Delitos Contra La Administracion Publica

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 205

UNIVERSIDAD DE PANAMA

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas


(Departamento de Ciencias Penales y Criminológicas)

m
DERECHO PENAL

co
PANAMEÑO

a.
(Parte Especial)

am
TOMO II
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PÚBLICA
an
rp

Profesores:
ju

Dr. Campo Elías Muñoz R.


en

Lic. Campo Elías González F.


.p
w
w
w

Panamá, 1981
2

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PÚBLICA

Capítulo Primero
INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Capítulo Segundo
DEL PECULADO

m
Capítulo Tercero

co
DE LA CONCUSIÓN

a.
Capítulo Cuarto

am
DE LA CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Capítulo Quinto
an
DE LOS ABUSOS DE AUTORIDAD E INFRACCIÓN DE LOS DEBERES DE LOS
FUNCIONARIOS PÚBLICOS
rp

Capítulo Sexto
ju

DE LA USURPACIÓN DE TITULOS Y FUNCIONES PÚBLICAS


en

Capítulo Séptimo
DE LA RESISTENCIA A LA AUTORIDAD
.p
w

Capítulo Octavo
w

DE LOS ULTRAJES Y OTROS DELITOS CONTRA LOS FUNCIONARIOS


PÚBLICOS
w

Capítulo Noveno
DE LA VIOLACIÓN DE SELLOS Y DE LAS SUSTRACCIONES EN LAS OFICINAS
PÚBLICAS
3

Capítulo Primero

INTRODUCCION A LOS DELITOS CONTRA

LA ADMINISTRACION PÚBLICA

m
l. ASPECTOS GENERALES

co
II. OBJETO JURIDICO
III. CONCEPTO DE FUNCIONARIO PÚBLICO

a.
IV. ORDEN DE LA MATERIA

am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
4

I. ASPECTOS GENERALES

Al momento de referirnos a la clasificación estructural de la Parte Especial" en la

Introducción al Tomo la presente obra, advertimos que, tornando en cuenta el ataque

a los bienes jurídicos, los delitos pueden ser agrupados corno infracciones contra el

individuo, la y el Estado (1).

m
Por constituir la administración pública una actividad fundamental del Estado,

co
los delitos que atenten contra ella pueden ser ubicados dentro de la categoría de los

a.
delitos contra el Estado. En efecto, dentro de la sistemática propia de las

am
infracciones contra el Estado, la doctrina suele distinguir los delitos que protegen el

ente en su aspecto política que en nuestro Código Penal se sancionan en los Títulos
an
I, II y III del Libro Segundo, de aquellos que protegen la actividad desplegada por el

Estado, como es el caso de los delitos que atentan contra la administración pública.
rp

El Código Penal agrupa estos delitos en el Título IV del Libro Segundo, con la
ju

denominación genérica de delitos contra la administración pública. Preferimos usar


en

la rúbrica delitos contra administración pública, atendiendo el criterio de clasificación


.p

de los delitos por razón del bien jurídico, ello sin descontar, además, que el concepto
w

cosa pública es inadecuado, si se toma en cuenta que no todas las infracciones


w

reunidas en dicho título suponen atentados contra la misma.


w

II. OBJETO JURIDICO

Los delitos agrupados en el Título VI describen las conductas que atentan

contra la administración pública.


5

Con la formación y desarrollo de los Estados modernos, se cimentó la

concepción de la actividad desempeñada por el Estado, para lo cual contribuyó el

reparto de funciones correspondientes a los órganos ejecutivo, legislativo y judicial, lo

que permitió fortalecer el concepto de administración pública, como la suma de la

actividad desarrollada por los órganos de poder público.

Modernamente el concepto de administración pública de una forma genérica la

m
actividad gestora del Estado (aspecto material), al igual que el ente a cuyo cargo se

co
encuentra la función pública de administrar (aspecto subjetivo )(2).

a.
En Derecho Público, la administración delimita la estructura y organización del

am
poder encargado de la referida función, que en la estructura trimembre de los

poderes del Estado corresponde al Poder Ejecutivo. Puede afirmarse en tal sentido
an
que el término comprende la organización y los recursos aplicados para el
rp

desenvolvimiento de los entes públicos, el ejercicio mismo de estas facultades y la


ju

situación de los particulares frente a la administración (3).


en

La gestión pública, concebida en su forma amplia, constituye la actuación

desarrollada por el poder ejecutivo. En este sentido, MAGGIORE señala que la


.p

administración pública "denota toda la actividad del Estado, excepto la legislación", y


w

agrega: "Todo lo que no entra en el campo legislativo y forma el campo ejecutivo, en


w

sentido lato, limita el terreno de la administración pública" (4). En Derecho Penal, sin
w

embargo, el concepto de administración pública adquiere especial significado, al

delimitar un sector de bienes jurídicos que surgen de la actividad estatal. Como

advierte SOLER, "del análisis del material agrupado bajo este titulo se deduce que la

expresión administración pública no está empleada aquí en el sentido técnico


6

corriente propio del Derecho Administrativo sino con mucha mayor amplitud", y

concluye que "resulta manifiesto que la expresión esta empleada más que para

designar a la "administración", para referirse al normal, ordenado y legal

desenvolvimiento de la función de los órganos del Estado, en todas las ramas de sus

tres poderes" (5).

Tomando en cuenta lo anterior, el concepto de administración pública para el

m
Derecho Penal es más extenso que el utilizado por el Derecho Administrativo. El bien

co
jurídico protegido por estos delitos no lo constituye la administración como tal, sino el

a.
normal, ordenado y legal desenvolvimiento de que desempeñan los órganos del

am
Estado, no solo en cuanto al aspecto material de la función sino también en su

consideración valorativa. De allí que afirme MANZINI que el "Objeto genérico de la


an
tutela penal, en relación a los delitos cuyo examen iniciamos, es el interés público
rp

concerniente al normal funcionamiento y al prestigio de la administración público en


ju

sentido lato, en lo que atañe a la probidad, desinterés, capacidad, competencia,


en

disciplina, fidelidad, seguridad, libertad, decoro funcionales, así como al respeto

debido a la voluntad del Estado en orden a determinados actos o relaciones de esa


.p

misma administración"(6).
w
w

III. CONCEPTO DE FUNCIONARIO PÚBLICO


w

El Estado, en su calidad de persona jurídica, realiza sus actividades por medio

de sus que son los funcionarios públicos, quienes ejercen la función pública y se

encuentran investidos de ciertas cualidades para representar al Estado.


7

La doctrina señala que concepto de funcionario público, es menester precisar

previamente la noción de función pública, que constituye "el conjunto” de

pensamiento, voluntad y acción que se despliega, con atributos de autoridad en la

esfera de los órganos legislativo, administrativo o judicial, en relación al Estado, a las

otras entidades públicas o a los súbditos, normalmente por obra de los oficiales

públicos y excepcionalmente por obra de los particulares" (7).

m
De esta forma, la actuación del Estado se realiza mediante las funciones que

co
establece y determina en los actos jurídicos correspondientes. La fijación y

a.
predeterminación de las tareas es lo que identifica la función pública, habida cuenta

am
que esta tiene su génesis en un acto declarativo de la voluntad estatal.

En los delitos contra la administración pública, el ejercicio de funciones


an
conforma el presupuesto del delito, toda vez que a la ley penal interesa, no tanto el
rp

carácter de funcionario público, sino más bien el ejercicio de una actividad que
ju

representa la voluntad del Estado como tendremos ocasión de examinar.


en

De otra parte debe advertirse que no toda actividad que se realice con fines

públicos es una función pública, sino exactamente aquella que se ha reservado a los
.p

entes públicos, ya sean éstos centrales o descentralizados. No es por ello función


w

pública toda esa gama de actividades o servicios de necesidad pública que el Estado
w

libra a la actividad privada.


w

Si bien los funcionarios públicos representan al Estado, son sujetos distintos a

éste, que se encuentran en una relación de derecho público que se origina en el

nombramiento o designación que sobre ellos recae por los distintos medios legales

aptos para ello.


8

La investidura de las funciones públicas ocurre con el nombramiento, ya sea

que éste se verifique de derecho, por la determinación de una norma general, o

porque dependa de un especial acto legislativo, jurisdiccional o administrativo, o

porque se verifique mediante elección o por cualquier otra forma legal.

Para el Derecho Administrativo, la relación de servicio será aquella que nace en

virtud del nombramiento legal, y se caracteriza por las notas de voluntariedad,

m
premanencia y profesionalidad (8), por lo que la noción de funcionario a efectos

co
administrativos supone la incorporación a la organización administrativa de forma

a.
permanente y voluntaria.

am
Para los efectos penales, sin embargo, el concepto de funcionario público tiene

un sentido más amplio. Así lo ha sostenido FERRER SAMA cuando afirma que "el
an
desempeño de funciones públicas es indispensable para la cualificación de
rp

funcionarios, siendo indiferentes la índole de dicha afirmación la esfera en que la


ju

misma se desarrolla, el carácter de permanencia o accidentalidad, y el hecho de que


en

el sujeto sea retribuido o no"(9). Lo anterior permite observar que el concepto penal

de funcionario público no exige la nota de incorporación, sino que es suficiente la


.p

participación de la función pública. Ello es así porque el legislador penal, más que
w

preocuparle los delitos que cometen los funcionarios públicos, le interesan aquellos
w

que se realizan con ocasión del ejercicio de la función pública. "Esto es precisamente
w

los que les da la nota de especialidad, y por lo que estima que deben ser dignos de

un diverso tratamiento"(10).

Al definir en su artículo 183 el alcance del concepto de funcionario público, el

Código Penal panameño se aparta de las doctrinas que niegan la conveniencia de


9

definir dentro del Derecho Penal conceptos ajenos a los ámbitos de esta materia,

pero es indudable que responde a fines prácticos. Dicha disposición es del tenor

siguiente:

"Artículo 183.- Se considera como funcionario público, para los


efectos de la ley penal, a todo individuo investido de funciones
públicas aún transitorias, ya sean remunerada o gratuitas que
tengan por objeto el servicio de la Nación o del Municipio.
Se asimilan a funcionarios públicos para los mismos efectos, a

m
los jurados, peritos y testigos durante el tiempo en que deben
ejercer sus funciones.”

co
Es indudable que tal definición resulta válida exclusivamente para los efectos

a.
penales, en cuanto tales personas pueden ser sujetos activos de estos delitos. Por

am
ello, la definición no resultará valedera para otras ramas del Derecho, especialmente
an
para el Administrativo.

A tenor de la norma transcrita, funcionario público es todo individuo investido de


rp

funciones públicas, que tenga por objeto el servicio de la Nación, o de la provincia,


ju

del municipio o de cualquier entidad descentralizada, ya sean remuneradas o


en

gratuitas. En la medida en que se participa pública se es funcionario público, a


.p

efectos penales.

Cabe destacar que tanto nuestra legislación como la jurisprudencia utilizan


w
w

indistintamente las expresiones funcionario público y empleado público, para referirse


w

a los individuos que desempeñan una función o destino público, de orden nacional,

provincial o municipal. A este respecto, la Corte Suprema de Justicia, en sentencia

de 27 de agosto de 1936, ha sostenido que "Empleado público y funcionario público

son términos equivalentes y es natural que así sea porque, por funcionario público, lo
10

mismo que por empleado de esa naturaleza debe entenderse el individuo investido

de funciones oficiales públicas".

Interesa resolver en qué momento debe concurrir en el sujeto activo la calidad

de funcionario público, así como el problema de la ilegitimidad del título.

Por lo que se refiere al momento en que debe concurrir en el sujeto activo la

calidad de funcionario público; cabe señalar que la misma debe tenerse al tiempo del

m
delito. Por lo que atañe a las consecuencias de la ilegitimidad del título dicha

co
interrogante guarda relación con la determinación del carácter de funcionario público

a.
en lo que respecta al título o la designación, que en la doctrina ha permitido una clara

am
distinción entre funcionarios de derecho, de hecho y usurpadores.

Funcionarios de derecho son aquellos que ejercen sus funciones en virtud de


an
una investidura legítima, originada alguna de las diversas formas que permite la ley,
rp

como nombramiento o la elección. Los actos ejecutados por estos funcionarios son
ju

válidos y surten plenamente sus efectos legales.


en

Funcionario hecho es, por el contrario, quien ha sido designado y ejerce el

cargo sin el cumplimiento de las legales que para el caso se exigen. La situación del
.p

funcionario de facto puede originarse en circunstancias que acarrean la nulidad del


w

nombramiento o designación, como puede ser la falta de un requisito de forma, o


w

porque el funcionario ejerza las funciones antes del cumplimiento de la totalidad de


w

las formalidades requeridas para que su nombramiento adquiera validez legal, o

porque las ejerza, aun después de haber perdido el carácter de tal, por haber cesado

el período para el cual fue investido de las mismas. En estos casos no cabe duda
11

que el funcionario ejerce funciones de hecho, por lo que se mantiene la posibilidad

de causar vulneraciones a la administración pública.

MAGGIORE estima que las nulidades que invaliden el acto de nombramiento

podrán tener importancia para otras esferas, pero no para el Derecho Penal, para el

cual es suficiente que el individuo nombrado esta efectivamente investido de las

funciones públicas que se requieren tutelar en lo en contra de él (11).

m
Las razones expuestas permiten concluir que para los fines de la ley penal, será

co
funcionario público quien ejerza funciones públicas aun sin tener las condiciones

a.
personales exigidas por la ley para el desempeño del cargo, siempre que medie el

am
nombramiento de autoridad competente.

La persona nombrada y no posesionada, cuando ejerce funciones, lo hace de


an
hecho, y como tal, sus actos son perfectamente válidos y le resulta exigible, a los
rp

efectos penales, toda la responsabilidad correspondiente a ellos.


ju

Usurpador es el agente que ejerce las funciones para las que no ha sido
en

investido, y difiere del funcionario de hecho porque este tiene un título, aun putativo,

pero que constituye una apariencia de la calidad de funcionario público, condición de


.p

que carece el usurpador. Frente a la administración pública, los actos del usurpador
w

no son nulos, sino jurídicamente inexistentes.


w

Al momento de examen de las figuras penales, veremos que el Código Penal


w

panameño, en sus artículos 170 y 171 sanciona las conductas de "usurpación de

funciones".

Por las razones anotadas, se concluye que el usurpador .no tiene el carácter de

funcionario público.
12

IV. ORDEN MATERIA


El Título VI se compone de nueve capítulos, que integran los diversos delitos

que en nuestra ley penal vulneran la administración pública y las normas

complementarias, en el siguiente orden:

Del peculado (Capítulo I)

m
De la concusión (Capítulo II)
De la corrupción de funcionarios públicos (Capítulo III)

co
De los abusos de autoridad e infracción de los deberes de los funcionarios
públicos (Capítulo IV)
De la usurpación de títulos y funciones públicas (Capítulo VI)

a.
De la resistencia a la autoridad (Capítulo VI)
De los ultrajes y otros delitos contra los funcionarios públicos (Capítulo VII)

am
De la violación de sellos y de las sustracciones en las oficinas públicas (Capítulo
VIII); y,
Disposiciones comunes a los capítulos precedentes (Capítulo IX).
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
13

NOTAS

1 MUÑOZ RUBIO, Campo Elías, y GONZALEZ FERRER, Campo Elías. Derecho


Penal Panameño. Parte Especial. Tomo l. Imprenta Universitaria. Panamá,
1980. pág. 21.
2 BERNAL PINZON, Jesús. Delitos contra Administración pública. Editorial Temis.

m
Bogotá, 1965, págs. 3 y 4.

co
3 FRAGA, Gabino. Derecho Administrativo. Editorial Porrúa, S.A. México, 1973.
págs. 87 y s.s.

a.
4 MAGGIORE, Giuseppe. Derecho Penal. Parte Especial. Volumen III. Editorial
Temis. Bogota, 1955. pág. 127.

am
5 SOLER, Sebastián. Derecho Penal Arqentino. Tomo V. Tipografía Editora
Argentina. Buenos Aires, 1970. pág. 127
an
6 MANZINI, Vincenzo. Tratado Derecho Penal. Tomo 8. Ediar, Editores. Buenos
Aires, 1961. pág. 3.
rp

7 MAGGIORE, Giuseppe. Ob. cit. pág. 9.


ju

8 COBO Manuel. "Examen crítico del párrafo 3º. del artículo 119 del Código Penal
Español". pág. 19.
en

9 FERRER SAMA, Antonio. Comentarios al Código Penal. T. IV. 1a. Edición.


Artes Gráficas. Madrid, 1956. pág. 430.
.p

10 COBO, Manuel. Ob. Cit. pág. 31.


w

11 MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 23


w
w
14

Capítulo Segundo

DEL PECULADO

I. PECULADO POR APROPIACIÓN


A. LA NORMA

m
B. ASPECTO OBJETIVO

co
1. Objeto jurídico
2. Objeto Material

a.
a) Caudales y efectos

am
b) Naturaleza de los caudales o efectos
c) Carácter de los caudales o efectos
d) Momento de la incorporación de los bienes al patrimonio
an
de la Administración Pública.
3. Sujeto activo
rp

4. Sujeto pasivo
ju

5. La conducta típica
a) Apropiación
en

b) Sustracción
.p

c) Malversación
C. ASPECTO SUBJETIVO
w

D. FORMAS DE APARICION
w

1. Fases ejecutivas
w

2. Autoría y Participación
3. Concurso de delitos
4. Delito continúa
E. DETERMINACION DE LA PENALIDAD
F. PROBLEMA PROCESAL: DENUNCIA FORMAL
15

II. PECULADO CULPOSO


A. LA NORMA
B. ASPECTO OBJETIVO
1. Pluralidad de sujetos activos
2. Examen de las conductas descritas en el tipo
C. ASPECTO SUBJETIVO

m
D. FORMAS DE APARICIÓN
1. Fases ejecutivas

co
2. Autoría y participación
E. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD

a.
am
III. PECULADO POR USO INDEBIDO
A. LA NORMA
an
B. ASPECTO OBJETIVO
1. Sujeto activo
rp

2. La conducta típica
3. Objeto material
ju

C. ASPECTO SUBJETIVO
en

D. FASES EJÉCUTIVAS
E. DETERMINACION DE LA PENALIDAD
.p
w

IV. PECULADO POR APLICACION PÚBLICA DIFERENTE A LA PREVISTA


A. LA NORMA
w

B. RAZON DEL PRECEPTO Y FINALIDAD POLITICO-CRIMINAL


w

C. ASPECTO OBJETIVO
1. Sujeto activo
2. Objeto material
3. La conducta típica
a) Que los caudales o efectos tengan un destino determinado.
b) Que los caudales o efectos se apliquen a destino público
diferente al previsto.
16

c) Que la variación del destino se realice a que se encuentre


justificada.
D. ASPECTO SUBJETIVO
E. FASES EJECUTIVAS
F. DETERMINACION DE LA PENALIDAD

V. PECULADO POR DENEGACIÓN DE PAGOS Y RETENCIÓN lNDEBIDA


A. LA NORMA

m
B. NATURALEZA DE LOS DELITOS

co
C. ASPECTO OBJETIVO
1. Sujeto activo

a.
2. Objeto material

am
3. Examen de las conductas típicas y consumación de los delitos.
D. ASPECTO SUBJETIVO
E. INDOLE DE LA PENA
an
VI. LA EXTENSION DEL ARTICULO 158 DEL CODIGO PENAL
A. LA NORMA
rp

B. CONTENIDO DE LA EXTENSION
ju

C. ASPECTO OBJETIVO
en

1. Sujeto activo
2. Objeto jurídico
.p

3. Objeto Material
4. La conducta típica
w

D. ASPECTO SUBJETIVO
w
w
17

l. PECULADO POR APROPIACIÓN


A. La Norma

El delito de peculado por apropiación se encuentra descrito y sancionado en el

artículo 153 del Código Penal, que es del tenor siguiente:

m
"Artículo 153.- El funcionario público que se apropie, sustraiga o malverse
en cualquier forma los caudales u otros objetos públicos o privados, que

co
por razón de sus funciones esta encargado de resguardar, retener,
guardar, administrar, depositar o manejar bajo cualquier concepto, será

a.
castigado con interdicción para ejercer funciones públicas por el término de
cuatro años y reclusión en las siguientes formas:
De seis meses a un año si la sustracción no excede de cien balboas;

am
De uno a tres años si la sustracción excede de cien balboas sin pasar de
mil balboas;
De tres a seis, si excede de mil balboas y no pasare de cinco mil balboas;
an
De seis a doce años si excede de cinco mil balboas.
Si el responsable en el delito previsto en este artículo reintegrase los
caudales u objetos sustraídos o mal versados antes de dictarse la
rp

sentencia de primera instancia, la pena de reclusión se reducir en una


tercera parte.
ju

PARAGRAFO. En los casos en que se refiere este artículo el


procedimiento será de oficio y bastará que se presente formal denuncia por
en

cualquiera que se considere agraviado".

B. Aspecto Objetivo
.p

1. Objeto jurídico
w

En torno a la objetividad jurídica del peculado han surgido numerosas


w

posiciones doctrinales, algunas de las cuales se han visto influidas por los orígenes y
w

el desarrollo histórico de la figura.

Modernamente se ha considerado el peculado como un delito que vulnera los

deberes de la función pública. Esta orientación estima que la calidad del empleado

no es en sí misma suficiente, ni aun cuando vaya unida a la sustracción de fondos


18

públicos, si no se tratasen de fondos que se encuentran funcionalmente confiados a

su custodia (1). Así pues, el peculado no constituye una apropiación indebida

calificada por la condición de funcionario público del sujeto activo del delito, sino que

los bienes objeto del mismo deben encontrarse funcionalmente encargados a la

custodia el funcionario público. En consecuencia, además del daño patrimonial que

causa el erario público, el delito supone una violación a confianza depositada en el

m
funcionario a través de la función respectiva.

co
FERRER SAMA, quien concuerda con este criterio, ha expresado que "la

a.
conducta del sujeto activo supone el quebrantamiento de especiales deberes

am
impuestos a determinadas personas por virtud del ejercicio de funciones públicas,

pero al mismo tiempo, un ataque de intereses de índole patrimonial, pueda perderse


an
de vista, por último, el hecho de que, al menos en la mayoría de los casos, el
rp

proceder ilícito causa o puede causar perjuicio al Estado o a otras entidades" (2).
ju

En la misma forma concluye CUELLO CALON, al señalar que los delitos de


en

malversación de caudales tienen "un doble aspecto, por una parte constituyen una

infracción del deber de probidad de los funcionarios en el manejo de los fondos


.p

públicos, que por razón de su cargo les están confiados, por otra, son una lesión de
w

los intereses patrimoniales del Estado" (3).


w

Estos dos últimos autores advierten que el peculado constituye un tipo penal
w

"complejo", o sea, de aquellos que pueden tutelar, contemporáneamente, dos o más

bienes jurídicos.

Más recientemente se ha abierto campo la tesis que sostiene que el peculado

es un delito contra la administración pública.


19

Como se ha indicado en el capítulo anterior, la "administración pública" es la

actividad funcional del Estado ejercida por los servidores públicos, quienes ostentan

funciones predeterminadas en la ley o los reglamentos. No cabe duda -razonan los

seguidores de esta posición- que la incriminación del delito de peculado va dirigida a

proteger esa actividad funcional.

Esta moderna concepción del Derecho Penal ve en el peculado un ilícito que

m
altera el ordenado y regular desenvolvimiento de la actividad de interés colectivo, que

co
la administración pública desarrolla. Si bien el delito constituye un atentado contra la

a.
propiedad, además de ofensa a la admnistración pública, es ésta última el interés

am
jurídico pre-valeciente. MAGGIORE, al comentar el Código Penal italiano, afirma que

"el objeto genérico de la tutela penal, en relación al delito que nos ocupa, es el
an
interés público concerniente al normal funcionamiento y al prestigio de la
rp

administración pública en sentido lato, en lo que atañe a la probidad, desinterés,


ju

capacidad, competencia, disciplina, fidelidad, seguridad, libertad, decoro funcionales,


en

así como al respeto debido a la voluntad del Estado en orden a determinados actos o

relaciones de esa misma administración" (4).


.p

La determinación del objeto jurídico del peculado en la legislación panameña


w

exige a distinguir, en primer lugar, un objeto genérico consistente en el interés


w

público por el normal funcionamiento de la administración pública. Es indudable que


w

las normas que fundamentan las diversas modalidades del delito de peculado

tienden a proteger la actividad administrativa en general, o sea, el interés del Estado

de que permanezca incólume el regular desenvolvimiento de la administración

pública en sentido lato.


20

De otra parte, el objeto específico de la tutela en la norma que examinamos,

está constituido por la seguridad de los bienes públicos o privados confiados a los

funcionarios públicos por razón de sus funciones. La esencia del delito se encuentra

en la quiebra del deber de probidad a que están sometidos los funcionarios públicos

con relación a los fondos públicos o privados a ellos encomendados, precisamente,

por razón del ejercicio de esas funciones.

m
Por tanto, el interés protegido no tiene un carácter meramente patrimonial, pues

co
el funcionario público, al apropiarse o sustraer los bienes que les son funcionalmente

a.
confiados, viola también sus deberes para con la administración pública.

am
Tal concepción de la objetividad jurídica tutelada en la hipótesis de peculado por

apropiación es perfectamente válida en los supuestos de peculado culposo o por uso


an
indebido, a que haremos referencia más adelante.
rp

2. Objeto material
ju

El objeto material del del delito lo constituye la persona o la cosa sobre la cual
en

recae la actividad física del sujeto activo.

En el delito de peculado, el objeto material está constituido por los caudales o


.p

efectos que le son encomendados al funcionario público por razón del cargo que
w

desempeña.
w

a) Caudales o efectos
w

Por "caudal" debe entenderse, de conformidad con la Real Academia, la

hacienda, los bienes de cualquier especie, y más comúnmente, el dinero. Se trata,

por tanto, de un término genérico. Más específico resulta el término "efectos", que

equivale a valores, títulos, sellos, letras de cambio, cheques, acciones, obligaciones,


21

estampillas, bonos, etc. Cuando se utiliza la expresión efectos, se está refiriendo

especialmente a valores que no tengan carácter de dinero efectivo.

b) Naturaleza de los cuadales o efectos

Las diferentes legislaciones, al referirse al objeto material de este delito, usan

expresiones como "caudales o efectos" (Código español y argentino), "dinero y otra

cosa mueble" (doctrina italiana), o "caudales u otros objetos" (Código panameño),

m
que si bien sustancialmente presentan diferencias de índole diversa, aluden a todo

co
género de bienes, de cualquier clase, que representen un valor económico o

a.
patrimonial.

am
Es obvio que para que dichos bienes puedan ser objeto el delito, será necesario

que tengan naturaleza corpórea, que puedan ser objeto de apropiación en que se
an
encuentran o determinado. Ello es así, porque sobre las cosas incorporales no puede
rp

haber apropiación. Las cosas que no pueden constituir objeto de propiedad, en el


ju

estado en que se hallan, no son susceptibles de peculado, ni aún cuando el agente,


en

mediante especificación, las torne comerciales. En efecto, en ese caso, la cosa

hipotéticamente susceptible del delito viene a encontrarse en el poder del sujeto


.p

activo, no por razón del cargo, sino por abuso del mismo.
w
w

Valor de los bienes.


w

Las cosas carentes de valor no pueden ser objeto del delito; pero no es

solamente el valor económico el que hace a las cosas susceptibles del ilícito, sino

todo precio razonable las mismas puedan tener, ya sea en relación a todos o a una
22

determinada persona. No se puede perder de vista que el valor es la utilidad de una

cosa en cuanto queda reconocida por la estimación de los hombres.

Cosas muebles o inmuebles.

La doctrina en relación con este tema se plantea la interrogante acerca de si los

bienes inmuebles dan base para la comisión del hecho. BERNAL PINZON contesta

m
en forma afirmativa, y para corroborar su aseveración, cita los ejemplos siguientes: el

co
funcionario que tiene la administración de una granja agrícola de propiedad del

a.
Estado y la destina para el pastoreo de su propio ganado; y el caso del administrador

am
de un inmueble de propiedad de un ente de derecho público que de en

arrendamiento parte del mismo (5).


an
Disentimos de la opinión del reputado profesor de Derecho Penal, pues, a
rp

nuestro juicio, incurre en error de apreciación a propósito de los ejemplos que señala,
ju

ya que ellos no constituyen actos de apropiación, ni siquiera de uso indebido de


en

bienes inmuebles, sino la inversión de la posesión del uso, en los cuales el

funcionario se aprovecha de los frutos o de otras utilidades del bien inmueble. En


.p

ambos supuestos no debemos tornar en consideración el inmueble en sí mismo, sino


w

las cosas muebles que del mismo se derivan, y por tal motivo concluír que se está en
w

presencia de peculados, sin que pueda por ello afirmarse válidamente la existencia
w

del delito sobre bienes inmuebles.

Por cosa mueble, a los efectos del delito de peculado, debe entenderse la que

pueda desplazarse de un lugar a otro sin detrimento de su propio ser, aunque se

trate de las que el Derecho Civil, en virtud de una ficción legal califica de inmuebles.
23

Las cosas inmuebles por accesión y aún por destinación, son o pueden ser,

penalmente, muebles, y prestarse a estas absociones dominicales características de

la apropiación.

Especial situación de los muebles y útiles de oficina.

Consideramos, como criterio inicial, que en el concepto genérico de caudales o

m
efectos quedan incluidos los muebles y útiles de oficina. Pero, como veremos en su

co
momento, no todos los caudales integran el objeto material del delito de peculado,

a.
sino aquellos que fueren confiados al sujeto por razón del ejercicio de su cargo o

am
función. Es en base a esta especial relación funcional que el sujeto recibe por

distintos títulos: administración, custodia, recepción, depósito, etc., los bienes de la


an
administración pública.
rp

La doctrina no ha logrado acuerdo en cuanto a si los muebles o útiles de oficina


ju

pueden dar lugar al delito de peculado. Los que adversan esta posibilidad aducen
en

que los mismos no son confiados a la administración de los funcionarios, sino que se

les entregan a estos para el normal desempeño de las tareas inherentes a los cargos
.p

que desempeñan.
w

Según estos autores, si el funcionario se apropia de los muebles o útiles de


w

oficina, o si usa indebidamente de ellos, su acto no constituye un ejercicio abusivo de


w

sus funciones, que es lo que, como ya hemos anotado, caracteriza el peculado,

como delito de función que es.

Estimamos que la apropiación por parte del funcionario de los muebles y útiles

de oficina, que la administración proporciona para el desempeño de las funciones,


24

constituye peculado. Esto es así, porque si bien los mismos no son objeto de su

administración, son consignados a los empleados que de ellos se sirven y por tanto

deben responder por ellos pues la administración no es el único título por medio del

cual el funcionario se relaciona funcionalmente con los bienes. Baste decir que en

todas las legislaciones se presentan una diversidad de títulos, como la "custodia,

depósito, retención", etc., que en todo caso permite encuadrar dentro del tipo

m
concreto la acción desplegada por el sujeto activo al apropiarse o usar

co
indebidamente los muebles o útiles de oficina.

a.
A este respecto, parece oportuno recordar a MAGGIORE quien sostiene la tesis

am
de que sobre los muebles y útiles de oficina se puede incurrir en peculado, ya que

quien tiene el uso permanente de una cosa, indudablemente tiene la poseción ella
an
(6).
rp
ju

c) Carácter de los caudales o efectos


en

Motivo de preocupación para la doctrina ha sido determinar si los cuadales o

efectos que constituyen el objeto material del delito de peculado deben ser
.p

necesariamente públicos, o si, por el contrario, debe admitirse la comisión del delito
w

sobre bienes privados.


w

Para resolver esta cuestión, es imprescindible remitirse al tipo penal de que en


w

concreto se trate. En el Derecho italiano, para citar un ejemplo, la pertenencia de la

administración pública del "dinero o la otra cosa mueble", es el elemento que

distingue el delito de peculado de la malversación donde en esta última figura, los


25

bienes no deben pertenecer a la administración pública, aunque el funcionario tenga

su posesión por razón del cargo.

En nuestra legislación, sin embargo, la cuestión no presenta dificultades, toda

vez que el precepto que contiene la criminación expresamente permite el delito sobre

bienes públicos y privados.

d) Momento de la incorporación de los bienes al patrimonio

m
de la administración pública

co
Se ha llegado a sostener que para que los caudales puedan ser objeto de

a.
apropiación deben haber entrado al patrimonio del erario. En estos términos, se ha

am
afirmado que no es posible la apropiación antes de que los bienes se integren al

tesoro público.
an
"La tésis no es de compartir -explica BERNAL PINZON - porque puede suceder
rp

que el funcionario infiel realice una conducta delictuosa tendiente precisamente a


ju

impedir que los caudales que recauda entren en el erario. Puede suceder, ejemplo,
en

que un tesorero reciba el valor de un determinado impuesto; y antes de sentar la

correspondiente partida en los libros de contabilidad, disponga de los dineros que ha


.p

recibido como funcionario público; ¿por qué se va a excluir en este caso el


w

peculado?" (7).
w

A nuestro juicio, la cuestión debe plantearse de distinta manera: ¿en qué


w

momento ocurre la incorporación de los bienes al patrimonio de la administración

pública? La respuesta a esta interrogante permitirá encontrar la fórmula adecuada a

la solución del problema.


26

Tratándose de recaudadores de impuestos, no cabe duda que tal momento es

el del percibo de los cuadales por parte del funcionario. Lo que recibe un recaudador

se considera simple de la administración, sin que sea necesario el ingreso en las

arcas de la oficina recaudadora de que se trate, y mucho menos sentar la

correspondiente partida en los libros de contabilidad de que para tales efectos se

disponga.

m
Para establecer un criterio general, podemos afirmar los caudales o efectos quedan

co
incorporados al de la administración, con prescindencia del cumplimiento de tales

a.
trámites o formalidades que se hayan establecido de los intereses públicos.

am
3. Sujeto Activo

Sólo la persona que ostenta el título de funcionario puede ser sujeto activo del delito
an
de peculado. Estamos, por consiguiente, en este caso, en presencia de un delito
rp

propio o especial, dada que la calidad del sujeto activo es elemento constitutivo del
ju

tipo. Sabido es que los delitos propios no se configuran sin la concurrencia de la


en

especial calidad requerida para el mismo, elemento esencial para su estructuración

jurídica. Lo que nutre la esencia propia de algunos tipos delictivos es precisamente la


.p

impronta que la conducta personal del sujeto activo deja en la conducta tipificada.
w

La calidad del sujeto activo no representa otra cosa que la valoración que la norma
w

realiza en relación con la posición en que el sujeto se encuentra respecto del bien
w

jurídico tutelado. El delito de peculado adquiere su razón de ser en atención a que la

cualidad del sujeto activo se objetiviza en la conducta antijurídica que integra la

propia e sencia del tipo (8).


27

En base a esta idea se concluye que aquellos que no sean funcionarios

públicos, o no están equiparados a ellos, por expreso mandato legal, no pueden

cometer este delito.

De otra parte, la conducta delictiva en el delito de peculado está condicionada a

la existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los bienes.

Para la configuración del ilícito, sin embargo, no basta tener calidad de

m
funcionario público en abstracto, sino que es menester otro factor que hace relación

co
con las funciones en ejercicio de las cuales se comete el delito. De tal manera que

a.
para que un determinado funcionario pueda ser incriminado por peculado, se

am
requiere la atribución de ciertas funciones que permitan a su acto material encuadrar

dentro del tipo. Se trata de funciones que, indudablemente, le otorgan facultades de


an
administración, custodia, manejo, etc. sobre los caudales o efectos patrimoniales del
rp

erario público o de los particulares, que resultan afectados por el acto desleal, en
ju

condiciones tales que el delito ocurra por razón del cargo o del ejercicio de esas
en

funciones.

Si no existe una función de autoridad respecto de los caudales que le han sido
.p

encomendados al agente, la apropiación de los mismos puede ser imputada como


w

delito contra la propiedad, pero no como peculado.


w

Tal exigencia es la que precisamente indica con claridad que los bienes se
w

confían o encomiendan al sujeto por una causa objetiva. La encomienda -como la

denomina MAGGIORE- se hace cuando el funcionario tiene competencia para ello,

“son por tanto, las respectivas regulaciones legales las que determinan a que
28

funcionario corresponde el manejo de bienes como administradores, preceptores o

custodios" (9).

