Exegesis Isaias 6.1-2

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INTRODUCCIN

El libro de Isaas es uno de los libros que comnmente se denominan profetas mayores y

de manera particular, al mismo se le llama, el libro del profeta mesinico; de ah que muchos

estudiosos de las escrituras le han dado una gran importancia. Sus captulos revelan no solamente

una descripcin de la muerte del Mesas; sino, tambin una panormica de su segunda venida y

el futuro reino que viene a establecer en la tierra nueva.

Sus profundas aguas teolgicas han cautivado la atencin de grandes telogos que han

hechos varias descripciones de la composicin del libro. Mientras unos establecen que el libro

fue escrito por el personaje que lleva el nombre del libro; otros han establecido que el libro fue

escrito por dos autores annimos y otros se van ms all y dicen que fueron tres los escritores del

libro. Aun hayan sido tres, dos o uno el autor, lo cierto es que el libro es profundamente

inspirador.

En el captulo 6 del libro se narra una visin especial, en la que Isaas describe, como l

pudo ver al Seor sentado en su trono y su gloria llenando el templo. No es muy comn este tipo

de visin en las Escrituras, en la que una persona tiene la oportunidad de ver al Seor en su

trono; solo unos pocos profetas (el apstol Juan y Micaas) tuvieron ese privilegio. De ah que

dada esta realidad, se ha tomado este texto para analizar la descripcin que hace el autor de lo

que se cree que vio.

1
Texto y traduccin

1

Isa. 6:1-2

(Isa 6:1) El ao en que muri el rey Uzas, vi al Seor sentado en un trono elevado y alto, y el

ruedo de su manto llenaba el Templo.

(Isa 6:2) Por encima de l haba serafines. Cada uno de ellos tena seis alas: con dos se cubran

el rostro, con dos los pies y con las otras volaban.

Contexto y estructura literaria del pasaje

J. A. Motyer hablando acerca del rey Uzas presenta que La fecha fue entorno al 740 a.

C. su reinado notablemente largo y prspero se haba metido voluntariamente en aguas

turbulentas cuando ascendi al trono el rey de Asiria, en el ao 745 a. C. el vigoroso imperialista

Tiglat-pileser III amenaz la soberana de los israelitas. Si Isaas extraa consuelo del hecho de

que, a medida que agonizaba el rey terrenal, l tena una visin del rey celestial, lo cierto es que

no lo dice.1

Francis Nichol expresa que Era un tiempo de peligro y crisis. El gran rey asirio Tiglat-

pileser III haba ascendido al trono en 745, y casi inmediatamente comenz una serie de

campaas que culminaron con la conquista de buena parte del Asia Occidental. En sus anales,

Tiglat-pileser menciona con frecuencia a Azriau de Iauda, al que generalmente se identifica con

1
J. A. Motyer, Isaas Comentario antiguo testamento andamio (Grand Rapids: Libros Desafo, 2009),
103.

2
Azaras (Uzas) de Jud, quien sin duda era el caudillo de la resistencia contra la agresin asiria

en los pases de la regin mediterrnea del Asia..1

El comentario bblico siglo XXI declara que El rey Uzas muri despus, no antes, del

llamado de Isaas, como lo deja entrever claramente Isaas 1:1. Si su muerte tiene alguna

significacin, aparte de la fecha, es que muri leproso, por mofarse de la santidad del culto a

Dios cuando su corazn se enalteci (2 Crnicas 26:16; cf. Isaas 2:17). La referencia a trono,

templo, Rey de los vv. 1, 5 sugieren a algunos escritores un festival de entronizacin divina, pero

no hay serias evidencias en favor de esa opinin; su importancia radica, en todo caso, en sealar

cul es la autoridad ante la que deben inclinarse todos los seres humanos.2

Estructura literaria del libro

William MacDonald muestra que El libro de Isaas refleja un plan y orden consistentes

que no concuerdan con la teora de una coleccin de fragmentos escritos por dos o ms autores

distintos. La belleza sobresaliente de la segunda parte del libro hace difcil creer que un escritor

tan maravilloso, de quien se dice que vivi en el 500 a. C., pudiese ser olvidado por completo.

