Guia de Lectura y Respuestas Lazarillo Tormes 15-16
Guia de Lectura y Respuestas Lazarillo Tormes 15-16
Guia de Lectura y Respuestas Lazarillo Tormes 15-16
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Portada de Lazarillo de Tormes (Alcal, 1554)
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Portada de Lazarillo de Tormes (Alcal, 1554)
Portada de Lazarillo (Mateo y Francisco del Campo, Medina del Campo, 1554)
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INTRODUCCIN
1. LA NOVELA DEL SIGLO XVI
Los principales gneros novelsticos del siglo XVI son los siguientes:
o Los libros de caballeras. Su xito a lo largo del siglo fue enorme. Narran las
aventuras de caballeros andantes de origen noble que recorren el mundo
para ayudar a los necesitados. Los escenarios son imaginarios y
continuamente suceden acontecimientos maravillosos, en los que toman
parte gigantes, magos, brujas y animales fantsticos y monstruosos. El ms
famoso libro de caballeras fue Amads de Gaula (1508), de Garci Rodrguez
de Montalvo. Cervantes escribi Don Quijote de la Mancha para burlarse de
las gentes que crean que los libros de caballeras contaban sucesos
realmente existentes.
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novelas ms famosas de este gnero la escribi Cervantes, ya en el siglo
XVII: Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617).
o La novela picaresca
En esta novela hay que resear un rasgo muy importante: la originalidad, frente a
las novelas de moda (caballeras, pastoril... ), que nos viene dada por:
Mientras que en las novelas de caballeras y pastoril se representa un
mundo idlico e irreal, en el Lazarillo se nos presenta una realidad cruda y
sin la menor concesin a la fantasa.
Las novelas anteriores son relatos de hechos de hroes. Aqu aparece por
primera vez el relato de la historia de un antihroe cuyo tema principal es la
lucha contra el hambre y la subsistencia.
el caballero se caracteriza por estos el pcaro es un personaje sin valor, sin honor y
tres atributos: valor, honor y amor. sin amor (es cobarde; es hijo de padres sin honra
y l mismo, adems de ser un ladronzuelo, tiene
que soportar diversas deshonras; en fin, no
habr en su vida un verdadero amor)
el caballero lucha contra enemigos el pcaro lucha contra el hambre, contra el fro,
poderosos o fabulosos (ejrcitos, para esquivar golpes, sin ms ayuda que su
gigantes, brujos, dragones), con la ingenio; y esa 'lucha por la vida" se desarrolla en
ayuda de magos que le otorgan poderes el marco de la ms cotidiana realidad
especiales, y en marcos imaginarios
(nsulas fantsticas, bosques
encantados ... ) .
2. LA NARRATIVA PICARESCA
Como hemos sealado anteriormente, hemos de recordar que en el siglo XVI hay
diferentes tipos de novela: novela de caballeras, pastoril, bizantina y picaresca.
La novela picaresca es un subgnero dentro de la narrativa, en el cual se pretende
dar, por primera vez, importancia a la figura del desdichado al, que le suceden
innumerables aventuras en su lucha por la supervivencia.
Este tipo de novela aparece por primera vez en 1554 con la publicacin del
Lazarillo de Tormes en tres ciudades distintas, Amberes, Burgos y Alcal, aunque
se cree que pudo ser escrita hacia 1550.
El florecimiento de la picaresca en Espaa puede explicarse por varias
circunstancias histricas, sociales y culturales.
a) Factores econmicos: la decadencia de Espaa y la miseria interior de
marginados y mendigos crearon una insatisfaccin que llev a muchos al
desengao cnico propio del pcaro. La novela picaresca aparece como un
reflejo de la sociedad de la poca. Las frecuentes guerras y la colonizacin
de Amrica supusieron un gasto excesivo para la Corona Espaola, lo que
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provoca que la pobreza fuera una situacin corriente y que las clases ms
desfavorecidas se vieran obligadas a llevar una existencia miserable,
incrementada por el xodo del campo a la ciudad.
b) Factores espirituales: tanto como el factor econmico debi de influir el
pensamiento de Erasmo de Rotterdam. Su propuesta de renovacin
espiritual y religiosa aflora en algunas situaciones del Lazarillo. Y su crtica
de los libros de caballeras pudo orientar la naturalidad estilstica de esta
novela.
c) Factores sociales: la cuestin del honor y la obsesin por la limpieza de
sangre eran fenmenos especficos de aquella sociedad espaola que
marginaba a los conversos, es decir, a los descendientes de moros y judos.
No se descarta que el Lazarillo responda a una protesta cercana a los
conversos. Ya ello se aade que algunos autores de novelas picarescas
descendan de conversos.
d) Factores de tipo literario: adems de los factores indicados, hay en la
tradicin literaria ciertos modelos que tambin pudieron influir en el
nacimiento de la picaresca. Si nos ceimos a la literatura espaola, el
desarrollo de la picaresca marca una alternativa al fabuloso mundo de las
novelas de caballeras, un contraste con la naturaleza embellecida de las
novelas pastoriles y una combinacin de rasgos derivados del Libro de Buen
Amor, la Celestina y otras obras ms o menos realistas.
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CARACTERISTICAS COMUNES DE LAS NOVELAS PICARESCAS. SIGLOS XVI Y XVII
Pues sepa vuesa merced, ante todas cosas, que a m me llaman Lzaro de Tormes (...) Mi
nacimiento fue dentro del ro Tormes, por la cual causa tom el sobrenombre y fue desta
manera .
Y pienso para hallar estos negros remedios que me era luz la hambre, pues dicen que el
ingenio con ella se aviva y al contraro con la hartura y as era por cierto en m.
3. Estn narradas de manera realista. Las aventuras que cuentan los distintos
pcaros son posibles, parece que han ocurrido en la realidad
5. En cuanto al protagonista.
Es un desheradado (hijo de padres sin honra, y I mismo lo declara con un
tono bastante cnico):
Pues siendo nio de ocho aos, achacaron a mi padre ciertas sangras mal hechas en
los costales de los que all venan a moler, por lo cual fue preso y confes, y no neg, y
padeci persecucin por justicia.
En este tiempo vino a posar al mesn un ciego, parecindole que yo sera para
adestrarle, me pidi a mi madre y ella me enconmend a l dicindole como era hijo de
un buen hombre, (.. ) y que le rogaba que me tratase bien y mirase por m, pues era
hurfano.
Finalmente estuve con este mi quinto amo cerca de cuatro meses en los cuales pas
tambin hartas fatigas, aunque me daba bien de comer a costa de los curas y de los
clrigos do iba a predicar.
Cuando parece sin ha tenido suerte, sta alterna con la desgracia: Tratado
3, episodio del escudero: cuando Lzaro piensa que ha conseguido por fin
un buen amo que le va a proveer de todas sus necesidades, se da cuenta de
que todo es apariencia y que el escudero tiene casi menos dinero que l.
