Cosa Juzgada Fraudulenta
Cosa Juzgada Fraudulenta
Cosa Juzgada Fraudulenta
169-188, 2015 - I
Resumen
Palabras clave:
Debido proceso, cosa juzgada fraudulenta, independencia del juez, imparcialidad, principio de
non bis in idem, Estado contemporáneo.
*
Artículo resultado del trabajo de investigación realizado en el marco del proyecto de investigación inscrito en el Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica: “Lineamientos jurisprudenciales
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y sus alcances para el Estado de derecho” (2013-2014).
**
Abogado. Profesor de la Licenciatura de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica y de la maestría en
Derechos Humanos del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica. Licenciado
en Derecho por la Universidad de Costa Rica; máster en Derecho del Trabajo y Seguridad Social por la Universidad
Estatal a Distancia y máster en Protección Internacional de Derechos Humanos, Universidad de Alcalá (España). Correo
electrónico: [email protected]
Bogotá, D.C., Colombia - Volumen XVIII - Número 35 - Enero - Junio 2015 - ISSN 0121-182X 169
LA COSA JUZGADA FRAUDULENTA EN LA JURISPRUDENCIA ... Prolegómenos - Derechos y Valores
Summary
The present article collects in a systematic form some pronouncements from the Interamerican
Court for Human Rights about the trials that are been done at the internal legal orderings, in
which the guarantees of the acknowledged proper process are not respected and established
at the American Convention about Human Rights in its Eighth (8th) article. The description of
the theory denominated “Thing Judged Fraud” will be the object for this article. Which tries to
determine what is the Thing Judged Fraud or apparent and its elements. As it is improper to
establish an abnormal process to the minimum proper defense guarantees and other variables
inherent to the proper process as it is the real objective truth of facts to be judged. Unhealthy
practice which generates impunity toward the subject being processed and an improper frame
that wounds the proper process of victims, as emblem of Procedural Justice.
Keywords:
Proper process, thing judged fraud, judge independence, impartiality, principle of non bis in
idem, Contemporary state.
Palavra-chave:
170 Bogotá, D.C., Colombia - Volumen XVIII - Número 35 - Enero - Junio 2015 - ISSN 0121-182X
ALFONSO CHACón mata Prolegómenos - Derechos y Valores
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LA COSA JUZGADA FRAUDULENTA EN LA JURISPRUDENCIA ... Prolegómenos - Derechos y Valores
A criterio de quien escribe estas líneas, parece los intereses de las víctimas pero sobre todo, un
más acertada la explicación de Calaza (2001), engaño al Estado de derecho que tiene sendas
para quien la cosa juzgada es la imposibilidad de consecuencias en la ciudadanía. Antes de llegar
alterar –por medio de un recurso judicial, o en un a este desenlace propositivo, pasamos a reseñar
caso, de una nueva demanda– el contenido de los alcances de la cosa juzgada fraudulenta en el
una resolución material o procesal, en el curso de orden de la Corte IDH, con el objeto de destacar
un único proceso, así como sustantiva o de fondo, tendencias jurisprudenciales de dicho fenómeno.
en el marco de procesos firmes e irrevocables.
Aunque claro está, doctrinariamente se distingue B. Análisis de la cosa juzgada fraudulenta
entre cosa juzgada formal y cosa juzgada material, en la jurisprudencia interamericana
siendo que en palabras del célebre jurista italiano
Carnelutti (1944), la primera hace inimpugnable En el marco de la jurisprudencia regional emitida
la sentencia, mientras que la segunda la hace por la Corte Interamericana el fenómeno en es-
indiscutible (Hitters, 1977)1. tudio tiene estrecha relación con la garantía del
debido proceso. La aplicación del artículo octavo
En consecuencia y a manera de síntesis, podemos de la Convención Americana sobre Derechos
concluir que la cosa juzgada responde a la po- Humanos, es lo suficientemente analizada a
testad que ostenta una determinada jurisdicción través de los anales jurisprudenciales de la Corte
para decretar el derecho vigente con un resultado Interamericana. Subrayaremos algunos de los
definitorio o en estado de firmeza, que no admite antecedentes, a pesar de que somos conscientes
ningún otro remedio judicial para alterar el curso de que podemos omitir otros, que igualmente
de la pretensión otorgada en sentencia. Para los podrían estimarse como de gran valía.
efectos del artículo vamos a referirnos a cosa
juzgada en general, entendiéndola básicamente En concordancia con la Convención y con lo
como aquel asunto fallado y por ende fenecido que expresa la Corte Interamericana en repetidas
en los tribunales domésticos o internos. ocasiones, los Estados partes están obligados
a suministrar recursos judiciales efectivos a las
También se destacan las implicaciones de vere- víctimas de violaciones de los derechos humanos
dictos jurisdiccionales que arrojan una práctica (artículo 25), recursos que deben ser sustanciados
fraudulenta y la forma de revertir esta última de conformidad con las reglas del debido pro-
en el orden internacional protector de derechos ceso legal (artículo 8.1), todo ello dentro de la
humanos. Precisamente en esta actitud y prác- responsabilidad general, a cargo de los mismos
tica de “fraudulencia” descansa el énfasis del Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio
presente artículo. Vamos a desentrañar qué ha de los derechos reconocidos por la Convención a
venido entendiendo la Corte IDH –en su juris- toda persona que se encuentre en su jurisdicción
dicción contenciosa– con respecto al ejercicio (artículo 1.1) (Corte IDH, 1988, párr. 91; 2008a,
omiso de garantías procesales y de fondo, que párr. 77; 2008b, párr. 34).
