Pueblos Riesgo Kumiais
Pueblos Riesgo Kumiais
Pueblos Riesgo Kumiais
Kumiais
Homenaje a Gloria Castañeda Silva, cantante kumiai
FONO
CDI/CD
XIV-6
1. CASTAÑEDA SILVA, GLORIA, 1947-2008 - HOMENAJES 2. MÚSICA KUMIAI – GRABACIONES FONOGRÁFICAS 3. CAN-
TOS KUMIAIS – GRABACIONES FONOGRÁFICAS 4. CANTANTES KUMIAIS – GRABACIONES FONOGRÁFICAS 5. CASTAÑEDA
SILVA, GLORIA – CANTANTE KUMIAI – GRABACIONES FONOGRÁFICAS I. Luna Ruiz, Xilonen, coord. II. Olmos Aguilera, Miguel,
invest. III. Carbajal, Norma, tr. IV. Montes Castañeda, Gregorio, tr. V. Aguiar Emes, Juan, tr. VI. Kumiais VII. Ser.VIII.t.
Fotografías de portada e interiores: Fototeca Nacho López, cdi / Acervo de la familia Castañeda
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Queda prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, sin contar previamente con
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correspondientes.
Presentación 7
Colaboraciones 21
Bibliografía 39
En la imagen aparecen: Vicenta Espinoza Cuero (abuela de Gloria), Gloria Castañeda Silva,
Etanislada Espinoza Cuero (tía abuela de Gloria), María Espinoza Cuero (tía abuela de Glo-
ria) y la niña más pequeña, Ana Gloria Montes Castañeda, hija de Gloria.
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Presentación
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Gloria Castañeda Silva y su nieto.
La música kumiai de la tradición yumana
de Baja California
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extiende hacia Estados Unidos en los estados de Arizona y Nuevo México
y en la Alta California. Esta situación se debe a las migraciones prehistóri-
cas de grupos que se movieron de este a oeste del territorio de Estados Uni-
dos. Dicha migración propició la filiación lingüística y cultural con grupos
mexicanos que se vieron afectados por la línea fronteriza.
En términos lingüísticos, los grupos fronterizos de Baja California per-
tenecen a la familia yumana, que abarca las lenguas del grupo pai, como
los hualapai, yavapai o havasupai, del estado de Arizona, las del grupo
riano, como los mohave, los yuma y los maricopas. Dentro de esta gran
familia se sitúan los kumiais y los cucapá, que comparten el grupo lingüís-
tico california delta; mientras que el kiliwa aparece como la única lengua
yumana que no posee filiación lingüística con otras lenguas de su grupo
(Mixco, 1994).
Pese a que el número de individuos de los grupos fronterizos no suman
los tres mil, en los poblados aledaños a las ciudades de la línea divisoria to-
davía es posible apreciar su música y sus danzas, interpretadas celosamen-
te ante la mirada de los mestizos, que las aprecian y las valoran solamente
en situaciones extraordinarias.
En muchas culturas indígenas del norte de México la música engloba
y articula la danza, el canto y los sonidos rituales, así como actividades
lúdicas y artísticas de diversa índole. Lo que en español llamamos música,
en kumiai se denomina schkil, que significa tocar, “por ejemplo, tocar un
instrumento”. Sin embargo, la palabra ruido, traducida como schumaj en
kumiai, suele evocar también las expresiones sonoras musicales. Para los
kumiais la acción de cantar se nombra en la lengua como shiayio, mientras
que la palabra canción se traduce como schaiy; el concepto que utilizan
para la acción de bailar es imaik.
La música kumiai posee al menos cinco variantes, que se pueden clasi-
ficar grosso modo en igual número de géneros: a) cantos de fiestas relacio-
nados a veces con cantos cosmogónicos, b) cantos de lloro o de funeral,
c) cantos de juego de peón, d) cantos de cuna o de temas cotidianos y, por
último, e) cantos de curación. Cada una de estas divisiones es divisible en-
tre sí de acuerdo a otros parámetros simbólicos y de danza que señalamos
a continuación.