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3. AUTOBIOGRAFAS Y MEMORIAS
Hay muchas situaciones en las que las personas cuentan hechos de sus vidas:
al solicitar un trabajo informamos de nuestro currriculum vitae; al iniciar una
amistad, contamos nuestra vida; hay libros en los que el escritor se presenta
contando los hechos ms significativos de su vida y de las circunstancias en las
que ha escrito su obra; o personajes famosos artistas, polticos, escritores
suelen escribir sus memorias o autobiografas como Po Baroja en Desde la ltima
vuelta del camino o Rafael Alberti en La arboleda perdida.
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Lazarillo de Tormes, Annimo
Gua de lectura
EL PRLOGO
c) Al principio del prlogo, Lzaro seala dos razones por las que se ha decidido a
relatar su existencia: cules son?
d) Al final del prlogo, Lzaro expone dos razones por la que se ha decidido a
contar su vida desde el principio, con todo detalle: explica cules son.
e) El prlogo puede ser considerado como el ltimo tratado del libro; Lzaro, en
efecto, lo ha compuesto cuando ya tiene escrita su autobiografa. Es feliz en
su matrimonio y con su cargo de pregonero, y ahora aspira a una honra
superior: a cul? Hay en ello sarcasmo por parte del annimo autor? Qu
piensa de las glorias mundanas? Qu piensa de quienes las buscan?
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TRATADO PRIMERO
Cuenta Lzaro su vida y cyo hijo fue
Miniatura del lazarillo de un ciego en un cdice del siglo XIV de las Decretales de Gregorio IX.
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e) Qu ancdotas le suceden con el ciego que le hace despertar de su
inocencia? (Cuntalas brevemente).
i) En el episodio de las uvas sirve para mostrar que el ciego, a pesar de todo,
sigue siendo ms listo que el criado. Reconoce este su ingenio?
k) El tratado tiene una estructura simtrica. Cul fue la primera burla que hubo
de sufrir el mozo? Cmo se la devuelve ste como remate de sus relaciones
con l?
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TRATADO SEGUNDO
Cmo Lzaro se asent con un clrigo y de las cosas que con l pas
e) Lzaro va robando el pan del arca, pero cada vez puede robar menos; cmo
seala el texto la gradacin descendente de sus pobres rateras?
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f) En este tratado segundo, empieza una tendencia a utilizar adjetivos oscuros y
/o de significacin negativa. Seala citas donde se pueda comprobar.
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TRATADO TERCERO
Cmo Lzaro se asent con un escudero, y de lo que le acaeci con l
Hombre de honor. Hombre sin honor. Una mancha en su honor. No se lo permite su honor.
Se bati para vengar su honor. Su honor no le permita batirse con uno que no fuese
hidalgo. Dice que su honor no le permite aceptar un trabajo humilde.
Una mujer celosa de su honor. Los caballeros se batan en defensa del honor de las
damas.
Por todo ello, a medida que las costumbres y su valoracin cambian, la palabra honor
va siendo substituida por otras menos altisonantes: dignidad, rectitud, propia
estimacin, respeto de s mismo, vergenza, amor propio, puntillo, prestigio, buena
fama, etc., acomodadas a los distintos casos y matices del hecho de disfrutar,
merecer o preocuparse de conservar el respeto de la gente.
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a) Al comienzo, a Lzaro le engaan las apariencias. Cmo? De qu manera se
va engaando a s mismo?
g) Qu dice Lzaro cuando rememora las figuras del ciego y el avaro clrigo?
Cree que el hidalgo es mejor que ellos? Por qu? Tiene Lzaro cario al
escudero? Cmo se manifiesta ste?
i) Cmo termina el tratado III? Compara este final con el de los dos tratados
anteriores.
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ESTAMENTOS SOCIALES EN EL SIGLO XVI
NOBLEZA:
Los Grandes y Ttulos (duques, condes, marqueses).
Los caballeros:
- los miembros de las rdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcntara): caballeros,
comendadores, dignatarios;
- los seores de vasallos, seoros y tierras.
Los hidalgos: nobles sin ttulos, tierras ni vasallos.
La nobleza goza de un gran prestigio social, de honores y privilegios como el de no pagar
impuestos.
Muchos hidalgos son pobres, pero se ven obligados por su condicin de nobles a disimular su
pobreza.
ESTAMENTO ECLESISTICO:
Miembros de rdenes religiosas.
Clrigos que no pertenecen a una orden religiosa.
BURGUESA:
Letrados que ocupan importantes puestos en la administracin.
Mercaderes, comerciantes, empresarios...
Los burgueses tienden a ennoblecerse: compran tierras y ttulos, adoptan la mentalidad y las formas
de vida de la nobleza (desprecio por el trabajo, exhibicin de los signos de nobleza) y obtienen el
privilegio de no pagar impuestos.
CLASES POPULARES:
Artesanos.
Campesinos.
Se empobrecen a lo largo del siglo XVI e incrementan la mendicidad, el vagabundeo, la picaresca y
el bandolerismo.
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ESCUDERO LZARO
Conclusiones Conclusiones
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TRATADO CUARTO
a) El tema del hambre, tan sabiamente graduado como hemos visto, ha
terminado. El cortsimo tratado lV es un simple aguijoncillo anticlerical; uno
ms. Las acusaciones son tpicas. Algunos aos antes Torres Naharro haba
escrito estos versos contra los frailes irregulares, es decir, que no obedecan
las reglas de su orden:
TRATADO QUINTO
TRATADO SEXTO
c) Qu se relata en el tratado Vl? Cuatro aos tard Lzaro en ahorrar dinero
para comprarse aquellas miserias. Era justo el trato que hizo con el
clrigo?.Realmente, logr vestirse con hbito de hombre de bien? (Fjate
que, a medida que Lzaro se corrompe como persona guarda ms las
apariencias externas).
TRATADO SPTIMO
d) En el ltimo captulo, cmo se cumple la profeca del ciego relativa al vino?
En qu consiste el caso?
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delitos). De su padre dice Lzaro, en el Tratado I, que robaba harina, por lo
cual fue preso y confes e no neg y padeci persecucin por justicia. Ha
ascendido realmente Lzaro de posicin social, como l quiere hacernos creer,
o se ha corrompido moralmente por un plato de comida?
g) Aunque Lzaro las niega, al lector no le cabe duda alguna de que las
murmuraciones son ciertas, en qu datos y citas lo notamos?
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Lazarillo de Tormes, Annimo
Respuestas a la Gua para la lectura del libro
EL PRLOGO
La obra se inicia con un prlogo en el que Lzaro de Tormes -autor del relato y
pregonero de vinos de Toledo- se dirige a un personaje desconocido, al que
denomina con el tratamiento de Vuestra Merced. ste haba pedido a Lzaro
que le escribiese contndole cierto caso acaecido en la vida de nuestro
personaje.
Este tipo de narracin se denomina autobiografa ya que es el propio
protagonista ("porque se tenga entera noticia de mi persona") quien habla. Por
tanto, la obra se presenta como una autobiografa real en la que autor y
personaje se identifican, que adquiere forma epistolar ya que contesta ("Y pues
vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso...") en forma de carta una
peticin de Vuestra Merced sobre el "caso", tema que motiva la carta.
c) Al principio del prlogo, Lzaro seala dos razones por las que se ha decidido a
relatar su existencia: cules son?
