Texturing - Eduardo Castillo

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_ T EXTURING

Eduardo Castillo

1.
Suele ser perturbadora la sensacin de vaco con la que descansa
una construccin al ser nalizada, cuando los maestros recogen sus
herramientas, levantan los andamios y comienzan a limpiar para
entregarte la obra. Todo parece estar dispuesto para que suceda la
vida. Pero, cmo se construye lo dems?: lo que no se puede
precisar, lo gratuito, lo que anima y da vida, para bien o para mal; en
n, todo lo que normalmente habitamos de una manera fsica y
espiritual, todo lo que fue pensado para que la vida transcurra sin
mucha ms consideracin que la propia de este tremendo esfuerzo
que es el construir.

2.
Algo que le del cineasta Wim Wenders me record ese particular
momento: lo fragmentario hunde sus races ms profundamente
en la memoria que lo completo. Lo fragmentario tiene una
supercie rugosa a la que nuestra memoria se puede agarrar,
[mientras que] en las supercies lisas de lo completo la memoria
resbala.... Hay algo en sus palabras comparable con la arquitectura;
probablemente la ptina que el tiempo instala en la materia y en los
materiales. Podra decirse que son esa memoria escrita, un grabado
o, ms precisamente, una textura que afecta a los cuerpos en
descomposicin o siendo ms optimista en depuracin. Un
tiempo inltrado que se agarra, como dice Wenders, y decanta
todo lo que soporta memoria.

3.
En realidad, lo que ms dibujo e imagino, son texturas, como
algunos dibujos y collages de David Hockney o Sol Lewitt. Me paso
la vida en eso. Por fortuna nunca he podido dibujar el desgaste del
uso, del clima, del reparo; en n, del tiempo. Slo llego a presumir
que todo lo que cuelga se deja caer.

5
4.
Sin embargo, si entendemos el dibujo del plano en la arquitectura
como un claro instructivo de construccin, es decir, un manual para
que un grupo de personas ajenas a cualquier proceso creativo lo
descodique y lo use como una gua de resistencia (que en trminos
puramente prcticos debe resolverse en la ejecucin), todo lo
imaginado sufrir una inexorable letana, y slo aqullo permitir
convertirlo en un hecho real.

5.
Joseph Brodsky, en un hermoso poema, dice: Dejando la muerte
aparte / todo aquello concerniente / al espacio es prescindible, /
nuestro cuerpo, esencialmente.

6.
Pero, cmo denir a qu responden las supercies de los cuerpos
que a diario son infectados por el tiempo en un proceso que, a ratos,
parece no discriminar. Sean cuerpos vivos o inertes, articiales o
naturales, discretos o pomposos, todos deben resistir con ms o
menos fuerza los asaltos de la exposicin, del descuido o del
cuidado; en resumen, los aos que inexorablemente recorren sus
vidas. Lo paradjico es la vida que brota en aquel estado de
calamidad. Creo que en esa imagen se ubica gran parte de la
arquitectura que deseo encontrar: una autntica construccin,
como gran parte del registro fotogrco de Bernd y Hilla Becher,
quienes desde los aos cincuenta han extrado con fascinacin, en el
mundo de los grandes objetos industriales (en su mayora, castilletes
de extraccin, calentadores de vientos, torres de refrigeracin,
depsitos de agua, gasmetros, caleras, hornos, molinos
quebrantadores y naves industriales), un innito de grises que,
provistos de un excepcional encanto, nos cuentan sin objeciones su
fatigada historia.

6
7.
Sin riesgo de equivocarme, podra armar que la construccin no
desaparece en la arquitectura por ms experto en maquillaje que
sea el estilista, ya que es justamente en el continuo estado de
resistencia donde aparece toda su fortuna.

8.
Pero si entendemos que el mtodo constructivo de los cuerpos no
slo permite fabricar, levantar o enterrar una arquitectura, sino
tambin guiar la decantacin a la cual se aferra en vida, la tensin
entre ejecucin y permanencia en la arquitectura (cualquiera que
sta sea), deber enfrentarse siempre a lo que he denominado
texturing: una accin que depara una sucesin de
acontecimientos que transcurren como en un relato elptico, desde
que se trazan en tierra las fundaciones, hasta que el tiempo decanta
todo su esfuerzo.

