El Nuevo Escrituron

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El nuevo Escriturón

Curiosas y extravagantes
actividades para escribir

Maite Alvarado, Gustavo Bombini


Daniel Feldman, Istvan

Adaptación Sánchez de Tagle


y Gerardo Cirianni

Primera edición, Bs. As.: El Hacedor Ediciones 1993


ISBN 987-99624-0-0

Primera edición en Libros del Rincón: 1994


Primera reimpresión: 1995

Producción: SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA


Unidad de Publicaciones Educativas
Isabel la Católica 1106
Col. Américas Unidas
03610 México, D.F.
Tel. 674 32 22 / Fax 674 32 87

Diseño: Peggv Espinosa

D.R. © de la edición
Consejo Nacional de Fomento Educativo
Av. Thiers 251, 10º piso
11590 México, D.F.

ISBN 968-29-6395-8

Impreso y hecho en México


El nuevo Escriturón

En la Mesopotamia, en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates, se encontraba la ciudad


sumeria de Ur.
Hace algunos años, excavando en la región, un grupo de arqueólogos dio con los
restos de un antiguo libro escrito con trazos de punzón sobre tablillas de arcilla.
Cuando se tradujeron los textos, se descubrió que con aquel libro aprendían a
escribir los niños sumerios 2500 años antes de Cristo.
Se lo bautizó ESCRIT-UR-ON (o Gran libro de escritura de Ur), por semejanza con
el ESCRIT-URUK-ON, encontrado años antes en la región de Uruk.
Hoy, a casi 4500 años del primer ESCRIT-UR-ON, nos complace hacer llegar a
nuestros lectores una versión actualizada de aquella obra, adaptada a las exigencias
de la escritura moderna.

Claves secretas
(que conviene recordar) para trabajar con el Escriturón

1. Los ejercicios pueden hacerse en equipo.

2. Escribe en tu propia hoja y no en las páginas del libro.

3.Notires los textos que escribas. Guárdalos en un cuaderno o en una carpeta. Al final
tú y tus compañeros pueden integrar una antología del grupo.

4. Resuelve las actividades empezando por las primeras, que son las más fáciles y
éstas te ayudarán a resolver las que siguen.

5. Las actividades te hacen ordenar, transformar, reducir y ampliar textos, describir,


narrar, combinar palabras y partes de palabras, jugar con el abecedario y con el
vocabulario e inventar historias. En cada capítulo se presta más atención a alguna de
estas cosas.

6. Acuérdate del dicho: Un solo texto no hace escritor. Resuelve todas las actividades
y tantas veces como te haga falta.

7. Es importante que otros lean lo que escribes. Lee tus textos a tus compañeros y
amigos o intercámbialos con los de ellos.

8. No te apresures. Tómate tiempo para pensar lo que escribes.

9. Corrige y reescribe tus textos todas las veces que sea necesario.
El capítulo de la lechuza

La lechuza suele pasarse horas sobre una rama observando lo que sucede a su
alrededor. Siempre parece concentrada y tiene una mirada muy penetrante.

En este capítulo deberás comportarte como la lechuza:


Prestar atención para ordenar textos desordenados.
Describir con minuciosidad distintas cosas. Contar con lujo de detalles historias
intrigantes.

Las travesuras de Crapul

El señor Mustaqui tiene de visita en su casa a un extraterrestre que no sabe lo que es


bañarse y está muy interesado en aprender. Se dispone a intentarlo en este momento.
Para orientarlo, el señor Mustaqui le dio una hoja con las instrucciones, pero el
travieso Crapul, su hijo menor, cambió esa hoja por otra en la que las instrucciones
están desordenadas.

¿Qué te parece si ayudamos al extraterrestre y numeramos las instrucciones para


bañarse en el orden correcto? (El orden de los pasos es fundamental en las instrucciones,
ya que si se altera o se omite alguno, es probable que las cosas no salgan bien.)

 Abrir la llave.
 Enjabonarse por partes.
 Tomar una toalla.
 Meter la otra pierna.
 Desvestirse.
 Sacar una pierna de la tina.
 Enjuagarse por partes.
 Poner el tapón a la tina.
 Frotarse con la toalla hasta quedarse seco.
 Esperar a que se llene.
 Sacar la otra.
 Sentarse en el agua.
 Retirar el tapón de la tina.
 Envolverse en la toalla.
 Probar la temperatura del agua con el dedo gordo del pie.
 Pararse.
 Meter una pierna.
 Mientras se va el agua, abrir la llave para terminar de enjuagarse.
Instrucciones inútiles

... Llegado el llanto, se tapará con


decoro el rostro usando ambas manos con la
palma hacia dentro. Los niños llorarán con la
manga del saco contra la cara, y de
preferencia en un rincón del cuarto.
Duración media del llanto, tres minutos.*

Las acciones de todos los días, cosas que hacemos mecánicamente, como rascarnos
la oreja, abrir la puerta o masticar un chicle, pueden ser tareas complicadísimas para
alguien que nunca las haya realizado. Julio Cortázar, en Historias de cronocopios y de
famas, escribe instrucciones para hacer las cosas más simples, como subir la
escalera, llorarán o la cuerda al reloj.

¿Te animas a escribir e ilustrar paso por paso -como si fuera un folleto que acompaña
algún producto de funcionamiento complicado- las instrucciones para hacer alguna de las
siguientes cosas?

 sacar piojos de la cabeza de otro.


 comer calabazas.
 guiñar un ojo.
 caminar.
 sacar la lengua.
 dar lástima.
 olvidarse de una cita.
 rascarse.
 comer un taco con mucha salsa.
 Perder el tiempo.

* Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, Buenos Aires, Minotauro,1976.

Guión

Cuando un guionista escribe un guión para la historieta, divide la hoja en dos: anota
los diálogos entre los personajes de la derecha y describe lo que se va a ver en el
cuadro en cada cuadrito a la izquierda. El dibujante luego dibuja lo que el guionista
describió.

Por ejemplo, si el guion dice:

Adelante, camino a la escuela


va Pepe vampiro* platicando
con su mejor amigo a quien dice: -Estoy seguro que la escuela te
gustará muchísimo.
Atrás, el chango Micolás
escucha a su amigo y piensa: " Voy a tener muchos amigos ¡Y
una maestra!"

El dibujante puede hacer esto:

Y si el dibujante hace esto:

Ver Figura

¿qué dirá el guión? (ojo: lo que no esté escrito no aparece dibujado)

*Pepe Vampiro es un personaje del libro Micolás, Boruca y Marango del autor Edson
Gabriel García publicado por Libros del Rincón 1992.

Figuras

En los dibujos están representados los frentes de seis casas distintas .

1. Elige una de ellas y escribe una descripción lo más detallada posible, sin decir de qué
casa se trata.

2. Pásale la descripción un compañero para que dibuje la casa siguiendo tus


indicaciones (¡Sin mirar el libro!).

3. Cuando terminen, comparen el dibujo con el original: ¿Son parecidos? ¿Están todos
los elemento? ¿Están en el lugar adecuado? ¿Tienen, más o menos, el tamaño que
corresponde? Si hay diferencias, controlen de quién es el error.

Éste es un ejercicio divertido para intercambiar descripciones entre dos.

VER FIGURA

Para volverse chino

Chong-Li nunca había salido de China. Y siempre había comido con palitos. Hasta que la
familia Mustaqui lo invitó a pasar unas vacaciones en su casa. Allí conoció el tenedor. Y el
pequeño Crapul., el hijo menor de los Mustaqui, comió con palitos por primera vez ya que
Chong-Li trajo de regalo un juego de palitos para la mesa. En una carta a sus hermanos,
Chong-Li les explica que es el tenedor: cómo es, para qué sirve y cómo se usa.

1. Antes de escribir, Chong Li que, como buen chinito, en muy ordenado respondió las
siguientes preguntas:

 ¿Para qué sirve un tenedor?


El tenedor es un instrumento
que sirve para comer alimentos
sólidos.
 ¿En cuántas partes se puede
dividir un tenedor?
En dos partes..

 ¿Cuáles son?
Parte superior en donde
están los dientes y parte
inferior o mango.

 ¿Cómo es cada una de esas partes y por qué son así?


La parte superior está formada por cuatro dientes largos, delegados, rígidos,
terminados en punta y ligeramente curvos. Esta parte es así para poder recoger el alimento
del plato o bien pincharlo con las puntas.

Con los extremos laterales de la parte superior se puede partir del alimento cuando no
es muy duro y no se requiere del cuchillo: verdura, pescado, etcétera.

La parte inferior o mango es rígido, y ligeramente curvo y mide aproximadamente diez


centímetros.

VER ESPACIO

2. Ahora sí, ¿te animas a describir como lo haría Chong-Li una cuchara, un destapado, o
unas tijeras?

Cuando describas uno o todos estos objetos, responde las mismas preguntas que Chong-
Li elaboró para describir el tenedor: ¿Para qué sirve? ¿En cuantas partes se divide?,
etcétera.

¿Cucurucho o palito?

A veces pasa que uno no encuentra el lápiz, y resulta que lo tiene en la mano.
A veces pasa que de tanto ver una cosa nos olvidamos de cómo es exactamente
(como le pasó a una cantante el día que le preguntaron si el micrófono con el que
cantaba sus melodías tenía forma de palito o de cucurucho).

Te desafiamos a que describas con la mayor precisión posible (y sin mirar previamente):

1. la rueda del camión que tomas todos los días.


2. La puerta de la casa del vecino.
3. La mesa de la cocina.
4. El piso de tu casa.
5. Una naranja.
6. El dedo gordo de tu pie.
7. Los botones de tu camisa.
8. La bolsa o mochila donde cargas tus cuadernos.
Coche de caballos eléctrico

Cuentan que cuando los rusos vieron por primera vez un tranvía, no sabían cómo
llamarlo y le pusieron “coche de caballos eléctrico”, ya que funcionaba con electricidad
y se desplazaba transportando gente, como los coches de caballos a los que ellos
estaban acostumbrados. Algo parecido les pasó a los conquistadores cuando
descubrieron en América especies animales y vegetales que no conocían y para las
que no tenían nombre: las describían por comparación con lo que conocían. Así, por
ejemplo, describían al colibrí o chuparrosa como un abejorro —especie de abeja
grande— porque su aleteo es tan veloz que produce un zumbido.

¿Cómo describiría un lápiz, un avión o un despertador alguno de los siguientes


personajes?:

 Un hombre de las cavernas.


 Un guerrero de la antigüedad.
 Un extraterrestre.

Ornitholestes y Ornitorrinco

Como para describir usamos palabras y las palabras se dicen o se escriben una
después o detrás de otra (es imposible decirlas todas a la vez), es necesario dividir o
descomponer el objeto que se describe en partes, como hizo Chong-Li con el tenedor,
o como hace el científico Edwin Colbert con el siguiente animal prehistórico:

El Ornitholestes
…su largo no era de más de un metro cincuenta a un metro ochenta, y en él se incluye la
larga y afinada cola que, como una palanca, servía para balancear el peso del cuerpo. En
todo su aspecto fue un dinosaurito ágil y gracioso; sus patas posteriores eran fuertes y
semejantes a las de las aves; probablemente corría sobre ellas a través de los densos
verdores tropicales con agilidad y ligereza, lanzándose de aquí para allá en busca de su
presa. Las patas anteriores del Ornitholestes eran relativamente pequeñas y estaban
provistas de dedos largos y aptos para la prensión, con los cuales el animalito podía asir su
alimento. El cráneo era también pequeño, alto y estrecho, armado con dientes afilados
aptos para morder y desgarrar. En su conjunto era un mecanismo pequeño, eficiente para la
captura de presas pequeñas…

Para Edwin Colbert, el conjunto del Ornitholestes es un mecanismo, compuesto de distintas


piezas que le sirven al animal para hacer cosas diferentes:

cuerpo cabeza
cola patas patas dientes
larga y fina para posteriores anteriores afilados para
balancear el fuertes dedos largos morder y desgarrar
peso para correr para prensión
Todas las piezas, como ocurre en un reloj, están relacionadas entre sí y, en su conjunto, le
permiten al animal sobrevivir.
*Edwin Colbert, El libro de los dinosaurios, Buenos Aires, EUDEBA, 1964.

Aquí te presentamos un retrato de un ornitorrinco, animal raro, si los hay. ¿Te animas a
describirlo tan detalladamente como Edwin Colbert describió al Ornitholestes?

VER FIGURA

Ayuda

1.Observa atentamente al ornitorrinco.

2.¿Qué partes de su cuerpo te parecen más notables? ¿Por qué se te ocurre que serán
así? Teniendo en cuenta la conformación del ornitorrinco, ¿de qué vivirá?, ¿dónde vivirá?,
¿cuáles serán sus costumbres?, ¿cómo se desplazará?

3.Describe al animal tomando en cuenta tus respuestas. Puedes buscar y agregar


información extra si te parece necesario o conveniente.

Moléculas

Una acción es algo que alguien hace, como por ejemplo, comer, jugar, dibujar,
molestar, cantar... Si analizáramos una acción en detalle, comprobaríamos que está
compuesta de otras acciones, y éstas a su vez de otras, y así sucesivamente, hasta
llegar a acciones mínimas, indivisibles como moléculas. Por ejemplo, comer consiste
por lo menos en las siguientes acciones: llevarse la comida a la boca puede consistir
en recogerla con un cubierto o tomarla con la mano, mover la mano —con o sin
cubierto— en dirección a la boca, abrir la boca e introducir en ella el alimento (lo que
se llama “bocado”), etcétera.

1. ¿Qué acciones componen la acción de “comer un taco”? Escribe las acciones en el orden
en que se realizan.

2. Toma algunas —¡O todas!— de las acciones que componen la acción de “comer un taco”
y escribe las acciones de que se compone. Por ejemplo, ¿qué acciones componen la
acción de preparar los ingredientes para hacer un taco?

3. Y puedes seguir:

descomponiendo

descomponiendo descomponiendo

descomponiendo descomponiendo descomponiendo descomponiendo

descomponiendo descomponiendo descomponiendo descomponiendo


descomponiendo descomponiendo
Biografías

En la enciclopedia puedes encontrar nombres y descripciones de lugares (países, ciudades,


ríos, montañas, mares) y también nombres de personajes famosos de la historia
acompañados de una breve biografía, donde se cuentan las acciones más importantes que
llevó a cabo ese personaje, dónde y cuándo.

Tsin-Chi-Hoang-Ti. Emperador de China. Heredó uno de los siete reinos en que entonces se
dividía el Imperio, venció a todos los príncipes rivales y extendió su poder a todo el país.
Combatido por los sabios, mandó destruir todos los libros antiguos. Construyó la Gran
Muralla. Vivió de 259 a 210 a. de J.C.*

Te proponemos alargar la biografía de Tsin-Chi-Hoang-Ti descomponiendo las acciones


que están en negrita, como hiciste con la acción de “comer un taco” en la página 26. Para
ayudarte, empezamos nosotros:

Venció a todos los príncipes rivales

1.Buscó aliados entre los reinos vecinos...


2.Organizó una escuela de guerreros...

* La biografía de Tsin-Chi-Hoang-Ti se sacó del torno 5 del Diccionario Enciclopédico


Ilustrado Sopena, Barcelona, Sopena, 1991.

La respiración del texto

El punto y aparte le permite respirar al texto: es una pausa, un blanco, y también un


descanso para el lector. Cuando llegamos a un punto y aparte, podemos levantar la vista y
reflexionar sobre lo que acabamos de leer.
Pero no es ésta la única función del punto y aparte. Su función principal es la de dividir el
texto en párrafos, en bloques de oraciones. ¿Y para qué dividir el texto? Para ayudar al
lector a avanzar gradualmente, a organizar en su cabeza la información que va recibiendo.
En un relato, el punto y aparte puede dar paso a una descripción detallada de un lugar o
de un personaje, a un hecho o una acción importante para la continuidad de la historia, a la
aparición o intervención de un nuevo personaje o de un personaje distinto a los
mencionados hasta entonces, a un cambio de escenario o lugar de la acción, a un avance o
retroceso en el tiempo que nos ubica en un momento anterior o posterior...

