Losas 1 Hii
Losas 1 Hii
Losas 1 Hii
Contenido.
4.1 INTRODUCCIÓN. TIPOS DE LOSAS.
4.9 REFERENCIAS.
El tipo de carga más común que deben soportar las losas son las cargas
verticales, provenientes de su peso propio y elementos que forman parte de los
entrepisos designadas como cargas permanentes y cuya notación es D (Dead load)
y sobrecargas de uso como el peso de muebles, personas, etc. designadas como
cargas de uso o accidentales, con notación L (Live load). Sin embargo, en zonas de
alta sismicidad, como la que corresponde a zona de Cuyo, las losas de hormigón
armado tienen una importante misión en cuanto se refiere a la transmisión de
acciones inerciales que se generan durante la ocurrencia de movimientos sísmicos.
En estos casos, las fuertes aceleraciones que se inducen en un edificio debido a los
movimientos de su base, generan fuerzas inerciales, tanto horizontales como
verticales, y que los entrepisos deben absorber y ser capaces de transmitir a los
elementos con suficiente rigidez y resistencia lateral.
En el caso de losas sin vigas las cargas que ellas soportan son transmitidas a
columnas o tabiques, y se distinguen también dos casos, según que la columna
posea o no capitel. Las Figs. 4.1(b) y (c) ilustran este tipo de losas.
En casos de losas apoyadas sobre vigas, como se muestra en Fig. 4.1(a), las
cargas son transmitidas a vigas perimetrales del panel de losa. Dependiendo de la
relación Ly/Lx , las losas se pueden armar con armadura principal en dos o una
dirección. Cuando la relación de luces es mayor que 2, en general se puede
considerar a la losa formada por un haz de fajas paralelas a la dirección de la menor
luz y de ancho unitario. Sin embargo, siempre es colocada una armadura de
repartición en dirección perpendicular a la armadura principal. En las fajas
adyacentes a las vigas de borde se debe tener en cuenta que aquella hipótesis
simplificadora ya no es válida y se debería proveer armadura adicional paralela a la
armadura de repartición para compensar los esfuerzos adicionales que allí se
generan. Sin embargo, la cantidad y forma de disposición de las barras de acero en
las losas será una función de la filosofía de diseño y análisis en sus diversos
métodos que más adelante se aplicará en detalle. Es decir entonces que existe otra
posible clasificación que es:
Fig. 4.1
Distintos tipos de losas.
De acuerdo a los materiales y procedimientos con que son construidas las losas,
éstas se clasifican en:
Las losas tipo nervuradas, que son una especie de variante de la losa sólida,
están constituidas por nervios de hormigón armado en forma de sección T y
separados una distancia entre sí que deben satisfacer ciertos requerimientos para su
6
Fig. 4.2
Caso de Losa
nervurada donde
Se usan ladrillos
cerámicos como
separadores de
nervios.
dV .
V − q.dx − V − dx = 0
dx
9
o sea:
dV
= −q (4.1)
dx
siendo V el corte sobre las caras del elemento viga. De la Fig. 4.5(b), del equilibrio
de momentos respecto al punto A, resulta:
dV dM
M + q.dx.dx / 2 + V + dx dx − M + dx = 0
dx dx
dM
=V (4.2)
dx
d 2M
= −q (4.3)
dx 2
siendo las ecuaciones (4.1) y (4.3) las que definen las relaciones estáticas de un
elemento bidimensional sometido a flexión.
dVx dVy
+ = −q (4.4)
dx dy
10
d 2M x d 2 M xy d 2 M y
+ 2 + = −q (4.5)
dx 2 dxdy dy 2
θ1
ω
θ2
dx
elástica
Rotación dθ
φ = curvatura = =
unidad de longitud dx
pero
dw
θ= w = desplazamiento según eje Z
dx
por lo tanto
d 2w
φ= ecuación de compatibilidad
dx 2
M d 2w M d 4w d 2M 1 q
φ= ∴ = o bien = =
EI dx 2 EI dx 4 2
dx EI EI
d 4w q
4
= (4.6)
dx EI
d 4w d 4w d 4w q
+ 2 + = (4.7)
dx 4 dx 2 dy 2 dy 4 D
donde
w = w(x,y) = flecha en un punto cualquiera de la losas de coordenadas (x,y), en la
dirección de la carga q.
