Küng, H., 24 Tesis Sobre El Problema de Dios
Küng, H., 24 Tesis Sobre El Problema de Dios
Küng, H., 24 Tesis Sobre El Problema de Dios
EDICIONES CRISTIANDAD
Huesca, 30-32
MADRID
Ttulo original:
CONTENIDO
24 THESEN ZUR GOTTESFRAGE
publkado en 1979
HANS KNG
*
Las tradujo al espaol
JOSE MARIA BRAVO NAVALPOTRO.
SI O NO A LA REALIDAD?
originaria .. .. .. .. . .. .. .. . .. . . .. .. . .. .. . 41
tica realidad del mundo y del yo
ta la confianza, pero ella misma apareR ,
. Es un enigma: fundante, pero sin
to por s misma; sustentante) pero sin
en sf misma; orientadora,_ pero carente
pam s misma .. .. .. .. .. . . . .. .. .. .. .. .. .. 4(
Contenido 11
t
l 11 No cabe hablar de. empate entre el si y el
.:.mo Dios. Quien dice s a Dios sabe por
II 1
t
qu puede fiarse ltimamente de .la realidad.
12 La fe en _Dio~ puede justificarse raciona~n~n-
SI O NO A DIOS? te: su racmnahdad se demuestra en la practica
arriesgada de J confianza. Confianza fundamen-
tal (Grundvertrauen) y confianza en Dios (Gott-
6 El hombre es u11 ser expectante, esperanzado, vertrauen) dependen una de otra ............. ..
anhelante. Exclusivatnente en el plano de lo
lineal, de lo horizontal, de lo puramente huma- La palabra Dios 1 aunque equvoca, es irre,.
no, no parece posible una verdadera ascensin 13 nunciable. En oposicin al concepto de Dios
cualitativa a otra dimensin realmente distln- de los filsofos, la concepcin de Dios de llls
t~: sin autntica trascendencia no hay autn- r~?nes es concreta y determinada, aunque no
tico trascender. Surge aqu la cuestin de la co1nc1dente . , , . , ....... , ............. , .......... , , , . , .. 8:
religin, ms an, la pregunta por Dios ..... . 51
7 Tedas las pruebas o demostraciones de los ateos
ms eminentes llegan a hacer cuestionable la III
existencia de Dios I pero no llegan a hacer in-
cuestionable la no existencia de Dios: Ni la in-
terpretacin filosfico-,scolgca (Feuerbach) SI O NO AL DIOS BIBLICO?
ni la interpretacin sococrtica (Marx) ni 1~
interpretacin psicoanaltica (Freud) d~ la fe
en Dios pueden decidir lli!da sobre la exis- 14 La fe bblica, la fe en un solo Dios, es coheren
tencia o no existencia de una realidad inde- te en s misma y puede a la vez legitimarse
pendient~ de nuestro pensar, querer y sentir, racionalmente. E1 Dios de Israel, comn a ju~
8
de la psique y de la sociedad . . . .. . . . . . . . . . . . ..
La fe en Dios no puede ser simplemente afir-
56
l dios, cristianos y musul:rrumes, es el Dios uno
y nico, que no .admite -a su lado otros dioses,
ni vejos ni nuevos ,,............................... 9
mada, y tampoco puede ser demostrada. Pero 15 Para la fe b!blica Dios es una respectividad que
si debe ser confirmada . .. .. .. . .. .. .. .. . .. .. .. .. .. 60 puede ser invocada. Pero Dios desborda el con~
cepto de lo personal y de lo impersonal. Debe
9 Si Dios existiera, habra una solucin radical pensarse como una realidad transpersonal .. . S
par~ el enigma de la realidad, siempre proble-
mt1ca; se encontrara una respuesta bsica 16 Dios no es. un ser su_praterreno o extraterreno,
para el de dnde y el adnde del mundo asentado en un cielo fsico o metafsico. Dios
y del hombre .. . . . . .. .. . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . .. .. . . .. . 64 est en este mundo y este mundo est en Dios.
Tampoco es un ser ahistrico o suprahistriro.
1O La existencia de Dios slo puede ser admitida Es el Dios dinmicamente real y constantemen~
dentro de una confianza basada en la realidad te actuante en la historia ........... , ..... ., ... ., 1(
misma .................................................. 70
12 Contenido Contenido 1.
17 Creer en Dios creador del mundo significa afir- de Nazaret: <~Jess el Cristo, y ste crucifi-
mar con confianza razonable que el mundo y cado ....................................... ,, ........ 13
el hombre no quedan sin explicacin en cuan-
to a su ltimo origen, sino que tienen sentido 24 El Espritu Santo no es otro que Dios mismo.
y valor en su totalidad .......................... . 105 Este Espritu es para la comunidad de los cre-
yentes y para los creyentes en particular la
Creer en Dios como conductor del mundo no presencia de Dios y del Cristo glorificado: Dios
18 significa que Dios suspenda las leyes de la na- revelado por Jesucrsto en el Espritu ........ . 14
turaleza; quiere decir ms bien que Dios no A modo de eplogo ...................................... . 14
abandona el mundo y el hombre a su suerte,
sino que se compromete por ellos dentro de
su ocultamiento ................................... . 110
19 Creer en Dios como consumador del mundo
significa afirmar con confianza razonable que
el mundo y el hombre no son inexplicables
en cuanto a su ltimo destino, sino,quetienen
en Dios un refugio permanente y una _verda-
dera plenitud .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. .. . . . 114
20 El Dios de los filsofos y el Dios de la Bi-
blia no deben disociarse o armonizarse sin ms,
sino que el Dios de los filsofos est supera-
do, esto es, afirmado, negado y trascendido
a la vez, eu el Dios de la Biblia .. . .. .. .. .. . . . . 120
religin? No hay moral tambin sin religin? fraternidad, el amor? Por qu tambin, ademi
No hasta la ciencia? No se ha generado la reli- de ,confianza en s mismo, confianza en Dios; ad,
gin de la magia? No vuelve a desvanecerse con ms de trabajo, oracin; adems de poltica, re]
el proceso de la evolucin? No es Dios origina- gin; adems de la razn, la Biblia; adems d,
riamente una proyeccin del hombre (Feuerbach), ms ac, el ms all? Qu significa en absolu1
opio del pueblo (Marx), resentimiento de frustra- la fe en Dios? Qu puede significar la fe e
dos (Nietzsche), ilusin de infantiloides (Freud)? Dios hoy?
No est el atesmo comprobado y no es el nihi- No tratemos de engaarnos: Hoy ms que nu
lismo irrefutable? No han terminado incluso los ca el atesmo pide a la fe en Dios una explicaci
telogos por renunciar a las pruebas de la exis- Confinada cada vez ms a la defensiva en el cur:
tencia de Dios? O acaso se debe creer sin razo- de la Edad Moderna, esta fe se ha quedado he
nes? Creer sencillamente? No se puede dudar con harta frecuencia muda, en pocos al principi
de todo, excepto tal vez de la matemtica y de pero el nmero no deja de crecer. La fe en Di<
aquello que se puede observar, sopesar, medir? adolece de una inmensa prdida de realidad.
No habr de ser la certeza matemtica el ideal Una cosa, sin embargo, parece segura: Si h,
o es que no hay hase alguna de certeza? queremos seguir hablando responsablemente ,
Y aun cuando Dios existiera: Sera personal o Dios, este Dios tiene que tener algo que ver ce
impersonal? No resultara ingenuidad lo primero nuestra realidad experimentable. Esto es: el pr
y abstraccin lo segundo? O tal vez habra que blema de Dios est ntimamente relacionado c,
preferir la sabidura del Oriente? El callar del el problema del hombre y no menos con el de
budismo ante el absoluto sin nombre? No son realidad en general. Por eso estas tesis no comie
todas las religiones en definitiva iguales? No se- zan por las buenas con la existencia de Dios, .si,
ra intelectualmente ms honesto el Dios d los con un anlisis inquisitivo de nuestra reahds
filsofos? Por qu ha de ser mejor el Dios de la Pero qu significa aqu realidad?
Biblia? Dios creador del mundo y consumador La realidad? Realidad es todo lo real, todo
universal? Qu sabemos, en el fondo, del princi- que es, todo ente, es decir, la totalidad de l
pio y del fin? Y, encima, el Dios cristiano: Pa- entes y, en este sentido, el ser existente en cuar
dre, Hijo y Espritu Santo, la Trinidad? Hay que tal. No vamos a analizar aqu detalladamente g
creer todo eso? es realidad. No es posible definir la realidad
S; por qu hay que creer en Dios? Por qu antemano. Pues lo omnicomprensivo es por de
no sencillamente en los hombres, en la sociedad, nicin indefinible, indeterminable. Pero s varr
en el mundo? Por qu creer en Dios y no sim- a recordar sintticamente lo que en concreto s
plemente en los valores humanos: la libertad, la nifica este tan variado y pluridimensional conc,
2
18 Introducci6n Introduccin 19
to de realidad para no perdemos en expresiones demasiado-humano. Desde luego no la humanidad
abstractas, vacas de contenido. ideal, sino todos los hombres concretos, incluidos
La re:ilidad es en primer lugar el mundo y todo los 'que nosotros preferiramos dejar fuera del os
!? que mtegra el mundo en el espacio y en el estrecho entre mis brazos, millones, y del un
tiempo, el macrocosmos y el microcosmos con sus beso al mundo entero, Incluidos, pues, tambin
insondables abismos. El mundo en su historia en todos los que en mayor o menor escala pueden
el pasado, en el presente y en el futuro. El mu'ndo hacer de nuestra vida un infierno. L'enfer, c'est
con la materia y la energa, con la naturaleza y la les autres: El infierno son los otros. Tal es la
cultura, con todos sus portentos y horrores. No tesis capital del drama Huis clos ( A puerta cerra-
un mundo sano y salvo en todo caso, sino el da) de Jean-Paul Sartre sobre los tres condenados
mundo real con toda su problematicidad: con to a convivir en una habitacin bajo una luz eterna,
dos sus condicionamientos concretos y catstrofes convivencia cuyo fracaso analiza Sartre en todos
naturales,. con toda su efectiva miseria y todo su sus significados en su gtan obra filosfica L' tre
dolor. Animales y hombres en su lucha por la exis- et le nant ( El ser y la nada).
tencia: su nacer y morir, su comer y ser comi- La realidad soy sobre todo yo mismo, que er
dos. El mundo entero con toda su ambivalencia cuanto sujeto puedo hacerme objeto de m mismo
tan difcil de aceptar, como describe Dostoievsky Yo mismo con m espritu y mi cuerpo, con m:
en su novela Los hermanos Karamazov: Bien, disposicin y comportamiento, con mis fuerzas )
ahora djame que te diga en pocas palabras as debilidades. Desde luego no un hombre ideal, sine
habla el escptico I vn Kararnazov a su joven 'her- un hombre con sus altos y bajos, con sus lados !u
mano Aliocha, que cree en Dios, que en un ba- minosos y oscuros, con todo lo que C. G. Jun
lance fin1 yo no acepto este mundo de Dios, y llama la sombra de la persona, con todo lo qm
aunque se que este mundo existe, no quiero sin el hombre ha retirado, suprimido, reprimido y qm
e1;1bargo . ~dmitirlo. No es que yo no acepte a Freud intenta traer a la conciencia y hacer admisi
Dio~, ent1endeme correctamente, sino que no acep- ble con los medios del psicoanlisis. Un hombre
to ru puedo aceptar el mundo por l creado. asimismo, que una y otra vez se diluye en los distin
La realidad dentro del mundo son especialmen. tos papeles sociales que tiene .que desempear en 1
te los hombres, los hombres de todos los niveles sociedad, que una y otra vez se ve obligado a cum
y ~ases, de todos los colores y razas, naciones y plir determinadas funciones sociales que la socieda,
regiones, tanto el hombre individual como 1a so- espera de l. A veces es ms fcil aceptar el mund
de?~d. Los hombres: los lejanos y, ante todo, los que aceptarse uno mismo como es o como lo ha
prox1mos, que con frecuencia nos son los ms le- hecho los otros. Yo no soy callado, con esta fo
janos. Los hombres con todo su bagaje humano-- se comienza la novela Stiller (Callado) del e,
20 Introduccin Introduccin 21
critor suizo Max Frisch, donde se cuenta la historia mismas barreras. Siempre cometo los mismos erro-
de un hombre que insistentemente se niega a acep- res, experimento el mismo fracaso ...
tarse a s mismo: porque quiere escaparse de la De todo esto puede surgir una infinita monotonfa,
imagen que los dems tienen de l, porque quiere un pavoroso hasto *.
