Geologia Machupicchu Peru
Geologia Machupicchu Peru
Geologia Machupicchu Peru
Rev. Asoc. Geol. Argent. v.65 n.4 Buenos Aires dic. 2009
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
El santuario histórico de Machupicchu (32.592 hectáreas) es un conjunto
natural y cultural de primer orden clasificado en el inventario mundial de la
UNESCO incluye la ciudad inca del mismo nombre. Este santuario está
localizado en plena Cordillera Oriental del sur del Perú, con nevados que
superan los 6.000 m como el Salcantay. Sin embargo, la ciudad inca de
Machupicchu está situada a 2.450 m s.n.m. mostrando el verdor típico de selva.
Este contraste se debe a que el río Urubamba corta la cordillera y forma un
canón donde el río cruza el santuario, entre 2.450 y 1.800 m s.n.m. lo que
permitió el desarrollo de un paisaje impresionante, caracterizado por laderas
empinadas a muy empinadas, a veces verticales, en montanas agrestes, como
las que rodean a la ciudad inca. A esto se suma la geología y geomorfología
con rocas graníticas fracturadas y bloques de granitos apilados formando "caos
graníticos", que ofrecen al paisaje un contexto asombroso y único. Este lugar,
tan hermoso y a la vez tan abrupto, fue escogido por los incas para construir la
gran ciudad de Machupicchu.
El santuario y la ciudad inca, se ubican en el distrito de Machupicchu, provincia
de Urubamba y departamento o región de Cusco. La única vía de acceso
directa desde Cusco a la ciudad inca de Machupicchu es la línea férrea que
recorre una distancia de 112 km. También se puede llegar a ella por los
caminos incas que parten desde Chilca y Mollepata, o por carretera desde
Santa Teresa (Fig. 1), utilizando el nuevo puente Carrilluchayoc.
El río Vilcanota o Urubamba atraviesa la Cordillera Oriental del sur del Perú
(Fig. 2), denominada localmente Cordillera Vilcabamba, y forma el cañón del
Urubamba. Las vertientes suroeste y noreste del valle son bastante empinadas
y tienen cumbres importantes, entre las que resaltan los nevados Salcantay
(6.264 m s.n.m.) y Huamantay (5.459 m s.n.m.) al suroeste, y los nevados
Verónica (5.750 m s.n.m.) y Bonanta (5.024 m s.n.m.) al noreste (Fig. 3). Al pie
de los nevados se observan glaciares, valles en U, morenas, y otras evidencias
de glaciaciones recientes y antiguas.
Figura 2: Mapa fisiográfico de la región sur del Perú incluyendo la zona de Machupicchu.
Figura 3: Mapa geológico del Santuario Histórico de Machupicchu y alrededores (Carlotto et
al. 1999).
CLIMA Y BIODIVERSIDAD
Granitos masivos
Se denomina así a una unidad de granitos muy fracturados y que han sufrido
un movimiento débil a muy débil por la grave-dad. El agua que entra por las
fracturas y la gravedad, hacen que los bloques de granitos más o menos
paralelepípedos traten de separarse del afloramiento, pero sin haberse
desprendido totalmente del substrato (Fig. 5b).
Estos materiales se presentan en algunos lugares de la ciudad inca,
principalmente en los conjuntos 17 del Cóndor, 15 de las Wacas, 16 de
Morteros, al borde oeste del Conjunto de Andenes 9, y en el borde norte y este
de la Plaza Mayor (Fig. 6). Varias de las construcciones incas tienen este
material, algunas veces rodeadas por muros o andenes, como en el Conjunto
del Cóndor. En otros casos, estos bloques sobresalen y quedan al aire libre,
como en el Conjunto de Andenes 9. El origen de esta unidad puede
considerarse como una etapa intermedia que sufren las rocas graníticas muy
fracturadas, antes de convertirse, por efectos del intemperismo, en bloques de
granitos separados; se formaron aprovechando las fracturas, la presencia de
agua y la gravedad.
Figura 6: Mapa de la ciudad inca de Machupicchu mostrando los conjuntos.
Depósitos coluviales
Material de relleno-Construcciones
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL
Fallas
Los estudios geológicos llevados a cabo por Carlotto et al. (1999) ponen en
evidencia dos fallas regionales que inciden en la configuración morfológica de
la zona de estudio (Fig. 3). Una de las fallas, de dirección NOSE y escala
kilométrica denominada luego Urubamba por Vilimek et al. (2005), pasa por
parte del valle y controla la forma de meandro que tiene el río Urubamba. Otra
falla, también de escala kilométrica y con dirección NO-SE, denominada
Central Hidroeléctrica Machupicchu (CHM), es ligeramente paralela a la
anterior, pero está situada más al sur y controla también el meandro
(Carlotto et al. 1999, 2007).
Kalafatovich (1963) pone en evidencia un sistema de fallas con dirección NE-
SO que cruza la ciudad, entre ellas destacan las fallas Waynapicchu,
Machupicchu y una que se le conoce con el nombre de Foso Seco por coincidir
con esta depresión que separa al sector urbano del agrícola (Fig. 4). Las fallas
NE-SO, según Kalafatovich (1963), definen una minifosa que corresponde a
gran parte de la ciudad inca de Machupicchu (Fig. 4).
La configuración de las fallas principales Urubamba y Central Hidroeléctrica
Machupicchu, con dirección NO-SE, muestran un corredor estructural donde
las fallas NESO de Machupicchu, Waynapicchu, Foso Seco y otros, serían
conjugadas en un sistema transcurrente sinestral. En efecto, los estudios de
microtectónica en Machupicchu y alrededores (Carlotto et al. 1999) muestran
planos de falla NO-SE con dos movimientos: uno transcurrente sinestral, que
parece ser el más antiguo y el otro inverso que es posterior (Fig. 8).
