Sucesiones - Trabajo - Testamento
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¿QUÉ ES EL TESTAMENTO?
Se denomina testamento a un documento mediante el cual un individuo dispone de sus bienes una
vez que ha fallecido. Así, un testamento es la expresión de la última voluntad de una persona,
constituyendo una acción jurídica efectuada de modo unilateral y libre. En cuanto al conjunto de
bienes que deja una persona mediante testamento, suele denominárselo herencia.
Tienen la facultad de realizar un testamento aquellas personas indicadas por la ley; el criterio que
suele seguirse para este accionar es el relativo a la capacidad intelectual y racional para tomar esta
decisión, criterio que salvaguarda la libertad de la persona. En cuanto a las personas que reciben
la herencia, estas pueden ser naturales o jurídicas.
Existen distintos tipos de testamento, pudiendo la persona interesada elegir al que considere mejor.
Uno de ellos es el testamento ológrafo, que es aquel que está escrito, fechado y firmado por el
propio testador; otro es el testamento público, que se entrega o dicta a un escribano en presencia
de testigos; y finalmente, existe el denominado testamento “cerrado”, que se entrega a un
escribano, se guarda en un pliego y sobre el que se labra un acta que indica la voluntad del testador
sobre aquello que contiene el sobre.
La posibilidad de legar los bienes personales a terceros ha redundado en situaciones curiosas que
fueron documentadas a lo largo de la historia. Un ejemplo puede darlo el caso de Charles Vance
Millar, quien tuvo como última voluntad legar una parte de su patrimonio, convertido previamente
en dinero, a la mujer que tuviera más hijos en el decurso de los diez años posteriores a la defunción;
finalmente hubo cuatro ganadoras, habiendo tenido cada una de ellas nueve hijos.
UNILATERAL. - Porque la voluntad del testador es suficiente sin contar con nadie para
darle eficacia al mismo. Está rigurosamente prohibido que dos o más personas testen
conjuntamente, salvo foralidades.
NO RECEPTIVO. - Pues no precisa que nadie lo conozca, ni incluso los here-deros, hasta
después del fallecimiento del testador. La expresión ante Notario ha de ir dirigida siempre
a los sucesores e independientemente de que estos acepten o no, el testamento ha quedado
perfeccionado nada más otorgarse.
SOLEMNE. - Porque su trascendencia y sus últimas consecuencias, hacen que esté
rodeado de unas solemnidades legales y garantías formales, de tal manera que, se
considerará nulo, el testamento en cuyo otorgamiento no se hayan observado todas las
formalidades legales.
REVOCABLE. - Porque hasta el fallecimiento del testador, éste puede modificarlo, sin
limitación alguna, es decir, que todas las disposiciones son esencialmente revocables, y el
testador podrá cambiar el testamento las veces que quiera, incluso a pesar de que haya
expresado su voluntad en anteriores ocasiones de que la revisión anterior del testamento
era la válida y definitiva y que no cabía una revocación posterior de la misma.
o Requisitos
CLASES DE TESTAMENTOS
1) Testamento ológrafo. Art. 3639: "el testamento ológrafo para ser válido en cuanto a sus
formas, debe ser escrito todo entero, fechado y firmado por la mano misma del testador. La falta
de alguna de estas formalidades lo anula en todo su sentido".
Constituye la forma más simple de testar, ya que el otorgante puede redactarlo en el momento más
conveniente, y sus previsiones permanecen en secreto. Puede ser redactado en cualquier idioma.
De acuerdo a los artículos 3639 y 3640, no debe haber intervención de extraños en el acto.
El testamento ológrafo debe ser un acto separado de otros escritos y en que el testador acostumbra
escribir por expresas que sean con respecto a la disposición de los bienes, no pueden formar un
testamento ológrafo (art. 3648).
2) Testamento por acto público. Es aquel en el que el testador entrega por escrito o dicta a un
escribano público, en presencia de testigos, sus disposiciones de última voluntad a efectos de que
aquél lo incluya en el libro de protocolo.
