RADIACION

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TRANSFERENCIA DE CALOR POR RADIACIÓN

1. PROPIEDADES DE LA RADIACCIÓN
Cuando la energía radiante incide contra una superficie material, parte de la radiación se refleja,
parte se absorbe y parte se transmite, tal como lo muestra la Fig. 8-2. Definimos la reflectividad ϱ
como la fracción reflejada, la absorbencia α como la fracción absorbida y la transmisividad T como
la fracción transmitida. Así,

La mayor parte de los cuerpos sólidos no transmiten radiación térmica; de modo que para muchos
de los problemas aplicados la transmisividad se puede tomar como cero. Entonces

Cuando la radiación choca con una superficie se pueden observar dos tipos de fenómenos. Si el
ángulo de incidencia es igual al de reflexión, a ésta se le llama especular. Por otra parte, cuando un
rayo incidente se distribuye en forma uniforme en todas direcciones después de la reflexión, a ésta
se le llama difusa. En la Fig. 8-3 se representan ambos tipos de reflexión. Obsérvese que la reflexión
especular presenta al observador una imagen reflejada exacta a la de la fuente. Ninguna superficie
real es especular o difusa. Un espejo corriente es especular completamente para la luz visible, pero
no de un modo necesario especular a través de la gama entera de longitud de onda de radiación
térmica. Por lo general, una superficie rugosa presenta con mayor facilidad un comportamiento
difuso que una superficie perfectamente lisa. De manera similar, una superficie lisa es más especular
que una rugosa. La influencia de la rugosidad de una superficie sobre las propiedades de radiación
térmica de los materiales es un tema de gran interés y que continúa siendo objeto de investigación
continua. El poder emisivo E de un cuerpo se define como la energía emitida por el cuerpo por área
y tiempo unitarios. Podríamos realizar mentalmente un experimento a fin de establecer una relación
entre el poder emisivo de un cuerpo y las propiedades del material que definimos anteriormente.
Supóngase que se tiene un recinto de manera perfecta negro, es decir, uno que absorbe todas las
radiaciones incidentes que chocan contra él, como se muestra en forma esquemática en la Fig. 8-4.

Este recinto también emitirá radiación de acuerdo con la ley T4. Sea qi W/m2 el flujo radiante que
llega a cualquier punto del área del recinto. Supóngase ahora que se coloca dentro del recinto un
cuerpo y se le permite alcanzar la temperatura de equilibrio junto con el recinto. En equilibrio, la
energía absorbida por el cuerpo deberá ser igual a la energía emitida; de otra manera habría un flujo
de energía hacia el interior Q exterior del cuerpo que incrementaría o disminuiría su temperatura.
En equilibrio escribiríamos

A la Ec. 8-8 se le denomina la identidad de Kirchhoff. Aquí observaremos que las emisividades y
absorbencias que se han tratado son las propiedades totales del material en particular; es decir,
ellas representan el comportamiento integrado del material sobre todas las longitudes de onda. Las
sustancias reales emiten menos radiación que las superficies negras ideales cuando se mide la
emisividad del material. En realidad, la emisividad de un material varía con la temperatura y la
longitud de onda de la radiación. Un cuerpo gris se define como tal que la emisividad
monocromática ϵλ del cuerpo es independiente de la longitud de onda. La emisividad
monocromática se define como la proporción del poder emisivo monocromático del cuerpo al poder
emisivo monocromático de un cuerpo negro en la misma longitud de onda y temperatura. Así,

Las emisividades de diversas sustancias varían ampliamente con la longitud de onda, temperatura y
condiciones de superficie. En el Apéndice A se dan algunos valores típicos de la emisividad total de
diversas superficies. En la Ref 14 se da un panorama completo de las propiedades de radiación.
Planck derivó la relación funcional para Ebλ introduciendo el concepto de cuanto para la energía
electromagnética. Ahora la derivación casi siempre se realiza por medio de métodos de
termodinámica estadística, y se demuestra que Ebλ está relacionada con la densidad de energía de
la Ec. 8-2 por medio de
En la Fig. 8-5a se da una gráfica de Ebλ como función de la temperatura y longitud de onda.
Obsérvese que para las temperaturas más altas el pico de la curva se encuentra en las longitudes de
onda menores. Estos puntos máximos en las curvas de radiación están relacionados por la ley de
desplazamiento de Wien,

