No Os Acordéis de Las Cosas Pasadas 1
No Os Acordéis de Las Cosas Pasadas 1
No Os Acordéis de Las Cosas Pasadas 1
Estamos iniciando un ao nuevo. En este momento, los que an viven sin Cristo habrn
armado una gran fiesta, para embriagarse dndole una oportunidad ms al diablo para
separar a la humanidad de Dios. Un polica deca: Basado en mi experiencia policiaca,
les puedo decir que en la vspera de ao nuevo se ven cosas muy tristes suceder. En solo
un espacio de unas horas, familias son destruidas debido a los accidentes
automovilsticos; madres y padres pierden a sus hijos, peleas familiares causan
separaciones y sentimientos heridos, y todas las muchsimas otras consecuencias que la
embriaguez produce.
Pero desdichadamente, estos tipos de incidentes no se limitan a solo el mundo, sino que
tambin existen muchos cristianos que tropiezan y caen en esta trampa. La pregunta es:
cmo es posible que personas que conocen la verdad caigan en esta trampa del
enemigo?
Cuntos desean regresar a esa vida? Claro que nadie. Pero desdichadamente en muchas
ocasiones podemos caer enredados en esas trampas casi inconscientemente, y el gozo y
paz que una vez sentamos, pronto es reemplazado por el sufrimiento, la tristeza, y el
dolor. As que ahora pregunto, cuntos desean tener un nuevo comienzo? Cuntos
desean sentir la presencia de Dios en su vida, y experimentar el gozo y la paz que solo
Dios nos puede dar?
Pasemos ahora a la Palabra de Dios para aprender cmo podemos lograrlo. Abramos
nuestras biblias en:
Isaas 43:18-19 - No os acordis de las cosas pasadas, ni traigis a memoria las cosas
antiguas. 19 He aqu que yo hago cosa nueva; pronto saldr a luz; no la conoceris?
Otra vez abrir camino en el desierto, y ros en la soledad.
Veamos primero el contexto. Isaas vivi durante el tiempo que el pueblo de Dios estaba
dividido en dos reinos; Israel era el reino del norte y Jud era el reino del sur. Lo que
estaba sucediendo en ese entonces es que el reino del norte haba pecado contra Dios, y
el reino del sur iba en la misma direccin.
Isaas le adverta al pueblo de Jud del juicio pendiente de Dios debido a la depravacin
moral, corrupcin poltica, injusticia social, y especialmente la idolatra espiritual [1:1-
4]. Debido al pecado, Isaas profetiz que Dios les entregara en las manos de Babilonia
para que nuevamente fueran cautivos y hechos esclavos [39:5-7].
Por qu debemos estar conscientes de estos detalles histricos? Porque ellos nos
revelan lo que aparentemente muchos ignoran o desconocen o no toman muy en cuenta:
nos revelan que nuestras acciones o falta de ellas, producen consecuencias. Con esto
en mente, procedamos con el mensaje de hoy.
El contexto de Isaas nos ensea que el pueblo de Jud todava tendra cien aos de
dificultad antes de la cada de Israel, y setenta aos de exilio PERO (diga conmigo
pero), en los versos que hemos ledo en el 43:18-19, Dios, a travs de su profeta, les
brinda ms que palabras de consolacin, palabras de esperanza. Palabras que marcan y
determinan un futuro diferente.
Pero, qu tiene que ver todo esto con nosotros? Acaso seremos llevados cautivos
por Babilonia? Claro que no seremos llevados a la Babilonia de ese entonces, pero
si no tenemos mucho cuidado y nos mantenemos firme en la fe, si podremos
terminar en la Babilonia de hoy, ya que Babilonia es un smbolo de la rebelda,
idolatra, y la maldad del hombre.
Por tal motivo, existe hoy, un buen nmero de hijos de Dios atrapados en la
Babilonia de hoy. Son muy buenas personas pero se encuentran atrapados y
esclavos de este mundo de maldad, debido a falta de fuerza de voluntad, apata, y
desnimo.
Esta es la tragedia de muchos hijos de Dios, hoy en da. A pesar de ser pueblo de
Dios permanecen en esclavitud, sin gozar de las bendiciones de Dios. Otros que al
menos se esfuerzan en algo solo viven de las migajas de la gracia de Dios,
pidiendo siempre perdn e intentando permanecer y estar firme en la obra de Dios,
pero no tienen la abundancia de Dios. Solo unos pocos avanzan y viven en las
bendiciones abundantes de Dios.
