DianaCarolina GrandaMazo 2015
DianaCarolina GrandaMazo 2015
DianaCarolina GrandaMazo 2015
UNIVERSIDAD EAFIT
ESCUELA DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE MSICA
MEDELLN
2015
1
EMILIO MURILLO Y LA CANCIN ANDINA NACIONALISTA:
UN ACERCAMIENTO A LA ESTTICA POPULAR DE COLOMBIA A
COMIENZOS DE SIGLO XX
Asesor
Dr. Andrs Gmez Bravo
UNIVERSIDAD EAFIT
ESCUELA DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE MSICA
MEDELLN
2015
2
TABLA DE CONTENIDO
Pg.
INTRODUCCIN ............................................................................................................. 17
CAPTULO 1 ................................................................................................................... 20
GUERRA DE LOS MIL DAS Y ....................................................................................... 20
PANORAMA MUSICAL DE LA POST-GUERRA ............................................................ 20
3
CAPTULO 2 ................................................................................................................... 35
EMILIO MURILLO CHAPULL BIOGRAFA .................................................................. 35
CAPTULO 3 ................................................................................................................... 43
ANLISIS DE LAS CANCIONES DE EMILIO MURILLO ................................................ 43
4
4.4. TORBELLINO GUATECANO, EDICIN EDUARDO CONTI.......................................... 122
5
LISTA DE GRFICOS
Pg.
6
Grfico 9. (La Golondrina) Motivo parte B ............................................................ 56
7
Grfico 19. (La Golondrina) Compses 36 y 37 .................................................... 63
8
Grfico 29. (Nunca) Compases 13, 14, 15 y 16 .................................................... 71
9
Grfico 39. (Torbellino Guatecano) Comps 27. Edicin Eduardo Conti ............. 79
10
Grfico 49. (Vals N3) Comps 53. Edicin crtica ............................................... 87
Grfico 53. (Vals N3) Compases 79, 80 y 81. Edicin crtica ............................. 89
Grfico 56. (Vals N3) Compases 74, 75, 76 y 77. Manuscrito ............................ 90
Grfico 57. (Vals N3) Compases 73, 74, 75, 76 y 77. Edicin crtica ................. 91
Grfico 58. (Vals N3) Compases 55, 56, 57, 58, 59 y 60..................................... 91
11
Grfico 59. (Vals N3) Compases 103 y 104. Manuscrito .................................... 92
Grfico 60. (Vals N3) Compases 103 y 104. Edicin crtica ............................... 92
Grfico 65. (Cancin Mstica) Articulacin mano izquierda. Edicin original ....... 98
12
Grfico 69. (Cancin Mstica) Compases 22, 23, 24 y 25 ................................... 101
13
LISTA DE IMAGENES
Pg.
14
LISTA DE TABLAS
Pg.
15
LISTA DE ANEXOS
Pg.
16
INTRODUCCIN
El patrimonio musical que nos dej Emilio Murillo es un importante captulo de nuestra
msica que an falta por conocer en todas sus dimensiones. Su obra est muy poco
explorada y muchos de sus trabajos para estudiantina, orquestas, y grupos de
cuerdas, duermen en archivos, sin mucha esperanza de ser divulgados. Colombia
tuvo en l un arquetipo muy difcil de superar; porque sintetiz con su vida y su obra
toda una poca, y, sobre todo, el estilo bogotano de hacer msica, como un distintivo
de nuestra cultura. (Marulanda, 1990, p. 472).
La edicin crtica de algunos de los manuscritos de Emilio Murillo podr servir a los
pianistas y cantantes que deseen ampliar su repertorio. Esta contiene indicaciones
17
que facilitan la interpretacin, contribuyendo de esta manera, a la difusin de la
msica andina colombiana en el mbito acadmico. Adicionalmente, este trabajo
presenta una recreacin histrica del acontecer social, poltico y cultural que viva
Colombia en esa poca, que gener estticas muy particulares en las
manifestaciones artsticas musicales de los compositores que vivieron las
consecuencias del cambio de siglo.
Por lo general, la msica popular en Colombia a finales del siglo XIX se transmita
por tradicin oral, fue Pedro Morales Pino quien adicion la escritura, contribuyendo
as a su difusin y academizacin. A cada ritmo le marc su estructura precisa,
que por lo perfecta, fue acatada por todos los compositores en los aos siguientes
() (Atehorta, s.f., p.2). Ya para comienzos del siglo XX, hay que destacar el
trabajo realizado, en la dcada de los veintes, por el diario bogotano Mundo al da
que recuper parte de la msica nacional escrita de carcter popular en una
coleccin de 226 partituras de 115 msicos colombianos. Dentro del equipo de
trabajo del diario, el cual se erigi como un espacio para el debate y la opinin, se
encontraban miembros de la Gruta Simblica, quienes con sus aportes polticos e
ideolgicos marcaron el contenido de la coleccin. Prueba de ello es que se
publicaron canciones de corte poltico e ideolgico, pues el objetivo era mantener al
pblico actualizado de lo que se viva socialmente en esa poca: Cada partitura fue
portadora de un mensaje de actualidad (Corts, 2004, p. 171).
Gruta Simblica fue un grupo de artistas que se reuna en Bogot a comienzos del siglo XX para realizar
tertulias literarias y musicales.
18
Otro trabajo de recuperacin histrica es la digitalizacin de varias obras de
compositores centenaristas realizado por la Biblioteca Virtual de la Biblioteca
Nacional de Colombia, lugar de donde se extrajeron la mayora de manuscritos para
la realizacin de este trabajo
Se denomina compositores centenaristas a un grupo de msicos que vivieron durante el cambio del siglo XIX
al XX.