a. Momentos de flectores:
d 2w d 2w
M x = − D 2 + ν 2 (4.8.a.)
dx dy
d 2w d 2w
M y = − D 2 + ν 2 (4.8.b.)
dy dx
b. Momentos de torsores:
d 2w
M xy = − D .(1 − ν ) (4.9)
dxdy
c. Esfuerzos de corte:
dM x dM xy
V x = + (4.10.a.)
dx dy
dM y dM xy
V y = + (4.10.b.)
dy dx
d. Reacciones.
d 3w d 3w
R x = D 3 + ( 2 − ν) (4.11.a.)
dx dxdy 2
d 3w d 3w
Ry = D 3 + ( 2 − ν) (4.11.b.)
dy dydx 2
Una solución más general se obtiene por aplicación del método de Levy,
quien propuso un método exacto para el caso de una placa con dos lados opuestos
simplemente apoyados y pudiendo los otros dos lados admitir condiciones de
contorno arbitrarias. Para este caso utilizó series simples de Fourier. También por el
método de Levy se pueden obtener soluciones aproximadas para el caso de placas
rectangulares muy largas con condiciones de borde arbitrarias en todos sus lados,
ref. [2]. Cuando se menciona la palabra método “exacto” hay que reconocer las
limitaciones que implica al tratarse de losas de hormigón armado, salvo que
estrictamente se hable del estado sin fisuración alguna.
Otras soluciones en el rango elástico para placas han sido los obtenidos a
partir del método de las diferencias finitas y el método de los elementos finitos,
ref.[9]. Ambos son métodos aproximados derivados de la teoría elástica.
suponiendo que las secciones de la losa son lo suficientemente dúctiles como para
permitir que ocurra la redistribución de esfuerzos internos.
Los métodos basados en los teoremas del límite inferior dan como resultado
una carga última que o bien es la correcta o está por debajo de este valor; es decir,
la carga última nunca es sobre estimada: se está del lado de la seguridad. El método
más conocido en este grupo es el de las fajas de Hillerborg.
Los métodos basados en teoremas del límite superior, por el contrario, llevan
a una carga última que es o la correcta o una que supera este valor. A este grupo
corresponde el método basado en la teoría de las líneas de fluencia (a veces
llamadas líneas de rotura) de Johansen. En éste se postulan una serie de
mecanismos de colapso para el sistema de losas en estudio y de su análisis, aquel
que conduzca a la menor carga última se toma como el correcto o el más
aproximado. Si no fuera el valor correcto la solución sobre estimaría en cierto rango
la carga máxima que el sistema puede soportar.
Los trabajos de Prager y Hodge sobre análisis límite indican que la solución
exacta para placas no es siempre posible de obtener. En general la carga última o
de colapso estará comprendida entre estos dos límites, superior e inferior. Una
solución rigurosa de una placa en particular tenderá a que las cargas últimas
obtenidas por los dos procedimientos converjan, y de ocurrir este caso indicaría que
se ha encontrado la solución exacta. Sin embargo, en hormigón armado y en el
rango inelástico, hablar de exactitud no es apropiado. Cualquier solución, en la
práctica, sólo será aproximada.
Fig. 4.7
Significado de los teoremas de Prager.
15
φu
µφ =
φy
d 2M x d 2 M xy d 2 M y
+ 2 + = −q (4.12)
dx 2 dxdy dy 2
donde Mx y My son los momentos flectores por ancho unitario en las direcciones x e
y, mientras que Mxy es el momento torsor unitario y q la carga uniformemente
distribuida por unidad de área en el elemento (dx.dy).
d 2M x d 2M y
+ = −q (4.12a)
dx 2 dy 2
De esta manera, la Ecuac. (4.12) puede ser reemplazada por dos ecuaciones
independientes que representan la acción de las fajas sin interacción de torsión:
d 2M x
= -γq (4.13a)
dx 2
d 2M y
= -(1-γ)q (4.13b)
dy 2
18
Fig. 4.11. Losa cuadrada simplemente apoyada variando γ según fajas paralelas.
