Biodanza y Acción Social

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OBSERVACION

EL APUNTE DE BIODANZA Y ACCIN SOCIAL PERTENECE AL


PROGRAMA ANTIGUO DE FORMACION DOCENTE EN
BIODANZA.

EN EL PROGRAMA UNICO DE FORMACION ACTUAL ESTE TEMA


ESTA INCLUIDO DENTRO DEL APUNTE INCONSCIENTE
VITAL Y PRINCIPIO BIOCENTRICO
Curso de Formacin Docente

BIODANZA Y ACCION SOCIAL


Copyright by Rolando Toro Araneda
BIODANZA Y ACCION SOCIAL

Indice

Biodanza y Accin Social

Anlisis de la Patologa de nuestra Civilizacin


Cuatro Vertientes Culturales

Reflexin sobre los Valores Antivida Aportados por las Cuatro Vertientes
Culturales desde nuestro Punto de Vista

Esquemas Comparativos entre la Cultura Occidental y una Nueva Civilizacin


Cultura Escindida y Cultura Biocntrica
Bibliografa especfica de los Autores cuya contribucin a la Cultura Biocntrica
ha sido esencial

Diseo del Apocalipsis

Copyright by Rolando Toro Araneda


Biodanza y Accin Social

La dimensin sociolgica de Biodanza, se inicia en un conmovedor y profundo sentimiento


de fraternidad y no en una ideologa humanista. Es la activacin de los ncleos innatos de
vinculacin, lo que permite una modificacin social en profundidad. Los llamados
cambios sociales de fondo, basados en la lucha poltica, son cambios externos, en los que
las personas son las grandes ausentes. As lo han demostrado los regmenes totalitarios. Se
cambia una clase por otra.

Los etlogos y socilogos clsicos, han hablado de un instinto gregario.


Indudablemente, existe un factor instintivo de cohesin entre los individuos de una especie,
vinculado a la supervivencia. Von Uexkull propuso, genialmente, la idea de que la especie
es el organismo y el individuo es el rgano. A tal profundidad concibi los lazos de
vinculacin biolgica entre los miembros de la especie. Actualmente, sabemos que esta
vinculacin invisible trasciende la especie y que estamos, esencial e indudablemente,
vinculados por el proceso de la vida a todo el universo.
Estas consideraciones etolgicas, biolgicas y antropolgicas, slo confirman un hecho: la
vinculacin interhumana es una funcin biocsmica. El ser humano, sometido a un proceso
de desenvolvimiento histrico cultural, dentro del cual nace y crece, experimenta la ms
violenta deformacin de estos impulsos de afinidad natural por su propia especie. La
patologa de nuestra cultura insiste, a travs de sus medios de comunicacin y sus
instituciones, en el desarrollo de actitudes de segregacin, rechazo, agresin y explotacin
de otras personas.

La cultura est estructurada sobre un esquema de poder y se caracteriza, aproximadamente,


con lo que Chance llama sociedad agonstica: un modo de agrupacin zoolgica, basada
en la tensin y el miedo provocado por la emergencia del macho ms fuerte,
sedimentndose el grupo en torno a papeles y jerarquas de poder, manteniendo una
permanente vigilancia frente a situaciones de peligro, en que las nicas respuestas posibles
son la lucha, la huida o la evitacin. Chance opone a este modo de agrupacin social
agonstica, la llamada sociedad hednica, en que la tensin entre los individuos est
constantemente disminuida por el contacto: besos, caricias, abrazos. La forma agonstica
ha sido observada en los macacos japoneses, habaneses y rhesius. Y la forma hednica, en
los grandes simios: chimpanc y gorila. Si extrapolamos estas categoras etolgicas al
plano humano, podramos comparar los gobiernos totalitarios con la sociedad agonstica y
se podra encontrar una hiptesis evolucionista para explicar el apocalipsis actual: el ser
humano se habra deslizado, a travs de su evolucin, por la lnea agonstica, llevando esos
modos de relacionamiento agresivo hasta sus ltimas consecuencias.

El nudo de nuestra problemtica social, estara en modificar nuestra esquema de vida


agonstico y transformarlo, progresivamente, en un estilo de vida hednico o, por lo menos,
introducir en el esquema agonstico el elemento fundamental, capaz de disminuir la tensin
interhumana: el contacto, la caricia, la funcin lcida de brindar continente al otro.