De la misma manera que en otros grupos indígenas yumanos, la música
kumiai es parte de un complejo sistema estético y de representaciones que
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no es evidente. Los cantos o piezas que interpretan los cantores acompa-
ñados por la sonaja o jalmá se insertan en un sistema simbólico asociado
con seres míticos y animales de la ecología regional. Dicho criterio se re-
laciona con la hora de la noche o del día en que se interpretará una pieza,
de acuerdo con las cualidades del “animal” y con la antigua organización
clánica del cantor; por ejemplo, pájaro chiquito o gato salvaje, según lo
expresa Juan Carranza. El lugar donde se encuentre la luna o la salida del
sol señala la pauta de representación de símbolos sagrados asociados con
esos astros. Por ejemplo, el inicio o inauguración del evento tawesii indica
la participación de ciertos cantos que dan inicio a la celebración. Poste-
riormente, el cantor interpretará piezas que indican la caída del sol: Ña
ojap mashuña, Ña ojap makiwi o Ña ojapa may hapu, para proseguir con
los cantos de la medianoche: Tiña skap yTiñab xub luy, los de la pajarita
Xakwilmet, de la madrugada Main Nmsapa, Bitchkware y, finalmente, los
del amanecer Nña chipaket y de la despedida Iyan mole. Cada uno de
estos espacios se divide en subgéneros de animales específicos, como son
los cantos de la pajarita y de otros animales que aparecen a cierta hora de
la caída del sol, de la madrugada o del amanecer. En algunas ocasiones las
canciones de las fiestas representan la cosmogonía de los grupos, es decir,
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el origen del universo. Muchos de los mitos yumanos son en realidad can-
tos que duraron varios días y varias noches y que narran cómo los dioses
o el dios Sipá, bajo diferentes modalidades: Sipa y Komat, Teipakomat o
Meltí ‘ipá jalá(u) entre los kiliwa. En todo caso, el dios creador enseña la
música a los pueblos yumanos y sobre todo las obligaciones de los ritos
funerarios.
Por otra parte, durante la conquista y colonización del norte de México
la vida nómada de los grupos indígenas que se trasladaban del desierto y la
montaña, aunado al aislamiento del territorio, representaron fuertes obstá-
culos para el establecimiento de las misiones en el norte de la península y,
por consecuencia, la conquista espiritual mediante la música. Aun cuando
la enseñanza de esta actividad era habitual en las órdenes religiosas que
participaron en la conquista en esta región, la tradición musical misional
no se entrevera directamente con las manifestaciones ancestrales de los
grupos indígenas, como sucedió con otras regiones del sur del país.
A partir de la transformación y destrucción de las creencias antiguas,
como la música, la danza y la cultura ritual, las culturas yumanas no incor-
poran la tonalidad musical europea a su cultura, pero sí se ven afectados
por ésta. Esto se percibe actualmente en las piezas indígenas contempo-
ráneas, que aunque no poseen una tonalidad propiamente, sí es posible
detectar en ellas “ciertos aspectos tonales” como resultado de la influencia
del entorno temperado, no así la rítmica ni la métrica de las mismas. Las
culturas yumanas y de la región han puesto particular énfasis en el timbre
de la voz por encima de otros aspectos musicales.
Algunas fuentes etnohistóricas nos hablan de prácticas musicales que
ya no se realizan en la actualidad; por ejemplo, cantos de los ritos de pu-
bertad, cantos de curación, cantos de matrimonio, cantos de guerra (jua-
tenay) o cantos de caza, conocidos en kumiai como jammaemuch. Todos
los rituales eran acompañados por cantos específicos para el momento ce-
remonial. Sin embargo, en el pensamiento contemporáneo muchas veces
se ha perdido su significado original y no existe una continuidad sustancial.
Así, encontramos por ejemplo que en el repertorio de los cantos de fiesta
se incluyen cantos que antes se cantaban para las ceremonias de jóvenes.
Lo mismo sucede en piezas con referencias a la caza o la guerra, como
juatenay, Los guerreros, la pieza el borrego cimarrón, y math kuatey xnau
k-culh que traducido por Gloria Castañeda sería: “sube corriendo el cerro
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v Festival de Música y Danza Indígena, Chapultepec, ciudad de México.
grande para divisar si vienen los guerreros y baja corriendo”. Con todo,
algunos fenómenos culturales musicales que funcionan como ejes de la
cultura se ven fortalecidos con la desintegración de otros. Se considera
que el canto funciona como medicina y no es posible aplicarlo e interpre-
tarlo sin un objetivo específico, pero de los géneros de curación no se tie-
ne prácticamente ningún registro. El investigador Zárate Loperena (1987),
basado en los escritos de Constance Goddard Dubois (1908), ha referido
que a principios del siglo xx existían manifestaciones musicales asociadas
con ritos antiguos, como la ceremonia del toloache. Este ritual era en una
prueba de iniciación para los adolescentes, que solamente alcanzaban el
estatus de hombres una vez que recibían las revelaciones que la planta les
trasmitía, y que en condiciones “normales” no habrían tenido acceso. El
ritual era acompañado por cantos que correspondían a un repertorio espe-
cífico actualmente disuelto entre el conjunto de canciones.