Adems, aun en los ms cortos de los profetas menores se refiere a sus autores por nombre. 3

G. G. D. Kilpatrick ensea que las unidades literarias que se han distinguido por encima

1
Isaas, Comentario bblico adventista (CBA), ed. F. D. Nichol (Boise, Idaho: Publicaciones
Interamericanas, 1978-1990), 4:169.
2
D. A. Carson y otros, Isaas, Comentario bblico siglo XXI, (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano
2003), 1426.
3
William MacDonald, Isaas, Comentario Bblico (Galbani Terraza Espaa: Editorial Clie, 2004), 401.

3
del contorno analtico anterior en una de nuestras categoras son: orculos, o declaraciones por el

profeta de la palabra de Jehov, memorias o relatos narrados por el propio profeta y la

incorporacin de ciertos orculos de biografa proftica o relatos sobre el profeta que dijo de otra

persona y otra vez que se presentan orculos, y diversas formas menos caractersticos, como

salmos, poemas profticos, parbolas, expresiones de la sabidura y liturgias profticos.1

Estructura del libro

Aunque existe una variedad de divisiones sobre el libro, Rafael Ramrez presenta en la

Biblia latinoamericana, en la introduccin del libro (Isaas) lo divide en tres secciones escritas

por tres supuestos autores; adems, segrega el texto completo en la siguiente estructura: 1. Los

grandes temas de la predicacin de Isaas (1-6) 2. La crisis del ao 736 (7-12) 3. Profecas contra

las naciones paganas (13-23) 4. Textos varios (24-36) 5. La crisis de los aos 701-691 (37-39) 6.

Los poemas del siervo de Jehov (40-55) 7. Poemas de una nueva Sin (56-66).2

Estructura del captulo

Existen diversas divisiones correspondientes al captulo 6 de Isaas pero se muestra en

este momento la presentada por J. A. Motyer:3

A1 La muerte del rey (1a)


B1 Respondiendo a la santidad divina (1b-7)
El seor en su santidad (1b-4)
Isaas pronuncia su sentencia propia y la del pueblo (5)
La provisin divina (6-7)

1
G. G. D. Kilpatrick, Isaiah, The Interpreters Bible vol. 5 (Nueva York: Abingdon-Cokesbury Press,
1951), 154.
2
Rafael Ramrez T., Isaas Biblia latinoamericana (Madrid, Espaa: Verbo Divino, 1995).
3
J. A. Motyer, Isaas Comentario antiguo testamento andamio, 102.

4
B2 Respondiendo al inters divino (8-10)
Escuchando al seor (8a)
Isaas se presenta voluntario (8b)
La comisin del seor: el mensaje (9) y la misin (10)
B3 respondiendo al propsito divino (11-13a)
Isaas pregunta sobre el curso de los acontecimientos (11a)
La intencin del seor de destruir por completo (11b-13a)
A2 El roble cortado, y la vida que permanece (13b)

Estructura del pasaje

Francis Nichol presenta la divisin del pasaje de Isaas 6:1-2 como sigue:1

a. En el ao que muri el rey Uzas vi yo al seor sentado sobre un trono alto y sublime

b. sus faldas llenaban el templo c. Por encima de l haba serafines d. Cada uno tena

seis alas; con dos cubran sus rostros, con dos cubran sus pies, y con dos volaban.