sacudirse los papeles que los otros le obligan a Con todo esto, pues, queda bien claro lo si-
desempear, porque sufre por no poder ser como guiente: La realidad del mundo, del hombre y de
quiere, sino como debe. Sobre el teln de fondo m mismo se presenta con una radical ambivalen-
de esta prob!eJm1tica caracterstica del hombre me. cia: xito y fracaso, felicidad y desgracia, salvacin
derno, la problemtica de su propia identidad y y condenacin, sentido y sinsentido. Y con esto no
su propio papel, la autoaceptacin del hombre se trata de hacer el mundo malo, para que los te-
constituye un problema dificilsimo. Oigamos a logos puedan meter a Dios en danza ms fcilmen-
C. G. Jung: Lo sencillo es siempre lo ms difcil. te, sino de hacer un inventario imparcial de lo que
En realidad, el ser sencillo es un arte supremo, hay. La teologa no fabrica la realidad, sino que la
y as el aceptarse a s mismo es el compendio del interpreta.
problema moral y el ncleo de toda una visin del Esta radical ambivalencia de la realidad plantea
mundo. una cuestin que, por su parte, se halla indirecta-
Sobre la aceptacin de s mismo, sobre la ta- mente relacionada con el problema de Dios:
rea de ser uno mismo, ya escribi el telogo Ro- A qu puede uno, an hoy, atenerse? No se trata
mano Guardini, remitindose a Pascal: aqu de sembrar el pesimismo e invitar a una cr-
La tarea puede resultar muy ardua. tica superficial de la civilizacin, sino de constatar
Existe la rebelin ante el tener que ser uno mis- un hecho que, a la vista de las muchas quejas de
mo: Por qu tengo que serlo? He pedido yo tantos hombres, no necesita demostracin, ni do-
existir? ... cumentacin, ni ilustracin: que nos encontramos
Existe la sensacin de que ya no vale la pena ser en una crisis de orientacin tan enorme en exten-
uno mismo: Qu saco con eso? Me aburro a m sin como en profundidad. Efectivamente, sobre
mismo. Estoy contra m. Ya no me aguanto a m todo desde la revolucin juvenil y estudiantil de fi-
mismo ... rutles de los aos sesenta, no hay instancias de orien-
Existe la sensacin de haberse engaado consigo t.acin, no hay tradiciones que en los ltimos dece-
mismo, de estar encarcelado en uno mismo: Slo nios no h;iyan entrado en crisis o -como otros
soy esto y, sin embargo, querra ser mucho ms. J; diran- no hayan sido radicalmente cuestionadas.
Slo tengo estas dotes y, sn embargo, querra : ,:Qu autoridad se acepta hoy sin discusiones?
otras mayores, ms brillantes. Siempre me veo * La aceptaci6n de s mismo (Ed. Cristiandad, Ma
obligado a lo mismo. Siempre tropiezo con las . clrid 4 1979) 21ss.
22 Introduccin Introduccin 23
Antes era ms fcil: lo dice el papa, el obispo, la o al fanatismo poltico cuasi religioso y sectario
Iglesia; o lo dice el canciller federal, el gobierno, o incluso al terrorismo.
el partido o lo dice el maestro, el profesor, el As, esta crisis de orientacin a gran escala ha
padre ... ; dnde se puede hoy di:r por terminada precipitado a la sociedad moderna en unos con-
una discusin apelando a la autoridad? No; tanto flictos que todava no han sido en absoluto resuel-
el Estado como la Iglesia, la justicia como el ejr- tos, ms an, que probablemente ni tan ~_'.luiera
cito, la escuela como la familia aparecen hoy des- han sido an avistados en toda su extension. La
estabilizados. Y a no son aceptados sin ms --es- religin, el cristianismo, era todava para nuestros
pedlmente por la juventud- c~rno instanci.as de abuelos una cuestin de convencimiento personal.
orientacin. Ni el cristianismo m los hwrumJ.Smos Tambin para nuestros padres fue ('.Uando menos
no cristianos, como tampoco el nacionalismo y el una cuestin de tradicin y buenas costumbres.
marxismo, son ya (o tal vez n~ca lo fueron} .tra- Pero para los hijos e hijas emancipados se estn
diciones orientadoras y determmantes de validez convirtiendo progresivamente en una cuestin del
general. Frente a los valores tradicionales, en pasado, de un pasado que no obliga: pass et
nuestra dcada se ha establecido un nuevo valor dpass, pasado y superado! . Y no pocos P!d.res
general: la crtica. . constatan hoy, atnitos, que a una con la !"lign
Con el cuestonamiento crtico de las autorida- tambin se ha perdido la moral, como Nietzsche
des, instancias y tradiciones hasta ahora. vigente~, haba vaticinado. Pues cada vez se hace ms claro
como de las valoraciones y formas de vida tradi- que de una forma puramente racional, con la sola
cionales, hoy tambin parecen es;ar :est~onadas razn, como deseaba Sigmund Freud, no se puede
las normas vinculadas a ellas. La liberalizacin fue fundamentar una tica: no se puede fundamentar
necesaria, pero con frecuencia ha ido ms lejos de por qu haya de ser mejor la libertad que ;a opr~-
lo previsto y planeado. Los gr!ndes procesos de sn, la justicia que el afn de lucro, ;a no violencia
des-tabuizacin se han convertido muchas veces que la violencia, el amor que el odio, la paz que
en procesos de erosin, de forma que hoy, para 1a guerra. O dicho de forma rns primi~v.a: por
no pocos, la moral entera aparece relativizada, lo qu -si ello nos reporta provecho y felicidad-
cual ha acarreado todo tipo de consecuencias me- , no ha de ser lcito incluso engaar, robar, adulte
nos la de la liberalizacin. A muchos, y especial- , mr y matar; ms an, por qu uno tiene que s~r
mente a los j6venes, se les ha quitado el suelo &, simplemente <<decente. Acaso no es bueno, sm
donde apoyaban los pies, y ahora se ven abando- ms, cuanto me aprovecha a m, a mi grupo, par
nados al absurdo a un nihilismo prctico o a la , tido clase raza, o tambin a mi empresa o sin
' O tambin -y esto n? _so1o
criminalidad juvenil. ; dicafo? Egosmo individual o colectivo! Algunos
en California y Guayana- a una secta religiosa, ",bilogos y etnlogos, incluso, tratan de hacernos
24 Introduccin Introduccin 25
entender que en el hombre, como en el animal, falta la gran direccin de su .vi& y -en tal barullo
todo tipo de altruismo, todo tipo de amor no es de ordenaozas y reglamentaciones, de datos y he-
ms que la forma suprema de un egosmo biolgico chos, operaciones y procesos, estructuras y mto-
here&do. Y entonces ---<:orno se pregunt en el dos- claman por unos guas estables y seguros,
Congreso Internacional de Filosofa de 1978 en ' En un tiempo como ste, tan falto de norte, ao-
Dusseldorf-, de dnde han de tomarse los cri- ran una orientacin de base, una orientacin fun-
terios para enjuiciar los intereses escondidos de- damental.
trs de todo conocimiento: los criterios para dis- No se trata, insistimos, de sembrar el pesimis-
tinguir entre intereses ver&deros e ilusorios ob- mo: los hombres de hoy no son peores que los
jetivos y subjetivos, aceptbles e inaceptables? de tiempos pasados, en los que no se &ba tal
Cmo va uno a establecer ah prioridades y pre- desorientacin, aparte de que, como suelen decir
ferencias de forma puramente racional? En este los viejos, la juventud siempre ha sido mala.
sentido la fundamentacin filosfica de normas Pero una cosa hay que tener presente si se quie-
ticas concretas no ha avaozado mucho hasta aho- re comprender en concreto a la juventud actual:
ra: se ha quedado en generalizaciones igualmente Es que, hasta ahora, el cambio de la sociedad,
problemticas y en modelos puramente utilitarios dentro del cual todos nosotros estamos hoy impli-
y pragmticos. Pero tales generalizaciones y mode- cados, nunca se ha llevado a cabo con tanta
los fr";asan precisamente en los casos en que, por celeridad y diversidad que se hiciera cada vez ms
exce;JC1n, se requiere del hombre una accin que difcil la orientacin de base. Y as, hoy, cada cual
de ninguna manera le acarrea provecho y felicidad, se ayuda a su manera, y una manera por lo general
sino que exige de l un sacrificio, y en caso extre- muy sencilla. Uno orienta su vida por el horsco-
mo hasta el sacrificio de su vida. po, otro -ms cientfico- por el biorritmo; el
Sabemos hoy siquiera a qu hemos de atener- uno lo ordena todo segn el plan diettico, el otro
nos ltimamente? Es cierto que cada da tenemos segn el yoga; quien se juramenta con la terapia
ms normas. de conducta, ms leyes de trfico, ms de grupo, quien con la meditacin. Mas no se tra-
reglas de vida. Pero todo el mundo lo sabe: jre- ta solamente de la orientacin de la vi& indivi-
glamentacin 110 significa ni mucho menos orien- . . dual, tambin se trata de la orientacin de la vid,
tacin! Al contrario, cuanto ms se regula y regla- social. En todos los campos, desde la energa at
m';nta, cuanto ms se planifica y organiza, cuantas . mica hasta la manipulacin gentica y los nio,
mas leyes, ordenanzas y arculos imperan en todos probeta, desde la proteccin ecolgica hasta e
los rdenes de la vida, tanto ms desorientados ,, conflicto Este-Oeste o Norte-Sur, se hace patent,
se sienten los hombres, tanto ms se acorta su mi- ' cmo las cuestiones ticas sobrepasan y sobreca1
rada y su visin del conjunto, tanto ms echan en gan cada vez ms al individuo: jHoy podemc
26 Introduccin Introduccin 27
ms de lo que debemos y no sabemos qu de- un principio pedaggico. Quien quiere hablar de
bemos! Dios no tiene que comenzar siempre y en toda
En estas tesis, obviamente, no es posible dar ocasin, de forma un tanto forzada y espasmdica,
respuesta a todas estas cuestiones tan complejas. pre,,ountndose por la realidad en general. El pre-
Pero s es posible, tal vez, decir algo de capital dicador en el plpito puede muy bien empezar
mportancfa para la solucin de todos esos proble- con un texto de la Escritura, como la madre ante
mas individuales y sociales: algo que vuelva a po- su hijo con una oracin familiar y el catequista
ner tierra bajo los pies, que facilite un criterio o el profesor de religin con ~tos de la tradic~:1
conforme al cual puedan ser enjuiciados todos los cristiana. Todo esto no necesita de mayor legltl
problemas particulares. Esto es, una orientacin macin. Toda pretensin de exclusividad en el m-
fundamental, que a la postre ha de set -no de- toclo en una u otra direccin serla aqu fatal. Es
bemos silenciarlo- una orientacin fundamental decir: el problema religioso-pedaggico y religios~-
cristiana. psicolgico de la mediacin de la fe en ~ete1;1m-
Pues de esto se trata en el problema de Dios: nadas circunstancias humanas (edad, situacin,
La misma realidad, con su radcal ambivalencia, madurez espiritual, formacin intelectual, expe-
constrie a tomar una postura clara. La realidad riencias religiosas previas, etc.) deber ser, soJ:>re
misma con toda su problematicidad red ama una la base de nuestro modelo sistemtico-teolgico,
orientacin bsica fundamentada, exige nuevos , reflexionado de nuevo y separadamente.
criterios de valor, nuevos modelos, prioridades, .. Nuestro propsito con estas tesis es abrir una
ideales, un nuevo sentido y estilo de vida. .posible va de explicacin de la fe en Dios, mos-
S o no a la realidad, si o no a Dios, s o no al una estructura de argumentac6n y fundamen-
Dios blblico: he aqu los tres campos de la refle- 6n. Esto es: En cada uno de estos campos va-
xin y de la arnumentacin que conviene distinguir s a argumentar, sopesar, comparar, contrapo-
y tomar en serio en s mismos. El paso de uno a ' confrontar con otra alternativa y al mismo
otro nunca ser, no puede ser, fruto de un impe- po preguntarnos por el ltimo fundamento:
rativo lgico; siempre es y ser cosa de una ra7"5n es nuestra actitud ante la problemtica rea-
confiada y una confianza razonable. En estos te- .. . ? Cmo se la puede fundamentar? ~mo
rrenos lo que entra en cu~'Stin no es la razn puede hoy realizar con plenitud de sentido la
pura, sino una estructura de decisin y confian- en Dios, la fe en el Dios bblico?
za. Nada va a ser demostrado, pero tambin nada .Distinguiendo claramente los campos de la ar-
va a ser presupuesto simplemente por fe. . tacin (s o no a la realidad? - s o no a
Y aun aqu puede darse un malentendido: De ? - s o no al Dios bblco? ), podemos tomar
la distincin de los tres campos no debe hacerse ente en serio la actitud de los ateos y ag-
28 Introduccin
I
nsticos como tambin la de los creyentes de
otras religiones. As, quien solamente vive de SI O NO A LA REALIDAD?
un s a la realidad, pero no puede admitir un lti-
mo sentido-fundamento de la misma realidad,
como quien solamente cree en Dios, pero no en
el Dios bblico, no tiene 'por qu ser sermoneado
esgrinendo principios morales o teolgicos ni ca-
pitalizado a favor nuestro como cristiano anni-
mo. Que todos ellos pueden llevar una vida
autnticamente humana, moral y, en circunstan-
cias, hasta religiosa, ni se puede ni se debe poner
en duda.