Por otro lado, las piezas musicales son susceptibles de ser clasificadas
según la participación dancística. Es decir, además de que los géneros mu-
sicales se clasifican conforme al elemento de la naturaleza, también nos
indica la pauta para advertir distintas formas de bailar kurikuri. Para los
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yumanos kurikuri es sinónimo de fiesta; la gente se toma de la cintura o de
las manos y bailando hacia adelante y hacia atrás danza coordinadamente
con el cantor. Éste interpreta 10 piezas; justo a la mitad, se yergue y agita la
sonaja, aquí es cuando las mujeres toman la iniciativa de bailar. Al finalizar
el ciclo de 10 canciones el cantor entra en el ciclo siguiente y así sucesi-
vamente hasta terminar la fiesta. Otra versión referida por el desaparecido
joven Juan Bernardo Madrid García Aldama de la Huerta, nos dice que
los cantos se clasifican según el ritmo y la forma de bailar. El ritmo kuñmi
incluye, por ejemplo, cantos “que se bailan hacia atrás y hacia delante
marcando el ritmo con el cuerpo”, el ritmo jmsir se aplica al doble paso.
Por otro lado, están también los de la pajarita xakuelmech y, finalmente, el
ritmo numulh, que indica que el cuerpo se balancea dando vueltas.
En tercer lugar tenemos los cantos que se interpretan íntimamente en
las ceremonias funerales, mejor conocidos como cantos del lloro o can-
tos para los muertos. Las canciones del lloro se interpretan de acuerdo al
protocolo ceremonial, según el momento del funeral. Cuando se vela el
cuerpo se cantan determinadas piezas que acompañan e impulsan el alma
del difunto en su recorrido post mortem.
En un conjunto de piezas míticas recuperadas por Densmore en 1932
entre los cucapá, pero difundidas en toda la región ente los distintos
grupos, se muestra la firme creencia de que al morir el dios Sipáa (el
superhombre o deidad de la tierra), hombres y animales se tomaron de
las manos para resguardar la cremación de su cuerpo; en este pasaje el
coyote consigue saltar súbitamente la valla que resguarda el cuerpo de
Sipáa y logra robar su corazón para llevarlo hacia donde nace el sol, tal
y como lo contaba Juan Albáñez en la tradición paiapai, pero que tam-
bién forma parte del repertorio kumiai. Dicho canto, pese a haber sido
registrado por primera vez en 1928, sigue cantándose actualmente por
los pueblos kumiais diegueños. Otro de los géneros de la música yuma-
na y kumiai son los cantos indígenas interpretados durante el “juego de
peón”, que consiste en adivinar en qué mano se oculta el peón (madero
blanco o negro). Para este juego se sienta un equipo frente a otro alre-
dedor de una fogata, cada vez que se adivina en qué mano se tiene el
peón y el color se acumulan puntos con palitos, mediante una serie de
llamados; cada uno de los equipos intenta descubrir el tipo de peón, al
finalizar cada turno se cantan canciones relacionadas con el juego y se
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apoya por este medio a cada uno de los equipos; no obstante, las piezas
de este género corresponden a otro repertorio.
Uno de los cantores más conocidos de San José de la Zorra fue José
Carrillo; actualmente es su nieto Fausto quien aprende las canciones. En
esta misma población vivía Gloria Castañeda, así como la también desapa-
recida Paulina Vega, quienes, entre otras, formaron parte de las cantoras
de la comunidad. Por otro lado, en diversos pueblos se encuentran Juan
Carranza, Juan Aguiar y una nueva generación de cantores que aprenden
la tradición musical kumiai. De la vieja generación, la mayoría ya falleci-
dos, se encuentran Delfina Cuero, Juan Albáñez, María Emes, Herminia
Domínguez, Trinidad Ochurte, Evaristo Adams y Juan García Aldama, en-
tre tantos otros.
El repertorio de los sones es muy extenso; sin embargo, no todas las
piezas tienen un título como lo conocemos en la música comercial. En los
sones yumanos los títulos son frases que se repiten ad libitum, tales como
“me desperté llorando en la oscuridad” o “la señora va llorando en el va-
lle” y “va llorando porque va lejos”, etcétera.