Anlisis de palabras

( kiss): Trono

William A. VanGemeren declara respecto a esta palabra que se refiere a una silla como

parte de muebles ordinarios, como en la habitacin de Eliseo, que tambin tena una mesa y la

cama (2 rey. 4:10). una silla era para el asiento del sacerdote Eli (1 Sam. 1:9; 4:13, 18), la madre

de Salomn en su mano derecha (1 rey. 2:19), y tal vez por el sumo sacerdote Josu en el texto

problemtico (Zac. 6:13). Los justos son entronizados con los reyes. Haman recibi un sitial de

Xerxes. Eliakim ben Hilcas reemplazar el administrador del palacio Sebna y tendr un lugar de

honor (kabod) para la casa de su padre (Isaas 22:23).2

1
Isaas, Comentario bblico adventista (CBA), ed. F. D. Nichol (Boise, Idaho: Publicaciones
Interamericanas, 1978-1990), 4:168.
2
Willem A. VanGemeren, Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis Vol. 2 (Grand Rapids:
Zondervan, 1997), 672.

5
Siegfried H. Horn da los siguientes significados heb. kiss'; aram. kors', asiento, trono;

gr. thrnos. Silla de alguien que ocupa la autoridad suprema, por lo general el gobernante de un

estado o una nacin. Los exquisitamente ornamentados tronos de los reyes orientales de la

antigedad se conocen por pinturas y relieves de Egipto y Asiria. Un trono porttil de Senaquerib

se puede ver en los relieves de Laquis. La tumba de Tutankamn nos proporciona tronos y

estrados de verdad, hechos de madera, ricamente adornados y recubiertos de oro.1

Alfonso Lockward expresa que: la silla donde se sentaba el rey, usualmente colocada en

una sala amplia, o en lugar prominente en las grandes solemnidades (2 Cr. 18:9). El nico trono

que se describe en la Biblia es el de Salomn, el cual era de marfil, recubierto de oro. Estaba

colocado sobre seis gradas. Su respaldo era redondo y tena brazos cerca del asiento, junto a los

cuales estaban colocados dos leones. Adems, estaban tambin doce leones puestos all sobre las

seis gradas (1 rey. 10:18-20). A veces la palabra trono es equivalente a reino. As, Dios

prometi a David que edificara su trono por todas las generaciones (Sal. 89:4).2

Vine describe: Esta palabra, cuyo significado bsico es asiento de


honor, aparece en muchas lenguas semticas (ugartico, fenicio, arameo,
siraco, arbigo), as como en antiguo egipcio. Aparece 130 veces en el
Antiguo Testamento hebraico y, como era de esperarse, es ms frecuente en los
libros histricos que en los profticos. Pocas veces se halla en el Pentateuco. El
primer caso de kisse es en Gn 41.40: T estars sobre mi casa, y por tu
palabra se gobernar todo mi pueblo; solamente en el trono ser yo mayor que
t. En hebreo moderno el significado bsico es asiento y un trono se
denomina un asiento real. En presencia de Acab y de Josafat, el profeta

1
Siegfried H. Horn, Diccionario bblico adventista (Buenos Aires, Argentina: Casa Editora Sudamericana),
1978. Ver Trono.
2
Nuevo Diccionario de la Biblia (NDB), 1992, ver Trono.

6
Micaas dijo: Oye, pues, palabra de Jehov: Yo vi a Jehov sentado en su
trono, y todo el ejrcito de los cielos estaba junto a l, a su derecha y a su
izquierda (1 R 22.19). Isaas recibi una visin de la gloria de Dios estando en
el templo (Is 6.1). La presencia del Seor en Jerusaln tambin dio lugar al
concepto de que Jerusaln era el trono de Dios (Jer 3.17). La Septuaginta
traduce el trmino como thronos (trono; dominio; soberana)1.
( jeikl): Templo.

James Strong presenta que esta palabra significa Edificio pblico grande, tal como

palacio o templo: palacio, templo, casa..2 Y Koehler y Baumgartner indican tres significados a

esta palabra 1. Palacio a) en la tierra: del rey de Babilonia (2 rey. 20:8); de Acab (1 rey. 21:1);

de Nnive (Nh 2:7); b) Palacio celestial: (Miq. 1:2; Hab. 2:20; Sal. 11:4); 2. Templo, en Silo (1

sam. 1:9); en Jerusaln (2 rey. 18:16); 3. El saln principal de Jerusaln (1 rey. 6:5,17).3

hkal tambin se refiere al espacio principal del templo como tal.