Para consulta de partituras, ver: http://www.bibliotecanacional.gov.co/partituras/
19
CAPTULO 1
GUERRA DE LOS MIL DAS Y
PANORAMA MUSICAL DE LA POST-GUERRA
La Guerra de los Mil Das fue un conflicto histrico entre los partidos liberal y
conservador que tuvo lugar en diferentes escenarios de Colombia entre los aos
1899 1903, siendo el partido liberal el primero en dar el golpe al revelarse contra
el gobierno conservador que estaba vigente en ese momento.
() En octubre de 1899, el ala belicista del partido liberal se levant en contra del
rgimen conservador, entonces representado por el muy viejo presidente Manuel
Antonio Sanclemente y el no muy joven vicepresidente Jos Manuel Marroqun,
atacando de manera muy improvisada a Bucaramanga (Deas, 2000, p. 1).
sta fue la ltima Guerra Civil del Siglo XIX, que como todas las otras guerras civiles
que se dieron en el pas durante ese siglo fue en trminos generales producto de
varios acontecimientos que caracterizaron la historia de Colombia en el siglo XIX
tales como las grandes fallas administrativas y polticas, (Gmez, 2011) problemas
como desigualdad social, constantes rebeliones en contra de los gobernantes
debido a la crisis econmica del momento y disputas territoriales con los pases
20
fronterizos. Como muestra de esta desestabilidad se puede mencionar que despus
de la Independencia de Colombia en 1819 las diferentes ideologas polticas se
manifestaron de manera ms contundente, pues al fin y al cabo alguien tena que
tomar el control y administrar lo que los espaoles haban dejado. Como resultado
de todo esto se produjeron nueve guerras civiles (Palacios, 2002)
La construccin del Canal de Panam con la consecuente prdida del Istmo en 1903
muestra la debilidad del Estado, quien a finales de siglo adopt los smbolos
duraderos de la Nacin Colombiana: El Himno, el Escudo de Armas y la Constitucin
de 1886, modificada en 1991.
A un pas sin Libertad y Orden, como seala Marco Palacios y Frank Safford, le
sigue la Colombia Cafetera de 1903 a 1946, donde socialmente aparecen otras
formas de lucha con el sindicalismo y los derechos sociales; Colombia se integra
plenamente al mercado mundial al consolidar su economa cafetera principalmente
con los Estados Unidos aunque manteniendo la influencia cultural europea con la
Iglesia a la cabeza (Palacios, 2002).
21
1.2. PANORAMA MUSICAL DE LA POST-GUERRA
El inters por definir una msica nacional surge a mediados del siglo XIX cuando, por
un lado, se componen las primeras piezas escritas sobre aires nacionales (bambucos,
pasillos) y por otro, se intenta elaborar un discurso acerca de una msica nacional (p.
51).
22
hecho surge la gnesis de nuestros aires populares, gestacin que pudo durar hasta
1600, poca en que comenzara a adoptarse el tiple como instrumento popular y en
que se produciran los primeros y balbucientes bambucos (p. 37).
Para Aez (1951), la msica popular andina en concreto llevaba un largo trayecto
de desarrollo pues su creacin databa de los tiempos de la conquista, pues dice que
los primeros bambucos se crearon a partir de 1600 mientras que Corts sita las
creaciones de stos a mediados del siglo XIX, sin desconocer que eran escritos
sobre aires nacionales; lo que no se haba concretado y decidido an era si estas
creaciones seran concebidas como msica nacional, pues los conflictos polticos
que enmarcaban esta situacin musical no daban cabida para el debate, las tertulias
eran clandestinas as que reunirse para definir una identidad musical nacional no
era posible:
[] durante nuestra ltima guerra civil, esa de los mil das, las autoridades
suspendieron los pocos espectculos nocturnos que haba en Santa Fe, [] adems
era necesario proveerse de un salvoconducto para transitar por las calles despus de
las siete de la noche, [] (p.75)
As, despus de la guerra de los mil das aparecieron dos corrientes de debate
musical en medio de la polmica, la primera de corte acadmico liderada por
Guillermo Uribe Holgun que para el ao de 1910 acababa de llegar con un ttulo
obtenido de la Schola Cantorum de Pars en Europa, quien a partir de esa fecha se
hizo cargo de la Academia Nacional de Msica y quien cambi su nombre por
Conservatorio siguiendo los cnones Europeos. La segunda corriente era de origen
ms popular liderada por Emilio Murillo, tambin msico con formacin acadmica,
pero que a diferencia de Guillermo Uribe Holgun no tuvo la oportunidad de estudiar
23
en el exterior, ms s tuvo la oportunidad de conocer de cerca el pueblo y estudiar
su folclor.
Las primeras posiciones sobre este debate se empezaron a dar en la segunda mitad
del siglo XIX donde varias personalidades de la poca sentaron sus opiniones al
respecto, por el lado de los populares se encontraban por ejemplo:
Nada ms nacional y patritico que esta meloda que tiene por autores a todos los
colombianos (Corts, 2004, p. 52)
Dice Jaime Corts Polana (2004) que despus de una extensa descripcin de
bailes, coplas, dcimas, romances y tradiciones poticas ligadas a la msica por
parte de Jos Mara Vergara y Vergara (literato, 1831-1872), ste dice:
todos estos tipos de la Repblica no han sido todava fundidos en uno slo; y
pasar un siglo o dos antes que suceda (p.52)
[] todo pueblo, por poco civilizado que est, por salvaje que sea, comunica a su
msica carcter de nacionalidad [...] (Corts, 2004, p. 52)
24
Emilio Murillo (msico, 1880-1942) defini el pasillo y el bambuco como:
las fibras ms hondas del alma, de la masa misma de la sangre [] Son la voz de
la patria, el grito del terruo, la bandera espiritual de Colombia (Corts, 2004, p.
