La Proteccion Del Preembrion

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LA PROTECCION DEL PREEMBRION .........................................................................

I. INTRODUCCION ....................................................................................................... 2
II. EL TEMA PROBLEMÁTICO .................................................................................... 3
III. LA ESTRUCTURA ..................................................................................................... 3
IV. MARCO TEORICO .................................................................................................... 4
1- DENUDACIÓN. ....................................................................................................... 5
2- RECONOCIMIENTO Y ADHESIÓN. ...................................................................... 5
3- PENETRACIÓN. ...................................................................................................... 5
4- FUSIÓN. .................................................................................................................. 5
5- BLOQUEO DE LA POLISPERMIA. ....................................................................... 6
6- FORMACIÓN DE PRONÚCLEOS. ........................................................................ 6
7- SINGAMA Ó ANFIMIXIS. ....................................................................................... 6
a) PRIMERA SEMANA DE DESARROLLO. ............................................................... 7
b) SEMANA SEGUNDA DEL DESARROLLO. ........................................................... 8
c) TERCERA SEMANA DE DESARROLLO. ............................................................... 9
V. JURISPRUDENCIA .................................................................................................. 10

SENTENCIA 116/1999, DE 17 DE JUNIO ...................................................................... 10

VI. DOCTRINA .............................................................................................................. 15


VII. LEGISLACION ..................................................................................................... 15
VIII. CONCLUSIONES ................................................................................................. 15
IX. RECOMENDACIONES ........................................................................................... 15
X. BIBLIOGRAFIA ....................................................................................................... 15
LA PROTECCION DEL PREEMBRION

I. INTRODUCCION

El tema de la Protección Jurídica de la Vida prenatal, es un tema de por sí antiguo que


requiere un estudio cada vez más frecuente debido a los avances de la investigación
biomédica, que tratan en algunos aspectos de violentar el derecho constitucional a la vida del
concebido y en definitiva de atentar contra la propia dignidad de la persona humana.

Dicha protección actualmente tropieza con dos posturas; la primera que es la más extendida
que encarna la idea de una protección de la vida de forma “gradual”, una protección que
progresa y se intensifica a medida de ciertos cambios cualitativos produciéndose así una
desvalorización de la vida humana en sus primeros estadios; y por otro lado la posición de la
Continuidad Lógica de la vida, que considera que la vida debe ser protegida y debe de gozar
de las mismas garantías desde el momento de la concepción hasta la muerte.

La formación de un nuevo ser comprende tres etapas claramente distinguibles durante los
nueve (09) meses de gestación: a) Periodo Preembrionario que comprende desde la
fecundación hasta el final de la tercera semana, cuando deja de ser un disco laminar. b)
Periodo embrionario que abarca desde la cuarta semana hasta la octava, cuando se forma el
embrión propiamente dicho y surge la organogénesis, morfogénesis e histogénesis. c)
Periodo Fetal que describe el desarrollo de órganos y sistemas desde la novena semana hasta
el nacimiento.
II. EL TEMA PROBLEMÁTICO

III. LA ESTRUCTURA
IV. MARCO TEORICO

El término “Preembrión” es muy bien conocido por los expertos que se dedican al estudio
de las cuestiones bioéticas en el inicio de la vida la importancia que tuvo la acuñación de
dicho término, en las discusiones sobre el estatuto del embrión al inicio de la fecundación
in vitro como posteriormente en su desarrollo durante los debates sobre su licitud o
legalidad. En esos debates el uso de este término se utilizó con la finalidad de afirmar que
la realidad existente durante los primeros catorce (14) días del desarrollo embrionario no
sería un embrión humano sino una realidad previa a él, que algunos llamaron
“Preembrión”. (Pastor, 2016)

