Jesús Es El Príncipe de La Paz

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"Jess es el Prncipe de la Paz".

Aunque los cristianos tienen a Jess viviendo dentro de ellos,


la paz sobrenatural es a menudo falta de sus vidas.
Dennis y Jen Clark le muestran cmo es la verdadera paz y cmo disfrutarla. La paz no es "una
vida libre de problemas". En cambio, es el poder de Dios el que le da fuerza, alegra, propsito
y victoria, incluso cuando est pasando por tiempos difciles.
Usted aprender cmo:
La paz le da nuevas opciones en medio de las circunstancias: No se deje abrumar por las
pruebas de la vida ms! La paz le da poder para hacer la voluntad de Dios: Usted tiene una
fuente constante de fuerza a travs de desafos y oposicin! La paz libera el poder del Cielo en
tus situaciones: Ya que la paz est en todas partes en el Cielo, descubre cmo puede estar en
todas partes en tu vida ahora! Todo el mundo est buscando la paz. Y sin embargo, el Prncipe
de la Paz ya vive dentro de "t". Comience a caminar en el poder sobrenatural de la paz hoy y
muestre al mundo que Jess est vivo!

Captulo 3
Sanidad Del Alma

Introduccin

Existen dos procesos de sanidad para el cuerpo: el natural y el sobrenatural (divino). Los
doctores en medicina saben que no pueden sanar. Ellos slo ayudan a los poderes "naturales"
de sanidad ya existentes en el cuerpo.

No obstante, Jess es mayor que los dems mdicos. Por medio de su poder sobrenatural, los
cuerpos enfermos tambin pueden ser sanos. El poder divino para tales sanidades, viene
directamente de Dios.

A. DOS FUENTES DE SANIDAD


Los dos recursos para la sanidad tambin se aplican al alma. Se dice que el tiempo sana. Esta
sanidad natural que ocurre con el pasar del tiempo, nos ayuda a sobreponernos a algunas de
las dolencias internas que nos daban problemas durante nuestros aos ms jvenes.

1. Natural
Descubrimos con el tiempo que no todos son tan fuertes, inteligentes y que luzcan mejor que
nosotros. La mayora de nosotros aprendemos a relacionarnos con los dems y a tener xito en
nuestros campos de trabajo. Ganamos el respeto de nuestras familias, amigos y compaeros
de trabajo.

A medida que aumentamos en aos, nos enfrentamos con aflicciones, sinsabores y prdidas
que nos ayudan a madurar y a entender. Aun las personas que padecen de enfermedades
mentales, a menudo se recuperan por ellas mismas en cierto perodo de tiempo. Es evidente
que el alma tiene poderes de sanidad naturales como los tiene el cuerpo.

No obstante, algunas personas no superan los problemas que tuvieron en los primeros aos de
sus vidas. Llevan las cicatrices o marcas dolorosas hasta la vida adulta. Todos nosotros quizs
tenemos algunas heridas o lesiones del pasado que afectan nuestras actitudes y acciones
presentes.

Para algunos, sin embargo, las cargas emocionales son tan pesadas que apenas pueden
funcionar de manera normal. Muchas de tales personas han sufrido quebrantamientos
emocionales o mentales. Cuando las lesiones son demasiado profundas, los resultados pueden
ser permanentes.

Los psiclogos y psiquiatras son doctores que tratan los desrdenes mentales y emocionales.
Ellos procuran, a travs de la medicina y el consejo, ayudar a los poderes naturales de sanidad
del alma.
As pues, como existen enfermedades fsicas que no pueden ser curadas, igualmente hay
enfermedades del alma que no pueden ser ayudadas utilizando los medios naturales.

A fin de "restaurar" un alma en tal estado, se necesitara un "milagro", una sanidad


sobrenatural.

Conozco jvenes que han "quemado" sus cerebros lesionando sus almas con el uso de drogas.
En una ocasin eran jvenes talentosos, saludables y con un porvenir brillante para sus vidas
en el futuro. Ahora estn quebrantados en sus espritus, en sus mentes y en sus cuerpos. Hay
alguna esperanza o ser demasiado tarde? nicamente un milagro puede suministrar una
necesidad de tal naturaleza. Loado sea Dios, pues l es la esperanza.