La Fig. 8-5b indica el espectro de radiación relativa de un cuerpo negro a 3000 °F y un cuerpo gris
ideal correspondiente con una emisividad igual a 0.6. También se muestra una curva que indica un
comportamiento aproximado para una superficie real, el cual puede variar considerablemente tanto
de un cuerpo negro ideal, como de un cuerpo gris ideal. Para propósitos de análisis casi siempre se
consideran las superficies como cuerpos grises, tomándose las emisividades como el valor promedio
integrado. El desplazamiento en el punto máximo de la curva de radiación explica el cambio en el
calor de un cuerpo a medida que se le calienta. Como la banda de longitudes de onda visibles al ojo
se encuentra entre 0.3 y 0.7 µm, a bajas temperaturas sólo una porción muy pequeña del espectro
de energía radiante puede detectarse por el ojo. A medida que el cuerpo se calienta, la intensidad
máxima se desplaza hacia las longitudes de onda menores, y la primera señal visible del incremento
en la temperatura del cuerpo es un color rojo oscuro. Al incrementarse aún más la temperatura, el
color cambia a rojo vivo, en seguida a amarillo vivo y finalmente a blanco. El material también parece
más brillante a mayores temperaturas ya que una fracción mayor de la radiación total cae dentro
del espectro visible. A menudo nos interesa saber la cantidad de energía radiada desde un cuerpo
negro en un intervalo de longitud de onda específico. La fracción del total de energía radiada entre
0 y λ está dada por
y se obtiene integrando la fórmula de distribución de Planck de la Ec. 8-12 a través de todas las
longitudes de onda. El concepto de un cuerpo negro es una idealización; es decir, no existe un
cuerpo negro perfecto -todas las superficies reflejan radiación hasta cierto alcance aunque sea
insignificante. Sin embargo, se puede realizar una aproximación muy exacta de un cuerpo negro de
la siguiente manera. (Como se muestra en la Fig. 8-7, se construye una cavidad de manera que ésta
sea muy grande en comparación con el tamaño en el lado de la abertura. Un rayo incidente de
energía se refleja muchas veces en el interior antes que escape finalmente del lado de la abertura.
En cada reflexión se absorbe una fracción de la energía y esto corresponde a la absorbencia del
interior de la cavidad. Después de todas estas absorciones, prácticamente toda la radiación
incidente en el lado de la abertura se absorbe. Se deberá observar que la cavidad de la Fig. 8-7 se
comporta más o menos como un emisor del cuerpo negro así como un absorbedor.

2. FACTOR DE FORMA DE LA RADIACIÓN


Considérense dos superficies negras A1 y A2, tal como se muestran en la Fig. 8-8. Deseamos obtener
una expresión general para el intercambio de energía entre estas superficies cuando se les mantiene
a temperaturas diferentes. El problema es en esencia la determinación de la cantidad de energía
que sale de una superficie y alcanza la otra. Para resolver este problema los factores de forma de la
radiación se definen como

F1-2 = fracción de energía que sale de la superficie 1 y que alcanza la superficie 2.

F2-1 = fracción de energía que sale de la superficie 2 y que alcanza la superficie 1.

Fm-n = fracción de energía que sale de la superficie m y alcanza la superficie n.

Factor de vista, factor de ángulo y factor de configuración son otros de los nombres para el factor
de forma de la radiación. La energía que sale de la superficie 1 y alcanza la superficie 2 es
Aunque la relación se ha derivado para superficies negras, también sirve para otras superficies
siempre y cuando haya radiación difusa. Ahora deseamos determinar una relación general para F12
(o F21). Para lograr esto, consideramos los elementos de área dA1 y dA2 en la Fig. 8-8. Los ángulos
Ɵ1 y Ɵ2 se miden entre una normal a la superficie y la línea trazada entre los elementos de área r.
La proyección de dA1 en la línea que está entre los centros es

Ahora podemos regresar al problema de intercambio de energía indicado en la Fig. 8-8. El elemento
de área dA, se expresa por
De acuerdo con la Ec. 8-19 la integral es tanto A1F12 como A2F21. Para evaluar la integral, se debe
conocer la geometría específica de las superficies A1 y A2. Presentaremos un problema elemental y
daremos los resultados en forma gráfica para geometrías más complicadas.

