Cocina Clásica
Cocina Clásica
Cocina Clásica
Cocina clásica es un estilo de cocina francesa vigente desde finales del siglo
XIX hasta finales del siglo XX, basado en los planteamientos teóricos y prácticos
plasmados en su Guide culinaire por Auguste Escoffier, chef francés que renovó la
cocina francesa -y por ende europea- a partir de las bases técnicas y artísticas de
la Cocina Tradicional Francesa, y más directamente de la Haute cuisine.
ORIGEN
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como anacrónicos, si bien siguen teniendo una clientela fiel a sus recetas y servicio
refinado.
PRINCIPIOS E INNOVACIONES
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Sustitución en el servicio de sala del Servicio a la Francesa (servir todos los
platos al comensal al mismo tiempo) por el Servicio a la Rusa (servir los platos
progresivamente, en el orden ofrecido en el menú). Se estableció también la
importancia de ofrecer un servicio refinado al cliente-comensal, trasladándose las
bases del servicio de mesa aristocrático al servicio ofrecido en los restaurantes.
COCINA CLÁSICA
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COCINA MODERNA
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a recopilar recetas en forma estandarizada, sin cantidades especificas; y también
a delinear menús.
El Chef y Maitre Auguste Escoffier -de la Cocina clásica, a principios del Siglo XX -
crea la Escuela Francesa del Arte Culinario y estandariza las recetas agregando
cantidades basadas específicamente en tazas y cucharadas.
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COCINA PROFESIONAL
Cocina (habitación)
La cocina es un espacio o lugar especialmente equipado para la preparación de
alimentos. Una cocina moderna incluye como mínimo una cocina (con quemadores),
un fregadero y el frigorífico y los muebles para almacén, los tres vértices del
triángulo de trabajo que se ha de respetar para poder trabajar cómodamente en la
cocina. La encimera es la superficie de trabajo en la cocina está hecha normalmente
de materiales noble como el mármol, la madera o la pizarra, en la actualidad están
también de moda materiales sintéticos de gran resistencia y que facilitan el
mantenimiento y la limpieza en la cocina. Además es frecuente que exista un
refrigerador, un horno de microondas, una campana extractora y otros aparatos
electrodomésticos, como licuadora y batidora que facilitan el trabajo en la cocina. El
tamaño de las cocinas varia y depende del tamaño de la vivienda. En casas
pequeñas se suele encontrar la cocina-comedor para ahorrar espacio y en casas
grandes se acostumbra a colocar dentro la lavadora y la secadora.
Desde que el fuego estuvo disponible, nació la reunión alrededor del hogar común,
para calentarse en tiempo frío y para el consumo de alimentos cocinados. Con la
complejidad de la preparación alimentaria y las mejoras en los sistemas de
calentamiento del hogar, en las mansiones de gente más pudiente, aparece la
necesidad de disponer de un espacio distinto para el trabajo de cocinar. Pero la
cocina no ocupa sólo un ámbito privado, en ciertas sociedades tribales, este espacio
queda a la disponibilidad de todos, por la noción de reparto que prevalece en ellas.
Con la división de los grupos humanos en unidades más pequeñas (célula familiar),
la función de la cocina permanece pero se individualiza (la cocina es parte de la
casa). Sin embargo hay casos donde, aunque el alojamiento es individual, la función
de preparación de los alimentos es comunal. Encontramos por ejemplo cocinas
comunales en la Antigua Roma.
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Cocina profesional en un restaurante.
La cocina industrial
Se entiende como “cocina industrial” todo establecimiento en el cual se permite
preparar los alimentos en cantidad suficiente para muchas personas: restaurantes,
cantinas escolares o empresariales, para distribución en grandes cantidades.
Conjunto de locales y zonas delimitadas que son necesarias para transformar un
plato.
Las obligaciones de higiene y seguridad alimentaria que pesan sobre los industriales
han contribuido a que se controle y estudie, para que no haya cruces, las entradas
y salidas. Así evitan posibles contaminaciones entre las materias primas que entran,
las basuras que salen, los alimentos en curso de preparación y los ya acabados.
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Estas reglas sanitarias se hacen obligatorias por las cadenas de manipulación cada
vez más grandes. Cada vez hay más y más intermediarios y la distancia geográfica
es mucho más larga entre los productores y los consumidores.
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En los aviones de pasajeros, la cocina se reduce a una simple despensa, la única
función que recuerda a una cocina es el calentamiento de las comidas durante el
vuelo entregadas por una empresa de catering. Una forma extrema de la cocina se
produce en el espacio, por ejemplo, a bordo de un transbordador espacial o la
Estación Espacial Internacional. Los alimentos de los astronautas generalmente
están completamente preparados, deshidratados y sellados en bolsas de plástico,
y la cocina se reduce a un módulo de rehidratación y calentamiento.
Las áreas al aire libre en las que se preparan los alimentos generalmente no se
consideran cocinas, a pesar de que una zona al aire libre preparada para la
preparación regular de alimentos, por ejemplo cuando se acampa, se podría llamar
una "cocina al aire libre". Una cocina al aire libre en un camping podría estar cerca
de un pozo, bomba de agua, o grifo de agua, y podría proporcionar tablas para la
preparación de alimentos y cocinar. Algunas áreas de la cocina del camping tienen
un tanque grande del propano conectado con los quemadores, de modo que los
campistas puedan cocinar sus comidas. Los campamentos militares y
asentamientos temporales similares de los nómadas pueden tener tiendas de
cocina dedicadas, que tienen un respiradero para permitir que el humo de cocina
escape.
Historia de la cocina
La cocina, como espacio diferenciado, apareció en el siglo V a. C., conservando un
marcado carácter religioso: el propio hogar donde eran cocidas todas las viandas
era también utilizado como lugar de culto a los dioses lares. Ya en la época romana
nos encontramos con cocinas que estaban muy bien equipadas, con lavadero,
horno de pan, cisterna, trípodes de bronce, cavidades para picar las especias, etc.
Ya en la Edad Media, las cocinas de los castillos pasaron a ser un lugar importante,
la actividad diaria era constante. Eran enormes habitáculos con gigantescas
chimeneas, en cada cocina se podía encontrar una o varias de ellas. Estaban
divididas en numerosos anexos (panadería, frutería, etc.). En las ciudades, en las
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casas burguesas y en las granjas más humildes la cocina solía ser una sala que se
utilizaba tanto para la recepción de personas, como para la realización de la comida
y su posterior consumo.
En el siglo XIX los progresos técnicos, como lo fueron la batería de cocina y sobre
todo el horno, transformaron las cocinas en lo que los grandes chefs bautizaron
como un “laboratorio”. En las casas burguesas era un espacio totalmente separado
del resto de la casa y que incluso tenía una puerta de servicio. Se llegó a situar en
el sótano o al final de largos pasillos. Los utensilios usados comenzaron a ser muy
abundantes: balanzas, escurridores, servicios de cubiertos, baterías, sartenes,
tarros de especias, etc. Con la división del trabajo, la cocina es considerada el
terreno del ama de casa lo que en Alemania se conoce con el estereotipo de las
“tres K” (Kinder: niños, Kirche: iglesia, y Küche:cocina).
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