generan actos jurisdiccionales de las autoridades
de dictar el derecho, produciéndose un fraude a En opinión consultiva la Corte IDH, caracteriza
en un primer momento lo que para ella debe
entenderse como debido proceso. Ha dicho que
1
Se ha dicho igualmente como criterio de distinción, lo son los requisitos que deben observarse en las
siguiente: “La cosa juzgada formal es la expresión que
define la imposibilidad de alterar por vía de recurso, el
instancias procesales para que pueda hablarse
contenido de una resolución judicial firme e irrevocable” de verdaderas y propias garantías judiciales
(Calaza, 2001, p. 40). Y “La cosa juzgada material es la (Corte IDH, 1987a, párr. 27), que “sirven para
expresión que define la imposibilidad de enjuiciar, por proteger, asegurar o hacer valer la titularidad o
la vía de un nuevo proceso, un asunto que haya sido
objeto de una resolución judicial firme e irrevocable”
el ejercicio de un derecho” (Corte IDH, 1987b,
(Calaza, 2001, p. 43). párr. 25), y son “condiciones que deben cumplirse
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para asegurar la adecuada defensa de aquellos lineamientos del llamado “debido proceso legal”
cuyos derechos u obligaciones están bajo consi- o “derecho de defensa procesal”,
deración judicial” (Corte IDH, 1987a, párr. 28;
1997a, párr. 74; 1997b, párr. 62). Por su parte, […] que consiste en el derecho de toda
la Corte Interamericana en la opinión consultiva persona a ser oída con las debidas garan-
“Condición jurídica y derechos de los migrantes tías y dentro de un plazo razonable por un
indocumentados”, declara que: juez o tribunal competente, independiente
e imparcial, establecido con anterioridad
El amplio alcance de la intangibilidad del por la ley, en la sustanciación de cualquier
debido proceso se aplica no solo ratione acusación penal formulada en su contra o
materiae sino también ratione personae sin para la determinación de sus derechos de
discriminación alguna […] Tal como ya ha carácter civil, laboral, fiscal u otro cualquiera
señalado este Tribunal, el debido proceso (Corte IDH, 1997a, párr. 74).
legal se refiere al conjunto de requisitos que
deben observarse en las instancias procesa- Así mismo, la Corte IDH dispuso en el caso
les a efectos de que las personas están en de la Masacre de La Rochela vs. Colombia,
condiciones de defender adecuadamente sus que “[esta] garantía del debido proceso debe
derechos ante cualquier […] acto del Estado analizarse de acuerdo [con el] objeto y fin de
que pueda afectarlos. Es decir, cualquier la Convención Americana, cual es la eficaz
actuación u omisión de los órganos estatales protección de la persona humana” (Corte IDH,
dentro de un proceso, sea administrativo 2007, párr. 200). Nótese entonces que se habla
sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar de persona humana en sentido amplio, por lo
el debido proceso legal […] Así mismo, la que este análisis interpretativo parte de valorar
Corte ha indicado que el elenco de garantías los derechos individuales y colectivos a la luz
mínimas del debido proceso legal se aplica en de una serie de principios hermenéuticos, tales
la determinación de derechos y obligaciones como la regla interpretatio pro homine, que
de orden “civil, laboral, fiscal, o de cualquier significa literalmente “la cláusula del individuo
otro carácter”. Esto revela que el debido más favorecido. En consecuencia, las interpre-
proceso incide sobre todos estos órdenes taciones restrictivas unilaterales por parte de los
y no solo sobre el penal […] (Corte IDH,
Estados de las normas de derechos humanos se
2003a, énfasis fuera de texto).
deberán tener por inaceptables” (Villán, 2002,
p. 236). El principio que nos ocupa, aconseja
La anterior opinión refuerza dos variables que
entonces, interpretar la regla concerniente a un
son determinantes y desarrolladas en otros con-
tenciosos dentro del sistema interamericano (p. derecho humano del modo más favorable para
ej. casos: Tribunal Constitucional vs. Perú; Ivcher la persona, es decir, para el destinatario de la
Bronstein vs. Perú y Baena Ricardo y otros vs. protección.
Panamá). Nos referimos a la necesidad procesal
de observar las garantías satisfactorias de respeto Paralelamente, la citada instancia jurisdiccional,
a la justiciabilidad y defensa de los encausados, enfatiza que el Estado, para garantizar un debido
y correlativamente; a que tales garantías deben proceso, debe facilitar todos los medios necesa-
ser eficaces en cualquier foro de atribución de rios para proteger a los operadores de justicia,
cargos o sanciones para los requirentes. investigadores, testigos y familiares de las vícti-
mas de hostigamientos y amenazas que tengan
Adentrándonos en el ámbito contencioso, en el como finalidad entorpecer el proceso, evitar el
caso Genie Lacayo vs. Nicaragua la Corte IDH esclarecimiento de los hechos y encubrir a los
manifiesta que el artículo 8 de la Convención que responsables de los mismos (Corte IDH, 1999,
se refiere a las garantías judiciales, consagra los párr. 231; 2003b, párr. 199).