2.1 Comportamiento en superficies reales


Las superficies reales exhiben interesantes desviaciones con respecto a las superficies ideales
descritas en los párrafos precedentes. Por ejemplo, las superficies reales no se difunden de manera
perfecta y por consiguiente la intensidad de la radiación emitida no es constante en todas las
direcciones. Las características direccionales de emisión de diversos tipos de superficie, se muestran
en la Fig. 8-17. Estas curvas ilustran el comportamiento característicamente diferente de los
conductores y no conductores eléctricos. Los conductores emiten más energía en una dirección que
tenga un amplio ángulo acimutal. Este comportamiento puede explicarse en forma satisfactoria por
medio de la teoría básica de ondas electromagnéticas y se trata en la Ref. 24. Como resultado de
este comportamiento básico de conductores y no conductores, podemos anticipar la apariencia de
una esfera, la cual ha sido calentada hasta temperaturas de incandescencia, tal como se muestra en
la Fig. 8-18.
3. RELACIONES ENTRE FACTORES DE FORMA
Se pueden obtener algunas relaciones útiles entre factores de forma considerando el sistema que
se muestra en la Fig. 8- 19. Supóngase que se desea obtener el factor de forma para radiaciones
desde A3 hacia las áreas combinadas A2. Este factor de forma se deberá dar sencillamente como

o que simplemente establece que la radiación total que llega a la superficie 3 es la suma de las
radiaciones que parten de las superficies 1 y 2. Supóngase que deseamos determinar el factor de
forma F1-3 para las superficies en la Fig. S-20, en términos de los factores de forma conocidos para
los rectángulos perpendiculares con un lado común. Podemos escribir de acuerdo con la Ec. 8-25.
Tanto F2-3 como F1-2 se pueden determinar a partir de la Fig. 8-14, de manera que F1-3 se puede
calcular fácilmente cuando se conocen las dimensiones. Considérese ahora una situación algo más
complicada que mostramos en la Fig. 8-21. Se desea obtener una expresión para el factor de forma
F1-4 en términos de los factores de forma conocidos para rectángulos perpendiculares con un borde
común. Escribimos
Para ser general perfectamente, deberemos incluir la posibilidad de superficies curvas cóncavas,
que en este caso sí se podían ver a sí mismos. Por tanto, la relación general es

en donde Fij es la fracción de la energía total que deja la superficie i la cual llega a la superficie j. Así,
para un recinto de 3 superficies escribiremos

F11 + F12 + F13 = 1.0

y F11 representa la fracción de energía que deja la superficie 1 y que choca consigo mismo. Se
necesita cierto cuidado al analizar los intercambios de radiación entre superficies curvas. Hamilton
y Morgan [5] han presentado las relaciones generalizadas para rectángulos paralelos
perpendiculares en términos de los factores de forma que se pueden obtener de las Figs. 8-12 y 8-
14. Las dos situaciones de interés se muestran en las Figs. 8-22 y 8-23. Se puede ver que para los
rectángulos perpendiculares de la Fig. 8-22 se aplican las siguientes relaciones de reciprocidad [5]:
4. INTERCAMBIO DE CALOR ENTRE CUERPOS QUE NO SON NEGROS
El cálculo de la transferencia de calor por radiación entre dos superficies negras es relativamente
fácil ya que toda la energía radiante que incide sobre una superficie se absorbe. El problema
principal es la determinación del factor de forma geométrica, pero una vez determinado el cálculo
del intercambio de calor es muy simple. Cuando se tienen cuerpos que no son negros, la situación
es mucho más compleja, porque no toda la energía que incide sobre el cuerpo se absorberá; parte
de ella se reflejará a su vez sobre otra superficie con transferencia de calor, y parte puede reflejarse
completamente fuera del sistema. El problema se complica porque la energía radiante puede
reflejarse de un lado a otro entre la superficie con transferencia de calor a otra varias veces.