Esta mudanza no puede ser slo ideolgica. Se tratara de activar los ncleos innatos,
biolgicos, instintivos y emocionales del contacto corporal.

La transformacin social, por lo tanto, vista desde Biodanza, comprendera, por una parte,
en la activacin hipotalmica de las vivencias de contacto y afectividad y, por otra, la
demolicin de los tabes sexuales, polticos, religiosos y psiquitricos.

La demolicin de los tabes sexuales comenz con Freud, quien tom fuerza en las
concepciones de Wilhelm Reich y se ha expandido a travs de pensadores contemporneos,
tales como Aldous Huxley, Bertrand Russell, Herbert Marcuse, Michel Foucault, Ronald
Laing, Carl Rogers y escritores como D. H. Lawrence, Henry Miller, Allen Ginsberg,
Violette Ledouc, Jean Gennet. Es curioso que los sexlogos hayan aportado muy poco a la
cada de los tabes sexuales.

Si bien, el proceso de demolicin de los tabes sexuales recin se inicia, la erosin de las
ideologas polticas es tambin un hecho histrico, que puede ser detectado
sociolgicamente.
El desencanto de los ideales de mudanza social a travs de la poltica, es un proceso en
expansin. Son pocas las personas inteligentes e informadas que actualmente se tragan las
consignas del totalitarismo o de las llamadas democracias burguesas. La revolucin facista
mostr su cara ante los hornos crematorios instaurados por Hitler.

En varios pases de Amrica y Africa, delincuentes institucionalizados gobiernas los


pueblos con manos ensangrentadas. En la actualidad, ninguna persona ntegra simpatiza
con el terrorismo institucionalizado. El totalitarismo, ha mostrado tambin su rostro
siniestro en la burocracia asesina de Stalin y en la violencia ejercida contra el pensamiento
creador. Las democracias han mostrado su cara en Viet Nam y en la explotacin abierta o
disimulada, de los pases dependientes.

En nuestra concepcin, nos negamos a ver diferencia sustancial entre estos tres grandes
sistemas. Nuestra propuesta consiste en empezar de nuevo, con honradez, activando
nuestros potenciales innatos de vinculacin hominizante. Empezar de nuevo, curando
nuestra propia y estpida malignidad y aprender las lecciones de la historia.

Anlisis de la Patologa de Nuestra Civilizacin

Por primera vez en la historia, los hombres tienen conciencia de vivir dentro de una cultura
enferma.

La antropologa mdica sostiene que las enfermedades del individuo no son, sino la
expresin de una profunda enfermedad social. Holliday desarrolla la tesis de una medicina
para la sociedad enferma y Arthur Jores, en La Crisis de la Medicina Actual plantea la
existencia de enfermedades de civilizacin.

Representa una tarea por realizar, el estudio etiolgico de las enfermedades de la


civilizacin occidental.

Qu habra sucedido si en lugar de desarrollar la lnea de Parmnides, el Occidente


hubiera seguido la lnea de Herclito?
Cul sera el destino de la Psicologa actual, si los pensadores en lugar de desarrollar la
lnea conductista de Wundt y el pensamiento psicoanaltico de Freud, hubiera seguido los
desarrollos de Dilthey, poniendo su centro de atencin en la vivencia, o hubiese orientado
su evolucin a partir del pensamiento de integracin de Von Bergman?

Son preguntas que nos hacen pensar en el fuerte determinismo histrico que permite la
estabilizacin de ciertas lneas culturales y de ciertos valores, a expensas de importantes
pensamientos fuerzas que se extinguen frente a la arrolladora inercia cultural.

He intentado disear una hiptesis sobre los factores etiolgicos de la patologa histrica de
la cultura occidental.

Cuatro Vertientes Culturales


Nuestra cultura se ha nutrido de 4 grandes vertientes, que han aportado sus valores, sus
glorias y equivocaciones:

1. La vertiente Oriental: aporta los valores antivida:

La vida es una ilusin y sus formas no son sino los


infinitos velos de Maya. (...) Los deseos y emociones son la
fuente de todo sufrimiento y hay que amortecer las
sensaciones corporales.