Nuestro Seor es el Dios todopoderoso, hacedor de milagros y maravillas. l es misericordioso.

2. Sobrenatural
Examinemos estas preciosas palabras del Profeta Isaas: "Y si dieres tu pan al hambriento, y
saciares al alma afligida, en las tinieblas nacer tu luz, y tu oscuridad ser como el medioda"
(Is 58:10).

El dolor de ser rechazado puede ser sanado nicamente por el amor y la aceptacin. Dios
desea alcanzar a los "afligidos" a travs de usted y de m, por medio de nuestros corazones y
manos.

a. David Experiment Sanidad. David habl por todos nosotros en su hora de dolor interno
cuando clam: "Yo dije: Jehov, ten misericordia de m; Sana mi alma, porque contra ti he
pecado" (Sal 41:4).

David conoca personalmente respecto a ese amor de Dios que sana o nunca podra haber
escrito el Salmo 23: "Jehov es mi pastor Confortar [sanar] mi alma".

Ms tarde, el salmista habla de la gracia de Dios expresada en las siguientes hermosas


palabras:

"l sana a los quebrantados de corazn; y venda sus heridas. Grande es el Seor nuestro, y
de mucho poder; y su entendimiento es infinito Jehov exalta a los humildes, y humilla a los
impos hasta la tierra" (Sal 147:3, 5, 6).

b. Jess Obr Sanidad Entonces. Hay un pasaje especial en los evangelios, los cuales, he
visto en una nueva luz. Me gustara compartirlos con usted, pues habla de la naturaleza del
ministerio de sanidad de nuestro Seor:

"Y recorri Jess toda Galilea, enseando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundi su fama por
toda Siria; y le trajeron todos los que tenan dolencias, los afligidos por diversas enfermedades
y tormentos, los endemoniados, lunticos y paralticos; y los san" (Mt 4:23, 24).

Es de inters notar que las Escrituras dicen que Jess san "toda enfermedad y toda dolencia"
(v 23). Esto inclua las enfermedades espirituales, mentales, emocionales y fsicas. El versculo
24 nombra algunas de las enfermedades relacionadas con cada parte del ser total del hombre:

1) Enfermedades Espirituales: la posesin de demonios;

2) Enfermedades Emocionales: tormentos;

3) Enfermedades Fsicas: parlisis.


c. Dios Sana Hoy. Jess iba por todas partes sanando completamente hombres y mujeres. Por
donde el pecado irrumpa, espritu, alma o cuerpo, Jess pasaba perdonando, limpiando y
produciendo el poder sanador del amor de Dios.

Cuando pienso en mi buen amigo Costa Deir, recuerdo cmo Dios le sac de las profundidades
del pecado; era un caso perdido. El alcoholismo haba lesionado gravemente su cerebro,
hgado, corazn y sistema digestivo. Satans le haba robado sus amigos y familiares. Haba
destruido su cuerpo, y ahora iba tras su alma.

Estaba enfermo mental, espiritual y fsicamente, y prximo a la muerte eterna. Entonces, tuvo
un encuentro con el Mdico de mdicos en el mundo: El Seor Jesucristo.

Y qu hizo Jess? Le san completamente, hizo de l una nueva criatura en el espritu, alma
y cuerpo. Aleluya! No es de asombrarse el porqu ahora desea contarle a todo el mundo
acerca del poder sanador del amor de Cristo.

B. CINCO PASOS HACIA LA SANIDAD DEL ALMA


S, Dios desea que nosotros tambin seamos sanados. Pero cul es el proceso por medio del
cual "la sanidad interna" puede verificarse en nuestras vidas? Creo que hay cinco pasos
importantes que debemos dar en oracin y fe:

Los primeros tres pasos para la sanidad del alma herida pueden ser encontrados en estas
palabras de esperanza y consuelo expresadas por Jess.

"Venid a m los que estis trabajados y cargados, y yo os har descansar"


"Llevad mi yugo sobre vosotros, y
Aprended de m, que soy manso y humilde de corazn; y hallaris descanso [restauracin]
para vuestras almas" (Mt 11:28, 29).