Ahora bien, es preciso determinar si la relación funcional debe entenderse en

sentido amplio, lo que implicaría todo tipo de tenencia a la que haya dado lugar el

ejercicio de cualquier función pública, o si por el contrario, el significado concreto de

la misma es más restrictivo, exigiendo por parte del funcionario una relación funcional

m
por la cual el funcionario debe tener competencia legal para que los caudales le sean

co
encomendados, o si bien que la entrega se realice únicamente en consideración a su

a.
condición de funcionario. En este último caso, la entrega se realizará teniendo en

am
cuenta las razones inherentes a las funciones, pero no a calidad de las mismas, lo

que la doctrina ha dado en denominar entrega facultativa.


an
Para esta determinación, es preciso remitirse al tipo penal concreto. En términos
rp

generales, sin embargo, podemos señalar que, sólo cuando la tenencia queda
ju

comprendida en la competencia propia de las funciones encomendadas, existe esa


en

especial violación del deber funcional que el peculado incrimina.

El criterio no atiende a los bienes en sí, sino a la conducta del funcionario a


.p

quien los mismos se encomendaron, es decir, presupone la tenencia de los bienes


w

por parte de los funcionarios; tenencia que han obtenido, no sobre la base de una
w

situación de confianza, sino, precisamente en razón de su función.


w

Teniendo en cuenta que la norma dice "por razón de sus funciones" y no "en

razón del ejercicio de la función pública" notaremos que la entrega de los bienes se

realiza al agente no por su condición genérica de funcionario público, sino por ser el
29

titular del cargo que lo hace competente, en el caso concreto, para recibir los

caudales o efectos (10).

Lo que importa es que el funcionario público sea competente o esté autorizado

para recibir los cuadales o efectos; de lo contrario, estaríamos en presencia de una

apropiación indebida agravada, pero no de peculado. Es precisamente la

encomienda, basada en la relación funcional, lo que señala nítidamente la diferencia

m
entre el delito de peculado y la apropiación indebida, en la cual la poseción o

co
tenencia puede originarse en cualquier título. Así tendremos que no todo acto de

a.
apropiación indebida cometido por un funcionario constituye peculado, sino

am
únicamente el que se realiza en relación con una tenencia o posesión calificada por

razón del cargo o de la función.


an
Finalmente, debemos señalar que la relación funcional supone la actividad
rp

funcional propia del cargo que desempeña o de la función que se ejerce, y la misma
ju

no podría tener como causa, la usurpación de funciones, un vínculo de confianza


en

meramente personal, una elección arbitraria, una entrega abusiva, la recepción

dolosa o por error ajeno. En todos estos casos, el hecho se incriminará por distintos
.p

delitos; usurpación de funciones, delitos contra la propiedad, pero no como peculado,


w

puesto que en ellos la encomienda se origina en una causa abusiva y no en la


w

competencia funcional del cargo que ejerce el sujeto activo del delito.
w

Inspirado en el Código de ZANARDELLI, el legislador panameño utiliza una

forma casuística para determinar la relación entre el funcionario y los caudales,

señalando las facultades de resguardar, guardar, retener, administrar, depositar o

manejar bajo cualquier concepto.


30

A continuación examinaremos los títulos por los cuales el funcionario público se

relaciona con los bienes, y más concretamente la administración, percepción y

custodia.

Dentro de los diversos títulos que los tipos penales señalan, el de la

administración es el de más amplio contenido, ya que es comprensivo de cualquier

poder sobre los bienes. El funcionario que administra es aquel que, con arreglo a los

m
ordenamientos respectivos, posee facultad de disposición.

co
La administración no supone necesariamente la posesión o tenencia material de

a.
los caudales o efectos encomendados al funcionario por razón de sus funciones. Lo

am
que sí es indispensable es que el funcionario tenga sobre los mismos un poder de

vigilancia o de control que le permita, mediante un acto de su competencia o


an
atribución, hacerlos llegar a su poder si ser en ello impedido por quien en un
rp

momento determinado ejerce la detentación material. Así, ante la carencia de la


ju

detentación material o inmediata de las cosas, debe tener lo que se ha dado en


en

llamar en la doctrina la posesión mediata de las mismas, su disponibilidad jurídica.

Es conveniente resaltar que la posesi6n mediata, consiste en la facultad de


.p

disposición sobre los caudales o efecto existe únicamente en la administración, ya


w

que los demás títulos descritos en las normas penales presuponen la tenencia
w

material de los bienes o la posesión de los mismos.


w

Podemos definir, por tanto, la administración como la facultad desarrollada por

los funcionarios públicos competentes para disponer de los cuadáles o efectos de la

administración pública o de los particulares, conforme a sus fines.


31

Por percepción debe entenderse la facultad en cuya virtud el funcionario público

recibe, legalmente, bienes a nombre de la administración pública.

La percepción, así concebida, es la facultad de la administración pública para

recibir bienes, en concepto de tributos o derechos por servicios a su cargo,

desarrollada por los funcionarios públicos competentes (11).

Puede suceder que, además, el funcionario perceptor tenga a su vez las

m
facultades que le otorguen otros títulos. Sería posible, entonces, hablar de perceptor-

co
administrador o de perceptor-custodio.

a.
Custodiar es guardar con vigilancia y cuidado una cosa. Se establecerá la

am
relación de custodia cuando los caudales o efectos están a cargo del funcionario

para que los vigile o cuide de su conservación. Este título, por tanto, supone la
an
tenencia material de los bienes.
rp

La custodia es la facultad desarrollada por los funciorios públicos de cuidado,


ju

vigilancia y conservación de los caudales o efectos de la administración pública o de


en

los particulares.

La relación de custodia sobre los caudales o efectos a que nos referimos, puede
.p

surgir del depósito o de la simple entrega cuando a su vez el funcionario debe


w

retenerlos en su poder.
w

Resulta interesante anotar que el Código Penal italiano vigente (ROCCO de


w

1930) se ha desvinculado de la enumeración, taxativa de los modos de poseer

contenida en el Código de 1889 (administración, percepción o custodia), lo que

obedeció a las graves controversias que suscitó la delimitación exacta de cada uno

de sus títulos y su correcta aplicación a los casos que se presentaban en la práctica


32

(12). En el mismo se ha dado acogida a la noción civilística de la posesión, es decir,

en el sentido de detentación que "no excluya todo poder en relación a la cosa, y por

tanto dicha posesión no es sólo el poder sobre la cosa que se manifiesta en una

actividad correspondiente al ejercicio del derecho de propiedad o de otro real,

ejercido directamente o por medio de otra persona que tenga la detentación de la

cosa, sino también el inherente a la simple custodia no momentánea, o al uso o la

m
administración de la cosa" (13).

co
a.
4. Sujeto pasivo

am
Todo delito supone un sujeto activo que realiza la conducta reprochable, y un

sujeto pasivo que sufre los efectos de dicha acción. "El sujeto pasivo el delito es el
an
titular del interés jurídico lesionado o atacado por la acción o conducta delictuosa"
rp

(14).
ju

Es sabido que pueden ser sujetos pasivos del delito, tanto las personas
en

individuales, como las morales y el Estado.

Al tratar el objeto jurídico de la tutela en el peculado, señalamos que el mismo


.p

está representado por el interés estatal en el probo desarrollo de la actividad


w

patrimonial de la administraión pública por parte de los funcionarios, que en razón de


w

su cargo, tienen el manejo de los bienes públicos, ya que el interés general exige que
w

la actividad patrimonial de la administración pública se desenvuelva de manera

normal.

El examen del objeto jurídico, tal como lo hemos dejado expuesto, nos lleva

estimar como sujeto pasivo del delito de peculado al Estado, como titular del interés
33

de preservar el recto funcionamiento de la Administración Pública, sobre el cual

recae también el daño patrimonial causado por la acción material del agente.

Ahora bien, en las legislaciones como la nuestra que admiten el delito sobre

caudales privados, también pueden resultar perjudicados los particulares propietarios

de los citados bienes. Ante este supuesto parece oportuno dejar sentado que,

prescindiendo del carácter privado de los bienes indebidamente apropiados, se

m
tratará en todo caso de la violación de un interés referente principalmente a la

co
administración pública y de carácter no meramente patrimonial, pues el sujeto activo,

a.
al apropiarse de los caudales o efectos privados, que se le encomiendan por razón

am
del cargo o de su función, también viola con su acto la confianza en él depositada por

la administración pública, aún cuando ésta última no resulte lesionada


an
patrimonialmente.
rp

Para los efectos penales, el concepto de administración pública, que nos


ju

interesa, comprende toda la actividad del Estado y alcanza las funciones legislativas,
en

jurisdiccionales y administrativas, incluyendo todas las ramas y órganos del Estado,

que supone actividades administrativas autónomas, como los municipios y entidades


.p

descentralizadas de derecho público, según se ha afirmado en el capítulo primero.


w

"La locución administración pública, está tomada según se ha indicado en


w

sentido lato, comprensiva de toda la subjetividad y de toda la actividad funcional


w

característica del Estado y de las otras entidades públicas territoriales o

institucionales" (15).

El Estado como administrador y representante de la sociedad debe ser tutelado

plenamente y este interés jurídico que dice relación con el normal funcionamiento del
34

proceso de la administración pública es lo que constituye el fundamento del delito de

peculado. De manera que por "administración pública” debe entenderse el conjunto

de funciones ejercidas por los varios órganos del Estado encaminados a lograr el

bienestar y normal desenvolvimiento de la socieda. Así entendido el concepto de

administración pública, en la ley penal, es amplio ya que abarca toda la actividad del

Estado. En atención al interés que prevalece en proteger -toda esa actividad

m
funcional del Estado- es que las concepciones del Derecho Penal moderno

co
consideran el peculado más que delito relativo al patrimonio público, como un ilícito

a.
contra la administración pública.

5. La conducta típica
am
an
La descripción abstracta y objetiva de la conducta antijurídica recogida en cada
rp

tipo penal, contiene un verbo activo que reviste la trascendente importancia de


ju

indicar la verdadera esencia o núcleo del tipo (16).


en

La conducta delictuosa prevista en la norma se manifiesta en las expresiones

"apropie", "sustraita" o "malverse" y consiste en el apoderamiento por parte del


.p

funcionario público de los caudales u otros objetos en cuya posesión se encuentra


w

por razón de sus funciones.


w

a) Apropiación.
w

Apropiarse significa disponer de una cosa como si fuera dueño de ella. Entraña,

por parte del agente, un comportamiento de propietario, realizado sobre los bienes

actos de dominio incompatibles con el título de su posesión. En este caso, el

funcionario público se apropia de los bienes ejerciendo sobre los mismos actos a
35

título de propietario, o sea los actos de disposición a que se refiere el Derecho Civil

sin tener la calidad de tal.

No sería del todo exacto afirmar -como lo hacen algunos autores- que "se

apropian de una cosa el sujeto que la incorpora a su dominio, privando de ella a su

dueño", ya que dar ese significado al término de apropiación, importaría consagrarlo

corno un modo de adquirir el dominio.

m
LEVY y MANZINI, disipan toda duda al respecto, al exponer que la apropiación

co
no transforma el título de la posesión o tenencia en uno de dominio, ya que un acto

a.
ilícito no tiene la virtualidad de surtir estos efectos jurídicos (17).

am
Lo que caracteriza a toda apropiación es el animus remisi habendi, que atribuye

un sentido inconfundible al hecho material; éste puede consistir en un acto de


an
disposición o en cualquier otra conducta que exteriorice dicho ánimo.
rp

Del hecho de la apropiación como acto en virtud del cual una persona hace
ju

suya una cosa ajena incorporándola a su patrimonio con la intención de disponer de


en

ella corno dueño y sin ánimo de restituirla, surgen dos elementos claramente

perceptibles: de un lado los actos materiales realizados por el sujeto y dirigidos a la


.p

incorporación de la cosa a su patrimonio; de otro, un estado de ánimo que consiste


w

en la intención de hacer suya la cosa. Podría arguirse que esta última idea incorpora
w

a la apropiación un ingrediente que corresponde al elemento subjetivo del delito, pero


w

ello no debe preocuparnos, pues, como antes expresamos, el delito es único, y

ciertos conceptos necesariamente, tendrán relevancia para el Derecho Penal, tanto

en su vertiente objetiva como subjetiva.


36

A este respecto, RODRIGUEZ DEVESA señala que: "apropiarse, implica en el

agente la voluntad de hacer suya la cosa, pues la apropiación, a nuestro entender,

no es un concepto puramente objetivo, sino subjetivo-objetivo. Tal voluntad no ha de

confundirse con el dolo, de la misma manera que no se confunde el dolo general con

la llamada voluntad de causación" (18).

Aún cuando la cuestión pareciera no tener importancia práctica, resulta

m
necesario señalar que el ánimo de apropiación no se encuentra radicado en el

co
ámbito de la culpabilidad. Estimamos, por razones de simple lógica, que antes de

a.
establecer si una acción es culpable será necesario determinar previamente si se

am
trata de una acción típica. ¿Cómo podría afirmarse que una acción es dolosa, sin

antes averiguar qué es una acción típica? A menudo se presentan casos en donde
an
existe, por parte del agente, ánimo de apropiación y, sin embargo, el dolo, o sea, el
rp

elemento de culpabilidad se encuentra excluido por alguna causa, como podría ser,
ju

por ejemplo, el error.


en

En nuestra opinión, el ánimo de apropiación no es un elemento subjetivo de la

culpabilidad, sino que consiste en un elemento subjetivo del tipo, y, dentro de éste,
.p

debe ser referido a la acción.


w

Resulta evidente que el hecho material de la intervención de la posesión o


w

tenencia consiste a menudo en un acto jurídico de disposición, como por ejemplo, la


w

venta de los bienes confiados al funcionario público. Pero esta voluntad puede

traducirse, además, en el hecho de apropiación directa de los mismos,

conservándolos o negando su devolución.


37

La apropiación de una cosa, independientemente del dolo a la cual sea

asociado, advierte MAGGIORE (19), resulta no sólo de un hecho o de una serie de

actos materiales de dominio sino además de una manifestación explícita de voluntad

de tener la cosa misma como propia.

La doctrina moderna configura como formas de la consunción, la retención y la

enejenación.

m
Existe consunción cuando los bienes se consumen con el primer uso, o cuando

co
luego de ser aprovechados, se confunden de tal manera que no hay forma posible de

a.
identificarlos.

am
La retención consiste en la manifestación, ya sea expresa o tácita, de no

restituir la cosa, con ánimo de apropiarse de ella, y llegado el momento en que tal
an
restitución debe verificarse.
rp

La esencia de la apropiación por medio de la retención de la cosa reside en el


ju

omitir la restitución con la voluntad de apropiársela indebidamente.


en

La enajenación es la forma más corriente de verificarse la apropiación y expresa

de manera definitiva y categórica el ánimo de comportarse como dueño. Desde que


.p

la cosa se enajena, ya sea por medio de venta, donación o permuta, o se la grava en


w

el sentido amplio del vocablo sin autorización del propietario de la misma, no cabe la
w

menor duda de que se está en presencia de un acto de apropiación.


w

Por lo que corresponde a las formas de apropiación, no precisan en la norma

las distintas formas materiales en que el sujeto puede incurrir en apropiación y por

ello puede concluirse que constituye apropiación cualquier medio idóneo cualquier

conducta indicativa de la voluntad de "poner los bienes fuera del alcance de la


38

custodia bajo la cual las leyes, los reglamentos, o en general las disposiciones la

colocan" (20).

Podemos afirmar, en términos generales, que en el peculado la acción material

opera apoderándose de la cosa, quebrantando el vínculo de lealtad que liga al

funcionario con la administración pública, y por razón de cual, para los fines públicos

correspondientes, están materialmente bajo su custodia.

m
Es oportuno destacar que la norma no exige que la conducta se cometa en

co
ejercicio de las funciones; basta que el funcionario se encuentre en la posesión o

a.
tenencia de los caudales u otros objetos, por razón de las funciones, siendo

am
intrascendente que la apropiació6n ocurra en momentos en que este no se encuentre

transitoriamente en el ejercicio de las mismas.


an
Conviene señalar, también, que para la existencia o configuración del ilícito
rp

resulta necesario que el sujeto se apropie efectivamente de los caudales, y no sólo


ju

que parezca posible o probable (21).


en

La circunstancia de que el sujeto se apropie de los caudales dales en todo o en

parte, sólo tendrá importancia para la determinación de la pena, ya que la norma


.p

realiza una graduación de la misma en relación directa con el monto de la suma


w

apropiada, siendo esta indiferente para la existencia del delito.


w

Para la norma, la apropiación se supone definitivament sin ánimo de restituir los


w

cuadales y objetos entregados a la custodia del funcionario. Si la conducta típica

viene, pues, constituida por la apropiación definitiva, para siempre con ánimo de no

restituir, no estaríamos en presencia de peculado por apropiación en aquellos

supuestos en que se manifiesta el decidido propósito de reinteqrar los caudales tras


39

su momentanea utilización, puesto que en ellos faltará el ánimo de apropiación

definitiva. Tampoco integrarían el ilícito las irregularidades administrativas en el

manejo de los dineros públicos o en la custodia de los otros objetos muebles, en las

que siempre faltará el elemento subjetivo del mismo.

Para configurar el delito, naturalmente, el acto debe ser ilegítimo. El carácter de

ilegitimidad va implícito en los conceptos de apropiarse, sustraer y malversar en

m
cualquier forma, que utiliza el legislador.

co
“Las cuestiones relativas a la existencia de ese carácter –ha expresado

a.
MAGGIORE- no puede decidirse más que en cada caso: habida cuenta de las

am
particularidades respecto del echo concreto" (22).

El peculado, al igual que la apropiación indebida, supone una inversión del título
an
para poseer, ya que la simple tenencia o posesión de la cosa por parte del agente, se
rp

torna en virtud del ánimo de este, en una facultad de disposición como si fuera
ju

legalmente su dueño. Ha sido ésta la razón de que no pocos autores han querido ver
en

en el peculado una apropiación indebida, calificada por la persona del agente, cali-

ficación que se origina en el hecho de que la apropiación la realiza un funcionario


.p

público que tiene a su cargo la custodia de los caudales u otros objetos.


w

Lo que viene a diferenciar nítidamente estas dos figuras radica en que en el


w

peculado no es suficiente la existencia, en el sujeto activo, de la calidad o condición


w

de funcionario público, para que se de el delito, pues es necesario además, que

exista una relación específica entre el-funcionario y los bienes cuya apropiación

configura el ilícito. Es indispensable que el sujeto tenga la calidad de funcionario

público, y parte, la función específica de administrar, custodiar, tener en depósito o


40

manejar en cualquier concepto los u otros objetos, que a su vez, deben tener una

destinación legal específica.

b) Sustracción.

No cabe duda que el término "sustracción" es inadecuado para significar la

acción material del delito de peculado, y es que, mal puede hablarse de sustracción

cuando los caudales deben encontrarse en la posesión material o imediata del autor.

m
Sustracción es un concepto que no refleja el elemento subjetivo del delito,

co
constituido por el ánimo de la apropiación, siendo ambiguo su significado al servir, no

a.
sólo para indicar el hecho de quitar u ocultar la cosa con el fin de apropiación, sino

am
también el de quitarla de un lugar determinado para apoderarse de ella. Tal como

sostiene SUAREZ MON "la sustracción no es necesaria ni sufieciente para configurar


an
el delito de peculado" (23).
rp

No faltan quienes, teniendo como fundamento el concepto de sustracción,


ju

estiman como posible la perprectación del delito de peculado mediante hurto, lo que
en

a todas luces resulta inaceptable.

Nuestro código, inspirado en esta materia en la legislación española, utiliza la


.p

sustracción como una de las distintas formas que puede revestir la conducta
w

delictuosa, lo que a nuestro juicio no se existe en la norma el término apropiación,


w

concepto indudablemente de alcance técnico más conforme con la acción que se


w

pretende señalar en este delito.

Legislaciones que utilizaron el término "sustracción”, como el Código italiano de

1889 (ZANARDELLI), luego lo abandonaron por el de "apropiación". (Véase Código

ROCCO de 1930).
41

Cabe mencionar que la doctrina española, en forma unánime ha realizado la

equivalencia entre sustracción y apropiación. Al respecto señala GROIZARD, que la

sustracción no es la mera apropiación, sino la apropiación dolosa. "Sustrae el que

se" apropia de las cosas apartándolas, separándolas, excluyéndolas" (24).

Al igual que la doctrina, la jurisprudencia española ha entendido siempre

sustracción como equivalente de apropiación.

m
SUAREZ MONTEZ señala que la jurisprudencia española se vio precisada a

co
realizar la equivalencia entre estos dos términos, al fin de distinguir el delito de

a.
peculado por apropiación de otras figuras delictivas como las de uso, en la que

am
únicamente existe una distracción momentánea de los caudales con intención

manifiesta de restituirlos.
an
c) Malversación
rp

Malversar, del latín male y versare, implica tanto el concepto de la inversión


ju

ilícita de los caudales como de aplicarIos a usos distintos de aquellos para los cuales
en

están destinados.

El legislador, al incluir la "malversación" como una de las conductas delictuosas,


.p

no tuvo otra intención -a nuestro juicio- que la de abarcar dentro de ese concepto
w

todas aquellas formas posibles de distracción de los, caudales que no extrañaran


w

“apropiación" o "sustracción" de los mismos. Prueba de ello es que el término


w

malversación se encuentra calificado por la expresión "en cualquier forma".


42

C. Aspecto Subjetivo

La dimensión subjetiva del peculado previsto en el artículo 153 del Código

Penal, puede revestir dnicamente la forma dolosa. Dado que el momento psíquico

del tipo consiste en la "voluntad de apropiación", el delito no admite forma culposa.

La doctrina discute si para la configuración lado es suficiente el dolo generico, o

si se requiere la existencia de un dolo específico no especializado, como también lo

m
denomina.

co
Estimamos que para la existencia del delito en la modalidad de apropiación no

a.
es necesario que la conducta del sujeto se desenvuelva inspirada en una intención

am
especial, pues cumplidas las condiciones objetivas que materializan la infracción,

desde el punto de vista subjetivo, basta la voluntad y conciencia de cumplir el hecho.


an
Compartimos el criterio expuesto por MAGGIORE, para quien, salvo la prueba
rp

de la involuntariedad, de la buena fe, de la simple negligencia, o de cualquier otra


ju

causa, que excluye el dolo mismo, hay que reconocer que en el peculado por
en

apropiación el dolo está "in re ipsa”; dada la voluntariedad del hecho en sí, es natural

que quien lo haya querido haya tenido también la conciencia de obrar contra legítimo
.p

interés ajeno, lo cual basta para el dolo genérico (25).


w

Por último, es interesante determinar si es preciso para la integración del


w

contenido del elemento subjetivo del delito, que el sujeto activo tenga conocimiento o
w

conciencia de su cualidad de funcionario pdblico.

Para algunos autores (26) el agente debe tener conocimiento de esa cualidad;

debe saber que actúa en su condición de funcionario público y que los caudales u

otros objetos le han sido entregados oficialmente. Ante la ausencia de ese


43

conocimiento, en el sujeto activo del delito, su conducta no debe incriminarse como

peculado.

Otros, Como MANZINI y MAGGIORE, consideran que es necesario y suficiente

que el agente sepa o deba saber que ejerce una actividad pública, ya que no le

compete a él definir jurídicamente esa actividad ni juzgar de la cualidad personal que

esa actividad atribuye a quien la ejerce. Así ha expresado en criterio que

m
compartimos, la jurisprudencia italiana, que “la ignorancia de la ley que atribuye la

co
calidad de oficial público a una persona, no excusa" (Casación, 19 de diciembre de

a.
1939), y "no tiene relevancia el error del imputado acerca de la propia cualidad de

am
oficial público" (Casación, 5 de julio de 1938) (27).

No está de más observar que el reintegro de los caudales apropiados en forma


an
alguna influye en el dolo que caracteriza el delito, y sólo tendrá relevancia para los
rp

efectos de la pena o de la responsabilidad civil en que pueda haber incurrido el


ju

funcionario con su comportamiento delictivo.


en

D. Formas de Aparición
.p

1. Fases ejecutivas
w

El delito se consuma en cuanto se verifica la apropiación de los caudales u otros


w

objetos muebles confiados, por razón de sus funciones, a la administración o


w

custodia del funcionario público. Así tenemos que el funcionario que al cesar en su

cargo retiene los dineros que en tal carácter custodiaba en vez de entregarlo a su

sucesor, consuma en ese momento el delito.


44

Por tratarse de un delito instantáneo, no se borra por el reintegro posterior,

requerido o no, de los caudales apropiados indebidamente; su consumación opera

con la simple apropiación y desde ese instante empieza a correr el plazo para la

prescripción de la acción penal.

Como se desprende del propio texto de la norma, la restitución del valor del

faltante en ningún caso hace desaparecer el delito, sin que pueda tener otro efecto

m
que la eventual atenuación de la pena. Ello es así, porque las atenuantes se refieren

co
-en todos los delitos- a la punibilidad, no a la responsabilidad, sirven para graduar la

a.
pena, y no son elementos constitutivos del delito. De esto se infiere que la restitución,

am
que es acto posterior a la infracción penal, en nada afecta la existencia de ésta.

En lo que respecta al reintegro de los fondos malversados, cabe destacar que


an
debe efectuarlo el mismo procesado. El reintegro efectuado por una empresa
rp

aseguradora a la institución asegurada en virtud del cumplimiento de obligaciones


ju

contraídas en el contrato de seguro, es completamente ajeno a la voluntad del autor


en

del ilícito y se tiene por no realizado, a los efectos de la atenuante prevista en la

norma.
.p

La Corte Suprema de Justicia ha sostenido este criterio cuando en acertado


w

fallo se expresa de la siguiente manera:


w

“se puede observar, pues, que nuestro ordenamiento penal exige que el
w

reintegro de los fondos públicos sustraídos lo haga el procesado por sí


mismo o bien mediante tercera persona, lo usual nos está indicando que
el resarcimiento que haga la institución aseguradora proviene de una
contrato civil, tal seguro no puede aceptarse como un reintegro de
fondos hechos por el procesado, porque no le concierne.
Aquí no existe el reintegro porque como ya se ha dicho, sólo ha habido
un acto de cumplimiento de tal contrato civil, que nada tiene que ver con
la acción penal cometida. La atenuante de la Ley, al no producirse el
45

reintegro, no puede dársela“.(s. de 26 de junio de 1963. Repertorio


Jurídico de 1963, págs. 169- 170).

Por otra parte, estimamos que el peculado es un delito de daño y no de peligro,

para la administración pública, que es objeto de lesión en sus conceptos de

integridad, prestigio y confianza de los asociados en el Estado y en sus instituciones.

Aunado a ello en la figura que comentamos también se produce un daño patrimonial,

m
siendo el resultado de este delito el cambio de vínculo o relación de la cosa con el

co
agente, “como acaece cuando el sujeto, dispone de la cosa como si fuese propia y

con la voluntad de disponer de ella como de cosa propia"(28).

a.
Debemos advertir que la consumación en este delito no implica

am
posesionamiento de los caudales u otros objetos, puesto que éstos deben
an
encontrarse ya antes y legitimamente en la posesión mediata o inmediata del sujeto

activa, sino que supone apropiación de los mismos.


rp

Ha sido objeto de discusión doctrinal la determinación de si en el peculado son


ju

posibles las formas imperfectas de ejecución: tentativa y delito frustrado. CARRARA


en

sostiene que en abstracto se admite la idea de la tentativa, pero no en la práctica.


.p

Según este autor, ante casos concretos o se presenta el delito consumado o nos

detendremos, con toda probabilidad en la esfera de los actos preparatorios(29).


w
w

En opinión de RODRIGUEZ DEVESA, "podrá darse la tentativa o la frustración,


w

si el medio empleado para conseguir el apoderamiento exige el despliegue de un iter

criminis prolongado para lograr el desplazamiento patrimonial por precisar de un

conjunto de maquinaciones" (30).

No hay duda, que en muchas de las diversas formas comisivas de este delito,

será difícil establecer la existencia mismas nos parecen perfectamente admisibles, y


46

muy especialmente, en aquellos casos en que la acción material dirigida a la

apropiación se realiza mediante actos de disposición (31).

Naturalmente, para la clara determinación de la existencia de las formas

imperfectas de ejecución de este delito, será menester el minucioso examen del

supuesto de hecho de que se trate. Sólo ante él, podremos averiguar la intención del

agente y la eficacia causal de los actos realizados.

m
2. Autoría y participación

co
Cuando la norma utiliza la expresión "el que haga tal cosa" o "el que omita tal

a.
cosa" nos está describiendo tan solo en cada caso concreto la conducta de un sujeto

am
activo primario. Innecesario resulta señalar que estas expresiones comprenden una

pluralidad de personas, ya que los delitos pueden ser la obra no de una sola persona
an
sino de varias, en la que cada una presta su colaboración o ayuda, en distintos en la
rp

realización del tipo penal.


ju

Los tipos penales hacen referencia a una determinada conducta que encuentra
en

aplicación en el comportamiento del sujeto activo: autor. No todos los que

intervienen en la comisión del delito son autores, sino exclusivamente aquel o


.p

aquellos cuya conducta tiene la virtualidad de realizar el acto típico.


w

Autor, en sentido estricto, es aquel cuya conducta es subsumible, en el tipo de


w

la parte especial, lo que él realiza es "la violación de la Ley" a que hace referencia el
w

artículo 63 del C6digo Penal. La responsabilidad de cooperadores e inductores es

accesoria en cuanto que se les castiga con base al delito cometido por el sujeto que

realizó la acción típica.


47

Sólo son autores los que realizan íntegramente la acción principal típica, ya que

es súbsumible en el tipo. Pero, en torno a la conducta principal pueden existir otras

conductas coadyuvantes de la acción principal. Como quiera que estas conductas no

implican la realización de la conducta principal (autoría) no quedan comprendidas en

el tipo delictivo. Para sancionar estas conductas accesorias, el Derecho Penal crea

los preceptos que regulan la participación, que constituye, usando la frase de

m
JlMENEZ HUERTA, el dispositivo que se ensambla al tipo penal y produce su

co
amplificación (32).

a.
A la punición de estas conductas accesorias van dirigidos los artículos 63 y 64

am
del Código, que no son otra cosa que normas que contienen causas de extensión de

la pena.
an
Son autores del delito de peculado, por tanto, los funcionarios públicos que se
rp

apropian los caudales u otros objetos públicos o privados que por razón de sus
ju

funciones estan encargados de resguardar, retener, guardar, administrar, depositar o


en

manejar bajo cualquier concepto.

Habrá de tenerse en cuenta que de acuerdo con lo que establece el artículo 63


.p

de Código Penal, también serán sancionados con la pena señalada para el delito
w

todos aquellos que cooperen de modo directo y principal en la violación de la ley


w

penal" y "quien decida a otro a cometer el delito si se demuestra que aquél tenía
w

interés personal en cometerlo" si bien, en este último caso, la pena se disminuirá en

una sexta parte.

Puede suceder que el delito de peculado sea cometido por un funcionario

público con participación de particulares. La duda consistirá en determinar si


48

debemos considerar a todos los que intervienen en el delito, funcionarios y

particulares, corno reos de peculado, o si por el contrario, únicamente responderá

por este delito el funcionario, sancionando al particular o particulares como

responsables de delito contra la propiedad.

CUELLO CALON opina que el particular que participa en el peculado realizado

por un funcionario público no es culpable de este delito sino de un delito común

m
contra la propiedad. Para justificar este criterio, el tratadista señala las siguientes

co
razones:

a.
am
a. El motivo del castigo de la malversación es el quebrantamiento
por el funcionario del deber de fidelidad en el manejo de los
caudales puestos a su disposición y el particular no puede violar
semejante deber; y,
an
b. La disposición del artículo 60 (80 del Código Penal de 1870), el
cual no se limita tan solo a las atenuantes y agravantes genéricas
rp

sino que, establece una regla que comprende lo mismo a las


agravantes genéricas que a las que siendo también de carácter
ju

personal cualifican determinados delitos" (33).


en

Con el respeto que nos merece el insigne tratadista estimamos que la cuestión
.p

está mal planteada. El problema no radica en determinar si las circunstancias, aún

siendo de carácter personal, se comunican o no según se conozcan o desconozcan.


w
w

En el delito de peculado la calidad de funcionario público no es una mera


w

circunstancia agravante, sino que es un elemento constitutivo del tipo. El partícipe

responderá por el mismo título del delito del autor, porque el hecho único y la

tipicidad del concurrente no surge del modelo de la parte especial, sino de la norma

extensiva o complementaria de la parte general (34).


49

Una cosa es que el delito de peculado requeria ser materialmente ejecutado

por un sujeto que sea funcionario público en el ejercicio de las funciones a su cargo y

otra muy distinta, que en el mismo no puedan cooperar o ser inductores otras

personas que no tengan ese carácter. (35).

m
3. Concurso de delitos

En relación con el delito de peculado no ofrecen problemática especial, las

co
normas generales del concurso delitos.

a.
Es posible que el agente no se limite a ejecutar la apropiación prevista en la

am
figura sino que, para llevarla o cabo o para ocultarla, realice otros actos susceptibles

de configurar otras infracciones penales.


an
Frecuentemente, para realizar el peculado el autor incurre en falsedades
rp

documentales, en esos casos, como en cualquiera otros, en que el peculado vaya


ju

unido a la comisión de otros hechos delictivos, serán de aplicación las disposiciones


en

del Título VII, del Libro I, del Código Penal relativo a la "concurrencia de hechos

punibles ejecutados por un mismo individuo".


.p

Compartimos la posición doctrinal que admite la existencia del concurso


w

delictivo cuando los hechos se cometen para realizar u ocultar el peculado, pero no
w

cuando se les ejecuta para lograr la relación con los caudales u otros objetos; ello es
w

así por que en este último supuesto no estaríamos en presencia del delito de

peculado, toda vez que éste supone la posesión inmediata o mediata de la cosa, y si

la posesión se procura en forma delictuosa, el apoderamiento de la misma

configurará otra especie delictiva, mas nunca peculado.


50

4. Delito continuado

Los delitos en general, y entre ellos el peculado, pueden darse en la modalidad

de continuado; de ella se ocupa el artículo 74 del Código Penal. Se trata en este

caso de un solo delito ejecutado en forma repetida. Dada la unidad de los actos

delictivos, la ley los unifica tanto para su en un solo proceso criminal, como para los

m
efectos de determinar la pena.

co
"No hay restitución -ha señalado MAGGIORE- sino peculado continuado,

a.
cuando el agente comete apropiaciones o distracciones para llenar los vacios

am
determinados por anteriores apropiaciones o distracciones suyas, pues respecto de

esas acciones ha sustraído él la propiedad de la administración pública" (36).


an
rp

E. Determinacion de la Penalidad
ju

La norma establece la graduación de la pena con base en la cuantía de los


en

caudales indebidamente apropiados. Este sistema, a más de artificioso y anticuado,

resulta injusto y radicalmente opuesto a las modernas concepciones del Derecho


.p

Penal, especialmente en lo que se refiere a la finalidad de la pena.


w

Por otra parte, resulta inconcebible que no se haya señalado un mínimo al valor
w

de los caudales, cuya apropiación ofrezca, a los efectos de la objetividad jurídica


w

protegida, verdadera relevancia penal. En la forma actual de la figura nos

encontramos ante el absurdo de que el faltante de cantidades mínimas puede

perfectamente configurar el delito, con todas las consecuencias jurídicas que del

mismo se derivan.
51

Resulta conveniente destacar que si bien la norma contiene una graduación de

la pena en relación con el monto de las sumas apropiadas, será suficiente para la

fijación de la misma, la determinación aproximada del faltante que encuadre dentro

de las escalas previstas. A este respecto, consideramos oportuno reproducir el

criterio sentado por nuestro más alto tribunal de justicia, cuando en sentencia de 23

de abril de 1937, expuso:

m
"La pena a los responsables de peculado no depende de la

co
mayor o menor cantidad indebidamente retenida, y que por eso
sea menester un juicio previo de cuentas para determinar esa
cantidad, puesto que el artículo 153 del Código Penal no exige la

a.
fijación exacta de dicha suma ni el juicio de cuentas. Las nuevas
disposiciones penales sobre la materia, tampoco requieren dicho

am
juicio; y en cuanto a la cantidad malversada, se conforma con
que en ella se determine por aproximación".
an
Igualmente, resulta interesante señalar que para que opere la atenuante de la

pena prevista en la norma, será necesario que el reintegro se realice antes de


rp

dictarse la sentencia de primera instancia, y no, como algunos han pretendido,


ju

cuando la misma se encuentra ejecutoriada.


en

Además de la pena privativa de la libretad, el legislador ha considerado, en


.p

atención a la gravedad del delito la conveniencia de imponer a los reos del mismo
w

otra sanción: la de "interdicción para el ejercicio de funciones públicas".


w

Indudablemente, delitos como éste, reclaman esta sanción porque el peculado,


w

aparte de irrogar desprestigio a la administración pública, altera en forma grave el

normal desenvolvimiento de la actividad patrimonial administrativa del Estado, al

quebrar el sujeto activo del delito, el sujeto activo del delito, el deber de probidad a

que se encuentra obligado.


