Los Tratados Contables de Luca Pacioli (Venecia, 1494)
Los Tratados Contables de Luca Pacioli (Venecia, 1494)
Los Tratados Contables de Luca Pacioli (Venecia, 1494)
INTRODUCCIN
2 Vanse mis trabajos: Tras las huellas de Bartolom Salvador de Solrzano, autor del pu-
mer tratado espaol de contabilidad por partida doble (Madrid, 1590), en Revista de Derecho
Mercantil, nm. 167-168, ao 1983: The life of Bartolom Salvador de Solrzano: sorne furt-
her evidence, cn The Accounting l-Iistorians Journal, vol. 16, nm. 1, ao 1989 (existe ver-
sin espaola con el ttulo Ms noticias sobre Bartolom Salvador dc Solrzano, en Tcnico
Contable, ao XLI, nm. 483); y Detalles de la vida y del entorno de Bartolom Salvador de
Solrzano (1544-1596). Prlogo a la edicin facstrnile de la obra de Bartolom Salvador de
Solrzano: Libro de Casa y Manual de cuentas de mercaderes y otras personas con la deca-
racion delios, Madrid, 1590, publicada en 1990 por el Instituto de Contabilidad y Auditora de
Cuentas. de Madrid. en conmemoracin del cuarto centenario de la aparicin del libro.
Las traiado.s contaMes de Lua Pacioh <Vereda, 2494)... 157
ESTUDIO COMPARATIVO
el que haya desaprensivos que lleven dos juegos de libros para mostrar a
compradores o vendedores, segn convenga.
El captulo 8 explica cmo hay que asentar las partidas en el Horrador,
mientras que en el 9 se enuncian las formas principales en que los mercaderes
acostumbran a pagar sus compras.
Los captulos O al 12 se dedican a explicarla naturaleza del Diario, su
importancia como libro secreto del mercader, manera de formular los
asientos, con varios ejemplos, y clases de cuentas; entre ellas, Pacioli dis-
tingua perfectamente las personales, las de valores, las de gastos, las de
resultados y la de capital. Asimismo, da consejos sobre la valoracin de
los bienes que formen parte del patrimonio a la hora de iniciar las opera-
ciones y su registro.
Los captulos 13 a 6 estn destinados a explicar la naturaleza y el objeto
del libro Mayor, as como la regla bsica de la partida doble, es dccii-. la de
que cada asiento de Diario da origen a dos asientos en el Mayor, uno en una
cuenta deudora y otro en una cuenta acreedora. Se indica el lugar que deben
ocupar las cuentas y, asimismo, se da noticia del ndice del Mayor, al tiempo
que se ofrecen diversos ejemplos de asientos.
En el captulo 17 se inicia la parte destinada a explicar operaciones espe-
cficas. As, este captulo advierte del especial cuidado que debe tenerse al
contabilizar las operaciones que se realicen con oficinas pblicas, bien sean
bancos oficiales u otros organismos, as como la conveniencia de custodiar
cuidadosamente los comprobantes de estas operaciones. En esta misma lnea,
el captulo 18 ofrece ejemplos y casos prcticos de contabilizacin de las
operaciones hechas con la intermediacin de corredores, los cuales rendan
cuenta de las mismas en Venecia al organismo llamado Messetaria. a efectos
del devengo del impuesto de ese nombre. En el captulo siguiente, el 19, se
explica la forma de contabilizar los pagos efectuados a travs de libranza
contra banco o por medio de transferencia bancaria de cuenta a cuenta. El
captulo 20 trata de la contabilizacin de las operaciones de trueque o batata
mientras el captulo 21 describe la forma de contabilizar las operaciones en
compaa.
El captulo 22 trata de las diversas cuentas de gasto y de la forma de con-
tabilizar stos, asimismo, con ejemplos prcticos de asientos, como en los
casos anteriores.
El captulo 23 se destina a explicar la contabilidad de una tienda llevada
por separado del ncleo de los negocios. En este lugar. expone PacloIl su c-
lebre ejemplo del principio de personificacin de las cuentas como manera de
hacer ms comprensible la naturaleza de las relaciones contables que se esta-
blecen entre las cuentas impersonales.