Figura 8: Diagramas mostrando la cinemática de fallas y dirección de diaclasas que afectan los
granitos.
Diaclasas
EVOLUCIÓN TECTÓNICA
GEOMORFOLOGÍA LOCAL
Gran parte de los trabajos de investigación que han realizado diversos autores
(incluidos los de Carlotto y colaboradores), desde el año 1987 hasta el 2007,
llegan a la conclusión que los fenómenos que afectan a la ciudad son de
geodinámica externa, cuyo origen se relaciona con el agua y la gravedad. Hay
dos tipos de circulación de las aguas subterráneas: uno de ellos es la
circulación a través de planos de fallas y diaclasas en los granitos, que parece
favorecer en algunos lugares a un drenaje natural muy eficiente; al parecer, fue
utilizada por los incas, por ejemplo en el Conjunto Cóndor, o al noroeste y al
este de la Plaza Mayor. Este tipo de circulación y drenaje de las aguas no suele
tener consecuencias graves en la arquitectura, salvo cuando las diaclasas
sirven de canal de concentración para las aguas que reaparecen en la parte
baja de las construcciones, donde pueden tener un efecto destructivo, tal como
se observa en el Conjunto 19 o al sureste del Intiwatana, donde la abertura de
una diaclasa antigua puede eventualmente producir la caída de un gran bloque
de granito hacia la Plaza Mayor (Carlotto y Usselman 1989, Bouchard et
al. 1992). El otro tipo, la circulación superficial bajo las construcciones, en el
material de relleno o en el caos granítico, se relaciona con los problemas de
conservación que aparecen en la ciudad y que serán presentados más
adelante.
Para comprender mejor los fenómenos de geodinámica externa se debe
recordar que la ciudad inca de Machupicchu fue fundada principalmente sobre
un caos granítico, en una zona bastante inestable que los incas estabilizaron
mediante andenes y muros, y solamente después comenzaron la construcción
de viviendas y templos (Fig. 10c). Durante la ocupación inca, los andenes, y en
general todas las construcciones, eran conservados mediante canales de
drenaje dentro un sistema planificado de desagüe, que permitía la evacuación
integral de las abundantes aguas pluviales, de la zona. Además, las viviendas
tenían techos cuyas caídas estaban integradas a los sistemas de drenajes.
Actualmente las construcciones no tienen techo y los sistemas de drenaje inca
ya no funcionan. Los fenómenos de geodinámica externa identificados en la
ciudad inca de Machupicchu se describen a continuación, mostrando los
ejemplos más característicos con las principales recomendaciones.
Asentamientos
Figura 16: Interior de la Puerta de las Sierpes con separación de juntas y efectos de
meteorización, además de los posibles incendios.
Una de las medidas recomendables es cerrar los accesos al Torreón y no
utilizar la escalera monolítica inca. Asimismo, para evitar las infiltraciones se
debe impermeabilizar los pisos, sobre todo en la parte norte del Conjunto 2, y
proteger las cabeceras de muros para evitar infiltraciones directas en la
mampostería. También se debe establecer un sistema de desagüe que permita
canalizar las aguas pluviales fuera del sector, alejando el flujo de las bases de
las construcciones, y se deben monitorear los conductos y fuentes litúrgicas
refaccionadas, así como la Tumba Real, Torreón y Casa de la Ñusta, para
establecer si estas medidas logran detener los asentamientos. Una medida
adicional, y de carácter preventivo contra la humedad que satura la Tumba
Real, es colocar una caja de cal viva y renovarla frecuentemente para limitar el
crecimiento de musgos. Se recomienda además el registro de testigos, medir el
grado de humedad, llevar un control y registro gráfico del crecimiento o del
receso de los musgos presentes en esta estructura. Para resolver el problema
de las infiltraciones se propone un sistema de drenaje (Fig. 15) propuesto por
Carlotto et al. (2007). Finalmente, se debe dar tratamiento a las rocas de las
cabeceras de los muros que muestran intemperismo y disgregación de
minerales, particularmente en la parte posterior de la Puerta de las Sierpes
(Fig. 16).
Erosión superficial
Sufusión
Deslizamientos
Reptación
Figura 21: Derrumbe del 2006 que afectó al camino inca, en el tramo Intipunko-ciudad inca.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a las autoridades del Instituto Nacional de Cultura-Cusco, en particular
al Arqueólogo Fernando Astete, Director del Santuario Histórico de Machupicchu, por haber
dado los permisos y las facilidades para la realización de los trabajos de investigación que
desembocaron en esta publicación. Igual agradecimiento para las autoridades de la
Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco que apoyaron a dos de los autores, como
profesores universitarios. Finalmente a los directivos y geólogos del INGEMMET por haber
hecho parte de los proyectos de investigación institucional, temas como el presentado y
referentes a la protección y conservación del patrimonio arqueológico.
TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO
9. Carlotto, V., Cárdenas, J., Romero, D., Valdivia, W. y Tintaya, D. 1999. Geología de los
cuadrángulos de Quillabamba y Machu Picchu. Carta Geológica Nacional INGEMMET, Boletín
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10. Egeler, C. y De Booy, T. 1961. Preliminary Note on the Geology of the Cordillera
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Geologie en Mijnbouw 40: 319-325. [ Links ]
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13. Sassa, K. 2001. The Second Investigation Report on the Slope Instability in Inca's World
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