RV Semana 5 - Turno Tarde
RV Semana 5 - Turno Tarde
RV Semana 5 - Turno Tarde
TEXTO 1
Puesto que todos nosotros somos absolutistas por instinto, qu debemos hacer, en calidad
de estudiantes de filosofa, sobre este asunto? Lo abrazaremos y lo aprobaremos? O lo
trataremos como una debilidad de nuestra naturaleza de la que, si es que podemos,
deberamos liberarnos?
Sinceramente creo que esta ltima manera de proceder es la nica que podemos seguir como
personas reflexivas. La evidencia objetiva y la certeza son sin duda ideales muy hermosos
con los que moverse, pero dnde han de encontrarse en este planeta iluminado por la luna
y visitado por los sueos? Soy, por tanto, un empirista completo hasta donde llega mi teora
sobre el conocimiento humano. Vivo, con toda seguridad, de acuerdo con la fe prctica de
que debemos continuar experimentando y meditando sobre nuestra experiencia, ya que solo
as pueden nuestras opiniones crecer en verdad; pero creo que sostener cualquiera de ellas
no me importa en absoluto cul como si no pudiera ser reinterpretable o corregible, es
una actitud profundamente equivocada, y creo que toda la historia de la filosofa me da la
razn. No hay sino una verdad cierta de manera indefectible, y esa es la verdad que el
escepticismo pirrnico deja en pie: la verdad de que existe el fenmeno presente de la
conciencia. Esto, sin embargo, es el mero punto de arranque del conocimiento, la mera
admisin de un asunto sobre el que filosofar. Las diferentes filosofas no son sino los muchos
intentos de expresar lo que tal asunto es realmente. Y si reparamos en nuestras bibliotecas,
cunto desacuerdo descubriremos! Dnde ha de encontrarse una respuesta
verdaderamente cierta? Aparte de proposiciones abstractas de comparacin (del tipo dos ms
dos son lo mismo que cuatro), proposiciones que no nos dicen nada por s mismas sobre la
realidad concreta, no encontramos ninguna proposicin que, considerada por alguno como
evidentemente cierta, no haya sido tenida por falsa por otros, o cuya verdad haya sido al
menos sinceramente cuestionada por algn otro. La superacin por parte de ciertos de
nuestros contemporneos (como Zllner y Charles H. Hinton) de los axiomas de la geometra
no en broma, sino completamente en serio y el rechazo de toda la lgica aristotlica por
los hegelianos, son notables ejemplos que vienen al caso.
TEXTO 2
Toda investigacin cientfica se orienta conforme a la objetividad; esta exigencia es
relativamente simple para la ciencia fsica, pero para el cientfico social plantea dificultades
que derivan de la naturaleza de los hechos que indaga: el cientfico social, como todo
cientfico, es hijo de una cultura y desde su infancia est condicionado por modelos de
comportamiento, internalizacin de normas y sistemas de roles; pero la materia de estudio,
para el cientfico social, est entretejida con estos valores; en la misma seleccin de
problemas que realiza, en los conceptos operativos o no, que realiza, se dan valores
implcitos; adems, no todo lo que es problema para un grupo social lo es para otro y,
finalmente, la comprensin de lo social no es equivalente a la comprensin de lo fsico: es
comprendido un hecho fsico cuando es explicado, es decir, reducido a una ley; es
comprensible un hecho social cuando, adems de inteligirlo, de penetrarlo racionalmente en
su naturaleza que es, a su vez, la naturaleza de quien comprende, modifica el comportamiento
propio de la persona que comprende. Es que comprender es cambiarse, es ir ms all de s
mismo, dice J.P. Sartre.
TEXTO 3
Sin haber considerado la posibilidad de la inercia, Aristteles crea que los cuerpos se movan
en busca de su lugar natural; las piedras cuerpos pesados- caan porque su lugar natural
era la tierra y el fuego cuerpo liviano- suba porque su lugar natural era el aire. En la
fisiologa aristotlica, el cerebro humano actuaba como un refrigerante del organismo y el
corazn era la sede orgnica de los afectos.
Poco import que, antes de Aristteles, otros griegos Herclides y Aristarco- hubiesen
conjeturado una teora heliocntrica (desde luego, ms prxima a la verdad) ni que alcmen
de Crotona considerara acertadamente al cerebro como centro del intelecto, la voluntad y la
vida afectiva.
Tambin la idea aristotlica del plenum su concepcin de un Universo donde el vaco era
imposible- perdur por ms de dieciocho siglos. Esta hiptesis, conocida con el nombre de
horror al vaco, le sirvi a ms de cincuenta generaciones de humanos para explicar por qu
el agua contenida en una botella de pico pequeo no se caa al invertir la botella. La respuesta
unnime era: porque la naturaleza le tiene horror al vaco.