En el año 2007 ya estudiamos con profundidad muchas de estas cuestiones realizando


una investigación sobre los aspectos históricos que dieron lugar a la aparición del término
“Preembrión”, a las bases biológicas que pretendían sustentarlo y al uso que había tenido
este término en la literatura científica, y bioética+ con la finalidad de conocer si la
realidad “Preembrionaria” partía de principios científicos sólidos y hasta qué punto el
concepto que subyace en este término había sido algo compartido por la comunidad
científica y bioética. Fue el “caballo de Troya” que permitió la aprobación de la
investigación con embriones humanos en relación con la fecundación “in vitro” en Gran
Bretaña y en Estados Unidos (E.E.U.U) y que facilitó la extensión de esa aprobación a
otros países como también sucedió en España. Pero al cabo de muy pocos años ese
término desapareció de los principales documentos de los países y sociedades que lo
habían promocionado. Un caso especial es España que sigue manteniendo este término
en su legislación a pesar de que no viene recogido en el convenio de Oviedo de 1997.
(Pastor, 2016)

Hoy en día, la discusión sobre la condición humana del embrión vuelve a ser de
actualidad, por cuestiones como la clonación terapéutica, la formación de embriones
híbridos o el uso de las técnicas de fecundación in vitro en la que participan tres
progenitores. En consecuencia, la condición humana del embrión ha vuelto a estar
presente, esto se ha podido reflejar en una mayor o menor utilización de este término.

Por lo tanto, debemos entender cómo es que se forma el preembrión, para ello hablaremos
sobre la fecundación, para un mejor entendimiento; es un proceso que se inicia con el
buen desarrollo de los gametos. Además, requiere pasos previos de capacitación final de
los espermatozoides que se produce en los órganos femeninos, así como de una ovulación
completa. Para fines prácticos y de mejor entendimiento la fecundación se lleva a cabo
en los siguientes pasos. (Urba, 2012)

1- DENUDACIÓN. Consiste en el desprendimiento de la corona radiata del óvulo por


medio de la acción de las enzimas liberadas desde los acrosomas presentes en las
cabezas de los espermatozoides. La principal enzima involucrada es la hialuronidasa
y la acrosina. (Urba, 2012)
2- RECONOCIMIENTO Y ADHESIÓN. Los espermatozoides que se aproximan al
óvulo después de la denudación, se adhieren firmemente a la zona pelúcida y entre sí.
Para ello deben ser reconocidos como de la misma especie. Para ser reconocidos
deben ser reconocidos como de la misma especie. Para ser reconocidos deben
responder a las proteínas de la zona pelúcida y acoplarse de manera correcta, pues de
no ser compatibles entre las especies, la zona pelúcida se endurecerá y no permitirá
continuar el proceso. Las principales proteínas involucradas son la ZP3 y ZP2.
Cuando el espermatozoide está inmerso en la zona pelúcida, el acrosoma libera otras
enzimas que permiten el siguiente paso. (Urba, 2012)
3- PENETRACIÓN. Los espermatozoides atraviesan la membrana pelúcida por medio
de las enzimas estearasas, acrosina y neuraminidasa liberadas desde los acrosomas y
los movimientos de hiperactivación de los espermatozoides adquiridos durante la
última etapa de capacitación. Incluyen la integración de glucoproteínas a la
membrana plasmática, cambios de permeabilidad, redistribución de algunas
partículas intramembranosas y aumento en la captación de oxígeno por parte del
espermatozoide que hacen reaccionar la membrana externa del ovocito. (Urba, 2012)
4- FUSIÓN. A pesar de que son varios los espermatozoides que penetran en la
membrana pelúcida, solo es uno el que establece contacto íntimo con la membrana
plasmática del ovocito. La membrana del ovocito responde a los cambios presentados
en la membrana del primer espermatozoide que hace contacto produciendo tres
reacciones rápidamente. La primera es iniciar la “fagocitosis” del espermatozoide, en
la cual se unen las membranas celulares externas y se traslada en núcleo del
espermatozoide al citoplasma del ovocito. La segunda es una modificación hacia la
zona pelúcida que da por resultado la siguiente fase. La tercera es la activación del
ovocito del estado letárgico que presentaba, con lo que se inicia el final de la segunda
meiosis.
5- BLOQUEO DE LA POLISPERMIA. La zona pelúcida modifica su estructura
haciéndola más rígida e impermeable. Además, los cambios en el citoplasma y
membrana del ovocito se traducen como un aumento de líquidos enviados hacia la
zona pelúcida con lo que las proteínas que la forman se sobrehidratan y esto hace que
aumente el espacio que queda entre esta zona y la membrana celular, el cual se
denomina zona perivitelina. Al aumentar el espacio, los demás espermatozoides son
expulsados o repelidos evitando así la poliespermia (más de un espermatozoide).
6- FORMACIÓN DE PRONÚCLEOS. Se completa la segunda división meiótica del
ovocito secundario iniciada en la fusión, quedando una célula hija sin citoplasma en
la periferia justo en el espacio perivitelino y las otras células que el óvalo real
(ovomátide) se queda con todo el citoplasma de ovocito. El núcleo del óvulo
recompone el ADN y forma una membrana nuclear transitoria. Mientras tanto, el
núcleo del espermatozoide sufre descondensación de los cromosomas que son
expuestos a la acción de las enzimas citoplasmáticas del óvulo después de la fusión.
Después de la descondensación se forman los cromosomas listos para el
entrecruzamiento. Estos dos procesos forman los prenúcleos masculino y femenino y
los afrontan en el centro celular. Se debe hacer mención que siendo el citoplasma de
la madre el que realiza los procesos de preparación de núcleos y otros procesos
celulares, es el que aporta las mitocondrias que heredará el nuevo ser.
7- SINGAMA Ó ANFIMIXIS. Los dos pronúcleos se ponen en contacto en la parte
central y se entremezclan sus cromosomas, resultando una célula diploide. Es en este
momento en el que el fenotipo y genotipo son determinados en la nueva célula distinta
a sus progenitores. Esta célula se denomina CIGOTO. Aquí termina la fecundación
iniciándose la vida del nuevo ser. (Pastor, 2016)

