Responsabilidad Contractual
Responsabilidad Contractual
Responsabilidad Contractual
CONTRACTUAL*
INCUMPLIMIENTO
MORA
DOLO OBLIGACIONAL
El artículo 506, dice:
“El deudor, es responsable al acreedor de los daños e intereses que
a éste resultaren por dolo suyo en el cumplimiento de la
obligación”.
“El deudor es igualmente responsable por los daños e intereses que su morosidad
causare al acreedor en el cumplimiento de la obligación”.
MORA.
CONSTITUCION EN MORA.
INTERPELACION.
Qué es interpelar? Ya señalamos que interpelar es
requerir de pago al deudor. Es, entonces, intimarlo a que
pague. Hay que asociar interpelación con requerimiento. El
que interpela es siempre el acreedor.
Ese requerimiento puede ser extrajudicial. Para
ello hay que recurrir, normalmente, al asesoramiento de un
profesional del derecho que elabore la intimación o, en todo
caso, al escribano para que realice un acta notarial.
El mismo requerimiento puede efectuarse por la vía
judicial. Se formula mediante la presentación que deberá
hacer un abogado previo abonar los tributos y tasas
respectivos para demandar la intervención del juez, quien
ordenará notificar al deudor la intimación de pago solicitada
por el acreedor.
Esta interpelación o requerimiento de pago debe
cumplir con determinados requisitos intrínsecos y
extrínsecos. La doctrina de manera conteste exige que sea
categórico, imperativo, apropiado y circunstanciado
(requisitos intrínsecos).
Debe ser efectuado de manera fehaciente (requisito
extrínseco). Esto tiene que ver con la prueba, porque el
acreedor es quien tiene que demostrar que ha efectuado la
interpelación para que el incumplimiento del deudor tenga
consecuencias jurídicas, ya que lo transforma en responsable
civil. Es por ello que se acostumbra a hacerlo a través de
carta documento o telegrama colacionado.
Desde lo intrínseco el requerimiento necesita ser:
a.categórico. No sirve que se invite al deudor a pagar.
Debe exigírsele que pague.
b.imperativo. No puede ser sólo declarativo. “Intimo a
Ud. a que… proceda a abonar la suma de $ … “.
c.apropiado. Haciendo referencia a la causa de la
deuda.“Intimo a Ud. a que, en el plazo de 15 días proceda a
abonar la suma de $... que como obligación asumiera mediante
el contrato de compraventa formalizado con el suscripto el
día 17/12/2007, la que se encuentra incumplida… “
d.circunstanciado. Conforme circunstancias de tiempo,
persona y lugar. “ …. A tal fin deberá hacerse presente
en el estudio jurídico del suscripto (o de mi abogado
patrocinante), sito en calle …, en el horario de …, los
días ….”.
EFECTOS DE LA INTERPELACION.
Hecha la interpelación, el efecto que ella produce
es básicamente constituir en mora al deudor constituyéndolo
en responsable civil.
CESE DE LA MORA.
El estado de mora persiste por inercia jurídica.
Sólo un hecho exterior puede hacerla cesar, por ejemplo, que
el deudor pague. Esto es absolutamente posible. Después de
ser constituido en mora, el deudor puede pretender cumplir la
prestación y si el acreedor le rechazara el pago está en
condiciones de efectuarlo por consignación.
Otro hecho no habitual, pero que también produce el
efecto de hacer cesar el estado de mora, puede serlo que el
acreedor renuncie. Puede hacerlo tácitamente, si entrega
recibo de pago y no hace reserva de pago parcial; o
expresamente si manifiesta que desiste de su derecho
creditorio por los daños y perjuicios ocasionados.
PRUEBA DE LA CULPA.
En lo que hace a la prueba de la culpa en la
responsabilidad contractual, tenemos que marcar la diferencia
con lo que señalamos para el caso del dolo. Aquí, frente a
una obligación asumida en un contrato, el mero incumplimiento
hace presumir la culpa. No hay que probarla. Sólo hay que
acreditar el incumplimiento aunque, básicamente todo se
reduce a comprobar la existencia del contrato e invocar su
incumplimiento. Será, en todo caso, el deudor cumplidor el
que pruebe lo contrario exhibiendo el recibo de pago que
acredite que cumplió. Es decir la presunción de culpa admite
prueba en contrario. Es, por lo tanto, iuris tantum. Por qué
el incumplimiento hace presumir la culpa? Porque si no
cumplió será porque no adoptó las diligencias apropiadas para
cumplir. Falta de diligencia es negligencia y, por lo tanto,
la conducta es culposa.