52

F. Problema Procesal: Denuncia Formal

No logramos entender la justificación de la exigencia contenida en el parágrafo

de la norma, al señalar que el procedimiento será de oficio y bastará "formal

denuncia por cualquiera que se considere agraviado".

Dada la naturaleza de la objetividad jurídica que se pretende proteger en el

peculado, estimamos que es delito debe ser perseguible de oficio, sin niguna

m
excepción o condición.

co
Nuestra jurisprudencia, a fin de reducir los efectos negativos que la aplicación

a.
práctica de esta exigencia conlleva, ha determinado el amplio alcance con que debe

am
ser interpretada.

En sentencia de 27 de agosto de 1936 la Corte Suprema de Justicia manifestó:


an
"La ley no exige que el denunciante haya recibido
materialmente un perjuicio con el delito, sino tan solo que
rp

se considere agraviado por su ejecución.


"El agravio puede ser material, como puede ser de orden
ju

moral. Considera la Corte que el jefe de una oficina, en


donde uno de los subalternos comete un peculado, tiene
en

sobrada razón para considerarse agraviado por ese


hecho". (R. J. No. 61, pág. 1129).
.p

No está demás afirmar que en el Estado panameño, la Contraloría General de la

República constituye el organismo fiscalizador y vigilante de la recta administración y


w
w

manejo de los fondos públicos. Esta función se encuentra consagrada en el artículo


w

240 de la Constitución Nacional.

El artículo 12 de la ley número 6 de 1o. de febrero de 1941, por la cual se

organiza, la Contraloría General de la República, señala expresamente la obligación

de esta dependencia gubernamental de remitir a las autoridades competentes las

investigaciones en que se advierta la posible comisión de un hecho punible,


53

constituyendo así, la Contraloría, el auxiliar más valioso con que cuenta la

Administración Pública para la fiscalización del manejo del patrimonio público.

II. PECULADO CULPOSO

A. La Norma

El Código Penal de 1916, regulaba ya en nuestra legislación penal el llamado

m
"peculado culposo" que constituye la materia de que se ocupa el artículo 154 del

co
Código Penal vigente, luego de una reforma introducida por la ley 5a. de 1933, y

a.
cuyo texto es el siguiente:

am
"Artículo 154.- El funcionario público que por abandono o
ignorancia diere ocasión a que otra persona se apropie, malverse
o sustraiga los caudales o efectos públicos o privados de que se
an
trata en el artículo anterior, sufrirá la tercera parte de la pena de
reclusión allí señalada e interdicción para ejercer funciones
públicas por el término de tres años".
rp
ju

No existe en el Código una disposición general destinada a reprimir todas las


en

especies de culpa o negligencia, motivo por el cual resulta imperativo, en cada caso

particular, que el hecho que se pretenda incriminar esté descrito por la ley en forma
.p

culposa.
w

El peculado culposo no está comprendido como infracción penal en las


w

legislaciones europeas, salvo en la española.


w

La norma no sanciona la apropiación de los caudales por parte del funcionario

encargado de su custodia, porque el apoderamiento de los mismos no puede

efectuarse por descuido o negligencia. Pero la falta de cuidado, de atención por

parte del funcionario, así como el incumplimiento de sus especiales deberes, puede
54

dar lugar a que otro se apodere de otros objetos, y en ese caso, la ley sanciona al

funcionario que da lugar a la ejecución del delito.

Los funcionarios públicos deben cumplir sus deberes oficiales no solo con

decoro y probidad, sino con diligencia y prudencia. La norma eleva a categoría de

delito la culpa cuando ella da lugar a la apropiación de los caudales o efectos

puestos bajo la administración o custodia del funcionario.

m
B. Aspecto Objetivo

co
1. Pluralidad de sujetos activos

a.
No cabe duda que estamos en presencia de un delito propio o especial, en

am
contraposición a los comunes en que el sujeto activo puede ser cualquiera. Los

delitos especiales, como es sabido, son tipos subjetivamente limitados, en el sentido


an
que sujetos activos primarios de los mismos sólo pueden ser un sector determinado
rp

de personas, en el caso concreto, los que tengan la calidad de funcionario público.


ju

Hay, sin embargo, una excepción, contemplada en el artículo 158, que permiten que
en

puedan ser también sujetos activos los empleados particulares que se encuentren

encargados, por cualquier concepto, de fondos, rentas, o efectos nacionales o


.p

municipales, o pertenecientes a un establecimiento de instrucción o beneficencia.


w

Ahora bien, es menester reconocer, que como quiera que el delito culposo debe
w

ir en concurrencia de un delito doloso distinto, imputable a otra o a otras personas,


w

que no al funcionario, nos encontramos en presencia de una pluralidad de sujetos

activos primarios, cuyas conductas también debemos examinar para establecer las

consecuencias que de las mismas se derivan.


55

2. Examen de las conductas descritas en el tipo

La conducta propia del sujeto activo primario del tipo (funcionario Público) viene

constituida por un hecho de abandono o ignorancia en lo referente a sus deberes de

custodia y vigilancia de los caudales u otros objetos públicos o privados de que está

encargado por razón de sus funciones. A esta conclusión se llega por razón de la

expresa remisión que hace la norma del artículo 153, en lo relativo al objeto material

m
y al presupuesto del delito.

co
Debe ser la acción culposa del funcionario la que nesariamente dé lugar u

a.
"ocasión a que otra se apropie, malverse o sustraiga" los caudales u otros objetos

am
muebles. Entre el abandono o imprudencia del funcionario y el acto intencional de la

otra persona debe existir una relación de causalidad puramente hipotética, lo que
an
expresa la idea de que la sustracción o apropiación no habría tenido lugar si el
rp

funcionario hubiese observado la diligencia o cuidado debidos.


ju

"La acción dolosa de la otra persona debe guardar una estrecha relación con la
en

acción culposa del funcionario: ésta debe haber dado la ocasión, de manera que

haya hecho posible por ella misma la comisión del delito" (37). Este es el criterio que
.p

ha mantenido la Honorable Corte Suprema de Justicia en varios fallos. (Ver:


w

Sentencia de 24 de enero de 1953. Repertorio Jurídico No. 1, enero, 1963, pág. 33)
w

Tenemos, pues, que afirmar que la responsabilidad culposa del funcionario


w

público desaparece al no existir acto doloso de una tercera persona. Así, no

estaremos en presencia de un delito de peculado culposo si los bienes confiados al

funcionario por los distintos títulos que señala la norma, se pierden o extravían como

consecuencia de su negligencia o abandono.


56

Nos ocuparemos seguidamente de precisar el contenido la expresión "otra

persona" usada por el legislador, lo que resulta de interés a los efectos prácticos de

nuestro estudio.

Aún cuando el tema no ha sido objeto de especial cuidado por parte de los

diversos autores o tratadistas podemos afirmar que la mayoría parten de la premisa

que la expresión alude a un tercero o particular (extraneus). Ante el supuesto, no

m
admitiría duda alguna la problemática de establecer el título por el cual deben

co
responder tanto el funcionario como el tercero: el intraneus (funcionario público)

a.
responderá por el delito de peculado culposo y el extraneus por un delito contra la

am
propiedad. Se trata de dos distintos delitos, cometidos por personas distintas, en

épocas diversas y sin que medie entre ellos acuerdo o concierto. El problema se
an
plantea de difícil solución, en cambio, cuando autores como RODRIGUEZ, en el
rp

Derecho colombiano, sostiene que "otra persona" puede ser un funcionario público,
ju

que si actúa con "ocasión de sus funciones" cometerá igualmente malversación en la


en

modalidad dolosa, a que se refiere el artículo 153, anteriormente examinado (38).

Estimamos que cuando la norma usa la expresión "otra persona", se está


.p

refiriéndo a los extraneus. Ello es así porque si la interpretación adecuada del tipo
w

permitiera extender el alcance de dicha expresión a "otro funcionario público en


w

ejercicio de sus funciones" perderían su razón de ser los presupuestos de culpa que
w

son la ratio essendi de la punibilidad del tipo. Dicho en otras palabras, el hecho de

abandono o ignorancia que constituye la conducta típica del funcionario público, no

revestiría las mismas características de gravedad. Otro funcionario público podría, o

por lo menos, estaría en condiciones de burlar con suma facilidad la diligencia o


57

cuidado exigidos al funcionario bajo cuya custodia o administración están los

caudales u otros objetos, quebrantando precisamente, los vínculos de confianza,

lealtad, etc., que deben relacionar normalmente a los funcionarios en el desempeño

de sus deberes. ¿Hasta qué extremos habría de llegar a establecer, entonces, los

grados mínimos de culpa de que podría hacerse responsable el funcionario en estas

condiciones? La cuestión se agrava más, si se tiene en consideración que la norma

m
no incrimina como hace la española, una culpa inexcusable, o sea, que no pueda ser

co
disculpada o justificada, sino que exige simplemente abandono o ignorancia por

a.
parte del funcionario, lo que hace suponer que cualquier grado de culpa, por leve

am
que sea, hace al funcionario reo del delito. Ante este supuesto estimamos por simple

lógica, que si bien estaríamos en presencia de un delito de peculado doloso en que


an
incurriría el "otro” funcionario, la conducta del funcionario negligente no constituiría la
rp

culpabilidad configurada en el delito previsto en la norma examinada.


ju

Es preciso advertir, por último, que la relación de causalidad a que nos hemos
en

referido, no puede admitir acuerdo de voluntades entre el autor del delito de peculado

culposo y el tercero que actúa dolosamente. La culpa, a diferencia del dolo, no


.p

supone una relación subjetiva, más o menos directa, entre el autor y el resultado
w

delictuoso, sino que se resuelva en una relación que sólo a veces es indirecta,
w

pudiendo también faltar (39); no es posible hablar de una participación entre la


w

acción dolosa y la culposa. Es por ello, que cuando señalamos la relación de

causalidad, entre el funcionario público negligente y la conducta dolosa del tercero,

manifestamos que es puramente hipotética.


58

C. Aspecto Subjetivo

La dimensión subjetiva del tipo, en lo que se refiere al funcionario público,

únicamente puede revestir la forma culposa. La propia norma usa las expresiones

"abandono o ignorancia". El artículo 395 del Código Penal español, de donde

proviene la disposición legal patria, contiene la expresión "abandono o negligencia".

La sustitución de negligencia por ignorancia, realizada por el legislador panameño, a

m
nuestro juicio, no resulta adecuada.

co
Por otra parte, la realización culposa de la figura requiere que la defraudación

a.
se produzca a consecuencia de la imprudencia, negligencia o impericia, de parte del

am
funcionario público, en la administración o custodia de los caudales u otros objetos,

de que se encuentra encargado por razón de sus funciones.


an
No basta para la configuración del tipo que los caudales se hayan perdido o
rp

extraviado, como consecuencia culposa del funcionario, sino que es necesario, en


ju

todo caso, la apropiación dolosa por parte del tercero, sin la cual no habrá peculado
en

culposo.

Si bien no hay participación, tal como hemos dejado expuesto, debe existir un
.p

vínculo de causalidad que una la conducta de las dos personas (funcionario público y
w

tercero); dicho vínculo surge de ser la culpa del funcionario público la que hace
w

posible que el delito se consume, puesto que sin el abandono o negligencia del
w

funcionario, no habría podido realizarse el acto en virtud del cual se cometiera la

apropiación. No existirá, por tanto, delito si se prueba que la apropiación hubiere

tenido lugar aún en la hipótesis de un comportamiento diligente del funcionario. "Si la

comisión de un grave robo con fractura coincide con la existencia de una infracción a
59

los deberes de parte del funcionario, no se dirá que él ha dado ocasión al asalto"

(40).

Sabido es que, "objetivamente, el hecho culposo supone un resultado previsible

y, subjetivamente, un deber de diligencia cuyo cumplimiento hubiere permitido

prever y por tanto, evitar el resultado típicamente antijuiídico" (41).

Cabe preguntarse entonces: ¿Cuándo concurre en la realización de la conducta

m
típica una falta de diligencia, una infracción del deber de cuidado y custodia de los

co
caudales u otros objetos, que haga al funcionario responsable de ella? Nuestro

a.
código no define las distintas especies de culpa, y la norma no determina qué

am
especie de culpa se sanciona en la misma. Resulta, por tanto, de suma

trascendencia esa determinación. Podría arguirse, y con razón, que tales deberes de
an
diligencia no están determinados con precisión en ninguna parte; que en la práctica,
rp

en los casos de simple imprudencia o negligencia, es al juez, a quien corresponde


ju

apreciar, en último término, si el autor del hecho culposo ha obrado con la diligencia
en

que el caso requiere, teniendo en cuenta todas las circunstancias subjetivas y

objetivas en que actuó.


.p

A nuestro juicio, toda vez que la norma no exige que el abandono o ignorancia
w

sea inexcusable, habrá que decidirse que será punible todo tipo de falta de
w

preocupación grave en que incurra el funcionario en la vigilancia o custodia de los


w

caudales u otros objetos muebles, de que se encuentre encargado, por razón de sus

funciones. Cuanto más precaución requiere la naturaleza del acto que se realiza,

tanto mayor será la negligencia en que se pueda incurrir.


60

A este respecto, podemos señalar, como lo hace reputado autor (42), que para

que se pueda sancionar al sujeto activo de un delito a título de culpa es menester: a)

Que el hecho esté descrito por la ley en forma culposa; y b) Que el resultado no haya

sido previsto por el autor al momento de la acción o bien que habiéndose

representado el resultado, no haya asentido en él, habiendo sido decisiva para su

obra la convicción de que no se produciría.

m
Finalmente, debe observarse que la impericia y la inobservancia de los

co
reglamentos, o deberes del cargo, constituyen a no dudarlo, modalidades de la

a.
negligencia y la imprudencia, especialmente para el delito de peculado culposo.

D. Formas de Aparición
am
an
1. Fases ejecutivas
rp

El delito no configura una vez ocurrida la acción culposa del funcionario público,
ju

la punibilidad depende del hecho doloso del tercero, de manera que no puede
en

hablarse de peculado culposo, antes del cumplimiento de la conducta delictuosa de

éste.
.p

Es a partir de la apropiación o sustracción del tercero cuando el delito se


w

consuma y empieza a correr el plazo para la descripción de la acción penal del


w

mismo, y no desde la fecha en que se produjo la conducta negligente del funcionario.


w

No son admisibles en este delito las formas imperfectas de ejecución. "Las

formas imperfectas sobre todo las normales (tentativa y frustración) no cabe

cometerlas culposamente, ya que conductas cifradas en un requisito subjetivo

tipicamente expresado es antinómico de la culpa. Justamente el finalismo subraya la


61

tentativa, o mejor decir, la resolución de cometer el delito, como un elemento

subjetivo de la antijuridicidad, excluyente de la tipología de las actuaciones culposas"

(43).

2. Autoría y participación

Es autor del delito de peculado culposo el funcionario público que maneja o

m
administra los caudales u otros objetos, que por abandono o ignorancia de ocasión a

co
que un tercero se los apropie o sustraiga.

a.
Por tratarse de un supuesto de culpa no puede hablarse de complicidad, porque

am
la culpa, como hemos dejado expuesto, no admite participación. Si bien el peculado

culposo no se consuma sino cuando ocurre la acción dolosa del tercero, éste no
an
debe obrar de acuerdo o en concierto con el funcionario, pues de lo contrario, el
rp

delito, para el funcionario, no sería culposo, constituyendo el tipo del artículo 153 del
ju

Código Penal.
en

La participación dolosa de ambos sujetos, ha dicho SOLER, se rige por los

principios generales: el extraneus pasa a ser cómplice primario de peculado (se


.p

refiere al peculado por apropiación).


w

Por último, cabe agregar que el tipo configura claramente la existencia de dos
w

especies de delitos cometidos por personas diversas, en distintos momentos, en


w

modalidades sustancialmente contrarias; culposa y dolosa con la especial

peculiaridad que la existencia del peculado culposo está condicionada a la del delito

contra la propiedad del tercero en hipotética forma tal que si hemos señalado una
62

relación de causalidad entre esas dos conductas delictivas, no puede existir, en

estricto derecho, participación.

E. Determinación de la Penalidad

Debido a la menor gravedad del elemento subjetivo, el peculado culposo es

sancionado con pena más leve que el doloso. En efecto, la norma sanciona el

peculado culposo con la tercera parte de la pena prevista en el artículo 153 del

m
Código Penal.

co
Estimamos, sin embargo, excesiva la penalidad de este tipo de peculado. En su

a.
fijación el Código ha abandonado la regla general sentada por los delitos culposos,

am
que se sancionan con pena de arresto y multa. En los casos más grave como el

homicidio por imprudencia, la pena es de uno a dos años de arresto, que no de


an
reclusión, como sucede en el peculado culposo. Este ejemplo por sí solo ilustra la
rp

extrema gravedad del tratamiento otorgado a este tipo delictivo. Otro tanto sucede
ju

con la pena de interdicción para el ejercicio de funciones públicas que se establece


en

en tres años.

Más sorprendente aún resulta que para esta modalidad delictiva ni siquiera se
.p

admita la atenuante de reintegro, lo que a nuestro juicio es insólito, en especial si se


w

toma en cuenta que en la práctica el peculado culposo es menos frecuente y reviste


w

una menor peligrosidad en el sujeto activo del delito.


w

En consideración a lo expuesto, abogamos por una penalidad menos severa, y

por la incorporación de la posibilidad del reintegro de las sumas apropiadas, con

carácter de atenuante.
63

También debe ser materia de revisión el hecho de que la norma, en la

determinación de la penalidad, remite el artículo 153, sistema a todas luces

inadecuado, ya que dicho precepto legal regula un tipo delictivo sustancialmente

diferente.

m
III. PECULADO POR USO INDEBIDO

A. La Norma

co
La modalidad de peculado por uso indebido está descrita en el artículo 155 del

a.
Código Penal, que es del siguiente tenor:

am
“Artículo 155.- El funcionario que usare en beneficio propio
o ajeno, los caudales o efectos públicos o privados que
estén a su cargo por razón de sus funciones, sufrirá pena
an
de multa de cien a mil balboas e interdicción para ejercer
funciones públicas por el término de dos años, siempre
que reintegre los caudales o efectos públicos o privados
rp

usados, antes de dictarse auto de enjuiciamiento; si no lo


reintegrarse o el reintegro se hiciere después, sufrirá las
ju

penas señaladas en el artículo 153 de este Código”.


en

Inspirada en la legislación española, la norma incrimina el uso arbitrario de los

caudales o efectos en el que existe, no el ánimo de apropiarse de ellos, sino de


.p

restituirlos oportunamente.
w

La mayoría de las legislaciones europeas no sancionan el peculado de uso. No


w

se encuentra reprimido en el Código Penal italiano, a diferencia de lo que sucede con


w

el hurto de uso. “Así que, por ejemplo, expone MAGGIORE, no comete peculado el

funcionario que se aproveche, aún para su uso particular, de la nave, del automóvil,

del caballo, de la máquina de escribir, etc. pertenencientes a la administración de

que depende y a él encomendadas, por razones de sus oficio: con tal de que se trate
64

de un hecho precario, excepcional, destinado a satisfacer una necesidad hasta un

capricho ocasional, y que excluya en el funcionario el comportamiento de propietario

en relación a la cosa”(44).

B. Aspecto Objetivo

1. Sujeto activo

No ofrece particularidad alguna el sujeto de la acción, siendo por tanto aplicable

m
a este supuesto cuanto dejamos expuesto en relación con el peculado por

co
apropiación.

a.
am
2. La conducta típica

El núcleo del tipo del artículo 155 viene constituído por una determinada
an
conducta: "usar en beneficio propio o ajeno los caudales o efectos".
rp

Usar indebidamente una cosa es darle arbitrariamente un uso diferente al


ju

prescrito. Difiere de la apropiación en cuanto que no existe, como en ésta, el


en

propósito de apoderarse de la cosa, ya que se tiene el de devolverla o reintegrarla.

Es necesario tener presente que en nuestra legislación el uso indebido adopta


.p

dos formas: una es la prevista en la norma que analizamos, en donde se trata de un


w

uso privado en provecho del usuario o de otra persona. La otra, que tendremos
w

ocasión de examinar más adelante al tratar el delito de "peculado por aplicación


w

pública distinta a la prevista", es en cambio, un uso oficial, o sea, para otra finalidad

de la administración pública, que no exige provecho del usuario o de otro, y que

supone únicamente contrariar normas presupuestarias.


65

La acción material comprende tanto el uso de los caudales como el de

cualesquiera otros efectos públicos o privados.

3. Objeto material

MAGGIORE considera que el peculado de uso es solo concebible por parte de

los funcionarios consignatarios de especie y no por los que responden de cantidad,

refiriéndose a la distinción que se hace en el Derecho italiano y que proviene del

m
Derecho romano (45).

co
El objeto material está constituido por los “caudales o efectos", de los cuales,

a.
por razón de sus funciones, está encargado el funcionario público. Presenta la norma

am
en este aspecto una notable diferencia, que es necesario destacar, con el artículo

153, ya examinado, y que hace recaer el objeto material del delito sobre los
an
"caudales u otros objetos". Cabe preguntarse entonces: ¿Cuál ha sido la intención
rp

del legislador al utilizar en este caso un término que como "efectos" es más limitativo
ju

y específico?
en

Por efectos se entiende "valores, papeles de crédito, títulos, estampillas, bonos,

etc.", mientras que el término objeto" es genérico comprensivo de toda clase de


.p

cosas o bienes susceptibles de ser administrados, custodiados o manejados por los


w

funcionarios públicos en el desempeño de su funciones.


w

La acepción jurídica y civil de "efectos" se utiliza más bien para diferenciar


w

aquellos valores que no son dinero efectivo.

La expresa mención del vocablo "efectos" en el artículo 155 podría dar base

para estimar que el peculado por uso indebido sólo puede recaer sobre los caudales

o efectos, en sentido estricto, sin que pueda extenderse, como sucede en el


66

peculado del artículo 153, a toda clase de bienes. Sin embargo y como quiera que el

legislador usa el término efectos también en el artículo 154, nos inclinamos por una

interpretación amplia, más acorde con la finalidad práctica de la norma y con la

objetividad jurídica que se pretende proteger en estos delitos.

C. Aspecto Subjetivo

Es indudable que la cuestión de mayor interés que la norma suscita es la que

m
hace relación con el elemento subetivo. De su correcta interpretación dependerá, a

co
no dudarlo, la cabal comprensión del precepto. Se puede afirmar que la norma

a.
señala una diferencia esencial con el elemento subjetivo de esta forma de

am
delincuencia en relación al elemento subjetivo del peculado por apropiación. En

efecto, al usar la expresión "usare en beneficio propio o ajeno", está signi'ficando una
an
especialización del dolo (dolo específico).
rp

El tipo ofrece un corpus estructurado por elementos anímicos del autor, ya que
ju

de lo contrario no se podría reconocer cuándo el agente dispone indebidamente de


en

los caudales o efectos que posee legítimamente.

La idea de "beneficio" a que alude el precepto legal comprende tanto una


.p

ventaja de orden patrimonial como otra que no tenga ese carácter.


w

Atendiendo a que el elemento especializador del tipo lo constituye una finalidad


w

determinada: el provecho propio o ajeno, sostenemos que queda excluida de este


w

supuesto la imputación a título de dolo eventual.

El elemento subjetivo de este delito está constituido por el ánimo de aplicar a

usos propios o ajenos los caudales efectos públicos o privados, a cargo del

funcionario, y en la conciencia de que son éstos los aplicados a aquelllos usos (46).
67

Es, precisamente, la falta de ánimo de apropiación, que se manifiesta en el decidido

propósito de restituirlos luego de su momentánea utilización, lo que diferencia el

peculado por uso indebido de la modalidad de apropiación contenida en el artículo

153 del Código Penal.

No lleva razón, por tanto, PACHECO OSORIO, cuando manifiesta que "pese a

la aparente amplitud de la expresión que en cualquier forma haga uso indebido, éste

m
debe consistir siempre en una apropiación o una sustracción" (47).

co
Al respecto de este elemento diferenciador ha sostenido el ilustre comentarista

a.
del Código Penal español de 1870, "ya no se trata de la sustracción de fondos o

am
caudales públicos, sino de una mera distracción, de un simple uso indebido de los

mismos, con ánimo empero de reintegrarlos realizando efectivamente el reintegro"


an
(48).
rp

En definitiva, pues, lo que permite establecer la existencia del delito de peculado


ju

por uso indebido consiste en que el agente debe existir siempre, es decir, en todos
en

los casos la intención o el ánimo de reintegrarlos luego de su uso arbitrario o corno

afirma FERRER SAMA, "con evidente intención de colocar posteriormente dichos


.p

objetos en la legítima situación en que se encontraban con anterioridad a dicho uso"


w

(49). A esta misma conclusión arriba LABATUT GLENA en el Derecho Penal chileno
w

(50).
w

D. Fases Ejecutivas

En relación con el momento consumativo del delito previsto en la norma que

comentamos se sostienen dos posiciones fundamentales. Por una parte, hay

quienes estiman que toda vez que en el delito se quebranta el vínculo de fianza y
68

lealtad que debe el funcionario, y lo que se ofende es el prestigio de la administración

pública, no se quiere para que se estime consumado el peculado por debido, que se

haya producido un daño patrimonial. Para los seguidores de esta corriente doctrinal,

el peculado es un delito de peligro y no de lesión, porque para su consumación no es

necesario que se produzca un daño efectivo. Es además, un delito formal cuya

consumación opera por el simple uso indebido, aunque del mismo no resulte daño

m
alguno. La esencia del ilícito consistiría en el abuso y la violación de la confianza

co
pública depositada en el servidor público, sin que haya necesidad, para integrar el

a.
núcleo típico de la figura, que concurra perjuicio económico. El hecho se consuma,

am
no con el ataque a la propiedad, sino por el quebrantamiento de los deberes

funcionales en lo que respecta la custodia de los bienes confiados al funcionario


an
público.
rp

En síntesis, puede afirmarse que los que comparten este criterio, se fundan
ju

primordialmente en la objetividad jurídica tutelada en la norma, y argumentan la


en

ineficacia del resarcimiento del daño en cuanto a la inexistencia de la infracción. Es

decir, que el resarcimiento o reintegro de los caudales o efectos no tiene otra


.p

finalidad que la de una circunstancia atenuante, situación que por lo tanto, deja
w

intacta la existencia del ilícito. Si el reintegro de los caudales (resarcimiento del


w

daño) no elimina el delito, es porque el daño no es elemento constituido del mismo,


w

pudiendo éste, por tanto, subsistir sin él.

Los que adversan esta teoría exigen expresamente la concurrencia de perjuicio

en la configuración del delito. “Así como en el caso de un particular –ha declarado

SOLER- difícilmente se concibe la defraudación sin la existencia de un patrimonio


69

defraudado en el caso de peculado, la existencia de una lesión al patrimonio fiscal

constituyen un elemento del corpus delictus” (51).

Así planteada la cuestión resulta que, si bien el peculado es un delito contra la

administración pública cuya objetividad se encuentra, por tanto, en la lesión al interés

colectivo en el probo desenvolvimiento de la actividad patrimonial de la

administración pública, para el peculado por uso indebido es necesario o

m
imprescindible una lesión patrimonial, pues el delito se consuma cuando ella existe y

co
es oportunamente reparada mediante el reintegro de los caudales o efectos. Mal

a.
podría repararse el daño que no se ha causado.

am
En nuestra opinión, el momento consumativo del delito previsto en la norma

coincide con el uso de los caudales o efectos, y el delito no desaparece por el hecho
an
de que exista reintegro de los mismos, ya que éste tiene como única finalidad reparar
rp

el daño causado a la administración pública, pero el ilícito del cual se deriva el daño
ju

queda intacto en sus elementos constitutivos. Entre el momento del uso de los
en

caudales y del reintegro transcurre un intervalo de tiempo durante el cual el

patrimonio de la administración pública se ha disminuido, es decir, ha sufrido un


.p

quebranto, y los caudales han sido indebidamente distraidos. La precariedad del


w

daño en forma alguna puede estimarse como falta de daño.


w

Concluimos, por tanto, que el peculado por uso indebido es un delito de lesión
w

que requiere de un daño patrimonial que ocurre en el momento preciso en que se

usan los caudales o efectos a cargo del funcionario, no debiendo confundirse el daño

reparado con el daño inexistente.


70

El examen de la determinación del momento consumativo del peculado por uso

indebido, sin embargo, plantea otro problema de difícil solución. Es el relacionado

con el carácter de la falta de reintegro a que se refiere la parte final de la norma bajo

estudio.

FERRER SAMA estima que habiendo o no el reintegro, el peculado de uso es

siempre distinto al peculado por apropiación, a pesar de que se presente el

m
fenómeno de coincidencia de la penalidad, establecida en la norma que incrimina el

co
peculado por uso indebido, para el caso de que las sumas usadas no hayan sido

a.
reintegradas oportunamente. "Lo que debe, pues, evitarse -nos explica el ilustre

am
profesor- es caer en el error de estimar que el sentido del último párrafo del artículo

que comentamos (se refiere al artículo 392 del Código Penal español, equivalente al
an
155 del Código patrio), sea el de que deba considerarse que en el caso de no
rp

haberse efectivamente verificado al reintegro no existe la figura de disposición


ju

indebida, sino la sustracción(52).


en

De acuerdo con este criterio debe concluirse que el momento consumativo del

delito previsto en la norma es aquel en que se hace uso arbitrario de los caudales o
.p

efectos públicos o privados de que se encuentra encargado el funcionario público,


w

por razón de sus funciones.


w

No conforme con el criterio expuesto, SUAREZ MONTES es de opinión de que


w

para que se configure el peculado por uso indebido es absolutamente necesario que

concurran dos requisitos fundamentales: por una parte, la falta de ánimo de

apropiación y por otra, que el autor verifique el reintegro oportunamente. A este

segundo requisito alude el citado autor cuando manifiesta: “la ley exige en segundo
71

lugar que el autor, conforme a su propósito, verifique efectivamente el reintegro, y

además, lo haga en tiempo oportuno" (53).

Si ello es así, tendríamos que aceptar entonces que si el reintegro no se

produce en su debida oportunidad no se configura el delito previsto en el tipo legal

que examinamos. En consecuencia, la restitución oportuna de los caudales o

efectos no vendría a ser como sucede en el peculado del artículo 153, una simple

m
circunstancia atenuante, sino un elemento constituivo del tipo. Dicho reintegro no

co
operaría al margen del hecho típico que permita atenuar la responsabilidad del

a.
agente, sino que adquiriría- por razón de la interpretación del citado autor- caracteres

am
de tal naturaleza que lo convertirían por imperativo legal, en uno de los elementos

constitutivos del hecho típico. Es decir, condicionante de que el hecho constituya un


an
determinado delito en vez de otro.
rp

Si aceptamos este último criterio cabría estimar como momento consumativo el


ju

peculado por uso indebido aquel en que se verifica el reintegro. Así tendría que ser,
en

puesto que si el mismo no se verifica, o se verifica con posterioridad al

pronunciamiento judicial a que se refiere la norma, cabría la posibilidad de configurar


.p

el hecho como peculado por apropiación.


w

No cabe duda que la tesis correcta es la de estimar que la falta de reintegro


w

tiene como consecuencia la de establecer un fenómeno de coincidencia de la


w

penalidad, a todas luces censurable, debiendo considerarse como momento

consumativo del peculado por uso indebido aquel en el que se usan o distraen los

caudales o efectos en forma arbitraria.


72

E. Determinación de la Penalidad

Como hemos afirmado con anterioridad, en este delito no existe la intención de

apropiarse en forma definitiva de los caudales o efectos, sino que el ilícito prevé una

conducta delictuosa dirigida al empleo transitorio o uso temporal, en beneficio propio

o ajeno, de los caudales. Predomina aquí, pues, la mera distracción con ánimo de

restitución oportuna. Es por ello, por lo que la penalidad de esta modalidad de

m
peculado es menor que la establecida en el supuesto contemplado en el artículo 153,

co
puesto que el legislador estimó que no se trata en este caso de una apropiación o

a.
sustracción definitiva, sino que aunque haya derivado en beneficio, que es la razón

am
de punibilidad y sea de su esencia la restitución, mal pueden los bienes públicos o

privados usarse arbitrariamente en beneficio personal o de terceros, en detrimento


an
de los intereses de sus legítimos propietarios o destinatarios.
rp

No hemos logrado encontrar una explicación satisfactoria a la equiparación


ju

punitiva, que realiza el legislador, ante la falta del reintegro oportuno. Sin embargo,
en

la jurisprudencia del Tribunal Supremo español la ha calificado unas veces como

"cláusula de índole meramente utilitaria tendiente al recobro de los caudales" y otras,


.p

se ha entendido “como una presunción del advenimiento de una voluntad de


w

apropiación manifestada por la persistencia en la negativa del reintegro"(54).


w

Esta última posición tiene, indudablemente, la ventaja de suponer que no es la


w

simple falta de reintegro lo que explica tan grave cambio de penalidad.

No obstante, sigue faltando una explicación satisfactoria. Pues si aceptáramos

las razones indicadas por el citado Tribunal sería inadmisible el establecimiento de

una presunción iuris et iure sobre el elemento culpabilista que por pertenecer al
73

reino de la existencia necesita de prueba. Por ello parece censurable tal cambio

automático de responsabilidad, que no permite tener en cuenta la diversa índole de

las causas a que puede ser debida la falta de reintegro.

A nuestro juicio, lo que persigue es facilitar el reintegro con la finalidad de evitar

el grave perjuicio que puede ocasionar el patrimonio público la comisión de estos

delitos. Sin embargo, teniendo en cuenta lo antes expuesto, era mucho más práctico

m
fijar una pena distinta para los casos en que el reintegro no ocurriera, la que vendría

co
a operar como agravación del delito.

a.
Por último debemos manifestar que ni la jurisprudencia patria ni mucho menos

am
nuestra escasa doctrina, han reparado en este aspecto.
an
IV. PECULADO POR APLICACIÓN PÚBLICA DIFERENTE A LA PREVISTA
rp

A. La Norma
ju

El delito de peculado por aplicación pública diferente a la prevista se encuentra


en

sancionado en el artículo 156 del Código Penal que dispone lo siguiente:

"Artículo 156.- El funcionario público que diere a los


.p

efectos o caudales que administre una aplicación pública


diferente de aquella a que estuvieren destinados, incurrirá
w

en una multa de cien a mil balboas".


w

La presente modalidad de peculado entraña una distracción en cuanto los


w

caudales o efectos se invierten por el funcionario administrador, ilícitamente, en usos

distintos a los previamente fijados aunque, como es el caso, se trate de una

aplicación oficial, lo que equivale a decir pública.


74

B. Razón del Precepto y Finalidad Politico-Criminal

La frecuencia con que se producían en nuestro medio, conductas como la

descrita en el precepto que comentamos, llevó a nuestro legislador a adoptarlo,

inspirándose para ello en el español.