Una cuarta variación posible, cuya resolución se deja como ejercicio para el
lector, se podría haber obtenido al proponer una distribución de cargas con
coeficientes γ escalonados como muestra la Fig. 4.13.
Fig. 4.13
Distinta configuración de valores
de γ para distribución de cargas
en una losa cuadrada
simplemente apoyada.
23
1
(1/16. qu. l3) (3/64.qu .l3 = qu l 3 ) (1/24.qu .l3)
21.33
La solución tres aparece como la más económica, pero esta conclusión puede
variar si las barras no se continúan en toda la longitud l, sino hasta donde sean
necesarias. Además, según la solución 3 las barras deberían colocarse a distancias
que variarían en forma continua, lo que no es nada práctico. Lo que realmente se
hace es colocar a lo largo y a lo ancho de la placa bandas con cierto ancho práctico
y con idéntica armadura, tal cual se verá en ejemplos más adelante.
Las líneas de las losas que indican la distribución de cargas en forma diferente
se conocen como líneas de discontinuidad. Estrictamente, estas líneas de
discontinuidad pueden entrar a una esquina de losa con cualquier ángulo, pero éstos
son seleccionados sobre la base de que los momentos den una mayor economía de
armadura y que estén razonablemente de acuerdo con una distribución de
momentos elástica. Hillerborg sugirió las siguientes reglas:
Fig. 4.14 Posición de líneas de discontinuidad en las esquinas a 90o. (a) ambos lados
simplemente apoyados, (b) ambos lados empotrados y (c) combinación.
θ = tan −1 ( L x / L y ) para Lx ≥ Ly
Fig. 4.16 Líneas de discontinuidad que arrojan momentos uniformes en las bandas.
Wood y Armer han señalado que en lugar de complicar los cálculos del
momento al usar regiones triangulares o trapezoidales que se originan por las líneas
de discontinuidad de las esquinas de las losas, es conveniente trazar aquellas líneas
paralelas a los lados de la losa, con lo que no es necesario tomar promedios de los
momentos. La Fig.4.16 muestra el esquema para este procedimiento. El ejemplo
planteado en la Fig.4.13 es otro caso.
Fig. 4.17 Momentos Flectores y reacciones de apoyos para una losa uniformemente
cargada con todos los lados simplemente apoyados.
Fig. 4.18 Momentos flectores para una losa uniformemente cargada con dos lados
adyacentes empotrados y los otros dos simplemente apoyados.
Fig. 4.19. Resolución de una faja empotrada y apoyada sometida a carga discontinua qu.
29
Fig. 4.20. Solución de faja empotrada y apoyada sometida a carga continua qu.
Fig. 4.21 “Una” solución plástica de viga empotrada y apoyada bajo carga continua qu.
30
Pasos a seguir:
Ln .(800 + 0.071 f y )
hmin = (4.15)
36000 + 5000α (1 + α s )
31
Ln .(800 + 0.071 f y )
hmax =
36000
donde
h = espesor de la losa.
Ln = luz mayor de la losa.
f y = resistencia a fluencia de la armadura [kgr/cm2].
α = relación de esbeltez de la losa = luz mayor/luz menor.
α s= relación de longitud de los lados continuos de la losa al perímetro
del panel (1.0 para panel interior y 0.50 para panel esquina).
Se adopta h = 25 cm
(nótese que la versión ACI-318-2002 ya tiene otras expresiones similares para
seleccionar la altura de la losa, ver sección 4.7.5.4 de este apunte).
Entonces resulta la carga por peso propio igual a
0.25m x 2400 kgr/m3 = 600 Kgr/m2
donde
qu(D)= carga de peso propio (muerta).
qu(L)= sobrecarga de servicio (accidental).