El análisis del problema debe tomar en cuenta estas reflexiones múltiples si se quieren obtener
conclusiones correctas. Supondremos que todas las superficies consideradas en nuestro análisis son
difusas y de temperatura uniforme y que las propiedades reflejantes y emisivas son constantes
sobre toda la superficie. Se pueden definir dos nuevos términos:

Además de las suposiciones antes mencionadas, supondremos que la radiosidad e irradiación son
uniformes sobre cada superficie. Esta suposición no es estrictamente correcta, aun para superficies
de difusión grises ideales, pero cuando no se impone esta restricción los problemas se vuelven
demasiado complejos. Sparrow y Cess [lo] proporcionan un estudio de estos problemas. La
radiosidad es la suma de la energía emitida y de la energía reflejada cuando no se transmite energía,
o

En este punto introducimos una interpretación muy útil para la Ec. S-38. Si se considera el
denominador del lado derecho como la resistencia de la superficie hacia la transferencia de calor,
el numerador como una diferencia de potencial y el flujo de calor como la “corriente”, entonces se
podría dibujar un elemento de la red, como ocurre en la Fig. 8-24, para representar la situación
física. Este es el primer paso en el método de red de los análisis ideados por Oppenheim [20].
Por consiguiente podremos construir un elemento de red que representa la Ec. 8-39, tal como se
muestra en la Fig. 8-25. Los dos elementos de red que se muestran en las Figs. 8-24 y 8-25
representan lo esencial del método de red de radiación. Para construir una red para un problema
específico de transferencia de calor por radiación sólo será necesario conectar una “resistencia de
superficie” (1 - E)/EA a cada superficie y una “resistencia de espacio” I/AmFm-n, entre los potenciales
de radiosidad. Por ejemplo, dos superficies que intercambian calor entre ellas y nada más estarán
representadas por la red que se muestra en la Fig. 8-26. En este caso la transferencia de calor neta
será la diferencia de potencial total dividida entre la suma de las resistencias:
Para determinar los flujos de calor en un problenla ?e este tipo se deben calcular 1~ valores de la
radiosidad. Esto se puede lograr por medio de los métodos de análisis estándar que se utilizan en la
teoría de circuitos de corriente directa. El método más conveniente es una aplicación de la ley de
corriente de Kirchhoff para el circuito, 1a cual establece que la suma de las corrientes que entran a
un nodo es cero. En el Ej. 8-5 se ilustra el uso de este método para el problema de tres cuerpos+.
Un problema que se puede resolver fácilmente con el método de red es el de las dos superficies
planas que intercambian calor entre ellas, pero están conectadas a una tercera que no intercambia
calor, es decir, una superficie perfectamente aislada. Sin embargo, esta tercera superficie influye en
el procese de transferencia de calor porque absorbe y devuelve energía hacia las otras dos
superficies que intercambian calor. La red para este sistema se muestra en la Fig. 8-28. Obsérvese
que el nodo J3 no está conectado a una resistencia de superficie de radiación porque la superficie 3
no intercambia energía. Obsérvese también que los valores para las resistencias de espacio se han
escrito como
5. CIRCUITO DE RADIACIÓN PARA UN MEDIO ABSORBENTE Y
TRANSMISOR
Los estudios anteriores han demostrado los métodos que se pueden usar para calcular la
transferencia de calor por radiación entre superficies separadas por un medio perfectamente
transparente. En estos tipos de problemas se utiliza con gran provecho el método de red de
radiación. Muchos problemas prácticos involucran transferencia de calor por radiación a través de
un medio a la vez absorbente y transmisor. Un ejemplo de este tipo de medio son las diversas
sustancias de vidrio; otros son los gases. Ya hemos observado algunas de las complicaciones que
surgen en la radiación en gases. Ahora examinaremos un método de red de radiación para el análisis
de sistemas absorbentes y transmisores, teniendo en cuenta los muchos problemas en los que se
verán involucrados con gases. Para comenzar, consideremos un caso sencillo, el de dos superficies
no transmisoras que se miran exclusivamente entre ellas. Además, supongamos que el espacio entre
estas superficies está ocupado por un medio absorbente y transmisor. Un problema práctico sería
el de dos grandes planos separados ya sea por un gas absorbente o bien por una lámina de vidrio o
plástico transparente. La situación se muestra en forma esquemática en la Fig. 8-39. El medio
transparente se designa con el subíndice m. Suponemos que el medio no es reflejante y que se aplica
la identidad de Kirchoñ, de manera que
La suposición sobre el medio no reflejante es válida cuando se consideran gases. Para las placas de
vidrio o plástico esto no será necesariamente cierto y es común una reflectividad del orden de 0.1
para muchas sustancias de vidrio. Además, las propiedades transmisoras de los vidrios casi siempre
se encuentran limitadas a una estrecha gama de longitudes de onda entre 0.2 y 4 µm. Por tanto, el
análisis que se da a continuación está altamente idealizado y sirve más que todo, para proporcionar
un punto de partida para la solución de problemas en los que se deberán considerar transmisión de
radiación. Más adelante se mencionarán otras complicaciones con gases. Cuando se tienen que
tomar en cuenta tanto la transmisión como la reflexión, se deberán emplear las técnicas de análisis
examinadas en la Sec. 8-12. Volviendo al análisis, observamos que el medio puede emitir y transmitir
radiaciones de una superficie a otra. Nuestro trabajo será determinar los elementos de red que se
usan para describir estos dos tipos de procesos de intercambio. La energía transmitida se puede
analizar de la siguiente manera. La energía que sale de la superficie 1, que es transmitida a través
de un medio y que llega a la superficie 2 es
Considérese ahora el proceso de intercambio entre la superficie 1 y el medio transmisor. Como
hemos supuesto que el medio no es reflejante, la energía que sale del medio (diferente a la energía
transmitida, que ya hemos considerado) es precisamente la energía que emite el medio

