pertenecía al Partido de Conciliación Nacional (PCN). Véase también: La Prensa Gráfica, “Muchas obras proyecta el
alcalde electo de San Miguel”, 19 de marzo de 1964, 2.
50
Código de Derecho Canónico (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1949), canon 2235. En el nuevo código de
derecho canónico del año 1983 no se menciona la excomunión a los miembros de la masonería, por lo cual algunos
opinan que se ha dado una evolución en el conflicto entre la masonería y la Iglesia católica.
51
Paradójicamente, un año después, cuando el nuncio apostólico visitó San Miguel, este rotativo católico habló muy
bien del alcalde migueleño. Se afirma que el obispo migueleño junto con las autoridades civiles representadas en el
gobernador de San Miguel, el doctor Charlaix y el alcalde Cardoza asistieron a la eucaristía celebrada por el nuncio.
Consúltese: Chaparrastique, “Representante de su Santidad en su visita oficial a San Miguel”, 29 de marzo de 1965, 1.
52
De acuerdo al Chaparrastique en su edición del 9 de enero de 1965, el padre Alagiagián era un sacerdote perteneciente
a la Compañía de Jesús que recorrió América Latina. Fue condenado en Rusia 17 veces y estuvo preso 12 años en las
cárceles soviéticas. Este rotativo católico lo presenta como una víctima de la crueldad del sistema comunista ruso.
81
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
Nuestro último Sínodo diocesano (Ley de nuestra diócesis), dice en el número 446:
“A las tenidas blancas no se puede asistir; ni aún a los bailes, fiestas de caridad, etc.,
que organicen como tales los masones. Y en esto difícilmente se podrá uno excusar
de pecado mortal…”58.
53
Romero, “El escándalo de la democracia”, Chaparrastique, 13 de febrero de 1965, 1.
54
Bula de Clemente XII, In Eminenti.
55
Para mayor detalle de las múltiples condenas de la Iglesia católica a la masonería se puede consultar: José Antonio
Ferrer Benimeli, La masonería después del Concilio (Barcelona: Editorial AHR, 1968), 23 ss.
56
Tomás Pineda y Zaldaña, “Pastoral”, La Verdad, 23 de marzo de 1872, 1-3.
57
Ferrer Benimeli afirma que, si bien en el siglo XX los últimos papas poco han hablado sobre la masonería, hay
todavía muchas declaraciones colectivas o privadas de algunos episcopados en contra de esta institución. Ferrer
Benimeli, La masonería después del Concilio, 91.
58
Ponte, Historia de la masonería salvadoreña, 273-274.
82
RENÉ ANTONIO CHANTA MARTÍNEZ
La masonería tiene enemigos. ¡Oh, hermanos! Son todos aquellos de buena fe que
no la entienden, y, los peores, aquellos de mala fe, que quieren a su favor privilegios
del pasado y del presente y odian el porvenir. Entre ellos la Iglesia de Roma, no en
sus dictados cristianos y religiosos que respetamos, sino en la estrinsecación [sic]
política de su actividad… siempre tenemos frente de nosotros el mismo obstáculo
sistemático: la idea clerical. ¡He ahí el enemigo!59
59
Ponte, Historia de la masonería salvadoreña, 270.
60
En efecto, conviene apuntar que el Santo Oficio el 1 de julio de 1949 había prohibido colaborar con los comunistas.
61
Véase al respecto la obra de Ferrer Benimeli, El contubernio judeo-masónico-comunista: del satanismo al escándalo de
la P-2 (Madrid: Istmo, 1982).
83
ANTIMASONERÍA Y ANTILIBERALISMO EN EL PENSAMIENTO DE OSCAR ARNULFO ROMERO 1962-1965
62
De acuerdo a las referencias, el Partido Demócrata Cristiano de El Salvador nació el 25 de noviembre de 1960,
firmándose el acta de inauguración en el Colegio Panamericano “Francisco Gavidia”. Cabe mencionar que la
democracia cristiana era un gran protagonista político a nivel mundial tanto en Europa como en América del Sur.
63
El Partido de Conciliación Nacional se constituyó el 30 de septiembre de 1961, es decir, un año después de haberse
fundado el PDC. Una fuente afirma que al inicio Julio Adalberto Rivera quería elegirse presidente como candidato del
PDC, pero estos se opusieron a toda alianza con los militares. Ante este suceso se produjo una división en el PDC y
varios de sus miembros participaron en la creación del PCN.
84
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-
OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX1
Julio Martínez García
Universidad de Salamanca
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo “La Masonería y la prensa liberal-oposicionista mexicana
de finales del XIX. El caso de Diario del Hogar”, REHMLAC+ 7, no. 2 (diciembre 2015-abril 2016): 70-91.
2
Jean Pierre Bastián, “La francmasonería en la historiografía mexicanista”, en La Masonería española entre Europa
y América, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Zaragoza: Gobierno de Aragón- Departamento de Educación y
Cultura, 1995), 869.
3
François Xavier Guerra, México: del Antiguo Régimen a la Revolución. Tercera parte (México D.F.: Fondo de Cultura
Económica, 1988), 159.
4
Guillermo de los Reyes, Herencias secretas. Masonería, política y sociedad en México (Puebla de Zaragoza: Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, 2009), 119-120.
5
María Eugenia Vázquez Semadeni, “La formación de una cultura política republicana. El debate público sobre la
Masonería en México 1821-1830” (Tesis de Doctorado en Historia, Colegio de Michoacán, 2008), 379.
85
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
86
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
7
E. Castro, J. Reyes y J. Larrosa, El medio ambiente en la prensa nacional, 64.
8
Marco Antonio Flores Zavala, “La Masonería en el centro–norte de México, 1869-1914”, REHMLAC 6, no. 1 (mayo-
noviembre 2014): 115 [citado el 2 de octubre de 2015]: disponible en http://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rehmlac/
article/view/15229/14528
9
Carlos Francisco Martínez Moreno, “Las Logias masónicas en la Nueva España”, REHMLAC 3, no. 2 (diciembre
2011-abril 2012): 243-297. Vázquez Semadeni, “From the Sea to Politics: Masonry in New Spain/Mexico, 1816-23”,
REHMLAC. Hors série nº1. Special Issue UCLA-Grand Lodge of California (octubre 2013): 114-136.
87
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
10
Flores Zavala, “La Masonería en el centro–norte de México”, 116.
11
Flores Zavala, “La Masonería en el centro–norte de México”, 116.
12
Flores Zavala, “La Masonería en el centro–norte de México”, 116.
13
Flores Zavala, “La Masonería en el centro–norte de México”, 116.
14
En este sentido, el investigador, historiador y profesor universitario Guillermo de los Reyes señala que “a pesar de
que la Masonería en este momento [por el Porfiriato] ya había perdido un poco de terreno por las luchas acaloradas
de la década de 1820 y las de la Guerra de la Reforma, todavía seguía presente en el ámbito político y también en la
publicación de libros y revistas que se distribuían entre sus miembros y los simpatizantes de la organización”. En este
sentido, “Díaz era consciente que la Masonería podría recuperar el poder e influencia que alguna vez tuvo dentro de
la política mexicana. Para evitar que esto sucediera accedió a centralizar a la Masonería bajo su mando, contribuyendo
a la creación de una institución masónica llamada la Gran Dieta Simbólica”. De los Reyes Heredia, Herencias secreta,
119-120 y 125.
88
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
15
Guerra, Le Mexique: De l´Ancien Régime à la Révolution (París: Editions L´Harmattan et Publications de La Sorbonne,
1985), 149.
89
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
Dicha relación de convivencia [entre masones y gobierno] fue muy importante, pues
por un lado, Díaz lograba el control de la Masonería y el apoyo de sus miembros
y, por otro, a los masones les favorecía y agradaba el reconocimiento que Díaz les
otorgaba, ya que la simple cercanía con él les abría las puertas y les daba cierto
prestigio22.
90
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
23
Durante la gestión de Cantón, la Gran Dieta acumuló un déficit de entre 10000 y 15000 pesos, que dicho dirigente
no supo justificar. Trueba, Masones en México, 223.
24
En 1895, siendo secretario Cantón, la Gran Dieta Simbólica aprobó su código de estatutos, según el cual la
masonería mexicana permitía oficialmente el ingreso de mujeres a la orden. A pesar de los avances propuestos
por Cantón, en noviembre de 1896 se reformaron las constituciones de la Gran Dieta Simbólica, y en el artículo
24 se indicó que “el masón debe ser ciudadano en la plenitud de sus derechos, de probidad reconocida y de una
regular inteligencia… Las mujeres por ninguna causa ni motivo pueden ser aceptadas como masones y miembros
de la Francmasonería”. Martínez Moreno, “Auge y caída de la Masonería en México en el siglo XIX. La exclusión
de la mujer bajo la mirada del discurso masónico de Laureana Wrigth González”, REHMLAC 4, no. 2 (diciembre
2012-abril 2013): 135-143.
25
Porfirio Díaz, “Carta de dimisión de la Gran Dieta Simbólica”, Boletín Masónico. Órgano Oficial de la Gran Dieta
Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos (octubre–noviembre 1895): 392.
26
De los Reyes Heredia, Herencias secretas, 130.
91
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
27
Miguel Eduardo Galicia, “El movimiento zapatista en el contexto sociopolítico mexicano de 1911, a través de la
prensa. Estudio comparativo sobre el movimiento zapatista presentado en las notas de El Imparcial y Diario del Hogar
durante el año 1911” (Tesis de Doctorado en Historia, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad de Iztapalapa,
2010), 24.
28
Galicia, “El movimiento zapatista”, 26.
29
Galicia, “El movimiento zapatista”, 27.
30
Galicia, “El movimiento zapatista”, 35.
31
Estas posturas liberales hicieron que Diario del Hogar fuera uno de los medios involucrados en el Congreso de
Clubes Liberales de San Luis Potosí de febrero de 1901. Florence Toussaint, Escenario de la prensa en el Porfiriato
(México D.F.: Fundación Manuel Buendía-Universidad de Colima, 1984), 13. A fines del s. XIX este título apenas
llegaba a los 1.000 ejemplares de tiraje. Toussaint, Escenario de la prensa, 32.
32
Como ya se ha comentado anteriormente, Filomeno Mata llegó a pertenecer a talleres masónicos críticos con el
sistema porfiriano: “Las logias crecieron y se desarrollaron durante la primera mitad del siglo XIX como espacios
pre-políticos, en el sentido de ofrecer campos de confirmación de clientelas políticas. Al ascender Porfirio Díaz a la
presidencia de la República no habían perdido ese papel, aunque (y quizá ahí reside su límite durante el periodo)
fueron controladas por Díaz a partir de 1890, al crearse la Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos,
de la cual era el gran maestro. Sin embargo, prueba del carácter contestatario potencial que tuvieron las logias, es
que siguieron desarrollándose talleres disidentes que nunca aceptaron el control del Estado y aun en las mismas
agrupaciones centralizadas por Díaz se mantuvieron miembros opositores al régimen Porfirista como, por ejemplo,
el periodista Filomeno Mata o el futuro dirigente magonista Librado Rivera”. Bastián, “El impacto regional”, 55. El
informador formó parte de la logia Lealtad de la Ciudad de México.
92
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
los que han determinado que el Diario del Hogar haya sido elegido para la
elaboración de la presente investigación, al constituirse como un ejemplo de
medio liberal-oposicionista, que formuló dichos posicionamientos a partir de
1887. Se busca analizar, en este sentido, la imagen con que se representó a la
orden masónica en el referido medio.
De esta forma, el Diario del Hogar publicó 41 notas sobre masonería,
aunque la mayor parte de las referencias fueron breves (13, el 31,71 %), mientras
que las siguientes fórmulas más utilizadas fueron las informaciones (11, un
26,83 %). Esto, a su vez, se vio reflejado en la extensión de las inserciones.
Así, la categoría “1 columna” fue la mayoritaria, con 26 unidades y un 63,41
% del total. No obstante, mantuvo una inserción de “5 columnas o más”.
Pero, al mismo tiempo, los asuntos relacionados con las logias se ubicaron
mayoritariamente en la portada. De las 41 apariciones, 21 se encontraron
primera plana, lo que supuso un 51,22 % del total, mientras que en la segunda
y en la tercera cuartilla, respectivamente, se incluyeron 15 y 5 notas, lo que
porcentualmente constituyó el 36,58 % y el 12,19 %, respectivamente. En la
cuarta página no hubo ninguna mención a la fraternidad.
En cualquier caso, el tratamiento de las logias fue más o menos objetivo.
De hecho, solo en un 17,07 % de las inserciones se empleó el sensacionalismo,
mientras que la crítica apareció en un 14,63 % 33. Así, fueron varias las facetas
que, de la orden, se describieron en el Diario del Hogar. Una de las más
importantes fue la centrada en la actualidad masónica interna. De esta forma,
se explicó el buen estado de las obras del templo San Juan Evangelista del
taller tabasqueño del mismo nombre34, la conclusión de la construcción de
las sedes de estas agrupaciones en Nuevo Laredo35, o sendas inauguraciones
de infraestructuras iniciáticas en el Distrito Federal36 y en Puebla37. En esta
última celebración el padrino fue el presidente de la República38. Además,
se informó del desarrollo de tenidas fúnebres, ritos y manifestaciones en
recuerdo de Juárez39 y del ministro de Gobernación, Manuel Romero Rubio,
que también era miembro de esta hermandad. A este último acto también
33
Ambos datos tienen que ver con las citas que, sobre la orden masónica, se incluyeron en el Diario del Hogar
procedentes de otros medios –prensa católica y conservadora– dentro de los debates que se mantuvo con ellos. Entre
las cabeceras citadas se hallaron La Voz de México, La Fe Católica o El Tiempo.
34
Diario del Hogar, “Inauguración”, 27 de septiembre de 1895, 2.
35
Diario del Hogar, “Templo Masónico”, 28 de septiembre de 1895, 1.
36
Diario del Hogar, “Desde la capital”, 29 de febrero de 1896, 1.
37
Diario del Hogar, “Templo Masónico”, 18 de enero de 1896, 2.
38
Diario del Hogar, “Fiesta masónica”, 19 de enero de 1896, 1.
39
Diario del Hogar, “Templo Masónico”, 28 de septiembre de 1895, 1; Diario del Hogar, “Desde la capital”, 29 de
febrero de 1896, 1; Diario del Hogar, “Templo Masónico”, 18 de enero de 1896, 2; Diario del Hogar, “Fiesta masónica”,
19 de enero de 1896, 1; Diario del Hogar, “Manifestación a Juárez en Toluca”, 9 de julio de 1895, 1; Diario del Hogar,
“La gran manifestación a Juárez”, 19 de julio de 1895, 2; Diario del Hogar, “La manifestación de ayer”, 31 de julio de
1895, 3; Diario del Hogar, “En honor de Juárez”, 9 de julio de 1895, 1; Diario del Hogar, “Manifestación masónica a
Juárez”, 17 de julio de 1895, 1; Diario del Hogar, “En honor de Juárez”, 13 de julio de 1895, 2.
93
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
40
Diario del Hogar, “Tenida masónica”, 5 de diciembre de 1895, 3.
41
Diario del Hogar, “Acción meritoria”, 27 de septiembre de 1895, 2.
42
Diario del Hogar, “Honor merecido”, 18 de octubre de 1895, 2.
43
Diario del Hogar, “Festividad Masónica”, 24 de diciembre de 1895, 2.
44
Diario del Hogar, “Festividad Masónica”, 24 de diciembre de 1895, 2.
94
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
45
Diario del Hogar, “Festividad Masónica”, 24 de diciembre de 1895, 3.
46
Diario del Hogar, “Festividad Masónica”, 24 de diciembre de 1895, 3.
47
Durante el mencionado evento se pudieron escuchar afirmaciones del padrino del acto, que fue Porfirio Díaz,
quien calificó a la orden como la responsable de difundir una “propaganda civilizadora”, o ser “un altar a la libertad
humana, a la fraternidad humana y a la virtud”. Incluso, llegó a decir que la cofradía combatía “con la luz de la
verdad” la oscuridad de sus enemigos. Diario del Hogar, “Fiesta masónica”, 19 de enero de 1896, 1.
En el mencionado evento también se leyeron una serie de poemas escritos por Enrique Mereles, en los que se señalaba
que:
Dentro de tu arquitectura salomónica,
símbolo del saber y de la ciencia
trabaja por el “Dios-Inteligencia”
la sacrosanta Institución masónica.
En vano, su enemigo, el retroceso,
lucha por demoler los muros fuertes;
incólumes están, y de ellos viertes
sobre la Humanidad “Luz y Progreso”
Fuente: Diario del Hogar, “Fiesta masónica”, 19 de enero de 1896, 2.
95
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
48
Diario del Hogar, “La no-reelección entre los masones”, 7 de noviembre de 1895, 3.
49
Diario del Hogar, “La opinión del general Díaz sobre la reelección indefinida”, 12 de febrero de 1896, 1.
50
Diario del Hogar, “La obra del Partido Liberal”, 9 de octubre de 1895, 1.
96
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
Pero, señores, a fuer de sinceros tenemos que reconocer que cualesquiera que hayan
sido hasta el día de hoy las conquistas que en los fértiles campos de la democracia
y del progreso hayan hecho nuestros hermanos de la América Latina, nosotros [por
México] nos hemos anticipado unas veces procurándonos esas mismas conquistas,
y otras, aun cuando las hayamos realizado un poco más tarde, pero hemos logrado
imprimirlas un carácter de firmeza y, por ende, de estabilidad, que no tienen en
ninguna otra de las repúblicas sud-americanas52.
[La Masonería tuvo relevancia] para el desarrollo del debate público, para la formación
de las identidades políticas, para la difusión de valores y principios, para poner en
práctica las distintas maneras en que se entendía el sistema político, para la definición
de los conceptos y para que sus cargas semánticas llegaran a distintos sectores de la
población, para las características que fueron adquiriendo las instituciones –desde los
congresos hasta los ayuntamientos-, para la forma en que se desarrollaron prácticas
como las elecciones o para el ejercicio de derechos como la libertad de imprenta53.
51
El mencionado acontecimiento histórico fue un movimiento liberal comandado por Eloy Alfaro, acaecido en
Ecuador y que comenzó el 5 de junio de 1895. Tras la victoria de las tropas alfaristas, dicho personaje se investió
presidente durante dos mandatos no consecutivos, siendo 1911 su último año en la más alta magistratura.
