Historia de La Devoción Al Niño Jesús
Historia de La Devoción Al Niño Jesús
Historia de La Devoción Al Niño Jesús
Desde tiempos muy antiguos los catlicos han tenido mucha devocin al Divino Nio
Jess, y han honrado su santa infancia, considerando esta edad de Jesucristo como
una maravilla de inocencia y amabilidad.
Ms tarde San Antonio de Padua fue un devoto tan entusiasta del Nio Jess que
segn las imgenes que de l se conservan, mereci que el Divino Nio se le
apareciera.
Otro santo al que se le presenta en las imgenes teniendo entre sus brazos al Nio
Jess es San Cayetano, el cual lo que necesitaba pedir lo peda por los mritos de
la infancia de Jess.
Modernamente los santos que ms contribuyeron a difundir la devocin al Nio de
Beln fueron Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Santa Teresa de Jess le tena un amor tan grande al Divino Nio que un da al
subir una escalera obtuvo tener una visin en la que contemplaba al Nio Jess tal
cual haba sido en la tierra. En recuerdo de esta visin la santa llev siempre en sus
viajes una estatua del Divino Nio, y en cada casa de su comunidad mand tener y
honrar una bella imagen del Nio Jess que casi siempre ella misma dejaba de regalo
al despedirse.
Millones de creyentes han hecho la experiencia de pedir favores a Dios por los mritos
de la infancia de Jess y han conseguido maravillas. Y nosotros vamos a hacer lo
mismo. Queremos honrar la infancia de Jess y darle gracias por haber nacido en
Beln para salvarnos.
Por la maana, siguiendo una costumbre muy recomendada por San Juan Bosco,
antes de salir de casa se fue a hacer una visita a Jess Sacramentado en el templo,
y se arrodill luego junto a la imagen de Mara Auxiliadora para encomendarse a tan
poderosa Patrona. Levant los ojos y al ver el lindo Nio Jess que estaba en brazos
de la Virgen Santsima, con sus bracitos abiertos como querindole decir: Llvame
contigo, que quiero acompaarte en tu viaje.
El Padre Juan lo narraba as: Me dije: Hasta ahora solamente le he pedido favores a
la Mam que es muy poderosa y me ayuda muchsimo, sin embargo es una criatura.
Por qu no hago el ensayo de dedicarme a pedirle al Hijito que es de Dios? Y le
encomend al Nio Jess con toda mi alma esta salida que iba a hacer a limosnear.
Sent como una oleada de valor por todo mi espritu y me fui a la calle.
El Padre Juan vol contento a la casa salesiana y cuando el Director regres, le mostr
lo que haba recogido, era tres veces ms de lo que el Superior haba logrado recoger
de casa en casa en toda la maana. Muchos aos ms tarde el Padre Juan dijo:
encontr un gusto tan especial en pedir a la gente para las obras de Dios, que
necesito tener siempre entre manos alguna obra en construccin o alguna
beneficencia, para poder pedir a las gentes porque sin pedir no me siento contento.
Las cuatro condiciones que recomendaba el Padre Juan, para obtener favores del
Divino Nio Jess.