En el texto de la siguiente página se han eliminado los puntos y aparte, así que es un
texto sin respiro. Te invitamos a dividirlo en ocho párrafos.
En una hoja aparte, escribe la palabra en donde creas que debe ir el punto y aparte y no
punto y seguido como lo escribimos aquí. Seguramente te llamará la atención el relato de lo
que sucede a Inés. Ella es una niña a quien de repente se le aparece un monstruo en el
bolsillo. Al principio está encantada con la idea, pero, poco a poco la vida comienza a
complicársele y después ya no sabe qué hacer con el monstruo.

A mí cuando estoy preocupada se me revuelve el estómago. (Eso de los estómagos


revueltos es cosa de mi abuela, como la cuestión de los nudos en la garganta y de las
almas que se caen al suelo.) Y, como cualquiera puede darse cuenta, cuando los
estómagos están revueltos la comida no les entra. Fue por eso que la noche del
cumpleaños de Yanina le dije a mi mamá que no quería comer. (“Cada día estás más flaca”,
“no sé cómo quieres crecer sin comer”, “la semana que viene te llevo con la doctora porque
esto no puede seguir así”, etcétera: mi mamá no es partidaria de los estómagos revueltos.)
Me fui corriendo a mi pieza, me puse el camisón y me metí a la cama. La falda escocesa se
quedó tirada sobre mí silla. No me preocupé por ordenar nada y ni siquiera me lavé los
dientes (eso, según mi mamá, me va a costar varias caries). Lo único que quería era
acostarme, taparme bien con la cobija y pensar en todo lo que estaba pasando. Lo malo de
ponerse a pensar es que el que piensa no puede organizar lo que va pensando. Por
ejemplo, yo quería pensar ordenadamente en todo lo que había pasado esa semana y
empezaba a pensar en cosas que no tenían nada que ver, esas salchichas con cara que
había inventado la mamá de Yanina, en la cara de Federico cuando me vio el broche y
también sobre todo en esos dos o tres puntitos de sangre en el tobillo de Verónica. A cada
rato me decía: “Yo no tengo la culpa. Fue mi monstruo”. “Mi monstruo y yo, yo y mi
monstruo”, eso era lo que yo pensaba todo el tiempo. La falda escocesa seguía tirada en la
silla. “¿Cómo hará para salir del bolsillo?”, me preguntaba. Al fin y al cabo no era la primera
vez que mi monstruo tomaba las cosas por su cuenta y ¿saltaba?, ¿volaba?, ¿flotaba?, en
busca de alimento. Tal vez si apagaba todas las luces y me quedaba quieta en la cama,
espiando, podría verlo salir de su nido y volar por el aire. Pero no era muy probable. Ya se
había comido el encaje de las tobilleras de Verónica. Y seguramente estaba lleno, sin
hambre.*

*Graciela Montes, Tengo un monstruo en el bolsillo, México, Libros del Rincón, 1992, p. 41
y 42.

A engordar el sujeto y el predicado

Cualquier oración sencilla, como

El dragón atacó la ciudad,

puede engordar hasta convertirse en una gran oración o en un pequeño relato. Un


lector curioso podría hacer crecer fácilmente el sujeto de esa oración, imaginando de
dónde es el dragón, cómo es, cómo se llama, cuál es su historia… Por ejemplo:

El dragón Cienfuegos, el que destruyó la ciudad de Tlon, hijo del temible Fierabrás, que vive
en el corazón del volcán Eructrón y tiene el cuerpo cubierto de escamas brillantes como
esmeraldas y un aliento capaz de secar bosques y petrificar al ganado, atacó la ciudad.

Pero como nos quedó la oración “con cabeza de gigante y cuerpo de gnomo”,
podemos ahora hacer crecer el predicado, para equilibrarla. Podríamos formularle al
predicado las siguientes preguntas (y responderlas, claro): ¿cómo fue el ataque?,
¿cuándo?, ¿desde dónde?, ¿por qué atacó?, ¿qué efectos produjo el ataque?:

El dragón Cienfuegos, el que destruyó la ciudad de Tlon, hijo del temible Fierabrás, que vive
en el corazón del volcán Eructrón y tiene el cuerpo cubierto de escamas brillantes como
esmeraldas y un aliento capaz de secar bosques y petrificar al ganado, atacó la ciudad
desde el norte, sorpresivamente, al caer la noche, asolando los campos, arrancando los
árboles de raíz, incendiando la chozas de madera y los techos de paja, y convirtió la región
en un páramo desolado.
Haz crecer las siguientes oraciones, engordando primero el sujeto y después el predicado:
1. Los cinco horribles estaban tristes...
2. Galileo no podía leer...
3. Agustina levantó el vuelo…
Genealogías

Una genealogía es el conjunto de los antepasados de una persona. También se llama


genealogía al cuadro que muestra esa historia familiar. Cuando ese cuadro se hace en
forma de árbol, se llama árbol genealógico.

Rastrea entre los miembros de tu familia los nombres de tus bisabuelos, tus abuelos y tíos
abuelos, tus padres y tus tíos. Una vez recogida esta información, ya puedes armar un árbol
genealógico, como el de arriba (cuanta más información reúnas sobre tu familia, más rico
será tu árbol).
El árbol puede construirse en forma ascendente, subiendo desde el tronco, que es el
antepasado más antiguo que se conoce, hasta las ramas más recientes, de modo que las
ramas muestren quiénes son hijos de quiénes. Si no se tiene toda la información necesaria
para completar el árbol, se pueden dejar ramas en blanco. Veamos el árbol que la joven
Ana María hizo de su familia.

Ayuda

Para hacer el árbol, usa una hoja de papel grande. Tendrás que hacer primero el árbol
de tu familia materna (de tu mamá) y después el de tu familia paterna (de tu papá), o
al revés. La rama que corresponda a tu mamá y la que corresponda a tu papá se
juntarán y de ahí saldrás tú (y tus hermanos, si los tienes).
¿Hay nombres que se repiten en tu árbol? ¿Cuáles se repiten más ¿Por qué se
repetirán? ¿Van cambiando los nombres con el tiempo? ¿Cambian según los lugares
de origen?

La descripción que falta

En algunas narraciones, los autores prefieren relatar los acontecimientos y no se


preocupan mucho por describir a los personajes. ¿Cómo serían?, ¿qué aspecto
tendrían? En un viejo cuento ruso que se llama “Historia del príncipe Iván, la niña
bruja y la hermanita del Sol” sucede algo así. Lo que sigue es una parte de ese
cuento:

Más cerca, más todavía. El príncipe Iván, montado en su caballo negro no podía correr a
mayor velocidad y su fin parecía haber llegado. Pero en el instante preciso alguien le ayudó
a detener a su hermana de los dientes de hierro: era el gigante Lanzador de Montañas,
quien había visto desde la altura la desigual persecución. Recordando entonces la bondad
del príncipe amenazado, levantó la montaña más alta y la arrojó contra la espantosa
criatura. La hermana de los dientes de hierro se vio obligada a abrirse paso a fuerza de
mordiscos, y aunque la barrera montañosa permitió al caballo negro aumentar la distancia
que separaba al príncipe de su hermanita bruja, pronto ésta dejó atrás la montaña y dio
alcance al fugitivo.
Mas a lo lejos veíase ya el castillo de la adorable hermana del Sol formado por nubes,
irisado por todos los colores, resplandeciente sobre el confín del mundo.
-¡Auxilio, hermanita del Sol! —gritó el pequeño príncipe. Agitó el caballo negro la cabeza
nerviosamente, afirmó más aún sus cascos en el suelo y galopó con velocidad redoblada.
Pero la niña bruja, lanzando tras ellos gritos feroces, se acercaba por instantes.
-¡Ya estás en mi poder! ¡Ahora sí voy a devorarte!
Pero la hermanita del Sol había escuchado la llamada de Iván. Se asomó por una de las
ventanas, la abrió de par en par, y cuando la bruja tendía hacia el príncipe sus enormes
manos, el caballo negro, dando un salto prodigioso, se elevó del suelo, penetró por ella y
descendió con su jinete en el interior del castillo.
—No quiero, y tú no puedes impedir que se quede conmigo —contestó pausadamente la
hermanita del Sol.
Entonces la niña comenzó a achicarse, y se fue haciendo pequeñita, pequeñita, hasta
tener el tamaño de una niña normal.

VER FIGURA

Busca la parte, o las partes del texto, donde se pueda intercalar una descripción del
gigante Lanzador de Montañas, y en una hoja aparte escríbela. Después haz lo mismo con
la hermana bruja de los dientes de hierro y con el castillo de la hermanita del Sol.*

* “Historia del príncipe Iván, la niña bruja y la hermanita del Sol” en Cuentos del país de las
nieves, México, Renacimiento, 1959.

La verdadera historia del robo misterioso

Hay relatos que no dan toda la información que necesitamos para saber qué pasó. Leemos
la crónica de un robo, un secuestro o un asesinato en un diario y la información es escasa.
Inmediatamente empezamos a imaginarnos una cantidad de detalles, personajes, hechos
que no aparecen contados allí.
La noticia sobre el “Robo misterioso” aparecida en un periódico de México nos dejó con un
montón de dudas:

Robo misterioso
Un sujeto armado asaltó empleados. El gente. El empleado, que
ayer la Oficina de malviviente. según se vio obligado a
Correos que se testigos del hecho, era un entregar el saco, declaró
encuentra en la plaza del hombre de baja estatura. que ignora para qué pudo
centro. Según pelo cano y vestía haberse llevado el ladrón
informaciones pantalones azules y un saco que contenía
extraoficiales el hecho chamarra verde. El correspondencia para un
sucedió cuando un individuo salió de la pueblo cercano.
individuo entró al lugar, oficina con un enorme
pistola en mano, y saco y se dio a la fuga
amenazó a uno de los ante el asombro de la

Te proponemos que agrandes esta nota agregando, donde te parezca conveniente, las
descripciones de la Oficina de Correos y de la plaza del lugar donde vives.

La verdadera historia del robo misterioso contada por los vecinos

Si relees el texto anterior, verás que se mencionan ciertas “informaciones


extraoficiales”, que son más que los comentarios de los supuestos testigos del hecho.

Esta vez te proponemos que agrandes la nota agregando los testimonios de los vecinos
que conocen al empleado de correos, o de otros que vieron al maleante en plena acción.
Para escribir los testimonios, es necesario utilizar el discurso directo, es decir que las
palabras de los vecinos-testigos deben aparecer escritas. Ellos dan fe de lo que vieron. Si
ellos lo cuentan, la nota periodística se vuelve más creíble.
¡Ah!, una última aclaración: las palabras en discurso directo (lo que digan los vecinos, en
este caso) van entre comillas.

Pero... ¿cómo sucedió el robo misterioso?

Puedes ampliar la historia del robo misterioso a partir de las acciones. Recuerda el
ejercicio de la página 26, en la que descomponíamos la acción de “comer” y decíamos
que incluía, por lo menos, las acciones de “llevarse la comida a la boca”, “masticarla”,
“tragarla”.

La nueva historia del robo misterioso

Y ahora sí, haz la tuya.

En forma individual o en grupo escribe “La nueva historia del robo misterioso”, en la que
puedes incluir todo lo que ya escribiste: las descripciones, los testimonios de los vecinos, el
detalle de las acciones. Además puedes inventar nuevos personajes, hacer avanzar los
hechos, trabajar con la intriga, el suspenso, en fin, se trata de que conviertas la breve y un
poco pobre noticia del robo misterioso en un apasionante relato.
El capítulo de sirenas y centauros

La sirena y el centauro son seres fantásticos, mitad humanos y mitad animales.

En este capítulo también se proponen combinaciones extrañas, pero de palabras y


partes de palabras que no tienen nada que ver entre sí. Como resultado de esas
mezclas, se obtienen objetos, animales y oficios extravagantes.

Duerme, duerme, murcielaguito

La o y la u son las vocales llamadas oscuras o graves. Si les llama así porque al
pronunciarlas la boca se cierra mas que al pronunciar la a, la e o la i. La boca se
transforma entonces en un túnel o una gruta a la que entra poca luz y en cuyo fondo,
cerca de la garganta —el precipicio que cae hacia las profundidades del cuerpo—, se
pronuncian o y u. Por ser profundo, su sonido es grave. ¿Será por eso por ser
oscuras y graves que las dos vocales suelen aparecer en palabras como muerto,
hondo, horror, hueco, dolor, lobo, hongo, futuro, humus, humo?
¿Será también por eso que muchas palabras que se escriben con la combinación fl
indican cosas débiles o frágiles, como: flaco, flojo, fluído, flor, flama, flujo, flota, fleco?
¿Será por eso que muchas palabras que se escriben con r están vinculadas con
cosas duras o violentas como:
roca, rotura, rígido, rencor, refriega, reprender?

1. Escribe diez palabras con el grupo fl, que tengan que ver con cosas frágiles o livianas.
2. Escribe diez palabras con r que tengan que ver con cosas duras o violentas.
3. Escribe diez palabras con o y diez palabras con u que tengan que ver con cosas oscuras,
graves, escondidas.
4. ¿Te animas a usar las palabras que encontraste con o y con u para
escribir una “Canción de cuna del murcielaguito”, que podría empezar así?:

“Duerme, duerme, murcielaguito...”

Puedes usar también las que se presentan más arriba en el ejemplo.

Constelaciones

Una constelación es un conjunto de estrellas. Pero puede haber constelaciones de


palabras. Todos tenemos en nuestra cabeza constelaciones de palabras que nos permiten
entender lo que escuchamos y leemos y también nos permiten hablar y escribir. ¿Qué
significa esto? Que cuando escucho, pienso o leo una palabra (por ejemplo, cerdo),
enseguida me acuerdo de muchas otras que tienen que ver con ella: por ejemplo, puedo
acordarme de lerdo, cuerdo, muerdo, porque suenan parecido a cerdo; y también puedo
acordarme de vaca, caballo, oveja, porque son animales que suelen convivir con el cerdo; o
puedo acordarme de marrano, lechón, porcino, que son otros nombres del cerdo; incluso
puedo acordarme de puerco, cochino, que también son nombres del cerdo y que además se
usan para significar sucio; o pueden venirme a la mente algunos cerdos célebres, como los
tres cochinitos de la canción de Cri Crí; o los productos que se sacan del pobre cerdo: el
jamón, el tocino, la chuleta...

Vamos a hacer una constelación con la palabra atole. Primero vamos a rodearla de otras
palabras que suenen parecido (pusimos algunas de ejemplo), y después de todas las cosas
que nos recuerde el atole (también hay algunas de ayuda):

Si quieres seguir haciendo constelaciones, prueba con:

* río * tortilla
* perro * tormenta

Etimologías fantásticas

En los diccionarios etimológicos se cuenta la historia de las palabras: de qué otras palabras
más antiguas vienen, qué significaban esas palabras y cómo se relacionan entre sí. Por
ejemplo:

fideo: Del latín fides: cuerdas de la lira, por la semejanza entre éstas y los fideos, que son
“pastas de harina en forma de cuerdas delgadas”.
soltero: Del latín solitarius: solitario, de solus: solo. “Que no está casado aún.” También es
“suelto, libre”.*

¿Te animas a inventar las etimologías de las siguientes palabras?:


* mercado
* panteón
* madreselva
* pizarrón
* antifaz

(Si hay alguna que no conozcas, averigua su significado.)


