Alguien Se Acordara
Alguien Se Acordara
Alguien Se Acordara
Alguien se
acordar de
nosotras
ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
* bellaterra arqueologa
NDICE
Bibliografa............................................................................... 215
Si debo tambin una mencin a las virtuosas mujeres que han quedado
viudas, bastar esta breve admonicin: ser gran honor para vosotras no
mostraros inferiores a vuestra condicin natural y dar lo menos posible que
hablar a los hombres, ni en bien ni en mal.2
2 Tucidides, 2, 45, 2.
12 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
minaban el espacio pblico para hablar o para que se hablase de ellos,
las mujeres haban de ser, en ese mismo espacio, invisibles y silenciosas.
De hecho su silencio e invisibilidad eran elementos centrales del ideal
griego sobre el funcionamiento ordenado de la ciudad: cuando las mujeres
eran demasiado visibles y tomaban la palabra, el caos estaba cerca, como
muestran las historias sobre las mujeres y el culto dionisiaco.
Una de las pocas voces femeninas de la antigedad griega que ha
llegado hasta el presente es la de la poeta lrica Safo que naci y vivi en
el perodo arcaico en la isla de Lesbos, en el Egeo oriental. A pesar de lo
poco que sabemos sobre su vida y su obra, es indudable la importancia de
Safo como nuestra primera fuente sobre los sentimientos femeninos en la
literatura griega. Entre los fragmentos de su obra potica, encontramos el
verso aislado que da ttulo a esta introduccin y al libro. No sabemos el
sentido original que Safo le dio, ya que formaba parte de un poema que no
se ha conservado. Quizs se lo dedic a una de sus amigas en una ocasin
especial, o form parte de uno de los cantos de boda que escribi, pero,
en cualquier caso, ledo desde nuestra perspectiva, resuena como la
expresin de un deseo, el de una memoria futura para quienes eran
silenciadas en su sociedad y tiempo, las mujeres griegas.
La Grecia antigua era un mundo de ciudades. Entre las gentes que
vivan en el territorio de una ciudad, la distincin fundamental era la que
exista entre quienes eran miembros de la comunidad cvica por
nacimiento, los ciudadanos, y quienes no participaban de la misma. En la
base de la jerarqua social, fuese cual fuese su sexo, la persona esclava o
sierva estaba privada de libertad ya que perteneca a otro ser humano y,
por supuesto, no poda formar parte de la ciudadana. Tampoco las
personas extranjeras libres que residan en una ciudad eran miembros de
la comunidad cvica. Las mujeres de las familias de los ciudadanos
compartan con ellos ciertos derechos, como el de participar en los cultos
pblicos de la ciudad o el de contraer matrimonio con otro miembro de
una familia ciudadana para dar lugar al nacimiento de hijos e hijas
legtimos. Por esa razn, la palabra ciudadanos se usaba en los textos
griegos para designar a los hombres pero, en ocasiones, tambin a las
mujeres de familia ciudadana. Sin embargo, las mujeres no compartan las
funciones sociales que caracterizaban al ciudadano. En primer lugar, las
responsabilidades militares que en todas las ciudades estaban
estrechamente relacionadas con las polticas; las mujeres no guerreaban y
tampoco participaban en los rganos de deliberacin y decisin poltica,
los consejos y las asambleas populares. Estaban excluidas de las
magistraturas y de las dems funciones pblicas, con excepcin de
algunos cargos sacerdotales.
Por otra parte, cada polis estaba compuesta por un conjunto de
unidades domsticas cuya funcin bsica era la reproduccin
generacional y el mantenimiento cotidiano de la ciudadana. Toda familia
estaba bajo el dominio de un hombre adulto, para el que esa funcin era
una parte de su identidad poltica y social. Era importante ser cabeza de
familia responsable de una casa bien ordenada, lo cual implicaba el poder
masculino sobre los dems miembros de la unidad domstica: mujeres,
nios y personas esclavas.
La ciudad griega era, por tanto, una comunidad patriarcal, que cre
una ideologa que justificaba la perpetuacin del sistema de control de los
INTRODUCCIN
13
hombres, a partir de ideas, creencias y formas de representacin que
explicaban y justificaban la inferioridad de quienes no eran ciudadanos. La
propia nocin de ciudadana se basaba en esa aceptacin de la supremaca
masculina que funcionaba tanto como un concepto sexual y de gnero
como poltico y social. Los hombres griegos se vean a s mismos como la
parte privilegiada en una serie de antinomias, entre hombre griego y
brbaro, entre hombre y mujer, entre hombre libre y esclavo. Los
ciudadanos, es decir los varones adultos, tericamente iguales, 3
establecan relaciones con los dems habitantes de la polis (muchachos,
mujeres, esclavos y extranjeros de ambos sexos), regidas por la asimetra
de roles y de poder.
Una historia de las mujeres en la antigua Grecia ha de basarse en el
anlisis de las asimetras de poder que regan las relaciones entre las
personas en la polis, para tratar de entender los mecanismos sobre los
que se asentaba la hegemona masculina y el proceso de construccin de
la diferencia sexual que emerge en las fuentes escritas y en las
representaciones. Esa ha sido una de las claves de la elaboracin de este
libro. La polis griega era un sistema social organizado segn una
jerarqua sexual de privilegio masculino y, por tanto, los tiempos, los
lugares, los comportamientos y las formas de representacin eran siempre
masculinos o femeninos. El ideal cultural era el guerrero campesino
adulto, y la socializacin exiga que los nios fueran guerreros,
campesinos y padres, mientras las nias eran esposas, gestoras de la vida
cotidiana y madres.
Sin embargo, como veremos, las mujeres tenan un protagonismo
activo, sobre todo en los momentos de transicin del ciclo de la vida de
todos los miembros de la familia: daban a luz y cuidaban a nios y nias,
participaban activamente en las ceremonias que acompaaban al
matrimonio, y daban los cuidados finales a quien mora, siendo adems las
responsables de la manifestacin de dolor de la familia en el funeral, a
travs del lamento fnebre. Y, a travs de su labor como gestoras y
mantenedoras de la unidad domstica, las mujeres asuman la mayor parte
de la direccin prctica de la vida cotidiana.
Cuando las mujeres cumplan esas funciones y mantenan, desde el
punto de vista griego, el orden social civilizado, podan ser valoradas en
aquellos comportamientos que les eran propios. Se esperaba que las muje-
res se encargaran de la socializacin de nias y nios cuando eran peque -
os. Adems tenan que transformar los recursos naturales producidos por
la familia en alimentos y en telas. Su fertilidad y su funcin de gardianas
de la casa eran elementos positivos de la imagen femenina. En cambio, los
rasgos ms negativos de esa imagen procedan de la construccin
imaginada de la mujer como un no hombre que amenazaba la
masculinidad, a partir de una sexualidad desbordada y de la bsqueda de
participacin en la esfera pblica.