Al tener ya formada la célula cigoto, es decir, una nueva vida, encontramos el período
“Preembrionario” que se desarrollará en tres semanas aproximadamente de la siguiente
manera:
a) PRIMERA SEMANA DE DESARROLLO. El cigoto al terminar su primera
división mitótica da por resultado a dos células hijas iguales. Cada una de ellas
llamada Blastomera. Las divisiones continúan en una proporción geométrica hasta
que llegan a la cuarta división teniendo como resultado dieciséis (16) blastómeras.
Debido a su apariencia de mora, a esta etapa se lo conoce como Mórula lo cual ocurre
cercano al tercer día. A este proceso en el cual las células se dividen, pero no
presentan el tiempo necesario para incrementar su citoplasma quedando cada vez
más pequeñas se le denomina segmentación. Después de alcanzar esta etapa se inicia
la desaceleración en las mitosis por lo que pareciera una etapa de reposo que se
acompaña de una compactación celular en la que las células pierden la forma esférica
que tenían y adoptan un molde cúbico-cilíndrico. La zona pelúcida que envuelve la
mórula queda ya demasiada justa por lo que se rompe liberando su contenido
alrededor del quinto día. Ya liberadas las células compactadas, comienzan otra vez
las mitosis aceleradas, solo que ahora solo se producen en el macizo celular externo.
Las célulasque sufren mitosis crecen tanto en número que no pueden seguir unidos a
las células internas de mitosis lentas por lo que surge una cavidad que las separa.
Esta nueva estructura con una cavidad visible se denomina Blastocisto, podemos
encontrar al macizo celular externo llamado Trofoblasto, del cual se desarrollará la
placenta y el macizo celular interno denominado Embrioblasto, que desarrollará al
embrión. La cavidad se denomina Blastocele y contiene líquido que sirve de medio
de difusión de alimento a las células internas. Al proceso en el cual se forma una
cavidad se denomina cavitación. (Pastor, 2016)
Se puede observar que las células del embrioblasto contiguas al blastocele tienen una
apariencia diferente; se ven más homogéneas, cúbicas y ordenadas. Este grupo de
células se denomina Hipoblasto, que corresponde a la primera capa germinativa o
disco embrionario.
Alrededor del séptimo día las células del trofoblasto se han multiplicado por las
mitosisi aceleradas que presentan, lo cual favorece a que al llegar al endometrio
puedan emitir prolongaciones que les faciliten nutrirse de la sangre materna. Al
proceso en el cual el blastocito ingresa dentro del endometrio y anida se le denomina
implantación.
Los cambios en el trofoblasto incluyen crecimiento acelerado de las prolongaciones
externas con formación del citotrofoblasto las cuales pierden las membranas externas
y se convierten en el sincitotrofoblasto (masa amorfa ciplasmática multinucleada), y
que al final forman las vellosidades coriónicas que se alojan en el endometrio donde
el tejido conectivo de la lámina propia junto con las arterias espiraladas se rompen y
“encharcan” la sangre para que sean absorbidas por las vellosidades coriónicas para
alimentar al nuevo ser. De esta manera la sangre materna jamás toca la sangre del
embrión (barrera hematoplacentaria), pero si le permite tomar los nutrientes y
oxígeno necesarios, así como eliminar desechos. Por fines netamente docentes, la
placenta no será abordada en más detalles, por lo que se le sugiere complementar
esta lectura con un libro de Embriología si se tienen dudas del proceso de formación
y funcionamiento de la placenta. (Urba, 2012)
b) SEMANA SEGUNDA DEL DESARROLLO. En el blastocisto, entre el macizo
celular interno, se inicia una fase de mitosis acelera que induce la aparición de otra
cavidad que recibe el nombre de cavidad modifican formando una capa ordenada de
células cilíndricas que se denomina Epiblasto y constituye la segunda capa
germinativa. Mientras tanto, la primera cavidad denominada blatocele, ahora se