*Fernando Corripio, Diccionario etimológico abreviado, Barcelona, Bruguera, 1979.

Nombrario

mi nombre crece continuamente, de modo


que mi nombre es como una historia. Los nombres
verdaderos os cuentan la historia de quienes los
llevan, en mi lenguaje, en el viejo éntico…*

Un Nombrario es un diccionario de nombres propios. En ese diccionario podrían estar


todos los nombres de persona del mundo, acompañados de una definición y una
pequeña historia inventadas.
Te proponemos que contribuyas con el nombrario inventando la definición de los
siguientes nombres (el primero es un ejemplo):

• Godofredo: Nombre de origen bárbaro, en un principio feroz. Cuando un Godofredo


invadía un territorio, los antiguos habitantes huían aterrorizados, porque se rumoreaba que
los godofredos descendían de los ogros y conservaban su pésima costumbre de devorar
niños. Eran corpulentos y pesados, barrigones y de digestión lenta. Con el tiempo, el
nombre se generalizó para los gorditos simpaticones y hoy en día ha caído en desuso.

 Esperanza  Nepomuceno  Diana


 Anacleto  Robustiano  Marcos
 Esmeralda  Isidro  Norma
 Romualdo  Ramsés  Margarita
 Armelinda  Ángel  Luz

*J.R. Tolkien, El Señor de los anillos, Buenos Aires, Minotauro, 1987.

Igual a su nombre

Un topónimo es el nombre de un lugar.


¿Cómo será un lugar llamado Agua Prieta? ¿Y El Fuerte? ¿Y Paso de ovejas?

Elige dos de los siguientes topónimos (tienen que ser nombres de lugares que no
conozcas):

*Este ejercicio lo inventó Gloria Pampillo, la autora de Palabrelio y Avestruces y piratas.

Si ése fuera el nombre de una ciudad y la ciudad fuera igual a su nombre, ¿dónde estaría
ubicada: en qué país, en qué estado o municipio, en la llanura o en la montaña...? ¿Cuántos
habitantes tendría? ¿De qué vivirían? ¿Tendría puerto? ¿Cómo se llegaría a ella? ¿Cómo
sería su clima? ¿Cuándo habría sido fundada y por quién? ¿Quién sería su patrono? ¿Cuál
sería la fiesta más importante? ¿Cuáles serían sus atractivos turísticos? ¿A qué se debería
su nombre? ¿Te animarías a dibujar un mapa de la ciudad?
Una vez que hayas respondido las preguntas anteriores, junta todos los datos y escribe
una descripción de esa ciudad.

Tumbaburros

En el diccionario puedes encontrar casi todas las palabras que existen en una lengua
(decimos “casi” todas, porque nuestro lenguaje se va renovando día a día con palabras
inventadas que a veces se usan un tiempo y luego caen en desuso, y por lo tanto, no llegan
a integrar el diccionario). Como todos sabrán, el diccionario de la lengua española contiene
las palabras ordenadas alfabéticamente de la A a la Z. Claro que si uno quiere enterarse de
lo que significa una palabra, tendrá que saber, además, cómo orientarse una vez dentro del
diccionario; porque allí encontrará abreviaturas y signos diversos que indican cómo
interpretar los significados. Veamos:
B
b a f Segunda letra del alfabeto que representa el fonema consonante bilabial sonoro.
Su articulación es oclusiva cuando aparece al principio de la palabra o después de
una consonante nasal, como en basta o cambio, mientras que en las demás
posiciones es fricativa, como en cantaba y abre. Su nombre es be, be grande o be
alta.
bacteria & f Organismo vegetal microsc6pico, unicelular, sin núcleo ni clorofiIa, que se
encuentra en el aire, el agua, la tierra, los cuerpos de los seres vivos, etc. Algunos de
ellos provocan enfermedades y otros se utilizan en fertilizantes, medicamentos, etc.
bagazo s m Residuo fibroso que queda de un tallo, un fruto, una semilla, etc cuando se
les ha sacado el jugo o la pulpa: bagazo de la caña.
bailar v intr (Se conjuga como amar} 1 Mover rítmica y armónicamente el cuerpo una
persona, siguiendo el compás de una pieza musical 2 Moverse repetidamente algo sin
salirse de un lugar determinado porque tiene juego o está suelto 3 Bailar un trompo,
una pirinola, etc 1-hacer que. giren sobre sí mismos.
bailarín 1 s Persona que se dedica profesionalmente al baile 2 adj Que baila: perro
bailarín muñeca bailarina.

¿Te animas a definir las siguientes palabras como lo haría el diccionario?

 onagro
 roseta
 sinergia
 peraleda
 avenate
 destoconar

Ayuda

Para que tu definición se parezca lo más posible a una definición de diccionario,


acuérdate de escribir primero qué clase de palabra es (sustantivo, adjetivo, etc.);
segundo, el género (masculino, femenino), si corresponde; tercero, si das más de una
definición, sepáralas con doble barra (/ /), aclara la clase de palabra y el género cada
vez y pon un ejemplo de cada una.
También pueden jugar al diccionario. Se juega en grupo: uno del grupo busca las
palabras en el diccionario y anota las definiciones. Los demás tienen que inventar sus
definiciones. Cuando terminan, se las entregan al que tenga el diccionario y éste lee
todas las de cada palabra, incluyendo la verdadera, a ver si adivinan cuál es. Los que
adivinen —y también los que hayan escrito las definiciones con la mayor cantidad de
votos— tienen un punto por cada acierto o por cada voto a favor.

El armario del perro


El armario del perro (...) es un armario especialmente
ideado para contener la mantita del
perro, los diferentes bozales y correas, las
pantuflas anti-hielo, la capa de borlitas, los
huesos de goma, muñecos en forma de gato, la
guía
de la ciudad (para ir a buscar la leche, el
periódico y los cigarros a su dueño... *
Gianni Rodari era un maestro y escritor italiano al que le gustaba jugar con sus
alumnos a inventar historias y personajes fantásticos. En su libro Gramática de la
fantasía cuenta cómo lo hacían. Una forma era el binomio fantástico. “Binomio”
porque se unían dos elementos, dos palabras, y “fantástico” porque de la unión podía
resultar algo inventado, o divertido, o raro. Hay varias formas de jugar al “binomio
fantástico”. Esta es una:

1. Corta ocho tiras de papel y en cada una escribe una palabra de la lista siguiente y haz
bolitas con ellas:

 ciclomotor
 espejo
 conejo
 armadura
 puercoespín
 caballo
 dentadura
 antifaz

* Gianni Rodari, Gramdtica de la fantasía, Barcelona, Reforma de la Escuela, 1972.

2. Corta otras ocho tiras y en cada una escribe una palabra de la lista siguiente y haz bolitas
con ellas. ¡Que no se te mezclen con las otras!

 cueva
 perchero
 ojo
 pandereta
 volcán
 sótano
 océano
 cancha

3. Toma una bolita de cada grupo y fíjate qué palabras te tocaron.

4. Une las dos palabras que te tocaron con una preposición (a, ante, bajo, con, contra,
de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras). Puedes probar
distintas uniones y elegir la que te guste más. (Un par resultante podría ser, por ejemplo,
“el puercoespín en la cancha”, o “la pandereta del caballo”). Ya tienes tu “binomio
fantástico”.

5. Contesta las siguientes preguntas sobre tu binomio:

¿Qué hace?
¿Lo hace siempre o a veces?
¿Por qué lo hace?
¿Cómo lo hace?
Puedes seguir haciendo todas las preguntas que quieras. Y cuantas más hagas, más
te vas a divertir contestándolas.
Si quieres, ya estás en condiciones de usar tu binomio como título para un cuento...
y, por supuesto, de escribir el cuento para ese título.

Meter la prenariz en todas partes

Una vez inventé el “país con el des delante”, donde


hay un “descañón” que sirve para “deshacer” la guerra
en lugar de hacerla.*

Otro de los juegos de Rodari consiste en pegar un prefijo a un sustantivo para formar una
nueva palabra (descañón es la unión del prefijo des- y el sustantivo cañón, por ejemplo).

En la columna A hay prefijos y en la B, sustantivos. En tu cuaderno copia ambas listas y


únelos con flechas como más te guste.

A B
inter sombrilla
des bellota
anti marioneta
pre canción
hiper lluvia
sub cafetera
bi sombrero
trans nariz

¿Sabes qué significan estos prefijos? Si no lo sabes, averígualo, es muy importante


(por ejemplo, piensa qué quieren decir las otras palabras que los llevan). ¿Cómo será
una “prenariz”? ¿Y qué se podrá hacer con ella?
Ahora que ya tienes una lista de objetos inventados, imagínate que los quieres
vender y haz un volante ofreciéndolos en venta con una breve descripción de cada
uno y una explicación de sus usos.

*Gianni Rodari, Gramática de la fantasía, Barcelona, Reforma de la Escuela, 1972.

Definiciones tramposas

Conrado Maldonado pensó en su apellido: “De dos palabras compuesto: mal +


donado.” Y por eso se le ocurrieron otras palabras que pueden a su vez
descomponerse en palabras y les inventó definiciones juntando los significados de las
palabras que las componen:

CAN + DADO = CANDADO


mamífero obsequiado elemento para
doméstico cerrar puertas,
(alias “perro”) muebles, etc.
CANDADO: mamífero doméstico obsequiado que sirve para cerrar puertas, muebles,
etcétera.

ARMA + RÍO = ARMARIO


instrumento corriente mueble para
para matar de agua que va guardar cosas
a desembocar
al mar

ARMARIO: mueble que sirve para guardar y matar mientras se va hacia el mar.

Conrado pensó en definir

ARTEMIO CAMALEÓN
TOMATE ESCUELA
ESPERA ESCAPA
CONSUELO CARACOL

Ayúdalo escribiendo también y pensando en otras palabras para poner en el diccionario.

Se busca profesauta

También se puede realizar otras combinaciones con resultados muy interesantes.

Te proponemos dos listas. Combinando las raíces de la primera columna (que indican
oficios o profesiones) con los sufijos de la segunda, van a surgir ocupaciones y trabajos
desconocidos hasta ahora.

1.Escribe en un papelito o en una tarjeta cada uno de los siguientes sufijos:

-ente
-esa
-ico
-or
-illa
-ista
-ecto
-ólogo
-auta
-ante
-ote

2.Dobla los 13 papelitos —o da vuelta a las tarjetas— y mézclalos.


3.Saca de uno por uno los papelitos y uniendo el sufijo que esté escrito con la raíz que
toque por orden de aparición en la lista siguiente:

profes- presid-
doct- arquit-
zar- deshollin-
quim- cosmon-
cicl- sacerd-
azar- Odont-

No vale hacer trampa. El primer sufijo que saques corresponderá a “profes”, sea el
que sea: si sacas “ista”, tendrás un “profesista”, y si sacas “auta”, un “profesauta”. A
continuación, le tocará el turno a “doct”, y así sucesivamente. Tendremos así una lista
de profesiones u ocupaciones seguramente extravagantes.

4.Elige una de esas profesiones u oficios y contesta las siguientes preguntas:

¿Qué hace? ¿Trabaja horas extra?


¿Dónde lo hace? ¿A qué gremio pertenece?
¿Cuánto gana? ¿Usa uniforme?
¿Cuántas horas por día trabaja? ¿Cuáles son sus herramientas?
5.Escribe un aviso solicitando trabajadores de ese oficio, o bien, elabora una solicitud de
empleo en donde tú pidas trabajo, en ese nuevo oficio, describiendo cuáles son tus
habilidades.

Bichonario

Uniendo dos nombres de animal o de animal y de cosa, se obtienen curiosas especies


que habrían asombrado a los más expertos naturalistas: por ejemplo, la golondriz (cruza de
golondrina y lombriz) o la lombrilla (cruza de lombriz con sombrilla, o, en su versión
comestible, cruza de lombriz con morcilla). ¿Cómo será una lombrilla? ¿Dónde habitará?
¿De qué se alimentará?

Si cada compañero de curso inventa un animal fantástico, pueden hacer entre todos un
Bichonario, como el que escribieron Eduardo Giménez y Douglas Wright,* donde figura, por
ejemplo:

Globo. Lobo gordo, inflado y atado con un piolín, que tiende a elevarse hacia las
nubes. En noches de luna llena suele estallar con un tremendo alullido. Su voz
característica es «fffssss». Es difícil seguirle el rastro porque camina a medio metro
del suelo.

Y si queremos ir un poco más allá en nuestra fantasía zoológica, podríamos describir


los animales inventados teniendo en cuenta los siguientes aspectos, como lo haría
una enciclopedia:
especie
hábitat costumbres
alimentación Animal localización
tamaño reproducción

aspecto

*Eduardo A. Giménez y Douglas Wright, Bichonario. Enciclopedia ilustrada de bichos,


Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1991.

No te asuste la feroz apariencia del buitreceronte. Sus instintos malignos tienen pocas
o nulas consecuencias, pues es animal torpe y desmañado que se pasa el día viendo
televisión*

* Rafael López Castro y Felipe Garrido, Cosas de familia. Galería de seres fantásticos,
México, SEP -CULTURA / Ediciones del Ermitaño, 1984.
El capítulo del charal

Y en la mitad del camino, una buena botana: juegos con el abecedario y el


vocabulario para destrabar lenguas y conectar neuronas.

Se perdi´ una tecla

Érase una niña que se llamaba Lu, a quien le encantaba escribir cuentos en máquina.
Lu escribía y escribía y cuando se cansaba, salía un rato al jardín para respirar y
pensar un poco en cómo debía continuar su historia. Un día, cuando Lu regresó a
seguir escribiendo se encontró con que su máquina había escrito lo siguiente:

“Cuand María, que era la niña p bre, c menz´ a trabajar en la casa de Renat , él ni se fij´ N
le decía buen s días cuand se despertaba, le gritaba y tiraba t d al suel para que María
quedara más cansada.”

Lu miró el papel en la máquina y se llevó un susto. ¡Qué extraño! Como si hubiesen


saltado algunas letras de la máquina. Había muchas palabras incompletas. Sin
embargo, se acordaba de haber escrito con mucho cuidado... Examinó más
atentamente lo que había escrito y se dio cuenta que sólo una letra había sido
sacada: cada vez que aparecía la letra “o” el papel presentaba un espacio en blanco.
Lu saliócorriendo para averiguar que había pasado y descubrir quién se había
robado la tecla “o”.*

Mientras Lu no está, ¿por qué no escribes tú en su máquina, un cuento, una carta, o lo que
tú quieras? Pero recuerda que tendrás que utilizar palabras que no tengan ninguna letra “o”
porque esa tecla ya no sirve.

* Mirna Pinsky, “Cuando se enojó la princesa” en Asornbramientos, México, Libros del


Rincón,
1992.

Pito Pérez

Pito Pérez es el personaje principal del libro La vida inútil de Pito Pérez escrito por
José Rubén Romero. Es un libro que relata las desdichas y aventuras de un hombre
que nació a principios de este siglo en un pueblito de Michoacán.
Torcuato Tasso por su parte, fue un escritor italiano que vivió en el siglo XVI. De
haber conocido este juego probablemente a Pito Pérez y a Torcuato Tasso les hubiera
gustado escribirse notas.

Se trata de que escribas una nota donde todas las palabras empiecen con la misma
letra, como por ejemplo, en ésta de Pito Pérez que Torcuato Tasso responde más abajo:

Paréceme por problemas presentados podría perderme por parajes


pantanosos. Pido por piedad permiso para probar puente peatonal.
Pito.

Tranquilo… te tengo tren teleférico. Tú trata tener todo tramitado.