Este pensamiento niega el valor divino de la vida real y est ciego para percibir el
sentido csmico y creador de la existencia.
2. La vertiente Judeo Cristiana: logr producir, durante siglos, la castracin de los
instintos. La violencia del Antiguo Testamento, la intolerancia de esta lnea cultural
frente a la posibilidad de placer y del goce, logr desenvolver magnos programas de
frustracin humana.

Podramos simbolizar esta rigidez en la figura de Abraham. La amenaza de un Dios


terrible, se cerna sobre los pueblos que pudieran desplegar la belleza del instinto. La
carga de culpabilidad fue transmitida a travs de los siglos.

3. La vertiente Griega: con la separacin cuerpo alma, contribuy a reforzar la


catstrofe antropolgica, desencadenada por las dos anteriores lneas culturales. La
aparicin del idealismo platnico gener su opuesto: el materialismo. La disociacin
entre el espritu y la materia, adquiri forma operatoria. La prioridad del mundo de las
ideas, lleg a su expresin paradigmtica en el Cogit, ergo sum, de Descartes.

4. Vertiente Romana: La aparicin del poder absoluto y la separacin entre seores y


esclavos, culmin en el Estado Romano. Julio Cesar es el smbolo de la visin
imperialista y avasalladora que, a travs de los siglos, culminara en el nazismo de
Hitler. Por supuesto, el modelo de imperio de origen divino se dio, con siglos de
anterioridad, en Oriente; pero fue en el Foro Romano donde se estructur el Derecho
que hasta nuestro das se ensea en las escuelas de jurisprudencia.

La extraordinaria estabilidad de la patologa de la cultura, se explica porque cada uno de los


sistemas sealados, se retroalimentan unos a otros. Un anlisis historiosfico, demuestra
que la lnea oriental no slo niega el valor de la vida como proceso de creacin actual que
encuentra su sentido en s misma, sino que participan tambin de las patologas de las otras
tres vertientes culturales:

Represin sexual,
Divisin cuerpo alma,
Omnipotencia y discriminacin humana.

La represin de los impulsos, de la lnea judeocristiana, a semejanza de la concepcin


oriental, propone el renunciamiento al placer terrenal. El Karma hind tiene,
filosficamente, una equivalencia al cielo e infierno judeocristiano. En ambas
concepciones, la vida es un pasaje hacia una existencia futura. Ambas separan cuerpo y
alma y han estado siempre dominados por una concepcin totalitaria y al servicio de las
clases dominantes. La represin de la sexualidad para mantener el control de los pueblos y
acrecentar el poder. Regmenes totalitarios fomentan la disociacin afectivo prxica,
mediante lavados de cerebro colectivos.

Se produce, as, una ultraestabilidad de los valores culturales recprocamente


retroalimentados: un 1homeostato cultural que integra a las instituciones y las pone al
servicio de la conservacin de la patologa histrica.

1
Homeostato: mecanismo de retroalimentacin, que permite alcanzar y mantener un estado de equilibrio.
Reflexin sobre los Valores Antivida Aportados por las
Cuatro Vertientes Culturales desde nuestro Punto de Vista

1. Oriental

Aport mucha sabidura, arte. Entre todo su bagaje de valores, est la afirmacin de Buda:
la vida es una ilusin generada por los infinitos velos de Maya. A travs de miles de
Karmas ir alcanzndose la perfeccin.

Rechazamos esta afirmacin. El valor sagrado de la vida tiene sentido en la vida misma.

Rechazamos la filosofa de amortecer los sentidos, los deseos, de no buscar el placer; la


afirmacin de que las emociones son la fuente de todo sufrimiento.

Las personas han mudado su percepcin de temporalidad: no importa no vivir ahora, sino
en un futuro karma, reencarnacin o paraso. La vida es aqu ahora, no un instrumento
para alcanzar otra vida. Valorizamos la vida con su valor intrnseco, con su don divino.

2. Judeo Cristiana

De esta vertiente, proviene la castracin de la humanidad, la represin sexual; la tirana


sobre la sexualidad de las personas, de un dios terrible que castiga a los que se entregan a
los placeres de la sexualidad.

La figura de Abraham tiene una patologa tan evidente que, por satisfacer la divinidad
castradora, era capaz de sacrificar a su hijo.

