El Nuevo Ecrituron
El Nuevo Ecrituron
El Nuevo Ecrituron
Curiosas y extravagantes
actividades para escribir
El nuevo Escriturón
Curiosas y extravagantes
Actividades para escribir
LIBROS
DEL
RINCON
SEP
Sistema de clasificaci?n Melvil Dewey D.G.B.
escritur?n: curiosas y extravagantes
Actividades para escribir / texto de Maite
Alvarado (et al.); adaptaci?n del texto de Mar?a
S?nchez de Tagle y Gerardo Cirianni; ilustraciones
de Oscar Rojas y Gerardo Lammers.—M?xico: SEP,
1994.
128p.
ISBN 968-29-6395-8
D.R. © de la edición
Consejo Nacional de Fomento Educativo
Av. Thiers 251, 10º piso
11590 México, D.F.
ISBN 968-29-6395-8
El nuevo Escriturón
El capítulo de al lechuza
VER FIGURA
Claves secretas
(que conviene recordar) para trabajar con el Escrituró
3.Notires los textos que escribas. Guárdalos en un cuaderno o en una carpeta. Al final
tú y tus compañeros pueden integrar una antología del grupo.
4. Resuelve las actividades empezando por las primeras, que son las más fáciles y éstas
te ayudarán a resolver las que siguen.
6. Acuérdate del dicho: Un solo texto no hace escritor. Resuelve todas las actividades y
tantas veces como te haga falta.
7. Es importante que otros lean lo que escribes. Lee tus textos a tus compañeros y
amigos o intercámbialos con los de ellos.
9. Corrige y reescribe tus textos todas las veces que sea necesario.
El capítulo de la lechuza
La lechuza suele pasarse horas sobre una rama observando lo que sucede a su
alrededor. Siempre parece concentrada y tiene una mirada muy penetrante.
• Abrir la llave.
• Enjabonarse por partes.
• Tomar una toalla.
• Meter la otra pierna.
• Desvestirse.
• Sacar una pierna de la tina.
• Enjuagarse por partes.
• Poner el tapón a la tina.
• Frotarse con la toalla hasta quedarse seco.
• Esperar a que se llene.
• Sacar la otra.
• Sentarse en el agua.
• Retirar el tapón de la tina.
• Envolverse en la toalla.
• Probar la temperatura del agua con el dedo gordo del pie.
• Pararse.
• Meter una pierna.
• Mientras se va el agua, abrir la llave para terminar de enjuagarse.
Instrucciones inútiles
Las acciones de todos los días, cosas que hacemos mecánicamente, como rascarnos la
oreja, abrir la puerta o masticar un chicle, pueden ser tareas complicadísimas para
alguien que nunca las haya realizado. Julio Cortázar, en Historias de cronocopios y de
famas, escribe instrucciones para hacer las cosas más simples, como subir la escalera,
llorarán o la cuerda al reloj.
¿Te animas a escribir e ilustrar paso por paso -como si fuera un folleto que acompaña
algún producto de funcionamiento complicado- las instrucciones para hacer alguna de las
siguientes cosas?
Cuando un guionista escribe un guión para la historieta, divide la hoja en dos: anota los
diálogos entre los personajes de la derecha y describe lo que se va a ver en el cuadro en
cada cuadrito a la izquierda. El dibujante luego dibuja lo que el guionista describió.
VER FIGURA
*Pepe Vampiro es un personaje del libro Micolás, Boruca y Marango del autor Edson Gabriel García
publicado por Libros del Rincón 1992.
Figuras
1. Elige una de ellas y escribe una descripción lo más detallada posible, sin decir de qué
casa se trata.
2. Pásale la descripción un compañero para que dibuje la casa siguiendo tus indicaciones
(¡Sin mirar el libro!).
3. Cuando terminen, comparen el dibujo con el original: ¿Son parecidos? ¿Están todos los
elemento? ¿Están en el lugar adecuado? ¿Tienen, más o menos, el tamaño que
corresponde? Si hay diferencias, controlen de quién es el error.
VER FIGURA
Para volverse chino
Chong-Li nunca había salido de China. Y siempre había comido con palitos. Hasta que
la familia Mustaqui lo invitó a pasar unas vacaciones en su casa. Allí conoció el
tenedor. Y el pequeño Crapul., el hijo menor de los Mustaqui, comió con palitos por
primera vez ya que Chong-Li trajo de regalo un juego de palitos para la mesa. En una
carta a sus hermanos, Chong-Li les explica que es el tenedor: cómo es, para qué sirve y
cómo se usa.
1. Antes de escribir, Chong Li que, como buen chinito, en muy ordenado respondió las
siguientes preguntas:
♦ ¿Cuáles son?
Parte superior en donde
están los dientes y parte
inferior o mango.
Con los extremos laterales de la parte superior se puede partir del alimento cuando no es
muy duro y no se requiere del cuchillo: verdura, pescado, etcétera.
VER ESPACIO
2. Ahora sí, ¿te animas a describir como lo haría Chong-Li una cuchara, un destapado, o
unas tijeras?
Cuando describas uno o todos estos objetos, responde las mismas preguntas que Chong-Li
elaboró para describir el tenedor: ¿Para qué sirve? ¿En cuantas partes se divide?, etcétera.
¿Cucurucho o palito?
A veces pasa que uno no encuentra el lápiz, y resulta que lo tiene en la mano.
A veces pasa que de tanto ver una cosa nos olvidamos de cómo es exactamente (como
le pasó a una cantante el día que le preguntaron si el micrófono con el que cantaba sus
melodías tenía forma de palito o de cucurucho).
Te desafiamos a que describas con la mayor precisión posible (y sin mirar previamente):
VER FIGURA
Coche de caballos eléctrico
Cuentan que cuando los rusos vieron por primera vez un tranvía, no sabían cómo
llamarlo y le pusieron “coche de caballos eléctrico”, ya que funcionaba con electricidad
y se desplazaba transportando gente, como los coches de caballos a los que ellos
estaban acostumbrados. Algo parecido les pasó a los conquistadores cuando
descubrieron en América especies animales y vegetales que no conocían y para las que
no tenían nombre: las describían por comparación con lo que conocían. Así, por
ejemplo, describían al colibrí o chuparrosa como un abejorro —especie de abeja grande
— porque su aleteo es tan veloz que produce un zumbido.
VER FIGURA
Como para describir usamos palabras y las palabras se dicen o se escriben una después
o detrás de otra (es imposible decirlas todas a la vez), es necesario dividir o
descomponer el objeto que se describe en partes, como hizo Chong-Li con el tenedor, o
como hace el científico Edwin Colbert con el siguiente animal prehistórico:
El Ornitholestes
…su largo no era de más de un metro cincuenta a un metro ochenta, y en él se incluye la
larga y afinada cola que, como una palanca, servía para balancear el peso del cuerpo. En todo
su aspecto fue un dinosaurito ágil y gracioso; sus patas posteriores eran fuertes y semejantes a
las de las aves; probablemente corría sobre ellas a través de los densos verdores tropicales
con agilidad y ligereza, lanzándose de aquí para allá en busca de su presa. Las patas
anteriores del Ornitholestes eran relativamente pequeñas y estaban provistas de dedos largos
y aptos para la prensión, con los cuales el animalito podía asir su alimento. El cráneo era
también pequeño, alto y estrecho, armado con dientes afilados aptos para morder y desgarrar.
En su conjunto era un mecanismo pequeño, eficiente para la captura de presas pequeñas…
cuerpo cabeza
cola patas patas dientes
larga y fina para posteriores anteriores afilados para
balancear el fuertes dedos largos morder y desgarrar
peso para correr para prensión
Todas las piezas, como ocurre en un reloj, están relacionadas entre sí y, en su conjunto, le
permiten al animal sobrevivir.
Aquí te presentamos un retrato de un ornitorrinco, animal raro, si los hay. ¿Te animas a
describirlo tan detalladamente como Edwin Colbert describió al Ornitholestes?
VER FIGURA
Ayuda
2.¿Qué partes de su cuerpo te parecen más notables? ¿Por qué se te ocurre que serán así?
Teniendo en cuenta la conformación del ornitorrinco, ¿de qué vivirá?, ¿dónde vivirá?, ¿cuáles
serán sus costumbres?, ¿cómo se desplazará?
3.Describe al animal tomando en cuenta tus respuestas. Puedes buscar y agregar información
extra si te parece necesario o conveniente.
Moléculas
Una acción es algo que alguien hace, como por ejemplo, comer, jugar, dibujar,
molestar, cantar... Si analizáramos una acción en detalle, comprobaríamos que está
compuesta de otras acciones, y éstas a su vez de otras, y así sucesivamente, hasta llegar
a acciones mínimas, indivisibles como moléculas. Por ejemplo, comer consiste por lo
menos en las siguientes acciones: llevarse la comida a la boca puede consistir en
recogerla con un cubierto o tomarla con la mano, mover la mano —con o sin cubierto
— en dirección a la boca, abrir la boca e introducir en ella el alimento (lo que se llama
“bocado”), etcétera.
1. ¿Qué acciones componen la acción de “comer un taco”? Escribe las acciones en el orden
en que se realizan.
2. Toma algunas —¡O todas!— de las acciones que componen la acción de “comer un taco” y
escribe las acciones de que se compone. Por ejemplo, ¿qué acciones componen la acción
de preparar los ingredientes para hacer un taco?
3. Y puedes seguir:
descomponiendo
descomponiendo descomponiendo
El punto y aparte le permite respirar al texto: es una pausa, un blanco, y también un descanso
para el lector. Cuando llegamos a un punto y aparte, podemos levantar la vista y reflexionar
sobre lo que acabamos de leer.
Pero no es ésta la única función del punto y aparte. Su función principal es la de dividir el
texto en párrafos, en bloques de oraciones. ¿Y para qué dividir el texto? Para ayudar al lector
a avanzar gradualmente, a organizar en su cabeza la información que va recibiendo.
En un relato, el punto y aparte puede dar paso a una descripción detallada de un lugar o de
un personaje, a un hecho o una acción importante para la continuidad de la historia, a la
aparición o intervención de un nuevo personaje o de un personaje distinto a los mencionados
hasta entonces, a un cambio de escenario o lugar de la acción, a un avance o retroceso en el
tiempo que nos ubica en un momento anterior o posterior...
En el texto de la siguiente página se han eliminado los puntos y aparte, así que es un texto
sin respiro. Te invitamos a dividirlo en ocho párrafos.
En una hoja aparte, escribe la palabra en donde creas que debe ir el punto y aparte y no punto
y seguido como lo escribimos aquí. Seguramente te llamará la atención el relato de lo que
sucede a Inés. Ella es una niña a quien de repente se le aparece un monstruo en el bolsillo. Al
principio está encantada con la idea, pero, poco a poco la vida comienza a complicársele y
después ya no sabe qué hacer con el monstruo.