Es indudable que, desde el punto de vista econmico o poltico, las
mujeres griegas ocuparon una posicin de inferioridad patente en relacin
con los hombres de sus propias familias y clases sociales (con movilidad
limitada, siempre bajo la autoridad de un tutor, incapaces de realizar
actividades econmicas por s mismas). Ahora bien, aunque las fuentes
insistan en que las mujeres solo podan cumplir sus funciones sociales en
3. John J. Winkler muri de sida en 1990, el mismo ao en que apareci su obra The Contraais
of Dcsire.
parte de los expertos convocados segn el cual Platn y Aristteles crean
que la homosexualidad era perjudicial para la familia y, por tanto, el
estado no deba apoyarla en su poltica. Contra esta opinin, otros
expertos sostuvieron que tanto estos dos filsofos como la sociedad griega
en su conjunto contemplaban los hechos de la sexualidad humana de
forma diferente.6
Las investigaciones recientes acerca de la sexualidad antigua han
llegado a algunos puntos de acuerdo, aunque no de forma unnime. El
primero, como ya hemos mencionado, es que la sexualidad es una
construccin social. El segundo es el dominio en el mundo griego y en el
romano de la dicotoma entre persona activa y persona pasiva para
identificar los comportamientos sexuales, por encima del sexo biolgico.
En esta dicotoma, los hombres son siempre la parte activa, quienes
conquistan, deciden y penetran, mientras que las mujeres y los hombres
que no responden a los rasgos de la masculi- nidad ideal son los miembros
pasivos en la relacin sexual. La sexualidad de esa forma se caracteriza
como algo que alguien hace a otra persona, ms que como un acto que dos
personas hacen juntas, e implica la marginacin de las personas que no se
adaptan a esa dicotoma, es decir la mujer activa y el hombre pasivo.
La teora de que la sexualidad se construye socialmente tiene
implicaciones, lgicamente, para las sociedades contemporneas. Implica
aceptar que las categoras a partir de las cuales se piensa la sexualidad,
sea la heterose- xualidad o cualquier otra forma de sexualidad, no son
universales sino construcciones de cada tiempo y cultura (Skinner, 1996,
presenta una sntesis de los argumentos y contraargumentos). Y desde el
punto de vista histrico, la investigacin ha de examinar las actitudes de
las sociedades antiguas para ver cmo se construan sus identidades
sexuales. De todos modos, el mundo antiguo no tena una idea unitaria
acerca de la sexualidad: las actitudes acerca de las relaciones sexuales
entre hombres variaron sustancialmente desde el perodo arcaico griego
hasta la poca imperial romana y entre las diferentes clases sociales.
Parece claro, por ejemplo, que las relaciones homosexuales o pederastas
eran ms aceptadas entre las lites sociales que en el resto de la
poblacin.
2.PANDORA, EL INICIO DE LA
27
MISOGINIA OCCIDENTAL
Fui llevado en una litera a la casa que haba abandonado sano y salvo, y mi
madre sali precipitadamente y las mujeres empezaron a chillar y gemir
como si alguien hubiese muerto, hasta el punto que algunas vecinas
enviaron gente para saber qu haba pasado.8
El joven no trata de expresar sus propios prejuicios sobre las mujeres,
y tampoco muestra especial hostilidad ante el comportamiento de su
madre y de las esclavas de la casa. Explica a los ciudadanos que formaban
parte del tribunal una situacin que era creble para ellos, porque en
situaciones de peligro se supona que las mujeres gritaran y se
mostraran aterrorizadas, mientras los hombres mantendran la calma y la
razn.
De hecho, la tendencia natural de las mujeres a exhibir dolor, pena o
miedo no solo era esperada y aceptada: estaba institucionalizada en el la-
mento fnebre, que era un elemento central del tratamiento funerario en
el seno de la familia griega. En lo que puede llamarse una divisin
FIGURA 2.1. Pandora entre Atenea y Hefesto. Copa de fondo blanco, ca. 460 a.C.
(conservada en ei British .Vluseum).
mientras ellos con la lanza combaten, mas sin razn: tres veces
formar con el escudo preferira yo antes que parir una sola.
El mismo sentimiento aparece en otras obras del mismo autor:
Es difcil el trato de varn y mujer, porque como las buenas se
mezclan con las malas, se nos odia: tal es nuestro innato
infortunio.10
ENGAO E INESTABILIDAD
39 ALGUIEN SE ACORDAR DE NOSOTRAS
11Apolodoro, Biblioteca, 3, 5, 8.
42 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
12 Aristfanes, Lisstrata.
13 Pseudo Aristteles, Problemata, 4.25.
PANDORA, EJ. INICIO DE LA MISOGINIA
OCCIDENTAL 36
14 Semnides 8, 43-49.
15 Jenofonte, Econmico, 7, 6.
PANDORA, EJ. INICIO DE LA MISOGINIA OCCIDENTAL 37
13. Poema, probablemente ritual, que forma parte de una serie de una treintena de
poemas dedicados a divinidades, que en la antigedad se atribuan a Homero. El
dedicado a Demter parece ser el ms antiguo, del siglo vil o principios del siglo
vi a.C.
mor al lenguaje obsceno de las mujeres cuando estn juntas y
sin control masculino, como suceda en los festivales religiosos
exclusivamente femeninos, recorre la literatura griega. En una
sociedad competitiva como la griega, los peligros del lenguaje
burlesco y obsceno eran considerables y, por tanto, se
establecan lmites semnticos y de comportamiento tanto para
hombres como para mujeres. Pero, supuesta la necesidad de
control que requeran las mujeres, el peligro cuando rompan
esas normas era mucho mayor. En las diatribas contra las
mujeres, se seala con frecuencia que les gusta hablar del sexo,
y el lenguaje sexual era un elemento central de los cultos
femeninos a la diosa Demter.
50 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
DIVORCIO Y ADULTERIO
que estarla limitada a las mujeres de la familia. En ese espacio reservado, las
mujeres estaran en un contexto esencialmente femenino realizando buena
parte de sus actividades:
dad de quienes las realizaban.32 Hacia el ao 700 a.C. se inici una redefini- cin
del espacio domstico con un aumento del nmero de habitaciones. Aparecen
casas con patio, vueltas hacia el interior y que solo son accesibles a travs de
una puerta que da a la calle.