Según Fig. 4.22(b). Para ello hay que definir el coeficiente β , el cual es una
función de R. Si se toma esa relación igual a 2, (note que la solución estática daría
R= 1.78 según Fig. 4.20), resulta β = 0.336. La Fig.4.22(b) ilustra los diagramas de
momentos, y los valores numéricos son dados en la tabla correspondiente a esa
figura.
4. Armadura de losas.
As min
ρ min = 0.0018 =
100cm.25cm
As. f y
Mu= φ . As . fy . [d – 0.59 . ]
b. f `c
Donde:
d = h – r = 25 – 3 =22cm
r = recubrimiento de la armadura
y para φ = 0.9 como coeficiente de reducción de resistencia, se tiene
y es claro, entonces, que las únicas fajas que requieren armadura por sobre la
mínima son las que están en la banda central 1-1.
ρ ≤ 0.50 ρ b (4.16)
5. Detalle de armadura.
6. Verificación al corte.
vu = Vu / b.d
vu = (1 - β ) qu . Ly = 7722 kgr/m
y entonces resulta:
Un panel interior rectangular de una losa continua posee una luz de 4m x 6m,
según Fig.4.23. Soporta una carga uniforme de servicio de L=700 kgr/m2 y la carga
D es sólo el peso propio de la losa. Usar f´c y fy como Ej.No. 1. Para este caso
β =0.50.
34
1. Espesor de la losa.
para α = 1.5 α s = 1.0 l= 600cm
En este punto el diseñador debe tomar una decisión con respecto a la relación
entre momento negativo máximo y momento positivo máximo. Se adopta una
relación de 1.5. De esta manera, los momentos de diseño se pueden determinar
obteniendo los momentos estáticos para cada faja y asignando 60% de este al
momento negativo y 40% al positivo.
faja 1-1
Mestát. = qu x LY2/8 = 7650 kgr
faja 2-2
faja 3-3
q = qu L1 = Ly / 4
2
Mest. = qu x Ly /32 = 1912 kgrm
faja 4-4
Los momentos son la mitad de los de la faja 3-3.
Una vez obtenidos los momentos estáticos, se le asigna el 60% para el momento
negativo y el 40% para el positivo, según se ve en la tabla de la Fig. 4.23.
4. Armaduras.
Mu = 1390 kgrm/m
36
La faja 1-1 requiere más armadura que la mínima. Con φ 8mm cada 7cm,
As=7.64cm2/m, y corresponden las siguientes resistencias:
Para la armadura negativa se adopta φ 10mm cada 7cm, con lo cual As = 12 cm2/m
Mn = 5100 Kgrm/m, resistencia nominal.
5. Detalle de armado.
Se muestra en Fig.4.23.
6. Verificación al corte.
Fig. 4.25
Losas triangulares con carga
uniforme soportadas en dos
lados.
Fig. 4.26(a ) Losa con carga uniforme y con una columna como soporte (b) Losa con carga
uniforme y un lado libre de apoyo.
Fig. 4.27
Losa con carga uniforme,
apoyos simples y con
aberturas.
38
Fig. 4.28 (a) Distribución real fisuras para una losa reactangular simplemente
apoyada y sometida a carga uniforme, (b) Líneas de fluencia de una losa cuadrada apoyada
y con carga uniforme.
Los mecanismos de colapso correctos para los casos más comunes son
bastante conocidos (se han realizado numerosos ensayos al respecto) y por lo tanto
el diseñador no se ve confrontado con el problema de dilucidar si existen otros
posibles modos de falla como alternativas a los propuestos.
Debe quedar muy claro que la teoría de las líneas de fluencia supone un
modo de falla por flexión, esto es, que la losa tiene suficiente resistencia al corte
como para prevenir una falla por corte.