*Graciela Montes, Tengo un monstruo en el bolsillo, México, Libros del Rincón, 1992, p. 41 y 42.
VER FIGURA
A engordar el sujeto y el predicado
puede engordar hasta convertirse en una gran oración o en un pequeño relato. Un lector
curioso podría hacer crecer fácilmente el sujeto de esa oración, imaginando de dónde es
el dragón, cómo es, cómo se llama, cuál es su historia… Por ejemplo:
El dragón Cienfuegos, el que destruyó la ciudad de Tlon, hijo del temible Fierabrás,
que vive en el corazón del volcán Eructrón y tiene el cuerpo cubierto de escamas
brillantes como esmeraldas y un aliento capaz de secar bosques y petrificar al
ganado, atacó la ciudad.
Pero como nos quedó la oración “con cabeza de gigante y cuerpo de gnomo”, podemos
ahora hacer crecer el predicado, para equilibrarla. Podríamos formularle al predicado
las siguientes preguntas (y responderlas, claro): ¿cómo fue el ataque?, ¿cuándo?, ¿desde
dónde?, ¿por qué atacó?, ¿qué efectos produjo el ataque?:
El dragón Cienfuegos, el que destruyó la ciudad de Tlon, hijo del temible Fierabrás,
que vive en el corazón del volcán Eructrón y tiene el cuerpo cubierto de escamas
brillantes como esmeraldas y un aliento capaz de secar bosques y petrificar al
ganado, atacó la ciudad desde el norte, sorpresivamente, al caer la noche, asolando
los campos, arrancando los árboles de raíz, incendiando la chozas de madera y los
techos de paja, y convirtió la región en un páramo desolado.
Haz crecer las siguientes oraciones, engordando primero el sujeto y después el predicado:
VER FIGURA
Rastrea entre los miembros de tu familia los nombres de tus bisabuelos, tus abuelos y tíos
abuelos, tus padres y tus tíos. Una vez recogida esta información, ya puedes armar un árbol
genealógico, como el de arriba (cuanta más información reúnas sobre tu familia, más rico
será tu árbol).
Ayuda
Para hacer el árbol, usa una hoja de papel grande. Tendrás que hacer primero el árbol
de tu familia materna (de tu mamá) y después el de tu familia paterna (de tu papá), o al
revés. La rama que corresponda a tu mamá y la que corresponda a tu papá se juntarán y
de ahí saldrás tú (y tus hermanos, si los tienes).
¿Hay nombres que se repiten en tu árbol? ¿Cuáles se repiten más ¿Por qué se repetirán?
¿Van cambiando los nombres con el tiempo? ¿Cambian según los lugares de origen?
La descripción que falta
Más cerca, más todavía. El príncipe Iván, montado en su caballo negro no podía
correr a mayor velocidad y su fin parecía haber llegado. Pero en el instante preciso
alguien le ayudó a detener a su hermana de los dientes de hierro: era el gigante
Lanzador de Montañas, quien había visto desde la altura la desigual persecución.
Recordando entonces la bondad del príncipe amenazado, levantó la montaña más
alta y la arrojó contra la espantosa criatura. La hermana de los dientes de hierro se
vio obligada a abrirse paso a fuerza de mordiscos, y aunque la barrera montañosa
permitió al caballo negro aumentar la distancia que separaba al príncipe de su
hermanita bruja, pronto ésta dejó atrás la montaña y dio alcance al fugitivo.
Mas a lo lejos veíase ya el castillo de la adorable hermana del Sol formado por
nubes, irisado por todos los colores, resplandeciente sobre el confín del mundo.
-¡Auxilio, hermanita del Sol! —gritó el pequeño príncipe. Agitó el caballo negro la
cabeza nerviosamente, afirmó más aún sus cascos en el suelo y galopó con
velocidad redoblada. Pero la niña bruja, lanzando tras ellos gritos feroces, se
acercaba por instantes.
-¡Ya estás en mi poder! ¡Ahora sí voy a devorarte!
Pero la hermanita del Sol había escuchado la llamada de Iván. Se asomó por
una de las ventanas, la abrió de par en par, y cuando la bruja tendía hacia el
príncipe sus enormes manos, el caballo negro, dando un salto prodigioso, se elevó
del suelo, penetró por ella y descendió con su jinete en el interior del castillo.
—No quiero, y tú no puedes impedir que se quede conmigo —contestó
pausadamente la hermanita del Sol.
Entonces la niña comenzó a achicarse, y se fue haciendo pequeñita, pequeñita,
hasta tener el tamaño de una niña normal.
VER FIGURA
Busca la parte, o las partes del texto, donde se pueda intercalar una descripción del gigante
Lanzador de Montañas, y en una hoja aparte escríbela. Después haz lo mismo con la hermana
bruja de los dientes de hierro y con el castillo de la hermanita del Sol.*
* “Historia del príncipe Iván, la niña bruja y la hermanita del Sol” en Cuentos del país de las nieves,
México, Renacimiento, 1959.
La verdadera historia del robo misterioso
Hay relatos que no dan toda la información que necesitamos para saber qué pasó.
Leemos la crónica de un robo, un secuestro o un asesinato en un diario y la información
es escasa. Inmediatamente empezamos a imaginarnos una cantidad de detalles,
personajes, hechos que no aparecen contados allí.
La noticia sobre el “Robo misterioso” aparecida en un periódico de México nos dejó
con un montón de dudas:
Robo misterioso
Te proponemos que agrandes esta nota agregando, donde te parezca conveniente, las
descripciones de la Oficina de Correos y de la plaza del lugar donde vives.
La verdadera historia del robo misterioso contada por los vecinos
Esta vez te proponemos que agrandes la nota agregando los testimonios de los vecinos que
conocen al empleado de correos, o de otros que vieron al maleante en plena acción. Para
escribir los testimonios, es necesario utilizar el discurso directo, es decir que las palabras de
los vecinos-testigos deben aparecer escritas. Ellos dan fe de lo que vieron. Si ellos lo cuentan,
la nota periodística se vuelve más creíble.
¡Ah!, una última aclaración: las palabras en discurso directo (lo que digan los vecinos, en
este caso) van entre comillas.
Puedes ampliar la historia del robo misterioso a partir de las acciones. Recuerda el
ejercicio de la página 26, en la que descomponíamos la acción de “comer” y decíamos
que incluía, por lo menos, las acciones de “llevarse la comida a la boca”, “masticarla”,
“tragarla”.
En forma individual o en grupo escribe “La nueva historia del robo misterioso”, en la que
puedes incluir todo lo que ya escribiste: las descripciones, los testimonios de los vecinos, el
detalle de las acciones. Además puedes inventar nuevos personajes, hacer avanzar los hechos,
trabajar con la intriga, el suspenso, en fin, se trata de que conviertas la breve y un poco pobre
noticia del robo misterioso en un apasionante relato.
El capítulo de sirenas y centauros
VER FIGURA
La o y la u son las vocales llamadas oscuras o graves. Si les llama así porque al
pronunciarlas la boca se cierra mas que al pronunciar la a, la e o la i. La boca se
transforma entonces en un túnel o una gruta a la que entra poca luz y en cuyo fondo,
cerca de la garganta —el precipicio que cae hacia las profundidades del cuerpo—, se
pronuncian o y u. Por ser profundo, su sonido es grave. ¿Será por eso por ser oscuras y
graves que las dos vocales suelen aparecer en palabras como muerto, hondo, horror,
hueco, dolor, lobo, hongo, futuro, humus, humo?
¿Será también por eso que muchas palabras que se escriben con la combinación fl
indican cosas débiles o frágiles, como: flaco, flojo, fluído, flor, flama, flujo, flota,
fleco?
¿Será por eso que muchas palabras que se escriben con r están vinculadas con cosas
duras o violentas como:
roca, rotura, rígido, rencor, refriega, reprender?
1. Escribe diez palabras con el grupo fl, que tengan que ver con cosas frágiles o livianas.
2. Escribe diez palabras con r que tengan que ver con cosas duras o violentas.
3. Escribe diez palabras con o y diez palabras con u que tengan que ver con cosas oscuras,
graves, escondidas.
4. ¿Te animas a usar las palabras que encontraste con o y con u para
escribir una “Canción de cuna del murcielaguito”, que podría empezar así?:
Vamos a hacer una constelación con la palabra atole. Primero vamos a rodearla de otras
palabras que suenen parecido (pusimos algunas de ejemplo), y después de todas las cosas que
nos recuerde el atole (también hay algunas de ayuda):
VER FIGURA
* río * tortilla
* perro * tormenta
Etimologías fantásticas
fideo: Del latín fides: cuerdas de la lira, por la semejanza entre éstas y los fideos, que son
“pastas de harina en forma de cuerdas delgadas”.
soltero: Del latín solitarius: solitario, de solus: solo. “Que no está casado aún.” También es
“suelto, libre”.*
* mercado
* panteón
* madreselva
* pizarrón
* antifaz
Elige dos de los siguientes topónimos (tienen que ser nombres de lugares que no
conozcas):
VER FIGURAS
Si ése fuera el nombre de una ciudad y la ciudad fuera igual a su nombre, ¿dónde estaría
ubicada: en qué país, en qué estado o municipio, en la llanura o en la montaña...? ¿Cuántos
habitantes tendría? ¿De qué vivirían? ¿Tendría puerto? ¿Cómo se llegaría a ella? ¿Cómo sería
su clima? ¿Cuándo habría sido fundada y por quién? ¿Quién sería su patrono? ¿Cuál sería la
fiesta más importante? ¿Cuáles serían sus atractivos turísticos? ¿A qué se debería su nombre?
¿Te animarías a dibujar un mapa de la ciudad?
Una vez que hayas respondido las preguntas anteriores, junta todos los datos y escribe una
descripción de esa ciudad.