Durante una etapa de transicin en la cuenca del Egeo surgieron nuevas
formas de organizacin social, ligadas al crecimiento demogrfico, avances en la
produccin agrcola, sistemas de centralizacin del poder poltico y nuevas
formas de relacin entre las diferentes regiones. Algunos autores sitan en este
perodo la aparicin en las comunidades griegas de una clase media, formada
por individuos que trabajaban sus tierras y participaban en la funcin militar en
el contexto de los emergentes ejrcitos ciudadanos (Morris, 1999). Este grupo
social probablemente sostena un ideal igualitario que a la larga llevarla a la
aparicin en algunas ciudades del sistema poltico que conocemos como
democracia griega. Su formacin como grupo podemos constatarla en algunos
autores antiguos, como el poeta Arquloco,
que consideran que la buena comunidad es la que est formada por esta clase
de ciudadanos. Frente a esta opinin, otros autores permanecan anclados en
una visin elitista de la sociedad, que consideraba a la comunidad de hombres
medios como un grupo de campesinos pobres y poco sofisticados, incapaces
de ejercer un poder que deba mantenerse en manos de las familias
aristocrticas. Las aristocracias hereditarias haban controlado desde al menos
el siglo IX a.C. las funciones religiosas, militares y polticas de las comunidades
griegas. Pero esas lites tenan conflictos internos y, a la vez, se enfrentaban a la
hostilidad de las clases inferiores que gozaban de un vestigio de autoridad
poltica a travs de su participacin en la asamblea. En ese contexto de crisis se
produjo un refuerzo de las familias del campesinado medio y pequeo como la
principal forma de organizacin social de
las ciudades arcaicas. Los conflictos constantes, a lo largo del perodo, entre
grandes propietarios de tierras y el resto del campesinado llevaron a la in-
troduccin de reformas legislativas y econmicas, como las atribuidas a Soln
en Atenas, que favorecieron el desarrollo de ciudades compuestas por un
conjunto de propietarios medios y pequeos de tierras con ciertos derechos y
libertades. Sin embargo, al tiempo que se reforzaba la ideologa igualitaria
entre los varones que componan la comunidad y compartan la tierra, fue
tomando forma una ideologa asimtrica de las funciones e identidades
sexuales. Probablemente por esa razn, las legislaciones arcaicas introdujeron
medidas que tendan a limitar la movilidad y a controlar la sexualidad de las
mujeres.
As pues, la reorganizacin del espacio domstico desde el siglo VII a.C. est
relacionada con los profundos cambios en las relaciones entre sexos. La
asociacin simblica entre espacio exterior y pblico con la masculinidad y
espacio interior y privado con la feminidad, tan arraigada en el pensamiento
griego clsico sobre el gnero, est directamente relacionada con la emergencia
de las casas de habitaciones mltiples y patio que se conoce en diversos lugares
de la cuenca del Egeo desde comienzos del siglo VII a.C. Las clases medias se
reforzaron bajo la premisa de que cada ciudadano era cabeza indiscutible y
visible de una familia compuesta por la asociacin de marido, mujer, nios y
esclavos. Para ello era necesario que las mujeres aceptasen un reparto desigual
de funciones, en el cual su papel principal era el de asegurar el reemplazo
generacional de la familia mediante el nacimiento de un heredero. Adems
tenan que ser guardianas del mbito domstico y organizadoras de las
importantes actividades econmicas que se desempeaban en l. Desde el punto
de vista de esa clase, la sexualidad femenina sin control era una amenaza que
deba ser regulada y supervisada. La casa con patio de acceso controlable y
lneas de visin desde el exterior restringidas facilitaba a los hombres griegos el
control de esa amenaza, funcionando como un espacio que recreaba la
estructura simblica de las relaciones entre mujeres y hombres en la ciudad
griega.
FIGURA 4.7. Estela funeraria de una nia, ca. 450-440 a.C. (Metropolitan Museum of
Art. Fletcher Fund, n. inv. 1927, 27.45).
La nia de una estela funeraria (fig. 4.7) parece despedirse de sus mascotas,
dos palomas que sostiene en sus manos. Seguramente el juego con muecas y el
cuidado de un animal domstico formaban parte del proceso de socializacin de
las nias para sus futuras tareas como cuidadoras. Los nios y nias de una
familia de clase media jugaban juntos hasta la edad de seis aos, a partir de la
cual el nio comenzaba la escuela y se iniciaba la dicotoma entre esfera
masculina y esfera femenina. La infancia representaba una poca de la vida en
la que los nios y las nias de una misma familia y de edades similares estaban
juntos a menudo, especialmente en la casa y sus alrededores. Los estrechos
lazos que se establecan entre hermanos y hermanas frecuentemente
perduraban en el futuro. Un hermano se converta en protector de su hermana
en el caso de ausencia del padre, buscando un marido para ella o ayudndola si
su matrimonio terminaba en divorcio. La figura mtica de Antgona, que pierde
la vida por cumplir el deber piadoso de enterrar a su hermano muerto, entre
otras, representa la importancia de los lazos fraternales entre mujeres y
hombres en la sociedad griega.
En la mayor parte de las ciudades griegas, las muchachas no iban a la escuela
y permanecan en casa con sus madres aprendiendo a realizar las tareas
domsticas. La ignorancia de las mujeres parece haber sido parte de la barrera
que separaba los dos sexos y a las mujeres del mundo exterior. Por otra parte, la
participacin en los coros y en algunos tipos de rituales sin duda constituy una
parte importante de la socializacin de las nias en muchas zonas del mundo
griego. En Esparta, Lesbos y Atenas sabemos de coros de muchachas que
cantaban y danzaban en ocasiones especiales, relacionadas con los festivales
religiosos. Todas estas ocasiones deban exigir prcticas previas y, en algunos
casos, que las muchachas viviesen fuera de casa durante algn tiempo; de modo
que las prcticas de culto servan no solo para integrar a las muchachas en la
comunidad sino para crear redes de relacin social propias.
La fase preparatoria en la vida de las nias acababa antes que la de los nios.
Mientras stos pasaban por procesos de iniciacin que se prolongaban varios
aos, una muchacha en edad frtil ya era considerada apta para el matrimonio.
De hecho, en las fuentes antiguas predomina la idea de que la socializacin de
las nias finaliza con el nacimiento del primer hijo. En la mayor parte de las
ciudades griegas las muchachas, tras una infancia transcurrida en la seguridad
del interior de la casa, se casaban muy jvenes con hombres que
frecuentemente les doblaban la edad. Se supona, por tanto, que difcilmente
podan saber todo lo necesario para cumplir con sus tareas como esposas y
futuras madres de ciudadanos mientras no estuviesen plenamente
domesticadas bajo el estricto control de su marido:
Y qu poda saber cuando la recib por esposa, si cuando vino a mi casa an no
haba cumplido los quince aos y antes vivi sometida a una gran vigilancia, para
que viera, oyera y preguntara lo menos posible? No te parece que pude estar
contento si lleg a mi casa sin saber otra cosa que hacer un manto, si reciba la
lana, o sin haber visto otra cosa que cmo se reparte el trabajo de la hilatura
entre las criadas?"