39
fy = 2400 kgr/cm2
Momentos (tcm)
ρ% Mcrk My Mu µφ ε s(%)
0.3 36 46 49 38 5.5
0.5 36 75 80 21 3.1
1 37 145 152 9 1.4
1.5 39 212 216 5 0.8
2 40 277 271 4 0.5
fy = 4200 kgr/cm2
Momentos (tcm)
ρ% Mcrk My Mu µφ ε s(%)
0.2 36 57 59 18 4.4
0.3 36 85 88 11 2.8
0.5 36 137 140 6 1.5
1 38 266 254 3 0.6
Fig. 4.29. Progresión de las líneas de fluencia para una losa rectangular simplemente
apoyada con carga uniforme.
Cargando aún más la losa, se produce en algún instante, la fluencia del acero
en tracción en la sección de la losa de máximo momento. Ahora la placa debe
sobrellevar un gran aumento en la curvatura (ver Fig. 4.8) en las secciones que
fluyen, con el momento permaneciendo prácticamente constante e igual al valor del
momento nominal de resistencia.
Fig. 4.30
Relación M-φ idealizada como RE-PP
42
Las reglas prácticas básicas que pueden enunciarse como generales para la
formulación de un correcto mecanismo, y que pueden verificarse según la Fig. 4.31,
son las siguientes:
1. Las líneas de fluencia (ab, bc, etc) son rectas y siempre terminan en los
contornos de la losa o en otra línea de rotura.
Fig. 4.32
Ejemplos de configuraciones
de líneas de fluencia para
losas con carga uniforme.
As . f y
M n = As . f y . 0.59. (4.19)
b. f `c
1. la línea de fluencia real puede ser remplazada por una línea tipo escalón, es
decir discontinua, de pasos paralelos a x e y, tal como se ve en la Fig. 4.34.
2. los momentos torsores que actúan en esos escalones según x e y son nulos
(notar que en Fig. 4.34 no existen torsores en los escalones ac y bc ).
Los ensayos sobre losas han demostrado que este criterio es bastante
exacto.
Mn = Mnx = Mny
Tn = 0 (4.22)
y para este caso la losa dice “isotrópica”, pues Asx = Asy Entonces los momentos
resistentes últimos son iguales para “todas” las direcciones. En este caso, es
evidente que no hace falta calcular el momento que actúa perpendicular a la línea de
rotura, ya que sólo basta calcular uno de los momentos con respecto a la dirección
de las armaduras.
Fig. 4.34 (b) Línea de fluencia con ángulo arbitrario y armadura ortogonal, y equilibrio de un
elemento de losa pequeño en la línea de fluencia
El primer paso para la solución de una losa por el método de las líneas de
fluencia consiste en, de acuerdo a las reglas prácticas ya enunciadas, postular los
mecanismos de colapso. En general, los modelos o configuraciones de líneas
plásticas tendrán dimensiones incógnitas que permiten ubicar correctamente las
líneas de rotura y, además, podrá existir más de una familia de líneas de articulación
(varios mecanismos de colapso) para una losa en particular. El diseñador deberá
asegurar que todos los modos posibles de falla son explorados, pues el correcto es
el que da la menor carga última y, entonces, si un modelo de rotura no se postuló, la
carga última así calculada podría resultar sobrevaluada (método inseguro).
La carga última puede ser calculada de dos maneras diferentes:
Cada método tiene sus ventajas sobre el otro, dependiendo del caso
particular a analizar.
Fig. 4.35
Curvas tensión-deformación del acero.
(a) Modelo LE-PP que exige el código para
flexión.
(b) Modelo LE-LP que tiene en cuenta de
alguna manera cierto endurecimiento de post
fluencia.
(c) Modelo más real.
47
4.6.8 RAZONES POR LAS QUE LA CARGA ÚLTIMA OBTENIDA POR LAS
LÍNEAS DE ROTURA EN LA PRÁCTICA NO RESULTA SOBRESTIMADA.
Fig. 4.36 Estados de deformación y tensión para (a) fluencia, (b) resistencia nominal.