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Se logra determinar en este caso, el suministro al modelo penal– con la celebración o no, de un
fraudulento de justicia, al cumplirse dos de los debido proceso diáfano. Juan Marcos Rivero,
supuestos señalados. Primero, la causa la lleva- nos dice al respecto que
ron tribunales que no guardaban la garantía de
competencia, independencia e imparcialidad. El modelo clásico (garantista o liberal), es más
Segundo, la aplicación del decreto ley 2.191 bien un conjunto de ideas o representaciones
consistió en sustraer a los presuntos responsables relativas a límites de la actividad creadora
de la acción de la justicia y dejar el crimen co- de derecho de los poderes públicos y a las
metido en contra del señor Almonacid Arellano posibilidades de injerencia del orden jurídico
en la impunidad (2006, párr. 155). en la esfera privada de los sujetos, y cuya
característica principal consiste en la lucha
Para finalizar, el caso Nadege Dorzema y otros a favor de la eliminación de la arbitrariedad
vs. República Dominicana sirve para enfatizar (2001, p. 118).
en que el principio de cosa juzgada implica la
intangibilidad o legalidad de una sentencia, solo Para el autor el garantismo posee un carácter me-
cuando se llega a esta respetándose el debido diador entre la norma jurídica y su contexto social,
proceso de acuerdo con la jurisprudencia de este constituyéndose en una forma de reflexión del
tribunal en la materia. La Corte considera que derecho constitucional que solo considera justo
en este caso, se presenta el fenómeno de cosa o correcto aquel sistema jurídico que asegure el
juzgada “aparente” cuando del estudio fáctico respeto a la autonomía ética del ser humano, que
es evidente que la investigación, el procedi- limite la intervención de las instancias oficiales de
miento y las decisiones judiciales no pretendían control de la manera más precisa posible y que
realmente esclarecer los hechos sino obtener la permita determinar racionalmente cuáles son los
absolución de los imputados y también que los bienes jurídicos que serán dignos de tutela. Para
funcionarios judiciales carecían de los requisitos Courtis (2009), la noción de garantía incumbe a
de independencia e imparcialidad (Corte IDH, aquellos métodos, mecanismos o disposiciones
2012a, párrs. 195 y 196). que sirven para proteger la efectividad de un
derecho. Se trata de instrumentos para que ese
En otras palabras, se abre paso a la realidad em- derecho declarado en el papel se convierta en
pírica y palpable que no requiere mayor grado de un derecho operable, ejecutable, exigible.
complejidad, pudiendo detectarse las anomalías
en sus inconsistencias y desarraigo al derecho En esta posición garantista, se observan los
justo. Estamos ni más ni menos ante un juicio derechos elementales de las partes involucradas
de constatación que evidencia una impunidad inicialmente en el proceso penal: acusadores
a priori, que pretende ser disimulada a través de o denunciantes e imputados. Haciendo una
formalismos jurídicos, como simples requisitos traslación a las otras materias judiciales, la ob-
que distan totalmente, de visualizar al proceso servancia de las garantías implica un respeto y
como un instrumento de justicia e imparcialidad. una aquiescencia a favor del ser humano, por
lo que coincidimos con lo dicho por el exjuez
A continuación, se abordarán las dimensiones de la Corte IDH, Máximo Pacheco, para quien
derivadas y expuestas por el mismo tribunal,
con relación a la cosa juzgada fraudulenta y los La persona humana, por ser un todo dueño
mecanismos fáctico-normativos existentes para de sí y de sus actos, no puede ser tratada por
contrarrestar esta actuación contraria al orden el ordenamiento jurídico como un medio,
democrático. sino como un fin y, por ello, debe recono-
cérsele la facultad de obrar conforme a las
C. El deber de los Estados de prevenir exigencias del último fin y garantizársele,
la falta de garantías judiciales por parte de los demás integrantes del grupo
social, el respeto al uso lícito de su actividad.
Es importante contrastar las garantías inherentes En consecuencia, la verdadera filosofía de
al proceso –aunque en un principio se asociaron los derechos fundamentales de la persona
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ausencia de pruebas confirmadas por la pre- de la judicatura. Es así como se habla de las si-
sunta víctima, y la evaluación de ellas, fueron guientes garantías a implementarse: un adecuado
claramente arbitrarias, en violación del párrafo proceso de nombramiento; la inamovilidad en
1 del artículo 14 del Pacto (Comité de Derechos el cargo y la garantía contra presiones externas
Humanos, 2002a, párr. 7.2). (Corte IDH, 2013a, párrs. 145-148).
Por otra parte, es imperioso analizar los plazos Además, en este mismo veredicto, la Corte In-
de duración de las causas judiciales. Según la teramericana indica que el ejercicio autónomo
Convención en su artículo 8.1 los plazos deben de la función judicial debe garantizarlo el Estado
ser razonables, si bien la Corte Interamericana tanto en su faceta institucional, esto es, en relación
considera que estos no son de sencilla definición. con el poder judicial como sistema (dimensión
objetiva), así como en conexión con su vertiente
La Corte IDH ayudándose de los elementos individual, es decir, con respecto a la persona
que señala el Tribunal Europeo de Derechos del juez específico (dimensión subjetiva). Esta
Humanos (TEDH), estableció tres factores que dicotomía es expuesta de la siguiente forma:
deben tomarse en cuenta para determinar la
razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla El Tribunal estima pertinente precisar que la
el proceso: (i) la complejidad del asunto; (ii) la dimensión objetiva se relaciona con aspectos
actividad procesal del interesado y (iii) la con- esenciales para el Estado de derecho, tales
ducta de las autoridades judiciales (Corte IDH, como el principio de separación de poderes,
1997a, párr. 77; TEDH, 1991, párr. 30; TEDH, y el importante rol que cumple la función
1993, párr. 30). judicial en una democracia. Por ello, esta
dimensión objetiva trasciende la figura del
La jurisprudencia interamericana dispuso que juez e impacta colectivamente en toda la
el juez debe actuar sin estar sujeto a influencia, sociedad. Así mismo, existe una relación
aliciente, presión, amenaza o intromisión, directa directa entre la dimensión objetiva de la
o indirecta, sino única y exclusivamente conforme independencia judicial y el derecho de los
a –y movido por– el derecho (Corte IDH, 2008c, jueces a acceder y permanecer en sus cargos
párr. 56; 2012b, párr. 189). en condiciones generales de igualdad, como
expresión de su garantía de estabilidad (Corte
En el caso Reverón Trujillo vs. Venezuela, la Corte IDH, 2013, párr. 154).