En el captulo 24 se aclara la contabilizacin de las operaciones realizadas
con los bancos de giro y depsito, considerando tambin la cuestin desde el
punto de vista del banquero.
Los tratados contables de Luca Pacioli (Venecia, 2494)... 159
fecha no han podido encontrar una sustentacin objetiva, lo que s parece evi-
denciarse es que, al igual que sucede con la Surnma en general, tampoco este
tratado parece haber sido escrito de una sola vez, con un criterio unitario. En
efecto, un estudio detenido del texto pone de manifiesto que est compuesto,
por lo menos, de dos distintas panes, yuxtapuestas luego: por un lado, los
treinta y cinco primeros captulos, y por el otro, el captulo 36 junto con las
dos secciones siguientes y el conjunto de diez ejemplos de asientos de Mayor
que se ofrecen como final del Tracatust
Por otra parte, no debe encubrirse el hecho de que la prosa de Pacioli es
difcil y farragosa, como ya reconocan sus contemporneos, de forma que en
el texto contable se hallan numerosos puntos oscuros y de difcil interpreta-
cin que han ocasionado serios quebraderos de cabeza a sus traductores4.
A despecho de todo lo dicho, y a pesar de algunas deficiencias y repeticio-
nes puestas de manifiesto por los estudiosos, debe sealarse que el tratado de
Luca Pacioli est estructurado con un criterio lgico y sistemtico, bastante
equilibrado, atendiendo a la importancia relativa de las partes y al propsito
divulgativo y pedaggico de la obra. En efecto, segn se ha visto, Pacioli de-
dica un capitulo a la introduccin del trabajo y a explicar su estructura y or-
ganizacin. Los tres captulos siguientes se destinan a la exposicin del In-
ventario. Siguen tres captulos relativos, en general, a los libros a llevar y sus
requisitos. A continuacin, se dedican especficamente un captulo al Borra-
dor, tres al Diario y cuatro al Mayor, con la intercalacin de un captulo desti-
nado a explicar las formas en que los comerciantes pagan habitualmente las
compras, al objeto de facilitar la comprensin de las operaciones menciona-
das en el texto. Acto seguido, se dedican ocho captulos a la contabilizacin
de operaciones principales o especficas, con la inerpolacin, tambin por
necesidades expositivas, de dos captulos relativos a las cuentas de gasto. El
captulo siguiente se dedica a explicar la cuenta de Prdidas y Ganancias.
Cuatro captulos ms tratan de cuestiones variadas que haban quedado pen-
y de que, as, pueda ser sumada con mayor seguridad, se eviten arrastres a
folio nuevo y se pueda revisar ms fcilmente.
El capitulo 5 explica lo imprescindible que le resulta al comerciante llevar
sus cuentas ordenadamente, de igual forma que tiene orden en el almacn y
guarda cada gnero de por s. De no hacerlo as, se producira gran confusin
y no sabra lo que debe, ni lo que le deben, ni la hacienda que tiene. Por eso
es tan importante que, desde el principio, encomiende la tenedura de sus li-
bros a personas que realmente entiendan.
En el captulo siguiente se seala que llevar las cuentas por el sistema del
libro de Caja con su Manual no slo es de inters para los comerciantes, sino
que este mtodo ofrece tambin grandes ventajas a los seores y grandes pro-
pietarios. A estos efectos, se esboza a grandes rasgos el cuadro de cuentas
que les seria necesario, as como el funcionamiento de ellas.
El captulo 7 trata del tamao de los libros Manual y de Caja, as como de la
calidad del papel y de la tinta que debe emplearse. Se habla tambin de la en-
cuadernacin y del ttulo e inscripcin inicial que debe consignarse en cada
libro. Asimismo, se hace referencia al ndice del Mayor o Abecedario. Debe re-
cordarse a este respecto que el requisito de que los libros Manual y de Caja es-
tuviesen encuadernados era consustancial con la misma definicin de partida
doble en Castilla y serva para diferenciar sta del mtodo de pliego horadado y
de otros sistemas que no garantizaban la imposibilidad de sustraer o aadir ano-
taciones fraudulentamente en la contabilidad en un momento detenninado.