1. Venga A Jess
El primer paso para la sanidad interna (o la sanidad del alma) es ste: Venga a Jess! Cristo
nos invita a ir a l.

Si vamos a cualquier otro lugar o procuramos otro recurso, seremos desilusionados. A quin
se torna usted en tiempo de necesidad? Jess dice: "Venid a m...".

S, Jess espera con Sus brazos abiertos y nos invita a ir a l. l le da la bienvenida al pecador
perdido.

Como se dijo antes, necesitamos ser perdonados y ser librados de la pesada carga de la culpa
y condenacin. Ah es donde la "sanidad interna" comienza. Todos nosotros debemos ir a
Jess y aceptarle como nuestro Salvador. Sin este primer paso, jams podremos recibir el
segundo. Es vital que nos arrepintamos si es que deseamos ser restaurados.

2. Tomando Su Yugo
El yugo de Cristo se refiere a Su gobierno o control sobre nuestras vidas. l no slo tiene que
ser nuestro Salvador, sino tambin nuestro Seor y Maestro.

El diablo quiere engaarnos con mentiras. Desea que creamos que vamos a perder nuestra
"libertad" cuando rindamos nuestras vidas al Seor. l nunca nos dir que su yugo de pecado
viene a ser ms pesado y ms doloroso entre ms tiempo lo llevemos. Llegar el momento que
caeremos rendidos bajo su peso. nicamente la gracia de Dios puede libertarnos de su yugo.

Muchos cristianos sufren bajo el peso de un yugo que ellos mismos fabrican. Es el peso de una
vida obstinada. Ellos han confesado a Cristo como Salvador. Desean ir al cielo cuando mueran.
Sin embargo, no quieren someter su voluntad a nada, ni a nadie; slo desean hacer su propia
voluntad en muchas reas de sus vidas aqu sobre la tierra.
Dios a veces nos deja seguir en nuestra propia voluntad a fin de ensearnos una leccin.
Pronto descubriremos que es una trayectoria muy dolorosa. El andar en la "carne" incluye
muchas cadas trgicas. Cada una deja una cicatriz sobre nuestras almas como ya hemos
podido ver.

Es evidente que esa clase de dolor interno puede ser sanado nicamente cuando nos tornemos
a Jess y le confesemos como el Seor de nuestras vidas. Para nuestro gozo, descubriremos
que Su yugo es fcil y liviano: como las plumas de una ave.

La sumisin total de nuestras vidas a Jess significa la sanidad total de nuestras vidas por l.
Adems, es la nica manera hacia la verdadera libertad espiritual.

Cuando nuestra fe, esperanza y planes para el futuro estn vinculados con el Seor, nuestras
fuerzas internas sern renovadas y restauradas. Entonces, podemos remontarnos por las
nubes sin cansarnos, como si fusemos montados sobre las alas de guilas (Is 40:30, 31).

3. Aprendiendo De l
Cuando Jess es el Seor de nuestras vidas, venimos a ser Sus discpulos. Un discpulo es
uno que vigila, escucha y aprende de su maestro. Qu es lo que podemos aprender de Jess
con relacin a la sanidad de nuestras almas (sanidad interna)?

Podramos preguntarnos: Acaso Jess se hall en circunstancias (lugares) donde Su alma fue
lesionada y herida? Si lo estuvo, Cmo reaccion ante tal dolor? Cmo fue su alma
restaurada?

a. l Sufri. Jess es el patrn o modelo perfecto de nuestras vidas. Si podemos descubrir


cmo l, en Su humanidad, afront y triunf sobre todos los problemas, de seguro que tambin
nosotros podremos hacerlo. Tornmonos a la Palabra de Dios para nuestras respuestas. El
escenario donde los agravios de Jess comenzaron, fue el Huerto o Jardn de Getseman:
"Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenz a entristecerse y a angustiarse en
gran manera

Entonces Jess les dijo: Mi alma est muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu, y
velad conmigo" (Mt 26:37, 38).

Las horas horribles que siguieron en el Calvario fueron descritas por el Profeta Isaas. l dijo
que el cuerpo de nuestro Seor sera azotado, y que por Sus heridas o llagas nosotros
seramos sanados. "Por sus llagas somos nosotros curados" (Is 53:5).