precisó que los jueces, a diferencia de los demás
funcionarios públicos, cuentan con garantías El fallo jurisdiccional de análisis resume los están-
específicas debido a la independencia necesaria dares deseables de acuerdo con la Convención
del poder judicial, lo cual la Corte entiende como Americana, que involucran la independencia
“esencial para el ejercicio de la función judicial” del juez: (i) el respeto de las garantías judiciales
(Corte IDH, 2009, párr. 67). implica respetar la independencia judicial; (ii)
las dimensiones de la independencia judicial se
Más recientemente, podemos encontrarnos con traducen en el derecho subjetivo del juez a que
dos sentencias dictadas en el año 2013 contra su separación del cargo obedezca en exclusiva a
Ecuador y que encierran una serie de aspectos las causales permitidas, ya sea por medio de un
dignos de destacar. El primero que reseñaremos proceso que cumpla con las garantías judiciales
es el caso Quintana Coello y otros. Destacamos o porque se ha cumplido el término o periodo
de dicho caso, la sistematización que allí se de su mandato, y (iii) cuando se afecta en forma
realiza de las garantías derivadas de la indepen- arbitraria la permanencia de los jueces en su cargo,
dencia judicial, según la misma jurisprudencia se vulnera el derecho a la independencia judicial
interamericana y los principios básicos de las consagrado en el artículo 8.1 de la Convención
Naciones Unidas relativos a la independencia Americana, en conjunción con el derecho de
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acceso y permanencia en condiciones generales independencia judicial sustenta los cimientos del
de igualdad en un cargo público, establecido en Estado democrático.
el artículo 23.1.c de la Convención Americana.
Precisamente en concordancia con lo expuesto,
Por su parte, en el caso Camba Campos y otros el veredicto destaca que el artículo 3 de la Carta
igualmente contra Ecuador, el asunto de fondo Democrática Interamericana dispone que
es la destitución arbitraria de ocho vocales del
Tribunal Constitucional y las implicaciones que [son] elementos esenciales de la democracia
esta situación deriva para un Estado democrático. representativa, entre otros, el respeto a los
La Corte IDH resalta que en el término de catorce derechos humanos y las libertades funda-
días se destituyó no solo al Tribunal Constitu- mentales; el acceso al poder y su ejercicio
cional, sino también al Tribunal Electoral y a la con sujeción al Estado de derecho; […] y la
Corte Suprema de Justicia, lo cual constituye separación e independencia de los poderes
un actuar intempestivo totalmente inaceptable. públicos.
Todos estos hechos afectan la independencia La Corte concluye que la destitución de todos los
judicial y permiten concluir que en ese momento miembros del Tribunal Constitucional implicó una
en Ecuador había un clima de inestabilidad insti- desestabilización del orden democrático existente
tucional, que afectaba a importantes organismos en ese momento en Ecuador, por cuanto se dio
del Estado. Aún dentro del anterior marco fáctico, una ruptura en la separación e independencia
la resolución de marras se ampara en los mis- de los poderes públicos al realizarse un ataque
mos pronunciamientos del Comité de Derechos a las tres altas cortes de Ecuador en esa época.
Humanos del PIDCP, para enfatizar en que los La misma instancia resalta que la separación de
jueces solo pueden ser removidos por faltas de poderes guarda un estrecho lazo, no solo con
disciplina graves o incompetencia y acorde con la consolidación del régimen democrático, sino
procedimientos con debidas garantías o cuando además busca preservar las libertades y derechos
se culmine el periodo de su cargo. La destitución humanos de los ciudadanos (Corte IDH, 2013b,
no puede resultar una medida arbitraria, lo cual párr. 221).
debe analizarse a la luz del marco jurídico nacional
existente y las circunstancias del caso concreto. Como puede colegirse de toda la jurisprudencia
invocada, hay una preocupación constante en
Ahora bien, los funcionarios judiciales removidos el sistema interamericano con respecto a los
de su cargo solicitaron el derecho a la protección estándares de independencia judicial, como un
judicial en razón de la destitución inminentemen- antídoto al autoritarismo; la imposición política
te política a la que estaban siendo sometidos, de los criterios judiciales y sobre todo, a la desig-
siendo que el alto tribunal regional consideró nación antojadiza de los operadores que deben
que los magistrados se encontraban impedidos dictar el derecho. Se cuestiona que la fragilidad
para hacer uso del recurso de amparo y que el de la institucionalidad encargada de impartir
recurso de inconstitucionalidad no era idóneo y justicia, por sí misma acarrea enormes y graves
efectivo para proteger los derechos vulnerados, consecuencias para un Estado que se precie de
lo cual resultó en una violación del artículo 25.1 democrático.
en relación con el artículo 1.1 de la Convención
Americana. En este sentido, lo importante de este E. La garantía de instrucción y resolución
razonamiento es que las personas responsables imparcial del procedimiento a través de
de impartir justicia, deben contar con recursos y una correcta motivación
remedios legales de plena efectividad, capaces de
ser activados en situaciones como las que conoce Complementaria a la garantía de imparcialidad
esta sentencia. No pueden quedar excluidos o e idoneidad del juez que ya analizamos, es la
al margen del derecho, puesto que la tutela a la consabida imparcialidad del proceso, por lo que
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vamos a reflexionar sobre algunos de sus aspec- universitario. Apuntamos al caso Laguna vs.