identificará como Saco Vitelino.
Actualmente el aparecimiento y aumento de las dos (02) cavidades ha propiciado que
la parte interna o blastocisto, quede conformada como una esfera interna. La región
externa de esta esfera está formada por las células adyacentes al trofoblasto y darán
lugar al mesodermo extraembrionario, el cual sufre el aparecimiento de cavidades
denominadas espaciones celómicas extraembrionarios que coalescen (se unen) y
forman una gran cavidad que deja al blastocisto “nadando en el centro” sujeto en un
extremo por una porción que no se separa denominada el películo de fijación, que
posteriormente dará origen al cordón umbilical. Esta porción es la única que
comunica directamente al trofoblasto o placeta según la etapa de desarrollo con el
disco embrionario, embrión o feto. (Urba, 2012)
Mientras tanto, los mayores cambios de esta semana se producen en el trofoblasto,
los cuales no serán abordados en este documento.
c) TERCERA SEMANA DE DESARROLLO. En esta semana ocurren muchos
cambios y formaciones de estructuras precursoras en el embrioblasto. Ya que es muy
difícil seguir un orden cronológico por su simultaneidad, se abordarán por separado.
Al final de la segunda semana se pueden observar dos capas germinativas: el
hipoblasto y el epiblasto. El hipoblasto casi no sufre ninguna modificación durante
esta semana, pero al finalizar este período recibe el nombre de endodermo. En el
epliblasto se observa una línea en el eje central del disco, que “apunta” hacia el
pedículo de fijación que se está formando.
Esta línea se denomina Línea Primitiva y justo en la posición contraria al pedículo
de fijación se puede observar una protuberancia nodular denominada el Nodo
Primitivo. Tanto la línea como el nodo primitivo aparecen como un abultamiento por
la transformación de las células presentes que al inicio se torna más altas y luego se
estratifican (forman más de una capa) y luego sufrirán una depresión media haciendo
que la línea primitiva se convierta en un surco primitivo y el nodo en una fosita
primitiva. Estos eventos determinan el eje central del embrión y sus laterales derecho
e izquierdo. La porción donde aparece el nodo indica la región cefálica, mientras que
la línea se dirige al pedículo de fijación que será la porción caudal. Al finalizar esta
semana esta capa recibe el nombre del ectodermo. Las células del nodo primitivo que
sufren depresión en el fondo de la fosita primitiva o de Hesen, adoptan una forma
gelatinoide con movimientos ameboideos o sea emitiendo pequeñas prolongaciones
citoplasmáticas (lamelopolios) y luego migrando el cuerpo celular hacia ellas, así
como desarrollando actividad fagocítica que les facilita el desplazamiento. Estas
células se denominan Mesenquimáticas y son las primeras que se distinguen como
una nueva capa germinativa que separa las dos anteriores que se denomina
Mesodermo. Los movimientos básicos celulares en sentido de caudal a cefálico se
denomina epibolia e incluyen la invaginación de células, la divergencia (alejamiento
caudal del eje central), elongación (alargamiento del disco embrionario que adquiere
forma de “suela de zapato”) y convergencia (acercamiento cefálico al eje central)
Mientras el mesénquima recorre un nuevo camino entre las capas, deja restos
celulares que se transforman activamente y forman sitios macizos de actividad
organogénica que pueden diferenciarse. (Urba, 2012)
Hasta ahora, el preembrión mantiene una forma de lámina o disco germinativo, por lo que
todavía no tiene forma definida. En las próximas semanas de desarrollo se pasará de este
disco a una estructura cilíndrica en la que ya se puede distinguir el origen de los órganos. Es
esta formación de cilindro lo que se denomina plegamiento que es el último proceso que se
induce en el período preembrionario y marca el inicio del período embrionario.