DISPENSA DE LA CULPA.
En lo que hace a la dispensa de la culpa vamos a
intentar razonar como lo hicimos con la dispensa del dolo. En
principio, la dispensa de la culpa no está prohibida. No hay
un artículo similar al 507 que impida dispensarla. Podemos
colegir que lo que no está prohibido está permitido (artículo
19, Constitución Nacional) por lo que, pareciera, que la
dispensa de la culpa estaría aceptada.
De todos modos debemos preguntarnos si es posible
la dispensa anticipada de la culpa. Cómo dispensaríamos la
culpa en forma previa a que se produzca un hecho culposo?
Debiéramos introducir una cláusula de no
responsabilidad o de irresponsabilidad culposa dentro de un
contrato. Estaríamos, en ese caso, frente al mismo supuesto
de la dispensa anticipada del dolo, contrayendo una
obligación sin sanción ante su incumplimiento culposo. Este
tipo de obligaciones, asumidas con la condición de no recibir
sanción ante la omisión de las diligencias necesarias para su
cumplimiento, también atentan contra el bien común, la moral
y las buenas costumbres. Son cláusulas que violan lo
prescripto por el artículo 953 que habla de los objetos de
los actos jurídicos.
Dispensar anticipadamente la culpa sería como
fomentar la desidia del deudor y el derecho no ampara este
tipo de actos.
Ahora bien, introducir una cláusula de no
responsabilidad, tal como la analizamos, parte de considerar
que hemos de dispensar la culpa total en el comportamiento
del deudor.
EXCEPCIONES.
Las tres excepciones a lo dispuesto -esto es los
tres casos en los que se responde por los daños y perjuicios
causados-, serán:
PACTO DE GARANTIA.
ASUNCION DEL CASO FORTUITO.
¿Cómo podemos asumir la responsabilidad por caso
fortuito? Introduciendo en el contrato una cláusula como la
siguiente: “Las partes, de común acuerdo, resuelven que las
consecuencias del caso fortuito o fuerza mayor no exonerarán al deudor
(Juan Pérez), en referencia al cumplimiento del presente, debido a que se
conviene que las mismas resulten a cargo del mencionado. Por lo tanto,
los incumplimientos provocados por esas causas no podrán ser excusados”.
IMPREVISIBILIDAD O INEVITABILIDAD.
“En el resarcimiento de los daños e intereses sólo se comprenderán los que fueren
consecuencia inmediata y necesaria de la falta de cumplimiento de la obligación”
(artículo 520, C.C.).
COMPENSATORIA Y MORATORIA.
Qué tipos o especies de cláusulas penales ha
regulado nuestro derecho positivo? Nuestro codificador ha
normado dos especies de cláusulas penales, moratoria y
compensatoria. Moratoria cuando el incumplimiento defectuoso
-ID=P+P- y compensatoria ante el incumplimiento total
-IT=P-. Esta es la que permite que se abone sólo la pena y no
la prestación principal, porque ingresa la indemnización
pactada como sustituyendo a la prestación junto a los daños y
perjuicios e incluyendo a la principal. Se dice que, en este
caso, es sucedánea o subsidiaria. La moratoria en cambio se
fija ante el mero retraso de la prestación principal.
DERECHO POSITIVO.
La regulación de la cláusula penal ha sido prevista
en los artículos 652 a 666 del Código Civil, los que a
continuación hemos de analizar.
OBJETO
“La cláusula penal sólo puede tener por objeto el pago de una suma de
dinero, o cualquiera otra prestación que pueda ser objeto de las obligaciones,
bien sea en beneficio del acreedor o de un tercero” (artículo 653,
C.C.).
OBLIGACION SOLIDARIA.
PRINCIPIO GENERAL.
EXCEPCION.
REGLA GENERAL.
OTRA EXCEPCION.
RESUMEN.
Para cerrar el tema de la cláusula penal, y a modo
de conclusión, delinearemos lo que debemos tener presente en
cuanto a sus caracteres.
ACCESORIAS
COMPULSIVAS/RESARCITORIAS (SUCEDANEAS)
INMUTABLES
CONDICIONALES
DE INTERPRETACION RESTRICTIVA
* Se hace reserva de los derechos intelectuales que pudieran corresponder por la publicación
del presente trabajo, cuya autoría corresponde a la Prof.Norma Beatriz Martínez (Año 2008)
integrante de la cátedra de Derecho Civil II de la carrera de abogacía que se dicta en el
ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La
Pampa.