Cultura Wari
Cultura Wari
Cultura Wari
Wari o Huari
Datos
Cronología: 600-1200
Vasija wari.
Huaco wari.
Índice
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Periodificación de la cultura wari[ cultura wari fue una cultura política y social
estatal que surge entre el 550 d. C. y el 900 d. C. (aunque existen discrepancias sobre los
fechados entre algunos investigadores). D. Menzel dividió a la cultura wari en seis etapas: 1A,
1B, 2A, 2B, 3 y 4.1
La etapa 1A
En la etapa 1A surge la ciudad capital denominada Wari, que dio el nombre a esta cultura. En
este periodo se nota una elevada influencia de la mitología tiahuanacota deducida de las
vasijas halladas en Qonchopata (Ayacucho), en donde se representa repetitivamente el tema
plasmado en la Portada del Sol de Tiwanaku.1
Existen dos estilos alfareros waris representativos de este periodo, denominados
«qonchopata» y «chakipampa A». La influencia tiahuanacota se evidencia también en el
templete semisubterráneo encontrado en la ciudad de Wari. También durante este periodo
destacan enclaves en la costa de Ica y Moquegua.
La etapa 1B
En esta etapa la característica principal son los grandes cambios en la estructura sociopolítica
wari. La ciudad de Wari crece debido a la migración procedente de las zonas rurales. En el
campo político, el Estado wari se fortalece y se expande; se desarrollan los centros
provinciales de Honqo pampa y Willcawaín, en el callejón de
Huaylas; Wiracochapampa y Marcahuamachuco en La Libertad y Pikillaqta en el Cuzco.
Evidencias arqueológicas afirman el posicionamiento wari en la costa central y sur; y algunas
evidencias arqueológicas en el valle del Santa.1
Asimismo se fundan sitios como Wariwilca, Jincamoco y Waywaka, todos estos sitios
estuvieron interconectados por redes viales.
Los sitios al norte de Wari evidencian la adaptación de los estilos arquitectónicos de los waris
a los estilos locales, alterando algunos conceptos y asimilando otros.
En la alfarería destacan los estilos denominados «Robles moqo», «Chakipampa B» y
«Pacheco», este último asociado a un sitio arqueológico de importancia en la zona de Nazca.1
Las etapas 2A y 2B
Durante la etapa 2A existen evidencias de una reestructuración política y una última
expansión; destacando por centralizar aún más el poder en la ciudad de Wari. Esto origina que
la ciudad alcance su máxima extensión y su mayor índice demográfico, naciendo nuevas
urbes periféricas como Jargampata y Azángaro en San Miguel y Huanta respectivamente.1
Los estilos alfareros predominantes durante el periodo 2A fueron «viñaque», «atarque» y
«pachacamac». Surgen además los sitios costeños de Socos (en el valle del río Chillón) y
Conoche (en Topará).
En la época 2B, la cultura wari se expande hasta la ciudad de Cajamarca, se consolida en la
serranía de La Libertad y Moquegua, y avanza hasta Sicuani.1
En cuanto a religión, sitio de Pachacamac gana prestigio durante el periodo 2A, y para el
periodo 2B propaga su influencia estilística hacia la zona de Ica y Huancayo.1
Etapas 3 y 4
Estas son las etapas de la decadencia de la cultura wari. En la etapa 3 se inicia la decadencia
de la ciudad de Wari; sin embargo el sitio de Pachacámac mantiene su prestigio religioso,
además de surgir en Huarmey un sitio influenciado en la arquitectura por los waris.1
En la etapa 4 se inicia un periodo de desecamiento de la sierra, un cambio climático que
perduraría por un largo espacio de tiempo y que posiblemente sea la causa del colapso del
Estado panandino wari1
Influencia Tiahuanaco
La cultura Tiahuanaco se desarrolló en el altiplano entre los años 550 y 900. Influenció en los
waris sobre todo en el aspecto religioso y cultural. En algunas de sus cerámicas se aprecia la
representación de divinidades con rasgos antropomorfos y zoomorfos, similar
a Wiracocha (dios de los báculos) de los tiahuanacos.