Tumbaburros
En el diccionario puedes encontrar casi todas las palabras que existen en una lengua
(decimos “casi” todas, porque nuestro lenguaje se va renovando día a día con palabras
inventadas que a veces se usan un tiempo y luego caen en desuso, y por lo tanto, no
llegan a integrar el diccionario). Como todos sabrán, el diccionario de la lengua
española contiene las palabras ordenadas alfabéticamente de la A a la Z. Claro que si
uno quiere enterarse de lo que significa una palabra, tendrá que saber, además, cómo
orientarse una vez dentro del diccionario; porque allí encontrará abreviaturas y signos
diversos que indican cómo interpretar los significados. Veamos:
B
b a f Segunda letra del alfabeto que representa el fonema consonante bilabial sonoro. Su
articulación es oclusiva cuando aparece al principio de la palabra o después de una
consonante nasal, como en basta o cambio, mientras que en las demás posiciones es
fricativa, como en cantaba y abre. Su nombre es be, be grande o be alta.
bacteria & f Organismo vegetal microsc6pico, unicelular, sin núcleo ni clorofiIa, que se
encuentra en el aire, el agua, la tierra, los cuerpos de los seres vivos, etc. Algunos de
ellos provocan enfermedades y otros se utilizan en fertilizantes, medicamentos, etc.
bagazo s m Residuo fibroso que queda de un tallo, un fruto, una semilla, etc cuando se
les ha sacado el jugo o la pulpa: bagazo de la caña.
bailar v intr (Se conjuga como amar} 1 Mover rítmica y armónicamente el cuerpo una
persona, siguiendo el compás de una pieza musical 2 Moverse repetidamente algo sin
salirse de un lugar determinado porque tiene juego o está suelto 3 Bailar un trompo,
una pirinola, etc 1-hacer que. giren sobre sí mismos.
bailarín 1 s Persona que se dedica profesionalmente al baile 2 adj Que baila: perro
bailarín muñeca bailarina.
onagro
roseta
sinergia
peraleda
avenate
destoconar
Ayuda
Gianni Rodari era un maestro y escritor italiano al que le gustaba jugar con sus alumnos
a inventar historias y personajes fantásticos. En su libro Gramática de la fantasía
cuenta cómo lo hacían. Una forma era el binomio fantástico. “Binomio” porque se
unían dos elementos, dos palabras, y “fantástico” porque de la unión podía resultar algo
inventado, o divertido, o raro. Hay varias formas de jugar al “binomio fantástico”. Esta
es una:
1. Corta ocho tiras de papel y en cada una escribe una palabra de la lista siguiente y haz
bolitas con ellas:
ciclomotor
espejo
conejo
armadura
puercoespín
caballo
dentadura
antifaz
VER FIGURA
2. Corta otras ocho tiras y en cada una escribe una palabra de la lista siguiente y haz
bolitas con ellas. ¡Que no se te mezclen con las otras!
cueva
perchero
ojo
pandereta
volcán
sótano
océano
cancha
VER FIGURA
4. Une las dos palabras que te tocaron con una preposición (a, ante, bajo, con, contra, de,
desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras). Puedes probar distintas
uniones y elegir la que te guste más. (Un par resultante podría ser, por ejemplo, “el
puercoespín en la cancha”, o “la pandereta del caballo”). Ya tienes tu “binomio
fantástico”.
¿Qué hace?
¿Lo hace siempre o a veces?
¿Por qué lo hace?
¿Cómo lo hace?
Puedes seguir haciendo todas las preguntas que quieras. Y cuantas más hagas, más te
vas a divertir contestándolas.
Si quieres, ya estás en condiciones de usar tu binomio como título para un cuento...
y, por supuesto, de escribir el cuento para ese título.
Meter la prenariz en todas partes
Otro de los juegos de Rodari consiste en pegar un prefijo a un sustantivo para formar
una nueva palabra (descañón es la unión del prefijo des- y el sustantivo cañón, por
ejemplo).
A B
inter sombrilla
des bellota
anti marioneta
pre canción
hiper lluvia
sub cafetera
bi sombrero
trans nariz
¿Sabes qué significan estos prefijos? Si no lo sabes, averígualo, es muy importante (por
ejemplo, piensa qué quieren decir las otras palabras que los llevan). ¿Cómo será una
“prenariz”? ¿Y qué se podrá hacer con ella?
Ahora que ya tienes una lista de objetos inventados, imagínate que los quieres
vender y haz un volante ofreciéndolos en venta con una breve descripción de cada uno
y una explicación de sus usos.
CANDADO: mamífero doméstico obsequiado que sirve para cerrar puertas, muebles,
etcétera.
ARMARIO: mueble que sirve para guardar y matar mientras se va hacia el mar.
ARTEMIO CAMALEÓN
TOMATE ESCUELA
ESPERA ESCAPA
CONSUELO CARACOL
Te proponemos dos listas. Combinando las raíces de la primera columna (que indican
oficios o profesiones) con los sufijos de la segunda, van a surgir ocupaciones y trabajos
desconocidos hasta ahora.
-ente
-esa
-ico
-or
-illa
-ista
-ecto
-ólogo
-auta
-ante
-ote
VER FIGURA
3.Saca de uno por uno los papelitos y uniendo el sufijo que esté escrito con la raíz que
toque por orden de aparición en la lista siguiente:
profes- presid-
doct- arquit-
zar- deshollin-
quim- cosmon-
cicl- sacerd-
azar- Odont-
No vale hacer trampa. El primer sufijo que saques corresponderá a “profes”, sea el que
sea: si sacas “ista”, tendrás un “profesista”, y si sacas “auta”, un “profesauta”. A
continuación, le tocará el turno a “doct”, y así sucesivamente. Tendremos así una lista
de profesiones u ocupaciones seguramente extravagantes.
5.Escribe un aviso solicitando trabajadores de ese oficio, o bien, elabora una solicitud de
empleo en donde tú pidas trabajo, en ese nuevo oficio, describiendo cuáles son tus
habilidades.
Bichonario
Uniendo dos nombres de animal o de animal y de cosa, se obtienen curiosas especies que
habrían asombrado a los más expertos naturalistas: por ejemplo, la golondriz (cruza de
golondrina y lombriz) o la lombrilla (cruza de lombriz con sombrilla, o, en su versión
comestible, cruza de lombriz con morcilla). ¿Cómo será una lombrilla? ¿Dónde habitará? ¿De
qué se alimentará?
Si cada compañero de curso inventa un animal fantástico, pueden hacer entre todos un
Bichonario, como el que escribieron Eduardo Giménez y Douglas Wright,* donde figura, por
ejemplo:
Globo. Lobo gordo, inflado y atado con un piolín, que tiende a elevarse hacia las nubes.
En noches de luna llena suele estallar con un tremendo alullido. Su voz característica es
«fffssss». Es difícil seguirle el rastro porque camina a medio metro del suelo.
VER FIGURA
especie
hábitat costumbres
alimentación Animal localización
tamaño reproducción
aspecto
VER FIGURA
No te asuste la feroz apariencia del buitreceronte. Sus instintos malignos tienen pocas o
nulas consecuencias, pues es animal torpe y desmañado que se pasa el día viendo
televisión*
* Rafael López Castro y Felipe Garrido, Cosas de familia. Galería de seres fantásticos, México, SEP
-CULTURA / Ediciones del Ermitaño, 1984.
El capítulo del charal
Y en la mitad del camino, una buena botana: juegos con el abecedario y el vocabulario
para destrabar lenguas y conectar neuronas.
Érase una niña que se llamaba Lu, a quien le encantaba escribir cuentos en máquina. Lu
escribía y escribía y cuando se cansaba, salía un rato al jardín para respirar y pensar un
poco en cómo debía continuar su historia. Un día, cuando Lu regresó a seguir
escribiendo se encontró con que su máquina había escrito lo siguiente:
“Cuand María, que era la niña p bre, c menz´ a trabajar en la casa de Renat , él ni
se fij´ N le decía buen s días cuand se despertaba, le gritaba y tiraba t d al suel para
que María quedara más cansada.”
VER FIGURA
Mientras Lu no está, ¿por qué no escribes tú en su máquina, un cuento, una carta, o lo que
tú quieras? Pero recuerda que tendrás que utilizar palabras que no tengan ninguna letra “o”
porque esa tecla ya no sirve.
* Mirna Pinsky, “Cuando se enojó la princesa” en Asornbramientos, México, Libros del Rincón,
1992.
Pito Pérez
Pito Pérez es el personaje principal del libro La vida inútil de Pito Pérez escrito por
José Rubén Romero. Es un libro que relata las desdichas y aventuras de un hombre que
nació a principios de este siglo en un pueblito de Michoacán.
Torcuato Tasso por su parte, fue un escritor italiano que vivió en el siglo XVI. De
haber conocido este juego probablemente a Pito Pérez y a Torcuato Tasso les hubiera
gustado escribirse notas.
Se trata de que escribas una nota donde todas las palabras empiecen con la misma letra,
como por ejemplo, en ésta de Pito Pérez que Torcuato Tasso responde más abajo:
Ahora piensa en nombres y apellidos (de algún compañero, tía, conocido, ¡o tú mismo!)
que comiencen con la misma letra y escribe una nota o un mensaje con palabras que también
empiecen con esa letra (al modo de Pito y Torcuato).
(En este juego, el diccionario es un amigo imprescindible: te da TODAS las palabras que tú
necesitas, juntas y ordenaditas.)
¡Adelante, bondadoso colega!
Te desafiamos a escribir un texto de por lo menos diez palabras cuyas iniciales sigan el
orden alfabético. Puedes empezar con cualquier letra, pero debes cuidar que la siguiente
palabra comience con una letra que en el orden del abecedario aparezca después. No tiene
que ser necesariamente la letra que sigue en el orden alfabético. Puedes omitir algunas. Pero
eso sí, no se vale retroceder.
Por ejemplo:
...por supuesto gana quien logre hacer un texto con las 28 letras del alfabeto.
(Si el texto escrito necesita de más palabras, después de la “z” puedes empezar otra vez
a partir de la “a”.)
Palabras en aumento I
En el país donde vive la familia Matute existe la extravagante costumbre de contar las
letras de las palabras. Algunos, aún más obsesivos, se divierten ordenando listas de
palabras de acuerdo con el número de letras.
Cuando la mamá de Camilo organiza una comida, no teme combinar camote con
huitlacoche, porque lo más importante es que la lista de la verdulería quede ordenada
así:
huit1acoche
huauzontle
zanahoria
jitomate
betabel
camote
elote
poro
col
Cada palabra que escribe tiene una letra menos que la anterior.
Intenta elaborar una lista de frutas o verduras donde la disminución de letras no tenga
que ser de una por una.
VER FIGURA
Trata de escribir un texto con palabras que tengan más letras y menos letras. Puedes
hacerlo pasando de una de dos a una de cinco y luego de seis, etc. Sólo fíjate que vayan en
orden creciente o decreciente.
Ejemplo
El siguiente texto (que es parte del libro La fórmula del doctor Funes, de Francisco
Hinojosa*) resulta difícil de leer porque le faltan palabras
Cuando cumplí los años mis papás me algo mejor que lo que yo estado soñando: en vez de
los que les para llevarlos al, me dieron un, de ésos con los que se ver las y la luna.
Vivir en el once de un donde no hay más con quienes jugar no es que digamos muy.