Primero, el pasillo de recepcin divino de Dios (1R. 6:3; 1R. 7:50; 2 Cr. 4:7)
era donde Samuel durmi como un chaval (1Sam 3:3). Ya que slo los
sacerdotes deban entrar en este rea, quizs el chaval no era tan joven como
comnmente pensado (Nm 4:3). Reyes ateos colocaron a dolos all (2Cr.
29:16). Esto era este lugar santo que Uzias profanado (2 Cr. 26:16). Ms tarde,
los enemigos de Nehemas procuraron engaarlo en la entrada. Si l haba
hecho as, ellos habran sido capaz de desacreditarlo (Neh. 6:10). Finalmente,
el templo verdadero de Dios y el trono estn en el cielo (Sal. 11:4; Mi 1:2;
Hab. 2:20; Jon 2:4). En la visin de Isaas (Isa 6:1), el santuario divino no tena
ninguna separacin entre el trono de Dios (el arca, p. ej. el lugar ms santo) y

1
W.E. Vine, Diccionario expositivo de palabras del antiguo y del nuevo testamento exhaustivo (Terrassa,
Barcelona: Editorial Clie, 1984), ver Trono.
2
James Strong, Diccionario strong de palabras originales del antiguo y nuevo testamento (Nashville,
Miami: Editorial Caribe, 2003), ver .
3
Ludwig Koehler and Walter Baumgartner, The Hebrew and Aramic Lexicon of the Old Testament vol. 1
(New York: Editorial Brill, 2001), 244-245.

7
el altar con lo cual carbones quemados (el lugar santo). Realmente esto ordena
el estado perfecto en el que no hay ningn mediador excepto Dios.1
Adems Vila Scuain presenta que el trmino Significa en un sentido general, todo

edificio destinado a un culto (Jl. 3:5; Esd. 1:7 y Hch. 19:27). Sinonimo de tabernculo en (1 sam.

1:9; 3:3; Ap. 15:5). Sin embargo, este trmino se aplica con mayor frecuencia al Templo de

Jerusaln, en sus sucesivas construcciones, erigido para el culto al seor; el templo de Salomn,

el templo de Zorobabel, el templo mesinico de Ezequiel y el templo de Herodes.2

Primeramente usada para el tabernculo, el cual es llamado el templo del Seor 1 S.

1:9 en el Nuevo Testamento la palabra es usada figurativamente para el cuerpo de Cristo Jn 2:19,

21; los creyentes son llamados el Templo de Dios 1 Cor. 3:16, 17; la iglesia es designada un

Templo Santo en el Seor Efe. 2:21; tambin el cielo es llamado un templo Ap. 7:5; adems

leemos sobre el pagano templo de la gran diosa Diana Hch. 19:27. Esta palabra es

generalmente usada en las Sagradas Escrituras para la casa sagrada erigida sobre la cima del

Monte Moriah para una relacin con Dios.3

John D. W. Watts declara que La descripcin del saln del trono es el primero y nico

en toda la visin. Bien puede servir para dar la base para el resto de las escenas en las que Dios

es el centro de la discusin y el drama (como caps. 1-5 y 40-59). Dios es claramente el Rey

Celestial, elevado en su trono. Su gloriosa presencia domina la escena como su tnica llenan la

sala. la sala puede referirse al templo de Jerusaln o el gran saln celestial. La palabra no

Theological Word Book of the Old Testament, (TWOT), Ver .


1

2
Vila Escuian, Nuevo Diccionario Bblico Ilustrado, Ver Templo.
3
Easton's Bible Dictionary, 1993, ver Temple.

8
puede resolver la cuestin, pero el contexto favorece un entorno paradisaco.1

Adems Watts aade que En Isaas 6 comienza vi. La persona se introduce en el

medio del Consejo Divino y observa la gloria del Rey. l, al igual que los espritus que sirven al

rey, est dispuesto a hacer la voluntad del rey (Sal. 103:20-21). l se convierte en parte del plan

de Dios y su obra. El relato de la visin le da autenticidad como mensajero verdadero de Dios.