Se trata de un testamento que, cumplidas las formalidades específicas (art. 3654 y ss.), consta en
escritura pública y, por lo tanto, las disposiciones en él contenidas gozan de fe pública no sólo de
quienes intervinieron en su redacción sino también respecto de terceros. Por ello se ha denominado
también testamento notarial o testamento abierto, por contraposición al testamento cerrado, ya que
su otorgamiento y contenido se hacen públicos desde el día del acto.
Toda persona capaz puede, en principio, otorgar testamento. Se incluyen a los analfabetos pero se
excluyen a los sordos, mudos y sordomudos. La incapacidad del sordo se debe a que no puede
escuchar la lectura del testamento, requisito ineludible según los términos del art. 3658. En cuanto
a la del mudo, Vélez se limitó a copiar las disposiciones del derecho francés.
El art. 3654 establece que el testamento "debe ser hecho ante escribano público y tres testigos
residentes en el lugar".
El art. 3689 dispone: "Si por causa de peste o epidemia no se hallare en el pueblo o lazareto,
escribano ante el cual pueda hacerse el testamento por acto público, podrá hacerse ante un
municipal, o ante el jefe del lazareto, con las demás solemnidades prescritas para los testamentos
por acto público".
El testamento consular está autorizado por el art. 3636: "Es válido el testamento escrito hecho en
país extranjero, por un argentino, o por un extranjero domiciliado en el estado, ante un ministro
plenipotenciario del gobierno de la República, un encargado de negocios, o un cónsul, y dos
testigos argentinos o extranjeros, domiciliados en el lugar donde se otorgue el testamento, teniendo
el instrumento el sello de la legación o consulado." La ley 4.712, al organizar las funciones
consulares, otorga a los cónsules la facultad de autorizar los mismo actos que en nuestro país se
realizan ante escribanos públicos.
El art. 3637 prevé la protocolización y seguridad testamento consular: "El jefe de legación, y a
falta de éste, el cónsul, remitirá una copia del testamento abierto o de la carátula del cerrado, al
Ministro de Relaciones Exteriores de la República, y éste, abonando la firma del jefe de la legación
o del cónsul en su caso, lo remitirá al juez del último domicilio del difunto en la República, para
que lo haga incorporar en los protocolos de un escribano del mismo domicilio. No conociéndose
el domicilio del testador en la República, el testamento será remitido por el ministerio de
Relaciones Exteriores a un juez de primera instancia de la capital para su incorporación en los
protocolos de la escribanía que el mismo juez designe."
"El escribano debe, bajo pena de nulidad del testamento, designar el lugar en que se otorga, su
fecha, el nombre de los testigos, su residencia y edad, si ha hecho el testamento, o si sólo ha
recibido por escrito las disposiciones".
El testamento debe ser leído por el escribano en presencia de los testigos, que deben verlo. De
dicha lectura debe dejarse constancia de que fue hecha al testador en presencia de los testigos.
Debe ser firmado por el testador, el escribano y los testigos. Se admite la firma a ruego, si el
testador no supiese firmar. En tal caso, puede firmar otra persona o uno de los testigos, en este
último supuesto al menos dos testigos deben saber firmar. El escribano debe expresar esta
circunstancia.
El sordo puede otorgar testamento cerrado. El ciego, siempre y cuando lea y se redacte en escritura
Braile. En cuanto a los mudos, el art. 3668 dispone: "El que sepa escribir aunque no pueda hablar,
puede otorgar testamento cerrado". En este supuesto, su incapacidad la reemplaza con la aptitud
de escribir, debiendo redactar el testamento de puño y letra como lo establece el precepto mentado.
El pliego interior debe contener la escritura y la firma. El escrito puede no ser de puño y letra,
salvo el caso del otorgante mudo, ya mencionado. No se requiere la fecha, ya que se tomará válida
para todos los efectos la del acta notarial que se extenderá en la cubierta. Este se entrega a un
escribano público en presencia de cinco testigos residentes en el lugar, expresando que lo
contenido en aquél pliego es su testamento.