La Fig. 4.36 muestra las suposiciones usuales para evaluar los momentos
para estado de fluencia y de rotura en flexión. Cuando el hormigón en compresión
alcanza el valor de 0.003 la deformación del acero puede ser muchas veces mayor,
por lo cual la tensión y contribución al momento de rotura puede ser bastante mayor
que la postulada por los códigos con su modelo sin endurecimiento.
We = Wi (4.23)
Fig. 4.37 (a) Acciones en una línea de fluencia, (b) rotación relativa de los cuerpos rígidos
en la dirección de Mn.
donde
θ 1 = rotación de la región 1.
θ 2 = rotación de la región 2.
L.cos φ 1 = proyección de la línea de rotura al eje de rotación de la zona 1.
L.cos φ 2 = proyección de la línea de rotura al eje e2e2.
θ1 = 2.δ . / L , si δ = 1.0 θ1 = 2 / L
L. cos φ1 = L. cos φ 2 = L / 2
Wi (T ) = 4.Wi ( AB) = 8M n
Fig. 4.39
Ejemplo de aplicación No. 1
de líneas de fluencia.
Para el trabajo externo se toma cada sector de placa rígida por separado con
la carga que actúa sobre cada región (y no el total de la losa).
y por simetría
We = Wi 8Mn = qu .L2 / 3
qu = 24.M n / L2
51
1.0
Fig. 4.40 Línea de fluencia inclinada con respecto a la dirección de las armaduras.
y finalmente:
Note que el primer término representa las proyecciones del momento, de la rotación
y de la línea de fluencia “sobre el eje de Mx”, es decir sobre el eje y. El segundo
término lo es para las proyecciones sobre el eje de My, es decir sobre el eje x.
52
Se aplicará este concepto para encontrar el trabajo interno en una zona rígida
como la que muestra la Fig. 4.41. Considerando a la línea de fluencia como ABC
que rodea esa región 1, y siendo θ la rotación de la región, entonces, por aplicación
de la ecuación (25), se tiene:
θ1
Mny
Mnx
Wi = 2M nx .L y / L1 + 4.M ny .Lx / L y
b. trabajo externo.
Ly 1 1 Ly 1
We (2) = We (3) = qu .2.L1. . . + ( L x − 2 L1). .
2 2 3 2 2
= qu .( L1.L y / 6) + qu .( L x .L y / 4) − qu .( L y .L1 / 2)
qu .L y
We = (3.Lx − 2 L1)
6
c. ecuación de trabajo:
We = Wi
y finalmente:
Ly L
12 M nx + 2M ny x
L1 Ly
qu = (4.26)
L L1
Ly 3 x − 2
2
L L y
y
dqu
= 0 para obtener el mínimo. (4.27)
dL1
u `= 12 M ux L y .(− 1 / L1)
2
v' = −2 L y
2
L1 M nx L y L1 3 M nx
+ − =0
L M L L 4M
y ny x y ny
de donde:
1/ 2
L1 1 L y M nx M nx
2
L y M nx
= . +3 −
L y 2 Lx M ny M ny Lx M ny
24.M ny
qu = 2
2 1/ 2
1/ 2
2 M Ly Ly M
L y 3 + nx − nx
M ny Lx Lx M ny
a. trabajo interno:
L M `n
Wi = M nθ 1 L 2 + 1 + (4.29)
2.L1 M n
b. trabajo externo:
L L
2qu (L − L1 )θ1 + L1 θ 1
L L 1 L L
+ qu L 1 θ 3 1
2 4 2 2 6 2 3
por lo que:
θ1 1 L
We = L3 1 − . 1 (4.30)
4 3 L
c. ecuación de trabajo:
L M `n
4 M n 2 + 1 +
2 L1 M n
qu = (4.31)
1 L
L2 1 − 1
3 L
dqu
=0
dL1
L M `n
4 2 + 1 +
qu L2
2 L1 M n
=
Mn 1 L1
1 − 3 L
haciendo αL = L1 , y adoptando una relación para M´n y Mn, por ejemplo que M´n= Mn,
resulta:
1
4. 2 +
2α
2
q u .L
=
Mn 1−α / 3
Tanto para vigas y losas en una dirección por un lado como para losas cruzadas
por otro, la norma acepta dos formas de satisfacer los requisitos de rigidez:
en este caso (note que la versión anterior CIRSOC 201-1982, para este hormigón, le
asignaría 30000 MPa, es decir casi un 40 % mayor), cuya interpretación gráfica se
ve en Fig. 4.44.