9.
Siempre he admirado a los trabajadores que cultivan un ocio, sea
ste el de carpintero, soldador, albail o enerrador. Cada vez que
visito las obras en construccin me emocionan el esfuerzo y la
dedicacin que ponen en su trabajo. Todo lo que construyen debe
resistir mucho tiempo. Tal vez porque mi padre es carpintero y
yo, antes de ser arquitecto, fui su ayudante reparo con tanto
afecto en la construccin. Por eso, sin aprensiones, podra armar
que slo entiendo la arquitectura como un hecho concreto.

10.
Las cosas, como son, reclama un anuncio publicitario de una
conocida bebida gaseosa. Esta armacin, muchas veces usada de
forma trivial, carga consigo una preocupacin o, mejor dicho, un
inters: que nada aparezca o parezca fuera de su condicin,

7
naturaleza o cualidad. La arquitectura que me interesa contiene
dicho aserto como una tica de reparacin o una moral de
correccin; es decir, que aunque las cosas contengan mltiples
signicados, lo que no debe ocurrir es ser o representar lo que no
es, tanto en su fsica, como en lo material. Posiblemente una se
reere a la otra como una especie de sucesin propia de su
manipulacin.

11.
Construir sin apariencia, al desnudo, parecera lo correcto tal
vez, aunque no es lo central; ms bien, sin alegoras, sin
explicacin, slo privilegiando su atributo, su esfuerzo, su
resistencia. sa debera ser su expresin inicial, y desde ah, todo lo
que desee cargar.

12.
Algo sintomtico de la construccin arquitectnica es su capacidad
de discernir y arbitrar los recursos y medios disponibles de una
manera justa. Detengmonos siquiera un instante en las
consideraciones de Alberti al respecto: yo voy a considerar
arquitecto a aquel que con mtodo y procedimiento seguro y
perfecto sepa proyectar racionalmente y realizar en la prctica,
mediante el desplazamiento de las cargas y la acumulacin y
conjuncin de los cuerpos, obras que se acomoden perfectamente
a las ms importantes necesidades humanas. En denitiva, la
arquitectura obliga a resolver un problema fsico-material, de carga
y descarga, de traslado y permanencia, de acopio y ausencia

8
La Toma, Helen Hughes / Taller Castillo, Universidad de Talca, Chile.

13.
No pretendo dicultar esta reexin, pero una toma de terreno, en
nuestro pas1 y quizs en todos los pases que an no han sabido
distribuir sus recursos, suele levantarse de manera inversa al
pensamiento arquitectnico, o al menos al margen de lo que
habitualmente nos encontramos: un sitio despejado de vida
aparentemente. En una toma, la vida transcurre sin nada o, ms
bien, con casi nada de lo que la arquitectura habilita; slo un trazado
de cal delimitando una futura propiedad. Pero, cul es el campo
que a la arquitectura le concierne? Esta pregunta parece ingenua si
desconocemos permanentemente su riqueza en esperanza, alegra,
ingenio, amistad, lealtad

14.
Despus de tanto rodeo, podramos preguntarnos cmo
proyectamos una obra con sus cosas, sus recuerdos, sus dolores y
remedios; cmo podramos explicarles a los clientes (a menudo
desprovistos de paciencia) que vivan primero en el sitio que
compraron. Tmenselo!, yo medir sus desplazamientos, recordar

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Chile.

9
sus felicidades, olvidar sus aprensiones, estudiar sus
comportamientos y har su casa feliz: todo lo que soaron que
sera su hogar. Derrochar mis aptitudes, anular mis prejuicios y
construir su periferia.

15.
Pablo Neruda, en su maniesto de 1935, Sobre una poesa sin
pureza, destacaba la importancia de observar profundamente los
objetos en descanso para as percibir en ellos la confusa impureza
de los seres humanos [], la huellas del pie y los dedos, la
constancia de una atmsfera humana inundada de cosas, desde lo
interno y lo externo.

16.
Imaginemos, en el Valle Central, un campo sin labrar; los
campesinos, despejando las piedras mientras el fresco amanecer
se disuelve en sus narices, luego de convertir la tierra en
barbecho, toman aquellas piedras, preparan el mortero de barro y
paja, y sobre una sola lnea limtrofe construyen una pirca muda,
montona, con la permanente correccin de la utilidad y con la
nica ambicin de construir los lmites de lo cuidado. Tal vez esa
pirca sea el mejor ejemplo de una arquitectura que recibe lo que
hay como un regalo, sin echar de menos lo que falta sino, ms bien,
encontrando en los problemas las oportunidades que traen
encubiertas.