Tampoco lo es mirar a del telescopio la aburrida de una estrella o la, en donde ya se sabe
desde hace que no hay extraterrestres y con antenas que la. Lo que sí me gusta del telescopio
es todo lo que se ver con él hacia: la calle, los coches, la que camina y hace en el cine o se
moja bajo la. También me gusta hacia las ventanas de los edificios cercanos o hacia las de las
casas. Lo que en la, al menos para, es más entretenido que las estrellas o la.
Todos los, después de, me encierro en mi, limpio el telescopio, lo y me pongo la tarde a
ver qué pasa. En poco tiempo han sucedido dignas de ser contadas: vi cómo la atrapaba a un
que le había robado la a una señora, a los en plena acción apagando una a la que alguien le
había prendido en una esquina, el asalto de los dos hombres encapuchados a la Oficina de, el
desfile de la y la filmación de una.
En tu cuaderno, reconstruye el texto intercalando las palabras que figuran más abajo. Las
de la primera columna pertenecen al primer párrafo y las de la segunda columna, al segundo.
Están presentadas en el orden en que deben ser intercaladas:
* Francisco Hinojosa, La fórmula del doctor Funes, México, Libros del Rincón, 1992.
A encontrar lo que hace falta
El día anterior había intentado* que aseguraban la puerta. Y quiso continuar ahora,
pero las lastimaduras de la boca*. Negrita paró las orejas y ladeó la cabeza. Eso
sólo,*, además los nudos, uno sobre otro*. Se acercó entonces a la puerta y quién
sabe que tiempo estuvo * de cuero, ahora reciamente apretados por resecos. Pero
allí continuó mordiendo hasta*. Por eso cuando la luna comenzó a bajar desde*,
Negrita no necesitó abrir la puerta tal y como Bruno*. El propio jíbaro la empujó con
la * fuera del gallinero. Enseguida continuó al trote,*, hacia la noche. Negrita pensó
que se iba, mas el perro* esperando. Entonces la perra* a seguirlo. Un rato más
tarde* un enjambre de limitas fosforescentes y millares de puntos,*, se pegaron al
cuerpo negro, de modo que hasta rayar el alba, el perrazo corría* la extraña silueta
fosforescente de la perra,* , lado. Cuando llegaron a lo alto* apenas si había salido
el sol oculto tras un y bajas que rozaban las moles de la cúspide. Una escasa luz se
derramaba sin determinar el contorno de las piedras y, menos aún, el vivo*
vegetación.
Lo que acabas de leer es parte de un cuento que se llama Negrita del autor cubano
Onelio Jorge Cardoso y está publicado en los Libros del Rincón.
¿Notaste algo raro? Lo más evidente es que en cada tanto aparece un asterisco (*) y que
algunos signos de puntuación están fuera de lugar. Esto indica que hace falta algo:
grupos de palabras que se han borrado.
A continuación te damos la lista de los grupos de palabras borrados. ¿Puedes decir a qué
parte del texto corresponden? En tu cuaderno copia el texto y escribe, donde está el asterisco,
el grupo de palabras que se requiera para que el texto se complete y tenga sentido.
¡Ojo! Si al terminar te sobran grupos de palabras, vuelve a empezar: no tiene que quedar
ninguno fuera.
1 VOLVIERON A IMPED1RSELO
MORDIENDO Y TIRANDO 2
DE LOS LIGAMENTOS
3 ELLA PODíA HACERLO
SIGILOSO 4
5 SE DETUVO Y VOLVIO
LA CABEZA
LA MITAD DEL CIELO 6
7 NEGRITA ATRAVESÓ
JOPANDO INCANSABLE A SU 8
9 COLORDELA
DE LA MONTAÑA 10
11 LUMINOSOS Y DIMINUTOS
DE UN SALTO SE DECIDIÓ 12
13 LE HABIA ENSEÑADO
ESTABAN POR FUERA 14
DEL GALLINERO
15 MORDER LAS TIRAS DE CUERO
DGRAR ABLANDARLOS CON 16
SU PROPIA SALIVA
17 TOLDO DE NUBES ESPESAS
CABEZA LANZÁNDOSE 18
19 Y MIRABA ASOMBRADO
El capítulo de la cochinilla que se hace bolita
Cuando hay mucha humedad suele aparecer, debajo de las macetas o arrastrándose por
el césped, la cochinilla que se hace bolita. ¿Por qué se hace bolita? Porque cuando
algún peligro la acecha, se achica, se cierra sobre sí misma como una bolita, para
protegerse con su duro caparazón.
En este capítulo, distintas razones te van a obligar a achicar textos, y a reducirlos, como
cochinillas, sin que se pierda, en el proceso, la información principal.
VER FIGURA
Para decirlo de una vez
Si suprimimos o reemplazamos las palabras repetidas por otras, podemos unir las
oraciones en una sin cambiar su significado. Pongamos primero entre paréntesis lo que
se repite:
Si suprimimos lo que está entre paréntesis y queremos unir lo que queda en una sola
oración, tendremos que eliminar algunos puntos y agregar una palabra en lugar de lo
que se suprimió:
Había una vez una familia de osos que vivía en una casa que estaba en medio del
bosque.
Había una vez una familia de osos que vivía en una casa que estaba en medio del
bosque.
Y más todavía:
Si quieres seguir con la historia de Ricitos de Oro, puedes contar qué vio por la ventana de la
casa de los osos.
El gato negro
Une las oraciones que siguen eliminando repeticiones, de manera que te quede un pequeño
texto de tres oraciones.
Él se casó joven.
Él y la esposa de él tenían pájaros, tenían peces de colores, tenían un hermoso perro, tenían
conejos, tenían un monito, tenían un gato.
VER FIGURA
HI-PE-RI-CO-TTI
En la lengua que hablamos todos los días hay palabras que agrupan a muchas otras: son
los llamados hiperónimos. Por ejemplo: bebida se refiere a agua, vino, refresco, jugo,
leche, etc.; electrodoméstico incluye licuadora, enceradora, tostador, etc.; y lo mismo
pasa con envase, recipiente, calzado...
¡Compre
pantalones,
faldas, blusas, vestidos,
calcetines, en Almacenes
Pericotti; los almacenes que
prefiere usted, sus padres, sus
hermanos, sus primos, sus
abuelos!
Estacione su automóvil, bicicleta,
moto o camión en nuestro
estacionamiento.
¡PE-RI-CO-TTI, el almacén en
donde usted gasta menos
billetes, monedas,
cheques y pesos!
VER FIGURA
El mono gramático
Tarzán, el rey de la selva, tiene por costumbre pronunciar un discurso todos los años
para el día del árbol. Como habla tan mal el idioma de los monos como el de los
humanos, un venerable gorila se encarga de traducirlo, es decir, de mejorarle el estilo,
conjugando los verbos y reemplazando o eliminando las palabras repetidas.
¿Te animas a intentarlo? Escribe en tu cuaderno, junto a cada frase de Tarzán la versión
corregida del gorila (corregimos algunas para ayudarte):
—Tarzán agradecer a los monos que estar Yo les agradezco que estén aquí
en el lugar en que estar Tarzán
—El día en que Tarzán estar hablando, Hoy quiero conmemorar con ustedes “el
Tarzán querer conmemorar con los que día del árbol”
escuchar “el día del árbol”
—El árbol ser el mejor amigo de los El árbol es nuestro mejor amigo
monos y Tárzan
__________________________________
—El árbol dar sombra, casa y comida a los __________________________________
monos y a Tarzán
_______
VER FIGURA
Benito en venta
En algunos diarios y revistas se publican avisos donde se ofrecen o buscan empleos, y
también cosas, casas, autos.. para vender y comprar. Son los avisos clasificados:
VER FIGURA
Camilo Matute necesita vender su auto, un Renault 4 del año 1976, al que llama Benito. Es un
auto simpático, de un color entre gris y café—como el color del Río Coatzacoalcos a la hora
del atardecer— y estábastante bien de carrocería y de pintura. Bueno, algunos golpecitos y
rayaduras tiene. Aunque ya es un auto un poco viejo, el motor funciona muy bien. Como
Camilo es una persona ordenada, todos los documentos del auto —que son muy importantes
— están en orden. No siempre sucede así y, a veces, los autos se venden y pasan de dueño en
dueño sin que nadie ponga los papeles al día o pague los impuestos que corresponden.
Como Camilo quiere comprar un auto un poco más grande, decidió poner un aviso
clasificado en el diario para vender a Benito. ¡Claro que la cosa no es tan fácil! No se decidía
a escribir el aviso porque en realidad le daba tristeza venderlo. ¡Pero había que hacerlo! De
modo que pide, ruega, exige que lo ayuden. ¿Cómo?
Por favor, escriban ustedes el aviso. Los avisos clasificados son bastante caros y se cobran
por línea —que equivale a un renglón—: cuantas más líneas, más caro es. Así que hay que
tratar de dar la información necesaria, y que pueda interesar a los posibles compradores, sin
escribir demasiado.
En cada línea pueden entrar treinta y cinco letras, y ni una más, incluyendo puntos, comas,
guiones y espacios entre palabras. El aviso debe tener un largo máximo de cuatro o cinco
líneas. No olviden que hay que indicar alguna dirección o teléfono para que puedan
comunicarse.
Camilo creyó que los avisos eran más baratos. ¡Uno de cuatro líneas cuesta demasiado!
Y quizás haya que publicarlo varios días.
VER FIGURA
¿Cómo se dice?
En el texto que te damos a continuación las cosas pueden parecer confusas, ya que la
mayoría de los sustantivos han sido reemplazados por las definiciones que daba el
diccionario. Te proponemos, entonces, la operación inversa:
Vuelve a escribir el texto reemplazando las definiciones en negrita por los sustantivos
correspondientes.
Hay situaciones en la vida que nos exigen ser breves, medir nuestras palabras. Por
ejemplo, cuando redactamos un aviso clasificado, cuando hablamos por un teléfono
público o cuando mandamos un telegrama.
Algo así le sucedió a Robinson Crusoe, protagonista de la conocidísima novela de
Daniel Defoe, quien se hallaba solo en una isla y... Pero mejor leelo tú mismo:
Hacia el duodécimo día el tiempo mejoró un poco y el capïtán pudo hacer una
precaria observación, según la cual nos encontrábamos sobre la costa de Guinea o
bien sobre la del norte de Brasil,, más allá de las bocas del, Amazonas y cerca del
Orinoco, llamado también Río Grande. Consultó conmigo qué camino deberíamos
tomar, puesto que el buque estaba averiado y navegaba difícilmente, por lo cual
creía conveniente ganar lo antes posible la costa del Brasil.