El fundamento de la incriminación no es otro que el previsto en el artículo 235

de la Constitución Nacional que dispone que "no podrá hacerse ningún gasto público

m
que no haya sido autorizado de acuerdo con la Constitución o la Ley".

co
De la norma constitucional se deduce el interés público que debe inspirar la

a.
distribución de los diversos ingresos públicos habida consideración de las

am
necesidades de la comunidad, por tanto, no puede quedar a la voluntad de un

funcionario, distribuir las partidas presupuestarias sin atenerse a las normas


an
preestablecidas para su determinación.
rp

"Los fines de la administración -señala BERNAL PINZON- que no pueden estar


ju

inspirados sino en interés de la comunidad, deben ser protegidos contra estos tipos
en

de abuso, ya que si bien es cierto que en esta forma de peculado no hay daño o

perjuicio para la administración, puesto que apenas hay un desvío o una aplicación
.p

diferente a la prevista en el presupuesto, no por ello esta desviación deja de producir


w

trastornos en los planes hechos por las corporaciones legislativas que, por mandato
w

de la propia Constitución, son las únicas que pueden disponer la forma como se
w

distribuyen los ingresos del erario”(55).

El orden económico de los bienes del Estado depende en gran medida de que

las infracciones de las disposiciones que fijan la distribución adecuada de sus

fondos, no carezcan de una sanción penal.


75

Se alega, y no sin cierta razón, que el acto tendrá más los caracteres de una

falta administrativa que los de un delito; la intención criminal consistirá únicamente en

la voluntad de violar la ley, o en el pleno convencimiento de que se viola con

diferente aplicación de los caudales o efectos, aunque tal cambio no cause daño o

entorpecimiento del servicio público a que estuvieran consignados los mismos.

Coincidiendo con este último criterio sostiene GROIZARD, "pero más que duro,

m
injusto y hasta absurdo encontramos que se eleva la falta administrativa a la

co
categoría de delito, aún cuando el servicio a que estuvieran los fondos consignados

a.
en nada aparezca perjudicado. La represión, la pérdida del destino, el ejercicio, en

am
una palabra, de la jurisdicción disciplinaria administrativa, son remedios adecuados a

faltas reglamentarias, cuyas consecuencias no se traducen en pérdidas o perjuicios


an
para los intereses públicos ni los privados”(56).
rp

Según nuestro profesor RODRIGUEZ DEVESA, se deben incriminar


ju

únicamente los casos que produzcan daño o entorpecimiento para el servicio público
en

(57).

Es indudable que, pese a la menor gravedad que reviste el ilícito, no carece de


.p

importancia y deja de ser un abuso punible. Oportunamente veremos que cuando el


w

hecho sea disculpable, y aún más, cuando el móvil sea elevado, contará el
w

funcionario con la ley o con la resolución precisa para justificarlo.


w

C. Aspecto Subjetivo

1. Sujeto activo

Por tratarse de un delito propio, la conducta tipificada en la norma no puede ser

realizada sino por una persona que ostente la calidad de funcionario público, Pero,
76

además, será necesario que exista una especial relación entre los caudales o efectos

y el funcionario, de forma tal que permita que la aplicación de los mismos a fines

públicos distintos a los expresamente señalados, configure el tipo delictivo. El

funcionario público que efectúe la operación debe ser aquél que tiene la disposición

legítima de los caudales o efectos, o sea, el que los administra. Así lo recIama el

texto expreso de la norma cuando usa la expresión "que administrare", restringiendo

m
el título de la relación funcional, que es más amplio en el peculado por apropiación,

co
en donde se señalan las facultades de "resguardar, retener, guardar, administrar,

a.
depositar o manejar" bajo cualquier concepto.

am
Tal concepto restringido de "administración" es requerido porque sólo el

funcionario que posee facultad de disposición de los caudales o efectos, está en


an
capacidad de variar el destino de los mismos.
rp
ju

2. Objeto material
en

Por lo que se refiere al objeto material, el mismo está constituido por los

"efectos o caudales" cuya administración haya sido confiada al funcionario público.


.p

Por lo que corresponde a esta modalidad de peculado, la norma no hace


w

expresa mención a caudales públicos o particulares, como ocurre en los artículos


w

precedentes. En nuestra opinión, toda vez que el legislador no distingue, habrá de


w

concluirse que la materialidad de la acción puede recaer tanto sobre bienes públicos

como de procedencia privada. Siendo esto así, no cabe duda, incurre en este delito

el funcionario público que destine los caudales o efectos consignados por los
77

particulares a la orden de su despacho y que tengan una destinación prefijada, para

sufragar cualquier necesidad, encaminada al buen funcionamiento de su oficina.

No tendrá importancia la naturaleza del acto que determine el destino de los

bienes, que podrá originarse en la ley, decreto, disposiciones reglamentarias de toda

índole, órdenes o decisiones de autoridad competente; lo que interesa -a los efectos

de configuración del ilícito- es que exista un destino previamente establecido y que el

m
funcionario aplique los caudales o efectos a otro distinto, también público, con pleno

co
conocimiento de la existencia de la destinación original.

a.
3. La conducta típica

am
El comportamiento injusto que caracteriza el tipo consiste en dar a los caudales

una aplicación pública diferente a aquella que estuvieren destinados. La norma


an
supone: a) Qué los caudales tengan un destino determinado, b) Qué se aplique un
rp

destino público diferente al previsto, y c) Qué la variación del destino se realice sin
ju

que se encuentre justificada.


en

Examinaremos a continuación cada uno de estos presupuestos:

a) Que los caudales o efectos tengan un destino determinado.


.p

Si la conducta típica supone una aplicación distinta de los caudales, los mismos
w

deben tener fijada con anticipación una destinación pública y específica. No


w

existiendo imputación específica de los caudales o efectos, la determinación de la


w

preferencia en el cumplimiento de las distintas obligaciones públicas, quedará al

prudente arbitrio del funcionario, y mal podría tal hecho, en consecuencia, constituir

peculado.
78

b) Que los caudales o efectos se apliquen a un destino público diferente al

previsto.

Debe entenderse que la aplicación diferente ha de ser también pública, ya que

si ésta se efectúa para fines privados o pariculares estaremos en presencia de un

peculado distinto al previsto en el tipo que examinamos.

"El simple entorpecimiento que deriva en la práctica expone SOLER- a causa de

m
la minuciosa determinación de partidas, no es motivo suficiente para justificar la

co
alteración de este orden invirtiendo sin las debidas autorizaciones los sobrantes de

a.
una partida en los déficits de otras" (58).

am
Los fondos públicos, pues, deben aplicarse a los objetos señalados por la ley o

por la autoridad competente, y si varía, el funcionario público que incurra en el hecho


an
se hará por ello responsable penalmente.
rp

Por otra parte, cabe anotar que la naturaleza de la norma reguladora del destino
ju

de los caudales, no tendrá relevancia, pues basta simplemente que tenga una
en

determinación legítima del destino de los mismos, y el funcionario le dé otro distinto,

pero siempre de carácter público. Por ello, la infracción constituye estrictamente una
.p

tutela ordenada de la de los ingresos públicos.


w

En esta modalidad de peculado no se causa una lesión patrimonial al erario


w

público, sino que se lesionan intereses administrativos, toda vez que se incumplen
w

las normas reguladoras de la inversión de la renta pública, que no son otras que las

leyes presupuestarias o las disposiciones reglamen- tarias que tengan esa finalidad.

c) Que variación del destino se realice sin que encuentre justificada.


79

La ilicitud del proceder, puede quedar eliminada por la existencia de una causa

de justificación. No cabe duda, así lo reconocen distintos autores, que la conducta

del funcionario público puede quedar legitimada, tanto por "estado de necesidad"

(artículo 48 del Código Penal) como por virtud de la "obediencia jerárquica" (artículo

51 del Código Penal) (59).

m
D. Aspecto Subjetivo

co
El funcionario público que varía el destino de los caudales o efectos, debe tener

a.
conocimiento de la destinación específica de los mismos, y, a pesar de ello, mediante

am
un acto voluntario, los aplica en forma arbitraria a fines públicos distintos de los

previstos.
an
En relación con el elemento subjetivo de esta figura ha sostenido CUELLO
rp

CALON que: "está constituido por la conciencia de que los caudales tenían un
ju

destino diferente del recibieron y por la voluntad de una aplicación distinta de debida"
en

(60).

Aunque la norma no exige una especial intención dolosa que es propia de los
.p

hechos fraudulentos, ello no cir que haya ausencia de intención criminal. Por
w

contravenir disposiciones legales o reglamentarias, a sabiendas de las cuales obra el


w

agente al dar una aplicación distinta a dichos efectos o caudales, el hecho constituye
w

siempre una actividad. Es cierto que no se requiere el ánimo de un aprovechamiento

personal por parte del funcionario y que inclusive puede obrar determinado por

motivos de conveniencia pública, pero tales circunstancias no restan al hecho su

intencionalidad, con las salvedades a que hemos hecho referencia.


80

Como en este delito sólo se trata de un cambio de destino de los caudales o

efectos, debe descartarse toda idea de .de inversión en provecho personal o de

terceros, así como el simple uso particular abusivo. El tipo se satisface con la

existencia del dolo genérico. Es sabido que en todo dolo, aún en su modalidad de

genérico, existe el elemento ético o moral, el cual se evidencia con la simple

violación arbitraria de la fijación legal o reglamentaria de la destinación de los

m
caudales, que supone una conducta ilícita del funcionario público, a pesar de que no

co
exista el aprovechamiento o intención de lucro, pues corno afirma SUAREZ

a.
MONTES, "Es indiferente que el autor perciba algún provecho, sea o no de índole

am
económica; constituye malversación de esta clase, por ejemplo, el ordenar obras

públicas para cortar un paro con fines de propaganda electoral" (61).


an
Finalmente, si la conducta típica consiste en el hecho e dar a los fondos una
rp

aplicación diferente a la prevista con pleno conocimiento de la existencia de esa


ju

destinación, se excluye la posibilidad de una realización culposa del acto ilícito


en

previsto en la norma.
.p

E. Fases Ejecutivas
w

El delito es formal y se consuma con sólo dar a los caudales o efectos que se
w

administran una aplicación distinta a la determinada por la ley o la administración,


w

siendo inncesario que de esa aplicación diferente se deriven perjuicios para la

administración.

Resulta conveniente advertir que el momento consumativo del delito no coincide

con la simple imputación presupuestal sino que es necesario la inversión de los


81

caudales. Si bien el tipo se consuma con la inversión, que no con la simple

imputación, ello no obstante, el delito es formal porque la inversión adquiere

relevancia penal considerada no en relación al daño que pueda ocasionar, sino al

puro peligro que conlleva al desorden en la aplicación de los caudales o efectos

públicos (62).

m
F. Determinación De La Penalidad

co
El delito de peculado por aplicación pública diferente a la prevista se sanciona

a.
con pena de multa de cien a mil balboas debido a la menor gravedad del elemento

am
subjetivo del mismo. an
V. PECULADO POR DENEGACIÓN DE PAGOS Y RETENCIÓN INDEBIDA
rp

A. La Norma
ju

El artículo 157 del Código Penal, a la letra expresa


en

"Artículo 157.- El funcionario público que debiendo hacer un


pago, como tenedor de fondos del Estado, no lo ficiera sin
causa justa, será castigado con un mes o un año de interdicción
.p

de ejercer funciones públicas. Esta disposición es aplicable al


funcionario público que requerido con orden de autoridad
w

competente, rehusare hacer entrega de una cosa puesta bajo


su custodia o administración".
w
w

La simple lectura del precepto transcrito permite observar que contiene dos

modalidades delictivas distintas. La primera modalidad consiste en dejar de hacer un

pago, cuando se es tenedor de fondos del Estado (denegación de pagos), y la

segunda, en negarse el funcionario a realizar la entrega de una cosa que tiene bajo
82

su custodia o administración, si ello es requerido por orden de autoridad competente

(retención indebida).

Las conductas incriminadas en la norma típica, más que constituir delitos,

constituyen meras infracciones de deberes administrativos. Salvo la legislación

española, que inspiró el Código patrio en esta materia, no hemos encontrado

concordancia con otras legislaciones europeas.

m
B. Naturaleza de los Delitos

co
Al indagar la naturaleza de estos tipos delictivos, debemos advertir que no se

a.
trata de ningún funcionario que debiendo hacer un pago, como tenedor de fondos

am
públicos, no lo hace apropiándose o intentando apropiarse las cantidades para ello

recibidas; no se trata de ningún empleado que, por haber aplicado a usos propios o
an
ajenos fondos destinados a hacer el pago, no lo pueda realizar; ni tampoco del que
rp

deja de efectuarlos por haber destinado a un uso público distinto los fondos a aquel
ju

fin destinado.
en

De todo lo expuesto, deducimos que nos encontramos en presencia,

indudablemente, de un tipo subsidiario cuya aplicación supone la no existencia de


.p

otro más grave.


w

Su contenido consiste simplemente -en opinión de CUELLO CALON- "en la


w

mera abstención de hacer el pago debido la no entrega de la cosa" (63).


w

Compartimos plenamente el criterio del ilustre catedrá tico FERRER SAMA

cuando al referirse a estas figuras delictivas expresa que "No sólo resultan

innecesarias sino nociva por cuanto sin una sustantividad propia vienen a dar lugar a

una serie de dudas en la interpretación no sólo de este artículo (se refiere al artículo
83

398 del Código Penal español, equivalente al que comentamos) sino de los

anteriores. Lo que se castiga es la detención momentánea e indebida de los fondos o

efectos públicos, por constituir una sospecha de que el funcionario trata de hacer uso

indebido de ellos" (64).

En ningún momento la mera presunción o la simple sospecha justifica la

configuración de una modalidad delictiva, menos aún cuando éstas consisten en

m
conductas que, de realizarse, constituirán hechos delictivos expresamente en normas

co
penales existentes.

a.
Nos parece mucho más adecuado sancionar este tipo de fracciones por la vía

am
gubernativa y disciplinaria, toda que son normas de esta naturaleza las que se

inculcan el tipo, y por ende, propugnamos por su eliminación del Código Penal.
an
C. Aspecto Objetivo
rp

1. Sujeto activo
ju

La única particularidad que ofrece el sujeto activo de estos delitos es el atinente


en

a la relación funcional que debe existir entre el funcionario y los bienes.

En lo referente a la denegación de pagos, la norma restringe el título de la


.p

relación funcional al tenedor de fondos del Estado”, mientras que en la retención


w

indebida el mismo se expresa por la "custodia o administración de la cosa”.


w

2. Objeto material
w

En relación a la denegación de pagos, la norma circunscribe el objeto material

sobre el que recae la acción. En efecto, el legislador al utilizar la expresión "fondos

del Estado", alude a un concepto limitativo, referente a los dineros o caudales,


84

excluyendo, de esta manera, cualesquiera otra clase de bienes a que se refiere

cuando usa los términos “efectos” u "otros objetos".

Resulta innecesario recalcar la naturaleza pública de los fondos ya que la propia

norma así lo dispone expresamente.

En la retención indebida, por el contrario la norma no distingue en lo relativo al

carácter público o privado del sobre el cual recae la acción del agente, lo que nos

m
permite concluir que en esta modalidad de peculado el objeto material puede ser

co
tanto de carácter público como de propiedad de los particulares. Por esta razón, en

a.
relación con este aspecto, nos atenemos a lo expuesto al tratar el peculado por

am
apropiación.

3. Examen de las conductas típicas y consumación de los delitos


an
La conducta punible en la denegación de pago consiste en abstenerse de
rp

verificar el pago; la demora puede originarse, en el caso del funcionario


ju

administrador, en no dar la orden de pagar, ya que como hemos dejado expuesto


en

con anterioridad, éste tiene facultad de disposición sobre los fondos o caudales; o en

no efectuar el pago en el caso del simple tenedor. En ambos casos, claro está, se
.p

parte del supuesto la existencia de fondos suficientes y destinados expresamente al


w

pago requerido.
w

Por lo que se refiere a la retención indebidam la conducta incriminada en el tipo


w

se manifiesta en la negativa de hacer la entrega, lo que equivale a retener

indebidamente, cosa cuya entrega es ordenada por la autoridad competente. En

todo caso, la entrega debe referirse a una cosa que el funcionario público deba tener

en su poder.
85

El momento consumativo del delito en la denegación de pagos ocurre en el

instante en que debiéndose hacer el pago, el mismo no se hace. La retención

indebida se consuma en el momento en que el funcionario público, requerido por

orden de autoridad competente, rehusa hacer la entrega de la cosa puesta bajo su

custodia o administración.

m
D. Aspecto Subjetivo

Como consecuencia de lo que hemos expuesto, la dimensión subjetiva de estas

co
dos modalidades de peculado puede revestir únicamente la forma dolosa. Dado que

a.
el elemento psíquico consiste, por una parte, en la voluntad de no hacer el pago

am
debido y en la otra, en no hacer la entrega de la cosa, los delitos previstos en este

artículo no admiten una realización culposa. Es preciso recordar que en nuestra


an
legislación, para que un hecho pueda sancionarse a título de culpa, es necesario que
rp

así esté expresamente descrito por la ley.


ju

Finalmente, en ambos casos, se requiere el conocimiento positivo de la


en

obligación y la voluntad de no cumplirla. Los motivos subjetivos inherentes a este

incumplimiento son indiferentes, por lo que cabe manifestar que estamos en


.p

presencia de la exigencia de un simple dolo genérico.


w

E. Indole de la Pena
w

La índole de la pena, a saber, la interdicción para ejercer funciones públicas,


w

resulta sumamente leve comparada con la sanción que se impone a otras figuras

delictivas contenidas en este capitulo. Ello se debe, fundamentalmente, a que el

legislador para la aplicación de la misma ha tomado en consideración que incrimina


86

infracciones que solo muy directamente pueden perjudicar patrimonialmente al

Estado.

Opinamos que estas modalidades delictivas deben desaparecer del Código, no

sólo por innecesarias, sino por que las faltas administrativas no deben ser objeto de

regulación criminal.

m
VI. EXTENSIÓN DEL ARTÍCULO 158 DEL CÓDIGO PENAL

co
A. La Norma

a.
El capítulo contiene una disposición general que extiende los preceptos que

am
regulan las diversas modalidades del delito de peculado a particulares y a la acción

material que recae sobre determinados fondos de carácter privado.


an
Nos referimos al artículo 158 de Código Penal, que dispone:
rp

"Artículo 158.- Las disposiciones de este capítulo son


extensivas a los que se hallaren encargados por cualquier
ju

concepto de fondos, rentas o efectos nacionales o


municipales, o pertenecientes a un establecimiento de
en

instrucción o de beneficencia".

B. Contenido de la Extensión
.p

Hasta ahora hemos dejado expuesto que las distintas formas que reviste el
w

delito de peculado tienden a proteger el normal y regular desarrollo de la actividad


w

patrimonial de la administración pública, y que la esencia del delito radica en la


w

quiebra del deber de probidad a que se encuentran sujetos los funcionarios con

manejos de bienes públicos, con relación a los mismos.

De modo extraordinario, y en atención a la especial relevancia de ciertos bienes,

el legislador hace extensivas las disposiciones que regulan el delito de peculado a


87

ciertos hechos ilícitos en donde en unos casos, el sujeto de la acción no es un

funcionario público, y, en otros, la acción típica recae sobre bienes de pertenencia

privada. Tenemos, pues, que la extensión opera bajo dos aspectos: en cuanto al

sujeto y en cuanto a los bienes.

Precisando el alcance de esta norma, ha expresado FERRER SAMA, que "en

virtud de este precepto queda extendida la responsabilidad penal a titulo de

m
malversación de caudales a una serie de hechos en los que, en puridad doctrinal,

co
faltan los elementos medulares de tal delito, dando así lugar a la distinción entre la

a.
malversación en sentido estricto y lo que pudiera llamarse malversación impropia. Lo

am
que realmente se hace por la ley es convertir en malversación de caudales una

variedad de hechos que habrian de sancionarse, caso de faltar esta expresa


an
disposición legal, como atentados contra el patrimonio en ciertos supuestos y que
rp

quedarían impunes en otros" (65).


ju

La norma hace extensivas a los particulares las sanciones previstas para el


en

delito de peculado, cuando concurren especiales circunstancias, taxativamente

señaladas, y diferencia nítidamente dos situaciones: 1. que se hallaren encargados


.p

por cualquier concepto de fondos, rentas o efectos nacionales o municipales; y 2.


w

que se hallaren encargados por cualquier concepto de fondos, rentas o efectos


w

pertenecientes a un establecimiento de instrucción o de beneficencia.


w

Se trata en el primer supuesto, indudablemente, de la tutela de bienes de

carácter público cuya custodia, por razones de diversa índole, debe ser encargada a

personas que no ostentan la calidad de funcionarios públicos.


88

En el otro supuesto, por el contrario, estamos en presencia de bienes de

pertenencia privada a los que el legislador, en atención a la especial relevancia de

los mismos, ha estimado conveniente acordarles una protección extraordinaria.

Pese a que algunos juristas sostienen la inconveniencia de la incorporación de

este artículo a la ley (66), es nuestro parecer que está plenamente justificada. En

efecto, si la administración es la actividad funcional del Estado y como tal debe

m
prestar y controlar los servicios públicos, no perdiendo ese carácter cuando sea

co
necesario que los presten a los particulares, debe concluirse que los servicios de

a.
instrucción y de beneficencia (asistencia pública) son funciones ppuyucas del Estado

am
y éstos, por ende, son servicios públicos. No es de extrañar entonces, que el

legislador acuerde una protecci6n a los fondos previstos para fines.


an
En lo relativo a los establecimientos de instrucción y beneficencia, sostiene
rp

CUELLO CALON que "debe tenerse en cuenta que este precepto es aplicable
ju

solamente a los de carácter público, ya sean del Estado, de la Provincia y del


en

Municipio. Por tanto, este artículo no será aplicable a los caudales o fondos

pertenecientes a los establecimientos privados de enseñanza y a los de beneficencia


.p

particular, de modo que si los encargados de estos fondos los sustrajeran, no serán
w

penados corno culpables de un delito de malversación sino de un delito contra la


w

propiedad de los sancionados en el título XIII del libro segundo del Código Penal"
w

(67).

Con el profundo respeto que nos merece la autoridad del citado tratadista no

compartimos su criterio. La norma es aplicable únicamente a los establecimientos de

instrucción o beneficencia de carácter privado. Referida a los establecimientos


89

públicos sobraría la alusión, puesto que el hecho ilícito encuadraría en algunas de las

modalidades del delito de peculado contempladas en los preceptos legales ya

examinados sin necesidad de la existencia de una norma legal que realice

expresamente la extensión. Así lo ha entendido QUINTANO RIPOLLES (68) en el

Derecho español y la jurisprudencia del Tribunal Supremo de ese país (s. 11 de

enero de 1962).

m
Por otra parte, estimamos que la norma se refiere exclusivamente a los

co
establecimientos educativos y de asistencia social que sean instituciones de utilidad

a.
común. Una terpretación en sentido amplio, que comprenda todos los

am
establecimientos de índole privada que prestan estos servicios rebasaría la intención

del legislador y la finalidad práctica perseguida por la norma. Esto es así, porque los
an
establecimientos privados que se explotan como negocios en lugar de cumplir una
rp

función pública, constituyen una actividad eminentemente lucrativa dejando de existir


ju

en esos casos las razones que justifican esa especial protección que les acuerda la
en

norma comentada (69).

C. Aspecto Objetivo
.p

1. Sujeto activo
w

A diferencia de lo que ocurre en las diversas modalidades del delito de peculado


w

anteriormente comentadas, en las que el sujeto activo es un funcionario público, la


w

conducta típica de la norma extensiva es realizada por particulares, es decir, por

personas que no ostentan la calidad de servidores públicos.

Si bien se puede calificar el delito como "impropio", la calidad del sujeto activo

se encuentra limitada a un determinado número de personas: empleados particulares


90

que se hallaren encargados por cualquier concepto" de determinados bienes. Se

requiere en todo caso, la relación funcional, a que hicimos referencia al tratar el

peculado por apropiación entre el agente y los bienes que se encuentran bajo su

custodia.

Sería inexacto afirmar -algunos autores así lo han entendido- que la

equiparación confiere a estos particulares la calidad de funcionarios públicos. La ley

m
lo que hace es tratar a ciertos empleados particulares como si fueran funcionarios

co
públicos, tomando en consideración el carácter público de los fondos que se

a.
administran, o por la índole de los que siendo privados pertenecen a instituciones de

am
carácter particular que no son otros que las denominadas de “utilidad común” que

destinan su patrimonio a una determinada finalidad social, sin ánimo de lucro.


an
rp

2. Objeto Jurídico
ju

El objeto jurídico está constituido por el interés público en el normal


en

funcionamiento de la administración pública, ya que como hemos expresado, el

concepto moderno de ella comprende la finalidad expresa de prestar servicios


.p

públicos o de interés social y las instituciones a que se hace referencia en la norma


w

están destinadas a prestar algunos de estos servicios.


w

El objeto jurídico específico, también está representado en la seguridad de los


w

bienes de tales instituciones, y en el deber de fidelidad de sus empleados hacie el

patrimonio de las mismas instituciones, que para los efectos de esta norma, está

equiparado a bienes públicos.


91

3. Objeto material

El objeto material sobre el que recae la acción típica está expresado con la

fórmula “fondos, rentas o efectos”.

La única particularidad que presenta el objeto material en esta figura, consiste

en la diferencia que la norma realiza, por la índole de la pertenencia de los mismos,

entre los bienes de propiedad pública, ya sean nacionales o municipales, y bienes de

m
propiedad de los establecimientos privados, que norma se encarga de señalar en

co
forma taxativa.

a.
4. La conducta típica

am
No ofrece ninguna particularidad la conducta delictiva del agente, puesto que la

norma hace aplicable, a los fines allí previstos, las disposiciones de todo el capítulo,
an
por lo que deberá examinarse la conducta del sujeto activo conforme a la modalidad
rp

de peculado de que se trate.


ju
en

D. Aspecto Subjetivo

Lo dicho en el numeral anterior es aplicable a la dimensión subjetiva del delito,


.p

de suerte que en ese aspecto nos remitimos a lo tratado sobre el particular en los
w

apartes anteriores.
w

Sin embargo, es preciso establecer que el dolo característico de este delito


w

radica en el conocimiento de la existencia por parte del particular de los deberes con

respecto al Estado, dimanantes de los servicios por él organizados que vinculan

tanto al funcionario como al particular encargado de los mismos, y en la voluntad de

infringirlos.
92

“La buena fe y la creencia de que no se infringe especial -ha sostenido la

jurisprudencia del Tribunal Supremo de España- excluye la posibilidad del delito" (S.

de 7 de febrero de 1927).

m
co
a.
am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
93

NOTAS

1) SOLER, Sebastián. Derecho . . . pág. 170.


2) FERRER SAMA, Antonio. Ob, cit. pág. 180.
3) CUELLO CALON, Eugenio. Derecho Penal. Conforme al nuevo Código
Penal, texto refundido de 1944. Parte Especial. T. II. IV Edición. Bosch.
Barcelona, 1946. pág. 359.

m
4) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 3.
5) BERNAL PINZON, Jesús. Ob. Cit. pág. 19.

co
6) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 139.
7) BERNAL PINZON, Jesús. Ob. Cit. pág. 26.

a.
8) JIMENEZ HUERTA, Mariano. La Tipicidad. Editorial Porrúa. México, D.F.

am
1955. pág. 57.
9) MAGGIORE, Giuseppe. Ob.cit. pág. 150.
an
10) HUNGRIA, Nelson, citado por Bernal Pinzón, J. Ob. Cit. pág. 22.
11) CARRERA Daniel P., Peculado. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1968,
rp

Pág. 110.
12) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. cit. pág. 150.
ju

13) IBIDEM. pág. 151.


en

14) DEL ROSAL, Juan. Tratado de Derecho Penal Español. Parte General. Vol.
I. Imprenta Aguirre. Madrid, 1968. pág. 501.
.p

15) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. págs. 3-4.


w

16) JIMENEZ HUERTA, Mariano. Ob. Cit. págs. 68-69.


17) Citado por SUAREZ MONTES, Rodrigo Fabio. El Delito de Malversación de
w

Caudales Públicos. Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Junio,


w

1966. pág. 18.


18) RODRIGUEZ DEVESA, José María. El Hurto Propio. Publicaciones del
Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. Madrid, 1946. pág. 148.
(19) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 158.
(20) SOLER, Sebastián. Ob. Cit. pág. 182.
(21) MAGGIORE, Giuseppe. .Ob. Cit. pág. 158.
94

(22) IBIDEM, pág. 161.


(23) SUAREZ MONTES, Rodrigo Fabio. Ob. Cit. pág. 17.
(24) GROIZARD Alejandro. Código Penal de 1870. Tomo IV. Imprenta Esteban
Hnos. Salamanca, 1891. pág. 273.
(25) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 172.
(26) NUÑEZ, WELZEL, FRANK y MAURACH, citados por CARREA, Daniel. Ob.
cit. pág. 154.

m
(27) MAGGIORE, Giuseppe. Ob.cit. pág. 30.
(28) RANIERI, Silvio. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Tomo III. Edit.

co
Temi.s. Bogotá, 1975. págs. 249-250.
(29) CARRARA, Francesco. Programa de Curso de Derecho Criminal. Parte

a.
Especial. Vol VII. Edit. Depalma, Buenos Aires, 1948.

am
(30) RODRIGUEZ DEVESA, José María. Derecho Penal Español. Parte Especial.
Gráficas Carasa. Madrid, 1985. pág. 1137
an
(31) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 250.
(32) JIMENEZ HUERTA, Mariano. Ob. Cit. pág. 48.
rp

(33) CUELLO CALON, Eugenio. Ob. Cit. pág. 365.


(34) BERNAL PINZON, Jesús. Ob. Cit. pág. 38.
ju

(35) De acuerdo con esta posición: PACHECO OSORIO, Pedro. Derecho Penal
en

Especial. Tomo I. Segunda Edición. Editorial Temis, Bogotá, 1972. pág. 129.
(36) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. cit. pág. 173.
.p

(37) SOLER, Sebastián. Ob. Cit. pág. 185.


w

(38) RODRIGUEZ, Gustavo Humberto. El Peculado. Imprenta Departamental.


Tunja, 1956. pág. 117.
w

(39) FONTAN BALESTRA, Carlos. El Elemento Subjetivo del Delito. Roque


w

Depalma. Buenos Aires, 1957. pág. 120.


(40) SOLER, Sebastián. Ob.Cit. pág. 185.
(41) FONTAN BALESTRA, Carlos. El Elemento... pág. 123.
(42) IBIDEM, pág. 130.
(43) DEL ROSAL, Juan. Tratado... pág. 435.
(44) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 156.
95

(45) IBIDEM, pág. 163.


(46) CUELLO CALON, Eugenio. Ob. Cit. pág. 367.
(47) PACHECO OSORIO, Pedro. Ob. Cit. pág. 143.
(48) VIADA, Salvador. Código Penal de 1870. Editor Fernando Fe. Madrid, 1870.
II. Edición, pág. 67.
(49) FERRER SAMA, Antonio. Ob. Cit. Pág. 196.
(50) LABATUT GLENA, Gustavo. Derecho Penal. Tomo II. Parte Especial.

m
Editorial Jurídica de Chile. Santiago, 1969. pág. 153.
(51) SOLER, Sebastián. Ob.Cit. pág. 184.

co
(52) FERRER SAMA, Antonio. Ob.Cit. pág. 197.
(53) SUAREZ MONTES, Rodrigo Fabio. Ob.Cit. pág. 50-51.

a.
(54) Sentencias de 22 de mayo de 1962 y 4 de abril de 1964.

am
(55) BERNAL PINZON, Jesús. Ob.Cit. pág. 10.
(56) GROIZARD, Alejandro. Ob.Cit. pág. 289.
an
(57) RODRIGUEZ DEVESA, José María. Derecho Penal Español. Parte Especial.
Ediciones Castilla, S.A. Valladolid, 1968. pág. 980.
rp

(58) SOLER, Sebastián. Ob.Cit. pág. 170.


(59) CUELLO CALON, Eugenio. Ob. Cit. pág. 369; FERRER SAMA, Antonio. Ob.
ju

Cit. Pág. 199; SOLER, Sebastián. Ob. Cit. pág. 179; y BERNAL PINZON,
en

Jesús Ob.Cit. pág. 14.


(60) CUELLO CALON, Eugenio. Ob. Cit. pág. 369.
.p

(61) SUAREZ MONTES, Rodrigo Fabio. Ob.Cit. pág. 33.


w

(62) SOLER, Sebastián. Ob.Cit. pág. 170.


(63) CUELLO CALON, Eugenio. Ob.Cit. págs. 370-371.
w

(64) FERRER SAMA, Antonio. Ob. Cit. pág. 200.


w

(65) IBIDEM, págs. 201-202.


(66) SOLER, Sebastián. Ob.Cit. pág. 174.
(67) CUELLO CALON, Eugenio. Ob.Cit. págs. 371-372.
(68) QUINTANO RIPOLLES, Antonio. Comentarios al Código Penal. Editorial
Revista de Derecho Privado. Madrid, 1966. págs. 725-726.
96

Capítulo Tercero

DE LA CONCUNSIÓN

I. ASPECTOS GENERALES
A. NORMA Y NATURALEZA JURÍDICA
B. CONCEPTO GENERICO DE CONCUSIÓN

m
II. ASPECTO OBJETIVO
A. OBJETO JURÍDICO

co
B. OBJETO MATERIAL

a.
C. SUJETO ACTIVO
1. Generalidades

am
2. Concepto de funcionario público
3. Significado y alcance de la expresión “abusando de sus
an
funciones”.
D. SUJETO PASIVO
rp

E. CONDUCTA TIPICA
1. Modalidades de la conducta
ju

a. Significado y alcance del concepto “constreñir”.


en

b. Significado y alcance del concepto “persuadir”


c. Significado de la expresión “aprovecharse del error ajeno”.
.p

2. La entrega o la promesa indebida de dinero o provechos de


w

cualquier clase.
III. ASPECTO SUBJETIVO
w

IV. FASES EJECUTIVAS


w

V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
97

l. ASPECTOS GENERALES

A. La Norma

m
Entre los delitos que atacan el normal funcionamiento de la administración

co
Pública, el delito de concusión posee destacada autonomía.

a.
El delito de concusión ha sido descrito y sancionado en el artículo 159 del

am
Código Penal, que establece lo siguiente:

"Artículo 159. El funcionario público que, abusando de sus


funciones, constriña a alguien a dar o prometer
an
indebidamente, a él mismo o a un tercero, dinero o provechos
de cualquier clase, será castigado con interdicción perpetua
de ejercer funciones públicas, reclusión de uno a siete años, y
rp

multa de cincuenta a trescientos balboas.


ju

Si la suma o provecho indebidamente dados fueren de poca


significación, la pena será de reclusión por seis a cuarenta
en

meses, y la interdicción de cinco años.

Si para cometer el delito de que trata este artículo, no usare el


.p

funcionario público sino de la persuación, la pena será la


señalada en el inciso que precede.
w

La reclusión será de un mes a un año, recibir alguno lo que no


w

se le debía no aprovecharse del error ajeno".


w

El tipo penal describe la figura básica en el primer párrafo del artículo 159 del

Código Penal, destinando los párrafos segundo y tercero a la regulación de

circunstancias de atenuación específica, y el párrafo final a la descripción de la figura

denominada "concusión por aprovechamiento del error ajeno".


98

B. Concepto Generico De Concusion

El término concusión, del latín "concutere", expresa la idea de sacudir un árbol

para hacer caer sus frutos y recogerlos (1).