En este punto observamos que la absorción en el medio quiere decir que la radiación incidente ha
“alcanzado” el medio. De acuerdo con las relaciones anteriores, el intercambio neto de energía
entre el medio y la superficie 1 es la diferencia entre la cantidad emitida por el medio hacia la
superficie 1 y la absorbida que surgió de la superficie 1. Así
6. INTERCAMBIO DE RADIACIÓN CON SUPERFICIES ESPECULARES
En todos los estudios precedentes se consideró el intercambio de radiación entre superficies difusas.
De hecho, los factores de radiación definidos por la Ec. 8-21 sólo son apropiados para radiaciones
difusas, debido a que se supuso que la radiación no tenla dirección preferencial en la derivación de
esta relación. En esta sección ampliamos el análisis a fin de abarcar algunas formas geométricas
sencillas que contienen superficies que pueden tener reflexión de tipo especular. Ninguna superficie
real es completamente difusa o especular. Sin embargo, supondremos que todas las superficies que
se considerarán emiten radiación en forma difusa, pero que pueden reflejar radiación en parte de
una manera especular y parte de una manera difusa. Por consiguiente, tomamos la reflectividad
como la suma de los componentes especular y difuso:
en donde 1 - ϱs. se ha sustituido por e + ϱD. Es fácil ver que la Ec. 8-76 se puede representar con el
elemento de red que se muestra en la Fig. 8-48. Una rápida inspección nos muestra que para el caso
de una superficie que refleja sólo en forma difusa, es decir, para ϱs = 0, este elemento se reduce al
que se ve en la Fig. 8-24. Calculemos ahora el intercambio de radiación entre dos superficies
especulares y difusas. Por el momento, suponemos que las superficies están orientadas como se
ven en la Fig. 8-49. En este arreglo cualquier radiación difusa que deje la superficie 1 que sea
reflejado por la 2 en forma especular, no será reflejado directamente a la superficie 1. Este es un
punto importante porque al eliminar estas reflexiones consideramos solamente el intercambio
difuso directo entre las dos superficies. En los párrafos subsecuentes mostraremos cómo se deberán
analizar las reflexiones especulares. Para las superficies en la Fig. 8-49 los intercambios difusos se
expresan por

La Ec. 8-77 expresa la radiación difusa que parte de 1 y que llega a 2, y que puede contribuir en una
radiosidad difusa de la superficie 2. El factor 1 -ϱs, representa la fracción reflejada en forma difusa.
La inclusión de este factor es de mucha importancia ya que estamos considerando sólo el
intercambio difuso directo, y por tanto, por el momento hacemos a un lado la contribución por
reflexión especular. El intercambio neto se expresa por la diferencia entre las Ecs. 8-77 y 8-78 de
acuerdo con la Ref. 21.