FIGURA 4.8. Mujeres en el interior de la casa. Pixida del Pintor de Midias, ca. 420
a.C. (Toyal Notario Museum, 919.5.51).
En efecto, como mi madre tuviera relaciones con la madre de esos tipos antes de
que ellos intentaran demandarme con falsa, se hicieron visitas una a otra, cosa
natural, en parte porque ambas viven en el campo y son vecinas. 36
En el mundo griego antiguo, como en casi todas las sociedades humanas, una
de las funciones femeninas ms importantes es el mantenimiento y creacin de
redes sociales, visitando o ayudando a amistades y parientes. Adems las
griegas participaban en una amplia variedad de actividades que tenan lugar
fuera de la casa:37 el trabajo en el campo, que afectara a casi todas las mujeres
pertenecientes a familias campesinas humildes, la venta de bienes y productos
en el mercado, y otras muchas actividades econmicas (vase el captulo 5).
Aunque las fuentes escritas intentan transmitir la imagen de una extrema
rigidez en la separacin espacial entre mujeres y hombres, y aunque el ideal
social fuese que las mujeres no abandonasen la casa, su participacin en
actividades sociales, econmicas y religiosas exiga que lo hicieran. La
contradiccin se negociaba de diversas formas y seguramente mediante una
compleja serie de normas y prohibiciones que permitiesen el funcionamiento de
la ideologa y la realidad viva: A ella le dar vergenza cuando entremos, o sea
que se tapar la cara porque esa es la costumbre.38
Otra forma de reclusin de las mujeres era la costumbre del velo, que
acentuaba la idea de invisibilidad. El velo poda asumir distintas formas: se
usaba la capa o himation para cubrir la cabeza, o una especie de chal. A veces
se cubra solo el pelo, pero en otras la cobertura afectaba tambin a la cara, de
modo que solo quedasen al descubierto los ojos. Era una prctica que es
mencionada tan solo en algunas fuentes antiguas, como vemos en una comedia
de Menandro, donde un joven, Mosquin, reconoce que las mujeres
instintivamente se ponen el velo en presencia de un hombre. El acto de cubrirse
la cara era un importante gesto femenino, una muestra de aidos, concepto que
se relacionaba con la vergenza, el respeto, la modestia y el honor (Ferrari,
2002: 7-8). En la cultura griega, la ropa no haca necesariamente al hombre,
pero s a la mujer. Como se hace evidente en otros casos a lo largo de esta obra,
la ropa y los ornamentos complementarios servan para identificar la condicin
femenina en la literatura y el mito griegos, fluctuando de la asociacin negativa
entre mujeres, ornamento y vanidad a la conexin entre modestia y vestidos.
DE VIUDAS A ANCIANAS
44 Tucdides 2.78.3.
Hay evidencia en algunas ciudades griegas de amasado
comunal en el perodo arcaico. Esta forma de trabajo colectivo, al
igual que suceda en los lavaderos pblicos en muchas
sociedades mediterrneas, tendra una funcin socializadora,
como lugar de encuentro donde se conversara y se in-
tercambiaran opiniones o chismes. Una de las formas ms
usuales de mantenimiento del orden social era la difusin, en el
mbito pblico y en el privado, de rumores. En la polis griega,
incluso las personas que tenan menos privilegios, mujeres y
esclavas, podan ejercer una forma de control sobre el
comportamiento de los ciudadanos a partir de las habladuras
(Hun- ter, 1994).
La coccin del pan se realizaba normalmente en pequeos
hornos porttiles. De hecho, muchos de los utensilios
relacionados con la fabricacin del pan, incluyendo el horno, se
podan transportar con facilidad, lo que pa-
FIGURA 5.4. Hidria con mujeres en la fuente, ca. 530 a.C. (VI. Von
Wagner Museum, Wrzburg n. inv. L304).
FIGURA 5.7. Mujeres tejiendo. Lcito del Pintor de Amasis, ca. 550-
530 a.C. (British Museum, Fletcher Fund, n. inv. 1931, 31.11.10).
Pero a mi Orestes querido, a quien me dediqu con toda mi alma, al que cri
desde el momento en que lo recib del seno materno... Las mil molestias de los
lloros agudos con que me llamaba y me haca ir y venir durante la noche, han
terminado por ser intiles para m que las soport. 49
CAMPESINAS
FIGURA 5.8. Mujeres recogiendo fruto. Escifo del Pintor P.S., primera
mitad del siglo V a.C. (coleccin privada).
Dar a luz a un hijo varn era el mayor servicio que una esposa
poda realizar para su marido, puesto que significaba que de este
modo la familia se perpetuaba. Las mujeres cumplan as una
funcin esencial en la transmisin de la propiedad y tambin de
la participacin poltica: Participo en el servicio pblico.
Contribuyo con hombres.50
Un papel propio de las mujeres reconocido generalmente en
las fuentes antiguas es el cuidado de los hijos que se iniciaba con
el nacimiento. De hecho, el matrimonio no se consideraba
plenamente realizado hasta el nacimiento del primer hijo,
momento en que la madre completaba su transicin de
muchacha joven a adulta. Curiosamente, en la iconografa, la
representacin de los nios pequeos en contextos domsticos
con mujeres parece simbolizar esencialmente la fecundidad ms
que la relacin afectiva y el cuidado. As, en las escenas
domsticas, las mujeres aparecen representadas junto a
elementos relacionados con la produccin textil y con nios
14. Inscriptiones fraecae 112 12335. Citado y traducido al ingls en Lefkowitz y Fant
(1985: 12 ).
Las dedicaciones realizadas por las mujeres en los santuarios
de las divinidades relacionadas con la salud humana nos
muestran otra faceta del cuidado de los miembros de la familia y,
especficamente, por los nios. De hecho, en las fuentes
encontramos la idea de que interceder ante los dioses por la
familia era una forma de definicin del rol maternal: las mujeres
de importancia van de la casa a sacrificar a la divinidad
protectora de la ciudad por ellas mismas, sus esposos y sus
familias, dice un tratado neopitagrico tardo (citado por Goff,
2004: 84, n. 74). De esta forma las actividades rituales eran
vistas como una extensin de las tareas de cuidado. La
responsabilidad femenina del cuidado se extenda hasta la
bsqueda de la intervencin divina para los dems miembros de
la familia. Por otra parte, estas actividades rituales
proporcionaban a las mujeres posibilidades de dejar la casa y
organizar el tiempo de sus vidas ms all del ideal social de
reclusin femenina.