El acta que se extiende sobre la cubierta del sobre o pliego, será firmado por el testador y por todos
los testigos que puedan hacerlo, y por los que no puedan los otros a su ruego; pero nunca serán
menos de tres los testigos que firmen por sí.
Si el testador no pudiere hacerlo por alguna causa que le haya sobrevenido, firmará por él otra
persona o alguno de los testigos. El escribano debe expresar al extender el acta en la cubierta del
testamento, el nombre, apellido y residencia del testador, de los testigos, y del que hubiere firmado
por el testador, como también el lugar, día, mes y año en que el acto pasa.
La entrega y suscripción del testamento cerrado no puede estar interrumpida por ningún otro acto
extraño, a no ser por breves intervalos cuando algún accidente lo exigiere, que deben ser
justificados por la nota al precepto.
El testamento cerrado puede quedar en poder del escribano o del testador, ya que no se establece
en ninguna norma. En el caso de que el testador dejase en depósito o custodia el testamento en
poder del escribano, éste está obligado cuando muera el testador, a ponerlo en noticias de las
personas interesadas, siendo responsable de los daños y perjuicios que su omisión les ocasione
(art. 3671).
El testamento cerrado que no pudiese valer como tal por falta de alguna de las solemnidades que
debe tener, valdrá como testamento ológrafo, si estuviere todo él escrito y firmado por el testador;
y, en caso de no estar fechado, valdrá la fecha del acta labrada contenida en la cubierta.
Pero cuando han cesado las circunstancias especiales y transcurrido un término prudencial, el acto
carece de eficacia. Son actos transitorios, limitados a un período dado, a cuyo vencimiento
caducan.
Se requiere que el militar integre una expedición militar, o en una plaza sitiada, o en un
cuartel o guarnición fuera del territorio de la República, y asimismo, los voluntarios,
rehenes o prisioneros, los cirujanos militares, el cuerpo de intendencia, los capellanes, los
vivanderos, los hombres de ciencia agregados a la expedición, y los demás individuos que
van acompañando o sirviendo a dichas personas, podrán testar ante un oficial que tenga a
lo menos el grado de capitán, o ante un intendente del ejército, o ante el auditor general y
dos testigos.
Si el testador estuviese enfermo o herido, podrá testar ante el capellán o médico o cirujano
que lo asista, y, hallándose en un destacamento, ante el oficial del que depende, aunque sea
de grado inferior al de capitán. El testamento debe designar lugar y fecha en que se hace.
Contempla las hostilidades con el extranjero y guerra civil.
El testamento militar otorgado en cualquiera de las circunstancias que autorizan a testar de
esta forma, caduca de pleno derecho si el testador sobrevive después de los noventa días
siguientes a aquel en que hubiesen cesado, a su respecto, las circunstancias del art. 3672.
En caso contrario, el testamento valdrá como si hubiese sido otorgado en la forma
ordinaria.
El art. 3681 dispone: "Si el buque, antes de volver a la República, arribare a un puerto
extranjero en que haya un agente diplomático o un cónsul argentino, el comandante
entregará a este agente un ejemplar del testamento, y el agente lo remitirá al Ministerio de
Marina, para los efectos que se ha dispuesto respecto al testamento militar. Si el buque
volviese a la República, lo entregará al capitán del puerto, para que lo remita a iguales
efectos al Ministerio de Marina.".
Tendrá validez sólo cuando el testador hubiese fallecido antes de desembarcar o dentro de
los noventa días siguientes al desembarco, el cual no se considerará el bajar a tierra por
corto tiempo para reembarcarse en el mismo buque.
BIBLIOGTRAFÍA:
www.abogadosdeherencias.pe
http://www.monografias.com/trabajos28/testamento-peru/testamento-
peru.shtml#formalida