La conducta antijurídica que importa el vocablo refiere la violencia empleada

contra otro, para obtener de éste un beneficio indebido.

m
Para MAGGIORE, caracteriza a la concusión "el hecho del funcionario público

co
que, abusando de su calidad o de sus funciones, constriñe o induce a alguno a dar o

a.
prometer indebidamente, a él o a un tercero, dinero u otra utilidad" (2).

am
Tomando en cuenta lo anterior, podemos afirmar que mediante la concusión se

tipifica el hecho de obtener dinero o provechos de otros, mediante la amenaza de un


an
acto de autoridad pública (metu publicae potestatis), en donde la esencia del delito
rp

guarda estrecha relación con el hecno de que el miedo al poder público sea la causa
ju

directa por la cual el particular se allane a las pretensiones del funcionario venal.
en

Se ha conceptuado que la esencia de la concusión no se aparta del contenido

propio de la extorsión. De aqui que la antigua doctrina consideráse, según la clásica


.p

expresión de FARINACCIO, que "Commi ttitur concussio quando quis, in officio


w

constitutus, aliquid a subditis per metum extorquet”. De conformidad a este punto de


w

vista, la concusión supone una extorsión cometida mediante el abuso de autoridad,


w

por parte de un sujeto investido de funciones públicas, y que tiene por víctima al

particular que se encuentra imposibilitado de resistir frente al poder arbitrariamente

ejercido (3).
99

La autonomía con que las modernas legislaciones han tratado la materia hace

que esta semejanza carezca de trascendencia práctica. Y así, frente al tipo penal

propio del delito de concusión se advierte la repercusión de la conducta al vulnerar el

recto funcionamiento de la Administración Pública, y el examen de los elementos

característicos que integran la figura hace irrelevante toda ulterior referencia con la

figura autónoma de la extorsión.

m
co
II. ASPECTO OBJETIVO

a.
A. Objeto Jurídico

am
Mediante la incriminación del delito de concusión, se protege el interés de la

administración pública en la probidad y fidelidad del funcionario público, que se ve


an
gravemente comprometido por el comportamiento antijurídico de éste. Al mismo
rp

tiempo, se tutela el interés "de que la libertad de consentimiento de los particulares


ju

quede ilesa al tratar con los órganos de la administración pública" (4). Se está en
en

presencia, entonces, de un delito complejo que ataca diversos bienes Jurídicos, pues

al lado de afectar el normal desenvolvimiento de la administración pública, vulnera la


.p

libertad y el patrimonio de los particulares. El Código Penal ha destacado, sin


w

embargo, la importancia del ataque a la administración pública, tomando en cuenta


w

su prioridad jerárquica en la escala de los bienes jurídicos, para la cual los bienes
w

estatales prevalecen sobre los intereses individuales.

Finalmente, cabe advertir que la tutela penal propia del tipo penal en estudio, no

está representada por la administración pública en su conjunto. Antes bien, la tutela

específica otorgada por la norma se refiere a la conservación y observancia de los


100

deberes de probidad de los servidores públicos, para que el ejercicio de la función

pública sea legítimo, de modo que dichos servidores no abusen de las funciones a

ellos encomendadas para infundir temor a los particulares y obtener de ellos

provechos o utilidades.

B. Objeto Material

El objeto material del delito es la persona que sufre el constreñimiento o la

m
persuación por parte del funcionario público, y puede ser tanto la persona que sufre

co
directamente la conducta, como la que, llegado el caso, soporta el daño (5).

a.
am
C. Sujeto Activo

1. Generalidades
an
Sujeto activo del delito de concusión es el funcionario Público que abusando de
rp

sus funciones constriñe o persuade a alquien a dar o prometer indebidamente, a él


ju

mismo o a un tercero, dinero o provechos de cualquier naturaleza. Se trata,


en

entonces, de un delito propio o especial, en el que la calidad de funcionario público

es un elemento constitutivo del tipo. Así, el sujeto activo del delito debe ser
.p

necesariamente un servidor público, sin que ello implique descartar que los
w

particulares puedan participar en el delito (6).


w

En efecto, quien no ostente la calidad de funcionario público puede, de hecho,


w

participar de la comisión del delito, pues si bien la conclusión requiere ser ejecutada

por el servidor público (intraneus), ello no excluye que en el delito puedan ser

inductores o cómplices, y tener, en fin, participación accesoria a la conducta principal

del intraneus, otras personas (extraneus) que no tengan ese carácter.


101

Es conveniente destacar, además, que el delito de concusión es una figura que

se integra con la concurrencia necesaria de otra persona particular, uno de los

sujetos pasivos, cuya conducta constituye, en alguna de las formas que asume la

figura, su momento consumativo. Esta conducta del sujeto pasivo no es penalmente

sanciónada, porque la tutela de su interés es una de las razones de la incriminación

del sujeto activo, como ocurre en otras figuras como la estafa y la extorsión (7).

m
co
2. Concepto de funcionario público

a.
Como ha sido señalado en el Capítulo Primero, el concept de funcionario

am
público, a efectos penales, se encuentra en el artículo 183 del Código Penal, el cual

caracteriza como tal a todo individuo investigo de funciones públicas, aún


an
transitorias, que tenga por objeto el servicio de la Nación o del Municipio, y se
rp

asimilan al concepto los jurados, peritos y testigos durante el tiempo en que deban
ju

ejercer sus funciones.


en

En tal sentido, para la ley penal, funcionario público no es únicamente el

servidor que desempeña un cargo público, sino tambien toda persona que partlclpe
.p

del ejercicio de la función publica. De aquí que, en nuestra ley penal, la participación
w

de la función pública es consubstancial al concepto de funcionario público.


w

3. Significado y alcance de la expresión “abusando de sus


w

funciones”.

Vinculado al carácter de funcionario público que ostenta el sujeto activo del

delito de concusión, el precepto contenido en el artículo 159 del Código Penal

establece, mediante la expresión "abusando de sus funciones", un elemento


102

normativo del tipo penal, que destaca el desvalor de la conducta, en cuanto ella

implica la extralimitación de la competencia funcional.

El hecho del delito, por lo que atañe a la conducta de constreñir o persuadir,

dirigida a la obtención de una dádiva indebida, significa de por sí un despliegue de

actividad funcional marcada por el sello de la antijuridicidad. De aquí que el elemento

normativo tenga por función reclacar la injusta actuación del funcionario público y

m
delimitar el sentido de su acción funcional.

co
Al recalcar el contenido antijurídico, la expresión "abusando de sus funciones"

a.
indica claramente que no basta para la comisión del delito que se abuse

am
genéricamente de la calidad de funcionario público, lo que hace suponer que se

restringe la ejecución del delito a los supuestos en que el funcionario obra dentro
an
competencia funcional.
rp

Ocurre el abuso de las funciones cuando el funcionario público se vale de su


ju

ejercicio y de su competencia, pero excediéndose en los límites señalados por la ley.


en

Será necesario por tanto, que se establezca de un modo fehaciente la relación

causal que surge entre el abuso de las funciones o la persuación (efecto).


.p

D. Sujeto Pasivo
w

El sujeto pasivo de este delito lo es el Estado, respecto de la violación del


w

normal funcionamiento de la Administración pública, y también cualquier particular en


w

cuanto a la ofensa inferida a su libertad de consentimiento y su patrimonio.

E. Conducta Tipica

1. Modalidades de conducta

a. Constreñir.
103

Con el verbo "constreñir", se describe la conducta a tijurídica contenida en el

delito básico, previsto en el primer párrafo del artículo 159 del Código Penal.

El núcleo del tipo penal, constreñir, supone el empleo de la violencia, física o

moral, a través de la cual el sujeto activo ve ce la voluntad de la víctima para

determinarla a dar o a prometer el dinero o la indebida prestación. En tal sentido, es

equivalente a obligar.

m
Como acertadamente afirma MAGGIORE, en el delito de concusión, la violencia

co
física solo es relevante, cuando determina una violencia moral, una coacción basada

a.
en el temor al poder público (8), toda vez que si para obtener la ilícita prestación el

am
agente hace uso solamente de la violencia física (privada), al faltar el importante

elemento del temor al poder público, no se estaría en presencia del delito de,
an
concusión, aun cuando la conducta pueda ser sancionada a título de extorsión o de
rp

robo.
ju

La norma no establece los medios a través de los cuales el agente constriñe al


en

sujeto pasivo, por lo que cabe aceptar que el mismo puede ser verbal, real o

simbólico (9).
.p
w

b) Persuadir
w

A diferencia de lo que ocurre en otras legislaciones, como la italiana, en las


w

cuales las conductas de constreñir y persuadir aparecen reguladas en forma

alternativa, con idéntico significado incluso en lo que respecta al intérvalo penal, en el

párrafo tercero del artículo 159 del Código Penal se erige un tipo privilegiado para el
104

caso de que el agente, para cometer el delito, haga uso de la persuación en lugar del

constreñimiento.

Desde un punto de vista conceptual, el término persuadir significa inducir,

instigar, convencer, esto es, dirigir el entendimiento e inclinar la voluntad de la

víctima en el sentido de dar o prometer lo que de ella quiere obtener el funcionario

venal.

m
La distinción entre las modalidades de constreñir y persuadir, entendida la

co
primera como obligar o exigir, y la segunda como inducir o instigar, ha dado lugar a

a.
una clasificación de la concusión, elaborada por la doctrina penal, tomando como

am
base las formas a través de las cuales puede ser realizado el tipo penal, por una

parte constriñendo (concusión explícita), y por otra persuadiendo (concusión


an
implícita). En este sentido expresa CARRARA que la concusión es explícita cuando
rp

el funcionario amenaza con un acto de poder, y es implícita cuando el funcionario


ju

hace creer a la víctima que está en el deber de darle la indebida prestación. Y afirma:
en

"en ambos casos hay autoridad por fines de lucro, pero en el primero el abuso es

manifiesto, y en el segundo es oculto (10), por lo que la distinción hace referencia


.p

unicamente al medio utilizado para "lograr el acto de disposición patrimonial del


w

sujeto.pasivo" (11). MAGGIORE, por su parte, prefiere denominarlas "concusión


w

violenta" y "concusión fraudulenta"(12).


w

Todos los medios son aptos para que se realice la persuación, expresos o

tácitos, y como expresa MAGGIORE, "no se excluye ni el silencio, cuando el agente

tenía el deber de hablar, pues este delito puede cometerse también por omisión"

(13). En tal sentido, el uso de la violencia o de la instigación es un elemento


105

fundamental para diferenciar la concusión de la corrupción, figura ésta contemplada

en los artículos 160 y 161 del Código Penal y en la que se ausenta dicho elemento al

requerir la norma del acuerdo de voluntades, toda vez que en la corrupción el

particular interviene con el funcionario público en la comisión del delito y es también

sujeto activo del mismo. En la concusión, por el contrario, el particular es sujeto

pasivo del, hecho punible.

m
c) Recibir, aprovechándose del error ajeno.

co
Precisa advertir que la conducta incriminada en el ultimo párrafo del artículo 159

a.
del Código Penal, por la que se sanciona al funcionario público que al recibir lo que

am
no se le debía, no hizo daño sino aprovecharse del error ajeno, y que aparece como

un tipo privilegiado, es extraña a la objetividad jurídica tutelada en el delito de


an
concusión.
rp

MAGGIORE destaca que en esta figura no hay ninguna actividad del agente
ju

para entrar en posesión de las cosas, sino simplemente el aprovecharse del error
en

ajeno preexistente (14). De la misma forma se pronuncia MANZINI cuando recalca la

impropiedad de su regulación dentro del capítulo de la concusión, al señalar que en


.p

esta conducta “falta toda actividad del sujeto para entrar en posesión del dinero o de
w

la otra utilidad" (15). BERNAL PINZON, reconociendo la acertada regulación que de


w

esta modalidad delictiva se hace en el Código Penal italiano de 1930, afirma que "es
w

equivocada la colocación del artículo dentro del capítulo de la concusión, ya que

entre las dos figuras existen diferencias sustanciales, haciendo que el delito que

ahora examinamos tenga mayores similitudes con el “peculado”; por lo que creemos

que debe colocarse en ese capítulo y no en el de la concusión" (16) y, por tal razón,
106

este autor trata el delito dentro del estudio que hace del peculado. P su parte,

PACHECO OSORIO y ARENAS, luego de destacar la incorrecta ubicación de la

modalidad, la denominan concusión impropia (17), y concusión negativa (18),

respectivamente.

Ahora bien, sucede que la modalidad del aprovechamiento del error ajeno es

sancionada como delito contra la Administración Pública por cuando precisa proteger

m
la integridad de la administración cuando la misma es lesionada por la actuación

co
venal del servidor público que, aprovechándose del error ajeno, recibe aquello que

a.
no se le debía, y en tal sentido, el normal funcionamiento de la Administración

am
Pública se ve lesionado por la deshonesta conducta del funcionario. Sin embargo, a

diferencia de los párrafos primero y tercero del artículo 159 del Código Penal, en el
an
párrafo final no se requiere que el sujeto activo realice actividad alguna tendiente a
rp

que el sujeto pasivo realice la entrega. Cabe señalar no obstante, que en las tres
ju

conductas descritas en el artículo 15 se sanciona a los funcionarios públicos que


en

obtienen para sí una utilidad o beneficio indebido, ya sea constriñendo,

persuadiendo, aprovechándose del error ajeno.


.p

En nuestro concepto, si bien las figuras establecidas por el artículo 159 del
w

Código Penal se identifican en cuanto al bien jurídico afectado, la Administración


w

Pública, y en el sujeto activo del delito, a saber, el funcionario público, además del
w

hecho de que se trata del pago o entrega de una indebida prestación, la diferencia

entre la modalidad del aprovechamiento del error ajeno con las otras formas de

concusión presentadas como modalidades de constreñir y persuadir, debe hallarse

en el elemento esencial de la concusión, que ha sido tradicionalmente admitido por la


107

doctrina, como lo es el temor al poder público, que se ausenta en el caso del

aprovechamiento por error ajeno, toda vez que el sujeto pasico en esta caso realiza

la entrega por error, al poder público, como ocurre en los casos de constreñir y

persuadir.

En este orden de ideas, estimamos que la inclusión de esta conducta dentro del

delito de concusión no es la ubicación más recomendable, tratándose de un

m
aprovechamiento patrimonial indebido que puede ser abarcado dentro de las

co
conductas de peculado, tal y como ha sido regulada la figura en el Código Penal

a.
italiano vigente, aun cuando, sin lugar a dudar, puedan presentarse también que “se

am
distingue del peculado, no solo subjetivamente, en cuanto el agente se aprovecha del

error del sujeto pasivo, sino también sobre cualquier utilidad”(19).


an
El verbo rector o núcleo del tipo penal se encuentra determinado por la
rp

expresión recibir, cuyo significado no es otro que tomar lo que se le da. En tal
ju

sentido, el sujeto activo no realiza ninguna conducta tendiente a provocar la entrega


en

de la utilidad por parte del sujeto pasivo. En este mismo sentido se pronuncia,

MAGGIORE, al analizar el aspecto gramatical del verbo, caundo afirma que el mismo
.p

debe entenderse como "tomar a su cargo una cosa; sin desarrollar ninguna iniciativa"
w

(20).
w

Al disponer la norma que el sujeto activo recibe se le debía", esta expresión


w

debe entenderse como un dispositivo propio que adiciona al núcleo del tipo penal con

un elemento normativo, que tiñe de desvalor el mero hecho de recibir, calificándolo y

transformándolo en una recepción indebida e ilegítima, pues el funcionario público,

como tal, únicamente debe recibir aquello que la ley expresamente le permite.
108

La deficiente construcción del tipo permite que los elementos que lo integran se

entrecrucen y conecten indistintamente. Ello explica que el "error ajeno", elemento

valorativo que condiciona el acto de "recibir lo que no se le debía", afecte también al

elemento subjetivo “aprovecharse”.

El error ajeno desempeña en el tipo un papel muy importante, y es quizás el

elemento capital, toda vez que cualifica la entrega y la recepción de la utilidad. Por

m
error debe entenderse la falsa creencia que hay en el sujeto pasivo de que debe

co
remunerar los servicios del funcionario.

a.
2. La entrega o la promesa indebida de dinero o provechos de

am
cualquier naturaleza

Objeto de éstas, es el dinero o los provechos de cualquier naturaleza.


an
La entrega o la promesa deben ser hechas indebidamente. Si el dinero o la
rp

utilidad fueren debidos, entonces el funcionario público podría estar en su derecho de


ju

exigir lo que se le debe, utilizando para ello las vías legales. Para efectos penales, es
en

importante determinar el delito que comete el servidor público que para el cobro de

una obligación se vale de su poder público. Para MAGGIORE, si lo dado o prometido


.p

se debía al funcionario público como persona privada, o a un tercero, el delito


w

subsiste (21). Sobre el particular, CARRARA había advertido que el hecho podría ser
w

imputado como abuso de autoridad, pero nunca a título de concusión (22). Nosotros
w

estimamos que la posisición de CARRARA es acertada, cuenta habida de la

necesaria actuación dentro de sus propios límites de competencia funcional que en el

supuesto de la concusión permite establecer una relación causal entre el abuso de

las funciones y la conducta del funcionario venal al constreñir o persuadir. En este


109

orden de ideas, además, el uso del adverbio indebidamente tiene como finalidad

calificar el título objetivo de la entrega o la promesa, toda vez que, referido a la

conducta establecida en el tipo penal, sería pleonástico y su inclusión sería innecesa-

ria, a no ser que normativo se refiera exactamente a la calificación aquí anotada.

Mediante la expresión "provechos de cualquier clase", se asimila cualquier

ventaja material o moral, patrimonial o no patrimonial, que represente algún valor

m
para el funcionario público.

co
Cuando el tipo penal señala que el beneficiario puede ser un tercero, está

a.
indicando que el mismo puede ser también otra persona distinta a él, una persona

am
privada, natural o jurídica, u otro servidor público, pero no el Estado ni otra persona

de Derecho Público toda vez que cuando el funcionario público logra que la
an
Administración reciba lo que no se le debe incurrirá en abuso de autoridad, pero no
rp

en concusión.
ju

III. ASPECTO SUBJETIVO


en

El delito de concusión es doloso, requiere de conciencia y voluntad de

constreñir, persuadir o recibir lo entregado por error, abarcando el dolo los elementos
.p

típicos de cada modalidad. No es admisible su realización culposa, conforme a la


w

previsión contenida en el artículo 43 del Código Penal.


w

Por lo que corresponde a la conducta prevista en el último párrafo del artículo


w

159, precisa advertir que la noción de aprovecharse guarda vínculos estrechos con el

aspecto subjetivo del delito, tomando en cuenta que significa beneficiarse, sacar

ganancia o ventaja, en este caso, del error ajeno. Este aprovechamiento no es

perceptible como movimiento que altere el mundo exterior, sino que constituye un
110

elemento subjetivo-personal especial que, al decir de WELZEL, tiñe “el contenido

ético-social de la acción en determinado sentido” (23), y dota de sentido al dolo.

IV. FASES EJECUTIVAS.

La concusión es un delito de resultado material, y por tanto requiere, para su

consumación, la verificación de un resultado posterior a la conducta del funcionario.

m
En los casos en que la conducta consiste en constreñir o persuadir, la

co
consumación se verifica en el momento obedeciendo a la coacción ejercida por el

a.
funcionario público, ha dado o prometido. Obtenido alguno de estos resultados, el

am
delito es perfecto.

En lo que atañe a la conducta contenida en el último párrafo el artículo 159, el


an
delito se consuma en el momento en que el recibe lo que no se le debía,
rp

aprovechándose del error ajeno.


ju

La concusión, en consecuencia, es un delito con iter criminis fraccionable, por lo


en

que son admisible todas las formas imperfectas en todos aquellos casos en que el

sujeto pasivo no se allane o someta a las pretensiones del sujeto activo.


.p
w

V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
w

El tipo básico se sanciona con pena de reclusión de uno a siete años, y multa
w

de cincuenta a trescientos balboas. Este intervalo penal permite al juzgador acordar

la pena tomando en cuenta factores tales como la gravedad de la lesión a la

Administración Pública, como también la índole del perjuicio causado al sujeto

pasivo.
111

Como consecuencia de la conducta venal del servidor público, y por haber

defraudado la confianza de la Administración, se impone al autor la sanción de

interdicción perpetua para el ejercicio.

Al lado del tipo básico, se han erigido otros tipos privilegiados en atención a la

gravedad del elemento material (cuando la conducta consiste en persuadir), la menor

entidad del daño (Cuando la suma o provecho indebidamente dados o prometidos

m
fueren significación), y la menor entidad del grado de culpabilidad (aprovechamiento

co
del error ajeno). En los dos primeros casos, la pena se reduce a reclusión por seis a

a.
cuarenta meses y la interdicción será por cinco años, y en el último caso, la pena

am
será de reclusión de un mes a un año.an
NOTAS
rp
ju

(1) CARRARA, Francesco. Ob. Cit. No. 2566.


(2) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 180.
en

(3) RAMOS MEJIA, Enrique. El delito de concusión. Ediciones Depalma, Buenos


Aires, 1963, pag. 53.
.p

(4) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 182.


w

(5) RENIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 264.


w

(6) NUÑEZ, Ricardo. "Derecho, ………”, VII, pág. 134.


(7) RAMOS MEJIA, Enrique. "El delito ….......", pág. 54-55.
w

(8) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 184.


(9) BERNAL PINZON, Jesús. Ob. Cit. pág. 68
(10) CARRARA, Francesco. Ob. Cit. No. 2572.
(11) BERNAL PINZON. Jesus. Ob. Cit. pág. 68.
(12) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág.. 183.
112

(13) IBIDEM, pág. 185.


(14) IBIDEM, pág. 178.
(15) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit. pág. 196.
(16) BERNAL PINZON, Jesús. Ob. Cit., pág. 53.
(17) PACHECO OSORIO, Pedro. Ob. Cit. pág. 178.
(18) ARENAS, Antonio Vicente. "Cometarios al Código Penal Colombiano". Parte
Especial. Segunda Edición. Tomo I. Editorial A.B.C. Bogotá, 1969. pág. 124.

m
(19) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 178.
(20) IBIDEM, pág. 179.

co
(21) IBIDEM, pág. 187.
(22) CARRARA, Francesco. Ob. Cit. No. 2570.

a.
(23) WELZEL, Hans. "Derecho Penal Alemán”. Parte General. Editorial Jurídica de

am
Chile. Santiago, 1976, pág. 113. an
rp
ju
en
.p
w
w
w
113

Capítulo Cuarto

DE LA CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS PUBLICOS

I. ASPECTOS GENERALES
A) CONCEPTO Y NATURALEZA JURIDICA
B) DIFERENTES

m
C) DIFERENCIAS ENTRE LA CONCUSION Y LA CORRUPCIÓN DE

co
FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
II. CORRUPCIÓN IMPROPIA

a.
A) LA NORMA

am
B) ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto jurídico
2. Sujeto activo
an
3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica
rp

C) ASPECTO SUBJETIVO
ju

D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
en

III. CORRUPCIÓN PROPIA


.p

A) LA NORMA
B) ASPECTO OBJETIVO
w

1. Objeto jurídico
w

2. Sujeto activo
w

3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica
C) ASPECTO SUBJETIVO
D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
IV. INDUCCIÓN A LA CORRUPCIÖN
114

A) LA NORMA Y NATURALEZA JURIDICA


B) ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto jurídico
2. Objeto material
3. Sujeto activo
4. Sujeto pasivo
5. La conducta típica

m
C) ASPECTO SUBJETIVO
D) FASES EJECUTIVAS

co
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD.

a.
am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
115

I. ASPECTOS GENERALES

A. Concepto y Naturaleza Jurídica

Con el término de corrupción de funcionarios públicos, nuestro Código

denomina la figura delictiva que los romanos llamaron crimen repetundarum, que los

m
ingleses llaman bribery, los españoles cohecho, los portugueses peita, suborno y

corrupcao, y que en el antiguo derecho italiano se denominó barataria o baratteria,

co
con lo cual se expresó el tráfico de justicia que se hacía por dinero (1).

a.
Desde un punto de vista conceptual, indica MAGGIORE que que la corrupción.

am
"es la aceptación hecha por un funcionario público para sí o para un tercero, de una

retribución no debida, dada o prometida para cumplir, omitir o retardar un acto de su


an
cargo” (2).
rp

La doctrina moderna incluye el delito de corrupción, atendiendo a los sujetos


ju

que intervienen en el hecho delictivo, entre los denominados delitos plurisubjetivos,


en

habida cuenta de que la conducta debe ser realizada necesariamente por dos o más

personas, en contraposición a aquellos en donde la pluralidad de sujetos activos no


.p

es elemento constitutivo del tipo, y que, por lo mismo, se denominan delitos


w

monosubjetivos o individuales. Y más específicamente se ha recalcado la naturaleza


w

bilateral de este delito, en el sentido de que para su integración es siempre necesario


w

el concurso, de dos personas (corruptor y corrompido), las cuales habrán de ser

consideradas como coautores.


116

B. Diferentes Especies de Corrupción

Las diversas especies de los delitos de corrupción de funcionarios públicos se

encuentran sancionadas en el Código Penal panameño en los artículos 160, 161 y

162, que regulan, respectivamente, los delitos de corrupción impropia y la corrupción

propia y la inducción a la corrupción, ubicados en el Capítulo III del Título VI, del

Libro Segundo del Código.

m
Por lo que se refiere al delito de corrupción, nuestro Código Penal distingue

co
entre corrupción propia e impropia, atendiendo el acto que realiza el funcionario

a.
venal. Así, se estará en presencia de corrupción propia cuando el acto que se

am
compra es contrario a los deberes del funcionario, o cuando el fin consiste en

retardar u omitir un acto propio del cargo (Art. 161), y se estará en presencia de
an
corrupción impropia cuando el acto es de aquellos que el funcionario debe ejecutar
rp

en el desempeño de sus funciones (Art. 161).


ju

En otras legislaciones se distingue entre corrupción activa y pasiva, la primera


en

de las cuales se configura cuando el funcionario público se deja corromper al recibir

o aceptar promesas, y la segunda, cuando el particular (extraneus) corrompe al


.p

funcionario (intraneus), dando u ofreciendo.


w

La doctrina ha reconocido poco valor a esta última clasificación, porque la


w

experiencia ha demostrado que con frecuencia el funcionario aparentemente


w

corrompido es, por el contrario, el solicitador del tráfico ilícito, siendo inútil

preguntarse a qué te debe atribuírse la la ejecución del delito.


117

C. La Concusión y La Corrupción de funcionarios Públicos

El criterio diferenciador entre la concusión y la corrupción de funcionarios

públicos radica fundamentalmente en la posición que asumen los dos sujetos que

intervienen en la comisión del delito.

En la corrupción hay un pleno acuerdo entre el funcionario público y el

particular. Ambos se encuentran en un plano de igualdad para pactar la comisión del

m
ilícito, y ello explica el carácter bilateral de este delito.

co
En la concusión, por el contrario, no existe ese plano de igualdad, sino una

a.
manifiesta superioridad por parte del funcionario público, en el sentido de que su

am
conducta se encamina a coartar (constriñendo o induciendo) la voluntad del que da o

promete, quien es una víctima del funcionario público, es decir, sujeto pasivo del
an
delito. La concusión, a diferencia de la corrupción, tiene naturaleza unilateral.
rp

En la corrupción el que da o promete no es víctima del funcionario, ni es sujeto


ju

pasivo, sino que del delito.


en

Finalmente, en la concusión, el funcionario exige; en cambio en la corrupción

acepta.
.p

II. CORRUPCIÓN IMPROPIA


w

A. La Norma
w

El delito de corrupción impropia se encuentra descrito y sancionado en el


w

artículo 160 del Código Penal panameño, que es del tenor siguiente:

"Artículo 160: El funcionario público que ya por su propia


cuenta, ya por cuenta de un tercero; reciba por un acto de sus
funciones, en dinero o en especie, una retribución que no se le
debe, o que acepte promesa de hacerle un pago o entrega de
ese género, será castigado con reclusión por un mes a un año,
118

interdicción de uno a dos años de ejercer funciones públicas y


multa de diez a doscientos balboas".

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

Desde un punto de vista el delito ataca el normal desenvolvimiento de la

administración pública y su recto funcionamiento, como es común en todas las

m
formas delictivas que vulneran la administración pública. La corrupción impropia, sin

co
embargo, específicamente lesiona tan importante objetividad jurídica en lo que se

a.
refiere a la integridad de los actos de los servidores públicos, que sufre menoscabo

cuando la realización del acto está condicionada por un beneficio patrimonial ilícito.

am
Aquí no se sanciona la venalidad en sentido propio, porque en esta hipótesis de
an
corrupción el funcionario público no viola sus deberes funcionales, sino, como

acertadamente denota MANZINI "la avidez que humilla el ejercicio de las funciones
rp

públicas, ofendiendo su decoro exterior y difundiendo la sospecha y la desconfianza


ju

entre el público" (3).


en

Se arguye, con toda razón, que de no reprimirse la aceptación ilícita de


.p

remuneraciones, se favorecería escandalosamente la propagación de las figuras más


w

graves de corrupción, pues la concurrencia que surgirian entre los particulares


w

interesados y los funcionarios llevaría fatalmente a las parcialidades, es decir, a los


w

actos ilégítimos.
119

2. Sujeto activo.

Como se ha afirrmado, el delito de corrupción es una figura plurisubjetiva, y

como tal, la conducta debe ser realizada de modo necesario por dos o mas

personas.

De esta forma, sujetos activos del delito son tanto el funcionario público que

recibe la retribución o acepta la promesa, como el particular que da o promete, si

m
bien en virtud de expresas disposiciones de la ley, estas personas son castigadas

co
por distinto título de delito (corrupción pasiva y corrupción activa).

a.
En efecto, la conducta del sujeto que induce al funcionario público se encuentra

am
delimitada y sancionada en el artículo 162 del Código Penal.

3. Sujeto Pasivo
an
El sujeto pasivo de esta infracción es siempre y exclusivamente el Estado, que
rp

obra a través de los órganos de administración pública, que resulta ofendida con el
ju

comportamiento ilícito del funcionario público que de ella depende.


en

A diferencia del delito de concusión en el que el particular se encuentra en la

posición de sujeto pasivo al ser constreñido o persuadido, en el delito de corrupción


.p

el particular que interviene en la comisión del hecho ilícito es sujeto activo del mismo.
w

4. Conducta
w

La conducta realizada por el funcionario público consiste en recibir, en dinero o


w

en especie, una retribución que no se debe, con el fin de realizar un acto propio de

sus funciones, o en aceptar la promesa de esta retribución. La conducta antijurídica

realizada por el funcionario debe ser correlativamente completada con la del

particular que da o promete la retribución (4).


120

De esta forma, el tipo penal presenta dos modalidades de conducta, por una

parte recibir, y una relación de alternatividad.

La conducta supone que el funcionario público realice un acto propio de sus

funciones públicas. Si el acto es contrario a dichas funciones, se estará en presencia

de la figura contemplada en el artículo 161 del Código Penal (corrupción propia).

m
Se entenderá que el acto que realiza el funcionario público es “propio de sus

co
funciones” cuando por Ley se encuentra facultado para realizarlo, y por ende, dicho

acto debe estar comprendido dentro de los límites de su competencia funcional.

a.
Debe tratarse siempre de actos determinados en su escencia específica, pues

am
ello es inherente al elemento de la "retribución", un solo acto o de una serie de actos.
an
La pluralidad de éstos no tiene relevancia alguna, si ha habido una sola retribución.

Resulta igualmente irrelevante que se trate de un acto definitivo o revocable, o que


rp

esté sujeto a impugnación.


ju

Es también indiferente la cualidad específica y la importancia del acto por el que


en

se ha dado o prometido la retribución (5).


.p

Por otra parte, la configuración del tipo penal requiere que el funcionario público
w

reciba por su propia cuenta o por cuenta de un tercero alguna retribución en dinero o
w

en especie o acepte su promesa.


w

El dinero o la dádiva en especie debe, pues, tener el carácter de retribución. El

concepto de retribución, a su vez, contiene un elemento objetivo y un elemento

subjetivo. Desde un punto de vista objetivo, debe existir una relación directa entre el

acto del funcionario público y la retribución; y en su aspecto subjetivo, es "menester


121

que el particular, por medio de la dádiva o de la promesa, tenga el objeto de pagar al

funcionario público por la realización del acto, y correlativamente, que el funcionario

público, al recibir la dádiva o al aceptar la promesa, tenga el propósito de vender el

acto propio de su competencia funcional.

De otra parte, la retribución dada o prometida debe ser indebida. Mediante la

m
expresión "que no se le debe", la norma establece la característica de antijuridicidad

propia de la retribución. En todo caso, será ilícita la dádiva cuando la misma no se

co
encuentre prevista la Ley, es decir, "si está en oposición con alguna norma jurídica

a.
que no le conceda al funcionario la facultad de recibir y al particular la de dar" (6).

am
C. Aspecto Subjetivo

Para que se configure el elemento subjetivo del delito es suficiente el dolo


an
génerico, que consiste en la conciencia y voluntad del funcionario público de recibir
rp

dádivas o de aceptar promesas remuneratorias indebidas, para la realización de un


ju

acto que debe ejecutar en el desempeño de las funciones inherentes a su cargo. De


en

forma correlativa, en el particular debe existir la conciencia y voluntad de dar o

prometer la remuneración al funcionario público, para que éste realice el acto propio
.p

de su función. Este acuerdo de voluntades en relación a la remuneración del acto es


w

una característica esencial del dolo.


w
w

Es irrelevante el hecho de que el funcionario público se proponga no realizar el

acto, ya que el acepta la retribución o la promesa.

La ignorancia o el error del funcionario público de recibir o aceptar la promesa o

la retribución por un acto inherente a sus funciones excluye para él el dolo (7).
122

D. Fases Ejecutivas

En opinión de MANZINI la corrupción es delito de lesión, en la "violación del

deber para con la administración pública" constituye el daño requerido para el

perfeccionamiento del ilícito (8).

RAINIERI, por su parte, advierte que en este delito hay que distinguir las dos

m
hipótesis que presenta la conducta con que se describe el mismo, es decir, cuando la

conducta del funcionario consiste en "recibir", de aquella otra que consiste en

co
"aceptar promesa" de retribución.

a.
En el primer caso estaremos en presencia de un delito de resultado, el cual

am
consiste en el hecho de recibir el funcionario la retribución, ya que con la tradición de

la cosa se perfecciona el delito, independientemente de que se cumpla o no el acto


an
que debió realizar el funcionario.
rp

En la hipótesis de aceptación de la promesa, en cambio, la figura criminosa es


ju

de mera conducta, pues para su perfeccionamiento es suficiente con que solo se


en

verifique la conducta, en este caso la simple aceptación de la promesa (9).

La consumación de este delito se verifica en el momento en que el funcionario


.p

público recibe la retribución (en dinero o en especie o acepta la promesa de ella, ya


w

sea por su propia cuenta o por cuenta de un tercero.


w
w

En la hipótesis de la promesa aceptada, para estos efectos, es irrelevante que

la promesa se cumpla, pues el acuerdo de voluntades consuma el delito. En tal

sentido se manifiesta MAGGIORE, cuando afirma: "No importa que la retribución

prometida se pague posteriormente, pues este delito queda consumado al

perfeccionarse el contrato ilícito (acuerdo de voluntades)" (10).


123

El problema que mayores dificultades presenta en el examen de la corrupción

de funcionarios públicos, es el concerniente a la determinación de la admisibilidad de

la tentativa.

Resulta necesario precisar, sin embargo, que solo interesa plantear el problema

en relación con la conducta del funcionario público y no con la del particular, pues la

de éste se resuelve en base al artículo 162 del Código Penal. En efecto, en dicho

m
precepto se sanciona como delito (consumado) la conducta del sujeto que "persuada

co
un funcionario público para que cometa uno de los delitos previstos en los artículo

a.
160 (corrupción impropia) y 161 (corrupción propia)". Por tanto, resulta evidente que

am
no existe impedimento alguno para sancionar como tentativa de este delito la

conducta de quien "intenta persuadir a un funcionario público a la corrupción, sin


an
lograrlo". Siendo esta precisamente la actividad ilícita que desplegaría el particular en
rp

el delito de corrupción de funcionario público, que podría ser considerada como


ju

tentativa.
en

Para encontrarle una adecuada solución al problema en lo que respecta al

funcionario público es necesario diferenciar las dos conductas alternativas que


.p

consuman el delito.
w

Es evidente que en cuanto a la conducta que consiste en la "aceptación de la


w

promesa", es suficiente que el funcionario haya aceptado; basta con el simple


w

acuerdo de voluntades para que el delito se encuentre consumado, se está en

presencia de un delito sin resultado (de mera conducta), no siendo posible, por tanto,

que se configure la tentativa.