FIGURA5.10. Ama y esclava. Escifo, ca. 460 a.C. (J. P. Getty Museum,
Malib, n. inv. 85.AE.504).
las heteras las tenemos por placer, las concubinas para el cuidado
del cuerpo, y las mujeres para procrear legtimamente y tener un
fiel guardin de los bienes de la casa51
ca. 510-
FIGURA 6.1. Escena ertica en una copa del Pintor de Gales,
500 a.C. (Yale University Art Gallery, New Haven, n. inv.
1913.163).
FIGURA 6.4. Cortejo homoertico. Copa del Pintor Pitino, ca. 500 a.C.
(Staatliche Mu- seen, Berln).
igualdad de estatus social entre el erastes y el ermenos y el respeto
mutuo son los motivos dominantes de las idealizadas versiones de la
relacin homosexual en los vasos. De hecho, la contencin propia de
las fases preliminares del encuentro se demuestra en el hecho de que
las escenas de cortejo homoertico raramente muestran el acto sexual
en s mismo y el muchacho nunca presenta ereccin, como si se
mantuviese pasivo hasta el final. Entre los dos miembros de la pareja
EROTISMO Y POLTICA SEXUAL130
57Eubolo, Dionisos.
133 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
HETERAS Y PROSTITUTAS
FIGURA 7.2. Kore Frasiclia, Nlerenda, Atica, ca. 550-540 a.C. (Museo
Arqueolgico Nacional, Atenas).
FIGURA 7.4. Hermes con Dioniso nio, de Praxteles, mediados del siglo IV
a.C. (Museo de Olimpia).
Conocemos la Afrodita de Cnido tan solo a travs de copias
romanas. La diosa, completamente desnuda excepto por una cinta en
el cabello y un brazalete en el brazo izquierdo, intenta con su mano
derecha cubrirse la zona genital, que por otra parte no existe, ya que
el escultor no la representa. La estatua original era de mrmol de
Paros y delicada policroma: pintura dorada en el cabello y el
brazalete, roja en los labios y, probablemente, el cuerpo se dej en el
color blanco del mrmol o levemente coloreado, al igual que la tela
que sostiene la diosa y la cinta del pelo. La comparacin entre la Afro -
dita y otra escultura del mismo Praxteles, la de Hermes y Dioniso
nio, revela los trminos asimtricos en los que se representaba la
desnudez de los dos sexos (figs. 7.3 y 7.4).
Hermes lleva al dios Dioniso nio, a quien intenta distraer
mostrndole un racimo de uvas. La figura representa al dios como un
hombre joven fuerte y activo, que muestra su desnudez, como sucede
siempre en los desnudos masculinos griegos, totalmente ajeno al
hecho de poder ser observado. La heroica imagen de Hermes recuerda
que los hombres griegos pueden ser representados desnudos en casi
cualquier circunstancia, y esa imagen subraya el hecho de que son los
nicos actores en el espacio pblico porque son los nicos con derecho
a serlo. En cambio, Afrodita se muestra consciente de su propia
desnudez porque est siendo observada contra su voluntad. A travs
del gesto del que la dot Praxteles, cubriendo su sexo con la mano, y
teniendo en cuenta el enorme xito que tuvo esta escultura, la imagen
del desnudo femenino vino a resaltar el pubis, que dejaba a la diosa
(una mujer desnuda) en permanente estado de vulnerabilidad. El gesto
construye una narrativa de miedo femenino reforzada por el resto del
lenguaje corporal, sobre todo en la forma en que Afrodita mantiene
juntas las piernas. Se iniciaba una tendencia que iba a recorrer el arte
occidental durante siglos: el varn, sujeto que acta y, por tanto, mira,
y la mujer, presentada como objeto para ser mirado (Berger, 1972). La
presencia social de un hombre depende de la sensacin de poder que
es capaz de transmitir. Puede tratarse de un poder de tipo moral,
fsico, econmico o sexual, pero el ser sobre el que el individuo ejerce
ese poder es siempre exterior a s mismo. En cambio, la imagen de la
mujer aparece preocupada por lo que puede hacerle alguien exterior a
s misma, sobre el que no tiene control ni fuerza. As, la figura
femenina se transform en un objeto visual, sobre todo en el caso del
desnudo. Gran parte de los desnudos, desde la Afrodita de Prxiteles,
muestran a una protagonista que mira pasivamente cmo el
espectador, presumiblemente un varn, contempla su desnudez marca
implcita de su disponibilidad sexual (Berger, 2000: 54). Las noticias de
las fuentes reafirman esta interpretacin de los desnudos femeninos en
147 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
La vida de las mujeres respetables parece haber sido uno de los ternas
del arte de los pintores de vasos, al menos en la ciudad de Atenas.
Numerosas escenas de los vasos ticos estn relacionadas con el
entorno domstico, en el que se desarrollan encuentros entre mujeres,
o entre mujeres y hombres que, frecuentemente, resultan difciles de
entender porque no aparecen directamente en las referencias
literarias. En relacin con el cuerpo femenino, esas escenas figuradas
son interesantes porque, aunque incompletas, dan una clave de la
importancia de ciertos gestos y miradas para definir el estatus pblico
de las mujeres ciudadanas o esclavas.
En la escena de la figura 7.5, un joven con escudo, lanza y yelmo se
est preparando para partir a la batalla. Su padre muestra su dolor
mientras el soldado y su esposa realizan la ceremonia de la libacin.
Ella acaba de llenar la fiale de su marido con el vino de la jarra que
todava sostiene. La actitud de la esposa es contenida: con la cabeza
baja en el gesto de aidos apropiado para una esposa ateniense. Aidos
y sophrosine eran las virtudes femeninas ms valoradas en la ciudad
griega. Mientras aidos era una modestia cercana a la vergenza
sexual, sophrosine significaba discrecin y dignidad. Una mujer que
61 Un pilar con una inscripcin fuera del edificio conserva parte del nombre de
Praxteles y las palabras desnuda y superior.
62 Luciano, Amores, 13-14.
EROTISMO Y POLTICA SEXUAL148
FIGURA 7.5. nfora con escena de despedida de guerrero, ca. 500-490 a.C.
(Antiken sainmlungen, Munich, n. inv. J411).
GINECOLOGA
El cuerpo femenino
64 El ncleo central de la expansin del dialecto jonio fue la parte central de la costa
occidental de Asia Menor y las islas adyacentes.