Me negué de plano a esta sugestión, y mirando juntos los mapas de la costa
americana descubrimos que no existía región habitada donde pudiéramos hallar
socorro hasta entrar en el círculo de las islas Caribes, y por lo tanto pusimos proa
hacia las Barbados para alcanzarlas desde alta mar evltarnos así la entrada de la
bahía o Golfo de México; confiábamos en llegar a ellas en unos quince días, ya que
de ninguna manera podíamos proseguir el viaje a la costa africana sin las
reparaciones que el barco necesitaba.
Decidido esto cambiamos el rumbo y tomamos el de Oeste Noroeste tratando de
alcanzar una de las islas inglesas donde nos auxiliarían; pero nuestro viaje estaba
predestinado a ser distinto, pues una segunda tormenta cayó sobre nosotros
arrastrándonos hacia el oeste y tan lejos de toda ruta comercial que aun logrando
salvarnos de la furia del océano estábamos más próximos a ser devorados por
salvajes que volver alguna vez a nuestro país.
Mientras padecíamos angustiados la furia de los vientos, oímos de mañana gritar
“¡Tierra!” a uno de los marineros. No habíamos acabado de salir de las cabinas para
tratar de distinguir a qué regiones habíamos arribado cuando el barco encalló en
las. arenas y de inmediato el oleaje empezó a azotarlo con tal furia que tuvimos la
impresión de que pereceríamos allí mismo y nos refugiamos en los camarotes para
guarecernos del agua y las espumas.
No es fácil para uno que jamás se ha visto en tal situación concebir la angustia
que sentíamos en esas circunstancias. Ignorábamos dónde habíamos encallado, si
era el continente o una isla, si habitada o desierta; y como el viento seguía
azotando, aunque con menos fuerza que al comienzo, no nos cabía duda de que el
barco iba a destrozarse en contados minutos a menos que un milagro calmara la
tempestad. Nos mirábamos unos a otros esperando la muerte a cada instante, y
tratábamos de preparamos para la otra vida, ya que comprendíamos que poco nos
quedaba por hacer en ésta. Algo nos consolaba que el navío hubiera resistido
hasta ese instante, y el capïtán sostenía que el viento estaba amainando un poco;
pero aunque fuera así, el buque encallaba profundamente en las arenas y parecía
demasiado hundido para pensar en sacarlo de suposición, de manera que
seguíamos en tremendo peligro y sólo nos quedaba tratar de salvar la vida de
cualquier manera.. Había un bote en la popa antes de que estallara la. borrasca,
pero se destrozó al chocar incesantemente contra el timón y luego de partirse fue
arrebatado por las olas, de manera que no contábamos con él; quedaba otro bote a
bordo, ¿podíamos echarlo al agua? Sin embargo, no había nada que discutir; pues
estábamos seguros de que el barco iba a partirse en pedazos de un momento a
otro, y ya algunos aseguraban que estaba destrozado.
En esta confusión, el piloto se decidió a asegurar el bote y con la ayuda de la
tripulación consiguió hacer/o pasar sobre la borda; inmediatamente embarcamos,
once en total, y nos confiamos a la merced de Dios en aquel mar embrarecido, que,
aunque había amainado el viento seguía encrespándose horrorosamente.
Al punto comprendimos que estabamos perdidos; el oleaje era tan alto que el
bote no podía resistirlo y no pasaría mucho antes de ahogamos. Otra vez confiamos
nuestras almas a la Providencia, y como el viento nos arrastraba hacia la costa
apresuramos nuestra destrucción remando con toda fuerza posible hacia tierra.
¿Cómo era la costa? ¿Rocosa o arenosa, abrupta o de suave pendiente? No lo
sabíamos; nuestra única sombra de esperanza era la de ir a parar a un golfo o
bahía, quizá las bocas de un río donde nuestro bote, a cubierto por el sotavento de
la Tierra, encontrara aguas tranquilas. Pero nada de esto parecía probable y
mientra nos acercábamos a la costa la encontrábamos aún más espantosa que el
mismo mar.
Después de remar; o mejor, de dejarnos llevar, aproximadamente una legua y
media, una gigantesca ola, como rugiente montaña líquida, se precipitó súbitamente
sobre nosotros, dándonos la impresión de que era el golpe de gracia. Nos cayó con
tal violencia que el bote se dio vuelta en un instante, y separándonos de él como de
nosotros mismos, sin darnos tiempo a decir: “ÍMi Dios!”, nos engulló a todos. *
Cuando llegó a tierra, Robinson decide mandar una carta en una botella informando de su
situación, pero sólo cuenta con el reverso de su tarjeta personal para escribir.
VER FIGURA
*Daniel Defoe, Robinson Crusoe, trad. Julio Cortázar, España, Editorial Bruguera, 1981.
La historia continuará
Las historias por entregas son bastante frecuentes. Muchas veces nos entusiasmamos
leyendo una historieta y de repente... ¡a esperar hasta el número siguiente! En algunos
casos figura, al principio de cada entrega, un resumen del episodio anterior para
refrescarle la memoria a la gente y al final se anuncia el título de la siguiente entrega.
A continuación, te presentamos dos entregas de una historieta: El Príncipe
Valiente.* Antes de la primera entrega hay un resumen para que pueda entenderse la
historia.
¡Hasta la próxima!
Resumen de la historia:
*Harold R. Foster, “El Príncipe Valiente” en Historia de los cornics, núm. 26, Barcelona, Toutain
Editores.
VER FIGURAS
Los reducidores de textos
Lee atentamente el texto que sigue y después escríbelo en tu cuaderno en veinte renglones
(¡ni uno más!).
Todos, chicos y grandes, y muy especialmente los que habitamos en las ciudades, estamos
acostumbrados a vivir rodeados de objetos, objetos inventados por nosotros mismos, claro.
Muchos de estos objetos nos son muy útiles, nos ayudan y facilitan nuestros trabajos. Pero
otros, en cambio, no sólo no sirven para nada sino que, más bien, resultan un estorbo. ¡Y
hasta hay algunos objetos que pueden llegar a convertirnos en sus esclavos! Como por
ejemplo, la gente que se pasa todo el tiempo pendiente del auto o los que son esclavos de la
moda, o del último refresco que nos muestra la tele.
Vivimos en una sociedad de consumo. Una sociedad de consumo es la que inventa
necesidades a la gente. Porque nadie necesita de verdad una peladora de plátanos. Ni tampoco
el último refresco que muestra la tele. Una sociedad de consumo le hace creer a la gente que
sólo va a sentirse bien si compra, si gasta, si derrocha.
Por supuesto que en una sociedad de consumo, los que tienen dinero pueden comprar y
consumir lo que les muestran en la tele, en las revistas, en los carteles de la calle. Pero hay
personas que no están en condiciones de hacer esos gastos y, aunque parezca que todos
podemos consumir lo que se ofrece, no es cierto.
Hay necesidades de las personas que son verdaderas y son las que tienen que ver con los
derechos de todos. En cambio, otras necesidades son inventadas porque tienen que ver con la
sociedad de consumo, es decir con las cosas inútiles.
Un problema es que, cuanto más se consume, más basura se hace. Antes se hacía menos
basura porque todo servía, todo se arreglaba y se volvía a usar. Ahora, en cambio, la mayoría
de los envases son desechables. Y no sólo los envases; muchos objetos como platos, vasos,
pañales, manteles, servilletas, pañuelos, relojes...
La basura es un problema cuando no hay modo de deshacerse de ella. Sobre todo cuando
es basura contaminante y peligrosa como la basura radioactiva. Y no siempre hay leyes que
estén preparadas para defendernos de esas cosas o, muchas veces, no se cumplen. Habría que
esperar que los hombres se den cuenta de que la Tierra es la casa de todos y que entre todos la
tienen que defender porque, si seguimos así, ¡no hay Tierra que aguante!*
1 8
2 9
3 10
4 11
5 12
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7 14
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1 6
2 7
3 8
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5 10
¡No se librarán tan fácil! ¡Ahora hay que escribirlo en cinco renglones!
1 4
2 5
3
1 2
*Graciela Cabal, Cuidemos la Tierra. El hombre a favor de la Naturaleza, Buenos Aires, Libros del
Quirquincho, 1990.
El acordeón
Como ya dijimos alguna vez, existen situaciones en las que es necesario medir las
palabras. Una que seguramente tú conoces muy bien es la de hacer un acordeón: mucha
información en poco espacio. En el dobladillo del abrigo, chamarra, en la parte de atrás
de la regla, adentro del estuche o en la manga del saco, el acordeón, ese texto secreto y
comprometedor, puede llegar a salvarnos de lo peor.
Sin duda, el acordeón requiere un gran entrenamiento en la técnica de achicar textos;
sin ir más lejos, algo parecido al resumen.
Te proponemos que, con base en el texto que sigue, prepares un práctico acordeón para la
prueba de mañana. Tiene que ser breve, comprensible y contener la información más
importante.
“En la isla de La Tortuga tampoco existía la propiedad privada de la tierra. O sea que la
isla era de todos pero, a la vez, de nadie en particular. Claro que a los piratas no les
interesaba mucho todo esto, porque la verdad es que eran demasiado cornodinos para andar
preocupándose por averiguar de quien eran las cosas.
Ellos eran piratas; y su vida estaba en el mar; no en la tierra. Y como les gustaba la
aventura y eran muy codiciosos, se pasaban gran parte de su tiempo planeando cómo iban a
apoderarse de los tesoros que transportaban los barcos que cruzaban el océano. Y también
dé las riquezas que se guardaban en las ciudades de la costa, pues, como los piratas tenían
espías en todas partes, sabían perfectamente dónde encontrar el botín más valioso. Por eso
hubo filibusteros que hacían frecuentes incursiones por las costas de Panamá, adonde
llegaban los metales preciosos extraídos de las minas del Perú Para ser embarcados rumbo
a España.
Uno de esos piratas fue el famoso Hernry Morgan que, luego de apoderarse de los
depósitos de oro y plata que los españoles escondían en Panamá, abandonó a sus hombres y
regresó a Jamaica.
También los piratas invadían muy a menudo lugares de las costas mexicanas.
Como Acapulco, para lo cual los filibusteros se tomaban el trabajo de cruzar las selvas
de Centroamérica, camina que te camina durante varios días. Hasta que al fin llegaban a las
costas del Pacifico, en donde capturaban barcos con los que continuaban sus fechorías.
O como Veracruz, que fue atacada muchas veces por piratas holandeses y franceses.
O como San Juan de Ulúa, el famoso fuerte veracruzano, que fue tomado por el pirata
inglés Juan Hawkins.
Pero ningún otro puerto de México fue tan asediado como Campeche, invadido en
muchísimas ocasiones por piratas tan famosos como el feroz aventurero llamado “El
Olonés”.Y por el filibustero Eduardo Mansvelt, quien al mando de 1 200 piratas se apoderó
de Campeche, mató a sus defensores, demolió el fuerte y se adueñó de todo lo valioso que
encontró.