tos. Volviendo a la jurisprudencia comparada, España, en el que el Comité estima que, dado
el Comité de Derechos Humanos del PIDCP que el magistrado ponente era empleado de la
distingue dentro del requisito de imparcialidad universidad –una de las partes en el proceso ante
del juez, dos aspectos o dimensiones. Primero, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia– en
los jueces no deben permitir que en su parecer donde fungía como profesor asociado, la autora
influyan sesgos o prejuicios personales, ni tener pudo razonablemente albergar dudas sobre la
ideas preconcebidas sobre el asunto de que co- imparcialidad del tribunal. El Comité considera
noce, ni actuar de manera alguna que promueva que, en estas circunstancias, las aprensiones de
indebidamente los intereses de una de las partes la autora sobre la imparcialidad del juez son ob-
en detrimento de la otra. Segundo, el tribunal jetivamente justificadas y, en consecuencia, no se
también debe parecer imparcial a un observador puede considerar que haya existido un tribunal
razonable. Estos dos aspectos se refieren a los imparcial en el sentido del artículo 14, párrafo
elementos subjetivo y objetivo de la imparcialidad, 1, del Pacto. Se concluye entonces lo siguiente:
respectivamente (Comité de Derechos Humanos,
2002b, párr. 9.5; 2005, párr. 9.3). El Comité de Derechos Humanos, actuando
en virtud del párrafo 4 del artículo 5 del
Conviene referirse entonces a la imparcialidad del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional
juzgador como órgano unipersonal o colegiado de Derechos Civiles y Políticos, considera
que dicta y declara el derecho vigente, en el que los hechos que tiene ante sí ponen de
marco de las más completas garantías; así como manifiesto una violación del párrafo 1 del
a la imparcialidad del proceso o juicio mismo, artículo 14 del Pacto.
en el que se van a llevar a cabo todos los actos
prejudiciales y judiciales si fuere el caso hasta De conformidad con las disposiciones del
llegar a la motivación de una resolución final. artículo 2, párrafo 3, inciso a) del Pacto, el
Estado Parte está obligado a asegurar a la
Para abordar el primer tópico, el mismo Comi- autora un recurso efectivo. El Estado Parte
té caracteriza aún más al elemento subjetivo, tiene la obligación de tomar las disposiciones
aduciendo que “la imparcialidad del juez debe necesarias para que en lo sucesivo no ocurran
presumirse en tanto no se pruebe lo contrario”. violaciones parecidas (Comité de Derechos
A este respecto, este órgano se refiere cuando Humanos, 2002b, párrs. 9-11).
se quiso cuestionar el grado de imparcialidad,
relativo a la valoración de las pruebas en el tribu- El TEDH por su parte, señaló que la imparcialidad
nal regional, en particular del hecho de que este tiene aspectos tanto subjetivos como objetivos,
órgano judicial aceptase la versión de los hechos a saber: (i) el tribunal debe carecer, de un modo
del Dr W. a la vista de la prueba documental que subjetivo, de prejuicio personal; (ii) debe ser
sugería que el autor había dado su aprobación imparcial desde un punto de vista objetivo, es
a la liquidación global. El Comité llega a la decir, debe ofrecer garantías suficientes para
conclusión de que los antecedentes presentados que no haya duda legítima al respecto. Desde el
no ponen de manifiesto la falta de imparcialidad análisis objetivo, se debe determinar si, aparte
subjetiva del juez en el presente caso (Comité de del comportamiento personal de los jueces, hay
Derechos Humanos, 2005, párr. 9.4). hechos averiguables que podrán suscitar dudas
sobre su imparcialidad. En este sentido, hasta
Un interesante antecedente se suscitó en el las apariencias podrán tener cierta importancia.
mismo Comité, en cuanto a la posible parciali- Lo que está en juego es la confianza que deben
dad o no de un juez que conoció en instancia inspirar los tribunales a los ciudadanos en una
una causa, que se presume podía tener interés sociedad democrática y, sobre todo, en las partes
directo, por ser igualmente funcionario docente del caso (TEDH, 2002, párr. 58; 2004, párr. 27).
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En el caso Almonacid Arellano vs. Chile, el justicia. Estos yerros serían incompatibles con
deber de instruir una determinada causa es una las mismas provisiones garantistas judiciales del
obligación de primer orden, llegando la Corte instrumento interamericano según lo estima la
Interamericana a considerar que si aparecen Corte Interamericana.
nuevos hechos o pruebas que ayuden a establecer
los responsables de violaciones a los derechos G. Los desafíos del Estado de derecho
humanos, y más aún, de los responsables de crí- contemporáneo y su combate frontal a la
menes de lesa humanidad, pueden ser reabiertas fraudulencia judicial
las investigaciones. Incluso si existe una sentencia
absolutoria en calidad de cosa juzgada, dadas En este último punto nos queda por generar a
las exigencias de la justicia, los derechos de las título de recuento, algunos puntos que estima-
víctimas y la letra y espíritu de la Convención mos factibles para combatir desde un Estado de
Americana (Corte IDH, 2006, párr. 154). derecho, el flagelo de la omisión de garantías y
fraudes al quehacer jurisdiccional. Son tres los
F. Inobservancia del principio de non bis retos que proponemos alcanzar:
in idem en la cosa juzgada fraudulenta
I. La supraconstitucionalidad de los
Un aspecto que estudia la jurisprudencia interame- tratados internacionales de protección
ricana en relación con la cosa juzgada fraudulenta, de derechos humanos y su necesaria
atañe a si el fallo dado independientemente de complementación con el derecho interno
sus vicios, al decretarse su improcedencia, roza
con la garantía procesal del principio non bis in Las relaciones entre el derecho doméstico o
idem –nadie puede juzgarse nuevamente por interno y el de orden internacional han sido
la misma falta–. En conclusión, los Estados no abordadas por el esquema clásico del derecho
pueden invocar este principio garantista a su favor, internacional, desde una óptica sencilla: es propio
indicando que existió un juicio previo y que debe de la jurisdicción endógena de cada Estado, todo
respetarse los derechos y situaciones concedidas aquello que no se somete al derecho internacional,
en sentencia. Sobre este último punto interesa es decir, que no está regulado por ese derecho.