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d) Al final del prlogo, Lzaro expone dos razones por la que se ha decidido a
contar su vida desde el principio, con todo detalle: explica cules son.
e) El prlogo puede ser considerado como el ltimo tratado del libro; Lzaro, en
efecto, lo ha compuesto cuando ya tiene escrita su autobiografa. Es feliz en
su matrimonio y con su cargo de pregonero, y ahora aspira a una honra
superior: a cul? Hay en ello sarcasmo por parte del annimo autor? Qu
piensa de las glorias mundanas? Qu piensa de quienes las buscan?
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TRATADO I
Cuenta Lzaro su vida y cyo hijo fu
Los padres de Lzaro fueron Tom Gonzlez y Los padres de Lzaro Antona
Prez, naturales de una aldea de Salamanca llamada Tejares. Tom Gonzlez
trabajaba de molinero en la ribera del ro Tormes. Lazarillo naci en el molino y
de aqu tom su sobrenombre, Lzaro de Tormes, pues con razn, segn dice,
se poda afirmar que haba nacido dentro de este ro.
Contando Lzaro ocho aos de edad, su padre fue acusado de robar trigo
del que le entregaban para moler. Tom Gonzlez confes su culpa y por ello
padesci persecucin por la justicia, siendo condenado a destierro. Mientras
cumpla su condena, se organiz una partida contra los moros. Tom se enrol
en la partida como acemilero y encontr la muerte en la batalla.
La madre de Lzaro, vindose viuda, decidi irse a vivir a Salamanca. Su
intencin, segn nos dice Lzaro, era la de arrimarse a los buenos para ser
uno dellos, intentando mejorar as su fortuna.
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A pesar de que ambos nacieran en condiciones precarias, Lzaro naci solo con
su madre en un molino mientras que Amads en la novela de caballeras del
mismo ttulo se inicia con el relato de los amores furtivos del rey Perin de
Gaula y de la princesa Elisena de Bretaa, que dieron lugar al nacimiento de un
nio abandonado en una barca, ya que se trataba de un hijo bastardo. Mientras
lazarillo fue criado en la pobreza y debe luchar para ganarse la vida, Amads de
Gaula fue criado por el caballero Gandales e indaga sobre su origen en medio
de fantsticas aventuras, protegido por la hechicera Urganda. Es decir, va
atener el futuro de un caballero destinado a triunfar.
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medias blancas. Guardaba sus medias blancas en la boca, y cuando vea que
daban al ciego alguna moneda de ms valor -blancas enteras o maravedes- la
sustitua rpidamente por una de sus medias blancas, guardndose la moneda
cambiada. Pero no tard el ciego en darse cuenta de los engaos de Lazarillo y
comenz a vigilarle ms estrechamente.
El episodio de la longaniza
Estando en un mesn de Escalona, el ciego entreg a Lzaro una longaniza
para que la pusiese a asar al fuego. Y cuando ya estaba asada le dio dinero
para que fuese a por vino.
Lazarillo antes de irse vio un nabo junto al fuego y rpidamente lo puso en el
asador, cambindolo por la longaniza. De camino, Lzaro se comi la longaniza
y, de paso, se bebi el vino. Cuando volvi junto al ciego le encontr intentando
comerse el nabo entre dos rebanadas de pan.
El viejo, chasqueado al no encontrar la longaniza que esperaba, acus a
Lazarillo del cambio, pero ste le asegur que l haba ido a por el vino y era
inocente. El ciego no le crey, y se acerc a olerle metindole en la boca las
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narices hasta la campanilla. Con el ajetreo y el miedo que tena Lzaro vomit la
longaniza sobre las narices de! viejo, y as, nos dice, lo suyo fue vuelto a su
dueo.
El ciego arremeti contra Lzaro con tal furia que hubieron de sacrselo de
entre las manos, porque lo mataba.
Lzaro se las ingenia para hacer en la base del jarro un pequeo agujero
que tapaba con cera. A la hora de comer se pona junto a la lumbre, entre las
piernas del ciego, diciendo que tena fro, de manera que, al derretirse la cera
que tapaba el agujero, el vino caa en su boca como de una fuente. Cuando el
ciego iba a beber, no hallaba nada, que Lzaro lo expresa con un aire de
superioridad ("Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada") ya que ha sido
capaz de engaarlo.
El episodio de jarro de vino termina con una venganza del ciego sobre
Lzaro: suceso que hizo que el muchacho se distanciase del anciano: Desde
aquella hora quise mal al ciego, y, aunque me quera y me regalaba y me curaba, bien
vi que se haba holgado del cruel castigo. Lavme con vino las roturas que con los
pedazos del jarro me haba hecho, y, sonrindose, deca:
- Qu te parece, Lzaro? Lo que te enferm te sana y te da salud.
Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa y cardenales, considerando que, a
pocos golpes tales, el cruel ciego ahorrara de m, quise yo ahorrar de l; mas no lo hice tan
presto, por hacello ms a mi salvo y provecho. Y aunque yo quisiera asentar mi corazn y perdonalle el
jarrazo, no daba lugar el maltratamiento que el mal ciego dende all adelante me haca, que sin causa
ni razn me hera, dndome coscorrones y repelndome.
j) En el episodio de las uvas sirve para mostrar que el ciego, a pesar de todo,
sigue siendo ms listo que el criado. Reconoce este su ingenio?
En este episodio, tras ser sorprendido por el ciego ("- Lzaro, engaado me has,
Jurar yo a Dios que has t comido las uvas de tres en tres") y tras la respuesta de
Lzaro y pregunta de Lzaro ("mas, por qu sospechais eso?"), Lzaro comenta:
Respondi el sagacsimo ciego...
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k) El episodio de la longaniza, como otros muchos, procede de un cuento popular.
He aqu cmo se cuenta en un manuscrito de 1540 (es decir, anterior a El
Lazarillo):
Yo torn a jurar y perjurar que estaba libre de aquel trueco y cambio; mas poco me aprovech,
pues a las astucias del maldito ciego nada se le esconda. Levantse y asime por la
cabeza y llegse a olerme. Y como debi sentir el huelgo, a uso de buen podenco, por
mejor satisfacerse de la ver-dad, y con la gran agona que llevaba, asindome con las
manos, abramela boca ms de su derecho y desatentadamente meta la nariz. La cual
l tena luenga y afiada, y a aquella sazn, con el enojo, se haba aumentado un palmo; con el pico de
la cual me lleg a la golilla. Y con esto, y con el gran miedo que tena, y con la brevedad del
tiempo, la negra longaniza an no haba hecho asiento en el estmago; y lo ms
principal: con el destiento de la cumplidsima nariz, medio cuasi ahogndome, todas estas cosas
se juntaron y fueron causa que el hecho y golosina se manifestase y lo suyo fuese
vuelto a su dueo. De manera que, antes que el mal ciego sacase de mi boca su
trompa, tal alteracin sinti mi estmago, que le dio con el hurto en ella, de suerte que
su nariz y la negra mal mas-cada longaniza a un tiempo salieron de mi boca.
l) El tratado tiene una estructura simtrica. Cul fue la primera burla que hubo
de sufrir el mozo? Cmo se la devuelve ste como remate de sus relaciones
con l?