Pero el pirata más temido allí fue Lorencillo, que era holandés y había servido al rey de
España combatiendo a… los piratas, precisamente. Parece que, de tanto luchar contra los
ladrones de mar, Lorencillo se “contagió” y decidió probar suerte.
Una de la empresas más conocidas del temible Lorencillo fue por cierto, la toma de
Campeche y de otros veinte pueblos de la zona. ,Allí se quedó durante dos meses como dueño
y señor.
Y capturó tantos prisioneros y robó tantas joyas y piezas de plata que, cuando acabó de
cargarlos, su barco casi se va a pique.
Lorencillo fue perseguido día y noche por tres fragatas españolas llenas de cañones.
Pero el filibustero esquivó los ataques, arrojó al mar toda la carga para que la nave fuese
más ligera y, aprovechando un viento fuerte, se alejó velozmente.
Después de estos sucesos, los españoles empezaron a levantar una muralla de 8 metros de
altura alrededor de Campeche. Tardaron muchos años en construirla pero, cuando estuvo
terminada, ningún otro pirata pudo entrar.
La verdad es que por estos rumbos hubo tantos piratas y tantas historias de piratas, que
podríamos pasarnos días enteros recordando sus aventuras.
Algunos eran muy impresionates y muy teatrales.
Como el pirata inglés Barbanegra, que tenía una barba larga y negra, la cual peinaba en
trenzas, enrrollándoselas alrededor de las mejillas y de las orejas. Usaba un gorro de pieles
cuyo color era negro, por supuesto. Y cuando subía a bordo de una nave capturada, el feroz
pirata se colocaba cuatro velas encendidas en el ala del sombrero.
Con este aspecto causaba un miedo tan tremendo a sus prisioneros, que ellos acababan
entregándole todo lo que poseían y contestando a sus preguntas sin ocultar nada.
También hubo un pirata muy bromista. Se llamaba Juan Lafitte y se creía el amo de todo
el Golfo de México. En cierta ocasión en que el gobernador de Luisiana, cansado ya de so
portar sus piraterías ofreció una recompensa de 5 000 dólares por su cabeza, Juan Lafitte
respondió ofreciendo 50000 por la cabeza del gobernador.*
*Francisco Fernández, Los piratas, col. Colibrí, secc. Historia, México, Libros del Rincón, 1987.
El capítulo del camaleón
El camaleón es un animal raro célebre por su habilidad para cambiar de color: es verde
y si se enoja se pone negro. Si un texto está en un idioma se traduce a otro, se escribe
una carta formal y resulta amistosa, un relato fantástico se transforma en uno de ciencia
ficción...
A Meche Vega le gustan mucho los idiomas. Suele usar la mayor parte de su tiempo
libre en estudiarlos: se procura gramáticas y diccionarios y se pasa horas traduciendo
poesías, cuentos, textos periodísticos, recetas de cocina, horóscopos, publicidades y
cualquier otra cosa que se le cruce escrita en inglés, francés, italiano, alemán, griego,
latín, guaraní, sánscrito, rumano, polaco, zapoteco, tarasco, maya, otomí o náhuatl. En
cuanto a lenguas, vivas o muertas, nada le es ajeno.
Sin embargo, y como a cualquiera podría pasarle, a veces Meche no encuentra las
gramáticas ni los diccionarios necesarios para traducir algunas lenguas, sobre todo las
más extrañas.
En esos casos, Meche no desespera; agudiza el ingenio y escribe traducciones
imaginarias. Las palabras por sí mismas le sugieren muchos significados; por sus
sonidos, algunas le parecen sustantivos, adjetivos o adverbios; otras se parecen a
palabras de otros idiomas que ella ya conoce, y entonces la traducción le resulta de lo
más sencilla; otras veces, el texto que está traduciendo viene acompañado de
ilustraciones y, a partir de ellas, Meche inventa fabulosas historias.
Te desafiamos a que te conviertas en un buen discípulo de Meche Vega y hagas tus
propias traducciones imaginarias.
VER FIGURA
Meche, la infatigable
Lo que sigue es una página de un periódico coreano. Presta atención a los diferentes textos
que contiene, piensa de qué tema tratará cada uno de ellos, elige el que más te guste y
tradúcelo imaginariamente.
VER FIGURA
Caperucita Roja
¿A que no te imaginas? El texto que sigue es una versión en guarani de Caperucita Roja.
¿Te animas a traducirlo? Para darte una ayuda, Meche nos pasó esta copia que tiene hecha la
división en párrafos; ella dice que si traduces párrafo por párrafo, respetando los guiones de
diálogo y los signos de exclamación, tu trabajo va a salir mejor…
Caperucita Roja
O ikó baekué peteî yeï i túa kuérandie, pe okara hobï porâ me petî mitakuñá mí porâité o
ñehenoiba Caperucita Roja.
Upécha o yeéba ichpé o guerekó gui tapiaité i ñakâ re peteî bosa i pïtâ mí sï rembiapó kué.
Peteî ara pe, i sï, o moî ayaká í pe, kambî, kesú ha chipá ha he i chupé:
—Nde yarîï oi me hasï, nde ru oi me o mbaapó hina ha ché amboyï baeré ñané rembi´ú.
Ndé re ho baerâ hechabo.
—A bïaité che sï. A hasé voí aína che yarïï roga pe -he i Caperucita.
—Re hone âgaité. Re rahane ichupé â mba’é mbobïmí ha e hechake mbaépa oi kotebêbé.
—Upéicha a yapone che sï -he i mitakuña Ha voí a yu yeïne. Caperucita oi pïhï i yayaká,
.
o yuruyá i sï pe ha oi pïhï tapé í o guerahaba kaaguï pe, mamó o îba i yarïï roga.
O hobo i mandu’á pe mitakuñá ku guéimimí hasïba re., ha sapïánte o ñouguaitî ha o pïtá o
yobái pateî yaguareté ndibé o momaiteíba ichupé.
Mitakuñá mí marangatueté. ndoi kuaábai ha máramondo hechábai yaguareté pe, no
ñemondïri ha ndo kïhïyéi chuguí. O momaiteí abeí ha o mombe ‘ú mamópa o ho ha mbaépa o
guerabá.
Upémaramo yaguareté oi pïhï peteî tapé mbïkïbéba, ha ñanihame, Caperucita o mono o
ayú ïbotï ñu re, o guähéma katú guéimí roga pe.
—¡Taka!, ¡taka! ombotá.
—Abapa oikó.
—Ché Caperucita he i, ha o ha’â upé mitá ñe’é. A ru ndebe chipá, kesú ha kambï.
—Ei kente che remiarirô he si guâimí o ñenohá guibé henimbé pe.
Ha yaguareté oi peakuebo okê o póma boí tupá ari ha ho upaité guâimí me. Upéi, tagê me
o ñenó ha’e tupá pe, o ñemamá peteí ahoya pe, o ñeakâpïî upé guâmí o i haguéicha ha o haâó.
Caperucita Roja o guâhé abeí i yarïï roga pe ha i kuâ me ombotá oké.
—jTaca! ¡taca!
—Mábapa ndé —o porandú yaguareté— ha âga o haâma ku i yarïï ne’ e.
—Ché ne remiarirô—he i mitakuñá— a ru ndebe chipá, kambï ha kesú.
—Ej ke katú —he i yaguareté.
Caperucita oi ke, o moi i yïbotï ha i yayaká ari ha o guähé i yarïi ïkére o yururá haguâ
chupé.
Upebo o hechá ko i yarïi hobá ambueté ha he i:
—jEá, che yarïi, tuichaitepa pe ne nambí!
— Ro hechá porâbé haguâ che membï—he i yeï pe ambué.
— Ha o hechabo yaguareté retïmá pukú pukú, he i yeï:
—¡Eá, che yarïï, i pukuetepa nde yïbá kuera!
—Ro añuá porâbé haguâ che membï— he i yeï pe ambué.
Ha upéi o ñemomdïima mitakuñá o hechabo ku
i yurúkué tuyá, ha he iseéme o sê rei chuguí:
—¡Ea, che yarïi, tuichaitepa pe nde yurú!
—Ro u porâbé haguâ— o kororô yaguareté, ndai
katubéiguima o yeyokó.
Ha o yepoí Caperucita
ari angaí a ho upaité
chupé.
Opá. _
VER FIGURA
Traducción científica
Para traducir este texto, ten en cuenta títulos, subtítulos, paréntesis, epígrafes (que son
esas frasecitas que están debajo de los dibujos)... Un buen traductor es muy riguroso en
estos detalles. ¡Ah!, nos olvidábamos: según nos precisa Meche que para clasificar
textos es muy rigurosa, se trata de un texto científico.
Ignacio trabaja en una agencia inmobiliaria. A veces le toca vender o alquilar casas que
no son muy buenas o están en mal estado. Es un problema, porque Ignacio odia mentir.
En este momento tiene que vender una casa en un balneario. Esta es la descripción:
“Es una casa muy chiquita. Está a quince cuadras de la playa. No tiene luz eléctrica ni agua
corriente, aunque se puede sacar agua de pozo con una bomba manual. Las persianas no
funcionan muy bien, de modo que, o no se pueden abrir, o, si se abren, no se pueden cerrar
después. Por otra parte, en la casa hay un perro bastante viejo y malhumorado que, a veces,
no deja entrar a nadie, sean conocidos o no.”
Como verán, el trabajo de Ignacio es muy complicado: tiene que convencer a la gente
de que compre la casa; no quiere decir mentiras, como que la casa está a la orilla del
mar o tiene luz eléctrica; pero, como tiene que vender, puede tratar de convertir todos
los problemas en supuestas ventajas. Por ejemplo, que, como es una casa chiquita, es
facilísima de limpiar.
Escribe un informe para los clientes, tratando de convertir las desventajas en ventajas.
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Las cartas del señor Eliseo
Eliseo Fernández
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Ventajas y desventajas
Durante las vacaciones, Olivia Malacara conoció a un muchacho y empezó a salir con
él. Era un muchacho realmente interesante: alto, guapo, deportista, con buen humor y
amable con todos. Trabajaba en una empresa constructora, además de estudiar. Le
gustaba la música y era buen bailarín, un infatigable lector y amante de la naturaleza.
Dominaba varias lenguas extranjeras, hablaba y escribía a la perfección en inglés,
rumano y sánscrito. Había recorrido buena parte del mundo cuando trabajaba como
técnico de vuelo.
En resumen, el muchacho era una maravilla, y Olivia estaba encantada con él. Pero
la señora Felícitas de Malacara, su madre, no veía con buenos ojos esa relación y
decidió escribir al señor Verlano Malacara, su esposo y padre de Olivia, que se
encontraba aún en la ciudad por razones de trabajo.