65 Aristteles tuvo un gran inters en la comprensin del cuerpo humano. Sus teoras y
observaciones se conservan en sus tratados biolgicos: Reproduccin de los animales,
Investigacin sobre los animales y Sobre la generacin y la corrupcin.
155 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
El nacimiento
No es la que llaman madre la que engendra el hijo, sino que es solo la nodriza del
embrin recin sembrado. Engendra el que fecunda, mientras que ella solo conserva
el brote sin que por ello dejen de ser extraos entre s con tal de que no se
lo malogre una deidad.67
que est sana, y les ocurre sobre todo a las mujeres mayores que son
vrgenes, a las mujeres que pese a ser jvenes han quedado viudas y
especialmente a las mujeres sin hijos y a las estriles... Y esto es lo que
conviene hacer en el caso de la mujer que es viuda; lo mejor es que se
quede embarazada. En el caso de la mujer virgen, se le debe aconsejar
cohabitar con un hombre, no introducir nada en la nariz, no beber
purgante alguno, sino tomar en ayunas castreo y coniza en vino muy
oloroso durante veinte das, y no untarse la cabeza con ninguna
sustancia olorosa...68
68 Sobre las enfermedades de las mujeres, II 127. El castreo era una sustancia olorosa
segregada por dos glndulas internas del castor y la coniza era una planta medicinal.
159 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
71 El trmino espejismo espartano fue usado por vez primera por el historiador francs Francois
Ollier en los aos treinta del siglo X X , porque con frecuencia es difcil discernir la relacin entre mito y
realidad en el caso de las fuentes escritas de la historia de Esparta, a causa de la mezcla de realidad
deformada y de ficcin imaginaria que se refleja en los autores no espartanos.
72 Teniendo en cuenta el atenocentrisrno de las fuentes, eso quera decir, normalmente, dife rente
a las normas atenienses.
Los hilotas proporcionaban a los espartanos la base econmica de su sistema
de vida. Eran muy superiores en nmero a k>s espartanos propiamente dichos,
quienes se llamaban a s mismos los pares. El nombre trataba de sealar que
los ciudadanos adultos espartanos eran iguales en su forma de vida, sobre todo
porque constituan la casta guerrera que logr dominar a los hilotas durante ms
de tres siglos. Este logro tuvo importantes consecuencias para la sociedad
espartana, que se transform en un aparato represivo en constante
funcionamiento ante la amenaza de una revuelta de la poblacin hilota. Esparta
funcionaba, en la prctica, como un campamento militar siempre armado y
vigilante, una fortaleza. Se les prohiba a los espartanos varones cualquier otro
oficio, profesin o negocio que no fuese el de la profesin de las armas, y durante
largo tiempo mantuvieron la reputacin de ser el mejor ejrcito de Grecia. Para
ello introdujeron un sistema de socializacin de los nios, llamado la agoge, con
el fin de transformar a los muchachos en luchadores cuya reputacin de
disciplina, valor y habilidad guerrera no tena rival en el resto del mundo griego.
La educacin de los muchachos espartanos fue famosa en la antigedad por su
extraordinaria dureza, que se basaba en transmitir a los nios la importancia de
las tcnicas de supervivencia, en un contexto de dedicacin completa y muy
competitiva. Antes de ser educados, parece que los nios espartanos pasaban un
examen riguroso en el momento del nacimiento por parte de los ancianos de la
comunidad. Se trataba de decidir si el nio presentaba condiciones fsicas
suficientes para convertirse en futuro hoplita y ciudadano. En el caso de que no
fuera as, se le sacrificaba, en el nico caso conocido en la Grecia antigua de
infanticidio masculino:
Al recin nacido no estaba autorizado su progenitor para criarlo, sino que, cogin-
dolo, deba llevarlo a cierto lugar llamado lsche, en donde, sentados los ms an-
cianos de los miembros de la tribu, examinaban al pequeo y, si era robusto y fuer-
te, daban orden de criarlo, tras asignarle un lote de los nueve mil; pero si era
esmirriado e informe, lo enviaban hacia las llamadas Aptetas, un lugar barrancoso
por el Tageto, en base al principio de que, ni para uno mismo ni para la ciudad,
vale la pena que viva lo que, desde el preciso instante de su nacimiento, no est
bien dotado de salud ni de fuerza.73
Al preguntarle una mujer del Atica: Por qu, vosotras espartanas, sois las nicas
que gobernis a vuestros hombres?, le respondi: Porque somos las nicas que
alumbramos hombres.74
Los lacedemonios no han podido evitar esta condicin general, y en tanto que su
poder ha durado, sus mujeres han decidido muchos negocios. Y qu ms da que
las mujeres gobiernen en persona, o que los que gobiernan lo hagan arrastrados
por ellas? El resultado siempre es el mismo. Teniendo una audacia que es comple-
tamente intil en las circunstancias ordinarias de la vida y solo buena en la guerra,
las lacedemonias no han sido menos perjudiciales a sus maridos cuando han
llegado los momentos de peligro. La invasin tebana lo ha demostrado bien. In-
tiles como siempre, causaron ellas ms desrdenes en la ciudad que los enemigos
mismos.75
75Aristteles, Poltica, 2, 6.
De hecho, la imagen de una mujer espartana poderosa sexual y polticamente
procede mayoritariamente de la polis ateniense del perodo clsico y debe
entenderse en el contexto de la rivalidad ateniense con Esparta por la hegemona
en el Egeo.
FIGURA8.1. Paris se lleva a Helena. Escifo de Macrn, ca. 490-480 a.C. (Museum of
Fine Arts, Boston, n. inv. 13.186).
siglo I d.C. que haba sido reutilizado para cubrir una momia de
cocodrilo. En el poema, las muchachas cantan y danzan en
honor a una diosa, probablemente Artemisa:
Pero el cabello de mi prima Hagescora Tiene
el frescor lozano del oro puro y sin liga,
Y su cara de plata.
A qu decirlo con palabras?
Hagescora est ah: mrala
En cuanto a Agido, despus de ella segunda en
hermosura,
Ya correr como un corcel escita junto a un corcel lidio."1
Unas dos quintas partes del pas pertenecen a las mujeres, por
haber muchas herederas y por darse grandes dotes.16
83 Pausanias, 3,3,1.
182 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
84 Polibio, 12, 5.
183 ALGUIEN SE ACORDAR DE NOSOTRAS
r.
> k
184 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
9. EL RECONOCIMIENTO DE LAS
PRCTICAS SOCIALES
FEMENINAS EN LA RELIGIN
GRIEGA
Las mujeres dirigen las casas y protegen lo que ha sido trado por
el mar. Sin una mujer 110 hay casa que est limpia y sea prspera.