El elemento de red que representa a la Ec. 8-79 se muestra en la Fig. 8-50. Para analizar la reflexión
especular utilizamos la técnica que se presenta en las Refs. 12 y 13. Considérese el recinto de cuatro
superficies largas que se ve en la Fig. 8-51. Las superficies 1, 2 y 4 reflejan en forma difusa, mientras
que en la superficie 3 tiene componentes tanto difusa como especular de reflexión. Las líneas de
trazos representan imágenes espejo de las superficies 1, 2 y 4 sobre la superficie 3. (Una reflexión
especular produce una imagen espejo.) La nomenclatura Z(3) indica la imagen espejo de la superficie
2 en el espejo 3.
7. INTERCAMBIO DE RADIACIÓN CON MEDIOS TRANSMISIVO,
REFLEJANTE Y ABSORBENTE.
Consideraremos una sencilla extensión de las representaciones de las Secs. 8- 10 y 8-11 a fin de
analizar un medio en el que los modos de reflexión, transmisión y absorción son todos importantes.
Como en la Sec. 8-10, analizaremos un sistema de dos planos paralelos difusos con un medio entre
ellos que puede absorber, transmitir y reflejar la radiación. Para generalizar, supondremos que la
superficie del medio transmisor puede tener un componente de reflexión tanto especular como
difuso. Este sistema se muestra en la Fig. 8-58. Para el medio transmisor m tenemos
El elemento de red que representa la Ec. 8-93 se muestra en la Fig. 8-59. Este elemento es muy
similar al que se muestra en la Fig. 8-48, sólo que aquí tendremos que tomar en cuenta la
transmisividad. El intercambio de calor transmitido entre las superficies 1 y 2 es igual al de la Sec. 8-
10; es decir
El elemento de red que corresponde a la Ec. g-97 es bastante similar al que se muestra en la Fig. 8-
50. Se puede escribir una ecuación similar a la Ec. 8-97 para el intercambio de radiación entre las
superficies 2 y m. Finalmente, se puede trazar la red completa tal y como se muestra en la Fig. 8-60.
Se deberá observar que JmD representa la radiosidad difusa del lado izquierdo de m, mientras que
J´mD representa la radiosidad difusa del lado derecho de m. Si se mantiene a m en una temperatura
fija, entonces se deberán obtener J1 y J2 como una solución a las ecuaciones nodales para la red. Por
otra parte, si no se envía energía neta a m, entonces Ebm es un nodo flotante y la red se reduce a un
arreglo sencillo en serie y paralelo. En este último caso la temperatura de m se deberá obtener
resolviendo la red para Ebm. Podríamos continuar el análisis unos pasos más haciendo una distinción
entre las transmisiones especular y difusa. Una transmisión especular es aquella en la que la
radiación incidente pasa “directamente a través” del material, mientras que encontraremos una
transmisión difusa cuando la radiación incidente se dispersa al pasar a través del material, de
manera que emerge del otro lado con una orientación espacial aleatoria.
Al igual que con la energía reflejada, suponemos que la transmisividad se puede representar con un
componente especular y uno difuso:
8. PROPIEDADES DE RADIACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Ya hemos descrito el espectro de radiación del Sol y observado que la mayor parte de la energía
solar se encuentra concentrada en la región de longitudes de onda corta. También se observó que
como consecuencia de este espectro, las superficies reales pueden presentar diferencias
importantes entre las propiedades de absorción de radiación solar y las de radiaciones “confinadas
a Tierra” de longitudes de onda larga. Los meteorólogos y los hidrólogos utilizan el término
insolación para describir la intensidad de la radiación que incide directamente sobre una superficie
horizontal, por unidad de área y unidad de tiempo y se designa con el símbolo Z. Aunque haremos
hincapié en otras unidades, es conveniente mencionar una unidad que aparece en la literatura
meteorológica:
La transferencia de calor por radiación en el medio ambiente está gobernada por las propiedades
de absorción, dispersión y reflexión de la atmósfera y superficies naturales. En la atmósfera ocurren
dos tipos de fenómenos de dispersión. Se observa una dispersión molecular debida a la interacción
de la radiación con moléculas individuales. El color azul del cielo es resultado de la dispersión de las
longitudes de onda (corta) violeta por las moléculas de aire. La dispersión de partículas en la
atmósfera es el resultado de la interacción de la radiación con muchos tipos de partículas que se
encuentran suspendidas en el aire. Polvo, smog y gotas de agua son todas tipos importantes de
centros de dispersión de partículas. El proceso de dispersión está gobernado principalmente por el
tamaño de la partícula en comparación con la longitud de onda de la radiación. La dispersión máxima
ocurre cuando la longitud de onda y el tamaño de la partícula son iguales y disminuye
progresivamente para longitudes de onda más largos. Para longitudes de onda menores que el
tamaño de la partícula, la radiación tiende a reflejarse. El fenómeno de reflexión en la atmósfera
ocurre con menor frecuencia para las longitudes de onda menores que el tamaño de partícula, y en
esta región son bastante independientes de la longitud de onda. El término albedo se usa para
describir las propiedades reflejantes de las superficies y se define por