Creo que l tambin sufri en Su alma para que nuestras propias almas fueran sanadas.

Escuche estas palabras adicionales de la pluma del profeta: "Ver el fruto de la afliccin de su
alma, y quedar satisfecho por cuanto derram su vida hasta la muerte" (Is 53:11, 12).

Como fue declarado anteriormente, su terrible profeca fue cumplida durante los eventos de la
crucifixin de Cristo. l no slo sufri en cuerpo, sino que tambin su alma padeci. Fue
desamparado por Sus propios discpulos y rechazado de los judos, Su propia raza.

Ellos se burlaron de l, le tiraron de los cabellos de Su barba hasta arrancarlos, y abofetearon


Su rostro. Escupieron Su rostro, le desnudaron pblicamente y, luego, le sentenciaron a morir
de la muerte ms vergonzosa pronunciada sobre los criminales ms terribles de la poca: la
crucifixin. Los lderes religiosos de aquel tiempo le escarnecieron en voz alta mientras l en
silencio sufra con dolor.

Qu ms podra haberse hecho para hacer Su agona del alma peor? Slo una cosa: verse
abandonado por Su Padre Celestial. No podra haber una herida mayor para el corazn
humano. Con todo, tena que sufrirla. Ese era el precio que tena que pagar por nuestros
pecados.
El corazn de Su Hijo no slo fue quebrantado, sino que como Padre Celestial, el Suyo tambin
lo fue. "Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fusemos
hechos justicia de Dios en l" (2 Co 5:21).

Cun doloroso tuvo que haber sido aquel clamor surgido de los labios de Jess a medida que
ascenda desde la tierra hasta el cielo: "Dios mo, Dios mo, por qu me has desamparado?"
(Mr 15:34). En realidad cuando la lanza fue incrustada en el costado de Jess, lo que sali
fuera de su cuerpo fue ms que meramente agua y sangre: "por cuanto derram su vida [alma]
hasta la muerte" (Is 53:12). S, el Seor Jess ofreci Su alma a fin de que nosotros
pudiramos recibir sanidad para la nuestra. Sin duda alguna l experiment cada lesin
dolorosa sufrida por el alma del hombre.

b. El Perdon. La tensin y contorsin sobre Su alma durante aquellas horribles horas,


debieron haber sido terribles. Cmo mantuvo l Su ser interno en victoria? Qu era lo que
protega Su alma de la destruccin?

Creo que la respuesta puede ser encontrada en Su respuesta a Sus "atormentadores": los
lderes y soldados crueles a los pies de la cruz: "Padre, perdnalos porque no saben lo que
hacen" (Lc 23:34).

Qu era lo que protega y restauraba Su alma? Era el perdn. En realidad, eso es lo que
tenemos que aprender de Jess: el cmo perdonar, que es la clave o llave principal hacia la
sanidad interna.

c. Tenemos Que Perdonar. Recuerda usted la historia que Jess relat acerca del hombre a
quien su amo le haba perdonado una gran deuda? Con todo, l no pudo perdonar a otra
persona una deuda menor que le deba.

Su amo se enoj mucho con l cuando se enter acerca de su espritu implacable. Por
consiguiente, lo mand echar en prisin para que fuera "atormentado" por sus verdugos.

Jess aplic la historia de una manera muy personal: "As tambin mi Padre celestial har con
vosotros si no perdonis de todo corazn cada uno a su hermano sus ofensas" (Mt 18:30-35).
Qu quiso decir Jess con eso? Si somos negligentes en perdonar a los dems, una raz de
amargura o resentimiento puede comenzar a crecer en nuestras almas. Llegar el tiempo en el
cual resultar en frutos muy amargos. Nuestras almas sufrirn si retenemos "rencores o
resentimientos de enojo" contra otros.

Tal dolor traer tormentos a cada parte de nuestras vidas: una vida que viene a ser un infierno
sobre la tierra. El perdn es la llave que abre la puerta de salida de ese infierno.

El salmista estaba hablando de Jess cuando dijo: "Porque no dejars mi alma en el Seol, Ni
permitirs que tu santo vea corrupcin" (Sal 16:10).

Nuestras almas pueden en realidad pudrirse o corromperse en el infierno implacable. El infierno


no pudo retener al Seor Jess, porque l ya tena la llave del perdn en Su mano cicatrizada
por los clavos.