Esta divinidad se ve en las culturas posteriores tiahuanacas, que aparece representado en la
conocida Puerta del Sol, ubicada en el complejo de Kalasasaya (en Bolivia).
Monolitos
Arquero wari.
Los monolitos waris tienen influencia tiahuanacota, sin embargo sus personajes no muestran
las posiciones severas que caracterizan a los monolitos de la civilización del collao.2
A diferencia de los monolitos de Tiwanaku, no portan cetros ni armas, y además son robustos.
La similitud con Tiwanaku son los lagrimones en los ojos (presentes también en los monolitos
de Ponce y Bennet).2
Los monolitos waris descansan sobre un pedestal y se guardaban en una antigua hacienda
en Huacaurara hasta su traslado a la ciudad de Ayacucho, en donde se conservan en la
actualidad.2
Expansión wari
Dentro de las tres grandes épocas de los waris, la segunda época (siglo VII a X) es de máximo
apogeo y está representado por el estilo de cerámica llamado propiamente wari, con sus
variedades regionales:
Viñaque,
Atarco,
Pachacámac,
Qosqopo, etc.
Esta es la época imperial wari, cuando su expansión alcanza Lambayeque y Cajamarca (por el
Norte) y llega hasta Moqueguay Cusco (por el Sur). Desde Cusco hasta Chile y este de Bolivia
se extendía Tiahuanaco.
Los waris lucharon y conquistaron los pueblos cercanos mediante un ejército cuyas principales
armas fueron las hachas de piedra, porras de metal, arcos y flechas. Los waris introducen una
concepción nueva de la vida urbana, implantando el modelo de gran centro urbano
amurallado.
Las ciudades wari más conocidas son Pikillaqta (en el Cusco)
y Wiracochapampa (en Huamachuco), que a su vez son los territorios extremos del imperio.
La ciudad de Wari basó principalmente su economía en la explotación imperial, es decir en la
explotación de las colonias que fue conquistando mediante la guerra, tanto los tributos de las
colonias como otros factores de dominación, permitieron el mantenimiento de esta gran
ciudad.
La tercera época es de declinación y descomposición política económica de los waris, con el
abandono de la ciudad y la pérdida de su control sobre las antiguas colonias.
Después del siglo XI, los pueblos sometidos al Imperio wari retoman su camino independiente
de desarrollo, y Ayacuchoingresa a una etapa de franco subdesarrollo con abandono del
patrón de vida urbano y retorno a una reducida población rural aldeana, similar a las
tempranas fases de Huarpa.
Las diferentes regiones del imperio se fueron independizando del poder de la capital y
finalmente esta quedó abandonada y acabó siendo saqueada. Luego de desaparecer el poder
imperial las grandes ciudades fueron abandonadas y en muchas regiones se regresó a la vida
basada en aldeas poco desarrolladas, Otras regiones, sin embargo se embarcaron en un
nuevo florecimiento regional fundándose de esta manera los reinos y señoríos del periodo
intermedio Tardío tales como Lambayeque, Chimu, Cajamarca, Chancay, el señorío chincha o
el proto señorío inca.
Sin embargo, los enfrentamientos entre estos grupos no acabaron y la formación de ejércitos,
batallas e intentos de conquista continuaron hasta el fin del Imperio Incaico.
Presencia wari en el Litoral
Cerámica wari hallada en Aplao, situado en el valle del río Majes(departamento de Arequipa).
La costa de las actuales regiones Ica y Arequipa muestran contactos con las culturas de las
serranías contiguas desde tiempos anteriores a los waris, y durante el apogeo de los waris la
presencia en esta zona es innegable, aunque las evidencias manifiestan que luego del ocaso
de los waris las sociedades de esta zona cambiaron patrones culturales y reorientaron sus
contactos hacia otros centros costeros. En esta zona surge el estilo alfarero «atarco» de gran
influencia tiahuanacota y que es uno de los estilos característicos del periodo «2A» de Wari.1
Pero si bien en la costa sur no se discute la presencia wari, el problema surge al tratar de
vincular la cultura wari con las sociedades de la costa central y norte, correspondiente a los
departamentos de Lima, Áncash, La Libertad y Lambayeque. En esto existen desacuerdos
entre los que investigan estas zonas aunque entre los años 90s e inicios del primer decenio
del siglo XXI se han descubierto nuevas evidencias de la incursión wari en la costa de la
actual región Lima.