V. JURISPRUDENCIA

SENTENCIA 116/1999, DE 17 DE JUNIO

Pleno: Cruz Villalón, Viver Pi-Sunyer, Mendizábal Allende, González


Campos, Jiménez de Parga y Cabrera, Vives Antón, Carda Manzano
(ponente), Cachón Villar, Garrido Falla, Conde Martín de Hijas,
Jiménez Sánchez y Casas Baamonde.

Fundamentos jurídicos:
4.
( ... ) si "el arto 15 CE, en efecto, reconoce como derecho fundamental el derecho
de todos a la vida, derecho fundamental del que, como tal y con arreglo a la STC
53/1985, son titulares los nacidos, sin que quepa extender esta titularidad a los
nascituri (STC 212/1996, fundamento jurídico 3), es claro que la Ley impugnada,
en la que se regulan técnicas reproductoras referidas a momentos previos al de la
formación del embrión humano (vid. en este sentido la disposición final primera
de la Ley 42/1988), no desarrolla el derecho fundamental a la vida reconocido en
el arto 15 CE Por consiguiente, la Ley 35/1988 no vulnera la reserva de Ley
Orgánica exigida en el arto 81.1 CE.
6.
Conviene tener en cuenta en el examen de los preceptos antes indicados que,
mediante la regulación en ellos contenida, el legislador atiende al principio rector
del arto 44.2 de la Constitución, según el cual "Los poderes públicos promoverán
la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general",
principio que a tenor del art. 53.3 CE ha de informar la legislación positiva. Desde
esta perspectiva constitucional no es función de este Tribunal establecer criterios
o límites en punto a las determinaciones que, con apoyo en dicha directriz, pueda
establecer el legislador, máxime en una materia sometida a continua evolución y
perfeccionamiento técnico, siempre, claro es, que las determinaciones legales no
entren en colisión con mandatos o valores constitucionales.
9.
( ... ) las hipótesis a que se refiere la Ley sólo resultan permitidas en la medida
en que tengan por objeto preembriones no viables, es decir, incapaces de vivir en
los términos precisados por la STC 212/1996, es decir, aplicado "a un embrión
humano, su caracterización como 'no viable' hace referencia concretamente a su
incapacidad para desarrollarse hasta dar lugar a un ser humano, a una 'persona' en
el fundamental sentido del art. 10:1 CE. Son así, por definición, embriones o fetos
humanos abortados en el sentido más profundo de la expresión, es decir,
frustrados ya en lo que concierne a aquella dimensión que hace de los mismos un
'bien jurídico cuya protección encuentra en dicho precepto constitucional (art. 15
CE) fundamento constitucional' (STC 53/1985, fundamento jurídico 5), por más
que la dignidad de la persona pueda tener una determinada proyección en
determinados aspectos de la regulación de los mismos ... " (STC 212/1996,
fundamento jurídico 5).
( ... ) No siendo los preembriones no viables ("abortados en el sentido más
profundo de la expresión") susceptibles de ser considerados, siquiera, nascituri,
ni las reglas que examinamos ni las ulteriores del arto 17 (relativo a los
preembriones ya abortados, a los muertos y a la utilización con fines
farmacéuticos, diagnósticos o terapéuticos previamente autorizados de
preembriones no viables) pueden suscitar dudas desde el punto de vista de su
adecuación al sistema constitucionalmente exigible de protección de la vida