Si usted est sufriendo de la enfermedad del alma llamada resentimiento, d una mirada a
Jess para que le otorgue la gracia del perdn. Ese es un remedio rpido y seguro que puede
traer sanidad a su alma.

Pronuncie las siguientes palabras: "Padre, perdnalos, y perdname a m, ahora mismo,


por amor a Jess y en Su Nombre te lo pido. Amn". Puede confiar en que as suceder!

4. Vayamos Como Nios


Despus de perdonar a los que nos han herido e injuriado, debemos estar listos para el
siguiente paso: el de la sanidad interna. Debemos ir a Jess como nios.
Nuestro respaldo bblico est en el evangelio de Marcos. Algunos padres llevaban sus hijitos a
Jess para que fueran tocados y bendecidos por l. Los discpulos se molestaron por eso,
pensando que tal accin les estaba robando su tiempo con Jess.

Por consiguiente, reprendieron a los padres y trataron de impedir que los nios fueran
atendidos por Jess. El Seor se disgust mucho con la accin de Sus discpulos y les habl
las siguientes palabras.

"Dejad a los nios venir a m, y no se lo impidis; porque de los tales es el reino de Dios. De
cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un nio, no entrar en l" (Mr 10:14,
15).

Hay poder sanador para la persona total en el Reino de Dios. Jess demostr eso a travs de
todo Su ministerio terrenal. Sin embargo, a fin de recibir ese poder sanador debemos ir a l
como nios.

a. Las Memorias Tempranas Necesitan Ser Sanadas. Muchas de las cicatrices en nuestras
almas fueron de heridas sufridas en eventos sucedidos en los primeros aos de nios. A stas,
fueron agregadas otras heridas que recibimos a medida que crecamos hacia la vida adulta.

Creo que el llegar a ser un nio incluye regresar en el recuerdo o memorias de los primeros
aos de la existencia. Lo que somos, creemos y pensamos hoy, es el producto de todos
nuestros aos pasados.

Muchos de nosotros tenemos sombras del pasado que oscurecen nuestras vidas presentes.
stas, pueden ser trazadas de heridas dolorosas del alma recibidas hace muchos aos atrs.
stas han lesionado nuestras mentes y emociones de tal manera que es difcil entrar
plenamente a nuestra vida en Cristo.

b. El Espritu Santo Nos Trae Sanidad. Sin embargo, ahora tenemos un nuevo Espritu en
nuestro interior, el cual, puede llevar el poder sanador de Jess hacia aquellos lugares internos
que sangran.

Con la ayuda del Espritu Santo, imagnese a s mismo como un nio con Jess. Vase a s
mismo andando hacia atrs por la avenida del recuerdo con el Seor. No tiene que estar
atemorizado de afrontar nada, algn lugar o a alguien cuando Jess est a su lado. l no
desea lesionarle, sino sanarle de los incidentes dolorosos que le ocurrieron en el pasado.

l le mostrar el porqu usted se siente y acta como lo hace cuando afronta ciertas
situaciones.
A menudo tenemos sentimientos reflexivos cuando afrontamos algo que nos recuerda a una
parte dolorosa o vergonzosa del pasado. Algunas veces no estamos directamente conscientes
de la causa, pero la respuesta emocional est todava all. Nos sentimos de la misma manera
cada vez.

El Seor quiere alcanzar las races de todas esas aflicciones reflexivas. l desea sanar esas
memorias con Su amor y entendimiento. Algunas veces recordamos a las personas que nos
causaron las heridas del alma. Podran ser nuestros padres u otros miembros de la familia.
Maestros y otras personas en autoridad tambin podran abusar de los derechos para controlar
las vidas de los dems.

Esto ayuda a entender que muchas veces tales personas estn enfermas en sus propias
almas. Ellas tambin han sido heridas en el pasado. As que, utilizan el poder de su posicin
para edificar su propio bajo sentido de autoestima.

