Reseña Historica de Principio de Minima Accion
Reseña Historica de Principio de Minima Accion
Reseña Historica de Principio de Minima Accion
Vicente Menéndez*
Abstract
Introducción
El movimiento de la luz parece depender de una ley metafísica que implica que la
naturaleza en la producción de sus efectos actúa por los medios más simples. Si un
cuerpo debe ir de un punto a otro sin encontrar ningún obstáculo, o si debe llegar
después de haber encontrado un obstáculo invencible, la Naturaleza lo conduce allí
por el camino más corto y en el tiempo más rápido.
En la figura, el camino de menor tiempo para que el rayo luminoso avance de A a
C es ABC y no AC. Expresado más sintéticamente como “la naturaleza es
‘económica’ en todas sus acciones”, a partir de esta premisa Maupertuis deduce la
ley de la refracción de la luz, popularmente conocida como ley de Snell, pero se
encuentra con un problema: la velocidad de la luz debe ser menor en el medio más
denso. Ello era contrario a lo supuesto por la teoría corpuscular de la luz formulada
por Newton y aun también por la teoría cartesiana: ambas predicen para la luz un
comportamiento contrario al que supone Fermat, lo cual será probado recién en el
siglo XIX con la experiencia crucial de Fizeau, en donde la medida de la velocidad
de la luz en medios más densos que el aire efectivamente resulta ser menor,
saldando así la controversia a favor de la posición de Fermat (y de Huygens).
El secreto del nuevo método consiste por lo tanto en interrogarse por las
preferencias de la naturaleza, como si esta fuera un agente inteligente y
responsable que medita la conducta que va a seguir antes de adoptarla como norma
invariable, bajo la forma de ley. En principio esto resulta sin duda muy
sospechoso: implica una antropomorfización de la naturaleza que tiene todos los
visos de fracasar, y aun de sumirnos en estadios culturales completamente
superados, como el animismo. Y se pregunta Arana: Maupertuis, ¿puede o no
responder a esta objeción?; además, ¿hasta que punto el antropomorfismo es un
contravalor epistemológico? ¿acaso no forma parte el hombre de la naturaleza? Y
esto último nos remite necesariamente al problema de la observación en la
mecánica cuántica, aún cuando sea obvio que no podamos remitirnos en estos
términos a la consideración maupertisiana del siglo XVIII.
Si quisiéramos hacer una historia sobre teorías que tratan de explicar todo el actuar
del universo a partir de una idea central podríamos empezar con Tales de Mileto y
terminar con la actual teoría de las cuerdas. Pero si dicha historia la acotamos a
aquellos casos en que se ha buscado reducir el actuar de la naturaleza toda en unos
pocos principios, obviamente aparecen Newton y Descartes en el siglo XVII y
Maupertuis, claramente, en el siglo XVIII; todos ellos intentan, a partir de un solo
principio, no solo entender el funcionamiento del Universo sino, a través del
mismo, demostrar la existencia de una inteligencia superior encargada de diseñar el
cosmos. Invocan para ello no solo la simplicidad del principio, sino también su
belleza, concepto éste al que vale la pena dedicarle unos párrafos, porque vuelve a
aparecer con fuerza en el siglo XX.
Bibliografía
[1] Herón de Alejandría ya había propuesto en s. II AC que el fenómeno de reflexión de la luz se realiza por el
camino mas corto.
[2] Esta definición de cantidad de acción se ajusta bien al fenómeno luminoso pero no coincide con la memoria de
1746 en la que extiende el principio a la dinámica y considera allí la masa. Por ello Maupertuis añade en la versión
de dicha memoria publicada en 1756 la hipótesis “ad hoc” de que en el fenómeno luminoso como no hay más que
un solo cuerpo se hace abstracción de su masa.
[3] Papp, D. pag. 97
[4] El orden verosímil del cosmos, pags 120-122
[5] Apariencia y verdad, pag 170