Los castigos del infierno estn cuidadosamente descritos.

Machismo y feminismo provienen de esta ideologa religiosa.

3. Cultura Griega

Da origen a la ms grande catstrofe antropolgica, que cristaliza con Platn: separacin


cuerpo alma, que genera el idealismo platnico y su contrapartida: el materialismo. La
separacin cuerpo alma tiene, como consecuencia, las enfermedades psicosomticas;
genera la hipocresa.
Los seres humanos son una totalidad. El idealismo niega a las personas sus deseos, sus
emociones, su animalidad.
4. Cultura Romana

La idea que puede existir el jefe, de origen divino y esclavos; que se puede dominar los
pueblos y crear grandes imperios, proviene de Roma. Adquiri el imperialismo una
legislacin que, desde hace 2000 aos, es estudiada por los abogados. Es la base de las
leyes: leyes del imperialismo, del poder. Leyes de Cesar, Calgula y Nern.

Cmo es posible que se haya conservado esta miasma?

Cmo es posible que se haya mantenido esta patologa?

Ha podido mantenerse porque existe un mecanismo homeosttico de la cultura, en que una


patologa se retroalimenta con la otra.

Los pensadores de la India, estuvieron siempre de parte del poder, de los maharajs. La
religin judeocristiana estuvo siempre al servicio de los reyes, de los poderosos; nunca de
parte del pueblo. Portugueses, espaoles, franceses, ingleses, han tomado este modelo y lo
han reformulado, adaptndolo a las propias exigencias.

Representacin esquemtica del Homeostato Cultural, construdo por componentes de


estas cuatro vertientes:

Componente oriental
Componente griego
La vida es una ilusin Separacin
Cuerpo-Alma
(Desprecio por la vida)

Homeostato
Cultural

Componente judeo-cristiano
Componente romano
Castracin y represin
Imperialismo
Discriminacin
social
Esquemas Comparativos entre la Cultura Occidental
y una Nueva Civilizacin

1. Cultura Occidental

Lnea Oriental
(A)

Lnea Judeo Cristiana Cultura Lnea Romana


(B) Occidental (C)

Lnea Griega
(D)

A. - La vida es una ilusin. Buda. Infinitos velos de Maya.


Patologa: desvalorizacin esencial de la vida (cultura anti vida)

B. - El sexo es pecado. Abraham.


Patologa: represin sexual (cultura anti amor)

C. - Poder absoluto, imperialismo. Cesar.


Patologa: injusticia social y discriminacin (cultura de la explotacin)

D. - Separacin cuerpo alma. Platn.


Patologa; disociacin cuerpo alma (cultura idealista o materialista)
2. Nueva Civilizacin

Lnea de Reverencia Lnea de


Integracin
por la vida
Ontocosmolgica
(A) Cuerpo - Alma
(B)

Nueva Civilizacin

Lnea de Libertad Lnea de la


Justicia
Sexual Social
(C) (D)

A. - La vida aqu ahora, posee una valor intrnseco. La existencia tiene la cualidad de
realidad esencial. La vida es la expresin mxima del sentido del Universo (Alberto
Schweitzer).

B. - Cuerpo y alma, materia y energa, son dos aspectos de una sola realidad. El ser
humano es una unidad integrada al cosmos. Unidad del hombre, de la vida y del
universo son correlativas (Albert Einstein, Teilhard de Chardin).

C. - La sexualidad es un impulso natural y saludable, al que todos deben tener acceso.


Su objetivo inmediato es el placer y el encanto de la voluptuosidad. El sexo permite
el flujo gentico de la vida. Cada persona tiene derecho a expresar sus propios
padrones de respuesta sexual, sean htero, homo o bisexuales (Wilhelm Reich, D. H.
Lawrence, Bertrand Russell, Oscar Wilde, Carl Rogers, Master y Johnson).
D. - El amor comunitario es el fundamento de la conciencia comunitaria. Justicia y
libertad en gobiernos democrticos, sin explotacin (Roger Garaudy, Paulo Freire,
Mariscal Tito, Salvador Allende).

La estrategia de Biodanza, consiste en individualizar los pensadores orientados hacia una


visin integradora del hombre y hacia el respeto por la vida.