En tales casos, el Seor nos asegura respecto a su amor y del lugar especial que tenemos en
la familia de Dios. Luego, nos revela cunto desea traer Su amor y perdn sobre cada uno.
Si somos tocados con esa clase de amor, de seguro que nuestros corazones o almas sern
sanados. Podremos recibir Su perdn y ser liberados de los sentimientos de amargura y pena
por nosotros mismos. Adems, ese amor nos capacita para perdonar y exonerar a otros hacia
la gracia y misericordia de Dios.

c. El Perdn Trae Sanidad


1) La Historia De Una Joven Esposa Y Madre. Recuerdo una joven esposa y madre en una
de las Conferencias de Verano de World MAP, quien era impulsada por un espritu gitano para
ir vagando por los lugares. A veces el espritu vena de repente sobre ella y la haca que se
fuera y abandonara a su esposo e hijos, conduciendo el automvil de la familia millas lejos de
la casa.

Una vez condujo ms de mil millas antes de que fuera descubierta y puesta bajo la custodia de
un hospital local. Finalmente, se hicieron arreglos para que viniera a uno de nuestros servicios
de oracin.

El Seor le dio a uno de nuestros lderes del equipo una palabra de ciencia (revelacin,
conocimiento del Espritu Santo) respecto a la causa de su comportamiento. Ella haba
experimentado una serie de incidentes en su niez que haban lesionado seriamente su alma.

a) Ella Sufri. Haba nacido en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Antes de la edad
de seis aos, haba sido fsica y emocionalmente maltratada por ambos padres. Ms tarde,
ellos la abandonaron para que se sostuviera por su propia cuenta, pues ellos se estaban
muriendo de hambre.

La guerra fue un perodo de tiempo pavoroso en su vida. Vivi durante un tiempo de continuos
bombardeos, sin saber si vivira o morira. Ella buscaba los basureros para alimentarse de las
sobras que otras personas descartaban, y dorma en cualquier lugar donde pudiera encontrar
refugio. Finalmente, se uni a un grupo de gitanos y vagaba con ellos de sitio en sito. Fue as
que el "espritu" gitano se posesion de ella.

b) Ella Perdon. Con el transcurso del tiempo, ella vino a los Estados Unidos, donde conoci
al Seor y se cas. Pero todava era atormentada por malos sueos e impulsada por esos
deseos repentinos y extraos de salir a vagar como una gitana sin razonar, ni notificar a nadie.
Se necesit una revelacin del Seor a fin de sacar a la luz la causa que haba lesionado su
alma tan profundamente.

Despus de orar, recibir consejo y de un continuo respaldo, ella pudo perdonar a los que
haban abusado de ella. La herida en su corazn fue cicatrizando con el pasar del tiempo. Dios
restaur su alma y elimin el dolor de su pasado trgico. Estudi y se hizo enfermera,
ministrando a los enfermos y a los sufridos. Loado sea el Seor!

2) Lecciones De La Vida De Jos. Como hemos visto, el papel del perdn es muy importante
a fin de recibir sanidad interna. Un ejemplo hermoso de sanidad interna y perdn es hallado en
la historia de Jos en el Antiguo Testamento (Lea Gnesis 37-46).

a) El Sufri. Usted recordar que Jos reciba atenciones y favores especiales de parte de su
padre Jacob. Cuando apenas era un nio, Dios le haba mostrado en un sueo que un da
llegara a ser un gran gobernante. Sus hermanos se pusieron muy celosos y, finalmente, lo
vendieron como esclavo a unos mercaderes que iban de viaje hacia Egipto. All fue comprado
por Potifar, oficial del gobierno de Faran. Su esposa se enamor de Jos y quera que l
tuviera relaciones sexuales con ella, pero fracas en su perverso empeo. Ella, llena de gran
enojo, minti a su marido con relacin a su conducta, convenciendo a Potifar para que
encerrara a Jos en la crcel.

Jos comenz con la promesa de un futuro brillante desde que era nio. Pero cuando lleg a
joven, termin en una celda fra y oscura. Las Escrituras dicen: "Afligieron sus pies con grillos;
en crcel fue puesta su persona [alma]" (Sal 105:18).
Fue traicionado, vendido como esclavo, acusado falsamente, olvidado en prisin y probado por
la Palabra de Dios. En el aspecto natural, tena toda la razn para estar airado, amargado,
resentido y aun para sentir lstima de s mismo. Pero no sinti ninguno de esos elementos
negativos y destructores del alma.