124

En principio, no ocurriría lo mismo cuando la conducta consiste en “recibir una

retribución en dinero o especie", pues en este caso, como dejamos expuesto, se

hace necesaria la tradición de la cosa (objeto material del delito), para que este

pueda darse por consumado. En este caso, tratándose de un delito de resultado,

cuya conducta es por tanto fraccionable, no cabría la menor duda de que la tentativa

sería posible. Sucede, sin embargo, que la tentativa, al tenor de lo dispuesto en el

m
artículo 61 del Código Penal, exige "un principio de ejecución del hecho punible" y

co
tratándose de un delito bilateral, que requiere para su consumación la existencia de

a.
dos conductas convergentes, la del funcionario público y la del particular, lo que

am
podría caracterizar la tentativa de "recibir una retribución", supondría necesariamente

la "aceptación de su promesa", hecho este que por sí solo consumaría el delito al


an
constituir una de las conductas alternativas descritas en el artículo 160 del Código
rp

Penal.
ju

Por las razones expuestas, concluímos que la corrupción de funcionario público


en

no admite tentativa, sin que tal afirmación que la conducta del funcionario no pueda

ser sancionada como tentativa del delito de concusión previsto en el artículo 159 del
.p

Código Penal, por lo menos en lo que se refiere a la conducta de "persuación o


w

"inducción", a que nos hemos referido en el Capítulo anterior, en todos aquellos


w

casos en que el particular rehuse aceptar el acuerdo que le proponga el funcionario


w

público.

En lo que concierne a la participación delictiva, en este delito encuentran

aplicación las normas generales, salvo en lo que respecta al sujeto corruptor y sus

cómplices, los cuales serán incriminados en base a la norma que consagra la


125

corrupción activa (art. 162 del Código Penal), como más adelante tendremos

oportunidad de examinar.

E. Determinación de la Penalidad

La sanción aplicable al funcionario público por el delito de corrupción impropia

es de reclusión por un mes a un año, interdicción de uno a dos años de ejercer

m
funciones públicas y multa de diez a doscientos balboas. Se trata de penas

co
copulativas, porque aunque sean principales y de diversa naturaleza, todas deben

a.
ser impuestas al agente (11).

am
En lo que atañe a la pena de interdicción de funciones públicas, toda vez que se

impone como principal, empezará a correr desde el día en que la sentencia quede
an
ejecutoriada (artículo 39 del Código Penal).
rp

En todos los casos de corrupción de funcionarios públicos, por disposición


ju

expresa del artículo 163 del Código Penal, se decretará el comiso de los dineros u
en

objetos recibidos. La pena de comiso, de conformidad con lo preceptuado en el

artículo 28 del Código Penal, es una pena accesoria que "consiste en la adjudicación
.p

al Estado de ciertos objetos que sirvieron para cometer el delito o que son fruto de
w

él".
w

III. CORRUPCIÓN PROPIA


w

A. La Norma

El delito de corrupción propia se encuentra sancionado en el artículo 161 del

Código Penal, que es del tenor siguiente:

"Artículo 161. El funcionario público que, para retardar u omrtir


un acto de sus funciones, o para ejecutar un acto contrario a los
126

deberes de estas, reciba o haga que se le prometa dinero u


otros objetos, sea para el mismo o para otros, será castigado
con reclusión por cuatro a cuarenta meses, interdicción de
cinco años para ejercer funciones públicas y multa de veinte a
quinientos balboas.

La reclusión será de dos a seis años, si el acto cometido tiene


por resultado:
a) Conferir empleos públicos, o subsidios, o hacer consentir
contratos en que esté interesada la administración a que
pertenece el funcionario público;

m
b) Procurar provecho o causar perjuicio a un litigante o a un
inculpado, en un proceso civil o criminal.

co
La reclusión será de tres a diez años, y la multa será de
doscientos a mil balboas, si el acto tiene por consecuencia una
sentencia de condenación a una pena restrictiva de la libertad

a.
superior a un año".

am
El primer párrafo de la norma transcrita describe el tipo básico y los párrafos

siguientes establecen circunstancias agravantes especiales, atendiendo a las


an
consecuencias del acto realizado por el funcionario público.
rp
ju

B. Aspecto Objetivo
en

1. Objeto jurídico

Como es común a todas las formas de los delitos contra la Administración


.p

Pública, el bien jurídico está representado por el normal y recto funcionamiento de


w

tan importante función. Desde un punto de vista específico, la administración pública


w

se ve afectada de un modo grave cuando el funcionario público ejecuta un acto


w

extraño a su competencia funcional, o cuando retarda u omite un acto de sus

funciones, por razón de una remuneración ilícita. Mientras en la corrupción impropia

el funcionario viola el deber de probidad inherente a sus funciones, al recibir

retribución por un acto de su cargo, en la corrupción propia el funcionario no sólo


127

vulnera dichos deberes sino que traiciona su mandato al realizar un acto contrario a

las funciones a su cargo. Por ello, entre ambas figuras existe una objetividad

específica distinta, que al decir de MAGGIORE "justifica el mayor rigor de la ley" (12),

lo que se aprecia en la escala de penalidad.

2. Sujeto activo

Al igual que en el delito de corrupción impropia, en " la figura descrita por el

m
artículo 161 del Código Penal se está en presencia de un delito plurisubjetivo.

co
Sujetos activos del delito son, tanto el funcionario que recibe la retribución o acepta

a.
la promesa, como el particular que da o promete, si bien la conducta de éste quedará

am
delimitada para los fines de la pena en el artículo 162 del Código Penal, como

dejamos expuesto al examinar la corrupción impropia.


an
3. Sujeto pasivo.
rp

En el delito de corrupción propia, el sujeto pasivo del delito es el Estado, como


ju

titular del bien jurídico.


en

4. La conducta típica.

La conducta del funcionario público consiste en recibi o hacer que se le


.p

prometa, para sí o para otros, dinero u otros objetos, para retardar u omitir un acto
w

propio de las funciones inherentes al cargo que desempeña, o para ejecutar un acto
w

contrario de los deberes de su cargo.


w

La norma presenta dos modalidades de conducta que consisten en recibir i en

hacer que se le prometa la ilícita retribución.

La conducta supone que dicha retribución tiene por objeto que el funcionario

público retarde u omita un acto propio (legítimo) de las funciones inherentes al cargo
128

público que desempeña, o bien, la finalidad de que el servidor público ejecute un acto

contrario (ilegítimo) a los deberes de su cargo.

A pesar de que una de las modalidades de la conducta punible se describe con

la expresión "hacer que se le prometa", tal actividad no debe ser entendida como una

iniciativa de parte del funcionario público que consista en constreñir o inducir al

particular a la promesa o entrega, porque en tal caso estaríamos en presencia del

m
delito de concusión.

co
Tanto el retardo como la omisión implican lógicamente la legitimidad del acto, y

a.
por tanto, la competencia funcional del agente, puesto que no se pueden retardar u

am
omitir sino aquellos actos que el funcionario está obligado a cumplir o realizar dentro

de los términos previstos por la ley (13).


an
"Retardar", equivale a no realizar el acto debido dentro del término prescrito u
rp

oportuno, con lo cual se ven lesionados severamente los efectos que debe surtir el
ju

acto.
en

"Omitir", significa no hacer, por lo que el funcionario público deja de hacer un

acto inherente a los deberes funcionales del cargo, que debe realizar sin solicitud ni
.p

mandato (14).
w

Mediante la expresión "acto contrario a los deberes", la norma se refiere a todo


w

acto extraño a la competencia funcional, y, por tanto, ilegítimo. "Es dable afirmar que
w

un acto es contrario a los deberes del cargo -enseña RANIERI- cuando está en

contraste con las normas que regulan el desarrollo de las funciones del cargo" o

también si se trata de un acto discrecional "cuando es distinto de aquel que hubiera


129

sido si el sujeto hubiera obrado con imparcialidad, justicia y respeto del fin para el

cual le ha sido conferido el poder" (15).

C. Aspecto Subjetivo

El delito de corrupción propia requiere de la conciencia y voluntad del

funcionario público de recibir dádivas o de aceptar promesas remuneratorias

indebidas, para retardar u omitir un acto de sus funciones, o para ejecutar un acto

m
contrario a sus deberes funcionales. En consecuencia, de la forma que se encuentra

co
estructurado el tipo penal, al elemento subjetivo general de la conciencia y voluntad,

a.
se añade una especial finalidad, como lo es el retardar u omitir, o bien ejecutar el

am
acto ilícito, por lo que es menester que esta especial finalidad integre el elemento

subjetivo, caracterizando el dolo específico.


an
D. Fases Ejecutivas
rp

El momento consumativo del delito tiene lugar al momento en que el funcionario


ju

recibe o hace prometer la retribución, de la misma forma en que fue establecido en la


en

figura de la corrupción impropia.

En igual forma son válidas, en lo que respecta a las formas imperfectas de


.p

ejecución, las afirmaciones que hicimos al examinar la corrupción impropia.


w

Cabría preguntarse, no obstante, ¿cómo debe solucionarse el problema que se


w

presenta cuando la omisión o el retardo constituyen, por sí mismos delitos? Así, por
w

ejemplo, ocurre en la hipótesis prevista en el artículo 168 del Código Penal, que

prevé como figura delictiva autónoma la conducta del funcionario que, "habiendo

tenido conocimiento en el ejercicio de sus funciones, de la ejecución de un hecho

punible que dé lugar a un procedimiento de oficio, omita dar cuenta de ello a la


130

autoridad competente". La mayoría de la doctrina prohija la tesis de que en estos

casos existe un concurso material de delito.

E. Determinación de la Penalidad

La sanción aplicable al funcionario público por el delito de corrupción propia es

de reclusión por cuatro a cuarenta meses, interdicción por cinco años para ejercer

m
funciones públicas y multa de veinte a quinientos balboas.

co
Consagra además la norma una serie de circunstancias agravantes especiales,

a.
si de la corrupción del funcionario público, para omitir o retardar un acto del cargo o

am
para realizar un acto contrario a los deberes del mismo, se derivan determinados

resultados. En efecto, la reclusión será de dos a seis años cuando el acto tenga por
an
consecuencia:
rp

1) la concesión indebida de empleos públicos, o subsidios, o estipular contratos


ju

en que esté interesada la administración de que forma parte, el funcionario público.


en

2) ó también el provecho o el perjuicio a un litigante o a un inculpado, en un

proceso civil o criminal.


.p

De otra parte, si el acto tiene por consecuencia una sentencia condenatoria a


w

una pena restrictiva de la libertad superior aun año, la reclusión será de tres a diez
w

años.
w

Estas circunstancias tienen carácter objetivo, puesto que afectan a la gravedad

del daño y para su aplicabilidad es necesario que el efecto se haya verificado

realmente (16).
131

La conducta del particular (extraneus) se sanciona de conformidad con lo

dispuesto en el artículo 162 del Código Penal, como será analizado en el siguiente

apartado.

IV. INDUCCIÓN A LA CORRUPCIÓN

m
A. La Norma y Naturaleza Jurídica

El delito de inducción a la corrupción de un funcionario público se encuentra

co
sancionado en el artículo 162 del Código Penal, que establece lo siguiente:

a.
"Artículo 162. El que persuada a un funcionario público para
que cometa uno de los delitos previstos en los artículos

am
precedentes, será castigado, en los casos del artículo 160, con
multa de diez a doscientos balboas, y en el caso del artículo
161, con la pena que éste señala".
an
En el examen de la norma transcrita, el problema que mayores dificultades
rp

presenta al intérprete, es el concerniente a la determinación de la naturaleza jurídica


ju

de la misma.
en

Al iniciar el estudio de las diversas figuras de corrupción de funcionarios

públicos, hicimos referencia a la distinción entre corrupción activa y corrupción


.p

pasiva, expresando que en la primera se hace referencia a la conducta del


w

funcionario que se deja corromper y "recibe" o "acepta promesa", en tanto que la


w

segunda hipótesis contemplaría la conducta del particular corruptor (extraneus) que


w

"diere" u "ofreciere" la remuneración ilícita.

Más que preocuparse de establecer de dónde parte la iniciativa para el acuerdo

ilícito, gran parte de la doctrina ha pretendido ver en esta distinción la confirmación

de la opinión de quienes impugnan la tesis de la unidad del delito, y que afirman que
132

tanto la corrupción pasiva, como la corrupción activa, estructuran dos figuras

autónomas de delitos.

Compartimos el criterio de que la corrupción de funcionarios públicos es un

delito plurisubjetivo bilateral, caracterizado por el hecho de para su integración se

requiere de la intervención de una pluralidad de agentes como elemento esencial de

la figura típica (concurso necesario). En tal sentido, el particular que corrompe no es

m
más que un partícipe necesario del funcionario público que se deja corromper, y

co
como tal podría ser sancionado con la pena que corresponde al delito, en base a las

a.
normas extensivas de la participación criminal, a que aluden los artículos 63 y 64 del

am
Código Penal.

Siendo ello así, es evidente que resultaría innecesaria la existencia de una


an
disposición especial encaminada exclusivamente a señalar la pena que corresponde
rp

al sujeto corruptor en las diversas figuras de corrupción, y podría tener mayor sentido
ju

la idea de que la norma consagrada en el artículo 162 del Código Penal tiene por
en

objeto no dejar impune la conducta del particular que instiga al funcionario público a

la corrupción, sin lograrlo, puesto que sin la existencia de este tipo penal exceptum,
.p

no habría sido posible incriminar esta conducta, ni siquiera como tentativa, porque
w

esta requiere de un principio de ejecución del delito, que indudablemente faltaría en


w

una instigación no acogida.


w

En apoyo de esta última tesis podría arguirse, además, que en el artículo 162 no

se alude a la conducta del que "da" u "ofrece", o la del que "persuada", que como

más adelante tendremos oportunidad de verificar, constituye, un verbo rector que


133

permite aún mayor amplitud de las conductas de autoría que pueden ser abarcadas

por este tipo penal.

Sucede, sin embargo, que es posible dudar de si las normas sobre la

participación criminal se extienden también al necesario, en cuyo caso podría

estimarse que la sanción de la conducta del particular conforme a los tipos que

consagran las figuras que son denominadas corrupción pasiva (arts. 160 y 161 del

m
Código Penal), atentaría contra el principio de estricta legalidad, por lo que no queda

co
otra alternativa que la de aceptar que lo 162 del Código Penal establece el régimen

a.
penal del sujeto corruptor.

am
Así entendidas las cosas, la norma transcrita consagra una figura necesitada de

complementación, cuyos elementos se integran atendiendo a los tipos penales


an
descritos en los artículos 160 y 161, permitiendo de esta manera extender la
rp

punibilidad o la sanción al otro sujeto que interviene en la relación delictiva.


ju

B. Aspecto Objetivo
en

1. Objeto Jurídico

La conducta de persuadir a la corrupción vulnera el nor mal desenvolvimiento de


.p

la administración pública, en lo que corresponde a la lesión causada por el particular


w

sobre tan importante bien, cuando persuade a un funcionario público a que realice un
w

acto en menoscabo de la probidad y rectitud de las funciones que desempeña.


w

2. Objeto material.

El objeto material de este delito es la persona del funcionario público, a la que la

conducta, mediata o inmediatamente, se dirige para persuadirlo a realizar un acto del

cargo, o a ejecutar un acto contrario a los deberes del mismo (17).


134

3. Sujeto activo

El delito requiere necesariamente la concurrencia de dos sujetos activos, por

una parte, el que persuade, y por la otra, el funcionario público que se deja persuadir,

y que será sancionado por el delito de corrupción, ya sea, propia o impropia.

A pesar de que con frecuencia al referirnos al corruptor aludimos al "extraneus"

o al "particular", la expresión "el que" utilizada por la ley al describir el tipo penal,

m
indica que el sujeto activo que persuade puede ser cualquiera persona e incluso un

co
funcionario público, que induce a la corrupción a otro funcionario público, siempre y

a.
cuando no cometa también él ese delito.

am
4. Sujeto pasivo

No ofrece particularidades el sujeto pasivo en este delito, siendo por ello


an
aplicable cuanto dejamos expuesto a este respecto al examinar las otras figuras de
rp

corrupción.
ju

5. La conducta típica
en

La conducta consiste en persuadir a un funcionario público a cometer uno de los

delitos previstos en los artículos 160 y 161 del Código Penal. Es preciso, por tanto,
.p

que el autor determine al funcionario público a la corrupción, lo que constituye un


w

resultado material.
w

"Persuadir" es sinónimo de convencer, inducir o instigar, al funcionario público


w

para que reciba o acepte promesa remuneratoria que se obliga a realizar.

Dentro del amplio concepto de persuadir es posible captar no sólo las conductas

dar o prometer una remuneración ilícita, sino además, cualesquiera otras que logren

hacer surgir en el funcionario público, la determinación de cometer el delito.


135

La persuasión debe referirse a un acto determinado y que ha de realizar el

funcionario público.

C. Aspecto Subjetivo

El delito es doloso, requiere de la conciencia y voluntad del agente de persuadir

al funcionario público a realizar alguna de las conductas descritas en los artículos

m
160 y 161 del Código Penal.

co
a.
D. Fases Ejecutivas

am
El delito se consuma en el momento en que el sujeto corruptor persuade al

funcionario público a realizar alguna de las conductas descritas en los artículos 160 y
an
161 del Código Penal.
rp

Es posible la incriminación a título de tentativa, en todos aquellos casos en que


ju

el funcionario público no se deje persuadir.


en

E. Determinación de la Penalidad
.p

La sanción que corresponde al sujeto que persuade a la corrupción es multa de


w

diez a doscientos balboas, cuando la conducta a que el funcionario se obliga es la


w

prevista en el artículo 160, y si se trata de la conducta descrita en el 161, se aplicará


w

la misma pena que este precepto consagra para el funcionario público. Resulta

evidente que la diferente gravedad de los hechos, justifica el mayor rigor de la

sanción en la última hipótesis.


136

Cabe recalcar, finalmente, que la conducta del funcionario público es objeto de

sanción en base a los artículos 160 y 161, ya citados.

NOTAS

(1) CARRARA. Franceso. Ob. Cit. No. 2543


(2) MAGGIORE. Giuseppe. Ob. Cit. pág. 189.

m
(3) MANZINI. Vincenzo. Ob. Cit. pág. 237.

co
(4) BERNAL PINZON. Jesús. Ob. Cit. pág.
(5) MANZINI. Vincenzo. Ob. Cit. pág. 241

a.
(6) RANIERI. Silvio. Ob. Cit. Pág. 272.

am
(7) IBIDEM. pág. 273.
(8) Ob. Cit. págs. 250-251.
(9) RANIERI. Silvi, Ob. Cit. pág. 272.
an
(10) Ob. Cit. pág. 197.
(11) MUÑOZ. Campo Elías y GUERRA DE VILLALAZ. Aura E., "Derecho Penal
rp

Panameño". Parte General. Segunda Edición. Ediciones Panama Viejo.


ju

Panamá. 1980. pág. 402.


en

(12) Ob. Cit. pág. 199.


(13) MANZINI. Vincenzo. Ob. Cit. pág. 260.
.p

(14) MAGGIONER. Giuseppe Ob. Cit. pág. 199.


(15) RANIERI. Silvio. Ob. Cit. pág. 274.
w

(16) IBIDEM. pág. 279.


w

(17) IBIDEM. pág. 281.


w
137

Capítulo Quinto

DE LOS ABUSOS DE AUTORIDAD E INFRACCIONES DE

LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS

I. ABUSO INOMINADO DE AUTORIDAD


A) LA NORMA
B) ASPECTO OBJETIVO

m
1. Objeto jurídico
2. Sujeto activo

co
3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica

a.
C) ASPECTO SUBJETIVO

am
D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
an
II. EXCITACIÓN A LA DESOBEDIENCIA DE LAS LEYES O LAS
PROVIDENCIAS DE LA AUTORIDAD
rp

A) ASPECTO OBJETIVO
ju

1. Objeto jurídico
2. Objeto materiaI
en

3. Sujeto activo
.p

4. La conducta típica
B) ASPECTO SUBJETIVO
w

C) FASES EJECUTIVAS
w

D) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
w

III. INTERES PRIVADO EN ACTOS OFICIALES


A) LA NORMA
B) ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto jurídico
138

2. Objeto material
3. Sujeto activo
4. La conducta típica
C) ASPECTO SUBJETIVO.
D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
V. OMISIÓN DE OFICIALES

m
A) LA NORMA
B) ASPECTO OBJETIVO

co
1. Objeto jurídico
2. Sujeto activo

a.
3. Sujeto pasivo

am
4. Conducta típica
C) ASPECTO SUBJETIVO
an
D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACION DE LA PENALIDAD
rp

VI. OMISIÓN DE DENUNCIAR UN DELITO


A) LA NORMA
ju

B) ASPECTO OBJETIVO
en

1. Objeto jurídico
2. Sujeto activo
.p

3. La conducta típica
w

C) ASPECTO SUBJETIVO
D) FASES EJECUTIVAS
w

E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
w

VII. ABANDONO DEL CARGO


A) LA NORMA
B) ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto jurídico
2. Sujeto activo
3. Sujeto pasivo
139

4. La conducta típica
C) ASPECTO SUBJETIVO
D) FASES EJECUTIVAS
E) DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD

m
co
a.
am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
140

Capítulo Quinto

DE LOS ABUSOS DE AUTORIDAD E INFRACCIONES DE

LOS DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

m
co
I. ABUSO INNOMINADO DE AUTORIDAD

a.
A. La Norma

am
El abuso innominado de autoridad se encuentra descrito y sancionado por el

artículo 164 del Código Penal panameño, cuyo tenor es el siguiente:


an
"Artículo 164. El funcionario público que, abusando de
sus funciones, ordene o cometa en detrimento de alguien
rp

un acto arbitrario cualquiera no clasificado especialmente


en la ley penal, será castigado con prisión de diez días a
nueve meses.
ju

Con la misma pena se castigará al funcionario que, en


ejercicio de sus funciones, excite a alguien a
en

desobedecer las leyes o las providencias de la


autoridad".
.p

El primer párrafo describe el delito de "abuso innominado de autoridad", y el


w

segundo trata de la "excitación a la desobediencia de las leyes o las providencias de


w
w

la autoridad", que será examinada en el siguiente aparte.

El delito de abuso innominado de autoridad, tal como se encuentra descrito en

nuestro Código Penal, posee una naturaleza genérica y subsidiaria, habida cuenta

que la norma sanciona los abusos cometidos por los funcionarios, cuando los

mismos no hayan sido regulados de una forma especial por otras leyes penales.
141

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

Mediante la incriminación del abuso innominado de autoridad, la ley penal

protege el interés del Estado en preservar el recto ejercicio de la función pública, que

se ve lesionado por los actos de los funcionarios realizados en abuso del poder

público y en detrimento de las personas. En consecuencia, la norma protege la

m
función pública, previniendo que ésta no sea utilizada por los funcionarios para la

co
comisión de hechos ilegítimos en perjuicio de los derechos reconocidos por las leyes

a.
a los particulares. Por ello, como afirma FONTAN BALESTRA, "el bien jurídico

am
tutelado es, genéricamente, la administración Pública. Específicamente, estos

delitos persiguen garantizar la regularidad y especialmente la legalidad de los actos


an
de los funcionarios en las actividades propias de su cargo, cuyas violaciones no son
rp

castigadas por otras disposiciones legales" (1).


ju

2. Sujeto activo
en

Sujeto activo del delito sólo puede serlo el funcionario público. Se está en

presencia, entonces, de un delito especial o propio, en el cual la calidad de


.p

funcionario público propia del agente es un elemento integrante del tipo penal, ello
w

sin perjuicio de la participación accesoria de particulares, de acuerdo con los


w

principios generales (2).


w

La calidad de funcionario público representa una condición objetiva propia del

autor, y constituye un presupuesto indispensable para la realización del tipo, que

determina la autoridad, las facultades, poderes y medios inherentes al cargo, a partir

de los cuales se realiza el abuso de funciones.


142

La señalada condición de funcionario público, unida a un acto abusivo, no basta

para satisfacer las exigencias del artículo 164 en estudio. Se requiere, además, que

el autor actúe como funcionario. Los hechos cumplidos fuera de sus funciones, no

constituyen abuso de autoridad. Mal podría hablarse en estos casos de relación

funcional, porque se trata de hechos ilícitos, y conductas de esa naturaleza no

pueden ser propias de ninguna función (3).

m
3. Sujeto pasivo

co
Sujeto pasivo del delito es el Estado, como titular del interés de preservar el

a.
cumplimiento regular y legal de los actos de la administración pública. No cabe duda

am
que con esta conducta se lesionan a su vez los derechos de los particulares, quienes

aparecen como perjudicados por el hecho punible.


an
4. La conducta típica
rp

La conducta típica consiste en ordenar o cometer, en detrimento de alguien, un


ju

acto arbitrario cualquiera no clasificado especialmente en la ley penal, realizado


en

mediante el abuso de funciones públicas.

La estructura del tipo penal permite advertir que se está en presencia de una
.p

norma penal en blanco, que debe ser integrada necesariamente por las normas de
w

Derecho Público que determinan la legalidad de los actos de los servidores públicos.
w

La conducta presenta dos modalidades, que consisten en ordenar o cometer el


w

acto arbitrario, las cuales se presentan de forma alternativa.

Por ordenar debe entenderse la acción de dictar o decretar la medida arbitraria,

y por cometer, debe entenderse la ejecución de la misma.


143

En lo atinente al acto arbitrario, es necesario que el mismo se produzca cuando

el funcionario público actúa como tal. Los actos ordenados o ejecutados fuera de sus

funciones pueden constituir actos ilícitos, pero carecerán de la connotación propia del

abuso. Por ello advierte NUÑEZ que "El abuso de autoridad no es, por consiguiente,

una extralimitación funcional en el sentido extensivo, sino que es un mal uso de la

autoridad dentro de la propia función. Lo primero es una usurpación de funciones. El

m
abuso de autoridad tampoco es uso errado o inconveniente del poder que se tiene

co
dentro de la propia función, sino el uso de un poder que, con arreglo a la Constitución

a.
o la ley, la propia función no atribuye" (4).

am
Es oportuno señalar, además, que por lo que corresponde al acto ilegal, su

contenido antijurídico depende de que el mismo sea contrario a la ley en sentido


an
formal o bien, porque el acto es improcedente en concreto, desde un punto de vista
rp

sustancial, aunque sea posible en Derecho (5).


ju

Para lograr una especial connotación del acto ilegal, el tipo establece un
en

elemento negativo el cual destaca el carácter subsidiario de la norma, mediante la

expresión "cualquiera no clasificado especialmente en la ley penal". Si el acto


.p

abusivo se encuentra previsto en otra norma, prevalecerá ésta, en consonancia con


w

el principio de especialidad.
w

La norma penal presenta un elemento normativo del tipo, delimitado en la


w

expresión "abusando de sus funciones", por la cual debe entenderse, al decir de

MAGGIORE, "el uso ilegítimo de las facultades, poderes y medios inherentes al

cargo del funcionario público, y en general toda conducta contraria a sus deberes"

(6).
144

De otra parte, el tipo penal establece que el acto debe ser realizado en

detrimento de alguna persona que, como se ha señalado al momento de examen del

sujeto pasivo, aparece como perjudicado por el delito. En consecuencia, el acto debe

ser ordenado o cometido en perjuicio de alguna persona, natural o jurídica, que

aparece como el destinatario del acto arbitrario.

m
C. Aspecto Subjetivo

El delito es doloso, y como tal requiere de la conciencia y voluntad de ordenar o

co
cometer, en detrimento de alguien, el acto arbitrario. "El dolo -expresa FONTAN

a.
BALESTRA- debe abarcar el conocimiento de la ilegalidad de las resoluciones u

am
órdenes que se dictan, transmiten o ejecutan" (7).

D. Fases Ejecutivas
an
El momento consumativo del delito ocurre cuando se ordena o se comete el
rp

acto abusivo en detrimento de alguien, y sin que sea necesario que haya causado
ju

daño al sujeto pasivo.


en

En todos aquellos casos en que la ejecución del delito pueda verificarse en

varios actos, será admisible la tentativa, "cuando la actividad del agente pueda ser
.p

detenida por razones independientes de su voluntad, antes que se haya efectuado el


w

último acto que hubiera realizado el hecho abusivo" (8).


w
w

E. Determinación de la Penalidad

La sanción por este delito es de prisión de diez días a nueve meses.


145

II. EXCITACION A LA DESOBEDIENCIA DE LAS LEYES O LAS

PROVIDENCIAS LA AUTORIDAD

A. Aspecto Objetivo

El delito de excitación a la desobediencia de las leyes o las providencias de la

autoridad se encuentra sancionado en el párrafo final del artículo 164 del Código

Penal.

m
1. Objeto Jurídico

co
Mediante este delito se tutela el normal desenvolvimiento de la administración

a.
pública, que resulta vulnerado cuando los propios servidores públicos llaman a la

am
desobediencia de las leyes o las providencias de la autoridad.

2. Objeto material
an
El objeto material de este delito lo constituye la persona o las personas que
rp

deben percibir el llamado a la desobediencia, y en cuya sique pueda producir su


ju

efecto.
en

Para la existencia de este delito es indiferente que la conducta delictiva esté

dirigida a una persona determinada o hacia un número indeterminado de personas,


.p

ya que no se requiere el elemento de la publicidad.


w

3. Sujeto activo
w

Sujeto activo del delito es el funcionario público, y es necesario que el mismo


w

realice su conducta al momento en que ejerce el cargo público.


146

4. La conducta típica

La conducta consiste en el acto del funcionario público que, en ejercicio de sus

funciones, excite a alguien a desobedecer las leyes o las providencias de la

autoridad.

El verbo rector excitar, hace referencia al llamado que realiza el funcionario

público para la desobediencia de las leyes o las providencias de la autoridad, el cual

m
puede ser verbal o escrito, y aún a través de signos o gestos, dada la formulación

co
amplia del tipo. El llamado del agente es a cualquier persona, incluso puede ser a

a.
otros funcionarios públicos, y tiene por tendencia que estos incumplan la ley o las

am
providencias de la autoridad. El llamado debe ser idóneo, y como tal, debe tratarse

de una excitación seria a la desobediencia.


an
B. Aspecto Subjetivo
rp

La excitación a la desobediencia de las leyes o las providencias de la autoridad


ju

es un delito doloso, que requiere de la conciencia y voluntad del agente en excitar a


en

otro a desobedecer las leyes o las providencias de la autoridad. No es menester que

en el agente concurra un fin especial, por lo que es suficiente para la debida


.p

integración del elemento subjetivo, la presencia del dolo genérico.


w

El dolo en este delito puede ser excluido por la creencia de ejercitar un derecho
w

propio.
w

C. Fases Ejecutivas

El momento consumativo del delito se tiene al instante en que el funcionario

público realiza la excitación a la desobediencia y esta es percibida por una o más


147

personas, sin que sea necesario que el destinatario del llamado desobedezca la ley o

las providencias de la autoridad.

La percepción de la excitación es el resultado del delito.

Es admisible la tentativa en todos aquellos "casos en que la instigación no llega

a la persona" a quien fue dirigida, por razones independientes de la voluntad del

agente.

m
co
D. Determinación de la Penalidad

La sanción por este delito es la misma del abuso innominado de autoridad, es

a.
decir, prisión de diez días a nueve meses.

III. INTERÉS PRIVADO EN ACTOS OFICIALES


am
an
A. La Norma

El delito de interés privado en actos oficiales, se encuentra descrito y


rp

sancionado en el artículo 165 del Código Penal, que establece lo siguiente:


ju

"Artículo 165. Será castigado con reclusión por veinte días


en

a cuarenta meses y multa de diez a doscientos balboas, el


funcionario público que, directamente o por medio de actos
simulados, se procure un provecho personal en cualquier
.p

acto de la administración pública a que pertenece".


w

B. Aspecto Objetivo
w

1. Objeto jurídico
w

El bien jurídico que se protege en este delito lo constituye él interés del Estado

en preservar la integridad de los actos de los funcionarios públicos, que se ve

lesionada gravemente cuando los servidores públicos, movidos por un interés


148

personal, se procuran un provecho de los actos de la administración, pública a que

pertenecen.

2. Sujeto activo

Sujeto activo de este delito puede ser únicamente un funcionario público, que ejerce

su cargo en la administración pública y que toma interés en actos de ésta, aunque no

entren en la esfera de su competencia funcional.

m
En los casos en que el funcionario público actúe por intermedio de otra persona, ésta

co
responderá con sujeción a las reglas de la participación criminal (Artículos 63 y 64

a.
del Código Penal).

am
3. Conducta típica

La conducta consiste en la actividad a través de la cual el funcionario público,


an
directamente o por medio de actos simulados, se procura un provecho personal en
rp

un acto de la administración pública, dentro de la cual ejerce sus funciones.


ju

La conducta está representada por el verbo procurar, que en este caso se utiliza
en

como sinónimo de lograr.

Por lo que corresponde al significado y alcance de la expresión “administración


.p

Pública a que pertenece”, estimamos que la ejerce la función pública. En lo que


w

respecta a la forma en que puede ser logrado el provecho, cabe anotar que el tipo
w

señala que el mismo puede ser directo, esto es, por el mismo funcionario, o de forma
w

indirecta, mediante interpuesta persona que puede ser un particular, una persona

natural o jurídica, o incluso otro funcionario público, y hasta por medio de actos

simulados, que representan objetivamente la necesidad o conveniencia del acto.


149

Para MAGGIORE, el acto simulado consiste en una divergencia preordenada,

que tiene por tendencia lograr un engaño y que lleva implícita la falsedad de la

voluntad que se declara y la verdadera, y distingue entre simulación absoluta,

cuando se da orígen a un negocio cuando se pretende ninguno, y simulación relativa,

que da orígen a un negocio distinto del que en realidad se pretende (9).

El provecho personal puede ser de cualquier orden, moral o material, e incluso

m
la determinación de un acto de la administración para el solo efecto de lograr un

co
beneficio político que redunde en el mero interés personal, puede ser tenido por tal.

a.
C. Aspecto Subjetivo

am
El elemento subjetivo del delito es a título de dolo, que en este caso se integra

por la conciencia y voluntad de lograr el provecho personal en el acto de la


an
administración a que pertenece. La formulación activa del núcleo del tipo penal
rp

perrmite afirmar que la expresión "se procure" no posee el significado de una


ju

finalidad, sino de una acción, por lo que será suficiente el el dolo genérico.
en

D. Fases Ejecutivas

El delito tiene su momento consumativo al instante en que el funcionario público


.p

se procura un provecho personal en el acto de la administración pública a que


w

pertenece. Se trata, por tanto, de un delito de resultado, y por ende la conducta, en


w

su proceso causal, puede ser fraccionada, lo que permite la configuración de la


w

tentativa.

E. Determinación de la Penalidad

La sanción por el delito de interés privado en actos de oficiales es de reclusión

por veinte días a cuarenta meses, y multa de diez a doscientos balboas.


150

IV. REVELACIÓN DE SECRETOS DEL CARGO

A. La Norma

El delito de revelación de secretos del cargo se encuentra sancionado por el

artículo 166 del Código Penal, que establece lo siguiente:

"Artículo 166. Será castigado con multa de cinco a cien


balboas el funcionario público que comunique o publique

m
los documentos o noticias que posea por razón de su
empleo, y que debía mantener en secreto".

co
La norma transcrita es un precepto cuya aplicación subsidiaria está

a.
condicionada a que la conducta no se encuentre descrita en forma específica por

am
otro tipo penal. Así por ejemplo, se tendrá la relación de especialidad con el artículo

101 del Código Penal, cuando la revelación consista en secretos políticos,


an
diplomáticos o militares referente a la seguridad de la Nación, y con el artículo 148
rp

del Código Penal, cuando la divulgación del secreto pueda causar perjuicio. En

estos casos prevalece el principio lex especialis derogat legi generali.


ju

B. Aspecto Objetivo
en

1. Objeto jurídico
.p

La publicidad es un principio fundamental de la actividad funcional del Estado


w

moderno. Sucede, sin embargo, que por conveniencia de la propia administración o


w

del interés público, es preciso que determinados actos sean mantenidos en secreto.
w

El objeto específico de la tutela penal en esta figura lo constituye el interés de la

administración pública de conservar el secreto oficial en ciertos actos, y en la

necesidad de asegurar la fidelidad de los funcionarios públicos a quienes han sido

confiados los mismos.