En la costa central del actual Perú floreció la cultura Lima y en la costa norte la cultura Moche,
que durante el periodo 1B, 2A y 2B de Wari se evidencian cambios que probarían la injerencia
wari a pesar de no encontrarse centros urbanos con características arquitectónicas waris.
En la costa norte los estilos alfareros clásicos de wari están ausentes, aunque se han
encontrado cerámicas wari en tumbas moche, pero a manera de ofrendas. Kauffmann
Doig sostiene que la presencia de los waris en el territorio mochica aceleró el proceso de
decadencia de esta última en tanto que los mochicas ya se encontraban en un proceso de
declive. Esto se evidenciaría a partir de la cerámica moche correspondiente a esta época que
deja de ser bicolor y adopta patrones rojo-negro-blanco de wari. Además el rostro del dios del
agua moche tomó características tiahuanacoides traídas al norte por wari. Y si bien es cierto
que no se construyeron centros administrativos, bien pudieron ser administrados desde el
centro provincial de Wiracochapampa en la provincia de Sánchez Carrión en las serranías
de La Libertad.2 Aunque la arquitectura wari no se impuso en el territorio moche, existen
evidencias que durante el periodo V de Moche (periodo que coincide con la expansión wari)
los patrones arquitectónicos de los moches cambiaron, como lo evidencian los restos
arqueológicos de «Pampa Grande» y «Galindo».
En el caso de la región Lambayeque, además de la influencia moche y wari, convergen
la cultura Cajamarca y otras formas locales, pero existen evidencias de la presencia wari hasta
el 850 d. C. aproximadamente, cuando florece en esa zona la denominada cultura
Lambayeque, a la que Shimada denomina «Sicán». Esta cultura basa su religión en un dios
denominado «Naylamp», que no presenta razgos ni influencias tiahuanacoides.
Economía y política
La sociedad wari no tuvo posesión de la moneda ni el mercado, el estado monopolizó el
abastecimiento, producción y distribución de los principales recursos. Además los waris
utilizaron varias modalidades de producción, tributación e intercambio, el control de la
economía se logró a través del establecimiento de centros administrativos provinciales.
El manejo político fue distinto en todo el ámbito nacional e internacional, teniendo en cuenta
que los waris convivieron con otra entidad política y religiosa compleja como lo fue
Tiahuanaco, al sur.
Metalurgia
Existen vestigios de trabajos metalúrgicos wari en oro, cobre y bronce, utilizando las técnicas
del vaciado, forjado, laminado, martillado y repujado.
Algunos autores sostienen que el trabajo metalúrgico en Wari tuvo antecedentes
tiahuanacotas, en cuanto a las técnicas utilizadas; otros sostienen que la metalurgia en Wari
tiene sus orígenes en Waywaka, un sitio arqueológico ubicado en Andahuaylas e investigado
por Grossman, en donde se encontraron piezas de metal de mucha antigüedad.1
Algunos de los trabajos metalúrgicos más complejos de la cultura wari fueron hallados en el
sitio de Conchopata por Denise Pozzi-Escot3 y analizados por Ríos. Se trataría de un taller
metalúrgico dedicado al trabajo del oro y el cobre, cuyo principal producto fueron los «tupus» o
«topos», la cantidad de estos «tupus» es abundante en el sitio de Conchopata, pero estos
tupus de similares características también fueron encontrados en Huamachuco, Jargampata y
Azángaro, por lo cual se piensa que Conchopata fue un centro de producción a gran escala de
estos artefactos.1
La ciudad de Wari[editar]
Artículo principal: Complejo Arqueológico Wari
Piedra wari.