Digamos, para terminar, que estas tesis no pue-
den, naturalmente, eximir de la lectura del grueso
volumen Existe Dios? Pero s pueden, para el
lector apresurado, hacerle al instante transparente
la estructura de todo el libro y enfrentarlo con
lo decisivo. Y tambin al estudioso concienzudo
le pueden procurar una primera y concentrada vi-
sin general. Estas tesis, pues, tratan de ser una
ayuda de trabajo: no slo para el individuo, sino
tambin y, sobre todo, para grupos de discusin
y trabajo de todo tipo, para las clases de religin,
la formacin de adultos y el estudio. No es una
teologa completa, pero s la explanacin, actuali-
zada en cuanto a su forma y contenido, de un ca-
nno perfectamente viable en nuestro tiempo para
creer confiadamente en Dios, en el Dios cristiano.
As, las Tesis sobre el problema de Dios desem-
bocan por s mismas en nuestras anteriores Tesis
sobre ser cristiano.
1 Vista la realidad en su conunto, de lo
que se trata es de una toma de postura
radical, de una decisin fundamental,
sea positiva o negativa, la cual deter-
mina, configura y colorea la actitud
fundamental del hombre frente a la
realidad: la actitud fundamental ante s
mismo, ante los otros hombres, ante la
sociedad, ante el mundo.
4
6 El hombre es un ser expectante, espe-
ranzado, anhelante. Exclusivamente en
el plano de lo lineal, de lo horizontal,
de lo puramente humano, no parece po-
sible una verdadera ascensin cual,ita-
tiva a otra dimensin realmente distin-
ta: sin autntica trascendencia no hay
autntico trascender. Surge aqu la cues-
tin de la religin, ms an, la pregunta
por Dios.
l
a) El atesmo es irrefutable: El no a Dios fundamento, soporte y meta.
es posible! Por qu? Porqi:e, invaria1:'lemente, la
En sntesis: No existe de hecho ninguna prueba
experiencia de la problemattci~ad ra~~:aJ. de toda concluyente de la necesidad del atesmo. Tampo
realidad brinda al atesmo monvos suficientes para co se puede, a la inversa, refutar positivamente
hacer y mantener esta afirmacin: la realidad ca al que dice: Hay un Dios! Semejante confianza
rece en absoluto de fundamento, soporte Y meta que la misma realidad insta a tener, no se ve con'.
primordiales. Nada se puede sa~e! de todo ,esto: movida por el atesmo. Tambin la afirmacin de
de ah el agnosticismo con prochv1da? al. ate1smo. Dios . descansa ltimamente en una decisin que,
An ms tal vez lo ltimo sea la apar1ene1a y el no lo nusmo que la. otra, depende de la. opcin fun-
ser exa~tamente la nada: de ah el atesmo con damental ante la realidad en general. Tambin ella
es racionalmente irrefutable.
pr~lividad al nihilismo.
As pues de hecho no hay pruebas positivas de
la imposibilidad del atesmo. No es posible refutar . e) Dios, una cuestin de confianza: Aqu pre
c1samente reside el nudo gordiano de la solucin
positivamente al que dice: no har Dios! Ante una
afirmacin semejante de nada sirve un~ prueba al problema de la existencia de Dios. Resumamos
estricta o una afirmacin general de D10s. Este brevemente lo hasta ahora expuesto:
aserto negativo se basa en ltima instan~ia en una
decisin radical, que depende de la opctn fun?,- - Si Dios existiera, l sera la respuesta a la ra-
mental ante la realidad en general. La negac1on dical problematicidad de la realidad.
de Dios no puede refutarse por caminos puramente - La existencia de Dios es algo que puede set
aceptado:
racionales. no en virtud de una prueba o demostracin
Pero la confrontacin con Feuerbach, Marx,
Freud y Nietzsche tambin ha evidenciado otra estricta de la razn pura (teologa natural),
72 S o no a Dios? S o no a Dios?
1 73
ni exclusivamente en virtud del testimonio de dran ser. Seres expectantes, esperanzados y anhe-
la Bblia (teologa dialctica). 1 lantes, que se trascienden sin cesar a s mismos
- La existencia de Dios es algo que slo puede
ser admitido dentro de una confianza basada ! Pero por qu somos as? Qu es lo que expli~
este :Xtrao impulso hacia una construite trascen-
en la realidad misma. dencia? Qu, p~de explicar esto, no slo fcti-
c~ente, ptov1Sonamente, sino ltimamente, defi-
A esta entrega confiada a un fundamento, soporte mtivamente? Si Dios existe, entonces podemos en-
y sentido ltimo de la realidad (y no ~lo al aban- t~der de raz por qu somos seres deficientes y
dono en el Dios cristiano) se la llama atmadamente fumos Y a la vez ilimitadamente expectantes, es-
en el lenguaje universal creencia en J?ios, fe peranzados, anhelantes.
en Dios. En sentido anlogo a la confianza ra- De d6nde venimos? Preguntando de causa en cau-
dical, tambin se podra hablar en general de sa po?emos retroceder a lo largo de toda tma se-
confianza en Dios, si esta expresin no llevase cuencia de causas. Pero este recorrido de causa en
una carga harto teolgica o ~oci?nal. Pero !?ara causa no sirve de nada sl lo que se necesita expli-
no dejar que este importante temnno se deteriore car es el todo. Cul es, pues, 1a causa de todas
totalmente hablaremos a vces de confianza en las causas? No acabamos aqu topando con la
Dios (Gdtt-vertrauen), conscientes de su analo- nada? Pero qu explica 1a nada justamente en
ga con la confianza en el fundamento (Grund- cuanto... nada? O tendremos acaso que conten-
vertrauen). En ese caso se trata tambin de autn- t~nos con una materia o energa a 1a que hay que
tica fe, aunque en un sentido :Plio, en cuant?
que tal fe no tiene que ser susc1t~da por la p~l-
~s~ atributos divinos como eternidad y om-
mpoten;ia? O incluso con el hidr6geno, que
cacin cristiana necesariamente, smo que tamb1en como mnguna otra c~sa hace que vuelva a surgir
est al alcance de los no cristianos (judos, musul- la pregunta por el or1gen? Si Dios existe, enton-
manes hindes, budistas). A los hombres que pro- ces !JO.demos encontrar una respuesta radical al
fesan ~na fe semejante se les llama justamente, grave .Jnterrog~nte del origen del hidr6geno y fa
sean o no cristianos, creyentes en Dios. En cam- ,, matena, del origen del mundo y del hombre.
bio, el atesmo, que supone una ne&'.1tiva ~e la Ad6n~e vam?s? Podemos ir examinando toda
confianza en Dios, recibe en el lenguaJe cornente una ser1e de fines. As podemos alcanzar un fin
el apelativo de incredulidad. tras. otro, pero todo ello no basta para dar un
sentido ~ tod_o, a 1a totalidad de 1a vida humana
d) Dios como respuesta a los interrogantes_tun- Y d~ 1a historia de la humanidad. Cul es, pues,
danentales del hombre y del mundo: Quienes el fin de todos los fines? Acaso habr de ser la
somos? Seres deficientes, que no son lo que po- nada tambin el fin, como puede ser el principio?
74 S o no a Dios?
Pero la nada, lo mismo que no explica el princi-
pio, tampoco explica el fin. Debe ser el fin una 11 No cabe hablar de empate entre el si
sociedad totalmente tecnificada o radicalmente re- y el no a Dios. Quien dice s a
volucionada? No es hoy tanto uno como otro l Dios sabe por qu puede fiarse ltima-
mente de la realidad.
fin ms problemtico que nunca? Si Dios existe,
entonces podemos arriesgar, en un plano nuevo,
una respuesta al grave interrogante del fin del
hombre y de la humanidad, del fin de la vida hu-
mana y de la historia de la humanidad.
respecto al problema de Dios, abstenerse de votar El precio que el atesmo paga por su no es
significa denegar la confianza y es, en la prcti- bien conocido! El ateo pone en entredicho su pro-
ca, un voto de censura. Quien aqu no dice s pia existencia por falta de un ltimo fundamento,
-en la prctica al menos- est diciendo no. soporte y meta, se expone por decisin entera-
Pero de la posibilidad del s y del no, no mente personal a una incertidumbre radical, al
se sigue la igual validez del. s y el no? De total abandono. Todo esto, naturalmente, en caso
ninguna manera! de que su atesmo sea serio y no mera pose inte-
lectual, coquetera snobista o superficialidad irre-
b) El no C/ Dios significa una confianza ra- flexiva.
dical, ltimamente infundada, en la realidad. Por
qu? Porque el atesmo no puede aducir ninguna c) El s a Dios implica una confianza radi-
condicin de posibilidad de la realidad problem- cal, ltimamente fundada, en la realidad. Por
tica. Quien niega a Dios no sabe en definitiva por qu? Porque la fe en Dios, en enante confianza
qu confa en la realidad. fundamental radical, puede aducir la condicin de
Esto significa que el ateismo vive, si no de una posibilidad de la realidad problemtica. Quien
desconfianza radical nihilista, s al menos de una afirma a Dios sabe por qu puede fiarse de la
confianza radical en el fondo infundada. Con el realidad.
no a Dios el hombre se decide en contra del Es decir: en la fe en Dios mi s a la realidad
fundamento primero, del soporte ms radical, de resulta ltimamente fundamentado y consecuente;
la ltima meta de la realidad. En el atesmo el s es una confianza fundamental anclada en la ms
a la realidad resulta a fin de cuentas infundado: honda de las profundidades y en el fundamento de
es una confianza radical fluctuante, a la deriva, no todo fundamento y orientada hacia la meta de
anclada ni enraizada en parte alguna, desorientada todas las metas. Mi confianza en Dios, en cuanto
y paradjica. Y en el nihilismo, debido a su radi- confianza fundamental cualificada y radical, es ca-
cal desconfianza bsica, no es posible siquiera el paz de precisar la condicin de posibilidad de la
s a la realidad. Por eso el atesmo es incapaz problemtica realidad. En este sentido, y a dife-
de sealar una condicin de posibilidad de la rea- rencia del atesmo, muestra una racionalidad ra-
lidad problemtica. De ah que en l se eche de dical que no puede confundirse con el simple racio-
menos, si no toda, s cnando menos una racionali- nalismo.
dad radical, cosa que l encubre a menudo con No; no hay empate entre la fe en Dios y el
una confianza racionalista, pero en definitiva irra- atesmo! La recompensa que la fe en Dios recibe
cional, en la razn humana. por su s es evidente. Puesto que yo opto con-
No; no es indiferente decir s o no a Dios. fiadamente por un fundamento primero, por un
t
S o no a Dios?
. y por una meta ltima, puedo
"fundadamente una unidad, un valor y
de la realidad del mundo y del hombre.
.
~ 12 La fe en Dios puede justificarse racio-
nalmente: su racionalidad se demues-
. . a tnda la inseguridad, de una forma entera- tra en la prctica arriesgada de la con-
. per.ronal se me regalan -regalan!- una fianza. Confianza fundamental (Grund-
certidumbre y una ltima seguridad. Y esto, vertrauen) y confianza en Dios (Gott-
..,, .. \(J:11e decir tiene, no de una forma absttacta, ~ vertrauen) dependen una de otra.
f/ ilislada de los dems hombres, sino muy concreta,
f~;'t .en estrecha relacin con el t humano. Cmo va
?/: a experimentar el hombre, especialmente el hom-
bre joven, lo que significa ser aceptado por Dios,
si no ha sido aceptado jams por hombre alguno? 1 a) La racionalidad en la ejecuci6n: Como la
confianza fundamental, tambin la confianza en
Dios est muy lejos de ser irracional. Por qu?
Si yo no me cierro, sino que me abro a la realidad,
si no me sustraigo al ltimo y primer fundamento,
soporte y meta de la realidad, sino que me arries-
go a basarme y enttegarme a l, descubro no antes,
ni tampoco despus, sino al hacerlo, que estoy ha-
ciendo lo correcto, ms an, en el fondo lo ms
razonable. Pues eso mismo que de antemano no
puede probarse, yo lo experimento en la ejecu-
ci6n misma, en el mismo acto de conocer recono-
ciendo: la reA!idad se me manifiesta as! en su
autntica profundidad; su primer fundamento, su
soporte ms hondo y su ltima meta se me mani-
fiestan en cuanto yo me abro a ello. Como en el
caso de la confianza fundamental, tambin es v-
lido aqu: sin disponibilidad no hay entendimien-
to, sin apertura no hay comprensin! Y aun cuan-
do yo diga s a Dios, el no sigue siendo una
constante tentacin.