Como contrapartida de Abraham, Calgula, Buda, Platn encontramos entre otros a: Albert
Schweitzer y Teresa de Calcuta, quienes han sostenido la reverencia por la vida.

Sigmund Freud y Wilhelm Reich, quienes han denunciado que, la patologa cultural,
produce neurosis. Reich fue expulsado de la Asociacin Psicoanaltica y del partido
comunista.

Carlos Darwin, quien reconoci nuestra conexin con el animal. Darwin fue
considerado el hazme rer de su poca.

Roger Garaudy, quien propuso danzar la vida.


Cultura Escindida Y Cultura Biocntrica

Nuestra cultura est escindida por una profunda disociacin que infiltra todos los mbitos
del saber. Esta disociacin, se proyecta patolgicamente en la educacin, en la
Psicoterapia, en la medicina, en la sociologa y, en general, en las ciencias del hombre.

Diramos que la cultura realiza un vasto proceso de traicin a la vida, en el que participan,
consciente o inconscientemente, millares de intelectuales, que separan las nociones de
cuerpo y alma, hombre y naturaleza, materia y energa, individuo y sociedad, sagrado y
profano.

La disociacin entre lo sagrado y profano, que es inherente a las religiones, tiene que ser
cuestionada. Si la vida en s misma es sagrada, por ser la ms esplndida expresin de lo
csmico y es tambin la ms amplia hierofana, la distincin ritual de mbitos sagrados y
profanos resulta absurdo.

La claridad del Principio Biocntrico de Biodanza, que reconoce en la vida la ms grande


hierofana, es lo que distingue esencialmente Biodanza de cualquier religin y tambin de
cualquier psicoterapia.

En Biodanza, las personas, al relacionarse en una Danza de Amor, restablecen un sentido


csmico que las integra a una unidad mayor. Los magnetismos de la danza, generan
campos creativos, erticos y biolgicos que no pretenden representar una realidad
trascendente, sino que constituyen, en s mismos, la gran ceremonia de la vida, trascendente
por s sola.

La cultura escindida descalifica la vida presente, la desacraliza y sabotea su valor


intrnseco, para ponerla al servicio de valores anti-vida.

La Educacin est infiltrada por la cultura disociativa. No obstante, la evolucin de la


ciencia y del pensamiento complejo, se orienta actualmente hacia una integracin de
conceptos que permanecieron separados durante muchos siglos y que dieron origen a la
civilizacin anti-vida.
Biodanza propone la Integracin Biocntrica de la cultura y su ejercicio operacional en
educacin.
Presento aqu, dos figuras que ilustran, en el primer esquema la disociacin cultural y, en el
segundo esquema, la Integracin Biocntrica de la cultura.
Bibliografa sobre los Autores mencionados en el cuadro anterior, cuya
contribucin a la Cultura Biocntrica ha sido esencial:

1. Albert Einstein
- Como Vejo o Mundo
Editora Nova Fronteira, 1981 Ro de Janeiro Brasil

2. Heisenberg, Schrdinger, Einstein, Jeans, Planck, Pauli, Eddington


- Cuestiones Cunticas (Escritos msticos de los fsicos ms famosos del mundo) -
Editado por Ken Wilber
Editorial Kairs Barcelona 1986

3. Albert Einstein
- Einstein, la gioia del pensiero
Franiose Balibar
Ed. Universale Electa/Gallimard Scienza e Natura

- Einstein i fondamenti della Relativit


Seconda Edizione: novembre 1984
Newton Compton Editori Roma

4. Karl R. Popper y John C. Eccles


- El Yo y su Cerebro
Ed. Labor Universitaria, Monografas Barcelona 1980

5. Paul Davies
- A Mente de Deus A Cincia e a Busca do Sentido Ultimo
Ed. Ediouro S.A. Ro de Janeiro Brasil 1994

6. Hubert Reeves
- Levoluzione Cosmica La storia della materia dalle origini delluniverso a oggi
Ed. Biblioteca Universale Rizzoli Milano - 2 Edizione Octubre 1993

7. Paul Davies
- Il Cosmo Intelligente Le Nuove Scoperte sulla Natura e LOrdine DellUniverso.
Ed. Arnoldo Mondadori Editore Milano 1989