Pensad en lo que, en mi opinin, es lo ms importante, su papel
en la religin. Nosotras, las mujeres, tenemos la funcin ms
importante, porque las mujeres profetizan la voluntad del Loxias
en los orculos de Febo. Y en el santo lugar de Dodona cerca del
roble sagrado, las mujeres revelan la voluntad de Zeus a quienes,
de toda Grecia, consultan. Y los rituales sagrados de las Moiras y
las diosas sin nombre (las Furias), no seran santos si fuesen
realizados por hombres, en cambio prosperan en manos de las
mujeres. De esta forma, las mujeres tienen una participacin
correcta en el servicio de los dioses. Por que razn, entonces,
tienen que tener las mujeres mala reputacin.85
Los poderes divinos adorados por las gentes griegas eran seres
inmortales que haban nacido pero no podan morir. Haba
muchos y su nmero poda crecer porque siempre existi la
posibilidad de introducir nuevas divinidades. El ms importante
de los grupos divinos era el de los Olmpicos, una lite
consistente en seis diosas (Hera, Atenea, Artemisa, Afrodita,
Demter y Hestia) y seis dioses (Zeus, Poseidn, Apolo, Hermes,
Ares, Hefesto), aunque a veces se producan cambios: en Atenas,
por ejemplo, Hestia era sustituida por Dioniso, un dios muy
importante para el mundo rural tico. El grupo olmpico era a la
vez una familia y un arquetipo de gobierno del mundo, dirigido
por Zeus. Funcionaba, en ese sentido, como modelo de
instituciones en la sociedad griega y sus biografas mticas
servan de narrativa bsica para explorar temas de conflicto y
cohesin, orden y desorden en el seno de la ciudad.
188 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
9.1. Jarrito chous con escena de nia jugando, ca. 420 a.C.
FIGURA
(Museo Nacional de Atenas, n." inv. 1522).
192 ALGUIEN SE ACORDAR DE
NOSOTRAS
ha propuesto que las dos primeras figuras podran ser las dos
arrforas que transportan objetos sagrados hacia la sacerdotisa
de Atenea.
Tejer el peplo de Atenea no era la nica funcin ritual de las
arrforas, pues tambin realizaban ritos de fertilidad por la
noche, llevando sobre sus cabezas objetos sagrados y secretos a
travs de un paso subterrneo a un lu-
I .AS PRCTICAS SOCIALES FEMENINAS EN LA RELIGIN GRIEGA 1 9
1
FIGURA 9.2. Escena del friso oriental del Partenn, siglo V a.C.
FIGURA 9.3. Caritides del prtico meridional del Erecten, siglo V a.C.
SACERDOTISAS Y OFERENTES
92Demstenes, 59.115-117.
LAS PRCTICAS SOCIALES FEMENINAS EN I.A
REIJGIN GRIEGA 197
CAPTULO 2 Autores
clsicos
Aristfanes: Lisstrata y La asamblea de las mujeres. En estas dos
comedias, el autor utiliza a las mujeres como muestra de lo que
sucedera en la ciudad si los roles sociales fueran los propios
de un mundo al revs.
Hesodo: Los trabajos y los das. Poema sobre los trabajos de la
vida campesina en la Grecia arcaica que incluye la historia de
la creacin de Pandora.
Semnides: Catlogo de las mujeres. Clasificacin satrica de las
mujeres comparndolas con diez animales. Solo una, la abeja,
es buena, aunque para Semnides incluso la buena esposa es
un tormento para el marido.
Bibliografa moderna
CAPTULO 3
Autores clsicos
Demstenes, Discursos privados. Se trata de discursos que
Demstenes dedic a diversos pleitos, entre los que destacan
los que l mismo tuvo que emprender contra sus tutores, que le
haban usurpado la mayor parte de la herencia paterna al
quedar hurfano. Son una fuente muy importante de los
aspectos legales y de funcionamiento jurdico de la polis
ateniense, sobre todo en relacin con las leyes sobre la familia.
Lisias, Contra Eratstenes. Caso jurdico en el que se plantean las
consecuencias de las leyes sobre el adulterio.
Bibliografa moderna
CAPTULO 4
Autores clsicos
CAPTULO 7 Autores
clsicos
Bibliografa moderna
CAPTULO 8
Autores clsicos
CAPTULO 9
Autores clsicos
Bibliografa moderna
actividades de 148
mantenimient Alcibades,
o, 95- 118 126, 179
Adonias, Alemn,
135, 198, 170
200-201 aletrides,
Adonis, 191
21,49, amasar, 98
200-201 amazonas,
adulterio 46-48
, 32, 38 Amfarete,
leyes, 53- 92
54, 66, amistad
69, 175 entre
castigo, mujeres,
67-68 39, 88
Afobo, ancianas,
66, 70-71 91
Afrodita, 34, 44, andreia, 123, 140
49, 91, 132, Andrmaca, 39
167- 168, andron, 75, 78,
180-181, 186- 129, 206
187, 191,200- anfidromia, 83
201 nfora, 102, 147
de Cnido, Antesterias, 188,
142-143, 203 Antfona, 26,
145-146 85 Apolodoro, 70
agalma, Aquiles, 39, 47
agalmata, Ares, 47, 186
141 Agave, Ariadna, 38
204 Aristgoras, 164
Agesilao, Aristarco, 108
172 Aristfanes, 169
Aglauro, Asamblea de las
191 agoge, mujeres, 42
162, 176 Lisstrata, 42n,
aidos, 88, 49, 113n 190
146-147, Tesmoforias,
172 87n, 109n
alabastra, Aristteles, 24,
36, 82, 153-155, 164
177n Poltica, Clitemnestra, 38
36n, 166n, 176 cocinar, 97, 101,
Reproduccin de 148 comadrona,
los animales, maia, 109-110,
153n, 154n 159 concubina,
Arquloco, 79 63-65
arrfora, 104, control de los
188, 190-191, apetitos, 36, 38,