El capitulo 8 indica las columnas que deben trazarse en los tres libros,
Manual, de Caja e ndice, sealando que es preferible hacer las rayas con
tinta colorada porque se ven mejor que las hechas con plomo. De paso, se
indica que en la columna de cantidades se ponen stas en cuenta castellana,
es decir, en nmeros romanos.
En el captulo 9 se seala la necesidad de numerar las pginas de los libros
para evitar fraudes y malos entendidos. Asimismo, se explica que es conve-
mente consignar en el Manual, como referencia, los folios de las cuentas del
Mayor a las que se pasa cada asiento.
El captulo 10 explica la forma de poner en las partidas del Mayor, tam-
bin como referencia, el folio donde el asiento est pasado en el Manual, as
como el folio de la cuenta de contrapartida en el mismo Mayor.
El captulo II se dedica a explicar algunas expresiones contables, utiliza-
das por los expertos en estos temas, que tienen un significado especfico que
escapa a los profanos.
En el captulo 12 se declara que todas las partidas del Manual y del libro
de Caja tienen que tener dbito y crdito.
El captulo 13 trata de los asientos que se refieran a varias partidas de g-
nero y cuyos impones desglosados pueden escribirse en el Manual a medio
margen, es decir, al final del espacio reservado al cuerpo del asiento. En el
Mayor se pasan estas partidas por el total.
Los tratados contables de Luco Pacioli (Venecia. 1494)... 163
Vase, por ejemplo, mi libro: Establecimiento de la partida doble en las cuentas centra-
les de la Real Hacienda de Castilla (1592), V
0l. 1: Pedro Luis de Torregrosa, primer contador
del libro de Caja, Madrid, Banco de Espaa. Servicio de Estudios, 1986, pg. [32.
6 Ver, por ejemplo, Basil 5. Yamey: Paciolis Pioneering Exposition of Double-Entry Bo-
Al igual que Pacioli, Salvador de Solrzano tiene una alta opinin de los
mercaderes en cuanto al provecho que ocasionan con su trato a las naciones
No llega, sin embargo, a la rotundidad de las afirmaciones del toscano: a los
mercaderes se les debe mucha consideracin, porque ellos son los que man-
tienen las repblicas>. O, en las grandes repblicas ya se consideraba que
no haba nada superior al crdito o a la fe concedida a la palabra de un buen
comerciante, de forma que los juramentos se formulaban diciendo: Palabra de
buen mercader. Tampoco se encuentran en Salvador de Solrzano las frases
que Pacioli, a pesar de no ser de la profesin, escribe encomiando los grandes
saberes> y cualidades necesarios a quien practica el comercio.
En mayor medida an que el tratado de Pacioli, el libro de Bartolom
Salvador de Solrzano hace referencia, segn se ha sealado antes, a las prc-
ticas mercantiles concretas que usaban los comerciantes sevillanos, con indi-
cacin de tarifas, impuestos, tipos de inters, cotizacin de las monedas, cia-
ses de mercancas traficadas en cada plaza, etc. Por eso, al igual que el libro
de Pacioli, constituye una valiosa fuente de infonnacin complementaria en
el aspecto histrico-econmico.