80 S o no a Dios? S o no a Dios? 81
Y a la vez, no obstante toda su problematicidad, confianza en Dios dice relacin al fundamento, so-
yo experimento la racionalidad radical de mi pro porte y meta ltimos de la realidad. Sin embargo,
pia razn: la confianza radical en la razn no es, formalmente consideradas, la confianza fundamen-
pues, irracional, sino que est racionalmente fun- tal y la confianza en Dios muestran una estructu
dada. La realidad primera y ltima, Dios, aparece ra anloga que se basa en la relacin material (pese
as como la garanta de la racionalidad de la razn a todas sus diferencias) entre confianza fundamen-
humana! tal y confianza en Dios. Pues, como la confianza
Si creyendo en Dios el hombre hace lo ms fundamental, tambin la fe en Dios:
razonable, de qu clase de racionalidad se trata
aqu? Esta racionalidad es semejante a la de la Es cosa no slo de la razn humana, sino del
confianza fundamental: hombre entero concreto, existente: con espri-
tu y cuerpo, con razn e instintos, en su situa-
b) No una racionalidad externa, sino interna: cin histrica concreta, en su dependencia de
No se trata de ninguna racionalidad externa, ca- tradiciones, autoridades, modos de pensar y es-
paz de proporcionar una seguridad garantizada. calas de valores, con sus intereses personales y
La existencia de Dios no es primero racionalmente sus implicaciones sociales. De este asunto no
probada o demostrada y luego creda, cosa que ga- puede el hombre hablar y a la vez intentar man-
rantizara la racionalidad de la fe en Dios. No es tenerse distanciado.
primero el conocimiento racional de Dios y luego Es, por tanto, suprarracional: como para la rea-
el conocimiento confiado. La realidad oculta de lidad de la realidad, tampoco para la realidad
Dios no se impone necesariamente a la razn. de Dios hay prueba lgica concluyente. En el
Se trata, ms bien, de una racionalidad interna, plano de la lgica, las pruebas de la existencia
capaz de proporcionar una certidumbre fundamen- de Dios son tan poco constrictivas como el
tal. En la ejecucin, en la praxis de la aventura amor. La relacin con Dios es una relacin de
de confiar en la realidad de Dios, el hombre expe . amfianza.
rimenta, pese a todas las acometidas de la duda, ,,11, Pero no es irracional: sobre la realidad de Dios
la racionalidad de su confianza; la ve fundada en la hay una reflexin que parte de la experiencia
identidad, verdad y bondad ltimas de la realidad, humana y apela a la libre determinacin del
en su fundamento, sentido y valor primordiales. ' hombre. La fe en Dios puede justificarse ante
c) Relacin entre confianza fundamental y una crtica racional. Tiene respaldo en la misma
confianza en Dios: Materialmente consideradas, la {_experiencia de la realidad problemtica, que
confianza fundamental se refiere a la realidad co- .es 1a que plantea los interrogantes ltimos-pri-
mo tal (y a mi propia existencia), mientras que la ,IIIICRJ5 sobre su condicin de posibilidad.
82 S o no a Dios?
No es, por tanto, una decisin ciega e irrealista,
sino una decisin fundamentada, realista y racio-
nalmente justificable en la vida concreta de cada
13 La palabra Dios, aunque equvoca,
es irrenunciable. En oposicin al con-
cual. Su relevancia se pone de manifiesto en la cepto de Dios de los filsofos, la con-
realidad del mundo y del hombre tanto para las cepcin de Dios de las religiones es
necesidades existenciales como para las relacio- concreta y determinada, aunque no
nes sociales. coincidente.
Se ejecuta en la relacin concreta con los de-
ms: sin la experiencia de haber sido aceptado
por el hombre, parece difcil la experiencia de
una aceptacin por parte de Dios.
No se decide de una vez para siempre, sino que a) La palabra Dios es irrenunciable: Si se
debe realizarse reiteradamente de forma siem- quiere dar un nombre a lo que aqu hemos des-
pre nueva. La fe en Dios jams est asegurada crito como fundamento primero, soporte funda-
contra el atesmo ni inmunizada contra las cri- mental y meta ltima, como origen, sentido y va-
sis por argumentos racionales invulnerables. La lor primordiales, no se puede renunciar a la pala-
fe en Dios est de continuo amenazada y, frente bra Dios. Dios es, ciertamente, la palabra ms
a los embates de la duda, tiene que ser continua- lastrada de todas las palabras humanas (M. Buber ):
mente realizada, mantenida, vivida, conquista- Ninguna otra ha sido tan mal utilizada, tan ensu-
da: el hombre permanece siempre, incluso ante ciada, tan desgarrada. Los hombres la han hecho
el mismo Dios, en una insalvable contradiccin pedazos con sus partidismos religiosos; han ma-
entre la confianza y la desconfianza, entre la tado por ella y muerto por ella. No hay palabra
fe y la incredulidad. Pero precisamente pasando comparable para designar al Altsimo y, sin embar-
por todo tipo de duda es como se confirma el go, muy a menudo ha servido de cobertura para
s a Dios en fidelidad a la decisin tomada 1as peores impiedades. Pero precisamente por sig-
en su da: as es como la fe en Dios se hace pro- nificar tanto para el hombre -incluso para los
bada y acrisolada. ateos, que no rechazan cualquier cosa, sino jus-
tamente a Dios-, no es posible renunciar a ella.
As., pues, en vez de dejar de hablar de Dios o en
:C,rez de hablar de Dios de la misma forma que hasta
ahora, lo ms importante para nosotros hoy es
ender a hablar de Dios de forma nueva y con
o cuidado!
84 SI o no a Dios? S o na a Dios?. 85
b) La palabra Dios tiene varios sentidas: razn, es distinto del Dios inefable de Donsio
Cmo es Dos? Nunca han dejado los hombres Areopagta o Nicols de Cusa. Y el Dios meramente
de hacerse esta pregunta. La pregunta es de suma moral, al que combate Nietzsebe, no es el ser su-
gravedad para quien tiene certeza de la existencia premo que sirve de soporte a la realidad, tal como
de Dios, pero roncho ms para quien duda de ella, entiende Heidegger al Dios de la metafsica. Y, sin
pues la cuestin de si Dios existe, para mucha gen- embargo, siempre y en todas partes se designa
te,. depende de c6ma sea Dios. Pero de antemano con el trmino 'Dios' algo afn: 10' que determina
es imposible saber con certeza lo que se esconde
en la causa de las causas, lo que nos espera en el
:6n de los fines: Es la causa primera un claro
toda la realidad como principio rector o principio
trascendente (W. Weisebedel).
El concepto filosfico general de Dios es, pues,
foco de luz o un oscuro abismo? Es el fundamen-
to primero un verdadero soporte o una ilusin en-
ambivalente, tiene varios sentidos. La misma his-
toria de la filosofa est pidiendo una clarificacin.
gaosa? Es el fin primordial la consumacin lti
ma o el fallo definitivo? Cmo puede el hombre
ya ahora saber con certeza si el sentido primor-
Pero tambin hac" surgir la duda de si ser ella
capaz de lograrla. Ms bien parece que el concepto
del Dios de los fii6sofos es por esencia abstracto
dial no resulta finalmente un sinsentido, si el valor e indeterminado.
primordial no se presenta finalmente sin valor?
Toda la filosofa desde los presocrticos hasta e) I concepci6n de Dios de las religiones' es
Hegel, como tambin la filosofa de Feuerbaeb y concreta y determinada: Las religiones siempre han
Marx, Nietzsche y Heidegger, gira en torno al querido ser algo ms que una filpsoffa, una doc-
problema de Dios, que es el que consttuye la cues- trina en torno a Dios, una teora sobre Dios o una
tin central de la historia de la filosofa. De toda idea de Dios. Las religiones no nacen simplemente
esta historia resulta claro que bajo el nombre de de la reflexin intelectual y, muebo menos, de una
Dios se entienden cosas muy distintas, mas no del demostracin raconal estricta. Pero tampoco de
todo dispares, sino afines. Lo divino de los pri- los estratos puramente irracionales, ajenos al esp
meros pensadores griegos, con su presencia inme- ritu, de la psych humana, como creyeron en el
diata en el mundo, no es lo mismo que el Dios pasado algunos especialstas de la historia de las
creador de la teologa filosfica de inspiracin cris,. religiones. No. Las religiones se fundan -sobre
tiana. El Dios como ltma meta de todas las asp este extremo parece haber acuerdo- en una uni-
raciones existentes en la realidad, tal como lo con- dad vivencia! de conocimiento, voluntad y senti-
cibe Aristteles, se diferencia del Dios de Kant, miento que, sin embargo, no se interpreta simple-
garante de la ley moral y de la felicidad. El Dios mente como un acto autnomo, sino como una
de Toms de Aquino o de Hegel, accesible por la respuesta: como respuesta a una experiencia o en-
86 S o no a Dios? S o no a Dios? 87
cuentro -cualquiera que sea su carcter- con dn de su culpa requiere sacrificio, que el homhre
Dios (con el Absoluto}. La mayora de las religio- slo puede llegar a la vida pasando por la muerte,
nes apelan a una iluminaci6n o manifestacin de que el hombre, en fin, no puede en el fondo redi-
Dios o del Absoluto, de suyo oculto y ambiguo. mirse y liberarse por s mismo, sino que depende
Las religiones -si no las de la naturaleza, s al del amor abarcador de Dios. De aqu que tengamos
menos las religiones superiores, ticas- parten que dar por sentado:
de los mismos interrogantes eternos del hombre,
que emergen ms all de lo visible y palpable y del No slo los musulmanes en Al, tambin los
curso de la propia vida: De dnde provienen el hindes en el Brahma, los budistas en el Abso-
mundo y su orden, por qu hemos nacido y tene-
mos que mo11r, qu determirut el destino del indi-
1' 1uto y los chinos en el Cielo y en el Tao buscan
la misma realidad primera y ltima que para los
viduo y el de la humanidad, cmo se explica la
' judos y cristianos es el nico Dios verdadero.
conciencia moral y la existencia de normas ticas? Las rellgiones del mundo pueden conocer no
Y todas las religiones quieren proporcionar, ade- slo la alienacin del hombre, su esclavitud y
ms de una interpretacin del mundo, un camino , su necesidad de redencin, sino tambin la bon-
prctico desde la miseria y los tormentos de la exis- dad del nico Dios verdadero, su misericordia
tencia a la salvacin: No consideran todas pecado y su benevolencia.
la mentira, el robo, el adulterio, el asesinato( No Por esta verdad los hombres en las religiones
defienden todas como norma prctica de valor uni- del mundo, pese a sus mltiples errores, al po-
versal algo as como una regla urea (no hagas, litesmo, la magia, las coacciones naturales y la
a los dems lo que no deseas para ti)? Es que supersticin, pueden alcanzar la salvacin eterna.
Buda, Confucio, Lao-ts, Zaratustra y Mahoma no
estuvieron tambin preocupados por las mismas d) Pero el Dios de las religiones tiene mlti-
grru,des preguntas y esperanzas supremas? ples nombres: Entre las religiones se advierten di-
!
Nadie podr negar que tambin en las otras vergencias fundamentales, a pesar de las conver-
grandes religiones se tiene conciencia de que la gencias, y muchas contradicciones, a pesar de las
divinidad, pese a su cercana, est lejana y oculta semejanzas. Al contemplar los innumerables dio-
y es ella misma la que tiene que conceder su cer- ses de las religiones del pasado y del presente, las
l
cana, presencia y manifestacin. Tambin en las fuerzas y figuras naturales divinizadas, las divini-
religiones universales se tiene conciencia de que dades vegetales, animales y humanas, los varios
el hombre no puede acercarse por las buenas a la dioses de igual rango y los rdenes jerrquicos,
divinidad confiado en su propia inocencia, que se impone inevitablemente esta pregunta: Cul
necesita purificacin y reconciliacin, que el per- es el Dios verdadero? Se ha de buscar en las reli-
1
l
88 S o no tt Dios?
giones originarJ1s y primitivas, o en las muy des- III
arrolladas? En las que se fueron formando poco
a poco, o en las nacidas de un fundador? En las SI O NO AL DIOS BIBLICO?
mitolgicas, o en las ilustradas? Y muchas otras
preguntas: Hay muchos dioses: politesmo? O 1
un solo Dios supremo entre muchas deidades: he- '
notesmo? O un nico Dios: monotesmo? Est
Dios fuera o por encima de todo: desmo? O Dios
es todo: pantesmo? O es todo en todo: panen-
tesmo?
r
No cabe otra solucin que diferenciar y decidir.
Pero no se trata de una decisin arbitraria, sino
de una decisin de fe justificada ante la mz6n.
i,
"
1
14 La fe biblica, la fe en un solo Dios, es
.coherente en s misma y puede a la vez
legitimarse raciona/mente. El Dios de
Israel, comn a judos, cristianos y mu-
sulmanes, es el Dios uno y nico, que
no admite a su lado otros dioses, ni vie-
jos ni nuevos.