De ah que se establece un paralelismo con la visin de Pablo (Hch. 9:3-6; 22:6-11; 26:12-18).2

Very Spence y Joseph Exell aaden que La misma palabra se usa en hebreo para ambos

templos. Dr. Kay supone el profeta declara la visin que mira en el actual templo, para ver sus

velos hecho a un lado , y en lugar de la Shejin entronizado sobre los querubines , para

contemplar el Rey de gloria , entronizado en las alturas, al margen de sus faldas reales llenaban

el templo, por lo que ningn sacerdote humano podra ministrar all. Pero, como observa el Sr.

Cheyne, palacio est ms en sintona con la imagen que el templo. Es el palacio celestial del

rey de reyes en el que el profeta se le permite penetrar la mirada.3

O. Michel declara el uso no bblico de la palabra griega diciendo; , de ,

habitar, significa morada de los dioses, templo. A diferencia del verbo, tiene un matiz

cultual. Los rasgos esenciales son la casa, el altar y la imagen. La casa puede ser una pequea

que se pueda transportar, pero ms generalmente es un edificio. El es estrictamente el

santuario, en contraposicin con los trminos ms amplios que se refieren al recinto en su

1
John D. W. Watts, Isaiah 1-33, Word Biblical Commentary 24, (Dallas, TX: Word Books, Publisher,
1987), 73.
2
Ibid, 71.
3
Very Spence y Joseph Exell, El Comentario del Plpito : Isaas Vol . I, (EE. UU.; New York: Funk y
Wagnalls Company, 2004), 106.
9
totalidad. Se puede usar todava ms limitadamente para la capilla interior que alberga al dios.1

sarf: Serafines.

Siegfried H. Horn presenta que esta palabra significa (heb. serfm, "seres ardientes

[elevados"; plural de srf [del verbo sraf , "arder"], "serpiente", "serafn", "resplandeciente").

Puesto que la raz verbal heb. srf se refiere a algo que arde (Ex. 32:20; Lv. 13:55; 1 R. 13:2),

parecera que cuando la palabra se aplica a una serpiente no se refiere a su forma sino a su

ardiente mordedura o a la inflamacin que produce, o quizs a su brillantez. Por eso, cuando se la

usa para calificar a los seres celestiales que se encuentran delante del trono de Dios, tal vez

denote el resplandor que irradian.2

John D. W. Watts presenta que Los serafines son ministro de Dios para cada necesidad.

Tales escenas del saln del trono describen regularmente el husped celestial pero usan

diferentes palabras. Gen 3:24 los llama querubines. Ellos se conocen como mensajeros

regulares; 2 Reyes 22:21 los llama espritus. Job 1:6 como hijos de Dios y se identifica y

llama a uno como el adversario. En la visin de Ezequiel ( 1:5-21 ) se han integrado en el

trono porttil de Dios.3

R. Van Harn hablando respecto a la escena presenta que era Rutina ordinaria de Isaas al

parecer, inclua asistir a los cultos de adoracin en el templo. Como l adoraba, en la mente del

profeta, el humo de los sacrificios que se ofrecen se convirti en la tnica del Seor. Serafines

1
O. Michel, , Compendio del diccionario teolgico del nuevo testamento, eds. Gerhard Kittel y
Gerhard Friedrich (Grand Rapids: Libros Desafo, 2002), 483.
2
Diccionario Bblico Adventista, Ver Serafn.
3
John D. W. Watts, Isaiah 1-33, Word Biblical Commentary 24, 73.