La música yumana son manifestaciones artísticas que continuarán inter-
pretándose de manera oculta, sin esperar las grandes ovaciones propias de
la música de las sociedades urbanas. Al igual que muchas otras músicas in-
dígenas, la yumana se desarrolla en la intimidad cultural. Por esta razón sus
cambios son poco perceptibles en comparación con otros tipos de música.
Pese a que todo cambia en este “contexto moderno y fronterizo”, existen
partes de la cultura indígena que cumplen una función estructural que no
serán transformadas de un día para otro.
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Gloria Castañeda tejiendo cesto de junco.
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Semblanza de Gloria Castañeda Silva,
cantante kumiai de San José de la Zorra,
Baja California
Norma Carbajal
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juntamente con la interpretación de cantos kumiais y la enseñanza de su
lengua materna en el Kumeyay Community College (kcc), en la comuni-
dad de Sycuan, California, eua.
Casó a los 32 años de edad con el señor Gregorio Montes, de 35 años,
con quien procreó tres hijos: Gregorio Guadalupe, Raúl y Ana Gloria, que
fueron criados en la tradición kumiai, los cuales le sobreviven. Actualmen-
te Ana Gloria vive en una comunidad indígena kumiai del estado de Cali-
fornia; está casada e imparte clases de lengua y artesanía kumiai a indíge-
nas del mismo grupo. Gregorio sustituirá a su madre en los distintos talleres
de la lengua y cestería y en las colaboraciones con universidades y centros
de investigación nacionales y extranjeros.
Al momento de su fallecimiento (el 10 de junio del 2008), por compli-
caciones de la diabetes que padecía desde más de 30 años atrás, Gloria
dejó un importante legado cultural, no sólo a través de sus hijos y nietos,
que siguen la tradición como artesanos, cantantes y hablantes de la lengua,
sino por la infinidad de colaboraciones con instituciones para la produc-
ción de materiales gráficos en lengua kumiai, por sus registros sonoros de
la lengua (canto) y por una gran cantidad de piezas artesanales de junco y
sauce que demuestran la maestría alcanzada por esta importante portadora
de la tradición kumiai.
Gloria Castañeda con cestos: shicuin (con tapadera) y jilu (cesto cerrado).
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Gloria Castañeda: shicuin de sauce de metro y medio por 45 cms.
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Colaboraciones
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1993. Conjuntamente con Juan Albáñez Higuera, autoridad tradicional
y cantante paipai, y Juan Aguiar Emes, cantante kumiai de Cañón de los
Encinos, San Antonio Necua, graba en la xeqin el casete Cantadores de
Baja California. Homenaje a Trinidad Ochurte, cantante kiliwa fallecido.
Desde este año hasta su muerte participa como asesora de los mayores
para el intercambio de la lengua, pronunciación y cambios idiomáticos,
entre otros temas. Hasta junio de este año imparte clases de verano para la
preparación de atole de bellota, cestería y cantos en Viejas, California.
Trabaja, hasta su muerte, en coordinación con el jefe tradicional de
Manzanita, California, eua, y su hijo Gregorio en la elaboración de un
diccionario de la lengua kumiai, un estudio comparativo.
1994. Con Juan Aguilar Emes, en el Marco del iv Encuentro Cultural Indí-
gena, graba un cd de cantos tradicionales kumiais. Participa en el Evento
Maj Kuar Kuar, en Tecate, Baja California, con cantos nativos yumanos.
2005. Desde este año hasta su muerte participa en la Feria Nativa que se
celebra todos los años con la participación de las comunidades yumanas.
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2006. Participa en los talleres de análisis de la diversidad lingüística para la
elaboración del catálogo de las lenguas indígenas mexicanas.
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Gloria Castañeda Silva, 1963.
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Repertorio de cantos de Gloria Castañeda (1947-2008)
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2. Mpay mpaya 3’15’’
“Cargando la canasta de avena en la cabeza”
Ritmo: numulh
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3. Nau, nau, math a kuatay 3’18’’
“Sube corriendo para ver si vienen los soldados”
Ritmo: jmsir
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4. Shimaya kakapa 3’09’’
“Buscando la salida”
Ritmo: numulh
Howah homea he
Math tiñá kuakure
Howah homea he
Math tiñá kuakure.