Transpórtate temprano. Tendremos todos tus triques tapados.
Torcuato.
Ahora piensa en nombres y apellidos (de algún compañero, tía, conocido, ¡o tú mismo!) que
comiencen con la misma letra y escribe una nota o un mensaje con palabras que también
empiecen con esa letra (al modo de Pito y Torcuato).

Si no se te ocurre nadie, elige a alguien de esta lista:

Manuel Medel Alicia Alonso Federico Fellini Tina Turner


Pedro Páramo Mario Moreno Pancho Pistolas Rogelio Ruiz

(En este juego, el diccionario es un amigo imprescindible: te da TODAS las palabras que tú
necesitas, juntas y ordenaditas.)

¡Adelante, bondadoso colega!

Te desafiamos a escribir un texto de por lo menos diez palabras cuyas iniciales sigan el
orden alfabético. Puedes empezar con cualquier letra, pero debes cuidar que la siguiente
palabra comience con una letra que en el orden del abecedario aparezca después. No tiene
que ser necesariamente la letra que sigue en el orden alfabético. Puedes omitir algunas.
Pero eso sí, no se vale retroceder.

Por ejemplo:

—Barcos camaroneros de China están


fisgoneando.
—¡Gracias, honorable joven!
—¿Los mando perseguir?
-Si

...por supuesto gana quien logre hacer un texto con las 28 letras del alfabeto.

Como ejemplo, nuestro deseo:

¡Adelante, bondadoso colega chico del Escriturón! Favorece


genialmente hacer incisivos juegos, kermesses literarias.
Llama mil nuevos ñeros, organiza paisanos que resistan ser
tontuelos (unas viles “x”), ¡ya zarandéalos!

(Si el texto escrito necesita de más palabras, después de la “z” puedes empezar otra
vez a partir de la “a”.)

Palabras en aumento I

En el país donde vive la familia Matute existe la extravagante costumbre de contar las letras
de las palabras. Algunos, aún más obsesivos, se divierten ordenando listas de palabras de
acuerdo con el número de letras.
Cuando la mamá de Camilo organiza una comida, no teme combinar camote con
huitlacoche, porque lo más importante es que la lista de la verdulería quede ordenada así:

huit1acoche
huauzontle
zanahoria
jitomate
betabel
camote
elote
poro
col

Cada palabra que escribe tiene una letra menos que la anterior.
Intenta elaborar una lista de frutas o verduras donde la disminución de letras no tenga que
ser de una por una.

¿Te imaginas cómo será una lista de papelería? Escríbela.


Cuando llega el momento de comprar artículos escolares, el orden de las palabras se
invierte y cada una tiene una letra más que la anterior. ¿Te animas a escribir este nuevo
listado?

Palabras en aumento II

Como te contábamos en la página anterior, en el país de los Matute las palabras se


ordenan repentinamente de mayor a menor o de menor a mayor.
A veces todo ocurre tan rápido que las cosas cambian rotundamente de un renglón
a otro. A la abuela Matilde Matute le pasó. Estaba escribiendo una poética declaración
de amor y la primera palabra le salió con una letra, la segunda con dos, la tercera con
tres, hasta que llegó a la décima con diez letras para después empezar al revés (9
letras, 8, 7, 6...):

Y te veo como dandy: camisa, corbata, trajeado.


Caballero alucina te, enamorado,
poniendo corazón, cuerpo, mente, todo por mi...
y yo, del amor; luces prendí…
Matilde Matute

Trata de escribir un texto con palabras que tengan más letras y menos letras. Puedes
hacerlo pasando de una de dos a una de cinco y luego de seis, etc. Sólo fíjate que vayan en
orden creciente o decreciente.

Ejemplo

Tú estás parado, mirando, enfurecido. ¿Podrías mejor reír, no?


2 5 6 7 l0 7 5 4 2
El telescopio

El siguiente texto (que es parte del libro La fórmula del doctor Funes, de Francisco
Hinojosa*) resulta difícil de leer porque le faltan palabras

Cuando cumplí los años mis papás me algo mejor que lo que yo estado soñando: en vez de
los que les para llevarlos al, me dieron un, de ésos con los que se ver las y la luna.
Vivir en el once de un donde no hay más con quienes jugar no es que digamos muy.
Tampoco lo es mirar a del telescopio la aburrida de una estrella o la, en donde ya se sabe
desde hace que no hay extraterrestres y con antenas que la. Lo que sí me gusta del
telescopio es todo lo que se ver con él hacia: la calle, los coches, la que camina y hace en
el cine o se moja bajo la. También me gusta hacia las ventanas de los edificios cercanos o
hacia las de las casas. Lo que en la, al menos para, es más entretenido que las estrellas o
la.
Todos los, después de, me encierro en mi, limpio el telescopio, lo y me pongo la tarde a
ver qué pasa. En poco tiempo han sucedido dignas de ser contadas: vi cómo la atrapaba a
un que le había robado la a una señora, a los en plena acción apagando una a la que
alguien le había prendido en una esquina, el asalto de los dos hombres encapuchados a la
Oficina de, el desfile de la y la filmación de una.

En tu cuaderno, reconstruye el texto intercalando las palabras que figuran más abajo.
Las de la primera columna pertenecen al primer párrafo y las de la segunda columna, al
segundo. Están presentadas en el orden en que deben ser intercaladas:

1. once niños lluvia afuera


regalaron divertido ver cosas
había través azoteas policía
binoculares luz pasa hombre
pedí luna calle bolsa
estadio mucho mí bomberos
telescopio verdes televisión llanta
pueden habiten 3. días fuego
estrellas puede comer Correos
2. piso abajo cuarto primavera
edificio gente armo película
cola entera

* Francisco Hinojosa, La fórmula del doctor Funes, México, Libros del Rincón, 1992.
A encontrar lo que hace falta

Lee el siguiente texto:

El día anterior había intentado* que aseguraban la puerta. Y quiso continuar ahora, pero las
lastimaduras de la boca*. Negrita paró las orejas y ladeó la cabeza. Eso sólo,*, además los
nudos, uno sobre otro*. Se acercó entonces a la puerta y quién sabe que tiempo estuvo * de
cuero, ahora reciamente apretados por resecos. Pero allí continuó mordiendo hasta*. Por
eso cuando la luna comenzó a bajar desde*, Negrita no necesitó abrir la puerta tal y como
Bruno*. El propio jíbaro la empujó con la * fuera del gallinero. Enseguida continuó al trote,*,
hacia la noche. Negrita pensó que se iba, mas el perro* esperando. Entonces la perra* a
seguirlo. Un rato más tarde* un enjambre de limitas fosforescentes y millares de puntos,*,
se pegaron al cuerpo negro, de modo que hasta rayar el alba, el perrazo corría* la extraña
silueta fosforescente de la perra,* , lado. Cuando llegaron a lo alto* apenas si había salido el
sol oculto tras un y bajas que rozaban las moles de la cúspide. Una escasa luz se
derramaba sin determinar el contorno de las piedras y, menos aún, el vivo* vegetación.

Lo que acabas de leer es parte de un cuento que se llama Negrita del autor cubano
Onelio Jorge Cardoso y está publicado en los Libros del Rincón.
¿Notaste algo raro? Lo más evidente es que en cada tanto aparece un asterisco (*) y
que algunos signos de puntuación están fuera de lugar. Esto indica que hace falta
algo: grupos de palabras que se han borrado.

A continuación te damos la lista de los grupos de palabras borrados. ¿Puedes decir a


qué parte del texto corresponden? En tu cuaderno copia el texto y escribe, donde está el
asterisco, el grupo de palabras que se requiera para que el texto se complete y tenga
sentido.
¡Ojo! Si al terminar te sobran grupos de palabras, vuelve a empezar: no tiene que quedar
ninguno fuera.
1 VOLVIERON A IMPED1RSELO
MORDIENDO Y TIRANDO 2
DE LOS LIGAMENTOS
3 ELLA PODíA HACERLO
SIGILOSO 4
5 SE DETUVO Y VOLVIO
LA CABEZA
LA MITAD DEL CIELO 6
7 NEGRITA ATRAVESÓ
JOPANDO INCANSABLE A SU 8
9 COLORDELA
DE LA MONTAÑA 10
11 LUMINOSOS Y DIMINUTOS
DE UN SALTO SE DECIDIÓ 12
13 LE HABIA ENSEÑADO
ESTABAN POR FUERA 14
DEL GALLINERO
15 MORDER LAS TIRAS DE CUERO
DGRAR ABLANDARLOS CON 16
SU PROPIA SALIVA
17 TOLDO DE NUBES ESPESAS
CABEZA LANZÁNDOSE 18

19 Y MIRABA ASOMBRADO
El capítulo de la cochinilla que se hace bolita

Cuando hay mucha humedad suele aparecer, debajo de las macetas o arrastrándose
por el césped, la cochinilla que se hace bolita. ¿Por qué se hace bolita? Porque
cuando algún peligro la acecha, se achica, se cierra sobre sí misma como una bolita,
para protegerse con su duro caparazón.
En este capítulo, distintas razones te van a obligar a achicar textos, y a reducirlos,
como cochinillas, sin que se pierda, en el proceso, la información principal.

Para decirlo de una vez

Cuando escribimos, tratamos de darle al futuro lector toda la información necesaria para
que pueda entendernos y eliminamos la información innecesaria, repetida, para facilitarle el
trabajo de lectura y ayudarlo a que comprenda lo que queremos decir con nuestro texto.

Las siguientes oraciones se pueden simplificar y reunir en una sola:

Había una vez una familia de osos.


La familia de osos vivía en una casa.
La casa estaba en medio de un bosque.

Si suprimimos o reemplazamos las palabras repetidas por otras, podemos unir las
oraciones en una sin cambiar su significado. Pongamos primero entre paréntesis lo
que se repite:

Había una vez una familia de osos.


(La familia de osos) vivía en una casa.
(La casa) estaba en medio de un bosque.

Si suprimimos lo que está entre paréntesis y queremos unir lo que queda en una sola
oración, tendremos que eliminar algunos puntos y agregar una palabra en lugar de lo
que se suprimió:

Había una vez una familia de osos que vivía en una casa que estaba en medio del bosque.

Si queremos reducirla más, podemos escribir:

Había una vez una familia de osos que vivía en una casa que estaba en medio del bosque.

Y más todavía:

En una casa en medio del bosque vivía una familia de osos.

¿Te animas a juntar las oraciones que siguen en una sola y reducirla lo más posible sin
cambiarle el significado?

Había una vez una niña.


La niña se llamaba Ricitos de Oro.
Ricitos de Oro pasó por la casa de los osos.
Ricitos de Oro se acercó a la casa de los osos.
Ricitos de Oro miró por la ventana de la casa de los osos.

Si quieres seguir con la historia de Ricitos de Oro, puedes contar qué vio por la ventana de
la casa de los osos.

El gato negro

Une las oraciones que siguen eliminando repeticiones, de manera que te quede un
pequeño texto de tres oraciones.

Él se casó con una mujer.

Él se casó joven.

La esposa de él compartía con él las preferencias de él.

Él y la esposa de él tenían pájaros, tenían peces de colores, tenían un hermoso perro,


tenían conejos, tenían un monito, tenían un gato.

El gato que él y la esposa de él tenían era un animal de notable tamaño.

El gato que él y la esposa de él tenían era un animal completamente negro.


El gato que él y la esposa de él tenían tenía una sagacidad asombrosa.

HI-PE-RI-CO-TTI
En la lengua que hablamos todos los días hay palabras que agrupan a muchas otras:
son los llamados hiperónimos. Por ejemplo: bebida se refiere a agua, vino, refresco,
jugo, leche, etc.; electrodoméstico incluye licuadora, enceradora, tostador, etc.; y lo
mismo pasa con envase, recipiente, calzado...

Transcribe el texto siguiente, reemplazando las palabras subrayadas por hiperónimos:

¡Compre
pantalones,
faldas, blusas, vestidos,
calcetines, en Almacenes
Pericotti; los almacenes que
prefiere usted, sus padres, sus
hermanos, sus primos, sus
abuelos!
Estacione su automóvil, bicicleta,
moto o camión en nuestro
estacionamiento.
¡PE-RI-CO-TTI, el almacén en
donde usted gasta menos
billetes, monedas,
cheques y pesos!
El mono gramático

Tarzán, el rey de la selva, tiene por costumbre pronunciar un discurso todos los años
para el día del árbol. Como habla tan mal el idioma de los monos como el de los
humanos, un venerable gorila se encarga de traducirlo, es decir, de mejorarle el estilo,
conjugando los verbos y reemplazando o eliminando las palabras repetidas.

¿Te animas a intentarlo? Escribe en tu cuaderno, junto a cada frase de Tarzán la versión
corregida del gorila (corregimos algunas para ayudarte):

Cuando Tarzán dice:


Hoy quiero conmemorar con ustedes “el
—Tarzán agradecer a los monos que estar día del árbol”
en el lugar en que estar Tarzán

—El día en que Tarzán estar hablando, El árbol es nuestro mejor amigo
Tarzán querer conmemorar con los que
escuchar “el día del árbol” _________________________________
_________________________________
—El árbol ser el mejor amigo de los __
monos y Tárzan

—El árbol dar sombra, casa y comida a _________________________________


los monos y a Tarzán _________________________________
__
—El árbol permitir desplazarse por las
ramas del árbol a los monos y a Tarzán _________________________________
_________________________________
—Gracias al árbol, los monos y Tárzan __
poder escondese de los cazadores
_________________________________
—Apetitosas bananas colgar de las ramas _________________________________
del árbol en el lugar en que estar los __
monos y Tarzán

—Hermanos y hermanas, no dañar los _________________________________


árboles _
_________________________________
—Los árboles ser la fuente de vida y _
esperanza de Tarzán y los monos
_________________________________
El gorila corrige: _
_________________________________
Yo les agradezco que estén aquí _

_______

Por último, ¿cómo quedó el discurso de Tarzán?


Una vez que hayas hecho la versión corregida del discurso de Tarzán, elabora un texto
corrido con las oraciones que están en la parte que tú y el gorila escribieron. Procura
eliminar las repeticiones.

Benito en venta

En algunos diarios y revistas se publican avisos donde se ofrecen o buscan empleos,


y también cosas, casas, autos.. para vender y comprar. Son los avisos clasificados:

Camilo Matute necesita vender su auto, un Renault 4 del año 1976, al que llama Benito. Es
un auto simpático, de un color entre gris y café—como el color del Río Coatzacoalcos a la
hora del atardecer— y estábastante bien de carrocería y de pintura. Bueno, algunos
golpecitos y rayaduras tiene. Aunque ya es un auto un poco viejo, el motor funciona muy
bien. Como Camilo es una persona ordenada, todos los documentos del auto —que son
muy importantes— están en orden. No siempre sucede así y, a veces, los autos se venden
y pasan de dueño en dueño sin que nadie ponga los papeles al día o pague los impuestos
que corresponden.
Como Camilo quiere comprar un auto un poco más grande, decidió poner un aviso
clasificado en el diario para vender a Benito. ¡Claro que la cosa no es tan fácil! No se
decidía a escribir el aviso porque en realidad le daba tristeza venderlo. ¡Pero había que
hacerlo! De modo que pide, ruega, exige que lo ayuden. ¿Cómo?

Por favor, escriban ustedes el aviso. Los avisos clasificados son bastante caros y se cobran
por línea —que equivale a un renglón—: cuantas más líneas, más caro es. Así que hay que
tratar de dar la información necesaria, y que pueda interesar a los posibles compradores,
sin escribir demasiado.
En cada línea pueden entrar treinta y cinco letras, y ni una más, incluyendo puntos,
comas, guiones y espacios entre palabras. El aviso debe tener un largo máximo de cuatro o
cinco líneas. No olviden que hay que indicar alguna dirección o teléfono para que puedan
comunicarse.