1
94 S o no al Dios bblico?
su rnisera, est de su parte, a su favor, a favor de
los pobres y oprimidos. Su Dios no es un negrero, 15 Para la fe bblica Dios es una respecti-
sino el Dios de la libertad: el Dios de la libera- vidad que puede ser invocada. Pero
ci6n! As!, la religin de Israel es desde sus mismos Dios desborda el concepto de lo perso-
comienzos religin del xodo, de la salida, de la na/ y de lo impersonal. Debe pensarse
conservacin, salvacin y liberacin. Tal liberacin como una realidad transpersonal.
fue efectuada por el Dios uno que, sin embargo,
no era annimo, sino que habla manifestado su
nombre: Yahv, que significa 1Yo estar ah!,
yo estat con vosotros guiando, ayudando, fortale-
ciendo, liberando. a) Una respectividad que puede ser invocada:
El Dios de la Biblia es, pues, un Dios con dina- Desde la primera a la ltima pgina, en la Biblli
mismo histrico. Ahora bien, el Dios del 6:odo no s6!o se habla de Dios y sobre Dios, tambin se
y el Dios creador no son antitticos en el Antiguo habla siempre a Dios y con Dios, alabando y la-
Testamento; al contrario, el Dios del xodo nos mentando, suplicando y protestando. Dios en la
: lleva de la mano a la cuestin del Dios creador. Biblia -como muy bien vio Feuerbach-- es su-
jeto y no predicado: no es el amor Dios, sino que
Dios es amor. Lo cual significa:
La Biblia se refiere a una autntica respectivi-
dad, que es benvola para con los hombres J
merece absoluta confianza: no a un objeto, ni
a un universo vado y sin eco, ni a un infnitc
silencioso sin ms, ni a una indefinible profun.
didad gnstica sin nombre, ni a un oscuro e in-
definible abismo equivalente a la nada, ni mu,
cho menos a algo interhumano annimo que
podra confundirse con el hombre y su quebra-
dizo amor. Dios es ms bien una respectividad
que puede ser invocada!
ll
96 S o no al Dios bib/ico? S o no al Dios bblico?
para s mismo y para los dems que el Dios uno Hay que hacer constar que incluso las cual:
es alguien a quien se le puede or e invocar: que des humanas ms positivas resultan insuficier
se presenta entre los hombres como alguien que para Dios. Por eso en toda afirmacin necesi
dice yo y se convierte para ellos en un t, a la vez la negaci6n y la transposicin a lo inlin
en un t que interpela y se deja interpelar! Y, al Con respecto al empleo del concepto de pers<
ser interpelado por ese t, el hombre experi- esto significa:
menta su propio yo dotado de una dignidad tal
como casi ni se percibe en Oriente y como ningn Dios, evidentemente, no es persona de i~
humanismo secularizado de Occidente y ninguna modo que es persona el hombre: el que t,
religiosidad csmica son capaces de garantizar: una lo abarca y lo penetra jams es un objeto
dignidad que no puede tolerar que se degrade al que el hombre pueda distnciarse para hal
hombre convirtindolo en pasto de bombas y ex- sobre L El primer fundamento, soporte y n
perimentos o en fertilizante de la evolucin. El de toda la realidad, que determina toda exis
hecho de que el Occidente no haya ofrecido al ca particular, no es una persona individual
Oriente ( y a los judos) un testimonio vivo de tal tre otras personas, un superhombre o un
cristianismo ha desacreditado la fe en el nico peryo. Tambin el concepto de persona aplc
Dios verdadero ms que todos los argumentos de a Dios es un mero smbolo: Dios no es la :
los ateos. sona ms alta entre otras personas. Dios ,
Sin embargo, siempre que hablamos con Dios borda tambin el concepto de persona: es
o sobre Dios slo podemos hacerlo en trminos que persona!
traslaticios, mediante imgenes, figuras, claves y
smbolos. e) Pero Dios no es menos que persona:
mismas cualidades positivas del hombre pue
b) Dios es ms que persona: Cuando Einstein predicarse de Dios siempre que, al afirmarlas
habla de razn csmica y ciertos pensadores orien- niegue la finitud y, a la vez, se las eleve h
tales de nirvana, vado, nada absoluta, hay lo infinito. Esta es la nica forma de que el Ai
que entenderlo como expresin del respeto ante luto no sea para nosotros absolutamente nada, ,
el misterio del Absoluto frente a determinadas que ni siquiera sostienen los budistas partida
concepciones testas de Dios excesivamente hu- de la nada absoluta. Y podra ser Dios un I
manas. Por idnticos motivos los mismos telogos sin espfritu ni inteligencia, sin libertad ni an
cristianos llaman a Dios divinidad, bien supremo, De qu otra forma podra Dios fundamentai
la verdad y la bondad, el amor en persona, el ser el mundo y en el hombre el espfritu y la lber
mismo, el mar, el inefable, el misterio . la libertad y el amor?
7
98 S o no al Dios bblico? S o no al Dios bblico? 99
Un Dios que fundamenta la personalidad no religiosas de Oriente, hay que concebirla a la
puede ser, l mismo, apersona!. Precisamente vez como el ser mismo, que se manifiesta con
porque Dios no es una cosa, porque -como una exigencia infinita y con una inteligencia
se subraya en Oriente- es incomprehensible y tambin infinita. Si se tiene inters por un
no se puede disponer de l ni manipularlo, tam- trmino, es preferible llamar a la realidad rea-
poco es impersonal ni infrapersonal: Dios lsima transpetsonal o suprapersonal.
tampoco es menos que persona!
i
,i Pero lo decisivo no es la palabra. Empleando la
d) Dios es transpersonal, suprapersonal: categora de complementariedad del fsico Niels
Una geometra sin sentimientos o una armona dd Bohr, quiz cabra decir tambin aqu lo siguien-
universo basada en la necesidad de las leyes natu- te: Del rnismo modo que en la mecnica cuntica
rales, como est tentado a suponerla el fsico sobre depende del planteamiento el que el resultado del
la base de su concreto y limitado mtodo, no pue- experimento sea onda o corpsculo, en la discu-
den explicar la totalidad de la. realidad. Esta es, en sin filosfica depende tambin del planteamiento
cualquier caso, la concepcin bblica: La realidad el que, respondiendo a una pregunta determinada,
ltima es ms que una razn universal, ms que se llame a Dios personal o apersona!. La esencia
una gran conciencia annima, ms que uu pensa- divina, que desborda todas las categoras y es ab-
miento referido a s mismo y que se piensa a s! solutamente inconmensurable, implica que Dios
i!'.: mismo, ms que la simple idea suprema, ms que no sea ni personal ni apersona!, porque es ambas
la mera belleza pura del cosmos o que la ciega cosas a la vez y, por tanto, transpetsonal.
justicia de la historia. La realidad ltima es algo
que no se muestra indiferente ni nos deja indife-
rentes, sino que nos afecta absolutamente de for-
ma liberadora y exigente:
18 Creer en Dios como conductor del mun- ]agros de 1a Biblia hay que comenzar por estable-
cer claramente la diferencia fundamental entre la
do no significa que Dios suspenda las
. leyes de la naturaleza; quiere decir ms concepcin bblica de ta realidad y la concepcin
bien que Dios no abandona el mundo y moderna. Los hombres de la Biblia no se intere-
el hombre a su suerte, sino que se com- saban precisamente por lo que tanto preocupa al
promete por ellos dentro. de su ocul- hombre de hoy, al hombre de la era racional y tec-
tamiento. nolgica: las leyes de la naturaleza. No se pensaba
cientficamente y, por tanto, no se conceba el mila-
gro como una infraccin de las leyes naturales.
Un milagro (signo), en lenguaje bblico, no
significa en modo alguno una violacin de las
a) L.a pregunta por la intervenci6n de Dios: leyes naturales mediante una intervencin di-
~ -\'l1ll6n. de destacados bilogos, una interven- recta de Dios, sino todo aqnello de que se ad-
c!on mmeda.ta sobrenatural de Dios en la apari- mita el hombre: tambin la creacin y con-
on d': ~a vida -y por analoga en la aparicin servacin del mundo, incluso del hombre. La
del espmtu humano- parece hoy ms innecesaria Biblia desconoce las leyes naturales en sentido
que nunca. moderno y atribuye ingenuamente los hechos
. Desde el punto de vista de las ciencias naturales naturales al poder de Dios (o a un poder malo).
el proceso evolutivo en cuanto tal ni incluye n La crtica histrica ha puesto de manifiesto que
excluye un Creador y Conductor ( un Alfa) y un muchos hechos milagrosos que no plantearon
sentido y meta ltimos (un Omega). problema alguno a la fe del hombre de enton-
Pero la pregunta por el origen y el sentido ltimo ces (por ejemplo, en el contexto de la salida
~e todo el proceso tambin se le plantea al cientf- de Egipto), pueden reducirse a fenmenos na-
ftco, el ~al :1 debe soslayarla, pese a que en turales frecuentes en Palestina o en los pases
cuanto cte1:;tffi~ no pueda darle una respuesta. vecinos y que en modo alguno suponen una
Que el oentffico acepte la ausencia de un funda- suspensin de la causalidad natural.
- mento, soporte y sentido ltimo o admita un fun- La crtica literaria ha puesto de manifiesto que
damento, soporte y sentido primordial de todo los relatos de milagros no son protocolos de un
esto es, un Creador, Conductor y Consumador de acontecimiento histrico; algunos tienen carc-
proceso evolutivo, es una decisin de fe. ter legendario.
Todo esto muestra claramente que no es posible
b} Qu dicen los relatos bblicos de los mi- probar histricamente que la Biblia contenga mi-
lagros? Para valorar justamente los relatos de mi- lagros entendidos como suspensin de una ley
112 S o no al Dios bblico? Si o no al Dos biblico? 113
natural. Sobre quien opine lo contrario es sobre ms real, impulsando el proceso evolutivo del
quien recae el peso de la demostracin. mundo, que l mismo posibilita, dirige y con-
Los relatos de milagros, pues, no pretenden ser suma. No acta por encima del proceso del
pruebas de Dios, sino referencias a su accin en el mundo, sino dentro de l: en, con y entre los
mundo, pero referencias cuya claridad proviene hombres y las cosas. El mismo es origen, cen-
slo de la fe en l (y no en un segundo principio tro y meta del proceso del mundo!
malo). El mensaje de estos relatos apunta al hom- Dios no interviene solamente en determinados
bre en todas sus dimensiones: espacio y tiempo, puntos o lagunas particularmente importantes
individuo y sociedad, cuerpo y espritu. Y qu del proceso del mundo, sino que --omnipre-
proclaman? No proclaman un Dios amundano y sente y omnipotente-- acta como primordial
ahistrico que abandona apticamente el mundo soporte creadr y consumador y, por tanto, co-
a su suerte, sino un Dios que se inmiscuye por mo conductor -trascendente e inmanente al
entero en las vicisitudes del mundo, que se com- mund~del universo, respetando plenamente
promete por l en su historia. Proclaman n Dios las leyes naturales, que tienen en l su origen.
que no deja solo al mundo, que no permite que El mismo constituye el sentido fundamental del
la historia se convierta para el hombre en un des- proceso mundano, sentido que todo lo abarca
tino sombro y trgico, sino que la transforma en y penetra y que, evidentemente, slo puede ser
un conjunto de acontecimientos cuya coherencia aceptado en la confianza de la fe.
se hace inteligible por la fe. Dan noticia de un Dios, que es hbertad absoluta, puede obrar libre-
Dios que acta en el mundo para imprimir una mente, puede actuar sin obrar ningn milagro que
direccin distinta al curso de las cosas, de modo rompa la conexin causal: interpelar.. al hombre
que este mundo no se halle abandonado a su suer- y, en este sentido (no sobrenatural), intervenir.
te, sino que pueda y deba ser transformado con Se trata, pues, de una intervencin y una accin
la esperanza en una plenitud futura. que se efecta secretamente, que no puede averi-
guarse y mostrarse de forma objetiva, cuya reali-
c) Cmo ha de entenderse la accin conduc- dad slo se reconoce mediante una entrega con-
tora de Dios? fiada. As tambin puede el hombre ser interpelado
Dios acta en el mundo no a la manera de lo por Dios en su concreta situacin individual y so-
finito y relativo, sino como lo infinito en lo cial, puede interpretar, con toda precaucin y cau-
finto y lo absoluto en lo relativo. tela, un pensamiento o una decisi6n como ver-
Dios no acta en el mundo desde arriba o desde dadera inspiracin de Dios para su vida y, en fin,
fuera como un motor inmvil, sino que lo l mismo puede interpelar a Dios dndole gracias,
hace desde dentro, como la realidad dinmica alabndole, suplicndole.
8
S o no cd Dios bblico? 115
19 Creer en Dios como consumador del Las imgenes no se han de tomar literalmente de
lo contrario, la fe se convierte en supersticin.
mundo significa afirmar con confianza
razonable que el mundo y el hombre no Pero las imgenes tampoco se han de rechazar por
son inexplicables en cuanto a su ltimo el mero hecho de ser imgenes; de lo contrario,
destino, sino que tienen en Dios un re- la fe se convierte en credibilidad racional.
fugo permanente y una verdadera ple- Las imgenes, ms bien, se han de entender co-
nitud. rrectamente: tienen su propia racionalidad y pre-
ten1en desentraar la dimensin profunda de la
realidad, su coherencia significativa.