10
17.
Recuerdo algunas esculturas de Anthony Caro que presentan fsica y
conceptualmente todo esto que trato de nombrar: construcciones
fruto de una cultura elemental donde las piezas se van ubicando en
la medida en que son solicitadas, tanto por la necesidad de sostener
la propia debilidad material, como por hacer aparecer la dignidad
de la vida humana, aun en sus peores condiciones. Construcciones
delicadamente improvisadas, donde sus dbiles reparos logran
detener el peso que cada vez los hunde ms en su miseria. Sin duda,
aquel estado de agelacin conseguir irisar su ms hermoso
presente.

Martin Puryear

18.
Parece que el detalle de la pobreza es el que permite salvar toda
torpeza all donde los sueos van eliminando lo supercial y los
dolores van reparando en lo evidente.

19.
Bruce Chatwin, nos recuerda en uno de sus celebrados libros que
los japoneses tienen una palabra, wabi, para designar la pobreza o,
ms bien, la pobreza voluntaria en el sentido de que el zen
reconoce el carecer de bienes como una forma de poseer el
mundo. Tanto en China como en Japn, la bsqueda asctica de la
pobreza se deriva de las enseanzas de Buda. Un hombre lastrado

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por sus bienes, dijo Buda, es como un barco que hace agua: la nica
esperanza de ponerse a salvo consiste en echar la carga.

Tonny Cragg / Donald Judd

20.
Descansar sobre una arquitectura elemental y al mismo tiempo
extremadamente material implica que algo en la materia sobrevive
al pensamiento. Es as como mis gustos se inclinan por la densidad
de la masa, en la que el material queda incorporado no slo como
colaborador estructural de las cargas fsicas, sino tambin como
lecturas posibles de la pieza nal. Esta precipitacin en la
materialidad modelada persigue una decantacin en la disciplina
que explora la predisposicin natural de la tcnica a la reduccin y
simplicacin de los hechos constructivos poniendo en juego a la
estructura no como un aparato esttico-constructivo, sino como en
las esculturas de Martin Puryear y Tony Cragg: un esqueleto
sumergido en su densidad material. Esto permite que nada quede
resuelto con mxima precisin: slo ejecutndola con el arresto
adecuado a su propia lgica constructiva. Quizs por eso
encontramos tanta belleza en una alfarera o en el tejido de un
artesano, porque se ha obrado con todo el cuidado cultural inscrito
en su memoria.

21.
Volver al principio de las cosas con una mirada detenida que aprecia

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maravillada lo que contiene Puede ser una hermosa excusa para
deambular buscando una arquitectura capaz de igualar lo que Jorge
Teillier nos dijo: lo que importa no es la luz que encendemos da
/ a da, / sino la que alguna vez apagamos / para guardar la memoria
secreta de la luz.

22.
Construir desde una imagen de referencia confundida con los
recuerdos (en un intento de captar las tensiones concentradas en
gestos elementales) nos permitir ampliar y fortalecer una
simplicidad idealizada que, precisamente por su condicin extrema
y fronteriza, despertar una arquitectura contenida, fruto de su
cultura, de la que alguna vez escribi Junichiro Tanizaqui.

Animitas
23.
En la radio, una cancin me dice con acento extremeo: el
tiempo todo calma / la tempet y la calma. Luego, parte del coro
reza: la lluvia que caer / sobre este cuerpo y mojar / la or que
crece en m / y volver a rer / y cada da un instante. El tiempo
pasa lentamente por esta cancin y cada palabra parece un
fragmento de un triste pero hermoso recuerdo, y pienso por un
instante que la vida se explica slo como un milagro (bueno eso
deca Wittgenstein). Las canciones populares tienen una sabidura
en la que uno debera poner ms atencin, ya que sbitamente

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sintetizan toda la historia.

24.
Seor Arquitecto me dijo, qu podemos construir en
nuestro pas, si la historia se remite a lo que pas el da de ayer y la
religin se construye a base de animitas en una carretera innita
de lunares que van marcando su olvido? Abandonado, perdido,
desaparecido, parece nuestro sino dijo; tal vez slo queda la
esperanza, tan slo esperanza.

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ActaZine

Guadalajara, Mxico.
Diciembre 2015

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