151

2. Objeto material

El objeto material está representado en el presente delito por los documentos o

noticias objeto de la revelación.

3. Sujeto activo

El sujeto activo del delito lo constituye el funcionario público que por razón de su

m
cargo ha llegado a tener conocimiento de la información secreta.

co
4. Conducta Típica

a.
La conducta consiste en los actos con los cuales el sujeto revela las noticias

am
oficiales que deben permanecer en secreto, y que conoce por razón del cargo que

ostenta.
an
La norma alude a dos modalidades alternativas que consisten en comunicar o
rp

publicar los documentos o noticias que el funcionario conoce por razón de sus
ju

funciones.
en

Por "comunicar" debe entenderse transmitir a otra persona los documentos o

noticias, y por publicar, hacer de conocimiento del público la referida información.


.p

La conducta consistente en comunicar puede ser realizada por cualquier vía,


w

verbal o escrita, reproduciendo o entregando a otros los documentos o noticias. De


w

igual forma, la publicidad del secreto puede darse a través de cualquier medio de
w

información al público, sea prensa, radio o televisión, e incluso la información dada a

otra persona, como por ejemplo a un periodista, para que éste la haga pública,

deberá ser comprendida dentro de la segunda modalidad.


152

El secreto que se revela está representado en el tipo por la expresión

"documentos o noticias". No cabe duda que la comunicación o publicidad de las

mismas guarda relación a la información que se revela, pues será suficiente con que

dicha información se revele para los propósitos del tipo.

No cabe duda que, como afirma RANIERI, el deber del secreto existe para el

funcionario público en todos aquellos casos en que no exista autorización para

m
comunicar o publicar la información (10).

co
Más importante a efectos de la tipicidad es el requisito por el cual se determina

a.
que la información la debe poseer el funcionario público por razón de su empleo, lo

am
que significa que los documentos o noticias los ha receptado o producido en la esfera

de su actividad funcional. Esta afirmación está corroborada, además, por la


an
expresión "que debía mantener en secreto", lo que coloca al funcionario público en
rp

una posición de garante, de custodio de los referidos secretos


ju

C. Aspecto Subjetivo
en

El elemento subjetivo del delito requiere de la conciencia y voluntad de

comunicar o publicar los documentos o noticias que posea por razón de su cargo, y
.p

que debía mantener en secreto.


w

El dolo se integra con el conocimiento previo de que los documentos o noticias


w

debían ser mantenidos en secreto.


w

D. Fases Ejecutivas

El momento consumativo del delito se tiene al instante es que se verifica la

revelación de los documentos o noticias. El conocimiento de los documentos o


153

noticias por parte de personas autorizadas para conocerlos, es el resultado de este

delito.

Es perfectamente admisible la tentativa, por tratase de un proceso ejecutivo que

permite fraccionamiento.

La doctrina discute en torno a si puede o no ser objeto de sanción penal quien

ha obtenido la revelación, ya que la norma no dispone nada al respecto, a diferencia

m
de lo que se encuentra expresamente preceptuado en el artículo 101 del Código

co
Penal, cuyo último párrafo dispone que: "El individuo que obtenga los datos o

a.
secretos de que trata este artículo, incurrirá en las mismas penas aquí señaladas,

am
según el caso".

Para algunos autores, ésta hipótesis debe tratarse como una forma de
an
participación criminal. Otros, no obstante, consideran que debe excluirse la
rp

punibilidad, por por tratarse de un delito plurisubjetivo que no prevé una pena para
ju

quien haya obtenido la revelación.


en

En opinión de RANIERI, "es preferible sostener que no puede escapar a la pena

quien obtuvo la revelación o se sirvió de la facilitación cuando es dado considerar


.p

existente, por la conducta que observó y por la voluntad que manifestó, su


w

coparticipación en el hecho del sujeto calificado" (11).


w

Estimamos, sin embargo, que sólo podrá sancionarse la conducta de quien


w

obtiene la revelación de los documentos o noticias secretas, cuando haya decidido al

funcionario público a cometer el delito, o realizado alguna de las conductas de

instigación previstas en el artículo 164 del Código Penal.


154

E. Determinación de la Penalidad

La sanción por el delito de revelación de secretos es de multa de cinco a cien

balboas.

V. OMISIÓN DE ACTOS OFICIALES

A. La Norma

El delito de omisión de actos oficiales se encuentra sancionado en el artículo

m
167 del Código Penal, que a la letra expresa:

co
"Artículo 167. El empleado público que rehuse, arguyendo
silencio, oscuridad o contradicción en la ley, cuando esto no

a.
fuere exacto, ejercer un acto de su ministerio, será castigado
con multa de cinco a cien balboas, siempre que no tenga

am
señalada otra pena por disposición especial".

La norma describe un tipo penal subsidiario, Clue solo tendrá aplicación en


an
aquellos casos en que el hecho no tenpa señalada otra pena por disposición
rp

especial.
ju
en

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico
.p

El objeto de la tutela penal está constituído en esta constituido en esta norma


w

por el interés del Estado en preservar el normal desenvolvimiento de la


w

administración pública, en especial, en la ejecución de los actos jurídicos propios de


w

la administración, que se ve lesionada cuando los funcionarios rehusan ejecutar

actos propios de su cargo, arguyendo silencio, oscuridad o contradicción en la ley,

cuando tal circunstancia no es cierta.


155

2. Sujeto activo

Sujeto activo de este delito puede serlo un funcionario público, quien en

ejercicio de sus funciones rehusa ejercer un acto de su ministerio, arguyendo

silencio, oscuridad o contradicción en la ley, cuando estas circunstancias no fueren

ciertas.

m
3. Sujeto pasivo.

El sujeto pasivo del delito lo constituye el Estado, como titular del interés jurídico

co
protegido por la norma, y puede resultar perjudicado el particular, cuando resulte

a.
afectado por la omisión del funcionario público.

am
4. La conducta típica

La conducta consiste el acto del funcionario público de rehusar indebidamente


an
ejecutar un acto propio de sus funciones, arguyendo silencio, oscuridad o
rp

contradicción en la ley, no siento ello cierto.


ju

El verbo rector está representado por el término "rehusar", cuyo significado es


en

rechazar, omitir, y que guarda relación con la conducta omisiva referente al acto

oficial que por ley debe realizar el funcionario.


.p

La omisión de que trata el delito no se refiere a la actitud del agente en sí


w

misma, sino con respecto al acto que debe realizar. Desde esta perspectiva, se
w

tendrá omisión cuando el funcionario no cumple el acto jurídicamente obligatorio,


w

independientemente de que ese acto que lo obliga consista en un hacer o en un no

hacer (12).

El funcionario público al omitir, lo hace pretextando silencio, oscuridad o

contradicción de la ley, los cuales no son ciertos. Por silencio, debe entenderse que
156

el acto no se encuentra previsto en el ordenamiento jurídico; por oscuridad, que no

existe claridad de la ley para la ejecución del acto, ya de su aspecto formal, o de su

aspecto sustantivo; y por contradicción, debe entenderse que sobre el acto existen

conflictos de leyes, entre preceptos permisivos y prohibitivos. Y es necesario que tal

silencio, oscuridad o contradicción no sean ciertos, bien porque el ordenamiento

jurídico es claro, o porque las reglas de interpretación o la aplicación de los principios

m
del derecho permitan la ejecución del acto.

co
El tipo penal hace referencia al hecho de que el acto rehusado debe ser propio

a.
del ministerio ejercido por el funcionario público, con lo que se determina que el

am
referido acto debe corresponder a la esfera de su competencia funcional.

La determinación precisa de que existe silencio, oscuridad o contradicción en la


an
ley, que no puedan ser resueltas por las reglas de Derecho, impedirán la adecuación
rp

de la omisión al tipo, y en lo valorativo, operará restando el contenido antijurídico del


ju

hecho.
en

Es obvio que la conducta debe ser ilegítima, es decir, la omisión debe referirse a

un acto de las funciones que el sujeto activo tiene el deber jurídico de realizar por sus
.p

atribuciones específicas. Por lo tanto, "si el sujeto activo tiene la facultad de


w

rechazar, omitir o retardar el cumplimiento del acto, deberá excluirse la ilegitimidad


w

de su conducta, con tal que el ejercicio de esa facultad no exceda las normas que
w

regulan el ejercicio del cargo o del servicio, o también no sea contrario al fin para el

cual se ha concedido dicha facultad" (13).


157

C. Aspecto Subjetivo

El delito de omisión de actos oficiales es imputable a título de dolo. Requiere, en

consecuencia, de la voluntad y la conciencia de rehusar la ejecución del acto,

pretextando silencio, oscuridad o contradicción en la ley, con el conocimiento de que

tales circunstancias no son ciertas.

m
D. Fases Ejecutivas

El delito se consuma al momento en que el agente realiza la omisión del acto

co
público.

a.
La tentativa no es posible, ya que el delito es de mera omisión

am
E. Determinación de la Penalidad

La sanción por este delito es multa de cinco a cien balboas.


an
rp

VI. OMISIÓN DE DENUNCIAR UN DELITO


ju

A. La Norma
en

El delito de omisión de denunciar un delito, se encuentra sancionado en el

artículo 168 del Código Penal, conforme fue subrogado por el artículo 3 del Decreto
.p

de Gabinete No. 139 de 30 de mayo de 1969, y que a la letra expresa:


w

"Artículo 168. Será castigado con multa de cien a quinientos


w

balboas e interdicción en el ejercicio de funciones públicas por


tres años el funcionario público que, habiendo tenido
w

conocimiento en el ejercicio de sus funciones de la ejecución de


un hecho punible que da lugar a procedimiento de oficio, omita
dar cuenta de ello a la autoridad competente".

El efecto de la subrogación consistió en elevar la sanción pecuniaria y adicionar

la pena de interdicción en el ejercicio de funciones.


158

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

Nuestro siguiendo el modelo italiano de 1889 (Código de ROCCO), ubicó la

figura denominada "omisión de denunciar un delito", en el título correspondiente a los

delitos que atentan contra la administración pública.

Atendiendo a los intereses específicos con este delito, que la tutela penal

m
corresponde a la habida cuenta que con el acto de omitir la denuncia de un delito, se

co
vulnera el ejercicio pleno de la administración de justicia, cuyo normal

a.
desenvolvimiento depende en gran medida de que las personas obligadas a denun-

am
ciar los delitos den cuenta de ellos, a la autoridad competente.

Por ello, resulta evidente que en el normal y adecuado funcionamiento de la


an
actividad judicial, y que a través de la tutela que realiza la norma comentada se
rp

impide que los fines de la justicia penal se vena obstaculizados o retardados a causa
ju

de la actividad dolosa de quienes tienen la obligación funcional de denunciar los


en

delitos de que tienen conocimiento en el ejercicio de sus funciones.

2. Sujeto activo
.p

Sujeto activo del delito puede ser cualquier funcionario público. Se trata, en
w

consecuencia, de un delito propio o especial, en el cual la calidad de funcionario


w

público es un elemento indispensable del tipo.


w

Otras personas pueden intervenir en este delito, únicamente como partícipes.


159

3. La conducta típica

La conducta punible consiste en el hecho del funcionario público que, habiendo

tenido conocimiento en el ejercicio de sus funciones, de la ejecución de un hecho

punible que dé lugar a un procedimiento de oficio, omita dar cuena de ello a la

autoridad competente.

Omitir significa no dar cuenta del delito a la autoridad competente.

m
Correlativo con el concepto de omisión, es el de obligación, por cuanto la

co
omisión surge como incumplimiento del deber jurídico consagrado en el artículo 2009

a.
del Código Judicial, que establece lo siguiente:

am
"Artículo 2009. Todo empleado público que en el ejercicro de
sus funciones descubra de cualquier modo que se ha cometido
un delito de aquellos en que deba procederse de oficio, pasará
an
o promoverá que se pasen todos los datos que sean
conducentes a la autoridad competente, para que se proceda al
juzgamiento del culpable o culpables".
rp

El funcionario público debe encontrarse en el ejercicio de sus funciones al


ju

momento de conocer el hecho punible. Ello no significa que el conocimiento de la


en

infracción lo deriva de su propia competencia funcional, pues aún aquellos servidores


.p

a quienes no corresponde por razón de su competencia funcional la obligación de

perseguir los delitos, se encuentran obligados por la norma a denunciar los ilícitos.
w
w

Así, con la expresión "en el ejercicio de sus funciones", la norma alude al


w

conocimiento que se deriva de una forma concomitante al desarrollo de las

actividades funcionales.

Con el concepto de "hecho punible", la norma alude a las infracciones de ley

caracterizadas como delitos y faltas. No cabe duda que el funcionario público que en
160

ejercicio de su cargo conozca la ejecución de un hurto cuya cuantía menor lo sujete a

la competención de la autoridad policiva, se encuentra obligado a denunciarlo.

En efecto, el artículo primero del Código Penal, dispone que "las infracciones de

la ley penal se dividen en delitos y faltas: las últimas las define y castiga el Código

Administrativo".

La omisión de la denuncia debe referirse a aquellas infracciones que deben ser

m
investigadas de oficio, por lo que quedan excluídas las infracciones cuya

co
investigación requiere de la interposición de una acusación particular.

a.
En nuestro ordenamiento procesal penal, sin embargo, se presentan algunas

am
dudas relativas a la aplicación de la norma en aquellos casos en que si bien la

instrucción sumarial procede de oficio, la misma no se inicia sino a partir de la


an
formulación de la querella de la persona agraviada. Estimamos que la determinación
rp

de las causas de procedibilidad corresponde al funcionario judicial, y por tal motivo,


ju

la existencia de las mismas no excluyen la antijuridicidad del hecho, por lo que se


en

mantiene en todo caso la obligación del funcionario público de denunciar el ilícito.

Por lo que corresponde a la determinación de la autoridad competente, no cabe


.p

duda que con dicha expresión se alude a las autoridades que tienen la función de
w

investigar las infracciones penales. En tal sentido, debe entenderse por autoridad
w

competente todo funcionario público que por razón de su competencia es apto para
w

recibir la notitia criminis (14).


161

C. Aspecto Subjetivo

El delito es imputable a título de dolo, que se configuea por la conciencia y

voluntad de omitir denuncia.

D. Fases Ejecutivas

El momento consumativo del delito coincide con la omisión de denunciar el

m
hecho punible, sin que sea preciso que ocurra un resultado lesivo para la

co
administración de justicia. Dado el carácter omisivo de la conducta, la misma no

a.
admite tentativa.

E. Determinación de la Penalidad
am
an
La sanción por este delito es multa de cien a quinientos balboas, e interdicción
rp

en el ejercicio de funciones públicas, por tres años.


ju
en

VII. ABANDONO DEL CARGO

A. La Norma
.p

El delito de abandono del cargo se encuentra sancionado en el artículo 169 del


w

Código Penal, que es del tenor siguiente:


w

"Artículo 169. El funcionario público que sin justa causa


w

abandone su empleo, incurrirá en una multa de cinco a


doscientos balboas e interdicción de uno a seis meses de
ejercer funciones públicas.

Se entiende que hay abandono de empleo siempre que el


funcionario deja su puesto por más de cinco días, sin haber
sido reemplazado en debida forma".
162

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

El objeto específico de la tutela penal lo constituye el interés del Estado en

preservar la regularidad del ejercicio de la función pública, que se ve vulnerada por la

conducta del funcionario público que abandona su cargo sin causa justificada.

m
PACHECO OSORIO, al referirse a la objetividad protegida en este delito, estima

co
que “es el interés que tienen el Estado y los ciudadanos en la continuidad y

a.
permanencia de las funciones públicas y en que no sufran apreciables

am
interrupciones” (15). an
2. Sujeto activo
rp

Agente de este delito sólo puede serlo el funcionario público y se trata, por
ju

tanto, de un delito especial o propio.


en

Es necesario que el funcionario público se encuentre en posesión de su cargo,

lo que puede ocurrir al haberse posesionado para reemplazar a su antecesor, o


.p

porque no se haya posesionado el que lo reemplace.


w

3. Sujeto pasivo
w

El sujeto pasivo del delito, como en los restantes ilícitos contra la administración
w

pública, lo constituye el Estado, como titular del interés lesionado por el delito.
163

4. La conducta típica

La conducta consiste en el hecho del funcionario público que, sin justa causa,

abandone su empleo.

El núcleo del tipo penal lo constituye el verbo abandonar, que es sinónimo de

dejar. El propio legislador se ha encargado de definir qué debe entenderse, para los

efectos penales, por abandono de empleo”. En efecto, conforme establece el

m
segundo párrafo del artículo 169, “Se entiende que hay abandono de empleo

co
siempre que el funcionario deja su puesto por más de cinco días, sin haber sido

a.
reemplazado en debida forma”. No cabe duda que no quedan aquí sujetas las

am
ausencias temporales del cargo que se sancionan con medidas displinarias, las

cuales constituyen ilícitos administrativos.


an
El tipo pena exige que el abandono se realice sin causa justiticada, por lo que
rp

excluirá la antijuridicidad la fuerza mayor y el caso fortuito.


ju

Con la expresión “sin haber sido reemplazado en debida forma”, el tipo describe
en

un mandato necesitado de complementación, que solo puede ser integrado con las

normas correspondientes del Código Administrativo, que señala la forma en que los
.p

funcionarios públicos deben tomar posesión de sus respectivos cargos (Artt. 767 y
w

ss.). Debe señalarse, además, que el artículo 793 del Código Administrativo
w

dispone que “ningún empleado administrativo dejará de funcionar, aunque su período


w

haya transcurrido, sino luego que se presente a reemplazarlo el que haya sido

nombrado al efecto, o el suplente respectivo”, precepto que es también aplicable

para los casos de renuncia del funcionario.


164

C. Aspecto Subjetivo

El elemento subjetivo del delito se integra por la conciencia y voluntad de

abandonar el cargo sin justa causa, por lo tanto, la norma exige tan solo un un dolo

genérico.

Como afirma SOLER, "no se requiere la específica intención de causar daño a

la administración; pero sí el conocimiento de la naturaleza y el significado del

m
abandono, que el funcionario no puede ignorar puesto que el artículo presupone que

co
las funciones fueron asumidas y desempeñadas" (16).

a.
D. Fases Ejecutivas

am
Este delito se consuma una vez que el funcionario abandone el cargo, sin haber

sido reemplazado en debida forma, y transcurridos los cinco días exigidos por la
an
norma penal. La tentativa, por tanto, es inadmisible.
rp
ju

E. Determinación de la Penalidad
en

La sanción por este delito es de multa de cinco a doscientos balboas e

interdicción del ejercicio de funciones públicas de uno a seis meses.


.p
w
w
w
165

NOTAS
(1) FONTAN BALESTRA, Carlos."Tratado....." VII, pág. 228.
(2) SOLER, Sebastián. Ob. Cit. pág. 137.
(3) FONTAN BALESTRA, Carlos. ."Tratado....." VII, pág. 230.
(4) NUÑEZ, Ricardo. Ob. Cit. pág. 75.
(5) SOLER, Sebastián. Ob. cit. págs. 137-138.

m
(6) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 209.
(7) FONTAN BALESTRA, Carlos. "Tratado.. ..." Pág. 232.

co
(8) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 287.
(9) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 216.

a.
(10) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 296.

am
(11) IBIDEM, pág. 297.
(12) ARENAS, Antonio Vicente. Ob. Cit. pág. 166.
an
(13) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 305.
(14) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 312.
rp

(15) PACHECO OSORIO, Pedro. Ob.Cit. pág. 224.


(16) SOLER, Sebastian. Ob. Cit. pag. 147-148.
ju
en
.p
w
w
w
166

Capítulo Sexto

DE LA USURPACION DE TITULOS Y FUNCIONES PÚBLICAS

I. GENERALIDADES
II. USURPACION DE FUNCIONES PÚBLICAS

m
A. LA NORMA

co
B. ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto jurídico

a.
2. Sujeto activo

am
3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica
C. ASPECTO SUBJETIVO
an
D. FASES EJECUTIVAS
E. DETERMINACION DE LA PENALIDAD
rp

III. USURPACIÓN DE TÍTULOS


ju

A. LA NORMA
B. ASPECTO OBJETIVO
en

1. Objeto jurídico
.p

2. Sujeto activo
3. Sujeto Pasivo
w

4. La conducta típica
w

C. ASPECTO SUBJETIVO
w

D. FASES EJECUTIVAS
E. DETERMINACION DE LA PENALIDAD
IV. VIOLENCIA CONTRA FUNCIONARIOS PÚBLICAS
A. LA NORMA
1. Objeto Jurídico
2. Sujeto activo
167

3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica
C. ASPECTO SUBJETIVO
D. FASES EJECUTIVAS
E. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
V. VIOLENCIA CONTRA LAS CORPORACIONES PÚBLICAS
A. LA NORMA

m
B. ASPECTO OBJETIVO
1. Objetivo jurídico

co
2. Sujeto activo
3. Sujeto pasivo

a.
4. La conducta típica

am
C. ASPECTO SUBJETIVO
D. FASES EJECUTIVAS
an
E. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
rp
ju
en
.p
w
w
w
168

Capítulo Sexto
DE LA USURPACIÓN DE TITULOS Y FUNCIONES PÚBLICAS

I. GENERALIDADES

El Capítulo V del Título VI del Código Penal, correspondiente a los delitos contra

m
la administración pública, bajo la rúbrica de "usurpación de títulos y funciones

co
públicas", examina las siguientes figuras delictivas: la usurpación de funciones, la

a.
usurpación de títulos, y los atentados contra los funcionarios públicos y

am
corporaciones públicas.

Al seguir este método, nuestro Código varió notablemente el sistema utilizado


an
por el Código de ZANARDELLI (1889), que le sirvió de inspiración en gran medida, y
rp

que examinaba en capítulos aparte "las usurpaciones de funciones públicas, títulos u


ju

honores" (Capítulo VI), y "De la violencia y de la resistencia a la autoridad" (Capítulo


en

VII).

II. USURPACIÓN DE FUNCIONES PÚBLICAS


.p

A. La Norma
w

El delito de usurpación de funciones públicas se encuentra descrito y


w

sancionado en el artículo 170 del Código Penal, que es del tenor siguiente:
w

"Artículo 170. Será castigado con prisión de tres días a


dos meses todo el que ejerza o intente ejercer sin título
funciones públicas de cualquier clase, y el funcionario que
después de haber sido notificado de una medida en virtud
de la cual cese o quede suspendido en el ejercicio de sus
funciones, continúe desempeñándolas” .
169

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

El objeto específico de la tutela penal en la presente figura está constituido por

el interés del Estado en el regular y normal desenvolvimiento de las actividades de la

administración pública, que resulta lesionado por el ejercicio arbitrario de funciones

públicas.

m
El interés jurídico protegido -advierte MANZINI- "es el concerniente al normal

co
funcionamiento de la administración pública, en sentido lato, en cuanto que conviene

a.
asegurar la potestad pública de disponer de modo exclusivo del título y del ejercicio

am
de las funciones públicas y de los servicios públicos, contra la invasión de

actividades individuales arbitrarias en la esfera funcional reservada a los organismos


an
públicos en general (usurpación por parte de un particular), o a determinados
rp

órganos públicos (usurpación por parte de un funcionario o empleado público)" (1).


ju

2. Sujeto activo
en

Para la determinación del sujeto activo del delito, en la conducta de usurpación

de funciones públicas se hace necesario distinguir del sujeto activo propio de la


.p

modalidad consistente en el ejercicio de funciones públicas sin título, con respecto de


w

la modalidad consistente en la continuación abusiva de funciones.


w

Por lo que se refiere a la primera modalidad descrita en el tipo consistente en el


w

ejercicio de funciones públicas sin título no cabe duda que el sujeto activo del delito

puede ser cualquier persona, incluso un funcionario público. No cabe duda que el

funcionario público que dolosamente se sale de los límites de su pro pia competencia

para ejercer otro sector de competencia usurpando funciones públicas ajenas a su


170

cargo, comete este delito y no el de abuso de autoridad, por cuanto éste se comete

por el ejercicio arbitrario de un acto realizado dentro de la esfera de su competencia

funcional.

En lo atinente a la continuación ilegítima en el desempeño del cargo, el sujeto

activo solo puede serlo quien tiene la calidad de funcionario público y ha sido

notificado de la medida que hace cesar o suspender sus funciones o atribuciones.

m
3. Sujeto pasivo

co
El sujeto pasivo del delito lo constituye el Estado, como titular de los intereses

a.
lesionados por el ejercicio arbitrario de las funciones públicas.

4. La conducta típica
am
an
La norma describe dos modalidades de conducta, que se presentan de un modo
rp

alternativo, por una parte, el ejercicio arbitrario de la y por otra, la continuación


ju

abusiva de dichas funciones.


en

a) Ejercicio arbitrario de la función pública.

El ejercicio arbitrario de una función pública constituye una intromisión ilegal por
.p

parte del sujeto activo en la esfera de actuación del Estado. Esta modalidad se
w

encuentra delimitada en el tipo penal mediante la expresión "todo el que ejerza o


w

intente ejercer sin título funciones pl!blicas de cualquier clase".


w

La norma requiere que el agente ejerza o intente ejercer sin título funciones

públicas, por lo que será necesario que el sujeto activo intente o ejecute de un modo

arbitrario actos que legalmente corresponden a la esfera de competencia de la

autoridad usurpada.
171

La falta de título o causa legítima exigida por la norma hace referencia al

requisito de ilicitud de la conducta. Al respecto expresa NUÑEZ "que el ejercicio de la

función pública es arbitrario si no está fundado en título o nombramiento expedido

por la autoridad competente" (2).

No será suficiente que se le haya informado al agente que fue destituido o

suspendido del cargo, es necesario haberle notificado que quien ha de reemplazarlo

m
definitiva o temporalmente ha tomado debida posesión del cargo, porque si así no

co
fuera se le colocaría ante la disyuntiva de incurrir en este delito, por continuar

a.
desempeñando el cargo después de habérsele hecho la notificación respectiva, o en

am
el de abandono del cargo (artículo 169 del Código Penal).

C. Aspecto Subjetivo
an
El aspecto subjetivo del delito se integra por la conciencia y voluntad de ejercer
rp

o intentar ejercer funciones públicas, a sabiendas de que se carece de título o


ju

nombramiento.
en

El delito de usurpación de funciones es imputable a título de dolo genérico en

todas sus formas. En lo atinente a la primera modalidad de la conducta, el dolo


.p

consiste en la voluntad de usurpar las funciones públicas, con la conciencia de no


w

hallarse autorizado para desempeñar esa actividad.


w

Es evidente en este caso la función preponderante que el error juega en este


w

delito. Ya sea que recaiga sobre la competencia de la autoridad de quien emana el

nombramiento, como el que hace suponer al agente que está facultado con el título

que posee o que no se requiere título alguno, excluye el dolo y con él el delito (5).
172

Por lo que corresponde a la modalidad de continuación abusiva de las

funciones, la propia ley señala el contenido del dolo proporcionando con detalle las

características de la ilicitud. Así, la expresión "después de haber sido notificado de

una medida en virtud de la cual cese o quede suspendido en el ejercicio de sus

funciones" recalca la función disculpante que la ignorancia asume en esta figura

delictiva.

m
En consecuencia, tanto el conocimiento previo de que se carece de título o de la

co
existencia de la medida de cese o suspensión, es indispensable para la configuración

a.
del dolo.

am
D. Fases Ejecutivas

El momento consumativo del delito se verifica cuando se intentan ejercer sin


an
título funciones públicas, o bien, continúa en el ejercicio de las funciones públicas.
rp

En la primera modalidad de la conducta, el tipo penal eleva grado de


ju

consumación el intento de ejercer funciones públicas, lo que imposibilita la


en

configuración de la tentativa.

La expresión "continúe desempeñándolas", correspondiente a la segunda


.p

modalidad, indica que cualquier acto realizado provoca el perfeccionamiento del tipo,
w

que al no requerir resultado externo alguno, es infraccionable.


w

En esta última hipótesis el delito se consuma con el primer acto funcional, sin
w

que la pluralidad de ellos tenga relevancia a los fines de la pena. La actividad del

funcionario se prolonga como si no hubiera mediado cesantía o suspensión y así, sin

solución de continuidad, se pasa de lo lícito a lo ilícito (6).


173

E. Determinación de la Penalidad

La usurpación de funciones públicas, en sus dos modalidades alternativas, se

sanciona con prisión de tres días a dos meses.

III. USURPACIÓN DE TITULOS

m
A. La Norma

El delito de usurpación de títulos se encuentra descrito y sancionado en el

co
artículo 171 del Código Penal, cuyo tenor es el siguiente:

a.
"Artículo 171. Será castigado con multa de cinco a cien
balboas, el que indebidamente se abrogue el carácter de

am
funcionario público, o use del título de tal, fuera de los
casos expresados en el artículo anterior".
an
La norma describe una figura subsidiaria con respecto del artículo 170 del

Código Penal, que tendrá aplicación únicamente en quede enmarcada en la


rp

usurpación de funciones, como lo denota la expresión "fuera de los casos expresados


ju

en el artículo anterior".
en

B. Aspecto Objetivo
.p

1. Objeto jurídico
w

Mediante la incriminación de esta conducta, se protege el recto y normal


w

desenvolvimiento de las actividades de la administración pública, y específicamente


w

la facultad del Estado de conferir autoridad y títulos públicos, consustanciales para el

ejercicio de las funciones públicas. La doctrina ha conceptuado que con este delito

se afecta la fe pública, tomando en cuenta que la misma se ve defraudada por la

simulación.
174

2. Sujeto activo

Sujeto activo del delito solo puede serlo el particular que indebidamente se

abrogue el carácter de funcionario público, o que use el título de tal. A diferencia del

delito de usurpación de funciones, en el delito en estudio el agente no puede ser un

funcionario público, quien sin embargo podría ser sancionado por el artículo 170 del

Código Penal, cuando ejerza o intente ejercer funciones ajenas a su esfera de

m
competencia funcional.

co
3. Sujeto pasivo

a.
El sujeto pasivo del delito lo constituye el Estado, como titular del interés

am
protegido, y en especial, como ente del cual emaba la facultad de conferir autoridad y

títulos públicos.
an
4. La conducta típica
rp

La conducta consiste en la "abrogación" indebida del carácter de funcionario


ju

público, o en el uso del título propio de funcionario público.


en

Es obvio que el uso de la palabra "abrogue" para describir una de las

modalidades alternativas de conducta que se incriminan en esta figura, es fruto de un


.p

error y que el término correcto es "arrogue", que es precisamente el que aparece en


w

el artículo 186 del Código italiano de 1889 (ZANARDELLI). Ello es así, porque el
w

significado de abrogación (acción y efecto de abrogar) es el de declarar nulo y sin


w

vigor ni eficacia para lo sucesivo lo que por ley o privilegio se hallaba establecido.

Al respecto, la Enciclopedia Jurídica Española advierte que "los autores,

inspirándose en la tradición romana, han venido señalando una diferencia de

conceptos entre la abrogación y la derogación diciendo que aquélla consiste en la


175

abolición o anulación total de la ley, ésta en la abolición o anulación de sólo una

parte de ella. Abrogatur legi cum prorsus tollitur, derogatur legi cumpars detrahitur.

Sin embargo, hay que aceptar hoy día como un hecho la equivalencia ideológica de

una y otra palabra, máxime cuando el tecnisismo legislativo moderno ha relegado al

olvido o poco menos el verbo abrogar, hechando mano casi invariablemente de

derogar para todos los usos a que uno u otros pueden aplicarse”(7).

m
La primera modalidad del delito, referida a la arrogación del carácter de

co
funcionario público, requiere que el sujeto activo se atribuya o haga suyo el carácter

a.
de funcionario público, con lo cual la norma indica que el autor, de unmodo genérico,

am
simula representar al Estado, como agente del poder público.

“Arrogarse” significa atribuirse indebidamente alguna cosa, y por lo tanto,


an
implica el concepto de mostrar y ostentar.
rp

La forma y el medio de arrogarse son indiferentes; el hecho puede efectuarse


ju

con manifestaciones orales o escritas (anunciar, manifiestos, papel con títulos,


en

membretes, sellos, etc.).

La segunda del delito consiste en usar el título de servidor público, con lo que la
.p

norma refiere que el autor usa el título propio de una específica representación del
w

Estado, como agente de un sector de la administración pública que se encuentra


w

identificado en el título indebidamente utilizado.


w

No es menester que el agente realice acto alguno. En los casos en que el

agente del delito ejerza o intente ejercer funciones, se estará en presencia del delito

contemplado en el artículo 170 del Código Penal.


176

El carácter antijurídico del hecho se encuentra delimitado mediante el adverbio

“indebidamente”, que indica la ilegitimidad de la arrogación del carácter de

funcionario público o del uso del título.

C. Aspecto Subjetivo

El elemento subjetivo del delito se integra por la conciencia y voluntad de

m
arrogarse el carácter de funcionario público o de usar el título de tal, lo que requiere

el conocimiento previo de que se carece de tal carácter o de la facultad de usar el

co
referido título.

a.
D. Fases Ejecutivas

am
El momento consumativo del delito se verifica una vez el agente se atribuye el

carácter de funcionario público o cuando hace uso del título, siendo por tanto,
an
configurable la tentativa.
rp

E. Determinación de la Penalidad
ju

La pena por este delito es multa de cinco a cien balboas.


en

IV. VIOLENCIA CONTRA FUNCIONARIO PÚBLICO


.p

A. La Norma
w

Las violencias o amenazas contra funcionarios públicos se sancionan en el


w

artículo 172 del código Penal, que es del tenor siguiente:


w

"Artículo 172. Será castigado con dos a veinte meses de


reclusión el que cometa violencias contra un funcionario público
o un miembro de la Asamblea Nacional, o lo amenace para
obligarle a ejecutar o a omitir algún acto de sus funciones. Si la
violencia o amenaza se ejecutan con armas, la pena será de
cuatro a cuarenta meses de reclusión.
177

Si el hecho criminoso lo ejecutan más de cinco personas


reunidas y armadas, o más de diez personas reunidas, con o
sin armas, pero en virtud de un acuerdo anterior, la pena
aplicable será la de dos a diez años de reclusión".

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto Jurídico

El objeto jurídico del delito está representado en el interés del Estado en

m
preservar la libertad de las actuaciones de los funcionarios públicos, que puede verse

co
vulnerada por actos de violencia o amenazas perpetradas contra sus representantes,

a.
nadas a determinar actos de la administración pública.

am
2. Sujeto activo

El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, incluso otro funcionario
an
público. Se está en presencia, entonces, de un delito común.
rp

3. Sujeto pasivo.
ju

Sujeto pasivo de este delito es el Estado como titular del interés jurídico
en

protegido, así como también el funcionario público contra quien se dirige la violencia.

Si el hecho va dirigido contra el Presidente de la República, puede dar lugar, según


.p

los casos, a los delitos contra "lo Poderes de la Nación" (contra la personalidad
w

interna del Estado) previstos respectivamente en los artículos 109 y 110 del Código
w

Penal.
w

4. La conducta tfpica

La conducta consiste en el empleo de violencia o amenaza contra un

funcionario público o contra un miembro de la Asamblea Nacional, para obligarle a

ejecutar o a omitir algún acto inherente a sus funciones.


178

La norma alude expresamente a un miembro de la "Asamblea Nacional",

tomando en cuenta el sistema seguido por las constituciones anteriores, que

denominaron de esa forma al Organo Legislativo. El sistema legislativo actual

(Constitución Política de 1972), está integrado por dos organismos: la Asamblea

Nacional de Representantes de Corregimientos, y el Consejo Nacional de

Legislación, por lo que en una interpretación progresiva deben entenderse incluidos

m
dentro de la protección penal los miembros de estos dos organismos con funciones

co
legislativas. La cuestión, sin embargo, no ofrece mayores dudas, toda vez que la

a.
norma hace referencia a un "funcionario Público", con lo que quedarían abarcados

am
necesariamente los miembros del Organo Legislativo.

