El Cliente Es El Rey
El Cliente Es El Rey
El Cliente Es El Rey
El CLIENTE ES EL REY
El cliente es el rey es un proceso sistemático para ajustar y/o establecer las ventas que
obtendrá de cuáles clientes, contra quién y cómo hacerlo.
Casi todos los empresarios se ven a sí mismos como productores. Cuando los
propietarios o directivos de una empresa se presentan, dicen cosas como: “Somos una
pizzería, hacemos pizzas”, o “Somos una empresa productora de videos, hacemos
vídeos”. Es una posición ingenua a adoptar, porque son mucho más que un fabricante
de pizzas o de vídeos.
Buscar problemas y resolverlos. El mayor cumplido es cuando un cliente comienza a
verle como un recurso más que como un vendedor y le pide ayuda para comprender
algo. ¡Intente por todos los medios estar lo más cerca posible de sus clientes, tanto
como ellos se lo permitan!
Casi todos nosotros nos vendemos mal. Además de vendernos mal, frecuentemente
comprendemos más cómo nos perciben: hay una diferencia entre lo que nosotros
pensamos que hacemos y lo que el cliente ve. En un negocio, esa diferencia da como
resultado clientes insatisfechos y resultados pobres.
Qué sentido tiene si tiene una visión demasiado estrecha de o que vende a sus
clientes, entonces se venderá mal y perderá oportunidades de desarrollar la relación.
Si, por otro lado, comprende el alcance y la profundidad de la ayuda que puede dar,
entonces descubrirá nuevas oportunidades de trabajar con su cliente y ayudarlo.
Extienda los límites de la definición que hace de su empresa. Considere cómo podría
extenderse a una línea nueva de productos/servicios diferentes y/o mercados nuevos o
diferentes. Piense en paralelo.
Ponerse en el lugar o la piel del cliente no es tarea fácil. Casi todas las grandes
empresas (con sus grandes presupuestos) están tratando de descubrir qué es lo que
mueve a sus clientes. Interminables encuestas a clientes realizadas por empresas de
estudios de mercado tratan de descubrir cómo venderles más productos a los pobres y
cándidos clientes.
● Grupos de clientes
Los beneficios de comprender sinceramente qué se siente al ser uno de sus clientes
serán muy rentables. Sus clientes se lo agradecerán y harán que su trabajo y el de todo
su personal sean más fáciles y mucho más placenteros. Podrá dedicar sus esfuerzos a
dar a sus clientes lo que realmente quieren.
Hay que diferenciarse de los demás. Ningún negocio puede salir adelante sin ganarse
el corazón y la voluntad de su público objetivo, al menos no durante mucho tiempo.
En un mundo donde la competencia parece estar en todos lados, es necesario que
usted se distinga de los demás.
Probablemente el arma más poderosa del arsenal del marketing sea la capacidad de
tener muy claro lo que estamos ofreciendo, ya que nosotros podemos decidir cómo
nos verá el público comprador. Dado que el cliente es el rey (a la larga), hay que
ponerse en una posición en la cual éste quiera comprarnos a nosotros y no a
cualquiera de nosotros competidores.
No se puede comenzar a elegir las armas de marketing hasta no tener claro a quién se
está tratando de atraer y con qué método. Casi todas las campañas de marketing
comienzan con un presupuesto, luego eligen las herramientas y finalmente el mensaje.
Esta es una forma completamente a la inversa de considerar el problema (a no ser que
a usted le guste gastar el dinero de los demás)