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TRATADO II
Cmo lzaro se asent con un clrigo
y de las cosas que con l pas
"Otro da, no parecindome estar all seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda,
adonde me toparon mis pecados con un clrigo, que, llegando a pedir limosna, me
pregunt si saba ayudar a misa. Yo dije que s, como era verdad; que, aunque
maltratado, mil cosas buenas me mostr el pecador del ciego, y una de ellas fue sta.
Finalmente, el clrigo me recibi por suyo". (Esta introduccin sirve de presentacin
del nuevo amo por contraste con el anterior, del aprendi algunas cosas tiles
para sobrevivir).
Escap del trueno y di en el relmpago, porque era el ciego para con ste un Alejandro
Magno, con ser la misma avaricia, como he contado. No digo ms, sino que toda la lacera del
mundo estaba encerrada en ste: no s si de su cosecha era o lo haba anejado con el
hbito de clereca. (Supone una comparacin de la extrema avaricia de este amo
en comparacin con el ciego)
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El clrigo, en cambio, gastaba cinco blancas de carne para sus comidas del
da. Los sbados compraba una cabeza de carnero y a Lzaro le dejaba slo
los huesos dicindole: Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor
vida tienes que el Papa, a lo que Lzaro para s replicaba: Tal te la d
Dios.
Slo tomaba vino de la iglesia y nunca mand a Lzaro a comprarlo.
Al cabo de tres semanas el muchacho haba adelgazado a causa del mucho
hambre que pasaba. Pero adems no poda echar mano de sus astucias
como haca con el ciego, porque en la casa no haba nada que comer.
l tena un arcaz viejo y cerrado con su llave, la cual traa atada con un agujeta del paletoque. Y en
viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego all lanzado y tornada a cerrar el
arca. Y en toda la casa no haba ninguna cosa de comer
Pues ya que conmigo tena poca caridad, consigo usaba ms. Cinco blancas de carne
era su ordinario para comer y cenar. Verdad es que parta conmigo del caldo, que de la carne tan
blanco el ojo!, sino un poco de pan, y pluguiera a Dios que me demediara!
Los sbados cmense en esta tierra cabezas de carnero, y envibame por una, que
costaba tres maraveds. Aqulla le coca, y coma los ojos y la lengua y el cogote y
sesos y la carne que en las quijadas tena, y dbame todos los huesos rodos, y dbamelos
en el plato, diciendo:
Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.
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d) El ciego era sumamente ingenioso. Lo es tambin el cura de Maqueda?
e) Lzaro va robando el pan del arca, pero cada vez puede robar menos; cmo
seala el texto la gradacin descendente de sus pobres rateras?
a. Y otro da, en saliendo de casa, abro mi paraso panal y tomo entre las manos y
dientes un bodigo y en dos credos le hice invisible.
b. Parecime con lo que dijo pasarme el corazn con saeta de montero y co-menzme
el estmago a escarbar de hambre, vindose puesto en la dieta pasada [...] Lo ms
que yo pude hacer fue dar en ellos mil besos, y, lo ms delicado que yo pude, del
partido part un poco al pelo que l estaba, y con aqul pas aquel da, no tan
alegre como el pasado.
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Pusmosnos a comer, y quiso Dios que aun en esto me fue bien: que me cupo
ms pan que la lacera que me sola dar, porque ray con un cuchillo todo lo que pens ser
ratonado, diciendo:
Cmete eso, que el ratn cosa limpia es.
Y as, aquel da, aadiendo la oracin del trabajo de mis manos, o de mis uas por mejor
decir, acabamos de comer, aunque yo nunca empezaba.
d. Esto hecho, abro muy paso la llagada arca, y, al tiento, del pan que hall partido, hice segn
de yuso est escrito. Y con aquello algn tanto consolado, tornando a cerrar, me volv a mis
pajas, en las cuales repos y dorm un poco, lo cual yo haca mal, y echbalo al no
comer.
e. Luego busc prestada una ratonera, y con cortezas de queso que a los vecinos
peda, contino el gato estaba armado dentro del arca. Lo cual era para m singular
auxilio, porque, puesto caso que yo no haba menester muchas salsas para comer,
todava me holgaba con las cortezas del queso que de la ratonera sacaba, y sin
esto no perdonaba el ratonar del bodigo.
Como si debajo de ella estuvieran todas las conservas de Valencia, con no haber en
la dicha cmara, como dije, maldita la otra cosa que las cebollas colgadas de un clavo.
Pues estando en tal afliccin, cual plega al Seor librar de ella a todo fiel cristiano, y sin saber
darme consejo, vindome ir de mal en peor, un da que el cuitado, ruin y lacerado de mi amo haba
ido fuera del lugar...
Parecime con lo que dijo pasarme el corazn con saeta de montero y comenzme
el estmago a escarbar de hambre, vindose puesto en la dieta pasada.
De que sali de su casa, voy a ver la obra, y hall que no dej en la triste y vieja
arca.
Por otro lado, era tanta el hambre que pasaba que aprovechando los
mortuorios pues rogaba a Dios que cada da hubiese un muerto para poder
comer en su funeral: Y porque dije de mortuorios, Dios me perdone, que jams fui
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enemigo del a naturaleza humana sino entonces. Y esto era porque comamos bien y me
hartaban. Deseaba y aun rogaba a Dios que cada da matase el suyo. Y cuando
dbamos sacramento a los enfermos, especialmente la extremauncin, como manda
el clrigo rezar a los que estn all, yo cierto no era el postrero de la oracin, y con todo
mi corazn y buena voluntad rogaba al Seor, no que le echase a la parte que ms
servido fuese, como se suele decir, mas que le llevase de aqueste mundo.
Y cuando alguno de stos escapaba, Dios me lo perdone!, que mil veces le daba al
diablo; y el que se mora, otras tantas bendiciones llevaba de m dichas. Porque en todo el
tiempo que all estuve, que seran casi seis meses, solas veinte personas fallecieron, y
stas bien creo que las mat yo, o, por mejor decir, murieron a mi recuesta; porque, viendo el
Seor mi rabiosa y continua muerte, pienso que holgaba de matarlos por darme a m
vida. Mas de lo que al presente padeca, remedio no hallaba; que, si el da que
enterrbamos yo viva, los das que no haba muerto, por quedar bien vezado de la
hartura, tornando a mi cotidiana hambre, ms lo senta. De manera que en nada hallaba
descanso, salvo en la muerte, que yo tambin para m, como para los otros deseaba algunas
veces; mas no la vea, aunque estaba siempre en m.
La avaricia del clrigo es tal que Lzaro llega a pensar que morira de hambre.