60,61)
25
La msica popular no es en verdad muy rica en combinaciones armnicas, ni muy
variada en giros meldicos; es ms bien montona. (Corts, 2004, p.54)
Durante toda sta polmica hubo varios detractores de la posicin europeizante que
tenan los miembros de la Academia Nacional de la Msica encabezados por Uribe
Holgun, quienes pretendan elevar la msica nacional a las altas esferas de la
msica universal, impregnndola de elementos propios de la escuela europea, lo
cual result inapropiado para compositores como Jess Bermdez Silva que en una
crtica a la obra de Uribe Holgun enunciaba que los patrones rtmicos usados en
26
sta, que evocaban elementos de la msica nacional, eran dejados para dar paso
a rebuscamientos orquestales, cambio de timbres, reminiscencias meldicas y
tmbricas de otras obras, truenos y bombazos (Corts, 2004, p. 60). Adems
cuestionaba la ctedra que se estaba impartiendo por esos das en el Conservatorio
Nacional, pues an no haba dado los resultados que decan iban a obtener, pues
no haba salido el Korsakov o el Enrique Granados colombiano.
Sumado a esto estaba el objetivo que promulgaba Emilio Murillo en cuanto a lo que
la msica nacional debera ser: Las obras deben ser paralelas: Msica popular
accesible a todos los ejecutantes y escrita dentro de cierto clasicismo para que sea
digna de figurar en el repertorio de los profesionales (Corts, 2004, p.62).
27
Las composiciones de Murillo son ms bellas, sentidas y hermosas, cuanto ms
sencillas. Las que escribi en su juventud tienen un aroma de campo, huelen a poleo
y albahaca, traen el olor de la miel del trapiche. Los estudios posteriores pecan por
forzados y faltos de originalidad; no ostentan la fragancia de aquellos de antao
(Perdomo, 1963, p.294).
Emilio Murillo fue un msico que en gran medida estuvo ms en contacto con el
pueblo, campesinos, tertulias, gente del comn, artistas autodidactas de tradicin
oral, entre otros; a diferencia de Uribe Holgun que estuvo ms en contacto con la
academia, conservatorios de otros pases, msicos eruditos; de ah que Murillo tena
la necesidad de que su msica fuera ms accesible al pueblo. De hecho Murillo
tena como referente en la estructuracin del proceso de bsqueda de identidad
musical nacional los procesos llevados a cabo en Argentina con el tango: ()
Selecciones sencillas, canciones, piezas de baile, con o sin letra, como se escriben
en la Argentina (Corts, 2004, p. 61). En su casa tuvo la oportunidad de conocer
a Gardel, por lo que s tuvo contacto con msicos del pas Gaucho y conoca lo que
se estaba haciendo en ese pas a comienzos de Siglo XX. Al fin y al cabo tanto la
msica popular de Argentina, en ste caso el tango, como la de Colombia, en este
caso la andina de principios de Siglo XX tenan sus races en la tradicin oral, y al
ser parecidos en este aspecto, Murillo daba por sentado que los procesos de
evolucin y estructuracin fueran realizados de manera similar.
Es un grupo que surge durante la guerra de los mil das (1899-1903) como una
alternativa para llevar a cabo un encuentro de intelectuales, escritores, poetas,
Para profundizar en los orgenes del tango y su evolucin, ver: Salgn, 2001 y Sierra, 2010.
28
msicos, polticos y artistas; ya que en esa poca las autoridades haban
suspendido los pocos espectculos nocturnos a los que estas personalidades
asistan.
El nombre de Gruta Simblica se debe a que estaba en boga por la poca la escuela
llamada Simbolista, objeto de polmicas entre quienes defendan los estilos
clsicos, entre ellos los romnticos, pues defendan la tradicin castellana y todo lo
que proviniera de la cultura griega y latina. Moratn dijo que la escogencia del
nombre se debi a su escrito en el folleto titulado De la Decadencia y el Simbolismo
en el que se fijaba el valor artstico y filosfico de las nuevas tendencias.
29
siglo XX estaba en auge por el mundo la corriente Simbolista, donde la
espiritualidad, la imaginacin y los sueos eran los temas recurrentes para los
escritores de este movimiento europeo. Las temticas de los dos movimientos
tienen sus diferencias y son tratadas de formas diferentes, as, entre la literatura
simbolista pueden encontrarse obras que tratan temas tab para la poca como las
drogas, la sexualidad, el satanismo entre otros, temas expuestos por Charles
Baudelaire, considerado padre de la lrica moderna. Mientras que las temticas ms
comunes que exponen los romnticos son: el desamor, la muerte, el dolor, la
nostalgia, lo religioso, lo pagano, la tristeza, etc. Los escritores romnticos Julio
Flrez Roa (Chiquinquir, Boyac. 1867-1923) y Luis Mara Mora, Moratn
(Bogot, Cundinamarca 1869-1936) fueron algunos de los literatos destacados
que hicieron parte de las reconocidas tertulias bogotanas y de quienes se inspiraron
algunos compositores para crear sus canciones.
30
Marroqun (1827-1908) quien, como Vicepresidente, haba dado un golpe de estado
al octogenario Presidente Manuel San Clemente.
Para comienzos del siglo XX fueron varios los compositores creadores de canciones
colombianas y protagonistas de su divulgacin por varias partes del mundo, unos,
al igual que Emilio Murillo lo lograron, plasmando en su msica el sentir del pueblo
de una manera ms emprica (orgnica) y otros como Guillermo Uribe Holgun lo
realizaron usando recursos ms acadmicos y vanguardistas. Vale la pena aclarar
que los primeros mencionados no eran ajenos a algunos conocimientos tericos. A
continuacin se mencionan algunos de los msicos centenaristas que hacen parte
del legado histrico musical de la cancin colombiana, y que a pesar de sus
diferencias todos ellos renen en su msica las caractersticas estticas musicales
de la primera mitad del siglo XX.