Salvador de Solrzano piensa, como Pacioli, que la contabilidad es una
disciplina importantsima, ya que sin ella con grandissima dificultad SC
dna governar el mundo. Para l, la cuenta, es decir, el arte de contar, es se-
ora de todas las dernas artes y ciencias, porque todas la han menester, y ella
no ha menester a nadie. Una de las cosas principales para las que se aprende
a contar, igual que a leer y escribir, es para saber tener todos los que quieren
la cuenta y razon de sus haziendas, y de las agenas que tienen a su cargo por
buen estilo y orden7. Entrando en el terreno de lo concreto, Salvador de So-
lrzano estima que los mercaderes y otras personas con hacienda. teniendo
buena cuenta y razon della, entiendense con mucha facilidad, y saben lo que
deven, y lo que les deven, y la hazienda que tienen, y lo que pueden gastar
conforme a la calidad de sus personas, y con esto saben como viven, y de otra
manera es confusion. Traza a estos efectos un parangn entre las cuentas y los
gneros custodiados en el almacn del mercader, que se agrupan ordenadamen-
te por clases y no se dejan tirados en un montn>. En esto est completamente
de acuerdo con Pacioli, para quien la contabilidad sirve fundamentalmente
como elemento de orden y para encontrar cada cosa en su sitio, pues ubi non
es ardo ibi es confusio (donde no hay orden, todo es confusin4).
Sin embargo, Salvador de Solrzano no llega a ofrecer una definicin de
la contabilidad y de las cuentas tan clara y completa como la que da Pacioli,
cuando dice que stas no son, en realidad, ms que un ordenamiento ad hoc
pensado por el comerciante para que su uso regular le proporcione informa-
cin constante de todos sus negocios, de manera que sepa fcilmente si las
cosas le van bien o le van mal.., Y segn le vayan los negocios, as actuar. Y
si para ello le faltara alguna informacin, siempre podr aadir nuevas cuen-
tas, tantas como necesite>.
Luca Pacioli no hace referencia en su tratado ms que al sistema de conta-
bilidad por partida doble, y aun dentro de ste, al mtodo veneciano, que,
segn comenta de forma expresa, es el ms recomendable de todos6. Sin em-
bargo, pese a estas aseveraciones, en el captulo 36 y partes siguientes la
prctica expuesta es la toscana7. Salvador de Solrzano, por el contrario, ex-
pone la partida doble como sistema contable ms perfecto, aunque hace di-
versas referencias a otros mtodos utilizados en Castilla en esa poca: el sis-
tema del libro comn y el sistema de pliego horadadot
Por otra parte, a diferencia de Pacioli, Salvador de Solrzano explica que
este sistema de partida doble no es slo de aplicacin a los negocios de los
mercaderes, que por otra parte estaban obligados en Castilla a utilizarlo de
acuerdo con lo prescrito por las pragmticas de 1549 y 1552. En esta lnea,
expone un modelo de aplicacin de la partida doble para grandes hacendados
y seores que viven de sus rentas2>.
CaptuloS, folios 5v y 6 r.
Captulo 1, folio 198v
Captulo 23, folio 206 r.
Captulo 1, folio 198 y.
Vase mi trabajo, ya citado: Loca Paciolis treatise De Cornputis et Scripturis: a compo-
site or a unified work?.
Ver, por ejemplo, Prlogo al lector, folioS r y y.
Vase mi trabajo: Legislacin castellana de la baja Edad Media y comienzos del Rena-
cimiento sobre contabilidad y libros de cuentas de mercaderes, en Hacienda Pblico Espao-
la. nm. 95, ao 1985.
Captulo (folios 7 r ss.
168 Esteban Hernndez Este e
C) Libros y asientos
Los libros bsicos de la contabilidad por partida doble, segn Pacioli, son
fiado siempre de su ndice27. Esto no obsta para que Pacioli mencione en otros 28
lugares varios libros ms. En primer lugar, un posible libro de inventarios
Luego, un cuaderno de recibos o de pagos29, un libro registro o copiador de
cartas importantes~y un memorndum o libro recordatorio>.
Con respecto al Indice del libro Mayor, Pacioli menciona la posibilidad de
que sea simple o doble32.
Para Salvador de Solrzano, en cambio, los libros bsicos son slo dos: el
Manual o Diario, y el libro de Caja o Mayor Este ltimo siempre con su
Indice, confeccionado en un cuaderno suelto, de igual formato que el Mayor.
que deber custodiarse entre la tapa y el primer folio de ste>. Solamente para
el caso de que deban asentarse operaciones en ausencia del tenedor de libros.
se contempla la posibilidad de llevar un libro Borrador34. A diferencia de Pa-
cioli, Salvador de Solrzano recomienda que no se lleve ningn libro memo-
rndum o recordatorio, pues el registro de las cosas importantes debe anotarse
directamente en las pginas del ltimo cuadernillo del libro Mayor, en un
apartado o seccin cuyo ttulo figurar tambin en el indice>5. No obstante, en
otros lugares de su obra recomienda llevar tambin un libro copiador o regis-
tro de correspondencia>6, as como un libro de Encaje para asentar con todo
detalle las mercaderas que se remitan fuera de la plaza para su venta>7.