La ciudad de Wari fue la capital del estado del mismo nombre. Se encuentra a unos 15 km de
la actual ciudad de Ayacucho. El núcleo urbano de Wari alcanzó durante la «época 2» un área
de ocupación de unas 2000 hectáreas (su mayor expansión) de la cual quedan como vestigios
arqueológicos varias callejuelas con templos amurallados, patios ocultos, tumbas reales y
edificios de viviendas de varios pisos1 que forman actualmente el complejo arqueológico Wari.
La mayoría de los edificios estaban cubiertos de yeso blanco, con lo cual la ciudad
resplandecía al sol de las montañas.
A medida que su población fue creciendo (algunos arqueólogos creen que llegó a tener unos
70 000 habitantes),[cita requerida]también creció en importancia como ciudad sede del poder
político. Inicialmente la ciudad debió reducirse a un centro administrativo con funciones
políticas y religiosas. Según la evidencia arqueológica, la cultura wari declinó en importancia
hacia el 1000 d. C., desconociéndose a ciencia cierta cómo y por qué fue finalmente
abandonada.
Ante la baja productividad de la tierra se realizaron importantes obras
de canalización y drenaje y sobre todo se crearon terrazas agrícolas que ampliaron
notablemente la superficie cultivable. Estos andenes, construidos en las laderas de los cerros,
suelen ubicarse cerca de los complejos urbanos, principales y secundarios, ya que satisfacían
las necesidades de consumo de estos.
Sectores de la ciudad
Varios de los investigadores que han estudiado la cultura wari han dividido la zona central del
asentamiento (que abarca 18 kilómetros cuadrados) en 12 diferentes sectores:
Monqachayoc]
En este sector se encuentran galerías subterráneas con techos formados por grandes bloques
de piedra de una sola pieza y paredes recubiertas con lajas alargadas a manera de enchape,
además de unos tubos labrados en piedras que se sospecha fueron usados para el transporte
de agua a la ciudad. Era utilizado con fines funerarios ya que presenta mausoleos, galerías
subterráneas, un patio hundido y fosas. El principal hallazgo de este sector fue un mausoleo
construido con piedras finamente labradas que constituyen compartimientos orientados hacia
un espacio central a una profundidad de 8 metros dentro una estructura arquitectónica en
forma de “D”. Lamentablemente, ninguna de las tumbas develadas hasta el momento ha sido
encontrada intacta.4
Vegachayuq Mogo
Es una de las áreas ceremoniales más importantes de Wari. El hallazgo de una arquitectura
especial, sin precedentes en la zona a mediados de marzo de 2015, lleva a pensar en una
probable capital de la cultura huarpa.
Capillapata
Sector formado por grandes muros dobles de entre 8 y 12 metros de altura. En la base tiene
un ancho de 3 metros y en la cima entre 0,80 y 1,20 m, alcanzando 400 m de largo. Estos
muros forman grandes cercados o 'canchones'.
Turquesayoc
Llamado así por la presencia de restos de turquesa, sea en cuentas de collar o
pequeñas esculturas. Debido a la alta concentración de este material se cree que en este
sector estuvieron los talleres dedicados al trabajo de este material.
La Casa de Blas
Por toda el área se encuentran desperdigados abundantes restos de artefactos líticos, como
puntas de proyectil, punzones y pedernales. La principal materia prima era la obsidiana,
el pedernal y la pelvis de cuy.
Canterón
Llamado así porque se presume que este sector fue usado como cantera.
Ushpa Qoto
Edificios diversos cercanos a una plaza. Tres murallas grandes corren de forma paralela,
estructuras semicirculares y ambientes subterráneos.
Robles Moqo
Esta área presenta tiestos de cerámica y artefactos líticos fragmentados. Un estilo de
cerámica característico de wari toma el nombre de Robles Moqo, ya que fue aislado tomando
en cuenta los fragmentos hallados en este sector por un guía local de apellido Robles.