Por tanto crtica la escasa generosidad y caridad del clrigo cosa que la Iglesia
siempre ha pregonado que hay que realizar con los dems.
No era yo seor de asirle una blanca todo el tiempo que con l viv, o, por mejor decir,
mor. De la taberna nunca le traje una blanca de vino; mas aquel poco que de la ofrenda haba
metido en su arcaz compasaba de tal f orma que le duraba toda la semana. Y por ocultar su
gran mezquindad, decame:
Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto
yo no me desmando como otros.
Mas el lacerado menta falsamente, porque en cofradas y mortuorios que
rezamos, a costa ajena coma como lobo y beba ms que un saludador.
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j) Cmo sale del servicio del clrigo?
Cierto da pas un calderero por la vicara y Lzaro le pidi una llave que abriese
el arcaz. El calderero dio con la llave apropiada y se la entreg a Lzaro a
cambio de unos panes que tom del arca.
Durante los dos das siguientes Lzaro cogi pan del arcaz, y recuper
fuerzas. Pero al tercero se encontr al clrigo, que haba notado el robo,
contando y recontando las hogazas.
Como el arca era vieja y tena agujeros, pens Lzaro hacerse pasar por
ratn. Y para ello desmigajaba el pan, alimentndose con las migas. Como
haba previsto Lzaro, el clrigo crey que eran ratones quienes Lzaro roan el
pan, y con clavos y tablillas tap los agujeros. Lzaro abri con un cuchillo
nuevos agujeros en el arca. Volvi a desmigajar los panes y a comerse las
migas. Y el clrigo a tapar los agujeros. Y as estuvieron uno y otro insistiendo,
hasta que el clrigo decidi armar dentro del arca una trampa para ratones.
Lzaro se coma entonces no solo las migas sino tambin las cortezas de queso
que aqul pona como cebo. La trampa apareca desarmada y sin cebo todas
las maanas, pero el ratn nunca caa en ella.
Opin un vecino que deba de tratarse de una culebra y que por ello no era
eficaz la trampa. Desde entonces el clrigo se levantaba de noche y golpeaba
en e! arca con un garrote para espantar al animal.
A veces se acercaba a las pajas en que dorma Lzaro porque haba odo
decir que las culebras se acercan a las cunas de los nios buscando calor.
Lzaro tuvo miedo de que el clrigo descubriera la llave y para evitarlo dorma
con ella dentro de la boca.
Mas una noche se le descoloc la llave, de tal manera que con la respiracin
de Lzaro la llave silbaba. Al escucharlo, el clrigo pens que se trataba del
silbido de la culebra y se acerc al lugar en que dorma el muchacho armado del
garrote. Orientado por el silbido, y creyendo que golpeaba a la culebra, descarg
sobre Lzaro un golpe tal que le dej descalabrado y sin sentido. Al or cmo el
muchacho se quejaba, trajo el clrigo luz y pudo ver la llave todava en su boca,
comprendiendo e! engao.
Estuvo Lzaro tres das sin conocimiento y al despertar oy que el clrigo le
deca: A fe que los ratones y culebras que me destruan ya los he cazado.
Cuando Lzaro se repuso, su amo le sac a la puerta de la calle y le dijo:
Lzaro busca amo y vete con Dios que yo no quiero en mi compaa tan diligente
servidor. Se santigu como si el muchacho estuviese endemoniado, y se meti
en la casa abandonndolo a su suerte.
32
TRATADO III
Cmo Lzaro se asent con un escudero, y de lo que le acaeci con l
Lazarillo se engaa por la apariencia del atuendo del escudero que se topa
con un en la calle, "razonable vestido, bien peinado, su paso y comps en orden". Y
segule, dando gracias a Dios por lo que le o, y tambin que me pareca, segn su hbito
y continente, ser el que yo haba menester. Y segule, dando gracias a Dios por lo que le o, y
tambin que me pareca, segn su hbito y continente, ser el que yo haba menester.
Tambin cree que su amo no compra en las plazas por donde no pasaban porque no
eran de su gusto y no por la pobreza en que viva:
Era de maana cuando ste mi tercero amo top, y llevme tras s gran parte de la ciudad.
Pasbamos por las plazas do se venda pan y otras provisiones. Yo pensaba, y aun
deseaba, que all me quera cargar de lo que se venda, porque sta era propia hora
cuando se suele proveer de lo necesario, mas muy a tendido paso pasaba por estas
cosas.Por ventura no lo ve aqu a su contento deca yo, y querr que lo compremos
en otro cabo. [...]
Yo iba el ms alegre del mundo en ver que no nos habamos ocupado en buscar de comer. Bien
consider que deba ser hombre, mi nuevo amo, que se provea en junto, y que ya la comida estara a
punto y tal como yo la deseaba y aun la haba menester.
33
alabando mucho la calidad de! pan, e interesndose por saber si era pan
amasado por manos limpias.
Tampoco hubo cena. Llegada la noche, el escudero dijo a Lzaro que, como
la plaza estaba lejos y en la ciudad haba ladrones, era preferible comprar las
vituallas al da siguiente y pasar sin cenar aquella noche.
Con esto Lzaro acab de confirmar sus temores.
Vuestra merced crea, cuando esto le o, que estuve en poco de caer de mi estado,
no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa. All
se me representaron de nuevo mis fatigas y torn a llorar mis trabajos; all se me vino a la
memoria la consideracin que haca cuando me pensaba ir del clrigo, diciendo que, aunque
aquel era desventurado y msero, por ventura topara con otro peor. Finalmente, all llor mi
trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera. Y con todo disimulando lo mejor
que pude, le dije:
Seor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios. De eso me podr yo alabar
entre todos mis iguales por de mejor garganta, y as fui yo loado de ella hasta hoy da
de los amos que yo he tenido.
Virtud es sa dijo l, y por eso te querr yo ms, porque el hartar es de los puercos
y el comer regladamente es de los hombres de bien.
Bien te he entendido! dije yo entre m. Maldita tanta medicina y bondad como aquestos mis
amos que yo hallo hallan en la hambre!
34
e) De nuevo aparece la adjetivacin de carga negativa. Copia una cita que
contenga la palabra negro-a. Comenta tambin el episodio del muerto. Hay en
este tratado una serie de comentarios sobre la honra. Qu se dice de ella?
Copia otra cita en las que la palabra honra y negra aparezcan unidas.
Un da cay en poder del escudero un real. Lzaro sala con el real para
comprar comida a la plaza cuando se top con el cortejo de un muerto que
llevaban a enterrar.
La viuda iba gritando: Marido y seor mo. Adnde os me llevan. A la casa
triste y desdichada, a la casa lbrega y oscura, a la casa donde nunca comen ni
beben. Al or tales cosas Lzaro crey que la tal casa era la suya, y rompi a
correr hacia all creyendo que iban a meterles el muerto en ella. Al entrar pidi
a su amo que le ayudase a atrancar la puerta porque les traan un muerto.