31
Jorge Aez (Bogot, Cundinamarca. 1893-1952): Fue un msico que tuvo entre sus
ms grandes aportes escribir el libro CANCIONES Y RECUERDOS donde dej
trazado el esbozo de los cantores populares en el altiplano de la poca. Jernimo
Velasco (Cali, Valle. 1885-1963): Fue uno de los que bien muestra cmo combinar
la academia con el quehacer musical emprico. Estudi en el Conservatorio Nacional
dirigido por el maestro Guillermo Uribe Holgun (Bogot, Cundinamarca. 1880-
1971), quien estudi en Pars y fue considerado una de las grandes autoridades
musicales del continente; Velasco curs en el conservatorio armona, contrapunto y
composicin. Y por otro lado segn Jorge Aez (1951) acompa a Emilio Murillo
en 1923 a la Exposicin Internacional de Sevilla (Espaa), donde realizaron una
importante labor de difusin de la Msica Andina Colombiana.
32
1.2.4. Generalidades de la Cancin Andina Colombiana
Se podra inferir que al ser tan nuevo el recurso de la partitura, este no era muy
usado, pues el proceso de adaptacin a esta nueva herramienta de transmisin por
parte de los msicos de profesin de aquella poca apenas estaba comenzando y
por razones prcticas era ms cmodo arreglar directamente en el estudio
(improvisar), pues los conceptos estticos estaban claros. El recurso de la grabacin
sin partituras sigue funcionando hasta el da de hoy y es usado ms que todo en la
industria comercial musical masiva.
33
del otro por el hecho de estar juntos en comparacin con un solista (Azula, 2011),
se convirti en uno de los formatos musicales que interpretaban la cancin andina
colombiana con mayor ndice de popularidad y aceptacin, estos msicos
interpretaban las canciones a capella o acompaados por tiple y guitarra, por dos
guitarras o por orquestas de saln (donde el piano cumpla una funcin
principalmente armnica). Azula hace este anlisis apoyndose en las crnicas de
la historia musical colombiana y en fuentes de primera mano como la entrevista que
le realiz al msico Jaime Llano Gonzlez.
Con lo anterior se puede apreciar que la difusin, puntualmente radial por medio de
grabaciones, de la cancin andina colombiana en el formato de voz y piano no fue
muy popular a principios de siglo XX debido a factores de cambio generacional y
por ende de evolucin musical como: los inicios de la escritura de los aires
nacionales, por lo que muy pocos se aventuraban a interpretar lo escrito en el piano,
esta actividad la realizaban mejor en tertulias y casas de familia, o ms bien lo
escrito era el resultado de las improvisaciones en el piano cuando se reunan; haba
pocos cantantes solistas y la situacin econmica a raz de los problemas sociales
forzaba a muchos artistas a grabar ms barato, adems hay que tener en cuenta
que la guitarra y el tiple estaban presentes en el desarrollo de la msica andina
colombiana muchos aos antes que el piano.
34
CAPTULO 2
EMILIO MURILLO CHAPULL BIOGRAFA
Fue el ciego Gmez quien lo convenci de cambiar la flauta por el piano, y Pedro
Morales lo matricul en su academia musical donde le ense a tocar los
instrumentos de cuerda, en particular el tiple. Pedro Morales Pino lo defini con
propiedad al decir: Este joven lleva en s el microbio incurable de la msica
(Marulanda, 1990).
Segn Aez, Murillo era un excelente pianista y gran improvisador, de ste deca:
35
Si es verdad que la msica de Murillo tiene un sello tan propio por la belleza de las
melodas, para m tengo, y esta es una opinin muy personal, que lo mejor de su
produccin qued sin escribirse, dado que sus improvisaciones en el piano eran muy
superiores a todo lo que llev al pentagrama: en mi vida he odo improvisar a nadie
en cualquier instrumento de aires populares colombianos con la facilidad y genialidad
con que Murillo lo haca en el piano () (Rico, 2004, p. 86)
Hacia 1924 Murillo empez a componer obras para piano slo con un carcter
menos popular. Entre este catlogo se encuentran 21 caprichos basados en aires
andinos, cinco fantasas y siete valses de gestos academizantes y 20 pasillos,
conocidos gracias a Jorge Aez como Estudios para piano, estos ltimos
compuestos a manera de piezas de carcter fueron los que se dieron a conocer y
reflejan con ms precisin el tan anhelado estilo nacional. Se caracterizan por
poseer atractivos efectos rtmicos y armnicos, pues se diferencian de sus pasillos
populares, en que las melodas son menos directas y los acompaamientos ms
complejos con un bajo mucho ms meldico. Todas estas piezas estn basadas en
improvisaciones hechas por el mismo Murillo. Cada uno de estos pasillos se
diferencian entre s porque experimenta y trata elementos musicales diferentes en
cada uno con gran ingenio, sea la armona, el ritmo, la forma o la meloda (Duque,
2000).
El piano era uno de los instrumentos por excelencia usado en las tertulias musicales
y literarias, como tambin en los salones de varias casas y en los salones de baile;
igualmente es una herramienta facilitadora en la labor compositiva. No es de gratis
entonces que muchas de las composiciones de Murillo estuvieran escritas para
piano y voz y que a la hora de grabar, estas partituras sirvieran como gua a la hora
de elaborar los arreglos en las casas disqueras. Sin desconocer esta conclusin,
las canciones de Murillo son dignas de interpretarse en su presentacin original y
36
es ms, dado el hecho de que se podran considerar guas, quedara el camino libre
para adaptarlas y realizarle arreglos segn las necesidades de cada intrprete.