TEXTO 4
Es dogmtico favorecer la extensin del mtodo cientfico a todos los campos del
pensamiento y de la accin consciente? Planteamos la cuestin en trminos de conducta. El
dogmtico vuelve sempiternamente a sus escrituras, sagradas o profanas, en bsqueda de la
verdad; la realidad le quemara los papeles en los que imagina que est enterrada la verdad:
por esto elude el contacto con los hechos. En cambio, para el partidario de la filosofa
cientfica todo es problemtico: todo conocimiento fctico es falible (pero perfectible), y aun
las estructuras formales pueden reagruparse de maneras ms econmicas y racionales; ms
an, el propio mtodo de la ciencia ser considerado por l como perfectible, como lo muestra
la reciente incorporacin de conceptos y tcnicas estadsticas. Por consiguiente, el partidario
del mtodo cientfico no se apegar obstinadamente al saber, ni siquiera a los medios
consagrados para adquirir conocimiento, sino que adoptar una actitud investigadora; se
esforzar por aumentar y renovar sus contactos con los hechos y el almacn de las ideas
mediante las cuales los hechos pueden entenderse, controlarse y a veces reproducirse.
No se conoce otro remedio eficaz contra la fosilizacin del dogma religioso, poltico,
filosfico o cientfico que el mtodo cientfico, porque es el nico procedimiento que no
pretende dar resultados definitivos. El creyente busca la paz en la aquiescencia; el
investigador, en cambio, no encuentra paz fuera de la investigacin y la disensin: est en
continuo conflicto consigo mismo, puesto que la exigencia de buscar conocimiento
verificable implica un continuo inventar, probar y criticar hiptesis. Afirmar y asentir es ms
fcil que probar y disentir; por esto hay ms creyentes que sabios, y por esto, aunque el
mtodo cientfico es opuesto al dogma, ningn cientfico y ningn filsofo cientfico debieran
tener la plena seguridad de que han evitado todo dogma.
De acuerdo con la filosofa cientfica, el peso de los enunciados y por consiguiente su
credibilidad y su eventual eficacia prctica depende de su grado de sustentacin y de
confirmacin. Si, como estimaba Demcrito, una sola demostracin vale ms que el reino de
los persas, puede calcularse el valor del mtodo cientfico en los tiempos modernos. Quienes
lo ignoran ntegramente no pueden llamarse modernos; y quienes lo desdean se exponen a
no ser veraces ni eficaces.
TEXTO 5
Dos son los modos de conocer, a saber, por la argumentacin y por la experiencia. La
argumentacin concluye y nos hace conceder la conclusin, pero no nos deja ciertos sin
hacer desaparecer toda duda, de suerte que quede el nimo aquietado con la contemplacin
de la verdad, si no la encuentra por la va de la experiencia; muchos tienen argumentos para
probar las proposiciones, pero como no tienen experiencia, las desprecian, y as no evitan el
mal ni van tras el bien. Si uno que nunca ha visto el fuego ha demostrado con argumentos
suficientes que el fuego quema y ataca a las cosas y las destruye, nunca por slo eso se
aquietara el nimo del que le oyese, ni huira del fuego antes de poner la mano o un objeto
combustible al fuego, para comprobar as por la experiencia lo que el raciocinio le haba
demostrado. Pero una vez obtenida la experiencia del hecho de la combustin, queda con
certeza, el nimo descansa con la evidencia de la verdad. Luego no basta el raciocinio, sino
que se requiere la experiencia.
Eso se ve claro en las matemticas, en las cuales tiene cabida en mxima parte la
demostracin. El que tenga una demostracin validsima sobre el tringulo equiltero, sin la
experiencia nunca aceptar la conclusin, ni le conceder la ms mnima atencin en tanto
no se le manifieste por la experiencia de la interseccin de dos crculos, de una de cuyas
secciones se tracen dos lneas hasta el extremo de una lnea dada: y entonces acepta la
conclusin con plena satisfaccin.
Por tanto, eso que dice Aristteles, que la demostracin es un silogismo que hace saber, hay
que entenderlo de si va acompaado de la experiencia y no de la pura demostracin. Y lo que
dice tambin en el libro I de la Metafsica, que los que poseen conocimiento de la razn y de
la causa son ms sabios que los que tienen experiencia, lo dice de los expertos que conocen
nicamente el puro hecho sin la causa. Pero aqu yo hablo del que tiene experiencia, y por ella
conoce la razn y la causa. Los tales son perfectos en la sabidura, como dice Aristteles en
el libro VI de la tica, a cuyas exposiciones sencillas hay que dar crdito como si adujesen
una demostracin.
De la ciencia de la experiencia, Rogelio Bacon