Pese a su calificativo, las imgenes apo-calpti-
a) La pregunta por el fin del mundo: No se cas>>, des-veladoras -no armonizables entre si-
da una extrapolacin cientfica inequvoca ni una no deben entenderse como una revelacin o 1n'.
prognosis proftica exacta sobre el futuro defini- formacin cronolgica de las postrimeras, del
tivo de la humanidad y del cosmos. oc~~o d_e la bii:to?a universal. No constituyen un
Como los acontecimientos primeros y el tiem- gmo:1 para el ltimo acto de la tragedia de la hu-
po inicial, tambin las postrimeras y el tiem- manidad. No se trata de <<revelaciones especiales
po final son inaccesibles a una experiencia di- de Dios. En ellas no encuentra el hombre pese a
recta. No hay testigos humanos. Slo las imgenes su exp~cable curiosidad, detalles sobre lo q~e le es-
y narraciones poticas son vlidas para hablar de pera m sobre la forma concreta en que sucedern
lo que no puede ser escrutado por la razn pura, las cos~~ aq~el?1 La misma imagen de la gran con-
de lo que se espera y lo que se terne. gregacion publica de toda la humanidad o sea de
Las afirmaciones bblicas sobre el fin del mundo ?1~.ares y millares. de millones de homb;es ,ar'a el
no tienen autoridad como enunciados cientficos wcio es eso, una 1magen. Por eso es preciso expo-
sobre el final del universo, sino como testimonios n~r aqu con la 1'.lYr ~oncisin posible y supo-
de fe sobre el destino del mundo, que las ciencias m.endo las exges1s pertmentes, cuanto tiene im-
de la naturaleza no pueden corroborrar ni refutar. portancia decisiva respecto al fin del mundo: .
De ab! que se pueda renunciar a armonizar las El testimonio de fe de la Biblia entiende el fin
afirmaciones bblicas con las diferentes teoras decididamente como la culminacin de la ac-
cientficas sobre el fin del mundo. cin de Dios en su creacin: en el fin del
mundo, lo mismo que en su comienzo no est
b) Qu dicen los relatos bblicos del fin? la nada, sino Dios! '
Tambin aqu se ha de observar, por lo que atae El fin anunciado no debe equipararse precipi-
al lenguaje bbllco, lo siguiente: tadamente a una catstrofe csmica ni a una
116 SI o no al Dios bblico? S o no al Dios b/blco? 117
ruptura de la historia de la humanidad. Pese y amo, y los hombres que me rodean, con todos
al acabamiento de lo viejo, perecedero, imper sus pensamientos y grandes aspiraciones, ideas y
fecto e incluso malo, el fin del mundo ha de planes, con todos sus trabajos, vidas y amores,
interpretarse ltimamente como consumaci6n! 1 con toda la msica, el arte y la ciencia, con toda
la fe y la ltima esperanza? Todo en la nada?
De ah que la teologa no tenga motivo para pre-
Tambin en la nada el mundo de los anmales
ferir un determinado modelo cientfico del mundo, y las plantas, las montaas y el mar, y las estre-
pero s que deba explicar de forma inteligible que llas, los sistemas solares, las rodaxias, el universo
Dos es el origen y la consumaci6n del hombre y entero? Todo en la nada, todo para ruida? Pue-
del mundo. de extraar que cualquier otra alternativa me
c) Qu significa hoy creer en Dios consuma- parezca mejor, ms humana y ms racional que
dor? Qu sentido. puede tener para m hoy ha- esta enorme e incomparable irracionalidad? No
blar, en lo que atae al fin del mundo, no s6lo hay otra alternativa posible?
de una explosi6n o una desntegraci6n del univer- La nica alternativa, que nuevamente no puede
so, en el plano de las ciencias naturales, sino tam- serme demostrada por la raz6n pura porque tras-
bin con todo derecho, en el plano de la teologa, ciende el horizonte de su experiencia, es la si-
de un J)ios que ha de llevar el mundo y el hombre a guiente: el todo camina hacia esa meta de las
su plenitud, como incesantemente han confesado metas que llamamos Dios; ms exactamente, Dios
los hombres desde los tiempos ms remotos? consumador. Y aunque no puedo probar que Dios
Me formulo esta pregunta en medio de la larga es consumador, como tampoco que es creador; sin
historia -a un tiempo grandiosa e infinitamente embargo tengo motivos slidos para afirmarlo: con
cruel- del cosmos, con todas sus catstrofes, de esa confianza ilustrada, para m tan racional y com-
las que muchas veces tambin son vctimas los probada, con la que ya he afirmado su existencia.
hombres. Me hago esta pregunta en medio de la Porque si el Dios que existe es realmente Dios, no
historia de la humanidad, que tan a menudo ha es s61o Dios para m hoy aqu y ahora, sino tam-
sido una historia de sangre, sudor y lgrimas, un bin Dios al final, Dios por toda la eternidad.
degolladero de los pueblos, como dice Hegel, una
historia de santos y bandidos, de explotadores y d) Afianzamiento de la confianza fundamen-
explotados. La pregunta se formula forzosamente tal y concrecin de la confianza en Das: Creer en
en estos trminos: Qu sentido tiene todo? En el Dios consumador del mundo no significa ma
qu va a terminar? En la nada? Explica algo ' ginarse la consumaci6n tal como Miguel Angel in-
esa respuesta? Se contenta con ella la raz6n? deleblemente la plasm6 en su Juicio final de la
Se va a sumergir en la nada todo lo que estimo humanidad de la Capilla Sixtina ni como pint6
118 SI o no al Dios bblico? S o no al Dios btblico? 119
Rafael el cielo en las estancias del Vaticano. Tam- historia recibir una respuesta tambin definitiva.
bin aqu terminan todas las representaciones. Creer en Dios consumador del mundo significa
Creer en el Dios consumador del mundo tampoco ttabaj ar con serenidad y realismo por un futuro
significa optar por una de las cambiantes teoras mejor, por una mejor sociedad en paz, libertad y
cosmolgicas sobre el fin del universo. Y ello justicia, sin sucumbir al terror de los violentos
porque aqu est en juego el presupuesto de todas benefactores del pueblo, y, al mismo tiempo,
las teoras cosmolgicas, el presupuesto del mundo no hacerse ilusiones y saber que los hombres pue-
como tal. Creer en el Consumador del mundo sig- den, s, perseguir siempre ese fututo, pero nunca
nifica afirmar con confianza razonable que el mun- realizarlo plenamente. Creer en Dios consumador
do y el hombre no son inexplicables con respecto a del mundo significa entender que este mundo no
su ltima meta, que el mundo y el hombre no han es lo definitivo, que la situacin no permanecer
sido absurdamente arrojados de la nada a la nada, as eternamente, que todo lo existente -incluidas
sino que en su totalidad tienen sentido y valor; no las tradiciones, instituciones y autoridades religio-
son caos, sino cosmos, tienen en Dios -su primer sas y eclesiales-- tienen carcter transitorio, que
fundamento y ltima meta, su autor y orientador, la separacin de clases y razas, de pobres y ricos
su creador y consumador- un primer y ltimo re- y de dominadores y dominados es provisional, que
fugio y una patria permanente. Nada me fuerza a el mundo est sometido a la transformacin y al
esta fe. Puedo decidirme por ella con entera liber- cambio. Creer en Dios consumador significa, pues,
tad! Si me decido, esa fe cambia mi postura en el dar constantemente sentido a mi vida y a la de los
mundo, mi actitud ante el mundo; afianza mi con- dems partiendo de la esperanza de que slo al
fianza radical y concreta mi confianza en Dios. encontrarse con la suprema realidad revelada de
Dios obtendr mi vida su plenitud de sentido, la
e) Consecuencias: Porque creo en Dios con- historia de la humanidad su plena transparencia
sumador no necesito juzgarme definitivamente a y el individuo y la sociedad humana su verdadera
mi mismo, ni juzgar mi vida y la de mis hermanos, culminacin. No puede haber una verdadera ple-
como tampoco necesito remitir esta sentencia a nitud y una verdadera felicidad de la humanidad
ningn otro tribunal humano. Sobre m, sobre los si de ellas no van a tomar parte no slo los de
hombres y el mundo en general an no se ha la ltima generacin, sino todos los hombres, in-
pronunciado la ltima palabra. Porque creo en Dios cluidos los que han sufrido y sangrado en el pa-
consumador tanto mi enmaraada y ambivalente sado. Slo el reino de Dios, no un reino humano,
existencia como la hondamente escindida historia es el reino de la plenitud, el reino de la justicia
de la humanidad cobrarn un da una transparen- cumplida, del amor inquebrantable, de la libertad
cia definitiva, y la pregunta por el sentido de la liberada, de la paz universal, de la vida eterna.
Si o no al Dios blblico? 121
muestra de manera humana y posibilita el en-
2OEl Dios de los filsofos y el Dios de la cuentro, el trato y la relacin con l: el Dios
Biblia no deben disociarse o armonizar- de la revelacin histrica!
se sin ms, sino que el Dios de los fi-
lsofos est superado, esto es, afir- b) Si desde el Dios de los filsofos pregunta-
mado, negado y trascendido a la vez, mos sobre el Dios de la Biblia: no es Dios tam-
en el Dios de la Biblia. bin para la Bblia el soporte primordial de toda
realidad?, la respuesta es:
el que Jess confiesa, este Dios uno es el que el Cabe decir aqu que el nombre de padre es
hombre ha de amat de todo corazn: Jess pre- un mero eco de las experiencias terrenas de la
senta el amor de Dios, junto con el amor al pr- paternidad; una proyeccin que sirve para subli-
jimo fundado en este mismo amor de Dios --como mat las relaciones terrenas de paternidad y do-
ya se exiga en el Antiguo Testamento---, como minio? De ninguna maneta. Este Dios es otra
el mandamiento principal y ornncomprensivo. cosa:
e) Qu significa encarnacin de Dios en Je- tomado forma humana en todos los discursos de
ss? El Nuevo Testamento insiste siempre en la Jess, en toda su predicacin, comportamiento
distincin entre el Hijo de Dios y Dios Padre, en y destino: En todas sus palabras y obras, en
la obediencia y subordinacin del Hijo con respec- sus sufrimientos y en su muerte, en su persona
to al Padre. El Padre es mayor que l, y hay entera, Jess anunci, manifest y revel lapa-
cosas que l ignora y el Padre conoce. En el N~e- labra y la voluntad de Dios: como quiera que en
vo Testamento jams se habla de la encarnacin Jess coinciden plenamente las palabras y las
del propio Dios! Siempre es el Hijo o la Palabra obras, la doctrina y la vida, el ser y el actuar
de Dios quien se ha hecho hombre; de todos mo- l es corporalmente, en forma humana, Palabra:
dos su identificacin con Dios Padre se va acen- Voluntad e Hijo de Dios.
tmd1do cada vez ms, mediante la atribucin de
propiedades divinas. Pero ~!i el N~evo T~st.amento d) Revelacin de Dios: Segn el Nuevo Tes-
el trmino Dios (ho theos) designa pract1camen- tamento, la relacin entre el Padre y el Hijo no
te siempre al Padre. A Jess casi nunca se le debe dar. pie a la aparicin de un bi-tesmo (teora
llama directamente Dios, y en Pablo nunca. , ele los dos dioses): Dios es uno y nico, y no se
Prescindiendo del Evangelio de Juan -en la ex- puede hablar de Dios simplemente como se habla
clamacin del incrdulo Toms: Seor mo y del hombre ni se puede hablar del hombre simple-
Dios mio- escrito cincuenta aos ms tarde, mente como se habla de Dios. Ahora bien, segn
Jess no es denominado directamente Dios ms ~l N1;1evo Testamento, tampoco se da una simple
que en casos excepcionales y raros, todos ellos tar- 1dent1dad entre el Padre y el Hijo, como ensea-
dos e influidos por la mentalidad helenstica. Es- ' ron ciertas corrientes heterodoxas de los primeros
tos datos exegticos nos aconsejan tambin hoy, ' siglos (monarquianismo, sabelianismo): el Hijo no
para evitar cualquier equvoco, llamar a Jess Hi- , es sencillamente el Padre ni el Padre es sencilla-
jo de Dios en vez de Dios sin ms. Y para ha- mente el Hijo. Segn el Nuevo Testamento cabe
blar tambin hoy sin equvocos sobre la encarna- afirmar positivamente:
cin del Hijo de Dios, es preciso no referirla ex-
clusivamente al punto matemtico o mstico El verdadero hombre Jess de Nazaret es para
de la concepcin o el nacimiento de Jess: hay que los creyentes revelacin real del nico Dios ver-
referirla ms bien a todo el conjunto de su vida y dadero y, en este sentido, Palabra e Hijo de
muerte. Dios.