Problemas con el aviso

Camilo creyó que los avisos eran más baratos. ¡Uno de cuatro líneas cuesta
demasiado! Y quizás haya que publicarlo varios días.

Es necesario escribir el aviso utilizando solamente dos líneas. ¿Cómo quedaría?

¿Cómo se dice?

En el texto que te damos a continuación las cosas pueden parecer confusas, ya que
la mayoría de los sustantivos han sido reemplazados por las definiciones que daba el
diccionario. Te proponemos, entonces, la operación inversa:

Vuelve a escribir el texto reemplazando las definiciones en negrita por los sustantivos
correspondientes.

Cuando Abelardo se encontró frente a su instrumento músico de teclado y cuerdas


metálicas ordenadas en una caja armónica comenzó a tocar sin interrupción breve.
Al cabo de media de cada una de las veinticuatro partes en que se divide el día sonó
el aparato para transmitir a larga distancia la palabra y cualquier sonido por medio de
la electricidad. Pero Abelardo decidió no detenerse. Sus partes del brazo desde la
muñeca hasta la extremidad de los dedos seguían deslizándose sobre cada una de las
tablitas que se oprimen con los dedos para mover las palancas que hacen sonar
ciertos instrumentos.
Pasaron varios fragmentos de tiempo determinados por la revolución de la Tierra
sobre su eje y ni la que mantiene relaciones amorosas en expectativa de futuro
matrimonio con él ha logrado convencerlo de que ya es momento de que, al menos, beba
un vaso de un cuerpo compuesto de oxígeno e hidrógeno líquido, transparente, sin
color, olor, ni sabor.

Mensaje en una botella

Hay situaciones en la vida que nos exigen ser breves, medir nuestras palabras. Por
ejemplo, cuando redactamos un aviso clasificado, cuando hablamos por un teléfono
público o cuando mandamos un telegrama.
Algo así le sucedió a Robinson Crusoe, protagonista de la conocidísima novela de
Daniel Defoe, quien se hallaba solo en una isla y... Pero mejor leelo tú mismo:

Hacia el duodécimo día el tiempo mejoró un poco y el capïtán pudo hacer una precaria
observación, según la cual nos encontrábamos sobre la costa de Guinea o bien sobre la del
norte de Brasil,, más allá de las bocas del, Amazonas y cerca del Orinoco, llamado también
Río Grande. Consultó conmigo qué camino deberíamos tomar, puesto que el buque estaba
averiado y navegaba difícilmente, por lo cual creía conveniente ganar lo antes posible la
costa del Brasil.
Me negué de plano a esta sugestión, y mirando juntos los mapas de la costa americana
descubrimos que no existía región habitada donde pudiéramos hallar socorro hasta entrar
en el círculo de las islas Caribes, y por lo tanto pusimos proa hacia las Barbados para
alcanzarlas desde alta mar evltarnos así la entrada de la bahía o Golfo de México;
confiábamos en llegar a ellas en unos quince días, ya que de ninguna manera podíamos
proseguir el viaje a la costa africana sin las reparaciones que el barco necesitaba.
Decidido esto cambiamos el rumbo y tomamos el de Oeste Noroeste tratando de
alcanzar una de las islas inglesas donde nos auxiliarían; pero nuestro viaje estaba
predestinado a ser distinto, pues una segunda tormenta cayó sobre nosotros
arrastrándonos hacia el oeste y tan lejos de toda ruta comercial que aun logrando salvarnos
de la furia del océano estábamos más próximos a ser devorados por salvajes que volver
alguna vez a nuestro país.
Mientras padecíamos angustiados la furia de los vientos, oímos de mañana gritar
“¡Tierra!” a uno de los marineros. No habíamos acabado de salir de las cabinas para tratar
de distinguir a qué regiones habíamos arribado cuando el barco encalló en las. arenas y de
inmediato el oleaje empezó a azotarlo con tal furia que tuvimos la impresión de que
pereceríamos allí mismo y nos refugiamos en los camarotes para guarecernos del agua y
las espumas.
No es fácil para uno que jamás se ha visto en tal situación concebir la angustia que
sentíamos en esas circunstancias. Ignorábamos dónde habíamos encallado, si era el
continente o una isla, si habitada o desierta; y como el viento seguía azotando, aunque con
menos fuerza que al comienzo, no nos cabía duda de que el barco iba a destrozarse en
contados minutos a menos que un milagro calmara la tempestad. Nos mirábamos unos a
otros esperando la muerte a cada instante, y tratábamos de preparamos para la otra vida,
ya que comprendíamos que poco nos quedaba por hacer en ésta. Algo nos consolaba que
el navío hubiera resistido hasta ese instante, y el capïtán sostenía que el viento estaba
amainando un poco; pero aunque fuera así, el buque encallaba profundamente en las
arenas y parecía demasiado hundido para pensar en sacarlo de suposición, de manera que
seguíamos en tremendo peligro y sólo nos quedaba tratar de salvar la vida de cualquier
manera.. Había un bote en la popa antes de que estallara la. borrasca, pero se destrozó al
chocar incesantemente contra el timón y luego de partirse fue arrebatado por las olas, de
manera que no contábamos con él; quedaba otro bote a bordo, ¿podíamos echarlo al
agua? Sin embargo, no había nada que discutir; pues estábamos seguros de que el barco
iba a partirse en pedazos de un momento a otro, y ya algunos aseguraban que estaba
destrozado.
En esta confusión, el piloto se decidió a asegurar el bote y con la ayuda de la tripulación
consiguió hacer/o pasar sobre la borda; inmediatamente embarcamos, once en total, y nos
confiamos a la merced de Dios en aquel mar embrarecido, que, aunque había amainado el
viento seguía encrespándose horrorosamente.
Al punto comprendimos que estabamos perdidos; el oleaje era tan alto que el bote no
podía resistirlo y no pasaría mucho antes de ahogamos. Otra vez confiamos nuestras almas
a la Providencia, y como el viento nos arrastraba hacia la costa apresuramos nuestra
destrucción remando con toda fuerza posible hacia tierra.
¿Cómo era la costa? ¿Rocosa o arenosa, abrupta o de suave pendiente? No lo
sabíamos; nuestra única sombra de esperanza era la de ir a parar a un golfo o bahía, quizá
las bocas de un río donde nuestro bote, a cubierto por el sotavento de la Tierra, encontrara
aguas tranquilas. Pero nada de esto parecía probable y mientra nos acercábamos a la
costa la encontrábamos aún más espantosa que el mismo mar.
Después de remar; o mejor, de dejarnos llevar, aproximadamente una legua y media,
una gigantesca ola, como rugiente montaña líquida, se precipitó súbitamente sobre
nosotros, dándonos la impresión de que era el golpe de gracia. Nos cayó con tal violencia
que el bote se dio vuelta en un instante, y separándonos de él como de nosotros mismos,
sin darnos tiempo a decir: “ÍMi Dios!”, nos engulló a todos. *

Cuando llegó a tierra, Robinson decide mandar una carta en una botella informando de su
situación, pero sólo cuenta con el reverso de su tarjeta personal para escribir.

*Daniel Defoe, Robinson Crusoe, trad. Julio Cortázar, España, Editorial Bruguera, 1981.

La historia continuará

Las historias por entregas son bastante frecuentes. Muchas veces nos
entusiasmamos leyendo una historieta y de repente... ¡a esperar hasta el número
siguiente! En algunos casos figura, al principio de cada entrega, un resumen del
episodio anterior para refrescarle la memoria a la gente y al final se anuncia el título
de la siguiente entrega.
A continuación, te presentamos dos entregas de una historieta: El Príncipe
Valiente.* Antes de la primera entrega hay un resumen para que pueda entenderse la
historia.

1. Escribe en el último cuadrito de la primera entrega, donde dice “Próxima semana”, el


título (inventado) de la segunda.
2.Escribe en el primer cuadrito de la segunda entrega, donde dice “Nuestra historia”, el
resumen de la primera.

¡Hasta la próxima!

Resumen de la historia:

La reina Aleta gobierna en las islas Brumosas junto con su marido, el


Príncipe Valiente, y con la ayuda de su amigo Sir Gawain. Algunos
nobles del reino preparan una conspiración para tomar el palacio
ayudados por un jefe extranjero, Dioniseus, pero Aleta y Valiente se
enteran del complot y preparan su defensa.

*Harold R. Foster, “El Príncipe Valiente” en Historia de los cornics, núm. 26, Barcelona,
Toutain Editores.
Los reducidores de textos

Lee atentamente el texto que sigue y después escríbelo en tu cuaderno en veinte


renglones (¡ni uno más!).

Todos, chicos y grandes, y muy especialmente los que habitamos en las ciudades, estamos
acostumbrados a vivir rodeados de objetos, objetos inventados por nosotros mismos, claro.
Muchos de estos objetos nos son muy útiles, nos ayudan y facilitan nuestros trabajos. Pero
otros, en cambio, no sólo no sirven para nada sino que, más bien, resultan un estorbo. ¡Y
hasta hay algunos objetos que pueden llegar a convertirnos en sus esclavos! Como por
ejemplo, la gente que se pasa todo el tiempo pendiente del auto o los que son esclavos de
la moda, o del último refresco que nos muestra la tele.
Vivimos en una sociedad de consumo. Una sociedad de consumo es la que inventa
necesidades a la gente. Porque nadie necesita de verdad una peladora de plátanos. Ni
tampoco el último refresco que muestra la tele. Una sociedad de consumo le hace creer a la
gente que sólo va a sentirse bien si compra, si gasta, si derrocha.
Por supuesto que en una sociedad de consumo, los que tienen dinero pueden comprar y
consumir lo que les muestran en la tele, en las revistas, en los carteles de la calle. Pero hay
personas que no están en condiciones de hacer esos gastos y, aunque parezca que todos
podemos consumir lo que se ofrece, no es cierto.
Hay necesidades de las personas que son verdaderas y son las que tienen que ver con
los derechos de todos. En cambio, otras necesidades son inventadas porque tienen que ver
con la sociedad de consumo, es decir con las cosas inútiles.
Un problema es que, cuanto más se consume, más basura se hace. Antes se hacía
menos basura porque todo servía, todo se arreglaba y se volvía a usar. Ahora, en cambio, la
mayoría de los envases son desechables. Y no sólo los envases; muchos objetos como
platos, vasos, pañales, manteles, servilletas, pañuelos, relojes...
La basura es un problema cuando no hay modo de deshacerse de ella. Sobre todo
cuando es basura contaminante y peligrosa como la basura radioactiva. Y no siempre hay
leyes que estén preparadas para defendernos de esas cosas o, muchas veces, no se
cumplen. Habría que esperar que los hombres se den cuenta de que la Tierra es la casa de
todos y que entre todos la tienen que defender porque, si seguimos así, ¡no hay Tierra que
aguante!*

1 11
2 12
3 13
4 14
5 15
6 16
7 17
8 18
9 19
10 20

Los reducidores atacan otra vez

De la actividad anterior te habrá quedado un texto resumido en veinte renglones. Ahora tu


trabajo consiste en volver a escribirlo ¡en diez renglones!

Cuando termines, lee al final de la página.


1 6
2 7
3 8
4 9
5 10

¡No se librarán tan fácil! ¡Ahora hay que escribirlo en cinco renglones!

1 4
2 5
3

¡Los reducidores no se rinden! ¡Ahora en dos renglones! ¿A que no?

1 *Graciela Cabal, Cuidemos la Tierra. El


2 hombre a favor de la Naturaleza, Buenos
Aires, Libros del Quirquincho, 1990.
El acordeón

Como ya dijimos alguna vez, existen situaciones en las que es necesario medir las
palabras. Una que seguramente tú conoces muy bien es la de hacer un acordeón:
mucha información en poco espacio. En el dobladillo del abrigo, chamarra, en la
parte de atrás de la regla, adentro del estuche o en la manga del saco, el acordeón,
ese texto secreto y comprometedor, puede llegar a salvarnos de lo peor.
Sin duda, el acordeón requiere un gran entrenamiento en la técnica de achicar
textos; sin ir más lejos, algo parecido al resumen.

Te proponemos que, con base en el texto que sigue, prepares un práctico acordeón para la
prueba de mañana. Tiene que ser breve, comprensible y contener la información más
importante.

“En la isla de La Tortuga tampoco existía la propiedad privada de la tierra. O sea que la
isla era de todos pero, a la vez, de nadie en particular. Claro que a los piratas no les
interesaba mucho todo esto, porque la verdad es que eran demasiado cornodinos para
andar preocupándose por averiguar de quien eran las cosas.
Ellos eran piratas; y su vida estaba en el mar; no en la tierra. Y como les gustaba la
aventura y eran muy codiciosos, se pasaban gran parte de su tiempo planeando cómo iban
a apoderarse de los tesoros que transportaban los barcos que cruzaban el océano. Y
también dé las riquezas que se guardaban en las ciudades de la costa, pues, como los
piratas tenían espías en todas partes, sabían perfectamente dónde encontrar el botín más
valioso. Por eso hubo filibusteros que hacían frecuentes incursiones por las costas de
Panamá, adonde llegaban los metales preciosos extraídos de las minas del Perú Para ser
embarcados rumbo a España.
Uno de esos piratas fue el famoso Hernry Morgan que, luego de apoderarse de los
depósitos de oro y plata que los españoles escondían en Panamá, abandonó a sus
hombres y regresó a Jamaica.
También los piratas invadían muy a menudo lugares de las costas mexicanas.
Como Acapulco, para lo cual los filibusteros se tomaban el trabajo de cruzar las selvas
de Centroamérica, camina que te camina durante varios días. Hasta que al fin llegaban a
las costas del Pacifico, en donde capturaban barcos con los que continuaban sus
fechorías.
O como Veracruz, que fue atacada muchas veces por piratas holandeses y franceses.
O como San Juan de Ulúa, el famoso fuerte veracruzano, que fue tomado por el pirata
inglés Juan Hawkins.
Pero ningún otro puerto de México fue tan asediado como Campeche, invadido en
muchísimas ocasiones por piratas tan famosos como el feroz aventurero llamado “El
Olonés”.Y por el filibustero Eduardo Mansvelt, quien al mando de 1 200 piratas se apoderó
de Campeche, mató a sus defensores, demolió el fuerte y se adueñó de todo lo valioso
que encontró.
Pero el pirata más temido allí fue Lorencillo, que era holandés y había servido al rey de
España combatiendo a… los piratas, precisamente. Parece que, de tanto luchar contra los
ladrones de mar, Lorencillo se “contagió” y decidió probar suerte.
Una de la empresas más conocidas del temible Lorencillo fue por cierto, la toma de
Campeche y de otros veinte pueblos de la zona. ,Allí se quedó durante dos meses como
dueño y señor.
Y capturó tantos prisioneros y robó tantas joyas y piezas de plata que, cuando acabó de
cargarlos, su barco casi se va a pique.
Lorencillo fue perseguido día y noche por tres fragatas españolas llenas de cañones.
Pero el filibustero esquivó los ataques, arrojó al mar toda la carga para que la nave
fuese más ligera y, aprovechando un viento fuerte, se alejó velozmente.
Después de estos sucesos, los españoles empezaron a levantar una muralla de 8
metros de altura alrededor de Campeche. Tardaron muchos años en construirla pero,
cuando estuvo terminada, ningún otro pirata pudo entrar.
La verdad es que por estos rumbos hubo tantos piratas y tantas historias de piratas,
que podríamos pasarnos días enteros recordando sus aventuras.
Algunos eran muy impresionates y muy teatrales.
Como el pirata inglés Barbanegra, que tenía una barba larga y negra, la cual peinaba
en trenzas, enrrollándoselas alrededor de las mejillas y de las orejas. Usaba un gorro de
pieles cuyo color era negro, por supuesto. Y cuando subía a bordo de una nave capturada,
el feroz pirata se colocaba cuatro velas encendidas en el ala del sombrero.
Con este aspecto causaba un miedo tan tremendo a sus prisioneros, que ellos
acababan entregándole todo lo que poseían y contestando a sus preguntas sin ocultar
nada.
También hubo un pirata muy bromista. Se llamaba Juan Lafitte y se creía el amo de
todo el Golfo de México. En cierta ocasión en que el gobernador de Luisiana, cansado ya
de so portar sus piraterías ofreció una recompensa de 5 000 dólares por su cabeza, Juan
Lafitte respondió ofreciendo 50000 por la cabeza del gobernador.*

*Francisco Fernández, Los piratas, col. Colibrí, secc. Historia, México, Libros del Rincón,
1987.
El capítulo del camaleón

El camaleón es un animal raro célebre por su habilidad para cambiar de color: es


verde y si se enoja se pone negro. Si un texto está en un idioma se traduce a otro, se
escribe una carta formal y resulta amistosa, un relato fantástico se transforma en uno
de ciencia ficción...