Bartolom Salvador de Solrzano hace mucho hincapi en que los libros
Diario y Mayor vayan escritos por una persona diestra y entendida, y que
slo ella intervenga en este menester, porque los caxeros que entienden de
libros, son como los escrivanos, que por la mayor parte unos tienen diferente
estilo de otros en ordenar sus escrituras, aunque todas vayan bien
ordenadas>8. Como puede apreciarse, Salvador emplea la palabra cajero
para referirse al tenedor de libros, es decir, a la persona que lleva el libro de
Caja, en completo paralelismo con Pacioli, que denominaba quadernieri al
39
contable, en referencia al hecho de que Llevaba el Quaderno o libro Mayor
Sea como fuere, el hecho es que el fraile toscano, aunque no lo indica de
Capitulo 7, folio 10 r.
>~ Captulo 17, folios 31 vy 32 r.
Por otra parte, mientras Pacioli dedica varios pasajes de su texto a indicar
que en la columna de cantidades deben expresarse los importes en una misma
unidad de cuenta al objeto de posibilitar la suma homognea de las cantidades
en d Mayor, Salvador de SoLrzano no dedica ninguna atencin a esta cues-
tin, seguramente porque en Castilla estaba ya totalmente institucionalizado el
uso del maraved como unidad de cuenta en los libros de contabilidad.
Tanto Pacioli como Salvador de Solrzano consignan invariablemente dos
veces en cada anotacin el importe de la operacin registrada: una vez en la
explicacin del asiento y otra en la columna de cantidades, lo mismo si se
trata del Diario que del Mayor.
Los trminos utilizados por Pacioli para identificar e introducir en los
asientos de Diario las cuentas deudora y acreedora son Pc;- (Por) y A, respec-
tivamente. El primero se coloca delante de la cuenta deudora, y el segundo,
delante de la acreedora. Entre el ttulo de la cuenta deudora y el trmino A co-
loca dos rayitas verticales u oblicuas, de esta manera II. Bartolom Salvador
de Solrzano utiliza, al estilo castellano, la expresin debe por para separar la
cuenta deudora de la acreedora; el titulo de aqulla inicia directamente, por
otra parte, el cuerpo del asiento, sin ningn prembulo ni frmula introducto-
ria de ninguna clase. Asimismo, tampoco se pone ningn signo para separar
una cuenta de otra, aparte de la expresin ya indicada.
En relacin con la expresin de los folios de Mayor en donde estn asen-
tadas las cuentas que juegan en el asiento de Diario, ambos autores indican
que los dos nmeros deben colocarse uno encima de otro, en el margen iz-
quierdo de dicho asiento: el del folio de la cuenta deudora arriba y el de la
acreedora debajo. Sin embargo, Luca Pacioli estima que es mejor escribir los
folios sin poner raya de quebrado cii medio, como hacen algunos, dice, al ob-
jeto de que nadie tome la expresin por lo que no es7. Por el contrario, Salva-
dor de Solrzano, que no comenta la cuestin, traza sistemticamente dicha
raya de quebrado, separando el folio del debe y el del haber.
Por otra parte, el autor riosecano no caneela los asientos de Diario, una
vez pasados al Mayor, trazando dos rayas atravesadas, una al comienzo del
asiento, para indicar el pase de la cuenta del debe, y otra al final, para indicar
el de la cuenta del haber, como recomienda Pacioli2. En su lugar, dibuja
medio arco ascendente por encima y al comienzo del importe del asiento en
la columna de cantidades para denotar el pase de la cuenta del debe, y otro
medio arco, esta vez descendente, que empalma con el anterior para indicar
que la cuenta del haber ha sido pasada3.