El escudero rompi a rer cuando el muchacho se explic, y le dijo que haba
tenido razn al pensar que la viuda hablaba de la casa en que vivan.
Y sbese por la calle arriba con tan gentil semblante y continente, que quien no le conociera
pensara ser muy cercano pariente al conde de Arcos, o, al menos, camarero que le daba de
vestir.
Bendito seis Vos, Seor qued yo diciendo que dais la enfermedad y ponis el
remedio! Quin encontrar a aquel mi seor que no piense, segn el contento de s lleva, haber
anoche bien cenado y dormido en buena cama, y, aunque agora es de maana, no le
cuenten por muy bien almorzado? Grandes secretos son, Seor, los que vos hacis y las gentes
ignoran! A quin no engaar aquella buena disposicin y razonable capa y sayo? Y quin
pensar que aquel gentil hombre se pas ayer todo el da sin comer con aquel
mendrugo de pan que su criado Lzaro trajo un da y una noche en el arca de su seno,
do no se le poda pegar mucha limpieza, y hoy, lavndose las manos y cara, a falta de
pao de manos, se haca servir de la halda del sayo? Nadie por cierto lo sospechar. Oh Seor,
y cuntos de aqustos debis Vos tener por el mundo derramados, que padecen por la
negra que llaman honra, lo que por Vos no sufrirn!
Dios es testigo que hoy da, cuando topo con alguno de su hbito con aque lpaso y
pompa, le he lstima con pensar si padece lo que aqul le vi sufrir; al cual, con toda su
pobreza, holgara de servir ms que a los otros, por lo que he dicho. Slo tena de l un
poco de descontento: que quisiera yo que no tuviera tanta presuncin; mas que
abajara un poco su fantasa con lo mucho que suba su necesidad. Mas, segn me
parece, es regla ya entre ellos usada y guardada: aunque no haya cornado de trueco
ha de andar el birrete en su lugar. El Seor lo remedie, que ya con este mal han de morir.
Pues, esperado te he a comer, y, de que vi que no viniste, com. Mas t haces como
hombre de bien en eso, que ms vale pedillo por Dios que no hurtallo. Y as l me
ayude, como ello me parece bien, y solamente te encomiendo no sepan que vives
conmigo por lo que toca a mi honra;
35
g) Qu dice Lzaro cuando rememora las figuras del ciego y el avaro clrigo?
Cree que el hidalgo es mejor que ellos? Por qu? Tiene Lzaro cario al
escudero? Cmo se manifiesta ste?
Sentme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotn, call la me-rienda. Y
comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y, disimuladamente, miraba al desventurado seor
mo, que no parta sus ojos de mis faldas, que aquella sazn servan de plato. Tanta lstima haya Dios
de m, como yo haba de l, porque sent lo que senta, y muchas veces haba por ello
pasado y pasaba cada da. Pensaba si sera bien comedirme a convidalle; mas, por
haberme dicho que haba comido, temame no aceptara el convite. Finalmente yo deseaba que
el pecador ayudase a su trabajo del mo, y se desayunase como el da antes hizo, pues haba
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Y por evitar prolijidad, de esta manera estuvimos ocho o diez das, yndose el pecador
en la maana con aquel contento y paso contado a papar aire por las calles, teniendo
en el pobre Lzaro una cabeza de lobo. Contemplaba yo muchas veces mi desastre,
que, escapando de los amos ruines que haba tenido y buscando mejora, viniese a
topar con quien no slo no me mantuviese, mas a quien yo haba de mantener. Con todo, le quera
bien, con ver que no tena ni poda ms, y antes le haba lstima que enemistad.
Eres muchacho me respondi y no sientes las cosas de honra, en que el da de hoy est todo el
caudal de los hombres de bien. Pues te hago saber que yo soy, como ves, un escudero; mas vtote a
Dios!, si al Conde topo en la calle y no me quita muy bien quitado del todo el bonete, que otra vez que
venga,mesepayoentrarenunacasa, fingiendoyoenellaalgnnegocio,oatravesar otra calle, si la hay, antes que
llegue a m, por no quitrselo. Que un hidalgo no debe a otro que a Dios y al rey nada, ni es justo, siendo
hombre de bien, se descuide un punto de tener en mucho su persona. Acurdomequeundadeshonren
mitierraaunoficialyquiseponerenllasmanos, porque cada vez que le topaba, me deca: Mantenga Dios a
vuestra merced. Vos, don villano ruin le dije yo, por qu no sois bien criado? Mantngaos Dios,
me habis de decir, como si fuese quienquiera? De all adelante, de aqu acull, me quitaba el bonete y
hablaba como deba.
36
El escudero explica a Lzaro que su patrimonio consiste en un solar de
casas que, de estar en pie, valdran ms de doscientos mil maravedes; y en un
palomar que, de no estar derribado, dara cada ao ms de doscientos
palominos.
Vino a Toledo pensando encontrar buen acomodo con algn seor principal.
Tuvo ofertas para entrar al servicio de eclesisticos y caballeros de media talla,
pero las rechaz porque aspiraba a servir a ms altos seores.
i) Cmo termina el tratado III? Compara este final con el de los dos tratados
anteriores.
En los tres captulos hay gradacin ascendente del tema del hambre, pero
los Tres captulos se diferencian en que en el primero Lazarillo abandona al
ciego, mientras en los otros dos es despedido por el clrigo y es abandonado
por el escudero.
37
Ejemplos del texto Otros ejemplos del Tratado
Estamentos sociales I
(de mayor a menor
importancia)
El destinatario, "Vuestra
Merced", del Prlogo, a
quien Lzaro escribe, por
el tratamiento se supone
que pertenece al
estamento social de la
nobleza
El escudero es un hidalgo
empobrecido sin ttulos ni
tierras ni vasallos.
El clrigo de Maqueda
pertenece al estamento
eclesistico, aunque en su
escala ms baja.
El ciego tambin se
encuadra en esta misma
clase social si se observa
cmo sobrevive.
ESCUDERO LZARO
38
Yoledije: Y segule, dando gracias a Dios por lo que le
S, seor. o, y tambin que me pareca, segn su hbito y
Pues vente tras m me respondi, que continente, ser el que yo haba menester.
Dios te ha hecho merced en topar conmigo;
alguna buena oracin rezaste hoy.
Un da el escudero sali caminando por Toledo Lzaro se qued pensando en cuntos deba
con gallardo porte y ademanes arrogantes, a de haber por el mundo derramados capaces
papar aire por las calles. de padecer y sufrir por la negra honra,
aparentando lo que no eran, y teniendo que
Y sbese por la calle arriba con tan gentil semblante y alimentarse con lo que un pobre criado les
continente, que quien no le conociera pensara daba.
ser muy cercano pariente al conde de Arcos, o,
al menos, camarero que le daba de vestir.
l, sintindose tan fro de bolsa cuanto caliente del
Y como digo, l estaba entre ellas hecho un Macas, estmago, tomle tal calofro que le rob la color
dicindoles ms dulzuras que Ovidio escribi. Pero, como del gesto, y comenz a turbarse en la pltica
sintieron de l que estaba bien enternecido, no se les ya poner excusas no vlidas. Ellas, que deban
hizo de vergenza pedirle de almorzar con el ser bien instituidas, como le sintieron la
acostumbrado pago. enfermedad, dejronle para el que era.