Murillo se defini como Liberal y sus acciones conspiradoras junto con otros
miembros del mismo partido durante los eventos de la Guerra de los mil das
hicieron que la hermandad que constituyeron fuera solidaria y duradera. El Ideario
Liberal de Murillo se manifest de manera singular, hizo parte de la campaa para
la eleccin de Enrique Olaya Herrera, presidente a partir de 1930, con la danza Al
Canto Rojo, que es tal vez la nica alusiva a su afiliacin poltica (Duque, 2000).
Como no toda la obra de Murillo es conocida, pues no toda la escribi, puede que
haya creado ms obras de carcter poltico, y ms, si fue un msico miembro de las
tertulias Bogotanas de la poca donde uno de los temas principales de discusin
era la poltica.
37
Murillo viaj por primera vez fuera de Colombia en marzo de 1910 a los Estados
Unidos con la Delegacin de Colombia en Washington, all se contact con la RCA
Vctor, y grab msica Colombiana en colaboracin de msicos Latinoamericanos
radicados en EE.UU. Con las grabaciones y la aceptacin del pblico
norteamericano de las piezas colombianas, Murillo se convenci de que la msica
colombiana podra convertirse en smbolo patrio y producto de exportacin. Luego
de tres aos regreso al pas e inici una campaa nacionalista que le vali el apodo
de apstol de la Msica Nacional.
38
esta estudiantina tocaron en el Palacio Presidencial, por invitacin del entonces
Presidente de la Repblica General Rafael Reyes (Marulanda 1990).
La obra total de Murillo es bastante extensa, segn los datos de Ellie Anne Duque
(2000), cuenta aproximadamente con: 90 pasillos, 45 valses, 18 danzones, 50
bambucos, 50 obras variadas en aires de tango, fox, matchicha, ranchera, rumba,
etc. Y unos 20 danzones. En esta catalogacin no hace diferenciacin de los
instrumentos para los cuales compuso estas obras. La Estudiantina Murillo
populariz una gran cantidad de estas piezas como: Canta mis coplas con versos
39
de Francisco Restrepo Gmez; Cuando la noche tiende pasillo con letra de Julio
Chaves; Fiebres, Hondos pesares y Cancin de la tarde letras de Julio Flrez;
La danza Yo me muero de amor; Conmigo le dan las doce bambuco con letra del
propio Murillo; La reina de mis sueos; bambuco sobre un texto de Daniel Arias
Arguz; Los bambucos. Canto fatal, Cuando en la noche te cuento mis
amarguras, Coplas del terruo; La cancin Canta la cancin divina; El torbellino
Que haremos mi bien, La danza De lejos; sobre un texto de Federico Rivas
Frade. Comenta Jorge Aez que en el piano de La Gran Va Emilio Murillo
compuso dos obras que se hicieron popularsimas en su poca y que fueron
cantadas despus en discos Columbia por el mismo Murillo y Daniel Uribe: El
Pasillo Lucero y la danza Morenita (Marulanda, 1990).
Es difcil decir con exactitud la cantidad exacta de canciones que compuso Murillo,
y cuales fueron especficamente para voz y piano, debido a los factores sealados
con anterioridad en otros captulos: como la posibilidad de que las grabaciones se
hicieran con base en manuscritos de voz y piano pero en otros formatos, no toda su
msica qued escrita, y la falta de veracidad de algunas de las fuentes que
registraron su obra, por ejemplo segn Rico (2004) algunos se apropiaron de ella
como Octavio Morales que registro como suyas algunas canciones que le suministr
la familia Murillo donde no figuraba el nombre del compositor.
Ver: http://www.bibliotecanacional.gov.co/partituras/.
40
canciones son: Adoracin (Vals Lento), Bajo la Reja (Habanera-Danzn),
Cancin Jocosa (Bambuco), Canto a la Cerveza (Vals vivo-Himno), Canto al
caf (Vals-Himno), este himno tiene letra para cantarlo en cuatro idiomas (Francs,
Sueco, Griego, Alemn), Canto para los nios de las escuelas (Pasillo), Claveles
(Bambuco), El faisn dorado (Danzn), El guatecano (Bambuco), El retrato de
mi madre (Habanera), El trapiche (Bambuco), En Memoria del Libertador
(Pasillo-Himno), Frente al mar (Pasillo popular), La flecha roja (Vals-Himno), La
Golondrina (Vals), Los rosales se han secado (Vals), Mi madre (Vals), Noches
de Plata (Vals), Nunca (Bambuco), Pandereta (Bambuco), Que Mujeres
(Bambuco), Ranchera Colombiana, Temas del sur (Cumbia), Torbellino desde
que te vi una vez, Torbellino guatecano, Torbellino N4, Torbellino N7, Vals
N3, Vaporosa (Habanera), Yo quiero cantar un canto (Bambuco).
41
En 1929 el gobierno de Colombia lo design, en compaa de Jernimo Velasco,
Alejandro Wills y Alberto Escobar, embajador en la exposicin de Sevilla (Espaa),
para que representase la msica Colombiana. All tuvo el honor de hacerse presente
ante la corte del Rey Alfonso XIII. Visit a Manuel de Falla, con quien estableci
despus estrecha correspondencia, le dio a conocer la msica Colombiana y
mereci de l elogiosos conceptos.
La importancia del legado que dej Murillo es que su msica fue creada en un
perodo de transicin, y sirve como un puente para conectar la tradicin musical oral
con la academizacin de los aires nacionales colombianos. Otro rasgo a destacar
es el haber sido uno de los primeros en internacionalizar la msica andina de su
pas.
