Oracio Al Niño

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Oh Santo Niño Jesús que difundes tus gracias sobre quienes te invocan, vuelve

tus ojos a nosotros, postrados delante de tu santa imagen y escucha nuestra


oración.

Te encomendamos a todos los necesitados que confían en tu divino corazón.


Extiende sobre ellos tu mano omnipotente y socorre sus necesidades.
Extiéndela sobre los enfermos para sanarlos y santificar sus penas; sobre los
pecadores para atraerlos a la luz de tu gracia; sobre cuantos, oprimidos por el
dolor y la miseria, invocan tu amorosa ayuda.

Extiéndela también sobre nosotros para bendecirnos. Concede, oh pequeño


Rey, los tesoros de tu misericordia al mundo entero y consérvanos ahora y
siempre en la gracia de tu amor. Amén.

DIVINO NIÑO JESÚS  

(Novena)

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En el año 1636 Nuestro Señor le hizo a la Venerable Margarita del Santísimo


Sacramento una promesa que se ha hecho muy famosa: “Todo lo que quieras pedir,
pídemelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será escuchada”.

Los Padres Carmelitas y las Hermanas Carmelitas, siguiendo el ejemplo de sus santos
fundadores, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, se han propuesto propagar donde quiera
que llegan la devoción al Milagroso Niño Jesús, que consiste en honrar los 12 primeros
años de Jesús en la tierra, los años de su infancia, y por los méritos que Jesús ganó en sus
12 años de niñez, pedir a Dios todos los favores que necesitamos.

Muchísimos devotos en el mundo entero han hecho el ensayo de pedir favores a Dios
por los méritos de la infancia de Jesús, y han obtenido favores admirables. 

NOVENA DE LA CONFIANZA AL DIVINO NIÑO JESÚS


 
Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la gracia que necesito, pongo en
tus benditas manos.
Padre Nuestro...
Tú que sabes mis pesares, pues todos te los confío, da la paz a los turbados, y alivio al
corazón mío.
Dios te salve María...
Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a ti en vano, pues eres Hijo de Dios, y
auxilio de los cristianos.
Gloria al Padre...
Acuérdate oh Niño Santo, que jamás se oyó decir, que alguno te haya implorado, sin
tu auxilio recibir,
por eso con fe y confianza, humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza, este
favor yo te pido:
Pedir la gracia que se desea
y decir siete veces:
DIVINO NIÑO JESÚS
BENDICENOS.

CORONILLA DEL DIVINO NIÑO JESÚS

Esta devoción es debida a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento,


Carmelita Descalza de Beaune (Francia), devotísima del Niño Jesús, muerta en olor de
santidad a la temprana edad de 27 años. El Niño Jesús le prometió otorgar gracias muy
especiales de inocencia y de pureza a todas las personas que la rezasen con devoción.

He aquí dicha Coronilla:

Por la señal...

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los
siglos de los siglos. Amén.

Adorado y glorificado sea el Padre,


-El Verbo se hizo carne,
-Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...

Adorado y glorificado sea el Hijo,


-El Verbo se hizo carne,
-Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...

Adorado y glorificado sea el Espíritu Santo,


-El Verbo se hizo carne,
-Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...
1º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Encarnación.
-El Verbo se hizo carne,
-Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

2º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de la Visitación. Gloria...

3º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestro Nacimiento. Gloria...

4º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de la Adoración de los Pastores. Gloria...

5º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Circuncisión. Gloria...

6º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Epifanía. Gloria...

7º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Presentación en el Templo.


Gloria...

8º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Huida a Egipto. Gloria...

9º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Permanencia en Egipto.


Gloria...

10º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestro Regreso a Nazaret. Gloria...

11º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Vida oculta en Nazaret.
Gloria...

12º  Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Pérdida y Hallazgo en el


Templo. Gloria...

ORACIÓN

Vos, oh Dios mío, que os dignasteis constituir a Vuestro Unigénito Hijo Salvador del
género humano, y ordenasteis que se llamara Jesús, conceded propicio que, los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Historia de la devoción al Niño Jesús de Praga 

Narran las antiguas tradiciones que en Andalucía, España, había hace varios siglos un
santo religioso carmelita que se dedicaba a hacer imágenes, y que deseaba mucho hacer una
estatua bien hermosa del Divino Niño Jesús. Y repetía una frase muy parecida a la de Santa
Teresa: “Véante mis ojos, dulce Jesús bueno. Véante mis ojos. Muérame yo luego”. Y que
tantas veces pidió a Nuestro Señor la gracia de poder contemplar cómo era el rostro del
Divino Niño, que un día vio que se le aparecía el Niño Jesús, sonriendo y bendiciéndolo. El
santo religioso procuró grabar en su memoria lo mejor que pudo el rostro del Divino Niño y
se dedicó luego a fabricar la estatua que le quedó hermosísima. Murió después muy
contento de haber podido contemplar el rostro de nuestro amable Redentor.