Tampoco traza una raya por debajo del asiento de Diario, de una parte a
otra, para cerrar el asiento, como recomienda Pacioli en su texto74.
Ni Pacioli ni Salvador de Solrzano conocen los asientos complejos.
Todos los ejemplos de asientos que ofrecen en sus respectivos tratados se re-
fieren a asientos simples. De esta manera, tanto en un caso como en otro,
cuando el cobro de un gnero vendido se realiza, por ejemplo, parte al conta-
do parte a plazo, se adeuda en primer lugar la cuenta del comprador por el
total, con el correspondiente abono a la cuenta de las mercaderas. Acto se-
guido, se registra el asiento del cobro parcial al contado, con adeudo a la
cuenta de Caja, o del banco, si se cobra a travs de nuestra cuenta en l, y
abono a la del comprador. Pacioli explica el procediniento de forma expresa
en un par de ocasiones~. Salvador, en cambio, se limita a emplearlo en el su-
puesto prctico76.
Por otra parte, tanto Luca Pacioli como Bartolom Salvador de Solrzano
utilizan directamente la cuenta de Caja o del banco con el que se mantenga
cuenta al recibir o realizar un pago al contado o a travs de banco, sin necesi-
dad de abrir cuenta a las personas que realizan o reciben el pago. Salvador de
Solrzano hace referencia expresa a este hecho en un capitulo de su libro77.
De acuerdo con la costumbre de la poca, ni Salvador de Solrzano ni Pa-
cioli hacen mencin de la posibilidad de sumar las pginas del Diario.
Con respecto a las cuentas del Mayor, Bartolom Salvador de Solrzano,
siguiendo la costumbre castellana, no consigna el nombre o ttulo de la cuen-
ta ms que en el primer asiento deudor del folio, al revs de lo que hace Pa-
cioli, que lo consigna tanto en el primer asiento del debe como en el del
haber. Ello le lleva a Bartolom Salvador de Solrzano a especificar que si
la primera partida de una cuenta es acreedora, en la correspondiente plana del
debe habr que consignar el nombre de la cuenta para saber de qu cuenta se
trata79.
La frmula empleada por Salvador de Solrzano para identificar la cuenta
del debe en los asientos de Mayor es la de debe, consignada a continuacin
del nombre de la cuenta. En el haber se consigna directamente la expresin
ha de haber como comienzo de la partida. En cualquier caso, estas expresio-
nes slo aparecen en el primer asiento del debe y en el primero del haber de
cada folio de la cuenta, pues en los asientos siguientes se dan por sobreenten-
didas y se comienza la explicacin del asiento directamente por la fecha, que
es el dato que sigue a las referidas expresiones. Lo mismo ocurre en el texto
de Luca Pacioli, que slo emplea las expresiones de dare y de havere en el
primer asiento de cada lado de la cuenta, respectivamente, aunque detrs, en
ambos casos, del correspondiente nombre.
Mientras en el tratado de Pacioli aparece siempre especficamente en los
asientos de Mayor el nombre de la cuenta de contrapartida, a menos que se
repita la cuenta del asiento anterior, en los asientos consignados por Salvador
de Solrzano en su supuesto de Mayor no se repara estrictamente en esta
cuestin, aunque normalmente aparece dicho nombre en la explicacin o se
colige por el tipo de operacin. Como es sabido, en los ejemplos contenidos
en los primeros treinta y cinco captulos del texto de Luca Pacioli, formula-
dos a la veneciana, el nombre de la cuenta de contrapartida aparece al co-
mienzo del asiento, a continuacin de la cuenta titular y de la expresin iden-
tificadora Per. En los asientos ofrecidos en la ltima parte del tratado, que
estn formulados a la manera toscana, el nombre de dicha cuenta aparece, en
cambio, al final de la explicacin del asiento>.
Al igual que Pacioli, cuando comienza un nuevo ao sin que se mude de
libro, Salvador de Solrzano recomienda que se consigne la cifra del ao al
margen izquierdo del primer asiento del nuevo ao, tanto en el lado del debe
como en el del haber2.