Aunque bastante mala, la señora Felícitas de Malacara era honesta y no quería
mentir sobre el novio de su hija; por lo tanto, trató de escribir una carta donde lo que
para Olivia eran virtudes, para ella fueran defectos y problemas. Pero no le salió.
Como todos somos un poco malos alguna vez, ¡ayuda a la señora Felícitas de Malacara!
¿Cómo?… Escribiendo tú la carta para don Verlano. Piensa, con toda la maldad del mundo,
qué problemas podrían ocasionarle a Olivia las virtudes de su novio (por ejemplo: si es alto,
no la va a ver y se la va a llevar por delante).
“Elegir el lugar bajo la ventana donde da el sol de la mañana. Cavar el largo de tu propia
altura y luego en dirección a la ventana unos tres metros. Con parte de la tierra, disimular la
entrada. El resto de la tierra, repartirlo en el suelo.”
Como no puede escribir esto, en la carta traduce esta información a una clave: habla de las
costumbres de las hormigas africanas. La carta empieza así:
“Estimado Edmundo:
Voy a comenzar mis clases describiéndote las características de unas extraordinarias
hormigas que habitan en el Africa meridional. Deberás saber que estas hormigas, para
construir su hormiguero, eligen un punto en el suelo que sea iluminado por el sol a media
mañana...”
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*Edmundo Dantés y el Abate Farías son personajes de la famosa novela El Conde de Montecristo de
Alejandro Dumas.
¿Quién fue?
En el crudo invierno de 1969, un 30 de enero, para ser más exactos, falleció el
empresario Régulo Cattanzaro, principal accionista de la firma “Tómate-lo”, en
circunstancias sospechosas: fue muerto con un abrelatas. Nada en la próspera carrera
del exitoso hombre de empresa hacía sospechar un suicidio. La investigación policial
condujo las pistas, en primer lugar, hacia su viuda y principal heredera, Raquel Sforza,
quien según versiones de su suegra en más de una oportunidad había amenazado con
deshacerse del occiso “triturándolo”. Esta versión fue desmentida calurosamente por el
mayordomo, Gastón, quien, según la servidumbre de la casa, estaría secretamente
enamorado de Raquel Sforza y, ni bien fue hallado el cadáver de su señor, había
murmurado: “Yo le advertí que no siguiera insultando”. Ante estas declaraciones del
personal de servicio, se procedió a interrogar al mayordomo, quien derivó la
investigación hacia los socios de Cattanzaro en “Tómate-lo”, quienes, de ser cierta la
versión del criado, tenían serias diferencias con el difunto por su forma autoritaria de
conducir la empresa de jugo de tomate en lata.
Veinticinco años después, el juez a cargo de la causa dejó sobre el escritorio de su
secretario la siguiente nota, para que éste redactara el fallo:
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El pobre secretario está desesperado: ¡faltan todos los signos de puntuación y los
acentos! Resignado, toma un lápiz dispuesto a agregarlos. Pero no es tan sencillo; según
qué signos y dónde los ponga, el fallo del juez declarará culpables a unos u otros. El
secretario puntuó de siete maneras distintas la nota del juez y no está seguro de que no
haya más. Según por cuál de las versiones opte, unos u otros de los sospechosos
dormirán largo tiempo entre rejas.
Información sumaria
El martes por la tarde fue cometido un robo en las oficinas de “Industrias Lecheras La
Vaca-Veca”. El robo llamó la atención ya que nadie fue visto y no se produjo ninguna
rotura en puertas ni ventanas. Tampoco funcionaron los sistemas de alarma instalados a
lo largo del alto muro de más de tres metros que rodea el local. Aparte de algunos objetos
de valor y bonos, también desaparecieron dos cajas con muestras de leche en polvo que
debían ser enviadas a la República de Trulalá.
La policía mantiene detenidas a algunas personas que podrían tener relación con el
asalto y debe enviar un informe llamado “instrucción sumaria” al juez, para que decida si
alguno es realmente sospechoso y debe ser detenido.
Las personas detenidas son:
Importante economista. Autor de libros como El Bono y yo, ¡Al fin Bonos! y Dulce festival.
Fue conocido por fugaces apariciones en televisión en las que se destacaba el extraño cuello
de sus camisas. Aficionado a las carreras de caballos. Grandes pérdidas económicas. También
tiene predilección por los deportes emocionantes. Sesenta y cinco años, muy delgado. Fue
visto en distintas oportunidades, en las últimas dos semanas, circulando sin razón aparente
por las oficinas de “La Vaca-Veca”.
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Conocido atleta de nuestro medio, especialista en salto de altura y salto con garrocha.
Cerrajero en su más temprana juventud. Apodado “la lima”. Compitió en los Quintos Juegos
del club “Nosotros Somos los Mejores” donde obtuvo una medalla al “mejor compañero”.
También viajó en repetidas oportunidades al exterior. Fue sorprendido mientras intentaba
agregar al café leche en polvo “La Vaca-Veca” para exportación. El olor de la sustancia
llamó la atención al dueño de la cafetería, quien se comunicó con la policía.
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Ludovico Hernández
Coleccionista de objetos de valor. Varios años en prisión por el robo a las “Grandes
Queserías Moreno”. Nunca pudo conocerse el modo de ingreso a las oficinas. Fue robada
valiosa colección de moldes de quesos realizada por el artista Tulio Montelongo. Hernández
fue detenido, en esa oportunidad con varios moldes en su poder. El señor Hernández es
conocido en diversos medios por su corpulencia y buen humor. En el Café Ruiz, donde pasa
gran parte del tiempo que no ocupa en sus oficinas de la Calle Ruiz, se le conoce,
cariñosamente, como “el elefante”.
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Identifica los datos biográficos que hacen sospechoso a cada uno de los personajes, y
redacta un informe al juez explicando los motivos de tu sospecha.
La Bella y la Bestia
1. Si la Bella fuera bella pero malvada, astuta y muy interesada, ¿cómo sería el cuento?
2. Si fuera la Bella la que se enamorara de la Bestia, pero la Bestia no la aceptara, ¿cómo
sería el cuento?
Es un buen trabajo para pensarlo en grupo.*
* Gianni Rodari inventó un ejercicio parecido a éste, y lo llamó “la fábula al revés”.
Adaptaciones
…Las fauces del dragón despedían fuego. Por un momento voló en círculos sobre ellos, alto
en el aire, alumbrando todo el lago. Los arboles de las orillas brillaban como sangre y cobre,
con sombras muy negras que subían por los troncos. Luego descendió de pronto atravesando
la tormenta de flechas, temerario de furia, sin tratar de esconder los flancos escamosos,
buscando sólo incendiar la ciudad.
Bardo tiraba con un gran arco de tejo, hasta que sólo le quedó una flecha. Las llamas se le
acercaban. Los compañeros lo abandonaban. Preparó el arco por última vez.
De repente, de la oscuridad, algo revoloteó hasta su hombro. Bardo se sobresaltó, pero era
sólo un viejo zorzal. Se le posó junto a la oreja y le comunicó las nuevas. Maravillado, Bardo
se dio cuenta de que entendía la lengua del zorzal, pues era de la raza de Valle.
¡Espera! ¡Espera! le dijo el pájaro. La luna está asomando. ¡Busca el hueco del pecho
izquierdo cuando vuele por encima de ti! (…)
Entonces Bardo llevó la cuerda del arco hasta la oreja. El dragón regresaba volando en
círculos bajos, y mientras iba acercándose, la luna se elevó sobre la orilla este y le plateó las
grandes alas
(...) Descendió de nuevo, más bajo que nunca, y cuando se precipitaba sobre Bardo, el
vientre blanco resplandeció, con fuegos chispeantes de gemas a la luz de la luna, salvo en un
punto. El gran arco chasqueó. La flecha negra voló directa desde la cuerda al hueco del pecho
izquierdo, donde nacía la pata delantera ahora extendida. En ese hueco se hundió la flecha, y
allí desapareció, punta, mástil y pluma, tan fiero había sido el tiro. Con un chillido que
ensordeció a hombres, derribó árboles y desmenuzó piedras, Smaug saltó disparado en el aire
y se precipitó a tierra desde las alturas.
Cayó estrellándose en medio de la ciudad. Los últimos movimientos de agonía lo
redujeron a chispas y resplandores. El lago rugió. Un vapor inmenso se elevó, blanco en la
repentina oscuridad bajo la luna. Hubo un siseo y un borboteante remolino, y luego silencio.
1. Escribe los nombres de los personajes que participan en la historia que acabas de leer.
¿Quién es el héroe? ¿Quién es su aliado o ayudante? ¿Quién es su adversario o enemigo?
¿Qué poderes tiene cada uno?
2. Escribe en una lista las acciones que llevan a cabo los personajes.
3. Te proponemos que cuentes la historia de una lucha como ésta, pero en otro escenario y
con otros personajes. Te damos tres opciones, para que elijas la que más te guste:
En Ciudad Gótica, en 1994.
En Hueso Partido, ciudad ferroviaria del Lejano Oeste, en 1887. En Fobos, una de las
lunas de Marte, en 3050.
Ayuda
Hacerte algunas preguntas te va a ayudar. Por ejemplo: ¿quién atacará en ese lugar y
esa época?, ¿qué poderes tendrá?, ¿con qué armas se defenderán?, ¿cómo será el lugar?,
¿quién será el héroe y quién su aliado?, ¿cuál será el motivo de la lucha?
Metáforas
Los campos semánticos son conjuntos de palabras que comparten un significado. Por
ejemplo:
PESCA VENTA
el anzuelo exponer la mercancía
la carnada oferta
picar pago
tirar la cuerda buena mercancía
un pez gordo cliente
buena pesca comprar
recoger la cuerda
Sustituye por las palabras y expresiones del campo semántico de al pesca los grupos de
palabras en negritas en el texto que sigue:
El Tuercas miró para todos lados y descubrió el mejor lugar para exhibir la mercancía. Era
un día de sol y los otros vendedores ya se habían instalado. Cubrió la mesa con un trapo rojo
y acomodó la bisutería. Canturreando, se sentó a esperar que apareciera el primer cliente.
Una mujer de aspecto opulento se acercó al puesto atraída por el brillo de la tela. Preguntó
algunos precios, sin decidirse. El Tuercas, presintiendo que era una buena clienta, le ofreció
una rebaja. La mujer aceptó el precio. Abrió la billetera y depositó sobre la mesa una suma
equivalente al costo de toda la mercancía expuesta. Ni tardo ni perezoso, el hombre guardó el
dinero y levantó el puesto. ¡Buena venta!, se dijo, mientras volvía a casa disfrutando del sol
matinal.