En la Tabla 8-4 se dan los albedos de algunas superficies naturales. El efecto del ángulo de incidencia
solar en el albedo del agua se muestra en la Fig. 8-64, en donde α es el ángulo que hacen los rayos
incidentes con la horizontal. La atmósfera absorbe radiación de manera bastante selectiva en
bandas de longitud de onda estrechas. La absorción por radiación solar ocurre en bandas
completamente diferentes a las de absorción de radiación desde la Tierra debido a la diferencia en
espectros para los dos tipos de radiación. En la Fig. 8-65 vemos el espectro aproximado para la
radiación solar y terráquea con algunas bandas de absorción importantes superpuestas en el
diagrama. Observe el diferencial de la escala en las dos curvas. Una rápida inspección de las curvas
muestra que la atmósfera transmite la mayor parte de la radiación de longitud de onda corta
mientras que absorbe la mayor parte de la radiación que regresa de la Tierra. Por tanto, la atmósfera
actúa de manera muy parecida a un invernadero, atrapando la radiación solar entrante para
proporcionar energía y calor para los humanos en la Tierra. Se ha expresado cierta preocupación
sobre la posibilidad de que el hombre perturbe el equilibrio de energía de la Tierra por medio de la
contaminación excesiva de la atmósfera. Tal posibilidad existe pero se encuentra fuera del alcance
de nuestro estudio. La absorción y dispersión de radiación pueden describirse con la ley de Beer, Ec.
8-48 la cual repetiremos por comodidad, en donde aλ es el coeficiente de absorción monocromática
y x es el espesor de la capa que absorbe la radiación. Para el proceso de dispersión, reemplazaremos
aλ por el coeficiente de dispersión k.
El enfoque convencional en los problemas atmosféricos es suponer que los procesos de absorción y
dispersión se superponen uno al otro y se pueden expresar en la forma de la Ec. 8-118 sobre todas
las longitudes de onda. Los coeficientes adecuados se definen como
El espesor relativo de la masa de aire se calcula como la cosecante de la altitud solar α. El factor de
turbiedad es por consiguiente, un medio conveniente para la especificación de la pureza y claridad
atmosféricas; su valor va de cerca de 2.0 para aire muy claro hasta 4 o 5 para medios industriales
muy contaminados. La insolación en el límite exterior de la atmosfera se expresa en términos de la
constante solar Ebo por

9. INFLUENCIA DE LA RADIACIÓN SOBRE LA MEDICIÓN DE TEMPERATURA


Cuando se coloca un termómetro en un flujo de gas para medir su temperatura, ésta se indica por
el elemento sensor y está determinada por el balance global de energía en el elemento. Considérese
éste que se muestra en la Fig. 8-66. La temperatura del gas es T∞, la radiación efectiva que rodea la
temperatura es Ts y la temperatura indicada por el termómetro es T. Suponiendo que T∞ es mayor
que Ts una transferencia de energía por convección hacia el termómetro y en seguida será disipada
por radiación hacia los alrededores. Por consiguiente, el balance de energía se convierte en

en donde A es el área de superficie del elemento y E su emisividad. La Ec. 8- 124 supone que los
alrededores son ya sea muy amplios o bien negros, de manera que se puede aplicar la Ec. 8-43a para
la transferencia de calor por radiación. De este balance de energía podemos ver que la temperatura
indicada por el termómetro no es la verdadera temperatura del gas, sino una de equilibrio entre
convección y radiación. Si no se toma en cuenta de manera adecuada este balance de energía se
tendrán errores muy grandes en las mediciones de temperatura. Para reducir esta dificultad, con
frecuencia se utilizan protecciones contra la radiación.

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