Duerme en paz, buen Emilio y que el eco de tus melodas llegue hasta la tumba y
acompae tus restos junto con esta mi cariosa evocacin! (Aez, 1951, p. 90)
42
CAPTULO 3
ANLISIS DE LAS CANCIONES DE EMILIO MURILLO
Segn Jaime Rico Salazar esta grabacin no se hizo con Utrera sino con Jorge Aez el 13 de marzo de 1928
(Rico, 2004)
43
curiosamente aparece registrada Golondrinas, grabada el 11 de noviembre de
1927 por la disquera VICTOR.
44
Tabla 1. Relacin entre tamaos y fuentes
45
3.1. BAJO LA REJA (HABANERA O DANZN)
Letra:
Estructura:
46
meloda de la lnea vocal y un puente que lleva a la primera estrofa, A(compases
13 al 28) es la primera estrofa, B (compases 29 al 36) es la repeticin de la ltima
frase de la primera estrofa, C (compases 37 al 44) es el interludio con la meloda de
la segunda estrofa con unos adornos que la caracterizan y C (compases 45 al 60)
es la meloda de la segunda estrofa.
Meloda:
47
Grfico 2. (Bajo la Reja) Motivo meldico variado
Diseo Tonal:
Para el anlisis de las canciones se usaron algunos parmetros de referencia encontrados en el libro Cancin
andina colombiana en duetos: transcripcin aproximacin documental de Pilar Azula, 2011.
48
mantiene, redefiniendo de esta manera la funcin de la soprano, pues pasa de ser
quinto a ser tercer grado del acorde (ver Grfico 4).
49
La parte B se interpreta como un eco de ese mismo dolor por lo que desarrolla esta
parte en La mayor y luego llega al clmax que reposar al final de la frase. En la
parte C muere el dolor y aparece el perdn. El interludio del piano tiene adornos
que alivianan el carcter pesado que presenta la obra al principio, para darle paso
al desenlace con la ltima estrofa donde las secuencias meldicas descendentes
dan fin a la cancin.
Edicin Crtica:
50
Grfico 6. (Bajo la Reja) Comps 12 y 13
51
3.2. LA GOLONDRINA (VALS)
Las palabras subrayadas y en negrilla fueron asumidas segn el contexto de los versos al no ser legibles en
el manuscrito. Por esta razn, al finalizar el poema se adjuntan las imgenes del manuscrito con las respectivas
palabras.
52
Imagen 1. (La Golondrina) Segunda frase Segunda estrofa
53
Imagen 4. (La Golondrina) Final segunda frase Tercera estrofa
Letra:
54
Estos versos hablan en sentido figurado de la bsqueda del amor, como se acerca
alguien a l pero a la final no es capaz de arriesgarse a tenerlo. La figura de la
golondrina es la de ese buscador del amor.
Estructura:
Meloda:
55
En la parte B la meloda est diseada a partir de un pequeo motivo que ayuda a
dibujar lo que hace la golondrina, los silencios entre cada motivo hacen que esto
sea posible, pues separan cada uno de los movimientos que hace la golondrina
segn la descripcin del texto. (Ver Grfico 9).
56
Grfico 10. (La Golondrina) Cuarta frase parte B
57
Grfico 12. (La Golondrina) Comps 63
58
Grfico 14. (La Golondrina) Comps 67
59
Ritmo
Es una cancin que est en 3/4. Est escrita sobre uno de los patrones rtmicos con
los que se acompaan los valses (ver Grfico 16). El cambio de registro del patrn
de acompaamiento en la mano izquierda del piano enfatiza las caractersticas
rtmicas del vals, pues ilustra la jerarqua de los primeros dos pulsos de cada
comps.
Con este ritmo Murillo logra darle a la cancin esa sensacin de vaivn cuando
vuelan las golondrinas.
60
En la introduccin el piano dibuja el significado del texto, que en sntesis habla de
una golondrina que siempre vuela inquieta y no se establece en la tierra; al
comienzo emplea un acorde de Fa en primera inversin con novena que va al Si
bemol menor y pasa momentneamente a Fa menor, al final de la introduccin
termina con un acorde de Do mayor con sptima, dejando al oyente la impresin
que la cancin continuar en menor; pero no, en la parte A establece la tonalidad
de Fa mayor. En esta primera parte el piano acompaa con ritmo de vals y hace
unos cortos comentarios (arpegios) para complementar (compases 18, 22) (ver
Grficos 17 y 18).
61
Grfico 18. (La Golondrina) Comps 22
62
Grfico 19. (La Golondrina) Compases 36 y 37
63
recurre a estas experimentaciones armnicas y que en sntesis ayudan a reforzar el
significado del texto.
Todo esto funciona como puente hacia la parte C, donde se reestablece la tonalidad;
en esta seccin el compositor usa con insistencia el cuarto grado menor lo que le
da un cambio de color interesante a la cancin.
64
Edicin Crtica:
Para destacar el acorde de Sol medio disminuido se sugiere hacer un piano sbito
en el comps 26 (ver Grfico 23). En el comps 71 se adiciona una corta pausa
para dar espacio antes de cantar las ltimas palabras del verso que contienen gran
significado dentro del discurso (ver Grfico 24).
65
Grfico 24. (La Golondrina) Compases 71, 72, 73 y 74
66
Texto: Ricardo Lpez Mndez
Letra:
Como particularidad cabe anotar la similitud de los temas de los textos usados por
Guty Crdenas y Emilio Murillo a la hora de escribir sus canciones, ambos recurran
a textos con los que el pueblo se identificaba, para el caso de la trova yucateca,
como es denominada la msica escrita por Crdenas, la temtica es siempre
relacionada con la mujer y el romanticismo que esto conlleva. (Espejo, 1997). Para
este caso el tema se resume en la descripcin de un amor imposible.