Entendamos algo: si hay escasez, pobreza, vaco, oraciones dbiles, no hay ganas
de orar, no hay ganas de venir a la iglesia, se nos ha hecho una carga venir a la
iglesia, nos parece aburrido o difcil servir al Seor. Si solo tenemos sueos grandes
y planes gigantescos para con el mundo, y cmo ganar ms dinero, ms amigos,
etc., y no hay ni un solo plan de cmo servir mejor a Dios, de cmo dar tu tiempo
para Dios ESTAMOS CAUTIVOS!
En tales circunstancias, ya hemos perdido un nuevo ao, sin siquiera iniciarlo Por
tanto, no esperemos entrar a la bendicin de Dios en este ao. Terminar el 2016 y
seguiremos esclavizados al trabajo, al estudio, al mundo, etc., y ms vacos y
frustrados para con la bendicin de Dios.
Pero debes saber que no es ah donde Dios deseas que habites; Dios desea iniciar
algo nuevo en tu vida.
As como hoy cerramos un ao Dios nos llama a cerrar esta etapa de nuestra vida
y abrirnos a un nuevo comienzo A cuntos les gustara tener un nuevo comienzo?
En esencia, Dios estaba llamando a este pueblo a un nuevo comienzo; Dios les
llamaba al arrepentimiento.
a. Lo primero que encontramos aqu es que se nos dice: "No os acordis de las
cosas pasadas, ni traigis a memoria las cosas antiguas Estas palabras son de
suma importancia; as que dile a la persona que tienes a tu lado, "no os
acordis de las cosas pasadas" Y quiz algunos se estn preguntado, por qu
son estas palabras de tanta importancia? La razn por la que estas palabras son
de gran importancia, es porque satans y sus compinches con frecuencia usaran
nuestro pasado para acusarnos, y mantenernos esclavos de nuestra propia
conciencia. Satans y su ejrcito de demonios usaran nuestro pasado para tratar
de detener que vivamos la vida que Dios desea que tengamos.
Qu vida desea Dios que tengamos? La respuesta a esta pregunta es fcilmente
encontrada en Filipenses 4:4 cuando leemos: "Regocijaos en el Seor
siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!.."
Dile a la persona que tienes a tu lado, regocjate en el Seor. Dios nos quiere
contentos, llenos de gozo, y siempre en victoria. Pero nuestro adversario
utilizara nuestro pasado para tratar que esto no suceda. Nuestro adversario
tratara de usar nuestro pasado para cegarnos a todo lo que Dios ha hecho, est
haciendo y har por nosotros.
Hagamos una breve aclaracin. Con esto que les he dicho no les estoy diciendo,
ni implicando que debemos olvidarnos del lugar de dnde Cristo nos sac,
limpio, y purifico. Es ms, esto es algo que siempre debemos tener en mente, y
tenemos que testificar de ello. Esto es algo que queda bien reflejado en Hechos
10:40-43 cuando leemos "A ste levant Dios al tercer da, e hizo que se
manifestase; 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios haba ordenado
de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con l despus que resucit de
los muertos. 42 Y nos mand que predicsemos al pueblo, y testificsemos que
l es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 De ste dan
testimonio todos los profetas, que todos los que en l creyeren, recibirn perdn
de pecados por su nombre" As que tenemos que testificar de stas cosas para
que la gloria, poder, y misericordia de Dios sea reflejada en nuestra vida.
Tenemos que testificar de dnde Dios nos sac para glorificar a Dios.
Pero lo que no podemos hacer es permitir que estas cosas pasadas influencien
de la manera que ahora pensamos, o que afecten de la manera que ahora nos
sentimos. sa vida que una vez conducimos, esa vida pecaminosa, esa vida que
nos conduca lejos de Dios y directamente al infierno, no puede influenciar
nuestro presente y no tiene lugar alguno en nuestro futuro. Ya que si
continuamos viviendo en el pasado, entonces nunca llegaremos a ser lo que
Dios desea que seamos. Si le permitimos al diablo que nos acuse, si le
permitimos al diablo que nos mantenga concentrado en los errores del pasado,
entonces nunca llegaremos al lugar donde Dios nos quiere. Esto fue
exactamente lo que le paso al pueblo de Dios en ese entonces.