52
Diario del Hogar, “Discurso”, 23 de julio de 1895, 1.
53
Vázquez Semadeni, “La formación de una cultura política republicana”, 367.
54
Diario del Hogar, “Política ligera. La ley del embudo”, 28 de julio de 1895, 1.
55
Diario del Hogar, “20 de septiembre de 1870”, 12 de marzo de 1896, 1.
97
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
laica, cuando la relacionó con las sedes fraternas56. También se reprendió a este
diario católico por calificar a la masonería de “secta infernal”, “sinagoga del
satanismo”, de odiar a Cristo y de constituirse como una organización judaica
y apóstata. Ante estos apelativos, el Diario del Hogar se dirigió al arzobispo de
México para preguntarle qué opinaba en torno a los mencionados improperios,
sobre todo después de haber publicado una pastoral en la que se exigía a la
prensa clerical que no insultara57.
Sobre el papel de la religión en México también editorializó el periódico
de Mata. Habló de la “influencia funestísima”58 que había sido el catolicismo
para el país desde épocas coloniales. De hecho, se incluyó un discurso de Juan
A. Mateos pronunciado en Toluca, durante la velada patriótica organizada por
la Agrupación Liberal, en el que se aseguraba que durante los momentos de la
historia de México en los que la Iglesia católica tuvo más poder, la masonería
y el liberalismo sufrieron una mayor persecución59.
Por ello, el Diario del Hogar abogaba por el laicismo, haciendo hincapié
en una enseñanza pública y sin religión60. Empero, en esta argumentación el
periódico no realizó ni una sola mención a la masonería como instigadora del
proceso. Es más, cuando hablaba de instrucción se basaba en las obras de Justo
Sierra, cuya filiación masónica no se ha comprobado. Además, el 29 de febrero
de 1896 se hizo hincapié en que los problemas de la educación no estaban
relacionados con una supuesta influencia de las logias en su definición, sino
por la falta de compromiso del gobierno de Díaz para asegurar la laicidad,
obligatoriedad y gratuidad de las escuelas61. Así, se pretendía demostrar que
la obsesión de los católicos en torno a la masonería no era compartida por el
medio liberal-opositor.
Además, el equipo de Filomeno Mata intentó demostrar que la
fraternidad masónica no era una secta, como la definía El Tiempo:
56
Diario del Hogar, “El catolicismo no puede ser un elemento de moralización social”, 10 de septiembre de 1895, 2.
57
Diario del Hogar, “A monseñor Averardi”, 22 de mayo de 1896, 2.
58
Diario del Hogar, “Las grandes desgracias de México se deben a la influencia católica”, 20 de septiembre de 1895, 1.
59
Diario del Hogar, “Discurso”, 15 de febrero de 1896, 1.
60
Diario del Hogar, “Las grandes desgracias de México se deben a la influencia católica”, 20 de septiembre de 1895, 1.
61
Diario del Hogar, “El criterio clerical y las ocurrencias de D. Quijote”, 29 de febrero de 1896, 1.
62
Diario del Hogar, “La Masonería en la Ex-Aduana”, 27 de noviembre de 1895, 2.
98
JULIO MARTÍNEZ GARCÍA
99
LA MASONERÍA Y LA PRENSA LIBERAL-OPOSICIONISTA MEXICANA DE FINALES DEL XIX
66
De los Reyes Heredia, Herencias secretas, 144.
100
Cartel de la película francesa Forces occultes de Paul Riche (1943)
Forces occultes. Les mystères de la Franc-maçonnerie dévoilés pour la première
fois à l’écran se trató de una película antimasónica y antisemita difundida por
los servicios de propaganda del régimen de Vichy, colaborador de los nazis.
Sin llegar ni tan siquiera a 60 minutos, plantea la mentalidad antimasónica
procedente de un viejo catolicismo en todo su terrible esplendor, apoyándose
en el diseñado y enfermizo complot judeo-masónico-comunista.
Fuente: Biblioteca Nacional de Francia, Affiche Forces occultes : film. Réalisé
par : Paul Riche, 1943, http://data.bnf.fr/14664466/forces_occultes___film/
101
Historieta de José María Figueroa sobre una especie de “juego de
conspiraciones” de jesuitas y masones por el poder en Costa Rica
La Compañía de Jesús se ha constituido como la principal institución crítica a
nivel global de la masonería. No obstante, a pesar del enfrentamiento, en esta
caricatura del polígrafo, aventurero y primer historietista de Costa Rica, José
María Figueroa Oreamuno (1820-1900), se representan tanto a los jesuitas
como a los masones de igual manera: agrupaciones que, desde las sombras, el
engaño y las mentiras, maquinan estrategias para controlar el gobierno.
102
Francisco Franco y Adolfo Hitler
Francisco Franco y Adolfo Hitler, los dos más tristemente célebres creyentes
y propagadores del mito de la conspiración judeo-masónica-comunista,
reunidos en Hendaya, Francia, en octubre de 1940.
103
Exposición antimasónica
104
Baphomet
105
Sellos postales antimasónicos
106
Memorias para servir a la historia del Jacobinismo de Agustín Barruel
107
León XIII
Vincezo Pecci, mejor conocido como León XIII, fue el máximo jerarca católico
entre 1878 y 1903. Su pontificado osciló entre actitudes modernizadoras –
como el reconocimiento de la República francesa y la defensa de los derechos
de la clase trabajadora– y otras ancladas en la tradición. Entre estas últimas,
está la encíclica Humanum Genus, de 1884, en las que refrendaba y ampliaba
las condenas contra la masonería emitidas por algunos de sus antecesores,
que mayoritariamente databan del siglo XVIII. Igualmente, aprobaba las
actividades y los textos antimasónicos del ya referido Leo Taxil, al grado de
enviar su bendición papal a un congreso antimasónico organizado por este en
Trento, en 1896.
Fuente: Umberto Benigni, “Pope Leo XIII”, The Catholic Encyclopedia (Nueva
York: Robert Appleton Company, 1910), 3 de abril de 2017, http://www.
newadvent.org/cathen/09169a.htm
108
Protocolos de los sabios de Sion
Portada de una edición brasileña de los Protocolos de los sabios de Sion. Este
libro, junto al del ya mencionado jesuita Barruel, es la base sobre la que se ha
construido la idea –aún hoy en boga– de la existencia de una conspiración
judeo-masónica para derrocar gobiernos, abolir religiones y dominar al mundo.
Este montaje –mayoritariamente plagiado de un libro crítico con Napoleón
III– fue escrito por un agente del zar ruso, quien lo reorientó contra los judíos.
Es una de las obras de mayor difusión en el mundo, incluso en la actualidad.
Fuente: Gustavo Barrosso trad., Os Protocolos dos Sábios de Sião (São Paulo:
Minerva, 1937).
109
“Penalidades masónicas” a sus candidatos
110
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU
CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN
BRASIL1
Luiz Mário Ferreira Costa
Universida Federal de Juiz de Fora
1
Este trabajo es una traducción del portugués al español, hecha por Ricardo Martínez Esquivel, del artículo: “A
consolidação e a transformação do mito da “conspiração maçônica” em terras brasileiras”, REHMLAC 3, no. 1 (mayo-
noviembre 2011): 45-61.
2
Acerca de este proceso, puede consultarse: William Almeida de Carvalho, “Pequena História da Maçonaria no
Brasil”, REHMLAC 2, no. 1 (mayo-noviembre 2010): 30-58. Alexandre Mansur Barata, “E é certo que os homens se
convencem mais pela experiência do que pela teoria: cultura política e sociabilidade maçônica na mundo lusobrasileiro
(1790-1822)”, REHMLAC 3, no. 1 (mayo-noviembre 2011): 1-19. Françoise Jean de Oliveira Souza, “Organização,
Preceitos e Elementos da Cultura Maçônica: fundamentos para a introdução aos estudos da maçonaria”, REHMLAC
4, no. 1 (mayo-noviembre 2012): 122-140. Barata, “Freemasonry in Brazil (Nineteenth Century): History and
Sociability”, REHMLAC. Hors série nº1. Special Issue UCLA - Grand Lodge of California (octubre 2013): 137-150.
3
Raoul Girardet, Mitos e mitologias políticas (São Paulo: Companhia das Letras, 1987), 33.
4
Girardet, Mitos e mitologias, 35.
5
Girardet, Mitos e mitologias, 37.
111
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
112
LUIS MARIO FERREIRA COSTA
113
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
He sido miembro de la masonería durante muchos años, y nunca he visto que ella
se ocupe de la religión o la política de Estado: a la vista y en mi experiencia, esta ha
sido una asociación para ayudar a sus miembros, que promueve el crecimiento moral
e intelectual del hombre. Si ella hace poco en esta tarea, [“basta con observar”] las
escuelas creadas, los indiscutibles actos de caridad (que ha apoyado); las muchas
familias que reciben su ayuda…16.
114
LUIS MARIO FERREIRA COSTA
17
“Lamento profundamente que o nosso episcopado não conheça o perigo, e tente a árdua empreza contra as
attribuições da autoridade civil (Apoiados), sonhando com a restauração de uma ordem de cousas que jamais voltará.
Longe vai a época do domínio temporal do clero, e essa época não figurará mais na historia futura da humanidade. O
estudo do que entre nós se passa demonstra que resurgio a idéa de restabelecer um domínio decahido; e para rehabilitar
a supremacia do poder temporal no episcopado, os nossos bispos planejarão investir contra a associação maçônica,
e depois proceder, em aberta resistência, contra o próprio poder civil. Havião bullas papaes excommungando os
maçons; portanto os bispos brasileiros, na execusão do seu plano, devião começar dizendo que a associação estava
condemnada, e que não podia existir porque merecia a reprovação da igreja”. En Martins Terra, Maçonaria, 9.
18
Martins Terra, Maçonaria, 156.
115
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
Penedo a Roma. En una carta, el papa Pío IX pidió a los sacerdotes brasileños
que tuvieran más cuidado y tolerancia, pero la correspondencia papal era lenta
y el agravamiento de la crisis inevitable. Por su parte, el obispo de Olinda,
acusado ante el tribunal supremo, fue detenido y llevado al arsenal de la marina
de guerra en Recife el 2 de enero de 1874. En la sesión de prueba tuvo como
defensores al consejero Zacarias de Góis e Vasconcelos y al senador Cândido
Mendes de Almeida. Sin embargo, Gonçalves de Oliveira fue condenado a
cuatro años de prisión con trabajos forzados. En el decreto del 12 de marzo
de ese año, se conmutó la pena de prisión en la fortaleza de San Juan en Río
de Janeiro19.
No obstante, una reacción negativa de la opinión pública nacional e
internacional condujo al desgaste y, en consecuencia, a la caída del gabinete
conservador dirigido por Rio Branco. En respuesta, el emperador nombró al
otrora conservador, Luiz Alves de Lima e Silva, duque de Caxias, para dirigir
el nuevo gobierno. El duque de Caxias era también masón, pero condicionó la
aceptación del ministerio a la amnistía de los dos obispos. El nuevo ministro
logró convencer al emperador que la solución a la crisis no era otra que la
amnistía incondicional de los dos prelados20.
Por último, el 17 de septiembre de 1875, el gobierno decidió dar un
paso atrás y firmó el decreto que liberó al clérigo detenido, poniendo fin a
la cuestión religiosa que se había prolongado durante tres largos años. Sin
embargo, los ataques continuaron en ambos lados, demostrándose que el punto
muerto aún quedaba entre ambas instituciones. Los masones continuaron
criticando a la jerarquía clerical por sus intervenciones en los asuntos civiles.
En este sentido, el 21 de julio de 1876, Ruy Barbosa, orador del Gran Oriente
Unido del Brasil, dilucidó con precisión los contornos de esta situación y llamó
a sus hermanos masones a no “subscribirse a las falsedades ultramontanas” ni
a soportar “resignada y humildemente” los embates del clero21.
Según Barbosa, la cuestión religiosa trató sobre todo de una “política
de cuestionamientos”, una disputa que estalló entre la ortodoxia religiosa y la
monárquica legalista. En medio de esta situación, la masonería se representó
y utilizó como el chivo expiatorio. Por ende, para Barbosa, la lucha de los
masones debía continuar con el fin de construir un Estado laico y secular22 .
En el ámbito internacional, el clima hostil entre la masonería y la Iglesia
católica parecía no tener fin. En 1879, la masonería francesa declaró su apoyo
incondicional a todos los elementos que tenían interés en la lucha contra el
19
Martins Terra, Maçonaria, 161.
20
Martins Terra, Maçonaria, 162.
21
“Subscrever á falsidade ultramontana, confessar em si chagas que está consciente de não ter, sentar-se resignada e
humildemente no muladar de vilependio que lhe indicam e murmurar, na inércia, as palavras de Job? Não! Nunca!
(Bravos, Apoiados Geraes). Não seria simplesmente suicídio, mas pusillanimidade; não seria unicamente ruína, mas
covardia; não seria só aniquilamento, mas apostasia, deserção, opprobrio... (Aplausos)”. En Ruy Barbosa, Novos
Discursos e conferencias. colligido e revisto por Homero Pires (São Paulo: Editores Livraria Acadêmica, 1933), 12.
22
Barbosa, Novos Discursos, 13.
116
LUIS MARIO FERREIRA COSTA
catolicismo. En respuesta a ello, los sectores católicos intensificaron aún más las
propagandas antimasónicas. Estas últimas, tomaron las más diversas formas,
desde las declaraciones del magisterio romano y todo tipo de literatura hasta
aquellos folletos carentes de cualquier rigor científico, repletos de los más
extravagantes argumentos. Entre estos últimos, se destaca la obra Los Misterios
de la Francmasonería (1885), escrito por el artista de la ficción y la estafa, el
francés Marie Joseph Gabriel Antoine Jogand-Pagès, más conocido como Léo
Taxil. Rápidamente esta se convirtió en un éxito de ventas, colaborando aún
más en la intensificación de la narrativas antimasónicas en los imaginarios
sociales, y los círculos católicos en particular.
Taxil “reveló” al mundo la existencia de una rama secreta en la orden
masónica llamada los palladistas, genuinos adoradores del diablo. Estos, según
el literato, en sus rituales masónicos danzaban alrededor de Baphomet, una
criatura pagana de culto para los templarios, con cuerpo humano y cabeza
de cabra. Además, en Los Misterios, se describen la apariencia personal de
satanás en los rituales masónicos –quien tomaba la forma de un cocodrilo y
amenizaba las reuniones tocando el piano–, así como los laboratorios secretos
en Gibraltar donde los demonios fabricaban los gérmenes de una plaga para
devastar la Europa católica23.
El libro se volvió tan famoso que Taxil obtuvo una audiencia con
el papa León XIII en 1887. Después de esta reunión, el Vaticano inició su
campaña antimasónica y la publicación de varios libros.
En 1897, Taxil anunció que reuniría a un grupo de personas para
presentarles a una señora que deseaba renunciar a satanás y convertirse
al catolicismo. En el día señalado, la sala elegida para la conferencia
sorprendentemente se abarrotó de religiosos, masones y periodistas. Pero Taxil
se presentó únicamente para informar que no había nada que revelar, ya que
nunca había existido dicha orden palladista y que todo era una broma dirigida
a burlarse de la credulidad católica 24.
La lección de Taxil para aquel público era clara: “el diablo existe solo
en la mente de quienes lo creen”. No obstante, parecía que la lección de Taxil
no fue aprendida, porque a pesar de que el público escuchó indignado su
confesión, ya era demasiado tarde para la masonería. Su imagen ya estaba
firmemente asociada con las prácticas satánicas, los rituales macabros y en
especial la figura incómoda de Baphomet.
Según Marco Morel y Françoise Jean de Oliveira Souza25, se debe
tener en claro, que no solo las historias bíblicas, heroicas y ejemplares en su
conjunto, alimentan las leyendas que pretenden explicar los orígenes y los
imaginarios de la masonería. También están los relatos que buscan descalificar
23
José Antonio Ferrer Benimeli, El contubernio judeo-masónico-comunista: del satanismo al escándalo de la P-2. (Ma-
drid: Istmo, 1982), 31-133. Eugen Weber, Satan franc-maçon. La mystification de Léo Taxil (París: Julliard, 1964).
24
Baçan, O livro secreto da maçonaria, 68.
25
Marco Morel y Françoise Jean de Oliveira Souza, O poder da Maçonaria: a história de uma sociedade secreta no
Brasil (Río de Janeiro: Nova Fronteira, 2008), 35.
117
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
esta organización, en total contraste con los valores morales que los masones
pregonan, especialmente cuando se refiere a los propios de la cultura cristiana.
Ya sea por razones de naturaleza religiosa o por los desacuerdos políticos,
pero siempre con el fin de crear polémica, el hecho es que los llamados relatos
antimasónicos son tanto o más abundantes que las apologías de los propios
masones. Dicho sea de paso, pueden ser también más creativas y pintorescas,
siendo incluso, más populares y frecuentes en los imaginarios colectivos. A
pesar de la constante referencia a los elementos esotéricos, así como a las
representaciones de elementos de la imaginación cristiana como el infierno y
el diablo, todos los escritores antimasónicos, irónicamente, trataron de matizar
un carácter científico a sus obras, basándose en unas supuestas documentación
y metodología “sólidas”.
Sin embargo, la masonería se insertó socialmente a través del siglo
XX como sinónimo de anticlericalismo y anticristianismo26. Incluso el jerarca
católico fue todavía más lejos: según las propias palabras de León XIII, la
orden masónica representaba la encarnación del mismo diablo ya que estaba
impregnada del mismo “odio implacable y espíritu de venganza del cual
satanás está inflamado contra el cristo” 27.
26
Acerca de esta situación, puede consultarse para el caso brasileño, el trabajo de Marcelo Freitas Gil, “Trabalhadores,
Maçonaria e Espiritismo em Pelotas: 1877-1937”, REHMLAC 3, no. 1 (mayo-noviembre 2011): 62-80.
27
Adilson Luiz Pereira de Oliveira, Decodificando A Maçonaria (Joinville-SC: Clube de Autores, 2009), 225.
28
Sobre este personaje, consúltese: Luiz Mário Ferreira Costa, “Maçonaria e Antimaçonaria: uma análise da ‘História
secreta do Brasil’ de Gustavo Barroso”, REHMLAC 5, no. 1 (mayo-noviembre 2013): 203-208.