La encarnacin de Dios en Jess sigoifica, segn f' Esta unidad de revelacin entre el Padre y el Hijo
esto, que la palabra y la voluntad de Dios han , aparece con toda claridad especialmente en el
136 SI o no al Dios biblico?
Evangelio de Juan: Puesto que el Padre conoce
al Hijo y el Hijo al Padre, puesto que el Padre
est en el Hijo y el Hijo en el Padre, puesto que
23 Lo cristiano del Dios cr!stia1w_ es el
propio Cristo, el cual se identifica con
en <;ensecuencia el Padre y el Hijo son uno, puede el hist6rico Jess de Nazaret: Jess
decirse: quien ve al Hijo ve tambin al Padre! el Cristo, y ste crucificado.
Aqu no hay mitologa, ni mstica, ni metafsica
sino una ..;trmadn escueta y fundamental: E~
la actuacton y en la persona de Jess sale al en-
cuentro el mismo Dios de forma incomparable y
definitiva/ Dios se manifiesta no de forma per- a) El Dios del Antiguo }'estamento y el Dios
ceptible para un observador neutral, pero s para del Nuevo Testamento: Frente al concepto del
el hombre que cree y se entrega confiadamente a Dios de los filsofos, abstracto e impreciso, y la
Jess! discorde nocin de Dios de las religiones, la fe
veterotestaroentaria en Dios resultaba concreta,
precisa y coherente, pero en el fon~o segua siendo
ambigua. Pero ahora podemos dec1t:
Frente a la fe veterotestamentaria, sin duda
concreta, p~cisa y coherente, pero a_ la postre
todava ambigua, la fe neotestamentana es tam-
bin concreta, precisa y coherente; pero, a la
vez, histricamente inequvoca, pues est perso
niticada en una figura humana.
El Dios del Nuevo Testamento tiene un nombre
y un rostro: es el Dios de Israel, el cual es a
su vez el Padre de Cristo Jess.
El Dios del Nuevo Testamento se revela no
slo en la historia del pueblo, sino tambin en
una figura humana individual, en la cual se ha
hecho carne el Hijo de Dios, su Palabra, su Vo-
luntad, su Amor.
b) Lo especificamente cristiano: Lo dic~o has-
ta llqU sobre el Hijo de Dios es sin duda unpor-
139
138 Si o no al Dios bblico? S o no al Dios bblico?
Lo cristiano del Dios cristiano es, ms exacta-
tante, pero. n? basta para determinar lo espedfi- mente, el Cristo quese identifica con el J~ss
camente cristiano. El hecho de ser Hijo de Dios de Nazaret real e histrico: en concreto, Cristo
no fue lo que en aquella poca distingui a Jess
de N~are~.de tanto~ hroes y semidioses, que eran Jess.
tamb1en h1os de Dios; como Hijo de Dios, Jess Y qu nos preserva de confundir este Cr~to his-
podra haber compartido el panten sincretista del
.trico con imgenes falsas de Jess y de D10s?
helen(smo con incontables hijos de dioses, hroes
y gen10s, reyes y emperadores de estirpe divina ... Lo cristiano del Dios cristiano -lo definitiva-
S, en qu se distingue Jess de todos los dems mente distintivo del cristianismo- es, segn las
por qu es inconfundible? ' justas palabras de Pablo, Cristo Jess, y ste,
. Lo especif~co del mensaje de Pablo no fue pre-
crucificadm>. ,
c:samente ~sto Jess en cuanto Hijo de Dios,
smo ms bien: Con vosotros decid ignorarlo
tod'; excepto a Cristo .Jess, y a ste, crucificado.
S~gun Pablo, pues, Cristo Jess crucificado y ahora
vivo es para los creyentes el fundamento que y
est puesto y no puede ser sustituido por ningn
otro. El Crucificado en cuanto viviente es el fon.
<lamento de la fe, el criterio de la libertad. Es el
c':1tro y :iorma de lo cristiano. Lo cristiano del
Dios cristiano no es algo general como la justicia
el amor o 1a gracia: todas esas cosas y otras mu'.
chas se encuentran afirmadas ya en el Antiguo
Test~e:ito con respecto al Dios de Israel. No.
Lo crt.rttano del Dios cristiano es algo hist6rico:
Lo cristiao? del Dios cristiano es el propio Cris-
to, por quien los creyentes conocen a Dios el
nico de los Padres, y por quien este Dio; se
revela a los fieles.
Pero qu nos preserva de confundir a este Cristo
co:i otros cristos, mesas y dioses religiosos o po-
lticos?
S o no al Dios bblico? 141
b) Qu significa Espritu. Santo? Este. Esp-
24 El Espiritu Santo no es otro que Dios ritu no es, como podra deduc1rS.e. del trr1;1no, el
mismo. Este Espritu es para la comu- espritu del hombre, sino el E.sp:ritu de Dios ;:iue
nidad de los creyentes y para los cre- en cuanto Espritu Santo se disungue del espmtu
yentes en particular la presenca de Dios profano del hombre y de su mundo. En el Nuevo
y del Cristo glorificado: Dios revelado Testamento no es, como a veces en la historia de
por Jesucristo en el Espritu. las religiones, un fluido mgico, similar ~ una ~us-
tancia, misterioso y sobrenatural, 4e_caracter din-
mico, ni un ser mgico de tipo a1:1llllsta ..iE; Espi-
ritu Santo no es otro que el mismo Dios. Dios
mismo en cuanto prximo a los hombres y al mun-
a) Qui! significa Espritu? El hombre anti- do, como poder y fuerza que apre~de sin ~ej_a:se
guo sola representarse el espritu y la accin aprehender, regala sin dejarse; ~ommar y v1v1faca
invisible de Dios como algo aprehensible a la par aunque tambin juzga. El Espm~u Santo, f'.ues, nd.
que inaprehensible, invisible y sin embargo impo- es un tercero, u!lll realidad media entre ~1os Y
nente, real como el aire cargado de energa, como hombre, sino h proximidad personal de Dios a los
el viento y la tempestad, vital como la atmsfera hombres.
que se respira. Al comienzo del relato de la crea-
cin, espritu ( en hebreo ruah, en griego c) Qui! significa cre1;r en el Espritu Santo?
pneuma) es el rugido o viento impetuoso
de Dios que se cierne sobre las aguas. Entendido
Significa aceptar con senctlle-t y confianza que
fa fe Dios mismo puede hacerse presente en ll;1
po:
en sentido bblico, espritu significa, en oposi- interior, que en cuanto fuerza y poder de (!1'.acta
cin a carne o a la efmera realidad creada, la puede conquistar mi intet!or, ll; corazn,. mi pro-
fuerza o poder que procede de Dios, es decir, po yo. Y esta fe me pernute afannar co~~darnen-
la fuerza y el poder invisible de Dios, que crea o te que el Espritu de Dios no es un esp,1r1tu escla-
destruye, que da vida o juzga en la creacin y en vizante, sino el Espritu de Crfsto Je sus exaltado
la historia, primero en Israel y luego en la Iglesia, a la derecha de Dios el Espmtu de Jesucristo.
apoderndose de los hombres violenta o suave- Y por ser el exaltado 'a la derecha de Dios, Jess
mente, poniendo en xtasis a individuos o grupos es en el Espritu el Seor viviente, el Deternunan-
enteros, manifestndose a veces .en fenmenos ex- te para cada cristiano en particular y P:lra toda la
traordinarios, en los grandes hombres y mujeres, comunidad cristiana. Desde e~te cr1ten.?. concri:to
en Moiss y los Jueces de Israel, en guerreros puedo yo examinar y discermr Jos espm;:us: fill:-
y cantores, en reyes, profetas y profetisas. guM jerarqua, ninguna teolog1a y nmgun movi-
S o no al Dios bblico? 143
142 S o no al Dios bblico?
miento entusiasta que pretenda remitirse al Esp- mundo y en la Iglesia; libertad para obrar, para
ritu Santo prescindiendo de Jess de su palabra amar para vivir en paz, justicia, alegra, esperanza
actitud y destino puede aducir en s; favor el Espr'. y gr~titud. Y ello pese a todos los obstculos y
ritu de Cristo Jess. En ese momento llega a su coacciones existentes en la sociedad y en la Igle-
lmite toda obediencia, todo asentimiento y toda sia pese a todas las deficiencias y fracasos. Pero
cooperacin. yo' s a la vez que en esta libertad del Espritu
Creer en el Espritu Santo, creer en el Espritu puedo encontrar siempre valor,. apoyo, fuerza Y
de Cristo Jess significa saber que el Espritu consuelo como lo encontraron mcontables desco-
Santo nunca es -y esto ha de tenerse hoy muy nocidos ~n sus grandes y pequeas decisiones; ~e-
en cuenta, dados los muchos movimientos caris- mores, peligros, anhelos y esperanzas. El Espmtu
mticos y pneumticos- una posibilidad del hom- de la libertad es as el Espritu del futuro que ~e
bre, una posibilidad ma personal, sino siempre orienta a m y orienta a todos los hombres hacia
fuerza; poder y don de Dios. No es el espritu pro- adelante no a un ms all consolador, sino a un
fano del hombre, de la poca, de la Iglesia, del presente' comprometido en el mundo de cada da
ministerio, del entusiasmo; es siempre el Espritu hasta que llegue la consumacin final, de la que ya
Santo de Dios, que sopla donde quiere y cuando tenemos en el Espritu una seal, una garantla.
quiere, que no se deja instrumentalizar para justi-
fi_car una autoridad absoluta de magisterio y go- d) Padre, Hijo y Espritu: Lo que aqu im~or-
bierno, una teologa dogmtica carente de funda- ta es establecer la relacin correcta entre Dios,
mento, un fanatismo piadoso o una falsa seguridad Jess (Hijo, Palabra, Cristo) y J!spr!tu, poniendo
de fe. Nadie, sea obispo o profesor, prroco o se- de relieve tanto su verdadera diversidad como su
g!ar, posee el Espritu, dispone sobre el Esp- indivisible unidad. Los intentos de interpretacin
tltu. Pero todos pueden pedirlo continuamente. basados en categoras helensticas y las consiguien-
As, pues, recibir el Espritu Santo no significa tes formulaciones dogmticas de dicha relacin ya
ser _obje~o de un acontecimiento mgico, sino abrir- no son siempre tiles en la actualidad. Como to-
se mtenormente al mensaje y, por tanto, a Dios das las frmulas estn condicionadas por la poca
y a su Cristo crucificado, dejndose invadir as por y no coinciden sin ms con el aserto bblico fun-
e) Espritu de Dios y ~e. Cristo. Creer en el Esp- damental. Lo cual no basta para rechazarlas irre-
ntu Santo, en el Espmtu de Dios y de Cristo flexivamente. Pero tampoco hay que repetirlas
Jess significa entre otras cosas creer en el Espritu acrticamente. Lo que hay que hacer es interpre-
de la libertad. Porque, como dice Pablo, donde tarlas diferenciadamente para nuestro tiempo a la
hay Espritu del Seor hay libertad!: libertad de luz del Nuevo Testamento.
la culpa, de la ley y de la muerte; libertad en el Dios se ha revelado por el Hiio en el Espritu:
144 Si o no al Dios bblico?
A MODO DE EPILOGO
Es importante interpretar la unidad del Padre, del
Hijo y del Espritu como acontecimiento de reve-
lacin y unidad Je revelacin. Y en este punto lo
decisivo es no poner en tela de juicio la unidad
y unicidad de Dios, ni elmnar la diversidad de
las funciones del Padre, del Hijo y del Espritu,
ni nvertlr la sucesin, ni, sobre todo, perder de
vista en ningn momento la humanidad de Jess.
Efectivamente, el problema trinitario se desarroll
a prtir de la cuestin cristolgica: sobre la .rela-
cin entre Dios y Jess se reflexion con la mirada
puesta en el Espritu; sin la pneumatologfa (doc-
trina sobre el Espritu Santo) toda cristologa re-
sultara incompleta. Lo hemos visto: como Hijo
de Dios, el verdadero hombre Jess de Nazaret
es revelacin real del nico Dios verdadero. La
pregunta era obvia: cmo se hace l presente para
nosotros? Y la respuesta es: no de forma ffsico-
material, pero tampoco de manera irreal, sino en
el Espritu, en el modo de existir del Espritu, como
realidad espiritual. El Espritu es la presencia de
Dios y del Cristo glorificado en la comunidad de
fe y en cada creyente. En este sentido es Dios
mismo revelado por Cristo Jess en el Espiritu.
10
Este libro conseguir su objetivo si su lectura
produce -permtanme comenzar con un recuerdo
personal- lo que, tras mi conferenda en la Wie-
ner Hofburg sobre El problema de Dios, fo:r:mu-
laba el canciller de Austria Bruno Kreisky en estos
trminos: Se ha abierto una puerta, y correspon-
de a cada cual examinar qu postura debe tomar
ante ese hecho.