Una diferencia curiosa tiene que ver con la referencia en el libro Mayor de
los folios de la cuenta de contrapartida y del asiento en el Diario. En efecto,
Bartolom Salvador de Solrzano estima que los que ponen solamente en el
libro de caxa las hojas del manual, quedan muy cortos y los que ponen so-
lamente las hojas que refieren al mismo libro de caxa, y no las que refieren al
manual, quedan tambien cortos. Por ello, la mejor orden de todas, es, as-
sentar en el libro de caxa en todas las partidas que en el se escriven a quantas
del manual esta aquella partida o partidas, assi en debito como en credito, y a
quantas hojas del dicho libro de caxa esta aquella dicha partida: si fuere de
debito a quantas esta del credito, y si fuere de credito a quantas esta del debi-
to. Pacioli, en cambio, consigna solamente en los asientos de Mayor la re-
ferencia al folio de la cuenta de contrapartida en el mismo libro4.
La correccin de errores en los asientos de Diario y de Mayor, sin tacha-
duras ni enmiendas, de forma que se preserve la fiabilidad de los libros es tra-
marzo de 1552, que he estudiado con atgn detatle en mi trabaio. ya citado: Legistacin cas-
tellana de la Baja Edad Media y comienzos del Renacimiento sobre contabilidad y libros de
cuenlas de mercaderes.
Captulo 23, folio 38v.
Los tratados contables de Luco Paciol (Venecia, 1494)... 179
Folios 50 y y SI r.
Folio 201 0> y vo.
4Vanse, por ejemplo, mis trabajos: A municipal purchase of com. Bread ledger and
joumal of the town council of Medina de Rioseco (1540), en Prceedings f the Furth Inter-
natinal Congress of Accouneing Hisrorians, Pisa, 1984 (una versin en espaol, algo mas am-
plia, de este trabajo est publicada con el ttulo: Una operacin municipal de compra de cerea-
les. Libros de Caja y Manual de compra del pan del Ayuntamiento de Medina de Rioseco
(1540), en Mneda y Crdito, nm 181, ao 1987); y Notice on the meat supply in Burgos
1536-1537. Ledger of the town meat purveyor>7, en AtsuoTsuji (editor): SelectedPapers 5fthe
Sixth Wrld Congress ofAccounting Historians, en curso de publicacin (este trabajo es un re-
sumen de mi libro en espaol Noticia del abastecimiento de carne en la ciudad de Burgos
[1536-15371. Librc, Mayor del obligado de las carniceras, Madrid, Banco de Espaa, Servicio
de Estudios, 1992).
182 Esteban 1-lernndez Esreve
libro de Caja para saldar las cuentas del Mayor viejo y abrir las del nuevo,
respectivamente2>. Pacioli, en cambio, no haca asientos genricos de apertu-
ra o cierre de ningn tipo. Simplemente traspasaba los saldos del Mayor viejo
al Mayor nuevo, cuenta a cuenta, como si de un simple arrastre a folio nuevo
se tratara2. Por otra parte, debe sealarse que, pese a la similitud de los nom-
bres, estas cuentas de la Entrada y de la Salida utilizadas por Bartolom no
tienen nada que ver con la cuenta de Entrada y Salida mencionada por Pacioli
para recoger ingresos y gastos atpicos y ocasionales>.
Folio 23 0> y Y.
Captulo 36, folio 209 y.
Captulo 33, folio 208 r.
Captulo 4 de Iaa Advertencias, folios 90> a 10 r.
Los tratados contables de Luco Paciol (Venecia, 1494),.. 189
CONCLUSIN
cia la obra de Pacioli, pues sta tuvo que tener una amplia difusin en Sevilla,
centro a la sazn del comercio europeo con Amrica, como lo prueba el
hecho de que an hoy existan y estn perfectamente localizados en la capital
hispalense tres ejemplares de la primera edicin de la Summo: dos en la Bi-
blioteca de la Universidad y otro en la Biblioteca Colombina.