M
3
M
3
I e = cr I g + 1 − cr I cr ≤ I g
Ma M a
donde:
Ma= momento actuante máximo para carga de servicio en el momento que se evalúa
la flecha. En la sección 9.5.2.4 la norma establece que en elementos continuos se
puede adoptar Ie promedio para sección a M+ y M- (secciones críticas).
Mcr= momento para el estado límite de fisuración, que se puede evaluar mediante:
fr I g
M cr =
yt
59
Fig. 4.45.
Nomenclatura en la sección transversal
a Flexión.
como factores por el cual hay que multiplicar la deformación instantánea para
obtener la deformación “adicional”, es decir :
δt = δi + kcp . δi (4.44)
donde :
δt = deformación total
δi = deformación instantánea
kcp = coeficiente de deformación adicional
Note que para A´s= 0, ρ´=0, y ambas expresiones coinciden en que Kcp= 2.
La Fig. 4.48 muestra las relaciones que se deben cumplir de (h/l) altura total de
losa vs. luz de cálculo de las losas en una dirección, para el caso en que dichos
elementos NO soporten elementos susceptibles de dañarse por grandes
deformaciones. En el Apéndice, pág. 25, está la tabla 9.5.(a) que da el CIRSOC.
h = hb (0.40 + f y / 700)
62
Fig. 4.48. Relación de esbelteces para distintas condiciones de apoyo en losas macizas (no
nervuradas) apoyadas en una dirección si no soportan elementos frágiles. Ver tabla 9.5(a)
en Apéndice A, pág. 30.
El p-C-201, sección 9.5.3 establece que para el caso de losas que se puedan
definir como rectangulares y en las que la relación de luz mayor a menor, medida a
ejes de apoyos, sea igual o menor que 2.0, se deben distinguir los casos que se
muestran en la Fig. 10. A los efectos de satisfacer los requerimientos de rigidez, tal
cual se expresó, se deben:
63
Para el caso de losas SIN vigas interiores, distingue entre los casos de las Figs.
4.1(b) y (c), y los espesores mínimos para el caso de acero ADN-420 se resumen en
la Fig. 4.49.
De todas maneras, para losas sin ábacos la altura mínima debe ser 120 mm,
mientras que si tiene ábacos, se puede reducir a 100 mm.
La Fig. 4.50(a) y (b) muestran las condiciones a cumplir por los ábacos y
capiteles en el caso de losas sin vigas. El ábaco, sección 13.3.7.1, se debe
prolongar en cada dirección a partir del eje de apoyo, una distancia mayor de (l/6),
l=luz, medida de centros de apoyos en esa dirección. El espesor del ábaco por
debajo de la losa debe ser cómo mínimo ¼ del espesor total de la losa.
64
Para el caso de losas con vigas en todos sus lados, el espesor mínimo debe
ser obtenido según se cumpla alguno de los siguientes tres casos:
fy
l n 0.8 +
1400
h≥
36 + 5 β (α m −0.2 )
c) αm > 2.0
fy
l n 0.8 +
1400
h≥
36 + 9 β
pero nunca menor de 90 mm, y donde:
E cb .I b
α=
E cs .I s
donde b es por “beam”, viga y s por “slab”, es decir losa. Para evaluar el momento
de Inercia de la viga, Ib, con respecto a su eje baricéntrico, se adopta la sección que
se ilustra en la Fig. 4.51. En la Fig. 4.52 se incluye de nuevo la sección de viga a
tomar, y se indica el ancho de losa a considerar para calcular Is. No se debe
confundir estas secciones con anchos efectivos de tracción o compresión para
evaluar la resistencia de las vigas L y T. Is es el momento de inercia de la franja de
losa limitada lateralmente por los ejes de los paneles de losa adyacente (si los
hubiera) a cada lado de la viga.