Tales situaciones nos harn "amargos" o "dulces" (mejores). Todo depende de cmo
respondamos. La alternativa es nuestra. Cmo respondi Jos?

b) El Perdon. Todos sabemos el resto de la historia. Jos recibi deberes importantes que
desempear, aun cuando estaba en prisin. Despus de pasar trece aos en la crcel, fue la
nica persona en Egipto que pudo interpretar los sueos de Faran. Como resultado, l fue
colocado en una posicin de gran autoridad y poder sobre toda la nacin. Fue el segundo en
autoridad sobre todo Egipto despus de Faran.

Entonces, Dios trajo a sus hermanos a Egipto donde Jos gobernaba. Qu hizo l con sus
perversos hermanos que le vendieron como esclavo? Acaso se veng de ellos con gran
enojo? Decidi destruirlos bajo un arranque de ira por todos aquellos aos de rencor? No, l
los aliment y perdon!

Qu produjo en Jos una reaccin tan noble? No creo que la accin de Jos fuera una
producida deprisa o por accidente. No fue algo que sucediera por casualidad o porque fuera
una "buena idea" para ese tiempo. Era una accin que haba nacido de su carcter, y para
edificar un carcter de tal ndole, se necesitan muchos aos.

Cuando Jos vio a sus hermanos, ya l haba pasado unos veintitrs aos en Egipto. Cuando
lleg por primera vez, slo tena diecisiete aos. Ese es suficiente tiempo para "amargarse" o
"endulzarse".

d. Pero Dios Obr Para El Bien De Todos. Yo creo que Jos se mantuvo confiando en la
Palabra de Dios y en el sueo para su vida. Esa fue su esperanza. Tena un destino divino. Por
consiguiente, todas las cosas obraran al final para el cumplimiento y bien de tal propsito. Esa
revelacin le mantuvo fiel y perdonando. Usted recuerda sus palabras de sabidura divina a sus
hermanos:

"No temis; acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra m, mas Dios
lo encamin a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
Ahora, pues, no tengis miedo; yo os sustentar a vosotros y a vuestros hijos. As los consol,
y les habl al corazn" (Gn 50:19-21).

1) Jos Confi En Dios. Todava hay otra verdad acerca de la sanidad interna que podemos
aprender de la vida de Jos. Despus de su ascenso al poder en Egipto, recibi por esposa a
Asenat, hija de Potifera. Note que el nombre del padre de su esposa es muy similar, tanto en
significado como en palabras literales al de su antiguo amo: Potifar.

a) Dios San Sus Memorias. Cualquier herida o resentimiento que guardara Jos en su
corazn respecto a Potifar, podra haber llegado a ser un gran problema. La mera presencia de
su suegro o an la mencin de su nombre, podra traer a la memoria de Jos los aos de
recuerdos dolorosos de su castigo injusto en prisin. Cuntas personas hoy sufren de estas
mismas clases de experiencias dolorosas del pasado!

Pero por la gracia de Dios, Jos haba sido sanado de toda suerte de dolor cruel e injusto de su
pasado. Esto es claramente visto en los nombres de sus dos primeros hijos, Manass y Efran
(Gn 41:51, 52).

Manass significa "tratando de olvidar". Jos explica la seleccin de este nombre con las
siguientes maravillosas palabras: "Porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la
casa de mi padre" (v 51). Dios haba sanado la memoria de Jos.
Esto no significa que esas memorias estaban totalmente impedidas. S significa que el dolor en
tales memorias haba sido eliminado. Dios haba restaurado el alma de Jos. Ahora poda
recordar el pasado sin dolor o sufrimiento. La prdida de su familia y la dureza de los aos que
pas en prisin haban sido reales. Pero su alma no haba sido destruida.

b) Dios Hizo Que Fuera Fructfero. Efran: el nombre de su segundo hijo significa "fructfero".
Jos agrega estos pensamientos de su corazn: "Porque dijo: Dios me hizo fructificar en la
tierra de mi afliccin" (v 52).