Las traducciones de Meche Vega

A Meche Vega le gustan mucho los idiomas. Suele usar la mayor parte de su tiempo
libre en estudiarlos: se procura gramáticas y diccionarios y se pasa horas
traduciendo poesías, cuentos, textos periodísticos, recetas de cocina, horóscopos,
publicidades y cualquier otra cosa que se le cruce escrita en inglés, francés, italiano,
alemán, griego, latín, guaraní, sánscrito, rumano, polaco, zapoteco, tarasco, maya,
otomí o náhuatl. En cuanto a lenguas, vivas o muertas, nada le es ajeno.
Sin embargo, y como a cualquiera podría pasarle, a veces Meche no encuentra
las gramáticas ni los diccionarios necesarios para traducir algunas lenguas, sobre
todo las más extrañas.
En esos casos, Meche no desespera; agudiza el ingenio y escribe traducciones
imaginarias. Las palabras por sí mismas le sugieren muchos significados; por sus
sonidos, algunas le parecen sustantivos, adjetivos o adverbios; otras se parecen a
palabras de otros idiomas que ella ya conoce, y entonces la traducción le resulta de
lo más sencilla; otras veces, el texto que está traduciendo viene acompañado de
ilustraciones y, a partir de ellas, Meche inventa fabulosas historias.
Te desafiamos a que te conviertas en un buen discípulo de Meche Vega y hagas
tus propias traducciones imaginarias.

Para empezar, te proponemos que hagas el análisis sintáctico y la traducción de las


siguientes oraciones, que, como te darás cuenta, están en griego.

Meche, la infatigable

Meche Vega es infatigable. Ahora ha aprendido coreano y es capaz de reproducir


con muchísima rapidez cada uno de los complicadísimos signos del alfabeto de este
idioma.

Lo que sigue es una página de un periódico coreano. Presta atención a los diferentes
textos que contiene, piensa de qué tema tratará cada uno de ellos, elige el que más te
guste y tradúcelo imaginariamente.

Caperucita Roja

¿A que no te imaginas? El texto que sigue es una versión en guarani de Caperucita Roja.
¿Te animas a traducirlo? Para darte una ayuda, Meche nos pasó esta copia que tiene
hecha la división en párrafos; ella dice que si traduces párrafo por párrafo, respetando los
guiones de diálogo y los signos de exclamación, tu trabajo va a salir mejor…
Caperucita Roja
O ikó baekué peteî yeï i túa kuérandie, pe okara hobï porâ me petî mitakuñá mí porâité o
ñehenoiba Caperucita Roja.
Upécha o yeéba ichpé o guerekó gui tapiaité i ñakâ re peteî bosa i pïtâ mí sï rembiapó
kué.
Peteî ara pe, i sï, o moî ayaká í pe, kambî, kesú ha chipá ha he i chupé:
—Nde yarîï oi me hasï, nde ru oi me o mbaapó hina ha ché amboyï baeré ñané rembi´ú.
Ndé re ho baerâ hechabo.
—A bïaité che sï. A hasé voí aína che yarïï roga pe -he i Caperucita.
—Re hone âgaité. Re rahane ichupé â mba’é mbobïmí ha e hechake mbaépa oi
kotebêbé.
—Upéicha a yapone che sï -he i mitakuña . Ha voí a yu yeïne. Caperucita oi pïhï i
yayaká, o yuruyá i sï pe ha oi pïhï tapé í o guerahaba kaaguï pe, mamó o îba i yarïï roga.
O hobo i mandu’á pe mitakuñá ku guéimimí hasïba re., ha sapïánte o ñouguaitî ha o pïtá
o yobái pateî yaguareté ndibé o momaiteíba ichupé.
Mitakuñá mí marangatueté. ndoi kuaábai ha máramondo hechábai yaguareté pe, no
ñemondïri ha ndo kïhïyéi chuguí. O momaiteí abeí ha o mombe ‘ú mamópa o ho ha
mbaépa o guerabá.
Upémaramo yaguareté oi pïhï peteî tapé mbïkïbéba, ha ñanihame, Caperucita o mono o
ayú ïbotï ñu re, o guähéma katú guéimí roga pe.
—¡Taka!, ¡taka! ombotá.
—Abapa oikó.
—Ché Caperucita he i, ha o ha’â upé mitá ñe’é. A ru ndebe chipá, kesú ha kambï.
—Ei kente che remiarirô he si guâimí o ñenohá guibé henimbé pe.
Ha yaguareté oi peakuebo okê o póma boí tupá ari ha ho upaité guâimí me. Upéi, tagê
me o ñenó ha’e tupá pe, o ñemamá peteí ahoya pe, o ñeakâpïî upé guâmí o i haguéicha ha
o haâó.
Caperucita Roja o guâhé abeí i yarïï roga pe ha i kuâ me ombotá oké.
—jTaca! ¡taca!
—Mábapa ndé —o porandú yaguareté— ha âga o haâma ku i yarïï ne’ e.
—Ché ne remiarirô—he i mitakuñá— a ru ndebe chipá, kambï ha kesú.
—Ej ke katú —he i yaguareté.
Caperucita oi ke, o moi i yïbotï ha i yayaká ari ha o guähé i yarïi ïkére o yururá haguâ
chupé.
Upebo o hechá ko i yarïi hobá ambueté ha he i:
—jEá, che yarïi, tuichaitepa pe ne nambí!
— Ro hechá porâbé haguâ che membï—he i yeï pe ambué.
— Ha o hechabo yaguareté retïmá pukú pukú, he i yeï:
—¡Eá, che yarïï, i pukuetepa nde yïbá kuera!
—Ro añuá porâbé haguâ che membï— he i yeï pe ambué.
Ha upéi o ñemomdïima mitakuñá o hechabo ku
i yurúkué tuyá, ha he iseéme o sê rei chuguí:
—¡Ea, che yarïi, tuichaitepa pe nde yurú!
—Ro u porâbé haguâ— o kororô yaguareté, ndai
katubéiguima o yeyokó.
Ha o yepoí Caperucita
ari angaí a ho upaité
chupé. Opá. _
Traducción científica

Para traducir este texto, ten en cuenta títulos, subtítulos, paréntesis, epígrafes (que
son esas frasecitas que están debajo de los dibujos)... Un buen traductor es muy
riguroso en estos detalles. ¡Ah!, nos olvidábamos: según nos precisa Meche que
para clasificar textos es muy rigurosa, se trata de un texto científico.

Escribe lo que te imaginas que dice este texto.

Desventajas y ventajas

Ignacio trabaja en una agencia inmobiliaria. A veces le toca vender o alquilar casas
que no son muy buenas o están en mal estado. Es un problema, porque Ignacio odia
mentir.
En este momento tiene que vender una casa en un balneario. Esta es la descripción:

“Es una casa muy chiquita. Está a quince cuadras de la playa. No tiene luz eléctrica ni
agua corriente, aunque se puede sacar agua de pozo con una bomba manual. Las
persianas no funcionan muy bien, de modo que, o no se pueden abrir, o, si se abren, no se
pueden cerrar después. Por otra parte, en la casa hay un perro bastante viejo y
malhumorado que, a veces, no deja entrar a nadie, sean conocidos o no.”

Como verán, el trabajo de Ignacio es muy complicado: tiene que convencer a la


gente de que compre la casa; no quiere decir mentiras, como que la casa está a la
orilla del mar o tiene luz eléctrica; pero, como tiene que vender, puede tratar de
convertir todos los problemas en supuestas ventajas. Por ejemplo, que, como es una
casa chiquita, es facilísima de limpiar.

Escribe un informe para los clientes, tratando de convertir las desventajas en ventajas.

Las cartas del señor Eliseo

La suerte no parecía acompañar al señor Eliseo. Después de treinta años de trabajar


en la oficina de Correos de su barrio había recibido su jubilación: una escasa suma
mensual que no le permitía salir a tomar un café siquiera una vez a la semana.
Pensó: “Es injusto, pero voy a tener que trabajar”.
Eliseo recordó a un antiguo amigo del barrio, el inglés Lucas Clark, que había
prosperado con su fábrica de navajas. Eliseo pensó que escribiéndole a él podría
quizás conseguir algún trabajito de velador o algo así.
Hacía mucho que Eliseo no escribía y menos aún una carta. El desafío era difícil.
Eliseo no veía a Clark desde hacía tres años y por eso dudaba: ¿Cómo tendría que
empezar la carta? ¿Querido Clark, Estimado amigo, Estimado Lucas, ¡Cómo estás,
Lucas!…? Probó y probó, hasta que al fin, ayudado por Lucrecia, su esposa, que era
maestra, terminó con una versión que lo conformaba:
San Miguel, 21 de junio de 1994

Estimado Señor Clark:

Me es grato dirigirme a usted a fin de hacerle conocer mi interés por integrarme a su


prestigiosa empresa de navajas.
Como usted sabe, la producción de navajas ha sido siempre un asunto de mi interés y
creo que esto podría ser de utilidad en su empresa.
Sé que son momentos difíciles para la economía del país, lo que afectará de alguna
manera a su empresa, pero espero que mi pedido sea motivo para un próximo
reencuentro.
Sin otro particular, lo saluda muy atentamente

Eliseo Fernández

Después de escribir esta versión, Eliseo seguía dudando. Se acordaba de los


momentos compartidos con Lucas antes de que éste se fuera del barrio, cuando
proyectaban la fábrica de navajas, de las apasionadas charlas —cafecito de por
medio— sobre cómo incrementar las funciones de éstas, sobre cómo reducir su
tamaño, y las largas discusiones sobre si efectivamente una navaja era un
instrumento para sacar punta a los lápices o si era necesario fabricar otro objeto.
Recordando todo esto fue que Eliseo decidió enviarle una carta más informal, más
amistosa, a su antiguo compañero Lucas.

Llegó el momento de ayudar a Eliseo, que a esta altura ya no distingue vocales de


consonantes. ¿Cómo te imaginas la carta? ¿Te animas a escribirla?

Ventajas y desventajas

Durante las vacaciones, Olivia Malacara conoció a un muchacho y empezó a salir


con él. Era un muchacho realmente interesante: alto, guapo, deportista, con buen
humor y amable con todos. Trabajaba en una empresa constructora, además de
estudiar. Le gustaba la música y era buen bailarín, un infatigable lector y amante de
la naturaleza. Dominaba varias lenguas extranjeras, hablaba y escribía a la
perfección en inglés, rumano y sánscrito. Había recorrido buena parte del mundo
cuando trabajaba como técnico de vuelo.
En resumen, el muchacho era una maravilla, y Olivia estaba encantada con él.
Pero la señora Felícitas de Malacara, su madre, no veía con buenos ojos esa
relación y decidió escribir al señor Verlano Malacara, su esposo y padre de Olivia,
que se encontraba aún en la ciudad por razones de trabajo.
Aunque bastante mala, la señora Felícitas de Malacara era honesta y no quería
mentir sobre el novio de su hija; por lo tanto, trató de escribir una carta donde lo que
para Olivia eran virtudes, para ella fueran defectos y problemas. Pero no le salió.

Como todos somos un poco malos alguna vez, ¡ayuda a la señora Felícitas de
Malacara! ¿Cómo?… Escribiendo tú la carta para don Verlano. Piensa, con toda la maldad
del mundo, qué problemas podrían ocasionarle a Olivia las virtudes de su novio (por
ejemplo: si es alto, no la va a ver y se la va a llevar por delante).

(Nota: si lo prefieres, te podemos considerar el primo: Chucho Malacara.)


Mensaje en clave

Después de la gran Revolución francesa, Edmundo Dantés, un joven capïtán de


barco, vuelve de un largo viaje. Algo terrible lo espera. Será denunciado, enjuiciado y
encarcelado injustamente.
Mientras permanece encerrado solo en su celda en el espantoso Castillo de If,
logra comunicarse con otro preso, el Abate Farías,* que le envía con un carcelero
una carta en clave con las instrucciones para cavar un túnel. Para que el carcelero
no se dé cuenta del contenido de la carta, Farías finge que le enseña a Edmundo
Ciencias Naturales. Las instrucciones para cavar el túnel son:

“Elegir el lugar bajo la ventana donde da el sol de la mañana. Cavar el largo de tu propia
altura y luego en dirección a la ventana unos tres metros. Con parte de la tierra, disimular
la entrada. El resto de la tierra, repartirlo en el suelo.”
Como no puede escribir esto, en la carta traduce esta información a una clave: habla de
las costumbres de las hormigas africanas. La carta empieza así:
“Estimado Edmundo:
Voy a comenzar mis clases describiéndote las características de unas extraordinarias
hormigas que habitan en el Africa meridional. Deberás saber que estas hormigas, para
construir su hormiguero, eligen un punto en el suelo que sea iluminado por el sol a media
mañana...”

¿Te animas a completar la carta en clave de Farías?

*Edmundo Dantés y el Abate Farías son personajes de la famosa novela El Conde de


Montecristo de Alejandro Dumas.

¿Quién fue?

En el crudo invierno de 1969, un 30 de enero, para ser más exactos, falleció el


empresario Régulo Cattanzaro, principal accionista de la firma “Tómate-lo”, en
circunstancias sospechosas: fue muerto con un abrelatas. Nada en la próspera
carrera del exitoso hombre de empresa hacía sospechar un suicidio. La investigación
policial condujo las pistas, en primer lugar, hacia su viuda y principal heredera,
Raquel Sforza, quien según versiones de su suegra en más de una oportunidad
había amenazado con deshacerse del occiso “triturándolo”. Esta versión fue
desmentida calurosamente por el mayordomo, Gastón, quien, según la servidumbre
de la casa, estaría secretamente enamorado de Raquel Sforza y, ni bien fue hallado
el cadáver de su señor, había murmurado: “Yo le advertí que no siguiera insultando”.
Ante estas declaraciones del personal de servicio, se procedió a interrogar al
mayordomo, quien derivó la investigación hacia los socios de Cattanzaro en
“Tómate-lo”, quienes, de ser cierta la versión del criado, tenían serias diferencias con
el difunto por su forma autoritaria de conducir la empresa de jugo de tomate en lata.
Veinticinco años después, el juez a cargo de la causa dejó sobre el escritorio de
su secretario la siguiente nota, para que éste redactara el fallo:

Si declarare culpable a la viuda de Cattanzaro Raquel Sforza no seria una decision


acertada responsabilizar al mayordomo de la casa en el crimen no estarian
implicados los socios del occiso en el negocio si estoy en lo cierto.
Tratando de poner los signos de puntuación en el texto, ¿cuántas versiones encuentras
tú y cuáles son?