recalcar que de acuerdo con la jurisprudencia Por el contrario, es propio del derecho interna-
no existe una violación al consabido principio, cional todo aquello regulado por una fuente del
en el entendido que las sentencias o fallos in- derecho internacional. Puede notarse entonces
clusive administrativos deben respetar las reglas que la respuesta es tautológica y no nos arroja
del debido proceso en toda su magnitud, pues mayor luz en el marco de un debate conceptual,
de lo contrario la misma ilegalidad manifiesta dejándose por fuera del análisis qué es lo que está
de los proveídos jurisdiccionales no convalida entregado al derecho internacional. Así las cosas,
ni constituye técnicamente cosa juzgada (Corte en el marco del derecho internacional clásico,
IDH, 2006, párr. 154). es propio de la jurisdicción internacional todo
aquello que está reconocido y regulado por el
Este es un elemento trascendental que debe derecho internacional y, dentro de tal esquema,
tomarse en cuenta ante situaciones de cosa lo regulado es solo lo que los Estados, como
juzgada fraudulenta, ya que las defensas pro- sujetos principales del derecho internacional,
cesales de los Estados infractores en el sentido han creado y aceptado en tal carácter: lo que
que estamos ante situaciones jurídicas firmes y reconocen como parte del derecho internacional
con efectos jurídicos vinculantes para las partes en uso de su soberanía.
que no podrían ser retraídos, ni mucho menos
volver a juzgarse; cederían ante la invocación Se sostiene por otra parte, que entre el derecho
y visualización de lesiones tan serias a la Con- interno y el derecho internacional se suscita una
vención Americana al momento de impartir plenitud hermética. Para Bidart Campos
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[...] como los tratados sobre derechos hu- ratificación de un tratado internacional por parte
manos tienen como objeto y fin propios que del mismo. Esta incorporación por sí misma, no
tales derechos se hagan efectivos en la juris- está exenta de tensiones desde un plano doctrinal
dicción interna de los Estados que son parte y funcional; acarrea en los Estados dos situaciones
en dichos tratados, un sistema de derechos totalmente diversas: una de ellas sería que en uso
en un Estado democrático debe interpretarse y potestades de su autodeterminación, se pueda
de tal modo que logre completitud y quede adaptar este derecho exógeno desde un sistema
cerrado a través de dos fuentes en retroali- jurídico sintético e integrado, mientras que la otra
mentación: la interna de cada Estado, y la posición implica necesariamente tener conflictos
internacional (1997, p. 39). entre el derecho internacional y el derecho do-
méstico o interno por estimarlos como ámbitos
Es decir, al ser el derecho internacional un derecho muy diferentes, y que consecuentemente no son
de tipo subsidiario con relación al derecho interno capaces de relacionarse entre sí en lo absoluto.
–que entra a desempeñar su rol en defecto o en
relación de complemento–, este último derecho Es de interés para el fin de esta investigación
debe articularse a través de razones o instancias apostar por el primer caso –incorporación de
supranacionales. Como lo apunta Haba los tratados al derecho interno– y para ello el
artículo segundo de la Convención Americana
El orden jurídico interno y el internacional sobre Derechos Humanos, señala la obligación
conforman una estructura de sentido unitario, de adoptar disposiciones de derecho interno que
quedan solidariamente comprometidos a permitan el cumplimiento de las disposiciones de
proteger los derechos humanos [...] Pues se la Convención, en los casos en que estas no se
puede afirmar que el derecho internacional basten a sí mismas3. Sobre este particular, Monroy
público tiene hoy, además de la dimensión Cabra manifiesta, al interpretar el tan discutido
que se refiere a las relaciones entre los Estados artículo segundo de la Convención Americana
mismos, una segunda dimensión, nueva: la sobre Derechos Humanos, que
de las obligaciones de los Estados frente a sus
propios súbditos, precisamente en materia Los Estados partes se comprometen a elimi-
de derechos humanos (1987, p. 377). nar en el ámbito de su jurisdicción todos los
obstáculos que se opongan a la aplicación de
De lo expuesto se deduce el carácter adhesivo y la convención pero en ningún momento se
vinculante que ejercen las normas internacionales adoptó la tesis dualista ni puede deducirse
en el marco del sistema jurídico receptor. Resta de su texto que los arts. 1 al 32 no se apli-
decir entonces que el mecanismo adecuado para quen directamente [...]. Agregando: “[...] si
incorporar el DIDH al ordenamiento jurídico inter- la Convención Americana busca garantizar
no de un Estado, corresponde ineludiblemente a la derechos de las personas individuales debe
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interpretarse de suerte tal que pueda aplicarse interamericana, atinentes a los deberes de in-
inmediata y directamente a los particulares” dependencia judicial; imparcialidad del proce-
(citado por Albanese, 1991, p. 127). dimiento; garantías plenas de debido proceso
entre otras variables ya analizadas. De nada
Esta obligación de aceptación y recepción del sirven los veredictos judiciales si no son factibles
DIDH a la normatividad propia, supone una de otorgárseles la vinculancia debida, siendo
estructura jurídica de interpretación diseñada una verdad de Perogrullo que es aplicable a los
para cumplir este tránsito sin ningún contra- lineamientos girados por la Corte Interamericana
tiempo. Los diferentes Estados latinoamericanos en la materia aludida a lo largo de este trabajo.