118
LUIS MARIO FERREIRA COSTA
29
Ginzburg, O fio e os rastros, 201.
30
Ginzburg, O fio e os rastros, 202.
31
Gustavo Barroso, Reflexões de um Bode (Río de Janeiro: Gráfica Educadora, 1937), 161-162.
119
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
El líder comunista João Mangabeira tiene toda la razón cuando afirma en su manifiesto
que el señor Jose Americo de Almeida es, espiritualmente, de izquierda. El antiguo
ministro niega ser masón y se dice católico, pero quien conoce su obra como escritor
realista y freudiano, sabe que esa es una afirmación de dientes para afuera. En lo
que escribe se demuestra un espíritu antirreligioso, anticlerical, masónico e inmoral,
totalmente demoledor, que nada respeta y que siente un placer masoquista en las
causas inmorales33.
32
Jefferson William Gohl, “O real e o Imaginário: A Experiência da Maçonaria na Loja União III em Porto União da
Vitória -1936 a 1950” (Tesis de Maestría en Historia, Universidade Federal do Paraná, 2003), 60.
33
Barroso, Reflexões de um Bode, 2.
120
LUIS MARIO FERREIRA COSTA
121
“CONSPIRACIÓN MASÓNICA”: SU CONSOLIDACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN BRASIL
complot. Por lo tanto, por debajo de las grandes olas de la historia humana,
fluye bajo la tierra el poder sigiloso de las sociedades secretas, determinando
con frecuencia en las profundidades, los cambios visibles en la superficie.
Frente a tales “pruebas”, o ante la imposibilidad de refutar tales cargos, se
erige la masonería como una sociedad poderosa y omnipresente34. Como se ha
observado, el mito de la conspiración masónica surge como resultado de las
conmociones cerebrales causadas por la revolución francesa y el advenimiento
de la modernidad. Antes de los cambios tan rápidos y profundos, difíciles
de explicar y digerir, algunos actores buscaron maneras de hacer inteligible
o al menos coherente el nuevo destino de las sociedades. Con este fin, fue
suficiente con encontrar un agente sobre el que se podían infundir todas las
responsabilidades; la elegida: la masonería, una sociedad cerrada y rodeada
del misterio, capaz de reunir todas las características que harían posible
reconstruirla como el chivo expiatorio de los tiempos modernos.
34
Girardet, Mitos e mitologias, 12.
122
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A
FRANCO (1937-1965)1
Javier Domínguez Arribas
Universidad París 13 - Pléiade
PRESENTACIÓN DE LA RED
123
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A FRANCO (1937-1965)
noventa informes enviados por la red al dictador durante ese período. Luego
encontramos aun unos treinta informes fechados en las dos décadas siguientes,
hasta el 7 de octubre de 19658.
No hay duda de que todos esos documentos tienen un origen común,
y ello debido a varios indicios: algunos informes tienen un sello con una abeja
(apis en latín) y con las siglas (de significado desconocido) que dan nombre a
la red; muchos más llevan como fórmula de despedida el lema del arcángel san
Miguel: “Quién como Dios”, o las iniciales del mismo (“Q.C.D.”). Esto empieza
a desvelar la orientación ideológico-religiosa de la red, pues se considera a san
Miguel el capitán de la milicia celeste y el defensor de la Iglesia católica frente a
sus enemigos, lo que llevó a utilizarle para auspiciar el combate antimasónico
desde finales del siglo XIX9. Además, otro rasgo distintivo es que todos los
documentos de la red contienen únicamente dos tipos de letra.
En cuanto a la composición y el funcionamiento de la APIS, solo es
posible apuntar algunas características. Si creemos lo que dicen sus informes,
la mayoría de los agentes de la red eran mujeres, por lo que cabe pensar
que la abeja del sello era también un símbolo de la laboriosidad femenina.
Encontramos a una fervorosa católica austriaca que se hacía llamar “G’tä”, a
una antigua cedista o a varios miembros de la sección femenina de la falange10.
La principal informadora firmaba como “A. de S.”, estaba afincada en Cascais
(Portugal) y desde allí enviaba numerosos y sensacionales informes basados en
la información privilegiada a la que decía tener acceso, por estar casada con un
importante masón de la Asociación Masónica Internacional (AMI).
El alma de la red era María Dolores de Naverán, que se encargaba de
centralizar toda la información en calidad de secretaria general de la APIS.
Naverán era una teresiana vasca, profesora de la escuela normal de Vizcaya,
que durante la guerra civil tuvo distintas atribuciones relacionadas con la
enseñanza en la España sublevada, antes de trabajar en el primer Ministerio
de Educación Nacional. En la década de 1940 siguió desempeñando diversos
cargos en el medio docente11. Ella era la encargada de hacer llegar la información
8
Fundación Nacional Francisco Franco (a partir de ahora FNFF), doc. 3878. He podido analizar en total unos 120
documentos de la red. En ellos se basa este trabajo. FNFF y Centro Documental de la Memoria Histórica (a partir de
ahora CDMH), Presidencia (a partir de ahora P.), c. 91.
9
El arcángel Miguel se utilizó como patrón del Congreso Antimasónico de Trento (1896) y su representación fue
emblema de la Liga Antimasónica Belga (fundada en 1910) y del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería
y del Comunismo. Aldo A. Mola, “La Ligue antimaçonnique et son influence politique et culturelle aux confins
des XIXe et XXe siècles”, en Les courants antimaçonniques hier et aujourd’hui, ed. Alain Dierkens (Bruselas: Éditions
de l’Université de Bruxelles, 1993), 39-55; Viviane Starck, “Regard sur l’antimaçonnisme”, La pensée et les hommes
XXXIX, no. 33 (1996): 23-38; Rubén Sánchez Domínguez, “Un símbolo para la represión: análisis iconográfico e
iconológico del emblema del Tribunal Especial para la Represión de Masonería y Comunismo”, en La masonería en
Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Zaragoza: Gobierno de Aragón, 2004),
Vol. I, 721-752.
10
CDMH, P., c. 91, docs. 3-10, 3-14, 3-21, 12; FNFF, docs. 27192 y 27220, reproducido en Documentos Inéditos para
la Historia del Generalísimo Franco (Madrid: Fundación Nacional Francisco Franco, 1992-1994), Tomo IV, 506-509.
11
El primer indicio de la existencia de APIS, citado más arriba, aludía implícitamente a A. de S. y a Naverán. Archivo
Gomá, 3 de octubre de 1937, Tomo 8, 40. Los cargos de Naverán, en FNFF, doc. 27220, y CDMH, P., c. 91, docs.
3-6, 3-8 y 3-19.
124
JAVIER DOMÍNGUEZ ARRIBAS
12
CDMH, P., c. 91, doc. 6, 8 de julio de 1943, y doc. 16, 13 de abril de 1944.
13
CDMH, P., c. 91, doc. 3-7; FNFF, docs. 5071, 5072 y 5073.
14
CDMH, P., c. 90 y 91; FNFF, docs. 965, 1061, 1244, 1246, 9459, 11389, etc. Dos escritos masónicos transmitidos
por APIS, en Documentos Inéditos, Tomo IV, 233-242, y en Jesús Palacios, Los papeles secretos de Franco. De las relaciones
con Juan Carlos y don Juan al protagonismo del Opus (Madrid: Temas de Hoy, 1996), 40-43. Véase además Documentos
Inéditos, Tomo III, 178-181, y Tomo IV, 225-227.
125
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A FRANCO (1937-1965)
196515. Tampoco era muy plausible otra idea presente en esa documentación,
según la cual la masonería española viviría poco menos que una edad dorada
a comienzos de la década de 1940, lo que no se correspondía en absoluto con
la realidad.
La autenticidad de esos documentos también es puesta en tela de
juicio por varias características de los envíos, más allá de los contenidos. Por
ejemplo, es muy extraño que la APIS pudiese interceptar los escritos de la
AMI justo después de su elaboración, como también es extraño que todos
ellos se encuentren en castellano16, o que no hayan sido fotografiados, lo que
habría resultado más simple y menos arriesgado que copiarlos a mano, como
hizo A. de S. durante dos décadas. De hecho, sí que se conservan algunas
fotografías procedentes de la red APIS, que retratan a diversos dirigentes de la
AMI citados por A. de S., pero son o bien copia de otra fotografía o recortes
de una publicación masónica17. Es decir, no hay ninguna fotografía original, lo
que parece impropio de un servicio de espionaje tan poderoso.
Por todo ello cabe preguntarse sobre la existencia misma de la figura de
A. de S. en la forma en que aparecía en los informes. Aunque sí debía de haber
alguien que informaba a María Dolores de Naverán sobre las idas y venidas de
los súbditos españoles en Portugal, esta última bien podría haber inventado
el personaje de la espía buena que sustrae documentos al marido masón. Es
decir, durante varias décadas, la red antimasónica APIS hizo llegar al centro
del poder franquista decenas de informes que en el mejor de los casos solo
contenían una pequeña dosis de verdad18.
IDEOLOGÍA
15
“Tentatives d’unité maçonnique (Notes sur le Bureau International des Relations Maç.·. et l’Association Maç.·.
Internationale)”, Bulletin du Centre de Documentation du Grand Orient de France 10 (1958): 37-41; Daniel Ligou dir.,
Dictionnaire de la franc-maçonnerie (París: Presses Universitaires de France, 2005), 86-87; y FNFF, doc. 3878, 7 de
octubre de 1965.
16
Algunos documentos enviados por la APIS son supuestas traducciones en las que se han dejado expresiones en la
lengua original, llenas de errores cuando se trata del inglés. O bien la copista se equivocó sin cesar o, simplemente,
no existía el documento original. FNFF, docs. 17890 y 23290.
17
CDMH, P., c. 90.
18
El libro de Casinos y Brunet no pone en duda la información transmitida por A. de S., lo que invalida por
completo la interpretación de estos autores. Por su parte, Suárez Fernández en Francisco Franco y su tiempo, vol. III,
298 y 408, cuestiona discretamente la autenticidad de los documentos de la red, pero deja de hacerlo cuando no le
conviene (págs. 394-395), mientras que De la Cierva, Después de la venganza, 554, dice que “con toda seguridad eran
auténticos”.
126
JAVIER DOMÍNGUEZ ARRIBAS
Estados Unidos: “Hasta el nombre de Tío Sam (Samuel) es judío”, así como
otros comentarios por el estilo19.
Otros rasgos más evidentes son la fidelidad hacia Franco, exhibida
constantemente (“debemos tener confianza en el Generalísimo, porque él sabe
lo que más conviene a la Patria en cada momento”), o un catolicismo radical:
“seamos cada vez más fieles a la Iglesia”, proclamaba A. de S., mientras la
teresiana Naverán hacía gala de su fervor siempre que se presentaba la ocasión:
“sé que Dios N. S. me perdona aun si hago mal, porque sólo [sic] busco Su
gloria y el bien de mi Patria y el acierto de nuestro Caudillo (q. D. g.)”20. Sin
embargo, los principales representantes del catolicismo político de la época
republicana (la CEDA y Gil Robles) eran atacados en estos informes, lo que
lleva a pensar, por eliminación, que los responsables de la APIS tenían relación
con el sector confesional más implicado en el combate antimasónico, es decir,
el integrismo21.
Pero también se desprenden de los escritos de la red otros rasgos
ideológicos menos confesables en el marco del régimen franquista. Queda
clara, por ejemplo, su oposición a la falange, cuyos miembros fueron objeto
preferente de las tareas de vigilancia llevadas a cabo por la APIS, lo que se
plasmó luego en varios informes y expedientes personales, por ejemplo,
acerca de Ernesto Giménez Caballero o de Antonio Tovar 22. Además, en
varias “planchas” transmitidas por la red se daba a entender que la actuación
de los falangistas estaba guiada por consignas dictadas previamente en las
logias, como “Hacer que los masones se sumen a todas las manifestaciones
que puedan surjir [sic] y que las saturen de «vivas y aclamaciones» al Fuhrer
[sic] y a Alemania”. En el primer documento de la APIS que ha sido posible
localizar, de fines de la guerra civil, la “Filtración en F.E.” ya aparecía como una
táctica masónica que, supuestamente, siguió en práctica durante los años de
la guerra mundial, según podemos leer en numerosos escritos facilitados por
la red. Uno de ellos habla de “nuestros hh.·. [hermanos] que ocupan puestos
destacados del Partido Oficial” y otros aluden a la infiltración en el Sindicato
Español Universitario (SEU), en la organización juvenil falangista o en las
agrupaciones de antiguos voluntarios de la División Azul23.
Tampoco hay duda de que los responsables de la red APIS se oponían
frontalmente a los monárquicos juanistas, a los que se identificaba con la
masonería en innumerables escritos de la principal informadora de la red. En
varios documentos “masónicos” remitidas por A. de S. los masones dejaban
19
CDMH, P., c. 91, docs. 0, 3-12 y 5.
20
FNFF, doc. 27220, reproducido en Documentos Inéditos, Tomo IV, 509; CDMH, P., c. 91, docs. 3-7, 8, 9 y 25.
21
La posición ante la CEDA y Gil Robles, en FNFF, doc. 5075, y en CDMH, P., c. 91, docs. 3-21, 3-28, 3, 25 y 27.
22
Véase CDMH, P., c. 91, docs. 3, 3-6, 3-11, 3-14, 3-22, 3-23, 3-26, 3-27, 3-31, 4, 16; FNFF, docs. 5075, 27220 en
Documentos Inéditos, Tomo IV, 500-503 y 506-509; doc. 27267 en Documentos Inéditos, Tomo IV, 331-333.
23
CDMH, P., c. 90; c. 91, docs. 1, 2, 12, 17 y 19; AGMA, CGG, c. 2986, cp. 6; FNFF, doc. 5066; Documentos Inéditos,
Tomo IV, 233-240.
127
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A FRANCO (1937-1965)
muy claro que el proyecto de restauración juanista era el que contaba con sus
preferencias: “quieren, a toda costa, poner Rey en España para que ayude a los
Aliados con neutralidad benévola”, decía la agente secreta en julio de 194324.
Los militares también eran puestos en entredicho en los informes de
la APIS, en los que se aludía en varias ocasiones a la infiltración masónica en
el ejército y a la presencia de “hh.·. militares”25. Al final, los únicos miembros
de la coalición franquista que no eran atacados explícita o implícitamente
por la documentación de la red eran los tradicionalistas (además de los
integristas). Si los masones se habían infiltrado –según la información de la
APIS– en todos los demás sectores del régimen, con respecto al carlismo las
consignas masónicas eran muy diferentes: “Descartar toda influencia política
del Tradicionalismo”. Así lo había decidido la masonería francesa en 1937,
según el primer documento de la APIS que he podido consultar. En otros
supuestos escritos masónicos el carlismo también aparecía como una fuerza
enemiga, lo que sugiere, por oposición, cuales eran las simpatías políticas
de los responsables de la red. De hecho, esas mismas simpatías políticas ya
estaban presentes en una obra de teatro firmada en 1912 por la que luego
sería secretaria general de la APIS, María Dolores de Naverán. Es posible que
la red tuviera alguna relación con una facción carlista leal a Franco que además
apoyaba al pretendiente Carlos de Habsburgo o Carlos VIII (de ahí que sus
partidarios recibiesen el nombre de octavistas)26.
En resumen, si tenemos en cuenta los rasgos que dejan traslucir los
escritos de la APIS, puede concluirse que en esta red predominaban las ideas
antimasónicas, anticomunistas, antifalangistas, antijuanistas, procarlistas,
integristas y, sobre todo, franquistas. Existe, pues, una gran coincidencia
entre este pensamiento y el de Carrero Blanco (aunque no fuera propiamente
tradicionalista). Esto es lógico, ya que probablemente fue él quien por vez
primera había puesto en contacto a los falsarios con Franco27, y en todo caso
era quien habitualmente hacía llegar al dictador los informes de Naverán.
INFLUENCIA EN FRANCO
24
CDMH, P., c. 91, docs. 6 y 8. Son muy numerosos los juanistas que aparecen en los informes de la APIS. Véase por
ejemplo FNFF, docs. 1245, 1246, 5064, 5075 y 5076.
25
FNFF, docs. 5066 y 27192; CDMH, P., c. 91, docs. 2, 3, 6, 12, 17; Documentos Inéditos, Tomo IV, 506-509.
26
Un supuesto documento masónico transmitido por la APIS (CDMH, P., c. 91, doc. 6) atacaba a este pretendiente.
Las consignas de 1937 en AGMA, CGG, c. 2986, cp. 6. La obra de Naverán, citada en el Diccionario enciclopédico
vasco (San Sebastián: Editorial Auñamendi, 1992), vol. XXXII, 204, se titula Ona. Escenas de una guerra jaimista, un
apelativo referido al carlismo en tiempos del pretendiente Jaime III (1909-1931). Véase Jordi Canal, El carlismo. Dos
siglos de contrarrevolución en España (Madrid: Alianza, 2000), 264.
27
A comienzos de 1942, cuando no hay dudas de que Franco recibía los informes de la red, Carrero ya había sido
nombrado subsecretario de la Presidencia. Sobre las ideas de Carrero, véase Javier Tusell, Carrero. La eminencia gris
del régimen de Franco (Madrid: Temas de Hoy, 1993), 18, 32-33, 58-62, 74, 269, 428-429; y Carlos Fernández, El
almirante Carrero (Barcelona: Plaza & Janés, 1985), 99, 111, 147, 196 y 258.
128
JAVIER DOMÍNGUEZ ARRIBAS
129
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A FRANCO (1937-1965)
33
El documento de la APIS, en CDMH, P., c. 91, doc. 5. El mensaje de Franco a Pío XII es mencionado, entre otros,
por Tusell, Carrero, 91.
34
CDMH, P., c. 91, doc. 6. La instrucción, redactada por Carrero a partir del guión de Franco, es reproducida por
Laureano López Rodó, La larga marcha hacia la Monarquía (Barcelona: Editorial Noguer, 1978), 39-41. La citan Tusell
Carrero, 93; o Paul Preston, Franco. “Caudillo de España” (Barcelona: Grijalbo, 1999), 615; mientras que José María
Toquero, Franco y Don Juan. La oposición monárquica al franquismo (Barcelona: Plaza & Janés/Cambio 16, 1989), 68-
69, alude al supuesto documento masónico en que se basaba (pero no a la red APIS).
35
CDMH, P., c. 91, doc. 11.