Pues, esperado te he a comer, y, de que vi o - De eso pierda, seor, cuidado le dije yo, que
que no viniste, com. Mas t haces como maldito aquel que ninguno tiene de pedirme esa
hombre de bien en eso, que ms vale pedillo cuenta yo de dalla.
por Dios que no hurtallo. Y as l me ayude,
como ello me parece bien, y solamente te o Y por evitar prolijidad, de esta manera estuvimos
encomiendo no sepan que vives conmigo por ocho o diez das, yndose el pecador en la
lo que toca a mi honra; maana con aquel contento y paso contado a
papar aire por las calles, teniendo en el pobre
Al fin se cumpli mi deseo y supe lo que deseaba; Lzaro una cabeza de lobo. Contemplaba yo
porque, un da que habamos comido razonablemente y muchas veces mi desastre, que, escapando de
estaba algo contento, contme su hacienda y djome los amos ruines que haba tenido y buscando
ser de Castilla la Vieja, y que haba dejado su mejora, viniese a topar con quien no slo no me
tierra no ms de por no quitar el bonete a un mantuviese, mas a quien yo haba de mantener.
caballero, su vecino.
Seor dije yo, si l era lo que deca y tena Dios es testigo que hoy da, cuando topo con
ms que vos, no errbades en no quitrselo alguno de su hbito con aquel paso y pompa, le
primero, pues decs que l tambin os lo he lstima con pensar si padece lo que aqul le
quitaba? vi sufrir; al cual, con toda su pobreza, holgara de
S es y s tiene, y tambin me lo quitaba l a servir ms que a los otros, por lo que he dicho.
m; mas, de cuantas veces yo se le quitaba Slo tena de l un poco de descontento: que
primero, no fuera malo comedirse l alguna y quisiera yo que no tuviera tanta presuncin; mas
ganarme por la mano. que abajara un poco su fantasa con lo mucho
[...] que suba su necesidad. Mas, segn me parece,
Eres muchacho me respondi y no sientes las cosas de es regla ya entre ellos usada y guardada: aunque
honra, en que el da de hoy est todo el caudal de los no haya cornado de trueco ha de andar el birrete
hombres de bien. Pues te hago saber que yo soy, como ves, en su lugar. El Seor lo remedie, que ya con este mal han
un escudero; mas vtote a Dios!, si al Conde topo enl a calle de morir.
y no me quita muy bien quitado del todo el bonete, que otra
vez que venga,mesepayoentrarenunacasa,fingiendoyoenellaalgn Y velle venir a medioda la calle abajo con estirado
negocio,oatravesar otra calle, si la hay, antes que llegue a m, cuerpo, ms largo que galgo de buena casta! Y
por no quitrselo. Que un hidalgo no debe a otro que a Dios y por lo que toca a su negra que dicen honra,
al rey nada, ni es justo, siendo hombre de bien, se descuide tomaba una paja, de las que aun asaz no haba
un punto de tener en mucho su persona. Acurdome que un en casa, y sala a la puerta escarbando los que
da deshonr en mi tierra a un oficial y quise poner en l las manos, nada entre s tenan, quejndose todava de aquel mal
porque cada vez que le topaba, me deca: Mantenga Dios a solar...
vuestra merced. Vos, don villano ruin le dije yo, por qu
no sois bien criado? Mantngaos Dios, me habis de decir,
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como si fuese quienquiera? De all adelante, de aqu acull,
me quitaba el bonete y hablaba como deba.
- Y no es buena manera de saludar un hombre a
otro dije yo decirle que le mantenga Dios?
Mira, mucho de enhoramala! dijo l. A los
hombres de poca arte dicen eso; mas a los ms
altos, como yo, no les han de hablar menos de:
Beso las manos de vuestra merced, o por lo menos:
Bsoos, seor, las manos, si el que me habla es
caballero. Y as, de aqul de mi tierra que me
atestaba de mantenimiento, nunca ms le quise sufrir, ni
sufrira ni sufrir a hombre del mundo, del rey abajo, que:
Mantngaos Dios, me diga.
Conclusiones Conclusiones
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TRATADO IV:
Cmo Lzaro se asent con un fraile, y de lo que le acaeci con l
Gran enemigo del coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera,
amicsimo de negocios seglares y visitar. Tanto que pienso que rompa l ms
zapatos que todo el convento.
Cansado de los trotes del fraile y por otras casillas que no digo -Lzaro
prefiere callarlas y la crtica ha querido ver en ello la alusin a una presunta
sodoma del eclesistico- le abandon.
Este breve captulo tiene una clara intencin anticlerical y supone para
Lzaro el inicio de una mejora material, consigue sus primeros zapatos.
41
TRATADO V
Cmo lzaro se asent con un buldero, y de las cosas que con l pas
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La gente se acerc a l, dicindole que haban comprendido que era el
alguacil quien menta, pero que, por amor de Dios, le sanase.
Accedi el buldero, y pidiendo a los presentes que orasen, puso la bula
sobre la cabeza del alguacil. Este fue volviendo en s poco a poco. Ya repuesto,
se ech a los pies del buldero confesando haber obrado por inspiracin del
demonio, para vengarse del buldero, y porque el demonio sufra mucho
pensando en los beneficios que la bula aportara a quienes la comprasen.
Todos los parroquianos se abalanzaron a comprar la bula. La noticia lleg a
los pueblos vecinos, de forma que cuando llegaba la comitiva del buldero, no
haca falta predicar la bula, pues las gentes la compraban sin ms trmite.
Lzaro confiesa que al principio crey al buldero, al ver cmo se
desarrollaban los hechos. Pero que ms tarde, viendo cmo el buldero y el
alguacil se rean del episodio, comprendi el engao, y pens cuntas veces
sera as burlada la inocente gente.
Estuvo Lzaro cuatro meses con el buldero, y en ellos, segn nos dice, pas
tambin muchas fatigas.
Lzaro y lector van descubriendo poco a poco que todo lo que se relata es
una simulacin ya que el narrador-personaje no introduce ningn tipo
valoraciones a medida que relata los hechos.
TRATADO VI:
Cmo lzaro se asent con un capelln, y lo que con l pas
43
TRATADO VII:
Cmo Lzaro se asent con un alguacil, y de lo que le aceci con l
Tras el episodio del jarro de vino, el ciego se mofaba de Lzaro y la profeca del
ciego se cumple.
Por verdad, ms vino me gasta este mozo en lavatorios al cabo del ao, que yo bebo
en dos. A lo menos, Lzaro, eres en ms cargo al vino que a tu padre, porque l una
vez te engendr, mas el vino mil te ha dado la vida.
Y luego contaba cuntas veces me haba descalabrado y harpado la cara, ycon
vino luego sanaba.
Yo te digo dijo que, si hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que sers t.