(Se repite ocho veces)
Va llorando de noche
Porque va lejos.
Va llorando la noche
Porque va lejos.
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6. Ña ojap mashuña, ña ojap makiwi 2’15’’
“Al ponerse el sol se ven los rayos del sol”
Ritmo: kuñmi
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7. Jatio wa meya jatio 2’53’’
“Agua que va corriendo”
Ritmo: jmsir
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8. Jmali kai’wama 2’25’’
“Anda cazando la víbora y la ardilla”
Ritmo: jmsir
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9. Knay miwa 57’’
“Recogiendo junco”
(Hay una pequeña narración de cuando se recogen los juncos )
Ritmo: kuñmi
Knay nuwa
Knay nuwa
Knay nuwa
Knay nuwa.
(Se repite cuatro veces)
Recogiendo junco
recogiendo, recogiendo.
En la noche andaba
Andaba, andaba
En la noche andaba
Andaba, andaba.
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11. Jimali kai’wama 3’17’’
“Ando cazando la víbora y la ardilla”
Ritmo: jmsir
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12. Ushi ushi umi jatpa umi 3’50’’
“El coyote y el tecolote lloran”
Ritmo: xakualmech
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13. Juña kumai mai mai 3’52’’
“El sapo enamorado”
Ritmo: kuñmi
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15. Me kuayamole 3’13’’
“Limpiando semilla”
Ritmo: kuñmi
Shmei kakapa
Wame yawen yongo
Wame yawen yongo
Shmei kakapa
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17. Awi kunayo 33’’
“La víbora está llorando”
Ritmo: kuñmi
Otros intérpretes
María Emes Boronda, Juan Aguiar, Alfredo Ceseña, Paulina Vega Poblano,
Delfina Albáñez, Victoriano Carrillo, Nicolás Carrillo, Juan Carranza, De-
metrio Pulido, Juan Bernardo Madrid Aldama, Trinidad Ochurte y Evaristo
Adams, cantante kumiai de San José de la Zorra, municipio de Rosarito,
Baja California.
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Bibliografía
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Olmos Aguilera, Miguel, “Les représentations de l’art indigène dans le
Nord-Ouest du Mexique: Esquisse de relations entre l’ethno-estétique
et l’archéologie”, tesis de doctorado en antropología social, etnografía
y etnología, Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, 1998.
Zárate Loperena, David, “El hechizo del oeste”, en Cuarto Simpo-
sium de Historia Regional, Antonio Meléndrez, Mexicali, Asociación
Cultural de Liberales de Ensenada, Programa Cultural de las Fronteras,
Gobierno de Baja California, 1987, pp. 112-116.
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Coordinación general del fonograma
Xilonen Luna Ruiz
Textos
Miguel Olmos Aguilera
Biografía
Norma Carbajal
Edición y masterización
Julio Delgado Revueltas, Fonoteca Henrietta Yurchenco, cdi
Diseño
Portada: Edgar Arrellín C. Interiores: Fausto Arrellín R.
Corrección de estilo
Esteban Martínez Sifuentes
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Créditos fotográficos
Pág. 3. Fotógrafa: Martha Gigliazza, 1993, v Festival de Música y Danza Indígena, Chapul-
tepec, ciudad de México. Fototeca Nacho López, cdi.
Pág. 6. Fotógrafa: Norma Dalila Bocanegra Gastelúm, 1980. Colección familia de Gloria
Castañeda.
Pág. 13. Fotógrafa: Martha Gigliazza, 1993. Fototeca Nacho López, cdi.
Pág. 15. Fotógrafo: Fernando Rosales Valenzuela, 1997. Fototeca Nacho López, cdi.
Pág. 16. Fotógrafo: Fernando Rosales Valenzuela, 1997. Fototeca Nacho López, cdi.
Pág. 20. Fotógrafo: Fernando Rosales Valenzuela, 1997. Fototeca Nacho López, cdi.
Pág. 23. Fotógrafo: Fernando Rosales Valenzuela, 1997. Fototeca Nacho López, cdi.
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Kumiais. Homenaje a Gloria Castañeda Silva, cantante kumiai, se terminó
de imprimir en diciembre de 2008, en los talleres de Angelito Editor, en
Emperadores 31 núm. 7, Col. Portales Oriente, C.P. 03570, México, D.F.
El tiraje fue de 1 000 ejemplares.
El cuidado de la edición estuvo a cargo de la Coordinación Editorial de la cdi.
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