Esta bella imagen fue obsequiada por los Carmelitas a una princesa que se dirigía a
Checoslovaquia a casarse con el Príncipe de Praga en 1556, y allá la llevó ella. Y le colocó
después los vestidos más lujosos de su hijito el pequeño príncipe de Praga. Y allí empezó el
Divino Niño a hacer maravillosos prodigios a quienes lo honraban y le tenían fe.

La princesa de Praga dejó al morir su bella estatua del Niño Jesús a los Padres
Carmelitas recomendándoles mucho que honraran al Divino Niño porque ella había notado
que las personas que le rezaban al Niño Jesús obtenían favores muy especiales.

Entonces un Padre Carmelita, el P. Cirilo de la Madre de Dios, se propuso honrar al


Niño Jesús, y los prodigios comenzaron a multiplicarse. Su convento que estaba en ruinas
empezó a recibir ayudas inesperadas. Una familia que se dedicó a honrar y hacer honrar por
otros al Niño Jesús, recibió tantos favores y se les alejaron tantos problemas que no se
cansaban de narrarlo a todos los que trataban con ellos. La ciudad de Praga rodeada por
miles y miles de protestantes que deseaban destruirla se vio libre de una manera prodigiosa,
después de haberle prometido al Niño Jesús hacerle un gran templo. Y así la devoción al
Divino Niño Jesús se hizo sumamente popular y las gentes obtenían formidables ayudas del
cielo al pedirlas por los méritos de la infancia de Jesús. La paz renacía en los hogares
desunidos. Los hijos perdidos volvían a sus hogares. Los negocios que iban hacia el fracaso
volvían a la prosperidad. Los pecadores sumidos en los vicios dejaban su vida de pecado y
empezaban a ser buenos... Y por todas partes la gente entusiasmada narraba favores y más
favores del Divino Niño, porque Jesús dijo: “Todo el que pide recibe”: Y el Niño Jesús
apareciéndose en una visión al Padre Cirilo le dijo: “Si me honráis, Yo os honraré. Si sois
generosos conmigo, Yo seré generoso con vosotros”.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS 

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del
Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan
consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras
pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Lleno de confianza
en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades.

Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por
los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy
pidiendo (aquí se expresa el favor que se quiere alcanzar). Me entrego a ti, oh Niño
Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza.
Amén.

ORACIÓN REVELADA POR MARÍA SANTÍSIMA


Al V. P. Cirilo, Carmelita Descalzo
Oh Divino Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión de tu Santa
Madre, me asistas en esta necesidad (se la puede manifestar), porque creo firmemente que
tu Divinidad me puede socorrer. Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo
con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente de
todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para triunfar. Propongo no
ofenderte, y me ofrezco a Ti dispuesto a sufrir antes que hacerte sufrir.

De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y por tu amor, ¡oh Divino
Niño!, amaré a mi prójimo como a mí mismo.

Niño omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta


circunstancia (se manifiesta).

Concédeme la gracia de poseerte, eternamente con María y José y adorarte con los
ángeles de la Corte del Cielo. Amén.

Nos dice la Santísima Virgen en San Nicolás: 

23-12-85     Mensaje 759: 

Veo a la Santísima Virgen y me dice, muy suavemente: Hija, hoy te revelaré el


nacimiento de mi amado y dulcísimo Hijo.
Salió de mi vientre, de la misma manera que fue introducido, quiero decir, sin ser
tocado.
Nació impulsado por el Espíritu del Señor Todopoderoso. No sentí ningún dolor,
sólo sentí que mi vientre se abría y se cerraba, mas fue sólo una sensación, porque no me
quedó rastro alguno, quedando Yo intacta como antes.
Ese fue su maravilloso nacimiento, por la Gracia de Dios Padre.
Amén.