36
Arriba, 16 de febrero de 1949, en Jakin Boor, Masonería (Madrid: Gráficas Valera, 1952), 46.
37
CDMH, P., c. 91, doc. 4-IV. Ver también docs. 2, 12, 18, 19; FNFF, docs. 1208, 1580 (a), 3878, 5064 y 10175.
38
Arriba, 14 de diciembre de 1946, en Boor, Masonería, 11, 13, 26-27, 38, 40, 45-46, 83, 86 y 211-213.
130
JAVIER DOMÍNGUEZ ARRIBAS
[…] los Estados Unidos apoyaban a Darlán [sic] y no han perdonado a De Gaulle
aquel asesinato –aunque creo te dije que se ordenó en la Gran Logia Unida de
Inglaterra (precisamente por contraofensiva por el dominio moral que iban teniendo
los yanquis y el peligro de la preponderancia de éstos [sic] en África) y con el Vº Bº de
la Asociación Masónica Internacional, ocultando el decreto de muerte a los yanquis
[…]39.
39
CDMH, P., c. 91, doc. 9.
40
Véase Boor, Masonería, 47-48 y 127; Franco Salgado-Araujo, Mis conversaciones, 113; y FNFF, docs. 20500 y 1064.
41
El informe citado proviene sin duda de la APIS, si tenemos en cuenta la descripción de Suárez Fernández, Francisco
Franco y su tiempo, VI, 203-204 y 588.
131
APIS: LA RED ANTIMASÓNICA QUE ENGAÑÓ A FRANCO (1937-1965)
EL HERMANO TERTULIANO
132
JAVIER DOMÍNGUEZ ARRIBAS
y masón”. Además, parece que también Carrero Blanco se dejó influir por
la teoría de la APIS acerca de una vinculación generalizada entre masones y
juanistas48.
No se puede contar con él para nada y su conducta política está cada vez peor
orientada. En Lisboa lleva la batuta el señor Sainz Rodríguez, enemigo (según él
dice) personal mío, cuyo entusiasmo por la masonería como miembro destacado de
ella todo el mundo conoce49.
48
Salgado-Araujo, Mis conversaciones, 368; y López Rodó, La larga marcha, 59.
49
Salgado-Araujo, Mis conversaciones, 552. Véanse también las págs. 271, 277, 291, 330, 371, 453, 474, 664, 672 y
690; López Rodó, La larga marcha, 363; y Fernández, El Almirante Carrero, 87.
133
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA”
Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN
HISTÓRICA1
Rogelio Aragón
Universidad Iberoamericana
Les juifs, toujours exterminés et toujours renaissants, ont réparé leurs pertes et leurs
destructions continuelles par cette seule espérance qu’ont parmi eux toutes les familles, d’y
voir naître un roi puissant qui sera le maître de la terre.
Montesquieu
Der Historiker ist ein rückwärtsgekehrter Prophet.
Friedrich Schlegel
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo “‘La más formidable secta’: la Primera Guerra Mundial
como parte de la conspiración Judeo-Masónica (o de los excesos de la interpretación histórica)”, REHMLAC+ 7, no.
1 (mayo-noviembre 2015): 1-16.
134
ROGELIO ARAGÓN
carga ontológica que ahora podría parecernos arcaica puesto que el pasado,
como toda palabra, no “es” la cosa a la que se refiere, sino que la “significa”.
Además, afirmar que el pasado “fue” lo convierte en algo cerrado y resuelto,
en algo que no admite más interpretaciones ya que solamente puede tener
una lectura. Y únicamente mediante esa lectura es que el pasado se vuelve
accesible y se resuelve su misterio, se presenta como condición y razón única
del presente. Pero si ese pasado fue alguna vez presente, ¿tuvo a su vez un
pasado que lo condicionó y le dio su raison d’être? Esta concatenación de
pasados que fueron presentes y que tuvieron pasados que alguna vez fueron
presentes, podría repetirse ad infinitum no solo en reversa, sino hacia adelante
también. Porque para que esta lógica sea válida, se debe considerar al presente
como el futuro de un pasado y el pasado de un futuro. Así, para que esta
direccionalidad lineal funcione y sustente una narrativa coherente que explique
al pasado que determina al presente y que apunta al futuro, debe contar con
un principio y un fin.
Historiadores y filósofos de todas las épocas han intentado solucionar
la problemática anterior y se han abocado a la tarea de dotar al conjunto de
la historia humana de significado y estructura, de proélefsis y de telos, de
direccionalidad y propósito. Pero ninguna de las anteriores es posible sin
un agente que aporte una superestructura que sirva de guía para llegar a ese
fin; este agente debe proveer el blueprint o el masterplan de la historia y es
labor del historiador o del filósofo ordenar e interpretar el aparente caos de
las acciones humanas con el fin de desvelar ese plan maestro. Así, la lucha
de clases, la providencia, Dios, el progreso o la evolución se convierten en
agentes de la historia que a la vez son suprahumanos y metahistóricos. Incluso
las voces que han intentado “humanizar” a lo suprahumano, como en el caso
de Vico y su naturaleza humana o de Spengler y Toynbee y su concepto de
la civilización como un ente vivo, caen en la categoría anterior. Esta vertiente
de la filosofía de la historia ha intentado asimilar y explicar el patrón sobre el
que se construye la historia, ya sea cíclico, teleológico o progresivo, creando
de paso meta-narrativas que dan continuidad y coherencia a ese pasado,
cerrándolo y dotándolo de una meta inequívoca.
¿Es teóricamente factible eliminar la condición suprahumana y
metahistórica del agente dentro de este esquema explicativo de la historia?
Esta eliminación cancelaría de inmediato la noción de un patrón general de
la historia y lo convertiría necesariamente en particular. En otras palabras,
sin la participación de un agente metafísico –en sentido de causa primera e
inmutable–, esa “Historia” regresaría a su condición de “historia” y perdería
nuevamente su sentido de largo plazo y de direccionalidad última. Si no
son, por ejemplo, ni la providencia ni el progreso los que han movido las
acciones humanas desde el más remoto pasado para llevarnos hacia un
fin, y si se substituyen por agentes concretos y finitos, entonces el foco de
atención se “reduce” –no en un sentido necesariamente negativo– a aquello
que los historiadores han venido practicando desde siempre y aun más desde
135
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
136
ROGELIO ARAGÓN
3
The Cause of World Unrest (Londres: G.P. Putnam’s Sons, 1920), [ix}, xii-xiii.
137
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
4
Winston Churchill, “Further Vote on Account (5 de noviembre de 1919)”, en Hansard 1803-2005 (2005 [consultado
el 8 de abril de 2017]): disponible en http://hansard.millbanksystems.com/commons/1919/nov/05/further-vote-on-
account#S5CV0120P0_19191105_HOC_374. Es notable que el mismo fragmento de este discurso de Churchill
se utilizó como base para promover la autenticidad de los Protocolos de los Sabios de Sion en Japón. Véase Jacob
Kovalio, The Russian Protocols of Zion in Japan (Nueva York: Peter Lang Publishing, 2009), 38-39.http://hansard.
millbanksystems.com/commons/1919/nov/05/further-vote-on-account#S5CV0120P0_19191105_HOC_374.
5
The Cause, 1-2; “Further vote”.
6
Aparentemente, Churchill publicó un artículo en el Illustrated Sunday Herald titulado “Zionism versus Bolshevism”
que sin ser abiertamente antisemita –inicia con un elogio a Disraeli y a los judíos, a quienes califica de “la raza más
formidable”– es una crítica a la tendencia internacionalista de la política judía, de la que afirma es una “conspir-
ación mundial para destruir a la civilización” y equipara en peligro, para el resto de la humanidad, al sionismo y al
bolchevismo –al que atribuye orígenes judíos. Seguramente Gwynne no tuvo conocimiento de este artículo, ya que
probablemente lo hubiera explotado al máximo. Churchill, “Zionism versus Bolshevism”, Illustrated Sunday Herald,
8 de febrero 1920, 5, en David Irving’s Website (2002 [citado el 8 de marzo de 2017]): disponible en http://www.fpp.
co.uk/bookchapters/WSC/WSCwrote1920.html. Véase también Johannes Rogalla von Bieberstein, Der Mythos von der
Verschwörung (Wiesbaden: Marix Verlag, 2008), 217-219.
138
ROGELIO ARAGÓN
¿Por qué?
A. H. Gwynne y sus colaboradores escriben desde la perspectiva de
los vencedores. Imputar la victoria de la Gran Bretaña y sus aliados sobre
los tres grandes imperios a judíos y masones sería tanto como aceptar que
las potencias centrales eran el bando correcto. Y esto, por muy descabelladas
que pudieran ser las interpretaciones de Gwynne y su equipo, era algo que
simplemente jamás podría cruzar su mente. Sin embargo, sin tocar el tema de
la gran guerra, el pretexto del libro se desvanecería por completo, puesto que
la intención era revelar de alguna forma a masones y judíos como beneficiarios
de todos los conflictos mundiales, incluido el más reciente. Entonces, si “la
más formidable secta” no había estado detrás de la victoria aliada, ¿qué podría
obtener de esta?
Hacia 1917 –y en directa alusión a las negociaciones de paz con
Alemania que a la postre resultarían fallidas– se publicó en Gran Bretaña un
pequeño libro, anónimo, titulado Peace made in Germany: what Tommy and
Poilu think about it. El libro está estructurado como una serie de anécdotas en
las que soldados británicos y franceses son los protagonistas. La intención de
la obra es demostrar que el esfuerzo bélico en contra de los alemanes debía
llevarse hasta sus últimas consecuencias, que las voces de los pacifistas debían
acallarse y que conmiserarse de los sufrimientos de los hombres en el frente
era inútil, que lo que realmente ayudaría a los combatientes sería que toda la
sociedad hiciera su mejor esfuerzo para pertrecharlos y abastecerlos ya que,
de lo contrario, el sacrificio de los que yacían en los campos de batalla habría
sido en vano. Que, si bien la guerra era un gran horror, tanto “Tommy” como
“Poilu” –nombres genéricos para designar a soldados británicos y franceses
respectivamente– luchaban para evitar que sus hijos vivieran un horror aún
más terrible bajo el yugo de los “boches”, término despectivo para designar
a los alemanes. Si bien los pacifistas no eran tachados de traidores, en cada
anécdota se daban argumentos firmes para demostrar que la paz con Alemania
era impensable, que sería tanto como perdonar a un asesino que, con las manos
llenas de sangre inocente, al verse rodeado por la policía implorara clemencia
y pidiera que se olvidara todo el asunto7.
Gwynne en su introducción a The Cause –esta sí escrita y firmada
por él– esgrime un argumento similar pero no lo dirige a los pacifistas como
una masa anónima sino a un “cierto sector de los judíos que no deseaban
ver a Alemania derrotada” ya que apoyaban la propuesta del presidente
estadounidense Wilson –a quien no se refiere directamente– de la famosa “paz
sin victoria”. Gwynne intenta suavizar su argumento insistiendo en que no
todos los judíos eran pro-alemanes, pero que no se podía negar que algunos
judíos mostraron durante la guerra una cierta “tenderness” por Alemania que
resultaba incomprensible. Así, el editor del Morning Post aprovecha para hacer
toda una disquisición acerca del verdadero patriotismo de judíos y masones.
7
Peace made in Germany. What Tommy and Poilu think about it (Londres: Hodder and Stoughton, 1917), 14.
139
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
8
The Cause, i-xxxiii.
9
Eugene Lenhoff, Los masones ante la historia, (Barcelona: Biblioteca Orientalista, 1931), 402-403.
140
ROGELIO ARAGÓN
pruebas para que el “busque a los culpables, los encuentre”10. Las más de 400
páginas del libro de Heise están dedicadas no solo a establecer la relación de la
masonería con los judíos y con otras corrientes ocultistas, sino a desentrañar
la historia y las actividades masónicas en diversos países –dedica apartados a
Canadá, Liberia, a casi todos los países del centro y sur de América e incluso
a China, Japón y Siam– pero en especial a los de la Entente y a los de los
poderes centrales. Todo con el fin de demostrar el alcance mundial de la
masonería y de cómo un sector de esta tenía puesta la mira en el asesinato
del heredero al trono austro-húngaro y el desencadenamiento de la guerra.
A decir de Heise, los grandes orientes de toda Europa conspiraron para crear
la sociedad secreta nacionalista “Narodna Odbrana” en Serbia y para elegir
a Gavrilo Princip como la mano que ejecutaría el plan11. Sin embargo, estos
grandes orientes no eran representativos de toda la masonería. Para Heise, en
cierta coincidencia con Gwynne, no todos los masones estaban involucrados
en el plan de iniciar la gran guerra. Según el autor, el verdadero objetivo de
la masonería era espiritual y no político, pero existían –en un argumento que
recuerda a las arrières-loges de Barruel– lo que él llama las “Entente-Weltloge
der 33 Grade”: una especie de masonería dentro de la masonería que había
abandonado “el amor a Dios, a la verdad, a la Biblia y al prójimo” y que había
enfrascado a la humanidad en la guerra con su “red mundial de conspiración,
mentiras, traición y odio”12. En Entente-Freimaurerei el verdadero objetivo
de esta “otra” masonería como agente de la historia, hacia el que dirige todos
sus esfuerzos y que persigue como su fin último, es el establecimiento de una
“democracia mundial” pero no necesariamente bajo la forma de una república.
Según la interpretación de Heise, la Entente-Freimaurerei busca establecer un
sistema hegemónico con Inglaterra, “el país más democrático”, como modelo
y como centro de operaciones, pero sin la intención de “portugalizarla” y con
la consigna de jamás “levantar la mano contra el régimen británico”13.
El libro de Heise tiene marcadas diferencias y similitudes con el
de Friedrich Wichtl, las cuales saltan a la vista desde el título mismo.
Weltfreimaurerei, Weltrevolution, Weltrepublik14 es el intento del político y
escritor austriaco Friedrich Wichtl15 de demostrar que la verdadera intención
de los masones –delineada en dos grandes conferencias internacionales, una
de 1889 y otra de 1912– era la de trastocar a los gobiernos, en especial a los
de Austria-Hungría y de Alemania y a sus respectivas dinastías, con el fin de
establecer una república de alcance mundial dirigida, precisamente, por los
10
Karl Heise, Entente-Freimaurerei und Weltkrieg (Basilea: Ernst Finckh Verlag, 1920), I.
11
Heise, Entente, 74-81.
12
Heise, Entente, 66.
13
Heise, Entente, 336-337.
14
Al respecto de esta obra, escribió Heinrich Himmler –que a la sazón contaba con 19 años de edad– en su diario: “Es
un libro que, sobre todo, nos aclara y nos dice, contra quienes debemos de luchar.” Von Bieberstein, Der Mythos, 219.
15
Esta obra se encuentra con relativa facilidad en Internet, en versión escaneada en formato PDF.
141
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
16
Traducción propia. Friedrich Wichtl, Weltfreimaurerei, Weltrevolution, Weltrepublik (Munich: J.F. Lehmanns Verlag,
1919), 166.
17
Wichtl, Weltfreimaurerei, 183.
18
Wichtl, Weltfreimaurerei, 185.
142
ROGELIO ARAGÓN
143
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
22
Traducción propia. Ludendorff, Wie der Weltkrieg 1914 “gemacht” wurde (Munich: Ludendorffs Verlag, 1934), 2.
144
ROGELIO ARAGÓN
145
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
De esta forma, las condiciones estaban dadas para que los “poderes
supranacionales” intentaran eliminar del camino a estos cuatro adversarios
mediante la forma más adecuada y contundente posible: la guerra. Por
supuesto que tal acción no podía planearse de la noche a la mañana y tampoco
podía dejarse al azar. Aquí es donde la cronología cobra una doble importancia
en el discurso de Ludendorff. En primer lugar, porque aporta ritmo y cierta
coherencia al relato. Mediante la ordenación cronológica de datos, Ludendorff
intenta demostrar que la acción de los agentes Judea y Roma –aunque realmente
el 95% de este y otros textos del general alemán versan sobre el primero– ha
estado presente en todas las épocas y además tiene direccionalidad. Nada de lo
que habían hecho tanto judeo-masones por una parte como católico-jesuitas
por el otro, desde prácticamente tiempos bíblicos, había sido producto de
la casualidad ni estaba fuera del plan de unos y de otros para dominar al
mundo. La segunda razón de la importancia de la cronología reside en el
significado místico-numerológico que Ludendorff le confiere, pero que no es
independiente del aspecto direccional ya mencionado; de hecho, lo confirma.
Así, la revolución francesa de 1789 se inició en ese año debido a que, según lo
interpreta Ludendorff, el significado cabalístico de la suma de las cifras que lo
componen (1 + 7 + 8 + 9 = 25) es el número de una “promesa de salvación”
(Heilversprechen) y de éxito. Exactamente cien años después, durante un
congreso masónico en París, las logias y los grandes orientes acordaron iniciar
el ataque contra Prusia/Alemania, Rusia, Turquía y Austria-Hungría en 1914.
De acuerdo con el autor, la suma de las cifras (1 + 9 + 1 + 4 = 15) coincide
con el valor cabalístico de las dos primeras consonantes del nombre de Yahvé,
10 + 5. Por ende, 1914 era un “año de Yahvé”, lo cual lo volvía propicio para
iniciar la guerra. Claro está que, en un plan elaborado y calculado con tanta
antelación, todos los detalles estarían perfectamente cuidados. Las cifras del
primer día de la movilización en el imperio alemán, el día 2 del mes 8 del año
1914, suman también 25. Las declaraciones de guerra a Rusia y a Francia se
emitieron a las 6 de la tarde de sus respectivos días, hora que según el autor
tiene una gran carga simbólica para los masones. Ludendorff incluso se anima
a hacer una predicción, pero no vivió lo suficiente –murió en 1937– para ver
que su profecía no solo no se cumplió, sino que tendría consecuencias fatales
para aquellos que supuestamente iban a verse beneficiados: según sus cálculos
cabalísticos, el siguiente “año de Yahvé”, que sería propicio para otra acción
destructiva por parte de judíos y masones, llegaría en 1941...
En su muy particular visión de la historia, los católicos tampoco
estaban exentos de alinearse con fechas de alto valor simbólico. A decir del
militar prusiano, en 1962 la Iglesia católica intentaría, al cumplirse 1000 años
de la coronación del emperador Otto I –hecho que se llevó a cabo en Roma
y que para Ludendorff marcó el inicio de la injerencia católica en Alemania–,
crear un “tercer Reich”26. Pero Roma, temerosa del “despertar del pueblo
26
Ludendorff, Wie der Weltkrieg, 9.