10
eran enormes criaturas aladas, talladas a los lados del trono en el templo. En la imaginacin del

profeta, estas criaturas llegaron a la vida y comenzaron a alabar a la santidad del Seor.1

S. H. Widyapranawa indica que En siglos posteriores, los serafines eran considerados

como espritus de fuego y querubines (no se menciona aqu) como espritus de los aires. Luego

se convirtieron poco a poco los nombres de los jefes de los ngeles. En la poca de Isaas, sin

embargo, un serafn fue una efigie de un dios extrao, algo as como la Esfinge que se puede ver

hoy en da en Egipto. En forma era parte humana y parte animal, tambin tena seis alas y as se

diferencia de cualquier ave que conocemos.2

Implicacin Teolgica

La verdad acerca del santuario celestial ha sido discutida por mucho tiempo y

actualmente aunque muchas religiones estn de acuerdo que hay un lugar en el cielo que se

podra llamar el santuario celestial; estas difieren en cuanto a la interpretacin de los textos que

mencionan de manera explcita o implcita la realidad del mismo. El hecho de que no estn de

acuerdo en el punto anteriormente mencionado indica que hay una verdad detrs de todas estas

opiniones y es necesario encontrarla.

Es innegable que Dios en la antigedad hablaba con los profetas para darles sus mensajes

y estos se lo dieran al pueblo; dentro de esta realidad se encuentran; Moiss, Jeremas, Elas,

Eliseo y otros. Sin embargo en la Biblia tambin se presentan ejemplo de personas que recibieron

1
R. Van Harn, The Lectionary Commentary: Theological Exegesis for Sunday'sTexts, (Grand Rapids,
Michigan: Eerdmans, 2001), 303.
2
S. H. Widyapranawa, The Lord is Savior: Faith in National Crisis: A Commentary on the Book of Isaiah
1-39, (Grand Rapids; Edinburgh: Eerdmans, 1990), 30.

11
visiones de Dios las cuales luego se convirtieron mensajes para el pueblo; algunos de estos

personajes son: Daniel, Ezequiel, Isaas y el apstol Juan. Negar esta realidad es negar la verdad

bblica lo cual trae serios trastornos al cristianismo.

Lo que hace desafiante el texto en cuestin con relacin a la teologa bblica es que el

profeta tuvo la oportunidad de ver al Seor; en contraposicin con (Exo. 33:20-23), que establece

que nadie puede ver a Dios y seguir viviendo. De ah que los telogos no estn de acuerdo

realmente en lo que pas en Isa. 6:1-9; sin embargo, el texto resalta en el versculo 6 que Isaas

fue purificado para poder sostenerse de pie ante la presencia del Seor.

La Biblia presenta la realidad de que Dios a pesar de haber creado todo, incluso el

tiempo, condesciende y entra en el tiempo para tomar parte dentro de l y poder dar continuidad

al plan de salvacin; Gen. 18 presenta que Dios (Jehov) se le apareci a Abraham y Jos. 5:13-15

muestra que Josu vio al prncipe del ejercito de Jehov; un ser que orden a Josu que se quitar

el calzado de sus pies, porque su presencia hacia santa el lugar donde estaba y esto solo es de

prerrogativa divina. De ah que negar abiertamente el episodio de Isa. 6:1-9 se podra caer en el

error de negar que el Seor se manifiesta al ser humano y esto trae serias consecuencias al

cristianismo y a la misma Palabra de Dios (La Biblia).

12
CONCLUSIN

Despus de haber consultado varias literaturas para analizar Isa. 6:1-2 he visto que:

1. Dios habla a los seres humanos.

2. Se manifiesta a los hombres de manera que ellos puedan soportar su presencia.

3. Que aunque los telogos no estn de acuerdo en cuanto a la visin de Isaas, de si

ascendi al santuario celestial; La Biblia es la que tiene la ltima palabra.

4. Aunque la palabra para templo puede indicar tanto el templo terrenal como el santuario

celestial; el contexto descrito en la visin puede aludir ms al celestial.

5. Dado que Isaas era un profeta de Dios (Luc. 4:17) y Dios se manifestaba a sus

mensajeros; Isa. 6:1-2 no es una excepcin a la realidad.

6. Que el profeta como ser humano incluye dentro de su descripcin aspectos materiales que

permitan entender la visin.

13
BIBLIOGRAFA

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