vienen incorporando en sus Cartas Políticas los
rangos de distinción o supraconstitucionalidad II. La construcción de Estado de derecho
que tienen los tratados de derechos humanos parte de la vigencia de las reglas del
en sus jurisdicciones, teniendo como efecto debido proceso como cultura de legalidad
jurídico que prevalezcan aún sobre la misma ley
ordinaria y sobre todo, por encima de la norma Para desentrañar este segundo desafío, conviene
constitucional. establecer inicialmente qué se entiende por Estado
de derecho para los efectos de este artículo, y
Desde nuestra perspectiva, si no existe un ver- correlativamente, qué implica la vivencia de la
dadero monismo o sincretismo entre la ley local cultura de la legalidad como efecto plausible del
y la normatividad protectora de derechos hu- debido proceso.
manos, difícilmente se puede llegar a ampliar
el abanico de los derechos y libertades indi- Piza Rocafort (1984) precisa las características
viduales y/o grupales. La jerarquía o valor del permanentes del Estado de derecho de la siguiente
tratado internacional tiene capital relevancia al manera: (i) división y control mutuo de los po-
momento de ejercer la tutela de los derechos deres del Estado; (ii) imperio y supremacía de la
lesionados, por lo que si estamos ante un rango Constitución y de la ley sobre la organización y
supraconstitucional de aquellos instrumentos que actuación del Estado; (iii) control de constitucio-
salvaguardan los derechos humanos; se suscitan nalidad sobre la ley y legalidad sobre la función
dos consecuencias inmediatas de singular impor- administrativa del Estado; (iv) responsabilidad del
tancia: (i) la primera sería que le otorga margen Estado y de sus funcionarios por los entuertos que
a los justiciables para invocar la interpretación cometen; (v) existencia de la democracia como
de las disposiciones del derecho internacional forma de gobierno; y (vi) existencia de garantías
protector en materia de derechos humanos, con efectivas de respeto y operación de los derechos
la intención de hacerlas prevalecer y autoejecutar fundamentales de las personas. En forma más
sin mayor dilación en su entorno inmediato, y específica, los mecanismos de protección de
(ii) si el resultado de esta invocación y solicitud los derechos humanos son elemento definitorio
de adoptar medidas congruentes con el derecho básico del Estado de derecho; y este un requisito
del tratado internacional en el orden interno, no y un modo de realizar y fomentar el DIDH. Nos
acarrea los efectos deseados o simplemente no quedamos con esta definición al considerar que
existe respuesta alguna, subiste la posibilidad de encierra los requisitos básicos que se aspiran para
escalar el conflicto hacia los sistemas protectores este tipo de Estado, aunque la teoría formalístico-
de derechos humanos –universal o regionales normativa acaba identificándolo con primacía de
según sea el caso–. la ley, principio de legalidad e igualdad formal,
como postulados básicos del mismo.
Por las razones expuestas consideramos que una
medida para combatir la fraudulencia judicial Por su parte, la cultura de legalidad podría
pasa por invocar y exigir el cumplimiento de visualizarse esencialmente como ordenamiento
los precedentes emanados por la jurisprudencia jurídico, que es relevante únicamente al menos
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seguir construyendo más credibilidad entre todas tivo vigente, establecida, precisamente, por
las partes que interactúan en los escenarios de su poder soberano de ordenación jurídica
justiciabilidad: los jueces encargados de impartir (Espinal, 1993, p. 37).
justicia; las partes afectadas; el poder represivo;
autoridades administrativas y aparataje estatal Esta situación por sí misma, debe ponderarse
en sentido amplio, etc. con la siguiente digresión: la delegación so-
berana que realiza la comunidad política o en
III. La selección y formación del juez dogmática constitucional el denominado poder
como baluarte del orden democrático constituyente, a los órganos de representación y
ejecución política conocidos como poder cons-
Conviene iniciar esta sección indicando que en tituido, construye una relación sinalagmática
aras de la transparencia y eficacia requeridas para entre representados y representantes. En esta
tutelar fidedignamente los derechos humanos al dinámica, los jueces vienen a ser abanderados de
interior de cada país, los modelos de organización la imparcialidad y garantía dispuesta en las Cartas
y selección de jueces no son inmunes a proble- Políticas, como un mecanismo de salvaguarda y
máticas de muy diversa índole que afectan su credibilidad de la ciudadanía hacia este tipo de
independencia y proyección propia, con relación poder judicializador.
al poder político expresado principalmente en
quienes ejercen las riendas gubernamentales. La Comisión Interamericana de Derechos Hu-
Bergalli (1991), compara distintos modelos judi- manos en un informe dedicado a garantizar la
ciales diciéndonos que modelos de organización independencia de los operadores de justicia,
como el anglosajón y el italiano (en consecuencia señala algunos criterios y principios que deben
de este, también el español) tienen resueltos tomarse en cuenta en los procesos de selección y
los problemas de selección de modo diferente. nombramiento de los jueces, en aras de ponderar
Mientras en el primero las técnicas de selección la eficiencia y buen desempeño en esta función.
están más condicionadas por el poder político Se resumen tales requerimientos de la siguiente
que en el segundo, en aquel la independencia manera, siendo los mismos ampliamente desa-
se garantiza por la conciencia, difundida en la rrollados por la CIDH, a saber: (i) igualdad de
sociedad, del alto valor que se les reconoce a los condiciones y no discriminación; (ii) selección con
jueces y no por las garantías jurídicas del tipo base en el mérito y capacidades; (iii) publicidad y
de las que han sido introducidas, con una eficaz transparencia y (iv) duración del nombramiento
aplicación en Italia. En cambio, modelos como el (CIDH, 2013, pp. 28-37).