146
ROGELIO ARAGÓN
alemán”, tuvo que adelantar sus planes y procurar la caída de sus “enemigos
protestantes, ortodoxos y mahometanos” mediante la instigación de la guerra
mundial.
Las críticas y reclamos contenidos en este libro no están dirigidos
únicamente a los “poderes supranacionales” como entidades abstractas. A lo
largo del texto menciona por nombre y apellido a algunos masones, casi todos
ingleses, franceses o italianos, que se mostraron críticos con Alemania y que
auguraban su caída, con lo que refuerza su idea de que los masones eran parte
del plan contra Alemania y conocían de antemano su desenlace. Pero, hacia
el final del libro, Ludendorff parece más tener la intención de exculparse él
mismo por el fracaso bélico y a su nación por haber iniciado el conflicto. Ni
siquiera su antiguo superior al inicio de las hostilidades, el general Helmuth
von Moltke, jefe del Estado Mayor alemán entre 1906 y 1914, se escapa de
la acusación de haber quedado atrapado bajo la influencia de los “poderes
supranacionales a través del ocultismo” y de haber retirado a las “victoriosas
fuerzas alemanas” del campo de batalla del Marne bajo el pretexto de que
ese era “el karma de Alemania”27. Además, señala a los “representantes de
los romanos y de la internacional judeo-masónica” como los autores de la
“mentira de la culpa alemana de la guerra” y de utilizar a su pueblo como un
chivo expiatorio para así quedar ellos libres de culpa. Pero, ante la derrota
contundente y lo irreversible de los acontecimientos, ¿qué quedaba para
Alemania? “No queremos ser un chivo expiatorio, ni quedar en el ‘desierto de
la historia’, ni ser una horda de esclavos bajo la república mundial ni bajo el
Estado teocrático. Queremos vivir, junto a los otros pueblos, en libertad”28.
147
“LA MÁS FORMIDABLE SECTA” Y LOS EXCESOS DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
pocas palabras, algo similar a lo que Ernst von Göchhausen intentó en 1787
al “revelar” los planes de la masonería para establecer una república mundial
burguesa e iniciar revoluciones. Sin embargo, desde Augustin Barruel hasta
los anónimos creadores de ConspiracyWatch.org, el fundamento de la alerta
emitida es retroactiva y se basa sobre la interpretación y ordenamiento de
hechos pasados con el propósito de desvelar el rumbo de la historia, señalar
a sus agentes y demostrar que estos tienen un plan definitivo –llámese el
establecimiento de un gobierno mundial, el sometimiento de los pueblos o la
abolición de las religiones– del que nunca se nos dice cuándo se consumará, si
ya se consumó o si se trata de un proceso histórico que todavía está en marcha.
A pesar de que la publicación británica The Spectator imprimió el
15 de mayo de 1920 una crítica devastadora contra The Jewish Peril –título
bajo el que se habían publicado los Protocolos de los Sabios de Sion en la Gran
Bretaña–29, casi exactamente cinco meses después, el 16 de octubre del mismo
1920, publicó una opinión muy favorable de The Cause of World Unrest. El
autor del artículo admitió que “el mundo civilizado” sufría de “un mal del
espíritu que es mayor al de la falta de alimento, al de la falta de vivienda, al de
los precios altos y la baja producción” y que si bien no era posible comprobar
que tales males eran producto de “una gran conspiración cuyo propósito es
la destrucción del imperio británico”, el diario The Morning Post había hecho
bien en llamar la atención sobre esta “extraña, confusa y difícil cuestión” y
en haber adoptado la función de “un perro guardián”30. ¿Son los autores que
hemos revisado, más aquellos que faltaron y que han trabajado en la misma
línea, una especie de “perros guardianes” de la historia? ¿Pretendieron –y
pretenden– que sus “ladridos” sean de advertencia? ¿O caen en la crítica que
Friedrich Schlegel hizo de los historiadores, al llamarlos “profetas a la inversa”?
Muchos de nuestros colegas no estarán de acuerdo en considerar a Ludendorff,
Gwynne, Heise, Wichtl et alii como historiadores y en pensar que lo que
escribieron fue historia. El componente interpretativo en la narrativa histórica
es fundamental, incluso los que han preferido dejar que los documentos y
las fuentes hablen por sí mismos –¿cuántas obras hemos visto que parecen
ser un estudio introductorio a un monumental apéndice de documentos?–
no han quedado exentos de realizar un ejercicio hermenéutico que aporte
sentido –e incluso dirección– al enorme número de lugares, nombres y fechas,
a la creciente acumulación de datos que nos dan cuenta de las acciones y
procesos de agentes, acontecimientos y hechos y su relación causal con
otros. Al final, si bien no todo el conocimiento histórico es necesariamente
presentado en forma de narrativa, los elementos interpretativos y explicativos
son los pilares fundamentales de nuestra disciplina y son los que desembocan
en el conocimiento histórico. Y si hemos de estar abiertos a la variedad de
29
The Spectator, “The Jewsih Peril”, 14 de mayo de 1920, 4, en The Spectator Archive (2013 [citado el 15 de febrero
de 2017]): disponible en http://archive.spectator.co.uk/article/15th-may-1920/4/topics-of-the-day
30
The Spectator, “The world’s unrest”, 16 de octubre de 1920, 5, en The Spectator Archive (2013 [citado el 15 de
febrero de 2017]): disponible en http://archive.spectator.co.uk/article/16th-october-1920/5/the-worlds-unrest
148
ROGELIO ARAGÓN
149
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL
MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO
RÉGIMEN1
Felipe Santiago del Solar
Universidad París Diderot-París 7
Desde mediados del siglo XVIII, el antiguo régimen comienza una lenta
agonía con una cadena revolucionaria que se inicia en América del Norte,
desde donde se sacude a los imperios del mundo atlántico2. El espectro de la
revolución toma forma corpórea en la masonería, cuya utopía de la “República
Universal”, desde sus orígenes, era sospechosa de conspiración. Paralelamente,
su plasticidad y permeabilidad, la que le permitió asumir múltiples fisionomías,
se transformó en objeto de fascinación y emulación para los sectores radicales
en la época de las luces. ¿Cómo incide esa doble naturaleza, fáctica y espectral,
en las formas de sociabilidad en el mundo hispánico?
En su dimensión concreta, la masonería luego de la crisis de la
revolución francesa, tuvo una “edad de oro” durante el imperio napoleónico,
el cual rearticuló las redes masónicas preexistentes en Europa y abrió nuevos
espacios para su desarrollo (como en España). En su dimensión espectral,
en cambio, se difundió simultáneamente con la revolución, como voz del
absolutismo.
En el presente trabajo quisiéramos explorar las posibilidades que
el estudio de las sociedades secretas ofrece para un análisis interconectado
del cambio político en el mundo hispánico. Si bien por sí solas no permiten
comprender el fenómeno de conjunto, sí constituyen un vector que entrega
luces de las redes de comunicación entre Europa y América, da cuenta de
las transferencias de modelos asociativos al interior del imperio español y de las
posibilidades que la utilización del secreto ofreció a los actores para afrontar el
cambio político. En ese sentido nuestra hipótesis es que las sociedades secretas
constituirían una forma organizativa intermedia, un híbrido si se quiere, entre
las prácticas masónicas efectivas y el fantasma revolucionario que las difundía
sumergidas en las tinieblas.
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida del artículo “Secreto y Sociedades Secretas en la crisis del Antiguo
Régimen. Reflexiones para una historia interconectada con el mundo hispánico”, REHMLAC 3, no.2 (diciembre
2011-abril 2012): 132-156.
2
Respecto a la “historia Atlántica” existe una abundante bibliografía. En nuestro caso, utilizamos este concepto como
un medio de interrelacionar los procesos locales y regionales con un marco más amplio de cambio político al que Eric
Hobsbawm denomina como la “era de la revolución”. Esta contextualización no busca generar un modelo unívoco,
sino más bien, establecer un proceso de transformación general y de interacción, a diferentes escalas y manteniendo
sus particularidades, entre los diversos fenómenos revolucionarios que hicieron posible la transformación del antiguo
régimen. Para una síntesis de esta perspectiva historiográfica véase: Silvia Marzagalli, “Sur les origines de L’Atlantic
History’”, Dix-Huitième Siècle 33, (2001): 17-31. Para el caso latinoamericano resulta de gran interés el libro de
Federica Morelli, Clément Thibaud y Geneviève Verdo comps., Les empires atlantiques. Des lumières au libéralisme
(1763- 1865) (Rennes: Presses Universitaires de Rennes, 2009).
150
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
3
La Inquisición, por ejemplo, hizo un uso sistemático del secreto en todo el proceso legal. Esta característica
permitió su eficacia pero al mismo tiempo favoreció la exageración de sus procedimientos. Annie Molinnié-Bertrand,
“Inquisition et secret en Espagne”, en L’Inquisition d’Espagne, Annie Molinnié-Bertrand y Jean-Paul Duviols (París:
Presses de l’Université de Paris-Sorbonne, 2003), 7-19.
4
Resulta interesante analizar el proceso de mutación que sufrieron las sociedades secretas durante la primera mitad
del siglo XIX, las cuales, en diversos escenarios, constituyeron una antesala de los partidos políticos, un medio de
acción clandestina ante su exclusión del espacio público. Para el caso de Francia véase: Jeanne Gilmore, La République
clandestine, 1818-1848 (Clamart: Aubier Montaigne, 1997). Para el caso de España véase Irene Castells, “Le libéralisme
insurrectionnel espagnol (1814-1830)”, Annales historiques de la Révolution française 336 (2004): 221-233.
5
Pierre-Yves Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe siècles (París: Belin, 2002) 169.
6
Constituye la tesis del complot en sentido positivo. A pesar que la masonería francesa desde mediados del siglo
XIX ya intentaba hacer suya la paternidad de la revolución, no fue hasta el primer cuarto del siglo XX que se
popularizó esta tesis. Véase Gaston Martin, La Franc-Maçonnerie et la préparation de la Révolution française (París: Les
Presses universitaires de France, 1926). Para un análisis histórico del proceso véase Daniel Ligou, Franc-Maçonnerie
et Révolution Française (París: Éditions Chiron- Detrad, 1989).
7
Al respecto véase el apartado “Antimasonería” en José Antonio Ferrer Benimeli y Susana Cuartero, Bibliografía de la
Masonería (Madrid: Fundación Universitaria Española, 2004).
151
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
del Jacobinismo”8, alertó del complot mundial que se fraguaba al interior de las
logias masónicas.
A pesar de la distinción que hace entre la “verdadera” masonería
anglosajona y la francesa, a la cual califica de “herética, desviada y
revolucionaria”, su teoría constituye un intento de explicar la desintegración
del antiguo régimen por el accionar secreto de una minoría de iniciados cuya
finalidad era derrocar a la Iglesia católica y la monarquía. Esta tesis, a pesar de
haber sido desacreditada en la época9, ha sido renovada en la concepción de
“máquina política” elaborada por Agustín Cochin y continuada por François
Furet y Jean Pierre Bastian10.
La teoría del complot se transformó en un arma contra los adversarios
del antiguo régimen. Desde fines del siglo XVIII son abundantes las noticias de
conspiraciones de jacobinos, monárquicos, republicanos y liberales. Otro de
sus artífices fue la policía, la cual se encargó de vigilar y crear nuevos enemigos
para la autoridad. Tal como plantea Benjamín Constant, “bastaba crear en un
país un ministerio que vigilara a los conspiradores, para que toda la sociedad
hablara sin cesar de conspiraciones”11.
¿En qué medida obras como la de Barruel o la de Charles Nodier12
pudieron haber influido en el proceso de proliferación de sociedades secretas
ocurrido en Italia, España, Bélgica, Francia, Grecia y Latinoamérica?
El problema se torna más complejo si se considera que desde finales
del siglo XVIII este tipo de sociabilidad mantuvo una relación ambigua
con la masonería, existiendo numerosos casos de doble pertenencia, como
el de Fillippo Buonarroti; de logias masónicas revolucionarias, como las
logias jacobinas de la revolución francesa13, de logias masónicas que crearon
sociedades secretas como la Tugendbund en Alemania14; de sociedades secretas
que reclutaban a sus miembros a través de la masonería o que dominan sus
8
Agustín Barruel, Mémoires pour servir à l’histoire du Jacobinisme (Londres: Ph. Le Boussonnier, 1797). La obra fue
publicada paralelamente en inglés; en 1799 aparece en Estados Unidos, en 1812 aparece la primera edición en
español. Véase Ferrer Benimeli y Cuartero Bibliografía de la masonería, 34.
9
Jean Joseph Mounier, De l’influence attribue aux philosophes, aux francs-maçons et aux illuminés sous la Révolution
française (Tubinga: s.e., 1801).
10
Véase la crítica de Eric Saunier, “Franc-maçonnerie et Révolution Française: vers une nouvelle orientation
historiographique”, Cahiers d’histoire. Revue d’histoire critique 87 (2002): 121-136; así como las compilaciones de
Jean Pierre Bastian: Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México 1872-1911 (México: COLMEX, 1989),
Protestantes, liberales y francmasones. Sociedades de ideas y modernidad en América Latina, siglo XIX (México: FCE, 1990),
Protestantismo y modernidad latinoamericana. Historia de unas minorías religiosas activas en América Latina (México: FCE,
1994), y La modernidad religiosa: Europa latina y América Latina en perspectiva comparada (México: FCE, 2004).
11
Pierre Serna, “Pistes de recherches : Du secret de la monarchie à la république des secrets”, en Secret et République
1795- 1840, eds. Bernard Gainot y Pierre Serna, (Clermont-Ferrand: Presses Universitaires Blaise- Pascal, 2003), 37.
12
Charles Nodier, Histoire des Société Secrètes de l’armée et des conspirations militaires qui ont eu pour objet la destruction
du gouvernement de Bonaparte (París: s.e., 1815).
13
André Combes, “La Francmasonería Jacobina y revolucionaria”, en Masonería, Revolución y Reacción, coord. Ferrer
Benimeli (Alicante: CEHME, 1990).
14
Gérard Hertault y Abel Douay, Franc-Maçonnerie et Sociétés Secrètes contre Napoléon. Naissance de la Nation Allemande
(París: Ed. Nouveau Monde/ Fondation Napoléon, 2005), 55.
152
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
15
José Antonio Escudero, “Las sociedades Secretas ante la legislación Española del siglo XIX”, en Masonería, Política
y Sociedad, coord. Ferrer Benimeli (Córdoba: CEHME, 1987).
16
Para nuestro periodo de estudio, nos parece más pertinente analizar los usos del secreto, que plantear una
definición categórica (o esencialista) de si la masonería es secreta o discreta. El secreto en este tipo de sociabilidad
posee múltiples niveles que rara vez llegan al absoluto o a su completa inexistencia. Para una interpretación de
la naturaleza del secreto en la masonería véase Yván Pozuelo Andrés, “La masonería: ¿una organización discreta?
Cuestión de definición”, REHMLAC 1, no. 2 (diciembre 2009-abril 2010): 62-87.
17
Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe siècles, 169.
18
Utilizamos este concepto como sinónimo de sociedad secreta en el sentido que Hobsbawm le otorga a este tipo de
sociabilidad entre 1789 y 1848. Al respecto véase Hobsbawm, La era de la revolución, 1789-1848, trad. Felipe Ximénez
de Sandoval (Buenos Aires: Editorial Crítica, 1997), 122.
153
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
19
Georges Simmel, “El secreto y la sociedad secreta”, en Sociología. Estudios sobre las formas de socialización, trad. José
Pérez Bances (Madrid: Ed. Alianza, 1977).
20
Al respecto véase el interesante texto de Bounarroti, “Idée générale d’une Société Secrète”, en Contributi alla storia
della sua vita e del suo pensiero, eds. Armando Saitta y Filippo Buonarroti (Roma: Edizioni di Storia e Letteratura,
1950-1951), Vol. II, 61.
21
Pierre-Arnaud Lambert, La Charbonnerie Française 1821-1823. Du secret en politique (Lyon: Presses Universitaire de
Lyon, 1995), 15.
22
Serge Hutin, Las sociedades secretas (Buenos Aires: Ed. Eudeba, 1961), 6.
154
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
23
Refiriéndose a la masonería, Charles Porset relativiza el carácter “iniciático” de la orden al plantear que el
concepto tradicionalmente utilizado era el de “recepción”, véase Porset, “La Masonería: de la leyenda a la Historia.
Observaciones historiográficas”, en La masonería española en el 2000. Una revisión histórica, coord. Ferrer Benimeli
(Segovia: Gobierno de Aragón, 2000), 97-108.
24
Esta logia pertenecía a la “estricta observancia templaria”, paradójicamente un tipo de masonería cristiana y
caballeresca muy contraria a los ideales de Weishaupt. Véase Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe
siècles, 147.
25
Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe siècles, 149.
155
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
“Aufklärung”. Su propósito era concebido como una lucha contra los enemigos
de las luces, a la cual interpretaban alegóricamente en la dialéctica de las
fuerzas del progreso y la educación contra las fuerzas del oscurantismo y la
superstición26. Su finalidad, por lo menos en sus inicios, era fundamentalmente
pedagógica. Buscaban formar a sus miembros en las ideas de la ilustración, para
luego sustituir en los puestos de influencia social a los jesuitas27. Funcionaba
por medio de un sistema de aprendizaje progresivo, divido por grados, en una
primera instancia tres, para, posteriormente, constituirse en once. El sistema
estaba de tal manera inspirado en la masonería que sus tres grados simbólicos
tradicionales se incorporaban al de los iluminados. El pasaje de un grado a
otro se llevaba a cabo por un régimen de vigilancia interno, donde cada grado
superior supervisaba secretamente a los inferiores.
La utilización del secreto tuvo varias aristas: un sistema de protección
para el estudio de aquellas doctrinas, por aquel entonces, consideradas
subversivas; un mecanismo para influir en las autoridades sin que estas lo
supieran y un medio de manipular a otros grupos (como las logias masónicas)
hacia la concreción de sus fines.