67
Estructura:
La forma de este bambuco es: Introduccin del piano (compases 1 al 5), parte A
que se repite (compases 6 al 23), parte B (compases 24 al 39) y Coda (compases
40 al 45).
Meloda:
La meloda de toda la cancin est formada por frases de cuatro compases cada
una. Tanto la parte A (menor) como la parte B (mayor) al unirla con la Coda,
empiezan en el Re de cuarta lnea y terminan en el sol de segunda lnea. En la parte
A el clmax est situado en la segunda frase en la palabra prpura y justo en este
punto hay un cambio de mtrica de 6/8 a 3/4 (ver Grfico 25).
68
La nota importante en la parte B es el Re que tiene caldern (comps 24) que
intensifica el sentimiento de saber que no se es correspondido en el amor. Las tres
frases siguientes son similares con la diferencia que la nota clmax de cada frase es
medio tono ms abajo que la anterior (ver Grficos 26, 27 y 28).
69
Grfico 28. (Nunca) Clmax: Nota Fa
La frase antes de llegar a la coda tiene un crescendo indicado por el compositor que
insiste en la nota sol como clmax general de todo el bambuco con un fortsimo.
Para finalizar, la coda se caracteriza por estar con dinmica de piano que se puede
interpretar como una especie de resignacin Aunque nunca besar pueda tu
boca.
70
Grfico 29. (Nunca) Compases 13, 14, 15 y 16
El piano siempre dobla la meloda de la voz pero con una textura de acordes y
octavas, la mano izquierda del piano es ms activa y propone contramelodas que
ayudan a la conduccin de la armona.
71
Edicin Crtica:
Para destacar el clmax de la Parte A, se sugiere hacer tenuto sobre las dos
primeras notas del comps 11 (ver Grfico 25).
72
3.4. TORBELLINO GUATECANO
Letra:
Ver: El Hombre Visto de Cerca, Humanidad de Emilio Murillo. LECTURAS DE MSICA COLOMBIANA. (s.f.).
VOL. II. p. 460.
73
Guatecano el amor s estaba correspondido pero era la familia de la enamorada la
que no permita que este amor se diera. El lenguaje utilizado es ms coloquial pues
aparecen palabras como vust que son usadas en la jerga campesina.
Estructura:
Meloda:
Cada parte tiene un diseo meldico similar: un motivo corto de dos compases que
se repite y que equivale a las dos primeras frases de cada estrofa y un desarrollo
de ese motivo en los cuatro compases siguientes con las dos ltimas frases (ver
Grfico 32). Slo en la parte C el motivo inicial no se repite igual (ver Grfico 33).
74
Grfico 33. (Torbellino Guatecano) Motivo Parte C
75
Grfico 35. (Torbellino Guatecano) Comps 25
Ese mismo acento de nfasis aparece al final de la parte C pero no escrito por el
compositor, sino que la pausa de la coma da ese efecto, moza, brincaba. El piano
dobla la voz y hace terceras que refuerzan la meloda (ver Grfico 36).
76
Grfico 36. (Torbellino Guatecano) Compases 36 y 37
Diseo Tonal:
Edicin Crtica:
77
indicacin puede variar dependiendo de la proyeccin del cantante). En el comps
15 hay una doble dinmica en el manuscrito que se considerara redundancia, por
esto slo se anot un solo f en la edicin (ver Grficos 37 y 38). La misma indicacin
se encuentra en el comps 27 en la edicin que hizo Eduardo Conti del Torbellino
pero no en el manuscrito de la Biblioteca Virtual de la Biblioteca Nacional (ver
Grfico 39).
78
Grfico 38. (Torbellino Guatecano) Comps 15. Edicin crtica
Las articulaciones sugeridas son para definir con ms claridad el fraseo del
bambuco y en el caso de los compases 36 y 37 para resaltar el significado de la
letra (ver Grficos 40 y 41).
79
Grfico 40. (Torbellino Guatecano) Compases 5 y 6. Articulaciones sugeridas
En los compases 36, 37 y 38 se sugiere que el mi sea natural por la funcin armnica
de dominante que est cumpliendo el acorde de Do mayor con sptima en ese
momento (ver Grfico 42).
80
Grfico 42. (Torbellino Guatecano) Compases 36, 37 y 38
3.5. VALS N3
81
ven a buscar mi sed de amor
ven a calmar mi dolor
Letra:
La letra de este vals habla de lo que es un mal de amor y el ruego del amante hacia
la que se es querida. En el manuscrito no aparece autor de la letra, puede tratarse
de autora del mismo Emilio Murillo
Estructura:
82
Meloda:
La parte A se divide en dos secciones que equivalen a las dos primeras estrofas,
situando el clmax de la parte A en la segunda seccin, compases 30 y 31 (ver
Grfico 43).
El tema es una frase de 8 compases que se repite a lo largo del vals a diferentes
alturas y con pequeas variaciones (ver Grfico 44); a partir del comps 25 empieza
un desarrollo de la primera parte con cambios meldicos en cada frase, el
compositor usa cromatismos que intensifican el carcter del texto y usa clulas
rtmicas ms pequeas para elaborar pequeas secuencias y as tranquilizar
paulatinamente el clmax. La parte B es una especie de estribillo que usa siempre
un motivo rtmico con variaciones meldicas (ver Grfico 45).
83
Grfico 44. (Vals N3) Tema meldico
La parte C es una improvisacin escrita sin texto donde el cantante vocaliza una
serie de escalas y arpegios en La bemol mayor (sexto grado bemol de la tonalidad
principal) con un ritmo armnico similar al de la parte B.