francés, que parece ser mucho más dependiente
de los poderes políticos en sus organizaciones El orden democrático se fortalece en la medida en
judiciales, exhiben mecánicas de selección di- que exista un poder judicial fuerte como columna
ferentes aunque en la práctica ninguna de ellas vertebral de rendición de cuentas a la ciudada-
garantiza la eficiencia de jueces y magistrados. nía. Estamos hablando de un poder constituido
para declarar el derecho vigente y esta facultad
En todo caso, sea cual fuere la forma de su selec- requiere de las personas más preparadas para
ción, nombramiento o incorporación al aparato ejercer la judicatura. Los procesos de selección
judicial, el juez pronuncia el derecho en los casos idóneos se constituyen a su vez, en la antesala
sometidos a su conocimiento, por encargo de la de un cuerpo de jueces más independientes para
comunidad jurídica, que se encarna en el Estado. ejecutar su función.
Al respecto, se ha dicho entonces que
Consideraciones finales
El juez deviene obligado al resolver cada caso
jurídico particular, tomando en consideración Los derechos humanos como procesos históri-
las convicciones y la voluntad soberana de cos pretenden mejorar la calidad de vida de las
la comunidad jurídica en la forma en que personas, incluida la garantía de juicios justos.
se encuentra expresada en el derecho posi- Hemos visto a lo largo de estas líneas que la
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normativa de la Convención Americana sobre Arellano vs. Chile, marca un importante prece-
Derechos Humanos relativa al debido proceso dente en esta materia al considerar la urgencia
como antídoto de la cosa juzgada fraudulenta y de instruir las causas con mucho más razón,
expresada formalmente en la jurisprudencia de si aparecen hechos nuevos. Así mismo, esta
la Corte Interamericana, establece pautas que instrucción debe reflejarse en la integralidad de
nos permiten discernir cuándo estamos ante las resoluciones y demás autos interlocutorios,
una ilegalidad manifiesta al momento de juzgar puesto que la observancia del debido proceso
causas, las cuales pasamos a destacar. pasa necesariamente por la adecuada funda-
mentación de los mismos.
Primera, se han expuesto una serie de interpre-
taciones del artículo octavo de la Convención Cuarta, la invocación del non bis in idem no es
Americana a la luz de lo que debe entenderse una excusa para que los sistemas jurisdiccionales
por debido proceso, y cómo la denominada cosa endógenos se escuden en que ya existe precedente
juzgada fraudulenta se constituye en su antítesis. o cosa juzgada y se imposibilite entonces, reabrir
Basta indicar que la jurisprudencia interamericana fallos pasados. El mérito de la jurisprudencia
supone la observancia del debido proceso en interamericana invocada, consiste en determinar
todas las esferas sancionatorias, por lo que su sola que si no existió un debido proceso cristalino y en
inobservancia constituye una violación al artículo su lugar, se llega a realizar un proceso amañado,
supracitado y por ende, la cosa juzgada realizada parcializado y encausado hacia la impunidad; se
en fraude no es congruente con la protección de pueda atribuir responsabilidad al Estado por su
los derechos humanos de las personas. inobservancia para adoptar medidas en contra
de tales vicios procesales y se establezca su im-
Segunda, los órganos del Estado responsables procedencia al tenor de la misma Convención
de administrar justicia tienen la obligación de Americana.
prevenir la falta de garantías judiciales. Nos encon-
tramos ante una postura activa que parte de un Por último, los desafíos del Estado de derecho
garantismo normativo que propicie condiciones contemporáneo y su combate frontal a la frau-
y mecanismos tanto objetivos como factibles, al dulencia judicial, podemos resumirlos de la
momento de decidir las causas administrativas y siguiente manera:
judiciales. Dentro de este elenco de garantismo
judicial, el papel del juez es preponderante y es así (i) El Estado de derecho debe bastarse a sí mismo
como su actuación sin presiones ni influencias y su para canalizar y resolver las demandas y requeri-
estabilidad funcional, se destacan muy claramente mientos de la sociedad, por lo que la normativa
en la jurisprudencia del sistema interamericano, internacional que soporta los derechos humanos
con el caso Apitz Barbera y otros vs. Venezuela, debe entronizarse con el derecho interno; (ii) en
desde el año 2008 y más recientemente, con el un solo intento de complementación, los ordena-
caso Quintana Coello y otros vs. Ecuador (2013). mientos internos y el entorno internacional deben
La enseñanza que nos dejan todos estos prece- ir consolidando una cultura de legalidad, capaz
dentes, consiste en visualizar la imposibilidad de de permear la estructura jurídica hasta sus más
plenas garantías judiciales sin un compromiso del hondas raíces y en esta tarea, es menester un
Estado de fortalecerla institucionalmente y desde cuerpo de jueces y juezas que demuestren cada
la condición del propio operador de justicia. día su probidad en los fallos jurisdiccionales; y (iii)
consideramos que solo así se puede combatir el
Tercera, la necesidad de investigación y motiva- flagelo de la cosa juzgada fraudulenta, revirtiendo
ción de los actos administrativos y jurisdiccionales su sintomatología –negación de justicia, corrup-
en sentido amplio ha sido un tópico abordado ción, arbitrariedad e imparcialidad judicial–,
en el marco de la jurisprudencia y resoluciones provocando una respuesta efectiva y dispuesta
comparadas en derechos humanos. En el ámbito a atender las nuevas demandas judiciales que
del sistema interamericano, el caso Almonacid tanto exige nuestro continente latinoamericano.
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