En términos espaciales, la orden logró tener una importante presencia
en todo el espacio germánico (principalmente en Viena), llegando a contar
inclusive con células en París, Génova y Nápoles. En términos sociales logró
infiltrarse en el aparato estatal, en instituciones académicas y en los círculos
de las élites germanas, incluyendo al clero. Su relación con la masonería fue
ambigua, a través del reclutamiento de sus miembros, llegaron a manejar
alrededor de 41 logias, pertenecientes en su mayoría a la “estricta observancia”.
Igualmente existieron logias fundadas por la orden como Karl zu den drei
Räden perteneciente al oriente de Erfurt. Por último, no deja ser relevante
el hecho de que del total de los miembros de los que se tiene conocimiento
(1394), el 41 %, vale decir 575, eran masones28.
La función del secreto entre los “Illuminaten”, por lo menos las ideas
que Weishaupt tenía sobre este, guarda relación con la creación de una
escuela de formación moral, donde la sociedad secreta no constituye un mero
instrumento, sino que es un fin en sí mismo, una alternativa al Estado, la
Iglesia católica y las instituciones educativas.
Como medio de frenar las influencias nocivas que la sociedad ejercía
sobre el individuo, la sociedad secreta ofrecía un ambiente artificial de
aislamiento donde generar nuevos vínculos entre iguales y poner efectivamente
26
Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe siècles, 147.
27
Lambert, La Charbonnerie Française 1821- 1823. Du secret en politique, 25.
28
Beaurepaire, L’Europe des francs-maçons XVIIIe-XXIe siècles, 151.
156
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
Aquello que en segundo lugar le entrega a la sociedad secreta una virtud educadora
es su propia situación al margen de la sociedad, la obligación que tiene de estar
oculta y el peligro que corre de ser descubierta y disuelta; continuamente expuesta
a ser destruida por la venganza de un traidor, sus miembros siempre tendrán
interés en actuar recíprocamente con cautela y a tratarse entre ellos amablemente,
con indulgencia y afecto. Los superiores, no podrán usar ninguno de los medios de
represión que a sociedad civil pone a su disposición y solo lograrán hacerse obedecer
a través de la autoridad moral que deben adquirir30.
157
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
158
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
159
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
46
BNF, “Manuscritos Occidentales”, Fondo Franc-Maçonnerie, FM2 560, F. 12-14. Igualmente reproducido en Fer-
rer Benimeli, “Les Amis Réunis de Saint Joseph. La primera Logia masónica de Vitoria”, Cuadernos de investigación
histórica 3 (1979): 198.
47
Sobre la relación entre la literatura y la acción masónica véase Alberto Valín, Masonería y revolución. Del mito literario
a la realidad histórica (Madrid: Ediciones IDEA, 2008).
48
Javier Herrero, Los orígenes del pensamiento reaccionario español (Madrid: Alianza editorial, 1988), 18.
49
El procurador general de la Nación y el Rey 250, 7 junio 1813, 2068.
50
Sus memorias habían sido prohibidas por injuriosas en 1802 debido a que en el tomo IV involucra a Godoy en una
conspiración. Herrero, Los orígenes del pensamiento reaccionario español, 196.
160
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
La severidad de penas pecuniarias y corporales contra los secuaces, contra los que
vendan o tengan los libros de su doctrina, y el premio a favor de los delatores de
secuaces, y de los libros de mala doctrina, serán medios que conspiraran mucho para
exterminar las dichas sectas52.
51
La primera edición tenía como título: Revolución religiosa y civil de los franceses en el año 1789: sus causas morales y
medios usados para efectuarla. Obra en carta que el muy I.S.D.T.B. escribió en Italia D.L.H.P en el año de 1794.
52
Hervás y Panduro, Revolución religiosa y civil de los franceses en el año 1789, 156.
53
Agustín Martínez de las Heras, “La Masonería en la prensa española entre 1808 y 1815”, Cuadernos de Ilustración
y Romanticismo 16 (2010): 26.
161
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
54
Ferrer Benimeli, « Les Caballeros racionales, les loges lautariennes et les formes déviées de la Franc-maçonnerie
dans le monde hispanique », en Les révolutions Ibériques et Ibéro-Américaines à l’aube du XIXe siècle (París: Centre
National de la recherche scientifique, 1991), 191-203.
55
Julio Guillen, “Correo insurgente de Londres capturado por un corsario puertorriqueño 1811”, Boletín de la
Academia Chilena de la Historia 63 (1960): 125-155.
56
J. Hernández y Dávalos, Colección de Documentos para la Historia de la Guerra de la Independencia de México (México:
José María Sandoval, 1882), Tomo 6, 617-621.
57
Walter Hanisch, “Miscelánea histórica. Un documento de Fernando VII sobre las logias de América, 1814.
Biblioteca del obispo don Luis Francisco Romero. Biblioteca de un boticario en Santiago a comienzos del siglo XVIII.
Carta del Papa Pío VIII al obispo Rodríguez Zorrilla”, Boletín de la Academia Chilena de la Historia 78 (1968): 192-
202. Rogelio Aragón, “Contra el Estado: Masonería, Sociedades Patrióticas e Inquisición en la Nueva España entre la
Revolución Francesa y la Revolución de Independencia”, REHMLAC+ (diciembre 2016-abril 2017): 14-36.
58
Biblioteca Nacional de Argentina, Sala del Tesoro, Colección Carranza, Época colonial: TES 3 A 05 3 6 21.
59
Mario Dotta, Caudillos, doctores y masones. Protagonistas en la Gran Comarca Rioplatense, 1806-1865 (Montevideo:
Editorial Plaza, 2008), 19.
162
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
163
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
65
González Bernaldo, “La Revolución Francesa y la emergencia de nuevas prácticas de la política: la irrupción de la
sociabilidad política en El Río de la Plata revolucionario (1810-1815)”, en La Revolución Francesa y Chile, coords. Ricardo
Krebs y Cristián Gazmuri (Santiago: Editorial Universitaria, 1990): 117.
66
El estudio de Eugenia Molina demuestra la confluencia entre los miembros de la sociedad patriótica y la Logia
Lautaro. Al respecto véase Molina, “Las modernas prácticas asociativas como ámbitos de definición de lazos objetivos
políticos durante el proceso revolucionario (1810- 1820)”, Universum 16 (2010): 409.
164
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
67
Tulio Halperin Donghi, Revolución y Guerra. Formación de una elite dirigente en la Argentina criolla (Buenos Aires: Ed.
Siglo XXI, 2005), 227.
68
Juan Canter, “La Asamblea General Constituyente”, en Historia de la Nación Argentina, desde los orígenes hasta la
organización definitiva en 1862, Vol. VI. La independencia y la revolución política (desde la asamblea general constituyente
hasta el congreso constituyente de 1824), coord. Ricardo Levene (Buenos Aires: El Ateneo, 1946), 101.
69
“Todo hermano que revele el secreto de la existencia de la logia, ya sea por palabras o por señales, será reo de
muerte, por los medios que se halle conveniente”. Esta cláusula lleva el número 2 de las leyes penales de la logia.
Lamentablemente el original del reglamento se encuentra extraviado. Al respecto véase Benjamín Vicuña Mackenna,
El ostracismo del general D. Bernardo O’Higgins: escrito sobre documentos inéditos y noticias auténticas (Santiago: Imprenta
y librería del Mercurio, 1860), 274.
70
Vicuña Mackenna, El ostracismo del general D. Bernardo O’Higgins, 185.
71
Para un análisis del proceso véase Marcela Ternavasio, Gobernar la Revolución. Poderes en disputa en el Rio de la Plata,
1810-1816 (Buenos Aires: Ed. Siglo XXI, 2007).
165
SECRETO Y SOCIEDADES SECRETAS EN EL MUNDO HISPÁNICO EN LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
72
Tomás Iriarte, Memorias. La independencia y la anarquía (Buenos Aires: Ediciones argentinas “S.I.A”, 1944), 222-223.
166
FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR
73
Ferrer Benimeli, La Masonería española en el siglo XVIII (Madrid: Siglo XXI editores, 1986).
74
Algunos indicios, que es necesario seguir profundizando, apuntan en esa dirección. Por ejemplo, en los 751
volúmenes que conformaban la biblioteca de José de San Martín, donde no se encontró ningún libro sobre masonería,
estaban, en su edición de 1803, los cinco volúmenes en francés de las Memorias para servir a la historia del jacobinismo
de Barruel. Al respecto véase Cristian Gazmuri, “Libros e ideas políticas francesas en la gestación de la independencia
de Chile”, en Panoramas de nuestra América. América Latina ante la Revolución Francesa (México: UNAM, 1993), 94.
167
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN1
Yván Pozuelo Andrés
IES Universidad Laboral de Gijón
1
Este trabajo es una versión revisada y corregida de los artículos: “La masonería: ¿una organización discreta? Cuestión
de definición”, REHMLAC 1, no. 2 (diciembre 2009-abril 2010): 62-87; y “Una muestra de famosos escritores liberales
antimasones”, Actuallynotes, Revista de Arte, Historia y Literatura 35 (2009 [citado el 8 de enero de 2017]): disponible
en http://www.actuallynotes.com/Una-muestra-de-famosos-escritores-liberales-antimasones.html
2
Según el diccionario de la Real Academia Española, vigésima tercera edición, 2014: Secreto: Del lat. secrētum. 1. m.
Cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta. 2. m. Reserva, sigilo. 3. m. Conocimiento que exclusivamente
alguien posee de la virtud o propiedades de una cosa o de un procedimiento útil en medicina o en otra ciencia,
arte u oficio. 4. m. misterio (‖ cosa que no se puede comprender). 5. m. misterio (‖ negocio muy reservado). 6. m.
Escondrijo que suelen tener algunos muebles para guardar papeles, dinero u otras cosas. 7. m. En algunas cerraduras,
mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas. 8. m. Despacho de las causas
de fe, en las cuales entendía secretamente el antiguo tribunal eclesiástico de la Inquisición. 9. m. Secretaría en que
se despachaban y custodiaban estas causas. 10. m. Pieza aplanada del cerdo posterior a la paleta. 11. m. Mús. Tabla
armónica del órgano, del piano y de otros instrumentos semejantes. 12. m. desus. secreta (‖ examen para tomar
el grado de licenciado).1. adj. Dotado de discreción. Usa también como sustantivo 2. adj. Que incluye o denota
discreción. Conducta discreta. Dicho discreto. 3. adj. Separado, distinto. 4. adj. Moderado, sin exceso. Precio, color
discreto. Usado también en sentido peyorativo. Es obra ambiciosa, pero de resultados discretos. 5. adj. Mat. Dicho
de una magnitud: Que toma valores distintos y separados. La sucesión de los números enteros es discreta, pero la
temperatura no. 6. m. y f. En algunas comunidades, persona elegida para asistir al superior como consiliario en el
gobierno de la comunidad.
Según el diccionario galo Le Petit Robert: Secreto (ta): conocido por un número limitado de personas; que eso debe
estar escondido de los demás, del público. Ver esotérico, hermético. Ritos secretos. «movimientos furtivos, …
misteriosos. Este lenguaje secreto forma de alguna manera la masonería de las pasiones» Balzac. Secreto: conjunto
de conocimientos, de informaciones que deben reservarse en general a unos pocos cuyo poseedor no debe revelar.
Discreto (ta): que hace gala de contención, se manifiesta poco en las relaciones sociales, no interviene en los asuntos
de las personas ajenas. Circunspecto, reservado, moderado. Delicado que no atrae la atención, que apenas se hace
notar. Moderado. 2 Dícese de alguien que sabe guardar los secretos que se le confían. Todas las traducciones del
francés, de aquí en adelante, son del autor.
168
YVÁN POZUELO ANDRÉS
mafiosas, las humanitarias, las deportivas, las de ocio, las de jóvenes, las de
jubilados, las literarias, las científicas y un largo etcétera. ¿Cuántas y cuáles
han sido definidas como discretas? De este gran abanico de asociaciones
pasadas y presentes es la única, según mis conocimientos, en ser calificada
insistentemente de discreta. ¿Cuáles son las argumentaciones para calificarla
de esta índole?
Tarea siempre engorrosa es identificar si se trata o no de masonería, dada
la diversidad de masonerías existentes, desde la fundación de la especulativa3
en 1717 hasta nuestros días y de los perfiles variados de sus afiliados, contando
encima con la evolución del contexto histórico de cada región del mundo que
determina sus idiosincrasias incluso para los más ortodoxos. En efecto, según
de quien se trate, del momento o el lugar, algún rasgo que era, puede que ya
no sea. Las masonerías son verdaderos constructos socio-históricos.
Estas fechas, 1717-2017, de por sí desbaratan las teorías del “secreto”
sobre esta organización, pues, estamos hablando de millones de individuos
iniciados. En efecto, ¡cuánto tiempo para que desencantados revelasen su
naturaleza, para infiltrarla, para incautar y desvelar su documentación! El
tiempo, si es que existe4, hace mella en cualquier organización en cuanto a sus
principios de secretismo e incluso de discreción5, si los tuvieran. Demasiados
años para que no se hable, desvele, calumnie o investigue el fenómeno.
Las máximas autoridades masónicas, que se sucedieron a lo largo de estos
siglos a la cabeza de las obediencias, y sus detractores, interpretaron mil y una
veces los orígenes, la naturaleza y los objetivos de esta asociación, divulgando
generalizaciones, unas de índoles fantasmagóricas y otras verdaderas. Una
de las primeras más extendida fue la de considerarla como una organización
secreta. No obstante, la historiografía ha desmentido esta definición surgida
de los poderes político y eclesiástico europeos dieciochescos, y aunque hasta
el día de hoy se continúa reproduciendo, tan solo se le menciona como parte
de la presentación de este estudio, consistente en demostrar que tampoco se
trató de una organización discreta6.
3
Es la que impera en estos momentos, término que sirve para diferenciarla de la anterior, la operativa, ceñida al
gremio de los constructores de los grandes edificios religiosos e incluso civiles de los siglos medievales.
4
Según una nueva teoría física expuesta por un estudiante neozelandés, Peter Lynds, el tiempo no existe, teoría
refrendada por el gran científico Stephen Hawking. ¿Afectará esta teoría a los historiadores?
5
Según la Real Academia Española: secretismo:
1. m. Modo de actuar en secreto con respecto a asuntos que debieran manifestarse. Discreción: del lat. discretio, -ōnis.
1. f. Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar.
2. f. Don de expresarse con agudeza, ingenio y oportunidad.
3. f. Reserva, prudencia, circunspección.
Según el diccionario francés Le Petit Robert: Secretismo: de una manera secreta, en secreto. Discreción: I discernimiento,
poder de decidir. Entregarse a la discreción de alguien: en relación con su prudencia, su competencia. II 1. Moderación
en las relaciones sociales. Ver Decencia, delicadeza, reserva, moderación, tacto. 2. Cualidad consistente en saber
guardar los secretos de otros.
6
Sin embargo, los estudios sobre el secreto masónico siguen suscitando el interés historiográfico, los casos del
Coloquio “Secret et transparence maçonnique” (Universidad Libre de Bruselas, del 22 al 23 marzo de 2002), y el
artículo de Helge Jordheim, “Functions of Secrecy – Herder and the Masonic Elements of Enlightenment Thought”,
Criticamassonica. Rivista internazionale di storia e cultura massonica 0 (2017): 47-61.
169
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
7
Sobre la relación entre el secreto y la masonería véase Fernando Yzaguirre García, “Masonería y secreto: una
aproximación sociológica”, en La masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, coord. José Antonio Ferrer
Benimeli (Zaragoza: Gobierno de Aragón, Departamento de Educación, Cultura y Deporte, 2004), 405-419.
170
YVÁN POZUELO ANDRÉS
Si algo fuera secreto o discreto lo sería para los miembros del sector de
estudiados, situación persistente en la actualidad a escala global. Durante el
periodo de entreguerras (1918-1939), aunque existieron varios ejemplos en
periodos anteriores e incluso en el siglo XIX8, el elenco social masónico se
abrió de forma relevante, en unos escasos países con organizaciones socialistas,
anarcosindicalistas y comunistas asentadas9, gracias a las suspicaces dobles
pertenencias de masones que ejercían como políticos o de políticos que se
iniciaron masones. En esos Estados, el acceso a la educación y a la enseñanza
universitaria, a las bibliotecas, a los archivos, y la multiplicación de los
medios de comunicación con cierta libertad de expresión, favorecieron esa
ampliación de la esfera pública, principalmente en la segunda mitad del siglo
XX, provocando que la cuestión sobre el secretismo o la discreción pudiera
concernir a más curiosos. De esta manera, la preocupación sobre el secretismo
o la discreción, durante los casi 250 primeros años de vida de esta organización,
se vinculó a los sectores estudiados y acomodados de la sociedad y desde un
punto geográfico, se puede delimitar a Europa y a América10. Ellos se pueden
dividir en tres conglomerados: los defensores o indiferentes, partidarios en
sus múltiples facetas del liberalismo; los enemigos de los hijos de la viuda11,
partidarios del antiguo régimen y religiosos (sobre todo los fervientes católicos);
y los dirigentes del movimiento obrero en los que se perfilaban defensores,
enemigos e indiferentes. Exceptuando a los indiferentes, ¿para quiénes fue la
masonería realmente secreta o discreta?
171
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
13
Ferrer Benimeli, Bibliografía de la Masonería, Tomo I, 135-168 y Tomo II, 41-45, 57-87 y 301-397.
14
Los trabajos del historiador y masón francés Charles Porset sobre la falsa autoría masónica de la revolución lanzada
por el abad Lefranc y llevadas a su paroxismo por el abad Barruel, son elocuentes. Véase Porset, “La Masonería y
la Revolución Francesa: del mito a la realidad”, en Masonería, Política y Sociedad, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza:
CEHME, 1989), 231-241; Porset, “La Franc-Maçonnerie française au dix-huitième siècle. État de la Recherche-Position
des questions (1970-1990)”, en La masonería española entre Europa y América, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza:
CEHME, 1995), Tomo II, 743-756; y Porset, “Genealogía del “complot” masónico”, en Masonería, Revolución y
Reacción, coord. Ferrer Benimeli (Alicante: Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1990), Tomo I, 337-352. En la
misma óptica, el trabajo del masón e historiador André Combes, “La Francmasonería Jacobina y revolucionaria”, en
Masonería, Revolución y Reacción, Tomo I, 147-156.