Hay una pequea introduccin de 4 compases que hace el piano donde establece
la tonalidad de Do mayor y da paso a la primera estrofa donde presenta el material
a trabajar. En la segunda estrofa hay una modulacin momentnea al segundo
grado menor (Re menor), que prepara la llegada al clmax (compases 30 y 31) (ver
84
Grfico 46), para terminar esta primera parte usa el sexto grado bemol (La bemol
mayor) con funcin de dominante para resolver a Do mayor al final.
85
Grfico 47. (Vals N3) Comienzo parte C
Edicin Crtica:
Por ser manuscritos, algunas partes no son claras y puede tener errores de
escritura, por esta razn dentro de la edicin se realizaron unos cambios. En el
comps 53 del vals se cambia el bajo por un re, en el manuscrito aparece un do,
que no correspondera con el discurso armnico que se est desarrollando (ver
Grfico 48 y 49), lo mismo ocurre en el comps 48, donde se cambi el bajo de sol
por un la por la funcin armnica de este acorde dentro de la frase (ver Grfico 50
y 51).
86
Grfico 48. (Vals N3) Comps 53. Manuscrito
87
Grfico 51. (Vals N3) Comps 48. Edicin crtica
En la ltima parte no es clara la especificacin de lo que hace la voz pues hay dos
indicaciones piano solo y tambin aparece voz y separado de estos la palabra
trinando. Se opt por hacer el trino con la voz sobre el mi bemol de los comienzos
de frase (ver Grficos 52 y 53).
88
Grfico 53. (Vals N3) Compases 79, 80 y 81. Edicin crtica
En el comps 37 aparece una indicacin en el manuscrito que dice con 8va, por lo
cual se sugiere hacer la meloda con octavas en la mano derecha (ver Grficos 54
y 55).
89
Grfico 55. (Vals N3) Comps 37. Edicin crtica
90
Grfico 57. (Vals N3) Compases 73, 74, 75, 76 y 77. Edicin crtica
En los compases 103 y 104 hay un error de escritura, debera ser un acorde de Fa
bemol con sexta aumentada que funciona como sexto bemol de La bemol mayor
91
(ver Grficos 59 y 60), tal como sucede al principio (compases 29 y 30) (ver Grfico
61).
No aparece la armadura de La bemol mayor, pues por ser manuscritos no se repeta la armadura en cada
sistema.
92
Grfico 61. (Vals N3) Compases 29 y 30
93
del rgano al acento vibrador
Letra:
94
Estructura:
Meloda:
95
Grfico 62. (Cancin Mstica) Compases 15 y 16
96
Grfico 63. (Cancin Mstica) Compases 24 y 25
Edicin Crtica
97
Grfico 64. (Cancin Mstica) Comps 4. Edicin original
Comps 22
Comps 24
98
Grfico 66. (Cancin Mstica) Lnea de la voz. Edicin original
Compases 23 y 24
Compases 21 y 22
99
Grfico 67. (Cancin Mstica) Compases 13 y 14
Para terminar esta seccin usa el acorde de primer grado mayor, creando
expectativa para lo que viene, el interludio del piano, usado para recrear el sollozo
del rgano, tomando el Sol sostenido mayor y transformndolo de nuevo en su
paralelo menor (ver Grfico 68).
100
Ya en la parte B el acompaamiento del piano es ms denso, recreando la oscuridad
del rincn donde contempla el rgano. Toda esta tensin sobre la dominante
desemboca en el clmax (comps 25) donde usa el tercer grado mayor como
dominante del sexto grado para enfatizar este punto importante de la cancin (ver
Grfico 69).
Con los acordes que siguen vuelve la calma y al final retoma el interludio como
especie de coda con una dinmica ms pianissimo y ms rallentando, dando as la
sensacin de eco.
101
CAPTULO 4
MANUSCRITOS Y PARTITURAS EDITADAS
1. Bajo la Reja
2. La Golondrina
3. Nunca
4. Torbellino Guatecano
5. Vals N 3
6. Cancin Mstica
102
4.1. BAJO LA REJA (HABANERA O DANZN)
103
104
105
106
4.2. LA GOLONDRINA (VALS)
107
108
109
110
111
112
113
114
115
4.3. NUNCA (BAMBUCO)
116
117
118
119
120
121
4.4. TORBELLINO GUATECANO, EDICIN EDUARDO CONTI.
122
123
124
Manuscrito Torbellino Guatecano
125
126
127
128
4.5. VALS N3
129
130
131
132
133
134
135
136
4.6. CANCIN MSTICA
137
138
139
140
141
142
5. CONCLUSIONES
143
- En la obra de Murillo existen canciones como La Flecha Roja y El Faisn
Dorado que eran usadas para hacer publicidad a restaurantes y locales
comerciales. Tambin compuso varios himnos para diversas ocasiones.
144
ANEXOS
145
Volvieron a nuestra aldea
Los que entraron en la liza
Y me siguieron valientes
Cuando en batalla reida
Me lanzaba presuroso
A las lanzas enemigas?
De los caros amigos de la infancia
No me hablis, pasajeras golondrinas?
5
Sobre sus cuerpos tal vez
El enemigo cobarde
Toma de nuevo el camino
Que conduce a nuestro valle,
Y mientras manda cual dueo
En mi tranquila cabaa
E interrumpe el venturoso
Himeneo de mi hermana,
Rodeado estoy de hierros
Sin quien por m vierta lgrimas.
Golondrinas, errantes golondrinas!
No me hablis de los males de la
patria?
146
Anexo 2. La Golondrina
147
BIBLIOGRAFA
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153