humana.
11.
(...) se dispone que sólo se transferirán al útero materno el número de
preembriones científicamente considerado como el más adecuado para asegurar
razonablemente el embarazo. Se trata de una regla que responde, sin duda, a un
principio de manipulación e intervención mínima en el proceso de reproducción
(que, a falta de otras técnicas que garanticen su éxito, descansa en un cálculo
científico de la probabilidad), cuya lógica comprensión no puede desvincularse
de la prohibición de la fecundación de óvulos humanos con cualquier fin distinto
a la procreación -humana, prevista en el arto 3 de la propia Ley. Inevitable
consecuencia de estas técnicas, como venimos exponiendo, es la eventualidad de
que en su concreta aplicación resulten preembriones sobrantes en cuanto no
transferidos al útero femenino, ( ...). Consideran los Diputados recurrentes que las
referidas disposiciones son incompatibles con la dignidad humana (art. 10.1 CE),
por cuanto "impide el derecho al desarrollo y cosifica el fruto de la concepción";
( ..).
( ... ) de la Constitución no se desprende la imposibilidad de obtener un número
suficiente de preembriones necesario para asegurar, con arreglo a los
conocimientos biomédicos actuales, el éxito probable de la técnica de
reproducción asistida que se esté utilizando, lo que, desde otra perspectiva dar a
disposición de los bancos tras el transcurso de determinado plazo de tiempo,
difícilmente puede resultar contrario al derecho a la vida (art. 15 CE) o a la
dignidad humana (art. 10.1 CE) ( ... ).
13.
( ...) deducen los demandantes una serie de rasgos identificativos de la definición
constitucional de familia, entre los que explícitamente se citan el matrimonio
heterosexual y la posibilidad de que en él "se desprendan relaciones paterno-
filiales, determinadas legalmente con arreglo al principio de seguridad jurídica".
A estos rasgos configuradores de la imagen de la familia en la Constitución, les
resultaría aplicable la doctrina de la garantía de instituto por lo que, en definitiva,
aquellas normas legales que desnaturalicen los perfiles sustantivos del instituto
familiar han de considerarse contrarias a la Constitución. ( ... ) nuestra
Constitución "no ha identificado la familia a la que manda proteger con la que
tiene su origen en el matrimonio", ni existe ninguna "constricción del concepto
de familia a la de origen matrimonial, por relevante que sea en nuestra cultura -
en los valores y en la realidad de los comportamientos sociales- esa modalidad de
vida familiar. Existen otras junto a ella, como corresponde a una sociedad plural
( ... ) el argumento de los recurrentes ( ... ) supone desconocer la finalidad primera
y justificativa de la propia Ley que es, precisamente, la de posibilitar la
fecundación y, por ende, la creación o el crecimiento de la familia como unidad
básica y esencial de convivencia.
15.
( ... ) la Constitución ordena al legislador que "posibilite" la investigación de la
paternidad, lo que no significa la existencia de un derecho incondicionado de los
ciudadanos que tenga por objeto la averiguación, en todo caso y al margen de la
concurrencia de causas justificativas que lo desaconsejen, de la identidad de su
progenitor.