15
El primer hostigamiento de la Iglesia católica pasó desapercibido para los masones del siglo XVIII, no obstante, fue
la más internacional, determinante y dolorosa para los afiliados de los siglos XIX en adelante, refrendada y actualizada
por todos los siguientes pontífices.
16
Ferrer Benimeli, “La antimasonería en España y América Latina: intento de síntesis”, en La Masonería española entre
Europa y América, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: Gobierno de Aragón, 1995), Tomo I, 405-416.
172
YVÁN POZUELO ANDRÉS
17
Refleja bien la división que existía en esa época en su seno puesto que los masones de la Europa del siglo XVIII
pertenecían a ella, integrantes en su mayoría de la aristocracia.
18
Pedro María Justiniano, Centinela contra Francs-Massones. Discurso sobre su origen, instituto, Secreto, y Juramento.
Descubrese la Cifración con que se escriben, y las acciones, señales, y palabras con que se conocen (Madrid: Imprenta de
Don Agustín de Gordejuela y Sierra, 1752).
19
Examen Crítico de las causas de la persecución que han experimentado los francmasones, y explicación de las bulas de
los Sumos Pontífices Clemente XII y Benedicto XIV (Madrid: Imprenta de Vega y Compañía, 1820). Sobre la polémica
Feijoo-Torrubia, ver Ferrer Benimeli, La Masonería española en el siglo XVIII (Madrid: Siglo XXI, 1974), 173-192.
20
Feijoo (1676-1764) publicó la carta “De los Francs-masones” en 1753. Benito Jerónimo Feijoo, Cartas eruditas y
curiosas (1742-1760) (Madrid: Imprenta Real de la Gazeta, 1774), Tomo IV, 187-203, publicado por primera vez en
1753.
21
Feijoo, Cartas, 194.
22
Marcelino Menéndez Pelayo, Los heterodoxos españoles (Valencia: Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
1963) Tomo III, 98-102 y Tomo VI, 159-164. El tema masónico le tenía más que preocupado, llegando incluso a
rogar que “otro complete esta historia [relación masonería y Cuba], que a mí me ataca los nervios”, Tomo VI, 446.
173
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
contra. Los gobiernos y la Iglesia católica del siglo XVIII, época en general,
sin libertad de expresión ni de asociación, no contemplaron legalizar una
organización que no estuviera bajo sus tutelas, colmando esa desfachatez el
aceptar a hombres que profesaban otra forma de fe que la católica.
El concepto de secretismo sirvió a la Iglesia católica para fomentar el
espanto y el odio a los masones: quien se organizara fuera del cauce de ella
no podía dedicarse a otra labor que no fuera conspirar contra el estamento
católico, por consiguiente sería excomulgado. Esta idea no era descabellada,
sin embargo, de ahí a la práctica y a la destrucción completa de la institución
católica, existía un abismo.
Secreto es secreto, medio secreto ya no es un secreto. En esa misma
centuria, las publicaciones antimasónicas, además de exponer las fantasías
propias de sus autores, revelaban la estructura organizativa, los nombres de los
masones (los verdaderos y los que ayudaban a la teoría de la conspiración)23, y
las actuaciones dentro de las logias. La utilización de seudónimos por parte de
la masonería latina de influencia francesa constituyó, para sus enemigos, una
prueba más de una asociación secreta. Sin embargo, no hubo ningún obstáculo
para citar a los masones, con nombre de pila y, desde entonces, con el alias.
¿Cómo no rasgarse las vestiduras cuando en los últimos panfletos de mayor
difusión sobre la masonería hispanoamericana del tercer milenio se incide en
que fue y es una sociedad secreta o que al menos sus integrantes comparten
un secreto24? Los medios de espionaje utilizados por diferentes gobiernos a lo
largo de estos últimos siglos, las decenas de miles de títulos sobre masonería,
no quebrantaron la persistente calificación de “ser una organización secreta
con 300 años de existencia”.
Los autores creyentes actuales, galardonados con múltiples premios y
medallas, antimasónicos, desconocen –pensando que su inquina sea producto
de la ignorancia–, los estudios de investigadores académicos, independientes de
la masonería y de las instituciones que desarrollaron una actitud antimasónica.
Ejemplo de ello es el caso del sociólogo alemán Georg Simmel, estudioso y
admirador de las sociedades secretas, interesado por la relación de estas con
el secreto, quien determinó ya en 1908 –el año importa, es decir, hace más de
cien años del diagnóstico académico– como no podía ser de otra manera, que
la masonería no era una organización secreta25.
23
La obra que encendió definitivamente la mecha del antimasonismo católico y su teoría de la gran conspiración,
que culpaba a la masonería de haber planeado, junto a los filósofos de la enciclopedia, herederos del mal encarnado
por Voltaire, y a los iluminados, la revolución que estalló en 1789, fue la obra del abad francés Barruel, Mémoires
pour servir à l’histoire du Jacobinisme (Londres: Ph. Le Boussonnier, 1797). Pese a esta inculpación, admitió que la
mayoría de sus afiliados no comulgaban con el objeto conspiratorio, víctimas de su ingenuidad, lanzando halagos con
exclusividad a los masones británicos (Hamburgo, 1798), Tomo II, 268.
24
Estas publicaciones las producen en España el grupo bien financiado de Ricardo de la Cierva, César Vidal, Pío Moa,
entre otros, en las que copiaron los argumentos antimasónicos más típicos, como hilo continuador de la propaganda
contra esta sociedad de la época franquista, y probada científicamente como falsos por la historiografía española
que en su mayoría se agrupa en el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME) presidido
actualmente (2017) por el historiador José-Leonardo Ruiz Sánchez de la Universidad de Sevilla.
25
Yzaguirre, “Masonería y secreto”, 413.
174
YVÁN POZUELO ANDRÉS
26
En la España del siglo XXI, se publicaron varios libros sobre sociedades secretas, con la masonería como gran
protagonista: León Arsenal e Hipólito Sánchez, Las sociedades secretas españolas (Barcelona: Zenith, 2006); o Felipe
Alonso, Sectas y sociedades secretas de la A la Z (Madrid: Espasa-Calpe, 2006). Anteriormente, se puede consultar, por
ejemplo, a Serge Hutin, Historia mundial de las sociedades secretas (Barcelona: Luis de Carlat editores, 1967). Incluso
en la siempre interesante revista francesa Crapouillot 20 (1953): 1-36, la organización masónica se integraba dentro
del titular “Les Sociétés secrètes” a pesar de que el autor, Georges Allary, cuyo artículo es un imprescindible de la
bibliografía sobre masonería, refutaba de manera brillante esta caracterización. Sin embargo, expuso con algo menos
de lógica que era una “sociedad cerrada”, rasgo definitorio recogido, más tarde, en el trabajo de Ben-Zion H. Ayalon,
General Masonic Lexicon (Tel Aviv: Supremo Consejo del Rito Escocés de Israel, 1977).
27
Johann Gottlieb Fichte (1762-1814), arduo defensor, a contracorriente en Alemania, de la revolución francesa, tal
como lo indica el socialista francés, Jean Jaurès, Histoire socialiste de la Révolution Française (París: Editions Sociales,
1971), Tomo IV, 237-285.
28
Ramón A. Calle, Historia de las sociedades secretas. Movimientos iniciáticos, sectas y ordenes espirituales (Madrid: Temas
de Hoy, 1996). En este libro, también se refiere a los teósofos, alquimistas…
29
Friedrich Hegel, Introducción a la Historia de la Filosofía, trad. César Ruiz Sanjuán (Madrid: Aguilar, 1989) 236.
30
Hegel, Introducción, 236. Este filósofo no dejó bien parado a los masones, “así entre los masones (frecuentemente
también entre los que no lo son) sucede que lo muy oculto no esconde nada detrás, no teniendo ninguna sabiduría
especial, ni ninguna ciencia” (pág. 233), “así como de su supuesta discreción” (pág. 383).
175
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
31
Johann Gottlieb Fichte, Filosofía de la Masonería, Cartas a Constant, trad. Faustino Oncina Coves (Madrid: Istmo,
1997), 48.
32
Fichte, Filosofía de la masonería, 104 y 107-113.
33
Fichte, Filosofía de la masonería, 48 y 108.
34
Francisco del Pino, El aprendiz masón (Madrid: Editorial Maxtor, 2005), 11. Esta obra fue encargada por la Soberana
Gran Logia Simbólica del Gran Oriente de España en 1887.
35
Nicolás Díaz y Pérez, “Datos para escribir la historia de la orden de los caballeros francmasones en España desde su
origen hasta nuestros días”, Revista de España 515 (1890). Este autor publicó su obra, en varias tandas, durante dos
años consecutivos, en casi todos los números de esta prestigiosa y célebre revista de la época.
36
Para ampliar acerca de este actor puede consultarse la investigación insigne de Gregory John Tillett, “Charles Webster
Leadbeater, 1854-1934: A Biographical Study” (Tesis de Doctorado en Estudios Religiosos, Universidad de Sydney, 1986),
554-589. Por otra parte, se han identificado desde la historiografía, guías y manuales introductorios y diccionarios históricos
sobre la masonería, que señalan a Leadbeater como masón grado 33, sin indicar logia alguna, rito u obediencia –en ocasiones
se habla del Derecho Humano–, y mucho menos, la fuente de la información. Esto es de cuidado, ya que este personaje
formó parte de la esotérica y teosófica masonería organizada e inventada por Annie Besant, que poco o nada tiene que ver
con las diversas masonerías originadas del siglo XVIII, The hidden life in the Free-Masonry (Madras, India: The Theosophical
Publishing House, 1926).
176
YVÁN POZUELO ANDRÉS
37
Sinónimo de masonería en referencia a Hiram, el arquitecto del templo del rey Salomón que tanto inspiró a los
masones constructores de la baja edad media y principio de la edad moderna y a los masones no constructores desde
1717.
38
Philippe Benhamou y Christopher Hodapp, La Franc-Maçonnerie pour les nuls (París: First Editions, 2006), 2 y 13.
39
Véase el prólogo de Siete maestros masones, La Logia Viva. Simbolismo y Masonería (Barcelona: Obelisco, 2006).
Voltaire, en su Diccionario Filosófico, en la palabra “iniciación”, escribía que los misterios de los masones eran “bastante
ridículos”. Claro que lo escribió en 1764, 14 años antes de ser iniciado con 84 años. Fallecería tres semanas más tarde,
tiempo suficiente para que los masones lo enarbolen como uno de los suyos más célebres.
40
Un ejemplo más es el artículo del obispo italiano Luigi Negri preocupado por la “descristianización de la vida
social”, publicado por La Razón, el 3 de enero de 2007, en donde afirmaba que “El corazón del masón pertenece a
la modernidad, y la modernidad es la construcción de un mundo sin Dios”. Según la agencia de noticias sobre el
Vaticano, ubicada en Roma, Zenit.org, su sitio Web: www.zenit.org/spanish/, del 2 de marzo de 2007, el obispo
Gianfranco Girotti, recordó en un encuentro católico la incompatibilidad de ser católico y masón, refiriéndose al
último texto contra la masonería, “Declaración sobre la Masonería”, redactado en 1983, por el actual papa emérito,
Benedicto XVI.
177
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
En cualquier caso, no debes charlar sobre todo lo que has oído entre
los muros del Templo41.
El verbo utilizado al principio de este extracto dejaba entrever algún
giro explicativo que finalmente sigue aún, esta masonería, sin integrar a su
propia percepción. El daño sufrido por miles de masones en base, entre otros,
al secretismo no parece haber hecho mella en su discurso interno ni externo42.
178
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179
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
pensar y escribir la historia de las masonerías entre los más diversos ensayos
y documentos. Por ejemplo, en el año 2000, un equipo de estos grandes
investigadores publicó una útil enciclopedia sobre masonería donde se
reconoce que “la masonería especulativa puede, no obstante, ser calificada
de organización discreta con ‘secreto’”51. La utilización de esta enciclopedia,
me parece que, modestamente, refuta esa afirmación. En España, se siguió
la misma estela, con una batería de obras periodísticas y masónicas52. Como
último ejemplo puede consultarse, el libro publicado por “Siete Maestros
Masones”, que como no podía ser de otra forma, en la primera página de su
prólogo se puede leer la reiterada afirmación53.
Para los masones la pregunta sería si la masonería dejaría de ser
fundamental si no fuera ni discreta. Como método didáctico, los masones
pueden -se sepa lo que se sepa, que se sabe todo- repetir que es discreta
pues, ¿quién podría investigar las profundas intimidades espirituales del
ser humano? Consiguientemente entonces, todos los seres humanos somos
discretos, de ahí que no sea una particularidad de la masonería. La mística
siempre tendrá argumentos al igual que la creencia en un dios creador, en
efecto, se descubra lo que se descubra, sus partidarios, podrán decir siempre
que fue su dios quien está detrás de lo descubierto.
Los masones se autoevaluaron como discretos en contraposición
al secretismo, no de antemano. Por este hecho, y con los antecedentes
hagiográficos, resulta sorprendente que la historiografía haya aceptado este
significante sin exponer ningún tipo de argumentación, sin hacer uso de
crítica alguna.
¿Sobre qué sostengo que no es discreta? Sobre los propios relatos
masónicos, antimasónicos y, sobre todo, historiográficos difundidos, junto a la
documentación consultada, desde que emprendí el camino de la investigación.
Desgraciadamente es insuficiente el espacio para exponer todos los casos que
revelaron esta realidad, empero, a continuación, ilustraré mi cometido con
una sucesión de hechos, procedentes de diversas ramificaciones masónicas en
diferentes regiones del mundo y épocas de la historia contemporánea.
HECHOS “DISCRETOS”
51
Éric Saunier, Encyclopédie de la Franc-Maçonnerie (París: Librairie Générale Française, 2000), 809. J. B., Dictionnaire
illustré de la Franc-Maçonnerie (París: Éditions de Lodi, 2004), 337.
52
Periodista digital, “Más que misteriosa, la masonería es una sociedad discreta”, 20 de enero de 2006, citado el 12 de
abril de 2017, http://www.periodistadigital.com/old/281477.shtml
53
Siete Maestros Masones, La logia viva (Barcelona: Obelisco, 2006).
180
YVÁN POZUELO ANDRÉS
54
Francisco Ferro Fava, “Tres momentos en la Historia de la Masonería en América”, en Masonería española y América,
coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 1993), Tomo I, 261-263.
55
Thomas Paine, De l’Origine de la Franc-maçonnerie, trad. s.i. (París: A L’orient Eds, 1812). Paine se manifestó a favor
de la independencia de Estados Unidos, luego se adhirió a la revolución francesa ocupando un escaño como diputado
girondino en la Convención, se le arrestó y encarceló bajo el periodo en el que estuvo Robespierre a la cabeza del
Comité de Salvación Pública. Más tarde viajó a Estados Unidos para hacer negocios. Destacó en su lucha a favor de
los derechos humanos.
56
Ver el excelente trabajo de la historiadora gala Cécile Révauger, Noirs et Francs-Maçons (París: Éditions Maçon-
niques de France, 2003), 274 y 294.
181
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
13-14.
59
Discours de clôture de l’Assemblée Générale du Grand Orient de France du 26 septembre 1936, (París: Secrétariat Général
du Grand Orient de France, 1936), Discurso pronunciado por el orador del convento, Paul Perrin.
60
Ferrer Benimeli, El contubernio judeo-masónico-comunista (Madrid: ISTMO, Madrid, 1982) 32-133. Leo Taxil dedicó
su vida a organizar grandes supercherías, con las que logró beneficios económicos, aprovechando de la candidez
e ignorancia de los “listos” acomodados y utilizando con habilidad los medios de comunicación. ¡Qué no habría
hecho hoy con los actuales medios de comunicación! Este malabarista del engaño dejó una impronta en la memoria
colectiva del sector de estudiados, reflejados en la literatura como por ejemplo del ultra católico Georges Bernanos,
quien lo cita en la obra que publicó en 1936: Journal d’un curé de campagne (París: Plon, 1968) 126-127. Asimismo,
el pontificado de León XIII y su relación contra la masonería no pasaron desapercibidos. Este conflicto se plasmó
literariamente en la obra de André Gide, Las cavas del Vaticano, publicado en 1914.
182
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1896. Este papa destacó entre otros aspectos por la publicación de la encíclica
contra la masonería Humanum Genus en 1884, con sus amplias repercusiones
en las parroquias católicas, ya que los prelados debían rendir cuenta de los
dichos y actos del pontífice a sus feligreses, como así consta en los documentos
parroquiales conservados61.
Sobre la tercera república francesa se llegó a afirmar, desde las dos
facciones, la pro y la en contra, que la masonería gobernaba a la sombra. Y
luego, sobrevino el affaire Dreyfus, después, en la década de 1930, el caso
Stavisky y, a finales del siglo XX, los casos de corrupción en la Costa Azul.
La masonería no dejó indiferente ni tan siquiera a los escritores de gran
prestigio, los cuales dedicaron alguno que otro relato a dicha organización, y
no siempre para describir su mejor perfil. En cuanto a la esfera periodística
actual, la casi totalidad de las revistas galas publican cada año en sus portadas
algún dossier sobre el tema. Por último, en el caso de Francia, y como discreto
colofón, las masonerías francesas tratan sus asuntos, desde hace muchos años,
en un programa semanal radiofónico de cobertura nacional.
61
Ferrer Benimeli coord., La Masonería española en la época de Sagasta (Zaragoza: Gobierno de Aragón, 2007), Tomos
I-II.
62
Manuel Moreno Alonso, “La lucha contra los masones en España hacia 1820. Razones contemporáneas de una
persecución”, en La Masonería en la Historia de España, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: Diputación de Aragón/
Departamento de Cultura y Educación, 1989), 52.
63
Moreno Alonso, “La lucha”, 41. Sobre el Trienio Liberal ver Emilio de Diego García, “Aproximación al estudio de
los posibles masones en 1823”, en La Masonería española en el siglo XIX, coord. Ferrer Benimeli (Valladolid: Junta de
Castilla y León/Consejería de Educación y Cultura, 1987), 451-466.
64
Benito Pérez Galdós, El Grande Oriente (Madrid: Historia 16, 1993), 50. Las pinceladas sobre masonería recorren
buena parte de sus Episodios Nacionales. Para más información ver Ferrer Benimeli, La masonería en los Episodios
Nacionales de Pérez Galdós, Fundación Universitaria Española (Madrid: Fundación Universitaria Española, 1982).