VER FIGURA
Horóscopo chino
Lina Luna es una afamada astróloga. Las paredes de su casa están cubiertas de mapas
del cielo con las constelaciones de los dos hemisferios y dibujos de los signos del
zodíaco. Sobre la mesa de trabajo, tiene desplegadas cartas astrales y diversos libros de
astrología. Ahora está estudiando el horóscopo chino. La primera lección del Manual
del horóscopo chino cuenta que el Buda les puso a los doce signos del horóscopo chino
los nombres de los doce animales que lo fueron a visitar el día de Año Nuevo: Rata,
Búfalo, Tigre, Gato, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Jabalí.
Así, los nativos de cada signo heredarían algo de la personalidad del animal.
Mientras saborea un aromático té de jazmín, Lina Luna avanza algunas páginas en el
Manual, hasta llegar al Tigre, que es su signo:
El Tigre ha nacido bajo el signo del coraje. Es muy firme para sostener sus opiniones y
creencias. Es inteligente y muy rápido. Adora el desafío y ama verse envuelto en cualquier
cosa que represente un futuro excitante. Al Tigre le gusta sentirse libre para actuar a su gusto,
odia sentirse limitado. También puede ser bastante impulsivo y en muchas ocasiones se
arrepentirá de su manera de actuar cuando ya sea tarde. Le importa mucho su imagen, se
conduce con aires de dignidad y de autoridad y quiere ser el centro de atención. Le resultará
difícil entenderse con otro Tigre o con un Dragón: ambos querrán manejar la relación y no
podrán llegar a un acuerdo. El Tigre tiene muchas cualidades dignas de elogio. Es honesto y
valiente. Mientras sea capaz de refrenar los excesos impulsivos de su naturaleza inquieta,
tendrá una vida muy plena y satisfactoria.”*
*La información esta tomada de Horóscopo chino para 1991 de Neil Somer-ville, Barcelona, Granica,
1990.
Aburrida de tanto leer, Lina Luna que ya va por la tercera taza de té de jazmín se pone a
improvisar. Saca el cuaderno e inventa las características de los otros once signos.
Elige alguno de los once signos restantes e imagina la personalidad de los nativos de éste
teniendo en cuenta las características del animal correspondiente.
VER FIGUR
Abracadabra
Las cosas que decimos no siempre corresponden con la realidad. Por ejemplo, si mi tía
Eulalia le dice a su hijo Confucio “Te voy a matar!”, nadie piensa que lo vaya a hacer
realmente.
Pero en “El problema de Carmela”, Graciela Montes cuenta el curioso caso de doña
Carmela, a la que se le hace realidad todo lo que dice. Un día le dio por decir que iba a
llover “a cántaros” y en ese instante “Las nubes negras se volvieron decididamente
negrísimas. Y cuando el aire se puso oscuro y espeso empezó a llover. Aunque llover
no es la palabra. Caían chorros, cataratas, paquetes de agua desde el cielo, que
reventaban las macetas y agujereaban los paraguas. Los gatos de Carmela quedaron
bastante maltrechos y, como conocían el problema de su dueña, la miraron de costado y
le dijeron: ¡Uff!…”
¿Qué habrá pasado el día que doña Carmela dijo “Me muero de risa”? ¿Y cuando dijo
“Esta casa está helada”? ¿O “Hace mil años que no la veo”? ¿O “Toqué el cielo con las
manos”? ¿O “Se me hace agua la boca”? ¿O “Me van a sacar canas verdes”? ¿O “Me
estás poniendo los pelos de punta”? ¿O “En un suspirito me les voy.
Escribe un texto en el que utilices expresiones de uso común y que, por supuesto, no sean
reales.
*Graciela Montes, “El problema de Carmela” en Amadeo y otra gente extraordinaria, Buenos Aires,
Libros del Quirquincho, 1990.
Ejemplo
El escuincle siempre había hablado hasta por los codos, pero ahora sí lo habían
agarrado en curva. No supo qué decir cuando chocaron; se quedó mudo.
“Ahora sí me cayó el chahuiztle” pensó. Miles de veces había hecho su agosto
dejando a la gente chiflando en la loma. Estaba que se lo llevaba el tren. Sí aquello lo
había dejado medio muerto.
“Me tengo que desaparecer —se dijo— antes de que me llueva sobre mojado. No me
queda de otra.”
VER FIGURA
El capítulo del loro
Adrián era un niño muy pobre. Un día al pasar por un pueblo situado al pie de una montaña
se detuvo a descansar en una calle sombría donde vio lo que le pareció una pequeña alfombra
castaña. Se acostó a descansar, pero no sobre las piedras del camino, como solía hacerlo, sino
sobre la alfombra. Ya el sueño cerraba sus párpados cuando sintió que la alfombra se movía.
Varias veces trató de dormir, pero en cuanto se dormía, lo despertaba el movimiento de la
alfombra. Creyó oír un gruñido. Sintió contra su mano el latido de un corazoncito, dio un
salto, se puso de pie. Después se arrodilló para mirar al monstruo que imaginaba escondido.
Levantó cuidadosamente los vellones y descubrió debajo de la lana, el hocico, el cuerpo de
un perro.
—Timbó. Soy hijo de un árbol con orejas — contestó el perro —. ¿Cómo te llamas?
En la forma de mirar.
* Silvina Ocampo, “limbo” en La naranja maravillosa, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1977.
A empezar por el principio
Narrar es contar hechos o acciones ordenadas en el tiempo y encadenadas entre sí. Es
algo que Macedonio Fernández sabía hacer. Aunque le costaba empezar. Le
preocupaban tanto los comienzos que escribió Una novela que comienza, además de un
Cuento de literatura no literaria y una Autobiografía no se sabe de quién, entre otras
cosas.
Él escribió este principio:
VER FIGURA
*Macedonio Fernández, “¿Quién era ese mosquito?”, Obras Completas de Macedonio Fernández,
tomo VII, Buenos Aires, Editorial Corregidor, 1987.
Un cuento fantástico
El fragmento siguiente se llama “Final para un cuento fantástico” y es del escritor A.
lreland, inglés y nacido en 1871:*
VER FIGURA
*Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, “Final para un cuento fantástico” en
Antología del cuento fantástico, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1965.
Nada al azar
Te proponemos que escribas un cuento. Como ayuda y para que sepas bien adónde vas, te
damos el principio, el medio y el final. Estas frases tienen que aparecer tal cual en tu cuento
en la ubicación indicada:
Medio: Volvieron a oírse los gritos con mayor fuerza y al parecer más cerca se
repitieron por tercera vez con mayor intensidad.
Final: Pero, al fin, tras escapar por una cloaca, uno de los prisioneros logró
poner en libertad a los demás.
*Como cualquier lector pudo haber sospechado, las frases pertenecen a un cuento de Edgar Allan Poe,
“El sistema del doctor Tan y del profesor Fether” y lo puedes leer en el volumen 2 de Cuentos del
autor, publicados por Alianza Editorial, y traducidos por Julio Cortázar.
Las cartas de Propp
Desde niño, Vladimir había escuchado las historias más maravillosas de boca de su
abuela Tatiana. Entre dragones, princesas, brujerías, alfombras voladoras, regimientos
de soldados y muchas otras cosas se le pasó la infancia hasta que creció y se convirtió
en el Profesor Vladimir Propp de la Universidad de Leningrado.
Allí se dedicó a estudiar todos esos cuentos que había conocido de niño y empezó a
descubrir que todos tenían algo en común; se dio cuenta de que a pesar de que eran
cientos de cuentos muy diferentes entre sí, todos compartían algunos elementos.
Por ejemplo, era muy frecuente que algún personaje
—que luego se convertiría en el héroe de la historia— partiera de su hogar para recorrer
el mundo, para cumplir una misión o para buscar fortuna. También podía suceder que
en su camino se encontrara con trampas tendidas por sus enemigos o que tuviera que
combatir con ellos. A veces, el héroe recibía la ayuda de un auxiliar mágico un anillo,
una lámpara que le permitía superar los obstáculos.
Muchas de las historias que conocía Vladimir terminaban con el éxito de la misión,
con la boda del héroe y con el castigo a los adversarios. A cada una de estas acciones
que se repiten en los distintos cuentos —partida, trampa, engaño, combate, donación,
regreso, boda— él las llamó funciones. Propp dice que son treinta y una.
Unos años después al maestro italiano Gianni Rodari (del que ya te habíamos
hablado) se le ocurrió transformar esas acciones en cartas y así inventar juegos para que
sus alumnos escribieran historias.
El nuevo Escriturón te presenta una nueva versión de “Las cartas de Propp”. Con
ellas podrás realizar actividades que te permitirán contar y escribir historias. A
continuación te proponemos algunos juegos para usar las cartas. Puedes hacerlos más
de una vez o inventar nuevos, siempre y cuando sirvan para escribir:
1. Se mezclan las cartas, se saca una y a partir de ella se escribe una historia.
2. Se sacan del mazo 5 cartas al azar. Se colocan en orden de manera que pueda contarse
una historia —se puede dejar 1 o 2 cartas y cambiarlas por otras—. A continuación se escribe
la historia.
3. Se saca una carta del mazo y se empieza a escribir una historia. Para continuarla se
saca otra carta y se sigue escribiendo. Se continúa hasta haber sacado un mínimo de 5 cartas y
un máximo de 10. (¡ojo!: las cartas se sacan de una por una, nunca todas juntas.)
4. Se reparten 5 cartas por persona. Cada una las coloca en orden de manera que pueda
escribir una historia. Si lo desea puede dejar 1 o 2 cartas y cambiarlas por otras. En lugar de
escribir la historia, anota el orden que le dio a las cartas y se las pasa a su compañero de la
derecha que repite la operación. Después se comparan oralmente las historias que pensó cada
uno.
5. En este juego pueden jugar entre 4 y 30 participantes. El primer jugador saca una
carta al azar y empieza a contar a todo el grupo una historia referida a la acción de la carta.
Luego pasa el mazo al jugador de la derecha quien saca otra carta y continúa la historia que
comenzó el primero. Así hasta el último jugador o hasta terminar las cartas. Después, cada
participante escribe lo que recuerda de la historia contada por todos.
6 En este juego juegan 2 participantes con un solo mazo. Cada uno saca una carta y
escribe el comienzo de una historia con ella. Cuando termina le pasa el texto inconcluso a
su compañero. Este saca otra carta y continúa la historia que recibió del compañero
anterior. Cada uno sacará un mínimo de 3 y un máximo de 6 cartas.
Ayuda
En las historias puede haber personajes muy distintos. Como ayuda te presentamos
algunos que podrás usar si te interesa.