Definición
Definición
Definición
Préstamos prendarios. Son aquellos que tienen una garantía prendaria que generalmente
se cubre con depósito o bonos de prenda. Son certificados de depósito no negociables.
Pueden tener vencimientos hasta de diez años y se documentan en un contrato con
pagarés y los intereses son ajustables de acuerdo a las tasas que se pacten.
Préstamos de habilitación o avío. Son créditos garantizados por bienes del acreedor y son
generalmente emitidos por tres a cinco años y financian la actividad industrial, agrícola o
ganadera. Es el instrumento específico para financiar la adquisición de materias primas y
materiales, pago de jornales, salarios, inventarios y gastos directos de explotación y
operación; fortaleciendo el ciclo productivo de las empresas dedicadas a la industria,
agricultura y ganadería.
Créditos hipotecarios. Son financiamientos a largo plazo que tienen una gran flexibilidad y
se obtienen para la inversión en adquisiciones o construcciones de inmuebles que se
destinen al objeto social de la empresa deudora así como para pagos o consolidaciones
de pasivos pero no para pagar pasivos que estaban financiando el capital de trabajo. Las
garantías son activos tangibles y los plazos máximos son de 15 años.
Emisión de obligaciones. Son títulos de crédito que pueden ser emitidos por las
sociedades anónimas y representan la participación individual de los tenedores de las
obligaciones, en un crédito colectivo a cargo de la sociedad emisora, la cual está obligada
a hacer pagos periódicos por los intereses y liquidar las obligaciones a la fecha de su
vencimiento. Las obligaciones pueden ser quirografarias (garantizadas por una firma) o
hipotecarias. El monto de la emisión no puede ser mayor al capital contable, por lo que el
grado de endeudamiento no puede ser superior a una razón de uno a uno.
La administración eficiente del préstamo a largo plazo requiere un contacto constante con
la institución que lo proporcionó y sus directores para poder conocer si se esperan cambios
en las condiciones y en las tasas de interés o si existen algunas modalidades en los nuevo
préstamos que pudieran ser ventajosos para la empresa. La buena o mala
administración del financiamiento a largo plazo afectan directamente la solvencia de la
empresa y su estructura financiera.
Para conocer el grado que tiene la deuda con relación a la estructura financiera de la
empresa, se pueden utilizar las siguientes fórmulas, llamadas pruebas de solvencia:
Significa que por cada peso de capital contable, la empresa tiene 41 centavos de deuda a
largo plazo. En otras palabras, la deuda representa el 41% del capital contable.
Significa que el activo fijo está financiado en un 37% por deuda a largo plazo.
Significa que del 100% del activo total, un 21% está financiado con deuda a largo plazo.
De acuerdo con Moreno y Rivas (2002), la buena administración aconseja que no debe
obtenerse más financiamiento que el que sea susceptible de ser pagado por los recursos
generados de la empresa, principalmente por la depreciación, si el crédito a largo plazo
fue utilizado en la adquisición de activos fijos.
Ventajas y desventajas de contraer deuda con relación a financiarse de
aportaciones de capital.
Ventajas.
Desventajas.