8. Fred Hoyle
- O Universo Inteligente
Editorial Presena Lisboa 1986
9. Teilhard de Chardin
- El Fenmeno Humano
Editions du Seuil Paris 1995

- El Lugar del Hombre en la Naturaleza


Editions du Seuil Paris 1963

- La Vision du Pass
Trabajo escrito en 1942

10. F. Dumbar
- Emotions and Bodily Changes
Columbia Univ. Press New York, 1951

11. Jacques Monod


- O Acaso e a Necessidade
Editora Vozes, 3 Ed., 1976 Petrpolis Brasil

12. Francisco Varela


- Principles of Biolgical Autonomy
Editora Elsivier North Holland, 1979 Nueva York

13. Heins Von Foerster


- Notas para uma Epistemologa dos Objetos Vivos A Unidade do Homem Vol. II
Centro Royaumont para uma Ciencia do Homem
Editora Cultrix. Ed. Universidad de So Paulo, 1974

14. Rof Carballo


- Mundo Emocional y Cerebro Interno
Editora Labor, 1968 Barcelona, Espaa

15. Ilya Prigogine


- DallEssere al Divenire
Editora Giulio Einaudi, 1986 Torino, Italia

16. Ilya Prigogine


- Tan Slo una Ilusin? - Una Exploracin del Caos al Orden
Editora Tusquets, S.A., 1988 2 Edicin Barcelona, Espaa

17. Ilya Prigogine e Isabelle Stengers


- La Nuova Alleanza Metamorfosi della Scienza
Editora Giulio Einaud, 1981 Torino, Italia
18. P. T. Landesberg, G. Ludwig, R. Thom, E. Schatzman, R. Margalef e I. Prigogine
- Proceso al Azar
Editoria Tusquets, 1986 Superinfimos 7 Barcelona, Espaa

19. Ilya Prigogine


- El Fin de las Certidumbres
Edit. Andres Bello, 1996 Santiago, Chile

20. Henri Atlan


- A Torto e a Ragione Intercritica tra Scienza e Mito
Editoria Hopeful Monster, 1989 Firenze, Italia

21. Henri Atlan


- Entre o Cristal e a Fumaa Ensaio sobre a Organizao do Ser Vivo
Editora Joger Zahar, 1992 Ro de Janeiro, Brasil

22. Albert Hofmann Intervistato da Pino Corrias


- Viaggi Acidi
Stampa Alternativa Millelire, 1992 Stampato Presso Il CSF, Via Ges, 62
Roma, Italia.

23. Albert Hofmann


- LSD I miei incontri con Huxley-Leary Junger Vogt
Stampa Alternativa Milelire, 1992 Editora Marcello Baraghini Roma, Italia

24. Albert Hofmann


- Insight Outlook
Ed. Humanics New Age, 1989 Atlanta, Giorgia

25. Albert Hofmann


- I Misteri di Eleusi
Stampa Alternativa Milelire, 1993 Editora Marcello Baraghini Roma, Italia

26. Gregory Bateson


- Mente e Natureza A Unidade Necessria
Editora Livraria Francisco Alves, 1986 Ro de Janeiro, Brasil

27. J. Lovelock, G. Bateson, L. Margulis, H. Atlan, S. Varela, H. Maturana y Otros


- GAIA Implicaciones de la Nueva Biologa
Editora Kairs, 1989 Barcelona, Espaa

28. Edgar Morin


- Il Pensiero Ecologico
Editora Hopeful Monster, 1988 Firenze, Italia

29. Edgar Morin Anne Brigitte Kern


- Terra-Patria
Scienza e Idee, Collana Diretta da Giulio Giorello. Editora Raffaello Cortina.
1994 Milano, Italia

30. Edgar Morin


- El Mtodo La Naturaleza de la Naturaleza
Editora Ctedra, S.A., 1993 3 Edicin Madrid, Espaa

31. Fritjof Capra y David Steindl-Rast


- Pertenecer al Universo La Nueva Ciencia al Encuentro de la Sabidura
Talleres Grficos Segunda Edicin, 1993 Buenos Aires, Argentina

32. Fritjof Capra


- La Rete della Vita Una nuova visione della natura e della scienza
R.C.S. Libri e Grandi Opere S.p.A, 1997, Milano