Dios no slo haba removido el dolor de las memorias de Jos, sino que tambin hizo otra cosa
ms: l limpi la vida de Jos de todo vestigio o evento del mal y lo torn para bien, para l y
para Dios. El eterno propsito de Dios estaba siendo obrado en la vida de Jos oportunamente.
Nada se perdi, ni se desperdici. Dios puede hacerle fructfero en su tierra de dolor y afliccin.
Permtale que entre a su alma y le sane.

5. Entregue Su Alma A Dios


Dios no slo desea sanar nuestras heridas del pasado, sino tambin darnos una esperanza
radiante para el futuro. Podemos confiar en l para que nos proteja de las heridas internas que
lesionaran nuestras almas en los aos por venir.

La gracia oportuna de Su perdn puede apagar rpidamente los fuegos del enojo,
resentimiento, celos, temor y pena de s mismo, antes de que puedan herirnos y herir a otros.
Nuestra alma puede estar en paz, y podemos gozarnos en Su gran amor por nosotros. En esto
podemos descubrir un verdadero sentido de valor propio. As como Jos, nosotros tambin
tenemos un destino eterno en Cristo Jess.

Quizs, amado lector, su corazn habr sido movido grandemente por la esperanza de sanidad
en lo ms profundo de su alma. Acepte esta obra como una operacin compasiva del Espritu
Santo preparndole para la liberacin que tanto desea.

a. Jess Revelar. Quizs usted haya tratado antes, por su cuenta, de inquirir en las cosas del
pasado. Pero siendo que el resultado fue que ello le condujo hacia una depresin peor, lo dej
a un lado. Esta vez, trate por medio de ir a Jess, y deje que l haga las investigaciones de
su alma. l es sabio y amante y muy compasivo. l puede traer a su mente las partes, lugares
y personas de su pasado que necesitan Su toque de sanidad. Nuevamente, decimos que Jess
quiere restaurar su alma y sanarle completamente. No tenga temor.

b. Jess Sanar. Un miembro de nuestro equipo ministerial, el Dr. Robert Frost (quien dej
esta vida para andar con Jess en 1992), relataba esta historia:

"Hablo estas palabras de mi experiencia personal. Una vez trat de destapar las heridas de mi
pasado con mis propias fuerzas y sabidura. Ello slo hizo las cosas peores.

Finalmente fui al Seor y le dije con simplicidad: Voy a confiar en Tu Espritu Santo para que
me revele lo que necesite saber'. Hgalo a Su manera y a Su tiempo.

Tres das despus, el Seor me present algo en la mente que haba olvidado haca mucho
tiempo. Me vi como un niito en medio de una situacin muy triste. Haba sido rechazado y
puesto de lado de manera muy detestable.

Me vi a m mismo debajo de una escalera oscura en la escuela, con lgrimas corriendo por mis
mejillas. Estaba buscando a Dios para que me ayudara, pues haba sido herido y lesionado en
lo ms profundo de mi alma.

En un acto de fe, llev al Seor Jess exactamente hasta ese lugar de mi pasado. Le ped que
me sanara de esos recuerdos dolorosos. Me imagin a Jess dirigirse amorosamente hacia
ese niito. Le vi colocar Sus brazos a m alrededor como Su hermanito ms pequeo y sanar
mi dolor. Me sent seguro y a salvo en Sus fuertes brazos y, sobre todo, amado.
Esa sanidad interna me ha llenado de un gran amor por aqullos que posean heridas graves en
sus almas. Esa es la razn por la cual puedo decir con gran emocin, y con gran fe: Venga a
Jess como si fuera un niito. Tome Su yugo de amor sobre usted, y aprenda de l. Permtale
traer perdn y sanidad a su corazn en estos precisos momentos".

C. CONCLUSIN
Esta oracin bblica puede ser de ayuda para usted:

"Examname, oh Dios, y conoce mi corazn [mi alma]; Prubame y conoce mis pensamientos;
Y ve si hay en m camino de perversidad, Y guame en el camino eterno" (Sal 139:23, 24).

Si el Seor le muestra "cualquier dolor mental, sufrimiento o padecimiento", revleselo a l en


oracin. Jess es el nico que puede sanar su alma. l prometi: "Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de m, que soy manso y humilde de corazn; y hallaris
descanso [restauracin] para vuestras almas" (Mt 11:29).

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