183
EL MITO DE LA SECRETA DISCRECIÓN
184
YVÁN POZUELO ANDRÉS
por sus adversarios. Así, por ejemplo, se explica que redactasen contestaciones
a los ataques antimasónicos, a sabiendas de que la revista se destinaba a los
masones enterados, de que satán no se les aparecería en las logias y de la farsa
de toda la trama conspirativa típica de los sectores clericales75.
También era sujeto habitual en la prensa librepensadora como Las
Dominicales del Librepensamiento. Este bullicio publicista se vivió en paralelo
en diferentes países y colonias españolas o provincias de ultramar como, por
ejemplo, Cuba. Así pues, en la isla caribeña hubo una proliferación de revistas
y periódicos de carácter masónico76. En la bibliografía publicada por Ferrer
Benimeli, los ejemplos son numerosos77.
Volviendo a la península, se organizó uno de los Congresos Universales
de Librepensamiento en la ciudad de Madrid en 1892, contando la delegación
española con ciento doce logias, dos triángulos, dos capítulos, unas cuantas
grandes logias provinciales y más de medio centenar de logias extranjeras.
Este congreso se suspendió el mismo día de su inauguración por orden de
Cánovas78. Este tipo de evento “librepensador” se celebró en diferentes países
a finales del siglo XIX y a principios del XX.
Otra de las actuaciones públicas más habituales de los “pescadores de
almas”79, se refiere a sus participaciones, vestidos de masones, en los entierros
de algunos de sus correligionarios. De esta manera, los masones españoles
salieron con mayor o menor presencia en los entierros, en 1869, de Amable
Escalante, del infante don Enrique y, en 1870, del general Prim80. Esa visión
pública se llevó a cabo en diferentes localidades de provincia. Aparte de la
prensa de la época, estos acontecimientos se describieron en las diferentes
obras contemporáneas. Caso por ejemplo de la obra católica, apostólica y
romana, de Marcelino Menéndez Pelayo en la que se lamentaba de que “la
Francmasonería, sociedad no ya secreta, sino pública y triunfadora, se exhibía
en ostentosos alardes, nuevos en España, cuales fueron el entierro masónico
del brigadier D. Amable Escalante…”81, concomitancia masónica igualmente
75
Véase la publicación masónica La Humanidad, órgano oficial de la actual logia Constante Alona no. 8 de Alicante.
En Vicent Sampedro Ramo, “La influencia del republicanismo en el nacimiento y desarrollo de la masonería alicantina
en los primeros años de la Restauración”, en La masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, Tomo I, 287-
288.
76
Dominique Soucy, “El Palenque Literario: un testimonio de la realidad masónica de Cuba (1876-1883)”, en La
masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, Tomo I, 535. Pedro Pascual Martínez, “La Prensa masónica de
España y Cuba (1868-1898)”, en La Masonería española y la Crisis colonial del 98, Tomo II, 681-698.
77
Ferrer Benimeli y Cuartero, Bibliografía de la Masonería, Tomo I, 371-383.
78
María José Villegas Sanz, “Aproximación a la ideología de los talleres masónicos madrileños del siglo XIX”, en La
Masonería española en el siglo XIX, Tomo II, 541-552. El liberal conservador Cánovas del Castillo era el presidente del
Consejo de Ministro del gobierno del reino de España.
79
Denominación en Mann, La Montaña Mágica, 710.
80
La Ilustración española y americana, 25 de marzo de 1870, 2.
81
Menéndez Pelayo, Los heterodoxos españoles, Tomo IV, 423.
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82
Anselmo Lorenzo, El proletariado militante. Memorias de un internacional (Barcelona: Antonio López editor-librería
española, s.f.), 78.
83 Benito Peréz Galdós, Amadeo I (Madrid: Historia 16, 1996), 11-13.
84
Ver ejemplos en Villegas Sanz, “Aproximación a la ideología”, 541-552.
85
Álvarez Lázaro, “Masonería y Librepensamiento”, 114.
86 Leandro Álvarez Rey, Aproximación a un mito: Masonería y política en la Sevilla del siglo XX (Sevilla: Servicio de
publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla, 1996), 86.
87 José Ignacio Cruz Orozco, “Entre la tolerancia, la prudencia y la intervención política. Las actividades del Gran
Consejo Federal Simbólico (1931-1936)”, en La masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, Tomo I, 258.
186
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88
Pere Sánchez i Ferré, “La Revista Latomia y la logia La Unión de Madrid”, en La masonería en Madrid y en España
del siglo XVIII al XXI, Tomo I, 128-129.
89
Fernando Montero Pérez Hinojosa, ““Gracia y Justicia”: un semanario antimasónico en la lucha contra la Segunda
República Española”, en La Masonería en la Historia de España, 390.
90
Acontecimiento plasmado entre otros en el periódico asturiano de mayor difusión en aquella época, en El Noroeste,
de los días 5 y 6 de octubre de 1932.
91
Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca), SE-MASONERIA_A-738 Exp. 5-4.
92
Ferrer Benimeli, “Masonería y política en la España del siglo XX”, en La Masonería en la España del siglo XX, Tomo
I, 421.
93
Enric Olivé Serret, “El Movimiento anarquista catalán y la masonería en el último tercio del siglo XIX. Anselmo
Lorenzo y la logia ‘Hijos del Trabajo’”, en La Masonería en la Historia de España, 137.
94
Olivé Serret, “El Movimiento anarquista catalán y la masonería”, 149.
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95
Ver Manifestes, thèses et résolutions des Quatre premiers Congrès Mondiaux de l’Internationale Communiste 1919-1923
(París: La Brèche-Selio, 1984), 197-198. En el PSOE, se votó una resolución en contra de la doble pertenencia a
principios de 1934, prohibición que igualmente se dictaminó en la CNT en el congreso de Zaragoza de 1936.
96
José Peirats, Los anarquistas en la crisis política española (Madrid: Júcar, 1977), 252.
97
Pozuelo Andrés, “El archivo masónico de José Maldonado, último Presidente de la República en el exilio”, en La
masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, Tomo II, 1368.
98
Cruz Orozco, “Solidaridad y Exilio. La Masonería española en América (1939-1977)”, en Masonería española y
América, Tomo I, 549.
99
Jorge Hernández, “La polémica de los “papeles”. Cultura permite que el templo masón de Tenerife reciba
documentación del Archivo”, Tribuna de Salamanca, 21 de octubre de 2006.
100
Ignacio Lillo, “El damero masón llega a Málaga”, SURdigit@l, 17 de marzo de 2007, citado el 8 de mayo de 2016,
http://www.diariosur.es/prensa/20070317/malaga/damero-mason-llega-malaga_20070317.html
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106
Citado en Martínez Esquivel, Masones y masonería, 19.
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ella, una joya, de entre tantas: un artículo de Diego Martínez Barrio107, quien
fue gran maestro del Grande Oriente Español de 1929 a 1934, fundador del
partido político Unión Republicana, responsable de diferentes altos cargos del
Gobierno durante la II República antes, durante y después de la guerra civil.
En este artículo se expresa de forma pública como masón, hecho que no llevó
a cabo en su etapa masónica en España donde impulsó todo su afán en pro de
la fraternidad tan solo a través de los órganos internos.
“Salir a la luz” es un tema recurrente en las masonerías. Entre las
últimas intentonas públicas en Costa Rica, la de 1990, cuando se decidió
sin gran éxito interno emprender el camino de la imprenta con un semestral
de nombre Leyenda o las manifestaciones públicas y de crítica a la política
nacional del abogado Juan Diego Castro Fernández, gran maestro de la Gran
Logia de Costa Rica entre los años 2012 y 2013108.
En su trayectoria centenaria, ¿los masones en Costa Rica fueron
diferentes a sus hermanos europeos en cuanto a la discreción?
Finalmente, hoy se puede entrar en contacto directamente con muchas
logias, como hemos apuntando anteriormente, de todo el mundo a través de
Internet, existiendo portales generalistas sobre la materia e individuales de
masones que rozan incluso el narcisismo109, por un lado comprensible dadas
las metas filantrópicas auto impuestas. En la mayoría de estos sitios digitales
no se exigen clave de acceso, incluso, muchas de ellas cuentan con revistas
internas110.
107
Archivo de la Gran Logia de Costa Rica, Gaceta Masónica, “Misión de los masones en América”, 15 de agosto de
1950, 8. Un artículo de gran interés sobre todo para los historiadores de la masonería que quieran evitar ser contagiados
por el síndrome de Estocolmo a la hora de escribir sobre la relación de la independencia hispanoamericana con la
masonería. En este, Martínez Barrio exalta la independencia como un logro masónico.
108
Acerca de ellas, en Internet se puede encontrar todo tipo de información.
109
No guiaré al lector dando direcciones para que él mismo verifique este hecho y la facilidad de acceso a cierta
información y porque alargaría innecesariamente este trabajo.
110
Un buen ejemplo, la revista La Acacia de la logia Conde de Aranda de Zaragoza, su dirección web: www.
logiacondearanda.org
192
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Ecco111.
No obstante, famosos escritores liberales de los siglos XIX y XX vertieron
en sus obras, críticas a la masonería sin el uso de la ficción sensacionalista.
Esta realidad también sirve para la cuestión de la discreción. El interés de
este enfoque reside en la similitud de ideas, fuera del simbolismo, entre
estos escritores sin afiliación masónica y la mayoría de los integrantes de las
masonerías. Las investigaciones serias, las que utilizaron fuentes fiables a través
de una metodología basada en las ciencias sociales, han determinado que el
simbolismo de los masones les condujo a tomar posturas “profanas”112 en favor
del emergente y hoy viejo liberalismo, de ahí el aliciente de las posturas de los
siguientes escritores liberales. He aquí unos ejemplos.
El 12 de agosto de 1882, el periódico parisino Gil Blas, publicó el
relato “Mi tío Sosthene”, firmado por Maufrigneuse, seudónimo del escritor
francés de Bola de sebo y El horla, Guy de Maupassant. Antes, en 1876, en una
de sus cartas dirigidas a su amigo, escritor y masón Catulle Mendés, antes de
ser conocido por su creatividad literaria, confiesa su rechazo a ser iniciado en
la masonería. Esta correspondencia revela que había dicho primero que sí por
la cortesía de aquel amigo en ofrecerle una copa. Sin embargo, más sereno,
le escribió para explicarle que no estaba listo ni dispuesto a respetar ningún
juramento, además:
...no quiero estar ligado nunca a ningún partido político, sea cual sea, a ninguna
religión, a ninguna secta, a ninguna escuela; jamás entrar en ninguna asociación
profesando ciertas doctrinas, no inclinarme ante ningún dogma, ante ningún
principio y ningún príncipe, y todo esto únicamente para conservar el derecho a
hablar mal.
Quiero que me sea permitido atacar a todos los buenos dioses y grupos
cerrados, sin que pueda reprochárseme el haber adulado a los unos o estar relacionado
con los otros, y tener igualmente el derecho de batirme por todos mis amigos, sea
cual sea la bandera que los cubra.
Tras enunciar unos motivos generales de rechazo a cualquier tipo de
organizaciones, siguió con un breve acercamiento a precisar por qué no en la
masonería: No soy todavía lo bastante serio ni estoy lo suficientemente seguro de
mí mismo para comprometerme a hacer, sin reírme, una señal masónica a un acólito
(por ejemplo a mi camarero) –él lo es, me lo ha dicho– (o incluso a mi Maestre)…113.
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sentido, seis años más tarde, una vez conocido como gran escritor, aunque
bajo un seudónimo que le sirvió para esquivar los contratos de exclusividad
y cobrar de varios periódicos, se explayó con “Mi tío Sosthene”. En este breve
cuento dejó clara su postura antimasónica que sería publicada en una antología
de relatos bajo el título de Las Hermanas Rondoli (1884).
Los estudiosos de la obra y vida de Maupassant no han aportado mucha
más información respecto a este cuento. Uno de ellos, Gérard de Lacaze-
Duthiers114, simplemente, da como verosímil que el narrador exprese los
pensamientos del autor. Maupassant no desveló el nombre del narrador hasta
el final del cuento. Como es sabido, el hecho de relatar en primera persona
no confiere la clave para entender que a través de esta se exprese el sentir del
escritor. En este caso, fue la carta a Catulle la que abrió la pista.
Interesante es que un gran escritor, libre, que se movía en un liberalismo
sin dejar de criticarlo, publicara un relato que bien lo podía haber firmado
un antimasón de corte tradicional si no fuera que, en las primeras líneas, el
narrador proclamase “yo, que también soy librepensador” para diferenciarse
de la antimasonería clerical. Este escrito se publicó años antes que apareciera
en la escena panfletaria la exitosa superchería de Taxil.
No fue la única diferencia que la narrativa de un antimasón librepensador
tenía con un masón librepensador, lo cual pone al lector frente a dos tipos de
librepensadores: “Mi tío y yo diferíamos en casi todas las cuestiones. (…) Mi
tío era francmasón; y los francmasones me parecen más fanáticos aún que las
viejas devotas”.
Entre las diferencias destacó la relación de los dos protagonistas acerca
del patriotismo. El masón es calificado de patriota mientras que este antimasón
rechaza esa condición, puntualizando que: “el patriotismo es también una
religión. Es el germen de las guerras”115.
Tras esta mínima puesta en escena donde se perfila un intercambio
de ideas entre los dos personajes del cuento, aborda la relación entre la
Iglesia católica y la masonería. El librepensador antimasón pone de relieve
las similitudes entre ambas entidades, sobre todo en cuanto a la beneficencia,
preguntándose si, “¿vale la pena hacer tantas ceremonias para dar cien sueldos
a un pobre diablo?”.
El narrador alterna constantemente sarcasmo y argumentación. En este
lugar del relato puntualiza que en las filas masónicas hubo y hay numerosos
católicos, para concluir que los masones son simplemente una competencia a
la Iglesia católica, al igual que dos comerciantes vendiendo el mismo producto
con etiquetas diferentes: “¡Contrarios, pero compinches!”
En las conversaciones entre los dos librepensadores, el masón es quien
114
Gérard de Lacaze-Duthiers, Guy de Maupassant, son oeuvre (París: La nouvelle Revue Critique, 1926), 62. El
carácter antimasón de Maupassant también fue resaltado por Albert-Marie Schmidt, Guy de Maupassant par lui-même
(París: éditions du Seuil, 1962), 59-60.
115
La guerra francoprusiana de 1870 influyó en su pensamiento antibélico.
194
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195
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116
Ejemplos de ello en Pozuelo Andrés, “Una muestra de famosos escritores liberales antimasones”.
117
Ferrer Benimeli, La masonería en los Episodios Nacionales de Pérez Galdós (Madrid: Fundación Universitaria
Española, 1982).
196
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118
Leopoldo Alas “Clarín”, La Regenta (Santiago de Chile : Facultad de Ciencias Sociales-Universidad de Chile, 1996-
2000), 212.
119
Andrés Pozuelo, Guía histórica de la masonería en Asturias (Oviedo: Masonica.es, 2015), 49-50 y 80-82.
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esta historia. ¡O a lo mejor, no! Los artistas enseñan y esconden con la misma
facilidad lo más íntimo de su pensamiento.
El 10 de mayo de 1939, quince años después de su publicación, durante
su exilio en los Estados Unidos por no comulgar con el nazismo, el autor
ofreció una conferencia a unos estudiantes de la Universidad de Princeton
en la que perfiló a Settembrini como ese parlanchín racionalista y humanista
que no pasa de ser un personaje más, un personaje humorístico que despierta
simpatías, aunque a veces también sea portavoz del autor, aunque no el
propio autor. Durante su exposición, Mann mantuvo un velo de misterio que
le impidió, al igual que Hans Castorp en La Montaña Mágica, tomar partido de
manera tajante, presentándose siempre dispuesto a escuchar las más diversas
opiniones.
Por consiguiente, el autor cuyo comportamiento tolerante se basaba
en el respeto más absoluto de la libertad de expresión, curioso de nuevas
opiniones, reservó una escena a las reflexiones de ambos bandos, el masón y el
antimasón de tipo religioso (págs. 701-717)124. En esta escena, Thomas Mann
critica a los personajes de ambos bandos, así como la pérdida de los principios
y objetivos iniciales de los masones del siglo XVIII, asemejados con los de la
Iglesia Católica de cuyos ritos, según dice en el relato, – proceden los altos grados
escoceses – (pág. 708), – convertidos en un espíritu burgués bajo la forma de
un círculo, –¡Cultura y fortuna, ésa es la burguesía!”– (pág. 709). Asimismo,
compara el hermetismo de la masonería con el de vulgares organizaciones de
estudiantes de la época (pág. 711), y puntualiza que – la idea masónica no
ha sido nunca apolítica – (pág. 712). Incluso reservó unas pinceladas a las
logias españolas, teniendo claro que han tenido, ellas, – desde su origen, una
orientación política – (pág. 712). ¿Por qué puede considerarse que Thomas
Mann expresó en esta obra un cierto antimasonismo? Un artista puede para
decir lo que piensa contar lo contrario, según el nivel de ironía o sarcasmo que
desee inferir a la historia, o simplemente para evitar algún tipo de censura.
No parece que sea aquí el caso porque –dada la tolerancia de opiniones que
manejó el autor en todas las escenas– no equilibró el pro y el contra, siendo
sobre todo esta segunda opción la que más desarrolló. El personaje que hace
de masón en la obra, Settembrini, tiene posturas intelectuales, por no decir
políticas o filosóficas, que se asemejan a las del principal protagonista o del
propio autor. En la escena en la que es retratada la masonería, Mann presenta
un rasgo diferenciador entre liberales. Las descripciones de Settembrini sobre
la masonería le resultaron a Castorp muy pobres, principalmente por limitarse
a citar el número de afiliados y de logias en el mundo y a ciertas celebridades
que luego se iniciaron como tales, casos de Voltaire, Washington y Garibaldi.
El escritor muestra estar bien informado sobre algunas posturas
masónicas como la eliminación por parte del Gran Oriente de Francia de la
obligatoriedad de creer en una divinidad para ser masón (pág. 713), como
124
Thomas Mann, La Montaña Mágica, trad. Isabel García Adánez (Madrid: Edhasa, 2001).
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127
Tan solo contando con los symposiums organizados por el CEHME desde 1983 hasta la actualidad, se suman 28
tomos de actas que reúnen algo más de 17 000 páginas. Desde 2009, la REHMLAC+ acumula más de 4 000 páginas.
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