Fig. 4.53
Uno de los métodos más utilizados consiste en aplicar tablas para el diseño, y
en particular las aceptadas por los códigos de Nueva Zelanda y el CP-110 de
Inglaterra.
Estas normas especifican que los momentos en las losas se pueden calcular
sea por métodos elásticos o plásticos, o simplificados con el uso de tablas como el
que se da a continuación.
La Fig. 4.55(a) muestra plantas de un edificio con tres posiciones diferentes para
un par de tabiques estructurales idénticos. Se supone que la contribución de los dos
tabiques a la fuerza horizontal de resistencia total es la misma para cada uno de los
tres casos. En líneas discontinuas se muestran en forma aproximada las
deformaciones asociada para cada caso. Se aprecia que las deformaciones del
diagrama en el caso de Fig. 4.55(a) serían mucho menores que en los otros dos
casos. A los efectos de decidir si tales deformaciones son significativas, se deberían
considerar los siguientes aspectos:
Una vez que se han estimado las fuerzas generadas en el diafragma para un
determinado nivel, se deberían determinar los esfuerzos internos como cortes y
momentos flectores. Estos van a depender de la rigidez y localización de los
componentes o elementos verticales de que se dispongan. Estas acciones
raramente son críticas cuando solamente son pórticos los que controlan la respuesta
del sistema. Sin embargo, como se dijo anteriormente, en sistemas duales donde los
pórticos y los tabiques que contribuyen a la resistencia tengan marcadas diferencias
en las características de desplazamientos de los pisos, las acciones de diafragma
71
Fig. 4.59. Fuerzas internas elásticas que se generan en un sistema dual debido a
acciones horizontales.
Una vez que las acciones de diafragma han sido establecidas, se debe
determinar los modos de resistencia de los que se dispone, y en particular la
ubicación de las armaduras de tracción. Un modelo muy adecuado para determinar
los esfuerzos internos es el de biela-tensor, compresión-tracción, en particular
cuando en la losa aparecen aberturas o discontinuidades importantes.
Fig. 4.62
Alargamiento de una viga asociada con la
formación de rótulas plásticas.
Fig. 4.64 Acero adicional recomendado para colocar en la losa para que se pueda
materializar la diagonal de tracción en las capas de hormigón de sistemas de losas
prefabricadas.
75
4.9 REFERENCIAS.
[2] Notas del curso “Plates & Shells”. Cursos del Imperial College, Londres.
Instructor: Dr. Milija Pavlovic. 1981.
[5] “Reinforced Concrete Structures”. R. Park and T. Paulay. John Wiley and Sons,
Inc. 1975.
[6] Notas del Curso “Reinforced Concrete”. Imperial College, Londres. Instructor: Dr.
C. J. Burgoyne.
[8] “Reinforced and Prestressed Concrete”. F. K. Kong & R. H. Evans. 2da. Edición.
Thomas Nelson & Sons. 1980.
[9] “The Finite Element Method”. O. C. Zienkiewicks. Mc. Graw Hill. 3ra. Edición.
1979.
[16] New Zealand Standard. Code of Practice for Concrete Structures. NZS-3101-
1982.
[17] Code of Practice for The Structural Use of Concrete. CP 110 :part 1 : Noviembre
1972. British Standards Institution.
[20] “Seismic Design of Reinforced Concrete and Masonry Buildings”, Tomas Paulay
& M. J. Nigel Priestley, John Wiley & Sons, Inc. 1992.
[27] “Diseño de Estructuras de Concreto”. Arthur Nilson. 12ª edición. Mc. Graw Hill.
Año 2000.
[28] “Seismic Design of Concrete Structures: The present need of societies”. Tom
Paulay. Paper No. 2001. 11th. World Conference on Earthquake Engineering.
Acapulco. México. 1996.
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4.10 APÉNDICE A.