El pobre secretario está desesperado: ¡faltan todos los signos de puntuación y los
acentos! Resignado, toma un lápiz dispuesto a agregarlos. Pero no es tan sencillo;
según qué signos y dónde los ponga, el fallo del juez declarará culpables a unos u
otros. El secretario puntuó de siete maneras distintas la nota del juez y no está
seguro de que no haya más. Según por cuál de las versiones opte, unos u otros de
los sospechosos dormirán largo tiempo entre rejas.

Información sumaria

El martes por la tarde fue cometido un robo en las oficinas de “Industrias Lecheras La
Vaca-Veca”. El robo llamó la atención ya que nadie fue visto y no se produjo ninguna
rotura en puertas ni ventanas. Tampoco funcionaron los sistemas de alarma instalados
a lo largo del alto muro de más de tres metros que rodea el local. Aparte de algunos
objetos de valor y bonos, también desaparecieron dos cajas con muestras de leche en
polvo que debían ser enviadas a la República de Trulalá.
La policía mantiene detenidas a algunas personas que podrían tener relación con el
asalto y debe enviar un informe llamado “instrucción sumaria” al juez, para que decida
si alguno es realmente sospechoso y debe ser detenido.
Las personas detenidas son:

José Martínez Martel

Importante economista. Autor de libros como El Bono y yo, ¡Al fin Bonos! y Dulce festival.
Fue conocido por fugaces apariciones en televisión en las que se destacaba el extraño
cuello de sus camisas. Aficionado a las carreras de caballos. Grandes pérdidas
económicas. También tiene predilección por los deportes emocionantes. Sesenta y cinco
años, muy delgado. Fue visto en distintas oportunidades, en las últimas dos semanas,
circulando sin razón aparente por las oficinas de “La Vaca-Veca”.

Carlos Eloy Juárez

Conocido atleta de nuestro medio, especialista en salto de altura y salto con garrocha.
Cerrajero en su más temprana juventud. Apodado “la lima”. Compitió en los Quintos
Juegos del club “Nosotros Somos los Mejores” donde obtuvo una medalla al “mejor
compañero”. También viajó en repetidas oportunidades al exterior. Fue sorprendido
mientras intentaba agregar al café leche en polvo “La Vaca-Veca” para exportación. El olor
de la sustancia llamó la atención al dueño de la cafetería, quien se comunicó con la policía.

Ludovico Hernández

Coleccionista de objetos de valor. Varios años en prisión por el robo a las “Grandes
Queserías Moreno”. Nunca pudo conocerse el modo de ingreso a las oficinas. Fue robada
valiosa colección de moldes de quesos realizada por el artista Tulio Montelongo.
Hernández fue detenido, en esa oportunidad con varios moldes en su poder. El señor
Hernández es conocido en diversos medios por su corpulencia y buen humor. En el Café
Ruiz, donde pasa gran parte del tiempo que no ocupa en sus oficinas de la Calle Ruiz, se
le conoce, cariñosamente, como “el elefante”.

Identifica los datos biográficos que hacen sospechoso a cada uno de los personajes, y
redacta un informe al juez explicando los motivos de tu sospecha.
La Bella y la Bestia

La historia de La Bella y la Bestia es bastante conocida. Es una historia popular que


pasaba de boca en boca y que fue escuchada y escrita por una dama francesa hace
ya mucho tiempo por 1750*. Como el original es bastante largo para reproducirlo en
este libro, les presentamos una versión abreviada. En el cuento se narra la historia
de un comerciante que tenía tres hijas, la menor tan hermosa y buena que era
llamada “la Bella”. Por malos negocios, el comerciante empobrece, y al regresar de
un viaje inútil en busca de fortuna, se encuentra perdido en la noche y busca refugio
en un palacio aparentemente vacío. Al día siguiente, antes de partir, corta una rosa
del jardín, por lo que provoca la furia de una horrible bestia el dueño del palacio, que
lo condena a muerte si no le envía a una de sus hijas en un plazo de tres meses.
Cuando el comerciante les cuenta a sus hijas lo ocurrido, la menor se ofrece a ir al
palacio de la bestia, para alegría de sus hermanas, que son envidiosas y egoístas.
Ya en el palacio, pasa la noche en un hermoso cuarto que dice “Cuarto de la Bella” y
hasta la noche siguiente no ve al dueño de casa. Cuando se dispone a cenar,
aparece la Bestia. Aquí comienza nuestro relato.

—¿Me permites, Bella, que te vea cenar? — preguntó el monstruo.


—Bueno, eres el amo.
—Al contrario, aquí la dueña eres tú Dime, ¿en verdad soy muy feo?
—No lo puedo negar, porque no me gusta mentir dijo la Bella. Pero pareces bastante
bueno.
—Bueno, Bella, espero que no te aburras aquí. Todo lo que hay en la casa te pertenece
y me daría mucha pena que no estuvieras contenta.
— Estas palabras tranquilizaron a la Bella, que comió con muchas ganas. Pero casi se
muere de susto cuando escuchó que la Bestia le decía:
—¿Te casarías conmigo?
Tardó un rato en contestarle. Hasta que tomó coraje y respondió:
—No, Bestia.
Al oír esto, el pobre monstruo dio un horrible suspiro, le deseó las buenas noches y se
alejó cabizbajo. Cuando se quedó sola, la Bella sintió mucha compasión por él. “Qué
lástima, pensaba, que sea tan horrible y tan bueno.”
Así pasaron tres meses. La Bella llevaba una vida tranquila en el castillo y se había
acostumbrado a la Bestia, que le parecía cada vez mejor persona. Todas las noches éste
le preguntaba si quería casarse con él y ella le contestaba que no.
Cierto día, la Bella pidió permiso para ir a su casa ocho días. La Bestia accedió, pero le
rogó que volviera en ese tiempo, porque, si no, él moriría.
Partió la muchacha con regalos para todos y se alegró mucho de ver a su padre y a sus
hermanas. Pero éstas sintieron envidia al verla feliz y decidieron retenerla en la casa para
provocar el enojo de la Bestia. Pasados los ocho días, ante los ruegos de sus hermanas, la
Bella se quedó dos días más. Pero al décimo día vio en sueños el jardín de la Bestia,
donde ésta yacía moribunda. Al despertarse, partió de inmediato.
Encontró al monstruo en el lugar del sueño. Sintió tanto dolor al verlo a punto de morir
que lo abrazó y le pidió que viviera para casarse con ella. Apenas pronunció estas
palabras, escuchó música y vio luces de fiesta. A su pies, en lugar de la Bestia, había un
hermoso príncipe que le daba las gracias por haber roto su encantamiento: un hada
perversa lo había condenado a vivir con la forma de la Bestia hasta que una hermosa joven
aceptara casarse con él. El final, ya se lo podrán imaginar.

* Madame Leprince de Beaumont, “La Bella y la Bestia” en Los cuentos de Perrault,


España, Editorial Crítica, 1980.
Te proponemos que vuelvas a contar la historia, o lo que recuerdes de ella, pero
¡cambiando algunas cosas! Te damos dos posibilidades:

1. Si la Bella fuera bella pero malvada, astuta y muy interesada, ¿cómo sería el cuento?
2. Si fuera la Bella la que se enamorara de la Bestia, pero la Bestia no la aceptara,
¿cómo sería el cuento?
Es un buen trabajo para pensarlo en grupo.*

* Gianni Rodari inventó un ejercicio parecido a éste, y lo llamó “la fábula al revés”.

Adaptaciones

En El hobbit,* Tolkien narra las aventuras de un grupo de enanos que, acompañados por
Bilbo, el hobbit, intentan recuperar el tesoro y el reino de los enanos en las montañas. El
tesoro está en poder de un terrible dragón:
Smaug. En un momento de la aventura, Smaug ataca a los habitantes de Esgaroth, en El
Lago, que recibieron y ayudaron a los enanos. El gobernador abandona rápidamente la
ciudad, pero los más valientes, dirigidos por Bardo, el arquero, se preparan para resistir el
ataque del dragón...

…Las fauces del dragón despedían fuego. Por un momento voló en círculos sobre ellos,
alto en el aire, alumbrando todo el lago. Los arboles de las orillas brillaban como sangre y
cobre, con sombras muy negras que subían por los troncos. Luego descendió de pronto
atravesando la tormenta de flechas, temerario de furia, sin tratar de esconder los flancos
escamosos, buscando sólo incendiar la ciudad.
Bardo tiraba con un gran arco de tejo, hasta que sólo le quedó una flecha. Las llamas
se le acercaban. Los compañeros lo abandonaban. Preparó el arco por última vez.
De repente, de la oscuridad, algo revoloteó hasta su hombro. Bardo se sobresaltó, pero
era sólo un viejo zorzal. Se le posó junto a la oreja y le comunicó las nuevas. Maravillado,
Bardo se dio cuenta de que entendía la lengua del zorzal, pues era de la raza de Valle.
¡Espera! ¡Espera! le dijo el pájaro. La luna está asomando. ¡Busca el hueco del pecho
izquierdo cuando vuele por encima de ti! (…)
Entonces Bardo llevó la cuerda del arco hasta la oreja. El dragón regresaba volando en
círculos bajos, y mientras iba acercándose, la luna se elevó sobre la orilla este y le plateó
las grandes alas
(...) Descendió de nuevo, más bajo que nunca, y cuando se precipitaba sobre Bardo, el
vientre blanco resplandeció, con fuegos chispeantes de gemas a la luz de la luna, salvo en
un punto. El gran arco chasqueó. La flecha negra voló directa desde la cuerda al hueco del
pecho izquierdo, donde nacía la pata delantera ahora extendida. En ese hueco se hundió
la flecha, y allí desapareció, punta, mástil y pluma, tan fiero había sido el tiro. Con un
chillido que ensordeció a hombres, derribó árboles y desmenuzó piedras, Smaug saltó
disparado en el aire y se precipitó a tierra desde las alturas.
Cayó estrellándose en medio de la ciudad. Los últimos movimientos de agonía lo
redujeron a chispas y resplandores. El lago rugió. Un vapor inmenso se elevó, blanco en la
repentina oscuridad bajo la luna. Hubo un siseo y un borboteante remolino, y luego
silencio.

Como se habrán dado cuenta, la historia transcurre en un tiempo


remoto y en un lugar imaginario.

* J.R. Tolkien, El hobbit, Buenos Aires, Minotauro, 1982.


1. Escribe los nombres de los personajes que participan en la historia que acabas de
leer. ¿Quién es el héroe? ¿Quién es su aliado o ayudante? ¿Quién es su adversario o
enemigo? ¿Qué poderes tiene cada uno?

2. Escribe en una lista las acciones que llevan a cabo los personajes.

3. Te proponemos que cuentes la historia de una lucha como ésta, pero en otro
escenario y con otros personajes. Te damos tres opciones, para que elijas la que más te
guste:
En Ciudad Gótica, en 1994.
En Hueso Partido, ciudad ferroviaria del Lejano Oeste, en 1887. En Fobos, una de las
lunas de Marte, en 3050.

Ayuda

Hacerte algunas preguntas te va a ayudar. Por ejemplo: ¿quién atacará en ese lugar
y esa época?, ¿qué poderes tendrá?, ¿con qué armas se defenderán?, ¿cómo será
el lugar?, ¿quién será el héroe y quién su aliado?, ¿cuál será el motivo de la lucha?

Metáforas

Los campos semánticos son conjuntos de palabras que comparten un significado.


Por ejemplo:

PESCA VENTA
el anzuelo exponer la mercancía
la carnada oferta
picar pago
tirar la cuerda buena mercancía
un pez gordo cliente
buena pesca comprar
recoger la cuerda

A veces, cuando hablamos o cuando escribimos, nos referimos a un campo


semántico —por ejemplo, la venta— usando palabras de otro —por ejemplo, la
pesca. Cuando se reemplaza una palabra por otra que pertenece a otro campo
semántico por ejemplo, cuando hablamos de una oferta como buen “anzuelo” o
“carnada” para enganchar” clientes, se hace para volver más expresivo o más
“gráfico” el lenguaje y transmitir con más vivacidad o precisión las ideas, las
sensaciones, los sentimientos. Llamamos metáfora a la sustitución de una palabra o
una expresión por otra con la que guarda alguna semejanza. Leemos en el diario que
“El clima político está caldeado”. ¿En qué consiste la metáfora en este caso? En
describir con palabras del campo de la meteorología (“clima caldeado”) la
intranquilidad política. ¿Y cuál es la semejanza que permite esa sustitución? Es muy
común referirse a estados de ánimo o relaciones entre las personas en términos de
temperatura frío/caliente que corresponden a sensaciones físicas. Cuando nos
enojamos mucho, por ejemplo, nos acaloramos, la sangre sube a la cabeza y hasta
podemos ponernos colorados. Y ese es el origen de esta metáfora. Cuando
hablamos de una oferta como “carnada”, estamos pensando en algo que atrae, que
llama la atención e incita a acercarse.
Sustituye por las palabras y expresiones del campo semántico de al pesca los grupos
de palabras en negritas en el texto que sigue:

El Tuercas miró para todos lados y descubrió el mejor lugar para exhibir la mercancía.
Era un día de sol y los otros vendedores ya se habían instalado. Cubrió la mesa con un
trapo rojo y acomodó la bisutería. Canturreando, se sentó a esperar que apareciera el
primer cliente. Una mujer de aspecto opulento se acercó al puesto atraída por el brillo de
la tela. Preguntó algunos precios, sin decidirse. El Tuercas, presintiendo que era una
buena clienta, le ofreció una rebaja. La mujer aceptó el precio. Abrió la billetera y depositó
sobre la mesa una suma equivalente al costo de toda la mercancía expuesta. Ni tardo ni
perezoso, el hombre guardó el dinero y levantó el puesto. ¡Buena venta!, se dijo,
mientras volvía a casa disfrutando del sol matinal.

Horóscopo chino

Lina Luna es una afamada astróloga. Las paredes de su casa están cubiertas de
mapas del cielo con las constelaciones de los dos hemisferios y dibujos de los signos
del zodíaco. Sobre la mesa de trabajo, tiene desplegadas cartas astrales y diversos
libros de astrología. Ahora está estudiando el horóscopo chino. La primera lección del
Manual del horóscopo chino cuenta que el Buda les puso a los doce signos del
horóscopo chino los nombres de los doce animales que lo fueron a visitar el día de
Año Nuevo: Rata, Búfalo, Tigre, Gato, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono,
Gallo, Perro y Jabalí. Así, los nativos de cada signo heredarían algo de la
personalidad del animal.
Mientras saborea un aromático té de jazmín, Lina Luna avanza algunas páginas
en el Manual, hasta llegar al Tigre, que es su signo:

La personalidad del Tigre

El Tigre ha nacido bajo el signo del coraje. Es muy firme para sostener sus opiniones y
creencias. Es inteligente y muy rápido. Adora el desafío y ama verse envuelto en cualquier
cosa que represente un futuro excitante. Al Tigre le gusta sentirse libre para actuar a su
gusto, odia sentirse limitado. También puede ser bastante impulsivo y en muchas
ocasiones se arrepentirá de su manera de actuar cuando ya sea tarde. Le importa mucho
su imagen, se conduce con aires de dignidad y de autoridad y quiere ser el centro de
atención. Le resultará difícil entenderse con otro Tigre o con un Dragón: ambos querrán
manejar la relación y no podrán llegar a un acuerdo. El Tigre tiene muchas cualidades
dignas de elogio. Es honesto y valiente. Mientras sea capaz de refrenar los excesos
impulsivos de su naturaleza inquieta, tendrá una vida muy plena y satisfactoria.”*

*La información esta tomada de Horóscopo chino para 1991 de Neil Somer-ville,
Barcelona, Granica, 1990.