202 Artemisa, 43, 123-124, 134
44, 57, 97, 104, coros de
171, 186, 190, mujeres, 39, 85,
193-195, 197, 135, 170 Corpus
200 Asclepio, hipocrtico, 153,
197-198 Aspasia, 158 cortejo
65 homosexual,
Atalanta, 44-45 126-128
Atenea, 33- cortesana, 55,
34, 36, 103- 64, 115, 120,
104, 138 132, 134, vase
atima, 69 tambin heteras,
autodominio de heterias Creta,
las mujeres; 54, 111, 128
falta de, 31, Creusa, 46
36, 38, 124 C
r
bao lustral, 59 i
Beocia, 99 boda, p
29, 57-63 t
Brauron, 104, e
193, 197
Brauronias, 188 a
burdel, 131-132, ,
134
1
clato, 86, 107 6
campesinas, 111- 3
113 canforas,
190, 192 C
capacidad r
financiera de las o
mujeres, 109 n
caritides, 192 o
castidad, 64, 66 s
Ccrope, 191 ,
Cleo, 91
cementerio, 205- 3
207, 209 5
chismorreo, 172
Cinisca, 172-173 C
ciudadana, t
concepto de, 137 e
Cleobule, 70-71 s
Cleomenes, 163- i
f Dracn, 54, 66-
o 67
n
t Edad
e del
, Hierr
o, 78-
8 79
3 Edipo
, 26,
Damatria, 39, 41
178 Eleusi
Damatrio, s, 48,
178 91,
Danaides, 187
38, 97 Endi
danzarina, min,
132, 134, 49
150-152 enga
Daro I, 106, o, 38-
164 Dlos, 41
196-198 Eos,
Demter, 48-49, 49
90, 91n, 186-188, epicle
195, 199, 211 ra,
demo, 64 56-57
Demofonte, 70 Epim
Demorares, 71 eteo,
Demstenes, 31, 34
53-54, 62n, 66, epine
67n, 70-71, 88, tro,
108, 115n, 119n, 60
133 deseo epital
sexual, 42-43, amios
120, 124, 134- , 62
136 erast
desnudez, es,
desnudo, 142- 125-
146, 170 126,
Deyenira, 105 128
Diodoro de Eratstenes,
Sicilia, 67-68, 116
105n, 177n Eretria,
Diogitn, 90 Pintor de, 60
Dioniso, 105, Erictonio,
144-145, 179, 191
182, 186, ermenos,
188,203-205 125-126, 128
Discuros, 167 Eros, 86,
divorcio, 37, 122, 201
55, 63, 65-69, esclavas,
85, 104 dote, trabajo de
56-57, 63-66, las, 115-117
89-90, 104, 176 esfinge, 39-
41 Esmirna, feminizacin
79 18
Esquilo: Las fertilidad,
Coforas, llOn; fecundidad, 75,
Siet 156, 179, 190,
e 198-199 fiale,
contr 146 File, 64 filia,
a 128 filoi, 129
Tebas flautista, 130-
, 39 132 Frasiclia,
Esqui 62, 140-142
nes, Frine, 146
83 funeral, 62, 205,
Estf 209, 111, 114,
ano, 207 fusayolas,
70 104, 198
Estra
bn, Ganmedes, 124-
47 125 gastr, 43
Eubl gineceo, 29, 73,
ides, 75, 86
108 Gorgo, 164-
Eufile 165, 169-
to, 170
67- Gorgona
68, Medusa, 36
116 Gortina,
Eurp leyes de,
ides, 54, 104,
109, 111
169 guerras
Andr mdicas, 47
mac
a, 39, Hagescora, 172
170n Hefesto, 33-34,
Baca 186-187, 191
ntes, Helena de Troya,
203 136, 166 Hera,
Mede 42, 167, 181,
a, 186-187, 195,
37n 198
Melan Heracles, 47, 105
ipa Hermes, 33-34,
cautiva 144-145, 186,
, 185n 188, 197
Euxiteo Hermione, 39
, 108 Herdoto, 106,
exposicin del 164-165, 168,
difunto, 111 169n, 185 Herse,
191
Fanostrata, Hesodo:
159 Fedra, Teogonia, 34-
46 35, 38;
Los trabajos y e,
los das, 33n, 34 kou
Hestia, 186-187 ros,
heteras, 63-65, 138
131-134 -
heterias, 129-130 141
hidria, 52, 102,
114, 121 hilar, lamento fnebre,
95, 104-105, 107 13, 32, 111, 178,
hilotas, 162-163, 206, 209 lana,
173, 176, 179, 105-108 Layo, 41
209 himation, 88, legtimos, hijos,
197, 209 Himno 12, 37, 56, 58,
homrico a 60, 62-64
Demter, 48, lemnias, 38
91n, 187, 188n lenguaje
Hipcrates de femenino, 39
Cos, 153 obsceno, 49
Hipostrate, 91 Lenidas, 161,
homoerotismo, 164-165, 177
homosexualidad, Lesbos, 12, 85,
22- 24,124,128- 135 libertas, 55,
129 horno, 98-99 108 lino, 105
Horas, 33, 38 Lisias:
huso, 86, 104, Contra
107 Eratsiene
s, 67
infanticidio, 82, Lcride
162 Iombe, 48 Epicefiria,
Iscmaco, 43, 96- 180-181
97, 104, 113, lutrforo,
116, 118 62
Iseo, 54, 56, 64,
65n, 133 masculinida
Jenofonte, 67, d, 17, 93,
04, 73 123, 177
Econmico, 43, matrimonio
74n, 86n, 88n, en la ciudad
95n, 96, 113, griega, 57-
115, 116n, 118 63 y los
Recuerdos de espartanos,
Scrates, 108, 173-179
123n, 133 Medea, 37-
Repblica de 38, 46
los medimnos,
Lacedemonio 56
s, 82n,169n, Melanin,
175n 44
mnades,
kina 105, 203-
idos 205
, Menelaion,
123 168
kor Menelao,
166-167 nodriza, 91, 109-
Menandro, 110, 114, 116,
88, 150 148, 155,168-
Samia, 200 169 Nosis, 180-
menstruacin, 181 novia
60, 154, 157- en la boda,
158 Metis, 36 60, 62, 104,
Midias, Pintor 147, 173
de, 87 Minias, rapto, 61
105 misandria, traslado de
48-50 la, 58, 60-62
misoginia, 32, y travestismo
34, 36, 48 en Esparta,
Mitilene, 135 174 nymphe,
moicheia, 62
moichos, 67
Moiras, 185 oikos, 51, 53-58,
molienda, 98 60-61, 63-64, 68-
msica, 110- 69, 90, 207
111 Olinto, 75-78
Orcomeno, 105
nacimiento, Orestes, 110
155-156 Neera, Osa, fiesta de la,
70, 115 193-194
Neoptlemo, 39
Neso, 105 palestra, 124,
Nicandre, 197 126 pallake,
nias, 13-14, 47- vase concubina
48, 82, 85, 169- pan,98-100
170 en las Panateneas, 103,
ceremonias 190-191, 201-202
religiosas, 188-
194
NDICE ALFABTICO 2 3
1
i
5
.
U
n
r
e
fl
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o
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e
e
s
a
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