Campanayoq
Recintos circulares y trapezoidales. Están en mal estado de conservación, totalmente
derruidos, sólo se pueden identificar los cimientos.
Trankaqasa
16 petroglifos grabados en piedra. Se labraron surcos sobre superficies planas que luego
fueron ligeramente pulimentadas. Se representan líneas concéntricas, volutas, serpientes,
círculos y figuras geométricas.
Ushpa
En ese lugar se han encontrado figuras humanas moldeadas que delatarían áreas específicas
de servicios, talleres y almacenes.
Gálvezchayoq
Cavidad circular de 11 metros de diámetro y 10 de profundidad, excavada intencionalmente.
En el interior dos túneles cuidadosamente excavados tienen orientación norte y sur
respectivamente.
Churucana
Muros similares a los de Capillapata forman recintos trapezoidales y rectangulares.
Ichabamba
Wiracochapampa
Honqo pampa
Huilcahuaín
Huarihuilca
Chimu cápac
Socos
Pachacámac
Maymi
Pacheco
Atarco
Azángaro
Conchopata
Jargampata
Vista Alegre
Palestina
Jincamoqo
Pikillaqta
Cerro Baúl
Espíritu Pampa (Vilcabamba).
Castillo de Huarmey
Artículo principal: Castillo de Huarmey
En septiembre de 2012, los arqueólogos procedieron a excavar entre los escombros que aún
quedaban en la parte más alta de la pirámide escalonada. Al limpiar los pozos de los
huaqueros notaron que en el fondo se extendía una capa de ripio (piedras pequeñas) de
aproximadamente 100 cm de grosor. Se procedió a retirar esa capa, cuyo peso total fue de
unas 33 toneladas. Debajo encontraron seis esqueletos humanos que serían ofrendas
humanas, pero el momento cumbre fue cuando apareció la cámara funeraria con un rico ajuar,
la primera de la cultura wari hallada intacta. Dicha cámara funeraria mide 4.5 m de largo, 3.5
de ancho y 1.5 de profundidad, y guardaba 57 fardos con osamentas en posición sentada. En
el lado norte de la misma cámara se hallaron tres pequeñas tumbas que corresponderían a
mujeres de la nobleza wari. Todas ellas tenían joyas que demostraban su nivel social, pero la
del centro parecía tener mayor importancia que las demás. Serían probablemente las esposas
principales. Las demás osamentas, en número de 57, serían de otras damas nobles, quizá las
esposas secundarias o miembros de la corte, enterradas conjuntamente.5
Se hallaron también asociados diversos objetos, como orejeras de oro, plata y de otras
aleaciones metálicas, recipientes de cerámica, objetos de piedra tallada, cuchillos
ceremoniales, un quero de piedra de Huamanga, agujas, ovillos de colores, entre otros,
haciendo un total de 1200 objetos en buen estado de conservación, de inconfundible estilo
wari. Todos estos hallazgos se dieron a conocer en junio de 2013.5
El Señor de Wari
Es un hallazgo arqueológico6 dado a conocer en febrero de 2011.7 En efecto, en Espíritu
Pampa, distrito de Vilcabamba, provincia de La Convención, departamento del Cuzco, se
encontró un complejo funerario en cuya tumba principal, perteneciente a un dignatario
del Imperio wari,8 se hallaron un pectoral, una máscara de plata, 223 cuentas del mismo
metal, 17 piezas de oro y más de 100 piezas de cerámica.
El hallazgo del Señor Wari de Vilcabamba ha sido comparado en importancia con la del Señor
de Sipán.910
Véase también
La Dama de la Máscara, momia wari encontrada en la pirámide Huaca Pucllana (Lima).
Cultura Tiahuanaco
Wari (ciudad preincaica)
Bibliografía
Giersz, Milosz; y Pardo, Cecilia (eds.) (2014): Castillo de Huarmey. El mausoleo imperial
wari. Lima: MALI (Museo de Arte de Lima).
Lumbreras, Luis Guillermo (2011): El imperio wari. Lima (Perú): IFEA.
Referencias