2-5-85      Mensaje 546: 

Hoy me dice la Virgen, cómo era Jesús desde que era pequeño.
Te diré: A los tres años tenía ya, una gran inteligencia, tenía el entendimiento que
Dios Padre le daba, creció sabiendo que El, era el Hijo de Dios. Fue siempre muy callado,
siempre estaba meditando, mas cuando hablaba, lo hacía con humildad y una gran
sabiduría, la gran sabiduría de Dios.
Hija, así era mi amado Hijo en la tierra, fue el más fiel predicador y pastor del
Rebaño de su Padre.
Amén.

11-9-86     Mensaje 964: 


Hija: Hoy te diré algo de Jesús cuando tenía doce años de edad, edad en que fue
presentado en el Templo. Tenía la inocencia de niño y ya se reflejaba el amor hacia todo lo
creado por el Todopoderoso.
En sus sensatas y sabias palabras, se podía percibir la sabiduría.
Con José mi esposo, solíamos quedarnos horas escuchándolo hablar, lo que El con
mucho amor nos decía.
Una de las tantas frases que nos dijo: "Jesús, vida nueva para el alma nueva, mucha
sangre correrá para que esto se haga realidad".
Mi Hijo supo siempre el padecimiento que le esperaba. Que el cristiano sepa
reflexionar cuanto te he dicho, son palabras de la Madre de Jesucristo.
Amén, amén.
Mi amado Niño Sagrado, mi dulce Jesús bueno,
por los muchos milagros que nos envías,
por la fe y confianza que en Ti tenemos,
por lo mucho que te amamos,
hoy queremos rendirte adoración y alabanza,
queremos decirte lo mucho que significas para nosotros
y queremos pedirte que vivas en nuestro corazón.

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Te rogamos que vengas a nuestro lado,
que participes de nuestro día a día,
de todo lo que somos y de todo lo que tenemos.
que nos acompañes en nuestras alegrías penas,
en nuestros triunfos y en nuestros fracasos.

Queremos pedirte amabilísimo Salvador y Redentor


que con tu gloriosa Presencia seas nuestro amigo,
envuelve nuestras vidas con tu bondad y cariño,
y que tus lindos ojitos nos envíen paz y felicidad. 

19
Divino Niño Jesús, dueño de mi corazón y mi vida, 
mi tierno y adorado Niño, 
llego hasta Ti lleno de esperanza, 
llego a Ti suplicando tu misericordia, 
quiero pedirte los abundantes bienes 
que derramas sobre tus fieles devotos,
los que tus bracitos abiertos 
reparten con amor y generosidad. 
 
Oh Niño amado, bendito Salvador, 
quédate siempre conmigo
para separarme del mal
y hacerme semejante a Ti,
haciendo que crezca en sabiduría y gracia
delante de Dios y de los hombres. 
 
¡Oh dulce y pequeño Niño Jesús,
yo te amaré siempre con toda mi alma!
Divino Niño Jesús, bendícenos
Divino Niño Jesús, escúchanos
Divino Niño Jesús, ayúdanos.
 
Niño amable de mi vida,
consuelo del cristiano,
la gracia que necesito tanto
y que me causa desesperación y agobio,
que hace que sienta intranquilidad en mi vida
pongo en tus benditas manos:
 
(pedir con mucha fe lo que se desea conseguir).
 
Padrenuestro que estas en los cielos…
 
Tú que sabes mis pesares
pues todo te lo confío,
concede la paz a los angustiados
y dale alivio al corazón mío.
 
Dios te salve María llena eres de gracia...
 
Y aunque tu amor no merezco,
no recurriré a ti en vano,
pues eres hijo de Dios
y auxilio de los cristianos.
 
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo…
 
Acuérdate oh Niño Santo amado,
que jamás se oyó decir,
que alguno haya implorado ante Ti
sin tu auxilio recibir,
por ello, con sencillez y confianza,
humilde y arrepentido,
lleno de amor y esperanza, 
sabiendo los milagros que obras 
y lo rápido que concedes remedio,
con ilusión este favor yo te pido:
 
(repetir lo que se quiere obtener).
 
Divino Niño Jesús, bendícenos,
Divino Niño Jesús, escúchanos,
Divino Niño Jesús, consuélanos,
Divino Niño Jesús, ayúdanos,
Divino Niño Jesús, protégenos,
Divino Niño Jesús defiéndenos,
Divino Niño Jesús, en ti confiamos. 
 
Así sea.
 
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
 
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.

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