La conducta típica supone, en primer lugar, el empleo de violencia o de


an
amenaza por parte del agente, y en segundo lugar, que esas violencias o amenazas
rp

recaigan sobre el funcionario público, con el objeto de obligarle a ejecutar u omitir un


ju

acto de sus funciones.


en

De lo anterior se desprende que la violencia debe entenderse en los términos de

fuerza física (vis), mientras que la amenaza comprende la violencia moral (coacción).
.p

En este delito, la acción se dirige contra la libertad de determinación de la


w

voluntad del funcionario.


w

Resulta indiferente la legalidad o ilegalidad intrínseca de la resolución que se


w

quiere imponer, eso sí, debe tratarse de un acto propio de la competencia funcional

del coacto.

Es necesario que en el momento que se manifiesta la volunta antijurídica, no

haya comenzado todavía la ejecución del acto, ya que, si esta ejecución estuviese en
179

curso y el agente pretendiera violentamente oponerse a ella, se daría, no ya el delito

de violencia pública, sino el de resistencia, previsto en el artículo 174 del Código

Penal (8).

Por razón de que la violencia posee un especial sentido, como lo constituye la

determinación del acto funcional, es menester que la misma sea idónea para

provocar el resultado, aunque el mismo no se logre, pues la norma no requiere que

m
se produzca el resultado querido. Tal idoneidad debe establecerse en el caso

co
concreto, teniendo en cuenta los diferentes factores que han rodeado el hecho ilícito.

a.
am
C. Aspecto Subjetivo

El elemento subjetivo del delito se configura por la voluntad y conciencia de


an
emplear la violencia f!sica o la intimidación en perjuicio del funcionario público, con el
rp

objeto de determinarle al acto funcional. Es necesario, por tanto, el dolo específico,


ju

habida cuenta de la especial finalidad concebida en la expresión "para obligarle a


en

ejecutar o a omitir algún acto de sus funciones", que configura un elemento subjetivo

del tipo.
.p
w

D. Fases Ejecutivas
w

El delito se consuma con el empleo de la violencia o amenaza acompañado del


w

propósito específico que mueve la acción. Por lo que se refiere a las formas

imperfectas de ejecución, el hecho de que el delito no requiere de resultado material

alguno, imposibilita la configuración del delito en grado de tentativa. Comparte este

criterio FONTAN BALESTRA, para quien "el atentado contra la autoridad es un delito
180

instantáneo que se perfecciona con el empleo de la intimidación o la fuerza, y que no

admite tentativa”(9).

En opinión de SOLER, "si la ejecución de este acto de autoridad arbitrariamente

impuesto constituye un delito con respecto de un particular, el autor del atentado

responderá también por ese segundo hecho (allanamiento mediante orden

coactivamente obtenida)” (10).

m
E. Determinación de la Penalidad

co
El delito de violencia o amenaza contra funcionario público se sanciona con dos

a.
a veinte meses de reclusión.

am
La norma contiene en los párrafos segundo y tercero dos circunstancias

especiales de agravación de la pena. El segundo párrafo sanciona con reclusión de


an
cuatro a cuarenta meses cuando la conducta se ejecuta con armas, y el tercer
rp

párrafo destina una pena de dos a diez años de reclusión cuando el delito lo ejecutan
ju

más de cinco personas reunidas, con o sin armas, pero en virtud de un acuerdo
en

anterior. En el primer caso el fundamento de la agravación debe encontrarse en la

mayor idoneidad de los medios, y en el segundo caso, en la mayor indefensión de la


.p

víctima. Estas agravantes poseen una naturaleza netamente objetiva. Por la noción
w

de armas, hay que remitirse añ artículo 140 del Código Penal, en el que el legislador
w

realiza una interpretación auténtica contextual, al señalar: “Siempre que no haya


w

disposición especial en contrario, se entenderá por armas para los efectos penales,

además de las que tienen propiamente el nombre de tales, todo instrumento que se

pueda emplear para causar lesiones a alguien siempre que se presente de manera

que intimide”.
181

V. VIOLENCIA CONTRA LAS CORPORACIONES PÚBLICAS

A. La Norma

El delito de violencia o amenaza contra las corporaciones públicas se encuentra

descrito y sancionado en el artículo 173 del Código Penal, que a la letra expresa:

"Artículo 173: Con las mismas penas que se señalan en el

m
artículo anterior, se castigará a los que por medio de violencia o
amenazas procuren impedir o turbar la reunión o el ejercicio de

co
las funciones de las corporaciones legislativas, judiciales o
administrativas, o de cualquiera otras autoridades públicas, o
influir en sus deliberaciones".

a.
La norma en estudio sanciona los actos de violencia o amenazas encaminados

am
a impedir o turbar la reunión o el ejercicio de las funciones de las corporaciones
an
públicas, o sea, los órganos públicos colegiados, impersonalmente considerados, lo

que le diferencia del artículo 172 del Código Penal en el que se sancionan estos
rp

actos contra los funcionarios públicos, considerados en su individualidad.


ju

No cabe duda que no pueden considerarse incluidas dentro del concepto de


en

"corporación legislativa" la Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos


.p

y el Consejo Nacional de Legislación, ya que los actos que tengan por objeto impedir

que estos organismos ejerzan sus funciones se encuentran sancionados en el literal


w
w

b) del artículo 110 del Código Penal, como delito contra los Poderes de la Nación,
w

por lo que solo podrían ser sancionados por la norma en estudio los cuerpos

subordinados de la Asamblea, como las diversas comisiones que surgen de su seno.

Para evitar esta confusión de carácter interpretativo, el artículo 338 del Código

Penal italiano de 1930, en este delito excluyó expresamente las violencias o

amenazas cometidas contra las corporaciones legislativas.


182

B. Aspecto Objetivo

1. Objeto jurídico

El objeto jurídico protegido mediante la presente incriminación lo constituye el

interés del Estado en garantizar a los órganos públicos el libre ejercicio de sus

actividades funcionales. La libertad de las actuaciones de las corporaciones públicas

es un valor de importancia singular para el adecuado desarrollo de la administración

m
pública. De allí que sea necesario sancionar los actos que traten de impedir o turbar

co
el ejercicio funcional de los entes públicos, así como aquellos actos tendientes a

a.
influir en sus deliberaciones, haciendo uso de violencias o amenazas.

am
2. Sujeto activo

El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, incluso otro funcionario
an
público, y es indiferente que este pertenezca o no a la corporación pública lesionada
rp

por el delito.
ju

3. Sujeto Pasivo
en

El sujeto pasivo del delito lo constituye el Estado, como titular del interés

protegido por la norma, y de quien forman parte las corporaciones públicas.


.p

4. La conducta típica
w

La conducta típica consiste en tratar de impedir o turbar la reunión o el ejercicio


w

de las funciones de las funciones de las corporaciones legislativas, judiciales o


w

administrativas, o influir deliberaciones, por medio de violencia o amenazas.

"Impedir" la reunión de una corporación es hacerla poniéndole obstáculo a su

realización. Esto puede ocurrir, actuando sobre la corporación ya reunida, para


183

disolverla, desintegrarla, o alejar de su seno a alguno de sus miembros, o poniendo

los medios para evitar que se reunan.

"Turbar" la reunión de una corporación es alterar su normal discurrir, e implica

que la reunión se encuentre constituída al momento de ejercer la violencia contra ella

o la amenaza.

"Influir" en las deliberaciones de un cuerpo colegiado es obligar a uno o varios

m
de sus miembros a sostener un determinado punto de vista o a pronunciarse contra

co
otros en el examen de los asuntos sometidos a su estudio.

a.
am
C. Aspecto Subjetivo

El elemento subjetivo del delito requiere de la conciencia y voluntad de impedir


an
o turbar la reunión o el ejercicio de las funciones de las corporaciones o de influir en
rp

sus decisiones, haciendo uso de la violencia o la amenaza (dolo genérico).


ju

D. Fases Ejecutivas
en

El delito se consuma al momento en que se realizan los actos de violencia o las

amenazas tendientes a impedir, turbar o influir, sin que sea necesario la concresión
.p

del resultado querido. El carácter netamente formal de la conducta impide el


w

fraccionamiento de la misma, y hace por tanto imposible la tentativa.


w
w

E. Determinación de la Penalidad

Para los efectos de la sanción, la norma remite el artículo 172 del Código Penal,

por lo que la pena será de reclusión de dos a veinte meses.


184

NOTAS

(1) MANZINI. Vincenzo. Ob. Cit. págs. 269-270.


(2) NUÑEZ. Ricardo. Ob. Cit. págs. 6.
(3) QUINTANO RIPOLLES. Antonio. "Comentarios al Código Penal”. Editorial
Revista de Derecho Privado, Madrid, 1966, pág.714
(4) NUÑES. Ricardo. Ob. Cit. pág. 60.

m
(5) FONTAN BALESTRA. Carlos. "Tratado ... ". pág. 216.
(6) IBIDEM. pág. 218.

co
(7) ENCICLOPEDIA JURIDICA ESPAROLA. F. Seix, Editor. Barcelona, pág. 238.
(8) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit. pág. 94.

a.
(9) FONTAN BALESTRA, Carlos. "Tratado ... ". pág. 156.

am
(10) SOLER, Sebastián, . Ob. Cit. pág. 98.
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
185

Capítulo Séptimo

DE LA RESISTENCIA A LA AUTORIDAD

I. LA NORMA
II. ASPECTO OBJETIVO
A. OBJETO JURIDICO

m
B. OBJETO MATERIAL

co
C. SUJETO ACTIVO
D. SUJETO PASIVO

a.
E. LA CONDUCTA TIPICA

am
III. ASPECTO SUBJETIVO
IV. FASES EJECUTIVAS
V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
186

Capítulo Séptimo
DE LA RESISTENCIA A LA AUTORIDAD

I. LA NORMA

m
El delito de resistencia a la autoridad se encuentra descrito y sancionado en el

co
artículo 174 del Código Penal, siguiente:

a.
"Artículo 174: Se castigará con reclusión de veinte días a
dieciseis meses al que, con violencia o amenazas, se oponga a

am
un funcionario público que en el ejercicio de sus funciones
cumple alguno de sus deberes, o a los individuos que él llame
en su ayuda.
an
Si el delito se comete con armas, la reclusión será de dos a
veinte meses.
rp

Si el delito se comete por cinco personas a lo menos, reunidas


con armas, o por más de diez personas reunidas, con o sin
ju

armas, que se han concertado para ello, la pena será de ocho


meses a cinco años de reclusión.
en

Si la resistencia tiene por fin impedir la prisión del autor de ella


o de uno de sus próximos parientes, las penas se reducirán en
.p

una tercera parte".


w

Los códigos modernos tratan la materia relativa a los atentados (violencia o


w

amenaza contra funcionario público) y la resistencia a la autoridad en un mismo


w

capítulo, como ocurre en los códigos penales de Italia y Argentina.

Nuestro legislador, que en esta materia se inspiró en el Código de ZANARDELLI

(italiano de 1889), que seguía el sistema indicado, varión, sin embargo, la ubicación
187

de la materia y la trata en Capítulo separado, bajo la rúbrica "de la resistencia a la

autoridad".

II. ASPECTO OBJETIVO

A. Objeto Juridico

El objeto jurídico del delito de resistencia a la autoridad está constituído por el

m
interés concerniente al normal funcionamiento de la administración pública, por

co
cuanto es necesario garantizar la seguridad y la libertad de acción de los funcionarios

a.
públicos y de las personas que, aún sin tener tal cualidad, los asista voluntariamente,

am
contra los hechos de oposición violenta. La tutela penal en este caso está

encaminada, por tanto, a preservar el cumplirniento normal de las funciones


an
públicas, y en especial, el respeto y acatamiento, por parte de los particulares, de los
rp

mandamientos y actuaciones de las autoridades públicas. Por ello, NUÑEZ, cifra el


ju

objeto jurídico de este delito en "la libertad de acción de la autoridad" (1).


en

B. Objeto Material

El objeto material de este delito es la persona del funcionario público o del


.p

particular cuya colaboración se ha solicitado, hacia la cual está dirigida la conducta


w

(2).
w

C. Sujeto Activa
w

El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, e incluso puede serlo

otro funcionario público.


188

D. Sujeto Pasivo

Sujeto pasivo del delito es el Estado, como titular del interés jurídicamente

protegido que se vulnera mediante la conducta de oponer resistencia a la autoridad.

Mediante este delito resulta perjudicado el funcionario público, y pueden ser

afectadas a su vez otras personas a quienes el servidor público llame en su ayuda

para el cumplimiento de sus deberes. Al referirse a este tema, FONTAN BALESTRA

m
expresa "que la acción puede recaer, no solamente sobre el funcionario, sino sobre

co
la persona que le presta asistencia en virtud de un deber legal o a requerimiento de

a.
aquel" (3).

am
E. La Conducta Típica

La conducta consiste en oponerse, por medio de violencia o amenazas, a un


an
funcionario público que en el ejercicio de sus funciones cumple alguno de sus
rp

deberes, o a las personas que él llame en su ayuda.


ju

El verbo rector "oponerse" posee en esta figura un significado amplio, en el cual


en

se subsumen todas las actitudes tendientes a evitar que el funcionario público

cumpla sus deberes.


.p

La palabra oposición denota siempre un acto positivo: no la hay en la conducta


w

meramente pasiva, en la inactividad no violenta “como asirse a un árbol o echarse a


w

tierra para no dejarse llevar preso" (4).


w

Los actos del agente pueden consistir en impedir e incluso entorpecer la

ejecución del acto de autoridad. Desde esta perspectiva, como anota FONTAN

BALESTRA, "en la resistencia se persigue siempre una omisión" (5), porque el acto

del particular lleva la tendencia de evitar el despliegue de la actividad pública.


189

Por otra parte, el tipo establece que la conducta de oposición debe realizarse

con violencia o amenazas, las que constituyen medios típicos de ejecución del delito.

Como la amenaza o la violencia no se emplean en este delito contra el

funcionario público, sino para oponérsele, para integrar el delito bastará la violencia

sobre las cosas, cuando tenga valor de resistencia positiva (como derribar la

escalera por donde iba a subir el agente de policía) (6).

m
El delito de resistencia únicamente es posible en el tiempo en que está

co
desarrollándose la actividad funcional relativa al acto que en concreto se trata; es

a.
decir, mientras el funcionario cumple un acto inherente a sus funciones, o mientras la

am
persona requerida está prestando su asistencia. Ello es así, porque no es posible

oponerse a una acción que no ha comenzado.


an
"La resistencia presupone -advierte SOLER- ejecución actual o inminente de
rp

parte de un órgano, y solo es posible durante todo el desarrollo del acto y hasta la
ju

terminación de este" (7).


en

Esta simultaneidad entre la violencia y el acto funcional, necesaria para la

configuración del delito de resistencia, ha servido a la doctrina como criterio


.p

diferenciador de esta figura con el delito de violencia contra un funcionario público.


w

En efecto, en el delito de violencia (art. 172), la coacción es anterior al acto del cargo
w

que se quiere imponer al funcionario, mientras que en el delito de resistencia a la


w

autoridad, la coacción se ejerce durante el acto, es decir, mientras éste se ejecuta o

realiza.

Este criterio temporal, sin embargo, no resulta adecuado cuando la conducta del

delito de violencia consista en querer imponer al funcionario un no hacer, o sea, en


190

"omitir un acto propio de sus funciones”, puesto que no cabe duda de que cuando en

el delito de resistencia el particular se oponpa a que el funcionario cumpla con un

acto inherente a su cargo, en la práctica no haciendo otra cosa que imponiéndole la

omisión de un acto.

Para dar solución a este problema, BALESTRA estima es "menester tomar en

cuenta también el destino del acto que se impide no constituya una orden con

m
destinatario asignado, singular o plural, no puede pensarse en resistencia" (8).

co
La conducta de oposición aparece como un rechazo al ejercicio de funciones

a.
que realiza el funcionario público cuando éste con alguno de sus deberes.

am
En efecto, norma penal en estudio señala expresamente que la oposición recae

sobre un acto funcional, mediante el cual el funcionario cumple con los deberes
an
inherentes al cargo público que en ese momento ejerce. Esta exigencia en torno a la
rp

legalidad del acto funcional es un elemento indispensable para la configuración


ju

objetiva del tipo. Por ello leva razón FONTAN BALESTRA cuando señala que "La ley
en

dispone expresamente que el acto que es objeto de la resistencia debe ser propio del

legítimo ejercicio de las funciones de la persona contra la que se emplea intimidación


.p

o fuerza. Ante esa exigencia, parece claro que la resistencia no se configura si el


w

funcionario no actúa dentro del marco legítimo de sus funciones. Y la razón lógica es
w

la ausencia de la tipicidad del acto por faltar un elemento del tipo" (9).
w

En nuestro Código Penal, el problema de la legalidad del acto se resuelve de

conformidad con lo que preceptúa el artículo 176, aplicarán las penas señaladas en

los artículos que preceden si el funcionario público excede, por acto arbitrario, los

límites de sus funciones".


191

Esta previsión indudablemente constituve una excusa excluyente de la

antijuridicidad, que representa una garantía de la libertad de los particulares en sus

relaciones con la Autoridad pública, y al mismo tiempo es una garantía del Estado

para el recto funcionamiento de sus organos.

“En el Estado moderno, ordenado jurídicamente -expresa MANZINNI- no es

sólo el principio de autoridad lo que debe ser defendido, sino también el de legalidad.

m
Y esto implica que la ley debe ser igualmente rigurosa al reprimir tanto los atentados

co
a la Autoridad como los abusos que de ellan hagan los oficiales públicos y los

a.
encargados de servicio público. De ello se sigue como consecuencia que los

am
atentados contra la Autoridad, en tanto constituyen delito, en cuanto esa Autoridad se

despliegue legítimamente. Y esta consecuencia queda precisamente fijada en el


an
principio de la legitimidad de la reacción particular los actos arbitrarios de los oficiales
rp

públicos o de los encargados de servicio publico" (10).


ju
en

III. ASPECTO SUBJETIVO

El elemento subjetivo hace necesario en el agente la conciencia y voluntad de


.p

oponerse, mediante violencia o amenaza, a los mandamientos de la autoridad.


w

No es menester que el agente persiva una especial finalidad, por lo que es


w

suficiente el dolo génerico.


w

Por lo que atañe a la causa de atenuación, en la hipótesis de resistencia para

impedir la prisión, consagrada en el párrafo final de la norma comentada, es evidente

que se está en presencia de un dolo específico.


192

IV. FASES EJECUTIVAS

El momento consumativo de este delito se tiene una vez que el agente se

oponga al acto de la autoridad empleando violencia o amenaza. El primer acto de

violencia o de amenaza perfecciona el delito, independientemente de que la

autoridad haya logrado realizar el acto. Es por ello, que consideramos muy difícil que

en esta figura delictiva pueda admitirse la tentativa. Autores como RANIERI (11) y

m
MANZINI (12), sin embargo, la estiman posible.

co
a.
V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD

am
El delito es sancionado con reclusión de veinte días a dieciseis meses.

Los párrafos segundo y tercero contemplan circunstancias especiales de


an
agravación y el párrafo cuarto contiene una circunstancia especial de atenuación de
rp

la pena.
ju

En efecto, en el segundo párrafo se sanciona con reclusión de dos a veinte


en

meses cuando el delito se comete con armas, lo que constituye una circunstancia de

agrayación especial que atiende a la mayor idoneidad de los medios utilizados por el
.p

agente.
w

El párrafo tercero establece que la pena será de ocho meses a cinco años de
w

reclusión cuando el delito se comete por cinco personas a lo menos, reunidas con
w

armas, o por más de diez personas reunidas, con o sin armas, que se han

concertado para ello.

El fundamento de esta agravación debe encontrarse en la más acentuada

indefensión en que queda la víctima.


193

Finalmente, el párrafo cuarto establece una circunstancia especial de

atenuación de la pena, mediante la cual se determina que la misma se reducirá en

una tercera parte cuando la resistencia tenga por fin impedir la prisión del autor de

ella o de uno de sus próximos parientes. El artículo 175 del Código Penal ofrece una

definición legal del concepto de próximos parientes, válida para todas las normas

penales que utilicen expresión, y que a la letra expresa: "Para la aplicación de la ley

m
penal se entiende por próximos parientes los ascendientes, los descendientes, el

co
cónyuge, los hermanos, tíos y sobrinos, y los afines en el mismo grado". El

a.
fundamento de la atenuación debe encontrarse en la menor entidad del elemento

am
moral del delito, habida cuenta que no puede exigirse, sin más, el acatamiento

inmediato de una orden de autoridad perjudicial para sí o para un pariente próximo,


an
sino que se puede esperar cierta resistencia por parte del destinatario del mandato.
rp

Ello no significa que el Derecho otorgue carácter jurídico a la resistencia así


ju

realizada, sino que, tomando en cuenta que la medida de autoridad va dirigida a


en

afectar su libertad o la libertad de un pariente próximo, los actos de oposición llevan

un menor reproche, por cuanto al autor no se le puede exigir una conducta


.p

netamente pasiva, dado el significado que posee la medida privativa de libertad.


w
w

NOTAS
w

(1) NUÑEZ, Ricardo C. Ob. Cit. pág. 28.


(2) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 347.
(3) FONTAN BALESTRA, Carlos. "Tratado... ..." pág. 162.
(4) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. págs. 247-248.
(5) FONTAN BALESTRA, Carlos. "Tratado " pág. 162.
(6) MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit. pág. 24B.
194

(7). SOLER, Sebastián, Ob. Cit. pág. 100.


(8) FONTAN BALESTRA, Carlos. Ob. Cit. pág. 163.
(9) IDEM.
(10) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit. pág. 84.
(11) RANIERI, Silvio. Ob. Cit. pág. 348.
(12) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit. pág. 142.

m
co
a.
am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w
195

Capitulo Octavo

VIOLACION DE SELLOS Y SUSTRACCIONES

EN LAS OFICINAS PÚBLICAS

m
l. VIOLACIÓN DE SELLOS
A. LA NORMA

co
B. ASPECTO OBJETIVO
1. Objeto Jurídico

a.
2. Sujeto activo

am
3. Sujeto pasivo
4. La conducta típica
an
C. ASPECTO SUBJETIVO
D. FASES EJECUTIVAS
rp

E. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD
II. SUSTRACCIONES EN LAS OFICINAS PÚBLICAS
ju
en
.p
w
w
w
196

Capitulo Octavo
VIOLACION DE SELLOS Y SUSTRACCIONES
EN LAS OFICINAS PÚBLICAS

m
I. VIOLACIÓN DE SELLOS

co
A. La Norma

El delito de violación de se encuentra sancionado en el artículo 181 del Código

a.
Penal, que a la letra expresa:

am
"Artículo 181. Se castigará con reclusión de dos a dieciocho
meses al que viole de cualquier modo los sellos destinados
an
conforme a la ley u orden de la autoridad, a conservar o
asegurar la identidad de una cosa.
rp

Si el culpable fuere el funcionario público que ordenó o ejecutó


la colocación de los sellos, o aquel a quien incumbe
ju

custodiarlos o conservarlos, la reclusión que se imponga será


de veinte a cuarenta meses".
en

B. Aspecto Objetivo
.p

1. Objeto Jurídico
w

El objeto específico de la tutela penal en la presente incriminación es el


w

concerniente al normal funcionamiento de la administración pública en cuanto es


w

necesario “garantizar el respeto debido a las custodias materiales, meramente

simbólicas, mediante las cuales se manifiesta la voluntad del Estado orientada a

asegurar cosas muebles o inmuebles contra todo acto de disposición o de

inutilización por parte de personas no autorizadas” (1).


197

2. Sujeto activo

Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona. Se trata, por tanto, de un

delito común o del sujeto activo indiferenciado. Agente puede ser también un

funcionario público, incluso el que ordenó o ejecutó la colocación de sellos, y quien

se encuentra encargado de custodiarlos. En estos casos, se tendrá la figura

agravada.

m
3. Sujeto

co
El sujeto pasivo del delito es el Estado, titular del interés vulnerado por el delito.

a.
Pucde resultar perjudicado con este de la cosa, cuando por razón del delito sufra

am
menoscabo en su conservación o identidad.

4. La conducta típica
an
El hecho constitutivo del delito consiste en violar de cualquier modo los sellos
rp

destinados conforme a la ley u orden de la autoridad, a conservar o asegurar la


ju

identidad de una cosa. "Violar" significa quitar, romper, destruir, o en general, la


en

alteración, ilegítimamente cometida, del estado de una cosa (2).

"Sello" a su vez, es "cualquier marca material, con significado simbólico, puesta


.p

para asegurar la conservación o la identidad. Este fin -en opinión de MAGGIORE-


w

distingue al sello del timbre o de la marca, cuyo fin es únicamente certificar (3).
w

La formulación amplia del precepto contenida en la expresión "viole de cualquier


w

modo", permite abarcar toda conducta que haga ineficaz la colocación de sellos,

desde la destrucción material del sello por acciones de daño, hasta la transformación

y remoción de los sellos, así como todo acto que haga nugatoria su colocación.
198

El sello en ningún caso constituye una defensa material de la cosa, su valor

protegido es el que tiene como símbolo de la voluntad del Estado en cuanto a la

identificación de la cosa. Por ello, a juicio de SOLER, "viola el sello tanto quien lo

rompe, como quien lo levanta dejándolo intacto o sano, como el que rompe los hilos

o fajas que van de un sello a otro, pero sin perjudicar al sello mismo" (4).

El sello debe ser puesto por disposición de la ley o por orden de la autoridad,

m
con el fin de asegurar la conservación o la identidad de la cosa. No se tendrá este

co
delito cuando los sellos objeto de violación tenga un fin distinto del de custodia o

a.
aseguramiento.

am
Los sellos pueden ser colocados en la cosa misma o sobre su continente, sobre

bienes muebles o inmuebles, y no se requiere formas, sustancias o sistemas


an
determinados, mientras se obtenga con ellos un medio idóneo de conservación o
rp

identidad (5).
ju

C. Aspecto Subjetivo
en

El delito de violación de sellos es imputable a título de dolo, que consiste en el

conocimiento de la función que el sello desempeña y la voluntad de violarlo. No se


.p

requiere y, por tanto, es suficiente con el dolo genérico.


w

D. Fases Ejecutivas
w

Este delito se consuma en el momento en que ocurre la violación agente realiza


w

la remoción, rotura o destrucción de los sellos, o de la apertura de la custodia

sellada, independientemente de cualquier resultado posterior. Es irrelevante para

estos efectos que daño a la cosa bajo custodia.


199

La tentativa es jurídicamente posible, “como cuando, por ejemplo, el culpable

haya comenzado a inutilizar los sellos, sin llegar a violar la custodia por causas

independientes de su voluntad"(6).

Existirá concurso material de delitos si la violación sirve como medio para

cometer otro delito, a menos que ese medio esté expresamente previsto por la ley

como elemento constitutivo o circunstancia agravante de ese otro delito.

m
E. Determinación de la Penalidad

co
El delito se sanciona con reclusión de dos a dieciocho meses.

a.
El párrafo segundo de la norma contempla circunstancias especiales de

am
agravación con fundamento en la calidad del sujeto activo, atendiendo criterios de

una mayor reprochabilidad en el acto. En efecto, se sanciona con veinte a cuarenta


an
meses de reclusión al agente que correspondió dictar la orden o ejecutar la
rp

colocación de los sellos, así como a aquel a quien incumbre custoriarlos o


ju

conservarlos.
en

La persona a quien corresponde custodiar o conservar las cosas selladas puede

no ser funcionario público; puede tratarse de un depositario o de un secuestro.


.p
w

NOTAS
w

(1) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit.. pág. 319.


MAGGIORE, Giuseppe. Ob. Cit... 288.
w

(2)
(3) IBIDEM, págs. 288-289.
(4) SOLER, Sebastián. Ob. Cit. pág. 152.
(5) FONTAN BALESTRA, Carlos. “Tratado. . .” pág. 245.
(6) MANZINI, Vincenzo. Ob. Cit. pág. 326.
200

INDICE GENERAL

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Capítulo Primero
INTRODUCCION A LOS DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PÚBLICA
I. ASPECTOS GENERALES....................................................................................................................4

m
II. OBJETO JURIDICO ................................................................................................................................4
III. CONCEPTO DE FUNCIONARIO PÚBLICO....................................................................................6

co
IV. ORDEN MATERIA ................................................................................................................................ 12

a.
Capítulo Segundo
DEL PECULADO

am
I. PECULADO POR APROPIACIÓN .................................................................................................. 17
A. La Norma ............................................................................................................... 17
an
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................... 17
C. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 42
rp

D. Formas de Aparición ............................................................................................. 43


E. Determinacion de la Penalidad ............................................................................... 50
ju

F. Problema Procesal: Denuncia Formal .................................................................... 52


II. PECULADO CULPOSO ...................................................................................................................... 53
en

A. La Norma ............................................................................................................... 53
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................... 54
.p

C. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 58
w

D. Formas de Aparición ............................................................................................. 60


E. Determinación de la Penalidad ............................................................................... 62
w

III. PECULADO POR USO INDEBIDO ................................................................................................. 63


w

A. La Norma ............................................................................................................... 63
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................... 64
C. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 66
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................... 67
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................... 72
IV. PECULADO POR APLICACIÓN PÚBLICA DIFERENTE A LA PREVISTA ........................ 73
201

A. La Norma ............................................................................................................... 73
B. Razón del Precepto y Finalidad Politico-Criminal ................................................... 74
C. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 75
D. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 79
E. Fases Ejecutivas .................................................................................................... 80
F. Determinación De La Penalidad ............................................................................. 81
V. PECULADO POR DENEGACIÓN DE PAGOS Y RETENCIÓN INDEBIDA ....................... 81
A. La Norma ............................................................................................................... 81

m
B. Naturaleza de los Delitos ........................................................................................ 82
Aspecto Objetivo ................................................................................................... 83

co
C.
D. Aspecto Subjetivo.................................................................................................. 85
E. Indole de la Pena ................................................................................................... 85

a.
VI. EXTENSIÓN DEL ARTÍCULO 158 DEL CÓDIGO PENAL....................................................... 86

am
A. La Norma ............................................................................................................... 86
B. Contenido de la Extensión ...................................................................................... 86
C. Aspecto Objetivo ................................................................................................... 89
an
D. Aspecto Subjetivo ................................................................................................. 91
rp

Capítulo Tercero
DE LA CONCUNSIÓN
ju

I. ASPECTOS GENERALES................................................................................................................. 97
en

A. La Norma ............................................................................................................... 97
B. Concepto Generico De Concusion ......................................................................... 98
.p

II. ASPECTO OBJETIVO......................................................................................................................... 99


A. Objeto Jurídico ....................................................................................................... 99
w

B. Objeto Material ..................................................................................................... 100


w

C. Sujeto Activo ....................................................................................................... 100


Sujeto Pasivo ...................................................................................................... 102
w

D.
E. Conducta Tipica ................................................................................................... 102
III. ASPECTO SUBJETIVO .................................................................................................................... 109
IV. FASES EJECUTIVAS........................................................................................................................ 110
V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD ...................................................................................... 110
202

Capítulo Cuarto
DE LA CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS PUBLICOS
I. ASPECTOS GENERALES............................................................................................................... 115
A. Concepto y Naturaleza Jurídica............................................................................ 115
B. Diferentes Especies de Corrupción ...................................................................... 116
C. La Concusión y La Corrupción de funcionarios Públicos ..................................... 117
II. CORRUPCIÓN IMPROPIA ............................................................................................................ 117
A. La Norma ............................................................................................................. 117

m
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 118
Aspecto Subjetivo................................................................................................ 121

co
C.
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 122
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 125

a.
III. CORRUPCIÓN PROPIA ................................................................................................................... 125

am
A. La Norma ............................................................................................................. 125
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 126
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 129
an
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 129
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 130
rp

IV. INDUCCIÓN A LA CORRUPCIÓN ............................................................................................... 131


A. La Norma y Naturaleza Jurídica ........................................................................... 131
ju

B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 133


en

C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 135


D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 135
.p

E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 135


Capítulo Quinto
w

DE LOS ABUSOS DE AUTORIDAD E INFRACCIONES DE LOS DEBERES DE LOS


FUNCIONARIOS PUBLICOS
w

I. ABUSO INNOMINADO DE AUTORIDAD.................................................................................... 140


w

A. La Norma ............................................................................................................. 140


B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 141
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 144
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 144
II. EXCITACION A LA DESOBEDIENCIA DE LAS LEYES O LAS PROVIDENCIAS LA
AUTORIDAD ........................................................................................................................................ 145
A. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 145
203

B. Aspecto Subjetivo................................................................................................. 146


C. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 146
D. Determinación de la Penalidad ............................................................................ 147
III. INTERÉS PRIVADO EN ACTOS OFICIALES............................................................................ 147
A. La Norma ............................................................................................................. 147
B. Aspecto Objetivo ................................................................................................. 147
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 149
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 149

m
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 149
IV. REVELACIÓN DE SECRETOS DEL CARGO ........................................................................... 150

co
A. La Norma ................................................................................................................ 150
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 150

a.
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 152

am
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 152
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 154
V. OMISIÓN DE ACTOS OFICIALES ............................................................................................... 154
an
A. La Norma ............................................................................................................. 154
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 154
rp

C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 157


D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 157
ju

E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 157


en

VI. OMISIÓN DE DENUNCIAR UN DELITO ..................................................................................... 157


A. La Norma ............................................................................................................. 157
.p

B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 158


C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 161
w

D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 161


w

E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 161


VII. ABANDONO DEL CARGO............................................................................................................... 161
w

A. La Norma ............................................................................................................. 161


B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 162
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 164
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 164
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 164
204

Capítulo Sexto
DE LA USURPACION DE TITULOS Y FUNCIONES PÚBLICAS
I. GENERALIDADES ............................................................................................................................. 168
II. USURPACIÓN DE FUNCIONES PÚBLICAS............................................................................. 168
A. La Norma ............................................................................................................. 168
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 169
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 171
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 172

m
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 173
III. USURPACIÓN DE TITULOS ........................................................................................................ 173

co
A. La Norma ............................................................................................................. 173
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 173

a.
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 176

am
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 176
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 176
IV. VIOLENCIA CONTRA FUNCIONARIO PÚBLICO.................................................................... 176
an
A. La Norma ............................................................................................................. 176
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 177
rp

C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 179


D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 179
ju

E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 180


en

V. VIOLENCIA CONTRA LAS CORPORACIONES PÚBLICAS ................................................ 181


A. La Norma ............................................................................................................. 181
.p

B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 182


C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 183
w

D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 183


w

E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 183


Capítulo Séptimo
w

DE LA RESISTENCIA A LA AUTORIDAD
I. LA NORMA ........................................................................................................................................... 186
II. ASPECTO OBJETIVO....................................................................................................................... 187
A. Objeto Juridico ..................................................................................................... 187
B. Objeto Material ..................................................................................................... 187
C. Sujeto Activa ....................................................................................................... 187
205

D. Sujeto Pasivo ...................................................................................................... 188


E. La Conducta Típica .............................................................................................. 188
III. ASPECTO SUBJETIVO .................................................................................................................... 191
IV. FASES EJECUTIVAS ....................................................................................................................... 192
V. DETERMINACIÓN DE LA PENALIDAD ...................................................................................... 192

Capitulo Octavo
VIOLACION DE SELLOS Y SUSTRACCIONES EN LAS OFICINAS PÚBLICAS

m
I. VIOLACIÓN DE SELLOS ................................................................................................................. 196
A. La Norma ............................................................................................................. 196

co
B. Aspecto Objetivo .................................................................................................. 196
C. Aspecto Subjetivo................................................................................................ 198

a.
D. Fases Ejecutivas ................................................................................................. 198
E. Determinación de la Penalidad ............................................................................. 199

am
an
rp
ju
en
.p
w
w
w

También podría gustarte