Ese pueblo que Dios libero despus de ms de 400 aos de esclavitud de Egipto,
este pueblo que Dios guio a la Tierra Prometida, y le entrego victoria tras
victoria, ahora se haban revelado en contra de l. Ellos vieron Su poder,
majestad y gloria. Vieron seales y prodigios, pero no obstante todo esto, le
faltaban, y permitieron ser conducidos por el enemigo fuera de la voluntad de
Dios, y nuevamente a la esclavitud del pecado. En otras palabras, el enemigo
detuvo el progreso de ese pueblo con lo mismo que detuvo a sus antecesores en
el desierto; lo hizo con demonios de apata, rebelda, y desanimo.
b. Continuando leemos: He aqu que yo hago cosa nueva Dios quiere hacer
algo nuevo con tu vida en el da de hoy, Dios quiere renovarte, Dios quiere
fortalecerte. Dile a la persona que tienes a tu lado, Dios va hacer algo nuevo en
mi vida hoy.
Dios est buscando a personas que confen en l; Dios est buscando a personas
que dependan de l. Como creyentes tenemos que comenzar a depender ms de
Dios y menos de nuestras propias habilidades. Y una vez que esto sucede,
entonces comenzaremos a experimentar el poder de Dios en toda situacin.
Una vez que esto sucede, entonces podremos experimentar lo que encontramos
en Deuteronomio 28:6-7 cuando leemos: Bendito sers en tu entrar, y
bendito en tu salir. 7Jehov derrotar a tus enemigos que se levantaren contra ti;
por un camino saldrn contra ti, y por siete caminos huirn de delante de ti.
Cuntos desean experimentar el poder de Dios en su vida? Cuntos desean
que Dios haga algo nuevo en su vida hoy?
c. Dios quiere hacer algo nuevo en nuestra vida, y la palabra aqu nos dice:
pronto saldr a luz Esto es promesa de Dios, y nos afirma que Dios
obrar, y que Dios se glorificar en nuestra vida. Pero aqu tambin
encontramos una pregunta: . no la conoceris?.. Por qu esta pregunta?
d. Qu har Dios en nuestra vida hoy? La Palabra nos dice: Otra vez abrir
camino en el desierto, y ros en la soledad Estas fueron palabras de
esperanza al pueblo de Jud; Dios les dijo que l nuevamente les liberara de la
esclavitud, que l nuevamente les guiara, pero estas palabras nos hablan a
nosotros tan fuertes como a ellos en ese entonces. Qu nos dicen estas palabras
a nosotros hoy?
Estas palabras nos dicen que cuando confiamos en l, l nos guiara a travs de
esas pruebas por las que quizs estemos atravesando. Dios quiere abrirnos hoy
un camino nuevo lleno de Su presencia, para que podamos atravesar ese
desierto de depresin, y desanimo sin caer. Dios quiere abrir hoy un camino
nuevo en ese desierto, para que podamos superar la rebelda y apata. Dios
quiere darnos hoy de beber de ese ri de aguas viva para que nunca ms
estemos sedientos [Juan 4:13-14]. No permitamos que el enemigo nos desvi
del camino que Dios ha escogido para nosotros. No permitamos que el enemigo
nos deprima o desanime, trayendo a memoria nuestro pasado; tenemos que
concentrarnos en Dios, tenemos que concentrarnos en lo NUEVO que l quiere
hacer con, en y a travs de nosotros.
CONCLUSION
Para concluir. El pueblo de Dios en ese entonces estaba a punto de ser capturados y
llevados a la esclavitud por Babilonia. Debido a su desobediencia y rebelda, Dios
permitira que ellos nuevamente fuesen capturados, pero aqu el profeta Isaas les trajo
un mensaje lleno de esperanza y poder. Dios les dijo que l les liberara y hara cosas
an mayores de las que l haba hecho cuando les libero de las manos de Egipto.
Dios le dijo a ese pueblo que hara cosa nueva, que hara an mayores cosas con ellos,
pero para que esto sucediera, ellos tendran que volverse a l. Dios nos habla a nosotros
igual, tenemos que volvernos a Dios y dejar la vida pecaminosa, tenemos que volvernos
a Dios y dejar nuestra rebelda, apata, y desanimo. Dios quiere hacer algo nuevo en
nuestra vida, l quiere restaurarnos y utilizarnos.
Estamos a punto de iniciar un nuevo ao, estamos a punto de cerrar una etapa, e iniciar
otra, y es por eso que te digo en el da de hoy, examnate. Reflexiona en esta etapa que
esta por terminar y pregntate; he cado esclavo a las cosas del mundo, o soy libre en
Dios? Preguntante; estoy a punto de caer en la esclavitud a Babilonia debido a la
apata, desanimo, y rebelda?
Reflexiona y medita; escucha que Dios te dice hoy: He aqu que yo hago cosa
nueva. Dios desea hacer cosa nueva en tu vida hoy. l puede renovarte, y l quiere
bendecirte, pero tienes que quererlo.