El libro * trata efectivamente de abrir un acceso
a la realidad del totalmente Otro, el cual, en defi-
nitiva, se manifiesta por s mismo. En todo caso,
el te6logo nada puede lograr aqu sin un estudio
reflexivo y reposado. Con simples recetas, evoca-
ciones emotivas y declaraciones altisonantes no se
consigue cambiar nada: son demasiados los escom-
bros y peascos que se han ido acumulando en el
camino, sobre todo a partir de la Ilustracin. Se
necesita un penoso trabajo de anlisis para desha-
cer incontables prejuicios, de los que tambin la
Iglesia y la teologa son responsables. Podemos
reducirlos a tres tipos principales:
l. No se puede creer en Dios y ser verdadera-
mente hombre: Dios significa una prdida
para el hombre; es una manifestacin de que
el hombre est alienado de s mismo; el ates-
mo es el nico humanismo consecuente.
2. No se puede creer en Dios y cultivar autnti-
camente la ciencia: la fe y el saber son incom-
patibles; la ciencia ocupa definitivamente el
lugar de la religin.
* Existe Dios? Respuesta al problema de Dios en
nuestro tiempo, Madrid, 1979, 31980.
148 A modo de eplogo A modo de epilogo 149
.3. No se puede creer en Dios y ser verdadero bre el permanente trasfondo del no a la realidad, a
demcrata: es imposible conciliar la fe en Dios y al Dos cristiano- el libro opta decidida-
Dios con la libertad, igualdad y fraternidad mente por la respuesta afirmativa. Al final del lar-
universal; la poltica ha sustituido a la re- go itinerario se responde a la pregunta Existe
ligin. Dios?, ttulo de la obra, con un s sin reservas ni
condiciones, con un s claro, convencido, justifica-
Eran necesarias muchas cosas para ver con cla- do ante la razn crtica. Con el aparato cientfico
ridad en este dilema teolgico de la era moderna pertinente se elabora en el presente libro una con-
y dejar expedito el camino sin descuidar ningn cepcin que -as lo esperamos--- puede salli hoy
elemento vlido. Era preciso empezar por los co- airosa no slo ante el humanismo y la filosofa en
mienzos de la ciencia moderna y partir de los ge- todas sus formas, sino tambin ante las ciencias
niales filsofos, matemticos y cientficos Descar- naturales, la crtica social, el psicoanlisis y la teo
tes y Pascal, antpodas en su forma de entender ra de las ciencias: una fe en Dios que yo, como
la relacin de la fe con la razn; haba que abor- hombre moderno sensato e ilustrado, puedo acep-
dar 1~ filosoffa de Hegel, su nueva visin global tar razonablemente, justificar ante m mismo y
de Dios y del mundo, para analizar luego las pos- confesar sin miedo ante quienes me rodean. Se
turas contrarias a la fe en Dios, sobre todo de trata, pues, de transmitir al creyente una nueva
Feuerbach, Marx y Freud, y el trmino de este conciencia de s que le permita recorrer con paso
proceso negativo, el nihilismo de Nietzsche. En firme el camino del futuro. A los no creyentes se
este punto asistimos a un escalofriante enfrenta- les ofrece ms bien informacin sobre una concep-
miento con los ltimos interrogantes, Slo tras una cin actual de Dios que no rechaza nada de lo que
intensa penetracin dialctica que lleva basta las el no creyente valora y estima, pero una informa-
profundidades del ser o no ser es posible arres- . cin que se transforma espontneamente en exhor-
. garse a ascender reflexivamente peldao a peldao tacin, en invitacin amistosa a repensar la deci-
y de,pejar las alternativas: frente al nihilismo un sin tomada. De hecho, la puerta que el antihu-
s a la realidad en cuanto tal frente al at~mo manismo de la Iglesia y de la teologa y su hosti-
un s a Dios; frente a un ag~osticismo generali'. lidad contra la ciencia y la democracia cerraron y
zado, un s al Dios bblico, al Dios cristiano. atrancaron en la Edad Moderna vuelve a estar
. Todo este proceso sigue un camino que no es abierta, y corresponde a cada cual decidir qu va
el de ~ razn pura, pe~o tampoco el de la fe pura: hacer con ella.
el ~anun_o de una confianza arriesgada cuya racio- Es necesario decir que la sombra inseparable
nalidad mtema se descubre en el acto de confiar. de este libro constructivo es una constante auto-
De estas breves notas puede colegirse que -so- critica de la teologa y la Iglesia, responsables en
150 A modo de eplogo A modo de eplogo 151
gran parte del agnosticismo, atesmo y ni.'iilismo pensamiento moderno .en general, ante, la propia
de la poca moderna? Era preciso evocar critica- praxis eclesial por enoma de toda teoria, ante la
mente no slo todas las condenaciones de pensa- concepcin de la realidad como tal.
dores modernos, telogos y no telogos, desde el Este libro se ha escrito para un pblico muy
caso de Galileo hasta el de Teilhard de Chardin, amplio. No es slo para los te6logo~, aunque tam-
desde la polmica en torno a Pascal y los janse- bin es para ellos. Como Ser_ crzstian~, i:retende
nistas hasta la controversia sobre los nombres imponer a la teologa determ1;1ados ?'1t~r10.s. Po-
chinos de Dios, sino tambin algunas declaracio- dramos enunciarlos en las diez tesis s1gu1ent_es,
nes del magisterio eclesistico, consideradas hoy que caracterizan la novedad del punto de partida
errneas; por ejemplo, sobre la creacin del mundo del presente libro:
y el pecado original o sobre el movimiento liberal
y democrtico de los tiempos modernos. Sobre l. N O una ciencia oculta dirigida a los que ya
todo haba que criticar la separacin de la realidad creen, sino una inteligibildad incluso para
en dos planos o plantas, habitual desde la Edad
Media: un plano natural de la naturaleza, la razn los no creyentes.
y la evidencia y un plano sobrenatural de la gra- 2. No una loa de la fe sencilla ni una defen
cia, la fe y el misterio. Tal crtica no racionaliza sa de un sistem:a eclesistico, sino una
todo superficialmente, sino que integra todo dlfe- bsqueda de la verdad con rigor cientfico
renciadamen te en una visin unitaria de la reali- y sin compromisos.
dad, donde se contempla a Dios en el mundo y al 3. No ignorar, anatematiza~ o :apitali~ar te~l-
mundo en Dios; donde la razn interviene siem- gicamente a los adv~rsar1os 1deo1g1cos, smo
pre, pero nunca como razn pura; donde se inter- interpretarlos in optimam partem con la ma
preta como don de gracia la misma naturaleza y no vor apertura y tolerancia posibles y, a la vez,
slo la sobrenaturaleza; donde aparece como mis- someterlos a una discusin honesta.
terio la realidad en general, que no slo exige fe
4. La interdisdp!inaridad es algo que. debemos
en sus regiones ms elevadas, sino que ya desde
no slo pedir, sino tambin practica:: 1.Y
su base exige confianza, una confianza fundamen-
tal que no puede demostrarse, pero s legitimarse.
que unir el dilogo con las otras C1enCl~S
afectadas y la concentracin en la propia
De ah que al final de los cuatro primeros captulos
retrospectivos, en los balances provisionales, se causa.
pida programticamente a la Iglesa y la teologa 5. No una oposicin hostil ni una yuxtalpabosi-
un nuevo cambio de rumbo: una nueva actitud cin pacfica y distanciada, sino una co . , o-
ante las ciencias naturales, ante la filosofa y el racin con espritu crtico y talante de dialo-
152 A modo de eplogo A modo de epilogo 153
go, sobre todo de la teologa y la filosofa, Es posible que alguien reproche -una vez
de la teologa y las ciencias naturales: hay ms- al autor esta empresa crtica a la vez que
que unir la religin y la racionalidad. constructiva?
6. No se debe dar prioridad a los problemas Es posible que una teologa como sta, que
del pasado, sino a los vastos y complejos pro- adopta en todo momento una postura de crtica
blemas del hombre y la sociedad de hoy. sensata, sea mal vista por los guardianes de una
7. La norma a que en una teologa cristiana fe no ilustrada: aquellos que (por razones en parte
estn sometidas todas las normas no puede comprensibles) preferiran que el telogo no enun-
consistir en una tradicin o institucin ecle- ciara su materia de forma nueva porque, cuando
sistica o teolgica, sino nicamente en el se piensa y habla de Dios fuera de los cauces de la
evangelio, en el mensaje cristiano originario: tradicin y de la estructura oficial, puede dismi-
una teologa orientada siempre de acuerdo nuir la gloria divina y la autoridad doctrinal de la
con los datos bblicos analizados crtica- Iglesia.
mente. Es posible que sea mal vista una teologa que,
por encima de toda la crtica negativa, llega siem-
8. No se debe hablar con arcasmos bblicos, ni pre a respuestas positivas. La vern mal los de-
con dogmatismos helenstico-escolsticos, ni tractores de la fe aparentemente ilustrada: aquellos
con el argot filosfico-teolgico de moda, que ( tambin por razones en parte comprensibles)
sino en un lenguaje inteligible para el hom- preferiran que el telogo no hablara en absoluto
bre de hoy: sin rehuir el esfuerzo necesario.
de Dios y, menos an, del Dios cristiano en el
9. Teora creble y praxis viable, dogmtica y mundo y la sociedad de hoy; ni siquiera se ha
tica, piedad personal y reforma de las insti- cado en la cuenta de que precisamente el hombre
tuciones son realidades que no deben sepa- ilustrado puede hoy pensar y hablar de Dios y del
rarse, sino contemplarse en su indisoluble mundo en forma distinta, nueva, mejor.
relacin mutua. Los primeros podran considerarme como here-
10. No una mentalidad confesionalista de ghetto, je; los segundos, como mero adaptador al servicio
sino una apertura ecumnica que tiene en de la Iglesia. Unos y otros, los primeros con una
cuenta tanto las religiones del mundo como preocupacin pastoral y los segundos en tono cni-
las ideologas modernas: la mayor tolerancia co, coincidiran en decir: Vuelve de una vez a
posible frente a lo extraeclesial, lo religioso nosotros o psate al otro bando. No caben las iden-
en general, lo humano como tal, ha de ir tificaciones parciales!. Pero no; este libro recorre
unida a la acentuacin de lo especficamente coherentemente el camin intermedio entre un
cristiano. oportunismo eclesistico y un separatismo eclesial,
A modo de epilogo A modo de eplogo 155
154
con honestidad cientfica y con una fe inquebran- teora de las ciencias. Pero, por otra parte, se ha
table en la causa que defiende, con la esperanza hecho lo posible para facilitar la lectura de esta
de que se discuta sinceramente lo que es discu- obra, que es tan extensa por set tan amplio su .con-
tible. tenido: articulacin exacta hasta en los mmmos
Aun cuando unos no lo comprendan y otros no detalles, subrayados en el texto, )lalances prov~i?-
lo agradezcan, este libro se ha escrito como defensa nales resmenes en forma de tesis, documentac1on
y justificaci6n, clarificaci6n y reto de la fe en una exact~ abundantes bibliografas y un detallado n-
poca en que apena~ han logrado credibilidad los dice de nombres. Y no se olvide el consejo que
representantes de Dios, pero tampoco sus adver- se da al final del prlogo: El todo entero de la
sarios en la tierra. No se ha escrito en busca de fe en Dios brinda tantas posibilidades de acceso,
gloria propia, sino -como expresa la dedicatoria, conducentes todas ellas a su centro, que el lector,
inspirada en Ignacio de Loyola y Juan Calvino-- con plena anuencia del autor, puede hacer lo que
para mayor gloria de Dios, ad maiorem Dei glo- acostumbra a hacer de todos modos con libros
ram. Pero hay algo que no debemos declamar pa- como ste: empezar por donde ]e plazca.
tticamente, proclamar dogmticamente ni decla-
Conferencia de Prensa presentando el libro
rar magisterialmente, sino. fundamentar con serie- Existe Dios? Respuesta al problema Je Dios
dad teolgica: cmo y por qu un hombre crtico de en nuestro tiempo.
finales del siglo xx puede justificar ante s mismo
y ante los dems su fe sincera en Dios, es decir, la Munich, 1.5 de marzo de 1975
respuesta al problema de Dios en nuestro tiempo.
Quiz haya quien pregunte si no se podta ha-
ber hecho esto de forma ms breve. Sin duda; pero
en ese caso no habra sido posible ofrecer una vi-
sin histrico-sistemtica completa de la ingente
cantidad de materiales, ni una elaboracin trans-
parente y una matizacin sinttica de la respuesta.
En ese caso habra sido imposible dejar hablar a
los grandes defensores y adversarios modernos de
la fe en Dios y explicar detenidamente las vicisi-
tudes de su vida. Habramos tenido que renunciar
a las comparaciones con otros pensadores ms mo-
dernos y al constante tratamiento paralelo, por
ejemplo en los problemas relativos a la tica y a