33. Fritjof Capra


- O Ponto de Mutao
Editora Cultrix, 1982 So Paulo, Brasil

34. Ralph Abraham, Terence McKenna, Rupert Sheldrake


- Caos, Criatividade e o Retorno de Sagrado Trilogos nas Fronteiras do Occidente
Editora Pensamento, 1992 So Paulo, Brasil

35. David Bohm


- La Totalidad y el Orden Implicado
Editora Kairs, 1988 Barcelona, Espaa

36. F. J. Varela
- Un Know-how per letica
Editora Laterza, 1992 Lezioni Italiane, Fondazione Sigma-Tau, Roma, Italia

37. Francisco Varela


- Scienza e Tecnologia della Cognizione
Editora Hopeful Monster, 1987 Firenze, Italia

38. Arnold Gesell


- Lembryologie du Comportement
PVF, 1953 Paris, Francia

39. Heinz von Foerster


- Sistemi che Osservano
Casa Editrice Astrolabio, 1987 Ubaldini Editore, Roma

40. Edgar Morin


- Introduzione al Pensiero Complesso
Sperling & Kufper Editori S.p.A, 1993 Milano

41. Ken Wilber, Karl H. Pribram, Fritjof Capra, Marilyn Ferguson, Kenneth R.
Pelletier, Rene Weber, Stanley Krippner, Itzhak Bentov e outros
- O Paradigma Hologrficos e outros paradoxos
Editora Cultrix Sao Paulo, Brasil

42. Richard Evans Schultes, Albert Hofmann


- Plantas de los Dioses, Orgenes del uso de los alucingenos
Fondo de Cultura Econmica, 1982 Mxico

43. P. Bunyard E. Goldsmith


- LIpotesi Gaia
Red Edizioni 1 Edizione 1992

44. Murray Gell-Man


- El Quark y el Jaguar, Aventuras en lo Simple y lo Complejo
Ed. Matetemas, 1996 - Barcelona
Diseo del Apocalipsis

La atmsfera del apocalipsis infiltra la vida cotidiana. El apocalipsis no es una hiptesis


para el futuro. Es una forma interior de experimentar la existencia. No es apenas la
destruccin ecolgica, la vesnica extincin de la fauna, la violencia institucionalizada; no
es slo el genocidio y la barbarie, el hambre y el desamparo. El apocalipsis entra por la
ventana de nuestro cuarto: hay en el aire un desorden que agita las cortinas, un vaco en esa
presencia de los muebles, una cacofona de voces que no dicen nada. Es como si
hubiramos perdido las ltimas claves de la vida. Y el amor no significa gran cosa, porque
las acciones pueriles han pasado a ocupar su lugar. El apocalipsis avanza por nuestros
cuerpos en forma de cncer o esquizofrenia; las arterias no tienen elasticidad para soportar
la presin y estallan en el cerebro. Perdimos nuestra identidad sexual entre las imgenes
del sexo, perdimos nuestra alegra entre los smbolos comerciales, nuestra salud en las
amargas poluciones de cigarrillo, nuestro apetito en alimentos envenenados.

Pero, quizs todo esto, todava no es el apocalipsis. El apocalipsis es el ya no importa, es


mirar a los ojos y no encontrarse, es hablar a las personas y no sentir la menor resonancia.

Estamos navegando en plena tempestad, el caos de miles de barcas que se hunden entre
ahogos de nufragos, sin esperanzas y sin auxilio, porque cada uno trata de salvarse solo.

El apocalipsis se apodera de nuestro cuerpo, agarrota las articulaciones, impregna nuestras


clulas, para surgir de nuevo en nuestra miradas.

La violencia contra la naturaleza es la violencia contra nosotros mismos. La violencia no


est slo en los asesinos, en los torturadores, en los delatores; la violencia est en todas
partes: en la arquitectura, en las calles, en el volumen de la msica electrnica, en nuestro
trabajo alienante.

Hicimos un pacto con la muerte y nos esforzamos en mantenerlo. Nos envolvimos en un


vasto programa de degradacin. Sin embargo, a veces, en la tarde poluda, entra por la
ventana un rayo de sol, una invitacin sutil al pacto con la vida.

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