Fallo:

1. Apreciar la desaparición sobrevenida del objeto del presente recurso de


inconstitucionalidad, en el particular que se refiere a las letras a) y e) de la
disposición adicional primera de la Ley 35/1988, de 22 de noviembre, reguladora
de las Técnicas de Reproducción Humana Asistida.
2. Estimar parcialmente el recurso de inconstitucionalidad promovido contra
dicha Ley y, en consecuencia:
a) Declarar que el inciso final de su art. 12.2 "o si está amparada legalmente", sólo
es constitucional interpretado en el sentido de que las intervenciones amparadas
legalmente son las comprendidas en el arto 417 bis del Código Penal, texto
refundido, aprobado por el Decreto 3096/1973, de 14 de septiembre.
b) Declarar la inconstitucionalidad y nulidad del inciso inicial de su arto 20.1
"con las adaptaciones requeridas por la peculiaridad de la materia regulada en esta
Ley".
3. Desestimar el recurso en todo lo demás.
Voto particular discrepante que formula el Magistrado don Manuel Jiménez de
Parga y Cabrera a la Sentencia recaída en el recurso de inconstitucionalidad núm.
376/89, al que presta su adhesión el Magistrado don Fernando Garrido Falla Mi
discrepancia se centra en la clase o tipo de ley que ha de regular, con estricto
criterio constitucional, aquello que directa y esencialmente afecte a la dignidad
de la persona, valor jurídico fundamental, con los derechos inviolables inherentes
a ella. Este voto se dirige hacia ese objetivo. La Ley recurrida es, a mi entender,
inconstitucional.
( ... ) cuando la dignidad de la persona se configura, por expresa declaración
constitucional, con derechos inviolables inherentes a ella, no resulta aceptable, en
mi opinión, que la Ley Orgánica sea necesaria para desarrollar los derechos
fundamentales y no para desarrollar lo que, materialmente, es el tronco del gran
árbol. Dar un tratamiento constitucional distinto al tronco y a las ramas no es
propio de la visión no exclusivamente formal de la reserva que este Tribunal ha
consagrado.
Nótese que me refiero a las leyes que desarrollen derechos fundamentales que
afecten directa y esencialmente a la dignidad de la persona. Salgo así al paso de
una posible objeción: todo el derecho podría afirmarse en mi contra- tienen su
germen en la dignidad de la persona. Ello es cierto. Sin embargo, hay derechos
que de un modo directo y esencial emanan de la dignidad de la persona, que es lo
que ocurre con los derechos fundamentales implicados en esta Ley 35/1988.
( ... ) No cabe invocar aquí que la Ley Orgánica podría producir en el
ordenamiento jurídico "una petrificación abusiva en beneficio de quienes en un
momento dado gozasen de la mayoría parlamentaria suficiente y en detrimento
del carácter democrático del Estado, ya que nuestra Constitución ha instaurado
una democracia basada en el juego de las mayorías, previniendo tan sólo para
supuestos tasados y excepcionales una democracia de acuerdo basada en mayorías
cualificadas o reforzadas" (STC 5/1981, fundamento jurídico 21).
Uno de esos casos excepcionales es, a mi entender, lo relativo a la reproducción
humana asistida, en tomo a la cual se generan divisiones profundas, no políticas,
sino morales y culturales: inseminación artificial, fecundación in vitro, con
transferencia de embriones, y la transferencia intratubárica de gametos. La
democracia de consenso, a que alude esa misma STC 5/1981, era la oportuna y
convenientemente reclamada. (Requero, 2011)

VI. DOCTRINA
VII. LEGISLACION
VIII. CONCLUSIONES
IX. RECOMENDACIONES
X. BIBLIOGRAFIA

Pastor, L. M. (2016). Uso del término "Preembrión" en la Literatura Biomédica Desde su origen
Hasta la actualidad. Recuperado el 02 de junio de 2018, de
http://aebioetica.org/revistas/2017/28/92/111.pdf

Requero, J. L. (2011). Derecho a la Vida y vida "Preembrionaria". Obtenido de


https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/14619/1/PD_54-1_11.pdf

Urba, J. C. (2012). Histología . Obtenido de http://apoyo.usac.gt/periodo%20preembrionario.pdf

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