Aburrida de tanto leer, Lina Luna que ya va por la tercera taza de té de jazmín se
pone a improvisar. Saca el cuaderno e inventa las características de los otros once
signos.

Elige alguno de los once signos restantes e imagina la personalidad de los nativos de
éste teniendo en cuenta las características del animal correspondiente.
Abracadabra

“… Y, como tenía boca, Carmela hablaba. Hablaba


como hablan todos. Y eso era lo malo. Porque a
Carmela, así como así, las palabras se le volvían cosas
*

Las cosas que decimos no siempre corresponden con la realidad. Por ejemplo, si mi
tía Eulalia le dice a su hijo Confucio “Te voy a matar!”, nadie piensa que lo vaya a
hacer realmente.
Pero en “El problema de Carmela”, Graciela Montes cuenta el curioso caso de
doña Carmela, a la que se le hace realidad todo lo que dice. Un día le dio por decir
que iba a llover “a cántaros” y en ese instante “Las nubes negras se volvieron
decididamente negrísimas. Y cuando el aire se puso oscuro y espeso empezó a
llover. Aunque llover no es la palabra. Caían chorros, cataratas, paquetes de agua
desde el cielo, que reventaban las macetas y agujereaban los paraguas. Los gatos
de Carmela quedaron bastante maltrechos y, como conocían el problema de su
dueña, la miraron de costado y le dijeron: ¡Uff!…”

¿Qué habrá pasado el día que doña Carmela dijo “Me muero de risa”? ¿Y cuando
dijo “Esta casa está helada”? ¿O “Hace mil años que no la veo”? ¿O “Toqué el cielo
con las manos”? ¿O “Se me hace agua la boca”? ¿O “Me van a sacar canas
verdes”? ¿O “Me estás poniendo los pelos de punta”? ¿O “En un suspirito me les
voy.

Escribe un texto en el que utilices expresiones de uso común y que, por supuesto, no sean
reales.

*Graciela Montes, “El problema de Carmela” en Amadeo y otra gente extraordinaria,


Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1990.

Ejemplo

El escuincle siempre había hablado hasta por los codos, pero ahora sí lo habían
agarrado en curva. No supo qué decir cuando chocaron; se quedó mudo.
“Ahora sí me cayó el chahuiztle” pensó. Miles de veces había hecho su agosto
dejando a la gente chiflando en la loma. Estaba que se lo llevaba el tren. Sí aquello lo
había dejado medio muerto.
“Me tengo que desaparecer —se dijo— antes de que me llueva sobre mojado. No
me queda de otra.”
El capítulo del loro

Resolviendo los ejercicios de este capítulo, te vas a volver loro: inventero y


cuentador de historias. Es cuestión de leer atentamente las instrucciones y
ponerse a escribir.

Detrás de las réplicas perdidas

El texto que te presentamos a continuación pertenece a otro cuento de la escritora Silvina


Ocampo.* En él dialogan dos personajes: Adrián y Timbó, que es un perro. Tal como te lo
presentamos, a este diálogo le faltan algunas réplicas. Algo de lo que dijeron Adrián o
Timbó, según el caso, se ha borrado.

En tu cuaderno, completa el diálogo agregando las réplicas que faltan.

Adrián era un niño muy pobre. Un día al pasar por un pueblo situado al pie de una montaña
se detuvo a descansar en una calle sombría donde vio lo que le pareció una pequeña
alfombra castaña. Se acostó a descansar, pero no sobre las piedras del camino, como
solía hacerlo, sino sobre la alfombra. Ya el sueño cerraba sus párpados cuando sintió que
la alfombra se movía. Varias veces trató de dormir, pero en cuanto se dormía, lo
despertaba el movimiento de la alfombra. Creyó oír un gruñido. Sintió contra su mano el
latido de un corazoncito, dio un salto, se puso de pie. Después se arrodilló para mirar al
monstruo que imaginaba escondido. Levantó cuidadosamente los vellones y descubrió
debajo de la lana, el hocico, el cuerpo de un perro.

—Timbó. Soy hijo de un árbol con orejas — contestó el perro —. ¿Cómo te llamas?

—Adrián, no más. Soy pobre.


—¿No tienes apellido?
—No —contestó Adrián—. ¿Y tú no tienes cara?
___________________________________Las señoras también tienen caras y usan
pieles. ¿Acaso se les ve la cara cuando hace frío?
—No hace frío. ¡Y qué me importan las señoras! — contestó Adrián—. Eres un perro y
tienes que tener una cara. No sé si eres un dogo de Burdeos, un galgo ruso, un pekinés o
un perro policía. ¿Qué eres, podrías decírmelo?
— Soy un perro mágico.
— Quiero que me traigas un pastel de almendras dulces, adornado con frutas
cristalizadas, velitas y un cesto hecho de caramelo con mandarinas.

—En el escaparate de una dulcería llamada La Esperanza.


Timbó se levantó y salió corriendo. Al poco tiempo volvió trayendo una fuente con un
enorme pastel de almendras con velitas y frutas cristalizadas y un cesto de caramelo.
— Hay que encender las velitas — dijo Adrián—. Es un pastel de cumpleaños lindísimo
—Lindísimo para el que le guste. Pero a mí no me gustan las golosinas. Cuando alguien
me da un terrón de azúcar lo dejo caer al suelo. Me hago el tonto.
—No te costará mucho. Qué suerte tienes de que te den azúcar. A mí nadie me da
nada. ¿Y con qué encenderemos las velitas, perro mágico? — preguntó Adrián.

Timbó volvió al instante con una caja de fósforos.

—En una casa particular — contestó Timbó.


Adrián se arrodilló frente a la fuente para admirar el pastel y encender las velas, luego
sopló encima para apagarlas. Después se puso a comer. De cuando en cuando ofrecía un
pedacito a Timbó, que también comía, pero de mala gana, arrebujado en su piel. A veces
se atoraba, porque se le metían algunos pelos en la boca. Pero Adrián fingía no verlo.
Cuando terminaron el banquete, Timbó preguntó a Adrián si no tenía sed.
—Tengo mucha sed — dijo Adrián — porque he comido cosas dulces. Pero no quiero
que te vayas.

Se encaminaron a un lago donde bebieron y se dieron un baño.


—Te pareces mucho a un amigo mío — exclamó Adrián embelesado.

En la forma de mirar.

—Pero los ojos se te ven, tonto.


Se acostaron y conversaron hasta el alba. No podían separarse y resolvieron vivir
juntos.

* Silvina Ocampo, “limbo” en La naranja maravillosa, Buenos Aires, Editorial


Sudamericana, 1977.

A empezar por el principio

Narrar es contar hechos o acciones ordenadas en el tiempo y encadenadas entre sí.


Es algo que Macedonio Fernández sabía hacer. Aunque le costaba empezar. Le
preocupaban tanto los comienzos que escribió Una novela que comienza, además de
un Cuento de literatura no literaria y una Autobiografía no se sabe de quién, entre
otras cosas.
Él escribió este principio:

¿Quién era ese mosquito?

Yo me sentí como agredido personal y conscientemente con la embestida del mosquito


zumbando; y cuando me golpeó en la cara, en la oscuridad de la noche, levanté la colcha y
traté de abarcarlo encerrándolo dentro de las mantas. Pero he aquí que no lograba cazarlo;
en plena oscuridad sentí el rumor y al par que procuraba eludir la embestida trataba de
aniquilarlo. *

Te proponemos que sigas contando la lucha del hombre contra el mosquito.

*Macedonio Fernández, “¿Quién era ese mosquito?”, Obras Completas de Macedonio


Fernández, tomo VII, Buenos Aires, Editorial Corregidor, 1987.

Un cuento fantástico

El fragmento siguiente se llama “Final para un cuento fantástico” y es del escritor A. lreland,
inglés y nacido en 1871:*

—¡Qué extraño! —dijo la muchacha, avanzando cautelosamente—. ¡Qué puerta más


pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
—¡Dios mío! —dijo el hombre—. Me parece que no tiene picaporte del lado de
adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
—A los dos no. A uno solo —dijo la muchacha. Pasó a través de la puerta y
desapareció.
Escribe un cuento para este final.
*Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, “Final para un cuento
fantástico” en Antología del cuento fantástico, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1965.

Nada al azar

Algunos escritores, a partir de su propia experiencia, proponen “reglas” para tener en


cuenta en el momento de escribir. Es el caso de Edgar Allan Poe, escritor norteamericano,
conocido por sus cuentos policiales y de terror, quien opina que la composición de un texto
se parece a la resolución de un problema matemático: nada queda librado al azar, todo se
resuelve con precisión y rigor lógico.

Te proponemos que escribas un cuento. Como ayuda y para que sepas bien adónde vas,
te damos el principio, el medio y el final. Estas frases tienen que aparecer tal cual en tu
cuento en la ubicación indicada:

Principio: En el otoño de 18..., mientras viajaba por las provincias


meridionales de Francia, mi camino me condujo a pocas millas de cierta
Maison de Santé, o manicomio privado, del cual mucho había oído hablar a
mis amigos médicos de París.

Medio: Volvieron a oírse los gritos con mayor fuerza y al parecer más cerca
se repitieron por tercera vez con mayor intensidad.

Final: Pero, al fin, tras escapar por una cloaca, uno de los prisioneros logró
poner en libertad a los demás.

*Como cualquier lector pudo haber sospechado, las frases pertenecen a un cuento de
Edgar Allan Poe, “El sistema del doctor Tan y del profesor Fether” y lo puedes leer en el
volumen 2 de Cuentos del autor, publicados por Alianza Editorial, y traducidos por Julio
Cortázar.

Las cartas de Propp

Desde niño, Vladimir había escuchado las historias más maravillosas de boca de su
abuela Tatiana. Entre dragones, princesas, brujerías, alfombras voladoras,
regimientos de soldados y muchas otras cosas se le pasó la infancia hasta que
creció y se convirtió en el Profesor Vladimir Propp de la Universidad de Leningrado.
Allí se dedicó a estudiar todos esos cuentos que había conocido de niño y empezó
a descubrir que todos tenían algo en común; se dio cuenta de que a pesar de que
eran cientos de cuentos muy diferentes entre sí, todos compartían algunos
elementos.
Por ejemplo, era muy frecuente que algún personaje
—que luego se convertiría en el héroe de la historia— partiera de su hogar para
recorrer el mundo, para cumplir una misión o para buscar fortuna. También podía
suceder que en su camino se encontrara con trampas tendidas por sus enemigos o
que tuviera que combatir con ellos. A veces, el héroe recibía la ayuda de un auxiliar
mágico un anillo, una lámpara que le permitía superar los obstáculos.
Muchas de las historias que conocía Vladimir terminaban con el éxito de la misión,
con la boda del héroe y con el castigo a los adversarios. A cada una de estas
acciones que se repiten en los distintos cuentos —partida, trampa, engaño, combate,
donación, regreso, boda— él las llamó funciones. Propp dice que son treinta y una.
Unos años después al maestro italiano Gianni Rodari (del que ya te habíamos
hablado) se le ocurrió transformar esas acciones en cartas y así inventar juegos para
que sus alumnos escribieran historias.
El nuevo Escriturón te presenta una nueva versión de “Las cartas de Propp”. Con
ellas podrás realizar actividades que te permitirán contar y escribir historias. A
continuación te proponemos algunos juegos para usar las cartas. Puedes hacerlos
más de una vez o inventar nuevos, siempre y cuando sirvan para escribir:

1. Se mezclan las cartas, se saca una y a partir de ella se escribe una historia.

2. Se sacan del mazo 5 cartas al azar. Se colocan en orden de manera que pueda
contarse una historia —se puede dejar 1 o 2 cartas y cambiarlas por otras—. A
continuación se escribe la historia.

3. Se saca una carta del mazo y se empieza a escribir una historia. Para continuarla
se saca otra carta y se sigue escribiendo. Se continúa hasta haber sacado un mínimo de 5
cartas y un máximo de 10. (¡ojo!: las cartas se sacan de una por una, nunca todas juntas.)

4. Se reparten 5 cartas por persona. Cada una las coloca en orden de manera que
pueda escribir una historia. Si lo desea puede dejar 1 o 2 cartas y cambiarlas por otras. En
lugar de escribir la historia, anota el orden que le dio a las cartas y se las pasa a su
compañero de la derecha que repite la operación. Después se comparan oralmente las
historias que pensó cada uno.

5. En este juego pueden jugar entre 4 y 30 participantes. El primer jugador saca una
carta al azar y empieza a contar a todo el grupo una historia referida a la acción de la
carta. Luego pasa el mazo al jugador de la derecha quien saca otra carta y continúa la
historia que comenzó el primero. Así hasta el último jugador o hasta terminar las cartas.
Después, cada participante escribe lo que recuerda de la historia contada por todos.

6 En este juego juegan 2 participantes con un solo mazo. Cada uno saca una carta y
escribe el comienzo de una historia con ella. Cuando termina le pasa el texto inconcluso
a su compañero. Este saca otra carta y continúa la historia que recibió del compañero
anterior. Cada uno sacará un mínimo de 3 y un máximo de 6 cartas.

Ayuda
En las historias puede haber personajes muy distintos. Como ayuda te presentamos
algunos que podrás usar si te interesa.

Vaquero / pirata / artista / detective / loco /


justiciero / navegante / alumno / explorador /
artesano / viajero / profesional / vagabundo /
maquinista / inventor / campesino / soldado /
marciano / extraterrestre / yeti / mago / druida /
adivino / monje / duende / enano / mendigo /
príncipe / bailarina / glotón

bandidos / ogros / brujas / asesinos / corruptos /


estafadores / explotadores / demonios / usureros /
dragón / esbirros / verdugos / vampiros /
traficantes / traidores / villanos

reyes / gobernantes / padres / jueces / policías /


hermano mayor / celador / dioses / superhéroes /
jefe / ricos / inmortales / mentes superiores /
invencibles / forzudo / titanes / gigantes /
la muerte / conquistador / director / cacique

familia / vecinos / amigos / compañeros /


cónyuges / mascotas / testigos / súbditos /
animales / acompañantes / doncellas / criados /
mayordomo / ama de llaves / amantes /
guardianes / colegas / consejeros/ ayudantes /
cortesanos

Y por si te hacen falta, te damos una lista de objetos mágicos:

varita / flauta / botas de siete leguas / galera /


pelo de Sansón / anillo / bastón / cristal
encantado / capa / habas / huevo de oro /

Para llevar a cabo los juegos de “Las cartas de Propp” será necesario que en unas tarjetas (de cartón de ser
posible) se copien las siguientes palabras, cada una de las cuales corresponde a las distintas funciones de
Propp.

Alejamiento Prohibición Desobediencia Mediación

Aceptación Partida Interrogatorio Carencia

Éxito Solución Regreso Persecución

Información Trampa Complicidad Daño

Reacción Donación Viaje Combate


Reconocimiento Desenmas- Fracaso Sorpresa
caramiento

Socorro Disfraz Engaño Tarea

Castigo Boda
Para escribir, casi siempre necesitamos un pretexto. Uno bueno es, por ejemplo, escribirle
una carta a nuestra mejor amiga que se fue a vivir lejos y a quien queremos contarle
alguna cosa. Otro, muy común; resumir el libro de español en un acordeón para pasar el
examen final. Cuando alguien nos gusta muchísimo y no nos atrevemos a decírselo en
persona, podemos escribirle un recadíto y mandárselo con alguien. Si nos sucede algo
importante y queremos recordarlo, entonces lo escribimos en un cuaderno, nuestro diario.
En El nuevo Escriturón vas a encontrar nuevos pretextos para escribir, ordenar,
transformar, reducir y ampliar textos; describir y combinar palabras; jugar con el abecedario
y también inventar historias.

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