El caso
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e) Como pregonero, Lzaro tena que acompaar a los delincuentes sacados a
vergenza pblica, leyendo en voz alta sus delitos (tengo cargo de (...)
acompaar los que padecen persecuciones por justicia, y declarar a voces sus
delitos). De su padre dice Lzaro, en el Tratado I, que robaba harina, por lo
cual fue preso y confes e no neg y padeci persecucin por justicia. Ha
ascendido realmente Lzaro de posicin social, como l quiere hacernos creer,
o se ha corrompido moralmente por un plato de comida?
Hasta el da de hoy nunca nadie nos oy sobre el caso; antes, cuando alguno siento
que quiere decir algo de ella, le atajo y le digo:
Mirad, si sois mi amigo, no me digis cosa con que me pese, que no tengo por mi
amigo al que me hace pesar, mayormente si me quieren meter mal con mi mujer, que es la cosa
del mundo que yo ms quiero, y la amo ms que a m, y me hace Dios con ella mil
mercedes y ms bien que yo merezco.
Que yo jurar sobre la hostia consagrada que es tan buena mujer como vive
dentro de las puertas de Toledo. Quien otra cosa me dijere, yo me matar con l.
De esta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa.
45
Adems, como en el caso de del vino, se cumple la profeca del ciego:
g) Aunque Lzaro las niega, al lector no le cabe duda alguna de que las
murmuraciones son ciertas, en qu datos y citas lo notamos?
Lzaro cuenta que su mujer era diligente y servicial, y que el Arcipreste les
favoreca con obsequios y les invitaba a comer los domingos y das de fiesta.
Pero las malas lenguas empezaron con habladuras sobre la relacin entre la
mujer de Lzaro y el Arcipreste.
Lzaro sospecha de la relacin de su mujer con el Arcipreste, como se observa en este
pasaje:
Y mejor les ayude Dios, que ellos dicen la verdad, aunque en este tiempo siempre he tenido
alguna sospechuela y habido algunas malas cenas por esperalla algunas noches hasta
las laudes, y an ms, y se me ha venido a la memoria lo que a mi amo el ciego me dijo
en Escalona, estando asido del cuerno; aunque, de verdad, siempre pienso que el
diablo me lo trae a la memoria por hazerme malcasado, y no le aprovecha.
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h) Se ha sealado que el siguiente tema es propio de los judos ya que se presenta
abundantemente en sus leyendas y cuentos: Hay que preservar la paz del
hogar, aun a costa de la verdad. Aparece dicho tema en este Tratado VII?
Puede proporcionar algn indicio acerca de quin fue el autor? Contrasta
este leit motiv con el sentimiento del honor vigente entre los cristianos viejos?
Como hemos comentado en la pregunta e), este tema aparece tras las
habladuras sobre la relacin de la mujer de Lzaro con el Arcipreste. Lzaro
ante ellas y ante la reaccin airada de su mujer, prefiere no hacerles caso: su
medro social y paz matrimonial se imponen a su deshonor claramente, negando
su deshonra, lo que manifiesta su cinismo.
El autor podra ser algn converso de origen judo que no manifieste el
sentimiento del honor tan arraigado entre los castellanos viejos como lo
demuestra el personaje del escudero, por ejemplo, o someta a crtica a la
sociedad cristiana y sus intolerables convencionalismos.
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PRODUCCIN ESCRITA U AUDIOVISUAL
1. Reescribir el Lazarillo
Convertir en una escena teatral el fragmento en que Lzaro acaba compartiendo con
su amo la ua de vaca que le han dado como limosna (desde Preguntme d vena...
hasta /iAs me vengan los buenos aos como es ello!", dije yo entre m). No olvides
incluir las acotaciones escnicas (gestos y movimientos de los personajes) y los
apartes correspondientes (frases de Lzaro que no debe or su amo).
Contar desde el punto de vista del ciego el episodio del jarro de vino. Se trata de que
sea el ciego y no Lzaro quien cuente la ancdota, pero debe hacerse tambin en
primera persona. Puedes modernizar, si quieres, el estilo. Este podra ser el comienzo:
Sola poner junto a m un jarrillo de vino cuando comamos, y l, rpidamente lo coga,
daba un par de tragos y lo volva a poner en su sitio.
Narrar en tercera persona el final del tratado segundo desde Yo hube miedo que con
aquellas diligencias... . Tambin en este caso puedes adaptar la lengua del Lazarillo al
espaol actual. Por ejemplo: Lzaro tuvo miedo de que su amo le encontrase con la
llave que tena debajo de las pajas donde dorma y le pareci ms seguro metrsela
por la noche en la boca.... Tanto en este ejercicio como en el anterior, es importante
estar muy atento a todas las palabras que contienen referencias personales
(pronombres personales, formas verbales y determinantes y pronombres posesivos)
porque hay que hacer cambios en ellas.
Escribe un final distinto de la obra. Al llegar a sus odos las habladuras que corren por
Toledo sobre su mujer y el Arcipreste, Lzaro rompe con ambos e inicia una nueva vida.
Haz especial referencia a los sentimientos contradictorios de Lzaro al iniciar esta
nueva etapa.
Por un azar de la fortuna Lzaro se hace rico con un negocio de vinos. Compra para s
la carta de hidalgua y aspira, incluso, a un ttulo nobiliario. Llama junto a s a su madre,
a Zaide y a su hermano negro. Los tres llegan al palacio de Lzaro a la hora de la
merienda. Desarrolla, cargando la mano en los tintes cmicos y sentimentales, el
reencuentro con cada uno de ellos procurando incluir algn dilogo en cada caso.
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que lo hizo l (se trata de buscar una analoga entre un pcaro de la actualidad y el
propio Lzaro de modo que este justifique su modo de actuar mediante una similitud
en comportamientos de un pcaro actuales.
Vas a hacer un ejercicio de cambio del punto de vista. Se trata de que sea el escudero
quien cuente su encuentro con Lzaro y el primer da que pasan juntos. Imagina que el
escudero escribe todas las noches un diario en el que refleja lo ms notable que le ha
ocurrido en la jornada. Puedes empezar diciendo: Esta maana, cuando como cada
da me diriga al mercado, me top con un chico de unos doce aos que iba solo ... .
Aunque en el siglo XVI no existan las empresas de trabajo temporal, vamos a suponer
que Lzaro, antes de conocer a su ltimo amo, el arcipreste de San Salvador, decide
ofrecer sus servicios a alguien y este le pide un breve informe sobre lo que ha hecho
hasta entonces. Con lo que sabes de l, escribe una especie de currculum vitae de
Lzaro de Tormes o, mejor, de un pcaro de la actualidad. No olvides poner todos los
datos importantes: edad, lugar de nacimiento, nombre de los padres; actividades
realizadas: dnde, con quin, cunto tiempo duraron; experiencia adquirida... En tu
libro de lengua o en internet seguramente encontrars un modelo de currculum.
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HERRAMIENTAS DIGITALES PARA ELABORAR LOS TRABAJOS
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